Está en la página 1de 1

5.1. La caída de la Monarquía y la proclamación de la República. La Constitución de 1931.

La caída de la Monarquía.
Al dimitir Primo de Rivera, el rey quiso volver a la restauración. Llamó a antiguos partidos de turno,
pero su postura fue rechazada por considerar al Rey responsable de la dictadura. Alfonso XIII encargó
al general Berenguer la formación de un gobierno: la Dictablanda. En 1931, Alfonso XIII nombró al
almirante Aznar para convocar Cortes Constituyentes. El almirante Aznar planteó unas elecciones
previas municipales para el 12 de abril. Triunfó las candidaturas republicanas en las capitales de
provincia y en el resto de los municipios triunfaron los partidos dinásticos. Ante esta situación, Alfonso
XIII decidió abandonar el país.

La proclamación de la república.
El 14 de abril de 1931 se proclamó la República y Alcalá-Zamora, en nombre del Comité Revolucionario,
proclamó en Madrid la República para toda España. El gobierno provisional republicano, compuesto
por Republicanos, socialistas y nacionalistas, convocó unas elecciones constituyentes a la par que
comenzaba reformas urgentes: reforma educativa, agraria y del ejército. Todas las reformas contaron
con la oposición de sectores del ejército, de la Iglesia y de la oligarquía económica. La persecución
contra la Iglesia fue muy dura. Muchos querían la República, pero cada uno a su modo.
Desde 1931 hasta el golpe de Estado de 1936, hubo 20 gobiernos. Hubo mucha inestabilidad, incluso
entre socios de gobierno. El más largo fue el 2º de Azaña entre diciembre de 1931 y junio de 1933.

La Constitución de 1931.
Elaboraron una Constitución en diciembre 1931 que fue aprobada. Sus principales bases fueron:
Cortes unicamerales con poder legislativo, sufragio universal, Gobierno con poder ejecutivo y
Presidente de la República elegido por las Cortes para 6 años. Tribunal de Garantías constitucionales
para decidir sobre la constitucionalidad, ampliación de derechos y libertades, derecho de autonomía
dentro del Estado, libertad religiosa, de expresión, de asociación, de reunión, etc.

Hubo discusiones en cuestiones religiosas y de estructura del estado.


Respecto a la primera cuestión, se trató en los artículos 26 y 27. Se separaba la Iglesia del Estado, se
suprimió el presupuesto del clero, y se prohibió la enseñanza a las órdenes religiosas. Esto se consideró
un atentado contra la libertad religiosa. Alcalá y Maura dimitieron.

Respecto a la segunda cuestión, España es unitaria, pero con derecho de autonomía de municipios y
regiones. No se podían federar regiones autónomas.

Consecuencias.
No se convocaron unas nuevas elecciones con las condiciones de la nueva Constitución y se prolongó
el mandato de las Cortes Constituyentes de junio de 1931.
Con la nueva constitución, se organizó un nuevo gobierno con Alcalá como presidente de la República
y Azaña como presidente del Gobierno, que era entre republicanos de izquierda y socialistas, sin
contar con radicales, que impulsó una política reformista.

También podría gustarte