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TEMA 8: LA SEGUNDA REPÚBLICA (1931-1936)

1.-El gobierno provisional y la Constitución de 1931


Las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 dieron mayoría a la conjunción republicano-socialista en las
grandes ciudades y en las capitales de provincia. La falta de apoyos sociales y de los monárquicos, que se hicieron
republicanos, fueron los determinantes para que el 14 de abril de ese año se proclamara la Segunda República. Ante
esto y convencido por sus ministros el rey Alfonso XIII abandonó España y publicó un manifiesto explicando su
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marcha.
Tras esto, el Comité Revolucionario, nacido tras el pacto de San Sebastián, se convierte en el gobierno provisional de
la república. El gobierno estaba presidido por Niceto Alcalá Zamora y estaba formado por todos los partidos políticos
favorables a la república. Sus miembros eran: Alcalá Zamora y Miguel Maura, de la Derecha Liberal Republicana;
Alejandro Lerroux, Martínez Barrio y Marcelino Domingo del Partido Radical; Manuel Azaña de Acción Republicana;
Fernando de los Ríos, Indalecio Prieto y Largo Caballero, del Partido Socialista; un republicano gallego, Casares
Quiroga y un nacionalista, Nicolau d’Olwer. Fuera del gobierno se quedaron la derecha monárquica, el nacionalismo
vasco y el obrerismo radical.
Durante los primeros meses, el gobierno provisional se centró en llegar a cabo reformas:
 Impulsadas por el ministro de guerra, Largo Caballero, se desarrollaron una serie de decretos para mejorar la
situación agraria. El decreto de términos municipales obligaba a los patronos a contratar a trabajadores
locales, que perjudicó a los temporeros. El decreto de laboreo forzoso obligaba a los propietarios a cultivar las
tierras según usos y costumbres. Se aprobó también la jornada laboral de ocho horas.
 Marcelino Domingo, ministro de instrucción pública, presentó decretos para erradicar el analfabetismo y
promover una enseñanza laica. Uno de los decretos preveía la creación de unas 7000 escuelas. En mayo, se
estableció la no obligatoriedad de la religión católica en las escuelas públicas y un patronato para crear
bibliotecas en el ámbito rural.
 El ministro de guerra, Manuel Azaña, publicó decretos para reformar el ejército: un primer decreto obligaba a
los militares a jugar fidelidad a la República. El decreto de retiros ofrecía a los oficiales a pasar a la reserva
activa con sueldo íntegro. Se cerró la Academia Militar de Zaragoza, se abolió la Ley de Jurisdicciones de 1906
y se anularon los ascensos por méritos de guerra. Además, se creó la Guardia de Asalto, a la que se confió la
seguridad en las ciudades.
Más tarde, se generarían las primeras decepciones por las altas expectativas y la contradicción de intereses en los
grupos políticos. En mayo, se expulsó al cardenal Segura. Este cardenal, acusado de evasión de bienes eclesiásticos,
elaboró una carta donde criticaba la república y elogiaba a Alfonso XIII. En este contexto se produjeron quemas de
conventos e iglesias por grupos de extrema izquierda y se produjeron huelgas como las de los trabajadores de
Telefónica en Sevilla. La represión ejercida por el gobierno provocó decenas de muertos.
La Constitución de 1931
El 28 de Junio de 1931 el gobierno provisional convoca elecciones a Cortes Constituyentes, cuyo presidente era Julián
Besteiro, en base a la ley electoral de 1907, modificada para que pudieran ser elegidas diputadas las mujeres. Sus
resultados representaban una victoria de la coalición de republicanos y socialistas y salieron elegidas tres mujeres
diputadas: Clara Campoamor, Victoria Kent y Margarita Nelken.
A finales de julio, se creó una comisión, presidida por Jiménez de Asúa, que elaboró un proyecto de Constitución; ya
en mayo, otra comisión, presidida por Osorio había elaborado un anteproyecto. El proyecto se discute entre agosto y
diciembre. El 9 de diciembre la Constitución de 1931 es aprobada y consta de un título preliminar y nueve títulos
integrados en 125 artículos con dos disposiciones adicionales.

La Constitución definía a España como una república de trabajadores de toda clase que se organiza en un estado
integral y en un régimen de libertad y justicia. Contenía una amplía declaración de derechos sociales y reconocía el
derecho a voto de las mujeres. Se establece una radical división de poderes: el legislativo, que lo ejercen las Cortes
unicamerales; el ejecutivo, que lo ejerce el presidente de la república junto con el presidente del gobierno y el judicial
que recae en los tribunales de justicia. Las Cortes podían destituir al presidente de la República si tres quintos de la
cámara votaban para hacerlo y en el caso de que disolviera las Cortes por segunda vez debería dar explicaciones.
Pero, el debate más importante se produjo en torno a la separación Iglesia-Estado. La Constitución establecía un
estado laicista, secularizó los cementerios y disolvió la Compañía de Jesús. Esto provocaría la dimisión de Alcalá
Zamora y Azaña y el abandono de 87 diputados de derechas.

2.-El Bienio Republicano-Azañista (1931-1933)


Aprobada la constitución (9 diciembre de 1931), fue elegido presidente de la república Niceto Alcalá Zamora con el
apoyo de la coalición republicano-socialista y este llamó a Azaña a formar gobierno, con la negativa a colaborar de
Lerroux, líder del Partido Radical.
La intención de este gobierno sería continuar con las reformas del gobierno provisional. Estaba decidido a establecer
una clara separación Iglesia-Estado y a reducir la influencia de la Iglesia sobre la sociedad española. Se desarrollaron
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leyes como la Ley de Divorcio (1932) y la Ley de Confesiones y Congregaciones Religiosas (1933) por la que el estado
dejaba de realizar aportaciones a la Iglesia. En política educativa y cultural, Fernando de los Ríos llevó a cabo la
duplicación de escuelas primarias y la extensión de la cultura popular a través de la red de bibliotecas. En cuanto a
política laboral, Fernando de los Ríos prosiguió la política social y laboral que ya había iniciado en el gobierno
provisional. Largo Caballero orientó su actividad a mejorar las condiciones de vida y de trabajo de los obreros y de los
jornaleros del campo y a fortalecer a las organizaciones obreras.

De todas las reformas sociales que la República tuvo que afrontar la de mayor importancia fue la Reforma Agraria, que
resultó técnicamente compleja debido a las diferencias en las estructuras de la propiedad agraria en España, a la
complejidad de los sistemas de arrendamientos y a las dificultades por determinar la naturaleza y extensión de las
tierras expropiadas. Por eso, y por las diferencias que surgieron en el gobierno provisional en torno al alcance de la
misma, quedó detenida hasta el verano de 1932. La ley se aprueba en septiembre de 1932. Entre los aspectos a
destacar están:
 El asentamiento de campesinos se haría bien en régimen colectivo o individual según decidieran ellos.
 Se establecían 13 categorías de tierras expropiables y la expropiación se hacía con indemnización salvo las
tierras de la grandeza de España.
Sin embargo la reforma fue más un intento que una realidad. Para Fusí su aplicación tropezó con dos dificultades
adicionales: la complejidad burocrática y las limitaciones presupuestarias del gobierno. Sus prestaciones fueron así
casi decepcionantes: hasta finales de 1933 solo se habían expropiado 24.000 hectáreas y asentados en ellas unos
4.300 campesinos no los 60.000 previstos.
Otro de los problemas que había que resolver era La Cuestión Autonómica ya que la constitución posibilitaba la
formación de regiones autónomas.
En Cataluña, los diputados de derechas obstaculizaron el debate sobre el estatuto catalán, denominado de Nuria
porque se redactó en el valle de este nombre (Gerona). Finalmente se discutió y aprobó el 9 de septiembre de 1932. El
estatuto asignaba una serie de competencias al gobierno de la Generalitat, consideraba el catalán como idioma
cooficial y preveía un parlamento. En el País Vasco, el proceso autonómico fue impulsado por el PNV, pero, tropezó
con dos problemas: la negativa en 1932 de los ayuntamientos navarros a formar parte de la región autónoma vasca y
la debilidad nacionalista en Álava, donde los votos favorables a la autonomía en el plebiscito de noviembre no
llegaron al 50%. Por ello, no hubo autonomía vasca hasta el 1 de Octubre de 1936, iniciada ya la guerra civil. En
Galicia, el estatuto fue plebiscitado el 28 de junio de 1936. La Guerra Civil estalló antes de que se aprobara.
Oposición al gobierno de Azaña
Desde finales de 1931 los anarquistas protagonizaron una intensa agitación huelguística y graves alteraciones del
orden público. Hubo episodios sangrientos como los de Castilblanco (Badajoz) y Arnedo (Logroño), en los que se
produjeron graves enfrentamientos entre campesinos y la guardia civil. En enero de 1932 se produjo el primer intento
revolucionario en la cuenca minera del Alto Llobregat. Otro episodio fue el de Casas Viejas, en enero de 1933, donde
tuvo lugar un enfrentamiento entre campesinos y la Guardia Civil y la Guardia de Asalto. Se fusilaron a catorce
anarquistas.
Se formaron nuevos partidos que actuaron de opositores:
 En febrero de 1933, se fundó la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) cuyo líder era Gil
Robles. Este partido resultó de la fusión de partidos de derechas provinciales entre los que destaca Acción
Popular fundado por Herrera Oria, partido conservador, claramente católico y monárquico.
 En cuanto a los monárquicos, los alfonsinos crearon Renovación Española cuyas figura clave era José Calvo
Sotelo, Los carlistas crearon Comunión Tradicionalista cuyos líderes eran el conde de Rodezno y Fal Conde.
 Se crearon también partidos fascistas. En 1931 nace la JONS (Juntas de Defensa Nacional Sindicalista) dirigida
por Ramiro de Ledesma y Onésimo Redondo que parte de dos partidos: la Conquista del Estado, fundada en
Madrid por ramiro de Ledesma y las Juntas de Actuación Hispánica fundado en Valladolid por Onésimo
Redondo. En Octubre de 1933 José Antonio Primo de Rivera funda Falange. Ya en 1934, ambos partidos se
fusionan y pasan a llamarse Falange y de las JONS
El episodio de Casas Viejas, el intento de golpe de Estado del general Sanjurjo (agosto de 1932) y el avance sustancial
de los radicales y de la CEDA en las elecciones municipales de abril llevó a Azaña a dimitir en septiembre de 1933. Es
sustituido por Lerroux y más tarde, Martínez Barrio, ambos poco tiempo en el poder. Alcalá Zamora disolvió las Cortes
y convocó nuevas elecciones para noviembre de 1933.

3.-El Bienio Radical-Cedista y el Frente Popular (1933-1936)


En las elecciones generales de noviembre, cuyo resultado significó un triunfo de la derecha, la CEDA y el Partido
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Radical, se hizo efectivo el voto de la mujer. Este resultado es explicado por el programa común de los partidos de la
derecha que acudieron en coalición y la coyuntura de los partidos de izquierda que se presentaron divididos.
Las características del bienio son:
 La inestabilidad gubernamental que se convirtió en una característica habitual de la república. Los tres
primeros gobiernos, entre diciembre de 1933 y octubre de 1934 presididos dos veces por Lerroux y una por
Semper, se caracterizaron por cambios ministeriales habituales. Esta tendencia se acentuará desde octubre del
34 hasta febrero del 36, ya con la CEDA en el gobierno.
 Se acordaron medidas como la derogación de la ley de términos municipales, devolución de tierras a la
nobleza, dotación presupuestaria al clero, amnistía para los implicados en el intento de golpe de Estado y se
intentó firmar un concordato con el Vaticano, es decir, se llevó a cabo una contrarreforma.
 Se endureció la política de orden público. Por ejemplo, el gobierno actuó con contundencia en las Huelgas
campesinas que la UGT desencadenó en Andalucía y Extremadura en junio de 1934.
Todas estas medidas motivaron que, a finales de enero de 1934, la UGT, bajo el control del sector revolucionario
liderado por Largo Caballero, preparase una revolución popular. El desencadenante de la revolución es la entrada, en
octubre de 1934, de tres ministros de la CEDA a formar gobierno.
La Revolución de Octubre de 1934
Fue iniciada por el comité revolucionario socialista, presidido por Largo Caballero, un día después con una
insurrección armada y la convocatoria de una huelga general en las principales ciudades. Sin embargo, esta solo tuvo
éxito en Asturias. Días más tarde, la mayor parte de Asturias estaba en manos mineras y se crearon comités
revolucionarios que se hacían cargo del gobierno y la seguridad en la zona. Para sofocar la rebelión, el gobierno llamó
al ejército del Protectorado de Marruecos (la legión y los regulares). Estos tuvieron éxito y lograron liberar Oviedo y se
detuvo al Comité Revolucionario, cuyo líder era Largo Caballero, y a Azaña, que no había participado en los hechos. A
los detenidos se les aplicó el código militar y se establecieron veinte penas de muerte. En Cataluña, la entrada de
ministros de la CEDA en el gobierno fue interpretada como una amenaza al estatuto de autonomía por lo que
Companys, presidente de la Generalitat, proclama la república catalana dentro de la república española que no tendría
éxito por la falta de apoyo. La revolución provocó la suspensión del estatuto de autonomía catalán y se originó una
nueva crisis del gobierno radical-cedista. Lerroux tuvo que acceder a formar gobierno con una mayoría de ministros
de la CEDA, en el que Gil Robles entró como ministro de Guerra (mayo 1935). A partir de aquí, la CEDA adquiere más
poder. Se nombras nuevos mandos militares; así, se nombra al general Fanjul subsecretario en el ministerio y al
general Franco se le designa jefe del Estado Mayor, y se planteó una reforma constitucional que no se pudo llevar a
cabo a raíz de los escándalos de corrupción del estraperlo y el asunto Nombela que afectaron a altos cargos del
Partido Radical, como consecuencia, Lerroux dimitió. En medio de rumores de un posible golpe de Estado, Alcalá
Zamora intentó formar un gobierno de centro presidido por Valladares que no contó con apoyo parlamentario por lo
que el 31 de diciembre Alcalá Zamora disuelve las Cortes y convoca elecciones para el 16 de febrero de 1936.
Frente Popular
En estas elecciones se mostró una gran polarización de la derecha y de la izquierda y grandes enfrentamientos
políticos que se plasmaron en la calle. La derecha se presentó unida, el llamado Bloque Nacional, integrada por los
carlistas de Comunión Tradicionalista y los alfonsinos de Renovación Española, dirigido por José Calvo Sotelo. Los
partidos de izquierda constituyeron en enero de 1936 una gran alianza, el Frente Popular, integrado por: Izquierda
Republicana cuya figura clave es Azaña, Unión Republicana cuya figura clave es Martínez Barrio, el Partido Socialista, la
UGT, juventudes socialistas, el Partido Comunista, el Partido Sindicalista y el Partido Obrero de Unificación Marxista
(POUM). Estos presentaron un programa basado en una amnistía para los encarcelados por la Revolución de Octubre
de 1934, la recuperación de la política reformista del primer bienio y en restaurar la autonomía catalana.
La primera vuelta de las elecciones dio una clara victoria al Frente Popular y se nombró presidente de gobierno a
Portela Valladares tentado por algunos generales para que acabase con la república. La segunda vuelta reafirmó la
victoria del Frente Popular que llevaría el programa presentado. Tras las elecciones, y tras una conspiración de algunos
dirigentes de izquierdas; el 7 de abril, Alcalá Zamora fue destituido como presidente de la república. El 10 de mayo se
nombró como nuevo presidente de la república a Azaña y como presidente del gobierno a Casares Quiroga

Entre marzo y julio de 1936 se vivió en España un clima de gran tensión. Hubo huelgas y ocupaciones espontáneas de
tierras y el 13 de marzo se cerraron locales falangistas por el intento de asesinato de Jiménez de Asúa por las
juventudes falangistas. Esto no impidió el aumento de la violencia callejera y los crímenes políticos por lo que se puso
en funcionamiento una conspiración militar iniciada ya en febrero de 1936 y que partió de militares de extrema
derecha y de la Unión Militar Española. El gobierno republicano trató de desarticular esta trama realizando traslados
de los altos mandos sospechosos de participar en ella. A Franco se le destinó a Canarias, a Goded a Baleares y a Mola 4
a Navarra que no evito nada. En marzo se reunieron en Madrid un grupo de coroneles y generales que acordaron un
alzamiento militar para restablecer el orden y que la jefatura suprema de la sublevación la ocuparía el general
Sanjurjo. El asesinato de Calvo Sotelo el 13 de julio, como respuesta al asesinato del teniente Castillo el 12 de julio,
aceleró el proceso y sumó a los indecisos como Franco. El 17 de julio tuvo lugar el golpe de Estado que empezó en
Marruecos que daría pie a la Guerra Civil Española.

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