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09/07/2023 - 16:38:29

Expediente: 3/15
Carátula: ARREDONDO HUGO C/ TRIBUNAL DE CUENTAS DE LA PROVINCIA DE TUCUMAN S/ ESPECIALES (RESIDUAL)
Unidad Judicial: SECRETARÍA JUDICIAL ORIGINARIOS DE CORTE
Tipo Actuación: LEX

San Miguel de Tucumán, 12 de Mayo de 2015.-

Y VISTO: La medida cautelar solicitada por la representación letrada de la parte actora (fs. 9/32 y fs.
63/64) el presente juicio caratulado: “Arredondo Hugo vs. Tribunal de Cuentas de la Provincia de
Tucumán”; de cuyo estudio

432/2015

RESULTA:

Que la representación letrada de la parte actora viene “…a deducir el Recurso previsto en el art. 80,
de la Constitución de la Provincia de Tucumán y en el ART.129, DE LA LEY DE ADMINISTRACION
FINANCIERA Nº 6970, y la Nulidad en contra de actos administrativos emanados del TRIBUNAL DE
CUENTAS DE LA PROVINCIA DE TUCUMÁN: Acuerdo Nº 370, de fecha 17 de Febrero de 2009,
Acuerdo Nº 1306, de fecha 28 de Abril de 2009 y Acuerdo Nº419/15, de fecha 18 de Febrero de 2015,
dictados en el expediente Nº 428-270-1-08 y todos sus actos consecuentes, a fin que oportunamente
se declare la NULIDAD ABSOLUTA E INSANABLE de los mismos, y se absuelva totalmente a mi
mandante, con expresa imposición de costas” (fs. 9/32).

En apretada síntesis, aduce que “son esos acuerdos y los actos consecuentes los que se deben dejar
sin efecto y/o revocar en todas sus partes declarando, en su caso, la nulidad de los mismos, sea por
la incompetencia de la jurisdicción Tribunal de Cuentas de la provincia por haberse operado la
caducidad de la acción prevista en el artículo 194, de la Ley de Administración Financiera de la
provincia, por el trato desigual de administrados, por la nulidad absoluta e insanable por violación al
derecho de defensa y debido proceso, y por carecer los mismos de causa y ser por lo tanto
infundados”.

En ese marco, asegura que “sólo se podrá llegar a una sentencia justa si antes del trámite del
presente Recurso se considera y se otorga la medida cautelar que suspenda la ejecutoriedad del
Acuerdo 419/2015 con el que se pone fin al juicio de responsabilidad. Ello a fin de evitar la
consumación de daños personales, profesionales y patrimoniales atento a la ejecutoriedad inmediata
de la Sentencia o Acto Administrativo especial que emite el Tribunal de Cuentas que se demanda y
por los fundamentos irrefutables que más adelante se expresan”.

De ahí que solicita “…la suspensión de la ejecutoriedad de los Acuerdo Nº 370, de fecha 17 de
Febrero de 2009, Acuerdo Nº1306, de fecha 28 de Abril de 2009 y Acuerdo Nº419/15, de fecha 18 de
Febrero de 2015, dictados en el expediente Nº 428-270-1-08 y todos sus actos consecuentes
dictados en el expediente Nº 428-270-1-08 por el Tribunal de Cuentas y/o continuación del juicio de
cuentas, hasta que recaiga sentencia definitiva, en tanto la ejecutoriedad de aquellos actos genera
graves e irreparables daños a la persona de mi representado CPN HUGO ARREDONDO, y resultan
patentes las violaciones a mis derechos constitucionales y legales, encontrándose reunidos los
extremos que habilitan su procedencia”.
Según interpreta, “en el caso aquí planteado concurren los presupuestos que ameritan la medida
cautelar solicitada, a saber: verosimilitud en el derecho, peligro en la demora y la exigencia de
contracautela y por ende aún cuando esa Corte hipotéticamente se declare incompetente por alguna
razón, solicito se despache la medida cautelar peticionada previo a todo trámite”.

En ese sentido, refiere que “el ´fumus bonis iuris´ surge inequívocamente de la descripción de los
derechos amenazados por las normas impugnadas. La arbitrariedad de las medidas adoptadas por el
Tribunal de Cuentas es clara y manifiesta, desvirtuando cualquier principio de legalidad que pudiera
contener. Estos Acuerdos o Actos avanzan injustificadamente sobre los más elementales principios
del derecho y conculca los derechos constitucionales ya descriptos”.

Seguidamente, sostiene que “sólo ordenando la suspensión de la aplicación de los Actos


Administrativos atacados es posible mantener indemne los derechos constitucionales que atañen a la
persona y patrimonio de mi representado, toda vez que, el interés jurídico que fundamenta el
otorgamiento de la medida cautelar solicitada encuentra su justificación legítima en el peligro que
implica el sometimiento a un proceso ilegal por cuanto el órgano ( tribunal de Cuentas) ha perdido
facultades , jurisdicción y competencia para juzgar a mi mandante me por haberse operado el
beneficio de la caducidad” y que “en definitiva, la aplicación de los actos administrativos cuya
suspensión se persigue, generaría consecuencias indudablemente graves para la persona de
Arredondo y atentatorias de la seguridad jurídica, principio de indiscutible valor que se solicita que a
través del otorgamiento de esta medida cautelar, ese Excmo. Tribunal ampare”.

Por último, ofrece “…como contracautela la caución juratoria en los términos y con el alcance previsto
por el artículo 221 del C.P.C.C.T.”.

Posteriormente, en un nuevo escrito (fs. 63/64), alude que “la situación de grave violación de los
derechos constitucionales de Arredondo denunciada en la demanda, el peligro en la demora y la
necesidad de urgente dictado de una MEDIDA CAUTELAR que ordene la suspensión de la fuerza
ejecutoria de los Acuerdos recurridos y la no continuación del trámite de ejecutoriedad del Acuerdo
419/2015, recaído en el juicio de responsabilidad en contra de la persona del CPN HUGO
ARREDONDO hasta que recaiga pronunciamiento firme en el presente juicio, se acredita con la
INTIMACION efectuada en fecha 13/03/15, por el TRIBUNAL DE CUENTAS, a mi mandante a fin que
en el termino de 10 días de notificado se apersone a dar cumplimiento con el Cargo Fiscal y Multa
impuestas por el Acuerdo 419, de fecha 18 de Febrero de 2015, bajo apercibimiento de iniciar
acciones judiciales correspondientes ( Ejecución Fiscal)”.

Previo a decidir sobre la competencia de este Tribunal, en atención a la premura con la que se
requiere la medida cautelar (fs. 30 vta. y fs. 63 vta.), por providencia de fecha 25 de marzo de 2015
(fs. 169) pasan los autos a despacho para resolver, correspondiendo pronunciarse al respecto, y

CONSIDERANDO:

Que a efectos de abordar la cuestión vinculada al cumplimiento de los presupuestos necesarios para
el dictado de la medida cautelar, se torna imperioso delimitar la plataforma fáctica del presente
decisorio. En ese orden, cabe destacar que el Sr. Hugo Arredondo (actor en autos) se desempeñó
como Jefe del Departamento de Fiscalización de la Dirección General de Rentas de la Provincia
hasta que -mediante Decreto Nº 2.744/3 (ME) de fecha 27 de diciembre de 2002 (fs. 152)- se dejó sin
efecto el acto administrativo que lo había designado en ese cargo (Decreto Nº 2.522/3 (ME) de fecha
16 de noviembre de 2000 -fs. 151-) por haber desaparecido las causales que condujeron a su
nombramiento.
Tiempo después, el Honorable Tribunal de Cuentas de la Provincia -por Acuerdo Nº 1.442 del 2 de
junio de 2008- dispuso la sustanciación de una Comprobación Sumaria en la Dirección General de
Rentas a fin de deslindar y determinar las responsabilidades emergentes de la remisión directa a
archivo de 435 expedientes sin cumplir con el debido control de la existencia del “bloqueo fiscal”;
hecho en el que el habría tenido participación el Sr. Hugo Arredondo -junto a otros agentes- mientras
cumplió funciones en la mencionada repartición.

Con posterioridad, el Honorable Tribunal de Cuentas emitió el Acuerdo Nº 370 de fecha 17 de febrero
de 2009 (fs. 40/52), en virtud del cual resolvió “ARTICULO 1°: DISPONER la clausura de la
Comprobación Sumaria oportunamente dispuesta mediante Acuerdo nº 1442/08, según lo expuesto.
ARTICULO 2º: DISPONER la sustanciación de un Juicio de Responsabilidad en contra de los Sres.
CPN Emilio Armando De Lisi- DNI Nº 7.838.971, C.P.N Hugo Arredondo -DNI Nº 11.476.845 y C.P.N.
Silvio César Bellomío-DNI Nº 20.692.429 quienes se desempeñaron como Director General, Jefe del
Departamento Fiscalización, Jefe de la Sub Dirección Legal y Técnica de la Dirección General de
Rentas, y al Sr. Miguel Ángel Jaime-DNI Nº 25.003.952, empleado planta permanente de la Dirección
General de Rentas de la Provincia. ARTICULO 3º: DESIGNAR Instructor en el presente a la Abogada
Fiscal Dra. Viviana Gasparotti, con todas las facultades y responsabilidades de ley. ARTICULO 4º:
PONER EN CONOCIMIENTO de la Fiscalía de Instrucción en lo Penal de la 1era. Nom. el contenido
del presente a los fines que estime pertinente. ARTICULO 5º: Comuníquese y oportunamente
archívese”.

Notificado de dicho acto, según se relata en la demanda (fs. 9/32), el Sr. Hugo Arredondo dedujo
“…recurso de reconsideración y nulidad ante el mismo Tribunal de Cuentas, argumentando, de
manera clara y precisa , la CADUCIDAD DE LA ACCIÓN y por ende la perdida de jurisdicción del
Tribunal de Cuentas de la Provincia al haber transcurrido con creces el plazo establecido en el
artículo 194 de la Ley de Administración Financiera que expresamente dispone: La facultad para
ejercitar acciones emergentes de los hechos o actos cuyo juzgamiento compete al Tribunal de
Cuentas, caduca por el transcurso de cinco (5) años. Dicho término de caducidad comenzará a correr
desde el 1º de Enero siguiente al año en que tengan lugar los hechos o actos materia de juzgamiento.
(Artículo incorporado por Art. 1º inc. 76) de la Ley nº 7257 B.O. 07/10/2003)”. Sin embargo, su planteo
fue rechazado mediante Acuerdo Nº 1.306 de fecha 28 de abril de 2009.

Tal circunstancia motivó que la parte actora interpusiese demanda en contra de los Acuerdos Nº 370
de fecha 17 de febrero de 2009 (fs. 40/52) y Nº 1.306 de fecha 28 de abril de 2009 a fin de que -en
orden a la ya mencionada caducidad de las facultades del Honorable Tribunal de Cuentas- se declare
su nulidad; pero su pretensión tampoco fue acogida favorablemente en sede judicial.

En efecto, en un primer momento, esta Corte Suprema de Justicia -por resolución Nº 1.068 del 19 de
noviembre de 2009 se declaró incompetente y ordenó remitir las actuaciones a la Excma. Cámara en
lo Contencioso Administrativo. Luego, ya radicadas las actuaciones en la Sala Iº del referido Tribunal,
mediante Resolución de Presidencia Nº 241 del 16 de abril de 2010 se rechazó la medida cautelar
solicitada por la parte actora (suspensión de ejecutoriedad de actos administrativos); solución que
fuera ratificada por el Tribunal en sentencia N° 702 del 21 de septiembre de 2010, al tratar el recurso
de revocatoria incoado por el demandante en contra de aquel acto jurisdiccional. Finalmente, en
virtud del pronunciamiento Nº 503 de fecha 3 de julio de 2012 de la misma Sala (fs. 60/62) se
desestimó la demanda que -como se dijo- fue interpuesta a fin de obtener la nulidad de los Acuerdos
Nº 370 de fecha 17 de febrero de 2009 (fs. 40/52) y Nº 1.306 de fecha 28 de abril de 2009.

Paralelamente, el juicio de responsabilidad que se había ordenado sustanciar en contra del Sr. Hugo
Arredondo (fs. 40/52) siguió su curso hasta que -por Acuerdo Nº 419 de fecha 18 de febrero de 2.015
(fs. 66/142)- se decidió “ARTICULO 1°: DISPONER la clausura del Juicio de Responsabilidad iniciado
por Acuerdo nº 370-TC-09 y DECLARAR PATRIMONIALMENTE RESPONSABLES al Sr. CPN Emilio
Armando De Lisi, DNI Nº 7.838.971 y al Sr. C.P.N Hugo Arredondo, DNI Nº 11.476.845, por el daño
patrimonial al patrimonio estatal estimado en la suma de $981.882,28 (Pesos novecientos ochenta y
un mil ochocientos ochenta y dos con 28/100), por haberse operado el instituto de la prescripción en
los 76 Expedientes identificados a fs. 39/44 del Expediente nº 6961-376-D-04, conforme lo
considerado. ARTICULO 2°: FORMULAR Cargo Fiscal al Sr. CPN Emilio Armando De Lisi, DNI Nº
7.838.971 y al Sr. C.P.N Hugo Arredondo, DNI Nº 11.476.845, por el daño patrimonial al patrimonio
estatal estimado en la suma de $981.882,28 (pesos novecientos ochenta y un mil ochocientos
ochenta y dos con 28/100), dicho monto debe ser debidamente actualizado en el momento de su
efectivo pago. ARTICULO 3°: APLICAR al CPN Emilio Armando De Lisi, DNI Nº 7.838.971 la sanción
de MULTA por la suma de $260.000.- (Pesos doscientos sesenta mil), conforme lo considerado.
ARTICULO 4º: APLICAR al C.P.N Hugo Arredondo, DNI Nº 11.476.845 la sanción de MULTA por la
suma de $260.000.- (Pesos doscientos sesenta mil), conforme lo considerado. ARTICULO 5º:
APLICAR al Sr. Miguel Ángel Jaime, DNI Nº 25.003.952, la sanción de MULTA por la suma de
$30.000,00 (Pesos treinta mil), conforme lo considerado. ARTICULO 6º: DAR INTERVENCIÓN al
Departamento Judicial a fin que el abogado fiscal Dr. Bernardo Colombres perciba o ejecute los
Cargos Fiscales y las Multas impuestas por los artículos precedentes. ARTICULO 7º: DAR
INTERVENCION a Secretaría General a los fines de la registración y demás efectos previstos en la
Ley 7242, en relación a las sanciones dispuestas en los artículos 3º, 4º y 5º. ARTICULO 8º:
SUSPENDER los plazos procesales de las presentes actuaciones únicamente en lo que respecta a la
situación del imputado C.P.N. Silvio César Bellomío, DNI Nº 20.692.429, hasta tanto se resuelva la
cuestión de fondo en el proceso judicial caratulado “Bellomío Silvio César c/Honorable Tribunal de
Cuentas de la Provincia de Tucumán s/Nulidad /Revocación”, Expediente nº 69/10, que tramita ante
la Excma. Cámara en lo Contencioso Administrativo, Sala II, conforme lo considerado. ARTICULO 9º:
PONER EN CONOCIMIENTO el presente Acuerdo a la Fiscalía en lo Penal de Instrucción de la Iº
Nominación, a los fines que estime pertinente, para lo cual se dispone la remisión de copia
autenticada por intermedio de Secretaría General de este Tribunal de Cuentas. ARTICULO
10: Comuníquese y oportunamente archívese”.

Dicho acto fue objeto de sendos planteos por parte del Sr. Hugo Arredondo. Por un lado, interpuso
recurso de aclaratoria y, por el otro, solicitó la suspensión de su ejecutoriedad. No obstante, ninguna
de sus pretensiones prosperó, siendo rechazadas por el Honorable Tribunal de Cuentas de la
Provincia mediante Acuerdos Nº 531 de fecha 26 de febrero de 2015 (fs. 147/150) y Nº 678 de fecha
6 de marzo de 2015 (fs. 144/145), respectivamente.

Por último, el día 19 de marzo de 2015 se notificó al Sr. Hugo Arredondo la intimación “…para que
dentro de los 10 días de notificada la presente, se apersone en el domicilio de este Tribunal sito en
calle Congreso de Tucumán nº 180, Piso 3º de esta ciudad y de cumplimiento con el Cargo Fiscal y
Multa impuesta mediante Acuerdo nº 419 de fecha 18 de Febrero de 2015 de este H. Tribunal de
Cuentas, bajo apercibimiento en caso de incumplimiento, de iniciar inmediatamente cumplido el plazo,
las acciones judiciales correspondientes (Ejecución Fiscal)…” (fs. 168).

Ante la situación descripta es que la representación letrada de la parte actora viene “…a deducir el
Recurso previsto en el art. 80, de la Constitución de la Provincia de Tucumán y en el ART.129, DE LA
LEY DE ADMINISTRACION FINANCIERA Nº 6970, y la Nulidad en contra de actos administrativos
emanados del TRIBUNAL DE CUENTAS DE LA PROVINCIA DE TUCUMÁN: Acuerdo Nº 370, de
fecha 17 de Febrero de 2009, Acuerdo Nº 1306, de fecha 28 de Abril de 2009 y Acuerdo Nº419/15, de
fecha 18 de Febrero de 2015, dictados en el expediente Nº 428-270-1-08 y todos sus actos
consecuentes, a fin que oportunamente se declare la NULIDAD ABSOLUTA E INSANABLE de los
mismos, y se absuelva totalmente a mi mandante, con expresa imposición de costas”.
En ese marco, solicita “…la suspensión de la ejecutoriedad de los Acuerdo Nº 370, de fecha 17 de
Febrero de 2009, Acuerdo Nº1306, de fecha 28 de Abril de 2009 y Acuerdo Nº419/15, de fecha 18 de
Febrero de 2015, dictados en el expediente Nº 428-270-1-08 y todos sus actos consecuentes
dictados en el expediente Nº 428-270-1-08 por el Tribunal de Cuentas y/o continuación del juicio de
cuentas, hasta que recaiga sentencia definitiva, en tanto la ejecutoriedad de aquellos actos genera
graves e irreparables daños a la persona de mi representado CPN HUGO ARREDONDO, y resultan
patentes las violaciones a mis derechos constitucionales y legales, encontrándose reunidos los
extremos que habilitan su procedencia”.

Liminarmente, corresponde aclarar que el estudio de la cautelar solicitada se circunscribe al Acuerdo


Nº 419 de fecha 18 de febrero de 2015 del Honorable Tribunal de Cuentas (fs. 66/142), en tanto se
trata del acto que puso fin al proceso que fuera iniciado por el Acuerdo Nº 370 de fecha 17 de febrero
de 2009 (fs. 40/52) y que prosiguió su curso en virtud del Acuerdo Nº 1.306 de fecha 28 de abril de
2009 que resolvió rechazar los planteos incoados en su contra.

Sentado ello, resulta de interés recalcar que para el despacho favorable de una cautelar el solicitante
debe justificar -en forma sumaria- la verosimilitud de su derecho, así como el peligro de su frustración
o la razón de urgencia de la medida (art. 218 del C.P.C.C.T.).

Al mismo tiempo, cabe poner de relieve que -con acierto- se ha indicado que “el proceso cautelar
tiende a impedir que el derecho cuyo reconocimiento o actuación se pretende obtener a través de un
proceso (de conocimiento o de ejecución), pierda su virtualidad o eficacia durante el tiempo que
transcurre entre su iniciación y el pronunciamiento de la sentencia que le pone fin” (Palacio, Lino E.,
Manual de Derecho Procesal Civil, Ed. 2.000, pág. 78). En otros términos, las medidas cautelares
encuentran su finalidad última en la necesidad de asegurar la seriedad de la función jurisdiccional,
pretendiéndose privilegiar la eficacia cierta, verdadera y palpable de que la tutela específica de los
derechos invocados, cuente desde un principio con los resguardos suficientes para que en su día, al
sobrevenir la sentencia de mérito, lo que ella mande sea cabalmente cumplido (cfr. Bourguignon,
Marcelo, Peral, Juan C. Dir., Código Procesal Civil y Comercial de Tucumán, concordado, comentado
y anotado, Tomo I°, Bibliotex S.R.L., pág. 584).

Por ello también se ha dicho que “el peligro en la demora es, en rigor de verdad, el presupuesto que
da su razón de ser al instituto de las medidas cautelares. En efecto, si éstas tienden a impedir que el
transcurso del tiempo pueda incidir negativamente en la factibilidad del cumplimiento de la sentencia,
es obvio que si tal peligro no existe, no se justifica el dictado de una medida cautelar. En resumen,
ese temor del daño inminente es el interés jurídico que hace viable la adopción de la medida, interés
que reviste el carácter de ´actual´ al momento de la petición” (Raúl Martínez Botos, Medidas
Cautelares, Bs. As., 1.990, Ed. Universidad, p. 55).

Incluso más, en esa misma línea, se ha expresado que, más que ante un presupuesto de las medidas
cautelares, nos encontramos ante el fundamento de éstas; destacándose que si la sentencia de un
proceso se dictase de forma inmediata a la presentación de la demanda, no existirían las medidas
cautelares, ya que su fundamento es precisamente la demora o retraso, a veces irrazonable, de su
procedimiento, lo que lleva a constituir el daño que puede sufrir la parte actora del proceso (Campo
Cabal, Juan Manuel, Medidas cautelares en el contencioso administrativo, Ed. Temis, Bogotá, 1.989,
pág.13). En otras palabras, las providencias precautorias no constituyen un fin en sí mismas; nacen al
servicio de la providencia definitiva, son instrumentos del instrumento (cfr. Ramírez, Jorge Orlando,
Medidas Cautelares, Bs. As., Ed. Depalma, 1976, pág. 3).

Ahora bien, la cautelar requerida en autos (suspensión de ejecutoriedad de acto administrativo)


implica evitar la producción de los efectos que prevé un determinado acto administrativo con la
finalidad de asegurar la efectividad práctica de la garantía que los particulares procuran obtener para
sus derechos. Su esencia consiste en evitar que el privilegio de la ejecutividad adquiera un marcado
cariz arbitrario en detrimento de los intereses de los particulares (cfr. Rodríguez –Arana Muñoz, la
Suspensión del acto administrativo, pág. 85; citado por Hutchinson Tomás, Derecho Procesal
Administrativo, T. III, Rubinzal – Culzoni, Sta. Fe, 2009, pág. 564).

De conformidad con el art. 21 del C.P.A., procede únicamente cuando “1. Fuere solicitada por la
administración pública, centralizada o descentralizada, previa declaración de lesivo al interés público,
de un acto o contrato administrativo y cuya anulación pretenda. 2. La ejecución o cumplimiento
causare o pudiere causar grave daño al particular, siempre que de ello no resulte un grave perjuicio
para el interés público. 3. El acto o contrato aparejare una ilegalidad manifiesta”.

A partir de allí y teniendo en consideración los fundamentos de la pretensión invocados en la


demanda, en el estrecho margen de apreciación de los procesos cautelares, sin que ello importe
adelantar opinión sobre el fondo de la cuestión, resulta suficientemente acreditada la posible
existencia de un grave perjuicio que la ejecución del cargo fiscal y la multa dispuesta por el Acuerdo
Nº 419 de fecha 18 de febrero de 2015 (fs. 66/142) le causaría al solicitante.

En esa línea, no caben dudas de que entre el acto cuyos efectos se busca suspender cautelarmente
y el daño que se invoca existe un nexo causal que hace al segundo consecuencia lógica del primero,
pues el cargo fiscal y la multa dispuestos por el precitado Acuerdo tienen la virtualidad necesaria
como para provocar los perjuicios que el demandante pretende evitar. A su vez, es evidente que -de
acogerse la medida solicitada- no se derivaría de allí un grave perjuicio para el interés público, puesto
que no están en juego los valores detallados en la norma que prevé los supuestos de improcedencia
de la medida preventiva sub examen (art. 23 del C.P.A.).

Por otro lado, se encuentra debidamente alegado que los actos cuya nulidad se pretende adolecerían
de una ilegalidad manifiesta toda vez que -según refiere- fueron emitidos inobservando plazos
previstos en la normativa aplicable, aspecto este último que será valorado en oportunidad de resolver
la pretensión principal.

En fin, estando acreditada la posibilidad cierta de que se inicien en contra del peticionante acciones
legales tendientes a ejecutar el cargo fiscal y la multa dispuesta por el acto cuya nulidad se solicita
(ver intimación obrante a fs. 168), circunstancia que, por el monto comprometido, podría generarle
graves perjuicios, debe hacerse lugar a la medida cautelar solicitada.

Dicho ello, sólo resta aclarar que la medida de suspensión de ejecutoriedad se dispone en tanto y en
cuanto el Acuerdo Nº 419 de fecha 18 de febrero de 2015 del Honorable Tribunal de Cuentas de la
Provincia de Tucumán (fs. 66/142) declara patrimonialmente responsable al Sr. Hugo Arredondo
(artículo 1°), formula cargo fiscal al mismo (artículo 2°) le impone una multa (artículo 4°) y da
intervención al Departamento Judicial (artículo 6°) y a la Secretaría General (artículo 7°). En
consecuencia, no resulta extensiva a quienes no son partes en el presente juicio ni obsta a que se
ponga en conocimiento de la Fiscalía en lo Penal de Instrucción de la I° Nominación el mencionado
Acuerdo (artículo 9).

Por lo expuesto, corresponde hacer lugar a la medida cautelar solicitada por la representación letrada
de la parte actora (fs. 9/32 y 63/64). En consecuencia, suspender la ejecutoriedad de los artículos 1,
2, 4, 6 y 7 del Acuerdo Nº 419 de fecha 18 de febrero de 2015 del Honorable Tribunal de Cuentas de
la Provincia de Tucumán (fs. 66/142) y ordenar que se abstenga de iniciar acciones legales
tendientes a ejecutar los artículos aludidos, hasta tanto exista pronunciamiento firme en la presente
causa.

Por ello, se
RESUELVE:

HACER LUGAR a la medida cautelar solicitada por la representación letrada de la parte actora (fs.
9/32 y 63/64), según lo considerado. En consecuencia, SUSPENDER la ejecutoriedad de los artículos
1, 2, 4, 6 y 7 del Acuerdo Nº 419 de fecha 18 de febrero de 2015 del Honorable Tribunal de Cuentas
de la Provincia de Tucumán (fs. 66/142) y ORDENAR que se abstenga de iniciar acciones legales
tendientes a ejecutar los artículos aludidos. A los fines del cumplimiento de dicha medida, PREVIA
CAUCIÓN JURATORIA prestada por el solicitante, OFÍCIESE al Honorable Tribunal de Cuentas de la
Provincia de Tucumán haciéndole conocer lo aquí dispuesto.

HÁGASE SABER.

ANTONIO GANDUR

RENÉ MARIO GOANE ANTONIO DANIEL ESTOFÁN

CLAUDIA BEATRIZ SBDAR DANIEL OSCAR POSSE

ANTE MÍ:

CLAUDIA MARÍA FORTÉ JRM

La autenticidad e integridad del texto puede ser comprobada en el sitio oficial del Poder Judicial de Tucumán https://www.justucuman.gov.ar.

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