1. Se concluye que, en este estudio sobre la problemática de la chicha de jora,
nos revela una serie de desafíos que requieren atenciones y acciones integrales de manera urgente. A pesar de su profundo valor cultural e histórico, la chicha de jora se encuentra en una encrucijada serie de falencias, enfrentando obstáculos como la falta de promoción y publicidad, que no permiten una mayor difusión, vendiendo solo en cantidades minoristas, negando a la chicha al beneficio de posicionarse como un verdadero producto gastronómico de interés turístico. Por consiguiente, basándonos en el estudio realizado, consideramos que la implementación de estas acciones es indispensable incorporarlo de la mano con todos los productores, ya que necesitan esta estrategia para mejorar sus ventas y ganancias contribuyendo al desarrollo local de la población mochera.
2. Concluimos que, hay una escasa organización para asociarse en un grupo
integral como productores de chicha de jora, debido que no hay una iniciativa por parte de las autoridades locales y de los mismos pobladores que elaboran la chicha, generando esto una competencia desleal, limitación individual en la venta y representatividad como productores en el mercado, cerrándose a muchos beneficios. Sin embargo, es importante destacar que estos desafíos no son insuperables. 3. La chicha de jora tiene el potencial de convertirse en un símbolo aún más fuerte de la Campiña de Moche, atrayendo a visitantes que buscan experiencias auténticas y enriquecedoras. Al hacerlo, no solo contribuirá al desarrollo económico de la región, sino que también fortalecerá la identidad cultural, para que la comunidad local se sienta orgullosa sobre este producto histórico con gran valor representativo de Moche. Por otro lado, la chicha de jora puede seguir siendo un vínculo vivo entre el pasado y el presente, conectando a las personas con su historia y tradiciones de una manera única y sabrosa.
4. Hemos concluido que, se encontraron unas inadecuadas e insuficientes
condiciones de accesibilidad debido a la falta de apoyo de los organismos públicos, también la percepción de malas condiciones sanitarias y las inadecuadas prácticas en el proceso de la elaboración y manipulación del producto, todo estas falencias se dan en el contexto por la falta de conocimientos básicos y la nula capacitación en salud alimentaria e higiene, también por la falta de estudios y controles fisicoquímicos y microbiológicos en el proceso de fermentación de la chicha de jora, esto genera que no se brinde las condiciones necesarias de envasado para que se expenda un producto de calidad al público comprador, exponiéndose a la posibilidad de padecer alguna infección.
5. La chicha de jora tiene el potencial de convertirse en un símbolo aún más
fuerte de la Campiña de Moche, atrayendo a visitantes que buscan experiencias auténticas y enriquecedoras. Al hacerlo, no solo contribuirá al desarrollo económico de la región, sino que también fortalecerá la identidad cultural y el orgullo de la comunidad local. Por último, la chicha de jora puede seguir siendo un vínculo vivo entre el pasado y el presente de la Campiña de Moche, conectando a las personas con su historia y tradiciones de una manera única y sabrosa.
6. Concluimos que, la chicha de jora, es parte del producto integral de la
gastronomía de la campiña de Moche y refleja la riqueza cultural de la región, especialmente la identidad del pueblo de Moche. Su elaboración y consumo están arraigados en tradiciones ancestrales de la cultura mochica, contribuyendo significativamente a la identidad local.
Recomendaciones:
Pedir a las autoridades locales y regionales para que establezcan
acciones estratégicas a fin de capacitar a los principales productores y comercializadores de chicha de jora en el distrito de Moche; explicando las ventajas que brindan asociarse y otras formas de organización respecto a la comercialización de sus productos en los diferentes mercados; así mismo promover capacitaciones orientadas hacia las buenas prácticas de higiene y salud alimentaria al momento de la preparación de la chicha de jora.
Se recomienda que, frente a la situación que aqueja la falta de
asociatividad y bajo el enfoque de negocios inclusivos se debe impulsar la creación de asociaciones de comerciantes, gremios y productores de chicha de jora, con la finalidad de poseer una marca registrada y posicionada en el mercado, además, esto garantizará a los visitantes la compra de productos de calidad y otorgará mejores condiciones de vida para la población local, dando realce a la chicha de jora como producto gastronómico de la campiña de Moche.
Se recomienda a las instituciones ver oportunidades para abordar estas
problemáticas, incluyendo estrategias y acciones para implementar mejoras de manera efectiva y trabajar en colaboración con las autoridades, los actores del turismo para atender los pedidos que hacen los productores de chicha en la comunidad local, solo así será posible revitalizar y preservar este auténtico tesoro gastronómico. Recomendar que es importante realizar un análisis integral y exhaustivo de la situación actual de la chicha de jora en términos de producción, promoción, distribución y organización de los productores. Esto permitirá identificar los problemas y desafíos que enfrenta el producto y brindará una base sólida para proponer soluciones. Se recomienda promover la chicha de jora a través de eventos educativos y degustaciones para generar el interés en el producto, donde se pueda proporcionar información detallada sobre la historia y el proceso de elaboración de la chicha de jora; asimismo, se debe garantizar que la chicha de jora esté disponible en lugares estratégicos como ferias, locales o puntos turísticos donde los turistas puedan conocer la bebida y llevarla consigo con el objetivo de llegar al reconocimiento y difusión a nivel internacional. Establecer controles en el proceso de fermentación para optimizar los parámetros fisicoquímicos y microbiológicos del proceso de fermentación de la chicha de jora. Esto garantizará la estandarización de los productos y mejorará su seguridad alimentaria. Además, se debe regularizar la obtención de insumos de proveedores respetando lo establecido por el Codex Alimentarius.