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ISRAEL HERNANDEZ RIVERA

VS
ABIGAIL MENA CARMONA
EXPEDIENTE: 308/2023
CONTESTACION DE DEMANDA

CIUDADANO JUEZ TERCERO FAMILIAR DEL


DISTRITO JUDICIAL DE PACHUCA DE SOTO HIDALGO
PRESENTE:

ABIGAIL MENA CARMONA, que por derecho propio y en


representación de mi menor hijo de iniciales M.H.C, con domicilio
convencional para oír y recibir todo tipo de notificaciones y documentos el
ubicado en AVENIDA JUAREZ NUMERO 1560 COLONIA CENTRO EN ESTA
CIUDAD DE PACHUCA DE SOTO HIDALGO, autorizando para todos los
efectos legales tendientes al presente juicio citado al rubro a la
LICENCIADA EN DERECHO ANA MARIA REYES LOAIZA con cedula
profesional NÚMERO 14045678 expedida por la Dirección General de
Profesiones de la Secretaria de Educación Pública, con el debido respeto
comparezco para exponer.

Que estando en tiempo y forma, vengo a dar contestación a la


improcedente e infundada demanda de la que soy objeto por la parte actora,
oponiéndome rotundamente bajo los siguientes términos:

RESPECTO DE LAS PRESTACIONES

Resulta improcedente que la suscrita otorgue las prestaciones del actor,


toda vez que no es quien debe otorgarlas, si no la autoridad competente.

RESPECTO DE LOS HECHOS

1.-CIERTO

2.-CIERTO

3.-CIERTO

4.-CIERTO

5.-CIERTO

6.- Con respecto del numeral citado, la suscrita no tenia conocimiento de


que la parte actora se encontrara en una relación diversa, puesto que la
única comunicación que tiene con el actor es única y exclusivamente para lo
que a nuestro menor hijo refiere, tal como, útiles escolares, actividades
tendientes al actor, juntas escolares, etc...

Ahora bien, si viene cierto, que las documentales exhibidas prueban la


imposibilidad del actor para procrear, es dudable que sea algo permanente,
mas no imposible, la suscrita tengo la conciencia tranquila de que mi menor
hijo es biológicamente compatible con la parte actora.
Con respecto de los hechos que le suceden al numeral precedente, la
suscrita se mantiene en un estado de duda, pues no entiende la relevancia
que tiene dicha narración con lo que el actor pretende y no sabe bien a bien
cual es la acción que pretende. Ahora bien, es de incumbencia de esta
autoridad, conocer que contrario a lo que la parte actora manifiesta en
haber vicios ocultos en el reconocimiento de nuestro menor hijo, es
importante precisar que en ningún momento el actor fue forzado, obligado,
amenazado o violentado para presentarse junto con la suscrita a registrar a
nuestro menor hijo.

Es de incumbencia de esta autoridad, por otro lado, conocer la razón por la


cual resulta improcedente, denigrante y por encima del interés superior de
mi menor hijo la aceptación de las prestaciones vertidas por el actor en su
escrito inicial de demanda.

Fundo lo anterior con la siguiente cita:


Suprema Corte de Justicia de la Nación

Registro digital: 2003551


Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Décima Época
Materias(s): Constitucional, Civil
Tesis: I.11o.C.25 C (10a.)
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Libro XX, Mayo de
2013, Tomo 3, página 1773
Tipo: Aislada

DESCONOCIMIENTO DE PATERNIDAD. CORRESPONDE AL ACTOR LA


CARGA DE PROBAR SUS PRETENSIONES, POR LO QUE EL JUZGADOR NO
DEBE ACTUAR OFICIOSAMENTE PARA MANDAR DESAHOGAR, AMPLIAR
O PERFECCIONAR LA PRUEBA EN MATERIA DE GENÉTICA EN ARAS DE
RESPETAR EL INTERÉS SUPERIOR DE LOS MENORES, PUESTO QUE, DE
HACERLO, NO OBRARÍA A FAVOR DE ÉSTOS, SINO DE QUIEN
PRETENDE DESCONOCERLOS.

Si bien conforme a la jurisprudencia 1a./J. 28/2013 (10a.) y a la tesis


número 1a. LXXI/2013 (10a.), de rubros: "RECONOCIMIENTO DE
PATERNIDAD. EL INTERÉS SUPERIOR DEL MENOR DEBE PREVALECER
EN EL JUICIO RELATIVO FRENTE A LA INSTITUCIÓN DE LA COSA
JUZGADA." e "INTERÉS SUPERIOR DEL MENOR. SUS ALCANCES EN UN
JUICIO DE RECONOCIMIENTO DE PATERNIDAD.", el interés superior de
los menores está protegido constitucionalmente, por lo que en los asuntos
de reconocimiento de paternidad, relacionados con el derecho que tienen
los menores a indagar y conocer la verdad sobre su origen, se involucra una
serie de derechos que les resultan fundamentales, puesto que de esa
investigación se podrá establecer si existe o no una filiación entre él y quien
se considera es el padre y, de ser así, no sólo podrá acceder a llevar el
apellido de su progenitor como parte del derecho a la identidad que le
permite tener un nombre y una filiación, sino que se verá beneficiado en su
derecho a la salud; de modo que cuando se demande el reconocimiento de
paternidad, la prueba idónea para determinar la relación paterno-filial es la
pericial en materia de genética, por ende, en aras del respeto al interés
superior de los menores y a otorgar un acceso efectivo a la justicia, los
Jueces deben ordenar, incluso, de oficio su desahogo, su ampliación o
perfeccionamiento, para esclarecer la verdad de los hechos controvertidos;
sin embargo, dicha regla no impera en los asuntos de desconocimiento de
paternidad, es decir, el juzgador no debe ordenar oficiosamente el
desahogo, ampliación o perfeccionamiento de la prueba pericial en materia
de genética en dichos procedimientos, porque el menor no desconoce su
origen, es decir, no está indagando para conocer la verdad sobre su origen,
porque en asuntos de esa naturaleza se parte de la base de que el menor
fue procreado dentro de un núcleo familiar y reconocido como su
descendiente por quienes lo integran, o porque fue reconocido por quienes,
de manera voluntaria y espontánea, dijeron ser sus progenitores en la
manifestación de su nacimiento ante el Registro Civil correspondiente, y
dicho reconocimiento es un acto personalísimo y formal que se rige por los
principios generales que se fundan en la naturaleza de un acto jurídico que
implica una asunción voluntaria de obligaciones y tiene efectos que
trascienden a la estabilidad de las relaciones paterno-filiales, aun cuando no
existan vínculos biológicos reales involucrados. De modo que, en los
asuntos de desconocimiento de paternidad de un menor, la parte actora
tiene la carga de la prueba de acreditar sus pretensiones, conforme a lo
previsto por el artículo 281 del Código de Procedimientos Civiles para el
Distrito Federal; por ende, el Juez no debe ordenar de oficio el desahogo,
ampliación o perfeccionamiento de la prueba pericial en materia de genética,
puesto que no estaría obrando en atención al interés superior del menor,
pues éste no tiene intención de colocarse en un estado de incertidumbre
sobre su origen, aunado a que si el Juez natural proveyera de oficio
respecto a dicha prueba implicaría la suplencia de la deficiencia de la queja
en beneficio de la persona que pretende el desconocimiento, y en perjuicio
del menor, al afectarse su derecho de identidad adquirido, entre otros; de
ahí que, en ese tipo de asuntos, el Juez debe sujetarse a las reglas
generales de la prueba, respetando las cargas procesales y probatorias que
corresponden al actor. Lo anterior no significa que deba rechazarse la
prueba referida si el actor la ofrece cumpliendo con los requisitos previstos
en la ley, sino que el juzgador no puede sustituirse en las cargas procesales
y probatorias que corresponden al actor, porque, se reitera, en los casos de
desconocimiento de paternidad, de actuar oficiosamente, el juzgador no
beneficiaría al menor, sino que lo perjudicaría, en tanto que la pretensión
del actor es desconocer el vínculo paterno-filial.

DÉCIMO PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL


PRIMER CIRCUITO.

Amparo en revisión 88/2013. 26 de marzo de 2013. Unanimidad de votos.


Ponente: Daniel Horacio Escudero Contreras. Secretario: Jorge Bautista
Soria.

Nota: Las tesis 1a./J. 28/2013 (10a.) y 1a. LXXI/2013 (10a.) aparecen
publicadas en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima
Época, Libro XX, Tomo 1, mayo de 2013, páginas 441 y 541,
respectivamente.

Habiendo manifestado lo anterior, es importante recalcar que al analizar las


pruebas que el actor ofrece en su escrito inicial de demanda, resulta curioso
que la fecha en la que el se entera de la presunta infertilidad de la que es
diagnosticado, pues el escrito inicial de demanda es presentado a casi 90
días después de haber obtenido los resultados, por lo que atendiendo a la
ley, la acción que pretende es prescrita, toda vez que la misma establece un
término mínimo de 60 días a partir del conocimiento de dicho diagnóstico.
De acuerdo con lo establecido en el artículo 330 del Código Civil Federal.

Bajo ese mismo orden de ideas, siendo que nuestro menor hijo ya tiene una
edad de 12 años, resulta violatorio de sus derechos pretender corregir su
apellido, toda vez que el niño ya tiene conciencia parcialmente propia y ya
tiene una identidad establecida, entendiendo que esta acción podría
desembocar en una afectación psicológica por no saber quien es o como se
llama, sin embargo, la suscrita no se opone a la toma de muestras
biogenéticas que solicita el actor, esto a fin de comprobar que ambos son
compatibles genéticamente, por lo que hace al actor acreedor de derechos y
obligaciones filiales conforme a ley.

Me apoyo para lo anterior en el siguiente precepto:

Suprema Corte de Justicia de la Nación

Registro digital: 2016516


Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Décima Época
Materias(s): Constitucional, Civil
Tesis: (IV Región)1o.3 C (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 52, Marzo de
2018, Tomo IV, página 3483
Tipo: Aislada

REGISTRO Y RECONOCIMIENTO DE MENORES. LOS ARTÍCULOS 477 Y


504 DEL CÓDIGO CIVIL Y 47 DE LA LEY DEL REGISTRO CIVIL, AMBOS
DEL ESTADO DE JALISCO, AL CONDICIONARLOS CUANDO LA MADRE
LOS PROCREE CON PERSONA DISTINTA DE SU CÓNYUGE, VIOLAN LOS
DERECHOS FUNDAMENTALES PREVISTOS CONSTITUCIONAL Y
CONVENCIONALMENTE EN FAVOR DE AQUÉLLOS.

Los preceptos citados condicionan el registro y reconocimiento de los


menores cuando su madre los procree con persona distinta de su cónyuge, a
que sea sólo éste quien pueda reconocerlos como sus hijos, de conformidad
con la presunción legal que prevén en el sentido de que, al haber sido
procreados durante el matrimonio, se presumirán como hijos del esposo y
sólo podrán reconocerse por persona distinta cuando éste los hubiere
desconocido como hijos suyos y exista sentencia ejecutoria que así lo
declare. Por tanto, las disposiciones mencionadas violan los derechos
fundamentales de los menores, previstos por los artículos 1o. y 4o. de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 18, 19 y 24 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos; 24 del Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos, y 3, 7 y 8 de la Convención de los Derechos
del Niño, al constituir una medida discriminatoria que contraviene el
derecho humano de igualdad ante la ley pues, sin que persiga ningún fin
constitucional ni convencionalmente válido, trata de forma desigual a los
menores, atento al escenario y contexto familiar en que fueron procreados,
ya que si bien se pretende proteger el derecho del esposo a que se le
reconozca el carácter de padre de los hijos que hubiere tenido su cónyuge
durante la vigencia de su vínculo matrimonial, ello no puede estar por
encima de los derechos del menor a que se le registre inmediatamente
después de su nacimiento, se le asigne un nombre y apellidos, se le respete
su derecho a la identidad y filiación en un sentido de pertenencia con sus
progenitores biológicos y se protejan su desarrollo y bienestar integral, al
garantizársele y reconocérsele sus lazos familiares, prerrogativas que
salvaguardan los artículos de la Carta Magna y de los tratados
internacionales invocados.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DE CIRCUITO DEL CENTRO AUXILIAR


DE LA CUARTA REGIÓN.

Amparo en revisión 226/2017 (cuaderno auxiliar 867/2017) del índice del


Quinto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Tercer Circuito,
con apoyo del Primer Tribunal Colegiado de Circuito del Centro Auxiliar de
la Cuarta Región, con residencia en Xalapa, Veracruz. 7 de diciembre de
2017. Unanimidad de votos. Ponente: José Faustino Arango Escámez.
Secretaria: Lucero Edith Fernández Beltrani.
Esta tesis se publicó el viernes 23 de marzo de 2018 a las 10:26 horas en el
Semanario Judicial de la Federación.

Suprema Corte de Justicia de la Nación

Registro digital: 2017755


Instancia: Primera Sala
Décima Época
Materias(s): Constitucional, Civil
Tesis: 1a. XCVI/2018 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 57, Agosto de
2018, Tomo I, página 1027
Tipo: Aislada

INTERÉS SUPERIOR DEL MENOR Y DERECHO A LA IDENTIDAD. LA


AUSENCIA DE VÍNCULO BIOLÓGICO EN LA RELACIÓN PATERNO-FILIAL
NO ES SUFICIENTE PARA SUSTENTAR LA IMPUGNACIÓN DE
PATERNIDAD.

Al establecer el contenido y alcances del artículo 4o. de la Constitución


Federal, esta Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido que
aunque existe una tendencia a que la filiación jurídica coincida con la
filiación biológica, la coincidencia no siempre es posible, sea ya por
supuestos tales como la filiación adoptiva o procreaciones asistidas por
donación de gametos, por ejemplo, o porque el ordenamiento hace
prevalecer en el caso concreto otros valores o intereses que considera más
relevantes. Así, la verdad biológica no es el único principio rector de los
procesos filiatorios. En la legislación civil de la Ciudad de México, ello se
desprende con claridad de la existencia de diversas acciones para impugnar
o modificar estados filiatorios, como el desconocimiento de paternidad
previsto por el artículo 330 del Código Civil para la Ciudad de México para
el caso del cónyuge varón o la anulabilidad del reconocimiento de
paternidad hecho por un menor, previsto por el diverso artículo 363. Lo
mismo ocurre respecto de la acción de nulidad de reconocimiento de
paternidad fundada en incapacidad o error. Todas las acciones mencionadas
establecen plazos de caducidad, cuya racionalidad es impedir que el estado
anímico o la mera voluntad de los involucrados sea el factor determinante
en la conservación de las relaciones familiares, cuyos derechos y
obligaciones se han asumido a conciencia de la inexistencia del vínculo
biológico. Lo anterior es congruente no sólo con la lógica interna del Código
Civil como base de la familia, sino con una visión tutelar del derecho a la
identidad que persigue proteger la conformación de la auto-percepción –
como faceta identitaria– y no sólo de necesidades de carácter prestacional.
De ahí que el artículo 4o. de la Constitución Federal no implique una
facultad irrestricta a los sujetos involucrados en las relaciones familiares
para que éstas sean modificadas en todo momento al amparo de la verdad
biológica. Por el contrario, obliga al Estado mexicano a establecer
mecanismos para la coincidencia de la verdad biológica y la filiación jurídica,
pero al cobijo de plazos firmes que pretenden dotar de certeza a las
relaciones familiares. En este sentido, la ausencia de vínculo biológico en
las relaciones paterno-filiales no resulta suficiente per se para sustentar la
impugnación de paternidad, en tanto resulta acorde con la Constitución
Federal que exista un plazo para el ejercicio de esa acción, superado el cual
se privilegie un estado de familia consolidado en el tiempo.
Amparo directo en revisión 4686/2016. 3 de mayo de 2017. Cinco votos de
los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, quien
se reserva el derecho a formular voto concurrente, Jorge Mario Pardo
Rebolledo, quien formuló voto concurrente, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y
Norma Lucía Piña Hernández. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretaria:
Luz Helena Orozco y Villa.
Esta tesis se publicó el viernes 31 de agosto de 2018 a las 10:39 horas en
el Semanario Judicial de la Federación.

Por lo anteriormente fundado y motivado ante usted, CIUDADANO JUEZ


TERCERO FAMILIAR, atentamente pido se sirva.

PRIMERO: Tenerme por presentada en tiempo y forma con la


contestación de demanda.
SEGUNDO: proveer lo conducente a la brevedad posible por conducirme
con forme a derecho.

LEGALIDAD CON PASION Y PRECISION

ABIGAIL MENA CARMONA


Pachuca de Soto Hidalgo, septiembre 2023

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