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ItoOatizaci,ói mediática.
Los textos que componen este vorumen
se mueven entre dos regis-
tros. Por un rado, exprora ras afinidades
estéticas entre er universo
conceptuar de Dereuze y Guattari y ra
música erectrónica experimentar
(cox, 0uinz, rVrurphy y Franck). pir
otro, tos iextos de Hinant (funda-
dor del selro subRosa) y szepanski (fundador
de IVIiile prateux, Force
lnc' IVIusic works y Ritorner), junto
a ra entrevista a DJ spooky, intro-
ducen er testimonio directo de quienes,
en ra práctica de ra produc-
ciÓn musicar, han integrado er pensamiento
de Dereuze y Guattari.
¡SBN: 978-84-t2tB94-8 3
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MiI sonidos
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tercero incluida
I
Roberto Paci Daló y Emanuele Quinz (eds)
Mil sonidos
Deleuze, Guattari y la música electrónica
@85"#litu8n" ffi¡ffiHl
Edición original: Emanuele Quinz, Roberto Paci Da1ó (eds'),
Millesuoni. Deleuze, Guattarí e la musica elettronica, Edizioni cronopio,
Nápoles, 2006
editorial@terceroincluido.net
www. terceroincluido.net
11
I n Lroducción
95-05' 123
l'lr r Ir ¡r¡rc llranck, Deleuze Rhyzomix
153
Itr,,¡ r tlr;ll ..
Nota editorial
1os textos
Las obras de Deleuze y Guattari citadas en
aparecen abreviadas de la siguente manera:
París; trad'
I)tt: Deleuze, G. (1968), Dffirence et Répétition' PUF'
Diferencia y repeti-
,.irst. de María Silvia Delpy y Hugo Beccacece,
, lrirr, Amorrortu, Buenos Aires, 2012'
París; trad' cast' de
l,S: Deleuze, G' (1969), Logique d'u sens,Minuit'
Paidós' Barcelo-
Nl iguel Morey y Víctor wtotlt'u, Lógica d'el sentido'
rr:r,2005.
,. r,fi-enia,Paidós, Barcelona,
1985'
litérature mi-
l(: Deleuze, G. y Guattari, F' (1975) , Kafka' Pour une
Kafka' Por
nt'ure,Minuit, París; trad. cast' de Jorge Aguilar Mora'
ttnrt Literaturq nlenor, Era, México D' F'' L978'
París;
I ): Deleuze, G. y Parnet , C' (1g77), Dialogues' Flammarion'
I r.:rrl. cast. de José Yázqaez Pérez,
Did.logos, Pre-Textos, valencia'
r1)80.
Minuit, París;
N,l l,: Deleuze, G. y Guattari, F. (1980), Milte Ptatear'rr,
I rrrrl. cast. de José YázquezPérez,
Mil mesetqs' Capitalismo y esqui-
.' r t tnicr,, Pre-Textos, Valencia, 1994'
fi'
9
P: Deleuze, G. (1990), Pourparlers, Minuit, París; trad' cast' de José
Luis Pardo, Conuersaciorzes, Pre-Textos, Valencia, 1995'
CF: Deleuze, G. y Guattari, F. (1991), Qu'est-ce que la philosophie?,
lntroducción
Minuit, París; trad' cast. de Thomas Kauf, ¿Qué es la filosofía?, Ana-
grama, Barcelona, 1993.
ID: Deleuze , G. (2002), L',tle déserte et &utres textes. Textes et entte-
tiens 1953-1974, edición de D. Lapoujade, Minuit, París; trad' cast'
de José Luis Pardo, La isla desierta y otros textos. Textos y entreuis-
tas ( 19 5 3 - 197 4), Pte-T extos, Valencia, 2005'
DRF; Deleuze, G. (2003'), Deux régimes de fous. Textes et entretiens no planten nunca! ¡No sean ni uno
¡Hagan rizomas y no raíces,
1g75-1gg5, edición de D. Lapoujade, Minuit, París; trad' cast' de y el
,rl *rittipt", sean multiplicidadesl ¡Hagan la línea nunca
(1975-
José Luis Pardo, Dos regímenes d.e locos. Textos y entreuistas punto líneal tMP'
el en 361
punto! ¡ia velocidad transforma
1 99 5), Pre-Textos, Valencia, 2008.
AC: Deleuze, G. (1987), ¿Qué es el acto de creación?, Cada vez que un músico escribe In Memorío'm,
no se trata de
en https://lobosuelto. com/que-es-el-acto-de-creacion-gilles-deleuze/ un motivo de inspiración ni de un recuerdo, sino'
por eI contra-
rio, de un devenir MP, 3681'
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Deleuze, Guattari y Ia música electrónica
Milsonidos
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Deleuze, Guattari y la música elecfrónica
Milsonidos
,i
I ttari, mientras que en los Cultural Studies anglosaiones son de las fronteras entre .subcultura» y «supercultura" y promover es-
Ios más citados, sobre todo para las investigaciones de los fenó- trategias de nomadismo, guerrilla y resiste¡1gi¿ («máquinas de
menos de la cultura y de la música "Pop".2 guerár) contra los monopolios, la masificación consumista y la
Antes delanzar una acusación fácil de ignorancia y oscuran- globalización mediática.
tismo, serÍa preciso preguntarse por qué hay categorías que se PerolascausasdelaafinidadentreelpensamientodeDe-
limitan a las
leuze y Guattari y la electrónica experimental no se
han convertido en lugares comunes; por ejemplo, la distinción
entre música «culta» y música «comercial». consideraciones de 1a sociologÍa cultural'
A menudo se ha objetado que, en las nuevas generaciones, Las afinidades estéticas son evidentes. Las tecnologías elec-
muchos estudiantes de conserwatorio no han oído nombrar a t,rónicas y digitales han contribuido a una mutación profunda
Frank Zappa o Brian Eno, mientras que los jóvenes que manipu- rle las modalidades productivas de la música y de su difusión.
Dentro de la oMecanosfera, usar el concepto de Deleuze y
lan los samplers y los ordenadores omnívoros de -por
-devoradores (luattari- aparecen nuevos procesos compositivos y nuevos
sonidos-, exploran con exigencia extrema todos los horizontes
musicales, del techno a la world music, del pop al jazz, de Miles nrodos de organizar los sonidos. El muest eo, eI sequencirug, el
Davis a Autechre, de Kraftwerk a Stockhausen y Xenakis. Ac- ,'tliting, el cut, el loop, el copy & paste, el mix y el remix no son
tualmente, la música electrónica de investigación, como la que solo técnicas, sino que fundan una auténtica estética de 1a mul-
editan los sellos Force Inc., Mi11e Plateaux, Sub Rosa, Warp o l,iplicidad, en e1 1ímite de 1o concreto y 1o abstracto.s Como escri-
t{inja Tune, es extremadamente "cu1ta». No solo por la riqueza lre christoph cox, las prácticas experimentales electrónicas
,,rlesterritorializan la forma musical y la sustancia''a
de referencias y Ia complejidad de los proyectos de producción,
sino, también, por la profunda connivencia con los universos cul- La materia sonora ya no se coagula en estructuras o frases,
tural, artístico y filosófico. Incluso la relación con el mercado y 1os sino que vibra en un flujo molecular de singularidades e intensi-
circuitos de distribución se vive de forma compleja. Estos sellos, rl¿rdes. Las trayectorias múltiples de las células sonoras produ-
que podríamos considerar «zonas temporalmente autónoÍlás>), ccn una multiplicidad de planos;5 y si los procesos se vuelven
rDodulares gracias a los nuevos sistemas de difusión
(medios au-
no rechazan lo comercial, sino que Io cuestionan aI difuminar
rliovisuales, walkman, mp3, etc.), también permiten un acceso
siempre más amplio a cualquier tipo de música. La escucha se
2. Respecto a la suerte de Ia fllosofía contemporánea francesa en el mundo t'onvierte en una práctica de migración y nomadismo'
anglosajón y, en particular, el estadounidense, véase: F. Cusset, French,
Theory. Foucault, Derrida, Deleuze & Cíe et les mutations de la uíe ínte'
llectuelle aux Etats-fLnls, La Découverte, París, 2003. Sobre la influencia ;t a;*".Ja (2000), .The Aesthetic of Failure. Post-Digital Tendencies in Con-
en el ámbito musical: ibid., pp. 268-273. Sobre la relación de Deleuze y la t,e-porary Computer Music', en Computer Music Jrrurnal, 24, 4, pp' 12 y ss'
cultura «pop»: Buchanan, I. (2000) Deleuzism: a Metacommentary,Edia- '1. Oox, C. (2000), .Wie wird Musik zu einem organlosen Kórper?
Gilles De-
burgh University Press, Edinburgh; Corbett, J. (1994), Extended Play. l"uze und die experimentelle Elektronika», en M. S. Kleiner y A. Szepans-
Sounding off from John Cage to Dr. Funkenstein,Dttke University Press,
i.i i."*p.1, Souidcultures. über elektronische und digitale Musik, S.ohr-
London; S. Frith y A. Goodwin (1990), On Records. Rock, Pop and the kamp, Érankfurt am Main, pp. 163 y ss'; traducido en este volumen'
WritteruWord,Panlheon Books, New York; G' Hainge, "Is Pop l\1[¿3ig?», en
l¡. (lrossmann, R., "Spiegelbild, Spiegel, leerer Spiegel' Zur Mediensituation
I. Buchanan y M. Swidoba (2004), Deleuze and Music, Edinburgh Univer-
rler Clicks & Cuts,,, en Sou,n.dciltures' op. cit., pp' 52-67', et particular, e1
sity Press, Edinburgh; y T. S. Murphy y D. W. Smith (2002), "What I Hear
rrnálisis de los dos primeros álbumes Cticks & Cars (Mille Plateaux, 2001)
Is Thinking too. Deleuze and Guattari Go Pop,, et Echo: a Music-Cente-
I
y
I
rlesde la perspectiva de la convergencia entre los conceptos deleuzianos
red Journal, disponible en https://philpapers.org/archive/SMlQlH'pdf, I
producción musical digrtal'
(parcialmente publicado en este libro). i
las nuevás técnicas de
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t4
Deleuze, Guattari y la música electrónica
Mil sonidos
4
A diferencia de la música electrónica de matriz "clásica»,
orientada, en un primer momento, a la producción analógica y,
nEl sonido nos invacle, nos empuja, nos arrastra y nos atraviesa'
posteriormente, a la eiectrónica y 1a digital, de nuevas sonorida- negTo o pal"a
Abandona ]a tierra para hacernos caer en un agujero
des, la cultura del djing y del sampling tíenden a transformar tener la mayor
abrirnos a un cosmos. Nos da ganas de morir' Al
Ios materiales sonoros existentes: estética de la manipulación y ftrerza de desterritorialización, también provoca
las reterritoriali-
la apropiación; estética de Ia des/territorialización. En este sen- pesadas, aturdidas y redund'antes' Éxtasis e hipnosis'
zaciones más
tido, como subraya Dietrich Diederichsen,G la influencia viene No se movili za a Ltrt pueblo con colores' (MP, 484)'
más de las vanguardias históricas El arte de los ruidos
-desde
de Russolo hasta Cage o la música concreta de Pierre Schae-
ffer- que la de la música pop, basada en una estructuración
armónica canónica. La composición no es una cuestión de técnica
o pericia con una sintaxis y una serie de códigos, sino de escucha.
EI músico electrónico escucha músicas heterogéneas, ma-
nipula los sonidos derivados de universos lejanos, mezcla frag-
mentos de textos musicales, crea superposiciones inéditas y
estratificaciones "cinemáticas"7 inauditas; Ia composición se
vuelve una especie de escucha activa y práctica.
L7
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ChristoPh Cox
I I tr, ;rr.l r,*,[o apareció en su traducción alemana con el título nWie wird
i\lr',rli zil cirtem organlosen KÓrper? Gilles Deleuze und experimentale
I l, lrlrorrilra» en sound.cultures: Über digitale und elektronisch.e Musih,
, ,l l\lrr|r'r¡s S. Kleiner y Achim Szepanski, Suhrkamp Verlag, Frankfurt,
t,t, li;:i ll):i. Itn otoño de 2004 apareció en inglés acompañando el áIbum
¡ tt, 1,., t ( lrls I (Mille Plateaux).
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Deleuze, Guatlari y la música elecfrónica
Milsonidos
I
nos de agregados heterogéneos y conexiones, y 1as organizaciones t,,.r/ir o l;oder) de dichos afectos. Deleuze a menudo llama a estos indivi-
jerárquicas en térrninos de una superficie horizontal lisa poblada ,l,r,, r o cntidades fluidos, similares a acontecimientos, ,.haecceidades' o
,,,¡irrl:rridades», que opone a los seres, sujetos o cosas estables. Podemos
únicamente por singularidades, afectos, intensidades, velocidades
t,, r' ii r l lr r la música también de este modo. En lugar de concebirla como un
y haecceidades dinámicos.z Seres, formas, estructuras y orgarriza' ,,,,rrrrlo rle entidades dadas (tonos, pitches) que se articulan en escalas.
,',, 1,,,1¡;rs, fbrmas y narrativas, podemos pensar en la música de una mane-
, ,,,r;tr lrsi(:¿lomaterialcomounasustanciafluidaheterogénea(elfilosóni-
,-E.t". tér"-*os interrelacionados se discuten ampliamente más abajo' ,, , ¡tr, s(. :rrt.icula momentáneamente en varias velocidades, intensidades
basta
Unas definiciones rigurosas nos llevarían demasiado lejos' Por ahora' , t, , t.rr 'l'orla Ia música puede concebirse de este modo. Pero, como argu-
decir que todos estoi térninos son maneras de describir e individualizar r, ,, I rr I )r,lcu ze como yo argumento aquí-, ciertas formas de música 1o
-y y palpable que otras.
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Deleuze, Guattari y la música electrónica
Milsonidos
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Deleuze, Guattari y Ia música electrónica
Mil sonidos
proceso, un proceso que Ia música electrónica experimental ele- , ,.rr ('oncepciones de desarrollo más global, ligando el devenir
va a la enésima Potencia. ¡ r r r t'i r I a expectativas formales y narrativas (ausencia-presen-
rr ; r
La obra de música clásica y su desterritorialización ,l,r .rrrr urcontró su apoteosis en Ia sinfonía, interpretada por
,i,, r ,,r'r¡u{)sta, que es una vasta jerarquía de partes, niveles y
En Europa, en los siglos XVIII y XIX, se produjo e1 desarrollo y , rrrrlur'¿ts comparable a una organización militar, gobernada
la perfección de la obra d.e música cldsica' Emergiendo de una ¡,,,,, l rIilcctor autoritario, al servicio, a su vez, del genio ausente
prácticamusical fluida y no alfabetizada,la tradición clásica ins- r r r , ,,n(l('nte), el compositor musical.e
tituyo gradualmente obras de arte fijas encarnadas en partitu- l .rl r,r'rr la elaborada otganización de la música a principios
ras musicales trascendentes (D, 91-93)' Habiendo sido algrr ,i, I r¡,1,,XX. Y es lo que poco a poco desmanteló la música de
totalmente temporal y de final abierto, que existía solo como in- . ', ,,.,r¡ (liir rlel siglo XX. Se puede defender que Arnold Schoen-
r,, rr l',i,r,r lrr primera desterritorialización de la obra clásica. En-
r , , l'r t , r, l1)09, Schoenberg abandonó por completo la tonalidad
S.DeleuzeyGuattari,Milmesetas,op'cit.,p'26T.DeleuzeyGuattariserr..
fieren a Éeich y Glass en una nota al pie de este pasaje. un párrafo similrr' t,, ,,,,rlr. (llrc su música fluyera por todo el rango de Ia escala
inDiá¡ogos (p. O+ y cfr. p. BS) dice: oCiertos músicos contemporáneos hrtrr
prirr
desarroll'ado ál *á*i*o lu id"u práctica de un plano inmanente cuyo
.lpio a. organización ya no está enmascarado, sino que el proces_o debe sr,t
,¡ 1,,,l,,,r,,,,rr{r)r)IrflrunabrevecaracterizacióndelaobraclásicaenMorgan,
oído al mismo tiempo que el resultado; en el que si se consewan las
forrlrrtr'r
partículas moléculas s.r r"
ri l t'r'tlt,'l'¡1t¡,¡¡[,i.¿th-Century Muslc, Norton, New York, pp. 1y ss. Un
es para liberar variaciónes de velocidad entre o
.::,.;li,r rrrir.,sirlilarloencontramosenSmall,C.(1996),Music,Society,
ras-, en eI que si se conservan los temas, los motivos y los sujetos, es l)llt'rl
l. i,,,.,¡t,,¡ttl lnivct'sityPress ofNewEngland, Hanover, NH,yenCutler, C.
flotantes,. En efecto, al describir sl «plano de inmanent:i¡r"'
liberar afeéhs i,r,r i I Jr .r.rrrily ¿rnd Choice in Musical Forms, en File Under Popular:
Deleuze a menudo plantea el ejemplo de la música. Además de los
pasrt,i..n
1t.,..,, ¡t,,tl ttntl (:tit.i.r:al,WritingsonMusic,Autonomedia, NewYork.
citados, v éase S pinoza. Filosofía prÓ'ctica, pp' 123, 726 y 728'
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Deleuze, Guattari y la música electrónica
Milsonidos
in- Hay una idea, la base de una estructura interna, que se expande y
cromática. Así, sus piezas atonales son fluidas y sin ninguna se divide en distintas formas o grupos de sonido que cambian cons-
princi-
clinación a resolverse. Ya no se desarrollan según unos tantemente su forma, dirección y velocidad, atraídos y repelidos por
pios externos determinados y obligan al oyente a seguir su ritmo
varias fuerzas. La forma de la obra es Ia consecuencia de dicha in-
Lrrante desde dentro. pero schoenberg pronto reterritoriaTízaría
teracción. Las formas musicales posibles son tan ilimitadas como
su música a través dei sistema dodecafónico, ![ue limitaba nue- las formas externas de los cristales.l2
vamente 1a variación tonal y dirigía eI desarrollo musical
según
De hecho, en las décadas siguien-
un esquema precleterminado' En 1936, en una anticipación profética de 1a llegada de la
y el Seria-
tes esta reterritorialización se hizo más y más severa' rnúsica electrónica y de 1a composición ruidista, Varése escribía:
(ritmo,
lismo Integral sometió todos los elementos musicales
dinámica, textura, etc.) a la otganización serial' (luando nuevos instrumentos me permitan escribir música del
Otras personalidades de Ia música contribuyeron a deste- nrodo como la concibo, en mi trabajo se percibirá claramente el mo-
Varése'
ruitorialízar la obra clásica' Entre ellas destaca Edgard viniiento de masas sonoras, de planos cambiantes, que sustituirán
que abandonó libremente el término nmúsica' a favor de
1a des- ;r I contrapunto lineal. Cuando estas masas sonoras colisionen, pare-
forma es ,,, r{;rl l,a mayor contribución de Cage fue liberar 1a música de
un molde a rellenar', escribió Varése, es un error' "La .t
un resultado, el resultado de un proceso», un proceso
impersonal
l,
' ,, ¡, iv id ad humana, abriendo así el campo «trascendental» o
r 1 ,
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LJ
Deleuze, Guattari y la música electrónica
Milsonidos
ll'l,l ¡r I {l(i.
llrl,,,..rt,r rrccrtada catactetizaeión a Kyle Gann, en un escrito sobre
t,,l,lrrtrrr t,¡'l'he New Yorh Times (17 de febrero de 2002).
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t
Mil sonidos
Deleuze, Guattari y la música electrónica ll
I
I
de fragmentos sónicos para crear agenciamientos , lr,rs adjetivos son, de hecho, aptos. La música electrónica es mú-
este sántido, modelan literalmente el «esquizs» e1 y nflujo' que
r, rr rrntihumanista y debe afirmarse como tal. Abre Ia música a
caracterizarl l¿5 «máQuinas desean¿s5' de Deleuze Guattari'
y
intensidades que rl;,, r¡ue está más allá de lo humano, del sujeto y de la persona:
esas conexiones básicas entre singularidades e
L, r ,'r'rladera vida no orgánica del sonido que precede a cualquier
surgen de y vuelven a disolverse en el CsO' De hecho' en relac ón
,,,rrr¡rosición o compositor, el reino virtual de las singularidades
clási-
al fuertemente regulad'o y controlado cuerpo de Ia música
' l,,rr irfirctos sónicos preindividuales y prepersonales. Más que
ca, \a nrusique concréte y Ia eleh'tronische
M usih' son polimórfica-
,,r r nrrisica del deseo humano (el cantante, el intérprete), es una
mente perversas, celebrando 1a capacidad de conectar cualquier
,,,,r'ir(':r rlr:[ deseo maquínico: las máquinas deseantes de la músi-
parte (ó sonido) con cualquier otra. Esto resulta particularmente
, , r ,lr,l (:uerpo musical sin órganos.
lvidente enlamusique corucréte, que (como su sucesor' elturnta-
piano y
blism) se deleitaba en conectar, por ejemplo, tonos de I\l¡rrir¡r¡rlismo: el tiempo no pulsado y el plano de inma-
golpes percusivos con los sonidos de silbidos de tren'
peonzas'
rrr lr,'i¡l
cacerolas, sartenes y barcos fluviales'20 Así, una composición dtr
url
musique concréte es lo que Deleuze denomina un devenir
o
uni- I ,t,l, ¡'Itt¡ttische Musil¿ylamusique concréte liberaban singula-
rízoma, «una pura multiplicidad dispersa y anárquica' sin r I'l,r¡llrr y ltfitctos sónicos. Pero fue el minimalismo clásico el que
están soldados' pegados por
dad ni totalidad, y cuyos elementos i,, ' l,¡..,, lolirlmente audibles. El minimalismo fue más allá en su
(A-E' 324)'
1a distinción real o la ausencia misma de 1azo" .1. ,,'rlr,, ,r lr*bra de música clásica al abrirla hacia
eI exterior y
Igual que Cage y Feldman, la músique con'créte y Ia eleh'tnt ,,,¡1,,1¡ ¡¡,r' rrrr
«I' ¡tlano musical inmanente.
ni""hu Musihtambién desvelaban 1a dimensión trascendental l ,,r tradición serial, La Monte Young, Terry Ri-
ru:r{los cn la
material documental' los cotrl
la música. Si bien empezaron con !. ,
I'lrrlr¡r ( llrrss, Steve Reich, Pauline Oliveros, Tony Conrad y
positoresdemusiqueconcrétecomoSchaeffercelebrabanelhcrt'lrrl !r,r', r t:rlrlt'r:icron vÍnculos con músicos no clásicos, especial_
á" qru 1a música para cinta magnética podía dar acceso al sonirl. ,:¡, rrt, rl, r,,r.l(, .itrzzy tradiciones no occidentales como la percu-
31
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L
Deleuze, Guattari y la música electrónica
Milsonidos
o eI raga de la India' En cual nos ocuparemos enseguida). Es el tiempo del desarrollo na-
sión de Ghana, eI gamelán de Indonesia rrativo. Organiza la pieza musical en secciones identificables e
para band'as clásicas, se inspiraban en grupos
lugar de escribir hitos, lo que permite a1 oyente saber dónde está y hacia dónde se
para los cuales compo-
de rock para formar sus propios grupos' dirige; y plantea conflictos a resolver que requieren activamente
nían y con los cuales interpretaban' rlel oyente el sentido de1 tiempo narrativo. Así, nos dice Deleuze,
seguían
Y lo que es aún más importante, los minimalistas ol tiempo pulsado es el tiempo del Bildurugsromcln,la novela de
y una nueva con-
una concepción inmanente del proceso musical lirrmación, que "mide, o examina, la formación de un sujetor.2a
Ia idea de que la música
cepción del tiempo musical' Rechazaban EI "¡lsrnp no pulsado, de los minimalistas es algo completa-
deiiu .", gobernada por un «p1ano de trascendencia'' un princi-
rrrcnte diferente. Como señala Reich, es totalmente impersonal
eI exterior' Por el
pio oculto que guía y constrine la música desde r' ¡rrocesual, no le interesa en absoluto «el ella y el él ni el tú y
contrario, les interesaban los procesos musicales "inmanentes" ,.1 1,¡.¡, ¡l los
el oyente y que po- "recursos estructurales ocultos". Las composiciones
que podían habitar tanto el compositor como rrrinirnalistas no están organizadas por el compositor (nMi mú-
dían transportar a ambos' Como escribió
Philip Glass: nl-a músi-
r( r r)o tiene una estructura global, sino que se genera a cada
que la refiere a algo
ca ya no tiene una función de mediación ,r()nrorlto>>, dijo Glass; nen cuanto se establece y se carga el pro-
sin mediación al-
exterior a ella, sino que se encarna a sí misma ,,.'ro. fünciona solor, apunta Reich);25 tampoco trazan el progreso
a 1a escucha'
guna. EI oyente ,recesitará pues otra aproximación ,1,' un héroe, sea el compositor, el instrumento solista o el sujeto
y anticipación' La
sin los conceptos tradicionales de recuerdo r , t,r '. Por eI contrario, como señala el minimalista belga Wim
,
(un rasgo clave del minimalismo musical dcl rl I ¡ , .1/q,, q,1a,. y¡,sbdeleuze.com
lur"., ,"p"titivos ri:
I
JD
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Deleuze, Guattari y la música electrónica
Mil sonidos
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Deleuze, Guattar¡ y la música electrónica
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Deleuze, Guattari y la música electrónica
M¡lsonidos
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Milsonidos Deleuze, Guattari y la música electrónica
1a
El rock y el pop operan esencialmente según la lógica del ri- la música bailable, etc., selecciona e intensifica un único rasgo: el
tornelo, prod.uciendo tonos, cancioncillas, melodías pegadizas y impulso de hacer de la música un cso. En er house y el tecno
estribillos que se nos meten en la cabeza y cantamos, tararea- minimalista y en la composición ambiental y ruidista, encontra-
mos o silbamos mientras nos movemos por el mundo' Como di- rnos todas las formas y todos los medios de hacerlo. veamos cuá-
40 47
h
Deleuze, Guaftari y la música electrónica
Milsonidos
I
I
á&.-..Lrtu.to
-" un continuum temporal que dé al oyente la oportunirlr,l rir l'ilr"''l Vrr.dse rramó Déserts a su primera composición
aparición del sonido, que se presenta lentamente' cambitt'
".ear erectrónica
Ho
d;;r;i, ' l!t'' .r5'r l. Reviviendo el impulso de varése, Globar Electro.rrc
Ne-
entrelazaconotros,serepiteu.'di.ti',tu'conflguracionesyfinalnrt.rrln r..,,r I trtulri t¡n primer Mille plateaux
una r'('¡l,i ].2', (y el consiguient" ¿1.." ¿"
áá.upur"." [...] La medidá bá.i.u de tiempo en mi música es r'rr
l'r¡"' 'lrrr';r.i(i,) nErectronic Desertr, una expresión que*desde
tu.id" f""tu, relajacla, que manipulo ralentizándola o acelerándoltr'
c"ttt"
-, t,'r lr,.i lrr¡ lrrrbitual en la cultura de la música electiónica. ""t;;.;.
p"lr.nu. dosis homeopáticas, estirando y contrayendo el
tiempo
personas pierden totalmente el slrrll It, l.,r , ¡,.rrr¡rlo, l{óner, Teimolpermafrost (Mille plateaux), Roden, .F,our
irrrá cinta elástica' La mayorÍa de i ... .,t't, trrrttlscctpes (Trente Oiseaux), Chartier, Of S"rf*i, (L_ilj,
que marca el reloj al cabo de un rato' y nunca s-on cirlr¡n'+!É
do del tiempo l ¿rr L l r r r,'li, l t xtp-Finding_Jazz_Records
Günl,r,r' /lr (_scape),
á" áá.t clrárrtó ha durado la pilza,. Entrevista a Bernhard ,:. r :\l ¡ll¡ l'lrrl,r,rrux) y plastikman, Consumed(Mub).snd,, maheSNDcassá_
lana Magazine 3 (invierno de 1998)'
42 43
Deleuze, Guattari y la música electrónica
Milsonidos
y la intensidad toman un lugar central y empiezan a apareccr 1l \, ¡r.rr, as páginas introductorias de Bergson, H. (1gg2), La
f
euolución
' ¡, ' t,lt¡nt, [,latena-Agostini, Barcelona.
1 , i\l,rrr¡ rzio,
de Merzbow Y Francisco LóPez. 'Ar
la obra "m6 [edit]", M CD (M/Basic Channel).
41. Por ejemPlo, gran parte de
ambos en la cot¡r
lr ' .',1 ! ,, ,'rrl {, r'¿1sgo de minimalismo, véase la iltroducción de .Minimal
,
44 45
I
Deleuze, Guattari y la mús¡ca electrónica
Mil sonidos
progr(' es
contra nuestras expectativas de desarrollo formal y : r, i rrrrir¡o rnateria sónica,
compuesta de lo mismo que el mate_
sión narrativa, los scratches o cortes de los turntablistas
y loH r i.r | , ¡r r, r',' r listribuye
sobre ella; el plano unívoco de señales elec_
gtitchdelosartistasdemúsicaelectrónicaacentúanelvalortlr, ri;,,r, ir , ,r lrils digitales. En segundo lugar,
el house y el tecno se
¡r lrrr\r,rr ;r ¡rartir de bucles, de modo que
la única distinción
4rJ.*".A.Snead,oRepetitionasaFigureofBtackCulture»'elnlllttth
Jr'' Methttlll'
Literature and, Literary Theory, ed' Henry Louis Gates' ll I I l,1l
New York, 1984,P. 67.
a
46 47 I
¡ ;
Deleuze, Guattari y la música electrón¡ca
fililsonidos
48 49
L
Milsonidos Deleuze, Guattari y la música electrónica
{
t
ponden a estas haecceidades y singularidades. .,1n1sn5ifl¿d»52 se como olas que se elevan y desciender:^, trazando zonas
y niveles
refiere a 1as maneras en que estas singularidades son experi- de intensidad en su fluir (FB). Compuestos de
bucles (álas) que
mentadas sensualmente, su peculiar cualidad y fuetza' Cuando se mueven a distintas verocidades y con distintas
amplitudes,
describimos un tema o sus partes (haecceidades' mesetas, inter- crean patrones de interferencia marcados por puntos
nodares de
valos) como nfríor, .cáIidor, uduror, «suave)), nintenso", nvívidor, confluencia intensiva. La obra de carsten Nicolai (también
cono-
*fangosor, etc., estamos, aunque burdamente, describiendo sus cido como noto y alva noto) es aquí ejemplar.
Mediante bucles de
nintensidaclgsr, las maneras en que nos afectan, la cualidad y la diversos gruesos, profundidades yvelocidades, sus
temas produ-
cantidad de ias fuerzas que transmite' t:en equivalentes áureos de las ondas líquidas y
los patrones que
En un pasaje, al que Deleuze se refiere a menudo,53 Varése *tracterizan gran parte de su arte visual.55
ya imaginó una música delineada únicamente por sus «zonas de En tanto que distribuciones de haecceidades e intensidades,
intensidades,: l's temas de la música erectrónica invisten er deseo de
maneras
lrrrstante distintas de como lo hacen er rock,
er jazzclásico o ra
y
Estas zonas se diferenciarían por varios timbres y colores distin- rrrrisica clásica. En rugar de ra tensión y
relajación que caracteri-
tosvolúmenes.Atravésdetalprocesofísicoestaszonasaparece- ,,.;rr el rock y el pop, y el conflicto y la
resolución que caracterizan
rían de distintos colores y distintas magnitudes, en diferentes l;r nlúsica clásica, la música electrónica los
sustituye por una
perspectivas para nuestra percepción' El papel del color o eI timbre r,¡tl'í¿lda de
pinto- "msss¿r.r: *Reg-iones de intensidad continua, que es_
áejaría por completo de ser incidental, anecdótico, sensual o Lr¡r t:r¡nstituidas de tal manera que
no se dejan interrumiir por
resco; se convertiría en un agente de delineación, como los distintos
y parte inte- '¡', irral exterior, ni tampoco tienden hacia un punto culminan-
f
colores en un mapa que delimitan diferentes zonas, en L ' '{i N'o hay estrofa y estribillo, sino umbrales y
gral de la forma'óa contínuums de
,rrtr,rrsidad, la confluencia de flujos, olas
o bucles sobre un plano
,'|' ('s en sí mismo una meseta, un continuum de intensidád in-
Másdemediosiglodespués,Iamúsicaelectrónicacontempo-
' l, lirr irl¿tmente extendido.
ráneahace realidad la visión de varése. La composición ruidista
ejemplo, la obra de Merzbow- prácticamente prescinde der I ( tt¡¡tstrucción y cartografía d,e un cuerpo o ensamblaje. Así,
-por
Ia forma musical a favor de flujos masivos glaciales o fundidos ,r r l r .n ri l representa una porción, una
sección o una _"autu pua_
que colisionan, se ctuzarr y se interpenetran para producir unit Ir' r¡l;r¡'rlrl fiIo sónico. Es un plano de
consistencia o composición
superfrcie texturada de picos, valles, hendiduras y llanos' Tam-
bién Ia música electrónica de pulsos está marcada por nzonas dt'
intensidad,. Los temas de tecno minimal y de micro house fluytrtr t ,, ,1¡,.rr¡io, alva noto, prototypes (Mille platealrx)
y Transform (Mtlle
I 'l ,I ,;
rrx/fl,aster-Norton), y las instalaciones de arte
r r
visual .Mi rcn,'ilii¿
tit i, tf Hertz + Waue y Telefunken.
t t t,tt.z,
5r-D"I""r" ,"ele reservar el término oafecto, a la descripción de entidadr'¡i ,. I r, l,.rzr,y (.luattari, Mil mpsetas,
op. cit., p. 15g, cfr. pp. 2l_22. También
orgánicas(plantas,animales,sereshumanos)'Eltérmino"intensidrrrl" ' r r l" 'rr v ( )onrad: "La música occidentaÍ,-con su invársió.
(m.l'rr ,,,r, ,, l;r progresión. anima un senlido ri"r"p.lrr""-
*ulrtiliru más generalmente para describir el mundo no orgánico de ausencia: de suspensión v
se hactr
les, lenguaje, .á1o."., sonidos, etc')' Mi análisis musical aquí
t'tr
' '¡" ' r;r.irirr- Dicha irresolución, corresponde al .*ni.t" q"""Jt.lá"
Ios términos de este último. r
" ' ¡ " r ' rr; r.iu aderante en un relato narrativo. La música *¿i" t"ir¡rá" "i
r , ,, r , r l (, srl.timientos
S3.Laexpresión«zonadeintensid.ad.»queDeleuzeusaConfrecuencia(¡lr,t, de suspensión y resolución, pero de ;"il ;;;
mesetas,p. 156) está claramente tomada de este pasaje'
Mi .l rrrt r rrir,,rpre en presencia de su objeto. S"
ej.
, '¡rrrlrl,rr,,. , lir repetición,
flg";;;;#;;;
54. Varése, .Liberation of Music', op' cit', p' 197' no Ia ausenciay el conflicior. .i,V.a"pfr"¡*,"'
E
50 57
L ¡
ilil[
I
Abstractos, moleculares, maquínicos y desubjetivizados,
que selecciona, articula, distribuye y une un conjunto de tonos' los I
temas de la música electrónica son simplemente
timbres y ritmos. Como tal, un tema forma un cuerpo' pero no un selecciones de
partículas sónicas establecidas en reración
organismo: un CsO. Presenta el mínimo necesario de composi- unas a otras y en re-
que se lación a las de otros temas. En el nivel longitudinal,
cián o consistencia para individuar un cuerpo sin dejar ,r, t"_u
endurezca en un organismo (MP, 158 FB,
y cap' 7)' Lrn cuerpo, máquina o ensamblaje, una
colección de partículas ""
no está definido por forma' fun- sílnicas que ocupan el mismo territorio y que
Un cuerpo, nos dice Deleuze, se mueven a veloci-
rlades medidas en relación a las de las partículas.
ción, sustancia, etc. Por el contrario, su deflnición toma Ia forma jrrnciones temporales (bucles,
Forman con_
$ttanl que cartografíaun pedazo de territorio
según bloques, haecceidades, etc.) con
de un mapa
Deleuze entiende 1as ,l,ras partículas y se mueven con ellas. En
la longitud y tu trtitra.sT Por 'longitud', el nivel latitudinal, un
un cuerpo lr'¡,a se define por sus intensidades, sus acumuraciones
relaciones mutuas de las partículas que componen de fuer-
¿;r .y su efecto cualitativo en nosotros.
(que es siempre una multiplicidad)' Siguiendo a Spinoza' que Longitud y latitud, veloci-
argumenta que los cuerpos se distinguen uno de otro no
por su 'lrrtl.s e intensidades miden también ra reración de un tema cr,
de movimiento y ,rllos temas, puesto que un tema es él
sustancia sino únicamente por las relaciones mismo simplemente un
partes com- ,,l.rrrcnto en una máquina mayor, el
reposo, velocidad y lentitud que obtienen entre sus mix, una especie de ma-
, r', t,.m&. AsÍ, las velocidades
ponentes, Deleuze describe Ias relaciones "longitudinales" de 1as e intensidades de .r, t"_u deter_
,,rrr;rr'¿in con qué otros temas puede
partes de un cuerpo entre e1las como «relaciones de movimiento vincularse y qué tipo de
pe1 «la- ,, 1;rt'iones (flujo, ruptura, modulación
y de velocidades y lentitudes entre partículas"';s afectiva, etc.) puede esta_
""poro, l,l.r'r,r'cor1 esos otros temas. El término
titudr, Deleuze se reflere a 1as capacidades afectivas e intensivas trr,, ). que enfatiza el hecho de que del nivel
«miX>>, aquí, es sigrrifica-
52 53
Milsonidos I
I
a
vida-5e todas las fuerzas de la desterritorialización musical se Guy-Marc Hinant a
It<¡mbilla negya
54 55
I
: i' ii r,,r,
1,, l: r ( )ábala, altas esferas del pensamiento
los ritornelos somos nosotros. Establecer nuevas codificaciott¡n búdico Maha_
56 57
I
Mil sonidos Deleuze, Guattari y la mús¡ca electrónica I
I
I
yena y Vajrayána. Conceptos filosófi'cos, descifrado de la reali- todo tipo de género minoritario. Nombre: Sub Rosa _expresión
I
latina caída en desuso que signific a erutre nosotros, corufid,encial-
cladfenoménica.Estamosenelpicodelgozodelinstanteenque
(más mente, entre amigos... Teníamos nuestra máquina, estábamos
hablamos-escribimos, o en la perspectiva de una acción
que en nuestro puesto de combate.
exactamente en la energÍa que genera esta acción)' He aquí
En los primeros meses del fatídico 1g95, pensaba que
encontramos nuestra Potencia. tras al_
gunos años de trabajo y de reflexiones había llegado
la hora de
volver a él con un pretexto algo más serio. Su respuesta
Enlaces: tramas, aprendizaje y construcción a mi pri-
mera tímida carta me animó mucho, y continué. Le
envié ,rurio"
paquetes de discos y ér me ros comentaba. La
A comienzos d.e 1os años 80, cuando estaba en la universidad' idea no declarada
Leer rrra la de realizar una grabación, o una serie, con
dediqué un año a estudiar La filosofía del derecho de Hegel' su marca. Toda-
vía no sabía cómo. Entonces me puse a buscar, entre
a Giiles Deleuze era la bomba' Comparado con eI academicismo ros músic.s
r¡ue conocía, sobre todo músicos jóvenes provenientes
filosóflco dominante, Ieer Mil mesetas tenía algo de inaudito'
no de la joven
serio. unos años después, en el mismo lugar, o casi, Isabelle 'rla electrónica de entonces: Markus popp / oval, Mous" o, ilIu.",
,lt'Nemania, Robin Rimbaud /Scanner, Robert Hampton
Stengers se confesaba abiertamente deleuziana' Se establecie- /Main,
,lc Londres, David Shea, de Nueva york, Tobias
ron conexiones con la ciencia y la política. Yo ya hacía tiempo Hazan entre Bru_
,r,.lns y Tel Aviv... La mayoría corrocían,
que me había marchado. Llamarse deleuziano siempre me ha más o menos, el trabajo
,1,. l)eleuze-Guattari y decidí emprender
generado problemas, posiblemente es una facilidad' un atajo' un primer proyecto, un
que no soy ni filósofo' ni pensa- ' ' rr r.iunto abierto de puras conexiones que adquiririu slntido u irr-
[uizás un homena¡e, no 1o sé' Yo
ior, ¿qué puedo decir? No soy de ese mundo' En cuanto a mí' no
r r.rr rlc una pequeña escultura
cuántica que se llama CD.
deci- I Inos años antes, Achim Szepanski
to dlria. Qué candor, qué horrible desprecio' Que cada uno había fundado Mille pla_
Pero estt¡ L ,; x en Frankfurt, que producía
da. Michel Foucault dijo que "el siglo será deleuziano'' rrr
músicas electrónicas y algunos
Algo puede ser t,'rI,s teóricos que guardaban relación con la filosofÍa xi
es otra cosa. Volvemos aI descifrado estructural' de Deleu_
llegado tr ,' tl.irttari (hasta entonces, en Alemania
deleuziano, pero no alguien. El nuevo archivero había ese pensamiento ha_
y caminaron codo con l,r,r ,,stado sobre todo ligado a un aspecto
Ia ciudad y había también un cartógrafo más estrictamente
sin dejarse apoderar ¡ " 'lrl ir:'). Estaba claro que estaba emergiendo
codo hasta la muerte. Extenuación múItiple una nueva activi-
' l rr l .r) .,rno a Deleuze, se trataba en realidad
jamás por la renuncia. de una verdadera
lirr,r l;r práctica de esos conceptos.
Poco después de mis años errantes, me encontré con
Gilltrrr rrr"r
Bizerte' Talvez por un contrasctl I r rnbargo, es justo repetir que el primero que
Irr
Deleuze en su casa, en 1a calle
rr
vinculó
ll., l)r,lluze a una aventura musical fue Richard pinhas (ya Gi_
tido cruel, él abrió 1a puerta y yo le propuse hacerle algunas
fotorr
en
con l'r' I .rr Lnr álbum de Heldon donde Deleuze recita espréndida-
polaroid para una exposición colectiva (hice Io mismo Lvrr
pero (!rll rr, r¡1. l,c Voyageur, de Nietzsche).
lard, qu" no vivía lejos). IJna excusa pobre, ciertamente'
me abrio I Jrr.sl,r'¿1 primera producción,
Io único que se me había ocurrido' Sin embargo' todos pues, con la referencia sr99, se
no me lo crt"r i , 'r1,,, r,rrl .. agosto y octubre. A final de mes, habíamos
ron Ia puerta con tanta amabilidad que todavía .l rrr r tr.r'.y estábamos fabricando. El 5 de noviembre realizado
Poco después tuv. ln
Quizás se debía a mi inocencia de entonces' !,.,1,¡ r rrrucr.to. El disco apareció
supe que
idea de crear con Frédéric walheer un se1lo de producción
qr"r(l ne unas semanas después.
profundamente abiert'rr u
ceñiría a un tipo de circuiación nueva,
aló 59
Mil sonidos Deleuze, Guattari y la música elecfrónica
Herramienta #1: pliegues y rizomas para Gilles Deleuze Ilerramientas #22 doble articulación: otra meseta
60 61
E
Milsonidos I Deleuze, Guattari y la música elecfrónica I
I
I
nosotros, lo sé, pero creo que es fácil posicionarse como sello de
Ilerramientas #3: sonidos' películas'lanzadlo al mundo"' I
vanguardia. Todo lo que deviene estático deviene, tarde o tem_
prano, un nuevo academicismo, una facilidad. Es por ello que
Me doy cuenta por eI tono pretendidamente polémico de estos
nos gusrta la idea del rizoma; desterritori alizad, siempre quedárá
textos que, en la época, quería sobre todo protegerme de cual-
algo...
quier deseo de pensar. Estábamos en la acción' No hablo más
qu" a" herramientas, de palancas' Esos dos discos publicados
En Folds and Rhizomes for Gilles Deleuze ros grupos han queri-
con un intervalo de un año (respectivamente sr99 y sr110) fue-
rl.o sobre todo expresar sus sentimientos hq.cia ra obra y
ron acompañados d.e una serie de conciertos que nos llevaron a la amis-
to.d de Gilles Deleuze. Parece mds un dlbum de testimonio que
Londres, París, Nueva York, Bolonia y Bruselas' Robin Rimbaud un
intercone- úl,bum de homenaje. ¿Cómo habéis conseguido euitar el d.tbum
10 llamaba la Deleuze unit. se establecieron muchas
tlicial?
xiones entre los músicos de entonces' Se proyectaron fragmentos
de películas (algunas mías, principalmente 27 plarutes,y
Garden
de pocos me- l')stoy contento de hablar de esto porque es una larga historia
de Derek Jarman). Todo ello ocurrió en el espacio y
l;rs cosas encajaron extrañamente. En un momento dado
ses. Los tres primeros eventos fueron grabados y salieron casi de me diie
,Jtro había que celebrar la ocasión respecto a
inmediato con las referencias q-051: Shea - Rimbaud - Hampson Deleuze, puesto que
l;rs ideas que atraviesan sus escritos fueron para nosotros,
> Londott Liue Sessions (carátula aztl), q-102 Scq'nner - Shea
- y des_
(carátula q-753 Hazan ' Shea ,1,'trl principio, de una importancia radical. yo mantenía
Main. > Paris Liue Sessions roja) Y con éI
rrir correspondencia en la que intercambiábamos ideas referen-
- Ntts - Scanner > New York Soundscape (carátula naranja)' 1,,:r rl l& música. Yo le mandaba regularmente discos, no solo
rrrrr,st,ras producciones, y él me los comentaba. poco a poco me
Stephen Jouannon d'e Purple Fiction me entrevistó en oca-
sión de1 concierto de París, en abril de 1996: 'rr';liri la idea de darle la sorpresa de un disco en el que aparecie-
, rr s.s músicos preferidos. Así que organicé la producción
sin
nDesd.e el principio quisimos ser algo distinto de un sello' una 'l''( r':iclo. Todo esto sucedía en 1995. paralelamente me di cuen-
I r rIt'tllr€ muchos jóvenes compositores se inspiraban
md.quina tal uez..., ¿Cómo defirues hoy Sub Rosa? ¿Qué quieres 1,, r¡¡1',,,,o conocían su pensamiento y lo
en ér o por
d,ecir con esta euocaciórt. deleuziana?
utilizaban (no hay *u¡o,
''|'r¡ri'r'rr de estar en Deleuze: servirse de la filosofía y trazar la
impo- I rrr¡,r.rrl,o hacia otras cosas). Oval y Scanner terminaron
un sello suele encontrar su especificidad musical e intenta , rr r r,r'irroi Main, David Shea y Mouse
su parte
ner algunos grupos que forman su núcleo' Nuestra manera drl on Mars en otoño. yo es_
, r rl,¡ 1'l t,exto introductorio
funcionar es distinta. Más bien intentamos establecer un estad«r
en septiembre. Habíamos previsto
,¡,,' ,.1 :rlbum saliera a principios de diciembre. El
de ánimo, algo que vincule a 1as personas' b de noviem_
l,r , ,, l;r .oticia de su muerte en la
radio. Algo dentro de mí me
estilos y tb 'lr¡" 'l.rr¡.siado tarde. Pero queda er testimonio. Efectivamente
En los d.iscos que d'istribuyes hay gran' diuersidad de
rrrr hornenaje; todo fue concebido durante su vida.
culturas, ¿cudlesson tus criterios de seleccióru? '
que nor
Es un dispositivo muy abierto' Hacemos exactamente 1o
parece bien. A veces vamos a la contra de lo que se espera rlrr
62 63
!
Mil sonidos Deleuze, Guattari y la música elecrónicá I
I
a
(Jn poco más tard.e apareció un homenaje a Gilles Deleuze des- Mi librero de viejo preferido me advirtió: .En nuestros días
t
pués d.el d.e Sub Rosa bajo el sello alemán Mille Plateaux' Este todo el mundo quiere Deleuze; Deleuze y Guy Debord. Están
de
moda. Habermas, la Escuela de Frankfurt..., mira el estante,
disco nos ptlrece menos coherente, menos innouador' ¿Cómo lo na_
percibiste tú? die los quiere. como todos los libros más difíciles... se llenan
de
polvo. si tropiezo con un Dereuze, al día siguiente lo tengo
ven-
la muerte de Deleuze, Achim Szepanski nos dido. Losjóvenes se vuelven locos por é1,.
Al día siguiente de
Este juego de exclusión es en sí mismo horrible y hace presa_
envió un fax expresando su estupefacción. Tenía la intención de
giar un terrible «purgatorio,. Huele a rizoma.
hacer un disco in memoriam y nos preguntaba si queríamos par-
ticipar. Tobias Hazan, muy próximo a nosotros, le mandó un Frangois Zourabichvili:
"Todavía no conocemos er pensa-
rniento de Deleuze. Demasiado a menudo, detractores
fragmento compuesto esa misma semana' En cuanto al resto, o fans, ha_
('omos como si bastara con que nos emocionen
son efectivamente dos objetos y dos intenciones distintas' [sus conceptos]
l)rlra que consideremos que los comprendemos fácilmente, o
corno si ya hubiéramos agotado todas sus promesas».
Así siguió ese año de producciones y de desplazamientos va-
rios. Desde entonces, hemos seguido nuestros caminos' Algo ha Experimentar y ver en otra parte. De lo contrario, vuelve la
lirrclusión ruin de las familias. pensar caminando.
sucedido. ¿Qué más se puede decir? No hemos querido seguir Es lo que se
ilt(,ocurre.
explotando esa vía. Nos da miedo la repetición. continuamos
bajo otras formas, pero bajo los mismos auspicios'
,\¡rorturas
Serie de anillos rotos. Sobre eI cliché
ll;rr:rrr filosofía por medios no filosóficos. A través
de la pintura,
,1,.1 ;rrte, ciertamente
En su crónica publicada en un número reciente de R&c (Reuue -Rothko, Neuman, Judd..., los ejemplos
, rr r)luy
et corrigée,58), el músico y escritor Michel Cion expresa a menu- , del cine, sin duda (él habla del Tiempo a
trir\,(is del cine), de la novela o los escritos fragmentarios _
do su exasperación frente aI afloramiento de clichés. Refiriéndo
l'r,,rrst y Kafka proporcionaron modelos filosóficamente
se a un dosier publicado en la revista francesa Téléramo, utiliza_
l,l.rr l)r)r Deleuze-, de la creación de un catálogo
denuncia «un arte mediático, lúdico, "mestizo", rizomático, dtr de músicas y
,1,,, ¡¡¡¡¡1¡¡1f,6s; algo pequeño puede
leuziano e informalr. Nos damos cuenta de hasta qué punto cicr- cambiar de naturaleza... Toda
I , rlu r rle Deleuze impulsa hacia estas aperturas.
tos términos creados por Deleuze devienen estériles a fuerza dt'
l,rr idea de una continuidad», escribía él en una
distorsiones. Basta con utilizar uno de sus términos para ser dc de sus últi_
r" r' r'r*tas enviadas en el verano de 1gg5. una forma
leuziano, es decir, surfista, cool, en definitiva. Esta terrible blt de conti_
nalízación, catastrófica de facto, tiende pues a ser una moda qrrr' ''i r * s(' cstablece a través de espacios de naturalezas distintas.
I i¡r;r filrma renovada de deslumbramiento.
pasará por sÍ sola y de manera rápida, ya que está en su naturrt
'l'r;rs .lgunas recaídas
lezapasar. Una palabra empuja a otta, es así' Probablemelt(r ¡t' desaforbunadas bastante recientes, re-
' ' r¡'| liri' o ..d¿sgi6¡ss, estamos más bien en la comun ítanzaciónfor-
atacará su pensamiento por las escorias que ha podido prodtlcir'
.,,.,.r rlr. lrrs voces. Pongamos, por
No podemos concebirlo más que como una consecuencia Irr¡rl ejemplo, la comunidad de los
'r r r r' r ; ¡ rl isticos que realizan trabajos
comprendida de un entusiasmo (el cual, a pesar mío, y por firrl rr
.Ir r
sonoros y vídeos, sobre todo
,il,,lr,r¡ lrq, .n galerías que originariamente
na de manera muy limitada, he contribuido a crear)' estaban dedicadas al
64 bD
Deleuze, Guatfari y la música elecftónica
Milsonidos
66 67
I
Emanuele euinz
Estrategias de la vibración.
sobre la estética musical de DeleuzeyGuattari
69
E
L
Milsonidos Deleuze, Guattari y la música electrónica I
a
70 7L
E
I
Milsonidos I Deleuze, Guattari y la música electrónica
La dimensión de la expresividad es central en cuanto marca marcarse de otros territorios y de construir dentro de un
univer-
la diferencia entre lo humano y 1o animal: la apropiación de un so nebuloso y plural un núcreo de identidad y determinación.
espacio responde a los rituales instintivos o funcionales; para el Trazar una cartografía de las distancias y las alteridades
es
humano, por el contrario, es una cuestión de expresión. tener una percepción rítmica (nla distancia crítica no es
una me_
Si Deleuze y Guattari exploran 1as dimensiones primarias de dida, es un ritmo" IMp, 4b0l).
la emisión sonora como articulación territorial, Roland Barthes3 Deleuze y Guattari se preguntan si esta emergencia
corres_
se sitúa en Ia misma perspectiva y analiza, en un célebre artícu- ponde al nacimiento del arte: .El territorio sería
el efecto del
1o, Ia escucha como vector de subjetivación. De algún modo, los arte y el artista, el primer humano que establece un
confín o
dos textos son especulares y complementarios. Como explica .fectúa una delimitación,; lo que querría decir que *la propiedad
Barthes, antes de la invención de la escritura y de la práctica de ()s, en primer lugar, artística
[...] lo expresivo precede a lo pose_
la figuración rupestre, lo que distingue al ser humano del animal sivo, las cualidades expresivas o materias de expresió,
*on ir"""_
es .la reproducción intencional de un ritmo,,a la repetición inten- s¿rriamente apropiadoras y constituyen un tener
más profundo
siva de un motivo sonoro que se convierte de este modo en una r¡ue el ser» (MP, 445-446 y CF, 1g7_1gg).
instancia territorializante. La emisión sonora cambia de estatu- A la definición de emisión sonora como estrategia de ra
terri-
to y deja de ser una simple señal posicional o funcional para de- l,r'ialización corresponde una definición de la escucha
como es-
venir signo, sistema semiótico y lenguaje (MP, 702). Este paso se l.rrtegia de la individuación:5 el ambiente sonoro
es recorrido en
rea]riza a través del ritmo, lo discreto y la segmentarización del l',sca de indicios de la acción de un núcreo subjetivo y
territoria-
continuum sonoro. "E1 lenguaje es imposible sin el ritmo: eI sig- Iizlrnte.
no se basa en un doble movimiento, e1 de 1o marcado y lo no-mar- Desde esta perspectiva, la dimensión indicial _exiliada
cado" (MP,629). r(''lpre por considerarse que no es pertinente respecto
a ros pa-
Para Barthes, gracias al ritmo la escucha también cambia de lrrrrotros del sistema musical tradicional_ recupera
,n papel
estatuto; deja de tener una función de vigilancia y localización ¡
'r'rr,ordial. Más allá de las dimensiones ringüística. y ufu"iiá",
para convertirse en la capacidad de descifrar. Se pasa de Ia escu- l''; li.,rómenos sonoros son percibidos como indicios; dlsignan
di-
cha de los indicios a Ia de los signos, de la alerta a una herme- r,,, (rrnente la fuente que los produce, permitiendo,
por un lado,
néutica. I , rl a en el espacio y, por
r
otro, caract erizarlae
, I . r ivel, los ruidos y los sonidos no indican solo identificarla.
r ¡ r
En
El ritornelo instaura un territorio y, en cuanto estrategia dc- r
los movimientos
flnitoria, el territorio implica también una distancia, una alteri- 'lr' l's cuerpos en el espacio, sino que encarnan er rastro de una
dad. Territorializar un espacio significa, aI mismo tiempo, ¡rrr':;r,rci&, de una actividad, de un núcleo subjetivo y de un
en_
marcar las fronteras y las distancias; trazar un círcu1o significrr L
":r(lo relacional. Desde este punto de vista, los sonidos no se
incluir, pero también excluir. No se trata solo de exorcizar y tlt' ' ' ',';rr l.ran objetos abstractos o céruras de un texto, sino aconteci-
mantener a distancia las fuerzas del caos, sino, también, de dt's ' r' r r )s que constituyen un horizonte, un mundo y un ambiente
'¡
r
72 /J
¡
Milsonidos Deleuze, Guatfari y Ia música electrónica I
I
(
En este sentido, para evitar los riesgos de una deriva natura- Guattari propone hablar de afecto:? bloque nebuloso de sensacio- a
lista, Deleuze y Gaattari subrayan que el territorio no define a nes' Fenómeno difícil de captar y definir, el afecto no está vincu-
un sujeto, sino, más bien, una subjetividad o núcleo de identifi- lado a los sistemas de signos ni a ros modos de la representación,
cación (que puede ser singular o plural, humano o no-humano)'6 sino a la inmediatez experiencial de la existencia. La emisión
sonora como estrategia de la territoriarizacióny ra escucha
como
2 estrategia de la individuación son un avance en el círculo
de una
subjetividad diferente, significa atravesar «un umbral de consis_
«Un niño muere, un niño juega, una mujer nace, una mujer muere, tenciar:8 el afecto es la experiencia de un devenir.
llega un pájaro, un pájaro se va. Queremos decir que temas como En el universo teórico de Deleuze y Guattari, el devenir no
se
estos no son accidentales en la música bien se pueden multipli- t:.nfigura como un simple proceso de imitación o de identifica-
-si
car los ejemplos-, y aún menos ejercicios imitativos, sino que son t'ión, no es una evolución ni una regresión, sino que,
más bien, es
algo esencial. [...] Porque la expresión musical es inseparable de un una involución (creativa) ( Mp, 842).por consiguiente,
el afecto
devenir-mujer, devenir-niño, devenir-animal que constituyen su rr. es entendido como un sentimiento individual, sino como «la
contenido" (MP,414). ¡rotencia de una muda que eleva y hace vacilar al yo, (Mp, S44);
rlr,venir, no como proceso de filiación, sino como contagio,
propa-
como explica Guattari, los territorios no son solo identifica- llrrr:ión epidémica o trasvase simbiótico. Devenir, .ro r"pio_
bles nrespecto a 1os sistemas de referencia extrÍnsecos, como pue- ,lur:ción de lo mismo, sino como extensión de lo "á-o
heterogéneo;
den ser las coordenadas energético-espacio-temporales o 1as . rli'¡f,6, no como paso
de un estado vivido a otro, sino como ocleve_
semánticas, bien catalogadas. t...1 EI conocimiento ya no procede rrir no-humano de lo humano, (CF, 172 y ss.).
a partir de la representación, sino de la contaminación afectiva,. En este sentido, el arte se define como cantera de afectos y
de
l,l,r¡ues de sensaciones, como vector de subjetivación
y maqui.ra
,l,.rlovenir.
6§,rrtt"rt, n , (Cltaosmose, Galilée, París, 1992 [trad' cast' de Irene Agoff,
caosmos,is, Manantial, Buenos Aires, 19961) precisa la diferencia entre
y
sujeto subjetividad: nEl sujeto, tradicionalmente, se concibe como la
e.ánciu última de la individuación, como pura aprehensión prerreflexiva , I lrirt,fari, F.,
y vacía del mundo, como núcleo de la sensibilidad y la expresividad_, como et affects existentiels,, enChiméres,7 (lgg7):
lll rrf'ecto es "Ritournelles
esenciarmente una categoría prepersonar qr..á instaura
núcleo identiflcador de los estados de conciencia. con la subjetividad, srr
l .s" de la circunscripción de las identidades
va a poner el acento en la instancia fundadora de la intencionalidad' s¿' y se manifiesta por trans-
r r¡
'
l,.r r'¡rr:ias no-localizables, tanto desde
trata-[...] de hacer pasar en primer lugar la instancia que está en la basr' el punto de vista de ."
,1,, ,'r riestinaciónr. para Guattari, ";g;;;;;o
de la expresión,. DL forma más precisa, la subjetividad se define como
«rrl el afecto no corresponde a la e'xpresión
, ,,,rlil,;rl,iva de la cantidad de
conjuntó de las condiciones que hacen posible que las instancias indivi energía pulsional eibii.o) y a" .rr.-rrá.iá"io_
r,, . s(lgún el modelo freudiano, sino que es «urr p1.6""jo
duáles y/o colectivas puedan aparecer como territorios existenciales aut«r' de apropiación
' "r' I..cial a través de la creación continua de duraciones d. J;'h;;;;;-
rreferenciales, adyacentes o en relación de delimitación con una altel'i
dad, ella misma subjetiva, (ibid., p. 21). Como recuerda N' Bourriarrrl "{,! ''¡.r \,rs», por 1o que debe ser considerado desde la perspectiva
,o desde la científica. Delmismo modo, la sub;etivlaaa
éti;;-;;i¿-
(L'eíth¿tique relattonnelle,Les Présses du Réel, Dijon, 1999 ltrad. cast. r¡'
Cecilia Bóceyro y Sergio Delgado, Estética relacional, Adriana Hidalgr,,
r ";;pu;;
' ' " r, ¡r retenden los estructuralistas- como el ,".rrltrdo au op"."'aio"ua
rl,rrrlir'rrntes, sino, más bien, como nuna cartografía
Buenos Aires,2006l), la filosofía de Deleuze y Guattari consiste en L¡rrrr de los ¿iati"táa aarn-
1,',rrr,rrlr,s de subjetivación en su extrema heterogeneidad,.
compleja empresa de ndesnaturalización de la subjetividad": se trata rlr, :, r ,,r,,lrr,i. F., Chaosmose, op. cit., pp.
desp"gárs" dt h subjetividad del sujeto y abrirla a fuerzas plurales. 129-180.
74 75
4,
Milson¡dos Déleuze, Guattari y la música elecrónica I
I
I
Deleuze propone como ejemplo el caso del
leitmotiv wagne_ I
riano' Por un lado, este tiene ra función de marcar
los confines de
En este contexto teórico es importante comprender las rela- un territorio y de evocar un personaje o una situación (como
«cartel indicador", según la fórmula
un
ciones entre el ritornelo y Ia música. de Debussy); por otro, al de_
La música se define en relación al ritornelo: "La música es sarrollarse la obra los motivos entran en conjunción
y se rru"lre,
precisamente Ia aventura de un ritornelo"; ella se funda a partir autónomos respecto a la acción dramática, los
personajes y los
paisajes, para devenir, estos mismos, «personajes
de un secuestro, de una desviación (dé-tournement) del ritorne- rÍtmicos, y
1o, .|6 sustrae de su territorialidad". "La música es la operación "paisajes melódicos" (Mp, 44g).e Esta nvida, del leitmoti,r, .r._
pendida entre fuerzas territoriales y líneas
activa, cread.ora, que consiste en desterritotialízar al ritornelo" de fuga,
interiorización, es descrita por proust con
(MP, 416) y transformarlo en materia abstracta. precisión"
extrema"ro"uáiór,
Aparece una definición de la música como estrategia de la des- tswann y la sonata de vinteuil): música
como vibració'inagota-
territorialización y de la abstacción: la emisión y la escucha tien- lrlemente suspendida entre el reconocimiento
y la pérdida, Jntre
den a reducir sus componentes subjetivos (estrategia de la l;r reminiscencia y el olvido.
objetivación) y, paralelamente, la dimensión territorial se diluye, 4
el profundo anclaje a la contingencia espacio-temporal se disuelve
en una tensión hacia el puro juego diferencial entre valores. Las "¿Cuál es el problema de la música?, ¿cuál es el contenido
vuelven sintaxis y el sonido se vuelve texto' r¡rrlisociable de la expresión sonora?
pulsaciones se Es difícil decirlo, p"ro
La estrategia de la abstracción se configura como una opera- .rli¡r como: un niño muere, un niño juega, ""
una muier nace. una
ción de «maquinación, del ritornelo, de los elementos territoria-
rrrrr.jcr muere, un pájaro llega,
un pájaro se va, tXli, +t+1.-'
-"
lizados (como los indicios y las marcas identitarias) y de su I¡ll ritornelo es el contenido de la música:
"Un niño se tran_
transformación en articulaciones de cualidades puras' ' ¡rrrliza en la oscuridad, o da parmadas, o se inventa
una marcha
En realidad, si esta maquinación implica un movimiento dtr I o salmodia "Fort-Da,, [...]. Tra la la. Una mujer
canturrea...
I rr ¡rájaro emite su ritornelo, (Mp, 415).
desterritorializacíón no instaura nunca un régimen de autono- La música está atra-
mía absoluta, porque a todo empuje desterritorializante se as()- " ii;r(l¿1 por bloques de infancia, de feminidad y de animaridad.
L .ut:ha y producción sonora: devenir_niño,
cia un proceso contrario de reterritorialización. El ritornelrr devenir__r;", y
resurge (como «un medio para impedir y evitar la música o proFl
cindir de ellar) como una fietza que recrea las articulaciontr¡r 'r l''';r l)eleuze y Guattari, ros núcreos de individuación
territoriales y que reconecta e1 flujo sonoro al vital, a Ia tralrtlr y los broques de
'l' r'r''i. son móv,es y frág,es, en cuanto ras cualidade."".ñlr;;;-
compleja de las intensidades. Las cualidades puras están inervrt ('r)t'rar en relaciones complejas,
t,,' r.r'r'itoriales, [...] los motivos territoriales
'1'í creando ios
"-otivos y rá. á""tr"í""-
das por reminiscencias y contaminadas por "recuerdos incierl,ou forman los,óUr:ri á-i-iláir"-
(MP, 422-423)' t' t tr t)t ¡cos y los contrapuntos
territoriares ros paisajes met¿d,¡iii,'.-"'"*
o trascendentes, [por] gérmenes de fantasma" l'1,¡rr'¡¡ie¡¿jg rítmico aparece cuando
un ritmo no está simplemente aso-
Como los fenómenos sonoros son un prisma complejo en r'l , ri¡,lr) ir l¡r1 personaje,
un sujeto un impulso, ui.ro qrra deviene
que convergen distintos estratos (indicial, lingüístico, afecti vr I l, , ' I,,,r'sr¡laie. Del mismo modo,oun paisaje melódico
él mismo
r ,,, r;¡11;¡ a un paisaje, sino que ella-misÁa "" "r;;";;ü;;;
la música está constituida por 1as imbricaciones de estas línt'rt¡r lr, t, rzl y Guattari, estos molivosy
es un paisaje sonoro». para
contrapuntos, que expresan la rela_
d.ivergentes de territori a\izactón y desterrito tialización], asÍ I t
r rr
, r,,,, ,li,l lr,.ritorio
con los impulsos internos y las circunstari.ir, -;;;;,
.1, lir,,r¡ cl estilo.
ciona la "máquina" musical.
76 77
I
Mil sonidos Deleuze, Guaftari y la música electrónica I
I
a
tos, así como al ser humano,. No hay un privilegio
devenir-animal. El devenir se configura como la emergencia de real del hu_ a
mano' más allá de sobrecodificar y elaborar sistemas puntuares;
núcleos de individuación; emergencia frágll y provisional, inter-
«es, más bien,
lo contrario de un privilegio; a través del deve_
valo precario en el flujo ininterrumpido, sedimentación efímera,
nir-mujer, niño, animal o molécula, la naturaleza
siempre bajo Ia amellazade la transformación y Ia extinción. opone su po_
tencia y la potencia de la música a la de las máquin..
Transformación: subjetivación. Prisioneras del tiempo, Ias d"l
humano, fracaso de las fábricas y los bombarderos. y
fuerzas de territorialización reafirman la fugacidad del momen- es preciso
ir hasta donde el sonido no musicar del humano hace
to, la alegría que se consuma, que tiende hacia su abolición. Por bloque con
el devenir-música del sonido, donde estos se chocan
tanto, Ia música ntiene sed de destrucción" (MP, 415), no porque y entrelazan
como dos luchadores que no pueden deslizarse por
está habitada por la pulsión de muerte, sino, al contrario, porque una superficie
i nclinada" (MP, 426-427).
es una fuerza de transformación, devenir'
Deleuze y Guattari clasifi.can los ritornelos: n1) Los ritorne-
Ios territoriales, que buscan, delimitan y concatenan un territo- 5
rio;2) los ritornelos de funciones territorializadas, que asumen
Entonces, la historia de la música puede ser leída
una función particular en la concatenación (1a nana que territo- a partir del
rfrentamiento de estrategias de territoria rizacióny de desterri-
rializael sueño y eI niño t...1 ); 3) los mismos ritornelos, en cuanto ''r
i'rrialización. El artista contempla el mundo que
caractetízan rluevas concatenaciones y pasan a nuevas concate- lo envuerve y tra-
l;r rle ,,obra,,,, (Mp,472),cada
naciones por d.esterri torialización-reterritor ialización [. . ] ) ; 4 ) 1o s
.
"captar sus fuerzas en una rre, áe un
rrrrxlo distinto y conteniendo, como un
ritornelos que reúnen o recogen las fuerzas, dentro del territorio demiurgo, las fuerzas del
, iros en un sistema formal y
o para ir afuera ¡...1 ¡y quel ya no son terrestres, sino que se han codificado (clasicismo) o reencontran_
,l,r lrrs vibraciones de la tierra, pero
vuelto cósmicos" (MP, 459).10 en el desafío tormentoso y en
I'r rrostalgia solitaria (romanticismo). En
DelmismomodoquehayunalÍneadedevenir-cosmosdela este paso la noción de
l,r.nr¿t se modifica para convertirse
música, hay también un devenir-música de1 mundo' Messiaen, por en «una gran forma en conti_
rrr¡, (lcsalTollo [...]; la materia ya no
ejemplo, une las pulsaciones infinitesimales de 1os insectos y de los es un caos que hay que some_
l,'r .y organizar, sino que es la materia en
átomos a las vibraciones infinitamente largas de 1as estrellas:
«Po- un movimiento de
der elemental, cósmico... que anticipa siempre el ritmo"''11 ' rr i;rción continua, lestal deja de ser la materia de un contenido
¡, ,r;r rlevenir materia de expresión" (Mp, 475).
oEl universo, e1 cosmos, está hecho de ritornelos; 1a cuestión
l,rr época moderna recupera la dimensión
de 1a música es la de una potencia de desterritorialización qu(' cósmica. nl,as mate_
atraviesa Ia Naturaleza, los animales, los elementos y 1os desier- ', ,,, rlt'expresión dejan su lugar a las materias de captura», a los
'lr '¡r,sil'r'vos capaces de captar las -fuerzas de un cosmos energético,
,,,1,,r'nrirl e inmaterialr. Giro posromántico:
- E"
10 ..prt"7o Les Ritournelles d.u Temps perdu, de L'inconscient mac.lti la atenciór, .u up*tu d"
"l
iA"",Itecherches, París, 1979, Guattari propone una primera defi,i l , lrr'¡ras y de los temas hacia la
densidad; la música atomira,
ciOn áe ritornelo: .6on el término genérico 'ritornelo'reagruparé las st' ¡ rr"L'r'r¡larizá la materia sonora y así
es capaz de
cuencias discursivas y re-iterativas encerradas en sí mismas,
que tietr(ltr
extrínseca de afectos existenciales"; e. lrr
rr' ,rorils como la Duración y la Intensidad, (Mp,captar las fuerzas
como función ,rru 47g¡.tz
"átáli.i.
perspectiva de una teoría general de la enunciación -aún no especÍlicrr
menie musical- y de una clasificación embrionaria'
l' l'¡r r rr,,t,r.o up.ñoráña, de la historia de la música, esta vez desde
11. Bretet, G., Histoire de la Musique, uol II, Gallimard-Pléiade, París'
1f )'7'l
'
l, rlr,yi¡;[¿ el pun_
del concepto de nco¡¡p6.i.ión», véase: CF, 17g_1g1.
p. L.166; citado en MP, 380.
78 79
Deleuze, Guafrari y la música electrónica
Mil sonidos
80 81
lill
lill
Milsonidos Deleuze, Guattari y Ia música electrónica I
I
I
Por un lado, e1 material se caracteríza por el hecho de ser 6 I
transformado en molécula y de estar en relación con las formas;
por otro, se define por medio de las operaciones de condensa-
.ió.r.rn La organización de esta materia celular procede a
través "Lo que cuestiona el rizoma es la relación con la sexualidad _pero
también con el animal, el vegetal, el mundo, Ia política,
de simples dispositivos de ensamblaje y montaje' Máquina de con el libro,
con las cosas de la naturaleza y del artificio_,
coalescencia, condensación y consistencia'15 completamente dife_
rente a la relación arborescente: todas las especies
como demuestra 1a técnica actual del samplittg, 1a céIulas de ,,devenir,,,,
(MP,57).
sonoras son heterogéneas porque se extraen de contextos
textua-
les distintos; son fragmentos connotados' Componer deviene un
A diferencia del modelo del árbol o de las raíces, el
proceso de consolidación y producción de una arquitectura com- cstá compuesto por elementos anómalos y
rizoma
p1u;u, términos de coexistencia (p1ano vertical) y de sucesión nómadas, pero ya no
rtormales y legales, «conecta un punto cualquiera
"r, a una ma- .o, otro irrrto
iplano horizontal). .I'{o se trata de imponer una forma .ualquiera y cada uno de sus rasgos no remite
tlria, sino d.e elaborar un material cada vez más rico y consisten- necesariamente a
lrrs rasgos de la mismanaturaleza, pone
en juego regímenes de
te, apto para captar faerzas cad'avez más intensas' Lo que hace signos muy diferentes e, incluso, estados
de no_signos [...] . No
un material cada vez más rico es 1o que une a elementos hetero- .stá compuesto de unidades, sino de dimensiones
géneos, sin dejar de ser heterogéne65' (MP, 462)'En este senti- li.ecciones en movimiento. No tiene ni inicio
o, mejor, de
áo, el equilibrio es delicado: e1 material puede ser "demasiado
' ni finar, sino siem-
J)r'('un centro, a través del cual empuja e invader.
¡is6,, .territorializado, y anclado a la fuente sonora' a la natura-
"Al contrario de una estructura que se define por un conjunto
leza del objeto que produce eI sonido' Del mismo modo' un
con-
y nebuloso' r)untos y de posiciones, de relaciones binarias entre
junto puede devenir demasiado impreciso, confuso '|1'|' estos pun-
I,s y d€ relaciones biunívocas entre estas posiciones,
nl,os materiales dispares que componen un conjunto tienen
quc' el rizoma
' 'rlri constituido solo por líneas: de segmentariedad y de estrati-
ser discernibles, suficientemente desterritorializados para ser
molecularizados y abrirse a 1o cósmico, efivez de caer en
un cú-
mulo estadístico,. Para obtener este equilibrio entre materialcs
nouniformesesfund.amentalunaglansimplicidad."Lasobrit'
tL'
dad de las concatenaciones es la que hace posible la riqueza
los efectos de 1a Máquina' (MP, 480)' Desde este punto de visl'rr'
la música ya no es un sistema centralizado y arborescente' sittrr
que se vuelve un rizoma (MP, 13-20)'16
N Schláblitz, ,Wie sich alles erhellt und erhált. V,on der Musik
der t,¡ttt
1 4.
ihrem Bau,, en Soundcultures, op. cit., pp t20- l',¿ I
send Plateaus oder
de moléculas ollil
s
15. S obre el ordenador como Máquina de condensación
ras, véas e: S. Heyer nZwischen Eins und N uII. Viersuch über ,l
Cage", en Soundc ultures, op. cit. pp 160- 161.
1 6. Deleuze v Guattari deflnen el nzoma
partiendo de sels principios: ,,t.
principios de conexl0n v de heterogeneidad: cualquier
punto del
ii
82 83
Milsonidos Deleuze, Guattari y la música electrónica
84 ó5
Mil sonidos Deleuze, Guattari y la música electrónica
Para Boulez,larefetencia espacial es metafórica y tiene' en 2. Hay pulsación no solo cad,a vez que el tiempo pauta
la te_
realidad, la función de representar una articulación temporal' la
rritorialidad, nsino cadavez que se impone el proceso de desarro-
dinámica de las notas: los espacios estriado y liso corresponden
llo de una forma, cad.a vez que el tiempo sirve, no tanto para
marcar un territorio como para ritmar er desarroilo de
al tiempo pulsado y no-pulsado.18 Como explica Boulez' «€ri el una f«.,.-
ma". Desarrollo, y no crónica o cronometría; crecimiento,
tiempo liso se ocupa eI tiempo sin contarlo; en eI tiempo estriado como
en el tiempo biológico.21
se cuenta el tiempo para ocuparlo"'le
Deleuze vincula Ia diferencia entre el tiempo pulsado
y el 3. oHay Cronos cuando el tiempo marca, mide o escande
la
tiempo no-pulsado a la distinción -de mattiz estoica- entre formación de un sujeto,.22
Cronos y Aión.
En resumen, el tiempo pulsado está vinculado a un proceso
de territorialización, desarrollo de una forma e instauración
Lapulsación(quedefi'neeldominiodeCronos)noestádeter- de
minada por 1a regularidad o la periodicidad -puesto que tam-
un núcleo subjetivo.
de En cambio, en el texto de la conferencia en el IRCAM,
bién pueáe ser irregular-, sino' más bien, por la coexistencia Deleu_
ze profundiza enla noción de tiempo no_pulsado
tres coordenadas, que Deleuze precisa: a partir, otra
vcz, de tres puntos.
1. .Un tiempo pulsado es siempre un tiempo territoriaiizado;
Por una parte, el tiempo no-pulsado es «¿n¿ duración,
regular o no, es el número dei movimiento del paso que marca un o un
liunpo liberado de la medida»; un tiempo compuesto por
territorio: yo recorro mi territorio' Cada vez que recorro un terri- una mul-
I i¡rlicidad de duraciones vitales,
torio, cada vez que indico un territorio como mío, me apropio
de heterogéneas y cualitativas. A falta
La forma musical más rl. ,rétrica unificadora, más a[á de las notas y de la sintaxis
un tiempo pulsado o'opulso" un tiempo' de los
simple del tiempo pulsado no es eI metrónomo ni una cronome-
lorros, estas duraciones se articulan a través
de un principio de po_
lrl:rrniento, de oscilación molecular: nMúsica de
tría, sino el ritornelo, cada vez que se señaliza un territorio hay molécula. ,o.o...r.
urra prrlsa"ión del tiempo. [Luego,] el movimiento de desterrito-
ñalización corresponde, al mismo tiempo, a Ia aparición de un l,os pájaros de Mozart no son la misma cosa,
no son un collage. Pasa que
l;r rnúsica, al mismo tiempo, se vuelve pájaro y el pájaro
tiempo no-pulsador.20 se vuelve otra
(1)sia que un pájaro; hay
un bloque de devenir, dos devenires asimétricos:
r'l pájaro deviene otra cosa en la música,
mientras que la música deviene
rs-B"yd*",M.(1990),Sahara,L'esthétiquedeGillesDeleuze,Vrin,Parfs, ¡rijaro. Hay ciertos momentos de B artok en los que los temas folclóricos
sorr apartados y, después, hay algo completamente
pp. L48 y ss. ( o queda en un
otro, el tema folclóri_
bloque de devenir En este caso, es verdaderamente
19. Boulez, P., oP. cit', P. 94. l,'r'ritorializado de la música: Berio,. des_
1977 (disponible cIr:
20. En la clase impartida en Vincennes el 3 de mayo de 'l ll,iri.: uDel mismo modo, en música, apenas podéis
www.webdeleuze.com),Deleuzeexplica:"Elpequeñoritornelodelnillrl asignar una forma
r¡)r()ra determinable por sus coordenaáas internas,
complejo' puede te^ner-una metrrr poi ejemplo, melo-
fuede devenir un ritmo relativamente
nomía irregular, pero es un tiempo pulsado; porque es
fundament¿rl r'l '¡lrr armonía, apenas podéis asignar una forma .o.rorá dotáda 'd" ;r.;i;
marca un terri.l'r¡ rl;rrk's intrínsecas, esta forma está sujeta
modo en el cual una forma sonora, por simple que sea' a desarronos a trar¿.'áÁ'-tos
¡ r¡;rl.s se transforma en
otra forma o
,io. Cudu vez que hay un marcaje de territorialidad' hay una
pulsacirirr relación o, aún,.;;;;;
granáes músicos se apropian del pequeño |i ,,rr otras formas y. allÍ. siguiendo ".rtru..,
estas transformaciones y estas cone_
del tiempo. t...Í cu.náo los
r,,rrcs, podéis asignar las pulsaciones
puede suceder: o hacen tttl del tiempor.
tornelo áeI niRo, hay dos -á,'u'ut en que esto '
ll'rrl : "En alemán seríaraBildung: ra formación
collage, en tal momento d-e su obra colocan un pequeño ritornelo'
Elt'rrr de un sujeto. La educa-
pio, ñ"tg, Woyzzeck. En este caso,1o estupefaciente es que la obra
l.r ' r"' r'a educación es un tiempo pulsado. La educación sentime;tai.
folclórico se coloque en una olrltt Ll.r'r.r:t¡erdo es un agente de la pulsación. t::
,rirru unl. Sucede también que un tema El psicoanálisis es ;";i;r;i:
de los pájirrlr ,l.rl,ll rmpresa de pulsación del tiempo,.
o en un devenir-animal: Messiaen que registra eI canto
86 87
Mil sonidos I
I
I
Pero también es posible considerar el tiempo no-pulsado a Timothy S. Murphy I
partir de la noción de individuación. oGeneralmente, una indivi-
áuación se da en función de dos coordenadas: forma y sujeto. La Lo que escucho también es pensamiento.
individuación clásica es Ia de alguien o algo en cuanto provisto El tributo discográfico a Deleuzel
de forma,. La individuación unida a esta noción fluctuante de
tiempo no pasa por la forma ni por el sujeto, sino que es, más
bien, Ia individuación de un paisaje, una jornada, una hora o un
evento. La escucha puede provocar asociaciones con ambientes
y
momentos (como swann que asocia Ia pequeña frase de vinteuil
en e1 Bois de Bologne), a colores (sinestesia) o a personas y per-
sonajes. Deleuze no techaza este nivel de escucha, sino que su-
braya que «a un nivel más profundo, no es tanto el sonido que 'lras el suicidio de Deleuze en noviembre de 1995,
remite a un paisaje, cuanto la música que desarrolla un paisaje dos sellos dis-
t'ográficos publicaron discos en su memoria. El primero,
sonoro internor.23 Fold.s
ttnd Rhizomes for GiUes Deleuze (de aquí en adelante
Eltiempono.pulsadonoessolountiempoliberadodelame- FR), lo
lrirbía preparado el sello belga sub Rosa antes de
dida, ni un nuevo proceso de individuación liberado del tema y ..r mue.t", pero
r. llegó a las tiendas hasta después. En los textos de la carátula
de1 sujeto, sino que señala 1a emergencia de un material liberado ,lr'l disco, el fundador del sello, Guy Marc Hinant,
de 1a forma. No se trata de un material indiferenciado o simple;
escribía:
por el contrario, es un material extremadamente elaborado y ,El Anti Edipo lo escribimos a dúo. como cada
uno de nosotros era
complejo.Unmaterialcuyafunciónesladehaceraudibleslas varios, en total ya éramos muchos., Concebimos Sub
Rosa en base
fuerzas que por naltraleza no son sonoras y hacer emerger las ir esta frase, Ia primera de Mil mesetas. Desde
el principio, quisimos
vibraciones de un universo plural' sr¡r más que un sello; una máquina quizás, compuesta
de rizomas,
rlc picos y valles, de tranquilidad y duda... Evidentemente,
esto no
.s un tributo oflciar a esta gran flgura, una de ras más
importantes
rlc nuestra época. Es solo el saludo fraterno de
un grupo de¡órrurres
,¡tre 1o admiran profundamente y, más aúLrt,
aquienes un día sus
lsr:ritos ayudaron en sus vidas y en sus creaciones.
It t,. t"*to.e
publicó en Buchanan, I y Swidoba M. e0O4),
, Deleuze And,
ir:;¡r'. Edinburgh University press, Edinburgh.
23. Deleuze, G. (1978 Conférence a I'IRCAM trad. cast. de Miguel
I/
Forma
1' ¡,r, r,scrito con Daniel W. Smith, titulado .\¡ihut
p.í"
a" _á.
Leal N odal, Conferencia sobre el tiempo musical. Disponibltr I Hea, is "i., i;;,
Thi;ü;
eleu ze- l¡ It' l.r¡zr and Guattari Go pop,, pubricado en ra
https :11666ismocritico. wordpress .cor¡|2 OO7 ll2ll,Slgtlles-d ,, t,. t t, tt tered,journal, vol. B,
revista digttar Eího: a
¡ ¡ t
1, 2001.
rencla -so,bre-el -tiempo-musicaU
88 89
I
Deleuze (en 1o sucesivo IM), desde el sello Mille Plateaux de en el sentido adorniano de música como mercancía producida
por
Frankfurt, Alemania. El fundador Achim szepanski describe la profesionales corporativos y con la intención de
imponer rrrr.Ll_
obra d.e los artistas de su sello como «devenir, de manera que la versalidad falsa entre ros consumidores, sino en un sentido
mucho
música va más a1lá de sí misma; Mille Plateaux forma parte de más cercano al antiguo significado de «popular»: una
músicabrico_
la búsqueda d.e las fuerzas minoritarias. En una carta, Gilles laje, amateur, surgida de ras actividades cotidianas de la gente.
En
Deleuze celebraba 1a existencia de este sello' (IM: 5)' este sentido, por lo menos! la situación cultural contempJránea
se
Ambos sellos son independientes, no afiliados a las grandes asemeja a las que dieron lugar al blues, o a la contra.rltrru
r-"_
corporaciones musicales multinacionales que dominan el mercado ricana de los años sesenta y ra italiana de los años
setenta. En la
discográfico internacional. Son también sellos "altern¿f,ivos», sn eI actualidad, las actividades cotidianas de mucha gente
dependen
rle una tecnología digital avanzad.a, y la música que I
sentido de que Ia música que difunden no está diseñada para com- nace d"
petir directamente con la música mainstream de las multinaciona- rrctividades, o se mezcla con ellas, constituye un índice ".u.
de potencia_
lidades políticas que todavía tiene que fusionarse.j
1es. Además de los discos de tributo a Deleuze, Sub Rosa ha
publicado también discos de experimentos sonoros de william S. ¿Qué utilidad tuvieron los conceptos de Deleuze y Guattari
Burroughs, Antonin Artaud, Bill Laswell y Richard Pinhas, entre l)ilra esos músicos que estaban buscando nuevas categorías y for-
.ras para la creación musical y la intervención social? paradeter_
otros, mientras que Mille Plateaux se especializa en densos mix de
rrrinarlo, debemos intentar ahora discernir los
tecno, dance/trance y música electrónica.2 Comparten e1 interés modos en que
por los músicos que se han visto profundamente afectados por la
; rig,rrnos músicos han
tomado conceptos, o han añadido elementos,
revolución informática reciente en el campo musical que ha 'l.l rizoma filosófico de Deleuze y Guattari para usarlos
-la
centrales de acceso
en sus
¡'r',pias actividades creativas. para hacerlo, debemos hacer un pe-
roto el monopolio de las grandes computadoras
limitado (y sus administradores burocráticos) sobre la síntesis so- 'r'.ño agenciamiento maquínico, un ritornelo o un territorio mu-
',rcrrl temporal propio: debemos
nora.3 La proliferación de ordenadores personales a Io largo de 10s
ochenta y los noventa dio lugar a toda una generación de músicos
I seleccionar unos pocos temas,
¡"rs,ndo sobre otros silenciosamente, y resecuenciarlos para que
rl.srrll&reZCán las pausas, no entre
(y oyentes) para quienes e1 sonido es prácticamente una sustancirr los dos discos del homena;e,
táctil, reproducible digitalmente, maleable y almacenable, y, por lo
rr, ontre nuestra línea particular de investigación y otras
linás
tanto, para quienes las formas y la notación de Ia música tradicitr ' 'lr¡ales. IVuestra línea elegida debería construirse no como un
r' l;rlr¡ esencialmente privilegiado de estas grabaciones
nal se han melto cadavezmás irrelevantes.a Su música es pop, I)(r ni como
""'r rl.valuación de otras aproximaciones a eras, sino simplemen-
I' r'()l,o un tallo de un rizoma. Hacemos con eilas lo que pod"*oa,
,"P"r""" sociológico deleuziano-guattariano de Ia escena musit'rtl
',
""áIisis
tecno a 1a que estas etlquetas están vinculadas, véase: Fitzgerald, ,l '1,'i;r,os a los oyentes la posibilidad de hacerlo de otro modo.
(1ggg), oiDesire, Drugs and Technor, enAngelaki Jrtrt.
"An Ássamblage
nal of the Theoretical Humanities, 3, 2, The Loue of Music, pp' 47-57 '
(1995), Ratiorutlizirt¡|
3. para esta sigrrificativa transición, véase: Born, G.
culture: IRCAM, Boulez and. the Institutionalization of the Musi,',rl
Auant-Gard.e,University of California, Berkeley, pp' 183-193 y pp' 207-2
l( I
90 91
Milsonidos Deleuze, Guattar¡ y la música elecilónica I
I
I
La línea más clara para nuestra investigación vuelve a los '.'decimos que las pequeñas percepciones son en sí mismas distin- I
tas y oscuras (no claras); distintas porque se captan relaciones
conceptos básicos de Deleuze y Guattari, pero vistos desde la pers- dife_
renciales y singularidades, oscuras porque todavía no resultan
pectiva merlos sistemática, más pragm ática y selectiva de estos
"distinguidas», porque todavía no se han diferenciado, y esas singu_
músicos. La música está hecha de perceptos, complejos senso ia- laridades, condensándose, determinan un umbral de conciencialn
les intensivos que «/á no son percepciones, son independientes del relación con nuestro cuerpo, como un umbral de diferenciación.
a
estado de quienes los experimentan... Las sensaciones, perceptos partir del cual se actttalizan las pequeñas percepciones. puro."
á._
y afectos son seres que valen por sí mismos y exceden cualquier tualizan en una apercepción que, a su vez, solo es clara y confusa;
vivencia, (Deleuze y Guattari, 1994, p. 164). Pero antes de que los clara, porque resulta distinguida o diferenciada; y .orrfrrsa, po"qrá
elementos de la música puedan ser perceptos, deben devenir per- es clara [Deleuze, 7gg4, p.2].B]. I
92 93
Mil son¡dos Deleuze, Guattari y la música electrón¡ca
I
flili
Una vez se ha cruzado el umbral de la perceptibilidad, el espacio-tiempo estriado del tema de ovar. AsÍ, la irregularidad
agenciamiento de sonido empieza a materializar su espa- métrica en intervalos breves deviene regularidad rítmica en in-
cio-tiempo, su plano imperceptible de organizaciórl Ese plano tervalos más largos o en niveles superiores de escala.
se materializa en 1os términos de sus fracturas y cortes o, me-
Al revés, las estriaciones también pueden reconstruir un
jor, de su resistencia a ellos. Un espacio-tiempo liso y sonora- espacio-tiempo liso mediante ra acereración y la acumulación;
en «sD II Audio Template, esto sucede cuando ras estriaciones
mente continuo se despliega, como g¡ 'As In" de O'Rourke:
glissand,os,líneas continuas o gradientes de sonido que se mo- métricas se dan a intervalos cada vez más y más breves hasta
que empiezan a solaparse, bien realmente o simplemente
dulan de tono a tono sin saltos discontinuos a través del espec- en la
x percepción del oyente. Al hacerlo, empiezan a confundirse
tro sonoro. Los temas del grupo alemán Oval, uYou Are Here sus
rasgos diferenciales o estriados para volver a una continuidad
0.9 B, (disco 2, tema 2 de IM) y nSD II Audio Template" (tema o \
una indistinguibilidad lisa en una frecuencia superior. Er
3 de FR), encarnan también dicha construcción lisa, por lo me- tema
pasa por una progresión circular, de continuidad
nos temporalmente. Los temas de oval dramatizan además in- sonora lisa a
cstriación y luego de nuevo a la lisura mediante una estriación
tencionadamente eI proceso por eI cual eI espacio-tiempo liso
creciente. Como resultado de estas transformaciones ejempla_
deviene estriado y viceversa. *oval es un enfoque muy estricto
componente, Markus Popp, rt:s, este tema de Oval puede considerarse, como implica
y limitado,, afirma su principal su ti_
i,trlo, como una «plantilla de audio, o mapa abstraclo,
«con €I fin de clariflcar algunas nuevas distinciones; y, de a1gún ya que
.t,vela que todos los agenciamientos de audio son, de fr"cno,
modo, para ir más allá d.el concepto de música, de las metáforas to
,¡rre Deleuze y Guattari denominan multiplicidades: nUna I
musicales subyacentes a los conceptos utilizados en los instru- mul-
li¡rlicidad no tiene ni sujeto ni objeto, sino únicamente deter-
mentos digitales implicados" (citado en weidenbaum, 1996).
rrrinaciones, tamaños, dimensiones que no pueden
En "sD II Audio Template, los tonos continuamente modulado- aumentar sin
{r,o ella cambie de naturaleza». Así pues, cuando el
res son interrumpidos de forma abrupta por eventos percutivos tempo de ra
,,st.riación de las dimensiones sonoras del tema
puntuales que suenan como arañazos en Ia superficie de un LP' -una
Di.hu. interrupciones aluden obviamente a la dialéctica dcl 'rrrrnenta, cambia no solo la velocidad de la pieza sino también
,,u cualidad sonora.
tono y eI ruido, Ia consonancia y la disonancia que ha definidtr Glenn Gould acelera la ejecución
rl. ur fragmento, no"Cuando
la música moderna desde Schoenberg aCage, pero también tit' sólo actúa como virtuoso, transforma los
nen una función más novedosa. A pesar de su irregularidatl l',rrt,'s musicales en líneas, hace proliferar el conjunto, (Deleuze
r ( lrrattari, 7987, p.8). Del mismo modo que la aceleración mo_
méttica, esos eventos introducen algo como un ritmo o estrirr
ción en eI plano liso. Como señalan Deleuze y Guattari, "urtrr 'lrlit'rr la naturaleza de la pieza, también lo hace ra desacelera-
medida, regular o no, supone una forma codificada cuya uniclrrrl ' r"rr. Evidentemente, la desaceleración de un sonido disminuye
rr ¡ritdr y altera por tanto la cualidad tonal, pero
de medida puede variar.", mientras que eI ritmo es 1o Desigrrrrl tambiér, alie_
r'r lrrlas las demás relaciones y revela cualitativamente
o lo Inconmensurable,; es ese elemento desigual el que const
i
nuevos
r'irrr'os en ellas; si se ralentiza un pasaje
tuye Ia imperceptible udiferencia que es rítmica, y no la rept'ti de cuerdas de pizzicato,
ción, de la medida perceptible (Deleuze y Guattari, 1987, ¡r¡r ¡"'r ,'jt'mplo, descubriremos el ronroneo continuo de un motor.
I l, r rl;r cierto punto, los temas oC,ant
3 13 v .) 1 4 Estas estriaciones irregulare SC presentan en
lrrr Be Still, de Blue (disco
' L'nr¿r 12 de IM) y "Pátent, de Bleed (disco 2,tema5 Byte
cle para formar una frase m étrica repetida que cons'titu.yr' de IM) en-
94 95
Mil sonidos Deleuze, Guattari y la música electrón¡ca
carnan también este principio de multiplicidad sonora mediante Dentro del espacio-tiempo mutante liso/estriado de la
multi-
la aceleración y la desaceleración.8 plicidad musical, también han sido productivos otros
conceptos
Otra forma en que emerge Ia lisura de 1a estriación -de he- sacados de la obra de Deleuze y Guattari. En su
tema *Unidirec-
cho, el método más común utilizado en los discos de homenaje a
tions/Continuum» (disco 1, tema 6 de IM), Christophe
Charles
Deleuze- es a través de Ia superposición de una serie de distin- utiliza las técnicas de ra musique concréte iniciadá por pierre
tos modelos métricos de estriación. Estos modelos superpuestos Schaeffer para construir un rizoma sonoro sin centro
según los
se cruzan en una serie de puntos de inflexión singulares, creando
principios de conexión y heterogeneidad. La musique
Áncréte
armonías indirectas y melodías virtuales. Deleuze y Guattari 1o agencia no solo sonidos puros producidos por una
ola de genera_
dores sino también sonidos cotidianos normalmente
describen así: no conside-
rados musicales: el chirrido de una bisagra, un i
suspiro. Esta
Algunos músicos modernos oponen al plano transcendente de orga- heterogeneidad proviene der reconocimiento por parte
del músi-
nización, que supuestamente ha dominado toda la música clásica co de que todos los materiales sonoros pueden
ser utilizados en
occidental, un plano sonoro inmanente, siempre dado con 1o que da' t,ste plano de desarrollo. El músico hace música
agenciando oes_
que permite percibir 1o imperceptible, y que ya solo contiene veloci- l:rbones semióticos":
áu¿". V lentitudes diferenciales en una especie de chapoteo molecu-
lar lDeleuze y Guattari, 1987 , p. 267]' ',.eslabones semióticos de cualquier naturaleza se conectan en ér
con formas de codificación muy diversas, eslabones
biológicos, polí_
En esta (super)posición molecular el sujeto perceptor noye' I ticos, eco-nómicos, etc..., poniendo en juego no sólo regímenes
de
y
sonidos virtuales que en realidad no han sido reproducidos signos distintos, sino también estatutos cle estados
de cosas. t...1 Un
«cuenta» beats vírttales que en realidad no han sido medidos' La rizoma no cesarÍa de conectar esrabones semióticos,
organizaciones
de poder' circunstancias reracionadas con ras
música de conjunto amplificada de Philip Glass es e1 ejemplrr artes, Iasliencias, las
luchas sociales. Un eslabón semiótico es como un
másconocidodeestemétododesuperposición;eltema"Thtr tubérculo que
rrglutina actos muy diversos, lingüísticos, pero también
Grid» de su banda sonora para Ia pe1ícula Koyaaruisqa¡lsl es urt rnímicos, gestuales, cogitativos... [Deleuze y Guattari,
perceptivos,
buen ejemplo de ello. En los discos de homenaje a Deleuze' los iSSZ, p. Zl
(tema 1 dt'
temas que aportaron Mouse On Mars, nsubnubus" Los eslabones semióticos de charles abarcan
pft) y (disco 2,temaS de IM), ofrecen ejemplos de supcrr desde ra pureza
"1001, r r r 'r:;inica ultraterrenar de los tonos der oscilador y er generádor
posición generativa en música tecno'e '¡
de
"'rrlrrs hasta el crujido entrópico de las interferencias de la emi-
'¡ 'r y el ruido de las superficies de grabación. Entre los extremos,
formahipercinética purürock conocida ctlttr., r( )S p€fcusiones afinadas y
-' A1g" p,'-"id" oculre
a en esa de ''
r r r
desafinadas, sirenas, el movimiento
sencillos y patránes rítmicos son interpretados de lir' l' lr.rrdo
"frrrá.oru": acordes ' del agua y sonidos de vuero de grabaciones sobre
el terre-
ña tan rápida que empiezan á for.nut gradientes sonoros a otro nivel str¡x' rr" l;¡ [¡sf,s¡sgeneidad de erementos conectados
rior, en el-que los patrones precedentes devienen imperceptibles. Los
pritrt| conduce al oyente
por ejemplo, el disco From Enslauem'ettl ltt ., tr;rv(-)s de largos recorridos
,o, tr.fu¡o. de Napalm Déath, de intensidad sonora.lo
morlrtlt
Oblitaraiion, son quizá 1a manifestación más significativa de esta
áad d" e*"rgencia de un plano liso a partir de una densidad estriada.
Itt ('l¡;¡¡'[¿s ha colaborado
con ovar en un disco titurado Dock, enel que
9'Sobreestatécnicadesuperposiciónengeneralysobrelamúsica-dc(llrr'.o
- el
Deleuzr' ,,rr ,'r¡ii(:o alemán usa los
en fartrc"rar, véase la éonversación de Richard Pinhas con "fields recordings, de Charles ."rro _uláriuf
O"ü"r", nSeÁinario de Vincennes, 3 de mayo de 1977: Sobre la mti¡ti|tr '
¡,,r r ;r la manipulación electrónica.
disponible en https ://www'webdeleuze' com/textes/208
96 97
illn
Deleuze, Guattari y la música electrónica
lvl¡l sonidos
en la música' Todo 1o
nuevo es recortadrr
I , ;rt'ornpaña o armoniza con ella y reproduce su métrica más o
novedad o la innovación
,,,r'lros regular. La voz, especialmente la yoz o la voz
"buena»
l' ,,lut.rrda» en música pop, se dirige aI oyente, exige (mal) reco-
se encuentra en Althusser'
f.LaL" ttá"*'
ttáJ-1. descripción de este modelo y «¡tu ,,,', u)rir)nto y lo interpela como sujeto dócil precisamente debido
rlel Estado -' etldeologtla
t 1988 r. "lat"f Visión' Buenos Ai
"giiuv "p"át* irnui y ¿r.áilÑr""u
'¿""fogicos
ratos ideotósirr: iri';;;;;.
,,1 ¡,orlt'r que adquiere con este proceso de reduplicación o rete-
en l¡r
ttt¿ tiÑáit"mente inspirada
res' La ro"noutl'i ;;'ll;;;' , , rl,,r i¡rf ización armónicaltemática. Esto puede incluso (y sobre
i;;; que Lacan hace de Freud' la voz' véase: Sil r,,, 1 ,) l)roducirse cuando layoz canta o habla de una huida, de
modelo de
12.Parala formotat]ió" *ut "tt" Cr'" Female voice'' en I'xv lirr,,¡;i 1lg fuga fuera de sus límites territoriales; pensemos, por
"tuo"lt"-*:
Á-t'í'ttt wri"t''
verman' K' (19ü")""d; Un ivers it y Press' B
loo mi ngton'
ch oo n a Li s s o n a'Z
i
i
" "'i"liutt'
99
98
llt
Milsonidos
Deleuze, Guattari y Ia música electrónica I
{
{
día]... Luego, por la noche, es cuando se produce el tumulto. Es (
ejemplo, en la ironía viciosa flg «l'm Free' del álbum Tommy
de
cuando se vuelve realmente emocionante porque es cuando
The Who ("I'm free/I'm freelAnd I'm waiting for you to fo11ow todo se
desmadra. Las tarifas terefónicas se abaratan y la gente tiene
me...,), que reterrit orializala libertad recién reclamada del
«yo» las
conversaciones más surrealistas. siempre me han interesado
en su control de la segunda persona, eI otú'' Hasta aquí, Deleuze
vacíos en estas conversaciones... Me asombró con ros teréfonos
los
mó-
yGuattariestaríandeacuerdoconAdorno,Althusserylatradi- viles, que son mucho más caros que los normales, y se producen
ción psicoanalítica. esos enormes hiatos. son ros puntos que realmente me
interesan.
Sin embargo, no es así si con respecto aI tema uWithout End' Lo que sucede ahí [Rimbaud, citado en: Toop, 1g9b, p. 35].
de Scanner (disco 2,tema 7 de IM)' Aquí, una voztonca
susurra
sobre eventos o haecceidades, d'iciendo, nit is dawn eternally' Al desterritorializar la tecnología, genera un nuevo ritornelo
time of prophecyr, mientras eI proceso de composición sonora
I
100 101
Milsonidos Deleuze, Guattari y la música elecrónica I
(
I
le da una potencia de variación continua: ahora ya no está acom- fuga de una subjetividad restrictiva contrarresta la tragedia mí- (
pañada, está realmente "maquinada", (Deleuze y Guattari, tica del castigo de Filomela. .Thema: Omaggio a Joyce, (195g) y
1987, p. 96). Desde luego, lavoz siempre tiene un timbre, pero no "Visage, (190t)t¿ de Luciano Berio, ambos manipulaciones elec-
todos los timbres son igualmente perceptibles; de hecho, la mar- trónicas en cinta de la voz de la soprano cathy Berberian, ocu-
ca de la voz cantante «educada,> o «pura» es precisamente su tim-
pan el mismo punto de transición entre la voz como significado
bre mínimamente perceptible en comparación con la cualidad discursivo y la voz como sonido inhumano. Sobre .Thema,, que
vocal áspera, rota o estridente de los cantantes de blues o de materializa la fuga per canoruem virtual del capítulo osirenas,
rock. Con «maquinada,, Deleuze y Guattari se refieren a que 1a del Ulises de James Joyce, Berio escribió:
voz tímbricamente distintiva deja de estar vinculada a una es- /
Me interesaba desarrollar nuevos criterios de continuidad entre el
tructura armónica estable o su forma subjetiva concomitante \
lenguaje hablado y Ia música y estabrecer metamorfosis continuas
como territorios limitadores, y se abre en cambio a un proceso de
de uno en la otra... [En nTherna,] ya no es posible hacer distinciones
producción sonora que va más allá de la expresión de una psique
entre palabra y sonido, y entre sonido y ruido; o entre poesía y pro_
individual. Lavoz deviene un sonido inhumano, un ruido, y deja sa, y entre poesía y música. Nos vemos así obligados a reconocer la
de ser personal, subjetiva o, más importante aún, subjetivizado- natut:aleza relativa de estas distinciones, y los caracteres expresi-
ra (interpelante). Igual que Adorno, los críticos psicoanalíticos vos de sus funciones cambiantes [Berio, 199g, p. 1].
tratan esta vocalidad como fuente de ansiedad que debe repri-
mirse inevitablemente, solo para retornar como Ia grabación de La obra de scanner utiliza distintas técnicas y distintos tim-
un doble inquietante del yo fracturado.ls Deleuze y Guattari, por lrres vocales, pero nos obliga a un reconocimiento similar, que ¡
otro lado, hallan en esta inhumanidad, tan inesperadamente t'rmplementa la subversión política del medio que elige: hay un
cercana, un paso afirmativo y conveniente fuera de Ia camisa de rlc-'venir-sonido de lavoz que puede arrastrar al sujeto a un
deve-
fuerza de Ia subjetividad normativa. rrir-otro paralelo al yo, marcado no por la angustia de la castra-
EI punto inquietante de la indiscernibilidad entre la voz hu- ,'irin original, sino por la afirmación prospectiva.
mana y el sonido inhumano puede alcanzarse de varias mane- Aun así, la indiscernibilidad de ra voz y el sonido en las pie-
ras. Por ejemplo, es 1o que han intentado compositores ¿rrs de Scanner a menudo subrayan, paradójicamente,
el poder
postserialistas como Milton Babbitt y Luciano Berio en sus obras rrrrlr.ietivamente expresivo de la voz incluso en ausencia de signi-
vocales y electrónicas a través de la transformación de voces tra- lit'irdo ininteligible. La línea de fuga desterritorializadora fuera
dicionalmente formadas. El .Philomsl» para soprano de Babbitl' ,1,' la estructura subjetiva normativa puede reterritorializarse
(1963), grabación de soprano y sonido sintetizado, adapta el mitrr
'l.rrtro de algo similar aI paradigma psicoanalítico. Incluso cuan-
griego de la metamorfosis de Filomela en ruiseñor mediante lrr rl, r1., corrlprendemos las palabras o ubicamos una melodía en
manipulación continua de la voz de la soprano, llevándola olt r lontrol» o nWithout End", todavÍa podemos
extraer a veces al_
una línea de fuga a uno y otro extremo de su constante devenir': r'r. valor significante captando el ánimo o el tono de los sonidos.
mujer cantante o pájaro sintonizado. La aflrmación sonora dc lrr
13. Cfr. Br.b""a Engh, en Dunn, L. C. y Jones, N' A' (1994), Embodied' Vtti
I I ( lli'. el comentario de Deleuze y Guattaú en Mp, 145.
sobre Thema, cfr.T.
ces: Representing Female vocality in western culture, cambridge Iltrt
s. Murphy (1999), *Music AÍter Joyce: The post-seriar compose.so,
en
I l.t, ¡ nrmedia Joyce Studies.
versity Press, Cambridge.
t02 103
til
Mil sonidos Deleuze, Guattari y fa música electrónica I
(
(
Algunos compositores postserialistas han explorado también bién irónicamente la irrelevancia fundamental del significado {
este aspecto reterritorializadot, sobre todo GyÓrgy Ligeti en sus discursivo estable en el mundo del pop, donde reinarían ra pura
temas .Aventures,, (1962) y "Nouvelles Aventures' (1962-1965), intensidad sonora y la proyección afectiva.
para tres voces y siete instrumentos. En estos temas, Ligeti uti- El imperativo de desterritorializar lavoz, de usarla tÍmbrica-
liza un lenguaje inventado para demostrar que ntodas las emo- mente y no armónica o referencialmente, debe incluir además la
ciones humanas ritualizadas que se expresan coloquialmente, voz del filósofo que articula este imperativo. sin embargo, hay
una
como el acuerdo o la disensión [...], pueden expresarse exacta- diferencia, por imperceptible que sea, entre las voces sampláadas
mente en el lenguaje artificial emocional a-semántico". Al cantar utilizadas por scanner, o las voces rigurosamente disciplinadas
este lenguaje artificial, los intérpretes producen «1o contrario de que exigen las interpretaciones de ras piezas de Babbitt, Berio
y
1o que estamos acostumbrados en la interpretación de una ópera Ligeti, yravoz singular del propio Dereuze. Es la diferencia entre
[...]: la escena y los protagonistas son evocados por la música; la la v oz desterritori a1i zada y la v o z de sterritori alizadora, entre oír
música no se interpreta para acompañar una ópera, sino que se una voz devenir un sonido inhumano y devenir realmente un so-
interpreta una ópera dentro de la música, (Ligeti, 1985, pp. 8 y nido inhumano a través de esa voz. Deleuze dijo una vez:
9). Aquí el propio acompañamiento sirve para interpelar al suje-
to oyente, incluso sin una interpelación directa de Ia voz. A algunos de nosotros pueden emocionarnos ciertas voces en el cine.
El reductio ad absurdam de esta situación 1o encontramos Lavoz de Bogart. Lo que nos interesa no es Bogart como sujeto, sino
cómo funciona su voz. ¿cuál es ra función de ra voz cuando
sin duda en el álbum The Third Reich and Roll de The Resi- él habla?
1...1 tNlo se puede decir que es una voz individuarízadora, aunque
dents, que consiste en dos .interpretaciones semifonéticas de también 1o es... Me desterrit orialtzo en Bogart... [E]s un tipo de voz
éxitos Top 40 de los años sesenta, (The Residents), cada una de metálica... una voz horizontal, es una voz aburrida; ua ,r.ru especie
las cuales ocupa una cara entera de1 LP. En este álbum, The de hilo que emite un tipo de partículas sonoras muy muy
muy espe_
Residents --qrizás eI grupo de arte conceptual más importante ciales' Es un hilo metárico que se desenroila, con una entonación
del pop- interpretan éxitos de sencillos ssrns "Good Lovin' de rnínima; no es en absoluto la voz subjetiva [Deleuze, 1g9g, p. 215J.
The Rascals, ,,It's My Party, y .? (Question Mark)' de Lesley
Gore y .96 Tears, de The Mysterians como si solo fueran escu- La propia voz de Deleuze era también una «voz metálica, no
chadas a través de una radio AM de mala calidad; Ias melodÍas v :rrrbjetiva a través de la cual otros se desterritori alizaban.cuando
los arreglos están básicamente intactos, pero las palabras se ro- rrrrrió, sus amigos y colegas evocaron todos su familiar yozronca,
ducen como mucho a aproximaciones usemifonéticas», en un re- ,luo Richard Pinhas describió como «difícil pero bella, (Heldon,
conocimiento de la experiencia histórica y fenomenológica dC l,;lt'.tronique Guerrilla), y dos de los artistas en los discos
de ho_
muchos oyentes reales que descubrieron la mayor parte de lrr rrr.rraje utilizan esa voz desterritorializadora en sus
composicio-
música pop más influyente del siglo XX a través de 1a radio AM ,r,'s. Hazan + Shea, en «ft|¡i261¡e: No Beginning
No End, (tema
de baja fide1idad.l5 El método de The Residents reconoce tant r' r', FR), samplean lavoz de Deleuze d,el Abécéd,aire
d.e Gittes
l)t'lcuz€. En la primera parte, oEnd,,, utilizan la voz
de Deleuze
15. Chris cutler, que tenía una relación estrecha con The Residents y t¡tr,'
estud.ió su trabajo, describe la producción de Th.e Third, Reich and, Iloll
,,n un único y largo tema. Un tributo/burla a la música pop"
de este modo: se hizo ureproduciendo las canciones y grabándolas en trrrrr lFile LInder
pista, después tocando encima, añadiendo un tema a otro tema, hitslrt I'o¡ntlar: Theoretical and Critical Writings on Music. Autonomedia,
que el original no se había cancelado; en fin, cortando y montando lorlI llrrroklyn, 1993, p. 84J.
104 105
Milsonidos Deleuze, Guatfari y la música electrónica
como timbre puro, contraponiendo sus fonemas aislados a un con- cio-tiempo estriado de manera regular, ra nueva música es risa y
junto sintetizado de teclado, cuerda y percusión; en la segunda ambiental. Basándose en experimentos de su álbum solista an-
parte, nBeginning,,, la Y oz resurge como instrumento significan- terior De I'un et du Multiple (rgg6), pinhas ha creado un estilo
te pronunciando enteramente las frases que en la primera parte contemporáneo que debe tanto a la explosión de la música tech-
han sido desmenuzadas en elementos tímbricos. De aquí la inver- no sampleada y generada por ordenador de los noventa como al
sión de 1a secuencia: el (no) fin antes de1 (no) principio. nHappy trabajo pionero
"Frippertronics, de los setenta y ochenta del fun_
Deterritorializations, de WehowskyAVollscheids (disco l, tema 2 dador de King Crimson, Robert Fripp. Eric Tamm define así el
de IM) «reformula... un sonido aurático, grabado por un grupo oFrippertronics,:
de rock francés acompañado por una recitación de Gil1es Deleuze f
es la conflguración tecnológica mediante ra cual dos magnetófonos
[sampleado de "Le voyageur" de Heldon] - Partes de este sonido
de bobina abierta estaban conectados entre sí y a... una guitarra
arquetípico se proyectan dentro de distintas matrices sonoras
eléctrica; [y es también] el estilo musical, es decir, el potencial para
contemporáneas y se fusionan con sus corpus sonoros» (Wolls-
dar forma de manera creativa a masas cle sonido siempre fluctuan-
cheid, en IM: 9). WehowskyAVollscheid pliegan y despliegan 1a tes en tiempo real, normalmente sobre una base tonal, pandiatóni_
voz de Deleuze sampleando, resecuenciando y sobreponiendo su ca modal o multimodal; y los distintos usos der frippertronics
performance con Heldon para crear una voz deleuziana múltiple, interpretación solista, o como elemento tímbrico/estructural -comodentro
polifónica, de sterritori aTizador al r eterritorializ adora distanciada de una canción más convencional, o como «sonido temático, usado
de sí misma y en conversación consigo misma. para unificar un gran collage musical... [Tamm, 1990, p. 11b]
Las últimas grabaciones de Richard Pinhas, publicadas por
Sub Rosa y Cuneiform, constituyen un tercer disco de homenaje, En los años noventa, la configuración tecnológica había cam-
aunque no se presente como tal, y también están organizadas lriado para incluir magnetófonos de cintas de audio digital y
el
alrededor de las palabras y Ia voz de Deleuze. Para este proyec- ''.ntrol de señal digital, pero por lo demás la descripción sigue
to, Pinhas reclutó a 1os músicos (y escritores de ciencia ficción) r;icndo exacta (aunque, signiflcativamente, Fripp cambió
el nom_
Norman Spinrad y Maurice Dantec para formar un grupo llama- lr.. de la actividad a «soundscapes,, más territorial). Los magne_
do schizotrope, subtitul¿flo «The Richard Pinhas & Maurictr l,firnos interconectados producen bucles cíclicos de duraciones
Dantec schizospheric Experience-French Readings of Gilles Do- r':rrias que garantizan una periodicidad incluso a las métricas
leuze's Philosophy with Metatronic Music and vocal Processors, rrr;is irregulares. Al mismo tiempo, los gradientes de
modulación
(schizotrope, 1999 & 2000). Gran parte de estos discos retotntr ,llI tono y el timbre del .s6rrifl6 temático, establecen líneas lisas
anteriores colaboraciones de Pinhas con Deleuze: se musican pir '1,'r:rntinuidad sonora sobre las cuales se sitúan las palabras y
labras de Deleuze, leídas por Dantec, o se musica la propia voz l,r vr¡z de Deleuze. La obra de pinhas aquí es alavez
Ia más te_
de Deleuze. Difieren en Ia forma que toma la disposición musi r r ilrrial de las piezas que hemos examinado,
en el sentido de que
cal. En la grabación inicial de Heldon fls "Le voyageur», la músi l"rr t:,nceptos de Deleuze y er grano de su voz funcionan
crara-
ca es rock progresivo grupos como Heldon y King Crimsorr r¡r.r)tc para centrar continuamente los elementos en
-que el agencia-
estaban inventando a principios de los setenta-, música t¡trr' rr,nto sonoro (véase Deleuze y Guattari, lgg7, p.96), y
r r r
también,
hemos descrito ssms *tipo bolero, en cuanto a estructura y sorrl 'r,rziis' la más conceptualmente radical en su despliegue exten-
do. La música de schizotrope, sin embargo, es bastante distint¡r r*r rlcl pensamiento de Deleuze, según su propia lógica y su
En lugar de repetir formas métricas y armónicas en un L'sl)¡r
106 L07
Milsonidos Deleuze, Guattari y la música elecfuón¡ca
propio ritmo internos. En lugar de las interpelaciones repetiti- ta efectivamente a una escala local y sus efectos desterritoriali-
vas d.e 1a superposición armónica, encontramos diferencias pu- zadores están sumariamente reterritoriarizados en los nichos de
ras de intensidad sonora. los mercados musicales, sigue habiendo potencial para su inten-
sificación y difusión, que espera unos agenciamientos mayores y
Coda: Ad libitum mejores que deberemos construir par a r ealizarlo plenamente.
Por ahora, sin embargo, contamos con los breves agencia_
Nuestro análisis del potencial productivo contemporáneo de la mientos sonoros dedicados a Deleuze. No son modelos a imitar,
filosofía de la música de Deleuze y Guattari no puede ser tan sino casos singulares de realización de los potenciales conjuntos
completo como nuestro relato de sus préstamos de -y su parti- del sonido y la sociedad. Guattari los llamaría revoluciones mole-
cipación en- la música pop histórica,16 en parte porque ese po- culares. Apenas hemos empezado a explorar rariquezainventiva
que contienen esos discos homenaje y los trabajos relacionados
tencial se halla tod"avía en proceso de ser tealizado en varias
de los músicos en cuestión, pero confiamos que nuestro anárisis
formas concretas, pero también, y más importante, porque su
umbral político de masas todavía no ha sido cruzado. No existe haya por lo menos esbozado una respuesta provisional a nues_
actualmente ningún movimiento sociopolítico de base amplia tra pregunta: ¿qué utilidad tuvieron los conceptos de Dereuze y
comparable a las contraculturas de los años sesenta y setenta, Guattari para esos músicos? En resumen, los músicos extrajeron
conceptos como herramientas de la caja de Deleuze-Guattari y
en que ese potencial pueda encontrar un territorio preparado y
los usaron para intensificar o amplificar su propio pensamiento
abierto a una experimentación y una composición a gran escala'
Hasta ahora ha encontrado solo territorios pequeños y temporal- v realización sonora. No se trata simplemente de aplicar o ilus-
t,rar ideas filosóficas en otro medio, sino de pensar lo que inter-
mente autónomos, acorralados por el mercado o el estado y sos-
tenidos precariamente por 1os ritornelos locales de DJ Spooky, ¡rretamos y con qué, lo que cantamos y lo que escuchamos. Atom
I Ieart captura esta idea perfectamente en nAbstract
Richard Pinhas y otros músicos. Pero e1 mercado y el estado nrr Miniatures
in memoriam Gilles Deleuze, (disco 1, tema Z de IM): al inicio
son ellos mismos más que territorios temporales, Iegitimados
rlcl tema, una voz sintetizada e inexpresiva dice: nWhat I see is
por cancioncillas publicitarias e himnos nacionales, y, sin em-
lliinking. What I hear is thinking too [Lo que veo es pensamien-
turgo, ominosamente propensos a la mutación en cuanto sufi-
lo. Lo que oigo también es pensamientol,.
ciente gente entona una melodía distinta. Platón reconoce esttt
inestabilidad en la República cuando avisa de que «no debe ala-
barse ni introducirse alteración ninguna de esta especie. En m¿r-
teria de música han de estar muy prevenidos para no admitir'
nad.a, porque corren el riesgo de perderlo todo, o como dice Drl
món, y yo soy en esto de su dictamen, no se puede tocar las reglrrx
de la música sin conmover las leyes fundamentales de1 gobierno,'
(Rep.,IY,424c).Aunque, por el momento, tal revolución se lirrri
108 109
Deleuze, Guattari y la música elecfuónica
I
Mil sonidos (
(
Deleuze, G. y Guattari, F. (1977), Anti-Oedipuq University of Min- (
0bras citadas nesota Press, Minneapolis; trad. cast. de Francisco Monge, El
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110 111
Mil sonidos Deleuze, Guattari y la música elecrónica
tlz 113
I
Milsonidos {
(
Lift, Table of the Elements TOE- Carlo Simula (
O1iveros, Pauline, Primord.ial
cD-53.
Ov a7, Sy stemisch, Tltlll Jockey THRILLO32' Entrevista a DJ Spooky
Panasonic, Kulma, Mute/Blast First 9032-2'
Plastikman, Consumed, Novamute 3048-2'
Porter Ricks, Biokinetics, Chain Reaction, CRD-01'
Reich, Steve, Works 1965-95, Nonesuch 79451'
Riley, Terry, Poppy Nogood. and, the Phantom Band: All-Night Fli'
ght,Organ ofCorti 4.
i,od"r, St".r", Four Possible Landscapes, Trente Oiseaux, TOC 005'
Schaeffer, Pierre, L'Oeuure Musicale,INA/GRM INA C t006/718' 1) En tus entreuistas a menudo has hqblad,o de lo mucho que la
Schoenberg, Arnold, Verkkirte Nacht op' 4lPiano Pieces op' 11
&
Orchestra' filosofía contempord.nea ha influido en tu obra. Foucault dijo:
19, Fiue Orchestral Pieces, op. 16, Chicago Symphony
Daniel Barenboim, Teldec 4509-98256-2' "Tal uez un día el siglo serd. deleuziano»; ¿en qué medicla y de qué
tnatlera te han influido Deleuze y Guattari? ¿y qué es lo que te
snd., makesnd,cassettee, Mille Plateaux, MP 69'
parece interesante de su obra?
Stereolab, Emperor Tomato Ketchup, Elektra 6L840-2'
Stockhausen, Karlheinz, Kontakte, Ecstatic Peace! E#87'
La idea del «remix» está bastante de moda últimamente; como
Techno Animal, Re-Entry, Virgin .
115
11"4
Milsonidos Deleuze, Guattari y la música electrónica I
(
(
figuras que traducen la filosofía y la estética europeas en una za impulsora de mi música y mi arte. Creo que es un buen punto (
especie de salida para las personas que están preocupadas por el de partida para empezar a pensar sobre una filosofÍa del .re_
humanismo. Pensémoslo, Frantz Fanon escribió sobre esto como mixr. EI nremix, tiene que ver con ciertos tipos de polifonía, con
una especie de actualización del existencialismo; la «mirada» hacer que ritmos múltiples trabajen juntos, sincronizados, corta-
que define hoy el mundo es «morena», p€ro está contenida en una dos, pegados y formando un collage. Esa es la verdadera «máqui_
cadencia extraña. Es un ritmo visual que ha extendido Ia idea na abstracta»: remítelo a James Brown, piensa en Garrett A.
de filosofía en espectros que todavía no han sido cartografiados. Morgan (el inventor afroamericano del semáforo coreografía
La filosofía europea ha sido de hecho totalmente eurocéntri- que encontramos en cada rincón de la megalópolis -laglobal), pien_
ca durante los últimos siglos, y Deleuze y Guattari son los dos sa en Duke Ellington y su modernidad jazzística en Afro-Eura-
fi1ósofos que han llevado la idea de filosofía más allá de los lími- sian Eclipse, piensa en el ensayo Spyglass Tree de Albert Murray,
tes de los pensadores previos. Aristóteles creóla idea de taxono- piensa en los precursores underground de Detroit, en algo como
mía para Occidente hace miles de años. Deleuze y Guattari nos Drexciya..., y la lista sigue.
han enseñado a ir más aIIá de las categorÍas que él definió y han
contribuido a crear herramientas para analizar la complejidad 2) veo muchas analogías entre tu trabajo y el d.e Deleuze y Guatta- ll
que han adquirido las vidas mediadas. Pienso en sus conceptos ri, sobre todo cuctndo hablan del ncsnssp¡o» como med.io para defi-
como la "máquina abstracta", el ncuerpo sin órganos» y e1 «plano ¡tir el mundo, que definen como «acontecimientor. La prod,ucción
de inmanencia" de acciónhealizaciótl, más allá de las categorías de uru concepto es por tanto la manera en que ta fitosofía construye
de la filosofía europea. Son humanistas que buscan significado lo comprensión del mundo real. Tengo la impresiórt d,e que en lili
más allá de las normas. Es aquí donde coinciden mi música y su Itythm Science hablas mucho sobre el sampleado y la
figura del
pensamiento. Esencialmente, para mí, la música es una metáfo- DJ como manipulador de imd.genes, sonidos, tecnologías usad.as
ra, una herramienta para la reflexión. Necesitamos pensar la l)era crear, precisamente uconceptos". ¿eué opinas sobre esto?
música como información, no solo como ritmos, sino como códigos
para una traslación estética entre categorías confusas que poco tirro de mis libros favoritos de Ios últimos aitos, pensamiento
a poco se han ido haciendo cada yez más obsoletas. Para mí, la ,rf ricanlo,t una antología editada por Emmanuel Chukwudi Eze,
metáfora del DJ tiene que ver con pensar el concepto de collage ,'xplora este tipo de cosas: cómo recartografiamos los territorios
y su lugar en el mundo cotidiano de la información, el modelado !rr escritos del pensamiento eurocéntrico para crear nuevas he-
computacional y el arte conceptual. Todos ellos proporcionan 'r'irmientas, nuevas maneras de pensar sobre el escenario múlti-
vías de escape de los reinos agotados de la filosofía eurocéntrica ic (multi-plex') qu.e cualquier idealista encontrará al cabo de
hacia una especie de panhumanismo. Por eso me gusta el traba-
,'rirlquier investigación filosófica en el siglo XXI. para Deleuze y
(iu¿rttari, y también para mí, la idea es
jo de Deleuze y Guattari. Otras figuras del reino estético europco siempre un «aconteci_
uricnto,: presupone algún tipo de marco de referencia que clau_
como Ludwig Feuerbach (que promovió la idea del nhumanismo,,
'.r'ir una acción e inicia otra y se confunden.
en su obra de mediados del siglo XIX), Spinozay la exploracirin -se superponen
l'rrra mí, el sampleado es lo mismo: acontecimiento de pensa_
de la semiótica de Giordano Bruno también me han influido,
pero el sentido básico del pensamiento "rizomático" ('n
-pensar
mallas, en redes que se extienden hacia otras redes- es la fut'r' I {r¡rukwudi Eze, E. (ed.) (2001), pensamiento africano. Ética y política,
Itcllaterra, Barcelona; trad. cast. de Rolando Miguel Salazar.
116
717
1ilffi
I
Milsonidos Deleuze, Guattari y la música electrónica
(
(
miento, acontecimiento sonoro. Los ordenadores generan algo-
pasillo infinito en ambas direcciones. De algún modo quiero rom- {
per este espejo. Mifilosofía deAa B y de B aAde Warhol2 flota-
ritmos que crean cuadros de continua incertidumbre; la pantalla
no es un espacio cerrado. Mi trabajo se pregunta sobre Ia manera
ba como polvo de palabras por los cables de fibra óptica v las
en qué las redes de creatividad que hemos heredado del mundo
transmisiones por satélite de un mundo de mallas invisibles.
Este tipo de cosas.
tangible del siglo XX han implosionado, evolucionado y acelera-
do las rsdss .inmateriales, de frecuencias, Ias redes de flbra óp-
3) Entre otras cosas, el disco dentro del libro Rhy,thm Science es
tica, y el mundo del siglo XXI gobernado por las matemáticas'
Esta es la verdadera .desmaterialización del objeto ds ¿I'fe»: se una «impysuisaciótt" concentradq. del archiuo de Sub Rosa, Lur
sello que mds que otros promouió cierto género de música conec-
convierte en un entretejido de patrones que funciona entre los
espacios d"e la conductaya escrita. Mi libro Rhythm science exa'
tada al arte. Me recordó, con las diferencias debidcts, Greyfotded.
minaba los fundamentos del pensamiento contemporáneo desde de John Oswald, donde terminct constru\tendo un(l. uersión d,e
la perspectiva de «cómo hacemos arte a partir de patrones de "Darh Star" de Grateful Dead a partir de cierutos de uersiones en
directo. ¿Qué opinas?
culturar. La intención era plantear más preguntas, no dar res-
puestas a contextos que cambian continuamente. El panorama
de los medios digitales contemporáneos es indefinido. cualquier
El npliegue" tiene que ver con la involución; tiene que ver con
tomar múltiples perspectivas de un acontecimiento, igual que el
cosa que te lleve a considerar que es "definido, consiste segura-
breal¿. En ei hiphop, es el break beat,los fragmentos de tiempo
mente en una observación falsa. ¿Lo indeflnido definido? Herá-
clito dijo algo parecido hace muchos años; Ia cultura DJ nos dice interrumpido grabados en el sample, 1o que da al *flujo, del dis-
que se ha convertido en 1a manera en que organizamos Ia infor- curso su sentido en este contexto. En Ia cultura DJ, creas estruc-
mación en una ecología mediática de una subjetividad inestable.
tura a partir de secuencias. Mi estilo es la banda sonora del
Mi apuesta en esto es esencialmente «proactiva»; para mí, la mú- desarrollo urbano descontrolado. Es mi manera de afrontar la
estrategia compositiva en la era de los medios digitales. La foto-
sica tiene que ver con crear herramientas para pensar, con pro-
grafía stop motion de mi fotógrafo favorito, Étienne Jules Marey,
porcionar a la gente sistemas para organízar la información
alude a este tipo de cosas. La parte es mayor que el todo. De eso
fuera de las categorías europeas de la «racionalidad" y Ia nsubje-
tividad universal, que guiaron la llustración' Esto es 1o que he trataba la interpretación de Deleuze y Guattari de Boulez en pli
Seloru Pli, y si nos fijamos en la idea de
aprendido de el1os. La abstracción es el arma definitiva. La mu1- "indeterminación, de
Cage y su relación con los giradiscos, el concepto encaja perfecta-
ticulturalidacl es la máxima categoría desestabilizadora porque,
rnente. Los compositores han estado utilizando eI npliegue, a lo
igual que e1 sampleado, puede absorber cualquier cosa' Desafía
I
118 119
.l
120
127
1ffiil
Milsonidos
fibra óptica, transmisiones por satélite, etc., todos ellos son rizo- Philippe Franck
máticos. son arquitecturas relacionales; e1 movimiento en sin-
cronización. La malla necesita ser polifónica. Los engranajes se Deleuze Rhyzomix 95-05
mueven en cadencias distintas, pero crean movimiento. Deben
ser apartados para que podamos romper los bucles manteniendo
unidos el pasado y el presente para que el futuro pueda abrirse
paso. Quizás aquí es donde rompemos con la antigua situación
de nblanco, y «negro»; que de todos modos son bobadas' Es todo
mucho más complejo que ese dualismo' Es el nuevo «sistema
operativo, que imagino cuando remezclo El nacimiento de unct
iación; eI colapso de Wagner, el colapso de los guiones occiden- Re labordar ciertos desarrollos de las músicas electrónicas, de-
tales de progreso lineal, la renovación de un mundo donde la teniéndose concretamente en esta última décctda más franca y
repetición es una especie de homenaje aI futuro respetando e1 cottscientemente rizomdtica, cruzd,ndolas en ciertas líneas de
pasado. fuga deleuzianas según el procedimiento (o lct licencia) d.el
"pick
up".l Detenerse el tiempo de wta instantdnea instantdneamen-
Paul D. Mil1er, alias DJ Spooky that Subliminal Kid, te caducada, eru es&s multiplicidades que tiran cle la mdquina
T:únez,20 de noviembre de 2005 de guerra musical reacia al control global de las industrias clel
ocio formateado. Auscultar esas prd.cticas sotloras que d,eshacen
el organismo músico-social para abrirlo a «conexiones que su-
porlen todo uru agenciamiento, circuitos, conjuruciones, ruiueles v
ttmbrales, pcrsos y distribuciones de intensidad, territorios y cres-
territorializaciones medidas a la marlera de uru agrimensor».2 [Jn
pretexto para sumergirse en la obru del Gran Gilles (sin oluiclar
ol amigo Félix), que admitía apreciar tanto a piaf como a Stoc-
lrhausen, igual que podemos tomar cualquier libro d,e Nietzsche
ttl azar y encontrar en él algo para (re)petlsd,r) para quanzar y
¡tora huir actiuamente.
122 723
Deleuze, Guattari y la música electrónica l1t1]]t[
Milsonidos
]i r
ti I
¿Por d,óncle empezar? ¿Por el final, que n'o sería
mds que el de una de las definiciones del plano de inmanencia avanzada por i(
en 7995, algun'os ffLeses después del Deleuze y Guattaria que nos lleva hacia los procesos de las prime_
principio d.e otrct. cosa? Así,
ras «s¡ifl¿fles deleuzianasr:5 scanner con sus voces telefónicas,
último uiaje d.el agrimensor de las Mil mesetas' la discogrdfica
Sub Rosa pubticó Folds & Rhizomes, compuesto de cartografías instantáneas e invisibles de las ciudades que reco-
bruselense
tentas cle jóuerues auentureros electrónicos preuiamente seleccio- rrió, David Shea con sus composiciones sampleadas que hacen
nados por Deleuze: Scanner' Oual, Main, Mouse on Mars, Dct'uid
coexistir diferentes memorias cinematográficas y musicales,
Main y sus marcianos monocromos. El ovni Oval y su «proceso
shea y Tobias Hazan. Recuerdo haber tenido cierta dificultad
para ad,herirme completametlte a esta sucesión por otro lado muy ovalr. destroza en su máquina de guerra autista cualquier dato,
cualquier incidente digital para hacer surgir una sucesión de mo-
homogénea de pliegues y rizomas electrón'icos' pero uoluí Q' ella
vimientos, de eventos y de flujos que se fusionan fugitivamente
uencido por ese bello erlcuentro, ciertamerúe ciego pero motiuado,
para formar un plano inmanente variable.
que tambiért pued.e considerarse como una forma de entrega, an-
Prácticas musicales relacionales (tanto por lo que se refiere a
clado en el futuro inmed.iato pero también' empañado por el pasa'
los procesos de creación solitarios como colaborativos) donde el
d.o a traués d.e la muerte de su inspirador uisionario. Esos músicos
Fuera es potencialmente integrable en un Dentro que no deja de
que en la época eran mds bien uemergenf¿í,, iban a desarrollar
omutar, y de nexteriorizarser. La música de los cuatro elementos
utt buen itinerario que, si todauía estd. lejos de estar acabado, se
compuestos o a veces «comprovisaflos»7 por Christian Fennez,
encuentra hoy en una segunda fase que podría calificarse, en. este
que se nutre de los Beach Boys y de las melodÍas pop a las que
corutexto, cotno «postDeleuze,. Pero el post es también' el pre de
reinventa a menudo en sus tratamientos para ordenador portá- ill
otro lugar que ya estd, aquí. Intentamos aquí, pues, señalar y re'
lacionar mod,estamente, a la luz de nuestras deriuas y de ruuestra
til, elabora una búsqueda arqueológica a la vez que construye
por estratos paisajes orgánicos. En los giradiscos anticuados del iluiii
propia experiencia de las músiccts en eterno deuenir, algunos
artista plástico DJ Philip Jeck suenan arañazos y bucles de dis-
auentureros y singularid,ades que recorrieron la estepa electróni'
cos cuyo contenido y origen dejan de tener importancia en la me_
I!
ca en, todos los sentidos.
dible, sino Ia imagen del sonido, la imagen que se da el sonido rr 'r. LIn neologismo que debemos al compositor yvioloncelista
belga Jean-paul
l)essy, director de Musiques Nouvelles que colaboró estrecÉamente con
sí mismo de 1o que signiflca producir sonido, hacer uso del sonido,
varios músicos electrónicos (scanner, DJ olive, David shea y christian
orientarse en eI sonido... Nos atrevemos a hacer esta desviaciorr l¡ennesz) en performances nelectro-contempo» y «comprovisacionesr, don_
rlc cohabitan puntos de referencia previamente decididos con largos pasa-
jr:s improvisados. r
S.GiI* D"t y Félix Guattari, ¿Qué es la fitosofía? , op' cit', p' 51 ,A
"ze
I
i
724 t25
/
E
Iliriü
Milsonidos Deleuze, Guattari y la música electrónica
liti|i
dida en que e1 mix y los efectos las alejan inmediatamente en cia de las líneas que devienen aquí una superficie abierta y opaca ilillE
una melancolía atemporal. DJ Olive es capaz' a partir de obras alavez, imagen de un espacio liso.
de Schuman o de Stockhausen, de producir un conjunto en que lo Espacios vacíos-espacios llenos: CM Von Hausswolff, ex_
prestado no son más que elementos de un cuadro gestual y una miembro del combo industrial Halfler Trio, explora obstinada-
coreografía de manipulaciones del giradiscos tan expertas como mente la inmensidad de 1o inlaudible desde hace unos veinte
delicadas y sensuales. años.e Artista sonoro, se dio a conocer en el panorama del arte
Otra njauría, de experimentadores electrónicos, quizás más plástico contemporáneo a través de sus instalaciones que, como
ascéticos y menos icónicos, prosigue en paralelo este «proceso su colega español Francisco López (quien recrtaza cualquier ele-
inmanente,: Taylor Deupree, Kim Cascone, Richard Chartier, mento visual según él perturbador de una buena atención audi-
Kenneth Kirschner... 8 Este último ha producido junto a Taylor tiva), defi.ende el retorno a la escucha pura. Los temas
"untitled»
Dupree Post piano (Sub Rosa, 2002), un proyecto "de código deLópez (los títulos participarÍan sin duda de una forma de per_
abierto, concebido a partir de fragmentos de piano realizados turbación indeseable del oyente, que debe encontrar una actitud
por Kirschner y reelaborados de manera electrónica por Dupree tan abierta como activa) tienden a la ncreación de puertas que
para producir una serie de temas que juegan con los aspectos permiten acceder a una fenomenologÍa virgen,.10 Después de un
armónicos, percusivos, impresionistas de 1as sonoridades aisla- flujo intenso e insistente cae bruscamente un telón de silencio
das del piano. E1 disco propone el resultado de dicha colabora- durante algunos minutos, luego un aliento apenas audiblell se
ción pero también sus elementos iniciales permiten al oyente/ instala en la ncamera obscura, que consigue crear para optimi_
usuario reapropiárselos para continuar una colaboración en for- zar la escucha del oyente, que en el transcurso de sus perfor-
ma de postmodulación ad libitum. En el primer disco de Zyklop mances-instalaciones se ve privado de la vista potencialmente
(Mille Plateaux, 2003), Thomas Kóner nos ofrece una Topogra- perturbadora por una venda en los ojos. Esta ecologÍa sonora
phie sortore du Col de Vence, un tema concebido por eI taller de radical que se sirve tanto del arte del silencio como del ruido n<¡s
creación radiofónica de France Culture como «una especie de permite redescubrir los distintos objetos, afectos, estratos, agen_
E
mapa audible de un territs1f6". El compositor precisa todavía en ciamientos, planos... sonoros. t
il
el texto de la carátula que «no se trata de un simple collage de nEl plano de inmanencia toma prestadas del caos determina_
grabaciones efectuadas en exteriores. [...] Del mismo modo que ciones que convierte en sus movimientos infinitos o en sus rasgos
Ias líneas de altitud del mapa geográfico se convierten en líneas diagramáticos. A partir de ahí, cabe, se debe suponer una multi_
coloreadas al posicionarse desde un punto de vista abstracto, plicidad de planos, puesto que ninguno abarcaría todo el caos sin
aquí devienen colores sonoros y elementos de composición". Al- recaer en é1, y que cada uno retiene solo unos movimientos que ü
gunos fragmentos, definiciones simplificadas probablemente leí- rü
das por Kóner salpican esta estepa sonora: «una lÍnea es unil
f). Reescuchar Rays of Beaufy, un álbum de temas inicialmente aparecidos
iongitud sin anchura [...] las extremidades de una línea son pun- en distintos vinilos en plenos años ochenta y resucitado en formato disco
tos [...] las extremidades de una superficie son líneaso. Inmancll en 1995 por sub Rosa, el año de la desaparición de Gilles Deleuze y de la
publicación de Folds & Rhizomes.
I 0. Mathias Delplanque, .Francisco Lopez, gardien
de l,écoute,,, , en Mouue_
8. Las producciones del sello canadiense 12K son buen ejemplo de ello; lrr ment, n:úm.32, enero-febrero, 2005, parís, p. g0.
compilación Two Point Two (que reagrupa artistas de 12K y de Linct, l. un ejemplo es la compilaciór untitled pubricada en 2001 por subsound
I
Records que incluye distintas piezas numeradas.
-
publicada en 2003, ofrece una síntesis interesante.
726 127
Milsonidos
Deleuze, Guattari y la música electrónica I
{
(
se dejan plegar juntos,.lz Los electrones libres del plano no te- vés del delay de una grabadora de bandas magnéticas que {
men al caos; se sirven de é1, a veces de manera muy directa, permitÍa al guitarrista construir, con un juego de superposicio-
otras más insidiosamente, con método y obstinación. Entre los nes, un tapiz electrónico vibrante y celeste a partir
de una nota.
principales nómadas ruidistas encontramos a Masami Akita Hoy, el joven canadiense Mitchelr Akyama se presenta
en el es-
(alias Merzbow), especialista de la tradición del bondage japonés cenario con su portátil y algunos instrumentos acústicos
cuvos
y de los envolvimientos de sonidos que practica a los oyentes sonidos graba en directo (así como los sonidos de la sala
o todá lo
sumisos desde hace unos veinte años (pasando de la guitarra al que encuentre) y secuencias cortas que reprocesa
instantánea_
portátil, por etapas sucesivas de un modo a veces extremada- mente con su software que le permite construir poco a poco
una
mente dilatadas y espartanas); a Zbigniew Karkowski, que des- presentación autónoma siempre distinta. Ambos inscriben
srr.
tila todavía más eI sonido en pistas con relieves variables pero eventos musicales en otro tiempo que bebe menos de
cronos que
siempre abrasivos y otros destroza-tímpanos surgidos de una de Aión: nEn lugar de un presente que reabsorbe
el pasado y el
generación de sonidos precoces13 que bebe de la escena industrial futuro, un futuro y un pasado que dividen el preserrtu
de principios de los años ochenta (Throbbing Gristle, Cabaret instante, que lo subdividen hasta el infinito errpasado y"r, "rd,
futuro,
Voltaire, Psychic TV, SPK... y otras estrellas fugaces que choca- en los dos sentidos a la ye2,,}4 Músicas del enlretiempo,rs
del
ron contra el pop rock ronroneante y contribuyeron a c convertir tiempo flotante, del tiempo inmanente.
el caos sonoro en una máquina de guerra) pero que eclosiona en Las distintas de-re/creaciones electromutantes tienen a
su
los años noventa, como Peter Rheberg, a la vanguardia de la es- vez influencia sobre ciertos artistas del post pop que
ven en elas
cudería electrónica vienesa Mego. posibies nuevas oberturas y se lanzan a ellas
u.i"rgo de que sus
Los sucesores directos de estos nómadas de la electrónica, obras resulten pulverizadas, desvitalizadas, desnatrralizadas...
hijos del nsiglo deleuziano" (según las célebres palabras de Fou- El enfoque del cantante y compositor David Sylvian (que tam_
cault, y tal como parecen indicar estas líneas de fuga sonoras, bién colaboró con Robert Fripp) es un buen ejemplo de ello.
Con
¡podría muy bien ser que, también en esto, tuviera razón!) inte- el álbum Blemish (publicado por su propio sello Samadhisound
en
graron esas oscilaciones, «maquinacienss" (en el sentido literal) 2003), optó por descomponer y ndesterritorializa», esas
canciones
y mutaciones tal vez para liberarse mejor de ellas cuando lo de- dominadas por una gran maestrÍa vocal invitando
al guitarris_
seasen (¿después de la saturación inmanente, el nretorno, de ta free Derek Bailley o incluso a Christian Fennesz, qrrJprenden
una trascendencia templada?): Matt Elliot (Third Eye Founda- fuego hábilmente a este belo bosque melódico.16 El
álbum de re-
tion), Monolake, AGF, Boards of Canada..., y más recientemen- mixes que le siguió (The Good, Son uersus The Onty Daughter,
te, Mitchell Akyama, Ghislain Poirier, Sébastien Roux, Sogar... samadhisound,2oo4) lleva el ejercicio aún más lejos al
invitar a
A finales de los años 70, en la andadura de sus experiencias músicos mayoritariamente provenientes de la esfera
de la música
preambiente que llevó a cabo con Brian Eno, Robert Fripp inven- electrónica (Ryoji Ikeda, Burnt Friedman, yoshihiri
Hanno, Akira
taba los ufrippertronlss», uná especie de procedimiento que a tra- Rabelais...) a apropiarse de ras versiones originales.
Esta nreterri_
12. Gilles Deleuze y Félix Guattari, lQue es la filosofía?, op. cit., p. 51. 14. Gilles Deleuze, Lógica del sentidct, op. cit., p. 193.
13. Vale la pena descubrir una grabación que realizó con 16 años en 19f14 15. Ibid., p. 193.
donde anunciaba varios intentos electrónicos radicales presentes en el tcl l6' Fennesz flrmóer arregro rle la primera versión de nA fire in
a forest» que
cer volumen de An anthology of noise & electronic music (Stb Rosa, 2004 l. concluye luminosamente B lemis h.
128
729
Milsonidos
Deleuze, Guatfari y Ia música electrónica lllllrl
llllti¡
iit(
torialización» produce la extraña sensación de revelarnos, como según parece, para maltratarlas mejor en su antro digitar. pero
i
(
en un sueño, Io que eran o habrían podido ser esas canciones en al final dei túnel, salen vencedoras de un combate d.e beats y
un arreglo más completo si, en Blemish, el artista no hubiera ele- de parasitajes sabiamente orquestados. Los hijos de Kraftwerk
gido llegar aI hueso para conservar solo la médula. Y sin embargo, jamás han olvidado la fiierza del ritornero que, a pesar
de ras
sabemos y comprendemos que estos nuevos arreglos pertenecen a varias agresiones que sufrió, no ha perdido un ápice de su poder
algunos otros elegidos por David Sylvian pero que no son ni pre- atractivo. Perdido entre paisajes abstractos, el oyent" ." ,f*rra
tenden en manera alguna aproximarse al «o¡igi¡¿lr, bien al con- aún más a esas pocas notas que le hablan. perdidos en los me_
trario. La máquina deseante del remix, iínea de fuga infinita, se dios sin medio y las desestructuraciones desencantadoras y a
apodera de los ritornelos del reldevenir para darle una multitud menudo desencantadas, e1 ritornelo resiste como para se¡arar
de identidades y de territorios. y salvar los agenciamientos territoriales sonoros. stephan Ma-
thieu,17 que publicó varios discos con ...Ritornell, el subsello
de
El eterno retorno del ritornelo investigación minimalista de Mille plateaux, aísla electrónica-
mente y reagencia los signos acústicos para proponer una serie
Después de la explosión-implosión de las músicas-devenires y de miniritornelos que se desvanecen apenas aparecidos. Las pie_
la loca carrera de los flujos rizomáticos, ¿asistiremos al retorno zas de To Rococo Rot giran incansabremente en torno a una
suce-
del ritornelo? En realidad, jamás ha desaparecido de facto. Es sión de bajo o de un sintetizador circular sostenidos por tapices
más, ha demostrado su capacidad de integrar todo lo que po- ambientales, y nos arrastran en su búsqueda decidida, impreg_
día desestructurarlo y desterritorializarlo. Bjórk, con la ayuda, nada aquí y allá de melancolía, que sería el ndefecto, recurr-ente,
entre otros, de Mark BelI y Matmos, incorporó, cadavez de ma- el virus integrado, pero también quizás el verdadero motor de
nera más sutil, las aportaciones desestructuradoras/reestructu- esas células creativas urbanas y deseantes.ls
radoras de esos sabuesos electrónicos en arreglos alrededor del Autechre elaboró una máquina de guerrale erectrónica que
esqueleto tenaz de esas cancioncillas cosmofolk polares pero cá-
lidas. Incluso antes de que salga el álbum, Bjórk entrega sus
integra el ritornelo sin afecto reivindicando una mecanizaciin o
bajo la cual se oculta lo humano. Las piezas del dúo británico
t
I
lt
son
canciones a una multitud de remixers cuidadosamente elegidos. a imagen y semejanza de las arquitecturas líquidas que ilF¡
a menu_
Los ritornelos definen nuestro territorio, nos recuerda Deleuze; do eligen para sus carátulas gráficas y concisas. Lo que nos
dan
nos siguen acompañando cuando los abandonamos para dirigir- a entender es la construcción de territorios que son actos
marca-
u
nos hacia un destino desconocido. Y cuando estamos perdidos, dos por nindicios, y que afectan a los medios y a los ritmos
es ese hilo de aire lo que cantamos. El genio de Kraftwerk es sin
terri-
I
duda una huella sonora, pero es también un florilegio de ritorne- 17. Stephan Mathieu, FrequencyLib (disco Mille plateaux/Ritornell,
2001).
los clásicamente vanguardistas: Computer loue, el ritornelo del 18.
"En las máquinas deseantes todo funciona ar mismo tiempo, pero en ros il
hiatos y las rupturas, las averías y los fallos, l"s i"t"rnilil;;;;
amor digital; Trans Europe Express, el viaje moderno a través cortocircuitos, las distancia,s y las parcelaciones, en una suma que
i". T
del viejo continente; The Model, el ideal plástico que lo masculi- nunca
reúne sus partes en un todo,, Gilles Deleuze y Félix Guaftaá,
Ei Ámi fl
no se hace de lo femenino helado; Radioactiuily, la biberón nu- Edipo, op. cit, p. 50. f,
clear, The Robots, himno de la máquina en pie, etc. ¡Ritornelo 19' nDefinimos una máquina de guer-ra como un agenciamiento
rineal cons-
truido sobre líneas de fuga,, Gilles Deleuze, Conuersaciones, op. cit., p-
non. stopl Aphex Twin borró las palabras naifs, pero mantuvo las
20. como indica también clara e irónicamente este título
50.
de uno de srr" dir-
il
melodías que se tocan con dos dedos sobre un órgano Bontempi, cos: Cichlisuite, mechanically reclaimed, by Autechre (Warp, - T
f áSij.-
130
131
ü
§r
Milsonidos
Deleuze, Guattari y la música electrón¡ca I
{
torializándolos.2l Tras el cuerpo sonoro sin órganos, se recompone quina, el click clínico plástico (Carsten Nicolar/alva noto), el (
click
otro metaorganismo fluido, líquido, baconiano, hecho de ondas, rítmico (Pan sonic), el click metadub (Frank Bretschneid
de niveles, de umbrales, de cortes y de flujos sonoros.22
eilKo-
met), el click reportero (Random Inc)..., el click es un «balbuceo»
que impide girar a la máquina y convierte sus patologías
en una
Situs amp ling y guerrilla electrónica sintaxis.
El n¡siss,, sería otro tipo de grito, a lavezcercano a la
funda_
La música es un acto de resistencia. ción (el caos) y al fin (el vacío que es también una
"Acto de resistencia ¿contra matriz de la
qué? No es el acto de resistencia abstracto, es acto de resistencia y que puede emerger otro grito). Tras el ruido
blanco, el punto de
de lucha activa contra la repartición de lo sagrado y lo profano. y no retorno para la escucha (y por tanto la libertad
de selección)
este acto de resistencia en la música culmina con un grito" (¿-6¡. definitivamente aniquilada. El punto árgido de un concierto
de
¿Qué es hoy este grito? Parece perdido en el latido de las Merzbow ya no es la superposición de estratos abrasivos,
de fre_
máquinas asépticas y en el espacio demasiado liso de los agen- cuencias penetrantes y de decibelios cada vez más
altos, sino el
ciamientos digitales. ¿Podría ser el incidente a través del cual silencio salvador. ¡HabrÍa pues que dejarse romper
el oído para
Oval nos dice que lo humano se hace oÍr en y a pesar del progra- tener derecho a oír el vacíol El enfoque de Merzbow y
du .r"
ma de la máquina? ¿Sería el click & cut un ying dentro del yang? vanguardias ruidistas usa esta paradoja con toda
honestidad,
"El click es onomatopéyico y por tanto transportable a través de puesto que el oyente sabe lo que le espera y continúa
pidiéndolo
los lenguajes; es una metáfora y una metonimia al mismo tiem- masoquistamente.
po, una aproximación tomada de un no sonido que habita en algo
"IVaturalmente" in¿sgrado en el proceso de la composición
mayor. Unid los puntos, ¿y qué obtenéis? Un nuevo puntillismo, musical, el sampling ha perdido hoy su efecto de sorpresa
ini_
una red internacional, un vínculo que se extiende entre los artis- cial; se disuelve en el tejido sonoro en el que ya no
distinguimos
tas, todos alacaza de distintos objetivos, distintas intenciones y la aportación potencialmente metamorfoseable de u, Jrigirral
distintas finalidades. El click es eI concentrador [hub] en el cen- que a su vez bebe de la historia de los sonidos (como
los nulevos
tro de estos distintos nodos (aunque sea artifi.cial, el click como teclados que restituyen er sonido de los viejos sintetizadores
afecto). El propio click este click de click- es un acciden- analógicos alavez que los hacen modificables por
-como medio de sof_
te, una colisión accidental de estilos y de intenciones, el ruido twares). Pero sigue habiendo un metaagenciamiento
en el que
atraído por el ruido y lo estático persiguiendo a lo estático».23 El cabe tanto un enfoque cinematográfico como una
visión más es_
click como incidente-segmento, el click como síntoma de la má- cultural, arquitectónica o materialista. puede ser también
una
forma de desviación postsituacionista que, si bien
su uso se ha
banalizado en los últimos años, se revela, en agenciamientos
21. Mil mesetas, op. cit., p. 386. voluntariamente más explÍcitos (y, paradójicamánte,
22. cuerpo sin órganos se opone menos a los órganos que a esa organiza- aún más
"El udescaradamente» irrespetuosos de los derechos
ción de los órganos que se llama organismo. Es un cuerpo intenso, inten- de la fuente),
sivo. Está recorrido por una onda que traza et:, el cuerpo los niveles o los como un instrumento todavía eficaz contra la
sociedad de con_
umbrales de acuerdo a la variación de su amplitud. EI cuerpo ya no tiene trol. El samplingjuega con el tiempo, el del nnacimiento,
órganos, sino umbrales o niveles,, Gilles Deleuze, Francis Bo,con. Lógico. de la
fuente original que reintroduce en otro, el de la composición.
de la sensación, op. cít.
23. Fragmento del texto de Philip Sherburne que aparece en el libreto de
El sampling es un «repliegue» de la memoria, un urt" d"
lu
Click & Cut 2 (disco doble, Mille Plateaux, 2001). memoria aislada y luego desterritori alizad.a, reterritorializada
t32
133
Milsonidos
I
Deleuze, Guattari y la música electrón¡ca
(
(
y reinventad¿. "La tecnología es al mismo tiempo el lugar y la Entre estos dos enfoques de reapropiaciones descaradas, ha (
metamorfosis de la composición. El trabajo existe a la vez en el habido, más allá de diferencias de objetivos y de ideologías, cier-
interior de 1os datos y en la materia externa, por las referen- ta puesta en e§cena que apuesta por el distanciamiento del pira_
cias, intencionadas o accidentales, a las intenciones y a las gra- teo-collage para denunciar la industrialización de la música y
baciones originales. La interacción de las texturas, del carácter sus modos de producción, de difusión y de recepción. Revelando
de1 sonido, del timbre, así como su historia, su vida interna, su claramente su vÍctima, en este caso e1 grupo Van Halen, cuyas
modo de creación y la manera en que se vinculan a nuestro con- entrevistas y actuaciones en directo son las fuentes principales
dicionamiento, crean Ia obra como una relación siempre cam- del disco My loue is rotten to the core, Tim Hecker enturbia sutil-
biante entre el creador y el oyenter.2a El "sampling composer» mente las pistas dejando emerger las fuentes originales solo fu-
es eI que agencia estos parámetros, de manera cinemática (se gitivamente reconocibles en largos fondos iisos ambientales.
habla de "cine para los oídos,) y los transforma partiendo de su A partir de reportajes implicados en la causa de los desam-
posición de oyente selectivo y de su conciencia audio. "Para mí, parados y de las minorías a quienes dan voz, el combo radio-per_
el sampling está menos relacionado con la recopilación de e1e- fo-político ultra-Red sondea eI espacio acústico-urbano y revela
mentos y Ia elaboración de un collage. Tiene que ver más con el las fracturas socioeconómicas de Ia era global producto de sus
pasaje tamizado [...] es un procedimiento de toma de conciencia «ajustes estructuralesr;z8 las nimágenes, puras luego recicladas
si eI sampler ideal fuese un estado de ánimo, más allá se pierden en un halo electrónico como para desembocar defi-
-como nitivamente en el olvido. otra singularidad de la murtitud de
de los botones "guardar" y "modiflca¡"r,.25 ¿O sería, en el caso
de otros piratas electrónicos, la conciencia que utílízaría iconos músicos nómadas que destacó por el discurso referente a sus per-
músico-históricos para denunciar mejor e1 sistema que los ha formances y sus grabaciones es Terre Thaemlitz, que lanzó l,a
difundido? Predicando el "fair use copyrighf,,,26 los activistas serie Queer_Media con Mille Plateaux. En uno de los volúmenes,
californianos de Negativland produjeron en 1991 un disco titu- I NT ERST I CES, Terre Thaemlitz se insinúa entre las melodías
lado U2 en eI que aparecen 35 segundos de I still haueru't fourud de los géneros populares de la cultura de masas. Estos .frames,
what I'm loohing for,Io que les conllevó demandas judiciales son además pasajes entre los nfiles, del reagenciador, en los que
por parte de la discográfica del grupo Island.2? El compositor el oyente puede experimentar simultáneamente la espera y el
canadiense Bob Ostertag hace cohabitar en sus uPlunderpho- movimiento (varias piezas se titulan nentre Ia acción y el duelo,).
nics, breves fragmentos de Ia historia del pop rock (de Chuck A menudo estamos cerca de una forma de .muzak,, (Thaemlitz
convertido en «Buck» Berry a Jim Morrisson rebautizado uJim habla de uposmúsica,) fragmentada, des- y re-territorialízad,a
Moron, pasando por Dolly Parton o uDally Proton,). territorio urbano, funcional, que podría encontrarse fisi-
-un
camente en todas partes y en ninguna pero que sin embargo se
graba en un lugar de nuestra memoria en movimiento. En sus
24. David Shea, nPassages», en Sons en mutation (ed. Philippe Franck y
notas, el artista precisa: nMi atracción por el proceso intersticial
Jean-Paul Dessy), La Lettre Volée, 2003, p. 108.
25. Thomas Kóner en Monter Sampler, l'échantillonnage généralisé, Scratch/ va de Ia mano de mi insatisfacción y mi recelo hacia concrusiones
Centre Pompidou, París, 2000, p. 57. que serían algo más que momentos de demarcación; la mejor ma_
26. Se pueden consultar varios textos sobre el tema en https://negativland.con/
que no puede soportar nada: de afii stt
27.
"Er verdad, vivimos en un sistema 28. Del nombre del disco de ultra-Red, structural Ad,justments, con Mille
fragilidad radical en cada punto, al mismo tiempo que su potencia de repre-
sión global,, Gilles Deleuze, La isla desierta y otros textos, op. cit., p. 291' Plateaux , 2000.
L34 135
Milsonidos Deleuze, Guattar¡ y la música electrónica
tiI
nera de tratar la identidad es considerarla como una estrateg'ia Veinte años después, Richard pinhas, músico y guitarrista
de transformación, más que como un punto de llegada de las deleuziano donde los haya, publica Schizotrope, con Sub Rosa,
verdades esenciales,.2e Del mismo modo, para el autor de Cou- junto a su colega escritor y performer Maurice Dantec, que lee
ture*Cosmétique (Caipirinha, 1997) y de Second Nature (Mille Iargos fragmentos del maestro, donde crean La schizophéie, Ma-
Plateaux, 1999), el transgénero es una forma ds chines de troisiéme espéce y Meilleur des mond,es posibles,en que
"reapropiación
y de recontextualización culturales". El sampling, práctica sono- el autor de Racines du mal (del cual también se retoma un frag_
ra transgénero. Es aquí, en las extensiones, los intersticios y la mento en este álbum habitado por Dereuze y que sigue siendo
libertad de re-agenciamiento donde se revela lafaerza de resis- todavía hoy la colaboración más conseguida del tándem francés)
tencia de estos piratas nómadas contra la se difumina al final para dar espacio alavoz del profesor, que
"forma-Estado, de las
músicas del control. viene a darnos, acompañado de la guitarra frippertrónica de pin-
has, un último presentimiento inspirado por su lectura de Leib-
Lavoz de la ola niz: "¿Qué es una relación y de qué tipo son las reraciones entre
singularidades?... si tomamos un conjunto de posibles, no son
Gilles Deleuze es sin duda un pensamiento y conceptos, pero es necesariamente "composibles", puesto que la relación de compo-
también una palabra y una voz singular, una voz reconocible, una sibilidad y de incomposibilidad sería ese tipo de relación entre
voz asediada por 1a enfermedad y el tabaco, una yoz dulce, tierna, singularidades,. Para Pinhas,
"los frippertronics son inmediata-
conmovedora, herida y púdica; un tono empático, preciso y que mente una producción de tiempo, la copresencia incomposible de
integra la duda con toda simplicidad. Una palabra en forma de bloques contraÍdos de duraciones heterogéneas: fusión de metal
pregunta que en cuanto es respondida se transforma en otra pre- y repetición y orden estructural basado en el retardor.sr B.¡u rtl
gunta. Un "fo¿15r"eo» productivo de pensamientos y conceptos. música es un puro devenir sonoro, un& «r¡¿fs¡ia-movimiento,
Esta voz del célebre camiruante en busca de Ia nfilosofÍa de continuidad en movimiento (Bergson), fusión modular,.32
la mañana, recita su profecía, en 7974, solidario con la Electro- Reencontramos la voz de un fantasma viviente,3 ar inicio de
nique Guerrilla (hasta donde yo sé, la primera y una de las ra- los homenajes de sub Rosa y de Mille prateaux (sello actualmen-
ras veces en que Deleuze, en vida que su voz continúa te desaparecido). En Folds arud Rhyzomes y Double articulatior,
hablándonos después de su última -puesto
,,fuga, en varios DVD y a veces cuesta oírlo claramente, como si una radio estropeada
CD-, se libró a este tipo de ejercicio musical colaborativo) lle- tuviera dificultades para localizar su longitud de onda prove-
vada a cabo por el grupo de rock posprogresivo Heldon, sobre niente de otro mundo donde él
"h¿51¡. el pliegue de la ola, por la
un entrelazado de arpegios implacables. "EI caminante, no ha eternidad.
perdido ni un ápice de su extraña claridad ni de su psicodelis- In Memoriam Gilles Deleuze se inicia con estas parabras:
mo templado que no resta nada a la imperial presencia de una "Empezar por el primer principio es en cierto sentido un método
voz perfectamente integrada en el lienzo rock proto new wave
de este fragmento de antología.30 31. Richard Pinhas, Les larmes de Nietzche (Deleuze et la musique). Flam-
marion, 2001, p. 158.
32. Ibid.
29. Fragmento de las notas del libreto del disco I NT ERST 1 CES (Milte 33' Fragmentos de L'Abécédaire de Giles Dereuze rearizado por pierre-An-
Plateaux/Queer_Media_Series, 2000). dré Boutang con claire parnet, grabado en vida del filosáfo p..o alrr,,,-
dido, siguiendo su voluntad, tras su muerte (Arte Vidéo, 199i).
30. Resucitado en el disco por la revista Actuel corr motivo del recopilatoriu
Underground (Nova Records, 2001).
136 737
Milsonidos
r/[
irl
que se inspira en el modelo del árbol: buscamos primero la raí2. itr
Pero hay otro método u otro modelo, er de la hierba. La hierba Achim Szepanski
crece por el medio". El medio, apenas lo hemos pasado volvemos
a él para volver a partir mejor, parece decirnos nuestro malicioso Música electrónica, medios I
caminante del tiempo que se ve citado, en este mismo disco, por de comunicación y Deleuze
Wehowky y Wollscheid antes de que su palabra vuelva u purti,
para encantar la estratosfera.
Recientemente, el rockero-filósofo francés Rodolphe Burger y
su colega escritor-performer Olivier Cadiot ninvitaron, al npen-
sador surfer» a una playa tranquila de su Hótel Robinson (CD
Derniére Bande, 2002). En Je nage, rros habla de esa «extraña
felicidad" del buceador enamorado que funde su cuerpo con la
ola antes de ser arrastrado por ella. Esta ola que es también una Cuando leemos a Deleuze, nos encontramos
con frases como:
voz necesariamente múltiple continúa arrastrándonos igual que oHacer audible ro inaudibre... Er sonido
aparece en su forma
los exploradores (re)mixers de los medios sin fin. pura... En el sonido, lo único que cuenta
es la intensidad, que
suele ser monótona y siempre a_significativa...
Oímos haec"lida_
des, singularidades, intensidades, fuerzas y
afectos,. y Deleuze
Philippe Franck no solo habla de tiempo, pues toda música es
arte temporal, sino
Bruselas, yerano de 2005 también de espacios sonoros. Cuando lo rápido
," .o_úi* con lo
lento, cuando, en el mejor de los casosz se suscita
una inmensa
molecularidad, no solo el tiempo se deshace en
las costuras _se
subordina entonces al movimiento_, sino que
los espacios se
vuelven porosos y son atravesados por vórtices.
_ ¿Qué tipo de espacios son, qué estatus tienen en la filosofia de
Deleuze? Existe el espacio liso y el espacio
estriado. Ambos espa_
cios se refieren a un campo trascendental como
plano infinito de
inmanencia, pero también a un mundo empírico
Rnito. En el espa_
cio liso, los acontecimientos, los eventos sonoros
y los sonidos se
dispersan segrin una distribución nómada. Todás
los aconteci-
mientos posibles se distribuyen en el plano de
inmanencia, qr"
una condición de todo arte. Como en un desierto ""
en el que;r;;"
centro se organiza o nada se organiza en torno
a un centro, si pen_
samos en el nomos, una distribución nómada.
Se trata de rln ulpu-
cio no homogéneo que se desplaza por la
variación p".marrertu.
Los temas también se organizan como desierios
sonoros, en
los que se distribuyen virtualidades y diversidades.
138
139
Milsonidos Deleuze, Guattari y la música electrónica
nHay una topología extraordinariamente fina que no se la conceptualización de la música como una conexión indisolu-
basa en puntos u objetos, sino en haecceidades en una interac- ble de ambas?
ción de relaciones (vientos, ondulaciones de la nieve y Ia arena, Deleuze pone constantemente en juego las conceptualizacio_
el canto de la arena y el choque del hielo), las cualidades tácti- nes; deben establecerse resistiendo. Los conceptos no caen del
les de ambos, es un espacio tácti1 o más háptico y sonoro que cielo. Tienen que ser arrebatados del mundo. suponen ciertos
visual, (MP, 531), escriben Deleuze y Guattari. Al espacio liso pensamientos, capacidades y sensaciones. En lo sensual, senti-
le corresponde el tiempo liso, en el que las distribuciones va- mos algo a través de lo cual se nos da lo dado. El ser de lo sensual
rían o están vinculadas a las coincidencias y las contabilidades es en cierto modo ya lo no sensual. En la estética de Deleuze y
se desvanecen en el fondo. Guattari, Ias sensaciones deben transformarse en afectos y per-
Pensemos en los paisajes sonoros de Thomas Kóner, que pare- cepciones al percibirlas y hacerlas pasar por las tecnologías del
cen corresponder a 1os efectos de ralentización y ausencia de mo- arte hasta que se expresen en algo que no puede ser imaginado,
vimiento en sus cuadros e instalaciones. Pero no hay una ni siquiera por el artista. uno se encuentra suspendido entre lo
ilustración de las imágenes por la música ni de la música por 1as sensual y el pensamiento, que, como lo sensual, se enfrenta
imágenes. El archivo audiovisuai de Kóner es disyuntivo: lo que se siempre a su propio exterior, a lo impensable e indecible, con su
ve no está en lo que se oye, lo que se oye se busca en vano en las interior extranjero. Es el cuerpo el que nos obliga a pensar y cu_
imágenes. El entramado de sonido e imagen es bastante extraor- yas fuerzas motrices son desconocidas para el pensamiento. uno
dinario. Los mundos sonoros y 1os paisajes sonoros de Kóner se nunca sabe cuándo se ve obligado a pensar. Uno nunca sabe
acerc¿ur a nosotros a través de las descripciones de espacios sua- cuándo se ve obligado a expresar sus sensaciones.
ves no homogéneos, eI espacio sirve como metáfora de 1o musical. Cuando Deleuze habla de la idea de lo virtual, parte de una
De nuevo, pensemos en los desiertos de hielo y nieve, que Kóner realidad que es lo real del devenir productivo y que se actuariza
también muestra en sus cuadros; la mayoría son imágenes fijas o en un determinado tiempo, en un determinado espacio y en un
las imágenes se transforman tan lentamente que las transiciones determinado ambiente. sin embargo, lo virtual no incluye todo lo
se vuelven borrosas, pero al mismo tiempo una rapidez molecular posible, sino lo que es posible, ha sido posible o simplemente será
impregna la música. Un parpadeo continuo de partículas sonoras. posible en un momento y lugar determinados. Lo virtual, como
En lugar de melodÍas o narraciones, escuchamos el acontecimien- hecho incorpóreo, debe actualizarse a sí mismo, como única posi-
to de los sonidos (gxabaciones de gongs en serie: gong en eI agua, bilidad que no excluye otras posibilidades ar actualizarse. pero
expuesto, colgado, etc.) Las composiciones distribuyen los compo- sigue habiendo una latencia de relaciones incorpóreas en lo vir-
nentes tímbricos en una corriente densa y los bordones de Kóner tual, que no tienen actualidad. Lo virtual es también una reser-
consisten en masas sonoras vibrantes que se mueven a distintas va, nunca se puede agotar. Incluso tiene la potencia de pensar
velocidades. Todo apunta a la duración y a Ia redundancia. los acontecimientos de forma diferente una y otravez, de rein-
A la inversa, el tiempo parece servir como metáfora de 1o vi- terpretarlos, y de cambiar así su curso.
sible; el movimiento está subordinado al tiempo en los cuadros Lo trascendental establece las condiciones en las cuales algo
de Kóner. Las fotos son imágenes del tiempo. es posible. ¿No es más que la esfera infinita de lo virtual que
Seguimos asumiendo un campo trascendental como nivel multiplica las potencias? ¿Es de aquí de donde surge el aconteci-
de inmanencia, y luego un mundo empírico, aunque ambos se miento? No obstante, Deleuze habla también de un aconteci-
entrecrucen simultáneamente. Pero ¿cómo podemos pensar en miento estéril que no coincide con la esfera generativa virtual
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Milsonidos Deleuze, Guattari y la música electrónica
del devenir, sino que se trata de una «cuasi causa». Este está los sonidos. Debemos saber regir tales fuerzas, percibirlas o ple-
subordinado a los hechos empíricos y, en cambio, parece surgir garlas. Todos los pasos son fluidos y todo está presente por com-
de las actualizaciones. Presupongamos una simultaneidad de pleto. Cada tema contiene un potencial de modulación y
condiciones: el plano de inmanencia y las actualizaciones. transformación de sonidos, beats, pulsos y clicks que envía a su
Traducido en el lenguaje de la música, ¿el sonido es quizá temporalidad virtual. No oímos lo virtual en cuanto tal, sino que
algo que solo puede ser inferido de tantas ideas divergentes? A lo intuimos en las variaciones, en el tiempo y en los espacios.
partir de estas ideas, como maquinistas musicales arrancamos Además, son temporalidades y espacialidades distintas que en el
algo que se actualiza en un determinado tiempo y en un determi- tema se superponen y coexisten. El tiempo del beat no debe ser
nado lugar. Los temas electrónicos funcionan cuando una estruc- el de la línea de bajo, ya que los strings pueden contraponerse al
tura abierta se desarrolla a partir de un caos de sonidos y ritmos, empuje delbeqt y este puede atascarse.
un caos que no es indiferenciado. Lo virtual contiene una reserva Los medios materiales y musicales con los cuales pueden
de elementos y factores musicales actualizables y promete un construirse las singularidades en el tema electrónico son; los
potencial de fuerzas no audibles. Al mismo tiempo, Io virtual drones planas-, los pulsos, los glitchs, Ios clicks,
puede emerger de lo actual. Y es necesario capturar las sensacio- -partículas
los timbres y mucho más aún, lo que se puede definir como una
nes si se quiere expresar algo. condensación de material audio. Los drones no son tonos discre-
Los tonos y sonidos que programo envían continuamente a tos sino, más bien, enjambres moleculares de granos vibrantes.
otros elementos y factores, a beats y clicles, por ejemplo, y ofrecen Los pulsos pueden latir de forma uniforme pero también pueden
la posibilidad de inventar fuerzas de lo audible que atraviesan estar acentuados y superpuestos de forma diferenciada, escin-
su disolverse en el tiempo y están en relación con las fuerzas de diéndose en poliritmos complejos, mientras que los sonidos se
algo no-audible. Por tanto, lo virtual emerge de las actualizacio- caracterizan por una política del color sonoro más que por la
nes musicales más que aI contrario. En cuanto músicos electró- combinación de tonos del sonido y eI tiempo.
nicos estamos obligados a programar el ritornelo sonoro de modo Para que se pueda concretizar un determinado aconteci_
que en éI se liberen las posibilidades que potencian Io actual y miento musical entre todos los acontecimientos musicales posi-
sea capaz de conectarse con otro actual que no tiene por qué rea- bles que se distribuyen sobre un plano, el empleo de los medios y
lizarse, pero que, en cuanto virtual, posee su realidad propia. del material no puede ser casual. Los elementos musicales, como
El tema contiene componentes actuales y virtuales. En el las líneas de bajo, tienen que entrar en relación con las percusio-
acontecimiento musical, lo virtual y 1o actual se superponen uno nes y con los sonidos, que diversifican con sus colores sonoros. A
al otro; su capacidad de conectarse es lo que puede realizarse partir de esta multiplicidad de relaciones comien zart a aparecer
dentro del tema en relación a otros temas, produciendo los tran- las particularidades específicas que pueden componer un tema.
sistores de los clicks y de los cortes. Desarrollándose en el tiem- Se escucha Ia alternancia de estas particularidades, pero nada
po, gira en torno a los dos componentes para soldar en el diapasón que esté definido, sino, más bien, un acontecimiento que per-
de las ejecuciones el desgarro entre 1o actual y lo virtual y, de cibimos claramente cuando nos sorprende. cuando oímos una
este modo, devenir cuerpo sonoro. Cuando oímos una canción, sinergia de elementos musicales, con sus relaciones y las fuerzas
oímos también otra cosa en el mismo tiempo y espacio; las fuer- que liberan, podemos decir: no oímos un acontecimiento musical
zas señaladas por Deleuze: duración, sensación, ligereza, pesan- genérico, sino este de aquí, este tema. Lafuerza que nos quiere
tez, ert función de cómo varían los tiempos, Ios ritmos, los beats y transmitir casi nos arrastra.
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Milsonidos
Deleuze, Guattari y la música electrónica I
(
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Esta es la parte del acontecimiento que se Ita acttalizado. La Esto comporta una estética generativa en la que es decisivo (
haecceidad es un acontecimiento que se individualiza y al que el aspecto transformacional del processing mecánico, es decir,
corresponde un sentir intensivo que, como el acontecimiento, se la
planificación de nuevos acontecimientos sonoros mediante
transforma continuamente en el tiempo. el
samplirug, que va más allá de las técnicas del collage, el
La música lanza constantemente eI acontecimiento fuera de cut-up o
el reciclado. En el processing digitar no solo es posible er sam-
sí. ¿Cuándo, cómo y en qué circunstancias? En una jungla de pling delos tal¿es musicales, sino también der software, desde el
preguntas, vamos en busca de un acontecimiento que no tiene momento en que el soporte no distingue entre los datos progra_
nada que ver con un objeto y que no remite a ninguna referencia. máticos y los datos que representan objetos. La progra_u.iO.r,
Como mucho se podría decir: genera performatividad; cambia el tu
construcción de un flujo de material musical, entra estructural_
mundo y plantea la cuestión de ¿cómo proceder? A su vez, la ac_ mente en el sourud design digital.
tualizacíón aborda la cuestión de lo virtual. A su vez, el código digital está privado de cualquier materia_
En la música electrónica producimos 1a capacidad de cone- lidad, pero no es solo cálcuro y capacidad indiciat. Los bits son
xión mediante el sampling. dados dos veces; son divisores no materiales. El código digital
es
Como escribe eI teórico de los medios Rolf Grossmánnt «A un código binario que hace intercambiabres todos los signos, to-
diferencia de la cita, que tiene que trasladar su ámbito significa- nos, textos, imágenes, valores y el software. Incluso el dinero
tivo, el samplirug es una técnica de intervención y reelaboración está codifrcado de forma binaria. Los bits asumen la función
del
del material mediático. Precisamente, los contextos materiales, dinero para todos los sistemas de signos. Er código binario
se
los contextos de sentido y los significados no deben ser reprodu- basa en una pura diferencia, produciendo con los algoritmos
con_
cidos, sino, más bien, transformados o ignorados. Su principio textos inmateriales y haciendo posible ra intercambiabilidad
de
técnico-metodológico es la intervención directa sobre la señal de todos los signos y de sus significados. En la música no
existe un
los medios de transmisión, una tercera vía de transformación, al sonido digital en sí. IJn archivo mp3 o un archivo wav son
datos,
lado del emisor y el receptor, que libera o clona Ia señal conteni- no sonidos. La configuración física que asume el processirug
digi_
da en el canal técnico haciéndola accesible a un ulterior arreglo. tal es el resultado de la codificación y la descodificación au io.
El sampling como procedimiento artístico-productivo se insinúa datos digitales. Lo que percibimos son sonidos, ritmos y
corores
en la transmisión finalizada de la fuente al destinatario, como se sonoros que encarnan los datos y las informaciones digitales.
In_
encuentra ejempliflcada en el modelo de Shannon. En vez de un cluso el análisis interno del ordenador, la importancia que
revis-
proceso ilustrativo lo más preciso posible del input sobre el oz- te su encarnación del código binario, remite a la discrepancia
tput, el sampling tiene un proceso productivo con Ia ayuda de entre el procesador y ra programación simbólica. El ordenador
una señal sustraída al propio ámbito funcional y contextual,. como soporte desaparece hasta perderse en sus interfaces,
en
El material musical del que sacamos los samples está consti- sus configuraciones y superficies programables.
tuido por partes o artefactos de un fondo mediático, independien- Además de esto nos interesa entender en qué modo los
auto_
temente de si están registrados con soportes analógicos o digitales. matismos del ordenador liberan la percepción y er pensamiento.
El sampling implica la transformación mecánica programada del Irlo liberan el pensamiento, como se considera generalmente,
material musical mediante características específicas, como el sino lo exterior del pensamiento, ro no-pensacro. Este exterior
es,
trarusposing, el timestretching o el cut-copy-paste, técnicas de los según lrlietzsche, el cuerpo como campo de fuerzas, el
cuerpo en
soportes analógicos que son simuladas digitalmente. su dimensión de acontecimiento. Un campo que permite
la expe_
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Deleuze, Guaftar¡ y ¡a música electrónica l]iI
rimentación, y cada aceleración del tiempo mediante las máqui- clicks y de la conexión con otros elementos para que pueda nacer
nas digitales son una brecha para el tiempo del experimento. entre ellos una relación rítmica. una música de lo real que De-
Ante el ordenador, favorecemos con Deleuze el cerebro, una in- leuze ha conectado al par virtuaUactual. Lo virtual siemp.e
es
terfaz móvil que traduce continuamente una velocidad en otra. real, sin ser actual; pero vuelve siempre a actualizarse. Todo
se
Paralelamente, el pile system de Elul muestra adónde lleva el repite como en una música circular, siempre nueva.
viaje que parte de la ciencia del ordenador: desde Ia máquina de
Turing al rizoma.
Lo queramos o no, todos estamos rlenos de prótesis artificia-
les y, en cuanto cibernéticos, estamos conectados como cuerpos
musicales vivientes a la red audio e hipertextual. La percepción
y las máquinas digitales tienen una cosa en común: son formas
de la aceleración, y cuanto más velozmente trabajan las máqui-
nas mejor podemos intervenir en el tiempo y más invenciones
podemos realizar.
En la música es imposible separar las conexiones nuevas e
ininterrumpidas de las escisiones y las fracturas imprevisibles.
Lo que mantiene unidos a los temas en la música electrónica son
las conexiones y una especie de magnetismo con el cual estos se
atraen, pero también ar sampling, la descontextualización el cut
,
y el loop. En el campo de tensión permanente que produce la
música, los cortes son continuamente reforzados, el loop no debe
repetir siempre 1o mismo, sino que repite, cuando consigue apa_
recer en una canción, las variaciones. pongamos juntos al diseño
sonoro digital y ltlietzsche.
No es lo igual lo que se repite, sino que el retorno es lo igual,
el retorno es lo idéntico; sin embargo, lo idéntico no retorna como
todo, porque el retorno está sometido a un proceso de transfor-
mación, selección y diferenciación, y solo Io diferente y lo afirma-
tivo se repiten. Así, pues, los clicks no encolan siempre los
mismos cortes, sino que hacen posible precisamente la diversi-
dad de estos, actuando de forma performativa. Asimismo, un
click breve y preciso es lo suficientemente largo como para fun-
cionar en el entramado rítmico con otros materiares, no solo con
los cortes, que pueden estar formados por tonos, sonidos y dro_
nes, sino también por otros clics, que pueden transformarse en
pulsos o golpes. un click no es rítmico, pues necesita de otros
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Ft
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150
151
Milsonidos
PHILIPPE FRANCK
Dirige la asociación interdisciplinar *Transcultures», que fundó
en Bruselas en 1996, y ha comisariado distintas exposiciones,
encuentros y festivales, entre los que cabe destacar «City So_
nigs», ur& serie de recorridos sonoros por la ciudad belga de
Mons. También es el coordinador artístico del centro de creación
y producción musical Musiques Nouvelles. paralelamente, escri-
be y enseña sobre las problemáticas actuales de la creación
transversal, digital y musical.
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Milsonidos
Deleuze, Guattari y la música electrónica l{
GUY-MARC HI]VANT y Flower of the Desert: !
Giacomo Leopard,i's poetic Ontology {
Dirige el sello belga Sub Rosa, del que fue fundador junto con (SUNY Press, Albany, 207b), ambos de Antonio Negri, y editor
Frédéric Walheer, además de ser poeta, escritor, editor y produc- de la revista
"Genre: Forms of Discourse and Culturer.
tor cinematográfico. Es autor de libros como ¿es Asturies 1gs6
(Les éditions de I'heure, Charleroi, 200b), Le Maccabi d,e Tet ROBERTO PACI DALÓ
Auiu (Les éditions de l'heure, Charleroi, 2005) o 23 fragments de cineasta, artista y músico, dirige el grupo Giardini pensili, crea-
la Sambre (Les éditions de l'heure, Charleroi, 2008). Con la ar- do en 1985. Ha vivido durante años en Berlín y en 1998-1994
tista visual Dominique Globet es coautor de las novelas gráflcas recibió el premio Berliner Künstlerprogramm del DAAD. Ha en-
Faire semblq,rut c'est mentir (2007) y Les Hommes Loups (2010); señado en la universidad de siena y colabora con distintas uni-
con Dominique Lohlé ha realizado los documentales The Gardett versidades y academias en Europa y América. Junto con Giorgio I
is full of Metal (1996), Eléments d'un Merzbau oublié (1999) y Baratta y Iain Chambers ha comisariado el proyecto .flmanesi_
The Pleasure of Regrets. A portrait of Léo Kupper (2008), y cofun- mo della convivenza. Said in dialogo con Gramsci, (Nápoles,
dado el obseruatoire des musiques électroniques (OME). 2005)' Entre sus obras cabe destac ar ltalia aruno zero,creada con
http://www.subrosa.net Olga Itleuwirth (Viena, Berlín, Budapest, Huddersfield y Estras_
burgo), Kol Beck Liuing String (WDR, Colonia) y petroleo Mexico
PAUL MILLER (AKA DJ SPOOKY THAT SUBLIMINAL KID) (Festival de Locarno). En 2004 fundó el sello L,Arte dell,Ascolto.
Músico, artista conceptual y escritor con base en Nueva york.
Ha registrado muchas grabaciones y ha colaborado con músicos EMANUELE QUINZ
y compositores como I. Xenakis, R. Sakamoto, Butch Morris, Historiador del Arte y comisario de exposiciones, enseña Estéti-
Kool Keith aka Doctor Octagon, P. Boulez, S. Reich, yoko Ono o ca de los Nuevos Medios en Ia universidad parís g, en la Acade-
Thurston Moore de los Sonic Youth. Sus trabajos recientes inclu- mia de Bellas Artes de Brera, Milán, y en Ensadlab (Ecole
yen Optometry (2002), Riddim Clash (2004). Sus obras han sido national supérieure des Arts Décoratifs). Sus investigaciones
expuestas en la Whitney Biennal, la Biennale di Architettura di exploran la convergencia entre los distintos campos de las prác-
Venezia y el Andy Warhol Museum, entre otros. Sus textos han ticas artísticas contemporáneas: desde las artes plásticas hasta
aparecido en publicaciones como oVillage Voice, o nArtforum,, y la música, pasando por la danza o el diseño. Ha publicado Ze
algunos de ellos recopilados en Rhythm Science (MIT press, c ercle I nu i sibl e. E nu ironnemerut s, sy stéme s, d.i sp os itifs (Les pres-
Cambridge MA, 2004). ses du réel, Dijon, 2017), editado Esthétique d,es systéme.s (Les
presses du réel, Dijon, 2015) y coeditado Behauioral Objects I
TIMOTTIY S. MURPHY (Sternberg, London, 2016) y [.Jchronia (Sternberg, London,
Profesor asociado de Inglés en la Universidad de Oklahoma, sus 20L7), entre otros.
investigaciones van desde la ciencia ficción contemporánea has-
ta Ia filosofía política. Es autor de los Libros Wising Up the Mar- CARLO SIMULA
hs: The Amodern William Burroughs (University of California Licenciado en ciencias de la comunicación por la universidad
Press, Berkeley, 7998) y Arutonio Negri: Modernity arucl the Mul- de siena, se ocupa principalmente en la promoción de la cultura.
titude (Polity Press, Cambridge, 2012), traductor de Trilogy of Ha participado en proyectos multidisciplinarios de comunicación
Resistance (University of Minnessota Press, Minneapolis, 2011) estratégica en el ámbito empresariar e institucional referidos a
754
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{
Milsonidos {
T {
{
la música, la moda, el arte, el diseño y la literatura. Desde 2002 {
es el responsable de publicación y comunicación del Centro de
Arte Contemporáneo Palazzo Papesse de Siena.
ACHIM SZEPAI{SKI
Filósofo, músico, productor discográfico, escritor y activista polí-
tico. Ha trabajado para el diario de izquierda alemán
"Langer
March,. En los años ochenta fue miembro del grupo de elec-
tro-noise PD y del grupo de punk industrial P16.D4. Ha fundado
los sellos Black Out (1989), Force Inc. (1991), Mille Plateaux
(1994), Position Chrome (1996) y Forcetracks & Ritornell (1998).
Entre sus publicaciones cabe destacar la trilogía novelístic a Pole
Position (Rhizomatique, Wiesbaden, 2011), Saal 6 (Rhizomati-
que, Wiesbaden, 2011) y Verliebt ins Gelirugen ( Rhizomatique,
Wiesbaden, 2074), los escritos filosóflco-políticos Der Non-Mar-
xismus. Finaruce, Maschinen, Diuiduum (Laika Verlag, Ham-
bur g, 2014) y Kap ital i s ie ru n g. N on - Ó h,onomie de s g eg e nw cirtig en
Kapitalism¿¿s (Laika Verlag, Hamburg, 2074), así como la edi-
ción del volumen Soundcultures. Über elektroruische und. digitale
Musik (Suhrkamp, Frankfurt am Main, 2003).
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*
M
Títulos publicados
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Iil sofista negro
A
Muhammad Ali, orador y púgil
Marco Mazzeo
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I Lo que es mío es tuyo
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Si no puedo bailar, Magia y técnica en la época del contagio
I
no es mi reuolución Marco Mazzeo
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I
Emma Goldman Filosofía de la animalidad
(
Más allá de lo humano
l
Felice Cimatti
www.terceroincluido. net