Historia y domesticación:

Los pollos domésticos, Gallus gallus domesticus, se originaron a partir de la

domesticación del gallo bankiva en el sudeste asiático hace unos 8,000 años. Desde entonces, los

humanos han criado pollos para obtener carne y huevos, convirtiéndolos en una de las aves de

corral más comunes en todo el mundo.

Razas y variedades:

Existen numerosas razas y variedades de pollos, cada una con características específicas

en cuanto a tamaño, color, forma y propósito. Algunas razas se crían principalmente para la

producción de carne, mientras que otras son más especializadas en la producción de huevos.

Producción de carne:

Los pollos de engorde, criados específicamente para la producción de carne, suelen ser de

rápido crecimiento y alcanzan el peso adecuado para el sacrificio en un corto período de tiempo.

La carne de pollo es una fuente importante de proteínas magras en la dieta humana.

Producción de huevos:

Las gallinas ponedoras son aquellas criadas para producir huevos. A lo largo de los años,

se han desarrollado razas especializadas en la producción eficiente de huevos. Las granjas

avícolas modernas utilizan tecnologías avanzadas para maximizar la producción de huevos de

alta calidad.

Comportamiento y cuidado:
 Los pollos son animales sociales y tienden a vivir en grupos jerárquicos. Son animales

curiosos y pueden ser entrenados para realizar ciertos comportamientos. Requieren cuidados

básicos como alimento balanceado, agua, refugio adecuado y medidas de bioseguridad para

prevenir enfermedades.

Impacto económico y cultural:

La industria avícola tiene un impacto significativo en la economía global. La cría de

pollos no solo proporciona alimentos esenciales, sino que también genera empleo en diversas

regiones. Además, en algunas culturas, los pollos tienen un significado simbólico y son parte de

tradiciones y rituales.

Desafíos y preocupaciones:

A medida que la demanda de carne de pollo y huevos ha aumentado, también lo han

hecho los desafíos asociados, como preocupaciones sobre el bienestar animal, prácticas agrícolas

sostenibles y la necesidad de abordar enfermedades aviares.

Investigación y avances tecnológicos:

La investigación continua en genética avícola, nutrición y manejo ha llevado a mejoras

significativas en la eficiencia de la producción avícola. La tecnología moderna también se ha

aplicado en áreas como el monitoreo de la salud de las aves, la automatización en las granjas y la

mejora de las condiciones de crianza.