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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA DEFENSA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL POLITECNICA DE LA FUERZA ARMADA

NUCLEO GUARICO – SEDE TUCUPIDO

7mo. SEMESTRE LIC. ADMINISTRACION DE DESASTRES

Unidad I.

Profesora: Bachiller:

Joanny Jimenez Cesar Esqueda C.I:11.842.307

Carmen Zambrano C.I: 11.846.823

Edison Castillo C.I: 10.978.693

Octubre 2023
INDICE

Introducción…………………………………………………………………..pag 1.

Derecho Internacional Humanitario. Concepto……………….pag 2.

Ramas del Derecho Internacional Humanitario……………….pag 3.

Terminologia del Dercho Internacional Humanitario.……..pag 4.

Principios Fundamentales del DIH……………………………..…pag 12.

Origen Historico del DIH………………………………………………pag14.

Finalidad del DIH…………..…………………………………………….pag17.

Convenio Internacionales; Haya 1907……………………… …pag 18.

Tratado de la Haya 1954…………….……………………………….pag 22.

Convenio de Ginebra 1949……………………………..………….pag 40.

Conclusión………………………………………………………………….pag 48.

Referencia Bibliográficas…………………………………………….pag 49.


INTRODUCCION

En este trabajo, examináremos lo referente a El Derecho Internacional


Humanitario que se aplica a situaciones —los conflictos armados— que no deberían
existir si el Derecho fuese respetado. La aparente tensión entre combatirlas o
regularlas se soluciona con un Derecho que, aproximándose a la lógica militar,
intenta racionalizarla y reorientarla al único objetivo justificable en el marco de un
conflicto armado: vencer al enemigo. Contexto difícil e indeseable, por tanto, aquel
en el que el Derecho Internacional Humanitario está llamado a actuar.

Su objetivo principal, garantizar un mínimo de humanidad en una situación


inhumana, no lo es menos. Esto tiñe inevitablemente sus fuentes, normas y
principios de interpretación agregándoles no solo dificultad, sino motivando la
crítica de aquellos que cuestionan la existencia misma del Derecho Internacional
Humanitario además conoceremos los principios fundamentales en que se basan asi
como las ramas que la conforman y su relación teniendo como parte final de este
trabajo los convenios de la Haya y de Ginebra.

1
DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO.CONCEPTO.

El derecho internacional humanitario (DIH) es una rama del derecho


internacional público que busca atenuar y limitar los efectos de los conflictos
armados protegiendo a las personas que no participan en las hostilidades o que han
decidido dejar de participar en el enfrentamiento, también restringen y regulan los
medios y métodos de guerra a disposición de los combatientes; regula la conducta
en los conflictos armados (ius in bello). Se compone de una serie de normas, en su
mayoría reflejadas en los Convenios de Ginebra de 1949 y sus protocolos
adicionales.

Las normas del Derecho Internacional Humanitario pretenden evitar y limitar el


sufrimiento humano en tiempos de conflictos armados. A su vez, pretenden limitar o
prohibir el uso de ciertos métodos de guerra, pero no determinan si un país tiene
derecho a recurrir a la fuerza, tal y como lo establece la carta de Naciones Unidas.2
Estas normas son de obligatorio cumplimiento tanto por los gobiernos y los ejércitos
participantes en el conflicto como por los distintos grupos armados de oposición o
cualquier parte participante en el mismo.

El derecho internacional humanitario (DIH) es un conjunto de normas que, por


razones humanitarias, trata de limitar los efectos de los conflictos armados. Protege a
las personas que no participan o que ya no participan en los combates y limita los
medios y métodos de hacer la guerra. El DIH suele llamarse también "derecho de la
guerra" y "derecho de los conflictos armados". El DIH es parte del derecho
internacional, que regula las relaciones entre los Estados. Está integrado por acuerdos
firmados entre Estados –denominados tratados o convenios–, por el derecho
consuetudinario internacional que se compone a su vez de la práctica de los Estados
que éstos reconocen como obligatoria, así como por principios generales del derecho.
El DIH se aplica en situaciones de conflicto armado.

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RAMAS QUE LA CONFORMAN EL DERECHO INTERNACIONAL
HUMANITARIO.SU RELACION

El DIH tiene dos ramas:

El “derecho de Ginebra”: el cuerpo normativo que protege a las víctimas de


conflictos armados, como el personal militar fuera de combate (por ejemplo,
combatientes heridos y prisioneros de guerra) y las personas civiles que no
participan o dejaron de participar directamente en las hostilidades.

El “derecho de La Haya”: el cuerpo normativo que establece los derechos y las


obligaciones de los beligerantes en la conducción de las hostilidades y que limita los
medios y los métodos de guerra.

La Distinción entre el derecho de Ginebra y el derecho de la Haya es una


distinción esencialmente analítica, a la que no se puede atribuir un alcance jurídico
claramente definido; muchas normas pertenecen tanto al derecho de Ginebra como
al derecho de la Haya, y ambas corrientes convergen en el marco de los protocolos
adicionales de los convenios de Ginebra, que actualizaron las normas del derecho de
la conducción de las hostilidades, reafirmando y completando las disposiciones de
los convenios de Ginebra.

Podemos decir que ambos tratados buscan la paz Internacional a través de la


cooperación y con las ideas de recurrir a los buenos oficios y a la mediación.

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TERMINOLOGIA DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO

DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO:

Conjunto de normas internacionales que rigen las naciones entre los estados, y entre estos,
y los otros sujetos del Derecho Internacional.

DERECHO DE GINEBRA:

Conjunto de normas internacionales aplicables en los conflictos armados que regulan la


protección a: – La población civil. – Los no combatientes – Determinados bienes. Está
conformado principalmente por los Convenios de Ginebra de 1949, sus protocolos
adicionales de 1977 y las costumbres de la guerra.

DERECHO DE LA HAYA:

Normas internacionales que determinan los derechos y deberes de las partes enfrentadas
en u n conflicto armado, en lo que respecta a la conducción de las operaciones y limita la
elección de los medios bélicos utilizados en las hostilidades.

DERECHO CONSUETUDINARIO:

Conjunto de normas no escritas basadas en las costumbres, convertidas en obligatorias


mediante el reconocimiento y la implementación en la práctica por parte de los sujetos del
derecho Internacional Público en el prolongado y continuo periodo del tiempo.

DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO:

Conjunto de normas convencionales y consuetudinarias de carácter internacional cuyo


objeto es la protección de personas y determinados bienes, en situaciones de conflicto
armado, mediante la regulación y limitación del uso de la fuerza.

CONVENIO O CONVENCIÓN:

Tratados internacionales que regulan un aspecto de carácter específico para los sujetos del
derecho Internacional o para los miembros de la comunidad internacional

PROTOCOLO

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Es un tratado internacional accesorio que tiene por finalidad complementar y desarrollar las
estipulaciones de otro acuerdo sobre un mismo objeto o materia para hacerlo más perfecto
y eficaz.

ALTA PARTE CONTRATANTE.

Estado u organización internacional, que se compromete con la comunidad internacional, a


respetar y cumplir lo estipulado en un tratado.

DEPOSITARIO.

Estado u organismo internacional que recibe y guarda el texto original y autenticado de un


tratado, así como: • Las actas de ratificación. • Adhesión o sucesión del mismo por parte de
los Estados contratantes.

FIRMA DE UN TRATADO.

Conclusión formal de las negociaciones que precisa el contenido de la voluntad de los


contratantes, para algunos Estados no basta por si sola para hacer obligatorio el tratado
firmado.

ADHESIÓN.

Manifestación del consentimiento de hacerse parte de un tratado internacional cuando no


se ha participado en la conferencia diplomática que le dio origen, o no se firmaron o
ratificaron en el tiempo establecido para dicho procedimiento. Tiene el mismo efecto
jurídico que la ratificación.

RATIFICACIÓN.

Aprobación dada a un tratado internacional por los órganos internos competentes de un


Estado, para obligarse internacionalmente.

SUCESIÓN.

Manifestación del consentimiento para continuar siendo parte de un tratado internacional


cuando se ha surgido de otro Estado por independencia, unificación o separación y se es un
nuevo sujeto de derecho internacional público

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RESERVA.

Declaración unilateral de una parte contratante el ratificar, adherirse o suceder un acuerdo


para excluir o modificar el efecto jurídico de determinadas disposiciones del tratado, debe
cumplir los siguientes requisitos: • Que no sea incompatible con el objeto y finalidad del
tratado. • Que no este prohibida por el tratado. • Disponga que únicamente pueden
hacerse determinadas reservas.

GUERRA.

Violencia colectiva y organizada a la cual recurren los Estados para resolver sus conflictos y
controversias. Está prohibida por el Derecho internacional. Art. 20 num. 4 Carta de las
Naciones Unidas y Pacto Briand Kellog de 1928.

CONFLICTO ARMADO .

Proceso disociativo que se produce entre grupos humanos y/o Estados que tratan de dirimir
sus controversias, mediante la aniquilación, derrota o subordinación de la parte adversa o
de defenderse de las acciones del contrario por medio de la utilización de métodos y medios
de guerra.

CONFLICTO ARMADO INTERNACIONAL.

Conflicto armado que surge entre dos o más estados, este concepto abarca los conflictos
armados de los pueblos que luchan contra la dominación colonial, la ocupación extranjera o
contra los regímenes racistas.

CONFLICTO ARMADO INTERNO.

Conflicto armado que surge en el territorio de un estado, para la aplicación del protocolo II
de Ginebra, es necesario que este conflicto se desarrolle en el territorio de una alta parte
contratante entre sus fuerzas armadas y fuerzas armadas disidentes o grupos armados
organizados que, bajo la dirección de un mando responsable, ejerzan sobre una parte de
dicho territorio un control tal que les permitan realizar operaciones militares sostenidas y
concretas y aplicar dicho protocolo.

HOSTILIDADES.

Actos de guerra, combates, acciones bélicas, ocupación de territorios, ataques armados de


una nación o ejercicio que se traduce en un estado de guerra o declaración o declaración de
la misma o surgimiento de un conflicto armado.

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DISTURBIOS INTERIORES.

Enfrentamientos que presentan cierta gravedad o duración, que implican actos de violencia
que pueden ir desde actos espontáneos de rebelión hasta la lucha entre si de grupos más o
menos organizados, o contra las autoridades que están en el poder, sin que haya conflicto
armado interno propiamente dicho.

TENSIONES INTERNAS.

Situación de tensión grave (política, religiosa, racial, económicas u otra índole) o secuelas
de un conflicto armado o un disturbio interior caracterizadas por alguna(s) de las siguientes
situaciones: detenciones masivas elevado número de detenidos políticos probables malos
tratos o condiciones inhumanas de detención, suspensión de garantías judiciales
fundamentales o denuncias de desapariciones de personas.

ESTADO NEUTRAL .

Estado que no es, formalmente o de hecho, parte de un conflicto armado. Este estatuto
implica derechos y deberes, en particular en el aspecto humanitario.

POTENCIA PROTECTORA.

Estado designado por una parte en conflicto y aceptado por la parte adversa, dispuesto a
desempeñar las funciones asignadas a estas en virtud del Derecho de la Guerra, si no hay
acuerdo respecto a la Potencia Protectora se puede designar a una organización
humanitaria como sustituta.

SUSTITUTO DE LA POTENCIA PROTECTORA.

Los Convenios de Ginebra confieren tal carácter al C.I.C.R. En la práctica las potencias
protectoras casi nunca han actuado y como consecuencia el sustituto casi siempre actúa.

COMISION INTERNACIONAL DE ENCUESTA.

Órgano competente para investigar cualquier hecho que haya sido alegado como infracción
al D.I.H. Y facilita mediante buenos oficios el retorno a una actitud de respeto a los
Convenios y Protocolos. Tal competencia ha de ser aceptada expresamente por las altas
partes contratantes.

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MOVIMIENTO INTERNACIONAL DE LA CRUZ ROJA.

Organismo que recibió mandato por parte de los Estados parte en los Convenios de Ginebra
y en sus Protocolos Adicionales, para actuar como intermediario humanitario neutral en las
situaciones de conflicto armado.

BELIGERANTES.

Los Estados o los grupos armados organizados reconocidos por la comunidad internacional,
que intervienen directamente en los conflictos armados, y que tienen la obligación de
respetar el D.I.H. Concepto propio de las Convenciones de la Haya de 1907.

COMBATIENTES.

Miembros de las fuerzas armadas regulares o personas pertenecientes a grupos armados


irregulares que participan directamente en las hostilidades, los cuales se distinguen por
llevar armas a la vista y normalmente por el uniforme o un signo distintivo fijo y reconocible,
se excluye de este concepto al personal sanitario y religioso y a quien no porte las armas en
estos grupos. Los civiles adquieren este status cuando participan directamente en las
hostilidades y portan abiertamente las armas, manteniéndolos mientras dure tal
participación.

NO COMBATIENTES.

Combatiente que por estar herido, enfermo o privado de la libertad o a causa de su


rendición ya no puede o no quiere intervenir en las hostilidades.

PERSONA CIVIL .

Son las personas desarmadas, que no intervienen directamente en las hostilidades, ni


pertenecen a los grupos armados que se enfrentan en un conflicto.

POBLACION CIVIL.

Son las personas, grupos o comunidades de personas que no participan directamente en las
hostilidades. Por esta razón deben estar a salvo de las amenazas y peligros que conllevan los
enfrentamientos armados.

HERIDOS Y ENFERMOS.

Personas sean militares o civiles, que debido a un traumatismo, una enfermedad u otros
trastornos o incapacidades de orden físico o mental, tengan necesidad de asistencia o
cuidados médicos y se abstengan de todo acto de hostilidad.

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PERSONAL SANITARIO.

Personal exclusivamente asignado para la búsqueda, recogida, traslado, diagnóstico o


tratamiento de heridos, enfermos o náufragos, o para la prevención de ls enfermedades.
También incluye a los encargados de la administración de las unidades sanitarias y el
funcionamiento de los medios de transporte sanitario.

PERSONAL RELIGIOSO.
Personal militar o civil dedicado exclusivamente al ejercicio del ministerio religioso,
adscrito a las fuerzas armadas de una parte en conflicto, a las unidades sanitarias, a
los medios de trasporte sanitario o a los organismos de protección civil.
PRISIONERO DE GUERRA.
Concepto propio de los conflictos armados internacionales, es por lo general, todo
combatiente que caiga en poder de las partes adversarias.
REHEN.
Condición de una persona tomada en cautiverio sin justificación ni legitimación para
hacerlo y por cuya libertad se exige algo a cambio.
DESPLAZADO.
Toda persona que se ha visto forzada a migrar dentro del territorio nacional
abandonando su localidad de residencia o actividades económicas habituales, porque
su vida, su integridad física, su seguridad o libertad personal has sido vulneradas o se
encuentran amenazadas con ocasión de cualquiera de las siguientes situaciones:
Conflicto Armado Interno; disturbios y tensiones; violencia generalizada, violaciones
masivas de los derechos humanos; infracciones al derecho internacional humanitario
u otras circunstancias emanadas de las situaciones anteriores que pueden alterar o
alteren drásticamente el orden público.
REFUGIADO.
Toda persona que debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza,
religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas ,
se encuentre fuera del país de su nacionalidad y hallándose, a consecuencia de tales
acontecimientos, fuera del país donde antes tuviera su residencia habitual, no pueda o
no quiera regresar a él.
OBJETIVOS MILITARES.
Personas y bienes que con su neutralización se obtenga ventaja militar concreta y
definida. Los combatientes se consideran como tales y en lo que respecta a los bienes,
se limitan a aquellos objetivos que por su naturaleza, ubicación, finalidad o
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Utilización contribuyen eficazmente a la acción militar o y destrucción total o parcial,
captura o neutralización ofrezca en las circunstancias del caso la mencionada ventaja,
en caso de duda si un bien es militar o civil, se considera como civil.
BIENES DE CARÁCTER CIVIL
Bienes que no son objetivos militares tales como: bienes sanitarios, bienes culturales,
bienes indispensables para la supervivencia de la población civil. No pueden ser
objeto de ataques ni de represalias.
ESTRATAGEMA.
Actos que buscan inducir a error a un adversario o hacerle cometer imprudencias,
pero que no infringen ninguna norma del Derecho Internacional aplicable a los
conflictos armados, como por ejemplo: camuflaje desinformación, operaciones
simuladas.
PERFIDIA.
Actos que apelando a la buena fé del adversario con intención de traicionarla, den a
entender a éste que tiene derecho a protección, o que esta obligado a concederla, de
conformidad con las normas del derecho internacional aplicable a los conflictos
armados.
NO DAR CUARTEL.
Dar la orden que no hayan supervivientes, amenazar con ello al adversario o
conducir las hostilidades en unión de tal decisión.
PRECAUCIONES EN EL ATAQUE.
Cuidado constante que deben tomar las partes en conflcito a fin de preservar a la
población civil, las personas civiles y a los bienes de carácter civil, contra los ataques
y sus efectos.
PILLAJE.
Todo acto de robo, despojo o saqueo hecho por los combatientes.
MINAS.
Munición colocada debajo, sobre o cerca de la superficie del terreno u otra superficie
cualquiera y concebida para detonar o explotar por la presencia, la proximidad o el
contacto de una persona o de un vehículo.

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TREGUA.
Acuerdo entre las partes en conflicto, para suspender las hostilidades en cierto lugar
y por un determinado tiempo (acuerdos para buscar y recoger los heridos, por
ejemplo); posteriormente continúan los combates.
ARMISTICIO.
Acuerdo entre las aprtes enfrentadas en un conflicto armado, para un cese de las
hostilidades. Suspende las operaciones de guerra por un mutuo acuerdo de las partes
y puede ser general o local.
CRIMEN DE GUERRA.
Violación grave de las leyes y costumbres de la guerra, siendo obligatoria su sanción
penal y disciplinaria por parte de los Estados. Delitos de jurisdicción universal.
GENOCIDIO.
Actos perpetrados con la intención de destruir, total o parcialmente a un grupo
nacional, étnico, racial o religioso. Se considera crimen de lesa humanidad.
AMNISTIA .
Extinción de la acción penal y de la pena, otorgada generalmente por delitos políticos.
Es la renuncia del estado a investigar y castigar a los infractores de la ley, en
Colombia, en caso que los beneficiarios sean eximidos de la responsabilidad
pecuniaria respecto de particulares, el Estado quedará obligado a las indemnizaciones
a que hubiese lugar.
INDULTO
Perdón otorgado por el Estado a una persona que ha sido condenada por cometer un
delito generalmente político.
RECIPROCIDAD.
Principio del Derecho Internacional que implica el cumplimento de los tratados
condicionado al cumplimiento de la(s) otra(s) parte(s). El Derecho Internacional
Humanitario es la excepción

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PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LOS DERCHOD INTERNACIONALES HUMANITARIOS

Los Principios generales del Derecho Internacional Humanitario representan el mínimo


de humanidad aplicable en todo tiempo, lugar y circunstancia y sirven, fundamentalmente,
para interpretar las normas aplicables en los conflictos armados. Podemos distinguir diez
principios generales:

1.-PRINCIPIO DE HUMANIDAD.
Se debe tratar con humanidad a todas aquellas personas que no participen en las
hostilidades (incluso miembros de las Fuerzas armadas que hayan depuesto las armas y las
personas que hayan quedado fuera de combate por enfermedad, herida, detención o
cualquier otra causa).

2.- PRINCIPIO DE IGUALDAD ENTRE LOS BELIGERANTES.


La aplicación del DIH no afecta al estatuto de las partes en conflicto, ya que el ius in bello es
independiente del ius ad bellum, de forma que una vez iniciado un conflicto armado se
aplica de forma indiscriminada a todas las partes enfrentadas

3.- PRINCIPIO DE NECESIDAD MILITAR El DIH .


Establece un delicado equilibrio entre las necesidades de la guerra y los condicionamientos
humanitarios, de forma que no se deben causar al adversario males desproporcionados en
relación con el objetivo del conflicto armado, que es vencer al enemigo. Supone optar por el
mal menor para no causar a la parte adversa mayor violencia que la exigida por el desarrollo
de las hostilidades.

4.- PRINCIPIO DE NO DISCRIMINACIÓN.


Se prohíbe toda distinción desfavorable en la aplicación del DIH por razones de raza, color,
sexo, lenguaje, religión o creencias, opiniones políticas o de otro género, nacionalidad u
origen social, fortuna, nacimiento u otra condición o cualesquiera otros criterios análogos.
No obstante, puede haber diferencias de trato, en beneficio de determinadas personas, con
el fin de solucionar las desigualdades derivadas de su situación, necesidades o desamparo.

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5.- PRINCIPIO DEL DERECHO DE GINEBRA.
Las personas fuera de combate y las personas civiles que no participan directamente en las
hostilidades deben ser respetadas, protegidas y tratadas con humanidad. Se refiere este
principio a los heridos, enfermos, náufragos, prisioneros de guerra y población civil, víctimas
de los conflictos armados.

6.- PRINCIPIO DE INMUNIDAD.


Las personas civiles y la población civil gozarán de la protección general contra los peligros
que procedan de las acciones militares. No serán objeto de ataques la población civil como
tal ni las personas civiles que no participen en las hostilidades. Se prohíben las represalias
contra personas y bienes protegidos por el DIH.

7.- PRINCIPIO DE PRIORIDAD HUMANITARIA.


Humanidad Imparcialidad Neutralidad Independencia Voluntariado Unidad Universalidad
En los supuestos de duda se debe conceder prioridad a los intereses de las víctimas sobre
otras necesidades derivadas del desarrollo del conflicto armado. Las normas de DIH han sido
elaboradas para garantizar la protección de los que sufren las consecuencias de la guerra y
deben ser interpretadas de la forma más favorable a la defensa de sus intereses.

8.- PRINCIPIO DE DISTINCION.


Las partes en conflicto deben distinguir en todo momento entre la población y los
combatientes. Los ataques deben ser dirigidos únicamente contra los combatientes y no
contra la población civil. Se hará también distinción entre los bienes civiles y los objetivos
militares. Los ataques no pueden ser dirigidos contra los bienes civiles.

9.-PRINCIPIO DE PROPORCIONALIDAD.

Se prohíben las armas y los métodos que causen a las personas civiles y a sus bienes daños
excesivos con respecto a la ventaja militar concreta y directa prevista. Así, se prohíbe lanzar
ataques cuando sea de prever que causarán incidentalmente muertos y heridos entra la
población civil, o daños a bienes de carácter civil, o ambas cosas, que serían excesivos en
relación con la ventaja militar prevista.

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10.-PRINCIPIO DE LIMITACIÓN DE LA ACCIÓN HOSTIL.

No es ilimitado el derecho de las partes en conflicto a elegir los medios y modos de


combatir contra la aparte adversa. De manera que existen medios (armas) lícitos e ilícitos y
formas de emplearlos (modos) permitidos o contrarios al DIH

ORIGEN HISTORICO DEL DERECHOS INTERNACIONAL HUMANITARIOS

La historia del DIH, se puede remontar al momento en que las primeras aglomeraciones
de personas solucionaron sus conflictos a través de la violencia y bajo la costumbre de hacer

y no hacer, se establecieron reglas no escritas en el ejercicio de la violencia Los libros


sagrados ya hacían referencia en su momento a ciertas limitaciones en el desarrollo de las
guerras y a lo largo de la historia, fueron las mismas partes en conflicto las que limitaron sus
derechos en el combate, por ejemplo, no atacar directamente a mujeres y niños.

Sin embargo, en el siglo XIX las reglas de la guerra toman un rumbo que nos es vigente
hasta nuestros días, y que tiene que ver, primeramente con la necesidad de tener reglas
escritas y no sólo basarse en las costumbre, y en segundo lugar, en la necesidad de limitar
los daños que se pueden causar al enemigo; es decir, en la guerra, no todo se vale

En 1859 ocurrió la batalla de Solferino, entre el ejército francés y el ejército austro-


hungaro, y el nombre de Henry Dunant, comerciante suizo, se posiciona como relevante, no
por ser miembro de alguno de los ejércitos, o por realizar grandes hazañas militares, sino
porque después de ayudar a los militares heridos en esa batalla, decidió escribir un libro con
sus memorias llamado “Recuerdo de Solferino“, en el que expone lo siguiente:

¿No se podría, en tiempo de paz, fundar sociedades cuya finalidad sea prestar, o hacer que
se preste, en tiempo de guerra, asistencia a los heridos?

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¿No sería de desear que un congreso formulase algún principio internacional,
convencional y sagrado que sirviera de base a estas sociedades?”.

El libro y esas preguntas, hicieron eco en personalidades de la sociedad Suiza, el


presidente de la Sociedad Ginebrina de Utilidad Pública, Gustave Moynier, el General
Guillaume-Henri Dufour, dos médicos de apellidos Appia y Maunoir, junto con Henry
Dunant, conformaron un comité en 1863 para impulsar las ideas de este último.

De ahí, surge lo que hoy conocemos como el Comité Internacional de la Cruz Roja, y las
Sociedades Nacionales de Socorro, o como las conocemos el día de hoy, “la Cruz Roja» de
nuestros países. Estas sociedades nacionales, estarían conformadas por personas que
voluntariamente apoyarían a los militares heridos en campaña, mientras que el Comité, se
encargaría de promover a nivel internacional la creación de estas sociedades nacionales y la
adopción de un tratado con el que se respetara a dichos voluntarios.

Actualmente, el Comité Internacional de la Cruz Roja es una organización neutral,


imparcial e independiente, con la misión exclusivamente humanitaria de proteger y asistir a
las víctimas de conflictos armados y de otras situaciones de violencia. Asimismo, se encarga
de prevenir el sufrimiento mediante la promoción y el fortalecimiento del derecho y
principios humanitarios universales.

El Comité, impulsó la adopción el 22 de agosto de 1864 del “Convenio de Ginebra para el


mejoramiento de la suerte de militares heridos de los ejércitos en campaña», y es ese texto,
con el que formalmente el Derecho Internacional Humanitario ve la luz en su forma
convencional. En él, se establecían una serie de medidas que deberían tomar en cuenta los
Estados signatarios para proteger a los militares heridos y detrás de este texto, se llevaron a
cabo diversas negociaciones entre los Estados y el Comité.

La idea del Comité, era crear un tratado que se encargara de proteger a los miembros de
las sociedades nacionales de socorro a partir del reconocimiento de su neutralidad y que se
formaran dentro de los ejércitos, servicios sanitarios debidamente institucionalizados.

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Después de la Guerra de Crimea (1853-1856) el único Estado que tenía dentro de su ejército
un servicio sanitario era Inglaterra, por lo que la labor era mayúscula.

Después de innumerables reuniones y discusiones entre los Estados participantes en la


Conferencia que dio pie al Convenio de Ginebra, se acordó un texto de solamente 10
artículos en el que reconocía la neutralidad de las ambulancias y hospitales militares, así
como del personal sanitario y capellanes; se establecía que los habitantes del país que
prestaran socorro a los heridos sería respetados y permanecerían libres; que los militares
heridos o enfermos serian recogidos y cuidados, sea cual fuere la nación a la que
pertenecieran; y se adoptaba el emblema de la cruz roja sobre fondo blanco como distintivo
del personal sanitario.

El Primer Convenio de Ginebra fue firmado por los representantes de doce países: Gran
Ducado de Baden (sureste de Alemania), Bélgica, Dinamarca, España, Francia, Gran Ducado
de Hesse-Darmstadt (Alemania), Italia, Países Bajos, Portugal, Prusia, Suiza y Wurtemberg
(Suroeste de Alemania).

De esta forma, el Derecho Internacional Humanitario se encuentra ligado, de forma casi


inseparable, de los asuntos militares. Su origen tenía como objetivo proteger a los propios
militares cuando estuvieran heridos en campaña y proteger a quienes les atendían
respetando su neutralidad. El Primer Convenio de Ginebra fue el primer esfuerzo exitoso en
lograr comprometer a los Estados, ha respetar y hacer prevalecer un mínimo de humanidad
en las guerras. Y esa sea, posiblemente la mejor descripción del DIH, reglas para mantener
un mínimo de humanidad en las situaciones más violentas.

No hay que olvidar, que la protección de personas que no participan o que han dejado
de participar en las hostilidades, no es el único objetivo del DIH. La Declaración de San
Petersburgo de 1868 para prohibir el uso de ciertos proyectiles en tiempo de guerra,
representa un esfuerzo casi similar al del Primer Convenio de Ginebra respecto a la
limitación de medios y métodos de guerra y le siguen los Convenios de La Haya de 1899 y

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1907 relativo a las leyes y costumbres de la guerra terrestre y de ahí, decenas de tratados
que prohiben o limitan el uso de ciertos métodos y ciertas armas.

Las reglas de la guerra enfocadas en la protección de personas y bienes tuvieron una activa
y constante evolución a partir de su surgimiento. Después de 1864, vinieron otros Convenios
de Ginebra para proteger a los náufragos, a los prisioneros de guerra y culminaron con la
adopción en 1949 de los cuatro Convenios de Ginebra, incluyendo el que protege a las
personas civiles. Si bien, el 12 de agosto se celebran 70 años de estos Convenios, en agosto
también se conmemora el 155 aniversario del Primer Convenio de Ginebra, el texto que
permitió la evolución del DIH como lo conocemos el día de hoy.

FINALIDAD DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO

El derecho internacional humanitario(DIH) es un conjunto de normas que por razones


humanitarias trata de limitar los efectos de los conflictos armados.Proteje a las personas qur
no participan o que ya no participan en los combates y limita los medios y métodos de hacer
la guerra.

La finalidad tanto del derecho internacional humanitario (DIH) como del derecho
internacional de los derechos humanos (DIDH) es proteger la vida, la salud y la dignidad de
las personas, pero desde puntos de vista diferentes.

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CONVENIOS INTERNACIONALES

1.-CONVENIO V DE LA HAYA RELATIVO A LOS DERECHOS Y A LOS DEBERES DE LAS


POTENCIAS Y DE LAS PERSONAS NEUTRALES EN CASO DE GUERRA TERRESTRE. 1907.

Con el objeto de determinar con más precisión los derechos y los deberes de las
potencias neutrales en caso de guerra por tierra, y de reglamentar la situación de los
beligerantes refugiados en territorio neutral; Deseando igualmente determinar la condición
de neutral mientras que se consigue reglamentar en su conjunto la situación de los
individuos neutrales en sus relaciones con los beligerantes; Han resuelto celebrar una
Convención y al efecto han nombrado sus Plenipotenciarios: Quienes, después de haber
depositado sus plenos poderes, que fueron hallados en buena y debida forma, han
acordado las disposiciones siguientes:

Capítulo I De los Derechos y de los Deberes de las Potencias Neutrales.

Art. 1. El territorio de las potencias neutrales es inviolable.

Art. 2. Es prohibido a los beligerantes hacer pasar por el territorio de una potencia neutral
tropas o convoyes ya de municiones, ya de bastimentos.

Art. 3. Es igualmente prohibido a los beligerantes: (a) Instalar en el territorio de una


potencia neutral una estación radiotelegráfica o cualquier aparato con el fin de comunicarse
con fuerzas beligerantes terrestres o marítimas; (b) Utilizar cualquier instalación de esa
clase establecida por ellos antes de la guerra en el territorio de la potencia neutral para
fines exclusivamente militares y que no haya sido puesta al servicio del público.

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Art. 4. No se podrán formar Cuerpos de combatientes ni abrir oficinas de alistamiento en el
territorio de una potencia neutral en provecho de los beligerantes.

Art. 5. Una potencia neutral no debe tolerar ninguno de los actos previstos en los artículos 2
a 4. No está obligada a castigar actos contrarios a la neutralidad, a menos que tales actos
hayan sido cometidos en su propio territorio.

Art. 6. La responsabilidad de una potencia no queda comprometida por el hecho de que


algunos individuos pasen aisladamente la frontera con el objeto de ofrecer sus servicios a
alguno de los beligerantes.

Art. 7. Una potencia neutral no está obligada a impedir, en beneficio de uno u otro de los
beligerantes, la exportación o el tránsito de armas, municiones, y en general de todo aquello
que pueda ser útil a un ejército o a una escuadra

. Art. 8. Una potencia neutral no está obligada a impedir o restringir en favor de los
beligerantes el uso de los cables telegráficos o telefónicos o de los aparatos de telegrafía sin
hilos que sean de su propiedad o de compañías o particulares.

Art. 9. Toda medida restrictiva o prohibitiva que tome una potencia neutral respecto de las
materias previstas en los artículos 7 y 8 deberá ser imparcialmente aplicada por ella a los
beligerantes. La potencia neutral cuidará de que se cumpla la misma obligación por parte de
la compañías o particulares que posean cables telegráficos o telefónicos o aparatos de
telegrafía sin hilos.

Art. 10. No puede considerarse como un acto hostil el hecho de que una potencia neutral
rechace, aun por la fuerza, los atentados contra la neutralidad.

Capitulo II De los beligerantes internados y de los heridos atendidos en territorio neutral.

19
Art. 11. La potencia neutral que reciba en su territorio tropas que pertenezcan a los ejércitos
beligerantes, los internará, en cuanto sea dable, lejos del teatro de la guerra. Podrá
custodiarlos en campamento y hasta encerrarlos en fortalezas o en lugares apropiados al
efecto. Decidirá si se puede dejar en libertad a los oficiales que se comprometan bajo
palabra a no abandonar el territorio neutral sin autorización.

Art. 12. A falta de convenio especial, la potencia neutral suministrará a los internados los
víveres, el vestuario y los auxilios prescritos por la humanidad. Cuando se haga la paz se
abonarán los gastos ocasionados por la internación.

Art. 13. La potencia neutral que reciba prisioneros de guerra fugados los dejará en libertad.
Si les permite que permanezcan en su territorio podrá asignarles un lugar de residencia. La
misma disposición debe observarse en cuanto a los prisioneros de guerra traídos por tropas
que se refugien en el territorio de la potencia neutral

Art. 14. Una potencia neutral podrá autorizar la entrada a su territorio de los heridos o
enfermos que pertenezcan a los ejércitos beligerantes, con la condición de que los trenes
que los conduzcan no transporten ni personal ni materiales de guerra. En este caso la
potencia neutral está obligada a tomar la medidas de seguridad y vigilancia que juzgue
necesarias. Los heridos o enfermos llevados en esas condiciones al territorio neutral por uno
de los beligerantes, y que pertenezcan a la parte contraria, deberán ser custodiados por la
potencia neutral de manera que no puedan volver a tomar parte en las operaciones de la
guerra. La potencia cumplirá las mismas obligaciones en cuanto a los heridos o enfermos del
otro ejército que le fueren confiados.

Art. 15. La Convención de Ginebra se aplicará a los enfermos y a los heridos internados en
territorio neutral.

Capítulo III De las personas neutrales

20
Art. 16. Son considerados como neutrales los nacionales de un Estado que no tome parte
en la guerra.

Art. 17. Un neutral no podrá prevalerse de su neutralidad en los casos siguientes: (a) Si
comete actos hostiles contra uno de los beligerantes; (b) Si comete actos en favor de uno de
los beligerantes, especialmente si se alista voluntariamente en las filas de la fuerza armada
de una de las partes. En dicho caso el neutral no será tratado más rigurosamente por el
Estado beligerante contra el cual hubiere violado la neutralidad, de lo que fuera, por razón
del mismo hecho, un nacional en otro Estado beligerante.

Art. 18. No se considerarán como actos cometidos en favor de una de las partes
beligerantes, en el sentido del artículo 17, letra b); (a) Los suplementos que se hicieren o los
empréstitos que se concedieren a una de las partes beligerantes, con tal de que el
suministrador o mutuante no habite ni el territorio de la otra parte ni el territorio ocupado
por ella, y con tal de que los suplementos no provengan de ninguno de esos territorios; (b)
Los servicios prestados en materia de policía o de administración civil.

Capítulo IV Del material de los ferrocarriles

Art. 19. El material de los ferrocarriles que perteneciere a los países neutrales o a
sociedades o personas privadas, y que fuere fácil reconocer como tal, no podrá ser
requisicionado y utilizado por un beligerante sino en el caso de una imperiosa necesidad y
hasta donde ésta lo exigiere. Dicho material será devuelto inmediatamente que fuere
posible a su país de origen. El Estado neutral podrá, en caso de necesidad, retener y utilizar
hasta que fuere debidamente reemplazado el material del Estado beligerante que se
encuentre en su territorio. Se pagará una indemnización por una y otra parte, proporcional
al material utilizado y a la duración de su utilización.

21
2.-CONVENIO DE LA HAYA RELATIVO PARA LA PROTECCION DE LOS BIENES CULTURALES EN
CASO DE CONFLICTO ARMADO (H.C.P). 1954.

Las Altas Partes Contratantes,

Reconociendo que los bienes culturales han sufrido graves daños en el curso de los últimos
conflictos armados y que, como consecuencia del desarrollo de la técnica de la guerra, están
cada vez más amenazados de destrucción;

Convencidas de que los daños ocasionados a los bienes culturales pertenecientes a


cualquier pueblo constituyen un menoscabo al patrimonio cultural de toda la humanidad,
puesto que cada pueblo aporta su contribución a la cultura mundial;

Considerando que la conservación del patrimonio cultural presenta una gran importancia
para todos los pueblos del mundo y que conviene que ese patrimonio tenga una protección
internacional;

Inspirándose en los principios relativos a la protección de los bienes culturales en caso de


conflicto armado, proclamados en las Convenciones de La Haya de 1899 y de 1907 y en el
Pacto de Washington del 15 de abril de 1935;

Considerando que esta protección no puede ser eficaz a menos que se organice en tiempo
de paz, adoptando medidas tanto en la esfera nacional como en la internacional;

Resueltas a adoptar todas las disposiciones posibles para proteger los bienes culturales;

Han convenido en las disposiciones siguientes:

CAPÍTULO I

Disposiciones generales sobre la protección

22
Definición de los bienes culturales

Art. 1. Para los fines de la presente Convención, se considerarán bienes culturales,


cualquiera que sea su origen y propietario:

(a) los bienes, muebles o inmuebles, que tengan una gran importancia para el patrimonio
cultural de los pueblos, tales como los monumentos de arquitectura, de arte o de historia,
religiosos o seculares, los campos arqueológicos, los grupos de construcciones que por su
conjunto ofrezcan un gran interés histórico o artístico, las obras de arte, manuscritos, libros
y otros objetos de interés histórico, artístico o arqueológico, así como las colecciones
científicas y las colecciones importantes de libros, de archivos o de reproducciones de los
bienes antes definidos;

(b) los edificios cuyo destino principal y efectivo sea conservar o exponer los bienes
culturales muebles definidos en el apartado (a), tales como los museos, las grandes
bibliotecas, los depósitos de archivos, así como los refugios destinados a proteger en caso
de conflicto armado los bienes culturales muebles definidos en el apartado (a);

(c) los centros que comprendan un número considerable de bienes culturales definidos en
los apartados (a) y (b), que se denominarán «centros monumentales».

Protección de los bienes culturales

Art. 2. La protección de los bienes culturales, a los efectos de la presente Convención,


entraña la salvaguardia y el respeto de dichos bienes.

Salvaguardia de los bienes culturales

Art. 3. Las Altas Partes Contratantes se comprometen a preparar en tiempo de paz la


salvaguardia de los bienes culturales situados en su propio territorio contra los efectos
previsibles de un conflicto armado, adoptando las medidas que consideren apropiadas.

Respeto a los bienes culturales

23
Art. 4. 1. Las Altas Partes Contratantes se comprometen a respetar los bienes culturales
situados tanto en su propio territorio como en el de las otras Altas Partes Contratantes,
absteniéndose de utilizar esos bienes, sus sistemas de protección y sus proximidades
inmediatas para fines que pudieran exponer dichos bienes a destrucción o deterioro en caso
de conflicto armado, y absteniéndose de todo acto de hostilidad respecto de tales bienes.

2. Las obligaciones definidas en el párrafo primero del presente artículo no podrán dejar de
cumplirse más que en el caso de que una necesidad militar impida de manera imperativa su
cumplimiento.

3. Las Altas Partes Contratantes se comprometen además a prohibir, a impedir y a hacer


cesar, en caso necesario, cualquier acto de robo, de pillaje, de ocultación o apropiación de
bienes culturales, bajo cualquier forma que se practique, así como todos los actos de
vandalismo respecto de dichos bienes. Se comprometen también a no requisar bienes
culturales muebles situados en el territorio de otra Alta Parte Contratante.

4. Aceptan el compromiso de no tomar medidas de represalia co ntra los bienes culturales.

5. Ninguna de las Altas Partes Contratantes puede desligarse de las obligaciones estipuladas
en el presente artículo, con respecto a otra Alta Parte Contratante, pretextando que esta
última no hubiera aplicado las medidas de salvaguardia establecidas en el artículo 3.

Ocupación

Art. 5. 1. Las Altas Partes Contratantes que ocupen total o parcialmente el territorio de
otra Alta Parte Contratante deben, en la medida de lo posible, prestar su apoyo a las
autoridades nacionales competentes del territorio ocupado a fin de asegurar la salvaguardia
y la conservación de los bienes culturales de ésta.

2. Si para la conservación de los bienes culturales situados en territorio ocupado que


hubiesen sido damnificados en el curso de operaciones militares fuera precisa una

24
Intervención urgente y las autoridades nacionales competentes no pudieran encargarse de
ella, la Potencia ocupante adoptará, con la mayor amplitud posible y en estrecha
colaboración con esas autoridades, las medidas más necesarias de conservación.

3. Cada Alta Parte Contratante cuyo Gobierno sea considerado por los miembros de un
movimiento de resistencia como su Gobierno legítimo, señalará a éstos, si ello es hacedero,
la obligación de observar las disposiciones de esta Convención relativas al respeto de los
bienes culturales.

Identificación de los bienes culturales

Art. 6. De acuerdo con lo que establece el artículo 16, los bienes culturales podrán ostentar
un emblema que facilite su identificación.

Deberes de carácter militar

Art. 7. 1. Las Altas Partes Contratantes se comprometen a introducir en tiempo de paz, en


los reglamentos u ordenanzas para uso de sus tropas, disposiciones encaminadas a asegurar
la observancia de la presente Convención y a inculcar en el personal de sus fuerzas armadas
un espíritu de respeto a la cultura y a los bienes culturales de todos los pueblos.

2. Se comprometen asimismo a preparar o establecer en tiempo de paz y en el seno de sus


unidades militares, servicios o personal especializado cuya misión consista en velar por el
respeto a los bienes culturales y colaborar con las autoridades civiles encargadas de la
salvaguardia de dichos bienes.

CAPÍTULO II

De la protección especial

Concesión de la protección especial

Art. 8. 1. Podrán colocarse bajo protección especial un número restringido de refugios


destinados a preservar los bienes culturales muebles en caso de conflicto armado, de

25
centros monumentales y otros bienes culturales inmuebles de importancia muy grande, a
condición de que:

(a) se encuentren a suficiente distancia de un gran centro industrial o de cualquier objetivo


militar importante considerado como punto sensible, como, por ejemplo, un aeródromo,
una estación de radio, un establecimiento destinado a trabajos de defensa nacional, un
puerto o una estación ferroviaria de cierta importancia o una gran línea de comunicaciones;

(b) no sean utilizados para fines militares.

2. Puede asimismo colocarse bajo protección especial todo refugio para bienes culturales
muebles, cualquiera que sea su situación, siempre que esté construido de tal manera que
según todas las probabilidades no haya de sufrir daños como consecuencia de bombardeos.

3. Se considerará que un centro monumental está siendo utilizado para fines militares
cuando se emplee para el transporte de personal o material militares, aunque sólo se trate
de simple tránsito, así como cuando se realicen dentro de dicho centro actividades
directamente relacionadas con las operaciones militares, el acantonamiento de tropas o la
producción de material de guerra.

4. No se considerará como utilización para fines militares la custodia de uno de los bienes
culturales enumerados en el párrafo primero por guardas armados, especialmente
habilitados para dicho fin, ni la presencia cerca de ese bien cultural de fuerzas de policía
normalmente encargadas de asegurar el orden público.

5. Si uno de los bienes culturales enumerados en el párrafo primero del presente artículo
está situado cerca de un objetivo militar importante en el sentido de ese párrafo, se le
podrá colocar bajo protección especial siempre que la Alta Parte Contratante que lo pida se
comprometa a no hacer uso ninguno en caso de conflicto armado del objetivo en cuestión,
y, especialmente, si se tratase de un puerto, de una estación ferroviaria o de un aeródromo,
a desviar del mismo todo tráfico. En tal caso, la desviación debe prepararse en tiempo de
paz.

26
6. La protección especial se concederá a los bienes culturales mediante su inscripción en el
«Registro Internacional de Bienes Culturales bajo Protección Especial». Esta inscripción no
podrá efectuarse más que conforme a las disposiciones de la presente Convención y en las
condiciones previstas en el Reglamento para su aplicación.

Inmunidad de los bienes culturales bajo protección especial

Art. 9. Las Altas Partes Contratantes se comprometen a garantizar la inmunidad de los


bienes culturales bajo protección especial, absteniéndose, desde el momento de la
inscripción en el Registro Internacional, de cualquier acto de hostilidad respecto a ellos,
salvo lo establecido en el párrafo 5 del artículo 8 y de toda utilización de dichos bienes o de
sus proximidades inmediatas con fines militares.

Señalamiento y vigilancia

Art. 10. En el curso de un conflicto armado, los bienes culturales bajo protección especial
deberán ostentar el emblema descrito en el artículo 16 y podrán ser objeto de inspección y
vigilancia internacional, del modo previsto en el Reglamento para la aplicación de la
Convención.

Suspensión de la inmunidad

Art. 11. 1. Si una de las Altas Partes Contratantes cometiere, con relación a un bien cultural
bajo protección especial, una violación del compromiso adquirido en virtud del artículo 9, la
Parte adversa queda desligada, mientras la violación subsista, de su obligación de asegurar
la inmunidad de dicho bien. Sin embargo, siempre que le sea posible pedirá previamente
que cese dicha violación dentro de un plazo razonable.

2. A reserva de lo establecido en el párrafo primero del presente artículo, sólo podrá


suspenderse la inmunidad de un bien cultural bajo protección especial en casos
excepcionales de necesidad mi litar ineludible y mientras subsista dicha necesidad. La
necesidad no podrá ser determinada más que por el jefe de una formación igual o superior

27
en importancia a una división. Siempre que las circunstancias lo permitan, la decisión de
suspender la inmunidad se notificará a la Parte adversaria con una antelación razonable.

3. La Parte que suspenda la inmunidad deberá, en el plazo más breve posible, notificarlo por
escrito, especificando las razones, al Comisario general de Bienes Culturales previsto en el
Reglamento para la aplicación de la Convención.

CAPÍTULO III

Del transporte de bienes culturales

Transporte bajo protección especial

Art. 12. 1. A petición de la Alta Parte Contratante interesada, podrá efectuarse bajo
protección especial el transporte exclusivamente destinado al traslado de bienes culturales,
tanto en el interior de un territorio como en dirección a otro, en las condiciones previstas
por el Reglamento para la aplicación de la presente Convención.

2. El transporte que sea objeto de protección especial se efectuará bajo la inspección


internacional prevista en el Reglamento para la aplicación de la presente Convención, y los
convoyes ostentarán el emblema descrito en el artículo 16.

3. Las Altas Partes Contratantes se abstendrán de todo acto de hostilidad contra un


transporte efectuado bajo protección especial.

Transporte en casos de urgencia

Art. 13. 1. Si una de las Altas Partes Contratantes considerase que la seguridad de
determinados bienes culturales exige su traslado y que no puede aplicarse el procedimiento
establecido en el artículo 12 por existir una situación de urgencia, especialmente al estallar
un conflicto armado, se podrá utilizar en el transporte el emblema descrito en el artículo 16,
a menos que previamente se haya formulado la petición de inmunidad prevista en el
artículo 12 y haya sido rechazada. Dentro de lo posible, el traslado deberá ser notificado a

28
las Partes adversarias. Sin embargo, en el transporte al territorio de otro país no se podrá en
ningún caso utilizar el emblema a menos que se haya concedido expresamente la
inmunidad.

2. Las Altas Partes Contratantes tomarán, en la medida de sus posibilidades, las


precauciones necesarias para que los transportes amparados por el emblema a que se
refiere el párrafo primero del presente artículo sean protegidos contra actos hostiles.

Inmunidad de embargo, de captura y de presa

Art. 14. 1. Se otorgará la inmunidad de embargo, de captura y de presa a:

(a) los bienes culturales que gocen de la protección prevista en el artículo 12 o de la que
prevé el artículo 13;

(b) los medios de transporte dedicados exclusivamente al traslado de dichos bienes.

2. En el presente artículo no hay limitación al derecho de venta y de vigilancia.

CAPÍTULO IV

Del personal

Personal

Art. 15. En interés de los bienes culturales, se respetará, en la medida en que sea
compatible con las exigencias de la seguridad, al personal encargado de la protección de
aquéllos; si ese personal cayere en manos de la Parte adversaria se le permitirá que
continúe ejerciendo sus funciones, siempre que los bienes culturales a su cargo hubieren
caído también en manos de la Parte adversaria.

29
CAPÍTULO V

Del emblema

Emblema de la Convención

Art. 16. 1. El emblema de la Convención consiste en un escudo en punta, partido en aspa,


de color azul ultramar y blanco (el escudo contiene un cuadrado azul ultramar, uno de cuyos
vértices ocupa la parte inferior del escudo, y un triángulo también azul ultramar en la parte
superior; en los flancos se hallan sendos triángulos blancos limitados por las áreas azul
ultramar y los bordes laterales del escudo).

2. El emblema se empleará aislado o repetido tres veces en formación de triángulo (un


escudo en la parte inferior), de acuerdo con las circunstancias enumeradas en el artículo 17.

Uso del emblema

Art. 17. 1. El emblema repetido tres veces sólo podrá emplearse para identificar:

(a) los bienes culturales inmuebles que gocen de protección especial;

(b) los transportes de bienes culturales en las condiciones previstas en los artículos 12 y 13;

(c) los refugios improvisados en las condiciones previstas en el Reglamento para la


aplicación de la Convención.

2. El emblema aislado sólo podrá emplearse para definir:

(a) los bienes culturales que gozan de protección especial;

30
(b) las personas encargadas de las funciones de vigilancia, según las disposiciones del
Reglamento para la aplicación de la Convención;

(c) el personal perteneciente a los servicios de protección de los bienes culturales;

(d) las tarjetas de identidad previstas en el Reglamento de aplicación de la Convención.

3. En caso de conflicto armado queda prohibido el empleo del emblema en otros casos que
no sean los mencionados en los párrafos precedentes del presente artículo; queda también
prohibido utilizar para cualquier fin un emblema parecido al de la Convención.

4. No podrá utilizarse el emblema para la identificación de un bien cultural inmueble más


que cuando vaya acompañado de una autorización, fechada y firmada, de la autoridad
competente de la Alta Parte Contratante.

CAPÍTULO VI

Campo de aplicación de la Convención

Aplicación de la Convención

Art. 18. 1. Aparte de las disposiciones que deben entrar en vigor en tiempo de paz, la
presente Convención se aplicará en caso de guerra declarada o de cualquier otro conflicto
armado que pueda surgir entre dos o más de las Altas Partes Contratantes, aun cuando
alguna de Ellas no reconozca el estado de guerra.

2. La Convención se aplicará igualmente en todos los casos de ocupación de todo o parte del
territorio de una Alta Parte Contratante, aun cuando esa ocupación no encuentre ninguna
resistencia militar.

3. Las Potencias Partes en la presente Convención quedarán obligadas por la misma, aun
cuando una de las Potencias que intervengan en el conflicto no sea Parte en la Convención.
Estarán además obligadas por la Convención con respecto a tal Potencia, siempre que ésta
haya declarado que acepta los principios de la Convención y en tanto los aplique.

31
Conflictos de carácter no internacional

Art. 19. 1. En caso de conflicto armado que no tenga carácter internacional y que haya
surgido en el territorio de una de las Altas Partes Contratantes, cada una de las Partes en
conflicto estará obligada a aplicar, como mínimo, la s disposiciones de esta Convención,
relativas al respeto de los bienes culturales.

2. Las Partes en conflicto procurarán poner en vigor, mediante acuerdos especiales, todas
las demás disposiciones de la presente Convención o parte de ellas.

3. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura podrá


ofrecer sus servicios a las Partes en conflicto.

4. La aplicación de las precedentes disposiciones no producirá efecto alguno sobre el


estatuto jurídico de las Partes en conflicto.

CAPÍTULO VII

De la aplicación de la Convención

Reglamento para la aplicación

Art. 20. Las modalidades de aplicación de la presente Convención quedan definidas en el


Reglamento para su aplicación, que forma parte integrante de la misma.

Potencias protectoras

Art. 21. Las disposiciones de la presente Convención y del Reglamento para su aplicación
se llevarán a la práctica con la cooperación de las Potencias protectoras encargadas de
salvaguardar los intereses de las Partes en conflicto.

Procedimiento de conciliación

Art. 22. 1. Las Potencias protectoras interpondrán sus buenos oficios, siempre que lo
juzguen conveniente en interés de la salvaguardia de los bienes culturales, y, en especial, si

32
hay desacuerdo entre las Partes en conflicto sobre la aplicación o la interpretación de las
disposiciones de la presente Convención o del Reglamento para la aplicación de la misma.

2. A este efecto, cada una de las Potencias protectoras podrá, a petición de una de las
Partes o del Director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura, o por propia iniciativa, proponer a las Partes en conflicto una reunión de
sus representantes y, en particular, de las autoridades encargadas de la protección de los
bienes culturales, que podrá celebrarse eventualmente en un territorio neutral que resulte
conveniente escoger al efecto. Las Partes en conflicto estarán obligadas a poner en práctica
las propuestas de reunión que se les hagan. Las Potencias Protectoras propondrán a las
Partes en conflicto, para su aprobación, el nombre de una personalidad súbdito de una
Potencia neutral, o, en su defecto, presentada por el Director general de la Organización de
las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Dicha personalidad será
invitada a participar en esa reunión en calidad de Presidente.

Colaboración de la UNESCO

Art. 23. 1. Las Altas Partes Contratantes podrán recurrir a la ayuda técnica de la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura para organizar
la protección de sus bienes culturales o en relación con cualquier otro problema derivado
del cumplimiento de la presente Convención y del Reglamento para su aplicación. La
Organización prestará su ayuda dentro de los límites de su programa y de sus posibilidades.

2. La Organización está autorizada para presentar por propia iniciativa a las Altas Partes
Contratantes proposiciones a este respecto.

Acuerdos especiales

Art. 24. 1. Las Altas Partes Contratantes podrán concertar acuerdos especiales sobre
cualquier cuestión que juzguen oportuno solventar por separado.

2. No se podrá concertar ningún acuerdo especial que disminuya la protección ofrecida por
la presente Convención a los bienes culturales y al personal encargado de la salvaguardia de
los mismos.

33
Difusión de la Convención

Art. 25. Las Altas Partes Contratantes se comprometen a difundir lo más ampliamente
posible en sus respectivos países, tanto en tiempo de paz como en tiempo de conflicto
armado, el texto de la presente Convención y del Reglamento para su aplicación. En
especial, se comprometen a introducir su estudio en los programas de instrucción militar y,
de ser posible, en los de instrucción cívica, de tal modo que los principios puedan ser
conocidos por el conjunto de la población, y en particular por las fuerzas armadas y el
personal adscrito a la protección de los bienes culturales.

Traducciones e informes

Art. 26. 1. Las Altas Partes Contratantes se comunicarán por conducto del Director general
de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, las
traducciones oficiales de la presente Conv ención y del Reglamento para la aplicación de la
misma.

2. Además, dirigirán al Director general, por lo menos una vez cada cuatro años, informes en
los que figuren los datos que estimen oportunos sobre las medidas tomadas, preparadas o
estudiadas por sus respectivas administraciones para el cumplimiento de la presente
Convención y del Reglamento para la aplicación de la misma.

Reuniones

Art. 27. 1. El Director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación,
la Ciencia y la Cultura podrá, con la aprobación del Consejo Ejecutivo, convocar reuniones
de representantes de las Altas Partes Contratantes. Cuando lo solicite un quinto, por lo
menos, de las Altas Partes Contratantes tendrá la obligación de convocarlas.

2. Sin perjuicio de cualesquiera otras funciones que le confiera la presente Convención o el


Reglamento para su aplicación, la reunión estará facultada para estudiar los problemas
relativos a la interpretación o a la aplicación de la Convención y de su Reglamento y
formular las recomendaciones pertinentes a ese propósito.

34
3. Además, si se halla representada en la reunión la mayoría de las Altas Partes
Contratantes, se podrá proceder a la revisión de la Convención o del Reglamento para su
aplicación, con arreglo a las disposiciones del artículo 39.

Sanciones

Art. 28. Las Altas Partes Contratantes se comprometen a tomar, dentro del marco de su
sistema de derecho penal, todas las medidas necesarias para descubrir y castigar con
sanciones penales o disciplinarias a las personas, cualquiera que sea su n acionalidad, que
hubieren cometido u ordenado que se cometiera una infracción de la presente Convención.

DISPOSICIONES FINALES

Lenguas

Art. 29. 1. La presente Convención está redactada en español, francés, inglés y ruso; los
cuatro textos son igualmente fidedignos.

2. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura se


encargará de realizar las traducciones a los demás idiomas oficiales de su Conferencia
General.

Firma

Art. 30. La presente Convención llevará la fecha del 14 mayo de 1954 y quedará abierta
hasta el 31 de diciembre de 1954 a la firma de todos los Estados invitados a la Conferencia
reunida en La Haya del 21 de abril de 1954 al 14 de mayo de 1954.

Ratificación

Art. 31. 1. La presente Convención será sometida a la ratificación de los Estados signatarios
con arreglo a sus respectivos procedimientos constitucionales.

2. Los instrumentos de ratificación serán depositados ante el Director general de la


Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

Adhesión

35
Art. 32. A partir de la fecha de su entrada en vigor, la presente Convención quedará abierta
a la adhesión de todos los Estados no signatarios a los que se hace referencia en el artículo
30 así como a cualquier otro Estado invitado a adherirse a ella por el Consejo Ejecutivo de la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. La adhesión
se efectuará mediante el depósito de un instrumento de adhesión ante el Director general
de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

Entrada en vigor

Art. 33. 1. La presente Convención entrará en vigor tres meses después de haberse
depositado cinco instrumentos de ratificación.

2. Ulteriormente, la Convención entrará en vigor para cada una de las demás Altas Partes
Contratantes tres meses después de la fecha en que hubieren depositado el respectivo
instrumento de ratificación o de adhesión.

3. Las situaciones previstas en los artículos 18 y 19 determinarán que las ratificaciones y


adhesiones, depositadas por las Partes en conflicto antes o después de haberse iniciado las
hostilidades o la ocupación, surtan efecto inmediato. En esos casos, el Director general de la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura enviará, por la
vía más rápida, las notificaciones previstas en el articulo 38.

Aplicación

Art. 34. 1. Cada Estado Parte en la Convención en la fecha de su entrada en vigor adoptará
todas las medidas necesarias para que ésta sea efectivamente aplicada en un plazo de seis
meses.

2. Para tod os aquellos Estados que depositaren su instrumento de ratificación o de


adhesión después de la fecha de entrada en vigor de la Convención, el plazo será de seis
meses, a contar desde la fecha del depósito del instrumento de ratificación o de adhesión.

Extensión de la Convención a otros territorios

36
Art. 35. Cualquiera de las Altas Partes Contratantes podrá, en el momento de la ratificación
o de la adhesión, o en cualquier otro momento ulterior, declarar mediante notificación
dirigida al Director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura, que la presente Convención se hará extensiva al conjunto o a uno
cualquiera de los territorios de cuyas relaciones internacionales sea responsable. Dicha
notificación producirá efecto tres meses después de la fecha de su recepción.

Relación con las Convenciones anteriores

Art. 36. 1. En las relaciones entre las Potencias que estén obligadas por las Convenciones
de La Haya relativa a las leyes y usos de la guerra terrestre (IV) y a los bombardeos por
fuerzas navales en tiempo de guerra (IX), ya se trate de las del 29 de julio de 1899 o de las
del 18 de octubre de 1907, y que sean Partes de la presente Convención, esta última
completará la anterior Convención (IX) y el Reglamento anexo a la Convención (IV) y se
reemplazará el emblema descrito en el artículo 5 de la Convención (IX) por el descrito en el
artículo 16 de la presente Convención en los casos en que ésta y el Reglamento para su
aplicación prevén el empleo de dicho emblema.

2. En las relaciones entre las Potencias que estén obligadas por el pac to de Washington del
15 de abril de 1935 para la protección de Instituciones Artísticas y Científicas y los
Monumentos Históricos (Pacto Roerich) y que sean también Partes en la presente
Convención, ésta última completará el Pacto Roerich, y se reemplazará la bandera distintiva
descrita en el artículo III del Pacto por el emblema descrito en el artículo 16 de la presente
Convención, en los casos en que ésta y el Reglamento para su aplicación prevén el empleo
de dicho emblema.

Denuncia

Art. 37. 1. Cada una de las Altas Partes Contratantes podrá denunciar la presente
Convención en nombre propio o en el de los territorios de cuyas relaciones internacionales
sea responsable.

37
2. Dicha denuncia se notificará mediante un instrumento escrito que será depositado ante el
Director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura.

3. La denuncia producirá efecto un año después del recibo del instrumento


correspondiente. Sin embargo, si al expirar el año, la Parte denunciante se encuentra
implicada en un conflicto armado, el efecto de la denuncia quedará en suspenso hasta el fin
de las hostilidades y, en todo caso, hasta que hayan terminado las operaciones de
repatriación de los bienes culturales.

Notificaciones

Art. 38. El Director general de Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura informará a los Estados a que se hace referencia en los artículos 30 y 32,
así como a las Naciones Unidas, del depósito de todos los instrumentos de ratificación, de
adhesión o de aceptación previstos en lo s artículos 31, 32 y 39, y de las notificaciones y
denuncias previstas respectivamente en los artículos 35, 37 y 39.

Revisión de la Convención y del Reglamento para su aplicación

Art. 39. 1. Cada una de las Altas Partes Contratantes puede proponer modificaciones a la
presente Convención y al Reglamento para su aplicación. Cualquier modificación así
propuesta será transmitida al Director general de la Organización de las Naciones Unidas
para la Educación, la Ciencia y la Cultura, quien la comunicará a cada una de las Altas Partes
Contratantes solicitando, al mismo tiempo, que éstas le hagan saber, dentro de un plazo de
cuatro meses:

(a) si desean que se convoque una Conferencia para discutir la modificación propuesta;

(b) si, por el contrario, favorecen la aceptación de la propuesta sin necesidad de


Conferencia;

(c) si rechazan la modificación propuesta sin necesidad de Conferencia.

38
2. El Director general transmitirá las respuestas recibidas en cumplimiento del párrafo
primero del presente artículo a todas las Altas Partes Contratantes.

3. Si la totalidad de las Altas Partes Contratantes que hayan respondido en el plazo previsto
a la petición del Director general de la Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura, conforme al apartado (b) del párrafo primero del presente
artículo, informan al Director general que están de acuerdo en adoptar la modificación sin
que se reúna una Conferencia, el Director general notificará dicha decisión según lo
dispuesto en el artículo 38. La modificación tendrá efecto, respecto a todas las Altas Partes
Contratantes, después de un plazo de noventa días, a contar de la fecha de dicha
notificación.

4. El Director general convocará una Conferencia de las Altas Partes Contratantes, a fin de
estudiar la modificación propuesta, siempre que la convocatoria de dicha Conferencia haya
sido solicitada por más de un tercio de las Altas Partes Contratantes.

5. Las propuestas de modificaciones de la Convención y del Reglamento para su aplicación


que sean objeto del procedimiento establecido en el párrafo precedente sólo entrarán en
vigor cuando hayan sido adoptadas unánimemente por las Altas Partes Contratantes
representadas en la Conferencia y aceptadas por cada uno de los Estados Parte en la
Convención.

6. La aceptación por las Altas Partes Contratantes de las modificaciones de la Convención o


del Reglamento para su aplicación que hayan sido adoptadas por la Conferencia prevista en
los párrafos 4 y 5, se efectuará mediante el depósito de un instrumento formal ante el
Director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura.

7. Después de la entrada en vigor de las modificaciones de la presente Convención o del


Reglamento para su aplicación, únicamente el texto así modificado de dicha Convención o
del Reglamento para su aplicación quedará abierto a la ratificación o adhesión.

39
Registro

Art. 40. En cumplimiento del artículo 102 de la Carta de las Naciones Unidas, la presente
Convención será registrada en la Secretaría de las Naciones Unidas a instancia del Director
general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

En fe de lo cual, los infrascritos, debidamente auto rizados, han firmado la presente


Convención.

Hecha en La Haya el 14 de mayo de 1954, en un solo ejemplar, que será depositado en los
Archivos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura,
y del cual se remitirán copias certificadas conformes a todos los Estados a que se hace
referencia en los artículos 30 y 32, así como a las Naciones Unidas.

CONVENIO DE GINEBRADE 1949 COMO NORMATIVA FUNDANENTAL DEL DERCHO


INTERNACIONAL HUMANITARIO

Los Convenios de Ginebra y sus Protocolos adicionales son la piedra angular del derecho
internacional humanitario, es decir el conjunto de normas jurídicas que regulan las formas
en que se pueden librar los conflictos armados y que intentan limitar los efectos de éstos.

Los Convenios y sus Protocolos establecen que se debe tomar medidas para prevenir o
poner fin a cualquier infracción de dichos instrumentos. Contienen normas estrictas en
relación con las llamadas "infracciones graves". Se debe buscar, enjuiciar o extraditar a los
autores de infracciones graves, sea cual sea su nacionalidad

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EL I CONVENIO DE GINEBRA PROTEGE, DURANTE LA GUERRA, A LOS HERIDOS Y LOS
ENFERMOS DE LAS FUERZAS ARMADAS EN CAMPAÑA.

En 1949, una conferencia diplomática internacional, sobre la base de los tratados anteriores
para la protección de las víctimas de las guerras, revisó y actualizó estos instrumentos,
creando cuatro nuevas convenciones constituidas por 429 artículos conocidos como los
Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949. Los Protocolos Adicionales de 1977 y 2005
complementan los Convenios de Ginebra. Los Convenios de Ginebra se aplican en todos los
casos de guerra declarada, o en cualquier otro conflicto armado entre países. Además, se
aplican en aquéllos casos de ocupación parcial o total de un país por soldados de otro país,
aun cuando no haya resistencia armada a esa ocupación. Los países que ratifican los
Convenios de Ginebra deben respetar ciertos principios humanitarios e imponer sanciones
legales contra quienes los violen. Los estados que ratificaron los Convenios se obligan a
“dictar la legislación necesaria para establecer sanciones penales efectivas para las personas
que cometan u ordenen comisión cualquiera de las infracciones (violaciones) graves”. A
continuación, se incluye una descripción básica de los Convenios y los Protocolos, así como
una guía de referencia rápida a los textos legales de los tratados. Para obtener el listado
integral de las disposiciones legales, consultar el texto completo de los tratados. El Primer
Convenio de Ginebra (Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y los
enfermos de las Fuerzas Armadas en campaña, aprobado el 12 de agosto de 1949) El Primer
Convenio de Ginebra protege a los soldados que no participan en las hostilidades (fuera de
combate). Los 10 artículos de la versión original del Convenio de 1864 se han ampliado en el
Primer Convenio de Ginebra de 1949 a 64 artículos que brindan protección a:

• soldados heridos y enfermos; • personal, equipos y centros médicos; • personal de apoyo


civil de los enfermos y heridos que acompañan a las fuerzas armadas; • capellanes militares;
• civiles que en forma espontánea toman las armas para repeler una invasión. Disposiciones
específicas: Este Convenio establece las siguientes disposiciones relacionadas con los
heridos y enfermos.

41
Art. 12 Habrán de ser respetados y protegidos sin distinción alguna de índole desfavorable
basada en el sexo, la raza, la nacionalidad, la religión, las opiniones políticas o en cualquier
otro criterio análogo.

Art. 12 No podrán ser asesinados, exterminados ni sometidos a tortura o experimentos


biológicos.

Art. 15 Recibirán atención adecuada. Art. 15 Gozarán de protección contra el pillaje y los
malos tratos.

Arts.15-16 En todo tiempo, y especialmente después de un combate, las partes en conflicto


deberán buscar y recoger a los heridos y a los enfermos, y brindar la información a la
Agencia Central de Búsquedas y de Actividades de Protección del Comité Internacional de la
Cruz Roja (CICR).

Art. 9 Este Convenio, al igual que los demás, reconoce el derecho del CICR de asistir a los
heridos y enfermos. Las sociedades nacionales de la Cruz Roja y la Media Luna roja
organizaciones imparciales de ayuda humanitaria autorizadas, y gobiernos neutrales
también podrán brindar servicios humanitarios. Podrá solicitarse a los civiles locales que
presten asistencia a los heridos y enfermos.

El Segundo Convenio de Ginebra (Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los
heridos, los enfermos y los náufragos de las Fuerzas Armadas en el mar, aprobado el 12 de
agosto de 1949) El Segundo Convenio de Ginebra adapta las protecciones del Primer
Convenio de Ginebra a las situaciones aplicables en el mar. Protege a los combatientes
heridos y enfermos mientras se encuentran a bordo o en el mar. Sus 63 artículos se aplican
a: • miembros de las fuerzas armadas heridos, enfermos o náufragos; • barcos hospitales y
personal médico; • civiles que acompañan a las fuerzas armadas. Disposiciones específicas:
Arts. 12, 18 Este Convenio ordena a las partes en conflicto adoptar todas las medidas
posibles para buscar y recoger a los heridos, enfermos y náufragos, y proporcionarles la
asistencia necesaria. El término “naufragio” será aplicable a todo naufragio, sean cuales
fueren las circunstancias en que se produzca, incluido el amaraje forzoso o la caída en el
mar. 42
Art. 21 Las Partes en conflicto podrán hacer un llamamiento a la caridad de los capitanes de
los barcos mercantes, de los yates o de las embarcaciones neutrales, para que tomen a
bordo y asistan a heridos, enfermos o náufragos. En ningún caso serán capturados por
brindar ayuda mientras se mantengan neutrales. Arts. 36-37 Se respetará y protegerá al
personal religioso, médico y sanitario de los barcos hospitales y sus tripulaciones. Si fueran
capturados, deberán ser devueltos lo antes posible. Art. 22 En ningún caso los barcos
hospitales se utilizarán con fines militares. No podrán ser atacados ni apresados. Los
nombres y las características de los barcos hospitales deben notificarse a todas las partes en
conflicto. Art. 14 Si bien un barco de guerra no puede capturar al personal médico de un
barco hospital, podrá retener a los heridos, enfermos y náufragos como prisioneros de
guerra, si el estado de salud permite su traslado seguro y si el barco de guerra posee las
instalaciones adecuadas para atenderlos.

El Tercer Convenio de Ginebra (Convenio de Ginebra relativo al trato debido a los


prisioneros de guerra, aprobado el 12 de agosto de 1949) El Tercer Convenio de Ginebra
contiene normas específicas relacionadas con el trato debido a los prisioneros de guerra. Los
143 artículos del Convenio establecen que los prisioneros de guerra deben recibir trato
humanitario, alojamiento adecuado y alimentos, vestimenta y atención médica apropiados.
Además, sus disposiciones establecen pautas sobre el trabajo, la disciplina, la recreación y
los juicios penales a los que se someterán los prisioneros. Los prisioneros de guerra incluyen
a: • los miembros de las fuerzas armadas; • las milicias voluntarias, incluidos los
movimientos de resistencia; • los civiles que acompañan a las fuerzas armadas.
Disposiciones específicas:

Arts. 70-72, 123 Los nombres de los prisioneros de guerra deberán enviarse de inmediato a
la Agencia Central de Búsquedas del CICR. Los prisioneros de guerra estarán autorizados a
intercambiar correspondencia con sus familiares y a recibir paquetes de suministros de
socorro.

43
Arts. 13-14, 16 Ningún prisionero de guerra podrá ser sometido a torturas o a experimentos
médicos. Asimismo, los prisioneros de guerra deberán ser protegidos contra todo acto de
violencia los insultos y la curiosidad pública.

Arts. 25-27, 30 Los captores no deberán aplicar medidas de represalia ni ejercer


discriminación contra los prisioneros basada en la raza, la nacionalidad, la religión, las
opiniones políticas o en cualquier otra circunstancia.

Art. 23 Las mujeres deben ser tratadas con todas las consideraciones debidas a su sexo. Art.
17 El prisionero de guerra no tendrá obligación de declarar más que su nombre y apellido,
su rango, la fecha de nacimiento y su número de matrícula militar.

Arts. 50, 54 Los prisioneros de guerra deberán ser alojados en refugios limpios y adecuados,
y recibir alimentos, ropa y asistencia médica necesaria para mantener buenas condiciones
de salud. En ningún caso deberán retenerse en regiones donde queden expuestos al fuego,
ni podrá utilizarse su presencia para proteger ciertos puntos o lugares contra los efectos de
operaciones militares. Podrán ser obligados a realizar trabajos no militares en

Protocolos Adicionales a los Convenios de Ginebra de 1949 En 1977, una conferencia


diplomática internacional adoptó dos protocolos complementarios a los Convenios de
Ginebra para brindar mayor protección a las víctimas de conflictos armados internos e
internacionales. Hasta el año 2006, 166 países han ratificado el Protocolo I, en tanto que
162 han ratificado el Protocolo II. No obstante, todo país que ha ratificado los Convenios de
Resumen de los Convenios de Ginebra de 1949 y sus Protocolos Adicionales Pág. 5 de 6
Ginebra pero no los Protocolos continúa obligado en virtud de todas las disposiciones de los
Convenios.

Protocolo I (102 artículos) (Protocolo Adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto
de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales) El
Protocolo I extiende la protección a la población civil así como al personal médico militar y
civil en los conflictos armados internacionales. Disposiciones específicas:

44
Arts. 51, 54 Estas disposiciones prohíben los ataques indiscriminados contra la población
civil y la destrucción de alimentos, agua y otros elementos necesarios para la supervivencia.
Arts. 56, 53 Las presas, los diques y las centrales nucleares de energía eléctrica no podrán
ser objeto de ataque, así como tampoco los objetos culturales y lugares de culto.

Arts. 76-77 Arts. 15, 79 Se brindan protecciones especiales para las mujeres, los niños y el
personal médico civil, y se establecen medidas de protección para los periodistas.

Art. 77 Se prohíbe el reclutamiento de niños menores de 15 años de edad para las fuerzas
armadas.

Arts. 43-44 El Protocolo I procura aclarar la condición militar de los miembros de las fuerzas
de guerrilla. Con este fin, sus disposiciones establecen el derecho de los miembros de las
fuerzas disidentes que se encuentren bajo el mando de una autoridad central a ser
reconocidos como combatientes y prisioneros de guerra. Tales combatientes no pueden
ocultar el bando a que pertenecen; deben poder ser reconocidos como combatientes
durante un ataque o sus preparativos.

Art. 35 Queda prohibido el empleo de armas “que causen males superfluos o sufrimientos
innecesarios”, así como métodos o medios de hacer la guerra que causen “daños extensos,
duraderos y graves al medio ambiente natural”.

Art. 85 Se considera crimen de guerra el uso de cualquiera de los emblemas protectores


reconocidos por los Convenios de Ginebra para engañar a las fuerzas oponentes o utilizar
otras formas de traición.

Arts. 17, 81 Deberá permitirse al CICR, a las sociedades nacionales de la Cruz Roja, o a otras
organizaciones humanitarias imparciales autorizadas por las partes en conflicto prestar
asistencia. Protocolo II (28 artículos) (Protocolo Adicional a los Convenios de Ginebra del 12
de agosto de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados sin
carácter internacional) El Protocolo II amplía las protecciones otorgadas a las víctimas
atrapadas en conflictos internos de alta intensidad, como guerras civiles. No se aplica a
disturbios internos tales como motines, manifestaciones, y actos aislados de violencia. El

45
Protocolo II amplía y complementa las protecciones sin carácter internacional incluidas en el
artículo 3 común a los cuatro Convenios de Ginebra de 1949. Disposiciones específicas:

Art. 4 Establece que las personas que no participen directamente en las hostilidades, o que
hayan dejado de participar en ellas, tienen derecho a un trato respetuoso. Deberán tratarse
con humanidad en toda circunstancia. El Protocolo II prohíbe de forma específica la
violencia contra la vida, la salud y el bienestar físico o mental de las personas. En particular,
prohíbe los actos de homicidio y tratos crueles, el terrorismo, la toma de rehenes, la
esclavitud, los atentados contra la dignidad personal, los castigos colectivos y el pillaje. Estas
protecciones se consideran garantías fundamentales a favor de todas las personas.

Art. 4 Siempre que sea posible, se trasladará a los niños temporalmente a zonas más
seguras y se procurará la reunión de éstos con sus familias.

Art. 5 Se garantiza a las personas confinadas o detenidas durante conflictos internos el


mismo trato humanitario que se establece en los Convenios de Ginebra

. Arts. 7 y 9 Refuerza la protección de los heridos, enfermos y náufragos, así como la del
personal médico y religioso.

Arts. 10-11 Arts. 13-14 Art. 16 Quedan prohibidos los ataques contra los civiles y contra los
“bienes indispensables para la supervivencia de la población civil”, tales como las cosechas,
las obras de riego o las fuentes de agua potable, los objetos culturales y los lugares de culto.
Art. 18 Las organizaciones imparciales de socorro humanitario, como el CICR, podrán
continuar ofreciendo sus servicios humanitarios. Protocolo III (Protocolo Adicional a los
Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 relativo a la aprobación de un signo
distintivo adicional) En diciembre de 2005, se adoptó un Tercer Protocolo Adicional a los
Convenios de Ginebra que establece otro emblema distintivo: el cristal rojo. El cristal rojo es
un emblema opcional, que goza de la misma consideración que la cruz roja y la media luna
roja. El cristal rojo se utiliza en aquellos contextos en los que donde podría considerarse que
otro emblema tiene connotaciones religiosas, culturales o políticas. Emblemas en virtud del
Derecho Internacional Humanitario Los redactores del Convenio de Ginebra de 1864

46
Previeron la necesidad de un símbolo universal de protección que pudiera reconocerse
con facilidad en el campo de batalla. En honor al origen de esta iniciativa, el símbolo de una
cruz roja sobre un fondo blanco, que invierte los colores de la bandera nacional suiza, se
identificó como un emblema de protección en zonas de conflicto. Tiempo después, los
países reunidos en una conferencia diplomática en 1929 reconocieron los emblemas de la
cruz roja y el león y el sol rojos, aunque el león y el sol rojos han dejado de utilizarse. En
diciembre de 2005 los gobiernos adoptaron el tercer Protocolo Adicional que añadió el
cristal rojo. Aunque no se encuentra contemplado en los Convenios de Ginebra, el Escudo
Rojo de David, utilizado por Israel, también es un emblema respetado. En virtud de los
Convenios de Ginebra, los tres signos distintivos de la cruz roja, la media luna roja y el cristal
rojo tienen por finalidad identificar y proteger al personal médico y de socorro, los centros
médicos civiles y militares, las unidades móviles y los barcos hospitales. Además, se utilizan
para identificar a los programas y las actividades de las sociedades nacionales de la Cruz
Roja y la Media Luna Roja, junto con el símbolo del escudo rojo de David, que identifica a la
Magen David Adom, la sociedad humanitaria en Israel. El conocimiento y la aceptación
generalizada de estos emblemas humanitarios es crucial para salvar vidas y aliviar el
sufrimiento.

47
CONCLUSION

Al finalizar este trabajo podemos decir en resumen:

 Que el DIH es parte del derecho internacional, que regula las relaciones entre los
Estados.
 Que el DIH tiene su fundamento en 2 ramas ha saber que es el tratado de Ginebra y
el Tratado de la Haya y su relación mas intima es buscar la Paz en General.
 Que su origen Histórico se remonta y se encuentra ligado al surgimiento de la cruz
roja internacional.
 Posee 10 Princicipios aplicable en tiempo de guerra y posse una terminología propia
para determinar los factores e+que entran en conflictos.
 Los Convenios de Ginebra y sus Protocolos adicionales son tratados internacionales
que contienen las principales normas destinadas a limitar la barbarie de la guerra.
Protegen a las personas que no participan en las hostilidades (civiles, personal
sanitario, miembros de organizaciones humanitarias) y a los que ya no pueden
seguir participando en los combates (heridos, enfermos, náufragos, prisioneros de
guerra.

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REFERENCIA BIBLIOGRAFICAS
1.-https://www.refworld.org.es/pdfid/5b7201ad4.pdf

2.https://escuelajudicial.ramajudicial.gov.co/sites/default/files/

DH_5_Glosario_de_Derecho_Internacional_Humanitario.pdf

3.- https://www2.cruzroja.es/documents/5640665/691578756/PRINCIPIOS.pdf/

4.- https://www.icrc.org/es/doc/resources/documents/misc/treaty-1954-hague-convention-cultural-

property-5tdm2q.htm.

5.-https://es.wikipedia.org./derecho internacional.

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