Indudablemente, el derecho al trabajo, es uno de los pilares o elementos presentes dentro del Estado Social de Derecho en nuestro país. Otorgarle las condiciones a las personas para que puedan acceder al sistema laboral, es un tema fundamental para el logro de metas sociales y económicas importantes en el país y por supuesto, a nivel personal, para el logro de metas o planes personales de cada individuo. En ese orden de ideas, es imprescindible brindar las garantías en el marco legal, para que tanto el empleador como el empleado, tengan una relación laboral “gana-gana” es decir, que cada uno tenga sus deberes y derechos consagrado a la luz de la constitución y la ley y que sean cumplidas por ambas partes de manera cordial, oportuna y transparente. En virtud de lo anterior, si bien, la jurisprudencia contiene elementos que protegen al empleador, de igual manera, tiene elementos que protegen al empleado y en este caso en particular, el despedido de un trabajador debido a sus condiciones de salud, es un tema delicado pues esta de por medio, no solo los objetivos a lograr por parte de la empresa así como mantener la disciplina en la misma exigiendo el cumplimiento del Reglamento Interno por parte de los empleados ( punto de vista del empleador ) sino la estabilidad económica e incluso emocional del trabajador ( punto de vista del empleado) pues, de su trabajo emana el sustento para su familia y para el logro de sus proyectos personales. Por lo tanto, tomar la decisión de finalizar contrato debido a las condiciones de salud del empleado, debe ser bien analizado y no ser tomado a la ligera. Dejemos de lado si el empleado fue o no eficiente en sus labores, aquí lo importante es que sea tratado de manera justa y por supuesto, que el empleador no se sienta “perdedor”. En el abanico de posibilidades para tener una relación “gana-gana” en este tipo de situaciones, tenemos el de reubicar al empleado en un área que le permita realizar actividades considerando sus limitaciones de salud, el teletrabajo como nueva alternativa o, si definitivamente no hay más alternativa, buscar una salida que sea beneficiosa para ambos. Es importante, en todo caso, el concepto de una autoridad laboral (inspector) que dé su visto bueno ante una situación de salud del empleado que definitivamente no le permita reintegrarse a sus laborales. Particularmente, con el caso de la sentencia de la corte en este caso, si el empleador no cumplió con los exigido en el código sustantivo de trabajo con respecto al caso de la empleada, debe indemnizarla, máxime cuando tiene 180 días en los cuales analiza si es viable el posible reintegro del empleado.
2ª sentencia SU 049 de 2017:
A todas luces, leyendo los hechos que suscitaron la presente sentencia, la empresa cometió un gran error y fue el tomar una decisión sin la participación de un Inspector laboral, es decir, tomó una decisión de manera arbitraria. Considero que la empresa, se amparó en el hecho que el empleado estaba vinculado con un contrato de prestación de servicios. Es bien sabido que este tipo de contratos no tiene tantas garantías como el que sostiene una relación laboral comúnmente y en ese sentido, la empresa se escudó, al tomar la decisión de dar por terminado el contrato laboral con la persona, en que este tipo de contrato le permite tomar ese tipo de decisiones cuando lo considere conveniente. Craso error pues no se tiene en consideración las causas que originan ese tipo de decisiones y más aún no se tuvo en cuenta que la persona se encontraba, para la fecha de la desvinculación, en periodo de incapacidad por un accidente que tuvo en el desarrollo de sus funciones laborales. Definitivamente, la empresa además de las consideraciones legales que no tuvo en cuenta, no tuvo en cuenta un principio de solidaridad con esta persona, pues el accidente que le ocurrió fue durante el cumplimiento de sus actividades contractuales. Es una lección para las empresas, que consideran que las personas que están vinculadas por prestación de servicios, son de “menor categoría” concepto totalmente absurdo. Y finalmente, y no menos importante, es menester destacar el concepto de Estabilidad Ocupacional Reforzada que salta en escena en este tipo de situaciones, concepto que, estoy segura, muchas empresas que tienen contratos de prestación de servicios con algunos proveedores, se lo pasan por alto. Por lo tanto, esta figura le da gran importancia a este tipo de proveedores a la hora de poner de manifiesto sus derechos y que éstos no sean subvalorados en lo absoluto, máximo cuando hay de por medio alguna situación de salud que le impida realizar sus labores so pena de verse el empleador, en la penosa necesidad de indemnizar al empleado. Destaco esta figura, dentro de los contratos por prestación de servicios, dándole a los proveedores cierta tranquilidad al saber que el empleador no pueda actuar a manera propio.
3era. Sentencia T 597 de 2014
Como lo hemos venido exponiendo en los anteriores casos, el empleador debe tomar en cuenta las consideraciones legales en el marco de las limitaciones de salud que pueda o tenga un empleado, antes de tomar la decisión de desvincularlo, es decir, debe analizar, sin dejar cabos sueltos, la situación so pena de indemnizaciones que podrían ser onerosas. Y en ese sentido, cuando el empleado se encuentra sumido en afectaciones de salud de alto grado de impacto, tal como lo manifiesta el señor de la presente sentencia (afectaciones de oído y ojo) y que le impiden continuar de manera eficiente con sus funciones laborales, el empleador debe tomar “con pinzas” tal situación, pues es un tema delicado. En el asunto que nos ocupa y luego de leer la sentencia, me encuentro de acuerdo con la decisión tomada por la sala pues por encima de las consideraciones fácticas (las cuales son inobjetables) y que deberían ser de manera contundente aceptadas en aras de mantener o exigir los derechos del empleador, se encuentra un hecho que a todas luces, a mi modo de ver, es lo que resalto de esta sentencia y tiene que ver que independiente de la aparición del concepto de Estabilidad Laboral Reforzada, el empleador conocía de las afectaciones de salud severa del empleador y a sabiendas de las mismas, le terminó el contrato laboral cuando lo que debería haber hecho es registrar una causa justa para finalizar el contrato laboral y no, tal como lo estimó la Corte, la terminación del contrato laboral resultó siendo ineficaz
4ª sentencia T 020 de 2021:
Concentrándonos en uno de los casos (Martínez Arbeláez) debemos decir que el empleador en cuestión, actuó de manera correcta respetando el debido proceso e incluso acatando recomendaciones de otros actores involucrados en el caso, tal el caso de la EPS, aceptando sus recomendaciones, y participó en capacitaciones dictadas por la ARL sobre medicina preventiva, por lo tanto me encuentro conforme con la decisión tomada por la Sala. Independiente de las pretensiones del empleado, la empresa adujo para no contratar más a la persona, la baja de ventas que ha tenido la empresa lo que ha llevado a un recorte de personal necesario para la estabilidad económica del negocio, lo cual es totalmente entendible. Incluso, el empleador era consciente de la situación de salud del empleado y le brindó acompañamiento durante su proceso y, conociendo las necesidades económicas del empleador (depende económicamente de su sueldo para satisfacer sus necesidades) le había prorrogado en varias ocasiones el contrato de trabajo. Simplemente, el empleador considerando la situación del mercado, y más aún la rentabilidad de la empresa (que a la postre la llevó a tomar decisiones radicales para la existencia de la empresa ) tomó la decisión de no tenerlo en cuenta para el siguiente período, situación que venía llevando a cabo antes de la terminación del contrato laboral. El empleador no violó los derechos fundamentales promulgados por el empleado y aquí, en este caso, el concepto de actuación discriminatoria no tiene cabida pues la empresa actuó en derecho. Lo que más me llama la atención de este caso, es que, a diferencia de los otros en los cuales la balanza se inclinaba del lado del empleado (y con total validez ) aquí se inclinó del lado del empleador ( que actuó de manera eficaz durante todo el proceso) tumbando aquella teoría fantasiosa en el sentido de que la jurisprudencia legal laboral siempre está del lado de empleado, haciéndole valer sus deberes y derechos en toda circunstancia cuando vemos que no siempre es así. Cuando un empleador obra siguiendo el debido proceso y de manera transparente, la balanza siempre se le inclinará a su lado.
5ª Sentencia T 310 DE 2015
Una de las grandes enseñanzas que deja la lectura de este caso y de hecho, de todos los demás, es que mientras el empleado se encuentre en un estado de vulnerabilidad en virtud de sus condiciones de salud que le impidan realizar sus funciones de manera habitual, el empleador solo podrá finalizar su vinculación laboral con la intermediación de un representante del ministerio de trabajo, en este caso de un inspector, quien dará su concepto con respecto a la viabilidad o no de la pretensión del empleador, so pena de reintegrarlo e indemnizarlo, asunto de alto impacto para el flujo de caja de una empresa. En el caso que nos concentra la atención ( caso de Fabio Ulloa ) sucede justamente lo anunciado en el párrafo anterior, el empleador no consideró la presencia del Ministerio en este asunto y excusándose en el hecho de la vinculación laboral del empleado por prestación de servicios, asumió de manera unilateral la desvinculación del contrato, incluso encontrándose ésta persona en su periodo de incapacidad producto de una lesión sufrida durante el desarrollo de su actividades como carga bultos o cotero. Y quiero citar, textualmente, el concepto de Estabilidad Laboral Reforzada, emitido por la Sala, como otra de las grandes enseñanzas de estas sentencias. La Sala dice: “ La estabilidad laboral reforzada es predicable de cualquier contrato, sea un contrato laboral o un contrato de prestación de servicios, pues finalmente, el objetivo perseguido por la Constitución es proteger el derecho que tiene la persona en situación de vulnerabilidad de que su vínculo contractual sea estable y se mantenga para que su especial situación, no sea afectada o agravada por una medida arbitraria tomada por el contratante “. Lo anterior me lleva a concluir que, por encima de legislación legal laboral, se encuentra la Constitución como el texto supremo por excelencia en cuanto a la protección de los derechos de los ciudadanos, aspecto no menor a la hora de tomar en consideración elementos para emitir un concepto final. Así que, en este caso, que suscitó mi interés, estoy de acuerdo con la decisión tomada por la Sala, en virtud de los hechos fácticos mencionados y más aún en el hecho que el empleador no siguió el debido proceso de manera correcta, sino que actuó de manera unilateral, sin considerar el estado de vulnerabilidad en que se encontraba el empleado.
Actividad 5 - Taller Conclusiones - El Salario, Las Obligaciones, Derechos Del Trabajador y de Los Empleadores, Así Como El Periodo de Prueba y Jornada de Trabajo.