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1
1,5-10.
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Hadot, 1999: 247.
3
Conon: III, 19.
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Pausanias, IX, 31, 7.
2
En el presente trabajo intentaré explicar, en primer lugar, por qué Plotino recurre al mito
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de Narciso para apoyar sus ideas, en segundo lugar, trataré de justificar esta explicación
basándome en pasajes de las Enéadas, y en tercer lugar intentaré demostrar cómo la
filosofía de Plotino conduce a una ética que se orienta hacia una construcción estética de
la interioridad.
"Qué es, pues lo que ha hecho que las almas hayan olvidado a dios, su padre, y que partes
de él provienen y que a él pertenecen, lo ignoren y se ignoren? Principio del mal es, para
ellas, la audacia, la generación, la alteridad primera y el haber querido pertenecerse a sí
mismas. " V. 1, 1, 1.
El movimiento de las almas individuales hacia lo inferior es simplemente natural y necesario. Las
que se alejan de su principio no se revelan contra su origen, por eso no se puede hablar de
revuelta ni de desobediencia: se trata sólo de un alejamiento necesario para ejercer su
tarea. Sin embargo, el olvido de su dignidad es la causa de su miseria. Si las almas
individuales pasan, "de ser algo total a ser algo parcial, y se cansan (...) de estar con otro,
entonces se retiran cada una a su propio ámbito." IV. 8, 10. Si ponemos atención al
próximo pasaje, observaremos que Plotino describe la situación en la que se encuentran
las almas que se han separado de la unidad y las perturbaciones que sufren estas almas
individuales.
"Ahora, cuando el alma hace esto prolongadamente huyendo de lo universal y
abandonándolo con su separación, y deja de dirigir la mirada a lo inteligible, se aísla
convertida en algo parcial, se debilita, se ocupa de múltiples quehaceres y dirige su
mirada a una cosa parcial, y a causa de su separación de lo total, se posa en alguna cosa
individual y huye de todo lo demás, se marcha y se vuelve a aquella cosa individual (...)
abandona lo total y gobierna con apuros lo particular entrando ya en contacto con las
cosas externas y cuidando de ellas, haciéndose presente en aquella cosa individual y
entrando muy dentro de ella." IV. 8, 2, 10-20.
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Dodds, 1975:45-48.
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Cf. IV. 7, 3, 10-15, V. 1, 1, 5-10.
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"La Inteligencia aspira a ser una, pero no es una, sino cuasiuna; lo es porque la Inteligencia (no) está desparramada, si
no que está realmente consigo misma; por ser inmediatamente posterior al Uno, no se desarticuló a sí misma, pero sí
tuvo la osadía de apartarse en cierto modo del Uno." Armstrong traduce : "Intellect which wants to be one but is not one,
but in unitary form, because Intellect is not dispersed in itself but is in reality all together in itself and its nearness a fter
the One has kept it from dividing itself, though it did somehow dare to stand away from the One." VI. 9, 5, 25-30.
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a la audacia. Plotino discrepa con esta visión y expresa en tratados más tardíos, que las
almas descienden instintivamente, como por una necesidad biológica, "en un instante
dado, baja como automáticamente, y se introduce en el cuerpo."8 Esta ambivalencia es
también registrada por J. Torchia quien presenta la cuestión desde dos perspectivas: por
un lado, una posición optimista en Plotino quien por momentos entiende este proceso
como una difusión de la desbordante bondad de lo Uno, con la espontaneidad de la
emanación como expresión necesaria de su potencia que tiende a expandirse, o por el
contrario, desde una perspectiva pesimista, la división, multiplicación y el descenso como
resultado de una caída atribuida a la voluntad, lo que derivaría en una responsabilidad
ética, consecuencia del deseo no dominado de las almas individuales. 9 También Torchia
atribuye la visión pesimista a una reminiscencia de la cosmovisión
gnóstico-pitagórico-hermética prevaleciente en las primeras explicaciones de Plotino, y
pone de relieve el contraste en la manera en la que, por un lado, Plotino concibe el
despliegue racional y ordenado de lo Uno hacia lo mútiple que revelan las Enéadas en
varios de sus tratados, y por otro lado, con la introducción de un factor de carácter
entrópico que distorsiona la organización del tránsito de lo Uno hacia lo múltiple y que
afecta el plano mismo de la Inteligencia. 10 Torchia remarca que esta situación ambigua
ocurre tanto en el plano de la Inteligencia como del Alma, y que esta situación es
considerada por E. Bréhier como una innegable contradicción en la teoría de la
emanación plotiniana.11
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IV. 3, 13, 5-10.
9
Torchia, 1993:96.
10
"Although Plotinus stresses the orderly progression of all things from the One, he inserts an irrational element of
tolma into his otherwise highly rationalistic metaphysics. In addition to his emphasis upon the goodness of emanation
and his effects, he presents the alternate thesis that otherness is wrong and that its emergence proceeds from a culpable
act of will.Such applications of tolma- language to descending movement of being bespeaks a conflict which permeates
Plotinus's entire metaphysics. Torchia,1993: 96.
11
Bréhier, 1971: 72.
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reflejo en el agua. El Narciso real desea su propia imagen. Ignora que esa imagen que él
ama es la propia. Actúa irracionalmente, casi como un animal. No es capaz de distinguir
la imagen de lo real y en vez de desear la belleza del modelo que es él mismo, desea la de
la copia. ¿Qué es lo que Narciso no es capaz de ver? Narciso no es capaz de verse a sí
mismo sin verse como cuerpo sensible. No es amor por él el que siente Narciso, es amor
y deseo por algo que vale menos que él mismo. Narciso ve una belleza irreal y no es
capaz de reconocer que la verdadera belleza está en sí mismo, no en su exterior visible,
sino en lo que no se ve. Cuando Narciso se refleja pierde la identidad y se enamora de su
alteridad. Su confusión es seria. Pues lo que no sabe Narciso es que la belleza exterior
que está en el cuerpo, es sensible y como tal no es más que una apariencia y que si desea
encontrar algo realmente bello deberá ser capaz de alejarse de lo material, dejar de lado lo
corpóreo y ascender hasta lo inmaterial, es decir, debe ver su interior. Ese interior es su
alma, lo que no se ve, el aspecto más real y más bello del que es dueño.
El espejo en el que se refleja Narciso es el agua. Y para Plotino la materia será a
veces simbolizada por una superficie reflejante: un espejo o el agua, también. Esa
superficie sólo puede soportar imágenes de lo real. En los pasajes en los que Plotino
considera a la materia un mero soporte sin forma y sin belleza, la materia parece ser
completamente pasiva, y por lo tanto, inofensiva. Sin embargo, en otros pasajes, la
materia adquiere el misterio de una hechicera. ¿Qué pasaría si la materia tuviese más
poder que la forma, si lo amorfo y feo dominara a la forma o la belleza? ¿Qué sucedería
si la materia sumisa no fuera tal y tuviera algún tipo de actividad? El agua de Narciso
puede ser un apacible e inmóvil estanque de aguas espejadas o puede ser que debajo de
esa quietud exista una ciénaga que atrape al alma equivocada. En el relato mitológico el
deseo de Narciso lo engañó fascinándolo con un sortilegio y lo llevó a la muerte. Del
mismo modo que Narciso, las almas inidviduales que se acercan demasiado a la materia,
que se preocupan más por lo sensible que por lo inteligible, pueden hundirse en ella y por
buscar la autonomía, pueden, precisamente, perder la autonomía. Pues el destino que le
espera a las almas que se dejan atrapar por los cuerpos sensibles será el de quedar en ese
medio, reencarnándose sucesivamente sin poder regresar a la unidad.
Plotino nos ofrece dos sugerencias: una, hacer como Ulises, quien, no cayó preso de los
sortilegios de Circe y Calipso y triunfalmente regresó a su morada. Pero además, nos dejó
uno de sus más maravillosos pasajes, acerca de cómo embellecer, no nuestro cuerpo,
que sólo es un imagen de lo real, sino nuestra alma, a la que debemos tratar como si fuera
una obra de arte. El texto es el siguiente:
"Vuelve hacia tu interior y mira; y si tú mismo no te ves bello, haz como el escultor que
corta, pule y depura el mármol, que resultará embellecido, hasta que llegue a expresar un
hermoso rostro de estatua. También tú, de la misma manera, cercena y arroja de ti lo
superfluo, endereza lo que está torcido, y purificando lo que es oscuro haz de modo tal
10
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Mondolfo, 1968:349.
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PLOTINO
_____. Plotini Opera. Textus tom. I, ed.P. Henry/H.-R Schwyzer, Leiden 1951. Versio
digitalis: Dmitriy Kurdybaylo, St. Petersburg, Russia.
_____.Porphyry. On the Life of Plotinus and the order of his books. Enneads I-VI, Vol.
I-VII, with an English translation by A. H. Armstrong. Loeb Classical Library, Cambridge,
Massachusetts: Harvard University Press, 1989.
Bibliografía
FOUCAULT, M. (1984) "Qu’est-ce que les Lumières?" Dans Dits et Ecrits, Tome IV,
texte n°339.
12
HADOT, P. (1999) Plotin, Prophyre. Études Néoplatoniciennes. Paris: Les Belles Lettres.
TORCHIA, J.N. (1993). Plotinus, Tolma, and the Descent of Being. An Exposition and
Analysis. New York: Peter Lang Publishing Inc.