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Creatividad y Desarrollo Personal

¿Por qué esta obra?

A lo largo de mi ejercicio como consultor organizacional he sentido una especial atracción por el
tema de la creatividad. Interés compartido por otros profesionales del ámbito, así como por
numerosos estudiosos, gestores y responsables de la dirección de personas y equipos de trabajo.
En efecto, desde hace ya algún tiempo, en los campos estratégico y empresarial, se comienza a
demandar un esfuerzo por situarse en la vanguardia de sus respectivos sectores. En estos terrenos,
innovación y creatividad se presentan hoy en día como conceptos estelares.

Cada vez más líderes empresariales y sociales son conscientes de que, para desarrollar ideas creativas e
innovadoras, hay que generar previamente entornos donde la iniciativa, la experimentación, el
inconformismo, la flexibilidad, la apertura al cambio y la aceptación de las opiniones de los otros, estén
especialmente protegidos. Y todo ello pasa en primer lugar, por alinear estructuras, sistemas y estilos de
gestión con esta nueva cultura de trabajo.

Y también, por proveerse del personal que no sólo posea la cualificación técnica apropiada, sino
que además y fundamentalmente, presente el bagaje de competencias anteriormente descritas, tan
demandadas éstas como difíciles de encontrar.

Si queremos desarrollar profesionales suficientemente preparados para afrontar los retos del siglo
XXI, deberemos asegurar su formación y cualificación. Cuanto antes, mejor. Universidades, centros
de postgrado y de formación continua, institutos o escuelas de capacitación profesional tienen
mucho que decir. Pero a medio y largo plazo, la clave está en la educación escolar, cuyos alumnos
pueden beneficiarse de un entrenamiento longitudinal, transversal e integrador, haciendo más fácil
la adquisición progresiva de las competencias creativas y su aplicación exitosa en los contextos
naturales.

Sin embargo, el papel de la creatividad en el ámbito educativo va mucho más allá de una mera
preparación de futuros trabajadores. Su utilidad debe aplicarse en todos aquellos frentes que la
comunidad educativa tiene abiertos para conseguir el desarrollo íntegro y pleno de los alumnos
como personas sanas física y psicológicamente, preparadas en el campo profesional, integradas y
responsables en el plano social. No es de extrañar por tanto, que el desarrollo de las capacidades
creativas haya sido objeto de atención desde hace tiempo y en diversas facetas del quehacer
pedagógico.

Finalmente, tanto por lo aportado a la hora del ejercicio en psicoterapia como en la investigación
de los trabajos de doctorado, me fui dando cuenta de que implícitamente, desde diferentes
escuelas y enfoques, se trabajan de una forma u otra, componentes que se consideran esenciales
en la actividad creadora. En efecto, y aunque parecía existir una larga tradición que relacionaba
locura y creatividad, los beneficios de la aplicación de la creatividad a la salud mental y al desarrollo
pleno de la persona están siendo actualmente objeto de una creciente atención. Incluso se están
consolidando en la actualidad diferentes líneas de trabajo terapéutico que se basan precisamente
en la aplicación de la creatividad consciente en la ejecución de actividades artísticas y que, de
forma genérica, se conocen con el nombre de “Arteterapia”.

De aquí, surgió la idea de compartir las ventajas del pensamiento creador en su aplicación a la
salud mental y al crecimiento personal.

¿Qué conseguirás?

El propósito de esta obra es el de poner en tus manos una herramienta útil a la hora de desarrollar
la creatividad personal y ponerla al servicio de tu vida cotidiana. El vivir creativo supone ser capaz
de ver las cosas de diferentes formas, tanto las exteriores, como los acontecimientos, sucesos y
fenómenos que acontecen dentro de uno mismo; valorar lo existente; identificar oportunidades de
mejora; descubrir y aprovechar tanto tus propias ideas como las ideas de los demás y
transformarlas en productos útiles y valiosos. En definitiva, se trata de:

- Disfrutar más de todas aquellas actividades que realizas habitualmente, de tus vivencias y
experiencias, descubriendo en ellas fuentes de reto, disfrute, aprendizaje y desarrollo.

- Aumentar las probabilidades de crear, inventar o descubrir algo novedoso, útil y valioso, en el
campo profesional o vocacional.

Para afrontar este reto, trabajarás un amplio espectro de elementos y aspectos de tu persona:
sentidos, percepciones, pensamientos, emociones, diferentes estados de conciencia, actitudes
sociales y estrategias de organización del trabajo. Se trata por tanto, de un ejercicio integral, ya que
los componentes que hacen referencia a la creatividad son múltiples, interrelacionados y abarcan
un conjunto extenso de nuestro ser. Lo realizaremos a lo largo de "doce jornadas":
Jornada Objetivos específicos
Clarificar lo que la creatividad puede hacer por ti y
1.- Disfruta el viaje. comprender los principios en que se basa, invitándote a
canalizar tu inconformismo hacia la creación personal.
Reconocer tu potencial creador y desarrollar una confianza
2.- “Entumismísate”. ajustada, que ayude a un mayor disfrute en tus actividades
cotidianas.
Desarrollar el juicio crítico, revisando los supuestos y premisas
3.-Pregúntate. con los que normalmente actuamos, detectando
inconsistencias y oportunidades de mejora.
4.- Enfoca. Ampliar la perspectiva y el enfoque ante los problemas y retos.
Liberar el pensamiento creativo de las barreras y potenciar la
5.- “Fluiiiie”.
fluidez de ideas.
Flexibilizar las relaciones con el entorno, reaccionando positiva
6.- Flexiona.
y provechosamente ante los cambios.
Adquirir destreza en técnicas y habilidades de manipulación
7.- Manipula y juega. lúdica y experimentar de diferentes maneras, con ideas y
conceptos.
Valorar el aporte que tiene para la ampliación de enfoques la
8.- Labra con imagen
alternancia y utilización conjunta de los canales de
y palabra.
procesamiento lógico y visual.
9.-Pon los cinco Incorporar el resto de las funciones sensitivas y corporales al
sentidos. proceso creativo consciente.
Indagar en los componentes emocionales e inconscientes,
10.-“Irraciona”
poniéndolos al servicio del proceso creativo.
Tener presente al destinatario del producto creativo,
11.- No hagas de
desarrollando las actitudes y habilidades de comunicación que
menos a los demás.
maximicen las probabilidades de éxito y aceptación de la obra.
Plasmar las ideas en obras concretas, haciendo un uso
12.- Manos a la obra.
eficiente de esfuerzos, recursos y tiempo.

¿Para quiénes puede ser de utilidad?

Confiamos sinceramente en que el presente manual sea una herramienta útil para todo aquel lector
que quiera desarrollar su creatividad e incorporarla a los múltiples planos de su vida, tanto en la
mejora del afrontamiento de situaciones o problemas cotidianos, interpersonales o emocionales,
como en las actividades artísticas y científicas. Creemos también, que será especialmente valioso
para padres, profesores, educadores, orientadores, psicoterapeutas, coachs, mentores, líderes
sociales o directivos empresariales a la hora de desarrollar el potencial creativo de aquellos que
están bajo su tutela o dirección.

¿Cómo sacar el mayor partido?

Las motivaciones que pueden llevar a realizar el presente curso pueden ir desde una mera
curiosidad por el tema hasta el deseo de aplicar su contenido en contextos, situaciones o campos
concretos. En todo caso, el desarrollo de las capacidades creativas tanto en uno mismo como en los
demás, pasa por la comprensión profunda y rigurosa de los procesos y de las variables que
determinan, influyen y matizan la actividad creadora. Este conocimiento tiene que instaurarse
primero y de forma sólida en uno mismo. Y debe ir más allá de lo meramente conceptual. Es
necesario experimentar, vivir y sentir. Y todo ello, insistimos, debe actuar de forma integradora y
coherente, poniendo a trabajar en armonía, cuerpo, sentidos, mente y sentimientos.

Tan ambicioso objetivo no se consigue de la noche a la mañana. Como verás, el curso se estructura
en 12 jornadas que enfrentan un recorrido de "52 kilómetros" en clara correspondencia con los
meses y las semanas del año. Este símbolo subraya la recomendación de tomarnos su estudio sin
prisas y con detenimiento. Lo ideal es que, tras la lectura de cada unidad, te tomaras unos días para
reflexionar o trabajar cada uno de los contenidos propuestos. Por este motivo, cada capítulo se
acompaña de unas fichas de trabajo, en las cuales se proponen unas actividades que te ayudarán a
reflexionar sobre diferentes aspectos, desarrollar competencias y estrategias o bien familiarizarte en
el empleo de algunas técnicas y herramientas.

Cada uno de los tópicos que contienen estos apartados y capítulos tienen una gran conexión entre
sí. Algunos son a su vez componentes de entidades más amplias. El estado actual de las
investigaciones dista mucho de poder ofrecer un sólido modelo explicativo, avalado
científicamente. Por tanto, hemos organizado nuestra propuesta con criterios expositivos, sin
mayores pretensiones epistemológicas. Más que de dónde vienen, lo que nos interesa es a dónde
nos pueden llevar.

Por ello, nos hemos apoyado en la metáfora de un recorrido por la geografía de la Creatividad.
Cada accidente y punto que visitemos, simboliza un aspecto a trabajar.

Asimismo, ponemos a tu disposición un amplio conjunto de técnicas y estrategias que te ayudarán


a poner en funcionamiento los diferentes aspectos a trabajar. En todo caso, antes de ponerlas en
práctica, es preciso que conozcas su porqué. Con este conocimiento y un poco de rodaje, en
seguida podrás personalizarlas e introducir las modificaciones pertinentes que las hagan más
adaptadas a las situaciones concretas en las que quieras aplicarlas. Sería una triste paradoja,
encorsetarse en el procedimiento de unas técnicas que precisamente buscan ¡el desarrollo creador!
La metodología de trabajo que te proponemos está basada en la experiencia contrastada de
diferentes autores e investigadores. Pero el grado de eficacia de las mismas tiene mucho que ver
con la situación, el contexto y el objetivo perseguido. Por ello, deben ser entendidas como un
punto de arranque. Según te vayas familiarizando con ellas, misión tuya será aplicar la creatividad a
las propias técnicas, modificando, combinando y adaptando componentes para generar unas
herramientas realmente vivas y útiles.

Ya sin más, te damos la bienvenida a los apasionantes territorios de la Creatividad. ¡Disfrútalos!


Primera jornada: Disfruta el viaje.

El genuino viaje del descubrimiento no consiste en buscar nuevas tierras, sino en mirar con
nuevos ojos. Marcel Proust

Estás en el punto donde comienza el viaje por los territorios de la Creatividad. Quizá tu vista
se haya quedado prendida de las cumbres que despuntan en la Cordillera de la Genialidad. Es
normal. Hay que reconocer que su belleza cautiva. Pero llegar hasta allí no es tarea fácil. En
medio se extienden territorios llenos de complejidades y desafíos.

Y al mismo tiempo, pletóricos de enseñanzas y experiencias enriquecedoras que te


ayudarán en tu camino, más allá de los retos futuros que decidas emprender... ¡No
tengas prisa! En primer lugar, debes tener una idea global del terreno. Es hora de
consultar brújula y mapa, de determinar las coordenadas que te proporcionen una
primera referencia del terreno que vas a pisar (Kilómetro 1: «La Rosa de los
Vientos»).

Múltiples itinerarios se presentan ante ti. Hay caminos bien marcados, confortables y seguros.
¿Pero son realmente tu camino? Los senderos se bifurcan y se conectan una y otra vez. Un camino
de ida, puede serlo al mismo tiempo de vuelta. No se trata de llegar lo más alto y en el menor
tiempo, sino más bien, de recorrer todos los lugares posibles, observarlos con detenimiento e
incorporar el mayor número de experiencias provechosas. El objetivo no es otro que el de
“aprehender” el máximo, con el mayor disfrute posible (Kilómetro 2: «La meta es el camino»). No
necesitas ser un explorador experto ni un gran atleta. Aunque el reto es exigente, estás capacitado
para enfrentarte a él (Kilómetro 3: «¿Genio viene de genes?»). Siempre y cuando tengas puesto en
marcha el motor de la voluntad y el deseo de ir más allá (Kilómetro 4: «No te conformes»).

Kilómetro 1: La rosa de los vientos.

Hasta el más grande de los viajes empieza dando un paso. Benjamin Franklin

¿Qué es la creatividad?

Con mayor o menor nitidez, todos tenemos una idea a cerca de este término. Al menos, cuando lo utilizamos
de forma adjetiva. Así, tildamos de creativo algo que aparece como original, destacable, relevante, diferente.
Frecuentemente asociamos creatividad a resultados excepcionales en el ámbito del arte, la ciencia y la
tecnología. A las personas que consiguen estos logros los reconocemos como investidos de talento y
genialidad.

La cuestión se complica cuando abordamos su sustancia; una creencia generalizada otorga a la creatividad
una naturaleza esotérica o un don con el que algunos resultan agraciados. En la literatura sobre creatividad
existe un amplio conjunto de definiciones. Podríamos comenzar ofreciendo una o varias de ellas. Sin
embargo, consideramos que una propuesta que delimite, concrete o precise significados es contraproducente
en estos momentos. Mucho más interesante es que realices esa definición tú mismo, una vez que hayas
abordado e integrado toda la temática en tu red de significados. Lo importante no es lo que múltiples autores
entiendan o hayan entendido por creatividad, sino lo que signifique para ti. Por lo tanto, aplazamos ahora esta
tarea. Al final del libro, encontrarás una amplia relación de definiciones.

Producto, persona, proceso y ambiente.

Lo que sí queremos ofrecerte en este punto, son unas coordenadas que te ayuden a situar tan rica y compleja
temática. En este sentido, vamos a hacer referencia a una clásica división en cuatro categorías o enfoques: [1]

- Producto: esto es, el resultado de nuestras ideas, una vez elaboradas y materializadas.

- Persona: se refiere a las características observadas en los sujetos que han desarrollado productos que
consideramos especialmente creativos. Estas características hacen referencia no sólo a capacidades, sino
también a actitudes, formas de enfrentarse a los problemas y hábitos de vida.

- Proceso: conocer los pasos que damos cuando generamos ideas es muy importante a la hora de crear
herramientas que faciliten y enriquezcan el trabajo creador.

- Ambiente: el ámbito humano en el que nos movemos condiciona de forma decisiva la labor creadora. Desde
la familia y el colegio hasta la empresa, el municipio y la nación.

Nos referiremos a ellos en diferentes momentos.

Detengámonos ahora en la primera coordenada:

Producto: el objeto creativo.

Resumidamente, el objeto de tu creatividad puede ir dirigido a:

- Un producto material o inmaterial: una obra de arte, un libro, una patente, un invento o la mejora de un
proceso o de una tecnología.

- El desarrollo de las actitudes y capacidades creativas en los demás: familia, pareja, amigos; alumnos,
compañeros de trabajo, colaboradores, clientes...

- Tú mismo: desarrollando las actitudes y capacidades que facilitan el actor creador, consigues romper el
círculo vicioso que frecuentemente nos atenaza y nos impide evolucionar. Entrando así en una espiral de
“flujo”[2], donde la confianza permite la exploración y ésta el descubrimiento de nuevos elementos o
combinaciones.

Estos hallazgos producen con frecuencia, una satisfacción que permite disfrutar plenamente de la tarea y
sentir confianza en uno mismo. Todo ello te predispondrá a emprender nuevos desafíos retadores. En
definitiva, la singladura que ahora comienzas no te garantiza llegar a puertos donde serás recibido con
laureles y pétalos de rosas. Lo que sí propone es que disfrutes de las placenteras sensaciones y de los
saludables efectos que proporciona el surcar nuevos mares rumbo a lo desconocido.

Descubrimiento, invento y creación.


J. Bronowski introduce una distinción entre creación y dos conceptos próximos: descubrimiento e invención.
La ilustró con el siguiente ejemplo: «Cristóbal Colón descubrió América, Graham Bell inventó el teléfono y
Shakespeare creó la pieza teatral "Otelo"». Aunque las tres contienen como característica común la
creatividad, encontramos entre ellas diferentes matices:[3]

- Descubrimiento: la principal diferencia con la invención y la creación, es que el objeto descubierto tiene
una existencia previa e independiente del sujeto descubridor (así, América pudo ser un descubrimiento para
Cristóbal Colón, pero este continente existía previamente al año 1492). El descubrimiento se vincula al
hallazgo de nuevas entidades y fenómenos; nuevas relaciones entre éstos, así como entre variables o factores
que no habían sido considerados en un mapa de acontecimientos; nuevas formas de enfocar una situación,
utilidades o aplicaciones. El descubrimiento puede ser fruto de una acción sistemática, pero también del azar
o incluso de desviaciones o errores.

- El invento no tiene una existencia previa al acto de creación. Una invención es originada a partir de un
conjunto limitado de elementos y presenta unos criterios definidos y objetivos de valoración. (En términos de
funcionamiento y adecuación a las necesidades que resuelve).

- Finalmente, el concepto crear tiene un sentido menos restrictivo. En general, cuando hablamos de creación
hacemos referencia a las obras pertenecientes a cualquier dominio de las Artes o las Ciencias.

Como veremos en los próximos capítulos, los tres conceptos tienen cabida en nuestro viaje. Y en las dos
dimensiones propuestas, tanto la externa como la interior. Es importante crear. Pero saber crearnos a nosotros
mismos es clave para disfrutar de una vida plena. Ser los primeros en descubrir algo excepcional puede
resultar fascinante. Quizás suceda alguna vez en nuestra vida, tal vez no. Mas, el día a día guarda de forma
sutil, fenómenos, acontecimientos y objetos que reserva a quien sabe dirigirles la atención adecuada. Y el
mayor provecho siempre radica en ser capaces de descubrir a los otros y en los otros. Y... ¡en descubrirnos o
redescubrirnos a nosotros mismos! La invención es siempre valiosa y gratificante. Ser conscientes de que en
cada momento somos capaces de inventar o reinventarnos a nosotros mismos, nos conduce a un estilo de vida
libre y responsable, en el que sentimos que tenemos las claves de nuestro propio bienestar personal.

[1] Diferenciación propuesta por Rhodes, J.M. (1957).

[2] Flujo: Mihaly Csikszentmihalyi denomina flujo a un estado de conciencia que consume poco esfuerzo, estando altamente enfocado. Cuando se alcanza este
estado, aparecen ciertos elementos clave: existencia de metas claras en cada paso del camino, feedback inmediato a las propias acciones, balance entre los desafíos
y las habilidades, la acción y la conciencia están unidas, las distracciones son excluidas, no existe miedo al fracaso, la autoconciencia disminuye, se distorsiona el
sentido del tiempo y la actividad se vuelve un fin en sí misma.

[3] La Real Academia Española de la Lengua, en la Vigésima Primera Edición de su diccionario, ofrece las siguientes definiciones: Descubrir: (Del latín
discooperïre): manifestar, hacer patente.|| Destapar lo que está tapado o cubierto. || Hallar lo que estaba ignorado o escondido. Crear: (Del latín, creare): traer algo de
la nada. Creación: (Del latín, creatio - onis): acto de criar o sacar Dios una cosa de la nada. Creatividad: Facultad de crear. || Capacidad de creación. Invento: (del
latín inventum): hallar o descubrir una cosa nueva o no conocida.

Ficha de trabajo 1.- Hábitos creativos.

Esta es una reflexión previa al comienzo de tu periplo. Se trata de fijar una línea base. Es decir, hallar el
punto donde te encuentras en este momento. A continuación, encontrarás una serie de frases que hacen
referencia a tus hábitos de vida o a la forma en la que enfrentas diferentes situaciones cotidianas. Intenta que
tus respuestas reflejen lo más nítidamente posible lo que te sucede en realidad.
Marca una cruz debajo de las casillas 1 al 4, en las que se subdivide la columna “Ahora”, eligiendo la
numeración que mejor se ajuste al enunciado de la fila correspondiente. Los significados de los números son:
1 (nunca o casi nunca); 2 (algunas veces, aunque pocas); 3 (frecuentemente); 4 (siempre o casi siempre).
Interpretación: suma la puntuación y anótala en el total de la columna «Ahora». De momento, vale con esta
reflexión. No te preocupes por el número de puntos que hayas obtenido. Lo importante es que un tiempo
después de finalizar el libro, de realizar todos los ejercicios y llevar a la práctica lo aprendido, vuelvas a
cumplimentar este mismo cuestionario y analices las diferencias. Ello te dará un indicio de lo que te ha
aportado el presente trabajo.

Kilómetro 2: La meta es el camino.

Si tuviera la verdad en mi mano la dejaría escapar por el puro placer de buscarla. Ralph Emerson

Interés por la creatividad.

De forma resumida, podemos situar el comienzo del interés por la creatividad a mediados del siglo XX. Al
menos en lo que se refiere a un tipo de creatividad que H. Gardner y M. Csikszentmihalyi denominan
«creatividad con c mayúscula». Es decir, aquella que tiene que ver con la invención de un producto o servicio
sobresaliente, con algo que supone un salto o un gran avance o que de alguna forma, es juzgado como
además de original, valioso, útil o atrayente.

Como adelantábamos en la introducción, entre las principales razones que ayudaron a despertar este interés,
figuran motivaciones de carácter estratégico y empresarial. En este caso, el foco de atención estaba puesto en
logros y resultados.

Otro campo que ha sido objeto de atención ha sido el estudio de personalidades sobresalientes en los campos
de la producción artística y científica. Sus resultados han arrojado mucha luz sobre las competencias y estilos
de conducta que subyacen al genio creador. Muchas de estas características tienen un amplio margen de
desarrollo a través del hábito y la práctica, por lo que constituyen unas buenas referencias para dirigir
nuestros esfuerzos.

Eso es precisamente lo que nos interesa ahora. La creatividad tiene otra dimensión que la vincula con el
reconocimiento e identificación del impulso creador que cada uno de nosotros llevamos dentro. Y de su
utilización para nuestro recreo, desarrollo y satisfacción personal. Como ya advertimos, el pretender
encaramarse precipitadamente a las cumbres del éxito puede llevarnos a perder el camino y a, cuando menos,
andar erráticos por los “páramos de la decepción”.

Creatividad interior, creatividad externa.

Este es un reto que consideramos tan importante o más que el que representa la consecución de resultados
sobresalientes o exitosos. Por lo tanto, nos parece poco apropiado referirnos como «creatividad con c
minúscula». Preferiremos denominarla «creatividad interior», como contraposición a la «creatividad
externa», basada esta última, en el reconocimiento de un ámbito o grupo social.

La creatividad externa tiene mucho que ver con el éxito y con éste comparte sus beneficios, así como sus
riesgos. Como éste, depende de factores que no siempre son controlables en su totalidad. Por ejemplo:
dominar plenamente un campo de conocimiento, tener acceso a un ámbito y a unos recursos, cierta fortuna,
así como habilidad para conectar o adecuarse a las corrientes actuales. Por el contrario, la tarea de desarrollar
nuestra creatividad interior cae totalmente bajo nuestro control.

Sin embargo, ambas dimensiones no son compartimentos estancos, ni menos aún excluyentes, sino que se
relacionan estrechamente y se alimentan de forma mutua; la persona que reconoce y estimula su creatividad,
que desarrolla comportamientos creadores en un campo, tiene muchas más probabilidades de generar algo
valioso, pudiendo alcanzar así, éxito y prestigio.

Hay que reconocer, que este reconocimiento refuerza en gran medida, la confianza en nuestras propias
capacidades y facilita la fluidez de nuestras respuestas creadoras.

Ficha de trabajo 2.- Valorando los aspectos de la creatividad.

Te pedimos en este momento, otra pequeña reflexión. Puntúa de uno a cinco la importancia que tienen para ti
los siguientes aspectos (1 mínima importancia; 5 máxima importancia).
Si la puntuación que has obtenido es alta en valor absoluto (superior a 45) o es significativamente mayor que
la de las casillas pares (creatividad interior), es señal de que tienes una fuerte motivación para el “logro
creativo”. Te recomendamos que prestes especial atención a las unidades K y L.

Interpretación: recuenta los números de las casillas pares y de las impares. El total de las casillas impares te
dará una orientación de la importancia que concedes a la creatividad externa.

Kilómetro 3: ¿Genio viene de "genes"?


El descubrimiento es una relación aparejada de análisis y síntesis. Jacob Bronowsky

El sujeto creador.

La vieja disputa sobre la naturaleza hereditaria o ambiental de la creatividad parece hoy superada. En ésta,
como en cualquier otra capacidad, existe un componente innato, fundamentalmente en forma de
predisposición. Pero tanto el ambiente en el que nos movemos como el entrenamiento consciente, pueden
favorecer en gran medida el desarrollo de la misma. Para incrementar al máximo esta capacidad, conviene
comenzar conociendo cómo se desarrollan los procesos del pensamiento creador.

Pensamiento convergente/pensamiento divergente.

Observa el siguiente cuadro: trata de decir lo más rápidamente posible el color con que están escritas las
siguientes palabras (el color, no la palabra).

Seguramente notarás que te cuesta trabajo enunciarlas con fluidez. Esto se debe a la interferencia de los dos
tipos de pensamiento predominantes: el lingüístico y el visual.

J.P. Guilford en 1951, distinguió dos clases de pensamiento productivo:

- El pensamiento convergente, el cual trabaja buscando una respuesta determinada y encuentra una única
solución a los problemas.
- El pensamiento divergente por el contrario, se mueve en varias direcciones en busca de la mejor solución
para resolver problemas a los que enfrenta como nuevos y para los que no tiene patrones únicos de
resolución, pudiéndose así dar una vasta cantidad de soluciones apropiadas más que una sola correcta.

Pensamiento vertical/pensamiento lateral.

Una diferenciación semejante es aportada por E. De Bono, en 1970, quien acuña el término «Pensamiento
Lateral» para diferenciarlo del pensamiento lógico, al que a su vez denominó «Pensamiento Vertical». De
Bono encuentra en el pensamiento lógico una gran limitación de posibilidades cuando se trata de buscar
soluciones a problemas nuevos, los cuales requieren nuevas ideas y enfoques.

Mientras que el pensamiento vertical o lógico se caracteriza por el análisis y el razonamiento y utiliza la
información para llegar a una solución mediante su inclusión en modelos existentes, el pensamiento
lateral emplea la información para romper las viejas ideas y esquemas, permitiéndonos así, pensar con mayor
libertad. Ayuda a producir por tanto, nuevas ideas y está muy relacionado con la perspicacia, la creatividad y
el ingenio. Propone así, utilizar el pensamiento lateral de manera consciente y deliberada, dando origen a un
conjunto de métodos y técnicas, algunos de los cuales veremos más adelante.

Posteriores investigaciones sobre el funcionamiento de nuestra mente han evidenciado la existencia de estos
dos distintos tipos de pensamiento:

- El primero tiene un carácter secuencial, analítico y verbal, con asiento anatómico en la parte izquierda del
cerebro.

- Complementariamente a éste, aparece el pensamiento vivencial, espacial, visual, intuitivo y holístico[1], el


cual tiene su "residencia" en el hemisferio derecho y podemos relacionarlo, de una forma simplificada, con el
pensamiento creador.

Los dos hemisferios cerebrales.

Cada tipo de pensamiento tiene un papel que desempeñar en los procesos que llevamos a cabo para resolver
problemas, generar soluciones, desarrollar inventos o crear obras de arte.

Por último, haremos mención a Koestler (1949) quien de una forma semejante introdujo el concepto de
«bisociación» como contrapunto al pensamiento lógico. Mientras este último opera en un solo plano, el
pensamiento bisociativo lo hace en múltiples. Su funcionamiento posibilita la percepción de una situación o
acontecimiento en el contexto de otros que anteriormente no existían; o bien, consigue la asociación mental
simultánea de una idea u objeto con dos campos ordinariamente no vistos como relacionados.
Por diversos motivos de índole social y cultural, tradicionalmente nuestra educación ha puesto el énfasis en el
pensamiento convergente, descuidando y relegando al pensamiento creador. Pero ambos pueden ser
desarrollados si los trabajamos adecuadamente.

Es importante velar para que ambos tipos de pensamiento no se interfieran de forma destructiva, sino que por
el contrario, actúen de forma armónica y sinérgica, dando así, sus mejores frutos.

[1] El término «holismo» deriva de la palabra griega holos, que significa entero. Este concepto fue acuñado por Jan Smuts para describir la tendencia de
la naturaleza a crear conjuntos mediante la ordenación o agrupación de muchas unidades. Según Smuts, las realidades básicas naturales son conductos irreductibles
que no es posible separar para analizarlos según sus componentes, sin perder su cualidad.

Ficha de trabajo 3.- Trabajando el pensamiento lateral.

Entrena tu pensamiento lateral, intentando resolver los siguientes ejercicios:

(Soluciones en la lección 14)


Kilómetro 4: ¡No te conformes!

Ningún descubrimiento se haría ya si nos contentásemos con lo que sabemos. Lucius Annaeus Séneca

Inconformismo creador.

Las personas creativas son fundamentalmente inconformistas. El inconformismo creador va más allá de lo
aceptado, busca nuevos caminos y nuevas metas, alcanza nuevos horizontes, mejora las condiciones
existentes, sustituye lo que ya no vale…

Es indudable que esta actitud ha sido un motor clave para el desarrollo de la humanidad. Sin embargo,
representa una gran paradoja: reconocemos sus beneficios pero hacemos poco por desarrollar esa actitud en
nosotros y menos aún, en los demás.

¿Cuáles son las causas que nos hacen ser conformistas? Muchas y poderosas. Unas son externas, vienen
dadas por el entorno, tienen una naturaleza social y cultural. Hace ya tiempo el investigador Torrance,
destacó el conformismo impuesto por los grupos, especialmente a través de los roles sociales atribuidos.
Cada uno de nosotros desempeñamos un papel en los diferentes ámbitos de actuación (trabajo, familia,
amigos) y lo que los demás esperan es que nos ajustemos al guión. El jefe debe ser jefe, el subordinado
cumplir con su papel sin cuestionar las normas, el experto dominar su campo y ser autosuficiente.

Tal vez el peso del condicionante social en nuestras acciones sea muy poderoso. Como consecuencia, es
probable que se hiciera mucho más por desarrollar nuestra creatividad personal si se cambiaran las
condiciones en la familia, en la escuela, en el trabajo, en la sociedad. Pero lo que aquí nos interesa es lo que
podemos hacer ahora y desde nosotros mismos. Para ello, tenemos que comenzar por observar cómo dichos
condicionantes actúan sobre nosotros.

Cuando vemos que una conducta, un hábito o un procedimiento de trabajo cumplen con su función, con
demasiada frecuencia nos relajamos, permitimos que se activen de forma automática los mismos patrones de
respuesta y nos olvidamos... sin cuestionarnos su vigencia, la adecuación para la situación actual o su
posibilidad de mejora.

Podemos vivir así en una zona de confort aparente. Pero este conformismo conlleva un riesgo: tarde o
temprano vendrán a visitarnos la pereza, la apatía, el aburrimiento, la sensación de despersonalización y... ¡se
querrán quedar a vivir con nosotros!

Por otra parte, el actuar de forma reactiva nos lleva frecuentemente a darnos cuenta demasiado tarde de la
necesidad de cambiar, por lo que nos vemos obligados a asumir estos cambios de forma urgente y
apresurada, a veces en el momento menos adecuado y sin el tiempo suficiente para consolidar y naturalizar
los nuevos aprendizajes.

En más de una ocasión habrás podido experimentar sensaciones positivas cuando realizas algo según tus
propios criterios. Probablemente te habrás sentido más creador, más "tu mismo"; en definitiva, te habrás
encontrado mejor...

Sin embargo, en muchas ocasiones se dan una serie de condicionamientos que actúan como obstáculos o
barreras y que tienen que ver a veces con la pereza, pero otras también con determinados miedos e
inseguridades. Identificar las causas subyacentes a los mismos, es el primer paso para superarlos.

Ficha de trabajo 4.- Detectando condicionantes.


Mapa mental primera jornada: disfruta el viaje.
 Temari

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