Está en la página 1de 4

TEMA 1. LITERATURA.

1. La Edad Media.
La Edad Media abarca desde la desaparición del Imperio romano (476) hasta la
llegada de Colón a América (1492). Este período se caracterizó por la
convivencia entre diversas culturas, con épocas de paz y de guerra.
El nacimiento de los reinos cristianos.
La coexistencia en la Península de las sociedades cristiana y musulmana, y de
una importante minoría judía, propició un intenso intercambio cultural.
- Tras los romanos, se estableció en Hispania el reino visigodo de Toledo.
- En el año 711, los musulmanes ocuparon la Península.
- En las montañas del norte de la Península se crearon pequeños reinos
de resistencia cristianos que en el siglo IX iniciaron un proceso de
expansión hacia el sur, conocido como Reconquista.
Las lenguas romances.
- Los dialectos romances surgieron de la convivencia del latín vulgar,
que se hablaba en Hispania, con las lenguas germánicas y el árabe.
- Los dialectos mozárabes surgieron de la mezcla del latín y el árabe.
La sociedad medieval.
- El feudalismo dividía la sociedad en tres estamentos dependientes del
rey: la nobleza, el clero y el pueblo (campesinos y artesanos). El pueblo
vivía alrededor del castillo de un señor feudal, trabajaba para él y le
pagaba impuestos.
- La economía de subsistencia, en la que los campesinos trabajaban en
los señoríos territoriales propiedad de la nobleza y de la Iglesia, sufrió
una grave crisis por malas cosechas, epidemias y guerras entre los
reinos cristianos.
A partir del siglo XII, las ciudades ganaron poder político, cultural y económico.
Este cambio favoreció el enriquecimiento de artesanos y comerciantes y, con
ello, el inicio de la burguesía.
2. La poesía popular.

Hasta el siglo XIII, la mayor parte de la literatura se transmite oralmente. La


poesía popular se divide en dos géneros: lírica tradicional y cantar de gesta.
En la lírica tradicional el tema preferido es el amor, por mujeres jóvenes.
Según su origen y forma, se pueden distinguir tres tipos:
- Jarchas. Son composiciones breves y muy sencillas, en mozárabe
(lengua de los cristianos en zonas de dominio árabe).
- Cantigas de amigo. Tienen más de una estrofa, suelen contener
repeticiones y paralelismos, y están compuestas en galaicoportugués.
- Lírica castellana. Se caracteriza por su diversidad de composiciones,
entre las que destacan las serranillas (que relatan un encuentro entre un
caminante y una pastora), y los villancicos (que tienen varias estrofas
largas, o mudanzas, unidas por un estribillo).
Los cantares de gesta son poemas narrativos épicos que se inspiran en
hechos históricos, adornados con elementos legendarios. Forman parte del
mester de juglaría, nombre que reciben porque eran recitados por juglares en
plazas y castillos.
Estos textos conservan muestras de oralidad como las llamadas de atención,
los epítetos épicos (fórmulas para elogiar al héroe) y los diálogos. Los cantares
están escritos en versos asonantes, que se dividen en tiradas. Cada verso
aparece cortado en dos hemistiquios separados por una cesura.
El Cantar de Mio Cid
El Cantar de Mio Cid (anónimo, siglo XII) es el único cantar en castellano que
se conserva casi completo. Se basa en hechos históricos: los últimos años del
caballero Rodrigo Díaz de Vivar, o Cid Campeador, que sirvió a reyes cristianos
y a soberanos musulmanes.
El cantar consta de casi 4000 versos, en tiradas de rima asonante y medida
irregular. La historia se divide en tres partes:
- Cantar del destierro. El rey Alfonso VI de Castilla destierra al Cid
porque cree que este lo ha traicionado. Para recuperar su honor ante el
rey, el Cid lucha contra sus enemigos y tras cada victoria le envía
regalos al soberano para congraciarse con él.

- Cantar de las bodas. Tras conquistar Valencia, el héroe es perdonado


por el rey, y casa a sus hijas, doña Elvira y doña Sol, con los infantes de
Carrión.

- Cantar de la afrenta de Corpes. Los infantes de Carrión, que envidian


al Cid, maltratan y abandonan a sus hijas. Como consecuencia, ellos
son retados y derrotados en un duelo. Para compensar al Cid, el rey
propone que sus hijas se casen con los príncipes de Navarra y de
Aragón y se conviertan en reinas.

3. La poesía culta.
En los siglos XIII y XIV surge la figura del autor culto, que empieza a escribir en
castellano y cuya obra se transmite por escrito.
El mester de clerecía es el conjunto de obras compuestas por clérigos, como
Gonzalo de Berceo y Juan Ruiz, arcipreste de Hita, para transmitir enseñanzas
religiosas o morales. Por eso pasaron del latín a las lenguas romances. Los
poemas se estructuran en cuaderna vía: estrofas de cuatro versos con catorce
sílabas (o alejandrinos), una cesura intermedia y la misma rima final. Los temas
pueden ser religiosos (vidas de santos, milagros, etc.) o también históricos o
novelescos, como el Libro de Alexandre (sobre Alejandro Magno) y el Libra de
Apolonio (sobre el rey Apolonio de Tiro).
Milagros de Nuestra Señora.
Gonzalo de Berceo es el primer autor conocido en lengua castellana. Su obra
surge de la necesidad de adaptar textos religiosos en latín a las lenguas
romances, en una época en la que los cristianos profesaban una fuerte
devoción a la Virgen.
Su obra más conocida es Milagros de Nuestra Señora (siglo XIII). Esta se
compone de una introducción y veinticinco milagros, en los que se narra cómo
la Virgen intercede por sus devotos y los salva de peligros físicos o morales. Su
estilo, como es habitual en el mester de clerecía, es culto pero sencillo: poemas
compuestos en cuaderna vía con un lenguaje claro y comprensible. Estos
textos eran leídos en actos religiosos, para divulgar sus enseñanzas entre
personas letradas.
Libro de buen amor.
Juan Ruiz, el arcipreste de Hita, es el autor del Libro de buen amor, cuyo
objetivo es enseñar y entretener. En forma de autobiografía, narra las
aventuras amorosas de su protagonista y advierte de los peligros del amor,
pero invita a disfrutarlo antes de la llegada de la muerte.
Es una obra que refleja los cambios sociales y de valores del siglo XIV: la
mentalidad medieval, religiosa y devota (el "buen amor" hacia Dios"), que se
enfrenta a una nueva moral vitalista (el "loco amor" de las personas). Forma
parte del mester de clerecía, pero es original en el uso de elementos de
diferentes tradiciones literarias:
- Recursos populares, como juegos de palabras, chistes o refranes.
- Recursos cultos, como antítesis, anáforas, citas de autores antiguos,
hipérboles o interrogaciones retóricas.
- Diversidad métrica, con estrofas muy diversas procedentes de la lírica
popular, además de la cuaderna vía.

4. El teatro y la prosa.

Los ejemplarios fueron el género en prosa más popular de la Edad


Media. Son colecciones de cuentos didácticos cuyo objetivo es
enseñar y entretener.

Los ejemplarios se estructuran con un marco narrativo, en el que un


personaje va contando cuentos a otro con la intención de ayudarle a
resolver conflicto o tomar una decisión. El principal autor en castellano
de este género es don Juan Manuel, que escribió la obra El conde
Lucanor.
El conde Lucanor.

Don Juan Manuel, sobrino del rey Alfonso X, fue el primer autor en prosa
consciente de la importancia de su tarea de escritor. Su principal
intención era enseñar a los nobles el modo adecuado de comportarse, a
través de guías de conducta en las que trata temas políticos, morales y
religiosos.

Este autor tuvo como fuentes distintos relatos procedentes de Oriente,


de la tradición occidental y de recopilaciones de proverbios. Su obra más
relevante es el ejemplario El conde Lucanor. El marco narrativo de
todos los ejemplos de esta obra es el mismo: el conde pide opinión a su
consejero, Patronio, y este le ayuda contándole un cuento con moraleja.
Todos los ejemplos tienen la siguiente estructura:

1. El conde expone a Patronio un problema al que se enfrenta.


2. Patronio le responde mediante un relato o ejemplo en el que el conde
puede encontrar la solución a sus dificultades.
3. Al conde le parece bien el ejemplo, lo aplica y resuelve su problema.
4. Finalmente, se resume la enseñanza del cuento en unos pocos
versos.

También podría gustarte