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FACULTAD DE DERECHO
Autor
Martín Santiago de la Jara Plaza
Revisor
Lima, 2022
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Resumen
El presente informe tiene como punto de partida el caso de un banco (Banco Sur del
Perú) que denuncia, a través de su representante, a sus extrabajadores por los
delitos de hurto, estafa, apropiación ilícita y peculado; todo ello por haber
participado en dos operaciones irregulares que terminaron con la sustracción de más
de un millón de soles de la bóveda bancaria.
Luego de cinco años de proceso penal, la Quinta Sala Penal de la Corte Superior de
Lima absolvió a los imputados de todos los delitos denunciados. Su decisión estuvo
fundamentada en la supuesta inexistencia de elementos probatorios objetivos
suficientes para establecer la comisión de los delitos.
La Tercera Sala Civil de Lima, en la sentencia de diciembre del año 2001, decidió
declarar fundada la demanda fijando una reparación civil de $ 35,000.00 (treinta y
cinco mil dólares) a favor del señor Saavedra Díaz.
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ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………………………Pág. 4
2. ANTECEDENTES…………………………………………………………………………………...Pág. 5
8. CONCLUSIONES GENERALES....................................................................Pág. 91
9. BIBLIOGRAFÍA.........................................................................................Pág. 93
10. ANEXOS……………………………………………………………………………………………….Pág. 96
3
1. INTRODUCCIÓN
¿Qué sucede cuando una persona decide ejercer estos derechos constitucionales y
acude a la administración de justicia para denunciar una serie de delitos, empleando
hechos falsos con una intención maliciosa o sin motivos razonables? Para
comprender las consecuencias es importante ser conscientes de cuáles serían los
daños que se ocasionarían en ese escenario. En primer lugar, estaríamos frente a
una vulneración al derecho al honor o buena reputación de la persona denunciada,
pero también se encontrarían presentes otro tipo de daños extrapatrimoniales como
patrimoniales, lo que hace que el tema sea mucho más complejo, ya que el hecho
de que la administración de justicia haga andar su maquinaria y conlleve a las partes
a invertir tiempo, dinero y, en muchos casos, haga que incluso las personas sean
privadas temporalmente de su libertad, podría generar muchas más consecuencias
lesivas. Es precisamente por ello que desde hace muchos años nuestro
ordenamiento contempla supuestos y estructura figuras jurídicas, tanto en la
legislación penal como en la civil, para evitar y sancionar la realización de este tipo
de daños.
El artículo 402° del Código Penal reconoce a la denuncia calumniosa como un delito
contra la administración de justicia. Por su parte, el artículo 1982° del Código Civil
reconoce la indemnización para quien ha sido denunciado por alguien a sabiendas
de la falsedad de sus afirmaciones o sin motivo suficiente para realizar la denuncia.
Como ya se mencionó, el objetivo de crear figuras como estas es regular a su vez el
gran poder y facultad que representa el derecho de acción o de denuncia que tiene
cada ciudadano.
4
probatorios y los fundamentos que presentó la demanda a fin de determinar si
existieron los elementos mínimos para justificar una denuncia en este caso. De igual
manera, también se estudiaron los aspectos jurídicos relacionados a la
indemnización por denuncia calumniosa, la antijuridicidad como elemento
conformante de la responsabilidad civil extracontractual y al daño moral como
consecuencia de la denuncia calumniosa.
La primera parte del presente informe detalla de manera cronológica los hechos y
las resoluciones presentadas por los jueces en el proceso penal y en el proceso civil;
la segunda parte analiza los principales problemas jurídicos que se presentaron en
ambos procesos y, la última parte presenta las conclusiones del caso.
Por último, debo mencionar que los motivos que llevan a uno a escoger un expediente
con estas características es la de adquirir múltiples aprendizajes y reflexiones acerca
del funcionamiento de la jurisdicción penal y civil. La demanda civil por denuncia
calumniosa nos lleva a retrotraernos al proceso penal y sus fundamentos; no hay
duda que todo lo que se determinó en el proceso penal influyó de manera sustancial
en el análisis del proceso civil, tal vez esta particularidad es el reto que presenta la
reflexión acerca de una figura tan especial.
2. ANTECEDENTES
Al inicio de la década de los años noventa, el Gobierno peruano llevó a cabo una
reforma del sistema financiero que buscó disminuir la presencia y participación del
Estado en el sector. Se apostó, entonces, por la banca privada. No es coincidencia
que precisamente en esta época quebrara la Banca de Fomento y con ella
numerosas cooperativas.1
En 1992 la gerencia del banco fue informada, mediante dos reportes de inspección,
de la falta de dinero en las bóvedas del banco. El primer informe tuvo lugar el día 29
de enero: se trató de una auditoría interna que señaló el faltante de S/. 301,500.00
(trecientos unos mil quinientos soles) en efectivo; el segundo vio la luz el 5 de junio.
En esa ocasión fue un reporte de inspección realizado por funcionarios del Banco
Central de Reserva que determinó la existencia de un faltante de S/. 1’058,700.00
1
BUSTAMANTE ROMANÍ, Rafael. El problema del crédito en el sistema bancario peruano: Como factor
explicativo fundamental en el costo del crédito. año 2005 Pag 173. Consulta online: 05 de mayo del año
2021. file:///C:/Users/mdela/Downloads/cap5.pdf
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(un millón cincuenta y ocho mil setecientos soles) en los fondos de depósitos en
custodia del banco, perteneciente al encaje adicional.
En ambas operaciones participaron como empleados del Bancosur los señores Luis
Enrique Ríos Sarmiento, como Jefe de Valores del banco; Leonidas Yabar Bedregal,
como Subgerente de Operaciones; Miguel Óscar Saavedra Díaz, como Jefe de
Bóveda o Cajero general, y Florencio Gustavo Duran Hurtado, como asistente del
anterior.
A inicios del año 1992, el Banco Central de Crédito Cooperativo del Perú (en
adelante CCCP) se encontraba con una evidente falta de liquidez financiera por lo
que, con el fin de reflotar y obtener más capital, decidió buscar la captación de
dinero a través de algunas de sus subsidiarias (empresas vinculadas), entre la que
se encontraba la empresa “Servicio de Mantenimiento y Afines Sociedad Anónima”
(SEMA S.A.) y otra empresa subsidiaria de nombre L y V International Trading S.A.
Cabe señalar que, para la realización de dicha operación, los representantes del
banco CCCP y sus subsidiarias debieron presentarse a la sede del Bancosur, ubicada
en Miraflores. Ese encuentro fue coordinado por el jefe de Valores del Bancosur, Luis
Enrique Sarmiento Díaz; quien hizo que los reciba el Subgerente de Operaciones,
Leónidas Yabar Bedregal. Después del recibimiento, Yabar Bedregal se encontró en
la antesala de la bóveda con el señor Miguel Óscar Saavedra Díaz, a quien le
informó sobre la operación pactada con las otras entidades. Ambos, con la ayuda del
asistente de Saavedra Díaz, Florencio Durán Hurtado, sustrajeron el dinero de la
bóveda, que después fue trasladado a la bóveda del banco CCCP.
6
b) Segunda operación bancaria
La segunda operación tuvo lugar el día 23 de enero de 1992 y fue casi idéntica a la
primera. Bancosur le otorgó un préstamo de S/. 301,500.00 (trecientos unos mil
quinientos soles) a la empresa SEMA S.A. A fin de garantizar dicho préstamo, la
empresa L y V International Trading International S.A. giró una letra de cambio el 23
de enero de 1992 por el monto ascendente de S/. 324,059.00 (trecientos
veinticuatro mil cincuenta y nueve soles), con fecha de vencimiento del 24 de
febrero de ese mismo año, la cual tuvo como aceptante a la empresa SEMA S.A. y
como beneficiario al Bancosur.
A modo gráfico, se presentan ambas operaciones bancarias, así como las garantías y
montos que conformaron las mismas:
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- El 5 de junio de 1992, personal de auditoría del Banco Central de Reserva
descubrió el faltante de S/1’058,700.00 (un millón cincuenta y ocho mil
setecientos soles) en los fondos de custodia del Banco Central de Reserva,
perteneciente al encaje adicional que custodiaba el personal del Bancosur en
bóveda.
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quinientos cincuenta y ocho mil doscientos cuarenta y ocho soles con 14
céntimos).
Antecedentes:
El 5 de junio de 1992, el señor Juan Guillermo Ballón García, jefe de Operaciones del
Banco del Sur del Perú, presentó una denuncia ante la División de Estafas de la Policía
Nacional del Perú, por los supuestos delitos de hurto agravado (artículo 186° del
Código Penal peruano) y peculado (artículo 397 del Código Penal peruano) en contra
de Miguel Óscar Saavedra Díaz, ex jefe de Bóveda y cajero general del banco;
Leónidas Yabar Bedregal, Subgerente de Operaciones; Florencio Gustavo Durán
Hurtado, jefe de sección y asistente de la Bóveda, y Luis Enrique Ríos Sarmiento, jefe
del Departamento de Valores. Se les imputó el haberse apropiado ilícitamente de la
suma de S/. 1’059,300.00 (un millón cincuenta y nueve mil trecientos soles) del
banco, que habrían sustraído irregularmente de las bóvedas, mediante operaciones
bancarias coordinadas con el Banco Central de Crédito Cooperativo del Perú, sus
subsidiarias SEMA S.A., L y V International Trading S.A.
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siendo algunos de ellos representantes del banco CCCP y de sus subsidiarias, SEMA
S.A y L y V International Trading S.A.
El 1 de julio del año 1992, el Ministerio Público formuló la denuncia contra estos
extrabajadores del Banco del Sur del Perú por el delito de hurto agravado y contra los
trabajadores del Banco Central de Crédito Cooperativo, la empresa SEMA S.A. y L y V
International Trading S.A. por el delito de receptación.
Ese mismo 1 de julio de 1992, el Segundo Juzgado Penal Provisional de Lima emitió el
auto de apertura de instrucción en la vía sumarísima contra estos extrabajadores por
los delitos mencionados, sin emitir pronunciamiento alguno acerca del delito de
peculado contenido en la denuncia.
El mismo día, el Juzgado resolvió trabar embargo preventivo hasta por la suma de
S/.1’000,000.00 (un millón de soles) sobre los bienes muebles, inmuebles, valores y
vehículos de propiedad del imputado Miguel Óscar Saavedra Díaz, a solicitud del
Banco del Sur del Perú, que mediante un escrito presentado 1 de septiembre de 1992,
dio a conocer las cuentas de ahorros en moneda nacional N°200-108836 y la cuenta
corriente en moneda nacional N°200-43302 del mencionado imputado. Estas fueron
finalmente embargadas en forma de retención, como lo ordenó la resolución judicial
del 3 de septiembre de ese mismo año.
Ante dicha situación, los señores Miguel Saavedra Díaz y Luis Enrique Ríos Sarmiento
presentaron una queja de derecho, en atención al artículo 297° del Código de
Procedimientos Penales, que tuvo como objetivo desvirtuar la inclusión del delito de
peculado en el auto de apertura de investigación.
10
Finalmente, respecto a dicho cuaderno incidental, el 24 de mayo de 1993 la Sala
Penal declaró insubsistente el extremo que ordena que el juez penal amplíe el auto de
apertura a fin de que se investigue también por el delito de peculado debido a que, en
sintonía con lo expresado por los recurrentes, no se encontraban fundamentados los
elementos constitutivos del delito de peculado, ya que los investigados no revestían el
carácter de funcionarios públicos al momento de realizar las supuestas conductas
delictivas.
3.3 Primera sentencia penal de primera instancia emitida por el 25° Juzgado
Penal de Lima de fecha 13 de octubre del año 1994 y su posterior nulidad
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a) Las operaciones que celebró el banco CCCP, sus subsidiarias y el Bancosur el día 7
de enero y 23 de enero del año 1992, no fueron regulares, pues no se realizaron por
los canales correspondientes. Sin embargo, el dinero retirado de las bóvedas del
banco agraviado fue depositado en las bóvedas del Banco CCCP, lo cual demostraba
que el motivo de las operaciones fue conseguir liquidez para este último.
d) El Bancosur, con fecha 17 de agosto del año 1992, demandó en vía ejecutiva al
Banco Central de Crédito Cooperativo para el cobro de ambas letras de cambio.
3.4 Segunda sentencia primera instancia de fecha 12 de junio del año 1995
emitida por el 25° Juzgado Penal de Lima y su posterior nulidad
12
Luego de haberse declarado nula la sentencia de vista, el Vigésimo Quinto Juzgado
Penal de Lima nuevamente emitió sentencia declarando sobreseída la causa y
absolvió a los extrabajadores del Banco del Sur del delito de hurto agravado y,
ahora sí, expresamente también respecto del delito de estafa y apropiación ilícita.
Por otro lado, absolvió del delito de receptación a los funcionarios del banco CCCP
y de las otras empresas financieras participantes.
a) Las operaciones que celebró el banco CCCP, sus subsidiarias y Bancosur los días 7 y
23 de enero de 1992 no fueron irregulares, esto es evidente porque los directivos
conocían de su existencia, como lo demuestran los siguientes hechos:
b) Las actuaciones de los funcionarios del Banco del Sur, y los demás implicados en la
presente investigación, estuvieron acorde a la disposición contenida en el artículo
96° de la Ley General de Instituciones Bancarias y Financieras 2.
2
Decreto Legislativo N°637 “Ley General de Instituciones Bancarias, Financieras y de Seguros”.
Artículo 96°: Los bancos están facultados para realizar las siguientes operaciones:
(…) i) Realizar operaciones de crédito con bancos y financieras del país, así como efectuar depósitos en unos
y otras.
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opinado por el fiscal superior, resolvió declarar nula la sentencia del 12 de mayo de
1995.
b) No hay ninguna explicación para justificar la extracción del dinero sin autorización
del propietario. Los acusados no contabilizaron esta operación, según puede
apreciarse en el balance de comprobación.
f) El a quo ha partido de una premisa falsa al sostener que los fondos de la bóveda del
Banco Central de Reserva son de libre disponibilidad.
Luego de que la Corte Suprema haya declarado nula la sentencia del 12 de junio del
año 1995, el 43° Juzgado Penal de Lima en concordancia con las anteriores
judicaturas, emite sentencia declarando sobreseída la acusación y absolviendo a los
imputados.
14
a) El banco agraviado requirió reiteradas veces sus acreencias frente al banco “CCCP”
mediante cartas notariales, lo que evidencia que varios meses antes de denunciar
los delitos conocía con bastante antelación sus acreencias ante dicho banco.
3.6 Sentencia definitiva de fecha 31 de marzo del año 1997 emitida por la 5°
Sala Penal de Lima
a) La entidad agraviada presentó el 26 agosto del año 1992 una acción civil ejecutiva a
L y V Internacional Trading S.A. y SEMA S.A. por incumplimiento de operación
crediticia por S/. 1’558,248.14 (un millón quinientos cincuenta y ocho mil doscientos
cuarenta y ocho soles con 14 céntimos) ante el Vigésimo Cuarto Juzgado Civil de
Lima.
b) No existió ningún elemento de juicio para considerar al Banco Sur del Perú como
parte agraviada, más aún porque este se inscribió ante una comisión liquidadora.
d) No existieron elementos para considerar al Banco Central de Reserva del Perú como
ente agraviado, ya que la misma entidad manifestó que no lo era.
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Mapa procesal de los hechos relevantes en el PROCESO PENAL
a) El Banco del Sur del Perú, a fin de no asumir su responsabilidad ante el Banco
Central de Reserva del Perú por haber realizado dos operaciones financieras
deficientes y, además, con el objeto de cobrar la póliza de seguro bajo el concepto
de siniestro, denunció injustificadamente y a sabiendas de la falsedad de sus
imputaciones al demandante por el delito de peculado, hurto agravado, apropiación
ilícita y estafa.
16
b) El proceso penal, activado por ambas denuncias, le causó un grave perjuicio no sólo
económico sino moral, ya que gracias a las investigaciones preliminares que impulsó
el banco fue puesto a disposición del Departamento de Personal, en el cual fue
hostigado y obligado a renunciar sin que se le paguen sus beneficios sociales y sin
que se le extienda el certificado de trabajo respectivo, por lo que le fue imposible
conseguir trabajo posteriormente.
g) Fundamenta su pretensión al amparo del artículo 1969° 4, 1982°, 1984°5 y 1985°6 del
Código Civil.
Luego de que el Décimo Séptimo Juzgado Civil, mediante la Resolución N°01 del 24
de julio de 1998, admitió a trámite la demanda en vía del proceso de conocimiento,
y tras correrle traslado al Bancosur, como parte demandada, los representantes de
dicha empresa en su escrito de contestación adujeron lo siguiente:
a) Las denuncias penales que formuló el Banco del Sur en contra del demandante no
pueden ser consideradas como sustento de una indemnización por daños y
3
Artículo 1982° del Código Civil: Corresponde exigir indemnización de daños y perjuicios contra quien, a
sabiendas de la falsedad de la imputación o de la ausencia de motivo razonable, denuncia ante autoridad
competente a alguna persona, atribuyéndole la comisión de un hecho punible.
4
Artículo 1969° del Código Civil: Aquel que por dolo o culpa causa un daño a otro está obligado a
indemnizarlo. El descargo por falta de dolo o culpa corresponde a su autor.
5
Artículo 1984° del Código Civil: El daño moral es indemnizado considerando su magnitud y el menoscabo
producido a la víctima o a su familia.
6
Artículo 1985° del Código Civil: La indemnización comprende las consecuencias que deriven de la acción u
omisión generadora del daño, incluyendo el lucro cesante, el daño a la persona y el daño moral, debiendo
existir una relación de causalidad adecuada entre el hecho y el daño producido. El monto de la indemnización
devenga intereses legales desde la fecha en que se produjo el daño.
17
perjuicios, pues éstas se hicieron en el ejercicio regular de un derecho, supuesto de
irresponsabilidad civil reconocido en el inciso 1 del artículo 1971° 7 del Código Civil.
b) El banco, como entidad financiera, está obligado a salvaguardar los depósitos de sus
ahorristas y clientes, es por ese motivo que la entidad denuncia al demandante,
quien se organizó con otros funcionarios del banco para facilitar de manera irregular
y sin autorización el retiro de la bóveda del banco de S/. 1’360,800.00 (un millón
trecientos sesenta mil ochocientos soles). Debido a que el demandante ocupaba el
puesto de cajero general, el banco tuvo que denunciar a Miguel Saavedra Díaz por
los siguientes hechos:
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Artículo 1971° del Código Civil: No hay responsabilidad en los siguientes casos: 1.- En el ejercicio regular de
un derecho. (…).
18
existieron indicios suficientes para considerar que se habían realizado conductas
irregulares.
f) El hecho de que haya sido absuelto de los delitos imputados no implica que no haya
participado en las irregulares transacciones y que luego las intentara regularizar con
cheques, letras de cambio y fianzas bancarias, las que finalmente ocasionaron un
perjuicio económico a la entidad bancaria.
b) Copia de la manifestación dada por el señor Miguel Óscar Saavedra Díaz el día 29 de
enero del año 1992. (Anexo 1-G).
Como señaló la defensa del señor Saavedra Díaz en su escrito de tacha, los
documentos no habrían sido escritos por su patrocinado, pues supuestamente no
pertenecían a su puño gráfico.
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Artículo 1971° del Código Civil: No hay responsabilidad en los siguientes casos: 1.- En el ejercicio regular de un derecho.
9
Artículo 84° de la Ley General de Sociedades: Los directores, con la solidaridad que señala el artículo 172° de la Ley
General de Sociedades, son especialmente responsables por: b) Omitir la adoptación de medidas necesarias para corregir
las irregularidades en la gestión (…).
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Artículo 196° del Código Procesal Civil : Salvo disposición legal diferente, la carga de probar corresponde a quien afirma
hechos que configuran su pretensión, o a quien los contradice alegando nuevos hechos.
11
Artículo 300° del Código Procesal Civil: Se puede interponer tacha contra los testigos y documentos. Asimismo, se
puede formular oposición a la actuación de una declaración de parte, a una exhibición, a una pericia o a una inspección
judicial.
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4.4 Audiencia de saneamiento procesal, conciliación, fijación de puntos
controvertidos, saneamiento probatorio y audiencia de pruebas
Por medio de la resolución N°06 del 10 de noviembre del año 1998 se declaró
saneado el proceso y en consecuencia la existencia de una relación jurídica procesal
válida, por consiguiente, se citó a las partes a una audiencia conciliatoria.
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S.A, en cuyo punto 3 precisa que, por carta notarial del 25 de mayo de 1992,
el Bancosur se presentó en calidad de acreedor del Banco CCC.
12. El mérito de la demanda interpuesta en Vía Ejecutiva por el Bancosur con L y V
International Trading S.A y SEMA S.A.
13. El oficio N°0336-92-WDG del 19 de noviembre de 1992 dirigido al director de
la Policía Judicial, que contiene la orden de requisitoria a nivel nacional e
impedimento de salida del país.
14. La primera sentencia de fecha 13 de octubre de 1994 y la segunda sentencia
de fecha 12 de junio de 1995 donde se declaraba sobreseída la causa en el
proceso penal.
15. La sentencia definitiva de fecha 13 de agosto de 1996 en la cual el
demandante fue absuelto.
16. La sentencia de la Quinta Sala Penal de Lina en la cual confirma la sentencia
absolutoria de fecha 31 de marzo de 1997.
17. El mérito de la resolución de fecha 6 y 20 de junio de 1997 que declara
improcedente el recurso de nulidad y queja, interpuestos por el Bancosur
contra la sentencia de fecha 13 de agosto del año 1997.
18. El mérito de la demanda interpuesta contra el Bancosur sobre el pago de los
beneficios sociales y otros.
19. El mérito de la ficha N°57175 expedida por el Registro de Propiedad Inmueble
de Lima, con la cual el demandante intenta acreditar que su propiedad ubicada
en la Calle México Mza R Lote 37 distrito de Chorrillos fue embargada a
solicitud del Bancosur hasta por la suma de S/.1’000,000.00 (un millón de
soles).
20. El mérito de la carta del Bancosur con fecha de 25 de mayo de 1992 dirigida al
Banco CCC donde les comunican que se encuentra pendiente el pago de la
Carta Fianza 5884 por S/.1’276,580.00 (un millón doscientos setenta y seis
quinientos ochenta soles) con lo que el demandante intenta acreditar que el
banco estuvo efectuando gestiones para recuperar el dinero antes de
denunciarlo.
21
7. Copia de las actas de fecha 5 y 8 de junio de 1992, levantada por los
inspectores del Banco Central de Reserva del Perú, respecto de la verificación
de los fondos del BCR en la bóveda del Bancosur, en los cuales se deja
constancia del faltante de dinero.
8. Copia de la letra girada por L y V International Trading S.A por S/.1’234,189.14
(un millón doscientos treinta y cuatro mil ciento ochenta y nueve soles con
catorce céntimos), con fecha de vencimiento del 9 de marzo de 1992.
9. Copia de la Carta Fianza N°5864 emitida por el Banco Central de Crédito
Cooperativo del Perú, a solicitud de SEMA S.A, con fecha de vencimiento el 17
de marzo de 1992, por un importe de S/.1’276,580.00 (un millón doscientos
setenta y seis mil quinientos ochenta soles) que garantizaba el pago de la letra
referida en el numeral anterior.
10. Copia de la carta notarial de fecha 12 de marzo de 1992 que cursaran el señor
Luis Ríos Sarmiento y el señor Miguel Oscar Saavedra Díaz al Banco Central de
Crédito Cooperativo del Perú, requiriendo el pago de la Carta Fianza N°5864
por S/.1’276,580.00 (un millón doscientos setenta y seis mil quinientos ochenta
soles).
11. Copia de la carta del 6 de julio de 1992 al superintendente general de la
Superintendencia de Banca y Seguros, señor Luis Cortavarria Checkley,
informando sobre los hechos sucedidos en nuestra institución y las
publicaciones aparecidas en los diversos medios periodísticos.
12. El mérito del expediente penal concluido N°340-93, tramitado ante el
43°Juzgado Penal de Lima, en la instrucción seguida contra el señor Miguel
Oscar Saavedra Díaz, en agravio del Bancosur, por los delitos contra el
patrimonio.
13. El mérito de las publicaciones periodísticas ofrecidas como prueba por el
demandante en su escrito de demanda, signadas como anexo 1-V.
22
Culminada la actuación de los medios probatorios, los abogados de las partes
solicitaron el uso de la palabra. El juez les concedió cinco minutos a cada uno.
b) En todas las sentencias de primera y segunda instancia del proceso penal no han
existido el mismo criterio jurisdiccional. Incluso en la última sentencia del 31 de
marzo de 1997 se señala que, en efecto, el demandante no cumplió cabalmente con
sus funciones como Jefe de Bóveda del banco.
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b) El cobro por parte del Bancosur de las sumas de dinero correspondientes a la póliza
de seguros, que convenientemente había elevado antes de denunciar, acreditan
plenamente el dolo con el que actuó el banco demandado al denunciar.
c) Que, respecto de las tachas contra los documentos ofrecidos por el demandado
como medios probatorios, subsiste el fundamento del A quo respecto a que el
demandante nunca acreditó la falsedad de los mismos y por lo tanto deberán
declararse infundadas.
Frente a la sentencia del 10 de enero de 2001, cada una de las partes presentó un
recurso de casación en mérito al artículo 385° 12 y 38613° del Código Procesal Civil.
Los argumentos que esgrimió la parte demandada para demostrar las supuestas
infracciones normativas que incidieron en la resolución impugnada fueron los
siguientes:
a) El recurso se sustenta en la causal del inciso 1 del artículo 385° y el inciso 3) del
artículo 386° del Código Procesal Civil, ya que existe una errónea interpretación del
artículo 122°14 del Código Procesal Civil y el artículo 1982° del Código Civil.
12
Artículo 385° del Código Procesal Civil: Sólo procede el recurso de casación contra: 1. Las sentencias
expedidas en revisión por las Cortes Superiores (…).
13
Artículo 386° del Código Procesal Civil: 3) La contravención de las normas que garantizan el derecho a un
debido proceso, o la infracción de las formas esenciales para la eficacia y validez de los actos procesales (…)
14
Artículo 122° del Código Procesal Civil: Las resoluciones contienen: la relación correlativamente
enumerada de los fundamentos de hecho y los respectivos de derecho que sustentan la decisión, la que se
sujeta al mérito de lo actuado y al derecho.
24
e) No se sujeta a derecho el haber resumido el dolo invirtiendo la carga de la prueba
ya que, en atención al artículo 1982 del Código Civil, se aplicó un criterio jurídico
equivocado, pues se trasladó la obligación de probar la inexistencia de dolo o culpa
al demandado y no se dio la tarea de probar la imputación al demandante.
4.8 Recurso de casación interpuesto por el señor Miguel Oscar Saavedra Díaz
contra la sentencia de fecha 10 de enero del año 2000 emitida por la Sala
de Procesos Abreviados de Lima
a) El recurso se sustenta en la causal del inciso 1 del artículo 384° y 385°, el inciso 1),
2) y 3) del artículo 387° del Código Procesal Civil, ya que según fundamenta existe
una errónea aplicación del artículo 1984° y el 1985° del Código Civil.
4.9 Segunda sentencia de segunda instancia de fecha 6 de abril del año 2001
emitida por la Sala de Procesos Abreviados y de Conocimiento de Lima
Luego de declararse nula la sentencia de fecha 10 de enero del año 2000, la Sala de
Procesos Abreviados y de Conocimiento del Poder Judicial, el día 6 de abril del año
2001, emitió una nueva sentencia en donde declaró fundada la demanda y ordenó
que el banco demandado abone la suma de S/ 20,000.00 (veinte mil soles) al
demandante en base a los siguientes fundamentos:
a) Las operaciones bancarias realizadas por los imputados en el proceso penal fueron
de carácter regular, lo que muestra el hecho de que los directivos del banco se
dieran cuenta de las operaciones recién cuando estas no estaban siendo honradas
por el banco CCCP.
25
b) El demandante sufrió daños económicos y morales puesto que fue encarcelado, sus
bienes fueron embargados y estuvo impedido de conseguir otro trabajo por culpa
del proceso penal.
a) La denuncia formulada por el banco que originó el proceso penal se encontró dentro
de los supuestos del artículo 1982° del Código Civil, puesto que se demostró que el
banco tuvo conocimiento de las operaciones materia de la denuncia penal.
15
Artículo 122° del Código Procesal Civil: (…) 4. La expresión clara y precisa de lo que se decide u ordena,
respecto de todos los puntos controvertidos. Si el Juez denegase una petición por falta de algún requisito o
por una cita errónea de la norma aplicable a su criterio, deberá en forma expresa indicar el requisito faltante
y la norma correspondiente.
26
- El daño ocasionado por el embargo trabado contra la propiedad del
demandante.
d) Que el actor haya reconocido que las operaciones realizadas en enero de 1992, a
favor del banco CCCP, fueron irregulares —como consta en el acta de declaración
instructiva, así como su confrontación con el procesado Yabar Bedregal—, no exime
de responsabilidad al banco demandado, quien antes de realizar la denuncia asumió
las acreencias respectivas.
a) No es cierto que se haya hecho una interpretación errónea del artículo 1332°, acerca
de la facultad de la cuantificación equitativa del juez respecto al daño, puesto que el
artículo IV del Título Preliminar del Código Civil permite interpretar por analogía la
normativa siempre y cuando la misma no establezcan excepciones o restricciones.
27
Mapa procesal de los hechos relevantes en el PROCESO CIVIL
5.1.2-Cuestiones previas:
a) Aspectos bancarios relevantes.
b) Entrevista a dos profesionales del ámbito bancario acerca de las
operaciones realizadas por los funcionarios del Bancosur.
5.1.3-Delito de hurto agravado.
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5.1.4-Delito de estafa.
5.1.5-Delito de apropiación ilícita.
29
No puedo dejar de hacer una especial mención del aporte que ha
significado para esta investigación la doctrina desarrollada por el doctor
Juan José Blossiers Massini, quien es, sin ninguna duda, una de las
personas más entendidas en el sistema bancario de nuestro país.
Es así que a principios de los años noventa, con los cuerpos normativos
mencionados, se sentaron las bases de un nuevo marco legal para el
funcionamiento del sistema financiero peruano. 16 Considero importante
recalcar que la línea normativa que empezó con el Decreto Legislativo
N°637 continuó siendo la misma, es decir, se mantuvieron las
disposiciones legales orientadas a impulsar un sistema privado y con
fines lucrativos, tomando distancia del sistema cooperativista y público.
Asimismo, se dejaron muy claros los roles de la Superintendencia de
Banca y Seguros y del Banco Central de Reserva, este último ya no
pondría topes a las tasas de interés, pero seguiría exigiendo y
controlando cuestiones como los encajes bancarios.
16
MORRIS, Felipe. La Reforma del Sistema Financiero de 1990. Consulta web: 10 de enero del año 2021.
http://www.ipe.org.pe/portal/wp-content/uploads/2018/01/1999-La-Reforma-del-Sistema-Financiero.pdf.
17
BLOSSIERS MAZZINI, Manuel. “Manual de Derecho Bancario. Legales Ediciones”. Año 2013. Lima. Pág. 127.
18
Dentro de las operaciones que realizan los bancos se encuentran las operaciones “activas” y las operaciones pasivas”,
las primeras están referidas a las operaciones en las cuales los bancos adquieren una posición acreedora frente a los
clientes, como en el otorgamiento de crédito, préstamo hipotecario, crédito de firma entre otras; por el contrario, en las
operaciones bancarias “pasivas” los bancos captan fondos de los clientes, dentro de esas operaciones tenemos a las
cuentas de ahorro, depósito a plazo, cuentas corrientes etc.
30
para obtener una retribución significativa a futuro en la posición de
acreedor.
Empresa Financiera.
Caja Municipal de Ahorro y Crédito.
Caja Municipal de Crédito Popular.
Entidad de Desarrollo a la Pequeña Microempresa (EDYMPE).
Empresa Bancaria.
Caja Rural de Ahorro y Crédito.
Cooperativas de Ahorro y Crédito autorizadas para captar
recursos del público.
b) Empresas especializadas:
c) Bancos de inversión
31
- Leonidas Yabar Bedregal (Subgerente de Operaciones):
Subgerente de
Jefe de Valores
Operaciones
Jefe de Bóveda
32
El organigrama que se muestra a continuación pertenece al Banco
Azteca19 (entidad de derecho privado) que funcionó en el Perú a
principios del año 2000. En este se puede apreciar cómo se estructuran
generalmente los bancos. Los puestos de “Jefe de Operaciones” y
“Cajero universal” son similares a los de Subgerente de Operaciones y
cajero general del Bancosur.
19
MORE YOVERA Celso, “Gestión Económica y Manejo del Área de Operaciones en el Banco Azteca – Sucursal
Piura: 2007-2010: Experiencia, Aportes y Lecciones”. Año 2014, Pag 39. Fecha de Consulta: 10 de enero del
año 2021.
33
Como puede observarse, los encargados del área de Operaciones
ejercen, sobre todo, una labor de control y supervisión de las
operaciones, en tanto realizan un control de ingresos y egresos del
dinero administrado en las operaciones bancarias, así como también
realizan funciones como validar las firmas en los arqueos y otras labores
de control.
34
(Avenida Larco N°878 Miraflores ciudad de Lima- Parte frontal).
35
Entrevista al doctor Carlos Cotera (2 de febrero del año 2021)
2) M: ¿Es usual que se firmen cartas fianzas para respaldar este tipo de
operaciones sin ningún poder de por medio? (minuto 16:02).
36
5) M: En las operaciones del caso sustraen “10” y trasladan a las bóvedas
del banco “8” y lo que se desprende de los atestados policiales y de las
pruebas es que se repartieron el “2” faltante en comisiones entre los
presentes y los que estructuraron la operación. ¿Eso es algo común en
ese tipo de operaciones? (minuto 28:20).
C: No hay un problema más allá del crediticio con que des mal los
créditos, hay malos análisis pero el costo que asume el banco es la
provisión que asume por esas obligaciones, el banco deja de ser rentable
por provisionar. Pienso que lo malo empieza por la metodología en que se
ha entregado la plata. Si la modalidad hubiera sido desembolso en cuenta
con pagaré, no creo que habría habido algún problema. El problema es
que en este caso se ha abierto la puerta de la bóveda, encima se ha
sustraído dinero perteneciente a la custodia del banco central y ese
préstamo no figura en el balance, y sin figurar en los libros de caja…
37
Entrevista al doctor Fernando Merino Núñez de fecha 31 de
diciembre del año 2020
38
se establece que en toda comunicación del sistema financiero existan dos
firmas para que se controlen mutuamente. Segundo, la persona que
otorga el crédito no es la misma que lo desembolsa, no es la misma que
lo evalúa, no es la misma que lo aprueba porque si no va a pasar lo
siguiente: “A ver, Martín, te tomo examen, tú eres mi alumno y te digo
corrígete, ¿te vas a jalar?”. Tercero, los controles cruzados, vas a un
supermercado y vas a ver como hacen arqueos cruzados a los cajeros
sorpresivos, es para controlar la cantidad de la plata a cada hora. Estas
son reglas de control interno, forman parte de la política de control de
riesgo operativo.
39
en el que normalmente tienen lugar y que termina siendo escenario de la
impunidad.
Cabe señalar que los elementos del delito que se verificarán, estarán
ordenados de manera secuencial (Tipicidad -objetiva y subjetiva-
Antijuridicidad y Culpabilidad); de modo que, si solo concurre el
antecedente, no tendrá sentido analizar el consecuente. De esa manera,
si se muestra que en uno de los delitos no se cumple los presupuestos de
la tipicidad objetiva o subjetiva, no tendría sentido seguir analizando el
resto de elementos.21
Saavedra Díaz, por su parte, como Jefe de Bóveda del banco; permitió el
retiro de los montos pactados de las operaciones inconsultas y el traslado
de los mismos a las bóvedas del Banco CCCP. Todo ello ocurrió sin que
21
MEINI, Iván. Lecciones de Derecho Penal Parte General. Teoría Jurídica del Delito. Fondo Editorial de la Pontificia
Universidad Católica del Perú. Año 2014. Pag 28.
40
se registrasen las operaciones en los libros de caja ni en los balances del
banco ese mismo día.
1. Durante la noche.
2. Mediante destreza, escalamiento, destrucción o rotura
de obstáculos.
3. Con ocasión de incendio, inundación, naufragio,
calamidad pública o desgracia particular del agraviado.
4. Sobre los bienes muebles que forman el equipaje del
viajero.
5. Mediante el concurso de dos o más personas.
Existe una discusión acerca del bien jurídico que protege el delito de
hurto. Por un lado, parte de la doctrina señala que lo que se busca es
amparar el derecho de propiedad y, por otro lado, cierto sector de la
doctrina considera que lo que se protege es el derecho de posesión. 22 Por
mi parte, considero que la primera postura es la adecuada debido a que,
como señala el doctor SALINAS SICCHA, en la realidad judicial peruana
se exige que el sujeto pasivo de hurto acredite que es propietario del
bien hurtado.
En esa línea, el bien jurídico que se afecta con este delito sería el del
derecho a la propiedad bajo el significado que le otorga el artículo 923°
22
SALINAS SICCHA, Ramiro. “Derecho Penal Parte Especial”. Grijley. Año 2012. Pag 927.
41
del Código Civil. Es decir, como el poder jurídico de usar, disfrutar,
disponer y reivindicar un bien.
El objeto material de este ilícito recae sobre el bien mueble, que son los
objetos y valores materiales e inmateriales que sirven de fundamento a
las relaciones jurídicas. En este caso específico, el objeto material del
delito fue el patrimonio constituido por los bienes muebles (dinero) del
banco perjudicado.
23
REATEGUI SANCHEZ, James. “Delitos contra el Patrimonio”. Legales Ediciones. Año 2018. Pag 49.
24
REATEGUI SANCHEZ, James. “Delitos contra el Patrimonio”. Op. Cit. Pag 60.
25
Ejecutoria Superior de la Sala Penal de Apelaciones para Procesos Sumarios con Reos Libres de la Corte
Superior de Justicia de Lima, del 5/09/2000.
42
La conducta típica, descrita en el tipo, se basa en la concurrencia de tres
verbos rectores: “apoderar”, “sustraer” y “aprovechar”. Si alguno de
estos verbos faltase en una determinada conducta que lesione el
patrimonio de la víctima, no estaríamos frente a un delito de hurto.
El bien objeto materia del delito debe ser desplazado a un lugar diferente
del cual se encontraba inicialmente, generándose una nueva esfera de
custodia perteneciente al sujeto activo.
43
Asimismo, se requiere la constatación del dolo, es decir, el conocimiento
y la voluntad del sujeto activo para la realización del delito, pero además,
el tipo penal exige un elemento subjetivo denominado “ánimo de
aprovechamiento” por parte del sujeto. Como precisa PEÑA CABRERA 28,
de la propia descripción del tipo se colige que no basta con acreditar el
dolo para acreditar el tipo subjetivo, sino que además se requiere sumar
un elemento ajeno que es el ánimo que tiene que tener el sujeto para
obtener un provecho del bien que se apodera de manera ilegítima.
28
PEÑA CABRERA, Alonso. “Delitos contra el patrimonio”. Op Cit. Pag 167.
29
Sentencia Plenaria N°01-2005/DJ-301-A – Pleno Jurisdiccional de los vocales de lo penal de la Corte Suprema de Justicia
de la República.
30
PEÑA CABRERA, Alonso. “Delitos contra el patrimonio”. Op Cit. Pag 168.
31
REATEGUI SANCHEZ, James. “Delitos contra el patrimonio”. Op Cit. Pag 75.
44
6.1.4 Delito de estafa
45
El que procura para sí o para otro un provecho ilícito en
perjuicio de tercero, induciendo o manteniendo en error al
agraviado mediante engaño, astucia, ardid u otra forma
fraudulenta, será reprimido con pena privativa de libertad
no menor de uno ni mayor de seis años.
33
PEÑA CABRERA, Alonso. “Delitos contra patrimonio”. Op Cit. Pag 342.
34
Véase Recurso de Nulidad N°2504-2015- Lima de la Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de Lima de fecha 07
de abril del año 2015. Consulta online: 5 de agosto del año 2021.
https://img.lpderecho.pe/wp-content/uploads/2018/03/Recurso-de-nulidad-2504-2015-Lima_lp.pdf
46
c) Sujeto activo y pasivo del delito de estafa
47
acto de disposición y (iv) perjuicio patrimonial en provecho del sujeto
activo o de un tercero. Es importante resaltar que la ausencia de alguno
de los elementos, o del orden en que deben presentarse, descartan la
configuración del delito de estafa.35
Engaño (suficiente)
Error en la víctima
Perjuicio económico
I) Engaño
Cuando se señala que el engaño debe ser “suficiente” nos referimos a que
este debe ser capaz de superar las normales previsiones del sujeto pasivo.
En ese contexto, le corresponde al juzgador determinar si el engaño fue
suficiente, en base a la realidad concreta, circunstancias especiales, modo,
ambiente social y lugar en que ocurren los hechos y las aptitudes
intelectuales de la víctima.36
35
REATEGUI SANCHEZ, James. “Delitos contra el Patrimonio”. Op. Cit. Pag 357.
36
REATEGUI SANCHEZ, James. “Delitos contra el Patrimonio” Op. Cit. Pag 335.
48
III) Acto de disposición patrimonial
Por otro lado, cabe mencionar que debe tratarse de un perjuicio efectivo,
pues si se genera un peligro de perjuicio en el patrimonio de la víctima,
nos encontraríamos en el ámbito de la tentativa. De esa manera, la
disposición patrimonial tiene que generar naturalmente un perjuicio
estimable económicamente ya que estamos frente a un delito patrimonial.
49
Lo primero que hay que señalar es que en efecto sí se identifica una relación
causal entre las conductas desplegadas por los imputados y la sustracción
de las sumas de dinero de la bóveda que constituyeron los faltantes
reportados por las auditorías.
37
VILLAVICENCIO TERREROS, Felipe, “Derecho Penal Parte General”. Grijley. Año 2019.Pag 330.
50
El delito de estafa es necesariamente doloso, no existe una modalidad
imprudente del mismo. Asimismo, adicionalmente al dolo se exige un
elemento subjetivo distinto denominado ánimo de lucro, es decir, que el
agente debe ser plenamente consciente de que al realizar todos los
elementos objetivos obtendría un provecho ilícito.
Por último, si bien es cierto, por lo que se describe en los hechos, que el
patrimonio resultó afectado; las conductas realizadas por el señor Yabar
Bedregal, como Subgerente de Operaciones y la del señor Saavedra Díaz,
como Jefe de Bóveda del banco, no cumplen con los elementos objetivos y
subjetivos del tipo de estafa. Esto me llevó a detenerme en el análisis de
los demás elementos del delito de estafa.
51
Si el agente obra en calidad de curador, tutor, albacea,
síndico, depositario judicial o en el ejercicio de una
profesión o industria para la cual tenga título o autorización
oficial, la pena será privativa de libertad no menor de tres ni
mayor de seis años. Cuando el agente se apropia de bienes
destinados al auxilio de poblaciones que sufren las
consecuencias de desastres naturales u otros similares la
pena será privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor
de diez años.
38
PEÑA CABRERA, Alonso “Derecho Penal: Parte Especial – Tomo II” año 2008. Pág 264.
39
Sentencia de Casación N°301-2011 de la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de Lambayeque de fecha 04 de
octubre del año 2011.
52
La particularidad de este delito patrimonial es que exige que el agente
tenga un título legítimo al momento de realizar el delito; este puede ser
de depósito, comisión, administración u otro título semejante que
produzca la obligación de entregar, devolver, o hacer un uso
determinado (título no traslativo de dominio) y que haya sido otorgado
expresamente por el sujeto pasivo.
Por último, el sujeto pasivo sería cualquier persona natural o jurídica, con
la única condición de ser la propietaria del bien mueble entregado por
título legítimo al sujeto activo.41 El sujeto pasivo, en el caso en concreto,
estuvo representado por el banco y sus socios, quienes a través de sus
dependientes contrataron a los señores Yabar Bedregal y Saavedra Díaz.
53
A diferencia del delito de hurto, el bien no entra a la esfera de custodia
del sujeto activo de una forma ilícita, sino que, al momento de la
realización del delito, el sujeto activo ya es poseedor o tenedor de los
bienes que posteriormente se va a apropiar en su beneficio o de un
tercero, como lo expresa claramente el tipo penal.
44
SALINAS SICCHA, Ramiro. “Derecho Penal Parte Especial”. Op Cit Pag 1072.
45
El Manual de Organización y Funciones descrito por la sentencia de primera instancia emitida por la Segunda Sala Penal
de Lima describe como las funciones del señor Yabar Bedregal la siguientes:
“Su función consistía en ejercer el control y la supervisión de las agencias de Lima, impulsando su desarrollo e
informando de sus operaciones al gerente del Área de Operaciones, manteniendo relaciones periódicas con los
administradores”. De la misma manera describe las funciones del Jefe de Bóveda el señor Saavedra Díaz: “Se encargaba
de controlar las operaciones de bóveda, las remesas a sucursales y las agencias, y el control del cajero automático.
Además, registraba y acompañaba a las personas a que ingresaban a la bóveda del banco , llevaba la contabilidad del
dinero existente en la misma, anotando los ingresos y salidas. Emitía sus informes al Departamento de Contabilidad”.
54
c) En la primera operación, el señor Yabar Bedregal con ayuda de los demás
imputados sustrae sumas dinerarias de la bóveda del banco que
pertenecieron al encaje adicional46, y sobre las cuales los inspectores del
Banco Central de Reserva realizaban una inspección periódica.
46
La Ley General de Instituciones Bancarias, Financieras y de Seguros de ese año explica detalladamente en que consistió
este “encaje adicional”:
Artículo 163°: Cuando, por razón de política monetaria, el Banco Central establezca encajes adicionales o marginales, los
fondos con que éstos se constituyan generarán intereses de cargo de dicho Banco Central, a tasas no menores a las del
promedio ponderado de las pagadas sobre todos los depósitos, incluidos aquéllos a la vista, por los bancos y financieras.
47
Artículo 168°: Los bancos que incurran en déficit de encaje serán sancionados con una multa de monto progresivo,
según determinación del Banco Central.
55
El delito de apropiación ilícita es necesariamente doloso, no existe una
modalidad imprudente del mismo. Asimismo, adicionalmente al dolo se
exige un elemento subjetivo distinto denominado ánimo de lucro, es
decir, la intención del agente de obtener un provecho patrimonial para sí
o para un tercero. Si no existe la intención de obtener un provecho
patrimonial, así se cumplan todos los elementos objetivos del tipo penal,
el delito de apropiación ilícita no se configura48.
No basta con la retención del bien, sino que debe de existir un ánimo
subjetivo de querer comportarse como dueño del mismo, ejecutando
actos de tal, por ejemplo, la disposición o el uso para fines distintos. 49
56
Continuando con el último componente del delito a analizar: la
culpabilidad. De la misma manera en que los hechos descritos en el
expediente no evidencian que estemos ante alguna causal de
inimputabilidad, presente en el artículo 20° del Código Penal, está claro
que ambos trabajadores no poseyeron ninguna anomalía psíquica, grave
alteración de la conciencia o alteración de la percepción al momento de
perpetrar el delito.
Una vez constatado que la conducta del señor Yabar Bedregal se adecua
al tipo objetivo y subjetivo del delito de apropiación ilícita, que además es
una conducta antijurídica y culpable, considero idóneo establecer y
aclarar la autoría o participación que habrían tenido ambos funcionarios
del banco, uno como perpetrador del delito y el otro como partícipe,
puesto que se viene evidenciando que cada una de las conductas
presentadas tuvo características distintas.
57
Finalmente, sobre este aspecto podemos concluir que estamos frente a
un autor (Yabar Bedregal) y a un cómplice necesario (Saavedra Díaz) que
tuvo una conducta trascendental para que el señor Yabar Bedregal pueda
perpetrar la apropiación en favor del banco CCCP. Su complicidad
también se reflejaría meses después, cuando presentó ante el gerente
administrativo del banco un cheque sin fondos, justificando el faltante de
dinero y tratando de encubrir el delito perpetrado.
Una de las definiciones que más llaman la atención acerca del tema de
responsabilidad civil, por su solvencia y contenido, fue la acuñada por el
profesor ESPINOZA ESPINOZA quien se refiere a la responsabilidad civil
como una “técnica de tutela (civil) de los derechos (u otras situaciones
jurídicas) que tiene por finalidad imponer al responsable (no
necesariamente autor) la obligación de reparar los daños que este ha
ocasionado”.53
52
ALPA, Guido, “La Responsabilidad Civil: Parte General”. Lima: Legales Instituto. 2021. Pág 49.
53
ESPINOZA ESPINOZA, Juan. “Derecho de la Responsabilidad Civil”. Lima: Instituto Pacífico.2019. Pág. 63.
54
TABOADA CÓRDOVA Lizardo. “Elementos de la Responsabilidad Civil”. GRIJLEY. 2018. Pág 33.
55
LEÓN HILARIO, Leysser. “Responsabilidad Civil contractual y extracontractual”. Biblioteca Digital de la Academia de la
Magistratura .2016. Pág. 33. Consulta Online: 22 de febrero del año
2021.http://repositorio.amag.edu.pe/bitstream/handle/123456789/714/Manual%20Responsabilidad%20Civil.pdf?
58
primer lugar que como “institución del derecho privado es un sistema de
reglas orientadas hacia el restablecimiento de un statu quo prexistente
alterado en sentido negativo por un evento dañoso”, en segundo lugar
indica que como “obligación es el compromiso de resarcimiento de daños
que impone a aquel que resulte considerado civilmente responsable” y en
tercer lugar “como rama del derecho privado en la que se comprende el
análisis conceptual y pragmático, de los preceptos del ordenamiento que
apuntan al resarcimiento de los daños por parte del responsable”.56
sequence=1&isAllowed=y.
56
57
FERNANDEZ CRUZ, Gastón. “Introducción a la Responsabilidad Civil”. Fondo Editorial PUCP. 2019. Pág. 21.
58
FERNANDEZ CRUZ, Gastón. “Introducción a la Responsabilidad Civil”. Op.Cit. Pág. 22.
59
regulación hace que el daño recaiga en algunas personas
que son capaces de soportarlo en virtud de la actividad
desarrollada (empresarial), y de la consiguiente posibilidad
de que tienen para redistribuir entre otros (consumidores) el
daño resarcido”. Para el caso del daño moral, se ha
sostenido que la función de la responsabilidad civil es más
bien aflictivo-consolatoria” (…).59
59
LEÓN HILARIO, Leysser, “La Responsabilidad Civil: “Líneas fundamentales y nuevas perspectivas”. 2017.Pag 348.
60
La diferenciación tradicional señala que en la responsabilidad civil por
inejecución de obligaciones preexiste una obligación que es incumplida y
que trae como consecuencia el daño, mientras que en la responsabilidad
civil extracontractual lo que se incumple no es la obligación convenida,
sino el deber general de no hacer daño mediante la realización de un
acto ilícito.
60
FERNANDEZ CRUZ, Gastón. “Introducción a la responsabilidad civil: Lecciones universitarias”. Op.Cit. Pág. 48.
61
Al momento de analizar los elementos fácticos del caso nos encontramos
con que la conducta ilícita que generó el daño fue la denuncia
supuestamente calumniosa presentada por el banco, la misma que se
presentó en julio de 1992, cuando el demandante ya había renunciado al
banco el 14 de mayo de ese mismo año, por lo que en ese momento ya
no tenía ningún tipo de relación contractual o intersubjetiva con dicha
empresa.
62
consecuencia de la lesión al interés protegido y puede ser
patrimonial (daño emergente o lucro cesante) o
extrapatrimonial (daño moral y daño a la persona).
62
ESPINOZA ESPINOZA, Juan. “Derecho de la Responsabilidad Civil” Op. Cit Pag 63.
63
BUSTAMANTE ALSINA, Jorge. Teoría General de la Responsabilidad Civil: Abeledo- Perrot. Buenos Aires 1986. Pag 140.
63
supuesto de denuncia calumniosa del artículo 1982° del Código Civil,
muestra irrefutable de que el legislador en el Código Civil se encontró con
la necesidad de establecer supuestos concretos meritorios de
resarcimiento casi como si fueran tipos penales; no siéndole suficientes
las cláusulas generales de responsabilidad civil de los artículos 1969° y
1970° del Código Civil para establecer y consolidar la tutela resarcitoria
en el Código.
64
Diccionario de la Real Academia Española. Consulta Web: 28 de agosto del año 2021:
https://dle.rae.es/sabiendas#Dhwe014.
64
responsabilidad funcional y la común, que sí se encuentra presente en la
actualidad.
65
a) Cuando se haga a sabiendas de la
falsedad.
66
que el recurso de casación debe ser declarado infundado en
todos sus extremos”.66
Sin duda, el juez al analizar los supuestos del artículo 1982° se encuentra
en el dilema de si es que el denunciante ha hecho la acusación en franco
ejercicio regular de acción del inciso 1) del artículo 1971° o si en realidad
abusó de ese derecho, y con ello le generó daños ilícitos al denunciante67.
66
Véase en Casación N°4236-2015 Ica de la Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia de la República 19 de abril del año
2016.
67
CIEZA MORA, Jairo, “La responsabilidad civil por denuncia calumniosa y el abuso del denominado “ejercicio regular de
un derecho”, Diálogo con la Jurisprudencia. Año 2010. Pag 57.
68
DE TRAZEGNIES GRANDA, Fernando. “La difamación y la calumnia en el Código Civil del año 1984”. Año 1987. En :
Revista Themis. Número 08. Lima. Pag 50. Consulta online: 02 de julio del año 2021.
https://revistas.pucp.edu.pe/index.php/themis/article/view/10691/11174.
67
De la misma manera, la Tercera Sala Civil de Lima en la sentencia
definitiva de fecha 21 de diciembre del año 2001 señaló expresamente que
la denuncia formulada por el banco, que origina el proceso penal, se
encuentra dentro del primer supuesto del artículo 1982° del Código Civil,
puesto que como afirma “(…) habría quedado demostrado que el banco
tuvo conocimiento de la regularidad de las operaciones materia de
la denuncia penal (…)” y que a pesar de ello denunció al demandante por
la comisión de los delitos de hurto, apropiación ilícita, estafa y peculado.
Antes que nada, quiero señalar lo que reza el artículo 402° del Código
Penal:
68
libertad no mayor de tres años y con ciento ochenta a
trescientos sesenta y cinco días-multa. Cuando la
simulación o adulteración directa o indirecta de
pruebas o indicios sea efectuada por miembros de la Policía
Nacional u otro funcionario o servidor público encargado de la
prevención del delito, y que puedan servir de sustento para
un proceso penal por tráfico ilícito de drogas, la pena será
privativa de libertad no menor de tres ni mayor de seis años y
trescientos sesenta y cinco a setecientos treinta días multa.
69
producción del daño70, en este caso dicha condición sería claramente la
denuncia presentada por el sujeto.
70
ESPINOZA ESPINOZA, Juan. “Derecho de la Responsabilidad Civil” Op. Cit. Pag 362.
71
ESPINOZA ESPINOZA, Juan. “Derecho de la Responsabilidad Civil” Op. Cit. Pag 985.
72
Véase en Casación N°3168-2015 de la Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia de la República.
73
TABOADA CÓRDOVA, Lizardo, “Elementos de la responsabilidad civil”. Op Cit. Pag 36.
74
Véase en Casación N°3168-2015 Pag 08.
70
De esa manera, el mismo autor distingue entre “antijuridicidad típica” y
“antijuridicidad atípica”, la primera referida al supuesto de una conducta
que vaya en contra de una norma prevista en el ordenamiento y la
segunda cuando la contravención es a los valores que el ordenamiento
jurídico establece, independientemente de si está regulado en una norma
jurídica positiva.
75
TABOADA CÓRDOVA, Lizardo, “Elementos de la responsabilidad civil”. Op Cit. Pag 49.
76
TABOADA CÓRDOVA, Lizardo, “Elementos de la responsabilidad civil”, Op Cit. Pág. 48.
77
La denuncia calumniosa constituye un claro ejemplo de “antijuridicidad típica” como concepto expuesto por el doctor
Lizardo Taboada Córdova en la obra citada.
78
BUSTAMANTE ALSINA, Jorge, “Teoría General de la Responsabilidad Civil. Abeledo-Perrot, Buenos Aires. 1986, p.140.
79
El derecho de acción está reconocido en el artículo 2° del Título Preliminar del Código de Procedimientos penales:
Artículo 2°. -FORMAS DE LA ACCIÓN PENAL del Código Penal:
La acción penal se pública o privada. La primera se ejercita por el Ministerio Público de oficio o a instancia de la parte
agraviada, o por acción popular en los casos autorizados por la ley. La segunda directamente por el ofendido, conforme al
procedimiento especial por querella, que este Código establece. Asimismo, es importante señalar que el “derecho de
acción” encuentra amparo constitucional en el inciso 3) del artículo 139 de la Constitución Política del Perú referido a la
tutela jurisdiccional efectiva.
71
Para responder dicha pregunta es clave identificar primero si los
representantes del banco se acogieron de alguna norma específica para
ejercer su derecho; y segundo, verificar el estándar sobre los
requerimientos mínimos que exige el ordenamiento para el inicio de una
investigación preliminar.
Sobre el primer punto, el escrito de contestación de demanda presentado
por el representante del Bancosur el día 21 de septiembre del año 1998
señala acertadamente lo siguiente:
72
4. El demandante, al momento de justificar el segundo faltante
de dinero, presentó ante la gerencia administrativa un
cheque de la empresa Covise S.A. que resultó no tener
fondos.
Sobre el segundo punto, debemos tener claro cuáles son los elementos
necesarios y suficientes que requiere un sujeto para denunciar a otro de
manera legítima. Actualmente el tema es más sencillo pues existen
sentencias como la Sentencia Plenaria Casatoria N°01-2017 que
establece un estándar sumamente ilustrativo de los elementos que
requiere cada etapa de la investigación penal:
73
plenaria, sin embargo, el Código de Procedimientos Penales ofrece dos
filtros procesales importantes por el cual pasaron los hechos
denunciados: la “formalización fiscal de la denuncia” regulada en el
artículo 94° inciso 2) de la Ley Orgánica del Ministerio Público aprobada
por el Decreto Legislativo N°052; y el “auto de apertura de instrucción”
emitido por el juez instructor del artículo 77° del Código de
Procedimiento Penales.
80
SAN MARTÍN CASTRO, Cesar. “Derecho Procesal Penal”. Lima: Editorial Jurídica Griley. Año 2010. Pag.495.
74
Por otro lado, el segundo filtro se encontró en el artículo 77° del Código
de Procedimientos Penales, aplicado al caso penal en el que fue absuelto
el señor Saavedra Díaz:
Para entender el razonamiento que tuvieron los jueces para emitir los
respectivos autos, considero ilustrativo lo señalado por el Quinto Juzgado
Penal de Lima en el auto de apertura de instrucción de fecha 22 de
noviembre del año 1993 contenido en el expediente:
81
El Decreto Legislativo N°1206 del 23 de septiembre del año 2015 modificó el artículo 77° del Código de
Procedimientos Penales estableciendo para el auto de apertura los “indicios suficientes o elementos de juicio
reveladores de la existencia de un delito”.
82
Véase en Casación N°284-2014 de la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia.
75
menos aún de modo unilateral, arbitraria, oculta,
fraudulenta, más cuando se trataba de una operación
extremadamente riesgosa, sabiendo que en el Sistema
Financiero el Banco Central de Crédito Cooperativo del Perú,
atravesaba una mala situación económica (…).
83
DE TRAZEGNIES GRANDA, Fernando. La Responsabilidad Extracontractual. Lima: Pontificia
Universidad Católica del Perú Fondo Editorial. Año 1995. Pag 53.
84
ESPINOZA ESPINOZA, Juan. “Derecho de la Responsabilidad Civil”. Op Cit. Pág. 429.
76
de acuerdo a la naturaleza mismas del ente dañado, sino en relación a
las consecuencias derivadas del evento que causó el daño.
Para poder ser considerado como resarcible, el daño debe cumplir con
cuatro requisitos: certeza, subsistencia, especialidad e injusticia. 89
a) Certeza
La certeza del daño debe ser fáctica y lógica, debe constatarse que el
daño se debe haber producido en el plano fáctico. Mientras que, por otro
lado, también debe existir una certeza lógica del daño. Es decir, el daño
85
FERNANDEZ SESSAREGO, Carlos. “Apuntes sobre el daño a la persona”. 2011. Pag 02. Consulta Online: el 10 de febrero
del año 2021. http://dike.pucp.edu.pe/bibliotecadeautor_carlos_fernandez_cesareo/articulos/ba_fs_4.PDF
86
ALBORNOZ RAMÍREZ, Irina Betsy, “Trabajo de Suficiencia Profesional para optar por el Título de Abogado: Informe
sobre Expediente N°37862-2009-0-1801-JR-CI-32”. Año 2021. Pag 42. Consulta Online: 03 de julio del año 2021.
https://tesis.pucp.edu.pe/repositorio/handle/20.500.12404/17700
87
MEDINA CRESPO, Mariano. La ambigüedad de la jurisprudencia civil sobre la reparación íntegra y vertebrada. En:
Revista de la Asociación Española de Abogados Especializados en Responsabilidad Civil y Seguro. N.º 40. Pp. 25-42.
Consulta Online: 02 de julio del año 2021. http://www.asociacionabogadosrcs.org/revistas/rc40.pdf
88
CIEZA MORA, Jairo, Op. Cit. Pag 66.
89
BUENDÍA DE LOS SANTOS, Eduardo “La responsabilidad civil de la Policía Nacional del Perú”. 2014. En: Revista
Actualidad Civil Registral N°242. Lima. Pag.47. Consulta Online: https://works.bepress.com/eduardo-buenda/4/
77
debe haber sido una consecuencia lógica del hecho que lo produjo. 90 La
certeza lógica del daño se comprueba al momento de la verificación de la
relación causal entre el hecho generador y el daño, y no propiamente en
el análisis de la existencia del mismo. Por último, se debe tomar en
consideración que la certeza exigible del daño varía en función al tipo de
daño de que se trate.
b) Subsistencia
c) Especialidad
d) Injusticia
Como señala FERNÁNDEZ CRUZ, la injusticia del daño debe ser entendida
como la afectación a cualquier tipo de intereses que merezca protección
por el ordenamiento, aun cuando responda a situaciones de hecho que
en otro ámbito del derecho pueda haber sido calificado como ilegítimo.
78
Por otro lado, considero relevante la diferenciación de ambos conceptos
que realiza el profesor LEÓN HILARIO cuando señala que la
“Antijuridicidad”, en efecto, no significa solamente ausencia de
justificación del daño ocasionado (daño non iure), sino también oposición
de una conducta al dictado preciso de las normas jurídicas y, más aun, al
ordenamiento jurídico en su conjunto (daño contra ius)” 92.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que este concepto tiene dos
dimensiones. La primera, denominada daño moral en sentido estricto,
referida al menoscabo sentimental y sufrimiento interior consecuencia de
un hecho generador de responsabilidad. La segunda, involucra la primera
dimensión, pero incluye también la afectación a los derechos de la
personalidad como el honor y la buena reputación, para poner un
ejemplo95.
92
LEÓN HILARIO, Leysser “La responsabilidad civil: Líneas Fundamentales. Op Cit. Pág 44.
93
VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique. Creaciones e innovaciones jurídicas de validez universal por Carlos Fernández Sessarego. En:
Revista Athina N°14. 2018. Pág 26. Consulta Online: 10 de febrero del año
2021.https://repositorio.ulima.edu.pe/bitstream/handle/20.500.12724/7372/Varsi_Fernandez_Sesarego.pdf?
sequence=1&isAllowed=y
94
ESPINOZA ESPINOZA, Juan. Op. Cit. Pág. 438.
95
LEÓN HILARIO, Leysser. Funcionabilidad del “daño moral” e inutilidad del “daño a la persona” en el derecho civil
peruano. En: http://dike.pucp.edu.pe/doctrina/civ_art57.pdf Fecha de consulta: 10 de agosto de 2021.
96
FERNANDEZ CRUZ, Gastón. “Introducción a la responsabilidad civil: Lecciones universitarias”. Op Cit. Pág. 102.
97
Los daños estimados como el daño moral solo es posible estimarlos mediante la valoración equitativa, ello se realiza en
función del artículo 1332° del código civil que señala lo siguiente:
Artículo 1332°- Código Civil:
79
de causalidad en términos económicos, lo que implica que, para que sea
resarcible, una legislación concreta tiene que acogerlo y señalarlo como
resarcible. La tercera y última característica que señala el doctor
Fernández Cruz, es que el daño moral es por esencia temporal, ya que el
individuo tiene por definición de la naturaleza humana el dominio del
dolor hacia el instinto de supervivencia, lo que hace que este no sea
permanente.
Por otro lado, se encuentran los juristas como FERNÁNDEZ CRUZ que
indican que “(…) Si el daño a la persona comprende a la parte psíquica
del sujeto, se entiende entonces que un subtipo de este daño, y es, el
llamado “daño moral”, también codificado como tal en nuestra
legislación civil (arts. 1322° y 1985° del Código Civil peruano) que pese a
devenir en un subtipo de aquel tiene la necesidad de diferenciarse a la
luz de la codificación peruana (…)99. Y que, por tanto, consideran al daño
a la persona como el género y al daño moral como la especie.
Si el resarcimiento del daño no pudiera ser probado en su monto preciso, deberá fijarlo el juez con valoración equitativa.
El doctor Gastón Fernández Cruz en su libro “Introducción a la responsabilidad civil” en la página 106 señala como
criterios a tomar en cuenta por la judicatura al momento de realizar la valoración equitativa los siguientes:
La gravedad del daño, las peculiaridades del caso sometido a análisis en función a las condiciones de tiempo, lugar y
propias de la víctima y el victimario, las reparaciones dadas en casos semejantes, la reiteración de la conducta dañosa, la
gravedad de la conducta dañosa del agente, el contexto socioeconómico del país entre otros criterios.
98
Artículo 1984°-Código Civil:
El daño moral es indemnizado considerando su magnitud y menoscabo producido a la víctima y a su familia.
99
FERNÁNDEZ CRUZ, Gastón, “Introducción a la responsabilidad civil” Op. Cit. Pag 104.
80
vinculante estableció que el daño moral se encuentra contenido dentro
del daño a la persona.100
Por último, y complementando este último punto pienso que hay que ser
plenamente conscientes que el artículo 1985° de nuestro Código Civil
distingue al daño a la persona como un tipo de daño independiente y que
independientemente de la inclinación que tengamos en la referida
discusión debemos tomar en cuenta la diferenciación conceptual entre
ambos tipos de daño al momento de resolver un caso.
81
supuestamente no cometió.
2.- El sentimiento que le causó el hecho de haber
tenido que cumplir injustamente con las medidas de
comparecencia restringida que trajo como
DAÑO consecuencia el hecho de no haber podido salir del
MORAL país
3.-El daño psicológico que le produjo a él y a su familia
el haber estado inmerso en un proceso penal durante
años.
4.-El perjuicio a su imagen personal y buen nombre
producto de los medios de comunicación que lo
presentaron como un delincuente.
103
BUENDIA DE LOS SANTOS, Eduardo. “Un alegato a favor del daño in re ipsa. A propósito de los daños a los derechos de la
personalidad de la persona jurídica en el sistema jurídico peruano”. En: Ius360.com Consulta virtual: 04 de julio del año 2020.
82
hechos mismos, lo que se denomina como daño moral in re ipsa. En este
sentido se expresa el doctor BOLLINI:
104
BOLLINI, Giovani citado por el doctor Eduardo Buendía de los Santos. Op Cit. Consulta virtual:03 de julio del año 2020.
105
Pleno jurisdiccional Nacional Civil del 03 y 04 de noviembre del año 2017. Consulta virtual: 10 de febrero del año 2021:
https://laley.pe/art/4336/ya-es-oficial-estos-son-los-acuerdos-del-pleno-jurisdiccional-nacional-civil-2017.
106
Artículo 275°-Finalidad de los sucedáneos- Código Procesal Civil:
Los sucedáneos son auxilios establecidos por ley o asumidos por el Juez para lograr la finalidad de los medios probatorios,
corroborando, completando o sustituyendo el valor o alcance de estos.
107
ALBORNOZ RAMÍREZ, Irina. “Trabajo de Suficiencia Profesional para optar por el Título de Abogado: Informe sobre
Expediente N°37862-2009-0-1801-JR-CI-32”. Año 2021. Pag 42. Consulta Online: 03 de julio del año 2021.
https://tesis.pucp.edu.pe/repositorio/handle/20.500.12404/17700.
83
Sobre el primer elemento, el “hecho conocido”, es importante que el
mismo sea probado mediante prueba directa o indirecta. Respecto al
segundo, el “hecho desconocido”, es el hecho presumido a partir de la
afirmación de la existencia del primero.
84
sentencia de segunda instancia de fecha del 10 de enero del año 2000 —
que “los daños causados a mi persona se encuentran debidamente
acreditados en autos siendo entre ellos: el habérseme denunciado a
sabiendas de la falsedad de la imputación, lo que me causó privación de
mi libertad personal, la pérdida de mi trabajo, el embargo de todos mis
bienes hasta por la suma de S/.1’000,000.00 (un millón de soles), el
haber estado con una orden de impedimento de salida del país, el haber
estado sometido a reglas de conducta por más de 6 años, cargando un
proceso penal sobre mi persona, las publicaciones de mi nombre en
todos los medios periodísticos escrita, televisiva, en donde se me hizo
aparecer como un delincuente, el resquebrajamiento de un hogar
conyugal y la imposibilidad de poder acceder a un puesto de trabajo ante
las entidades financieras y bancarias por haberme especializado en banca
empresarial, no sirviendo de nada los 10 años en que trabajé para el
banco demandado” (…).
85
pudo llegar a acreditar como daño moral — tomando en cuenta a los
elementos presentados en la demanda — son las afectaciones
sentimentales que pudo tener el señor Saavedra Díaz a consecuencia de
las medidas judiciales como la detención preliminar (por el lapso de 24
horas), el embargo y las medidas de comparecencia restringida. Estas
afectaciones pudieron ser acreditadas con la notificación de detención del
señor Saavedra Díaz de fecha 30 de junio de 1992, el auto de apertura
de instrucción de fecha 1 de julio del año 1992, emitido por el Segundo
Juzgado Penal de Lima que ordenó la medida de comparecencia
restringida y el mérito del Cuaderno de Embargo, que describe el
embargo preventivo sobre los bienes del señor Saavedra Díaz hasta por
la suma de S/.1’000,000.00 (un millón de soles). Todos estos
documentos probarían la existencia del “hecho conocido” a partir del cual
la presunción judicial determinaría la existencia de los daños.
109
FERNANDEZ CRUZ, Gastón. “Introducción a la responsabilidad civil”: Lecciones universitarias. Op Cit. Pág.
113.
86
El primero es que la omisión de la contabilización oportuna por parte de los funcionarios
del banco no significó de ninguna manera que estemos ante operaciones irregulares, y
menos frente a la comisión de un delito, por parte de los ejecutores de ambas
operaciones. Por el contrario, la contabilización de ambas operaciones las revistió de
legalidad.
El camino que opté para llegar a establecer una postura respecto a si dichos argumentos
carecieron de fundamento o no, fue el de analizar y determinar si las conductas de dos
de los principales actores en ambas operaciones, el señor Yabar Bedregal (Subgerente de
Operaciones) y el señor Saavedra Díaz (Jefe de Bóveda), podían subsumirse o no a los
tipos penales de hurto agravado, estafa y apropiación ilícita presentes en las denuncias
formuladas. Para dicha tarea tuve que verificar, haciendo uso de los elementos aportados
en los atestados policiales y descritos en las sentencias, si estuvieron presentes los
elementos objetivos y subjetivos de dichos delitos.
En primer lugar, respecto al delito de hurto agravado, si bien estuvo claro que estuvimos
frente a dos sustracciones, no estuvo presente el elemento objetivo trascendental del
presente delito que exige la ajenidad entre el bien sustraído y el sujeto activo. Ambos
funcionarios tuvieron deberes específicos frente a las sumas de dinero sustraídas y ya
estaban en su esfera de dominio al momento que los trasladaron en beneficio del
Bancosur.
Por parte del delito de estafa, si bien a modo de justificar el primer faltante el día 28 de
enero del año 1992 ambos funcionarios presentaron un cheque que resultó no tener
fondos y que todo indicaba ser un intento de engaño; el presente delito exige una
estructura en donde los elementos objetivos del tipo se susciten de manera secuencial.
De tal forma, tenemos que considerar que este intento de engaño se hizo siete días
después del traslado de los bienes a la esfera de dominio del tercero beneficiado; por
tanto, no se cumplirían de manera ordenada y secuencial los elementos del tipo objetivo,
sino que tendríamos un intento de engaño post acto de disposición.
Por otro lado, en el supuesto de que los hechos se hubieran dado en el orden secuencial
exigido por el tipo; el engaño materializado en la presentación de este cheque no podría
calificar como un “engaño suficiente”, puesto que los gerentes administrativos del banco,
con tantos años de experiencia en el sector, no podrían aducir que fueron engañados con
un cheque sin fondos girado por una empresa desconocida y que justificaba la
sustracción de más de S/.300,000.00 (trecientos mil soles). Por ello, considero que en
este supuesto podríamos aplicar el criterio de imputación objetiva de la conducta referido
a la “imputación de la propia víctima o auto lesión”.
87
Por último, sí se cumplen los elementos objetivos y subjetivos del delito de apropiación
ilícita, ya que el señor Yabar Bedregal — como autor del presente delito — infringió los
deberes específicos de supervisión y custodia de los bienes del banco, extralimitándose
en sus funciones y actuando como dueño de los mismos para realizar una operación
comercial en favor del banco CCCP, sin previa autorización o poder que lo faculte. Por su
parte, respecto al señor Saavedra Díaz como Jefe de Bóveda determinamos que el mismo
debió ser calificado como partícipe necesario del delito, ya que permitió la sustracción de
los bienes sin ningún tipo de autorización o documento formal que justifique ambas
operaciones, favoreciendo de esta manera la realización de la conducta típica.
Al respecto, hay tres datos fácticos que deben tomarse en cuenta. El primero es que las
operaciones no fueron contabilizadas el mismo día en que se realizaron, como queda
corroborado no solo en el testimonio del señor Saavedra Díaz, sino en una de las actas
de los libros contables que presenta el expediente, lo que además demuestra — según
los expertos en el ámbito bancario entrevistados — que estamos ante operaciones
irregulares y de carácter subrepticio. El segundo es la presentación del cheque sin fondos
por parte de ambos funcionarios, lo que representó en palabras del propio Saavedra Díaz
“una forma de apoyar a su jefe” frente a operaciones que, según él, no sabía en ese
momento que eran “irregulares”. Por lo que, desde mi punto de vista el juez debió
aplicar la pena privativa de libertad de 4 años contra los imputados por el delito de
apropiación ilícita del artículo 190° del Código Penal.
Por último, el hecho que en el arqueo general de bóveda de fecha 28 de enero de 1992
— realizado por el propio Saavedra Díaz como Jefe de Bóveda — no se reflejó la
sustracción de más de S/.1’000,000.00 (un millón de soles) perteneciente a la operación
de fecha 7 de enero del año 1992, sino que recién se tomó conocimiento de la misma el
5 de junio por medio del arqueo realizado por funcionarios del Banco Central de Reserva.
Es en ese contexto, ante este tipo de explicaciones que pretendieron resolver una
controversia situada en el marco de la responsabilidad civil derivada de una denuncia
calumniosa, fue sumamente importante determinar antes que nada si las denuncias
pudieron calificarse como conductas antijurídicas o si por el contrario se hicieron en el
ejercicio regular del derecho de acción.
En ese sentido, llegamos a la conclusión de que el propio proceso penal dio muestras de
la existencia de elementos materiales suficientes para que el Bancosur denuncie al señor
Saavedra Díaz y a los demás exfuncionarios bancarios, lo que además fue corroborado
88
por los filtros que pasaron ambas denuncias, tanto en la formalización fiscal como en el
auto de apertura de instrucción.
En esa misma línea, la Tercera Sala Civil de la Corte Suprema en la sentencia definitiva
señaló que se hizo evidente el daño moral, ya que el demandante sufrió por habérsele
sometido a un proceso penal en el que se le imputaba un delito que no cometió (hurto
agravado de la entidad demandada), hecho que supuestamente el banco agraviado
conocía.
Del análisis realizado y aplicando los parámetros indicados para establecer la certeza de
los daños, lo único que realmente se pudo llegar a acreditar como daño moral fueron las
afectaciones sentimentales que tuvo el señor Saavedra Díaz como consecuencia de las
medidas judiciales como la detención preliminar (por el lapso de 24 horas), el embargo y
las medidas de comparecencia restringida; los demás hechos demandados no
presentaron ninguna prueba que si quiera demuestre el “hecho conocido”.
Por otro lado, respecto a los supuestos daños morales generados por la información
difundida por diversos medios de comunicación, pudimos afirmar que hay una clara
ruptura del nexo causal entre el daño y la conducta antijurídica bajo el supuesto de un
hecho propio o determinante de un tercero.
No estoy de acuerdo con la sentencia emitida por la Sala Penal de la Corte Superior de
Lima de fecha 21 de marzo del año 1997, en tanto resuelve absolver de la acusación fiscal
a los señores Yabar Bedregal y Saavedra Díaz. Ello debido a que considero que las
acciones civiles y administrativas emprendidas por los representantes del Bancosur para
recuperar sus acreencias no eximen de responsabilidad penal a los ex funcionarios del
banco, ya que los mismos realizaron dichas operaciones de forma inconsulta y en perjuicio
del propio banco y sus accionistas, quienes fueron los verdaderamente agraviados con
ambas operaciones irregulares.
Además, recordemos que la acción civil ejecutiva interpuesta por el Bancosur contra L y V
Trading S.A y SEMA S.A se presentó incluso con posterioridad a que se descubrieran
ambos faltantes de dinero en la bóveda del banco.
89
Asimismo, el hecho de que el 25 de mayo del año 1992 el Bancosur se haya incorporado
como acreedor en el proceso de liquidación del Banco CCCP no exime de ningún modo la
responsabilidad penal del señor Saavedra Diaz y Yabar Bedregal; debemos tener en cuenta
que la primera denuncia del banco contra el señor Saavedra Díaz y los demás ex
funcionarios se presentó tan solo 10 (diez) días después de presentar la solicitud de
incorporación al proceso de liquidación, no siendo penalmente relevante el momento en
que las mismas fueron interpuestas, por estar, además, las mismas dentro del plazo de
prescripción110 de los delitos denunciados.
Por otro lado, considero que tanto el fiscal en su formalización y acusación, así como el
juez instructor en su auto de apertura de instrucción cometieron el error de imputar los
delitos de hurto agravado y estafa a los señores Yabar Bedregal y Saavedra Diaz, ya que
las conductas de los señores, de manera notoria, no cumplían con los elementos del tipo
objetivo y subjetivo exigidos por dichos delitos, lo que distrajo innecesariamente el objetivo
de la instrucción.
En cambio, sí me pareció adecuado por parte del Ministerio Público y el Poder Judicial,
imputar el delito de Apropiación ilícita. Sin embargo, pienso que debió ponerse énfasis en
el hecho que, la conducta típica analizada se subsumía en el tipo de apropiación ilícita en
provecho de un tercero y no en provecho propio, lo que habría desvirtuado
enteramente el argumento absolutorio que indica que “nunca se comprobó el beneficio
económico que tuvieron los ex funcionarios del banco con ambas operaciones irregulares”.
Actualmente, este caso hubiera podido ser resuelto con la aplicación del artículo 198° 111 del
Código Penal referido al conocido delito de Fraude en la Administración de Personas
Jurídicas, concretamente con el inciso 8) del mencionado artículo que sanciona a los
integrantes de la persona jurídica por el uso en provecho propio de la misma. Cabe
señalar, que lamentablemente en el momento que tuvieron lugar los hechos del caso, el
citado artículo no contemplaba a las posiciones “intermedias” como pasibles de ser
imputados con dicho tipo penal, es recién en el año 2008 con la Ley N°29307 de fecha 31
de diciembre del año 2008, en donde se aprobó la modificatoria que amplió la imputación
de dicho delito no únicamente para administradores, socios, accionistas o miembros del
directorio de la persona jurídica, sino también a empleados de posiciones intermedias
como el mismo señor Yabar Bedregal.
No comparto la decisión de la sentencia final emitida por la Tercera Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima el día 21 de diciembre del 2001, que ordenó el pago de $
35,000.00 (treinta y cinco mil dólares) en favor del señor Saavedra Díaz, por concepto de
indemnización por daños y perjuicios. En tanto que, debido a la cantidad de hechos y
pruebas que presentó el proceso penal no podríamos calificar a las denuncias realizadas
como conductas antijurídicas, sino como conductas generadoras de daños permitidos por
el ordenamiento; por lo que, no se cumpliría el elemento de antijuridicidad de la conducta
generadora del daño, como uno de los elementos necesarios y conformantes de la
responsabilidad civil, sino que más bien estaríamos frente a una conducta realizada en el
110
Artículo 80°- Plazos de prescripción de la acción penal del Código Penal: La acción penal prescribe en un
tiempo igual al máximo de la pena fijada por la ley para el delito, si es privativa de libertad. (…).
111
Artículo 198.- Fraude en la Administración de las Personas Jurídicas del Código Penal: Será reprimido con
pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de cuatro años el que ejerciendo funciones de
administración o representación de una persona jurídica, realiza, en perjuicio de ella o de terceros, cualquiera
de los actos siguientes:
(…) 8. Usar en provecho propio, o de otro, el patrimonio de la persona jurídica. (…)
90
ejercicio regular de un derecho y amparada en el inciso 1) del artículo 1971° del Código
Civil.
Asimismo, en el supuesto hipotético que las conductas sí habrían sido antijurídicas, sí estoy
de acuerdo con la postura de la Tercera Sala respecto a que la detención por 24 horas en
la carceleta y las medidas de comparecencia restringida habrían significados daños morales
para el demandado. No obstante, no estoy de acuerdo con incluir a las noticias propaladas
por diversos medios de comunicación bajo el concepto de daño moral, debido
principalmente a que el banco demandado no tuvo nada que ver con la publicación y
difusión de las mismas, de esa manera habría una “ruptura” del nexo causal por hecho
determinante de un tercero.
Por otro lado, debo mencionar que no estoy de acuerdo con la mínima rigurosidad
probatoria de los daños exigida por la Tercera Sala, ya que el demandante a lo largo del
proceso no acreditó de ninguna forma el daño emergente y lucro cesante por el cual fue
indemnizado, así como tampoco estableció de manera clara cuales fueron las pruebas que
acreditaron el daño moral supuestamente sufrido.
Es por ello, que respecto a los daños patrimoniales lo correcto hubiera sido que, mediante
una pericia, el juez cuantifique los gastos irrogados por el demandante a lo largo del
proceso penal y las supuestas ganancias dejadas de percibir por el demandante, pues al no
señalar los argumentos de hecho y de derecho para cuantificar dichos daños, estuvo en
clara contravención del inciso 3) del artículo 122° del Código Procesal Civil, norma que le
exige al juez fundamentar adecuadamente su decisión sobre los daños.
De igual forma, considero errado por parte de la Sala tomar como elemento referencial
para la fijación del monto indemnizatorio, el hecho que el Bancosur recibiera la suma de
$470,514.93 (cuatrocientos quinientos catorce mil dólares con noventa y tres céntimos)
por parte de la compañía aseguradora “La Positiva, Seguros y Reaseguros S.A” bajo el
concepto de “siniestros de infidelidad”. En tanto que, el Bancosur se encontraba
totalmente legitimado para cobrarlas, sin que ello significase tampoco algún tipo de
intencionalidad de hacer daño (dolo) por parte del banco o sin que ello desvirtúe la
cantidad de elementos que tuvo el banco para realizar las denuncias contra el señor
Saavedra Díaz y los demás imputados.
Finalmente, por parte de la defensa del señor Saavedra Díaz, considero que fue muy audaz
al momento de concentrar su pretensión en tratar de convencer a los magistrados que el
Bancosur tuvo la intencionalidad de cobrar los montos establecidos en las pólizas de seguros
a costa de denunciar sin pruebas a su cliente y a los demás imputados.
8. CONCLUSIONES GENERALES
91
Los días 7 y 23 de enero del año 1992 el señor Leonidas Yabar Bedregal, subgerente de
Operaciones del Bancosur, con ayuda del señor Miguel Óscar Saavedra Díaz, Jefe de
Bóveda del banco, realizó dos operaciones bancarias. Ambas operaciones se dieron a
través de dos sustracciones de dinero por un monto total de S/.1’360,800.00 (un millón
trecientos sesenta mil ochocientos soles) a favor de la empresa Sema S.A. y del Banco
Central de Crédito Cooperativo del Perú que recibió dichos montos en su bóveda.
En base a los hechos y pruebas del caso, podemos concluir que ambas operaciones fueron
irregulares. Muestra de ello son las actas de inspección de arqueo de bóveda, las actas del
libro de contabilidad, el intento de encubrimiento por medio de un cheque sin fondos por
parte del señor Saavedra Díaz y el testimonio del señor Saavedra Díaz que las describe
como tales. Asimismo, pudimos apreciar a través de los testimonios de los dos
profesionales del ámbito bancario entrevistados, una serie de cuestionamientos acerca de
la irregularidad de las mismas.
Tras una investigación del ámbito bancario en el que se desarrollaron los hechos, el
presente informe consiguió rebatir los fundamentos absolutorios de los juzgados y las
salas. En primer lugar, se demostró la tipicidad del delito de apropiación ilícita, el mismo
que no solo exige que el sujeto activo obtenga un provecho económico personal con la
apropiación, sino que puede realizarse en beneficio de terceros, como efectivamente se
corroboró en el presente caso. Ello desvirtuó claramente el argumento absolutorio
empleado en la sentencia definitiva por la Sala que indicó que nunca se demostró el
provecho económico que tuvieron directamente los imputados.
Respecto a la configuración del delito hurto en las conductas de los imputados Yabar
Bedregal y Saavedra Díaz, coincidí con los juzgados y las salas en que no se configuró el
delito de hurto, pero no coincidí con el mismo argumento absolutorio empleado por los
mismos. En efecto, no coincidí en que el delito exige plenamente como elemento subjetivo
del dolo un animus de provecho personal y que al no poder comprobarse el provecho
económico personal la conducta no podría calificarse como hurto, pues como sustenté
líneas arriba este puede darse también en beneficio de un tercero. Sin embargo, en este
caso, ambos sujetos no fueron de ninguna manera ajenos a los bienes sustraídos, sino
que, más bien, tuvieron deberes especiales de administración y custodia sobre los mismos,
por lo que determiné que no estaríamos frente al delito de hurto.
Se comprobó que la conducta demandada no fue antijurídica, sino que más bien se trató
de una denuncia amparada en el derecho de acción. Por ello, los daños generados por el
proceso penal fueron justificados por el inciso 1) del artículo 1971° del Código Civil; en
92
razón de la cantidad de indicios y elementos materiales que tuvieron los representantes del
banco para realizar las denuncias contra el señor Saavedra Díaz y los demás exempleados
del Bancosur.
Por otro lado, se analizaron los daños morales demandados, llegándose a la conclusión que
respecto afectaciones sentimentales que tuvo el señor Saavedra Díaz como consecuencia
de las medidas judiciales como la detención preliminar (por el lapso de 24 horas) y las
medidas de comparecencia restringida sí representaron daños morales, cumpliendo con el
estándar probatorio exigido.
9. BIBLIOGRAFÍA
Doctrina
Albornoz Ramírez, Irina (2021). “Trabajo de Suficiencia Profesional para optar por el Título de Abogado:
Informe sobre Expediente N°37862-2009-0-1801-JR-CI-32”. Año 2021. Pag 42. Consulta Online: 03 de
julio del año 2021. https://tesis.pucp.edu.pe/repositorio/handle/20.500.12404/17700
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10. ANEXOS
Anexo 10 Demanda presentada por Miguel Saavedra Díaz de julio del año 1998.
Anexo 12 Tachas formuladas por el demandante del 08 de octubre del año 1998.
96
Anexo 14 Los recursos de casación presentados por las partes de enero del año 2000.
97
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