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UNIVERSIDAD DE LA SERENA

Seminario de Geriatría

Accidentes Cerebro Vasculares

Integrantes:
Kimberly Acosta, Pía Alfaro, Fernanda Cabrera, Mariana Cabrera,
Joaquín Castillo, Valentina Godoy, Ariana González, Mariana
Gutiérrez, Mariela Maya, Antonella Órdenes, Martín Oróstegui,
Ignacio Ortiz, Matías Páez, Javiera Ravazzano, Ingrid Rojas, Nicolás
Santelices, María Jesús Uribe
Índice

Portada………………………………………………………………………………………………………1
Índice…………………………………………………………………………………………………..……2
Introducción……………………………………………………………………………………………..3
Generalidades ACV…………………………………………………………………………………..4
Signos y síntomas…………………………………………………………………………………….4
Secuelas …….…………………………………………………………………………………………….7
ACV y su impacto en la salud bucal….………………………………………………………12
Herramientas para mejorar la higiene bucal en pacientes con ACV…………15
Conclusiones……………………………………………………………………………………………17
Bibliografía………………………………………………………………………………………………18
Anexos……………………………………………………………………………………………………..19

2
INTRODUCCIÓN

La Organización Mundial de la Salud define el ACV como “un síndrome clínico que
consiste en signos de rápido desarrollo de trastornos neurológicos focales (o
globales en caso de coma) de la función cerebral, que duran más de 24 horas o
conducen a la muerte, sin una causa aparente que no sea una enfermedad
vascular’’

Corresponde es una emergencia médica, que ocurre cuando se interrumpe el


suministro de sangre hacia el cerebro, o cuando existe un sangrado dentro del
cerebro. Es una urgencia tiempo-dependiente, lo cual significa que, mientras antes
se reciba atención médica, mayores son las posibilidades de sobrevivir o quedar sin
secuelas.

PREVALENCIA
Según la OMS, cada año 15 millones de personas sufren un ACV, 5 millones de
ellas mueren y otros 5 millones quedan con algún tipo de discapacidad.1

EN CHILE
El panorama en Chile no es muy distinto al mundial, ya que en el año 2021 hubo
29.542 egresos hospitalarios por ACV y fue la segunda enfermedad causadora de
muerte en el hospital. Se registraron 7.501 defunciones por ACV ese mismo año, lo
que equivale a 1 muerte cada 72 minutos.2

3
GENERALIDADES

I. TIPOS DE ACV

Ataque Cerebrovascular isquémico: El más frecuente, corresponde al 75-90% de


los ACV, que se produce por un bloqueo del flujo normal de sangre hacia el cerebro,
se puede deber a múltiples causas como:3

- Trombosis: obstrucción de un vaso sanguíneo por un coágulo sanguíneo


local.
- Embolia: obstrucción de un vaso sanguíneo por un coágulo de sangre
(émbolo) procedente de otra región corporal.
- Hipoperfusión sistémica - Trombosis de un seno venoso cerebral: coágulo de
sangre en los senos que drenan la sangre del cerebro.

Ataque Cerebrovascular hemorrágico: Es menos frecuente, pero más letal, y se


produce cuando se rompe un vaso sanguíneo en el cerebro, originando un derrame.
Existen de tipo3
- Intracerebral: sangre se vierte directamente en el tejido encefálico.
- Intracraneal: acumulación de sangre en cualquier zona dentro del cráneo.

II. SIGNOS Y SÍNTOMAS

La historia y el examen clínico permiten sospechar un ACV agudo. El inicio brusco


de síntomas neurológicos focales como debilidad de la cara, brazo o pierna tiene
una alta probabilidad de ACV. Si esto ocurre en mayores de 45 años, sin hiper o
hipoglicemia, sin historia previa de epilepsia y en personas ambulatorias, la
probabilidad es aún mayor. En el manejo prehospitalario las escalas de Cincinnati y
de Los Ángeles son muy buenos predictores clínicos de un ACV. 1

4
Síntomas Signos

- Comienzo agudo - Debilidad/paresia facial: sonrisa


- Debilidad subjetiva de la asimétrica
extremidad superior (E) - Debilidad de la ES: observar si
- Dificultad del habla puede elevar ambos brazos por
- Parestesia de extremidades igual
- Cefalea - Debilidad de la EI
- Mareo o Náuseas - Disfasia o disartria
- Marcha hemiparética
- Movimiento ocular anormal
- Alteración del campo visual
(Yew & Cheng, 2015)3

La regla F.A.S.T o escala cincinnati4


● Face / Cara. Vamos a hacer que la persona sonría, observaremos así si
desvía su boca hacia un lado determinado. Esto nos va a indicar si
efectivamente está perdiendo tono muscular.
● Arms / Brazos. En este caso vamos a valorar la coordinación, tratando de
detectar si alguna de sus extremidades ha perdido su fuerza normal. Le
pedimos a la persona que vaya levantando sus extremidades, conjuntamente
o de forma independiente. Le pedimos que levante los brazos y valoramos su
facilidad o dificultad para mantenerlos rectos. Podemos realizar la prueba
también con las piernas.
● Speech / Lenguaje. Animamos a la persona a que hable para detectar si tiene
dificultades a la hora de expresarse o de comprendernos. Si no se expresa
bien o no tiene sentido lo que dice, sin duda estamos frente a una de las
señales más frecuentes del Ictus.
● Time / Tiempo. Como ya hemos adelantado, no hay tiempo que perder, si
detectamos cualquiera de las señales anteriores lo primordial es llamar a los
servicios de emergencia y comunicar la gravedad de la situación.4

III. CÓMO ACTUAR FRENTE A SÍNTOMAS DE ACV

Frente a la presencia de 1 o más de estos 3 síntomas, se debe llamar


inmediatamente al número de emergencias o acudir al servicio de urgencias
HOSPITALARIO más cercano, para poder recibir a tiempo el tratamiento que
corresponda.

5
El tiempo es el factor más importante si se cree que está ocurriendo un accidente
cerebrovascular. Mientras más rápido pueda llegar a un hospital, mayores son sus
probabilidades de recuperación. Por lo tanto, debe llamar a los paramédicos de
inmediato si tiene alguno de los siguientes signos de advertencia:no “espere” a ver
si los síntomas mejoran solos.5

IV. FACTORES DE RIESGO

La presión arterial elevada, el consumo de tabaco, el colesterol elevado, la


obesidad, diabetes mellitus, el sedentarismo y la fibrilación auricular, son factores de
riesgo importantes a considerar, ya que podemos actuar sobre ellos para prevenir
un ACV.

Factores de riesgo no tradicionales, como el consumo de cocaína, consumo


excesivo de alcohol, presencia del síndrome de inmunodeficiencia adquirida,
deficiencia de vitamina D y deficiencia de la proteína C.

Otro factor de riesgo es la edad, ya que a mayor edad existe mayor riesgo. También,
los hombres tienen un riesgo más alto, al igual que las personas que tienen
familiares directos con antecedentes de un Ataque Cerebrovascular. 5

V. MEDIDAS DE PREVENCIÓN

Para prevenir el Ataque Cerebrovascular es recomendable que siga las siguientes


precauciones:

- Controlar la presión arterial y recibir tratamiento médico para normalizar si es


que se encuentra elevada.
- Alimentación saludable: consumir menos sal y menos alimentos altos en
calorías, azúcares o grasas. Aumentar el consumo de frutas y verduras.
- Practicar actividad física regularmente (1 hora, 3 veces por semana).
- No fumar.
- Moderar el consumo de bebidas alcohólicas.
- Evitar el exceso de peso (no usar medicamentos para bajar de peso, ni
drogas estimulantes).

6
- Bajar la glicemia (azúcar en la sangre), en particular si hay antecedentes
familiares de diabetes.
- Bajar el colesterol.
- Tratar y controlar las enfermedades cardíacas: arritmias, enfermedad de las
válvulas o de las arterias coronarias.

SECUELAS DE ACV

En vista de lo descrito anteriormente, es que podemos considerar un accidente


cerebro vascular como una emergencia médica, ante la cual un actuar temprano
puede reducir el daño, posibles secuelas y/o complicaciones.

Además es importante tener en cuenta las diferencias de las secuelas de un ACV en


una población jóven versus una mayor, las cuales se remitirán a los siguientes
factores:
● La edad del paciente
● Su historia clínica, es decir, el estado en general de salud antes del evento.
● El nivel de afectación causado por el ataque, considerando área y nivel del
tejido cerebral afectado.
● La rapidez con que se puede recuperar las capacidades disminuida y/o
pérdidas.

Otros aspectos de gran relevancia en cuanto a las secuelas que pueda presentar un
paciente, está el tiempo en que se demoró en recibir tratamiento, cual es el tipo de
ataque con el que se vió afectado.

Dentro de la población mayor son consideradas más frecuentes las secuelas en las
que se dificulta el lenguaje y la movilidad. A continuación se describirán diversas
secuelas asociadas a esta afectación.1

I. ALTERACIONES VISUALES
Entre los principales problemas visuales asociados con el accidente cerebrovascular
se encuentran los defectos del campo visual, trastornos de los movimientos oculares
y negligencia visuoespacial. Además, se debe considerar que la incidencia de ACV

7
aumenta con la edad, por lo tanto, una proporción significativa de los pacientes
presentan concomitantemente problemas visuales relacionados con la edad.

● Alteraciones del Campo Visual


Estas alteraciones son comunes posterior a un ACV, pueden ir desde la pérdida de
la mitad del campo visual (Hemianopsia), a la pérdida de sólo una parte del campo
afectado. Se ha reportado una prevalencia desde el 20% al 57% de alteraciones de
campo.

Los estudios han demostrado que los pacientes con defectos del campo visual
tienen un mayor riesgo de caídas, y que la pérdida de campo visual es un predictor
de estado funcional al alta, repercutiendo en la capacidad del paciente para:
participar en las actividades de rehabilitación, vivir en su propia casa, realizar tareas
como movilidad segura y conducción vehicular, y puede tener impacto en los niveles
de depresión, ansiedad, aislamiento social y la calidad de vida después de un ACV.

Los pacientes con hemianopsia deben ser remitidos a evaluación oftalmológica para
la evaluación del campo visual.1

● Trastorno de Movimiento Ocular.


Se ha reportado que más del 70% de los pacientes con ACV pueden tener trastorno
de movimiento de los ojos. Esto conlleva a una variable cantidad de discapacidades
funcionales: Pérdida de la percepción de la profundidad, menor coordinación
mano-ojo, dificultades marcadas de tareas de cerca y lectura.

Por otro lado, la capacidad de explorar el entorno visual se encuentra reducida, lo


que puede afectar la: Memoria visual, el reconocimiento, la capacidad de formular
planes y la toma de decisiones.

Estos trastornos deben ser considerados a la hora de realizar terapias de


rehabilitación, ya que tendrán un efecto en su eficacia. Influyendo sobre todo en la
recuperación de la movilidad, el reentrenamiento en las actividades de la vida diaria
y la terapia cognitiva.1

8
II. ALTERACIONES EN LA ACTIVIDAD FÍSICA
La alteración del control postural se ha identificado como un componente clave en
los problemas de movilidad después del ACV que surge como: alteraciones
motoras, sensoriales y cognitivas.

● Hemiplejia
Consiste en la parálisis del lado derecho o izquierdo del cuerpo, siendo contralateral
a la lesión cerebral. Es importante considerar, que esto puede conllevar a diversos
síntomas como lo son: pérdida del equilibrio, dificultades motoras (sujetar o agarrar),
visión borrosa, dificultades para tragar, problemas para deletrear, pérdida del control
de intestino y vejiga.

Es una secuela clínica frecuente; la incidencia varía según estudios (rango desde el
34%3 hasta el 84%4; del 53% en nuestro entorno). Ocasionalmente ocurre de
manera precoz en las dos primeras semanas tras el ictus, sin embargo, la forma
típica de presentación es una vez transcurridos 2-3 meses. Reduce la participación
en actividades funcionales y en el proceso de rehabilitación, se asocia con una
menor puntuación en la escala Barthel tras el alta hospitalaria, predice una escasa
recuperación funcional del brazo, una mayor duración del ingreso y el porcentaje de
pacientes que son dados de alta a su domicilio es menor.7

● Espasticidad
El paciente presenta rigidez, la cual se visualiza mediante la tensión de los
músculos. Es un trastorno motor caracterizado por un aumento en el reflejo tónico
de estiramiento (tono muscular) y reflejos tendinosos exagerados, debido a una
hiperexcitabilidad del arco reflejo miotático, siendo uno de los componentes del
síndrome de la neurona motora superior. Y se produce por una liberación
incontrolada de la actividad motora refleja, constituyendo una de las
manifestaciones que mayor impacto provoca en el bienestar físico y psicológico del
paciente y familiar. 8,9

La espasticidad afecta al 17-43% de los pacientes que han sufrido un ictus.

9
Dentro de los factores que influyen en el desarrollo de espasticidad: la gravedad de
la paresia, bajo índice de Barthel al inicio, presencia de dolor, déficits sensitivos,
lesiones extensas en neuroimagen, localización del ictus, etiología hemorrágica del
ictus y edad ≤ 65 años.1

III. ACTIVIDADES DE LA VIDA DIARIA (AVD)


Se ha estimado que un tercio de las personas dependen del cuidado de otra
persona y un 63% necesitarán algún tipo de ayuda después de los 6 meses del
ACV.

Las actividades de la vida diaria básicas o personales son necesarias para la


sobrevida e incluyen “las tareas necesarias para todos los días de nuestra vida, con
el objetivo de mantener nuestro nivel de cuidado personal”, tales como:
alimentación, vestuario, aseo, movilización y las actividades de la vida diaria
instrumentales o avanzadas las cuales “son destinadas a la interacción con el medio
y manteniendo la independencia en el hogar y en la comunidad en el contexto
sociocultural” como preparación de comidas, manejo de dinero, compras,
quehaceres del hogar y cuidado de otros.1

IV. ALTERACIONES EN LA COMUNICACIÓN


Los trastornos de la comunicación y trastornos cognitivos relacionados se presentan
en aproximadamente un 40% de los pacientes con ACV agudo. Los trastornos más
frecuentes que afectan la comunicación son las disartrias y las afasias, y en menor
grado, las apraxias del habla.

● Afasia
Corresponde a un trastorno adquirido multimodal del lenguaje. Puede afectar la
capacidad de la persona para expresarse oralmente, escribir y entender el lenguaje
hablado y escrito.
Su incidencia posterior a un ACV en etapa aguda varía entre 20-30% Es un
trastorno a largo plazo, afectando el estilo de vida, identidad y roles (no está
relacionado con déficit sensorial o intelectual general pero puede coexistir con este
tipo de déficits como defectos motores, sensitivos, de visión, disfagia, otros).

10
● Apraxia del habla
Trastorno de habla que afecta principalmente la prosodia (Pronunciación y
acentuación correcta) y la articulación, alterando la capacidad para programar
espacial y temporalmente los movimientos del habla. Dentro de sus características
están: Esfuerzo, ensayo y error, inconsistencia articulatoria sobre repetidas
producciones del mismo enunciados, dificultad para iniciar enunciados, entre otros.

● Disartria
Trastorno motor del habla caracterizado por una lentitud, debilidad, imprecisión,
incoordinación de los movimientos involuntarios y/o alteración de tono de la
musculatura del habla, que interfieren en el control de la respiración, fonación,
resonancia, articulación y prosodia. La prevalencia de este trastorno es de un 54%m
por lo tanto, corresponde a la alteración en la comunicación más frecuente (De
acuerdo a registros de la clínica Mayo)1

V. ALTERACIONES COGNITIVAS
El deterioro cognitivo es común en etapas agudas post accidentes cerebro
vasculares, presentándose hasta en un 45% de los pacientes, lo cual a su vez
también genera un impacto en actividades de la vida diaria básicas e
instrumentales. Entre dichas alteraciones se encuentran:

● Alteración en la atención y memoria (Atención es la habilidad de dirigir


pensamientos y acciones hacia un estímulo o evento por un periodo de
tiempo definitivo, a pesar de estímulos externos o no relacionados)

● Funciones ejecutivas: Incluye el pensamiento abstracto, iniciación e


inhibición de la conducta, planificación, resolución de problemas y
automonitoreo.

● Apraxias: Deterioro de la planificación y secuencias de movimiento, la cual


no es causada por debilidad, incoordinación o pérdida sensorial.

● Agnosias: Inhabilidad a reconocer sonidos, olores, objetos o partes del


cuerpo (propios o de otras personas) a pesar de no tener un déficit sensorial

11
primario. Este déficit puede ser potencialmente dañino debido a que la
persona puede fallar al reconocer objetos peligrosos.

● Negligencia visual espacial o hemi-inatención es un trastorno perceptivo


que reduce la capacidad de una persona para mirar, escuchar o realizar
movimientos hacia la mitad de su medio ambiente, generalmente hacia el
lado izquierdo como consecuencia de lesiones en el hemisferio cerebral
derecho. Esto puede afectar su capacidad para llevar a cabo tareas
cotidianas, tales como: comer, leer y vestirse. Su incidencia promedio es de
23%. Se constituye como predictor de resultados funcionales y necesidad de
asistencia después del alta. A los 6 meses el 50% de estos pacientes
presenta una recuperación completa.1

VI. DEPRESIÓN
La depresión es común después de un accidente cerebrovascular y afecta
aproximadamente al 30% de los sobrevivientes de un accidente cerebrovascular a
los 3 meses. Se asocia con una mayor incidencia y mortalidad, así como con una
recuperación deficiente del accidente cerebrovascular y deterioro del estado
cognitivo. Su tratamiento puede estar asociado con mejores resultados post ACV.

En pacientes mayores de 75 años, el deterioro cognitivo, la disminución de la


capacidad para realizar las actividades de la vida diaria y la carga de factores de
riesgo vascular pueden ser predictores de la depresión.10

ACV Y SU IMPACTO EN LA SALUD BUCAL

El accidente cerebrovascular es la causa predominante de discapacidad


permanente entre los ancianos. Las alteraciones del accidente cerebrovascular
(motoras, perceptuales y cognitivas) pueden tener un impacto negativo en las
funciones diarias y, por lo tanto, afectar la calidad de vida relacionada con la salud ,
la calidad de vida también se ve afectada considerablemente como resultado del
deterioro orofacial posterior al accidente cerebrovascular. La presión reducida de la
lengua no puede impulsar el bolo alimenticio hacia la faringe. La disminución de la
fuerza del labio causa babeo durante la masticación. La hiposalivación produce una

12
falta de lubricación, la función sensorial oral anormal puede causar asfixia y
11
aspiración. La función oral discordante conduce a una baja eficiencia masticatoria,
a una elección alimenticia limitada y a la desnutrición. También pueden surgir
vergüenza, baja autoestima y malestar. A menudo estos pacientes experimentan
disconfort oral, dolor e infecciones (especialmente candidiasis oral) y dificultades en
el uso de dentaduras postizas.

Es importante considerar que Hasta el 78% de los pacientes que han sufrido un
ACV presentan una alteración de los movimientos de la lengua y los músculos que
participan en la deglución, esto causa una estasis de saliva, líquidos, comida,
enjuagues bucales o pasta de dientes en la cavidad oral por lo que se incrementa el
riesgo de aspiración y neumonía.

I. MANEJO ODONTOLÓGICO

Es importante realizar una interconsulta médica, puesto que los pacientes que han
sufrido un accidente cerebro-vascular no sólo tienen afectada la parte neurológica,
sino que también se encuentra afectado el sistema cardiovascular, por lo cual
reciben antiagregantes plaquetarios, anticoagulantes, antihipertensivos.También es
importante seleccionar el plan de tratamiento odontológico que puede recibir el
paciente según su condición, pues existen pacientes cuyas secuelas del accidente
cerebro-vascular son relativamente leves y pueden tolerar mejor los procedimientos
odontológicos en comparación con aquellos que cuyas secuelas son más complejas
y se encuentran postrados en cama. Si la enfermedad sistémica subyacente no se
encuentra controlada lo mejor es realizar el tratamiento en un hospital.

En pacientes que tengan secuelas neuromotoras es importante recomendar el uso


de cepillos eléctricos para evitar la aparición de lesiones cariosas y enfermedad
periodontal, para esto es importante realizar tratamientos preventivos y profilaxis. 11

II. RELACIÓN ENTRE ENFERMEDAD PERIODONTAL Y ACV

Existen varios estudios que intentan explicar la relación que existe entre la
enfermedad periodontal y el accidente cerebro-vascular. Se ha sugerido que la
enfermedad periodontal es el resultado de una compleja interacción entre la

13
infección y la respuesta inmune, resultando en una respuesta inflamatoria. Los
marcadores de la inflamación han sido asociados con los accidentes
cerebro-vasculares; por lo tanto la respuesta inflamatoria a la enfermedad
periodontal puede estar relacionada a los eventos vasculares. Durante las
actividades diarias, tales como la masticación de los alimentos, los microorganismos
pueden ingresar a la circulación sanguínea produciendo una inflamación que resulta
en una respuesta inmune sistémica y local. La evidencia sugiere que la inflamación
y la respuesta inmune están relacionadas al desarrollo de aterosclerosis y un mayor
riesgo de enfermedad cerebro-vascular; por lo tanto el tratamiento de la enfermedad
periodontal podría reducir considerablemente la incidencia de un accidente
cerebro-vascular. 11

III. RELACIÓN CALIDAD DE VIDA CON SALUD BUCAL EN PERSONAS CON


ACV

Según un estudio que evaluó la relación entre la calidad de vida y la salud bucal de
personas que sufrieron un ACV, se determinó que sí hay un gran impacto en la
calidad de vida en estos pacientes y especialmente en su salud bucal. En este
también se compararon con individuos que no han cursado ACV, dando como
resultado un mayor impacto en pacientes con secuelas.

Además se concluyó que el rango etario donde más afectó en la calidad de vida y
salud oral fue entre 60-69 años aproximadamente.

Estudios han demostrado que más de la mitad de los sobrevivientes siguen


dependiendo de otros para tareas de cuidado personal de actividades de la vida
diaria, la mayoría de los pacientes con secuelas de ACV tuvieron que depender del
cuidador para el mantenimiento de su higiene oral y personal.

Es por esto que es muy importante que se incluyan estrategias y programas en


relación a salud, y asesoramiento de higiene bucal, dieta, cuidado personal para
estos pacientes con secuelas de ACV para una buena calidad de vida en relación
con la salud oral.11

14
HERRAMIENTAS PARA MEJORAR HIGIENE BUCAL EN
PACIENTES CON SECUELAS DE ACV

La salud oral está estrechamente relacionada con la salud sistémica del paciente.
Se estima que dos tercios aproximadamente de personas que han sufrido un
accidente cerebro vascular (ACV), tienen secuelas que condicionan su calidad de
vida y por ende, su salud oral.

La rehabilitación del ACV es un proceso dinámico y complejo, que necesita de un


equipo multidisciplinario de profesionales.
Uno de los déficits neurológicos más importantes en estos pacientes son los
trastornos de la marcha. A su vez, las contracturas articulares pueden reducir el
rango de movilidad, causar dolor y posiblemente generar dependencia, lo que afecta
la calidad de vida del individuo.

La reinserción en la comunidad de estos pacientes es una tarea compleja, por ello,


es fundamental hacer planes individualizados previos en el centro de rehabilitación.
La planificación necesaria no solo debe ser dirigida al paciente, sino también a sus
acompañantes, contexto familiar y socioeconómico para que las actividades básicas
de la vida diaria (ABVD), actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD),
descanso, participación social, entre otras, puedan ser desempeñadas de manera
óptima.

En general las herramientas que se entregarán para el cuidado de la salud oral son
similares a las que se le entrega a cualquier paciente, sin embargo, hay que tener
especial cuidado en algunos detalles, que dependen por ejemplo, de qué tipo de
secuelas va a tener el paciente. La recuperación más importante del ACV ocurre
durante los primeros 6 meses posteriores al ACV, por lo que estas condiciones
pueden ir variando, así que es importante tener controles regulares (se recomiendan
cada 30 días), donde se pueda actualizar el estado del paciente, y con ello,
actualizar las indicaciones entregadas. Dentro de esto puede considerarse que el
paciente se encuentre tomando anticoagulantes, ya que se considera de alto riesgo
para una crisis tromboembólica12, por ende, si necesitamos hacer algún

15
procedimiento que pueda causar sangrado, debemos seguir las indicaciones
necesarias, según el medicamento que esté consumiendo.

Por otro lado, en un paciente con secuelas que incluyan discapacidad motora, es
importante entregar estas herramientas al encargado de ayudarlo en sus ABVD. 13

También es importante considerar en aquellos pacientes que utilizan prótesis


removibles, que la disfagia es una secuela común en pacientes que tuvieron un
ACV, que a su vez llevará deficiencias nutricionales, generando disminución de peso
y pérdida de masa muscular, lo que traerá a su vez, problemas en la estabilidad de
estas prótesis, es decir, que requerirán ajustes constantes.11

Algunos consejos o recomendaciones para lograr apoyar a estos pacientes son:


● Explicar la importancia de una buena higiene bucal.
● Cuando sea posible, enseñar y animar a los pacientes a llevar a cabo su
propia higiene bucal. En las primeras sesiones podemos instruir tanto al
paciente como a su cuidador y a medida que avance en su rehabilitación
tratar de lograr mayor autonomía.
● Tener en cuenta cualquier apariencia inusual dentro de la boca
(deshidratación, llagas, hongos).
● Los labios deben mantenerse limpios y húmedos. Si están secos o
agrietados, limpiar con una gasa humedecida en agua y proteger con un
lubricante adecuado.
● Todos los pacientes deben tener su propio cepillo de dientes que se debe
reemplazar cada tres meses. Se debe evaluar individualmente la necesidad
de ayudas para la higiene, incluyendo el uso de cepillos eléctricos o cepillos
con mangos modificados para facilitar el manejo.
● El cepillado de los dientes en pacientes con disfagia debe realizarse mientras
el paciente está de pie, sentado o con el cabecero a 90º.
● Las pastas dentales con poca espuma resultan útiles para reducir el riesgo de
aspiración.
● Considerar el uso de clorhexidina como enjuague bucal, aerosol o gel para un
control adicional de la placa. Esto cobra mayor importancia en aquellos
pacientes con secuelas motoras, que dificulten la realización de una correcta
técnica de higiene.

16
● Los dientes naturales y encías deben limpiarse con pasta de dientes fluorada
después de cada comida, pero al menos dos veces al día.
● Revisar las prótesis removibles con regularidad en busca de grietas, bordes
afilados o dientes faltantes. Además, recordar que no deben usarse por la
noche, que deben ser limpiadas con las soluciones adecuadas, y que en caso
de molestias excesivas (por ejemplo, en caso de que cause más incomodidad
a la hora de tragar) es mejor retirarlas.

CONCLUSIÓN

Para los pacientes que han sufrido un accidente cerebrovascular, es importante


consultar al médico tratante para ver al paciente de forma integral y tratarlo de
manera multidisciplinaria teniendo en cuenta que es muy probable que el paciente
quede con secuelas significativas, las cuales pueden afectar en diferente grado,
desde funciones básicas como la comunicación hasta actividades más complejas
cotidianas que permiten a la persona tener autovalencia. Esto a su vez repercute en
la salud mental del paciente,volviéndolo propenso a desarrollar trastornos como la
ansiedad o depresión.

Es relevante tomar medidas preventivas contra la caries y la enfermedad


periodontal, haciendo mayor énfasis en esta última para reducir el riesgo de nuevos
incidentes, ya que estudios han confirmado que la enfermedad periodontal aumenta
la probabilidad de sufrir de trastornos cerebrovasculares.

Es importante además, que los odontólogos estén al tanto de las manifestaciones


orales de los medicamentos utilizados en este grupo de pacientes y sus
interacciones farmacológicas con los medicamentos utilizados en nuestra clínica,
para evitar exacerbar algunos problemas orales potenciales.

Considerar además que, a pesar de que las recomendaciones en cuanto a los


cuidados orales para estos pacientes, suelen ser similares en general, a la que se
les entrega a todos los pacientes, como profesionales de la salud debemos ser
capaces de integrar conocimientos, recomendar al paciente y a su entorno social la
manera individual en que él pueda adecuarse de la mejor forma a su tratamiento.

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12. Fortier K, Shroff D, Reebye UN. Review: An overview and analysis of novel
oral anticoagulants and their dental implications. Gerodontology. 2018;00:1–9.
https://doi.org/10.1111/ger.12327
13. Alessandro L, Olmos LE, Bonamico L, Muzio DM, Ahumada MH, Russo MJ,
et al. Rehabilitación multidisciplinaria para pacientes adultos con accidente
cerebrovascular. Medicina (B Aires) [Internet]. 2020 [citado el 12 de
noviembre de 2022];80(1):54–68. Disponible en:
http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0025-7680202000
0100008

Anexos
A continuación dejamos a su disposición el siguiente video el cual consideramos
que es una forma innovadora y fácil de recordar cuales son los síntomas de un ACV.
Síntomas Ataque Cerebral

19
.

20
NEUMONÍA POR ASPIRACIÓN Y SU RELACIÓN CON LA SALUD ORAL

Docente: Dra. Camila Huerta


Geriatría 2022
Integrantes:
- Carla Abarca
- Sebastián Barrientos
- Helen Booth
- Dario Cortés
- Gabriel Cortés
- Estefanía Cortés
- Miguel Cuevas
- Cristóbal Elizondo
- Tamara Garay
- Dayana Hernández
- Loreto Jansson
- Felipe Maturana
- Flavio Páez
- Darcy Pastén
- Belén Peralta
- Pamela Ríos
- Gabriela Sepúlveda
ÍNDICE

I. Introducción ………………………………………………………………………… 3
II. ¿Qué es la neumonía por aspiración? .............…………………………….. 4 - 6
III. Prevalencia en la población mayor ……………………………………..…….6 - 8
IV. Relación de la neumonía por aspiración y la deglución
➢ Fisiología de la deglución ……………………………..…………………..….. 8 - 9
➢ Mecanismo de protección de la vía aérea ……………………………...….. 9 -10
➢ Patología de la deglución ……………………………………………….…..10 - 11
➢ Enfermedades que cursan con alteraciones en la deglución
- Enfermedades neurológicas ……………………………………….. 11 - 12
- Enfermedades del esófago ………………………………………… 12- 13
- Tratamiento ………………………………………………..………… 13 - 14
V. Importancia en mantener buena higiene oral en pacientes con riesgo de
neumonía por aspiración………………………………………………...…. 14 - 15
➢ Técnica de cepillado asistido 16 - 17
VI. Conclusión………………………………………………………………………….18
VII. Bibliografía……………………………………………………………….……19 - 20

INTRODUCCIÓN

2
La neumonía por aspiración se caracteriza por la microaspiración, cuya prevalencia
se relaciona a personas mayores y pacientes con problemas neurodegenerativos, y
factores de riesgo como: la edad y la mala higiene oral que desencadena la
colonización bacteriana a nivel orofaríngeo.

Es importante mencionar que cuando el paciente presenta comorbilidades el riesgo


de complicaciones respiratorias aumenta. El diagnóstico de la neumonía por
aspiración, se basa en la historia clínica del paciente acompañado de hallazgos
radiográficos, a ello le sumamos un conteo elevado de células blancas periféricas
principalmente.

La incidencia y letalidad de la neumonía comunitaria se eleva a edades extremas de


la vida, es decir, menores a un año y mayores de 65 años, donde estos últimos al
presentar una menor capacidad funcional y peor estado nutricional, agregando un
índice de Fine de neumonía más alto, la disfunción orofaríngea resulta con
frecuencia en personas mayores y se establece como un factor de gravedad en
mayores de 70 años.

En términos de cifras, el 50% de los decesos por enfermedades respiratorias en el


adulto son atribuibles a la neumonía, específicamente en Chile es la principal causa
de muerte en la población mayor a 80 años. Es de suma importancia mencionar que
al analizar estudios donde se comparaba la incidencia de esta patología en
habitantes de una comunidad versus pacientes residentes en establecimientos de
larga estadía (ELEAM), estos últimos presentan una mayor prevalencia.

Ahora bien, la alteración del proceso de deglución, el cual requiere una serie de
contracciones musculares, da lugar a la aspiración, en simples rasgos desencadena
diversas situaciones clínicas que se caracterizan por la inhalación de contenido
orofaríngeo o gástrico en el interior de la laringe o árbol bronquial.

3
En base a lo anterior es de gran utilidad ahondar en la fisiología de la deglución y
sus 4 fases: oral preparatoria, bucal, faríngea y esofágica, así como también
conocer los mecanismos de protección de la vía aérea. Las alteraciones de la
deglución van a traer consigo la aparición de fenómenos de aspiración con paso de
material alimenticio a la vía aérea y enfermedades neuromusculares.

Al momento de establecer medidas que buscan mantener una buena higiene oral en
pacientes que presentan riesgo de neumonía por aspiración, se acentúan los
cuidados bucodentales que incluyen, por ejemplo, uso de enjuague bucal y gel
antiséptico, esponja o cepillo para higienizar dientes y encía, entre otras medidas;
además de implementar la técnica de cepillado asistido para aquellos pacientes
dependientes de un cuidador.

En la población de personas mayores se debe verificar que la prótesis dental esté


correctamente posicionada, enseñar, informar y educar sobre los cuidados orales
básicos al paciente y su cuidador.

Marco Teórico: ¿Qué es la neumonía por aspiración?

Las categorías convencionales para describir la neumonía, se separan en dos


grupos: neumonía adquirida en la comunidad y la neumonía adquirida en el ámbito
intrahospitalario; la neumonía por aspiración es un concepto más bien
fisiopatológico, por lo cual, se puede incluir en ambas categorías mencionadas
anteriormente. (4)

La neumonía por aspiración hace referencia a las consecuencias pulmonares


ocasionadas por la entrada anormal de líquido, sustancias exógenas en partículas o
secreciones endógenas en las vías respiratorias inferiores y, la microaspiración es
una característica esencial. La neumonía por aspiración suele darse en personas
mayores y pacientes con problemas neurodegenerativos, siendo la edad y la mala
higiene oral factores de riesgo para la colonización bacteriana orofaríngea.

4
Los microorganismos de la cavidad oral, pueden comprometer los pulmones de las
personas mayores, generando graves daños en la salud especialmente a los que se
encuentran en estado de fragilidad. Cuando un paciente presenta otras
comorbilidades, como por ejemplo, accidente cerebrovascular, disfagia, reflujo
gastroesofágico; el riesgo de complicaciones respiratorias aumenta.

Los principales microorganismos aislados en las neumonías aspirativas adquiridas


en la comunidad son el Streptococcus pneumoniae, Staphylococcus aureus,
Haemophilus influenzae y se agregan los bacilos gramnegativos en las neumonías
nosocomiales. El S. pneumoniae, continúa siendo uno de los principales agentes
patógenos en el grupo de pacientes de edad avanzada y en los portadores de
condiciones clínicas asociadas a déficit inmunitarios que requieren hospitalización.
Esta bacteria es responsable de un número considerable de fallecimientos en
nuestro país tal como en el resto del mundo.(1)

Los síndromes clínicos con mayor frecuencia y mejor estudiados son neumonitis
química, infección bacteriana y obstrucción de las vías respiratorias. La
sintomatología abarca un amplio rango que va desde la ausencia de síntomas hasta
la insuficiencia respiratoria, además no existe una definición universal, un sistema
de calificación de riesgo o un conjunto de criterios diagnósticos específicos.

Para diagnosticar la neumonía por aspiración, se necesita confirmación del hallazgo


de inflamación pulmonar, aparente aspiración y disfagia. El diagnóstico se basa en
un historial clínico, con características clínicas de neumonía típica o atípica,
apoyada en hallazgos compatibles en la radiografía de tórax u otros estudios de
imagen, además de un conteo elevado de células blancas periféricas (≥10,000/μL).
(4)

5
(4)

El tratamiento se basa en medidas de soporte al paciente ,aspiración de contenido


gástrico y restos en vía aérea. También se puede complementar con antibióticos en
caso de coincidir con clínica bacteriana, siempre individualizando el origen de la
infección ya sea comunitaria o nosocomial y guiados por resultados de muestras
microbiológicas.(8)

Prevalencia en la población mayor de neumonía aspirativa

Las enfermedades respiratorias constituyen la tercera causa de muerte de la


población chilena. El 50% de los decesos por enfermedades respiratorias en el
adulto son atribuibles a la neumonía, siendo en Chile la principal causa de muerte
por enfermedades infecciosas y la primera causa específica de muerte en la
población mayor de 80 años. (3)

La incidencia anual de neumonía adquirida en la comunidad en el adulto fluctúa


entre 1,07 y 1,2 casos por cada 1.000 personas-año o 1,5-1,7 casos por cada 1.000

6
habitantes, elevándose en la persona mayor de 65 años a 12,7-15,3 casos por cada
1.000 personas-año. (3)

El estudio de Carga Global de Enfermedad de 2010 reportó que las infecciones del
tracto respiratorio inferior, incluyendo la neumonía, constituyen la cuarta causa de
muerte en el mundo y son la segunda causa determinante de años de vida potencial
perdidos de la población. (3)

La incidencia y letalidad de la neumonía comunitaria se elevan en las edades


extremas de la vida, menores de un año y mayores de 65 años, especialmente
durante otoño e invierno asociado a las infecciones respiratorias virales. Se estima
que sobre el 80% de los decesos acontecen en personas mayores de 65 años con
enfermedades cardiovasculares, metabólicas, respiratorias, neurológicas o renales
crónicas. (3)

Un estudio realizado en personas ≥ 75 años, determinó que la incidencia registrada


es de 3 a 5 veces mayor que en la población general. Además, las personas
mayores frágiles que viven en residencia de larga estadía, tienen más
discapacidades funcionales y enfermedades y, en consecuencia, tienen un mayor
riesgo de desarrollar neumonía por aspiración que las personas mayores que viven
en la comunidad. (2)

En un amplio estudio prospectivo basado en la población, 1946 adultos ingresados


en un hospital con neumonía fueron estratificados según su residencia como
habitantes de la comunidad o residentes en residencias de larga estadía. En el
grupo de pacientes habitantes en la comunidad, 155 de 1499 (10%) fueron
diagnosticados de neumonía por aspiración. Por el contrario, 134 de 447 (30%)
pacientes de residencias de larga estadía fueron diagnosticados de neumonía por
aspiración. (2)

En un estudio consecutivo de pacientes mayores de 70 años hospitalizados por


neumonía en una unidad geriátrica, el 55% de ellos presentaba signos clínicos de
disfagia orofaríngea. Este estudio se concentraba en los de edad más avanzada, y

7
ellos poseían comparativamente una menor capacidad funcional, mostraban peor
estado nutricional y poseían un Índice de Fine de severidad de la neumonía más
alta. Su mortalidad era significativamente más elevada a los 30 días y al año de
seguimiento después de ocurrida la neumonía. Así, la disfunción orofaríngea es muy
frecuente en personas mayores y es un factor de gravedad en la neumonía de este
grupo etario. (1)

Relación de la neumonía por aspiración y la deglución

La deglución requiere una serie de contracciones musculares interdependientes


cuyo objetivo es el transporte del bolo alimenticio desde la cavidad bucal hasta el
estómago. En este proceso la vía aérea superior juega un papel primordial
permitiendo el flujo de aire hacia los pulmones e impidiendo el paso de material
líquido y sólido a las vías aéreas inferiores. La alteración del proceso de la deglución
da lugar a la presencia de aspiración, que envuelve un espectro variado de
situaciones clínicas caracterizadas por la inhalación de contenido orofaríngeo o
gástrico en el interior de la laringe y del árbol bronquial. (5)

Fisiología de la deglución

La deglución es un proceso controlado neurogénicamente que requiere la


integración de información sensitiva con un control cognitivo y motor. Consta de 4
fases:

- Fase oral preparatoria: La comida es manipulada y masticada en la boca


gracias a la acción de movimientos cíclicos de rotación lateral de la
musculatura labial y mandibular; una vez masticada se forma el bolo
alimenticio que es desplazado anterolateralmente por la lengua contra el
paladar.
- Fase bucal: Mediada por los pares craneales VII y XII permite el paso del
bolo hacia la faringe gracias a movimientos de la lengua en sentido
anteroposterior. El paladar blando es elevado y retraído evitando el paso de
material alimenticio hacia la cavidad nasal, el cierre de las cuerdas vocales
verdaderas y falsas y de los repliegues aritenopiglóticos desplazando la

8
epiglotis hacia la hipofaringe evitan el paso hacia la vía aérea. La laringe es
elevada relajándose el músculo cricofaríngeo, considerado como el esfínter
esofágico superior. Todas estas acciones permiten el desplazamiento del bolo
a través de la faringe.
- Fase faríngea: favorecido por la contracción del músculo constrictor de la
faringe que disminuirá la existencia de residuo faríngeo. La zona de la faringe
presenta múltiples receptores sensoriales cuya información es transmitida a
través del VII par craneal; los impulsos motores son medidos por los pares IX
y X. Una vez atravesada la faringe pasa a la fase esofágica.
- Fase esofágica: el bolo será transportado hacia el estómago a través del
esófago gracias a sus movimientos peristálticos. (5)

Mecanismo de protección de la vía aérea

La deglución es un proceso coordinado con la ventilación, con el fin de que el bolo


alimenticio no sea introducido en el tracto respiratorio inferior. En condiciones
normales y en personas sanas la deglución se acompaña de una pausa de apnea
que dura entre 0.6 y 2 segundos, e interrumpe la espiración que es completada una
vez deglutido el bolo, esta secuencia deglución-espiración permite proteger la vía
aérea durante la deglución y elimina los residuos alimenticios de los recesos
faríngeos antes de iniciar la siguiente inspiración pudiendo jugar un papel en la
prevención de las aspiraciones recurrentes de bajo grado. Si la deglución es
producida durante la inspiración, ésta será interrumpida y tras el paso del bolo se
producirá una espiración corta seguida de varios ciclos respiratorios con un volumen
de corriente mayor.

La deglución desencadena un reflejo de cierre de la glotis cuya función será la de


actuar como válvula de protección contra la aspiración de materiales extraños en el
interior de la vía aérea. Junto a la aducción de las cuerdas vocales verdaderas y
falsas se produce una aproximación de los repliegues aritenoepiglóticos; así mismo
la aposición del músculo cricoaritenoides contra la base de la epiglotis inhibe el
contacto del bolo alimenticio con el vestíbulo laríngeo.

9
Si un material extraño alcanza la vía aérea se activa un arco reflejo medular
mediado por el nervio vago generando una maniobra de tos involuntaria con el
objetivo de expulsarlo del árbol traqueobronquial. La carina y la laringe son
extremadamente sensibles a la irritación mecánica y los bronquiolos terminales y
alvéolos a los estímulos corrosivos como el ácido clorhídrico del estómago. La
disminución de la eficacia de la tos se ha identificado como un factor de riesgo para
la aparición de fenómenos de aspiración. La tos es capaz de producir el
aclaramiento de la vía aérea gracias a los flujos generados durante la fase expulsiva
de la misma.

Un estudio chileno relaciona la patología de la deglución y las patologías


respiratorias en personas mayores de 50 años entre un 7-10%, que aumenta al
30-40% si son personas mayores en residencias de larga estadía. Las patologías
respiratorias y de deglución se involucran por sus complicaciones, ya que está
presente el riesgo de laringoespasmo, broncoespasmo, aspiración, neumonías y
muerte súbita.

En el caso de patologías neurológicas asociadas frecuentemente a alteraciones con


la deglución tenemos los ACV, parkinson, miastenia gravis, etc. Las miopatías son
un cuadro más complejo, ya que puede ser una distrofia muscular o una miopatía
inflamatoria, pero afectará a la deglución si se presenta en estructuras orofaciales
como la distrofia oculofaringea.

Los tumores tanto benignos o malignos que afectan la deglución, habitualmente se


localizan en la base del cráneo o en el tronco del encéfalo, causando compromiso
de los nervios craneales o de los núcleos del tronco.

Patología de la deglución:

Síntomas habituales de la patología de la deglución: disfonía, voz nasal, aseo


ineficiente de secreciones orofaríngeas, hipersalivación,sensación de masa
orofaríngea, alimentos retenidos en la faringe, intolerancia a líquidos o sólidos, baja
de peso, carraspeo, tos con la alimentación, crisis de espasmo laríngeo, crisis de
obstrucción bronquial, neumonías a repetición, muerte súbita.

10
La disfagia es la sensación de que los sólidos o líquidos no están siendo bien
deglutidos, pero también se la define como cualquier alteración en la deglución. Los
cambios en la fonación suelen sugerir alteración neuromuscular, así como la voz
nasal y la regurgitación a la rinofaringe indican una alteración en el paladar blando y
en los constrictores de la faringe. Cuando el paciente o sus familiares relatan
dificultad para deglutir líquidos se debe sospechar una disfagia neurogénica. La
causa principal de aspiración en los pacientes neurológicos es el retraso en iniciar la
fase faríngea o la disminución de la elevación laríngea.

La patología que compromete la fase oral es variada, patología simple como mala
dentición, disminución del flujo de saliva (S. de Sjögren), uso de algunos fármacos
(anticolinérgicos, antihistamínicos, antidepresivos), lesiones herpéticas, mucositis, o
bien patología compleja como los accidentes vasculares cerebrales o la enfermedad
de Alzheimer. La fase faríngea suele estar comprometida en la patología
esencialmente neurológica, como los ataques cerebrovasculares, la enfermedad de
Parkinson y la esclerosis lateral amiotrófica. Puede haber también patología local,
como los abscesos retrofaríngeos, los osteofitos cervicales y las complicaciones de
placas de fijación quirúrgica cervical. Es importante definir el inicio y la progresión de
los síntomas, así como un registro adecuado de los medicamentos.

El examen físico consiste en un examen completo de la cabeza y el cuello. Se debe


evaluar la condición de la dentición, la lengua, el paladar y la faringe, así como la
función de los nervios craneales. Con los dedos índice y medio sobre el cartílago
tiroides y el hueso hioides, se puede evaluar la movilidad vertical de la laringe y del
hueso hioides al deglutir. La auscultación cervical es simple y útil, consiste en
detectar la apnea pre deglución, el ruido de la fase faríngea y la espiración.

Enfermedades que cursan con alteración en la deglución

Enfermedades neurológicas

La patología neurológica afecta el componente sensoriomotor, comprometiendo las


fases oral y faríngea; la fase esofágica puede también estar comprometida, pero los
síntomas predominantes son orofaríngeos. Se puede manifestar como una
alteración neurológica conocida con síntomas típicos de disfunción orofaríngea,
incluyendo babeo, incapacidad para eliminar secreciones, regurgitación nasal,

11
dificultad para iniciar la deglución, tos con la alimentación, atoro o disfonía. En otros
casos puede haber signos sutiles de disfunción orofaríngea con compensación de la
alteración neurológica, de tal modo que los síntomas son silentes, presentando
atenuación de la tos, disminución de los reflejos laríngeos y aspiración crónica. La
disfunción orofaríngea puede presentarse también como primera manifestación de
la patología neurológica.

Las enfermedades neuromusculares pueden acompañarse de alteraciones


sensitivas o debilidad e incoordinación motora que alteren el funcionamiento de los
mecanismos de defensa de la vía aérea y del aparato digestivo. Las alteraciones de
la deglución en las enfermedades neuromusculares, se deben a una afectación de
la musculatura de inervación bulbar, hecho que va empeorar el pronóstico de estas
enfermedades.

Las aspiraciones que tienen lugar antes de la deglución, se deben a anomalías en la


fase oral o faríngea causadas por debilidad o movimientos anómalos de la lengua
que pueden desplazar prematuramente el bolo hacia la faringe, la que no se
encuentra aún preparada para transportarlo hacia el esófago.

Si las aspiraciones tienen lugar durante la deglución reflejarán una alteración de la


musculatura faríngea y laríngea, como dificultad para elevar el hioides o debilidad de
los músculos tirohioideo y palatofaríngeo, o fallo en el cierre de la glotis por paresia
o parálisis de las cuerdas vocales.

Los fenómenos de aspiración que tienen lugar después de la deglución, se deben a


alteraciones de la fase faríngea y esofágica; la debilidad del músculo constrictor de
la faringe dará lugar a la presencia de restos alimenticios en las valléculas o en los
senos piriformes, y los trastornos del esfínter esofágico superior impedirán el paso
del bolo al esófago.

Enfermedades del esófago

La patología más común del esófago es el reflujo gastroesofágico, con una


prevalencia en la población general del 25%. Los síntomas clásicos son la
regurgitación y la sensación de quemadura retroesternal, sin embargo, muchos

12
pacientes con esofagitis severa tienen reflujo silente; incluso en algunos el reflujo
alcanza la zona laringofaringea. En estos pacientes los síntomas están más
relacionados con la laringe, (dolor de garganta, carraspera, tos, espasmos laríngeos
y obstrucción bronquial).

Tratamiento

La rehabilitación o terapia de deglución es la base principal en el manejo de los


pacientes con alteraciones neurológicas; requiere que el paciente sea capaz de
comprender y seguir las instrucciones. El propósito es ingerir cantidades adecuadas
de comida de una manera simple, aplicando estrategias que emplean los
mecanismos habituales de compensación. Aquellos pacientes con períodos
prolongados sin deglución, deben reiniciarla con una higiene y una humidificación
bucal cuidadosa e iniciar la estimulación utilizando hielo sobre la lengua, pilares
amigdalianos, paladar blando y faringe; también se puede administrar sabores
ácidos como el limón. La realimentación se inicia con pequeñas cantidades de
papilla, evitando granos y alimentos secos. Es recomendable comenzar con praxias
linguales, que corresponden a movimientos linguales ágiles y coordinados, como el
adosamiento hacia el paladar, el arrastre hacia posterior, la elevación de la base y la
protrusión lingual. También se puede realizar movimiento de la musculatura
extralaringea, para flexibilizar el cuello y evitar la rigidez. En las primeras
degluciones el paciente debe realizar un cierre glótico sonoro para limpiar la glotis y
evitar la aspiración.

Los cambios posturales consisten en indicar al paciente que hiperextienda el cuello


y localice el bolo en la parte posterior de la orofaringe, para valerse de la gravedad y
facilitar el paso del bolo. Otra maniobra es flectar el cuello hacia delante y se utiliza
en pacientes neurológicos o con debilidad de la musculatura, permitiendo retardar la
contracción faríngea y controlar la elevación y el cierre laríngeo.

Las maniobras de deglución son de aplicación habitual en la rehabilitación. La


deglución forzada (semejante a una maniobra de Valsalva), puede ser útil para
compensar una retracción ineficiente de la lengua. El uso de degluciones múltiples y
en pequeñas cantidades, insistiendo en la presión y la rapidez, permite un mejor
aseo de la hipofaringe en aquellos pacientes que presentan residuos post deglución.

13
La asistencia durante la alimentación es de suma importancia, principalmente
cuando se trata de patología neurológica, donde la alimentación debe efectuarse en
los períodos de mayor alerta. Los tratamientos endoscópicos y quirúrgicos se
pueden usar como coadyuvantes o cuando el tratamiento médico y la rehabilitación
fallan. Los objetivos son asegurar la nutrición, proteger la vía aérea de la aspiración
y reducir la disfagia.

La aspiración puede ser tan severa como para requerir de procedimientos


quirúrgicos para proteger la vía aérea. Estos incluyen la traqueostomía, la
medialización de las cuerdas vocales y procedimientos más complejos como las
laringectomías, las diversiones laríngeas, las separaciones laringotraqueales y el
cierre laríngeo.

Importancia en mantener buena higiene oral en pacientes con riesgo de


neumonía por aspiración.

Antes de surgir el COVID-19, la Neumonía se consideraba la principal causa de


muerte por enfermedades infecciosas en la población chilena y la primera causa
específica de muerte en los mayores de 80 años, es por esto que una buena higiene
oral es sumamente importante en la prevención de la neumonía por aspiración.

Debemos considerar que uno de los principales factores de riesgos en las personas
mayores que se encuentran en residencia de larga estadía es la neumonía por
aspiración, es por esto que debemos disminuir todos los factores de riesgo de
enfermedades respiratorias mediante protocolos de higiene oral.
La neumonía por aspiración también está asociada a la ventilación mecánica, ya
que corren el riesgo de contraer la enfermedad ya mencionada, cuando la higiene
bucodental es deficiente, a causa de la colonización bacteriana del tracto
respiratorio.
La salud oral influye en nuestra salud general, sobre todo en pacientes con
enfermedades sistémicas e inmunodeprimidos. Los pacientes que se encuentran
con ventilación mecánica mantienen una apertura bucal constante, por lo que hay
una deshidratación, baja el flujo salival favoreciendo la flora patógena en la cavidad
oral, pudiendo ser encontradas bacterias orales en los pulmones de aquellos

14
pacientes con neumonía por aspiración. Por ello se debe considerar una buena
higiene oral tomando en consideración ciertos cuidados:
- Enjuague bucal (mínimo 1 vez al día)
- Gel antiséptico para las encías y los dientes.
- Una esponja suave o un cepillo de dientes.
- Herramientas para aspirar el exceso de líquido, pasta de diente u otros
desechos de la boca.
- Crema humectante y/o bálsamo labial (después del cuidado bucal).

En un estudio en Japón se tomaron dos grupos de personas mayores en residencia


de larga estadía. Luego, se realizó una comparación entre los que recibían y los que
no recibían medidas de higiene oral especiales. Concluyeron que de los pacientes
que contraen Neumonía, el 80 % de ellos fallecía, al contrario de los que sí recibían
cuidados orales, donde este porcentaje bajaba aproximadamente a la mitad.(6)

Estudios evaluaron microbiología de pacientes con neumonía por aspiración. Se


utilizaron muestras transtraqueales evaluadas al final del curso de la enfermedad,
donde se aislaron altas tasas de F. nucleatum, Bacteroides spp. Técnicas invasivas
como broncoscopia recuperaron microorganismos gram negativos como Escherichia
coli, K. pneumoniae y P. aeruginosa, los microorganismos gram positivos más
comunes fueron S. aureus y S. pneumoniae, estos resultados están limitados por
escasa sensibilidad y especificidad de los aislamientos respiratorios y la
administración de antibióticos en algunos estudios. La neumonía por aspiración
adquirida en el hospital y en residencias de larga estadía incluye S. aureus o
bacilos gram negativos como P. aeruginosa que pueden colonizar la cavidad oral o
catéteres de pacientes hospitalizados. (8)

Enseñar a paciente y cuidadores:


- La higiene bucal correcta y la revisión por odontólogo, por lo menos una vez
al año. Eliminar con abundante agua la pasta dental para evitar el efecto de
sequedad en las mucosas orales.
- Limpiar, proteger y guardar el cepillo dental después de cada uso,
especialmente en los pacientes con problemas inmunológicos, ya que son

15
fuente potencial de contaminación.
- Limpiar la prótesis dental con un cepillo de prótesis y jabón de glicerina
después de cada comida, incluyendo las encías y lengua con pasta dental.
- Limpiar el recipiente de almacenamiento de la prótesis dental para evitar el
crecimiento de microorganismos.(7)

Técnica de Cepillado Asistido

- Se recomienda lubricar los labios con bálsamo labial antes del cepillado, ya
que los pacientes mayores suelen tener labios deshidratados (agrietados), los
cuales, al momento de realizar el cepillado, pueden herirse y sangrar.
- Si el paciente no puede mantener la boca abierta por el tiempo que dura el
cepillado, puede utilizarse un baja lengua envuelto en gasa estéril, con el fin
de permitir un cepillado dental eficiente.
- Para realizar el cepillado de dientes en personas dependientes, el cuidador
puede ubicarse frente a la persona mayor, o bien, posicionándose por detrás,
apoyando la cabeza del paciente en el brazo del operador y con la otra mano
se manipula el cepillo dental con movimientos circulares, procurando una
higiene oral eficiente.
- En personas mayores dentadas, el cepillo debe tener un cabezal pequeño o
puede utilizar cepillos eléctricos. El uso de gasa elimina los residuos orales y
permite higienizar la mucosa en pacientes desdentados totales. La presencia
de una lengua saburral (colonia de bacterias presentes en la cara dorsal de la
lengua) es un indicador de riesgo para neumonía por aspiración. Por lo que,
la higiene oral debe ser rigurosa tanto en pacientes dentados como en
aquellos desdentados.
- La gasa puede utilizarse enrollándose en el dedo enguantado de la persona
que asiste en la higienización de la persona mayor. Para pacientes que
suelen morder, es recomendable mantener la boca abierta con un baja
lenguas envuelto para permitir la eliminación de residuos.
- Es importante incluir todas las superficies: dientes, lengua y paladar. Sin
olvidar la higiene interproximal, que se logra con mayor facilidad cuando
existe el espacio suficiente con cepillos interproximales o bien con hilo dental

16
- El cepillado debe realizarse por un tiempo mínimo 1 minuto, después de
cada comida. (6)

Consideraciones:
- Verificar que la prótesis dental esté correctamente colocada, debido a que las
prótesis mal colocadas predisponen a la aspiración al interferir con la
masticación y la deglución.
- Fomentar la higiene bucal 3 veces al día en pacientes con alimentación por
sonda o en ayuno en pacientes inconscientes, o con estomas laríngeos,
realizar el cepillado con un sistema de succión, conectado a una línea de
vacío, que permita la eliminación de secreciones y limpieza y encías. (7)

17
CONCLUSIÓN

La neumonía por aspiración corresponde a las consecuencias pulmonares


ocasionadas por la entrada anormal de líquido, sustancias exógenas en partículas o
secreciones endógenas en las vías respiratorias inferiores.

Chile es un país que se encuentra cada vez más envejecido, el grupo mayor de 65
años ha llegado a constituir el 11,4% según el CENSO 2017, esto implica que los
sistemas de salud tienen que adaptarse a esta condición, en un contexto donde las
enfermedades respiratorias constituyen la tercera causa de muerte de la población
chilena y la neumonía es la primera causa específica de muerte en la población
mayor de 80 años.

Es importante generar un enfoque preventivo en relación al cuidado oral, en el cual


es indispensable realizar una higiene eficiente y eficaz, ya que esto permite prevenir
la migración de bacterias de la cavidad oral a las vías aéreas inferiores, evitando así
esta patología.

Es deber del odontólogo educar y enseñar a las personas mayores sobre la


importancia del cepillado dental como también el cepillado protésico con el fin de
concientizar sobre las posibles consecuencias tanto en la cavidad oral como a nivel
sistémico y así contribuir a una buena calidad de vida y bienestar de la persona
mayor. Un examen oportuno es esencial para detectar alteraciones y asi disminuir
los factores de riesgo asociado a la neumonía por aspiración.

18
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20
Síndrome de fragilidad y
salud oral

Mariana Cerpa, Diego Díaz, José Gutiérrez, Diego Lemus, Javiera Meriño, Matías
Morales, Isidora Palacios,Nicolas Ramos, Katherine Robledo, Valentina Rojo, Johan
Sánchez, Segi Ulloa, Constanza Vergara, Matias Victoriano, Mauricio Villegas.

Odontogeriatría

2022
Índice

Introducción…………………………………………………..……………..…….……..3

Marco teórico……………………………………………………………...….….………4

Instrumentos para clasificar la fragilidad………………………………………….…..5

Fenotipo de fragilidad de Linda Fried…………………………………….……. 5

Índice de fragilidad de Rockwood y Mitnitsky……………………………….….6

Modelo físico……………………………………………………………………….6

Modelo acumulativo de déficits o multidimensional……………………………6

Escala de fragilidad de EDMONTON……………………………………………9

¿Cómo interfiere la fragilidad en el control de la salud oral? Y viceversa…...….10

Conclusión………………………………………………………………………………12

Bibliografia………………………………………………………………………………14

Anexos…………………………………………………………………………………….17
Introducción

Durante los últimos años ha existido un cambio en la pirámide poblacional


aumentando el envejecimiento de la población debido que la natalidad se desploma
y la mortalidad se reduce por una mayor esperanza de vida, por este motivo es de
suma importancia el área de geriatría donde su principal objetivo es poder mantener
la autonomía e independencia a medida que el individuo envejece, tomando en
cuenta la gran heterogeneidad que presenta este grupo etario. Sin embargo se
puede evidenciar que existen diferentes problemáticas que afectan este transcurso
ideal que se desea, dentro de los cuales podemos mencionar la fragilidad.

El término fragilidad en un inicio fue utilizado como un término común de


discapacidad, sin embargo, se ha propuesto que puede ser un precursor fisiológico
y un factor etiológico de discapacidad en personas mayores y predictor de
limitaciones funcionales en la población que aumenta el riesgo de desenlaces
negativos. También podemos decir que este término ha tenido múltiples
definiciones, una de las más recientes es la propuesta por la Sociedad Americana
de Geriatría que los define como “Un estado de mayor vulnerabilidad a los factores
de estrés debido a la disminución relacionada con la edad en la reserva fisiológica a
través de los sistemas neuromuscular, metabólico e inmunológico”.(1) Basándonos
en lo más actual, la fragilidad se ha definido como un síndrome geriatrico
multidimensional que se caracteriza por existir una disminución de la reserva y
resistencia disminuida a los factores estresantes. En palabras simples por lo tanto
podemos decir que la fragilidad es una condición que se asocia a resultados
adversos para la salud, por lo que su detección oportuna en personas mayores es
relevante ya que permite realizar un plan de intervención individualizado y acorde a
las necesidades de estos pacientes.

En el siguiente documento se profundizará acerca de lo que es la fragilidad como


tal, los diferentes instrumentos que existen actualmente para poder clasificarla y
como es que puede llegar a interferir en el control de salud oral.
Marco teórico

¿Qué es la fragilidad?

La fragilidad en principio fue utilizada como un término común de discapacidad, sin


embargo, más que ser sinónimo, se ha propuesto que puede ser un precursor
fisiológico y un factor etiológico de discapacidad en personas mayores.

Se puede definir como un estado fisiológico donde existe mayor vulnerabilidad a


factores externos de estrés, resultando en una desregulación y/o disminución de la
fisiología del paciente.

Esta disminución fisiológica, asociada a enfermedad o a la edad y de carácter


acumulativa, es un gran predictor de riesgo de caídas, declive funcional,
discapacidad, dependencia, institucionalización e incluso la muerte.

La fragilidad es el paso previo a la discapacidad. La importancia de este concepto


se centra en que en ocasiones este estado es susceptible de intervención. Y es que
, interviniendo en lo que es modificable o prevenible en las personas mayores y
frágiles, disminuimos o retrasamos la situación de discapacidad.

Las actividades instrumentales de la vida diaria son las que primero se ven
afectadas. La necesidad de ayuda para estas actividades, es un indicador temprano
de deterioro funcional, con implicaciones importantes para la calidad de vida de los
individuos, y además ha demostrado solaparse con la presencia de fragilidad.(2)

Algunos autores definieron el concepto de fragilidad de distintas maneras, entre


ellos podemos encontrar:

Woodhouse et al. propusieron como definición de personas frágiles aquellas de 65


años o más, que dependen de otros para las actividades de la vida diaria y se
encuentran a menudo bajo el cuidado institucional.

Por otra parte, Gillick define a las personas frágiles como individuos “viejos
debilitados” que no pueden sobrevivir sin ayuda sustancial de los demás,
enfatizando las consecuencias sociales de la fragilidad.
Hougaard la define como un modelo de efectos aleatorios para las variables de
tiempo, donde el efecto aleatorio –fragilidad– tiene un efecto multiplicativo en el
riesgo.

Finalmente Brown et al. Definieron a la fragilidad como estado que ocurre cuando
hay disminución de la capacidad para llevar a cabo las actividades prácticas y
sociales importantes de la vida diaria.(3)

Instrumentos para clasificar la fragilidad

Existen diversas escalas e índices para realizar el diagnóstico de fragilidad, dentro


de ellas encontramos el fenotipo de fragilidad de Linda Fried y el índice de fragilidad
de Rockwood y Mitnitsky. (16)

Fenotipo de fragilidad de Linda Fried: describió un fenotipo clínico de fragilidad


que comprendía criterios como pérdida intencional de peso de al menos el 5% en el
último año, cansancio, baja actividad física, lenta velocidad de la marcha y debilidad
muscular, en donde un sujeto se consideraba frágil si cumplía con tres o más
criterios, pre frágil si cumplía con uno o dos, y no frágil si no cumplía con ninguno de
ellos. Lo que permitió este estudio fue demostrar que algunos adultos mayores
pueden ser frágiles y no tener discapacidad ni comorbilidad, dando lugar a que la
fragilidad permite la evaluación de una dimensión que va más allá de lo que es
medido apenas por el análisis de comorbilidades y capacidades funcionales. (16)

Índice de fragilidad de Rockwood y Mitnitsky: va en base a la acumulación de


déficits a diferentes niveles, incluyendo 70 ítems que corresponden a enfermedades,
condiciones de salud, síndromes geriátricos o medidas de discapacidad. (16)

En nuestro país, las herramientas que se utilizan en atención primaria se basan en


realizar un screening sobre la base de factores de riesgo, considerando a adultos
mayores frágiles a aquellos que posean uno o más de los siguientes criterios (13):

● Edad avanzada (mayor de 75 años).


● Hospitalización reciente.
● Caídas de repetición, alteración de la movilidad y equilibrio.
● Debilidad muscular y escaso ejercicio.
● Comorbilidad, fundamentalmente si existe enfermedad osteoarticular,
sensorial, cardiovascular y mental.
● Deficiente soporte o condicionantes sociales adversos.
● Polifarmacia.

Existen además 2 modelos de referencia que son los más citados:

● El modelo físico: es la herramienta más citada para detectar la fragilidad, ya


que se basa en el fenotipo de Fried, que evalúa de forma objetiva la pérdida
de peso, la debilidad muscular, la baja resistencia o agotamiento, la lentitud
de la marcha y el nivel de actividad física bajo. Requiere de la participación
del paciente y un equipo especializado para medir la fuerza de agarre
(dinamómetro) y la velocidad al caminar. Considera como frágil al sujeto si
este cumple con 3 o más criterios. Su factibilidad de aplicación sistemática es
menor en comparación a otras herramientas. (4)
● El modelo acumulativo de déficits o multidimensional (índice de
fragilidad): se basa en déficits en aspectos clínico-físicos, funcionales,
mentales y sociales. Requiere responder 20 o más preguntas médicas y
relacionadas con funciones, en donde mayor sea el número de déficits,
mayor es la puntuación de fragilidad. Esta herramienta no se puede utilizar
con fines de detección porque se basa en los resultados de una evaluación
geriátrica integral por lo que se aplicaría en una etapa posterior. (4)

También existen herramientas más rápidas como la escala FRAIL, la cual es


derivada del fenotipo de fragilidad, pero que incluye una variable de complejidad
clínica, es decir la multimorbilidad, y supera una de las limitaciones del modelo
propuesto por Fried, que es su viabilidad en la atención ambulatoria diaria. Se
clasificará como frágil a aquellos individuos con 3 o más respuestas positivas, como
predispuestos a fragilidad si presentan 1 o 2 respuestas positivas, y robustos a
aquellos sin respuestas positivas a las siguientes preguntas (13):

● Fatiga: ¿Está cansado?


● Resistencia: ¿No puede subir un piso de las escaleras?
● (Ambulation) Deambulación: ¿No puede caminar una cuadra?
● (Illnesses) Enfermedades: ¿Tiene más de 5 enfermedades?
● (Loss of weight) Pérdida de peso: ¿Ha perdido más del 5% de su peso en los
últimos 6 meses?

Otra herramienta recomendada es el cuestionario de Lawton-Brody que evalúa


las actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD). Consta de 8 ítems cuya
puntuación va de 0 correspondiendo a la máxima dependencia, hasta 8
correspondiendo a la independencia total. Existen factores que influyen en las
respuestas de su aplicación como los hábitos de vida, culturales, nivel de educación
y entorno, por ejemplo, en pacientes varones hay algunas actividades que no son
habitualmente realizadas por ellos, por lo que la aplicación en estos casos está
limitada a la evaluación de solo 5 actividades y la puntuación sería de 0 a 5.

La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria recomienda las


pruebas de ejecución, “levántese y ande” (test timed up and go o TUG), la
velocidad de la marcha y la Short Physical Performance Battery (SPPB) para la
detección inicial de fragilidad física. Estas pruebas tienen una buena concordancia
con otros métodos, son sencillas y son factibles de implementar en Atención
Primaria, el Ministerio de Salud de Chile indica que las pruebas más empleadas son
el TUG y el de velocidad de marcha. (13)

● Timed up and go (TUG): se le solicita al paciente que se levante de una silla


con reposabrazos, camine 3 metros, gire sobre sí mismo, camine 3 metros
(dirección contraria a la inicial después de girar) y vuelva a sentarse en la
silla. Se debe cronometrar el tiempo. El corte diagnóstico para fragilidad es
de > 10 segundos.
● Velocidad de la marcha: se le solicita al paciente que camine 5 metros a un
ritmo normal, se debe cronometrar el tiempo y calcular en metros por
segundo (m/s). El corte diagnóstico para fragilidad es de < 1m/s. Una
velocidad menor a 1 m/s es sugerente de fragilidad y si es menor a 0,8 m/s
francamente de alto riesgo de caídas y dependencia.
● Short Physical Performance Battery (SPPB): consiste en la realizar 3
pruebas, en el siguiente orden: 1) Equilibrio en 3 posiciones: pies juntos,
semi-tándem y tándem, 2) Velocidad de la marcha sobre 2 o 4 metros, y 3)
Levantarse y sentarse en una silla 5 veces. Es importante destacar que se
debe respetar la secuencia de las pruebas para su correcta ejecución. La
puntuación total del SiPPB es el resultado de la suma de los 3 subtest y
oscila entre 0 y 12, considerándose frágil cuando la puntuación sea ≤ 10
puntos.

Otro indicador de fragilidad física que resulta fácil de realizar y pesquisar en


atención primaria en Chile es el de Fuerza de agarre o prensión (Hand grip) que
también es un marcador independiente de discapacidad y morbimortalidad. En Chile
los valores de corte son 17 Kg/m2 en mujeres y 22 Kg/m2 en hombres.(6)

También es utilizado el cuestionario EFAM (Evaluación Funcional del Adulto


Mayor) (5), el cual tiene dos partes. La parte A permite detectar si el adulto es
funcionalmente sano o dependiente; si resulta dependiente no se aplica la parte B y
va a una línea de intervención.

● Parte A: Las preguntas se orientan a determinar si es el paciente es capaz


de manejar su propio dinero, bañarse o ducharse, tomar sus medicamentos,
preparar la comida y de hacer las tareas de la casa; además se efectúa el
test minimental corto y se determinan los años de escolaridad. La motricidad
fina se evalúa solicitando al paciente que recoja un objeto del suelo, se ponga
en cuclillas y se levante de nuevo. En esta evaluación se considera también
otro tipo de parámetros como la salud psicosocial con preguntas como ¿lee
diarios, libros o revistas?, en el último mes ¿se ha sentido deprimido? Y en el
último mes ¿se ha sentido nervioso o angustiado? Otras preguntas son:
¿puede bañarse o ducharse? Si es incapaz, se le asigna 0 puntos. Si en esta
parte del cuestionario se obtiene menos de 42 puntos, el individuo se
cataloga como dependiente y no pasa a la parte B, que es la que discrimina
entre los con riesgo y los sin riesgo, dentro del grupo funcionalmente sano.
● Parte B: Se consigna si tiene la presión arterial normal; si no hay
antecedentes de hipertensión, se otorgan 13 puntos; en cambio, si presenta
presión arterial elevada, con diagnóstico previo, tratada, con o sin control,
tiene 0 punto, por el riesgo que significa creer que está bien, sin estarlo. Si
logra menos de 45 puntos, se considera que la persona está en riesgo; si
tiene más de 45, se considera sin riesgo.
Escala de fragilidad de EDMONTON

Tiene en cuenta 10 dominios y su puntuación máxima es 17 (17)

Se prueban dos dominios utilizando elementos basados ​en el rendimiento: la prueba


del reloj para el deterioro cognitivo y el ‘Timed Get Up and Go’ para el equilibrio y la
movilidad. Los otros dominios son el estado de ánimo, la independencia funcional, el
uso de medicamentos, el apoyo social, la nutrición, las actitudes hacia la salud, la
continencia, la carga de la enfermedad médica y la calidad de vida (18)

Estos se realizan mediante preguntas o acciones que el adulto mayor tiene que
responder realizar , estas se puntúan de 0-2 puntos (en algunos casos son 0-1), y
finalizada la prueba se suma el puntaje de 0 a 17, siendo este último el mayor grado
de fragilidad

Tabla de escala de fragilidad (véase en anexo n°1)

¿Cómo interfiere la fragilidad en el control de la salud oral? Y viceversa

La salud oral forma parte integral de la salud general, y ambas, al contrario de lo


que se piensa usualmente, tienen una conexión estrecha y se relacionan de manera
compleja, en especial en las personas mayores (PM). Las diversas patologías
bucodentales no tratadas a tiempo pueden tener consecuencias biológicas que se
manifiestan en problemas de salud como son los cambios en la dieta, el peso y la
función física, además de afectar la satisfacción y calidad de vida de las PM, por lo
que los problemas de salud oral pueden vincularse a la fragilidad (8).

Las personas mayores presentan diversas condiciones médicas, discapacidades


físicas y/o deterioro cognitivo lo que puede llevar a un cierto grado de dependencia y
fragilidad, afectando a actividades de la vida diaria como la higiene dental,
asistencia a servicios médicos y sociales, a esto se le suma una limitación de
recursos financieros con realidades económicas complicadas, debido a precarias
jubilaciones y una escasa cobertura por parte del Estado a programas odontológicos
para personas mayores. Esta vulnerabilidad hace que miembros de la familia,
cuidadores u otros deban hacerse cargo de los cuidados orales de estas personas,
sin embargo aún existe falta de concienciación sobre la importancia de la salud
dental que hace que las visitas al dentista sean irregulares o inexistentes, por lo
tanto la salud oral también se ve afectada por la fragilidad. El uso de
medicamentos, las enfermedades sistémicas y una condición física y cognitiva
disminuida, favorecen que las personas frágiles sean más vulnerables al impacto de
los trastornos y como consecuencia se complica el manejo de la fragilidad (3).

Dentro de los distintas patologías que pueden repercutir a nivel bucal en las PM se
encuentran frecuentemente, la pérdida de dientes, enfermedad periodontal y
enfermedad de caries, prótesis dentales mal ajustadas o no funcionales, que afectan
al momento de hablar, la apariencia física y la vida social, con frecuencia producen
dolor y favorecen la depresión, enfermedad muy prevalente en las personas
mayores.

En cuanto a la pérdida dentaria, afecta significativamente la apreciación estética del


rostro, disminuyendo la autoestima de las personas mayores y perdiendo uno de los
gestos más importantes, la sonrisa, una autopercepción de la imagen corporal
negativa puede impactar en la capacidad y el deseo de socializar, esto, a su vez,
aumenta el riesgo de padecer problemas de salud mental como la ansiedad y la
depresión. La pérdida dentaria impacta también para mantener una dieta saludable
rica en frutas, verduras y proteínas, y un estado nutricional satisfactorio, ya que la
función bucal está determinada por el número y distribución de sus dientes
naturales, disminuyendo de esta forma la capacidad de trituración de los alimentos,
también influye la calidad y cantidad de saliva presente, y a menudo en esta etapa
de la vida existe boca seca o xerostomía, muchas veces consecuencia de la
polifarmacia, como efecto secundario del uso de antidepresivos, medicamentos
antihipertensivos, entre otros. La boca seca afecta la calidad de vida relacionada
con la salud oral, hay mayor tendencia a formación de heridas y úlceras, problemas
con el asentamiento de la prótesis dental, incluso disfagia en casos más severos,
esto claramente tiene repercusión en las funciones de alimentación y deglución, por
tanto es posible que esto, además de la pérdida de dientes tenga influencia sobre el
estado nutricional de las personas mayores, agravando su fragilidad. (19)
Existe evidencia de la relación entre la demencia y la masticación, ya que esta
estimula el flujo sanguíneo de la arteria carótida interna, aumentando la oxigenación
y la perfusión del cerebro, así aumenta también el flujo de las áreas somatosensorial
y motora, además de otra serie de estructuras cerebrales implicadas en procesos de
memoria a largo y corto plazo (20). Así, diversos estudios muestran que una menor
capacidad masticatoria se asocia a una menor función cognitiva y que la pérdida de
dientes y un período prolongado de edentulismo –mayor de 15 años- están
relacionados con riesgo de bajo rendimiento cognitivo en personas mayores sanas.
Incluso, el nivel de estimulación de las respectivas áreas cerebrales también podrían
recuperarse después del tratamiento mediante prótesis dentales.
Adicionalmente, la demencia también ha sido asociada con la enfermedad
periodontal, la cual puede representar una fuente periférica para la generación de
citoquinas pro-inflamatorias (21).
Conclusiones

La fragilidad corresponde a un síndrome geriátrico caracterizado por una


disminución de la capacidad de respuesta del organismo a factores estresantes
externos en que puede estar comprometida la calidad de vida del paciente. Este
estado es caracterizado por una disminución fisiológica acumulativa asociada a la
edad o la enfermedad que condiciona al individuo a riesgo de caídas, declive
funcional, discapacidad, dependencia, institucionalización e incluso la muerte.

No existe un gold standard para diagnosticar fragilidad, pero sí se han desarrollado


y utilizado múltiples herramientas para su detección. Dentro de ellas encontramos el
Fenotipo de fragilidad de Linda Fried con sus 5 criterios y el Índice de fragilidad de
Rockwood y Mitnitsky que va en base a la acumulación de déficits a diferentes
niveles. O herramientas más rápidas como la escala FRAIL, derivada del fenotipo de
fragilidad, pero incluyendo la multimorbilidad, y el cuestionario de Lawton-Brody que
evalúa las actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD)

Se recomienda la utilización de estos instrumentos para ser aplicados en la práctica


clínica diaria y en Atención Primaria, que se considera el medio asistencial idóneo
para detectar y manejar este síndrome en adultos mayores. El Minsal indica que las
pruebas más empleadas son el TUG y el de velocidad de marcha. Otro indicador de
fragilidad física en atención primaria en Chile es el de Fuerza de agarre o prensión
(Hand grip) y también el cuestionario EFAM (Evaluación Funcional del Adulto Mayor)

Las personas mayores presentan diversas condiciones médicas, discapacidades


físicas y/o deterioro cognitivo lo que puede llevar a un cierto grado de dependencia y
fragilidad, afectando a actividades de la vida diaria como la higiene dental,
asistencia a servicios médicos y sociales.

Otro gran problema es la limitación de recursos financieros con realidades


económicas complicadas, debido a las precarias jubilaciones y una escasa
cobertura por parte del Estado a programas odontológicos para personas mayores.
El uso de medicamentos, las enfermedades sistémicas y una condición física y
cognitiva disminuida, favorecen que las personas frágiles sean más vulnerables al
impacto de los trastornos y como consecuencia se complica el manejo de la
fragilidad

La pérdida de dientes, enfermedad periodontal y enfermedad de caries, prótesis


dentales mal ajustadas o no funcionales, y la xerostomía por polifarmacia son
situaciones presentes en las personas mayores que afectan al momento de hablar,
su estado nutricional, su vulnerabilidad la generar ulceraciones en la cavidad oral,
su apariencia física y con ello su desarrollo en su vida social y en su entorno que
favorecen la afectación de la salud mental y la aparición de un problema frecuente
en esta etapa de la vida, la depresión.

La fragilidad puede y debe ser intervenida de manera de modificar y prevenir las


consecuencias de ella en las personas mayores. La intervención logra gran
importancia al evitar que este síndrome pase a una situación de mayor complicación
o compromiso general del paciente. La calidad de vida de una persona mayor
constantemente está en riesgo de degradarse, y si nosotros como profesionales de
la salud podemos ser parte de un cambio y formar equipos multidisciplinarios para
ayudar a mejorarla, es nuestro deber hacerlo. El síndrome de fragilidad es un gran
desafío y enfrentarlo y ocuparse es tarea de todos.
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as-mayores-
Anexos

Anexo n°1

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