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Traumatismo craneoencefálico
José Nel Carreño R., Adriana Páez
El traumatismo craneoencefálico (TCE) es una de las mente porque la enfermedad tiene graves repercusiones
eventualidades más frecuentes en la práctica de la neu- tanto a nivel cerebral propiamente dicho, como a nivel
rocirugía. Por desgracia, debido a la prevalencia de ideas sistémico. A nivel local el TCE se asocia a un incremen-
prefijadas con respecto a esta enfermedad, los concep- to de la presión intracraneal que disminuye la presión de
tos de reanimación tan bien establecidos por el curso perfusión cerebral (PPC = PAM - PIC) (Carreño, 2006) y
avanzado de apoyo vital en trauma (ATLS) del Colegio por ende compromete gravemente el aporte de oxígeno
Americano de Cirujanos suelen ser pasados por alto en cerebral. La mayor parte de las lesiones secundarias, en
presencia de un traumatismo craneoencefálico grave y las especial la hipoxia (45.6%) y la hipotensión (34.6%)
prioridades son omitidas con serias consecuencias para la ocurren en el sitio del accidente (Carreño, 2006) e incre-
supervivencia de los pacientes. Por tanto, conocer los di- mentan de manera grave la mortalidad del evento trau-
ferentes tipos de lesiones intracraneales sufridas por los mático (Hutchinson, 2000; Macmillan, 2000). Por tanto,
pacientes y el manejo inicial y avanzado de la enferme- según las guías del Brain Trauma Foundation de manejo
dad es prioritario si se pretende disminuir la morbimor- prehospitalario del TCE (Gabriel, 2000) la presencia de
talidad que sigue siendo inaceptablemente alta. Debido estas dos complicaciones en el transporte de los pacien-
a la adopción de las guías de la Brain Trauma Foundation tes gravemente traumatizados es un fuerte predictor de
la reducción de la mortalidad ha sido de 50 a 25% a lo mal pronóstico con nivel de evidencia IIC. Así las cosas,
largo de los últimos 30 años (Brain Trauma Foundation, el primer paso en el manejo del paciente con traumatismo
2007) con un impacto positivo desde la introducción de craneoencefálico es completar la reanimación sistémica
dichas guías en su primera versión. Estas guías han logra-
do su impacto debido a un abordaje comprensivo y lógi-
camente secuencial de los fenómenos que siguen al
impacto inicial y que son los verdaderos causantes de la
muerte y discapacidad.
Salvo en las lesiones craneoencefálicas masivas, la
mayoría de los pacientes con TCE grave no fallecen en el
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628 • Neurología (Capítulo 21)
antes de continuar con el estudio del cerebro y el mane- gética irreversible ya que la neurona es incapaz de oxidar
jo de la hipertensión endocraneal (nivel de evidencia IIC). otros metabolitos como cuerpos cetónicos o aminoácidos.
De nuevo se debe hacer énfasis en que el ABC del curso 7. Hiponatremia: durante las fases iniciales del trauma-
avanzado de apoyo vital en trauma (ATLS) sigue siendo tismo se produce el fenómeno conocido como cerebro
el algoritmo prudente y necesario a seguir en pacientes perdedor de sal que se caracteriza por una marcada
con TCE grave. natriuresis, inducida por aumentos en la secreción
Sin embargo, no son éstas las únicas causas de lesión hipotalámica del péptido natriurético B, lo que en
cerebral. La hipercapnia e hipocapnia, hiperglucemia e consecuencia produce hiposmolaridad hiponatrémi-
hipoglucemia, hiponatremia, hipertermia e hipoprotei- ca. Este trastorno de la osmolaridad sérica ocasiona un
nemia en conjunto con la hipoxia y la hipotensión han aumento del flujo transcapilar de líquido, empeoran-
sido llamadas las 9 H mortales en el trauma, pues todas do el edema cerebral y la hipertensión endocraneal.
suman para empeorar el pronóstico cerebral al afectar 8. Hipertermia: por cada grado centígrado, la tasa de consu-
alguno de los sustratos metabólicos o la perfusión cere- mo metabólico de oxígeno aumenta entre 13 a 17%. Esto,
bral de oxígeno (Hutchinson, 2000; Carreño, 2006). en presencia de un cerebro hipermetabólico y depen-
diente de perfusión lo pone en un grave riesgo, pues al
1. Hipoxia: el cerebro es 100% dependiente de la glucó- aumentar su tasa metabólica puede desacoplarse a la
lisis aeróbica, por tanto, deprivarlo del combustible curva de aporte-consumo induciendo la llamada hipo-
oxidativo por excelencia es obligarlo a realizar un xia hipermetabólica.
metabolismo anaeróbico, que no sólo es ineficiente en 9. Por último, debido al hipercatabolismo generado por
la producción de energía (2 moles de ATP compara- el traumatismo, la hipoalbuminemia aparece tan rápi-
dos con 38 por la vía aeróbica) sino que deja como do como un paciente quemado en gran extensión. Esta
producto de desecho, ácido láctico que disminuye el disminución del potencial coloidoncótico del plasma
pH intracelular, desacoplando los diferentes comple- aumenta el flujo transcapilar de líquido empeorando
jos enzimáticos citosólicos. el edema cerebral (Carreño, 2006; Yanagawa, 2000).
2. Hipotensión: aunque en condiciones normales la au-
torregulación vascular cerebral es capaz de mantener Independientemente de las razones que motiven la con-
un flujo sanguíneo cerebral (FSC) estable a diferentes sulta del politraumatizado a urgencias y del órgano afec-
valores de presión de perfusión cerebral (PPC), después tado, siempre se deben seguir los criterios del Colegio
del traumatismo esta capacidad se pierde convirtiendo Americano de Cirujanos en el ATLS para iniciar la reani-
al FSC dependiente de la PPC. Así pues, la hipoten- mación. El TCE grave no es una excepción. En ese orden
sión se traduce en un decremento lineal de la perfusión de ideas es también importante iniciar con una adecuada
tornando isquémico el tejido cerebral distal. protección de la vía aérea, asegurar la ventilación y la cir-
3. Hipercapnia: los aumentos de la PCO2 producen culación antes de preocuparse por el examen neurológi-
vasodilatación cerebral lo cual conduce al aumento co. De igual manera éste no tiene ninguna validez hasta
del volumen vascular cerebral (VVC) y por ende, al que no se hayan completado las maniobras de reanima-
ocupar un espacio dentro de un cerebro turgente, ción inicial que aseguren un adecuado aporte de oxígeno
aumenta la presión intracraneal. De manera directa la al cerebro y por ende se pueda presuponer una función
hipertensión intracraneal disminuye la PPC y empeora neurológica apta para ser evaluada. La reanimación del
la isquemia cerebral. paciente neurotraumatizado empieza desde la atención
4. Hipocapnia: desafortunadamente durante muchos años prehospitalaria. Así como se estableció previamente, si
fue paradigma de tratamiento, la hiperventilación del pa- son la hipotensión y la hipoxia los principales enemigos
ciente con TCE, fundamentado en el efecto fisiológico del cerebro lesionado, es deber de quien transporta al
que tiene la disminución de la PCO2 sobre el diáme- paciente evitar estas dos calamidades. En principio la
tro de los vasos sanguíneos cerebrales. Solo reciente- saturación de oxígeno debe ser siempre superior a 92% y
mente, después de varios estudios prospectivos se ha para ello se deben utilizar todas las maniobras necesarias.
podido identificar que la hiperventilación, en especial Aunque durante muchos años se preconizó la intubación
durante las primeras horas del traumatismo, conduce orotraqueal en el campo como manera efectiva de control
a un empeoramiento de la isquemia puesto que el del TCE, la literatura reciente sobre el tema ha mostra-
efecto vasoconstrictor aumenta la resistencia vascular do gradualmente que ésta no es una estrategia aceptable
periférica y disminuye el FSC. por los riesgos y la demora que implica. En su trabajo del
5. Hiperglucemia: si bien es cierto que la hiperglucemia año 2000, Sloane et al., mostraron que la intubación oro-
hace parte de la respuesta metabólica al estrés, cifras traqueal en el campo incrementaba el riesgo de neumonía
por encima de 200 mg/dL son deletéreas ya que apor- posterior en estos enfermos (Sloane, 2000). En ese mismo
tan sustrato en exceso para la glucólisis anaeróbica año, Murria, en el Journal of Trauma (Murray, 2000) mos-
empeorando la lactoacidosis. Los estudios experimen- tró que la intubación en el campo incrementaba la mor-
tales han podido mostrar que esta hiperglucemia es talidad en pacientes con traumatismo craneoencefálico
mucho más lesiva que la hipoglucemia. grave. En niños, Cooper también pudo mostrar que la
6. Hipoglucemia: independientemente de lo lesivo que ventilación con mascarilla tipo Ambu tenía, a largo plazo,
puede ser la hiperglucemia, no es menos cierto que la au- los mismos beneficios que la ventilación con intubación
sencia de sustrato metabólico conduce a la falla ener- orotraqueal después del incidente (Cooper, 2001). Por
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importantes que fueran estos estudios al ser todos no con- Una vez iniciada la ventilación mecánica la meta es
trolados no alcanzaban nivel de evidencia mayor de IV. Por la de obtener una saturación por pulsoximetría mayor de
tanto, sólo hasta la publicación del trabajo de Bochicchio 90% y evitar, a toda costa, lo que antaño fuera una de las
en el 2003 se logró mostrar con un nivel de evidencia IIC estrategias más usadas en la ventilación de los pacientes
al ser un estudio clínico controlado pero abierto, que la in- neurocríticos: la hiperventilación (Knuth, 2005). Desde
tubación orotraqueal en el campo, incrementaba la mor- hace varios años se sabe con nivel de evidencia IA que la
bimortalidad, la incidencia de neumonía y demoraba la hiperventilación en pacientes neurocríticos empeora el
resolución quirúrgica de la lesión (Bochiccio, 2003). pronóstico y, por tanto, está contraindicada en su totali-
Desde el punto de vista práctico en el campo es funda- dad (Gabriel, 2000). Fisiológicamente la hiperventilación,
mental, para mantener la oxigenación no sólo suministrar sí reduce el volumen vascular cerebral pues produce
oxígeno suplementario sino despejar las vías aéreas, tanto vasoconstricción refleja. De hecho como fue demostrado
de cuerpos extraños como de tejido propio del paciente por Coles et al. (Coles, 2002) la hiperventilación así sea
(lengua o dientes) que tienden a obstruirlas tras la pérdida moderada efectivamente mejora la presión de perfusión
de la conciencia. La triple maniobra puede ser necesaria cerebral (PPC) y disminuye la presión intracraneal (PIC)
pero recordando que una gran proporción de traumatismos pero a expensas de una caída notable del flujo sanguíneo
craneoencefálicos graves cursan de manera concomitante cerebral (de 31 ± 1 a 23 ± 1 mL/100 g/min) indepen-
con lesión de la columna cervical. Por eso en la medida diente de la mejoría en la PIC y la PPC. Esta caída del
de lo posible en esta maniobra se debe evitar la hiperex- volumen vascular cerebral y el flujo sanguíneo cerebral
tensión, convirtiéndola en una doble maniobra (luxación incrementa de manera drástica la cantidad de tejido so-
anterior de la mandíbula y apertura de la boca). Si a metido a estrés isquémico.
pesar de ello el paciente mantiene respiración ruidosa Este estrés isquémico se produce por el incremento
que sugiera obstrucción de la orofaringe se puede inten- de la resistencia vascular cerebral al flujo ocasionado por
tar pasar una cánula orofaríngea (nunca nasofaríngea y la vasoconstricción refleja producida por la hipocapnia.
especialmente si hay signos de fractura de la base del crá- Lo que empeora la situación es que, como lo mostraron
neo como tipo "ojos de mapache", de Battle, epistaxis o Kelly y Martin en su estudio clásico de 1997 (Kelly,
rinoliquia u otoliquia). 1997), durante las primeras 24 h, la velocidad de flujo en
Si el paciente vomita es necesario intubar recurriendo la arteria cerebral media medida por Doppler transcra-
a una secuencia rápida con succinilcolina 1 a 1.5 mg/kg pre- neal está disminuida por un bajo flujo sanguíneo cerebral.
via dosis despolarizante de rocuronio de 0.01 mg/kg. Esto en conclusión significa que hay un estado de hipo-
Antes del relajante muscular se debe colocar una dosis perfusión cerebral que, al ser sometido a hiperventila-
de 1.5 mg/kg de lidocaína e iniciar un opioide (fentanil, ción indudablemente empeorará el fenómeno isquémico.
2 a 10 µg en bolo) (Blandam, 2003). Cuando el paciente se Por tanto, la meta de la ventilación es la de mantener los
encuentre en un buen plano (aproximadamente 20 seg pacientes normocápnicos además de normoxémicos. Esta
después) se procede a intubar aplicando la maniobra de meta no sólo se debe mantener durante las primeras 24 h
Sellick con protección de la columna cervical. Durante todo sino durante el manejo de todo el cuidado crítico del
el procedimiento se debe tratar con mascarilla tipo Ambu paciente neurotraumatizado debido a que mientras per-
para mantener una saturación por encima de 90%. sista la hipertensión endocraneal habrá tejido cerebral en
En el ambiente hospitalario la reanimación debe riesgo de isquemia.
continuar en una forma ordenada y segura. Para ello el Para el cerebro traumatizado la hipotensión es un
algoritmo del Colegio Americano de Cirujanos es abso- peor enemigo que la hipoxia. Hay que recordar que la
lutamente válido. Al comenzar por la A, el médico tra- presión de perfusión cerebral se debe a la resta de la pre-
tante debe asegurarse que la vía aérea está permeable y si sión intracraneal y la presión arterial media según la
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18
50 PIC 22
3
0
PPC
93
0
PPC
90
pacientes neurotraumatizados son hipovolémicos reales
o relativos, el primer paso es la repleción rápida y agresi-
Figura 21-4. Curva de presión intracraneana caracterizada por un P2
va del espacio intravascular. Por tanto, tras canalizar dos predominante en paciente con hipertensión endocraneal (28 como
grandes venas se deben administrar al menos 2 000 mL puede verse a la derecha de la gráfica). Esta morfología representa
de solución salina a 0.9% hasta lograr la meta de presión una hipertensión endocraneal por edema cerebral.
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y la presión corriente abajo del árbol vascular cerebral. dad bajo ningún punto de vista puede o debe retrasar las
Esta presión downstream tiene una estrecha correlación maniobras previas, razón por la cual el médico de urgen-
con el punto crítico del vasocolapso cerebral. Como se cias debe estar familiarizado con la escala de coma de
muestra en la figura 21-5 éste es el punto donde la pre- Glasgow (principal herramienta de evaluación) (cuadro
sión transmural sobrepasa la intraluminal produciendo 21-1), la evaluación clínica de la isocoria y reactividad
un colapso de los vasos sanguíneos. pupilar y la actitud motora.
Debido a que el flujo sanguíneo cerebral tan solo es En ese orden de ideas, la escala de coma de Glasgow
0 cuando la presión arterial media es igual al punto crí- es la principal herramienta de comunicación y su evalua-
tico del vasocolapso cerebral, en el manejo inicial del ción juiciosa considerando las tres partes del examen,
traumatismo es imprescindible mantener un adecuado respuesta motora, respuesta verbal y apertura ocular, no
volumen intravascular y una adecuada presión arterial sólo permiten obtener información objetiva, cuantificable
(así sea necesario administrar inotrópicos o vasopresores) y reproducible sino también tomar decisiones terapéuticas
con el fin de evitar la isquemia. Antes se seguía la norma urgentes (figura 21-6) como la intubación orotraqueal. En
de la reanimación hipovolémica por el temor de que la principio la escala de coma de Glasgow debe repetirse ca-
infusión de grandes cantidades de líquidos endovenosos da 15 min durante la primera hora del traumatismo, cada
(LEV) pudiera incrementar el edema cerebral. A la luz 30 min en las siguientes 12 h y después cada hora hasta que
de la evidencia actual se sabe con nivel IIC que no hay el médico se encuentre seguro de que no está cursando
relación entre la infusión de LEV y el incremento de la ninguna complicación intracraneal, como el crecimiento de
hipertensión endocraneal. un hematoma epidural o subdural.
Así las cosas, una vez completado el ABC de la rea- La escala de coma de Glasgow (GCS), permite al
nimación el siguiente paso imperioso es el del examen médico clasificar el traumatismo en 1 de 3 según la gra-
neurológico. Gran cantidad de mitos existen sobre éste vedad:
en los médicos de atención prehospitalaria, urgencias y
cuidado intensivo. En general hay un gran temor por 1. Traumatismo craneoencefálico leve con escala de coma
"viciar" el examen del neurocirujano y por esa razón de Glasgow de 13 a 15.
muchas veces se demora sin justificación alguna el asegu- 2. Traumatismo craneoencefálico moderado con escala
ramiento de las vías aéreas o el inicio de la reanimación de coma de Glasgow de 9 a 12.
intravascular por priorizar el examen neurológico o la 3. Traumatismo craneoencefálico grave con escala de coma
toma de auxiliares diagnósticos. de Glasgow menor a 8. Este último es una indicación
En la evaluación neurológica del paciente traumati- absoluta de protección de las vías aéreas, manejo en cui-
zado son fundamentales sólo ciertas maniobras diagnós- dado intensivo y valoración neurorradiológica urgente
ticas que deben ser prontas y adecuadamente realizadas una vez completada la reanimación inicial.
por cualquier médico en los servicios de urgencias sin
que de manera obligatoria participe en la evaluación el Una vez terminada la evaluación inicial del ABCD y la
neurocirujano. De hecho la valoración por esta especiali- secundaria con "tubos y dedos en todos los orificios"
como lo pregona el ATLS es hora de iniciar los estudios
neurorradiológicos pertinentes. Estos estudios permitirán
al médico tratante clasificar el TCE de acuerdo con las
Punto crítico de vasocolapso
lesiones encontradas en una de las siguientes variedades:
Radio
a) Primario: corresponde a las lesiones consecuencia del
impacto inicial y que suceden por las fuerzas de con-
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Cuadro 21-1. Escala de coma de Glasgow. Se evalúan la respuesta motora, la respuesta verbal y la apertura ocular,
a cada una de éstas se le asigna un puntaje y se suman las tres. El valor máximo es de 15 y el mínimo de 3
Variable/valor Respuesta motora Respuesta verbal Apertura ocular
6 Obedece órdenes
5 Localiza el estímulo doloroso Conversa con lenguaje orientado
4 Retira al estímulo doloroso Conversa con lenguaje desorien- Apertura ocular espontánea
tado
3 Movimientos de decorticación Emite palabras inapropiadas Apertura ocular al llamado
2 Movimientos de descerebración Emite sonidos guturales Apertura ocular con el estímulo
doloroso
1 No responde No responde No responde
Lesiones intracraneales
Figura 21-10. Hematoma epidural agudo. La colección se localiza entre la duramadre y el cráneo y típicamente tiene esta forma biconvexa.
Nótese que en la tomografía la colección es de densidad homogénea lo que implica que el vaso sangrante ya no es activo.
por la masa en crecimiento. Las anormalidades pupilares lesiones adquieren la forma de media luna pues se
se presentan en 18 a 44%. La mortalidad es del aproxi- localizan entre la duramadre y la aracnoides. El déficit
madamente de 10%. Son indicaciones de cirugía: neurológico es muy frecuente y las anormalidades
– Hematomas epidurales de más de 30 mL. pupilares se presentan en 30 a 50% de los casos. El tra-
– Hematoma epidural de menos de 30 mL, menos de tamiento es eminentemente quirúrgico según las
15 mm de grosor y menos de 5 mm de desviación de la siguientes indicaciones:
línea media en pacientes con escala de coma de Glas- – Hematoma subdural agudo de más de 10 mm de
gow de 8 o menos (Bullock, 2006). grosor o con más de 5 mm de desviación de la línea
• Hematoma subdural agudo: se produce por rotura de media en la TAC.
las venas anastomóticas entre los vasos corticales y los – Hematoma subdural agudo en pacientes con escala
senos durales (figura 21-11). Entre 12 y 25% de los de coma de Glasgow de 9 o menos.
pacientes con TCE grave, cursan con un hematoma • Hematoma intracerebral: los hematomas intracerebra-
subdural agudo que tiene la mayor mortalidad de todas les en pacientes con traumatismo craneoencefálico grave
las colecciones extraxiales (50 a 85%). En general, los se presentan aproximadamente en 8.2%, y se localizan con
pacientes ingresan al servicio de urgencias con una más frecuencia en los lóbulos frontales (figura 21-12)
escala de coma de Glasgow de 8 o menos y tan solo y temporales, las indicaciones de cirugía son:
27% cursan con un periodo lúcido. En la tomografía las – Pacientes con hematomas intracerebrales con dete-
rioro progresivo y focalización.
– Pacientes con hipertensión endocraneal, con un
volumen de 20 mL a nivel de lóbulo frontal o tem-
poral y con desviación de la línea media mayor de 5
mm en la TAC.
– Pacientes con hipertensión endocraneal y un volu-
men mayor de 50 mL (figura 21-13).
• Lesión axonal difusa (LAD): ésta es una de las lesiones
más frecuentes producida por las fuerzas de acelera-
ción-desaceleración con componente rotacional que se
ejercen sobre el cerebro al momento del accidente. Se
puede presentar con expresiones clínicas leves, con
alteración breve de la conciencia y en su forma grave
hay un coma prolongado producido por la presencia de
focos hemorrágicos en el cuerpo calloso, tallo alto pos-
terolateral y centros semiovales. Clínicamente los
pacientes presentan un estado de coma inmediato que
Figura 21-11. Hematoma subdural agudo visto en imagen de reso- no es producido por una lesión expansiva (aunque con-
nancia a la izquierda con desviación de la línea media y colapso del
sistema ventricular. En la imagen de la derecha se observa un hema-
comitantemente puede presentarse con hematoma
toma contralateral con densidad homogénea y efecto de masa sobre epidural o subdural asociado). Con frecuencia hay sig-
la línea media. nos de decorticación, descerebración y disfunción
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