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CLÍNICA FISIÁTRICA – NEURO

La enfermedad de Alzheimer es un tipo de demencia cortical, de curso progresivo que genera un


deterioro en la capacidad para procesar el pensamiento (memoria, orientación, lenguaje,
aprendizaje, cálculo).

 El factor de susceptibilidad es la edad principalmente y una historia familiar de demencia se


considera un factor de riesgo.
 La incidencia aumenta a partir de los 65 años y es mayor en mujeres.
 Es la forma más común de demencia en occidente.
 En los países desarrollados se convirtió en un importante problema socio-sanitario.

- La mayoría de los casos son esporádicos (>65 años).


- El riesgo de desarrollar la enfermedad aumenta con la edad.
- Alrededor del 5% al 10% de los casos son familiares, el 50% tiene un inicio temprano y
habitualmente se relacionan con mutaciones genéticas específicas.
- Por lo menos 5 locus genéticos distintos, localizados en los cromosomas 1, 12, 14, 19 y 21
influyen en la iniciación y progresión de la enfermedad.

La enfermedad de Alzheimer es una proteinopatía, inicialmente caracterizada por una amiloidosis


de la corteza, seguida de la presencia de TAU. Existe una proteólisis anómala de la APP que va a
manifestarse con una excesiva cantidad de AB neurotóxico. Por lo que se va a producir la muerte
neuronal en diversas áreas.

MICROSCÓPICAMENTE: Los cambios que se producen


en el cerebro comienzan a nivel microscópico, mucho
antes de los primeros síntomas de pérdida de memoria.
Hay tres tipos de lesiones características:

- Las placas seniles


- Los ovillos neurofibrilares
- La degeneración granulovacuolar.

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Las placas seniles y los ovillos neurofibrilares contienen sustancia amiloide. Existe pérdida
neuronal, disminución en el número de sinapsis, placas seniles y una marcada reacción
inflamatoria glial.

MACROSCÓPICAMENTE: existe una disminución del peso y volumen y aumento de tamaño de los
ventrículos y de la profundidad de los surcos La atrofia bilateral es llamativa en los lóbulos
frontotemporales, que respeta de forma característica las áreas primarias motora, sensitiva y
visual.

En las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer, la memoria a corto plazo comienza a


desvanecerse cuando las células del hipocampo, que es parte del sistema límbico, se degeneran.

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COGNITIVOS: Afectan la memoria, la conciencia, el lenguaje, el discernimiento, y la capacidad para
planificar, organizar y llevar a cabo otros procesos de pensamiento.

CONDUCTUALES: En las primeras etapas, las personas pueden experimentar cambios de


personalidad como irritabilidad, ansiedad o depresión. En etapas posteriores, los individuos
pueden desarrollar trastornos del sueño, tener impulsos deambulatorios, agitación, delirios o
alucinaciones.

ETAPA TEMPRANA (LEVE):

o Problemas para recordar palabras correctas


o Problemas para recordar el nombre de una
persona luego de haber sido presentada.
o Mayores desafíos en realizar tareas en
entornos sociales.
o Olvidar textos que acaba de leer.
o Perder o poner fuera de lugar objetos
comunes.
o Mayor dificultad para planear u organizar.

ETAPA MODERADA (INTERMEDIA)


o Pérdidas de la memoria de su propia
historia personal.
o Comenzar a tener un carácter alterado o
introvertido,
o Perder la capacidad de recordar su propia
dirección o número de teléfono
o Confundirse sobre dónde están o qué día
es.
o Tener problemas cada vez más frecuentes
para controlar la orina o la deposición.
o Experimentar cambios importantes en los
patrones del sueño (dormir durante el día y
permanecer inquieto durante la noche).
o Estar en riesgo de desorientarse o
extraviarse.
o Experimentar cambios importantes en la personalidad y el comportamiento, que incluyen
desconfianza y delirio o comportamientos compulsivos y repetitivos.

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ETAPA AVANZADA (SEVERA)

o Requiere ayuda las 24 horas del día con actividades y para el cuidado personal cotidiano.
o Perder la conciencia de experiencias recientes así como de su entorno.
o Cambios en las habilidades físicas, incluyendo la habilidad de caminar, sentarse y el tragado.
o Mayor dificultad para comunicarse.
o Ser crecientemente vulnerable a infecciones, especialmente la neumonía.

 Anamnesis al paciente y a la persona que vive con él y que lo conozca bien


 Exploración general y neurológica.
 Biomarcadores: Con VBM se han detectado disminuciones tempranas de volumen y densidad
en materia gris y pérdida de materia gris en los lóbulos frontal, temporal inferior y media.

RESONANCIA MAGNETICA

La resonancia magnética puede detectar anomalías cerebrales asociadas con el deterioro cognitivo
leve (DCL) y se puede utilizar para predecir pacientes con deterioro cognitivo leve que podrían
eventualmente desarrollar la enfermedad de Alzheimer.

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TOMOGRAFIA COMPUTADA

Se han medido alteraciones metabólicas con PET, permitiendo discriminar in vivo entre EA y sanos.
Se usan contrastes que se ligan a placas amiloídeas, ovillos neurofibrilares, microglía activada y
astrocitos reactivos.

Los biomarcadores de Tau y Aβ son los más


estudiados, por su rol en las placas amiloídeas y
ovillos neurofibrilares. La isoforma Aβ42, participante
en la formación de oligómeros y fibras que se
acumulan en placas extracelulares, se ve disminuido
en LCR en enfermedad de Alzheimer.

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La evaluación incluye una anamnesis cuidadosa y la exploración neurológica normal.

En la anamnesis se debe tener en cuenta sobre todo antecedentes fisiológicos, patológicos y


familiares.

Los criterios clínicos tienen una precisión del 85% para establecer el diagnóstico y diferenciar la
enfermedad de Alzheimer de otras formas de demencia, como la vascular y la demencia con
cuerpos de Lewy.

Los criterios diagnósticos tradicionales para la enfermedad de Alzheimer.

Los criterios diagnósticos tradicionales para la enfermedad de Alzheimer incluyen todos los
siguientes:

 Demencia clínicamente establecida y documentada mediante un examen formal del estado


mental
 Déficits en ≥ 2 áreas de la cognición
 Inicio gradual y empeoramiento progresivo de la memoria y otras funciones cognitivas
 Sin trastornos de la conciencia
 Inicio después de la edad de 40 años, generalmente después de los 65
 No hay trastornos sistémicos ni encefálicos que puedan explicar los déficits progresivos en la
memoria y la cognición

No existe una cura para el Alzheimer, pero si existen tratamientos que ayuden a disminuir la
intensidad de los síntomas y mejorar la calidad de vida de las personas afectadas y de su entorno.

Lo ideal y más indicado es un tratamiento variado de diferentes terapias, creando un abanico de


posibilidades que aporten al paciente diferentes estímulos, ayudándole así en su día a día y
desempeño diario al máximo posible.

Algunas de estas terapias son:

 FÁRMACOS: Son varios los que se pueden utilizar y cada uno está indicado para mitigar algún
síntoma. Ej.: unos actúan contra las pérdidas de memoria, otros para la depresión, dolores,
etc.
 TERAPIA DE ESTIMULACIÓN COGNITIVA: Mediante diferentes estrategias terapéuticas, ya sea
mediante la práctica de diversas tareas o llevando a cabo ejercicios específicos. Ej: trabajar la
orientación espacial y temporal, ejercicios de cálculo u otros que estimulen la memoria a
corto-medio-largo plazo, reconocer objetos mediante imágenes, reconocer a personas que lo
rodea, etc.
 EJERCICIO FÍSICO: A parte de los principales beneficios que aporta realizar deporte, es
importante en la salud del cerebro, ya que mediante el ejercicio se reduce el riesgo de su
deterioro y por ende, las probabilidades de sufrir Alzheimer u otra enfermedad que afecte al
cerebro

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 FISIOTERAPIA: Es un complemento ideal al resto de tratamiento terapéutico a la hora de
mitigar ciertos síntomas.

Activar físicamente al paciente para poner en funcionamiento su aparato locomotor, su capacidad


psicomotriz y su sistema cardiorrespiratorio; consiguiendo en mayor o menor medida mitigar
algunos síntomas y retardar el avance de la enfermedad.

Motivar su propia independencia dentro de las tareas diarias del hogar como vestirse, lavarse,
comer de forma autónoma, ir al baño, etc.

Se basan en realizar, a partir de los 40 a 50 años:

- Una actividad física moderada


- Una actividad intelectual estimulante y continuada
- Evitar el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol
- Llevar una dieta adecuada.
- Controlar la presión arterial, colesterol, vitamina B12, ácido fólico y glucemia
- Mantener una actividad positiva ante la vida.

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