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I. CONCEPTO:
El deterioro cognitivo se define como una pérdida o reducción,
temporal o permanente, de varias funciones mentales superiores, en
personas que las conservaban intactas previamente.
II. SÍNTOMAS:
El cerebro, al igual que el resto del cuerpo, cambia a medida que
uno envejece. Muchas personas advierten que van perdiendo
progresivamente la memoria a medida que envejecen. Los
problemas cognitivos pueden ir más allá de lo esperado e indicar un
posible deterioro cognitivo leve si se presenta alguno de los
siguientes síntomas, o todos:
Tienes olvidos más frecuentes.
Olvidas eventos importantes como citas o compromisos
sociales.
Pierdes el hilo de los pensamientos o de las conversaciones,
los libros o las películas.
Te resulta cada vez más abrumador tomar decisiones,
planificar los pasos para realizar una tarea o comprender
instrucciones.
Empiezas a tener problemas para orientarte en entornos
familiares.
Te vuelves más impulsivo o muestras cada vez menos juicio.
Tu familia y amigos notan cualquiera de estos cambios.
Si tienes deterioro cognitivo leve, se puede experimentar:
Depresión
Irritabilidad y agresión
Ansiedad
Apatía
IV. CAUSAS:
No existe una causa única del deterioro cognitivo, como así tampoco
existe un resultado único de este trastorno. Según la evidencia
actual, el deterioro cognitivo casi siempre se desarrolla a partir de los
mismos tipos de cambios cerebrales observados en la enfermedad
de Alzheimer u otras formas de demencia, pero en menor grado.
Algunos de estos cambios se han identificado en estudios de
autopsias de personas con deterioro cognitivo. Entre estos cambios,
se incluyen los siguientes:
Masas anormales de proteínas beta amiloides (placas) y
masas microscópicas de proteínas tau típicas de la
enfermedad de Alzheimer (ovillos).
Cuerpos de Lewy, que son masas microscópicas de otra
proteína asociada con la enfermedad de Parkinson, la
demencia con cuerpos de Lewy y algunos casos de
enfermedad de Alzheimer.
Pequeños accidentes cerebrovasculares o reducción del flujo
sanguíneo a través de los vasos sanguíneos del cerebro.
Los estudios por imágenes del cerebro muestran que los siguientes
cambios pueden estar asociados con el deterioro cognitivo:
Encogimiento del hipocampo, una región del cerebro
importante para la memoria.
Dilatación de los espacios llenos de líquido del cerebro
(ventrículos).
Uso reducido de glucosa (el azúcar que es la principal fuente
de energía para las células) en regiones clave del cerebro.
V. CONSECUENCIAS:
Las consecuencias del deterioro cognitivo, especialmente en los
estadios más avanzados, son las siguientes: ansiedad, depresión,
insomnio, caídas, inmovilidad, incontinencia, riesgo aumentado de
infecciones, aislamiento social, dependencia para las actividades de
la vida diaria, cambio de carácter, alteraciones de conducta,
desnutrición, sobrecarga para el cuidador, elevado consumo de
recursos sociosanitarios e institucionalización.
VI. PREVENCIÓN:
Según los estudios, estos pasos pueden ayudar a prevenir el
deterioro cognitivo:
Evita el consumo excesivo de alcohol.
Limita la exposición a la contaminación del aire.
Reduce el riesgo de lesión en la cabeza.
No fumes.
Controla las afecciones médicas como la diabetes, la
hipertensión arterial, la obesidad y la depresión.
Practica una buena higiene del sueño y maneja las
alteraciones.
Consume una dieta rica en nutrientes con muchas frutas y
verduras y baja en grasas saturadas.
Interactúa socialmente con los demás.
Haz ejercicio regularmente a una intensidad de moderada a
fuerte.
Usa un audífono si tienes pérdida auditiva.
Estimula tu mente con rompecabezas, juegos y entrenamiento
de la memoria.
VII. TRATAMIENTO:
TRAMIENTO FARMACOLÓGICO:
Los inhibidores de colinesterasa, como el donepezilo,
galantamina y rivastigmina, mejoran la función
cognoscitiva, actividades de la vida diaria y síntomas
neuropsiquiátricos en pacientes con demencia tipo
Alzheimer leve a moderada debido a su mecanismo de
acción, que aumenta la presencia de acetilcolina en la
hendidura sináptica, sin embargo, NO previenen la
progresión de deterioro cognoscitivo leve (DCL) a
demencia y deben suspenderse en demencia grave. Su
prescripción deberá hacerse por el geriatra, psiquiatra o
neurólogo.
TRATAMIENTO NO FARMACOLÓGICO:
El tratamiento no farmacológico es eficaz para el manejo de
los síntomas neuropsiquiátricos del adulto mayor con deterioro
cognoscitivo (Agitación, agresividad, depresión, alucinaciones,
vagabundeo, comportamiento sexual inapropiado). Las
alteraciones conductuales en el paciente con deterioro
cognoscitivo pueden ser secundarias a su incapacidad de
adaptación a un nuevo ambiente (o cuando ha sido cambiado)
y debe identificarse y corregirse antes de intentar un
tratamiento farmacológico. Para ello, la modificación del
entorno domiciliario para adaptarlo al nivel de funcionalidad
estimula la independencia y mejora la adaptación, además la
educación en salud al cuidador ha demostrado mejorar los
resultados en el tratamiento no farmacológico de síntomas
neuropsiquiátricos. Este incluye:
Recomendaciones de modificación arquitectónica del
domicilio para eliminar o disminuir potenciales riesgos y
simplificar las actividades básicas de la vida diaria.
Corrección de las deficiencias sensoriales visual y
auditiva.
Educar al cuidador sobre la sintomatología de la
enfermedad.
Vigilar la presencia de colapso, depresión, ansiedad o
maltrato del cuidador (Cuidar al cuidador).
Recomendar la actividad física para mejorar la
funcionalidad.
El abordaje del paciente con demencia y la elaboración
del plan terapéutico debe ser interdisciplinario.
Incentivar al adulto mayor a realizar actividades básicas
de la vida diaria, ajustadas a la capacidad del paciente.
Actividades físicas, recreativas y ocupacionales las cuales
deben ser supervisadas según la gravedad del deterioro
cognoscitivo.