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De hecho, el punto álgido se produje en 2013 cuando la compañía llega a presentar el preconcurso de

acreedores ante los juzgados de Barcelona. Incluso se llegó a barajar el cierre definitivo de la compañía y
su liquidación.

En julio de 2015 la multinacional mexicana Bimbo (que años antes había adquirido también a la Bimbo
española) llega a un acuerdo con Oaktree -el fondo de inversión propietario de Panrico- para la compra del
100% de sus acciones por 190 millones de euros.

Recordemos que 10 años atrás Apax había adquirido Panrico (antes de cedérselo a Oaktree) por 900
millones de euros.

Un dato ciertamente elocuente sobre la negativa evolución del valor del negocio.

La compra contemplaba la adquisición de las 9 factorías de Panrico (8 en España y 1 en Portugal) e incluía


un acuerdo con los sindicatos para evitar el despido de 155 trabajadores. trabajadores.

La Bimbo mexicana se hizo de esta forma con la división de bollería de Panrico (bollería y pastelería) que
incluía populares marcas como Donuts, Donettes, Bollycao, Horno de Oro, La Bella Easo, Mañanitos y Qé!,
poniendo a la venta la división de pan de molde (con la popular marca Panrico a la cabeza).

Esto es debido a que Bimbo ya era líder absoluto del mercado de pan de molde en España, con un 39,6%
de cuota de mercado, mientras que Panrico ostentaba un 9,7%, y Competencia no permitía tanta
concentración en el sector del pan de molde.
De hecho, Adam Foods (empresa de alimentación procedente de la escisión de la antigua Nutrexpa y
propietaria de las galletas Cuétara, los caldos Aneto o la miel Granja San Francisco entre otras marcas)
mostró su interés por adquirir el negocio de pan de molde junto a la marca Panrico, llegando finalmente a un
acuerdo con Bimbo.

La operación de compra del negocio de pan de molde Panrico por parte de Adam Foods se fijó finalmente
en 40 millones de euros en 2016, e incluía la adquisición de todos los activos (maquinaria, utillaje, activos,
etc.) relativos a la fabricación y comercialización del pan de molde y derivados en España, Portugal y
Andorra, así como dos fábricas: Teror en Canarias y Gulpilhares en Portugal.

La operación tuvo que superar algunos escollos a nivel productivo, como es que las dos fábricas vendidas a
Adam Foods, si bien fabricaban mayoritariamente pan de molde y derivados, también elaboraban algunos
productos de bollería cuya propiedad era de Bimbo.

Mientras encontraban una solución para esta mezcla de activos productivos, y hasta que se llevase a cabo
la reubicación definitiva de las líneas de producción en las fábricas propiedad de Bimbo y en las
pertenecientes a Adam Foods, se acordó que temporalmente la primera seguiría fabricando el pan de
molde y se lo vendería a la segunda para su distribución.

Toda la operación de compra del grupo Panrico por parte de la mexicana Bimbo, así como la integración
en ésta únicamente de la división de bollería, y la posterior escisión y venta de la división de bollería a
Adam Foods, estuvo pendiente de sentencia del Tribunal Supremo, el cual autorizó la operación en julio
de 2016.

Desde el punto de vista estratégico, Bimbo (que ya contaba con 6 fábricas en España y Portugal) veía la
adquisición de la división de bollería de Panrico como una forma de consolidar el liderazgo de la compañía
mexicana en el mercado de la Península Ibérica, complementando también su portafolio de productos,
aprovechando sinergias y optimizando su red de distribución.

Con la compra de la división de bollería de la antigua Donuts-Panrico, la multinacional mexicana se hacía


con nuevas plantas productivas por España y Portugal, 2.000 trabajadores, y estimaba que conseguiría
elevar sus ventas en Europa en un 60%.

Bimbo vio así la oportunidad de penetrar con fuerza en el mercado europeo y convertirse en uno de los
fabricantes de referencia también en el viejo continente.

Desde el punto de vista societario, la Bimbo mexicana operaría en España a través de 2 sociedades: (1)
Bimbo España, su filial en nuestro país y que ya venía operando anteriormente para la explotación del
negocio de panadería (pan de molde principalmente), y (2) la nueva Bimbo Donuts Iberia, creada para
explotar la división de bollería adquirida a Oaktree.

Ambas sociedades se integrarían a su vez, junto con otras filiales de Bimbo en España y Portugal en
Bakery Iberian Investments.

Con el paso del tiempo parece que la compra de Donuts por parte de Bimbo no ha sido ni mucho menos tan
beneficiosa cómo cabía esperar.

De entrada, esta adquisición fue mucho más lenta y cara de lo previsto: Bimbo tuvo que esperar más de un
año a que Competencia autorizase la operación; a mayores, si el importe de la compra de la división de
bollería pactado con Oaktree fue de 190 millones, la multinacional mexicana tuvo que hacer frente a 61
millones adiciones por los diversos retrasos y gastos derivados de la integración.

YATRADUIT

A mayores, el negocio de la bollería industrial de Donuts en España y Portugal ha venido mostrando un


comportamiento de estancamiento desde su adquisición por parte de Bimbo, no alcanzando ni de lejos las
expectativas de la matriz mexicana, y ofreciendo números rojos.

De esta forma, en 2017 el negocio de Donuts Iberia -integrada en Bakery Iberian Investments- registró unas
pérdidas de 59 millones de euros, acumulando en los últimos tres ejercicios un total de 236 millones en
pérdidas.

Por este motivo la matriz mexicana se ha visto obligada a inyectar más de 200 millones de euros en dos
años para reflotar y mantener a su filial española. En total desde la adquisición de Donuts, Bimbo ha
realizado más 22 ampliaciones de capital para inyectar un total de 453 millones de euros. Por otro lado, las
ventas no crecen, y el nivel de actividad de las plantas de fabricación de bollería de Donuts Iberia es
ciertamente significativo: todas ellas se encuentran a menos del 50% de su capacidad, incluso a pesar de la
introducción de nuevos productos.
La principal factoría de Donuts en Santa Perpetua de Mogodá (Barcelona) ejemplifica muy bien la
situación en la que se encuentra el grupo: en 2018 se encontraba funcionando a menos de la mitad de su
potencial: la línea de fabricación de los famosos Donuts funcionaba a dos turnos, dejando uno libre; la de
Bollycaos funciona a un solo turno, dejando libres otros dos; y la de elaboración de Donettes no llegaba a
cubrir ni un turno completo, dejando libres dos turnos y poco.

Parece ser que los problemas internos de la compañía (falta de competitividad, falta de adaptación a los
nuevos hábitos y a la nueva situación del mercado, crecimiento de la competencia, lanzamientos fallidos,
problemas en la distribución, etc.) unidos a la caída que está sufriendo el mercado de la bollería industrial
están detrás de esta situación de atonía general.

No obstante Bimbo afirma que no contempla el cierre de ninguna planta, lo cual parece demostrar un fuerte
compromiso por intentar reflotar la marca, si bien veremos en los próximos meses si la compañía mexicana
es capaz de hacer crecer a Donuts.

En marzo de 2013, Panrico anunciaba mediante una potente campaña publicitaria el lanzamiento de
"Donuts Mix", un nuevo concepto en la oferta comercial de donuts. Mediante la instalación de expositores
cargados con diferentes variedades de donuts en tiendas y supermercados se invitaba al consumidor a
elegir y combinar sus especialidades favoritas metiéndolas en una caja. Con esta apuesta innovadora,
Panrico trataba de adaptarse a las nuevas demandas de personalización en auge por parte del consumidor
del siglo XXI.

Donuts Mix suponía replicar de alguna manera el concepto de personalización de la caja explotado en los
antiguos establecimientos de Dunkin Donuts.

Donuts Mix fue un éxito durante los primeros meses de su existencia, alcanzando una rotación ciertamente
elevada y llegando a agotarse muchos días en los supermercados.

Sin embargo, y como suele ser habitual en la mayoría de lanzamientos, la novedad fue pasando de moda
muy a pesar de los intentos de Panrico por mantener vivo al producto, y vencer la estacionalidad en verano
y navidades mediante el lanzamiento de variedades específicas para esos meses.

Donuts Mix fue finalmente retirado un año y medio después de su lanzamiento cuando las ventas entraron
claramente en declive.

En 2019 Bimbo toma la decisión de abrir un primer "corner" denominado Oh My Donuts en el centro
comercial Diagonal Mar de Barcelona En este punto de venta es posible adquirir un donut personalizado
eligiendo el topping, la decoración, el relleno y el acompañamiento Meses después la empresa abriría un
segundo corner en Madrid, en el centro comercial Príncipe Pío, tras la buena acogida de este formato.
Según comunicaciones de la propia empresa, Bimbo descarta apostar por este nuevo canal de venta para
crecer o diversificar: se trata simplemente de dos puntos de venta para dar mayor visibilidad y reputación a
la marca.

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