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John Locke (1632-1704)

Para Locke considera al hombre como un ser pensante y razonable,


rechaza que el ser humano tenga ideas innatas, ya que su filosofía se
basa en la experiencia es igual a conocimientos, según Locke el ser
humano es capaz de ser razonable y ver cuál es el propósito de la
política, que es la búsqueda de la felicidad, una felicidad que, según
Locke, vivir en la paz, la armonía y la seguridad, de tal manera que no
se consideraría felicidad sin una garantía política que asegure la
libertad. En su "Segundo Tratado sobre el gobierno civil" (1690) Locke
trata de garantizar los derechos y libertades del hombre. Para Locke,
el estado de naturaleza falta ventajas que pueden ser efectuadas bajo
el estado civil. Una vez que este estado este implementado, los
hombres conservan el derecho limitado de la resistencia.
El estado de naturaleza, es un estado de perfecta libertad y perfecta
igualdad. Dentro de los términos de la ley de la naturaleza, cada
hombre puede controlar su vida, sus acciones y sus pasiones. La
libertad natural significa que cada hombre no está sometido a ningún
poder o voluntad, sólo debe adherirse a la ley de la naturaleza. Esta
ley, que exige a todos y rige el estado de naturaleza, establece que,
siendo todos los hombres iguales y autónomos, ninguno debe dañar a
otro en lo que concierne a su vida, a su salud, a su libertad o a sus
posesiones. Cada hombre puede castigar a aquellos que vulneran la
ley en la medida en que ésta es transgredida. Por último, la ley
resguarda la paz porque los hombres son iguales en este estado; y,
según esto, si un hombre no puede hacer algo, tampoco puede
hacerlo otro hombre. También el estado de naturaleza es un estado
de equivalencia, en que todo poder o autoridad son mutuos y donde
nadie los goza en mayor medida que los demás.
Para Locke, surge el estado de guerra porque la persona dañada en
su derecho natural de libertad luchará por recuperarla, pues no en
vano la libertad es el fondo de todas las cosas. Si el hombre no está
liberado del poder absoluto, vive en un estado de sumisión, que no es
más que un estado de guerra extensa. Los hombres, por ello, quieren
evitar el estado de guerra para resguardar sus propiedades. Para
lograrlo, los hombres se unen y forman un estado de sociedad y
ceden Al estado de la naturaleza. En esta sociedad civil hay una
autoridad, y cuando hay autoridad no existe el estado de guerra. En
cambio, la libertad en este nuevo estado es más limitada y consiste,
además, en una norma determinada por un poder legislativo. El placer
de existir en una sociedad es, por tanto, seguir una norma común,
permitida para todos, y no estar sujetos a "la variable, dudosa,
desconocida y arbitraria voluntad de otro hombre".

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