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Todo nuestro comportamiento interno o externo está controlado por secuencias de nuestro
sistema representacional. Es la forma en la que organizamos y manejamos nuestros
pensamientos y comportamiento para lograr resultados.
Tenemos estrategias para todo tipo de actividades; por ejemplo, estrategias de comunicación,
para divertirnos, para escoger la comida, para motivarnos con algo, etc.
Algunas veces estas estrategias resultan muy funcionales y otras realmente ineficientes. ¿Qué
es lo que contribuye a esto? Usualmente atribuimos nuestros errores a la casualidad o al azar.
Para la PNL, el éxito consiste en utilizar una estrategia adecuada en función del momento,
lugar persona y situación.
Como las estrategias pueden dividirse en pasos, proveen una muy buena manera de aprender
los patrones de excelencia que la PNL propone para modelar.
Así, la estructura del éxito y del fracaso pueden ser mejor entendidas, saber cómo y dónde
hacer cualquier cambio deseado se torna más claro. La secuencia que compone una estrategia
es un grupo ordenado de representaciones sensoriales.
La PNL nos enseña a detectar (o desempaquetar) esta secuencia para que podamos
reproducirla en otros contextos en los cuales podríamos desear tener esa estrategia. Técnica
fundamental del modelado explícito.
Una metáfora que describiría una estrategia es la de un número telefónico. Si marcamos los
números en el orden correspondiente, nos comunicaremos con la persona que deseamos
contactar, pero si intercambiamos el orden, terminaremos hablando con otra persona.
Así como algunos lugares tienen más de un número telefónico, distintas estrategias pueden
conducirnos al resultado deseado.
A veces utilizamos una determinada estrategia y a pesar de fallar en la obtención de nuestro
objetivo, insistimos en seguir utilizándolo, en lugar de intentar una estrategia alternativa.
Una estrategia se identifica como una secuencia lineal de representaciones, donde los
componentes más importantes son:
V V V V V
A A A A A
K K K K K
O O O O O
G G G G G
Si nos preguntan cómo logramos una acción simple como, por ejemplo, elegir lo que vamos a
vestir para un evento cualquiera, seguramente no mencionaremos cada una de las
representaciones que componen nuestra estrategia de decisión.
La mayoría de las estrategias que utilizamos son inconscientes. Para poder detectarlas es
necesario reunir información para hacer explícita la secuencia de modalidades que la
constituyen.
En síntesis, podemos resumir que para detectar (o desempaquetar) una estrategia la PNL nos
propone tener nuestros canales sensoriales bien abiertos y prestar atención a las claves de
acceso.