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Introducció n
A priori esta tarea parece difícil debido a la variedad de derechos humanos que
han sido reconocidos en los textos jurídicos. Aun así, es preciso hacer referencia a
tres criterios que se suelen emplear en la literatura jurídica y que, ademá s, ilustran
algunos problemas importantes que aparecen en el aná lisis de los derechos. Así, es
posible realizar una clasificació n 1) segú n las garantías que tienen los derechos en
los sistemas jurídicos, 2) segú n la estructura o el tipo de relació n que establecen
los derechos, y 3) segú n el criterio histó rico de su reconocimiento, que permite
agruparlos de forma temá tica por generaciones.
1. Segú n las garantías que tienen los derechos en los sistemas jurídicos
Si se presta atenció n a las garantías es posible advertir que hay derechos que
pueden ser reclamados ante los tribunales, otros generan obligaciones que no
pueden ser exigidas ante los tribunales, otros tienen un papel importante en la
interpretació n de las normas, etcétera. No parece problemá tico destacar que la
garantía má s relevante de los derechos para conseguir su eficacia es la garantía
jurisdiccional, es decir, la posibilidad de acudir a los ó rganos jurisdiccionales para
reclamar su cumplimiento mediante la aplicació n de sanciones o nulidades. Uno de
los autores que má s insistió en esta idea fue Kelsen (Kelsen, 1986, p. 141). Ahora
bien, Kelsen hizo hincapié en este aspecto hasta el punto de considerar que la
posibilidad de reclamar ante los tribunales es un elemento bá sico de la existencia
de un derecho, de modo que si un derecho no dispone de garantía jurisdiccional en
realidad no debe ser considerado un verdadero derecho.
Esto es importante porque permite afirmar que igual que existen distintos
derechos hay también diferentes técnicas de garantía de los derechos. Si se definen
los derechos a partir de alguna garantía concreta (como la tutela jurisdiccional)
entonces aparecen dificultades para reconocer la existencia de derechos que no
tienen ese tipo de garantía (como sucede en el caso de los derechos sociales) o que
incluso carecen de garantías (como ocurre en el á mbito moral con los derechos
morales).
Es evidente que si se acude a las garantías para clasificar los derechos humanos
entonces hay que prestar atenció n a lo que el legislador ha establecido en cada
sistema jurídico. Se trata, por tanto, de un criterio que suele manejar la dogmá tica
jurídica, que se encarga de estudiar el Derecho vigente en una comunidad
determinada.
Aunque un estudio de este tipo ya fue realizado anteriormente por otros autores
(como por ejemplo Hugo Grocio), uno de los aná lisis má s conocidos fue el
formulado por el jurista norteamericano Hohfeld en su libro Conceptos jurídicos
fundamentales (Hohfeld, 1995). Hohfeld sostiene que cuando se afirma que alguien
tiene un derecho puede aludir a cuatro cosas: una pretensió n, una libertad, un
poder y una inmunidad. Como correlato de estas situaciones la otra parte se
encuentra en una posició n de deber, no derecho, sujeció n e incompetencia,
respectivamente. Mientras que las dos primeras posiciones (pretensió n y libertad)
aparecen como consecuencia de normas regulativas, las dos restantes (poder e
inmunidad) surgen a raíz de normas constitutivas. Ahora bien, hay que resaltar,
como ha señ alado Atienza, que “ninguno de los derechos fundamentales que cabe
encontrar en una Constitució n contemporá nea puede reducirse sin má s a una de
esas modalidades o posiciones, sino que deben verse má s bien como un ramillete
de todas ellas” (Atienza, 2001, p. 212).
El ú ltimo criterio pone el acento en el cará cter histó rico del reconocimiento de los
derechos humanos en los textos jurídicos y en las razones de esa incorporació n, lo
que permite agruparlos de forma temá tica en tres oleadas o generaciones (aunque
algunos autores se refieren a cuatro).
El criterio histó rico presenta dos ventajas que conviene destacar: 1) Asociar los
derechos de esta manera tiene interés desde un punto de vista didá ctico o
pedagó gico a la hora de explicar en términos generales el reconocimiento histó rico
de los derechos. 2) Sin duda, con este criterio se destaca que los derechos son
reconocidos en un momento histó rico determinado y que, precisamente, no han
caído del cielo, sino que todos han sido conquistados gracias a revoluciones,
conflictos, represiones y sacrificios. Finalmente, hay que destacar que si los
derechos responden a ciertas necesidades entonces la nó mina de los derechos
debe estar abierta a la aparició n de nuevas necesidades (Prieto, 1996, pp. 506 y
ss).
4. Conclusió n
En conclusió n, hay razones para dudar de la utilidad del esfuerzo por clasificar los
derechos humanos. Má s bien parece que si estas clasificaciones tienen interés no
es tanto por lo que aclaran como por evidenciar algunos de los problemas
centrales en el debate sobre los derechos humanos.
HIERRO, LIBORIO “¿Qué derechos tenemos?”, Doxa, 23, 2000, pp. 351-375.
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