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INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DEL DERECHO

GRUPO: DERECHO 1-1

FECHA: 20-10-23

PROF: ALONSO RAMIRO BEGAZO CACERES

NOMBRE: FLORES FIGUEROA KAROLINA FIORELLA

ACTIVIDAD: ENSAYO

AREQUIPA-PERÚ
¿Qué es el bien común?
Toda comunidad se constituye para un fin o bien común. En el caso de algunas comunidades, el fin
que se persigue es una realidad distinta de la misma comunidad, y por esta razón, una vez
alcanzado el fin, la comunidad cesa. Esto ocurre cuando la comunidad es una comunidad de
acción, que tiene como fin un objetivo delimitado, ocasional o externo: el objetivo es una actividad
circunscrita temporalmente, o es un estado, situación o cualidad que inhiere en un sujeto que no
es la misma comunidad.
el bien común es común no por comunicación genérica o específica, sino por comunicación de
finalidad, es decir, en cuanto fin común 1 . El bien común no es común, no se participa de él, como
es común aquello –un factor, un rasgo, una característica– que puede decirse igualmente de una
pluralidad de individuos, tomados según su género o su especie. El bien es fin y, por tanto, solo
puede ser común si lo es como fin.
La sociabilidad humana implica que el hombre alcanza su actualización o perfección en sociedad.
El bien humano es un bien común. Los mejores y más propios bienes del hombre son bienes
comunes, bienes que solo se alcanzan y poseen en común, es decir, son bienes cuya realización
consiste en el perfeccionamiento de las comunidades a las que el hombre pertenece.
¿Cuál es la relación del bien común con el derecho?
Esto implica que los actos de todas las virtudes pueden pertenecer a la justicia en cuanto esta
ordena al hombre al bien común, y en este sentido, la justicia es virtud general. La justicia que
versa directamente sobre el bien común es virtud general porque, respecto de ella, todas las
demás virtudes son virtudes particulares, partes de esa virtud, ya que los actos de las restantes
virtudes son ordenables al objeto propio de ella, al bien común, y ordenados de esta manera, se
convierten en actos de dicha justicia. Esta justicia se llama también «legal» porque la ley ordena al
hombre al bien común. Que la justicia general o legal ordena las demás virtudes al bien común
significa que, por ella, los actos de todas las otras virtudes quedan ordenados a un fin que es
superior al fin propio de cada una de estas. Por esta razón, la justicia general es virtud, y es virtud
más perfecta que las demás. Efectivamente, la justicia legal –concluye Santo Tomás– es la más
preclara entre las virtudes morales, pues el bien común es preeminente con respecto al bien
particular de cada persona singular
El acto propio de la justicia es dar a cada uno lo suyo. Pero la razón última de dar a otro lo que es
suyo, el fin que justifica y hace exigible definitivamente este acto, no es el mismo bien particular
de ese otro, pues los actos del hombre no se ordenan al bien de 44 otra persona singular, sino al
bien de la comunidad misma 23 . La justicia, en su sentido pleno y acabado, no consiste solo en dar
a cada uno lo suyo, sino en hacer esto en razón del bien común 24 . Dar a un sujeto particular lo
que es suyo, es decir, el acto de la justicia conmutativa y el de la justicia distributiva, es un acto de
verdadera y estricta justicia si tal acto se lleva a cabo en razón del bien común. La justicia
conmutativa y la justicia distributiva son verdadera justicia en la medida en que están ordenadas
por la justicia general, es decir, en la medida en que son formas particulares y mediatas de ordenar
al hombre al bien común. Toda forma de justicia es verdaderamente tal por ordenar al sujeto que
la practica al bien común, pues la justicia no consiste en otra cosa que en dar efectividad al
carácter común de este bien, en hacer que el bien común sea verdaderamente común, al estar
participado correcta y efectivamente por todos y cada uno de los miembros de la sociedad
El bien común es la razón de la ley. La ley se dicta para el bien común: para hacer más concreta,
desglosada y estable la forma de realizar el bien común, la ordenación del hombre a este bien. El
bien común es el motivo último y fundamental del cumplimiento de la ley, y la causa de la
obligatoriedad de esta. Por lo tanto, si en algún caso el cumplimiento de la ley se volviera
perjudicial para el bien común, no habría que obedecerla según la misma letra de la ley 35 . El
supuesto de esta afirmación es una ley que es tal verdaderamente, que es justa y legítima, y que,
por tanto, merece de suyo ser cumplida. En el caso de que, circunstancialmente, el cumplimiento
de una ley así resultara perjudicial para el bien común, dicha ley dejaría de obligar en lo que
respecta a la literalidad de su contenido, pero conservaría la obligatoriedad de su espíritu o
intención, que, por tratarse de una ley en principio válida, apuntaría verdaderamente a la
realización del bien común.
La ley es para el bien común, y lo mismo puede decirse de la virtud, que –como hemos visto– es la
cualificación operativa que dispone el sujeto de cara al bien común. Por esto, la intención del
gobernante ha de mirar primera y principalmente al bien común, y secundariamente al orden de la
justicia y de la virtud, por medio del cual el bien común se alcanza y se conserva 36 . El objeto
inmediato y principal del gobernante político, de la acción política, es el bien común, que
constituye el fin y la fuente de 46 sentido de la ley, de la justicia y la virtud. Ciertamente, no es
posible atender al primero sin atender a las segundas al mismo tiempo, pero, de cara a este último
cometido, es importante ser consciente de que el valor de la justicia y de la virtud radica en su
necesidad para el bien común. Si es importante que cada uno tenga lo suyo, lo es porque solo así
el bien común se realiza verdaderamente como tal. Hablando con todo rigor, el objetivo de la polis
no es ser justa, consistir en un orden jurídico que garantice que cada uno tenga lo suyo. La
finalidad de la polis es constituir un buena comunidad, un verdadero bien común de todos los
ciudadanos, lo cual exige, ciertamente, que, dentro de ella, todos y cada uno participen
efectivamente de dicho bien como les corresponde.

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