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Objetivo General

Objetivos Específicos

Sentencia No. 254-19-EP/22

Jueza Ponente: Camila Sofia Saltos Bustamante.

SALA ESPECIALIZADA DE LO LABORAL JUICIO No. 254-19-EP/22

RECURSO DE CASACIÓN

Quito, viernes 12 de enero de 2024, las 11h15

VISTOS: En el proceso legal en curso liderado por Micaela Sarahi Torres


Estupiñán en contra de CORPORACIÓN FAVORITA C.A., representada por
Alejandro Rodríguez presidente ejecutivo, y Martin Villareal, vicepresidente de
Recursos Humanos, quienes están siendo demandados tanto en su capacidad
personal como en representación de la empresa. La parte demandante presenta un
recurso de casación impugnando la sentencia emitida por el Tribunal de la Sala
de lo Laboral de la Corte Provincial de Justicia del Azuay el 14 de septiembre de
2018 a las 09h19, la cual revoca la sentencia previa en grado, argumentando la
falta de pruebas de los fundamentos del despido improcedente y desestima la
demanda. Este Tribunal sostiene:

PRIMERO: ANTECEDENTES. –

1.1. DECISION IMPUGNADA. - La sentencia impugnada, emitida por


el Tribunal de la Sala de lo Laboral de la Corte Provincial de Justicia del Azuay,
resuelve aceptar el Recurso de Apelación presentado por la parte demandada y
revocar la sentencia de primera instancia. La decisión se fundamenta en la falta
de pruebas que respalden los presupuestos del despido ineficaz, según lo
establecido en los Artículos 195.1, 195.2 y 195.3 del Código de Trabajo. En este
sentido, se declara sin lugar la demanda.

1.2Posteriormente, la Conjueza de la Sala Especializada de lo Laboral de


la Corte Nacional de Justicia, Dra. Janeth Santos Almeida, en un auto fechado el
7 de noviembre de 2018, a las 11h54, admitió el recurso presentado por la parte
actora. Consideró que dicho recurso cumple con los requisitos establecidos en los
artículos 266, 267 y 277 del Código Orgánico General de Procesos. Además,
dispuso la remisión del proceso de acuerdo con lo establecido en el artículo 270
de dicho cuerpo legal.

SEGUNDO: CONSIDERACIONES DEL TRIBUNAL:

2.1.- JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA. -

El Tribunal de la Sala Especializada de lo Laboral de la Corte Nacional de


Justicia, conformado por las doctoras María Consuelo Hernández Yunda,
Katerine Santander Subía y Camila Sofia Saltos Bustamante mediante sorteo
según los oficios No. 406-SG-CNJ-ROG de 27 de febrero de 2018 y No. 691-
SG-CNJ de 2 de abril de 2018, se encuentra investido con competencia para
conocer y resolver el recurso de casación en cuestión. Esta competencia se deriva
de lo dispuesto en los artículos 184.1 de la Constitución de la República, 184 y
191.1 del Código Orgánico de la Función Judicial, así como del artículo 269,
inciso primero, del Código Orgánico General de Procesos.

2.2.- VALIDEZ PROCESAL:

El proceso de casación ha sido llevado a cabo de acuerdo con las


disposiciones establecidas en los artículos 266 y siguientes del Código Orgánico
General de Procesos. Por lo tanto, se confirma su legitimidad, ya que no se han
identificado irregularidades procesales que puedan comprometer su eficacia,
incluso en lo relacionado con las actuaciones realizadas durante la audiencia.

TERCERO: ARGUMENTACIÓN Y FUNDAMENTACIÓN DEL


RECURSO EN LA AUDIENCIA PÚBLICA. -
El Tribunal de Casación, en conformidad con lo estipulado en los artículos
272 y 93 del Código Orgánico General de Procesos, llevó a cabo una audiencia el
martes 15 de enero de 2019 a las 11h00. Durante dicha audiencia, se brindó la
oportunidad para que la parte actora, representada por su abogado defensor,
expusiera los fundamentos de su recurso. Asimismo, se permitió la presentación
de la contradicción por parte de la empresa demandada, a través de su Procurador
Judicial.

3.1.- FUNDAMENTACIÓN DEL RECURSO DE LA PARTE


ACTORA:

La accionante Micaela Sarahí Torres Estupiñán, por intermedio de su


defensor

doctor Daniel Fernández espalda:

3.1.1.- Caso dos del artículo 268 del Código Orgánico General de
Procesos: Al argumentar sobre el segundo caso contemplado en el artículo 268
del Código Orgánico General de Procesos, se sostiene que la sentencia del
tribunal de apelación es contradictoria. Se señala que, a pesar de que dicho
tribunal reconoce de manera explícita que se cumplieron todos los supuestos de
hecho necesarios para la declaración de despido ineficaz (como el despido
intempestivo, la protección del trabajador por fuero sindical y la presentación de
la acción dentro del plazo máximo de treinta días tras el despido), de manera
contradictoria y sin una motivación adecuada, procede a revocar la sentencia de
primera instancia. La contradicción radica en que, aunque se reconocen los
elementos necesarios para la declaración de despido ineficaz, se revoca la
sentencia argumentando la falta de prueba de los presupuestos establecidos en los
artículos 195.1, 195.2 y 195.3 del Código del Trabajo.

El tribunal de apelación emitió su decisión sin identificar ningún


antecedente relacionado con la firma del trabajador en el acta de finiquito.
Además, omitió considerar las normativas sustantivas laborales que regulan los
efectos legales de suscribir un acta de finiquito, así como ignoró la impugnación
presentada por el trabajador. Sin proporcionar una motivación o explicación
adecuada, el tribunal llegó a la conclusión de que la firma en el acta de finiquito
ocasiona que el propio trabajador infrinja el principio de inamovilidad
garantizado por el artículo 195.1 del Código del Trabajo.

Se destaca que los artículos 89 y 90.5 del Código Orgánico General de


Procesos establecen la obligación de que las decisiones judiciales estén
debidamente motivadas. En este caso, la falta de motivación conlleva a la
violación de normas del derecho sustantivo, como los artículos 187, 195.1, 195.2,
195.3 del Código del Trabajo, el artículo 32 del Vigésimo Tercer Contrato
Colectivo de Trabajo entre la empresa Continental Tire Andina S.A. y sus
trabajadores, y los numerales 2 y 7 del artículo 326 de la Constitución de la
República.

3.1.2.- Caso cinco del artículo 268 del Código Orgánico General de
Procesos, el recurrente señala la omisión en la aplicación del artículo 595 del
Código del Trabajo, referente a la impugnación del acta de finiquito. El tribunal
de la Corte Provincial del Azuay, en la sentencia impugnada, reconoce que al
momento de la suscripción del acta de finiquito el 19 de junio de 2018, se hizo
constar que "no consta la garantía por fuero sindical contemplado en la cláusula
32 del vigésimo tercer contrato colectivo de trabajo, siendo esta la razón que no
estaba de acuerdo con el acta de finiquito, que viene impugnando". Se destaca el
reconocimiento explícito del tribunal respecto a la discrepancia con el acta de
finiquito debido a la ausencia de la indemnización por fuero sindical. Se
argumenta que el tribunal no aplicó el artículo 595 del Código del Trabajo, que
permite la impugnación y, por ende, la negación por parte del trabajador de dicha
acta. Se subraya que impugnar el acta de finiquito "no implica, de ninguna
manera, aceptación del despido y mucho menos la ruptura del principio de
inamovilidad laboral".
En el mismo quinto caso, se alega una interpretación errónea del artículo
195.1 del Código del Trabajo, sosteniendo que el tribunal le atribuye a dicha
norma un sentido y alcance que no posee. Es decir, se cuestiona la idea de que el
principio de inamovilidad laboral que protege a los dirigentes sindicales pueda
ser quebrantado o violado al "acudir a la Inspectoría de Trabajo y firmar el acta
de finiquito". Se argumenta que la norma es clara al determinar que el despido
ineficaz, y, por ende, el principio de "inamovilidad laboral", que impide al
empleador disolver unilateralmente la relación laboral, se activa debido a la
existencia de un despido intempestivo, es decir, la voluntad unilateral del
empleador de despedir al trabajador.

3.2.- CONTRADICCIÓN DE LA PARTE DEMANDADA. –

La empresa demandada, Corporación Favorita C.A., a través de su


Procurador Judicial, el Dr. Christian Torres, al ejercer el derecho de
contradicción respecto a los fundamentos del recurso presentado por el
demandante, expone lo siguiente:

Se destaca la relevancia del documento registrado en la página 13 del


expediente de primera instancia, donde el Sra. Micaela Torres, con fecha 27 de
junio de 2017, comunica su renuncia irrevocable a formar parte del Comité
Ejecutivo de la Comisión de Trabajadores de Corporación Favorita C.A. En otras
palabras, renunció de manera libre y voluntaria a su cargo de dirigente sindical.
Por ende, en el momento del despido, el demandante ya no ocupaba dicho
cargo, y la protección adicional de un año opera únicamente en casos de
despidos contra dirigentes sindicales, situación que no aplica en este caso.

Se argumenta que el acta de finiquito tiene el efecto de ser un


instrumento que refleja la voluntad de las partes, respaldado por el acto
administrativo del Inspector del Trabajo que lo aprueba, según el artículo 595
del Código del Trabajo. Se sostiene que dicha acta constituye una prueba
concluyente de la terminación definitiva del vínculo laboral, lo cual contradice la
alegación de despido ineficaz, donde se presume que el trabajador no aceptó el
despido y solicita que se declare ineficaz.

En relación con el artículo 195.1, se señala que parte de una presunción


legal de ineficacia del despido intempestivo, pero en este caso, al firmarse el
acta de finiquito, se materializó el hecho: se concluyó el contrato, se dio de baja
en el IESS y se llevó a cabo el despido con el correspondiente cobro de la
indemnización por despido intempestivo.

Respecto a la alegación de falta de motivación en la sentencia, se


argumenta que esta es coherente y fundamentada doctrinariamente. Se citan
sentencias relevantes relacionadas con la motivación y se las vincula con la
Constitución. Se sostiene que lo que se presenta en este caso es una
discrepancia con el fallo, y se solicita que no se revoque la sentencia.

CUARTO: MOTIVACIÓN. –

El artículo 76 de la Constitución de la República del Ecuador establece que


en “cualquier proceso que involucre la determinación de derechos y obligaciones, se
debe garantizar el derecho al debido proceso, que incluirá varias garantías, entre
ellas el derecho a la defensa”. Este derecho de defensa implica que las resoluciones
de los poderes públicos deben estar debidamente motivadas, lo que implica
enunciar las normas o principios jurídicos en los que se basa la decisión y explicar la
pertinencia de su aplicación a los hechos.

La jurisprudencia de la Corte Constitucional del Ecuador, específicamente en


la sentencia N°. 024-13-SEP-CC y el fallo N° 227-12-SEP-CC, destaca la importancia
de una motivación adecuada en las decisiones judiciales. Se enfatiza que los jueces
deben realizar un análisis preciso y claro entre los fundamentos fácticos y los
derechos, explicando de manera razonable, lógica y comprensible cómo se vinculan
los hechos con las normas aplicables al caso concreto. Además, se subraya que la
motivación no es simplemente un requisito formal, sino un elemento sustancial
que garantiza el derecho al debido proceso.

En este contexto, la garantía de la motivación se convierte en un aspecto


fundamental para el cumplimiento de la labor judicial, permitiendo a las partes y a
la sociedad comprender el razonamiento lógico detrás de una decisión específica.
“Se destaca la necesidad de una motivación específica al caso, explícita y de fácil
comprensión para el gobernado, evitando expresiones abstractas o genéricas que
puedan generar confusiones”. La obligación de motivar las sentencias se considera
esencial para garantizar un control efectivo tanto por parte de las partes como por
el pueblo en cuyo nombre se emite la sentencia.

QUINTO: CONSIDERACIONES DOCTRINARIAS SOBRE EL


RECURSO
DE CASACIÓN. –

Es esencial comenzar definiendo el término "recurso", entendido como:


"...aquellos medios de impugnación que trasladan el conocimiento del asunto a
otro órgano judicial superior distinto al que dictó la resolución que se pretende
impugnar, definiendo así al recurso de casación como un medio de impugnación de
una resolución que carece de firmeza, permitiendo la reparación jurídica, material y
moral de la insatisfacción ocasionada a quien no obtuvo un acto judicial conforme a
sus aspiraciones de justicia" (Federico Dávila, Doctrina General del Derecho
Procesal. Hacia una teoría y la Ley Procesal, editorial Bosch, Barcelona España,
1990, p. 479). En el ámbito laboral, el experto Xavier Hernández ha afirmado que:
"...el recurso de casación laboral es un recurso extraordinario cuyo propósito
básico consiste en la defensa del ordenamiento jurídico, así como en la
uniformidad de la jurisprudencia, y en todo ello tutelando los derechos de los
litigantes al resolver el conflicto litigioso planteado. Este recurso permite en el
orden jurisdiccional laboral, combatir la protección de la norma jurídica con la
protección de los derechos de los litigantes." (El recurso de casación laboral,
editorial La Ley, España, 2009, p. 32). En este sentido, es crucial destacar que este
Tribunal llevará a cabo el correspondiente control de legalidad del fallo impugnado
en conformidad con lo establecido en el artículo 76 numeral tercero de la
Constitución de la República. Se aclara que el recurso de casación solo procede en
los casos taxativamente definidos por la ley, ya sea por causales in judicando o
vicios de juicio del tribunal, también conocidos como infracciones de fondo, o por
causales in procedendo o vicios de actividad e infracciones en las formas
procesales. Por lo tanto, las decisiones emitidas por instancias inferiores pueden
ser revisadas por esta Sala para evitar perjuicios a las partes involucradas. A través
del recurso de casación se garantiza el derecho constitucional a la igualdad en la
aplicación de la ley y la seguridad jurídica, conforme a los artículos 11 numeral 2 y
82 de la Constitución de la República. Esto implica buscar una interpretación
uniforme del Derecho en todo el territorio nacional, es decir, la homogeneidad de
la jurisprudencia. En el recurso de casación se produce un genuino debate entre la
sentencia y la ley. En palabras de Julio Recalde : "...la naturaleza del recurso de
casación es, sin duda, netamente dispositiva, lo que obliga al recurrente a
presentar argumentos concretos y precisos destinados a demostrar la forma en que
el juzgador violó la norma, respaldando con razones persuasivas, y no con un
discurso genérico propio de las instancias, la vulneración de la ley sustancial en la
sentencia impugnada" (Recurso de Casación Laboral, Enfoque Jurisprudencial,
Grupo Editorial Ibáñez, Bogotá, 2009, p. 102). La casación es un recurso cuya
procedencia está sujeta al cumplimiento de los requisitos establecidos en la ley que
lo regula. Por lo tanto, el control de legalidad de los fallos impugnados por parte
del Tribunal de Casación está condicionado a que el recurrente, al formular su
ataque contra la sentencia recurrida, cumpla con dichos requisitos y las condiciones
establecidas legalmente. La Corte de Casación se encuentra limitada por los
términos que los recurrentes establecen al interponer el recurso.

SEXTO: FUNDAMENTOS DEL RECURSO DE CASACIÓN. –

En atención al principio dispositivo establecido en el artículo 168,


numeral 6 de la Constitución de la República del Ecuador, en conjunto con el
artículo 19 del Código Orgánico de la Función Judicial, y con el objetivo de

evaluar el respeto al principio de tutela judicial efectiva dentro del ámbito de la


casación, es competencia de este Tribunal examinar la sentencia de segunda

instancia en relación con las argumentaciones presentadas por la parte que


impugna. En ese sentido, se procederá a revisar las alegaciones expuestas por el

recurrente para determinar el cumplimiento o no de los principios y derechos


involucrados en el proceso.

6.1.- ANÁLISIS DEL CASO CONCRETO: ARTÍCULO 268, CASO


DOS
DEL CÓDIGO ORGÁNICO GENERAL DE PROCESOS:

La defensa técnica de la parte demandante basa su recurso en el caso

contemplado en el artículo 268 del Código Orgánico General de Procesos,


específicamente en la situación descrita como el "caso dos". Este se configura

cuando la sentencia o auto carece de los requisitos estipulados por la ley o


cuando, en su parte dispositiva, se toman decisiones que son contradictorias o

incompatibles. Además, este caso también se configura cuando la resolución no


cumple con el requisito de motivación, es decir, cuando no presenta una

explicación adecuada y razonada de las razones que fundamentan la decisión


judicial.

6.1.2.- El caso dos del artículo 268 del Código Orgánico General de Procesos,
se lo conoce doctrinariamente como casación en la forma: El caso dos del artículo
268 del Código Orgánico General de Procesos, conocido como casación en la forma
desde un enfoque doctrinario, se refiere a situaciones en las cuales la sentencia
presenta alguna deficiencia en sus partes, existe incompatibilidad entre sus
componentes o carece de una debida motivación. El artículo 130 del Código
Orgánico de la Función Judicial confiere al Juez la facultad de ejercer las
atribuciones jurisdiccionales conforme a la Constitución, instrumentos
internacionales de derechos humanos y leyes. En su numeral 4, establece el deber
del Juez de motivar adecuadamente sus resoluciones, indicando que la falta de
motivación, que implica no enunciar las normas o principios jurídicos en los que se
fundamenta y no explicar la pertinencia de su aplicación a los antecedentes de
hecho, resultará en la nulidad de las resoluciones o fallos.

En consonancia con esto, Felipe Castro, en su obra "Teoría General del


Proceso", ha señalado que la motivación debe ser completa, abarcando tanto los
hechos como el derecho. En relación con los hechos, se requiere que contemple las
razones que conducen a una conclusión afirmativa o negativa sobre la existencia de
eventos relevantes en la vida real que influyan en la resolución del caso. Esto
implica el uso y la valoración crítica de las pruebas presentadas en el proceso. No
es suficiente que el juez simplemente exprese la dirección del fallo, sino que debe
exponer de manera clara y fundamentada las razones que lo sustentan.

La Corte Constitucional ha insistido en que la decisión del juez no puede ser


arbitraria y debe cumplir con tres requisitos para considerarse debidamente
motivada: razonabilidad, lógica y comprensibilidad. En términos de razonabilidad,
la decisión debe fundamentarse en lo dispuesto en la Constitución de la República.
En cuanto a la lógica, se espera que la estructura de la decisión sea coherente,
donde el operador de justicia, al contrastar elementos fácticos y jurídicos, derive
conclusiones coherentes con dichos elementos. Por último, en términos de
comprensibilidad, se espera que el lenguaje utilizado en la decisión sea claro y
dirigido a ser entendido por la ciudadanía.

Por lo tanto, el juzgador tiene la responsabilidad de expresar de manera


clara, completa, legítima y lógica los razonamientos con argumentos convincentes.
Esto asegura que el hecho fáctico se ajuste al hipotético de la norma jurídica que
vincula a las partes con el proceso, permitiendo a los litigantes y a la sociedad
ejercer su derecho constitucional al controlar la arbitrariedad y el abuso de poder
en las decisiones judiciales.
6.1.3.-El recurrente, al presentar su argumento sobre el caso dos, sostiene
que la sentencia del tribunal de apelación es contradictoria. Esto se evidencia al
señalar que, a pesar de que el tribunal reconoce de manera explícita que se

cumplen todos los requisitos necesarios para declarar el despido como ineficaz
(despido intempestivo, protección por fuero sindical y presentación de la acción

dentro del plazo de treinta días), de manera contradictoria y sin una adecuada
motivación, procede a revocar la sentencia de primera instancia.

El casacionista critica que el tribunal de alzada no ha determinado ningún

antecedente que explique por qué el trabajador suscribió el acta de finiquito.


Además, destaca que no se han considerado las normas sustantivas laborales

que regulan los efectos jurídicos de la suscripción del acta de finiquito, y que la
falta de motivación en esta decisión provoca una violación de normas de

derecho sustantivo, como los artículos 187, 195.1, 195.2, 195.3 del Código del
Trabajo, el artículo 32 del Vigésimo Tercer Contrato Colectivo de Trabajo entre la

empresa Corporación Favorita C.A y sus trabajadores, así como los numerales 2
y 7 del artículo 326 de la Constitución de la República.

6.2.- IDENTIFICACIÓN DEL PROBLEMA JURÍDICO: Basándonos en


los argumentos presentados por el recurrente, la cuestión jurídica a abordar se
centra en determinar si la sentencia impugnada realmente adolece de falta de
motivación y si constituye una resolución contradictoria.

6.2.1.-Basándonos en los argumentos presentados, se puede notar que el


recurrente en casación muestra su desacuerdo con la decisión del tribunal de
apelación. Aunque este último reconoce la condición de dirigente sindical al

casacionista y el periodo de un año de estabilidad laboral después de finalizar


sus funciones, la resolución no ordena el pago que el recurrente considera que

tiene derecho y que ha sido solicitado a través de la demanda.


6.2.2.- El artículo 76 numeral 7 literal 1) de la Constitución de la

República establece que las resoluciones de los poderes públicos deben estar
debidamente motivadas. La falta de motivación se presenta cuando la

resolución no enuncia las normas o principios jurídicos en los que se basa y no


explica la pertinencia de su aplicación a los antecedentes de hecho. Los actos

administrativos, resoluciones o fallos que carezcan de una adecuada motivación


se considerarán nulos, y los responsables serán sancionados. Esta norma

constitucional implica que la falta de motivación en una resolución conlleva a su


anulación. Cuando se alega la violación del deber de motivación en una

resolución judicial, se requiere que el recurrente especifique si la


fundamentación de la sentencia ha sido mínima, insuficiente o totalmente

ausente. Además, se debe indicar cuáles fueron las razones o elementos que
llevaron al tribunal de apelación a no proporcionar una motivación adecuada.

6.2.3- Después de revisar la sentencia impugnada en relación con la


alegación de falta de motivación, se constata que el tribunal de apelación ha
cumplido con la obligación de motivarla. Los requisitos establecidos en los artículos
89 y 90.5 del Código Orgánico General de Procesos han sido aplicados. La
motivación se encuentra en el considerando tercero, donde se hace referencia a las
pruebas presentadas, se citan disposiciones legales pertinentes e incluso se hace
mención a legislación internacional. La valoración de la prueba se realiza de
acuerdo con las reglas de la sana crítica, y se concluye que la actora Micaela Sarahi
Torres Estupiñán estaba protegido por haber ejercido como dirigente sindical.

El tribunal profundiza en el "MARCO JURÍDICO" del despido ineficaz,


destacando su función principal de lograr el reintegro de un trabajador despedido
de manera arbitraria. En el caso específico, se menciona que el actor acudió a la
Inspectoría de Trabajo y suscribió un acta de finiquito el cual acepta la conclusión
de la relación laboral por despido intempestivo. El tribunal argumenta que el
trabajador, al no recurrir al Juez de Trabajo para que lo declare víctima del despido
ineficaz, ha roto con el principio de inamovilidad de su puesto de trabajo
garantizado por la norma del despido ineficaz.

La sentencia impugnada cumple con los estándares de motivación, así como


con las normas constitucionales y legales vigentes. Además, se destaca que no
existe incompatibilidad ni contradicción entre la parte considerativa y dispositiva
de esta. Por lo tanto, la acusación por el caso dos, al carecer de sustento legal, es
rechazada.

6.3.- CASO CINCO. - La parte recurrente hace referencia también al quinto


caso contemplado en el artículo 268 del Código Orgánico General de Procesos. Este
caso establece que el recurso de casación es procedente en situaciones donde se ha
incurrido en la aplicación indebida, falta de aplicación o interpretación incorrecta de
normas de derecho sustantivo, abarcando los precedentes jurisprudenciales
obligatorios que hayan tenido un papel determinante en la parte dispositiva de la
sentencia o auto.

6.3.1.-El caso cinco se refiere al vicio in iudicando, que se produce cuando el


juez de instancia selecciona incorrectamente la norma aplicable, utilizando una
norma irrelevante o atribuyéndole a una norma de derecho un significado
equivocado. Este caso busca preservar la esencia y contenido de las normas legales
vigentes, incluyendo los precedentes jurisprudenciales, y se relaciona directamente
con la correcta aplicación del derecho.

El vicio de juzgamiento contemplado en esta causal se manifiesta en tres


situaciones específicas: 1. Cuando el juez omite aplicar las normas sustantivas al
caso en disputa, y de haberlo hecho, habría llevado a una decisión diferente en la
sentencia. 2. Cuando el juez comprende adecuadamente la norma, pero la aplica a un
conjunto fáctico diferente al hipotético contemplado en ella, incurriendo en un error
al relacionar incorrectamente el precepto con la controversia. 3. Cuando el juez
comete un error en la interpretación de la norma, asignándole un sentido y alcance
que no corresponde a su verdadero significado.
Es relevante señalar que al invocar la primera causal (actualmente caso 5 del
artículo 268 del COGEP), el recurrente está reconociendo que el tribunal de
instancia acertó en las conclusiones sobre los hechos respaldados por las pruebas. En
este contexto, el juez no tiene la facultad de realizar una nueva valoración de la
prueba ni de establecer nuevamente hechos que ya han sido aceptados, ya que la
esencia de esta causal radica en demostrar legalmente la violación de normas de
derecho por parte del juzgador al emitir la sentencia.

6.3.2.- El recurrente argumenta que se ha infringido el artículo 595 del


Código del Trabajo, que trata sobre la impugnación del acta de finiquito. Esto se
sustenta en el reconocimiento por parte del tribunal de la Corte Provincial del
Azuay, en la sentencia impugnada, de que al momento de la suscripción del acta de
finiquito el 19 de junio de 2018, se dejó constancia de que "no consta la garantía por
fuero sindical contemplado en la cláusula 32 del vigésimo tercer contrato colectivo
de trabajo". Este hecho es la razón por la cual el recurrente no estaba de acuerdo con
el acta de finiquito y la ha impugnado. Se destaca que el tribunal no aplicó el
artículo 595 del Código del Trabajo, que otorga la facultad de impugnación y, por
ende, el desconocimiento por parte del trabajador de dicha acta. Además, se
argumenta que, al impugnar el acta de finiquito, el trabajador no está de ninguna
manera aceptando el despido, y mucho menos, rompiendo el principio de
inamovilidad laboral.

En el mismo contexto, el demandante alega, en el caso cinco, una


interpretación errónea del artículo 195.1 del Código del Trabajo. Sostiene que el
tribunal le atribuye a dicha norma un sentido que no tiene, es decir, que el principio
de inamovilidad laboral que protege a los dirigentes sindicales pueda ser vulnerado
por "acudir a la Inspectoría de Trabajo y firmar el acta de finiquito". La norma,
según el actor, es clara al establecer que el despido ineficaz, y por ende el principio
de inamovilidad laboral, que implica la negativa al empleador para disolver la
relación laboral, se activa por la existencia del despido intempestivo, es decir, la
decisión unilateral del empleador de despedir al trabajador.

6.4.- IDENTIFICACIÓN DE LOS PROBLEMAS JURÍDICOS:


Con base en los argumentos presentados por el recurrente, los

problemas jurídicos que deben abordarse son los siguientes: a) evaluar si el


tribunal de apelación dejó de aplicar la norma establecida en el artículo 595 del

Código del Trabajo; b) verificar si en la sentencia de primera instancia se


interpretó de manera incorrecta el artículo 195.1 del mismo código. Estos errores

habrían conducido a la falta de reconocimiento del despido ineficaz del


trabajador.

6.4.1.- El artículo 595 del Código del Trabajo expresa: El trabajador tiene

el derecho de impugnar el documento de finiquito, incluso si lo ha suscrito, en


caso de que la liquidación no haya sido presentada ante el inspector del trabajo,

quien se encargará de asegurar su detallada elaboración. La normativa


mencionada es explícita al señalar que un acta de finiquito puede ser

cuestionada, incluso si ha sido firmada por el trabajador. Esto es aún más


relevante en la situación actual, donde al momento de suscribirla ante el

Inspector de Trabajo, se registró la disconformidad debido a la falta de pago de


la indemnización por garantía del fuero sindical. Es importante destacar que el

tribunal de segunda instancia no ha negado el derecho a impugnar el acta de


finiquito; en ningún momento sostiene que, al ser suscrita por el trabajador de

manera voluntaria y detallada, no puede ser impugnada. Por el contrario, el


tribunal expone las razones por las cuales considera que, en este caso particular,

las circunstancias específicas no configuran un despido ineficaz. Esto no implica


que el acta de finiquito esté exenta de impugnación; por lo tanto, se rechaza la

alegación de falta de aplicación de la norma establecida en el artículo 595 del


Código del Trabajo.

6.4.2.- El recurrente en casación también alega una errónea


interpretación del artículo 195.1 del Código del Trabajo. Este vicio se produce
cuando, a pesar de que la norma es pertinente al caso, quien la aplica le asigna
un significado y alcance contrario al espíritu de esta. La errónea interpretación
surge de una equivocación en la hermenéutica jurídica. En este escenario, el juez

ha seleccionado correctamente la norma aplicable al caso, pero al interpretarla


le confiere un sentido y alcance que no se alinea con el texto de la ley,

generando como resultado una consecuencia diferente a la contemplada en la


norma.

6.4.2.1.- El tribunal de alzada, en la sentencia impugnada expresa:

En la situación presente, el demandante se dirige a la Inspectoría de

Trabajo, como se evidencia en los documentos adjuntos por ambas partes, y


suscribe el acta de finiquito el 15 de junio de 2018. En dicha acta, se reconoce

que la relación laboral concluyó debido a un despido intempestivo el viernes 25


de mayo de 2018. Por lo tanto, es el propio trabajador quien incumple con el

principio de inamovilidad de su posición laboral, que es precisamente lo que


salvaguarda la normativa del despido ineficaz. Esto se debe a que el trabajador

no recurre al Juez de Trabajo para ser declarado víctima de un despido ineficaz,


tras haber sido despedido de manera intempestiva por el empleador, situación

que no ha sido negada por las partes involucradas. En este contexto, el principio

de inamovilidad constituye el fundamento de la figura del despido ineficaz,


conforme a lo establecido en el Código del Trabajo. Este principio, respaldado

por la doctrina laboral, actúa como un resguardo para el trabajador frente a


posibles abusos por parte del empleador en la empresa, especialmente cuando

se trata de dirigentes sindicales. Este tipo de abuso suele derivarse del enfoque
del empleador, que a menudo percibe a los sindicatos como una amenaza para

sus intereses personales y los objetivos individuales de gestionar las relaciones


laborales a su discreción. La razón fundamental detrás de esta garantía es

asegurar la reincorporación inmediata del trabajador despedido


intempestivamente a su posición laboral, dado que se considera que el despido
es ineficaz. En este contexto, resulta evidente que el propio trabajador rompe
con el principio de inamovilidad al acudir a la Inspectoría de Trabajo y firmar el

acta de finiquito el 15 de junio de 2018 (véase fs. 7 y 8).

6.4.2.2.-En la sociedad, hay grupos que se encuentran en una posición


desfavorecida o son considerados los más vulnerables, y como resultado,

requieren de protección. Nuestra legislación ha llevado a cabo reformas en las


normas laborales, centrándose específicamente en dos de estos grupos. La Ley

Orgánica para la Justicia Laboral y Reconocimiento del Trabajo en el Hogar fue


publicada en el Tercer Suplemento del Registro Oficial No. 534, de 20 de abril de

2015. Este cuerpo normativo introdujo en la legislación laboral la figura del


despido ineficaz, estableciendo lo siguiente: "Art. 195.1.- Prohibición de despido

y declaratoria de ineficaz. - Se considerará ineficaz el despido intempestivo de


personas trabajadoras en estado de embarazo o asociado a su condición de

gestación o maternidad, en virtud del principio de inamovilidad que les ampara.


Las mismas reglas sobre la ineficacia del despido serán aplicables a los

dirigentes sindicales en cumplimiento de sus funciones por el plazo establecido


en el artículo 187".

La normativa citada prohíbe expresamente que los empleadores realicen


despidos injustificados a mujeres trabajadoras embarazadas o en estado

asociado a la gestación o maternidad, así como a dirigentes sindicales. En caso


de que el empleador decida finalizar unilateralmente el vínculo laboral, dicho

despido se considerará ineficaz, es decir, no surtirá efecto y se entenderá como


no realizado. Es imperativo que el trabajador repudie el despido intempestivo y

solicite la declaración de ineficacia, lo cual implica que el despido carece de


fuerza legal. En lo que respecta a los efectos de la declaratoria judicial de

ineficacia del despido, el legislador los ha detallado en el artículo 195.3 del


Código del Trabajo. Estos efectos comprenden:
Declarada la ineficacia, se entenderá que la relación laboral no se ha

interrumpido por el hecho que la motivó, y se ordenará el pago de las


remuneraciones pendientes con un recargo del 10%. Si la persona trabajadora

despedida decide, a pesar de la declaratoria de ineficacia del despido, no


continuar la relación laboral, recibirá una indemnización equivalente al valor de

un año de la remuneración que venía percibiendo, además de la indemnización


general por despido intempestivo.

En caso de que la persona empleadora se niegue a mantener en

funciones a la persona trabajadora después de la declaratoria de ineficacia, o


una vez que se haya establecido la ineficacia del despido en sentencia, podrá

ser sancionada penalmente con la pena establecida en el Código Orgánico


Integral Penal por el delito de incumplimiento de decisiones legítimas de

autoridad competente.

Es crucial diferenciar las circunstancias previstas en la norma para


comprender de manera adecuada los efectos establecidos en ella. Si el juzgador

declara que el despido fue ineficaz según los presupuestos establecidos en el

artículo 195.1, se determinará que la relación laboral no concluyó. En tal caso, el


empleador deberá reintegrar al trabajador a su puesto, cubriendo las

remuneraciones pendientes más el 10% de recargo desde el despido ineficaz


hasta la declaración. La relación laboral continuará al no considerarse válido el

despido. En el caso de que, a pesar de la declaratoria de despido ineficaz, la


persona trabajadora decida no continuar con la relación laboral, recibirá una

indemnización equivalente a un año de remuneración, además de la


indemnización general por despido intempestivo.

6.4.2.3.- No obstante, en la situación actual, la demandante alega haber


sido despedido el 25 de mayo de 2018. Posteriormente, el 19 de junio, se
presenta ante el inspector de trabajo y firma un acta de finiquito. En dicho
documento, aunque hace constar de manera explícita que no se le está
abonando la indemnización correspondiente a su condición de dirigente
sindical, acepta la indemnización relacionada con el "despido intempestivo". Es
decir, reconoce la veracidad del despido y recibe una indemnización por un
monto de USD $. 38.750,75. En total, por la liquidación de los emolumentos
derivados de la finalización de la relación laboral por despido intempestivo,
percibe la suma de USD $. 52.311,75. Es el propio demandante quien admite la
realidad del despido intempestivo al aceptar el monto indicado. Sin embargo,
posteriormente presenta una demanda y solicita al juez que declare dicho
despido como ineficaz, como si no hubiera ocurrido, a pesar de haber recibido la
mencionada cantidad. Esta actitud resulta contradictoria, por lo que se descarta
la acusación de violación de la norma mencionada.

SÉPTIMO: FALLO. - Este Tribunal de la Sala Especializada de lo


Laboral de la Corte Nacional de Justicia, ejerciendo la administración de justicia
en nombre del pueblo soberano del Ecuador y por autoridad conferida por la
Constitución y las leyes de la República, mediante los términos expresados en
esta resolución, decide no casar la sentencia emitida por el Tribunal de la Sala
de lo Laboral de la Corte Provincial de Justicia del Azuay en fecha 14 de
septiembre de 2018, a las 09:19 horas. Se garantizan los derechos que el actor
pueda considerar que le asisten. No se imponen costas. La presente resolución
debe ser notificada y se ordena su devolución.
Dra. Camila Sofia Saltos Bustamante

JUEZA NACIONAL (E)

Dra. María Consuelo Hernández Yunda. Dra. Katerine


Santander Subía

JUEZA NACIONAL JUEZA


NACIONAL
En Quito, viernes doce de enero del dos mil veinticuatro, a partir de las

catorce horas y cuarenta y tres minutos, mediante boletas judiciales notifiqué la


SENTENCIA que antecede a: Torres Estupiñán Micaela Sarahi en la casilla No.

1160 y correo electrónico mtorres99@gmail.com, stvacies15@hotmail.com,


alerodri@yahoo.com, en el casillero electrónico No. 0103659789 del

Dr./Ab.Daniel Fernández. Corporación Favorita C.A en la persona Alejandro


Rodríguez en la casilla No. 915 y correo electrónico rodri98@aguilarasoc.com,

fcorralb@ aguilarasoc.com, en el casillero electrónico No. 0101719664 del


Dr./Ab. Araque Jaramillo Nicolas David VICEPRESIDENTE DE RECURSOS

HUMANOS DE Corporación Favorita C.A. en la persona Martin Villareal en la


casilla No. 935 y correo electrónico mvillareal@aguilarasoc.com,

tcorralb@corralbarriga.com, en el casillero electrónico No. 0101745664 del


Dr./Ab. Pérez Toscano Cesar Eduardo.

Certifico:

Dra. Anahí Álvarez Carrera.


SECRETAR A RELATORA (E) (E)

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