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Volumen 1
2006
DE JUSTICIA DE LA NACION 1
323
R E P U B L I C A A R G E N T I N A
FALLOS
DE LA
C O RT E SU P R E M A
DE
JUSTICIA DE LA NACION
PUBLICACION A CARGO DE LA SECRETARIA
DE JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL
FEBRERO -ABRIL
LA LEY S.A.E. e I.
Tucumán 1471 (1050) Buenos Aires
2006
4 ACUERDOS DE LA CORTE SUPREMA
323
FEBRERO
Corresponde dejar sin efecto la sentencia que sólo se apoya en una afirmación
dogmática para resolver un punto controvertido de derecho y trasunta un análi-
sis insuficiente de los preceptos del Convenio Multilateral del 18 de agosto de
1977.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
– IV –
Considerando:
Recurso extraordinario interpuesto por Y.P.F. S.A., representada por los Dres. Héctor
Hugo Madoz y Laura Mabel Madoz, con el patrocinio de la Dra. Claudia Valentina
Musto.
Tribunal de origen: Cámara Federal de Apelaciones de Paraná.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Juzgado Federal de Primera Ins-
tancia de Concepción del Uruguay.
Considerando:
6º) Que por otra parte cabe entender por monto definitivo, a los
fines que interesan, la suma que involucran los agravios planteados
por el recurrente. Este valor estaría constituido –en la posición más
favorable al perito–, por la diferencia habida entre la cantidad de títu-
los públicos efectivamente percibidos en concepto de honorarios por
las tareas profesionales desempeñadas, y los que, a juicio del benefi-
ciario de la regulación, se deberían haber obtenido de haberse incluido
los intereses por él reclamados.
Recurso de hecho por denegación del recurso ordinario interpuesto por el perito conta-
dor Dr. Julio César Martínez Arias, patrocinándose a sí mismo.
Tribunal de origen: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial
Federal, Sala II.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Juzgado Nacional de Primera Ins-
tancia en lo Civil y Comercial Federal Nº 6.
12 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Considerando:
2º) Que para así decidir, el a quo sostuvo que las sentencias dicta-
das en los enjuiciamientos de magistrados configuraban una cuestión
justiciable sólo en los casos de encontrarse acreditada por la parte
interesada la violación de la garantía de la defensa en juicio, pues ni la
subsunción de los hechos en las causales de remoción, ni la aprecia-
ción de la prueba constituían materia de pronunciamiento. Agregó que
se trataba de ámbitos reservados al criterio de quienes por ley, esta-
ban encargados de modo excluyente del juicio de responsabilidad polí-
tica del magistrado; y que, en el caso, el pronunciamiento se encontra-
ba suficientemente fundado lo que impedía descalificarlo como acto
inválido, máxime cuando el propio interesado había admitido haber
cometido las irregularidades que se le imputaban.
4º) Que los agravios del apelante no resultan suficientes para de-
mostrar la existencia de un caso de arbitrariedad que justifique la
intervención de esta Corte en materias que, en principio y por su na-
turaleza, resultan ajenas a la vía del art. 14 de la ley 48. Tampoco
corresponde tratar en esta instancia la recusación formulada, que fue
considerada manifiestamente improcedente en el auto denegatorio del
14 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Considerando:
CARMEN M. ARGIBAY.
CONSOLIDACION DE DEUDAS.
CONSOLIDACION DE DEUDAS.
Suprema Corte:
–I–
A fs. 787 de los autos principales (foliatura a la que me referiré en
adelante), la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial (Sala
16 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
– II –
– III –
– IV –
–V–
Por todo lo expuesto, opino que corresponde dejar sin efecto la sen-
tencia de fs. 787, en cuanto fue materia de recurso extraordinario.
Buenos Aires, 7 de marzo de 2005. Ricardo O. Bausset.
Considerando:
Recurso de hecho interpuesto por Claudia Mathieu, con el patrocinio letrado del
Dr. Gilberto Bustos Brandi.
Tribunal de origen: Sala I de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de
Mendoza.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Tercera Cámara de Apelaciones en
lo Civil, Comercial y Minas de Paz y Tributario de la Primera Circunscripción
Judicial.
CONSOLIDACION DE DEUDAS.
CONSOLIDACION DE DEUDAS.
CONSOLIDACION DE DEUDAS.
CONSOLIDACION DE DEUDAS.
Corresponde dejar sin efecto la sentencia que revocó la que había hecho lugar a
la demanda de daños y perjuicios derivados de un accidente ferroviario y ordenó
el pago en efectivo, pues si bien no se tornó abstracta la cuestión, pues resulta
22 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
Por otra parte, aduce que la ley 25.344 es de orden público y, por lo
tanto, su aplicación es obligatoria y no puede ser dejada de lado por
las partes ni por las autoridades, máxime cuando los fondos con los
cuales funciona FEMESA –empresa en liquidación– pertenecen al
Estado Nacional, quien está encargado de atender sus pasivos.
– IV –
Por otra parte, también debe tenerse presente que en el sub lite se
discute la interpretación de normas federales (ley 25.344 y decreto
1116/00) y la decisión recaída, no sólo ha sido contraria al derecho que
el apelante funda en ellas, sino que, además, al no pronunciarse sobre
24 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
–V–
Ello es así, por cuanto esa ley declaró el estado de emergencia eco-
nómico-financiera del Estado Nacional por un año, prorrogable por
una sola vez y por igual término y estableció que las disposiciones de
carácter común que contiene son permanentes y no caducan en los
plazos que menciona (art. 1º).
– VI –
– VII –
Considerando:
Considerando:
Si bien las resoluciones sobre medidas cautelares, sea que las ordenen, modifi-
quen o levanten, no revisten, en principio, carácter de sentencias definitivas en
los términos del art. 14 de la ley 48, la resolución que ordenó el retiro de la tribu-
na bajo apercibimiento de demolición y la ejecución del proyecto de remodelación
puede ser equiparada a definitiva en sus efectos, toda vez que los argumentos
esgrimidos por el a quo frustran todo replanteo posterior sobre el tema, a la vez
que lo resuelto produce un menoscabo a los derechos constitucionales invocados
por el recurrente.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
MEDIDAS CAUTELARES.
MEDIDAS CAUTELARES.
La seguridad, que debe ser entendida como simple derecho de asistir a un espec-
táculo público sin sufrir daño alguno, es un propósito que debe constituir la máxi-
ma preocupación por parte de quienes organizan eventos que importan algún
riesgo potencial para los asistentes, así como también de las autoridades públi-
cas encargadas de la respectiva fiscalización (Voto de los Dres. E. Raúl Zaffaroni
y Ricardo Luis Lorenzetti).
MEDIDAS CAUTELARES.
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
– IV –
planteada, sin que sea necesario examinar los otros agravios que de-
sarrolla el apelante, toda vez que, además de referirse a la cuestión de
fondo, los correlativos aspectos de esa sentencia atañen a la justicia
local y, en tales condiciones, serán examinados por los jueces de la
causa en las instancias ordinarias. Buenos Aires, 10 de marzo de 2005.
Ricardo O. Bausset.
Considerando:
Considerando:
DISIDENCIA DE LA SEÑORA
MINISTRA DOCTORA DOÑA CARMEN M. ARGIBAY
Considerando:
3º) Para así decidir sostuvo que los actores habían fundado su
acción en el peligro que generaban las condiciones del estadio de Es-
tudiantes de La Plata, así como en su derecho a la seguridad, salud e
integridad física. Refirió que de las inspecciones realizadas resulta-
ba que el estadio necesitaba una remodelación toda vez que la es-
tructura de metal que sostenía las tribunas sufre un proceso de co-
rrosión potencialmente peligroso para los espectadores. No obstante
que el estadio contaba con habilitación y que en los espectáculos ce-
lebrados en los últimos tiempos no se habían producido inconvenien-
tes con las estructuras, correspondía al tribunal efectuar una tutela
preventiva a los fines de garantizar el derecho de los espectadores a
la seguridad.
38 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
medios necesarios para prevenir ese daño. En este contexto, es que los
actores solicitaron la cautelar. De tal manera, si bien la protección
que se reclamó para el derecho a la seguridad de los espectadores con-
sistía en la remodelación del estadio, es atribución de los jueces deter-
minar el alcance de la tutela que a su juicio mejor salva el derecho
invocado sin afectar más de lo necesario los derechos o prerrogativas
de la contraparte, en este caso, la Municipalidad de La Plata. Este es
el sentido del artículo 204 del Código Procesal Civil y Comercial de la
Nación, en cuanto autoriza al juez a dictar una medida cautelar dis-
tinta de la solicitada teniendo en cuenta la importancia de los dere-
chos que se intentan proteger, los que, cabe repetirlo, en el caso son el
derecho a la seguridad por un lado (parte actora) y el medio ambiente
por el otro (parte demandada).
CARMEN M. ARGIBAY.
40 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
CUESTION ABSTRACTA.
No hay causa para fundar una condena en costas en contra del Banco Central de
la República Argentina si la peticionaria no ha expresado razón alguna que lleve
a considerarlo como parte vencida o, en todo caso, que permita predicar a su
respecto que hubiera dado lugar a la promoción de la demanda.
DE JUSTICIA DE LA NACION 41
329
Suprema Corte:
–I–
Por otra parte, solicita una medida cautelar urgente, con el objeto
de que se suspenda la difusión y publicación de los datos cuya rectifi-
cación se peticiona.
– II –
Resulta:
Y Considerando:
Si, prima facie y dentro del limitado marco cognoscitivo propio de la cuestión de
competencia, son demandados la Provincia de Buenos Aires y el Estado Nacio-
nal, la única forma de conciliar lo preceptuado por el art. 117 de la Constitución
Nacional respecto de las provincias, con la prerrogativa jurisdiccional que le asiste
a la Nación –o a una entidad nacional– al fuero federal, sobre la base de lo dis-
puesto en el art. 116 de la Ley Fundamental, es sustanciando la acción en la
instancia originaria de la Corte Suprema.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
Suprema Corte:
–I–
– II –
En efecto, toda vez que, prima facie y dentro del limitado marco
cognoscitivo propio de la cuestión de competencia a dictaminar, son
demandados, la Provincia de Buenos Aires y el Estado Nacional, en-
tiendo que la única forma de conciliar lo preceptuado por el art. 117 de
la Constitución Nacional respecto de las provincias, con la prerrogati-
va jurisdiccional que le asiste a la Nación –o a una entidad nacional–
al fuero federal, sobre la base de lo dispuesto en el art. 116 de la Ley
Fundamental, es sustanciando la acción en esta instancia (Fallos:
305:441; 308:2054; 311:489 y 2725; 312:389 y 1875; 317:746; 320:2567;
322:190; 323:702 y 324:2042).
Demanda interpuesta por Juan José Conde, representado por la Dra. Teresa B.
Pablovsky.
Los litigantes tienen el deber de someterse a sus jueces naturales, ajustarse a las
decisiones que en esos expedientes recaigan y, ante ellos, efectuar cualquier re-
clamo que consideren atendible, a cuyo efecto tendrán que utilizar las vías auto-
rizadas por las leyes procesales, ya que sólo a los jueces que conocen del proceso
es a quienes les incumbe dictar resoluciones sobre la materia litigiosa.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
Suprema Corte:
–I–
– II –
Por ello, es mi parecer que, en virtud del respeto del sistema fede-
ral y de las autonomías provinciales, sólo mediante la vía del art. 15
de la ley 48 podría haberse acudido ante V.E., después de agotada la
instancia local, toda vez que “En nuestro régimen federativo, la admi-
nistración de justicia de cada provincia es independiente de la autori-
dad nacional. Sólo por excepción cuando se trata de casos regidos por
la Constitución, las leyes del Congreso o los tratados con las naciones
extranjeras, puede apelarse para ante la Corte Suprema Federal de las
sentencias de los tribunales provinciales de última instancia, según lo
dispuesto en el art. 14 de la ley 48” (el subrayado me pertenece).
Demanda interpuesta por Valeria Beatriz Cáceres, representada por el Dr. Eduar-
do Cáceres.
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
– IV –
4º) Que el hecho de que los actores sostengan que el decreto pro-
vincial 1369 es inconstitucional no funda la competencia originaria de
este Tribunal en razón de la materia, pues aquélla procede tan sólo
cuando la acción entablada se basa “directa y exclusivamente” en pres-
cripciones constitucionales de carácter nacional, leyes del Congreso o
tratados, de tal suerte que la cuestión federal sea la predominante en
la causa (Fallos: 183:160; 271:244; 318:992, 2457 y 2534) pero no cuan-
do, como sucede en la especie, deben examinarse normas y actos de
naturaleza local que son de competencia de los poderes provinciales
(Fallos: 277:365; 291:232; 292:625; 318:992, 2457 y 2534).
Ello, desde luego, sin perjuicio de que las cuestiones federales que
también puedan comprender este tipo de litigios sean susceptibles de
una adecuada tutela por vía del recurso extraordinario. En efecto, el
art. 14 de la ley 48 consolidará la verdadera extensión de la jurisdic-
ción provincial y preservará el singular carácter de la intervención de
este Tribunal, reservada para después de agotada la instancia local
(Fallos: 311:2478; 318:992).
Nombre de la actora: Manuel Alberto Juárez y María Luisa Bianchi – Dr. Gusta-
vo Alberto Varela.
Nombre de los demandados: Provincia de Catamarca – Dras. Liliana Edith
Barrientos y María Fabiana Meglioli.
Las administradoras creadas por la ley 24.241 integran un sistema con el exclu-
sivo propósito de otorgar beneficios de la seguridad social (art. 14 bis de la Ley
Fundamental), en cambio, el sistema atinente a las sociedades de capitalización
y ahorro, da lugar a una relación de intercambio entre la sociedad administrado-
ra y el ahorrista que, más allá de la fiscalización estatal existente, está domina-
da por los principios de la justicia conmutativa, la autonomía de la voluntad y la
equivalencia de las prestaciones.
El principio de reserva o legalidad exige que una ley formal tipifique el hecho que
se considere imponible y que constituya la posterior causa de la obligación
tributaria.
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
– IV –
Por la índole del planteo y sus efectos propios, pienso que corres-
ponde dilucidar, en primer lugar, si la pretensión de la demandada
–consistente en gravar la actividad desarrollada por la actora durante
los períodos de la litis bajo la alícuota diferencial o agravada del im-
puesto sobre los ingresos brutos, fijada para las “compañías de capita-
lización y ahorro” por el art. 6º de la ley provincial 5368– transgrede el
principio de reserva de ley establecido por el art. 17 de la Constitución
Nacional.
Pero es notorio que este criterio sólo abarca las entidades que, por
su actividad, quedan alcanzadas por el citado reglamento y bajo tute-
la de la Inspección General de Justicia (art. 6º, ley 11.672), sin que
corresponda extenderlo también a aquellas que, como la actora, son
reguladas en su integridad por un régimen legal posterior y sometidas
a otra autoridad de aplicación (Superintendencia de Administradoras
de Fondos de Jubilaciones y Pensiones. Art. 117, ley 24.241).
DE JUSTICIA DE LA NACION 67
329
–V–
– VI –
Resulta:
Considerando:
4º) Que con relación al impuesto sobre ingresos brutos, la ley pro-
vincial 5368 –según la reforma introducida por la ley 6009– fija en su
art. 2º una alícuota general de 4,5% para las actividades de comercia-
lización que enuncia (mayorista y minorista) y de servicios, que tam-
bién enumera, la cual se aplica a “cualquier otro servicio no clasificado
en otra parte”.
6º) Que la ley 24.241 (modificada por sus similares 24.347 y 24.463)
estableció –con alcance nacional– el denominado sistema integrado de
jubilaciones y pensiones (S.I.J.P.) para cubrir las contingencias de la
72 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
10) Que según dispone el decreto 34/86, las actividades de las refe-
ridas sociedades de capitalización y ahorro “sólo podrán ser efectua-
das, previa autorización de la Inspección General de Justicia”, y por
las entidades mencionadas expresamente en su art. 2º. En tal sentido,
de acuerdo a la información brindada por ese organismo, Nación AFJP
S.A. no está alcanzada por el régimen legal de las sociedades de capi-
talización y ahorro y no figura en la nómina de sociedades de esa índo-
le, autorizadas para operar y registradas ante dicho organismo
(fs. 144/152).
17) Que existe una discrepancia entre las partes con respecto a la
trascendencia en el caso de la resolución general 55/95 de la Comisión
Arbitral del Convenio Multilateral del 18 de agosto de 1977. En cuan-
to al encuadramiento de las actividades de las administradoras de
fondos de jubilaciones y pensiones dentro de los distintos regímenes
contenidos en el citado convenio, esa resolución interpretó que en el
supuesto en que aquéllas desarrollen actividades en más de una juris-
dicción adherida al Convenio, resulta aplicable lo dispuesto en su art. 7º
(v. fs. 49/50 y 52 del expediente administrativo 3045/16/97).
18) Que en tal orden de ideas resulta claro que el mentado art. 7º
regula la atribución de los ingresos de las administradoras de fondos
de jubilaciones y pensiones en las distintas jurisdicciones donde ellas
actúan, por lo que la fijación de las alícuotas que se discute en estas
actuaciones constituye una cuestión ajena a su alcance. Esta Corte ha
considerado al referido convenio multilateral como un régimen con-
tractual entre los estados provinciales y la ciudad de Buenos Aires con
arreglo al cual se distribuye la masa imponible entre las distintas ju-
risdicciones (Fallos: 305:1471, considerando 4º). A su vez, la determi-
nación de las alícuotas es una potestad que se reservan las provincias
dentro del ámbito de sus facultades propias, no delegadas al Gobierno
Federal (arts. 121 y siguientes de la Constitución Nacional), de mane-
ra pues que el criterio de reparto establecido por la resolución 55/95,
emanada de la Comisión Arbitral, carece de efectos en el sub judice.
Nombre de la actora: Nación AFJP S.A., representada por los Dres. Marcela A.
Canteruccio y Diego Rodríguez Soneira y patrocinados por los Dres. Alberto B.
Bianchi y Ricardo J. Mihura Estrada.
78 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
CADUCIDAD DE LA INSTANCIA.
2º) Que el planteo debe admitirse toda vez que desde el 25 de no-
viembre de 1994 –actuación que tuvo por objeto instar el procedimien-
to– hasta el 12 de septiembre de 2005 –fecha de la acusación–, ha
transcurrido con exceso –y en diversas oportunidades– el plazo de tres
meses establecido por la disposición señalada, sin que la parte actora
haya realizado actividad alguna tendiente a impulsar el procedimien-
to y sin que se verifique ninguna de las circunstancias eximentes que
prevé el art. 313, inc. 3º, del mismo código.
4º) Que por otra parte cabe destacar que los autos principales fue-
ron remitidos a este Tribunal el 22 de marzo de 2001 (ver fs. 418 vta.),
el que se declaró competente el 19 de noviembre de 2002, medida que
le fue notificada a la demandante el 22 del mismo mes y año (ver fs. 427)
sin que con posterioridad, y a pesar del tiempo transcurrido desde su
radicación, haya siquiera denunciado la promoción del incidente sino
que fue el Tribunal el que al advertir su existencia por providencia de
fecha 30 de junio de 2005 (ver fs. 502) ordenó su remisión, lo que de-
muestra la total falta de interés de parte de la actora en impulsar su
curso.
Suprema Corte:
En tal orden de ideas, cabe indicar que la acción fue iniciada por el
Banco Nación ante los tribunales de la provincia del Chaco contra ve-
cinos de esa provincia. En tal situación, toda vez que a los particulares
no le es dado declinar los tribunales de su propio fuero (Ver Fallos:
310:85; 1899 y 317:927), el derecho a la jurisdicción federal es una
82 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Por ello, estimo que corresponde que este proceso continúe su trá-
mite, por ante el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial
Nº 4, de Resistencia, Provincia del Chaco. Buenos Aires, 7 de julio de
2005. Marta A. Beiró de Gonçalvez.
Suprema Corte:
Para así resolver, alegó que los instrumentos apócrifos fueron pre-
sentados ante el Instituto de Loterías y Casinos de la Provincia de
Buenos Aires, con sede en La Plata, para despojar a “All Game S.A.”
de la concesión, por lo que correspondería al tribunal de esa jurisdic-
ción conocer en la causa (fs. 350/351).
Autos y Vistos:
Suprema Corte:
Autos y Vistos:
PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO.
LEYES PROCESALES.
Si bien es cierto que las leyes sobre procedimiento son de orden público y se
aplican a las causas pendientes, también lo es que su aplicación se encuentra
limitada a los supuestos en que no se prive de validez a los actos procesales
cumplidos, ni se deje sin efecto lo actuado de conformidad con las leyes anterio-
res, máxime cuando ello desbarataría una situación consolidada a favor del recu-
rrente con privación de justicia respecto de derechos de naturaleza alimentaria
que gozan de protección constitucional.
Suprema Corte:
En relación con él, creo necesario recordar que, si bien V.E. tiene
reiteradamente dicho que a los fines del recurso extraordinario pre-
visto en el artículo 14 de la ley 48, revisten carácter de definitivas, no
sólo aquellas sentencias que ponen fin al pleito e impiden su prosecu-
ción, sino también las que causan un agravio de imposible o insufi-
ciente reparación ulterior (Fallos: 310:1045; 312:2348; 323:1084;
325:2623 entre muchos otros), considero que en el caso la resolución
que declaró no habilitada la instancia judicial es asimilable a una sen-
tencia definitiva, en cuanto clausura totalmente el acceso del actor a
la jurisdicción (Fallos: 312:1724).
Considerando:
2º) Que el a quo sostuvo, haciendo suyos los fundamentos del se-
ñor Fiscal General, que el beneficiario de una jubilación había solici-
tado el reajuste de su haber ante la ANSeS y que solo después de casi
diez años había deducido la demanda judicial sin acreditar que hubie-
se requerido pronto despacho en sede administrativa, por lo que no se
habían cumplido los plazos legales para que tuviese plena operatividad
el instituto del silencio.
7º) Que esta Corte ha dicho que si bien es cierto que las leyes sobre
procedimiento son de orden público y se aplican a las causas pendien-
tes, también lo es que su aplicación se encuentra limitada a los su-
puestos en que no se prive de validez a los actos procesales cumplidos,
ni se deje sin efecto lo actuado de conformidad con las leyes anteriores;
máxime cuando ello desbarataría una situación consolidada a favor
del recurrente con privación de justicia respecto de derechos de natu-
raleza alimentaria que gozan de protección constitucional (Fallos:
319:2151 y 2215).
DISIDENCIA DE LA SEÑORA
MINISTRA DOCTORA DOÑA CARMEN M. ARGIBAY
Considerando:
CARMEN M. ARGIBAY.
EJECUCION FISCAL.
Tal como lo disponen los arts. 604 y 605 del Código Procesal Civil y Comercial de
la Nación, la ejecución de los honorarios se encuentra comprendida en el art. 92
de la ley 11.683, si el pleito tuvo por objeto perseguir el cobro de una deuda de la
seguridad social derivada de retenciones correspondientes a dieciocho depen-
dientes de la demandada regidos por la ley 18.820.
JUICIO EJECUTIVO.
El art. 554 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, al disponer dos
criterios diversos respecto a la apelabilidad en el juicio ejecutivo, ha considerado
que la apelación de los honorarios no está ligada ni tiene razonable relación con
los fines perseguidos al adoptar el criterio restrictivo en materia de apelación de
sentencia de remate en el juicio ejecutivo.
EJECUCION FISCAL.
auto de intimación de pago y embargo (t.o. 1978), por lo que no pueden tener
cabida en ella los pronunciamientos sobre puntos que, como la regulación de
honorarios, son ajenos a lo que debe ser materia de decisión en la sentencia.
HONORARIOS: Regulación.
HONORARIOS: Regulación.
HONORARIOS: Regulación.
El art. 63 de la ley 21.839 establece la aplicación de esa ley a todos los asuntos o
procesos pendientes en los cuales no hubiere recaído resolución firme regulando
honorarios al tiempo de su entrada en vigencia.
HONORARIOS: Regulación.
HONORARIOS: Regulación.
A efectos de establecer las retribuciones, debe considerarse, como uno de los ele-
mentos de análisis, si compensaciones equivalentes de las pretendidas pueden
ser obtenidas por otros miembros de la comunidad –en el ámbito público o priva-
do– mediante la realización de una actividad socialmente útil, desempeñando
las más altas responsabilidades o en las especialidades de mayor complejidad
que obtienen las más elevadas contraprestaciones (Voto de la Dra. Elena I.
Highton de Nolasco).
HONORARIOS: Regulación.
HONORARIOS: Regulación.
HONORARIOS: Regulación.
HONORARIOS: Regulación.
HONORARIOS: Regulación.
HONORARIOS: Regulación.
HONORARIOS: Regulación.
El art. 63 de la ley 21.839 –no derogado por la ley 24.432– no debe soslayarse al
interpretar la aplicación del art. 13 de la ley 24.432, ya que su invocación en los
casos concretos estaría condicionada a la existencia y fundamentación del irra-
zonable resultado que se obtendría de aplicar exclusivamente las escalas porcen-
tuales y prescindir de las pautas enunciadas en el art. 6º y ratificadas en el art. 13
citado (Voto del Dr. Juan Carlos Maqueda).
La misión judicial no se agota con la remisión a la letra de los textos legales, sino
que requiere del intérprete la búsqueda de la significación jurídica o de los pre-
ceptos aplicables que consagre la versión técnicamente elaborada y adecuada a
su espíritu, debiendo desecharse las soluciones notoriamente injustas que no se
avienen con el fin propio de la investigación judicial de determinar los principios
acertados para el reconocimiento de los derechos de los litigantes (Votos del Dr.
Juan Carlos Maqueda y del Dr. E. Raúl Zaffaroni).
98 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
HONORARIOS: Regulación.
HONORARIOS: Regulación.
HONORARIOS: Regulación.
EJECUCION FISCAL.
EJECUCION FISCAL.
EJECUCION FISCAL.
Toda vez que existe una norma específica que veda la apelación de las sentencias
en las ejecuciones fiscales (art. 92 de la ley 11.683, texto según ley 23.658), sin
100 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
hacer salvedad alguna con relación a los honorarios allí regulados, no correspon-
de integrar el régimen con lo previsto para el juicio ejecutivo por el art. 554 del
Código Procesal Civil y Comercial de la Nación (Disidencia del Dr. Ricardo Luis
Lorenzetti).
Considerando:
6º) Que el art. 554 del Código Procesal Civil y Comercial de la Na-
ción dispone de dos criterios diversos respecto a la apelabilidad en el
juicio ejecutivo, según se trate de la sentencia de remate o de las regu-
laciones de honorarios. En el primer caso establece un criterio fuerte-
mente restrictivo guiado por la propia naturaleza del tipo de proceso y
102 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Considerando:
Considerando:
12) Que como principio general cabe sostener que los arts. 6º, 7º y
13 de la leyes 21.839 y 24.432, configuran un bloque normativo con
determinación de pautas para fijar los honorarios que debe ser anali-
zado y ponderado en conjunto al momento de efectuar las pertinentes
regulaciones. La escala dispuesta en el art. 7º configura una pauta
general, una directriz, que permite verificar en cada caso concreto el
grado de razonabilidad del resultado de la regulación en orden a las
pautas y principios receptados en el art. 6º, estos últimos de pondera-
ción exclusiva en cada caso concreto.
Considerando:
E. RAÚL ZAFFARONI.
Considerando:
4º) Que el art. 3º del decreto 507/93, al modificar el art. 2º del de-
creto 2741/91, estableció que la Dirección General Impositiva será la
114 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Considerando:
4º) Que el art. 3º del decreto 507/93, al modificar el art. 2º del de-
creto 2741/91, estableció que la Dirección General Impositiva será la
encargada de la ejecución judicial de los recursos de la seguridad so-
cial, correspondientes a los regímenes nacionales de jubilaciones y
pensiones, sean de trabajadores en relación de dependencia o autóno-
mos.
5º) Que el art. 92 de la ley 11.683 (texto según ley 23.658) dispone
que la sentencia de ejecución será inapelable.
En tales condiciones, toda vez que existe una norma específica que
veda la apelación de las sentencias en esta clase de ejecuciones, sin
hacer salvedad alguna con relación a los honorarios allí regulados, no
corresponde integrar el régimen con lo previsto para el juicio ejecutivo
por el art. 554 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación.
Recursos ordinarios interpuestos por el Fisco Nacional, representado por los Dres.
Víctor Samuel De la Vega Madueño y por Clímaco De la Peña y Guillermo
Avila Carvajal, por propio derecho.
Traslado contestado por Clímaco De la Peña y Guillermo Avila Carvajal, represen-
tado por el Dr. Carlos E. Colautti, patrocinado por el Dr. Clímaco De la Peña y
Guillermo Avila Carvajal.
Tribunal de origen: Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán
Tribunales que intervinieron con anterioridad Juzgado Federal de Tucumán.
SILVESTRE MORE
Considerando:
Considerando:
Considerando:
Considerando:
nos Aires s/ inconst. arts. ley 12.607 (B.O.P. del 22 al 26/1/2001)”, Fa-
llos: 327:3732), sentencia del 21 de septiembre de 2004.
El art. 109 de la ley 20.416, del Servicio Penitenciario Federal, que habilita in-
gresar a la administración pública, sin el deber de suspender la percepción del
124 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
En mi opinión, existe en sub lite dos temas que con carácter previo
resulta necesario aclarar a fin de precisar el marco de actuación en la
producción normativa de los distintos poderes en juego. En primer
lugar, es del caso señalar que las facultades del legislativo de crear o
suprimir empleos surgen conferidas en el art. 75 inciso 20 de la Carta
Magna, que le reconoce a dicho Poder la construcción de espacios en la
función pública, fijando los derechos y obligaciones de los agentes que
prestarán servicios en ellos. En segundo lugar, el reconocimiento cons-
titucional al Poder Ejecutivo de ejercer su facultad de nombrar a quién
ha de ocuparlos, con la implícita atribución de fijar un régimen de
incompatibilidades para ello. El tribunal a quo –a mi criterio correcta-
mente– entendió que estas restricciones para el acceso resultan corre-
lativas de las de nombrar o remover los funcionarios y empleados pú-
blicos (v. fs. 85). El ejercicio de esa potestad le corresponde al Presi-
dente de la República como Jefe de Gobierno y responsable político de
la administración general del país (art. 99 inciso 1º y 7º de la C.N.).
Considerando:
Que esta Corte comparte y hace suyos, con exclusión de las citas
de Fallos: 253:478 y 249:373 (confr. última parte del párrafo 11 del
capítulo III), los fundamentos expuestos por el señor Procurador Fis-
cal en su dictamen, a los que cabe remitir en razón de brevedad.
Considerando:
ACLARATORIA.
ACLARATORIA.
mo de los mayores gastos que la actora debió soportar a raíz del cambio de diseño
de los refugios peatonales cuya explotación le había otorgado la municipalidad
mediante un permiso de uso.
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
– IV –
Considerando:
Considerando:
Recurso de hecho deducido por la Dra. Graciela Mabel Oriz, por Ingeniero Augusto
H. Spinazzola S.C.A.
Tribunal de origen: Sala J de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Juzgado Nacional de Primera Ins-
tancia en lo Civil Nº 28.
Corresponde habilitar la instancia del art. 14 de la ley 48, toda vez que se discute
la validez de actos emanados de una autoridad nacional –ordenanza dictada por
una universidad nacional– y la decisión definitiva de los jueces de la causa es
contraria a las pretensiones que el recurrente funda en ellos.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
– IV –
–V–
– VI –
Considerando:
Recurso de hecho deducido por la Universidad Nacional de Mar del Plata represen-
tada por el Dr. César Raúl Sivo, en calidad de apoderado.
Tribunal de origen: Cámara Federal de Apelaciones de Mar del Plata.
Considerando:
Considerando:
RECURSO DE CASACION.
La interpretación del art. 456 del Código Procesal Penal de la Nación conforme a
la teoría del máximo rendimiento, o sea, exigiendo que el tribunal competente en
materia de casación agote su capacidad revisora conforme a las posibilidades y
particularidades de cada caso, revisando todo lo que le sea posible revisar, archi-
vando la impracticable distinción entre cuestiones de hecho y de derecho, consti-
tuyéndolo en custodio de la correcta aplicación racional del método de recons-
trucción histórica en el caso concreto, tiene por resultado un entendimiento de la
ley procesal penal vigente acorde con las exigencias de la Constitución Nacional
y es la que impone la jurisprudencia internacional.
–Del precedente “Casal”, al que remitió la Corte Suprema–.
RECURSO DE CASACION.
El art. 456 del Código Procesal Penal de la Nación debe entenderse en el sentido
de que habilita a una revisión amplia de la sentencia, todo lo extensa que sea
posible al máximo esfuerzo de revisión de los jueces de casación, conforme a las
posibilidades y constancias de cada caso particular y sin magnificar las cuestio-
nes reservadas a la inmediación, sólo inevitables por imperio de la oralidad con-
forme a la naturaleza de las cosas (Voto de la Dra. Elena I. Highton de Nolasco).
–Del voto emitido en el precedente “Casal”, al que remitió el voto–.
Para el cómputo del plazo para la interposición de la queja debe tenerse en cuen-
ta la notificación personal al imputado. Lo contrario implicaría admitir que una
decisión condenatoria quedara firme con la sola conformidad del defensor, tem-
peramento que en modo alguno condeciría con la preferente tutela que debe me-
recer la garantía de defensa en juicio (Voto del Dr. Carlos S. Fayt).
–Del voto emitido en el precedente “Dubra”, al que remitió el voto–.
150 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
RECURSO DE CASACION.
Hasta 1994 era discutible el alcance del art. 456 del Código Procesal Penal de la
Nación, en tanto no se advertía la clara existencia de obstáculos constitucionales
para interpretar que ese dispositivo legal mantenía el recurso de casación en
forma tradicional u originaria, pero desde 1994, el art. 8.2.h de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos y el art. 14.5 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos pasaron a configurar un imperativo constitucional
(siempre que su contenido no resulte violatorio de los principios de derecho pú-
blico local establecidos en el art. 27 de la Constitución Nacional como manifesta-
ción inequívoca de la soberanía estatal) (Voto del Dr. Carlos S. Fayt).
–Del voto emitido en el precedente “Casal”, al que remitió el voto–.
RECURSO DE CASACION.
La doctrina que establece que el recurso de casación reglado por el art. 456 del
Código Procesal Penal de la Nación no debe entenderse circunscripto a la unifor-
midad de la jurisprudencia sino que, por el contrario, autoriza una revisión más
amplia de cualquier objeto restante del proceso, debe hacerse extensiva a los
recursos de casación u otros análogos previstos por los ordenamientos procesales
penales de las provincias, solución que se impone en virtud de lo dispuesto por el
art. 31 de la Constitución Nacional (Voto del Dr. E. Raúl Zaffaroni).
–Del voto emitido en el precedente “Merlo”, al que remitió el voto–.
RECURSO DE CASACION.
La garantía de doble instancia exige, como regla, que el imputado tenga la posi-
bilidad de someter la totalidad del contenido de la sentencia de condena al escru-
tinio del tribunal del recurso, quedando fuera del examen en segunda instancia
aquellas cuestiones que, en razón de encontrarse directamente vinculadas con la
inmediación propia del debate oral, resultan de imposible reedición ante el tribu-
nal del recurso, y sin que ese examen pueda ir más allá de los agravios plantea-
dos por el recurrente, en tanto se trata de un derecho en cabeza del imputado,
que éste ejerce en la medida en que la decisión de condena le causa agravio (Voto
de la Dra. Carmen M. Argibay).
RECURSO DE CASACION.
El art. 456 del Código Procesal Penal de la Nación no contiene una infracción
literal a la garantía constitucional de revisión del fallo condenatorio, en tanto
dicho precepto procesal no establece una prohibición de que las sentencias dicta-
das por los tribunales orales puedan ser revisadas integralmente por la Cámara
de Casación si son, a su vez, integralmente cuestionadas por el condenado (Voto
de la Dra. Carmen M. Argibay).
DE JUSTICIA DE LA NACION 151
329
RECURSO DE CASACION.
En cada caso de jurisdicción federal en que se esté ante una posible infracción al
derecho del imputado a solicitar la revisión de la sentencia de condena, deberá
examinarse la interpretación y aplicación que la Cámara de Casación hizo del
art. 456 del Código Procesal Penal de la Nación (Voto de la Dra. Carmen M.
Argibay).
RECURSO DE CASACION.
Corresponde dejar sin efecto el pronunciamiento que se negó a tratar los argu-
mentos que la parte le había sometido a estudio y esa negativa no se fundó ni en
la omisión de la parte de plantear esas cuestiones ni en que la revisión fuera
imposible de hecho, sino en que tales asuntos resultarían ajenos a la instancia de
casación, pues ha aplicado el art. 456 del Código Procesal Penal de la Nación de
un modo que viola el derecho a la doble instancia (arts. 8.2.h de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos y 14.2 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos) (Voto de la Dra. Carmen M. Argibay).
Vistos los autos: “Recurso de hecho deducido por Ariel David Salas
en la causa Salas, Ariel David s/ ley 23.737 –causa Nº 39.363–”, para
decidir sobre su procedencia.
Considerando:
Considerando:
Considerando:
Fallos: 311:2502; 323:1440 –disidencia del juez Fayt– así como en las
causas D.293.XXXIX. “Dubra, David Daniel y otro s/ causa Nº 348”
(Fallos: 327:3802) –voto del juez Fayt– y V.146.XXXIX. “Villaroel
Rodríguez, Oscar Alejandro s/ homicidio culposo” –voto del juez Fayt–,
del 21 de septiembre de 2004, respectivamente.
CARLOS S. FAYT.
Considerando:
E. RAÚL ZAFFARONI.
Considerando:
Autos y Vistos:
CARMEN M. ARGIBAY.
Recurso de hecho interpuesto por Ariel David Salas, representado por la defensora
oficial ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Dra. Stella Maris
Martínez.
Tribunal de origen: Sala Ia. de la Cámara de Casación Penal.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Tribunal Oral en lo Criminal Fede-
ral Nº 2, de la Provincia de Córdoba.
apelante sustenta sus quejas en situaciones eventuales del curso del proceso, a
las que califica como hipotéticas e improbables, lo que denota que los agravios
son conjeturales.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
Lo atinente al alcance dado a las previsiones del art. 94 del Código Procesal Civil
y Comercial de la Nación, es una cuestión de evidente naturaleza procesal y de
hecho, no susceptible de revisión por vía del recurso extraordinario.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
TERCEROS.
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
Por otro lado, cabe poner de relieve que el rechazo por el tribunal
de su aplicación al caso, se sustentó en la inexistencia de elementos de
juicio que se hayan traído en la defensa referidos al vínculo jurídico
que mantiene la demandada con los terceros que pretende traer a jui-
cio para determinar en qué medida la decisión de nulidad de la asam-
blea pudieran sustentar la posibilidad de una acción regresiva, aspec-
tos éstos con los que el apelante sólo mantiene una postura discrepan-
te, que no alcanza a demostrar la arbitrariedad de la decisión.
Por otra parte, es del caso señalar que la aplicación del artículo 94
del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, es de aplicación
162 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Considerando:
N. N.
Suprema Corte:
Todo ello, además dentro del ámbito de la ley 23.737, que expresa-
mente contempla la reducción de penas para las personas incursas en
cualquiera de los delitos previstos en ella, que revelen la identidad de
coautores, partícipes o encubridores de los hechos investigados o pro-
porcionen datos que permitan progresar en la pesquisa (artículo 29
ter).
Autos y Vistos:
Los sujetos titulares del privilegio conferido por el art. 117 de la Constitución
Nacional, en cuanto a la competencia originaria de la Corte Suprema, son tan
solo los agentes extranjeros que se encuentran acreditados en nuestro país en
algún cargo que les confiera status de agente diplomático, en los términos del
art. 1º, inc. e), de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
166 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Si el imputado cesó en las funciones que había desempeñado con rango de aforado
en nuestro país y abandonó su territorio, no existe fundamento legal para que la
Corte Suprema ejerza su competencia originaria.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
Suprema Corte:
Sin embargo, toda vez que de la propia denuncia surge que el im-
putado cesó en las funciones que había desempeñado con rango de
aforado en nuestro país y abandonó su territorio, resulta de aplicación
DE JUSTICIA DE LA NACION 167
329
Autos y Vistos:
Suprema Corte:
–I–
– II –
Autos y Vistos:
Suprema Corte:
Autos y Vistos:
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
– IV –
Autos y Vistos:
Es competente por razón de la materia, conforme a los arts. 43 y 43 bis del decre-
to-ley 1285/58, reformado por la ley 23.637, la Justicia Nacional de Primera Ins-
178 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
– IV –
Autos y Vistos:
Vistos los autos: “Bagalio, Hugo Jorge y otros c/ Caja de Ret. Jub.
Pen. de la Policía Federal s/ personal militar y civil de las FF.AA. y de
seg.”.
DE JUSTICIA DE LA NACION 183
329
Considerando:
Considerando:
Recurso extraordinario interpuesto por Bagalio, Hugo Jorge, representado por el Dr.
Enrique Fiszbin.
Traslado contestado por la Caja de Retiros, Jub. y Pen. de la Policía Federal,
representada por la Dra. Paula A. Cejas.
Tribunal de origen: Cámara Federal de la Seguridad Social, Sala I.
RADIODIFUSION.
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
Considerando:
Que esta Corte comparte y hace suyos los fundamentos del dicta-
men del señor Procurador Fiscal subrogante, a cuyos términos se re-
mite en razón de brevedad.
Recurso extraordinario interpuesto por Alfredo David Brun, actor en autos, repre-
sentado por la Dra. Alicia Beatriz Sala en su carácter de apoderada.
Traslado contestado por el Comité Federal de Radiodifusión, demandado en au-
tos, representado por el Dr. Fabián Alfredo Salomón.
Tribunal de origen: Cámara Federal de Apelaciones de Paraná.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Juzgado Federal de Primera Ins-
tancia de Concepción del Uruguay.
Los agravios deducidos contra el pronunciamiento que no hizo lugar a las refor-
mas introducidas por un partido político a su carta orgánica para que los
“adherentes”, además de los afiliados, eligieran las primeras autoridades parti-
darias y dejó sin efecto el llamado previsto con tal objeto, suscitan cuestión fede-
ral suficiente para su tratamiento por la vía extraordinaria, pues se halla en tela
de juicio la interpretación de normas federales y la sentencia definitiva del tribu-
nal superior de la causa ha sido adversa a las pretensiones que el recurrente
fundó en ellas.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
PARTIDOS POLITICOS.
Los partidos políticos revisten la condición de auxiliares del Estado y son organi-
zaciones de derecho público no estatal, necesarias para el desenvolvimiento de la
democracia, que condicionan los aspectos más íntimos de la vida política nacio-
nal e incluso, la acción de los poderes gubernamentales. En consecuencia, al re-
glamentarlos, el Estado cuida una de las piezas principales y más sensibles de su
complejo mecanismo vital.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
PARTIDOS POLITICOS.
PARTIDOS POLITICOS.
PARTIDOS POLITICOS.
JURISPRUDENCIA.
hubieran diferido los hechos y el marco jurídico, tal diferencia no demuestra con
total suficiencia que quepa apartarse del principio general sentado.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
PARTIDOS POLITICOS.
PARTIDOS POLITICOS.
Suprema Corte:
–I–
que integran la junta promotora. Por tal motivo, para que esos comicios
sean válidos estimaron necesario que las organizaciones reúnan un
mínimo de 4.000 afiliados.
Con respecto a los afiliados, indicaron que a partir del acto volun-
tario y su ulterior admisión, los ciudadanos se convierten en sujetos
de los derechos y obligaciones derivados de la gestión del partido que,
sustancialmente, consisten en la facultad de participar en su gobierno
y administración y en la elección interna de sus autoridades. El hecho
de asociarse, agregaron, impone en todos los casos, según los términos
192 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
– II –
– III –
– IV –
Desde el momento que uno de los agravios del Partido está endere-
zado a cuestionar la decisión adoptada por el a quo, porque le impedi-
DE JUSTICIA DE LA NACION 195
329
ría participar en las próximas elecciones del corriente año con candi-
datos propios, impone examinar dicha circunstancia en forma previa,
puesto que el Tribunal, reiteradamente, ha señalado que sus senten-
cias deben ceñirse a la situación existente al momento de ser dictadas
(Fallos: 301:947; 306:1160; 318:342, entre muchos otros), a la vez que
ha subrayado que la subsistencia de los requisitos jurisdiccionales es
comprobable de oficio y su desaparición importa la de poder juzgar
(Fallos: 315:466) y que, entre tales extremos, se halla la inexistencia
de gravamen cuando las circunstancias sobrevinientes han tornado
inoficiosa la decisión pendiente (Fallos: 313:1081).
–V–
– VI –
Considerando:
Toda vez que los agravios vinculados con la arbitrariedad del fallo se encuentran
inescindiblemente ligados a la inteligencia de las normas federales, resulta pro-
cedente tratar en forma conjunta ambos aspectos.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
MEDICAMENTOS.
Suprema Corte:
–I–
lante ANMAT) que, a los dos primeros, les impuso una sanción de
cuatro mil pesos de multa por infracción al art. 2º de la Ley de Medica-
mentos y al art. 3º de la disposición ANMAT Nº 2084/99 y de dos mil
pesos al último de los nombrados, como responsable solidario, en los
términos del art. 3º de la citada ley.
– II –
– III –
– IV –
–V–
– VI –
Considerando:
Recurso de hecho deducido por el Dr. Adrián E. Galli Basualdo por la Administra-
ción Nacional de Medicamentos Alimentos y Tecnología Médica (A.N.M.A.T.).
Tribunal de origen: Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Penal Econó-
mico Nº 1.
HONORARIOS: Regulación.
Las resoluciones que deciden cuestiones de hecho y procesales, como son las
atinentes al monto de los honorarios regulados en las instancias ordinarias, la
apreciación de los trabajos profesionales cumplidos y la interpretación y aplica-
ción de las normas arancelarias, son insusceptibles de tratamiento por la vía
extraordinaria, más aún cuando la discrecionalidad judicial se ha ejercido te-
niendo en cuenta las normas que rigen las regulaciones y se ha hecho un razona-
ble ejercicio de aquélla.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
Ahora bien, cabe recordar que tiene dicho la Corte que las cuestio-
nes que se suscitan en materia de regulación de honorarios en las ins-
tancias ordinarias son ajenas, como principio, a la vía que prevé el
art. 14 de la ley 48, así como que la doctrina de la arbitrariedad es
particularmente restringida sobre el punto; máxime, si no se advier-
ten circunstancias relevantes que autoricen un apartamiento de tales
principios, lo que ocurre cuando la sentencia aparece suficientemente
fundada en los antecedentes de la causa y las consideraciones de or-
den procesal en las normas arancelarias que cita; tema de eminente
naturaleza común y de derecho adjetivo.
Considerando:
Que las cuestiones propuestas por los apelantes han sido objeto de
adecuado tratamiento en el dictamen de la señora Procuradora Fiscal,
a cuyos fundamentos y conclusiones corresponde remitir por razones
de brevedad.
Recurso de hecho interpuesto por los Dres. Andrés Sanguinetti y Matías Sporleder,
por derecho propio.
Tribunal de origen: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial Sala D.
212 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Suprema Corte:
Autos y Vistos:
RECUSACION.
RECUSACION.
RECUSACION.
RECUSACION.
Suprema Corte:
–I–
– II –
Ante todo, cabe recordar que resulta aplicable al sub lite el art. 6º,
inc. 4º del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, según el
cual, en las diligencias preliminares será juez competente el que deba
conocer en el proceso principal.
1º) Que a fs. 4/10, Ariel Adolfo Ontivero, con domicilio en la Capi-
tal Federal, solicitó la concesión de diligencias preliminares –medidas
de prueba anticipada– con fundamento en el art. 326 del Código Pro-
cesal Civil y Comercial de la Nación.
2º) Que a fs. 11/12 el titular a cargo del Juzgado Federal se declaró
incompetente por ser demandada una provincia en una causa civil.
Nombre del actor: Ariel Adolfo Ontivero, apoderado: Dr. Gustavo Llaver.
Tribunal de origen: Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Civil y Comer-
cial Federal Nº 8.
TERCEROS.
TERCEROS.
Suprema Corte:
–I–
– II –
dieran dentro de las facultades propias reconocidas por los arts. 121 y
sgtes. de la Constitución Nacional (Fallos: 311:1588; 312:282; 313:548,
entre otros).
Suprema Corte:
En ella refiere que poseía el diez por ciento del paquete accionario
de la firma “Engel S.A.”, que se dedicaba a la producción y venta de
artículos de limpieza.
Autos y Vistos:
art. 54 del Código Penal, que no puede ser escindida, ya que el segundo tipo se
cumple como una forma de agotamiento del primero.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
Cuando existe concurrencia ideal entre un delito común y otro de índole federal,
es a éste fuero al que corresponde continuar con la investigación.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
Suprema Corte:
Autos y Vistos:
La competencia para resolver una acción con sustento en normas de la ley 23.551,
incumbe a los jueces o tribunales con competencia laboral en las respectivas ju-
risdicciones. Según lo establecido, entre otros, por los arts. 8 de la ley 24.588 y 20
y 21 de la ley 18.345, en el marco de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, esa
competencia concierne a los jueces nacionales del Trabajo.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
Suprema Corte:
–I–
– II –
324:2592; entre muchos). En ese ámbito, cabe reiterar que del escrito
de inicio se desprende que el pretensor promovió acción de amparo con
el objeto de ser reintegrado a su empleo, alegando su condición de
delegado sindical y la existencia de prácticas desleales por parte de la
empleadora (v. arts. 52 y 53, ley Nº 23.551).
Autos y Vistos:
En tanto el inc. b) del art. 2º de la ley 24.655 estipula que los juzgados de Prime-
ra Instancia de la Seguridad Social serán competentes en las demandas que ver-
sen sobre la aplicación del sistema integrado de jubilaciones y pensiones estable-
cido por la ley 24.241 y sus modificatorias, resulta competente dicho fuero para
resolver la demanda por cobro de aportes previsionales.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
Suprema Corte:
–I–
– II –
Autos y Vistos:
JUBILACION Y PENSION.
JUBILACION Y PENSION.
Considerando:
LUO GAN
Suprema Corte:
Y si bien a tenor del informe del que se da cuenta a fs. 68, Luo Gan
gozaría de inmunidad diplomática, el declinante reconoce que el im-
putado no se encuentra más en el país, donde permaneció por pocos
días, en calidad de invitado del gobierno nacional, por lo que no ad-
vierto circunstancia alguna que imponga la intervención del Tribunal,
con arreglo a lo dispuesto en los artículos 116 y 117 de la Constitución
Nacional y sus leyes reglamentarias (Fallos: 320:1743 y sentencias
del 3 de octubre de 2002 in re “Federación de Veteranos de Guerra s/
denuncia”, F. 12, L.XXXVIII y del 6 de febrero de 2003 in re “Zeballos,
Fernando s/ denuncia”, Z. 412, L.XXXVIII).
Autos y Vistos:
RECUSACION.
1º) Que el querellante recusa a los miembros del Tribunal que sus-
cribieron el pronunciamiento de fs. 775, pues sostiene que al no hacer
244 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
JURISPRUDENCIA.
En ausencia de una regla dictada por el Congreso que restrinja el alcance del
recurso extraordinario a las sentencias dictadas por la Cámara de Casación, no
corresponde denegar el recurso extraordinario por no haberse deducido contra
un fallo de ese tribunal (Disidencia de la Dra. Carmen M. Argibay).
Suprema Corte:
–I–
La Sala II de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y
Correccional Federal confirmó la resolución de primera instancia que
246 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
– II –
Para una mejor comprensión de las cuestiones traídas a debate,
primeramente estimo adecuado precisar los aspectos fácticos sustan-
ciales del caso en el cual he sido llamado a pronunciarme.
– III –
De acuerdo con el apelante, tanto de la decisión del a quo como de
la de primera instancia surgiría que los hechos investigados habrían
estado inspirados por un fin exclusivamente patrimonial individual.
Sostiene, por ello, que ni el desapoderamiento de bienes ni la priva-
DE JUSTICIA DE LA NACION 247
329
Alega, además, que, aun si así se los considerase, las normas que,
según el a quo, reputarían los hechos del caso como de lesa humani-
dad y, por ende, imprescriptibles serían posteriores al momento de su
comisión. Ello significaría que la aplicación de esas normas a hechos
pasados resultaría ex post facto y, por tanto, inconstitucional al des-
atender la exigencia de ley previa del principio de legalidad (artículo
18 de la Constitución Nacional).
inciso 17, de la Ley Fundamental (actual artículo 75, inciso 20) que en
lo pertinente alude a la concesión de amnistías generales; sustitución
que agravia el principio de separación de poderes que surge de los
artículos 1, 33, 75 y concordantes de ese cuerpo normativo. Considera
que el Congreso pudo, válida y constitucionalmente, dictar leyes de tal
naturaleza, por la potestad que asiste a los Estados de procurar sus
propios fines y adoptar los medios que estimen conducentes para lo-
grarlos, entre los que cuenta procurar la reconciliación y pacificación
nacional como objetivos en mira al dictarse tales leyes. Por ello, con-
cluye que los tribunales inferiores, al sostener la invalidez e
inconstitucionalidad de esas normas, se han arrogado facultades ex-
clusivas de los poderes políticos, lo cual resulta violatorio de los artícu-
los 1, 22 y 33 de la Constitución Nacional.
– IV –
Por principio, V.E. tiene establecido que el auto por el que se dis-
pone la prisión preventiva no constituye sentencia definitiva en los
términos del artículo 14 de la ley 48, ni tampoco es equiparable a ella
(Fallos: 212:1045; 254:12; 295:701; 304:152; 313:511, entre otros). La
reparabilidad del auto de prisión preventiva la ha fundamentado V.E.
en la circunstancia de que la tutela jurisdiccional de la libertad
ambulatoria puede ser obtenida por medio de la articulación de la ex-
carcelación, y, en su caso, mediante la interposición del recurso ex-
traordinario contra la sentencia que, al denegarla, definitivamente
coarta la libertad.
–V–
– VI –
C
En consecuencia, debo reafirmar aquí la posición institu-
cional sostenida a lo largo de mi gestión, en el sentido de que
es tarea del Ministerio Público Fiscal, como custodio de la le-
galidad y los intereses generales de la sociedad, como impe-
rativo ético insoslayable, garantizar a las víctimas su derecho
a la jurisdicción y a la averiguación de la verdad sobre lo acon-
tecido en el período 1976–1983, en un contexto de violación
sistemática de los derechos humanos, y velar, asimismo, por el
cumplimiento de las obligaciones de persecución penal asu-
midas por el Estado argentino.
– VII –
Ahora bien, el apelante cuestiona la condición de crimen de lesa
humanidad de los hechos investigados, pues sostiene que fueron lleva-
dos a cabo inspirados exclusivamente por un fin patrimonial indivi-
dual. En concreto, alega que, al no haber sido cometidos con el motivo
de combatir el terrorismo, no quedan comprendidos en la definición
del artículo 10 de la ley 23.049 y, por lo tanto, tampoco le son aplica-
bles las leyes de punto final y de obediencia debida. Por consiguiente,
sostiene que se trataría, en realidad, de delitos comunes, por lo que
sería innecesario discutir la constitucionalidad de las leyes, y que por
256 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
– VIII –
– IX –
En concreto, en lo que sigue expondré las razones por las que con-
sidero que las leyes cuestionadas resultan, en el presente caso, incom-
patibles con el deber de investigar y sancionar a los responsables de
graves violaciones a los derechos humanos que surge de los artículos
1.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y 2.2 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; normas éstas que
integran el derecho interno nacional con jerarquía constitucional.
–X–
– XI –
La cuestión que resta ahora por abordar es si los hechos del caso,
que han perdido la cobertura de esas leyes, pueden ser aún persegui-
dos penalmente o si, por el contrario, la acción penal para ello ha
prescripto por el transcurso del tiempo. Desde ya adelanto mi opinión
en el sentido de que los delitos atribuidos no se encuentran prescriptos
de acuerdo con el Código Penal, ni tampoco a la luz de las normas del
Derecho internacional de los derechos humanos que también integran
nuestro Derecho positivo interno.
prueba en tal sentido, y, como se dijo más arriba, la más notoria deri-
vación de este hecho –la desaparición de la víctima– tiene su razón de
ser en el particular accionar del autor, una circunstancia querida por
éste, por lo que no parece injusto imputar tal efecto en todas sus con-
secuencias. De lo contrario, una condición extremadamente gravosa
–como es la supresión de todo dato de las víctimas– y puesta por el
mismo imputado, sería usada prematuramente en su favor, lo cual es
una contradicción en sus términos.
– XII –
– XIII –
Considerando:
Considerando:
CARLOS S. FAYT.
DE JUSTICIA DE LA NACION 291
329
DISIDENCIA LA SEÑORA
MINISTRA DOCTORA DOÑA CARMEN M. ARGIBAY
Autos y Vistos:
Por tal razón, tampoco tendrá lugar en esta oportunidad una deli-
beración acerca de los agravios de índole federal planteados por la
parte recurrente, lo que torna improcedente que, pese a la disidencia
antes expuesta, me pronuncie aisladamente sobre el tema de fondo.
Por ello, considero que esta Corte debe declarar admisible el re-
curso extraordinario y expedirse sobre el fondo de la cuestión plantea-
da. Notifíquese.
CARMEN M. ARGIBAY.
Recurso extraordinario interpuesto por Jorge Carlos Rádice, representado por el Dr.
Gustavo E. Kollmann, defensor oficial
Traslado contestado por el fiscal general Dr. Joaquín Ramón Gaset y Federico
Gómez Miranda, querellante, patrocinado por los Dres. Eduardo S. Barcesat y
María L. Jaume.
Tribunal de origen: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccio-
nal Federal, Sala II.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Juzgado Nacional en lo Criminal y
Correccional Federal Nº 12.
292 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
– IV –
Sin perjuicio de ello, cabe hacer notar que los agravios resultan, de
por sí, formalmente improcedentes.
–V–
Por último, las respuestas que se dan respecto del fondo de los
planteos defensivos ahuyentan cualquier duda que se pudiere susci-
tar respecto de la efectiva tutela del derecho de defensa en la vía
recursiva (confr. disidencias de los ministros Boggiano y Zaffaroni de
fs. 731/732) toda vez que se les ha proporcionado a los agravios el tra-
to propio del recurso ordinario.
– VI –
Considerando:
Considerando:
E. RAÚL ZAFFARONI.
Suprema Corte:
–I–
– II –
Considerando:
DISIDENCIA DE LA SEÑORA
MINISTRA DOCTORA DOÑA CARMEN M. ARGIBAY
Autos y Vistos:
Por tal razón, tampoco tendrá lugar en esta oportunidad una deli-
beración acerca de los agravios de índole federal planteados por la
parte recurrente, lo que torna improcedente que, pese a la disidencia
antes expuesta, me pronuncie aisladamente sobre el tema de fondo.
Por ello, considero que esta Corte debe declarar admisible el re-
curso extraordinario y expedirse sobre el fondo de la cuestión plantea-
da.
CARMEN M. ARGIBAY.
300 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Recurso extraordinario interpuesto por Juan Carlos Rolón, representado por el Dr.
Fernando Goldaracena.
Tribunal de origen: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccio-
nal Federal, Sala II.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Juzgado Nacional en lo Criminal y
Correccional Federal Nº 12.
PRIVILEGIOS.
PRIVILEGIOS.
Suprema Corte:
–I–
Agregó que del texto legal surge que la norma atribuye privilegio
absoluto a erogaciones efectivamente realizadas y no a todos los crédi-
tos de que sea titular la entidad, inteligencia que resulta acorde al
régimen general de los privilegios consagrado en el Código Civil y al
principio de la pars condictio creditorum, que obliga a interpretar los
privilegios con un criterio restrictivo.
– II –
– III –
Considerando:
JUECES.
Todos los jueces, cualquiera sea la instancia en la que desarrollen sus funciones,
cumplen tareas similares, en tanto todos ejercen el poder jurisdiccional que es
propio de la magistratura judicial, esto es, juzgar los casos que le son sometidos
a su conocimiento y, en general, ejercer las atribuciones que correspondan a su
cargo, pero de ello no deriva que todos los jueces deban percibir igual remunera-
ción.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
JUECES.
Los distintos salarios que corresponden a los jueces que integran los tribunales
orales y a los correccionales no son contrarios a la garantía del art. 14 bis de la
Constitución Nacional, porque se trata de situaciones diferentes que no pueden
ser valoradas como irrazonables o arbitrarias, en tanto revisten distintas catego-
rías –unos están equiparados a jueces de cámara y los otros son jueces de prime-
ra instancia– y también difiere la competencia asignada por la ley, que indica
que los primeros conocerán en los supuestos del art. 25 del Código Procesal Pe-
nal y los segundos juzgarán los casos previstos en el art. 27 de ese cuerpo norma-
tivo (arts. 23 y 12 de la ley 24.050, respectivamente).
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
DE JUSTICIA DE LA NACION 305
329
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
– IV –
Por lo tanto, resulta claro que la voluntad del legislador fue esta-
blecer un rango diferente entre ambas clases de jueces.
308 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
–V–
Por ello, opino que debe ser confirmada la sentencia en cuanto fue
materia de recurso extraordinario. Buenos Aires, 31 de mayo de 2005.
Esteban Righi.
DE JUSTICIA DE LA NACION 309
329
Considerando:
Que esta Corte comparte y hace suyas las razones expuestas por el
señor Procurador General de la Nación en su dictamen, a las que cabe
remitirse en razón de brevedad.
Considerando:
Considerando:
Con amparo en lo dispuesto en el art. 14 de la ley 48, siempre que esté en tela de
juicio la interpretación de un pronunciamiento de la Corte Suprema en el que el
peticionario funde su derecho, se configura una hipótesis que hace formalmente
viable el recurso extraordinario, cuando la resolución impugnada consagra un
inequívoco apartamiento de lo resuelto en el caso por el Tribunal.
Corresponde dejar sin efecto la sentencia que, lejos de adaptar la nueva decisión
a las pautas señaladas por la Corte Suprema –con motivo de no haberse tratado
los agravios fundados en la vulneración de lo dispuesto en el art. 623 del Código
Civil y el avasallamiento del derecho de propiedad–, consideró, una vez más, que
lo resuelto acerca del fondo del asunto se encontraba firme y que, por tanto,
había pasado en autoridad de cosa juzgada, por lo que no podía revisarse –con
motivo de la impugnación de una liquidación– lo establecido respecto a los acce-
sorios del crédito que no había sido objeto de agravios en su momento.
Considerando:
2º) Que para así decidir, esta Corte –por remisión al dictamen del
señor Procurador Fiscal (fs. 1459/1460)– juzgó que si bien era cierto
que la demandada, al recurrir el pronunciamiento que decidió acerca
del fondo del asunto, no había objetado los accesorios que mandaba a
pagar la sentencia, no lo era menos que había propiciado su rechazo
total al considerar que no debía las sumas que le eran reclamadas,
razón por la cual la cámara, más allá de considerar –como lo hizo– que
la sentencia ulteriormente confirmada había pasado en autoridad de
cosa juzgada, debió haber tratado los agravios de la apelante al res-
pecto quien, con apoyo en la doctrina de este Tribunal, invocó la vulne-
ración de lo dispuesto en el art. 623 del Código Civil y el avasallamiento
de su derecho de propiedad.
DISIDENCIA DE LA SEÑORA
MINISTRA DOCTORA DOÑA CARMEN M. ARGIBAY
Considerando:
CARMEN M. ARGIBAY.
Cabe admitir los efectos del beneficio provisional contemplado en el art. 83 del
Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, cuando de las circunstancias del
caso resulta que no es posible esperar el dictado de la resolución que conceda el
beneficio de litigar sin gastos sin grave peligro para la efectividad de la defensa.
MEDIDAS CAUTELARES.
Considerando:
Recurso de hecho interpuesto por Magdalena Angela Luisa Posco, Emma Rosa
Campos y María Alejandra Campos, con el patrocinio de las Dras. Liliana Celina
Silberzweig y Dora Inés Sosa.
Tribunal de origen: Sala A de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Juzgado Nacional de Primera Ins-
tancia en lo Civil Nº 47.
fallo condenatorio y con el texto del art. 456 del Código Penal de la Nación, que
en forma alguna veda la posibilidad de revisión en el fallo casacional.
–Los Dres. Highton de Nolasco, Fayt y Lorenzetti, remitieron a sus respectivos
votos en el precedente “Casal” y la Dra. Argibay declaró inaplicable el recurso
extraordinario con invocación del art. 280 CPCC–.
Considerando:
7º) Que en tal sentido, el fallo recurrido resulta arbitrario por ca-
recer de fundamentación y, en tales condiciones, ha de acogerse favo-
rablemente el recurso sin que ello importe abrir juicio sobre el fondo
del asunto.
Considerando:
Considerando:
CARLOS S. FAYT.
Considerando:
DISIDENCIA DE LA SEÑORA
MINISTRA DOCTORA DOÑA CARMEN M. ARGIBAY
Considerando:
CARMEN M. ARGIBAY.
Recurso de hecho interpuesto por la Dra. Stella Maris Martínez, defensora oficial
ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, por Sergio Rubén Benítez.
Tribunal de origen: Sala I de la Cámara Nacional de Casación Penal.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Tribunal Oral en lo Criminal Nº 22
de esta ciudad.
Recurso de hecho interpuesto por Nicolás Malvaso y Ester Julia Aggio, con el patro-
cinio del Dr. Enrique Gualberto Stile.
Tribunal de origen: Sala B de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Juzgado Nacional de Primera Ins-
tancia en lo Civil Nº 46.
PLAZO.
De acuerdo con el carácter perentorio y fatal que tienen los plazos procesales
(art. 155 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación) y con la interpreta-
ción estricta que, por su naturaleza, debe atribuirse al plazo “de gracia” previsto
en el art. 124 del mismo código, razones de seguridad jurídica obligan a poner un
DE JUSTICIA DE LA NACION 327
329
momento final para el ejercicio de ciertos derechos, pasado el cual, y sin exten-
derlo más, deben darse por perdidos, sin que pueda a ello obstar la circunstancia
de que el particular haya cumplido, aún instantes después, con la carga corres-
pondiente.
PLAZO DE GRACIA.
RECURSO DE REPOSICION.
2º) Que de acuerdo con el carácter perentorio y fatal que tienen los
plazos procesales (art. 155 código citado) y con la interpretación es-
tricta que, por su naturaleza, debe atribuirse al plazo “de gracia” pre-
visto en el citado art. 124, esta Corte ha resuelto que razones de segu-
ridad jurídica obligan a poner un momento final para el ejercicio de
ciertos derechos, pasado el cual, y sin extenderlo más, deben darse por
perdidos, sin que pueda a ello obstar la circunstancia de que el parti-
cular haya cumplido, aún instantes después, con la carga correspon-
diente (Fallos: 289:196; 296:251; 307:1016; 316:246 y 2180; 319:2446
328 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Considerando:
E. RAÚL ZAFFARONI.
DE JUSTICIA DE LA NACION 329
329
Considerando:
CADUCIDAD DE LA INSTANCIA.
CADUCIDAD DE LA INSTANCIA.
Considerando:
Considerando:
3º) Que, al respecto, el a quo sostuvo que desde la fecha del proveí-
do que concedió el recurso de apelación (fs. 956), hasta que la parte
acusó la caducidad de la instancia a fs. 962, había transcurrido el pla-
zo establecido en el art. 310, inc. 2º, del Código Procesal Civil y Co-
mercial de la Nación sin que el demandado hubiese impulsado el trá-
mite de elevación de los autos a la cámara.
7º) Que ello es así en el caso, pues la alzada consideró que la carga
establecida por el art. 313, inc. 3º del Código Procesal Civil y Comer-
cial de la Nación, de realizar ciertos actos procesales de oficio, “no re-
leva a las partes de realizar aquéllos que sean necesarios para urgir
su cumplimiento, ante la omisión del órgano judicial correspondiente”
(fotocopia de fs. 18, cuyo original obra a fs. 970 de los autos principa-
les que en este acto se tienen a la vista).
E. RAÚL ZAFFARONI.
Recurso de hecho interpuesto por Juan Apkarian y Finap S.A., representados y pa-
trocinados por el Dr. Roberto M. Malkassian.
Tribunal de origen: Sala J de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Juzgado Nacional de Primera Ins-
tancia en lo Civil Nº 1.
DE JUSTICIA DE LA NACION 335
329
Corresponde dejar sin efecto el pronunciamiento que no se hizo cargo de los agra-
vios de la demandada, que expresa y concretamente objetó la resolución de pri-
mera instancia que había aprobado el cálculo de intereses fuera del marco admi-
tido por el art. 623 del Código Civil, fundada en un supuesto consentimiento de
la sentencia que había ordenado aplicar el plenario “Uzal”, y en que el recurrente
no había indicado cuál era el error de la liquidación, si éste confrontó ambas
liquidaciones y aludió claramente a una incorrecta consideración del precedente
cuando se aprobó la cuenta de capitalización de intereses.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
La previsión del art. 623 del Código Civil es de orden público y la capitalización
de intereses sólo es admisible de modo restrictivo y en los supuestos expresa-
mente admitidos en la norma legal, so pena de que mediante la aplicación de
fórmulas matemáticas abstractas se generen resultados objetivamente injustos,
que trascienden los límites de la moral y las buenas costumbres.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
Si bien los agravios deducidos contra la sentencia que dispuso el cálculo de inte-
reses de acuerdo al criterio del plenario “Uzal” remiten al examen de cuestiones
fácticas y de índole procesal, ajenas a la instancia del art. 14 de la ley 48, ello no
es óbice para invalidar lo resuelto cuando se ha dado una respuesta disociada de
los concretos agravios planteados, con menoscabo de los derechos de propiedad y
de defensa en juicio, y desatención de las consecuencias patrimoniales implica-
das (Voto de los Dres. Elena I. Highton de Nolasco, E. Raúl Zaffaroni y Ricardo
Luis Lorenzetti).
336 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
COSA JUZGADA.
Suprema Corte:
–I–
Los Señores Jueces de la Sala IV de la Cámara Nacional del Tra-
bajo, resolvieron a fs. 1103 de los autos principales (folios a los que
referiré en adelante salvo indicación en contrario) confirmar la sen-
tencia de primera instancia de fs. 1030 que aprobó la liquidación de
capital e intereses practicada por la actora.
Para así decidir y en lo que aquí interesa, el tribunal a quo señaló
que la demandada recurrente había reconocido que el cálculo de los
intereses debía hacerse como lo dispone el fallo plenario “Uzal S.A. c/
Moreno Enrique” –cuya aplicación llegó firme a esa instancia– es de-
cir admitiendo la capitalización de intereses, sin indicar en el memo-
rial, cuál sería a su juicio el error cometido al calcularse los intereses
de ese modo.
– II –
Contra dicha resolución las demandadas interponen recurso ex-
traordinario a fs. 1111/1115, el que desestimado a fs. 1122, da lugar a
esta presentación directa.
– III –
do que la previsión del artículo 623 del Código Civil es de orden públi-
co y que la capitalización de intereses sólo es admisible de modo res-
trictivo y en los supuestos expresamente admitidos en la norma legal,
so pena de que mediante la aplicación de formulas matemáticas abs-
tractas se generen resultados objetivamente injustos, que trascienden
los límites de la moral y las buenas costumbres (Fallos:315:441, 2980;
316:42, 3131; 319:63, 2037; 326:2533, 4567 y otros).
Considerando:
Considerando:
1º) Que contra el pronunciamiento de la Cámara Nacional de Apela-
ciones del Trabajo, Sala IV, que confirmó la resolución de la instancia
anterior que había aprobado una liquidación presentada por la actora
e impugnada por la demandada que calculó los intereses de acuerdo al
criterio del plenario de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Co-
mercial dictado en los autos “Uzal S.A. c/ Moreno, Enrique”, la vencida
interpuso un recurso extraordinario cuyo rechazo originó la queja.
5º) Que con relación a lo primero cabe observar que al apelar ante
la cámara la demandada fue suficientemente clara en cuanto a que el
error que imputaba a la decisión de primera instancia consistía, preci-
samente, en admitir la capitalización de los intereses sin que concu-
rrieran los recaudos exigidos para ello por el art. 623 del Código Civil
DE JUSTICIA DE LA NACION 341
329
DISIDENCIA DE LA SEÑORA
MINISTRA DOCTORA DOÑA CARMEN M. ARGIBAY
Considerando:
CARMEN M. ARGIBAY.
ASOCIACION.
Suprema Corte:
–I–
Para así decidir el a quo señaló, que la cesantía como sanción por
falta de pago de una multa no encontraba sustento en el artículo 26 de
344 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
– II –
– III –
Considerando:
Considerando:
5º) Que ello es así pues no se advierte razón alguna que justifique
la restricción aceptada por el a quo, ya que si el estatuto ha previsto la
posibilidad de dejar cesantes a los asociados morosos que adeudasen
cualquier suma al club por otros conceptos que no fuera la cuota social
(art. 26), la inteligencia que excluye al moroso en el pago de una multa
por inconducta y remite al trámite de ejecución judicial para hacerla
efectiva, resulta dogmática porque se aparta, sin motivos valederos,
del estatuto aplicable y resta operatividad a las facultades asignadas
a los órganos del club.
348 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
6º) Que la referencia al art. 2º, inc. 5º que hace el a quo para sus-
tentar la restricción, es sólo una hipótesis más de las que surgen de
una interpretación de los textos reglamentarios, pero no agotan las
hipótesis en que los asociados pueden resultar obligados frente a la
entidad, al punto de que tal comprensión importa una seria limitación
de las atribuciones que emergen del estatuto, una de cuyas facetas es
la coerción que debe acompañar a sus decisiones para que su ejercicio
no se transforme en una mera cuestión retórica.
Recurso de hecho interpuesto por Yacht Club Argentino, representado por el Dr. Juan
J. O’Connor, patrocinado por el Dr. Alberto F. Garay.
Tribunal de origen: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, Sala A.
DE JUSTICIA DE LA NACION 349
329
JUECES.
CADUCIDAD DE LA INSTANCIA.
Según lo dispone el art. 315, segunda parte, del Código Procesal Civil y Comer-
cial de la Nación, la perención queda purgada cuando se consiente una actuación
útil para impulsar el procedimiento pero que fue realizada con posterioridad al
vencimiento del plazo legal, conformidad que tácitamente se produce una vez
pasados cinco días del conocimiento de dicho acto y de la ampliación correspon-
diente en su caso en razón de la distancia, sin formular objeción por parte del
sujeto legitimado para pretender una declaración de esta naturaleza, por aplica-
ción analógica del art. 170, segundo párrafo, de la ley ritual.
CADUCIDAD DE LA INSTANCIA.
una vez pasados cinco días del conocimiento de dicho acto y de la am-
pliación correspondiente en su caso en razón de la distancia, sin for-
mular objeción por parte del sujeto legitimado para pretender una
declaración de esta naturaleza, por aplicación analógica del art. 170,
segundo párrafo, de la ley ritual (Fallos: 256:142; 277:202; 316:329;
325:1759).
Considerando:
CARLOS S. FAYT.
El conocimiento y decisión por los tribunales federales de las causas entre veci-
nos de diferentes provincias (art. 116, Constitución Nacional), o de las causas
civiles en que sean parte un vecino de la provincia en que se suscita el pleito y un
vecino de otra, como reza el citado art. 2, inc. 2º de la ley 48, tiene por objeto el
amparo del vecino extraño que se vea obligado a litigar en la provincia y con los
jueces de la contraria, por lo cual para que proceda es necesaria su invocación
por el interesado.
354 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Suprema Corte:
–I–
– II –
Considerando:
4º) Que ello es así por cuanto el conocimiento y decisión por los
tribunales federales de las causas entre vecinos de diferentes provin-
cias (art. 116, Constitución Nacional), o de las causas civiles en que
sean parte un vecino de la provincia en que se suscita el pleito y un
vecino de otra, como reza el citado art. 2, inc. 2º de la ley 48, tiene por
objeto el amparo del vecino extraño que se vea obligado a litigar en la
provincia y con los jueces de la contraria, por lo cual para que proceda
es necesaria su invocación por el interesado (Fallos: 310:849; 317:927).
CARLOS S. FAYT.
ENERGIA ELECTRICA.
Ningún obstáculo puede válidamente erigirse para negar, a quien resultaría exen-
to del impuesto sobre los ingresos brutos por normas federales, el derecho a im-
pugnar judicialmente la validez de las locales que desconocerían su franquicia y
darían sustento a la obligación de pago.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
Suprema Corte:
–I–
A fs. 248/276, Yacylec S.A. promovió demanda de certeza contra la
Provincia de Corrientes, en los términos del art. 322 del Código Proce-
sal Civil y Comercial de la Nación.
– II –
– III –
– IV –
–V–
– VI –
– VII –
– VIII –
V.E. ha sido clara al señalar que ese convenio fue celebrado según
los términos del decreto 1174/92 y en mérito a lo dispuesto en las leyes
15.336, 23.696 y 24.065, esto es, en el marco energético nacional y
que, en materia de tributación, era considerado como un servicio de
jurisdicción nacional, por lo que se aplicaban plenamente los arts. 1, 6
y 12 de la ley 15.336, razón por la cual todos los “impuestos provincia-
les o municipales que incidan sobre el canon dificultan la libre circula-
ción de la energía y por lo tanto no podrán gravar el canon, la activi-
dad o el servicio que se prestará conforme al contrato (art. 39, ap. 3)”
(in re Y.40, L.XXXV, “Yacylec S.A. c/ Corrientes, Provincia de s/ acción
declarativa”, sentencia del 15 de junio de 2004, cons. 6º –Fallos:
327:2369–).
– IX –
–X–
– XI –
– XII –
Resulta:
en caso de abonarlo. Por ello, sostiene que el sub lite no guarda analo-
gía con el precedente de Fallos: 325:723, en el cual esta Corte ponderó
el carácter no trasladable del gravamen con arreglo a lo resuelto en
Fallos: 308:2153; 316:2206 y 321:2501.
Considerando:
Juicio originario interpuesto por Yacylec S.A., representada por el Dr. Héctor M. Pozo
Gowland, con el patrocinio de los Dres. Alberto M. García Lema y Eduardo A.
Koch.
Parte demandada: Provincia de Corrientes, representada por el Dr. Alberto F.
Garay.
Suprema Corte:
Autos y Vistos:
Suprema Corte:
Autos y Vistos:
Considerando:
2º) Que para decidir de ese modo la cámara tuvo en cuenta que el
causante se encontraba en condiciones de obtener la jubilación ordi-
naria al momento de morir, pues había cesado en los servicios en di-
ciembre de 1993 al amparo del art. 43 de la ley 18.037 y había cumpli-
do la edad requerida por ese ordenamiento antes de la entrada en
vigencia del Libro I del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensio-
nes, que elevó los requisitos de edad y años de servicios con aportes
para la obtención del beneficio jubilatorio.
RECURSO DE REPOSICION.
Las decisiones de la Corte por las que rechaza los recursos de queja por apelación
denegada no son, como principio, susceptibles de reposición.
PLAZO.
MARZO
PAGO.
Los pagos efectuados por la Provincia de Entre Ríos al amparo de los decretos
locales 15/2004 y 799/2004, no constituyen un reconocimiento tácito del derecho
de los demandantes a la actualización monetaria reclamada en los términos de
las leyes provinciales 8069 y 8654, sino la declaración de que las cantidades re-
clamadas y percibidas por los demandantes quedaron incorporadas a su patri-
monio, máxime si el fiscal de Estado no desistió de recurso alguno ni se allanó a
los términos de la apelación extraordinaria federal interpuesta por los actores.
JUECES.
JUECES.
JUECES.
JUECES.
tres poderes en las provincias que integran nuestro estado federal (Voto de los
Dres. E. Raúl Zaffaroni y Ricardo Luis Lorenzetti).
PAGO.
JUECES.
JUECES.
JUECES.
JUECES.
JUECES.
JUECES.
JUECES.
JUECES.
JUECES.
JUECES.
JUECES.
JUECES.
JUECES.
PAGO.
Los pagos efectuados por la provincia al amparo de los decretos 15/2004 y 799/2004
de Entre Ríos no significaron un reconocimiento tácito del derecho de los deman-
dantes a la actualización monetaria, máxime si la conducta posterior del repre-
sentante de la provincia en juicio tampoco implicó aceptar la pretensión de los
actores respecto de la aplicación del sistema de actualización de las leyes locales
8069 y 8654 (Voto de la Dra. Elena I. Highton de Nolasco).
JUECES.
JUECES.
JUECES.
Debe evitarse que las normas constitucionales sean puestas en pugna entre sí,
para lo cual se debe procurar dar a cada una el sentido que mejor las concierte y
deje a todas con valor y efecto (Voto de la Dra. Elena I. Highton de Nolasco y
disidencia del Dr. Carlos S. Fayt).
PAGO.
JUECES.
JUECES.
JUECES.
JUECES.
JUECES.
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
Esto es lo que acontece en el sub lite, toda vez que el objetivo per-
seguido mediante la acción entablada fue alcanzado cuando el Poder
Ejecutivo de la Provincia de Entre Ríos dictó el decreto Nº 15/04 GOB
(B.O. provincial del 5 de enero de 2004), en el que dispuso: “Art. 1º.
Decláranse de legítimo abono e incorporadas al patrimonio de
los actores, todas las sumas pagadas como consecuencia de las
sentencias de primera instancia recaídas en las acciones de amparo
enumeradas en el Anexo I del presente. Art. 2º. Instrúyese al Sr. Fiscal
para desistir de los recursos deducidos en las actuaciones referidas en
el artículo anterior y allanarse a las recurridas por la parte actora.
DE JUSTICIA DE LA NACION 395
329
Así las cosas, más allá de las afirmaciones del Fiscal de Estado –al
ser requerido a expedirse por el Superior Tribunal de la Provincia “...a
efectos de evitar mayores dispendios jurisdiccionales...” (confr. fs. 390)–,
tengo para mí que, en autos, se ha producido un allanamiento expreso
–obsérvese, en tal sentido que, entre las causas enumeradas en el Anexo
I del decreto citado supra, esta la presente “9432 – Chiara Díaz (2),
Carlos Alberto c/ Est. Prov. S/ Acción de Ejecución” (fs. 3, primera
columna, B.O. provincial del lunes 5 de enero de 2004)– razón por la
cual resulta inoficioso que V.E. se pronuncie sobre el fondo de la cues-
tión discutida.
Considerando:
Considerando:
Considerando:
Cabe así descartar la aplicación en esta causa del caso –tantas ve-
ces citado por los recurrentes– “Bonorino Peró” (Fallos: 307:2174), des-
de que este último fue dictado por el Tribunal en un contexto diferente
al existente luego de sancionada la ley de convertibilidad. En efecto, en
“Bonorino Peró”, la Corte partió de reconocer el contexto inflacionario
vigente y admitió el reclamo de los magistrados demandantes. Una vez
dictada la ley 23.928 –en la que se consagró una prohibición absoluta
de utilizar regímenes de actualización monetaria–, la Corte tuvo en
cuenta la nueva realidad y se pronunció nuevamente acerca de este
tema en “Mill de Pereyra”; como se dijo, esta es la jurisprudencia apli-
cable al caso de autos. Asimismo, tampoco corresponde aplicar al sub
lite el precedente citado por los decretos 15/04 y 799/04 para fundar la
autorización aludida en el considerando 5º (“Jáuregui”, Fallos:
315:2386). En el caso “Jáuregui”, la Corte examinó la ley 8069 a la luz
del criterio de “Bonorino Peró”, debido a que esta norma provincial se
aplicaba con anterioridad a que entrase en vigencia la ley 23.928.
da. Con costas (art. 68, segundo párrafo del Código Procesal Civil y
Comercial de la Nación). Notifíquese y, oportunamente, remítanse los
autos.
Considerando:
2º) Que para así decidir, el superior tribunal local descartó, en pri-
mer término, lo alegado por los interesados en cuanto a que la cues-
tión debatida se había tornado abstracta en virtud del Acuerdo Gene-
ral de Ministros Nº 22/03 celebrado por el Superior Tribunal (cuya
copia está agregada a fs. 217/219), en el cual se habían reconocido los
reclamos de los actores. El tribunal sostuvo que el acuerdo citado care-
cía de valor en tanto había sido firmado por los mismos magistrados
del Superior Tribunal que habían interpuesto la demanda que dio ori-
gen al pleito, es decir, los jueces Chiara Díaz, Carubia y Carlomagno
(conf. fs. 278 vta.).
11) Que a fin de ponderar las diferencias de tenor literal entre las
dos normas constitucionales señaladas, resulta conveniente tener en
cuenta que la cláusula estadounidense reconoce antecedentes en el
derecho inglés, en particular en su previsión en la ley de sucesión dic-
tada en el año 1701, en tiempos de Guillermo III –Act of Settlement–
que tuvo el carácter de ley fundamental, conforme a la cual los sueldos
de los jueces eran fijos e invariables. Asimismo, durante el reinado de
Jorge III, los sueldos de los jueces fueron absolutamente asegurados
durante la continuación de sus nombramientos (Kent, James, “Del
gobierno y jurisprudencia constitucional de los Estados Unidos”, Bue-
nos Aires, 1865, pág. 128). El carácter crítico del tema revistió tal
magnitud que incluso fue considerado en la Declaración de la Inde-
pendencia de los Estados Unidos de América, donde se acusó a la mo-
narquía inglesa de hacer a los jueces dependientes de su sola volun-
tad, en virtud de la disposición del tiempo de duración del empleo, y la
cantidad y pago de los salarios judiciales.
procurar dar a cada una el sentido que mejor las concierte y deje a
todas con valor y efecto.
lo dispuesto por las leyes provinciales 8069 y 8654. Costas por su or-
den en atención a la naturaleza de la cuestión debatida. Notifíquese y
remítase.
CARLOS S. FAYT.
DISIDENCIA DE LA SEÑORA
MINISTRA DOCTORA DOÑACARMEN M. ARGIBAY
Autos y Vistos:
CARMEN M. ARGIBAY.
Recurso extraordinario interpuesto por Carlos Alberto Chiara Díaz y otros, acto-
res en autos, representados por los Dres. Rosario M. Romero y Raúl Enrique
Barrandeguy, en su carácter de apoderados.
Traslado contestado por la Fiscalía de Estado de la Provincia de Entre Ríos, de-
mandada en autos, representada por el Dr. Víctor Hugo Berta.
Tribunal de origen: Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Juzgado de Amparo y Ejecución de
Sentencia de Amparo de Feria Nº 2 de Paraná.
Considerando:
2º) Que corridos los pertinentes traslados (confr. fs. 941), el a quo
decidió “CONCEDER el Recurso Extraordinario Federal interpuesto
en autos” (fs. 965; énfasis del original). Ello, sobre la base de que la
cuestión federal –a la que no identificó– “fue planteada en la primera
oportunidad procesal a la que la parte tuvo acceso... y que la misma
fue sostenida en todas las etapas ulteriores del juicio”. Entendió por
tanto que “siendo la decisión final recaída en la causa contraria a los
intereses del recurrente, corresponde... conceder el recurso extraordi-
nario federal deducido” (fs. 964).
Traslado contestado por la Provincia de Misiones, representado por los Dres. Lloyd
J. Wickstrom y Héctor A. Núñez.
Tribunal de origen: Superior Tribunal de Justicia de Misiones.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Cámara de Apelaciones en lo Civil
y Comercial, Sala II de Posadas. Juzgado en lo Civil y Comercial Nº 5 de
Posadas.
La Corte admite los efectos del beneficio provisional contemplado en el art. 83 del
Código Procesal Civil y Comercial de la Nación cuando de las circunstancias del
caso resulta que no es posible esperar el dictado de la resolución que conceda el
beneficio de litigar sin gastos sin grave peligro para la efectividad de la defensa.
Vistos los autos: “Recurso de hecho deducido por Delina del Rosa-
rio Pérez en la causa Grichner, Jorge c/ Pérez, Dorotea Natividad y
otra”, para decidir sobre su procedencia.
Considerando:
Recurso de hecho interpuesto por Delina del Rosario Pérez, representada por el Dr.
Roberto Ranieri.
Tribunal de origen: Sala B de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Juzgado Nacional de Primera Ins-
tancia en lo Civil Nº 14.
que la Corte pueda conocer en los casos cuyas particularidades hacen excepción
al principio, con base en la doctrina de la arbitrariedad, ya que con ésta se tiende
a resguardar la garantía de la defensa en juicio y el debido proceso, exigiendo
que las sentencias sean fundadas y constituyan derivación razonada del derecho
vigente con aplicación a las circunstancias comprobadas de la causa y que pro-
vean un análisis razonado de los planteos introducidos oportunamente y condu-
centes para la correcta dilucidación del pleito.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
Suprema Corte:
–I–
Para así decidir, arguyó que el Código Fiscal local dispone que to-
dos los contribuyentes que revistan la calidad de parte interviniente
en actos, contratos y operaciones de carácter oneroso, por el sólo hecho
de su instrumentación y con abstracción de su validez o eficacia jurídi-
ca, están obligados a tributar o a responder de manera solidaria por el
total del impuesto y que cualquier instrumento sujeto a gravámenes
que se acompañe a un escrito, debe hallarse debidamente repuesto, ya
que, a su juicio, en caso de incumplimiento, el citado cuerpo legal exige
la paralización del trámite judicial (arts. 218; 222; 296 y 297).
– II –
– III –
– IV –
Por ello, opino que corresponde dejar sin efecto el fallo de fs. 663/665
en cuanto fue materia de recurso extraordinario y devolver las actua-
ciones al tribunal de procedencia para que se dicte uno nuevo ajustado
a derecho. Buenos Aires, 15 de marzo de 2005. Ricardo O. Bausset.
Considerando:
los autos al tribunal de origen a fin de que, por medio de quien corres-
ponda, proceda a dictar un nuevo fallo con arreglo a lo expresado.
Notifíquese y, oportunamente, devuélvase.
DISIDENCIA DE LA SEÑORA
MINISTRA DOCTORA DOÑA CARMEN M. ARGIBAY
Considerando:
CARMEN M. ARGIBAY.
Recurso extraordinario interpuesto por Ilka Construcciones SRL – Cons. Nor. S.A.
– UTE, representada por los Dres. Nicolás H. De Niro y Norberto A. Paesani.
Traslado contestado por el Procurador de Rentas de la Provincia de La Pampa,
representado por la Dra. Adriana B. Gómez Luna; y por el Estado provincial,
representado por la Dra. Sandra S. Cobo.
Tribunal de origen: Superior Tribunal de Justicia de la Provincia de La Pampa.
Los pronunciamientos por los cuales los más altos tribunales provinciales deci-
den acerca de los recursos locales que les son llevados a su conocimiento no son
susceptibles, en principio, de revisión por la vía del recurso extraordinario y la
438 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Considerando:
4º) Que, por otra parte, y habida cuenta de que la pretensión del
recurrente, puesta de manifiesto en los recursos denegados en sede
local cuya revisión aquí pretende, consiste en lograr la “restitución en
el cargo del que fuera apartado o en otro de jerarquía equivalente”
(conf. fs. 39 del expediente agregado), en atención a que había sido
destituido del cargo de vocal de la Cámara de Familia de la Primera
Nominación de la ciudad de Córdoba cinco años antes, corresponde
señalar que lo atinente al establecimiento de los requisitos que deben
cumplir los funcionarios provinciales así como, en definitiva, el acceso
a los cargos públicos locales es de competencia provincial, no delegada
a la Nación (arts. 121 y 122 de la Constitución Nacional). Por ello, en
principio, este tribunal carece de atribuciones para revisar decisiones
vinculadas a la organización y el funcionamiento de los poderes públi-
cos provinciales, las cuales se hallan reservadas, por las normas cons-
titucionales citadas, al ámbito del derecho público local.
440 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Considerando:
CARMEN M. ARGIBAY.
Recurso extraordinario interpuesto por Víctor Cristian Martínez, actor en autos con
el patrocinio de los Dres. Juan José Sosa y Jorge Horacio Gentile.
Traslado contestado por el fiscal general de la Provincia de Córdoba, representado por
el Dr. Carlos A. Boaggini Ori.
Tribunal de origen: Tribunal Superior de Justicia de la Provincia de Córdoba.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Juzgado de Enjuiciamiento de Ma-
gistrados y Funcionarios de la Provincia de Córdoba.
Las resoluciones sobre medidas cautelares, sea que las ordenen, modifiquen o
levanten no revisten, en principio, el carácter de sentencias definitivas en los
términos que exige el art. 14 de la ley 48 para la procedencia del recurso extraor-
DE JUSTICIA DE LA NACION 441
329
Las resoluciones sobre medidas cautelares, sea que las ordenen, modifiquen o
levanten no revisten, en principio, el carácter de sentencias definitivas en los
términos que exige el art. 14 de la ley 48 para la procedencia del recurso extraor-
dinario (Voto de la Dra. Carmen M. Argibay).
Suprema Corte:
–I–
– II –
Considerando:
4º) Que, por otra parte, y habida cuenta de que el recurrente sos-
tiene que existe gravedad institucional en el caso e invoca para ello la
sentencia dictada por esta Corte, el 30 de octubre de 2001, en la causa
C.1419.XXXV. “Caminos, Roberto Waldino y otros c/ Comité Federal
de Radiodifusión y otros”, corresponde recordar, como lo hizo el señor
Procurador Fiscal en el dictamen al cual se remite en el emitido en
esta causa, que la situación de autos difiere sustancialmente de la
examinada en el expediente citado. En efecto, la medida cautelar allí
dispuesta excedía claramente el interés de las partes y proyectaba sus
efectos sobre toda la comunidad en general al impedir la normaliza-
ción en la asignación de frecuencias radioeléctricas en todo el ámbito
territorial de una provincia.
Considerando:
CARMEN M. ARGIBAY.
Aun cuando la condena no se encuentra firme –lo cual torna inaplicable el art.
66, Código Penal–, no es posible soslayar la circunstancia de que desde la senten-
cia condenatoria de primera instancia el tiempo transcurrido excede con holgura
el plazo de prescripción de la acción penal previsto para los delitos imputados
(conf. art. 62, inc. 2º, Código Penal), sin que haya mediado en autos más activi-
dad procesal que la provocada por los recursos de los propios imputados.
Es arbitraria la sentencia que, si bien rechazó la acción por cosa juzgada formal,
y consideró que las sumas percibidas no sólo no superaron sino que fueron meno-
res a las realmente debidas, ordenó que el cobro de la condena civil siguiera su
curso (Voto de los Dres. Ricardo Luis Lorenzetti y Juan Carlos Poclava Lafuente).
Son inadmisibles (art. 280 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación)
los recursos extraordinarios interpuestos contra el pronunciamiento que conde-
nó a los imputados y sancionó a sus letrados (Disidencia del Dr. Juan Carlos
Maqueda).
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
– IV –
–V–
Sentado ello, y dada la solución que propugno no habré de tratar
los restantes agravios de las partes, relativos a la condena recurrida.
Sin embargo, sí merece atención el recurso interpuesto por López de
Belva, Podestá y su letrado, puesto que se dirige contra una decisión
distinta a aquella cuya arbitrariedad propugno.
– VI –
Por todo lo expuesto, a mi juicio, corresponde hacer lugar el recur-
so extraordinario contra la sentencia confirmatoria de la condena de
los recurrentes y declarar mal concedido el recurso contra la sanción
procesal al que se hace referencia en el punto V del presente dicta-
men. Buenos Aires, 20 de noviembre de 2003. Luis Santiago González
Warcalde.
Considerando:
2º) Que aun cuando la condena no se encuentra firme –lo cual tor-
na inaplicable el art. 66, Código Penal–, con prescindencia del nomen
juris invocado en la presentación, no es posible soslayar la circunstan-
cia de que desde la sentencia condenatoria de primera instancia (fe-
chada el 1º de marzo de 1993) el tiempo transcurrido excede con hol-
gura el plazo de prescripción de la acción penal previsto para los deli-
tos imputados (conf. art. 62, inc. 2º, Código Penal), sin que haya me-
diado en autos más actividad procesal que la provocada por los recur-
sos de los propios imputados.
Considerando:
De tal modo, los recurrentes acuden por la vía concedida del recur-
so extraordinario frente a la decisión de la Corte Suprema de Justicia
de la Provincia de Buenos Aires que confirmó las condenas impuestas
a Antonio Argentino en orden al delito de tentativa de fraude en per-
juicio de la Administración Pública en concurso ideal con el de incum-
plimiento de funcionario público y prevaricato, y a Francisco Mario
Cupelli por el delito de encubrimiento. También frente a la decisión de
la misma sentencia que declaró abstracta la nulidad solicitada por
López de Belva y Podestá, y además les aplicó la mencionada sanción
disciplinaria.
Que en este caso en particular, cabe poner el acento que este pro-
ceso se ha extendido durante catorce años, durante los cuales los le-
trados han sido expuestos a una situación de incertidumbre.
Considerando:
2º) Que aun cuando la condena no se encuentra firme –lo cual tor-
na inaplicable el art. 66, Código Penal–, con prescindencia del nomen
juris invocado en la presentación, no es posible soslayar la circunstan-
cia de que desde la sentencia condenatoria de primera instancia (fe-
chada el 1º de marzo de 1993) el tiempo transcurrido excede con hol-
gura el plazo de prescripción de la acción penal previsto para los deli-
tos imputados (conf. art. 62, inc. 2º, Código Penal), sin que haya me-
diado en autos más actividad procesal que la provocada por los recur-
sos de los propios imputados.
CARLOS S. FAYT.
Considerando:
DISIDENCIA DE LA SEÑORA
MINISTRA DOCTORA DOÑA CARMEN M. ARGIBAY
Autos y Vistos:
CARMEN M. ARGIBAY.
Recurso extraordinario interpuestos por: 1º) el Dr. Francisco Mario Cupelli, repre-
sentado por el Dr. Alejandro Alberto Figueira; 2º) Antonio Argentino, representa-
do por el Dr. Roberto Primitivo Gutiérrez; 3º) el Dr. Juan Angel De Oliveira,
subprocurador general de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de
Buenos Aires; 4º) los Dres. Arturo J. Podestá y Carlos A. López de Belva, por su
propio derecho.
Tribunal de origen: Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Cámara de Apelaciones en lo Crimi-
nal y Correccional de San Martín; ex Juzgado en lo Criminal y Correccional
Nº 5 de San Martín.
CONSOLIDACION DE DEUDAS.
CONSOLIDACION DE DEUDAS.
CONSOLIDACION DE DEUDAS.
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
Por otra parte, también debe tenerse presente que en el sub lite se
discute la interpretación de normas federales (ley 25.344 y decreto
1116/00) y la decisión recaída ha sido contraria al derecho que el ape-
lante funda en ellas (art. 14, inc. 3º, de la ley 48).
DE JUSTICIA DE LA NACION 467
329
– IV –
–V–
Considerando:
Considerando:
CARMEN M. ARGIBAY.
El traslado que prescribe el art. 257 del Código Procesal Civil y Comercial de la
Nación resulta insoslayable, puesto que su omisión compromete irremediable-
mente el derecho de defensa de quien tiene asignada expresa intervención en la
causa.
Corresponde dejar sin efecto el auto de concesión del recurso extraordinario que
prescindió, sin dar razones de ello, del trámite previsto en el párrafo segundo del
art. 257 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación y remitir las actua-
ciones al tribunal de origen para que se sustancie la apelación extraordinaria de
conformidad con lo preceptuado en el artículo citado.
Por ello, se deja sin efecto el auto de concesión del recurso extraor-
dinario, debiendo remitirse las actuaciones al tribunal de origen para
que se sustancie la apelación extraordinaria, de conformidad con lo
preceptuado en el art. 257 del Código Procesal Civil y Comercial de la
Nación y, oportunamente, por quien corresponda, se resuelva sobre su
procedencia. Notifíquese y devuélvase.
Los feriados locales no inciden en el cómputo del plazo para la interposición del
recurso de hecho ante la Corte Suprema.
Considerando:
La LRT consagra una dispensa de la culpa del empleador por los daños que
ilícitamente causare a sus empleados y dicha exención es introducida a costa de
los derechos civiles de los empleados, en particular sus derechos a no sufrir
interferencias ilegítimas de terceros y de propiedad sobre el resarcimiento, en el
tramo correspondiente a la pérdida de capacidad económica; y tal restricción
tiene como fin predominante la reducción de los costos de aseguramiento que el
empleador debe, eventualmente, afrontar por su actividad ilícita, finalidad que
no sirve como justificación porque la única manera de evitar tales mayores cos-
tos es mantenerse dentro del campo de lo lícito (arts. 17, 19, 18 y 28 de la Cons-
titución Nacional) (Voto de la Dra. Carmen M. Argibay).
Considerando:
Considerando:
Autos y Vistos:
La ineficacia del sistema del Código Civil se debió a que los daños
sufridos por el empleado no siempre eran el efecto de la acción ilícita,
dolosa o culposa, del empleador. El sistema del derecho común se orien-
ta a asegurar la libertad negativa o ausencia de interferencia en las
acciones de las personas, por lo que, en principio, nadie puede ser san-
cionado por lo que está permitido. Por eso, hasta 1915, el régimen civil
de responsabilidad, que se limitaba a la reparación de los daños cau-
sados por la acción antijurídica de las personas, dejaba completamen-
482 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Así, en el empeño del derecho del trabajo por atenuar los riesgos
propios de la actividad laboral, la LRT ha insertado al empleador como
free rider, permitiendo que aprovechase la cobertura colectiva o
previsional de tales riesgos para enjugar la responsabilidad que le cabe
por sus acciones ilícitas.
CARMEN M. ARGIBAY.
Recurso de hecho interpuesto por Timoteo Filiberto Díaz, representado por su letra-
do apoderado Dr. Teodoro Gelber.
Tribunal de origen: Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, Sala VII.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Juzgado Nacional de Primera Ins-
tancia del Trabajo Nº 45.
FERNANDO DE LA RUA
Considerando:
Considerando:
CARMEN M. ARGIBAY.
Recurso de hecho interpuesto por el Dr. Fernando Díaz Canton, abogado defensor de
Fernando de la Rúa, con el patrocinio del Dr. Miguel Angel Almeyra.
Tribunal de origen: Sala II de la Cámara Nacional de Casación Penal.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Sala I de la Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal y Juzgado de
Instrucción Nº 27.
DE JUSTICIA DE LA NACION 493
329
RECURSO DE REPOSICION.
Suprema Corte:
–I–
que las leyes locales prevén que las sentencias definitivas serán
recurribles ante la Suprema Corte Provincial dentro de los cinco días
de notificada (art. 57 de la ley 4976 y 142 del Código Procesal Civil).
– II –
– III –
– IV –
–V–
Considerando:
Considerando:
Que los agravios del apelante han sido objeto de examen adecuado
en los fundamentos del dictamen del señor Procurador Fiscal
subrogante, que el Tribunal comparte y hace suyos en razón de breve-
dad.
Recurso de hecho interpuesto por el Dr. Alfredo Gómez Chavero con el patrocinio del
Dr. Gómez Ruppi.
Tribunal de origen: Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Mendoza.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Tribunal de Disciplina del Colegio
de Abogados de la Circunscripción de San Rafael, Mendoza y Confederación
de Abogados de Mendoza.
500 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
No existe interés económico sustancial del erario público que determine la proce-
dencia del recurso ordinario ante la Corte Suprema (art. 24, inc. 6º, ap. a del
decreto-ley 1285/58) cuando lo que está en juego es la aplicación de una sanción
administrativa –disciplinaria o represiva– cuya finalidad es restaurar el orden
jurídico infringido (Voto de la mayoría al que no adhirió el Dr. E. Raúl Zaffaroni).
Considerando:
Considerando:
3º) Que, por otra parte, en el sub lite el monto individual de las
multas cuestionadas (confr. fs. 12 vta.) no supera en ningún caso el
importe fijado por la resolución 1360/91 de esta Corte, extremo que
obstaría, de cualquier modo, a la procedencia del recurso (conf. doctri-
na de Fallos: 220:1212).
E. RAÚL ZAFFARONI.
Recurso de hecho interpuesto por Luis Rufino Alberio, Jaime Pilchick, Néstor
Alfredo Félix, Enrique J. Angeletti, Danilo Gobbi, Raúl Gómez, Carlos A.
Gurovich, Jorge Alberto Bague, Marcelino Goenaga, David Galavaneisky y
Ricardo Esteban González, representados por el Dr. Ernesto Halabi, con el patro-
cinio del Dr. José A. Lapierre.
Tribunal de origen: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Admi-
nistrativo Federal, Sala I.
CONSOLIDACION DE DEUDAS.
PRECLUSION.
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
– IV –
dados los saldos a cargo del Estado Nacional, que se prevén en el men-
cionado art. 22 (v. sentencia del 21 de septiembre ppdo., in re V. 122,
L.XXXIX, “Von Dem Bussche Haddenhausen, Rosa María c/ Ferroca-
rriles Argentinos Línea Mitre y otros – Ramal Tigre s/ daños y perjui-
cios” –Fallos: 327:3749–, en lo que resulte aplicable al sub lite, y dictá-
menes de esta Procuración General en las causas A. 145, L.XXXVII,
“Almanza, José Waldo –Incidente de ejecución de sentencia y otros c/
Estado Nacional (IAF) s/ proceso de ejecución”; A. 375, L.XXXVII,
“Antonelli, Juan Marcos c/ Armada Argentina –Hospital Naval y otros”;
M. 646, L.XXXVII, “Murchison S.A. Estibajes y Cargas IC. C/ AFIP –
ANA– Resol. 2403/97 s/ amparo ley 16.986”; H. 132, L.XXXVII,
“Hulytego S.A. c/ Fisco Nacional Dirección General Impositiva” –Fa-
llos: 327:5029– y L. 568, L.XXXVII, “Lapadu, Oscar Eduardo c/ Esta-
do Nacional – Dirección Nac. de Gendarmería” –Fallos: 327:5723–,
todos del 17 de septiembre de 2003).
–V–
Considerando:
Considerando:
Por su parte, el art. 9, inc. a) del Anexo IV, del decreto 1116/00,
reglamentario de la norma referida, establece que la consolidación dis-
puesta por la ley alcanza “a los efectos no cumplidos de las sentencias,
laudos arbitrales y demás actos jurisdiccionales, administrativos o
transaccionales, dictados o acordados con anterioridad a la promulga-
ción de la ley respecto a obligaciones consolidadas, aunque hubiesen
tenido principio de ejecución, o sólo reste efectivizar su cancelación”.
CARMEN M. ARGIBAY.
Considerando:
Considerando:
CARLOS S. FAYT.
DE JUSTICIA DE LA NACION 513
329
Considerando:
CARMEN M. ARGIBAY.
Recurso de hecho interpuesto por Alejandro Carlos Martínez Gualco y Víctor Hugo
Pacini, representado por el Dr. Miguel Angel Romero, defensor general de la
Nación Tribunal de origen: Sala II de la Cámara Nacional de Casación Penal.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Tribunal Oral en lo Criminal Fede-
ral Nº 5.
dadas y constituyan una derivación razonada del derecho vigente con aplicación
a las circunstancias comprobadas de la causa.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
Corresponde dejar sin efecto la sentencia que modificó los términos del litigio al
fundarse en un hecho que no constituía el punto de controversia entre las partes
–categoría de empleado municipal– y cambió la decisión del Intendente de decre-
tar una cesantía al asimilarla a una rescisión de contrato, situaciones que no
formaban parte del objeto de la contienda ni fueron argüidas por la demandada
como defensa.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
– IV –
Considerando:
DISIDENCIA DE LA SEÑORA
MINISTRA DOCTORA DOÑA CARMEN M. ARGIBAY
Considerando:
CARMEN M. ARGIBAY.
Recurso de hecho interpuesto por Antonio Ramón Pereyra, con el patrocinio letrado
de la Dra. Myrian Graciela Rodríguez de Diez.
Tribunal de origen: Superior Tribunal de Justicia de la Provincia de Misiones.
Suprema Corte:
–I–
Indicó en ese sentido, que los integrantes del tribunal oral no valo-
raron los argumentos en que esa parte fundó la propuesta de absolu-
ción de Reinoso en los términos del artículo 4º de la ley 22.278 o,
supletoriamente, la reducción de la eventual pena en los términos de
esa disposición.
– II –
– III –
– IV –
–V–
Por lo tanto, opino que V. E. debe hacer lugar a la queja interpuesta
y dejar sin efecto el pronunciamiento apelado, para que, por intermedio
de quien corresponda, se dicte uno nuevo con arreglo a derecho, sin
perjuicio de lo que en definitiva corresponda resolver sobre el fondo del
asunto. Buenos Aires, 1º de julio de 2005. Eduardo Ezequiel Casal.
Considerando:
Que esta Corte comparte los argumentos vertidos por el señor Pro-
curador Fiscal en su dictamen, a cuyos fundamentos y conclusiones
corresponde remitirse en razón de brevedad.
Considerando:
Que al caso resultan aplicables, en lo pertinente, las consideracio-
nes vertidas el 20 de septiembre de 2005 en la causa C.1757.XL. “Ca-
526 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
CARMEN M. ARGIBAY.
Recurso de hecho interpuesto por Luis Alberto Reinoso, representado por la Dra.
Stella Maris Martínez (defensora oficial).
Tribunal de origen: Sala I de la Cámara Nacional de Casación Penal.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Tribunal Oral de Menores Nº 2.
Corresponde dejar sin efecto la sentencia que rechazó el recurso de casación in-
tentado ante la negativa a hacer lugar a la excepción de falta de acción fundada
en el beneficio extintivo para los delitos tributarios dispuesto en el art. 73, tercer
párrafo, de la ley 25.401, ya que si bien no es la sentencia que pone fin al proceso,
debe ser equiparada a tal.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
Por tal motivo, y sin que ello implique emitir opinión, considero
que V. E. puede abrir la queja y hacer lugar al recurso extraordinario,
devolviendo las actuaciones a la Cámara Nacional de Casación Penal
para que –sin oponer como reparo formal la ausencia del requisito
enunciado– dicte un nuevo fallo respecto a la queja por casación dene-
gada planteada por la defensa. Buenos Aires, 8 de junio de 2005. Este-
ban Righi.
Considerando:
DISIDENCIA DE LA SEÑORA
MINISTRA DOCTORA DOÑA CARMEN M. ARGIBAY
Considerando:
CARMEN M. ARGIBAY.
Recurso de hecho interpuesto por la Dra. María Laura Uva (abogada defensora de
Héctor Darío y Hugo Jacobo Schvartzman).
Tribunal de origen: Sala I de la Cámara Nacional de Casación Penal.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Tribunal Oral en lo Penal Económi-
co Nº 3 de la Capital Federal.
Considerando:
Considerando:
Considerando:
CARLOS S. FAYT.
Considerando:
Considerando:
E. RAÚL ZAFFARONI.
Considerando:
Autos y Vistos:
7º) Frente al rechazo del remedio federal por parte del tribunal de
provincia, la parte interpuso el recurso de hecho que aquí se trae a
estudio.
536 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
CARMEN M. ARGIBAY.
Recurso de hecho interpuesto por la Dra. Claudia Isabel Carbajal Zieseniss, defen-
sora oficial de la Cámara Nº 1 de la Provincia de Mendoza, del imputado Rufino
Ismael Salto.
Tribunal de origen: Superior Tribunal de Justicia de la Provincia de Formosa.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Cámara Primera en lo Criminal y
Correccional de la Provincia de Formosa; Juzgado de Instrucción y Correc-
cional de Las Lomitas, Formosa.
MEDIDAS CAUTELARES.
ACUMULACION DE PROCESOS.
Si de la lectura de los reclamos de las causas surge que para la decisión de los
asuntos habrá que hacer mérito de circunstancias fácticas comunes, el pronun-
ciamiento que en cualquiera de las causas se dicte podrá tener efectos de cosa
juzgada sobre la otra, circunstancia que hace aconsejable la acumulación pe-
dida.
538 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
MEDIDAS CAUTELARES.
Considerando:
Tal criterio general debe aplicarse todavía con mayor razón cuan-
do la cautela innovativa se refiere a actos de los poderes públicos, tal
como las leyes. Ello es así, porque las leyes debidamente sancionadas
y promulgadas, esto es, dictadas de acuerdo con los mecanismos cons-
titucionales pertinentes, gozan de una presunción de legitimidad que
opera plenamente, de suerte tal que, en esa hipótesis, la admisibilidad
del instituto cautelar naturalmente asume una extrema y rigurosa
estrictez (Fallos: 320:1027), inclusive si mediara la posibilidad de un
perjuicio irreparable (Fallos: 195:383; 205:261; 320:1027).
Nombre de los actores: Arbumasa S.A., representada por el Dr. Lino Alberto Pala-
cio y el letrado patrocinante Dr. Darío Pernigotti.
542 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
El respeto del sistema federal y de las autonomías provinciales exige que sean
los magistrados locales los que intervengan en las causas en que se ventilen
asuntos de esa naturaleza, sin perjuicio de que las cuestiones de índole federal
que también puedan comprender esos pleitos sean susceptibles de adecuada tu-
tela por la vía del recurso extraordinario regulado por el art. 14 de la ley 48.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
Suprema Corte:
–I–
– II –
Ello es así, en virtud del respeto del sistema federal y de las auto-
nomías provinciales, que exige que sean los magistrados locales los
que intervengan en las causas en que se ventilen asuntos de esa natu-
raleza, sin perjuicio de que las cuestiones de índole federal que tam-
bién puedan comprender esos pleitos sean susceptibles de adecuada
tutela por la vía del recurso extraordinario regulado por el art. 14 de
la ley 48 (Fallos: 310:295 y 2841; 311:1470; 314:620 y 810; 318:2534 y
2551; 324:2069; 325:3070).
Demanda interpuesta por Droguería Disval S.R.L., Alfredo Oscar Gómez y Laura
Elena Palisa Mujica, patrocinados por el Dr. Eduardo A. Christensen.
MEDIDA DE NO INNOVAR.
Por la actora: Dras. Gabriela Alejandra Maiale, Silvia M. Palacios, María Ida
Ricardone y María Cecilia Pintos Prat.
MEDIDAS CAUTELARES.
de Quilmes que le provean a L., M., I., R., D., B. y A. Esquivel, de los
alimentos necesarios para asegurar una dieta que cubra las necesida-
des nutricionales básicas y se realicen controles sobre la evolución de
su salud, en un plazo de cinco días. Notifíquese con habilitación de
días y horas inhábiles. 2) Declarar la incompetencia de esta Corte para
entender en las presentes actuaciones. Notifíquese.
Considerando:
ACLARATORIA.
MEDIDAS CAUTELARES.
CORTE SUPREMA.
Suprema Corte:
–I–
– II –
Por otra parte, cabe resaltar que la actora y sus hijos viven en la
Provincia y en el Municipio demandados, cuyas autoridades son las
directamente encargadas de velar, en principio, por la alimentación y
salud de las personas carenciadas.
Considerando:
No basta que una provincia sea parte en un pleito para que proceda la competen-
cia originaria de la Corte, sino que resulta necesario además que la materia ten-
ga un manifiesto contenido federal o se trate de una causa civil, en cuyo caso
resulta esencial la distinta vecindad de la contraria, quedando excluidos aque-
llos procesos que se rigen por el derecho público local.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
El respeto del sistema federal y de las autonomías provinciales exige que sean
los magistrados locales los que intervengan en las causas en que se ventilen
cuestiones de esa naturaleza, sin perjuicio de que las de índole federal que tam-
bién puedan comprender esos pleitos sean susceptibles de adecuada tutela por la
vía del recurso extraordinario regulado por el art. 14 de la ley 48.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
562 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Suprema Corte:
–I–
– II –
Demanda interpuesta por Nuncio Toscano y otros, con el patrocinio del Dr. Gabriel
O. Hernández.
Tribunal de origen: Juzgado Federal de Formosa.
Suprema Corte:
–I–
– II –
Autos y Vistos:
Suprema Corte:
Autos y Vistos:
la regla establecida en los arts. 1026 y 1027 del Código Aduanero (ley 22.415)
corresponde declarar la competencia de la justicia nacional, sin perjuicio de lo
que surja del trámite ulterior.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
Suprema Corte:
Habida cuenta que tal como surge de las constancias del inciden-
te, las mercaderías que transportaba Custre se encontraban someti-
das al control aduanero (fs. 4/110 y 111/112) como consecuencia de los
hechos que se investigan se habría visto frustrado el adecuado ejerci-
cio de las facultades legales de la aduana (conf. Fallos: 316:2797), por
lo que considero que la presente incidencia resulta sustancialmente
análoga a la que se registra en Fallos: 322:3264 y, más recientemente,
en las Competencias Nº 125, L.XXXIX in re “Orsi, Ricardo César Vi-
cente s/denuncia de contrabando” y Nº 1030 L.XXXIX in re “N.N.
s/infracción ley 22.415”, resueltas el 27 de mayo y el 28 de octubre de
2003, respectivamente.
Autos y Vistos:
Corresponde declarar la deserción del recurso que se limita a transcribir los su-
cesivos decretos reglamentarios del art. 95 de la ley 24.241, pero no efectúa una
crítica concreta de las circunstancias fácticas y jurídicas tenidas en cuenta por el
pronunciamiento para encuadrar la situación previsional del actor y reconocer el
derecho al retiro por invalidez.
Considerando:
6º) Que, en efecto, el inciso 1º del apartado a del citado art. 95,
reconoce el retiro por invalidez a favor de los afiliados declarados in-
válidos que se encontraran efectuando en forma regular sus aportes,
situación en la que debe ser encuadrado el apelante que, al momento
de quedar incapacitado, estaba percibiendo el subsidio por desempleo
a que se ha hecho referencia. La solicitud presentada con posteriori-
dad a esa fecha en nada obsta a la calificación de la regularidad de
aportes, que debe ser evaluada en relación con la oportunidad en que
se produjo el hecho generador de la prestación.
Suprema Corte:
–I–
– II –
Asevera, por otro lado, que el decreto 1.120/94 contiene una absur-
da valoración de la calidad de trabajador, ya que por su aplicación
mecánica, sólo se le computa al causante los últimos meses de vida
para determinar la existencia y alcance del derecho de los familiares a
quien había alimentado durante la mayoría de la vida activa, trans-
formándolo en un aportante sin derecho y a su viuda en una margina-
da del sistema, al que se le realizaron aportes por más de veinte años.
– III –
Considerando:
Recurso ordinario interpuesto por Marta Elena Tarditti, representada por la Dra.
Lylia Parada.
Traslado contestado por la ANSeS, representada por la Dra. Liliana Inés Castillo.
Tribunal de origen: Sala III de la Cámara Federal de la Seguridad Social.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Juzgado Federal de Primera Ins-
tancia de la Seguridad Social Nº 7.
584 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
RETIRO POLICIAL.
El hecho de que una asignación sea percibida por un alto porcentaje del personal
en actividad no puede constituir (“de facto”) el parámetro de “generalidad” si
expresamente dicha asignación ha sido creada (“de iure”) como una compensa-
ción particular.
RETIRO POLICIAL.
RETIRO POLICIAL.
Corresponde desestimar el recurso que nada dice acerca de cuál sería el desequi-
librio o la desproporción que se aduce o en qué consiste, concretamente, aquello
que le es reconocido al personal retirado y no al personal en actividad, demostra-
ción que es indispensable si se pretende sostener que se colocó a los actores en
una posición de privilegio.
DECRETO REGLAMENTARIO.
Por amplio que se considere el ámbito de autonomía del Poder Ejecutivo, el poder
de reglamentar no llega nunca a consentir la desnaturalización del derecho,
máxime cuando el poder administrador ingresa en un ámbito propio de la com-
petencia legislativa, como lo es el de determinar el haber que la ley acuerda al
personal militar.
–Del precedente “Franco”, al que remitió la Corte Suprema–.
DE JUSTICIA DE LA NACION 585
329
DECRETO REGLAMENTARIO.
DECRETO REGLAMENTARIO.
Suprema Corte:
–I–
Alega que la ley “S” 19.373, modificada por su similar “S” 21.705
y los decretos reglamentarios “S” 4.639/73 y “S” 3.946/77, que remi-
ten a la ley 19.101, atribuyó al Poder Ejecutivo la facultad para de-
terminar el monto y las condiciones para la percepción de los suple-
mentos generales, particulares y compensaciones. Por tal razón ar-
gumenta que el Poder Ejecutivo al establecer el carácter no remu-
nerativo y no bonificable no se apartó ni de la Ley Fundamental ni
de las previsiones de las similares leyes 19.101 y 21.965, que lo auto-
riza a fijar los montos y condiciones de percepción de los suplemen-
tos y compensaciones, criterio a su vez ratificado por el Poder Legis-
lativo al aprobar la ley de presupuesto para el ejercicio financiero de
1996.
– II –
Considerando:
6º) Que, en cuanto al fondo del asunto, los agravios expuestos por
los actores no pueden ser admitidos por dos órdenes de razones dife-
rentes. En primer lugar, porque el hecho de que una asignación sea
percibida por un alto porcentaje del personal en actividad no puede
constituir (“de facto”) el parámetro de “generalidad” si, como ocurre en
el caso, expresamente dicha asignación ha sido creada (“de iure”) como
una compensación particular. En este sentido es esclarecedor el texto
del art. 5º del decreto 2801/93, al disponer que el otorgamiento de “...las
compensaciones creadas por el presente decreto... no podrá ser gene-
592 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Considerando:
CARMEN M. ARGIBAY.
Recursos extraordinarios interpuestos por Carlos D’Amore y otro, representados por
la Dra. Silvia P. Corvalán y Caja de Retiros, Jubilaciones y Pensiones de la
Policía Federal, representada por la Dra. Verónica I. Consoli.
Traslados contestados por Carlos D’Amore y otro, representados por la Dra. Silvia
P. Corvalán y Caja de Retiros, Jubilaciones y Pensiones de la Policía Federal,
representada por la Dra. Verónica I. Consoli.
Tribunal de origen: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Admi-
nistrativo, Sala V.
ENERGIA ELECTRICA.
ENERGIA ELECTRICA.
ENERGIA ELECTRICA.
ENERGIA ELECTRICA.
Debe rechazarse el argumento del ente provincial acerca de que cuando se trata
de una instalación de transporte que se conecta con el Sistema Argentino de
Interconexión, pero que no pertenece a éste sino al sistema eléctrico de una pro-
vincia, dicha instalación debe ser considerada de jurisdicción local, pues susten-
tó tal interpretación en el art. 38, de la ley 15.336, norma que ha sido expresa-
mente derogada por la ley 24.065, que es complementaria de aquélla.
Suprema Corte:
–I–
A fs. 380/388, la Sala III de la Cámara Nacional de Apelaciones en
lo Contencioso Administrativo Federal hizo lugar parcialmente al re-
DE JUSTICIA DE LA NACION 597
329
Para así decidir, consideró que no toda red que opere a 132 kV
integra el Sistema Argentino de Interconexión (SADI), ya que el nivel
de tensión es un elemento que dichas normas tienen en cuenta para
distinguir entre transporte de energía eléctrica en alta tensión y por
distribución troncal, pero ello no delimita las jurisdicciones nacional y
provincial.
– II –
– III –
– IV –
Ante todo, cabe recordar que V.E. ha sostenido desde antiguo que
cuando se encuentra en discusión el alcance que cabe asignar a una
norma de derecho federal, no se encuentra limitada por los argumen-
tos de las partes o de la cámara, sino que le incumbe realizar una
declaratoria sobre el punto disputado (cfr. Fallos: 310:2200; 318:1243;
321:2683; entre otros).
Sobre la base del marco legal indicado, sin que se encuentre con-
trovertido en el sub discussio que la LAT en cuestión une a las estacio-
nes transformadoras de Santiago Centro (propiedad de Transnoa S.A.)
y Suncho Corral con tres localidades del interior de la Provincia, en mi
concepto, asiste razón a los recurrentes cuando sostienen que aquélla
debe estar sujeta a jurisdicción nacional.
–V–
– VI –
Considerando:
3º) Que, por su parte, cabe recordar cuál ha sido la posición mante-
nida por el Ente Regulador de la Energía Eléctrica de Santiago del
Estero (ENRESE) al interponer el recurso directo contra las resolucio-
nes 533/97 y 1108/97 del Ente Nacional Regulador de la Electricidad
(ENRE) y 260/98 de la Secretaría de Energía, con el objeto de oponer-
se al criterio de la autoridad nacional en el sentido de considerar que
cuando la línea construida por la provincia comenzara a operar a 132
Kv sería considerada como una “ampliación al sistema de transporte”
y, por lo tanto, quedaría sometida a la jurisdicción nacional. A juicio
del organismo provincial, aquella conclusión es errónea pues omite
considerar que existen dos supuestos de jurisdicción local: 1º) son de
jurisdicción local “...todas las redes de transporte o transmisión pro-
pias de un sistema aislado, es decir, no interconectado a una red na-
cional o regional de interconexión”; 2º) “el Pacto Federal declara como
de jurisdicción local a las instalaciones de transporte que, aunque
interconectadas con una red nacional o regional, pertenezcan al siste-
ma eléctrico de una Provincia” (fs. 7). En consecuencia, para el ente
provincial son de jurisdicción local aquellas instalaciones que aunque
puedan conectarse al Sistema Argentino de Interconexión (SADI) no
pertenecen a éste, criterio que sustentó en lo dispuesto por el art. 38
de la ley 15.336 (fs. 6 vta. y 7 vta.). Entiende que la línea proyectada
es para “uso y consumo dentro del territorio provincial, con indepen-
dencia de que la misma se interconecte al sistema nacional”. Admite
que para su funcionamiento es necesaria la habilitación conforme a lo
establecido en el “Reglamento de Acceso a la Capacidad Existente y
Ampliación del Sistema de Transporte...”, pero que se trata de “una
cuestión meramente administrativa” que no tiene por efecto otorgar
jurisdicción al ente nacional (ENRE) sobre las obras que realiza la
provincia (fs. 10 vta.). Según expresa, habrá transporte de jurisdic-
ción local cuando el servicio público sea prestado a través de “...insta-
laciones de transmisión y transformación pertenecientes a los siste-
mas eléctricos locales o provinciales, es decir no incluidas en los siste-
mas que componen el Sistema Argentino de Interconexión. Ello con
total independencia de que dichas instalaciones formen parte de un
sistema aislado o se encuentren directa o indirectamente interco-
nectadas con el SADI” (fs. 14).
ésta, sino que lo que existe es una simple “vinculación” con el sistema
de transporte y, por esta razón, es pertinente atenerse a los requisitos
técnicos y a los procedimientos de las normas federales (fs. 338 y 539
vta.). Finalmente, aduce que dado que la provincia fue quien constru-
yó la obra y lo hizo con fondos provenientes del FEDEI (Fondo Espe-
cial de Desarrollo Eléctrico del Interior), aquélla tendrá derecho a
transportar la electricidad o concesionar esta actividad, pues “...el
hecho de la federalización de las líneas por la conveniencia de la Na-
ción, no significa de modo alguno privarla... del derecho...” sobre di-
chos bienes que “...deben reportar un beneficio concreto a sus habi-
tantes...” (fs. 341).
8º) Que, por otra parte, la simple manifestación del ente provincial
en el sentido de que en la Provincia de La Rioja habría casos similares
al de autos que fueron considerados por el ENRE como líneas de juris-
dicción provincial (fs. 539 vta.), lo expuesto en sentido contrario por
Transnoa S.A., acerca de que hay otras líneas dentro de la Provincia
de Santiago del Estero que también fueron consideradas como una
ampliación del transporte federal y la provincia no se opuso (fs. 480),
como asimismo la similitud que se predica entre el presente caso y
otro referente a la Provincia del Chaco resuelto por el Ente Nacional
Regulador de la Electricidad (con sustento en la resolución del ENRE
691/98 que se acompañó a la causa), amén de constituir cuestiones
fácticas ajenas a la vía del recurso extraordinario, no permiten al Tri-
bunal tomar un conocimiento cabal acerca de si fueron similares las
circunstancias tenidas en cuenta para decidir de tal modo, máxime si
se repara en la complejidad técnica del asunto y en las peculiaridades
que los diversos casos pueden ofrecer. Por lo demás, en cuanto al caso
citado en último término, de la simple lectura de la resolución del ENRE
691/98 aparecen, al menos, dos circunstancias que difieren del presen-
te: a) el hecho de que tratándose de líneas cuya construcción había
sido autorizada por la Secretaría de Energía en el año 1986, se consi-
deró que correspondía hacer una “...excepción a lo establecido en el
reglamento de acceso a la capacidad existente y ampliaciones de trans-
porte de energía eléctrica...” y, b) en cuanto a los aspectos técnicos
había emitido opinión CAMMESA en el sentido de que “...sólo existe
influencia zonal y no en el Sistema Argentino de Interconexión (SADI)...
y que con la nueva conexión mejorará el perfil de tensiones y la cali-
dad del servicio del sistema existente”.
Toda vez que son demandados la Provincia del Neuquén –a quien le concierne la
competencia originaria de la Corte, de conformidad con el art. 117 de la Ley
Fundamental– y la Autoridad Interjurisdiccional de la Cuenca de los ríos Limay,
Neuquén y Negro, ente federal integrado por el Estado Nacional y las Provincias
de Buenos Aires, Neuquén y Río Negro (art. 3 del Estatuto de la A.I.C., ley 23.896)
–que tiene derecho al fuero federal, según lo dispuesto en el art. 116 de la Cons-
titución Nacional– la única forma de conciliar ambas prerrogativas jurisdiccio-
nales es sustanciando la acción en la instancia originaria.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
Suprema Corte:
–I–
– II –
En tales condiciones, opino que el sub lite debe tramitar ante los
estrados del Tribunal. Buenos Aires, 27 de diciembre de 2005. Ricar-
do O. Bausset.
DE JUSTICIA DE LA NACION 619
329
CORTE SUPREMA.
Considerando:
Considerando:
CARMEN M. ARGIBAY.
Recurso de hecho interpuesto por Raúl Enrique Scheller, representado por los Dres.
Juan P. Vigliero y Alfredo A. A. Solari.
Tribunal de origen: Secretaría General de la Cámara Nacional de Casación Pe-
nal.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Sala II de la Cámara Nacional de
Casación Penal; Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 12.
CORTE SUPREMA.
Considerando:
Según la regla iura curia novit el juzgador tiene la facultad y el deber de discu-
rrir los conflictos litigiosos y dirimirlos según el derecho vigente, calificando
autónomamente la realidad fáctica y subsumiéndola en las normas que las ri-
gen, con prescindencia de los fundamentos o argumentos que enuncien las par-
tes (Disidencia de los Dres. Elena I. Highton de Nolasco y Carlos S. Fayt).
Considerando:
Considerando:
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
– IV –
–V–
Con este alcance, y sin que ello implique emitir opinión sobre las
cuestiones de índole jurídica propuestas en el recurso extraordinario
632 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Vistos los autos: “Acuña, Mónica D. y otros c/ Prov. Bs. As. (Direc-
ción Prov. Rec. Med)”.
Considerando:
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
– IV –
cho público local y procesal; los extremos del último tenor involucrados
en el asunto tornan, también aquí, a mi entender, falta del debido
sustento la referencia del Superior Tribunal a una presunta discre-
pancia en torno a los extremos probatorios, por lo que procede, igual-
mente, que se reexamine la admisibilidad del agravio.
–V–
Considerando:
Considerando:
ADUANA: Exportación.
ADUANA: Exportación.
Suprema Corte:
–I–
Adujo que la exclusión del beneficio allí establecida –para los pro-
ductos del mar, manufacturados en buques– altera las disposiciones
de la ley 23.018, prevaleciendo un criterio fiscalista-presupuestario,
que excede el marco normativo referido.
– II –
Disconforme, la demandada interpuso el recurso extraordinario
obrante a fs. 676/682, que fue concedido por el a quo a fs. 696.
– III –
– IV –
–V–
Por lo allí expresado, considero que la postura del a quo –de reco-
nocer a la actora el reembolso adicional establecido por la ley 23.018–
no surge del texto de la norma, de su indudable propósito ni de su
necesaria implicancia, con el criterio que V.E. ha fijado para analizar
la procedencia de este tipo de beneficios promocionales en reiterada
jurisprudencia (Fallos: 300:1027; 307:993; 308:2554, entre otros).
– VI –
do a las mismas reglas que se aplican a las realizadas desde los res-
tantes puertos patagónicos, ubicados en el territorio continental.
– VII –
Considerando:
Más allá del acierto o error de lo decidido, no resulta descalificable una sentencia
que cuenta con fundamentos suficientes y la argumentación del recurrente con-
cierne a la apreciación crítica de los hechos y la interpretación de las normas de
derecho común efectuadas por el tribunal (Voto del Dr. E. Raúl Zaffaroni).
PEAJE.
CONCESION.
CONCESION.
El concesionario debe responder ante el usuario por los daños provocados por
animales que invaden la carretera, salvo que demuestre la mediación de eximen-
te en punto a la ruptura del nexo causal, y para que proceda dicha eximición,
debe acreditar el acaecimiento del caso fortuito, la culpa de la víctima o la de un
tercero por el que no debe responder. Tal responsabilidad no resulta enervada
por la que recae sobre el dueño o guardián del animal (art. 1124 del Código Ci-
vil), ya que la existencia de esta última no excluye a la primera, en tanto se trata
de un supuesto que obedece a un factor de imputación diverso (Voto del Dr. E.
Raúl Zaffaroni).
CONCESION.
Quien accede a una ruta concesionada tiene una confianza fundada en que el
organizador se ha ocupado razonablemente de su seguridad, pues la prestación
de servicios masivos presenta un grado de complejidad y anonimato que resul-
tan abrumadores para los ciudadanos comunes que los reciben. El funcionamiento
regular, el respaldo de las marcas y del Estado genera una apariencia jurídica
que simplifica su funcionamiento y lo hace posible, y las pruebas que realiza el
consumidor para verificar la seriedad y seguridad son mínimas porque confía en
la apariencia creada y respaldada por el derecho (Voto del Dr. Ricardo Luis
Lorenzetti).
CONCESION.
CONCESION.
En tanto es el prestador del servicio quien está en mejor posición para tomar
medidas de prevención genéricas al menor costo, la falta de un adecuado ejerci-
cio del deber de previsión y de disponer lo necesario para evitar accidentes, com-
promete la responsabilidad de la concesionaria (Voto del Dr. Ricardo Luis
Lorenzetti).
CONCESION.
CONCESION.
La responsabilidad que el art. 1124 del Código Civil pone en cabeza del dueño o
guardador de un animal por los daños que cause, no es excluyente de la respon-
sabilidad de distinta índole que, de un modo u otro, cabe a personas que –como la
concesionaria vial– tienen a su cargo el deber de evitar que ningún animal esté
suelto en determinados lugares por razón de la peligrosidad que su presencia
representa (Voto del Dr. Ricardo Luis Lorenzetti).
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
Considerando:
Considerando:
2º) Que para decidir del modo que lo hizo, la Corte provincial con-
sideró que la sentencia apelada contaba con fundamentos suficientes
al afirmar que el vínculo que se establece entre el concesionario y el
DE JUSTICIA DE LA NACION 655
329
Considerando:
5º) Que en orden a los términos que resultan de los agravios expre-
sados, cabe puntualizar que la doctrina de la arbitrariedad no resulta
DE JUSTICIA DE LA NACION 659
329
apta para atender las discrepancias de las partes respecto de los fun-
damentos de hecho, prueba y derecho común y procesal, que constitu-
yeron el basamento de la decisión de los jueces, en el ámbito del ejerci-
cio de su jurisdicción excluyente (Fallos: 311:1950).
6º) Que, en dicho contexto, más allá del acierto o error de lo decidi-
do, no resulta descalificable una sentencia, cuando ésta cuenta con
fundamentos suficientes y la argumentación del recurrente concierne
a la apreciación crítica de los hechos y la interpretación de las normas
de derecho común efectuadas por el tribunal.
7º) Que el a quo, en el caso sub examine, consideró que las vincula-
ciones entre el Estado y la concesionaria, por un lado, y de esta última
con el usuario, por el otro, eran de naturaleza diversa.
9º) Que, desde este enfoque, se advierte que el usuario abona una
suma de dinero, que percibe el concesionario, por el uso del corredor
vial concesionado, ya sea al ingresar o luego de haber transitado por
éste –dependiendo del lugar donde se encuentran ubicadas las cabi-
nas de peaje–, extremos que se encuentran preestablecidos en el con-
trato de concesión y reglamento de explotación, los cuales a su vez
regulan las condiciones en que debe realizarse la circulación de la vía,
mas per se no desnaturalizan su esencia, desde que la contraprestación,
por el pago que se realiza, reviste la entidad de un servicio.
660 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
13) Que más allá de los reparos que podría merecer la observación
efectuada al art. 40 de la ley 24.240, por medio del decreto 2089/93,
como surge del propio contenido del art. 1 de la ley citada, su objeto no
es otro que la defensa indistinta de los consumidores como de los usua-
rios, de forma que repercute y produce efectos directamente sobre la
reglamentación de los derechos de los últimos en materia de servicios
concesionados.
E. RAÚL ZAFFARONI.
Considerando:
Considerando:
Los reclamos individuales, a fin de que se liberen las acciones, por fuera del
programa, omitiendo las actuaciones específicas, resultan improcedentes en la
medida que se intenta eludir los procedimientos legales, más allá de los obstácu-
los que pudieran surgir del A.G.T., pues en este último aspecto no resulta sufi-
ciente el argumento de que a los “sujetos adquirentes”, les resultaría inoponible
el A.G.T. por no haberlo suscripto, porque la valla infranqueable para ellos apa-
rece del propio texto legal que creó el sistema.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
Todos los que mantienen un vínculo dependiente con las empresas privadas es-
tán legitimados para adquirir las acciones de los que se hayan retirado, motivo
por el cual está impedida una actuación unilateral, autónoma y exorbitante del
PPP, porque el manejo de las acciones resulta obligatoriamente sindicado (art.
38 y concordantes de la ley 23.696).
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
Suprema Corte:
–I–
La Sala V, de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencio-
so Administrativo Federal, concedió el recurso extraordinario de la
DE JUSTICIA DE LA NACION 671
329
– II –
– III –
de la acciones Clase “C”, pero ello debía ceñirse a las formas origina-
riamente establecidas en el A.G.T. y se reprochaba la falta de sustento
y razonabilidad del decreto 682/95, y la resolución conjunta Nº 689/95,
mediante los cuales unilateralmente el Poder Administrador preten-
día condicionar el pago de dividendos a la venta de acciones sin respe-
tar el A.G.T. preexistente, que en tales casos exigía un nuevo acuerdo.
– IV –
Sin perjuicio de los derechos que pudieran asistir a los actores como
titulares de la tenencia de acciones clase “C”, es del caso señalar que el
objeto de la pretensión en estos actuados no sería posible sin menosca-
bar los derechos de los otros “sujetos adquirentes” integrantes del PPP.
Recuerdo que todos los que mantienen un vínculo dependiente con las
empresas privadas están legitimados para adquirir las acciones de los
que, como los reclamantes, se hayan retirado (cfr. punto 9.2. del A.G.T.
cuyo texto se reproduce en el certificado de custodia, vgr. fs. 8vta. en-
tre otros), motivo por el cual está impedida una actuación unilateral,
autónoma y exorbitante del PPP, porque el manejo de las acciones –en
las condiciones en las que se encuentran– resulta obligatoriamente
sindicado (cfr. art. 38 y cctes. de la ley 23.696).
678 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Considerando:
Suprema Corte:
–I–
Para así decidir, sostuvo respecto del primero de ellos que, más
allá de la definitividad del pronunciamiento, esa apelación extraordi-
naria sólo procedía, de conformidad con el artículo 494 del código adje-
tivo, cuando se alegara la errónea aplicación de la ley sustantiva o
doctrina legal de ese tribunal por parte del a quo, lo que no acontecía
en el caso pues, se había declarado inadmisible la vía casatoria por no
revestir carácter definitivo la resolución impugnada.
– II –
– III –
– IV –
Por otra parte, creo que el defecto lógico que presenta ese razona-
miento resulta más notorio aún en el sub judice, cuando se advierte
que también fue utilizado para rechazar el planteo constitucional in-
vocado por el recurrente. En este sentido, cabe destacar que el a quo
se negó a tratar una cuestión de esa naturaleza, al sostener simple-
mente que no existía pronunciamiento respecto del punto por parte
del juzgador de última instancia sin reparar en que, precisamente, lo
sometido a su conocimiento, era la decisión por la cual la casación no
admitió la impugnación de la defensa y que, por tal motivo, no se pro-
nunció acerca de la pretendida inconstitucionalidad.
–V–
– VI –
– VII –
Considerando:
VOTO DE LA SEÑORA
MINISTRA DOCTORA DOÑA CARMEN M. ARGIBAY
Autos y Vistos:
CARMEN M. ARGIBAY.
Los agravios deducidos contra el pronunciamiento que revocó el que había hecho
lugar a la excepción de prescripción remiten a cuestiones de hecho, prueba y
derecho común que no habilitan la instancia extraordinaria, en tanto el fallo
apelado cuenta con fundamentos que, más allá de su acierto o error, revelan una
discreta comprensión de las cuestiones propuestas (Disidencia de la Dra. Elena
I. Highton de Nolasco).
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
– IV –
–V–
Considerando:
DISIDENCIA DE LA SEÑORA
VICEPRESIDENTE DOCTORA DOÑA ELENA I. HIGHTON DE NOLASCO
Considerando:
Más allá del acierto o error de lo decidido, no resulta descalificable una sentencia
que cuenta con fundamentos suficientes y la argumentación del recurrente con-
cierne a la apreciación crítica de los hechos y la interpretación de las normas de
derecho común efectuadas por el tribunal (Voto del Dr. E. Raúl Zaffaroni).
696 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
PEAJE.
CONCESION.
CONCESION.
El concesionario debe responder ante el usuario por los daños provocados por
animales que invaden la carretera, salvo que demuestre la mediación de eximen-
DE JUSTICIA DE LA NACION 697
329
te en punto a la ruptura del nexo causal, y para que proceda dicha eximición,
debe acreditar el acaecimiento del caso fortuito, la culpa de la víctima o la de un
tercero por el que no debe responder. Tal responsabilidad no resulta enervada
por la que recae sobre el dueño o guardián del animal (art. 1124 del Código Ci-
vil), ya que la existencia de esta última no excluye a la primera, en tanto se trata
de un supuesto que obedece a un factor de imputación diverso (Voto del Dr. E.
Raúl Zaffaroni).
CONCESION.
El vínculo que une al que contrata o usa el servicio con el concesionario vial, es
una típica relación de consumo regida por la ley 24.240, por la cual el último
asume, no una obligación de dar el uso y goce de una cosa, sino de prestar un
servicio, calificación jurídica esta última que importa asignarle un deber de se-
guridad, de origen legal e integrado a la relación contractual, que obliga al
prestador a la adopción de medidas de prevención adecuadas a los concretos ries-
gos existentes en la ruta concesionada, en tanto resulten previsibles según el
curso normal y ordinario de las cosas (Voto del Dr. Ricardo Luis Lorenzetti).
Tratándose de accidentes ocurridos con ocasión del paso de animales por rutas
concesionadas, la previsibilidad exigible al concesionario se debe juzgar también
teniendo en cuenta la carga de autoinformación que pesa sobre él respecto de la
existencia de aquéllos, y el deber de transmitir la correspondiente información al
usuario de modo oportuno y eficaz (Voto del Dr. Ricardo Luis Lorenzetti).
CONCESION.
CONCESION.
La responsabilidad que el art. 1124 del Código Civil pone en cabeza del dueño o
guardador de un animal por los daños que cause, no es excluyente de la respon-
sabilidad de distinta índole que, de un modo u otro, cabe a personas que –como la
concesionaria vial– tienen a su cargo el deber de evitar que ningún animal esté
suelto en determinados lugares por razón de la peligrosidad que su presencia
representa (Voto del Dr. Ricardo Luis Lorenzetti).
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
Considerando:
VOTO DE LA SEÑORA
VICEPRESIDENTA DOCTORA DOÑA ELENA I. HIGHTON DE NOLASCO
Considerando:
Considerando:
5º) Que en orden a los términos que resultan de los agravios expre-
sados, cabe puntualizar que la doctrina de la arbitrariedad no resulta
apta para atender las discrepancias de las partes respecto de los fun-
damentos de hecho, prueba y derecho común y procesal, que constitu-
yeron el basamento de la decisión de los jueces, en el ámbito del ejerci-
cio de su jurisdicción excluyente (Fallos: 311:1950).
6º) Que, en dicho contexto, más allá del acierto o error de lo decidi-
do, no resulta descalificable una sentencia, cuando ésta cuenta con
fundamentos suficientes y la argumentación del recurrente concierne
a la apreciación crítica de los hechos y la interpretación de las normas
de derecho común efectuadas por el tribunal.
7º) Que el a quo, en el caso sub examine, consideró que las vincula-
ciones entre el Estado y la concesionaria, por un lado, y de esta última
con el usuario, por el otro, eran de naturaleza diversa.
9º) Que, desde este enfoque, se advierte que el usuario abona una
suma de dinero, que percibe el concesionario, por el uso del corredor
DE JUSTICIA DE LA NACION 705
329
13) Que más allá de los reparos que podría merecer la observación
efectuada al art. 40 de la ley 24.240, por medio del decreto 2089/93,
como surge del propio contenido del art. 1 de la ley citada, su objeto no
es otro que la defensa indistinta de los consumidores como de los usua-
rios, de forma que repercute y produce efectos directamente sobre la
reglamentación de los derechos de los últimos en materia de servicios
concesionados.
E. RAÚL ZAFFARONI.
Considerando:
4º) Que lo dispuesto por el art. 1124 del Código Civil, nada aporta
a favor de la concesionaria vial. Ello es así, porque la responsabilidad
que el citado precepto pone en cabeza del dueño o guardador de un
animal por los daños que cause, no es excluyente de la responsabili-
dad de distinta índole que, de un modo u otro, cabe a personas que
–como la concesionaria vial demandada– tienen a su cargo el deber de
evitar que ningún animal esté suelto en determinados lugares por ra-
zón de la peligrosidad que su presencia representa.
Considerando:
Recurso de hecho interpuesto por Camino del Atlántico S.A.C.V., representado por el
Dr. Marcelo M. Vampa.
Tribunal de origen: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, Sala M.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Juzgado Nacional de Apelaciones
en lo Civil Nº 89.
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
Considerando:
DISIDENCIA DE LA SEÑORA
MINISTRA DOCTORA DOÑA CARMEN M. ARGIBAY
Considerando:
CARMEN M. ARGIBAY.
Recurso de hecho interpuesto por el Banco de San Juan S.A. y la Provincia de San
Juan, representadas por el apoderado de la Fiscalía de Estado de la provincia Dr.
Norberto J. Baistrocchi.
Tribunal de origen: Corte de Justicia de la Provincia de San Juan.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Cámara Segunda de Apelaciones en
lo Civil, Comercial y Minería y Quinto Juzgado Civil, Comercial y Minería de
San Juan.
716 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Suprema Corte:
Considerando:
Considerando:
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
– IV –
Por lo expresado, considero que la presentación directa de la parte
demandada debe desestimarse. Buenos Aires, 27 de julio de 2005.
Marta A. Beiró de Gonçalvez.
Considerando:
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
Además, surge del presente legajo que con respecto a esta decisión
condenatoria, la defensa oficial agotó todas las vías recursivas locales
puestas a su disposición, llegando a plantear recurso extraordinario
de inaplicabilidad de ley, el cual se halla pendiente de resolución por
parte del máximo tribunal bonaerense (conf. fojas 62).
– IV –
Considerando:
Autos y Vistos:
CARMEN M. ARGIBAY.
Suprema Corte:
–I–
Uno de los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 2
del Departamento Judicial de San Martín resolvió, en lo que aquí in-
teresa, regular los honorarios profesionales de los contadores Osvaldo
Juan Antonio Giustozzi y Marta Susana Polistina en la suma de trein-
ta mil pesos para cada uno de ellos (fs. 7).
– II –
– III –
Considerando:
Considerando:
Recurso de hecho interpuesto por el contador Osvaldo Juan Guistozzi, con el patro-
cinio letrado del Dr. Germán Diego Mozzi y Martín W. Dedeu.
Tribunal de origen: Cámara Federal de Apelaciones de San Martín.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: el juez de ejecución Dr. Daniel Al-
berto Cisneros, miembro del Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 2 de San
Martín.
inadmisible (art. 280 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación) (Voto
de los Dres. Ricardo Luis Lorenzetti y Carmen M. Argibay).
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
Asimismo, cabe recordar que V.E. tiene dicho que la ley 23.982, en
cuanto sea de aplicación en el ámbito de la Capital Federal, ha sido
dictada en ejercicio de facultades legislativas que corresponden al Con-
greso en los términos del art. 75, inc. 30), de la Constitución Nacional
y, en consecuencia, reviste el carácter de derecho público local (Fallos:
318:1357; 325:1961, entre otros). En tales condiciones, no obstante
que lo referente a la aplicación e inteligencia de leyes de tal naturale-
za es materia ajena, por principio, a la vía del art. 14 de la ley 48,
738 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Entiendo que ello es así, puesto que, en primer lugar, tal como
señala la recurrente, la demandada es una sociedad del Estado cuyo
capital fue transferido a la Municipalidad de la Ciudad de Buenos
Aires en virtud de lo dispuesto por la ley 22.070 (Fallos: 315:688) y,
posteriormente, por el carácter de sucesora de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires (art. 5º de la ley 24.588 y art. 7º del Estatuto Organizativo
de la Ciudad), se mantuvo en dicho ámbito local.
– IV –
Considerando:
Considerando:
Considerando:
E. RAÚL ZAFFARONI.
Recurso de hecho deducido por Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Esta-
do, demandada en autos, representada por el Dr. Guillermo Pino en su carácter de
apoderado.
Tribunal de origen: Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo Sala X.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Juzgado Nacional de Primera Ins-
tancia del Trabajo Nº 79.
DE JUSTICIA DE LA NACION 741
329
Considerando:
VOTO DE LA SEÑORA
MINISTRA DOCTORA DOÑA CARMEN M. ARGIBAY
Considerando:
CARMEN M. ARGIBAY.
Recurso de hecho interpuesto por Nicola Vidic y Mitrocarga S.A., con el patrocinio
letrado del Dr. Pablo Agustín Morato y Roberto Oscar Barone (apoderado de la
firma Mitrocarga S.A.).
Tribunal de origen: Sala VII Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Juzgado Nacional del Trabajo Nº 27.
JUICIO CRIMINAL.
El precepto contenido en el art. 441 del Código Procesal Penal de la Nación tiene
como fundamento evitar la existencia de fallos contradictorios ante idénticas o
análogas situaciones en aras de preservar la igualdad ante la ley y la buena
administración de justicia, a punto tal que este efecto extensivo ha sido reconoci-
do incluso para considerar alcanzado al imputado que hubiera desistido de la
apelación interpuesta.
Corresponde aplicar la regla del art. 441 del Código Procesal Penal y hacer ex-
tensiva al recurrente la solución adoptada por el Tribunal al rechazar otro pedi-
do de extradición si la identidad procesal que detentan ambos requeridos permi-
te afirmar que no fueron motivos exclusivamente personales los que sustentaron
la anterior sentencia.
Suprema Corte:
Dentro del sistema procesal que la ley 24.767 previó para el trámi-
te de extradición –de particular celeridad y propiciando la inmediata
746 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Es por ello que llenó esa laguna disponiendo que el recurso trami-
tara de acuerdo a las disposiciones que rigen apelaciones análogas o
ejerciendo las facultades que le otorga el art. 18 de la ley 48 (Fallos:
217:20; 220:130; 286:198 y 310:1510).
DE JUSTICIA DE LA NACION 749
329
7º) Que esta Corte ha señalado que los principios que rigen el pro-
ceso de extradición referidas a la conveniencia universal del enjuicia-
miento y castigo de todos los delitos y al interés y a la seguridad de las
sociedades humanas no puede llevar a la conclusión de que el sujeto
requerido no se encuentre amparado por la garantía constitucional de
la defensa en juicio y debido proceso (Fallos: 261:94; 311:1925, esp.
considerando 10).
Ello es así toda vez que la identidad procesal que detentan ambos
requeridos permite afirmar que no fueron motivos exclusivamente
personales –tal como exige aquel precepto legal– los que sustentaron
la sentencia del 16 de noviembre de 2004 a la que cabe remitir en
razón de brevedad.
DISIDENCIA DE LA SEÑORA
MINISTRA DOCTORA DOÑA CARMEN M. ARGIBAY
Considerando:
CARMEN M. ARGIBAY.
CORTE SUPREMA.
CONSOLIDACION DE DEUDAS.
Resulta procedente el cálculo de los réditos desde la mora hasta la fecha de corte
establecida por el art. 1 de la ley 6546 de la Provincia de Santiago del Estero
pues los bonos que serán entregados contienen los intereses previstos en el régi-
men de consolidación, por lo cual el acreedor debe practicar liquidación y de ahí
en más ocurrir ante el estado provincial a fin de lograr la percepción del capital y
los intereses adeudados.
INTERESES: Generalidades.
Los intereses resarcitorios y punitorios que liquida la ejecutante han sido esta-
blecidos con el propósito de estimular el cumplimiento en término de las obliga-
ciones tributarias y previsionales; su desconocimiento o reducción importaría
olvidar su naturaleza, la razón legal que los justifica y el carácter que se ha
asignado a normas similares.
ACTOS PROPIOS.
Con arreglo al principio cardinal de la buena fe, nadie puede ponerse en contra-
dicción con sus propios actos, ejerciendo una conducta incompatible con otra an-
terior deliberada, jurídicamente relevante y plenamente eficaz.
ACTOS PROPIOS.
JUICIO CIVIL.
3º) Que por lo demás, el criterio que debe servir de guía para el
examen y decisión de cuestiones de esta naturaleza ha sido postulado
por esta Corte desde el tradicional precedente “Colalillo”, y reiterado
hasta el presente en todas sus composiciones, según el cual el proceso
civil no puede ser conducido en términos estrictamente formales, pues
no se trata ciertamente del cumplimiento de ritos caprichosos, sino
del desarrollo de procedimientos destinados al establecimiento de la
verdad jurídica, que es su norte; concordemente con ello, enfatizó di-
cho pronunciamiento que, con arreglo a la ley procesal vigente, los
jueces cuentan, en cualquier estado del juicio, con la facultad de dispo-
ner las medidas necesarias para esclarecer los hechos debatidos, por-
que la renuncia a la verdad es incompatible con el servicio de la justi-
cia (Fallos: 238:550).
Considerando:
CORTE SUPREMA.
CORTE SUPREMA.
CORTE SUPREMA.
CORTE SUPREMA.
Si todos los actos de los poderes de los estados provinciales pudieran ser objeto
de una demanda ante la Corte, vendría a ser ella quien gobernase a las provin-
cias, desapareciendo los gobiernos locales.
Quedan excluidos del concepto de causa civil los supuestos en los que, a pesar de
demandarse restituciones, compensaciones o indemnizaciones de carácter civil,
se requiere para su solución la aplicación de normas de derecho público provin-
cial o el examen o revisión, en sentido estricto, de actos administrativos, legisla-
tivos o judiciales de las provincias en los que éstas procedieron dentro de las
facultades propias reconocidas por los arts. 121 y sgtes. de la Constitución Nacio-
nal.
que habría incurrido un órgano del estado local, derivada del cumplimiento irre-
gular de las funciones estatales que le son propias.
Suprema Corte:
–I–
– II –
4º) Que los miembros del Tribunal que suscriben esta decisión con-
sideran que debe abandonarse la generalizada calificación del concep-
to de “causa civil” que se viene aplicando desde el citado precedente de
1992.
6º) Que los poderes del Tribunal para preservar el rol preeminente
e insustituible que le ha reconocido la Constitución Nacional, natural-
mente desplazan el principio funcional de la perdurabilidad de su ju-
risprudencia.
9º) Que en el sub lite los actores persiguen –con apoyo en disposi-
ciones contenidas en el Código Civil– la reparación de los perjuicios
derivados del accionar irregular de personal de la policía provincial en
la realización de tareas de prevención de delitos.
dad” entendido como una “potestad pública” propia del Estado, quien
la ejerce cuando lo estima conveniente para satisfacer exigencias de
bien público o de interés general; materia cuya regulación correspon-
de al campo del derecho administrativo y de resorte exclusivo, por ende,
de los gobiernos locales, de conformidad con lo dispuesto por el art. 121
y concordantes de la Constitución Nacional; y que encuentra su fun-
damento en principios extraños a los propios del derecho privado (confr.
Marienhoff, Miguel S., “Tratado de Derecho Administrativo”, Abeledo
Perrot, Buenos Aires, segunda edición actualizada, T. IV, Nros. 1527,
1601, 1625, 1648, 1686, 1687 y 1688; Fiorini, Bartolomé A., “Manual
de Derecho Administrativo”, La Ley S.A., Buenos Aires, 1968, Prime-
ra Parte, capitulo IV, págs. 82, 83, Segunda Parte, capítulo I, págs.
1103, 1112, 1113, 1131; Forsthoff, Ernst, “Tratado de Derecho Admi-
nistrativo”, Instituto de Estudios Políticos, Madrid, 1958, págs. 427).
Suprema Corte:
–I–
A fs. 183/191 vta., Emilio José Bertoni, con domicilio en la Ciu-
dad de Buenos Aires, promovió demanda contra el Banco Central de
la República Argentina (en adelante B.C.R.A.), ante el Juzgado
Nacional en lo Civil y Comercial Federal Nº 5, con fundamento en el
art. 1109 y concordantes del Código Civil, a fin de obtener una indem-
nización por los daños y perjuicios derivados de la errónea informa-
ción crediticia sobre su persona que difundió o consintió que se difun-
diera.
117 C.N.), por ser parte una entidad nacional y una provincia (v.
fs. 341/341 vta.).
– II –
En efecto, toda vez que, prima facie y dentro del limitado marco
cognoscitivo propio de la cuestión de competencia a dictaminar, son
demandados en el pleito, una entidad nacional –el Banco Central de la
República Argentina– quien citó a la Provincia de La Rioja, en tanto
de lo dispuesto en la ley local 5545 y su decreto reglamentario 786/95,
que decidieron la liquidación del ex Banco de La Rioja, se desprende
que el organismo residual depende de Provincia quien responderá en
adelante por las obligaciones que hubiera contraído (Fallos: 316:1046;
323:446).
1º) Que a fs. 183/191 se presenta Emilio José Bertoni e inicia de-
manda por ante el Juzgado Nacional en lo Civil y Comercial Federal
DE JUSTICIA DE LA NACION 775
329
MEDIDAS CAUTELARES.
En tanto se encuentran acreditados los extremos exigidos por el art. 230 del
Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, corresponde decretar la medida
cautelar y hacer saber a la Provincia de Misiones que deberá abstenerse en for-
ma inmediata de aplicar las leyes 4090, 4134 –impugnadas con fundamento en
su inconstitucionalidad– y las demás disposiciones dictadas en su consecuencia,
como también de concretar cualquier otro acto relacionado con la radiodifusión
que requiera la conformidad de la autoridad nacional y no cuente con ella.
Suprema Corte:
–I–
– II –
3º) Que el actor solicita una medida cautelar a fin de que la de-
mandada se abstenga en forma inmediata de aplicar las leyes y dispo-
siciones dictadas en su consecuencia, como así también de concretar
cualquier otro acto vinculado con la radiodifusión que requiera la con-
formidad de la autoridad nacional; y, en consecuencia, que ordene el
cese de las emisiones de todas las estaciones de radiodifusión cuyo
funcionamiento hubiera sido decidido en virtud de la legislación cues-
tionada (ver fs. 18).
Por la actora: Dra. Gimena Fernández Patri (apoderada) y Dr. Esteban Lopardo
(patrocinante).
780 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Para que una provincia pueda ser tenida como parte y proceda, en consecuencia,
la competencia originaria de la Corte Suprema prevista en el art. 117 de la Cons-
titución Nacional, es necesario que ella participe nominalmente en el pleito –ya
sea como actora, demandada o tercero– y sustancialmente, es decir, que tenga
un interés directo, de tal manera que la sentencia que se dicte le resulte obligato-
ria.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
Suprema Corte:
–I–
– II –
A efectos de que una provincia pueda ser tenida como parte y pro-
ceda, en consecuencia, la competencia originaria de la Corte prevista
en el art. 117 de la Constitución Nacional, es necesario que ella parti-
cipe nominalmente en el pleito –ya sea como actora, demandada o
tercero– y sustancialmente, es decir, que tenga en el litigio un interés
directo, de tal manera que la sentencia que se dicte le resulte obligato-
ria (v. Fallos: 314:508; 322:1511 y 2105, entre otros).
Para que surja la competencia originaria del Tribunal ratione materiae, resulta
necesario que el contenido del tema que se somete a la decisión sea predominan-
temente de carácter federal, de modo que no se planteen también cuestiones de
índole local que traigan aparejada la necesidad de hacer mérito de éstas, pues tal
extremo importaría un obstáculo insalvable a la competencia en examen, sin que
obste a lo expuesto el hecho de que los derechos que se dicen vulnerados se en-
cuentren garantizados por la Constitución Nacional, toda vez que el tratamiento
oportuno por parte de la Corte de los aspectos federales que el litigio pueda abar-
car, y su consiguiente tutela, deberá procurarse por vía del recurso extraordina-
rio.
El respeto del sistema federal y de las autonomías provinciales exige que se re-
serve a los jueces locales el conocimiento y decisión de las causas que, en lo sus-
tancial, versan sobre aspectos propios de su derecho público, sin perjuicio de que
las cuestiones federales que también puedan comprender este tipo de procesos
sean susceptibles de adecuada tutela por vía del recurso extraordinario, entre
las que debe incluirse el agravio constitucional concerniente a la doble imposi-
ción tributaria prohibida por la ley de coparticipación federal en su art. 9º.
Carece de objeto llevar a la justicia nacional una ley o un decreto que, en sus
efectos, pudieron ser rectificados por la magistratura local.
784 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
– IV –
–V–
Por lo dicho, opino que corresponde rechazar la defensa opuesta
por la Provincia y declarar que estas actuaciones deben continuar su
trámite ante la instancia originaria del Tribunal. Buenos Aires, 12 de
mayo de 2005. Ricardo O. Bausset.
MEDIDAS CAUTELARES.
MEDIDA DE NO INNOVAR.
MEDIDAS CAUTELARES.
MEDIDA DE NO INNOVAR.
1º) Que la actora solicita una medida cautelar por medio de la cual
se ordene la suspensión de la ejecución fiscal 318.763/4 caratulada
“Provincia del Neuquén c/ Lago Espejo Resort S.A.” en trámite ante la
Secretaría de Procesos Ejecutivos Nº 3 de la ciudad del Neuquén, “así
como toda otra acción administrativa o judicial tendiente al cobro for-
zoso total o parcial de los tributos pretendidos por las accionadas, has-
ta tanto se dicte sentencia” en la causa principal.
4º) Que también es dable poner de resalto que para acceder a cual-
quier medida precautoria debe resultar en forma fehaciente el peligro
en la demora que la justifique, el que debe ser juzgado de acuerdo a un
criterio objetivo o derivar de hechos que puedan ser apreciados incluso
por terceros (Fallos: 314:711; 317:978; 319:1325; 321:695, 2278, entre
otros). Y tal extremo no se configura en el sub lite ya que la interesada
no ha demostrado –más allá de expresiones genéricas– el grado de
perturbación que le ocasionaría, en su concreta situación económica,
hacer frente a los importes reclamados por el organismo recaudador
por el concepto recordado de acuerdo con la determinación tributaria
obrante a fs. 45 del expediente principal; en sentido concorde la peti-
cionaria no ha probado que el cobro de la acreencia indicada la coloque
en una situación irreversible en el supuesto de obtener el dictado de
una sentencia favorable a su reclamo.
1º) Que la actora solicita una medida cautelar por medio de la cual
se ordene la suspensión de la ejecución fiscal 318.763/4 caratulada
“Provincia del Neuquén c/ Lago Espejo Resort S.A.” en trámite ante la
Secretaría de Procesos Ejecutivos Nº 3 de la ciudad del Neuquén, “así
como toda otra acción administrativa o judicial tendiente al cobro for-
792 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
zoso total o parcial de los tributos pretendidos por las accionadas, has-
ta tanto se dicte sentencia” en la causa principal.
cia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, que establece una
tasa retributiva de servicios de verificación de legitimidad y origen de cigarros y
cigarrillos que ingresen al territorio de la provincia con destino al consumo de la
población.
Resulta formalmente procedente la vía prevista en el art. 322 del Código Proce-
sal Civil y Comercial de la Nación, si la demanda no tiene carácter consultivo ni
importa una indagación especulativa, sino que responde a un caso contencioso
con el alcance del art. 2º de la ley 27, ya que procura precaver los efectos de actos
a los que atribuye ilegitimidad y lesión al régimen constitucional federal, a la par
de fijar las relaciones legales que vinculan a las partes en el conflicto.
TASAS.
Al cobro de una tasa debe corresponder –entre otros extremos– una individua-
lizada prestación de un servicio relativo a algo no menos individualizado (bien o
acto) del contribuyente.
794 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Suprema Corte:
–I–
– II –
Resulta:
Relata que desde esa fecha hasta marzo de 2003 introdujo en dos
oportunidades partidas de cigarrillos al territorio provincial sin que la
dirección de industria y comercio –que supuestamente presta el servi-
cio de que se trata– hubiera tomado intervención ni realizado algún
control sobre el ingreso de dicho producto. En ambas oportunidades se
levantaron actas notariales para acreditar la ausencia de toda verifi-
cación, pues únicamente dan cuenta de una diligencia en la sección
resguardo de la aduana de Ushuaia en la que sólo actuaron los funcio-
narios Vásquez y Bobb de ese órgano nacional, quienes rompieron los
precintos de la mercadería, verificaron y fiscalizaron la carga existen-
te en el remolque, tras lo cual se autorizó su liberación aduanera a
plaza. Todo ello de acuerdo con el carácter de área aduanera especial
otorgado para el territorio de la demandada por la ley 19.640, en vir-
tud del cual el ingreso y egreso de mercadería se realiza bajo el control
del órgano mencionado.
III) A fs. 148 vta. se declaró el pleito de puro derecho, decisión que
fue consentida por las partes; a fs. 150 vta. se confirió traslado por su
orden como medida para mejor proveer, el que sólo fue contestado por
la actora a fs. 152/157.
800 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Considerando:
MEDIDAS CAUTELARES.
MEDIDAS CAUTELARES.
MEDIDAS CAUTELARES.
El peligro en la demora debe resultar en forma objetiva del examen sobre los
distintos efectos que podría provocar la aplicación de las diversas disposiciones
impugnadas, entre ellos su gravitación económica.
MEDIDAS CAUTELARES.
MEDIDAS CAUTELARES.
1º) Que la Provincia del Neuquén solicita que se dicte una medida
cautelar a fin de que se ordene al Poder Ejecutivo Nacional y al Minis-
terio de Economía y Producción de la Nación la afectación de los recur-
sos provenientes del derecho a la exportación de hidrocarburos al fin
específicamente previsto en el art. 6º de la ley 25.561, esto es –según
expone– garantizar los títulos públicos que emita el Gobierno Nacio-
nal en el marco de esa disposición como medida tendiente a disminuir
el impacto producido por la modificación de la relación de cambio dis-
puesta en el art. 2º de la ley referida; y –en consecuencia– se disponga
que cese la “desviación” de dichos recursos en que está incurriendo el
Estado Nacional para atender gastos generales de la administración,
u otro fin “que no sea el legalmente establecido”.
das por la ley –según manifiesta a fs. 9 vta.– constituya para ella un
gravamen que difícilmente pueda revertirse en el supuesto de que la
sentencia final de la causa admitiese su pretensión (Fallos: 323:3853).
Con mayor rigor aún, la expresión de la peticionaria con arreglo a la
cual este recaudo debe considerarse satisfecho en orden a que la tute-
la preventiva tiende al “funcionamiento regular y eficaz del Estado
sin violentar la ley”, importa una confusión conceptual al pretender
demostrar el perjuicio ocasionado por los actos impugnados con la
ilicitud que de ellos postula, prescindiendo en realidad, bajo dicho dis-
curso argumental, de satisfacer uno de los presupuestos insoslayables
de medidas como la perseguida, como es el peligro en la demora.
3º) Que, por último, cabe poner de resalto que en caso de conceder-
se la medida pedida se derivarían de ella los mismos efectos que los
provenientes de la declaración de inconstitucionalidad de los actos
cuestionados, pronunciamiento que como acto jurisdiccional de carác-
ter definitivo constituye el objeto del presente litigio. Tal anticipación
se manifiesta inaceptable cuando, en las condiciones expresadas pre-
cedentemente, no se advierte en el caso que el mantenimiento de la
situación de hecho pueda influir en el dictado de la sentencia o con-
vierta su ejecución en ineficaz o imposible (Fallos: 323:3853 ya citado).
Suprema Corte:
–I–
– II –
Demanda interpuesta por Raúl Olivo e Isabelle Francoise Farnault; Dres. Iris M.
Basconi y Roberto S. Pereira.
CONTRATOS ADMINISTRATIVOS.
CONTRATOS ADMINISTRATIVOS.
CONTRATOS ADMINISTRATIVOS.
CONTRATOS ADMINISTRATIVOS.
CONTRATOS ADMINISTRATIVOS.
CONTRATOS ADMINISTRATIVOS.
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
– IV –
–V–
–V–
Por todo lo expuesto, opino que corresponde rechazar la demanda
interpuesta. Buenos Aires, 17 de septiembre de 2003. Nicolás Eduar-
do Becerra.
Resulta:
de los créditos que, por causa y con fundamento en esas normas, eran
adeudados al ex territorio nacional. Tales acreencias estaban consti-
tuidas por: a) diferencias adeudadas por regalías hidrocarburíferas
sin tener en cuenta el precio internacional (ley 17.319 y dto. 2227/80,
ver exptes. administrativos 026/88 y 048-T-90); b) diferencias adeuda-
das por regalías hidrocarburíferas liquidadas en incumplimiento del
dto. 631/87 (expte. S.E. 49.072/89); c) diferencias adeudadas por rega-
lías hidrocarburíferas liquidadas sin la correspondiente actualización
monetaria de los pagos morosos (dto. 1671/69, expte. 40.945/88, acuer-
do conciliatorio del 31 de octubre de 1990 y su complementario de fe-
cha 29 de mayo de 1991).
Considerando:
Considerando:
VOTO DE LA SEÑORA
MINISTRA DOCTORA DOÑA CARMEN M. ARGIBAY
Considerando:
CARMEN M. ARGIBAY.
El respeto de las autonomías provinciales exige que se reserve a los jueces loca-
les el conocimiento y decisión de las causas que versan sobre aspectos propios del
derecho provincial.
Suprema Corte:
–I–
– II –
A efectos de que una provincia pueda ser tenida como parte y pro-
ceda, en consecuencia, la competencia originaria de la Corte prevista
en el art. 117 de la Constitución Nacional, es necesario que ella parti-
cipe nominalmente en el pleito –ya sea como actora, demandada o
tercero– y sustancialmente, es decir, que tenga en el litigio un interés
directo, de tal manera que la sentencia que se dicte le resulte obligato-
ria (v. Fallos: 311:879 y 1822; 312:1227 y 1457; 313:144; 314:508;
322:1511 y 2105, entre otros).
PRUEBA.
Si bien se admite que se prive de validez a decisiones que sean fruto de un exceso
ritual manifiesto renunciando a la verdad jurídica objetiva, ese estándar
hermenéutico –de raigambre constitucional– lejos está de constituir una excusa
absolutoria de todos y cada uno de los incumplimientos, las negligencias y los
actos defectuosos en que las partes incurran en el proceso, pues debe ser armoni-
zado con el principio –de igual fuente– de igualdad.
ROMINA PERCOVICH
Suprema Corte:
Autos y Vistos:
Autos y Vistos:
Suprema Corte:
Por último, sostuvo que si bien ese fuero debe intervenir cuando se
afecta el servicio interjurisdiccional de telecomunicaciones, ello nada
tiene que ver con el caso en análisis, que versa sobre el presunto delito
de violación de secretos (fs. 62/64).
Autos y Vistos:
El art. 227 del Código Civil (ley 23.515) establece que las acciones de separación
personal, divorcio vincular y nulidad, así como las que versaren sobre los efectos
del matrimonio –entre los que se encuentran comprendidos el otorgamiento de la
tenencia de los hijos y la fijación del régimen de visitas– deben intentarse ante el
juez del último domicilio conyugal efectivo o ante el domicilio del cónyuge de-
mandado.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
848 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Suprema Corte:
–I–
– II –
Autos y Vistos:
No basta con que una provincia sea parte en un pleito para que proceda la com-
petencia originaria de la Corte, sino que resulta necesario además que la mate-
ria tenga un manifiesto contenido federal o se trate de una causa civil, en cuyo
caso resulta esencial la distinta vecindad de la contraria, quedando excluidos
aquellos procesos que se rigen por el derecho público local.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
El respeto del sistema federal y de las autonomías provinciales exige que se re-
serve a los jueces locales el conocimiento y decisión de las causas que versen, en
lo sustancial, sobre aspectos propios del derecho provincial, es decir, que se debe
tratar previamente en jurisdicción local la inconstitucionalidad alegada, sin per-
juicio de que las cuestiones federales que también puedan comprender esos plei-
tos sean susceptibles de adecuada tutela por la vía del recurso extraordinario
previsto en el art. 14 de la ley 48.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
DE JUSTICIA DE LA NACION 853
329
Suprema Corte:
–I–
A fojas 5/7 y vta. se presenta Unionburg S.A., quien denuncia do-
micilio en esta Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y promueve acción
854 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Por último, solicita que se dicte una medida cautelar contra el Banco
de la Provincia de Buenos Aires, a fin de que continúe realizando el
descuento sobre las referidas cuentas que poseen los agentes de la
policía provincial en dicha entidad financiera.
– II –
Por otro lado, V.E. tiene reiteradamente dicho que las provincias
sólo pueden ser demandadas ante la Corte Suprema de Justicia de la
Nación, de conformidad con el art. 117 de la Constitución Nacional
(Fallos: 311:1812; 313:144) o, en su defecto, ante sus propios jueces,
según lo establecen los arts. 121, 122, 124 y concordantes de la Ley
Fundamental (Fallos: 314:94; 320:217; 326:1198).
Suprema Corte:
–I–
– II –
Autos y Vistos:
La Corte está facultada para otorgar el conocimiento de las causas a los jueces
competentes, aún cuando no hubiesen sido parte en la contienda.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
Suprema Corte:
–I–
La presente contienda negativa de competencia se origina en el
recurso deducido por REPSOL YPF GAS S.A., con fundamento en el
art. 56 de la ley 25.156 y en las disposiciones del Código Procesal Pe-
nal de la Nación, contra la resolución de la Comisión Nacional de De-
fensa de la Competencia que desestimó el recurso de apelación inter-
puesto contra el acto que, a su vez, había rechazado el planteo de nu-
lidad fundado por la actora, en su ausencia de las audiencias testimo-
niales celebradas en la ciudad de Rosario.
– II –
– III –
– IV –
–V–
Autos y Vistos:
Los municipios provinciales, ya sea que se los caracterice como entes autárquicos
o autónomos, no resultan identificables con las provincias respectivas a los fines
de la competencia originaria.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
Suprema Corte:
–I–
– II –
Autos y Vistos:
Resulta evidente que el art. 2º, inc. c) de la ley 24.655, en tanto atribuye compe-
tencia a la justicia federal de la seguridad social en demandas que versen sobre
la aplicación de los regímenes de retiros, jubilaciones y pensiones de las Fuerzas
Armadas y de Seguridad, sólo ha sustraído de la justicia nacional en lo
contenciosoadministrativo federal los casos en que el actor reclama el derecho al
haber de retiro, pero no cuando se pretende la jerarquización dentro de la fuerza
policial y que, de ser reconocida, podrá eventualmente dar lugar a reclamos de
naturaleza previsional.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
– IV –
–V–
dos en la causa si el decreto 6730/68, que regulaba el régimen del personal em-
barcado en relación de dependencia en que se encontraba comprendido el afilia-
do, establecía como requisitos para la obtención de la jubilación ordinaria, contar
con 52 años de edad y 25 años de servicios con aportes, exigencias que fueron
cumplidas por el causante en actividad.
Considerando:
1º) Que la viuda del señor Germán Fabre se presentó ante el orga-
nismo previsional solicitando un beneficio de pensión. Acompañó como
prueba de su derecho certificados de servicios y documentación que
daban cuenta de que el causante tuvo una extensa trayectoria laboral
como marinero, patrón y baqueano en distintas empresas de trans-
porte marítimo (fs. 3/74 del expediente administrativo anexo). Pidió
para el caso de que fuera necesario la aplicación del art. 43 de la ley
18.037.
3º) Que el ente previsional resolvió sin más denegar el pedido, por
lo que la titular dedujo la demanda prevista por el art. 15 de la ley
24.463. Sostuvo que la pensión debió haberse acordado según la ley
18.037, pues su difunto esposo tenía derecho a la jubilación ordinaria
para el personal embarcado al finalizar sus labores en el año 1994.
Añadió en su escrito de inicio que el hecho de haber efectuado “algu-
nos embarcos” después de haber cesado no implicaba una prestación
de servicios en relación de dependencia.
Recurso ordinario interpuesto por Nélida Beatriz Bravo, representada por el Dr.
Raymundo Arturo Kisser.
Traslado contestado por la ANSeS, representada por la Dra. Magalí Batto y patroci-
nada por el Dr. Angel Pablo Giachello.
Tribunal de origen: Cámara Federal de la Seguridad Social (Sala III).
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Juzgado Federal de la ciudad de
Paraná.
872 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
No cabe atenerse en todos los casos a la literalidad de los vocablos de las leyes,
sino rescatar su sentido jurídico profundo, pues por encima de lo que parecen
decir debe indagarse lo que ellas dicen jurídicamente. Para ello, es regla de inter-
pretación dar pleno efecto a la intención del legislador, computando la totalidad
de sus preceptos de manera que armonicen con el ordenamiento jurídico restante
y con los principios y garantías de la Constitución Nacional, y en los casos no
expresamente contemplados debe preferirse la inteligencia que favorece y no la
que dificulta aquella armonía y los fines perseguidos por las reglas.
Atento a la finalidad que se persigue con las normas previsionales, debe evitarse
una exégesis restrictiva que pueda conducir a la pérdida de algún derecho, máxi-
me cuando de lo que se trata es de preservar la necesaria proporcionalidad que
debe existir entre el haber de pasividad y el de actividad, en razón de la natura-
leza sustitutiva que cabe reconocer al primero respecto del segundo.
JUECES.
JUECES.
JUECES.
JUECES.
En tanto los pagos ordenados por el decreto 1770/91 formaron parte de una polí-
tica de recomposición salarial para el Poder Judicial de la Nación, no cabe cons-
treñir el reconocimiento de la deuda con los magistrados en actividad al limitado
marco civilista de las transacciones habidas con cada uno de los interesados (arts.
832 y sgtes. del Código Civil), toda vez que aquellos actos fueron sólo medios
instrumentales para la efectivización de los pagos (arts. 4º y 5º, del citado decre-
to), y que no podían ser óbice para el reclamo de otros interesados, como los
magistrados y funcionarios en situación de retiro.
JUECES.
El hecho de que el decreto 1770/91 sólo haga mención de los magistrados y fun-
cionarios en actividad, no debe llevar a la conclusión de que ese pago adicional
deba ser excluido a los fines jubilatorios, pues de ser así se alterarían de modo
sustancial y por vía reglamentaria los términos de la movilidad de los haberes
jubilatorios previstos en los arts. 7º y 14 de la ley 18.464.
JUECES.
Vistos los autos: “Benítez Cruz, Luis Carlos y otros c/ Estado Na-
cional (Ministerio de Justicia) s/ juicio de conocimiento”.
874 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Considerando:
mar parte del sueldo o remuneración intangible que reciben los ma-
gistrados activos del Poder Judicial de la Nación, en virtud de lo
preceptuado por el art. 96 –actual 110– de la Constitución Nacional.
En abono de su posición, el art. 10 de la ley 18.037 –de aplicación al
caso en función del art. 2º de la ley 18.464– considera remuneración
“todo ingreso que percibiere el afiliado en dinero o en especie suscepti-
ble de apreciación pecuniaria, en retribución o compensación o con
motivo de su actividad personal... y toda otra retribución, cualquiera
fuere la denominación que se le asigne, percibida por servicios ordina-
rios o extraordinarios prestados en relación de dependencia”.
12) Que, por último, no debe perderse de vista que los pagos orde-
nados por el decreto 1770/91 formaron parte de una política de recom-
posición salarial para el Poder Judicial de la Nación que abordaba
globalmente esta problemática –tanto en la dimensión retroactiva como
la de futuro–, política que tuvo inicio con el acta suscripta por los mi-
nistros de Economía y de Justicia de la Nación con fecha 20 de agosto
de 1991, y que concluyó con las concretas medidas ordenadas por este
878 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
13) Que, ello es así pues –según ha expresado esta Corte– el reco-
nocimiento de haber mediado una injustificada e ilegítima disminu-
ción de los sueldos de los jueces, lleva necesariamente a aceptar el
derecho de reclamar de quienes tienen una prestación derivada que
ha sido fijada en un porcentaje por la ley respectiva (Fallos: 315:2379).
15) Que, por lo demás, cabe destacar que la independencia del Po-
der Judicial obliga a concluir que la intangibilidad de los emolumen-
tos de los magistrados es extensible al haber de los jueces jubilados,
desde que la posible disminución de los derechos previsionales gene-
raría intranquilidad en el ejercicio funcional, o presión para motivar
el abandono de sus cargos de quienes, con ese grado de incertidumbre,
tuvieran que administrar justicia (conf. Fallos: 322:752).
CONCESION.
El vínculo que une al que contrata o usa el servicio con el concesionario vial, es
una típica relación de consumo regida por la ley 24.240, por la cual el último
asume, no una obligación de dar el uso y goce de una cosa, sino de prestar un
servicio, calificación jurídica esta última que importa asignarle un deber de se-
guridad, de origen legal e integrado a la relación contractual, que obliga al
prestador a la adopción de medidas de prevención adecuadas a los concretos ries-
gos existentes en la ruta concesionada, en tanto resulten previsibles según el
curso normal y ordinario de las cosas (Voto del Dr. Ricardo Luis Lorenzetti).
Tratándose de accidentes ocurridos con ocasión del paso de animales por rutas
concesionadas, la previsibilidad exigible al concesionario se debe juzgar también
teniendo en cuenta la carga de autoinformación que pesa sobre él respecto de la
880 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
CONCESION.
CONCESION.
Suprema Corte:
Suprema Corte:
–I–
Para así decidir, entendieron los jueces, en sustancia, que la relación entre la
concesionaria y el usuario de la ruta es de derecho privado y de naturaleza contractual
y que, de ello, surgen dos obligaciones destacables, una principal o propia, cual es la de
habilitar al usuario el tránsito por el corredor vial y la otra, de seguridad, por los daños
que aquél pudiera sufrir durante la circulación vehicular.
– II –
Afirma que la decisión del a quo es arbitraria y vulnera la garantía del debido
proceso legal y los derechos de defensa en juicio y de propiedad (arts. 18, 33 y 17 de la
Constitución Nacional), toda vez que incurre en defectos de fundamentación, incongruen-
cia, omite considerar hechos relevantes y realiza afirmaciones dogmáticas.
– III –
– IV –
En primer lugar considero que, tal como lo sostiene la apelante, atento a la natura-
leza tributaria del peaje, la relación entre la concesionaria y el usuario es extracon-
tractual, circunstancia que torna aplicables las normas y principios que rigen tal clase
de responsabilidad. Dicho criterio surge de la doctrina expuesta por V.E. en Fallos:
314:595 al dejar sentado que el peaje es para el usuario una contribución vinculada al
cumplimiento de actividades estatales, como puede serlo la construcción de una vía, o
su mejora, ampliación, mantenimiento, conservación, etc., y aún cuando para el conce-
sionario constituye un medio de remuneración de sus servicios, no puede ser considera-
do desde el punto de vista meramente contractual.
Ello es así, porque una cosa es la función del Estado y el modo de proveer a su costo,
otra la forma en que éste decide legítimamente ejecutar la obra, en cuyo caso puede
optar por realizarla por sí o recurrir a relaciones contractuales con otras personas, como
ocurre en la concesión de obra pública. En este supuesto, el concesionario es un delega-
do de la función del Estado a quien se le encomienda de manera específica aquellas
tareas y responde, por ende, sólo por las cargas impuestas en el marco regulatorio en
vigor y las delegadas por el concedente.
Desde esta perspectiva, forzoso es concluir, en mi concepto, que tampoco cabe atri-
buírsela a la concesionaria de la ruta, “quien no puede asumir frente al usuario –por la
delegación de funciones propias de la concesión–, derechos o deberes mayores a los que
correspondían al ente concedente” (conf. sentencia in re: “Expreso Hada S.R.L.” cit.,
consid. 5º). Esta conclusión es particularmente válida en el sub lite si se advierte que las
funciones de policía de seguridad y policía de tránsito deben ser ejercidas por la autori-
dad pública (ver art. 29.– Vigilancia, del reglamento de explotación).
En efecto, entiendo que ello es así porque, aún cuando la apelante se encuentra
obligada en términos genéricos a conservar en condiciones de utilización el camino, de
acuerdo a lo dispuesto en el punto 11 del Título III del Pliego de Condiciones Particula-
884 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Considerando:
res para la Concesión de Obras Viales y de Precalificación, “debiendo suprimir las cau-
sas que originen molestias, inconvenientes o peligrosidad para los usuarios...” (conf.
art. 25 del reglamento de explotación antes citado y art. 15 del Pliego de Bases y Condi-
ciones Generales para la Licitación de Concesión de Obra Pública) y “el concesionario
será responsable por los daños y perjuicios ocasionados al concedente o a los usuarios
cuando sean debidos a dolo o negligencia comprobada en el cumplimiento de las obliga-
ciones a su cargo” (art. 21 del reglamento de explotación), dichas cláusulas deben ser
interpretadas en el contexto de las obligaciones propias del ente concesionario en orden
a la remodelación, conservación y explotación del corredor vial conferido, enderezadas
al mantenimiento y señalización de las calzadas y banquinas, y a la oferta de servicios
auxiliares al usuario (conf. Fallos: 323:318 dictado in re “Colavita”, consid. 3º y “Expre-
so Hada S.R.L.”, consid. 6º, citados).
–V–
Por las razones expuestas, opino que corresponde revocar la sentencia de fs. 663/672
en cuanto fue materia de recurso extraordinario. Buenos Aires, 26 de diciembre de 2002.
Nicolás Eduardo Becerra.
DE JUSTICIA DE LA NACION 885
329
Considerando:
Considerando:
E. RAÚL ZAFFARONI.
Considerando:
Considerando:
Recurso extraordinario interpuesto por V.I.C.O.V. S.A., representada por el Dr. Sergio
López Pereyra.
Traslado contestado por Basualdo, Argentino René, representado por la Dra. Celia
Judchak de Katz.
Tribunal de origen: Superior Tribunal de Justicia del Chaco.
La finalidad de la ley 24.043 fue otorgar una compensación económica a las per-
sonas privadas del derecho constitucional a la libertad, no en virtud de una or-
den de autoridad judicial competente, sino en razón de actos –cualquiera que
hubiese sido su expresión formal– ilegítimos, emanados en ciertas circunstan-
cias de tribunales militares o de quienes ejercían el Poder Ejecutivo de la Nación
DE JUSTICIA DE LA NACION 889
329
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
– IV –
Así las cosas, pienso que el reclamo puede dividirse en dos partes.
Considerando:
Si bien las resoluciones por las que los superiores tribunales de provincia deciden
acerca de la procedencia o improcedencia de los recursos de carácter local que se
interponen ante ellos no habilitan –en principio– la vía excepcional, ello no es
óbice para revisar lo resuelto cuando la sentencia apelada no resulta ser derivación
razonada del derecho vigente con aplicación a las circunstancias comprobadas de
la causa (Disidencias del Dr. Carlos S. Fayt y del Dr. E. Raúl Zaffaroni).
DE JUSTICIA DE LA NACION 893
329
Suprema Corte:
–I–
La Sala Civil y Comercial del Superior Tribunal de Justicia de la
Provincia de Entre Ríos, declaró inadmisible el recurso de inaplica-
bilidad de la ley interpuesto por los actores contra la sentencia de la
Sala I de la Cámara Segunda de Apelaciones de Paraná, que confirmó
la sentencia de primera instancia que hizo lugar a la excepción de
falta de legitimación interpuesta por el demandado (v. fs. 171/174).
Se trata en autos de una acción por daño moral, promovida por los
padres del menor Luis Emilio Elías en su representación, a raíz de las
lesiones que éste sufrió al ser atropellado por un automotor en el Cole-
gio al que asistía, habiendo sido procesado el conductor del vehículo y
enviado a juicio, en el cual solicitó la “probation” y ofreció una repara-
ción del daño en la medida de sus posibilidades. Los actores aceptaron
la reparación dejando a salvo su derecho a reclamar el daño moral.
– II –
– III –
A mi modo de ver, los agravios del apelante remiten al examen de
cuestiones de derecho común, propias del tribunal de la causa y ajenas
DE JUSTICIA DE LA NACION 895
329
Cabe observar, por otra parte, que el juez penal, decidió sobre la
razonabilidad del ofrecimiento en resolución fundada (v. fs. 110 vta.,
tercer párrafo) tal como lo exige el artículo 76 bis del Código Penal, y
que la parte damnificada aceptó la reparación ofrecida (v. fs. 113) y
cobró su importe (v. fs. 62). En tales condiciones, y tratándose –reite-
ro– de normas de derecho común, la solución propuesta por el a quo no
aparece irrazonable, no alcanzando las quejas del recurrente para des-
calificar la sentencia como acto jurisdiccional válido.
Vistos los autos: “Elías, Luis Antonio Francisco y otra por su hijo
menor c/ Alday, Roberto Hernán s/ daños y perjuicios”.
896 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Considerando:
Considerando:
3º) Que si bien es criterio reiterado de esta Corte Suprema que las
resoluciones por las que los superiores tribunales de provincia deciden
acerca de la procedencia o improcedencia de los recursos de carácter
local que se interponen ante ellos no habilitan –en principio– la vía
excepcional, ello no es óbice para revisar lo resuelto cuando la senten-
DE JUSTICIA DE LA NACION 897
329
CARLOS S. FAYT.
Considerando:
3º) Que si bien es criterio reiterado de esta Corte Suprema que las
resoluciones por las que los superiores tribunales de provincia deciden
acerca de la procedencia o improcedencia de los recursos de carácter
local que se interponen ante ellos no habilitan –en principio– la vía
excepcional, ello no es óbice para revisar lo resuelto cuando la senten-
cia apelada no resulta ser derivación razonada del derecho vigente
con aplicación a las circunstancias comprobadas de la causa. Ello es
así, dado que la doctrina invocada por el superior tribunal provincial
para dar solución al presente caso se estableció a partir de un supues-
to diferente al del sub lite.
E. RAÚL ZAFFARONI
No constituyen sentencia definitiva, en los términos del art. 14 de la ley 48, tanto
las resoluciones que ordenan, modifican o levantan medidas cautelares como las
que rechazan la acción de amparo pero dejan subsistente el acceso a la revisión
judicial, a través de la instancia ordinaria, salvo que lo decidido cause un agravio
de imposible o muy dificultosa reparación ulterior.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
– IV –
–V–
Por lo expuesto, soy de opinión que corresponde revocar la senten-
cia apelada en lo que fue materia de recurso extraordinario, sin que
ello implique expedirme sobre las cuestiones debatidas en la causa.
Buenos Aires, 3 de agosto de 2005. Ricardo O. Bausset.
Considerando:
Considerando:
CARMEN M. ARGIBAY.
Recurso extraordinario interpuesto por el actor, Mario R. Mignone, por derecho pro-
pio, con el patrocino letrado del Defensor Público Oficial “Ad Hoc” ante los Tribunales
Federales de Primera y Segunda Instancia de La Plata, Dr. Ricardo A. González.
Traslado contestado por: Telefónica de Argentina S.A., representada por el Dr. Ma-
nuel E. Larrondo.
Tribunal de origen: Cámara Federal de Apelaciones de La Plata, Sala I Civil.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Juzgado Federal de La Plata Nº 2.
Toda solución que permita a los jueces demandar la tutela del art. 110 de la
Constitución Nacional y desconozca igual facultad a los jubilados, convierte en
letra muerta las previsiones de los arts. 4, 7, 10, 15 y 27 de la ley 24.018, al
desconocer que el quebrantamiento de la norma superior se proyecta sobre aqué-
llos que, por haberse jubilado con derecho a un porcentaje fijo de las remunera-
ciones de los magistrados en actividad, encuentran sus haberes sensiblemente
disminuidos frente a lo que deberían percibir para evitar discriminaciones ilegí-
timas.
–Del precedente “Craviotto”, al que remitió la Corte Suprema–.
LEY: Derogación.
Considerando:
Suprema Corte:
–I–
– II –
La Séptima Cámara en lo Criminal no hizo lugar a la pretensión
de la defensa dirigida a obtener, ante esa alzada, la revocación del
pronunciamiento del juez de grado, que declaró la rebeldía de la nom-
brada Nadín, dejó sin efecto la excarcelación oportunamente concedi-
da y ordenó su captura.
– III –
Considerando:
Que, según resulta del certificado obrante a fs. 99, Diana Calas
Nadin se encuentra prófuga, circunstancia que con arreglo a la juris-
prudencia del Tribunal obsta a la procedencia de la queja (Fallos:
310:2268).
Considerando:
Recurso de hecho interpuesto por Luis Costa Esquivel, letrado defensor de Diana
Calas Nadin.
Tribunal de origen: Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Mendoza.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Séptima Cámara en lo Criminal de
la Primera Circunscripción Judicial de Mendoza, Segundo Juzgado de Ins-
trucción de la Primera Circunscripción Judicial de Mendoza y Juzgado Civil,
Comercial y de Minas de la Primera Circunscripción Judicial de Mendoza.
La sola intervención de los dos vocales integrantes de la cámara que actuó como
tribunal de juicio en el incidente que juzgaba sobre el fin de la fase instructoria
no implica que la imparcialidad de ellos necesariamente se encuentre compro-
metida, pues el tema debe examinarse de acuerdo a las circunstancias particula-
res de cada caso (Disidencia del Dr. Ricardo Luis Lorenzetti).
–Los Dres. Petracchi, Highton de Nolasco, Maqueda, Zaffaroni y Argibay remi-
tieron a sus respectivos votos en el precedente “Llerena”–.
910 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
– IV –
–V–
personal del juez, ciertos hechos que pueden ser verificados autorizan
a sospechar sobre su imparcialidad” (conf. Informe 78/02, caso 11.335,
Guy Malary vs. Haití, 27/12/02).
Así, tuvo en cuenta, entre otras cosas, que al resolver sobre la li-
bertad del imputado la cámara se había limitado o restringido a una
breve evaluación de los hechos –examinados ya en otra decisión a la
que hace expresa referencia– a fin de establecer si las sospechas de la
policía tenían base para temer que hubiera riesgo de que se sustrajera
de la acción de la justicia o se fugara (“...confined itself to making a
brief assessment of the available facts in order to establish whether
prima facie the police suspicions... gave grounds for fearing that there
was a risk of the accused`s absconding.”)
evidencias para abonar que Martínez había actuado con dolo even-
tual, aspecto subjetivo que finalmente es el que se sostuvo en la sen-
tencia condenatoria.
Por ello, el modo en que fue conformado este tribunal, con sustento
en una deficiente estructura procesal que habilitaba su conocimiento,
permitió albergar en el enjuiciado la sospecha de parcialidad.
– VI –
Considerando:
Considerando:
Considerando:
Considerando:
Que esta Corte comparte y hace suyos los argumentos del dicta-
men del señor Procurador Fiscal a cuyos fundamentos corresponde
remitirse en razón de brevedad.
E. RAÚL ZAFFARONI.
VOTO DE LA SEÑORA
MINISTRA DOCTORA DOÑACARMEN M. ARGIBAY
Autos y Vistos:
CARMEN M. ARGIBAY.
Considerando:
4º) Que, por ello, la sola intervención de los dos vocales integran-
tes de la cámara que actuó como tribunal de juicio en el incidente que
juzgaba sobre el fin de la fase instructoria no implica que la imparcia-
lidad de ellos necesariamente se encuentre comprometida, pues, como
se ha dicho en la causa mencionada, el tema debe examinarse de acuer-
do a las circunstancias particulares de cada caso. En el mismo senti-
do, el Tribunal Constitucional español ha indicado que “la acumula-
ción de funciones instructoras y sentenciadoras no puede examinarse
en abstracto, sino que hay que descender a los casos concretos y com-
probar si se ha vulnerado efectivamente la imparcialidad del juzga-
dor” (STC español 98/1990).
5º) Que es, pues, sobre tales bases concretas que debe evaluarse la
actuación de los dos jueces cuya imparcialidad es cuestionada en la
especie: Jorge Ernesto Merino y Marta Fabry de Rabino. La interven-
ción de estos jueces en la apelación contra el auto de elevación a juicio
se realizó dentro de los límites de una decisión totalmente diferente a
la de una decisión sobre la materialidad del hecho o la culpabilidad del
acusado. Es decir, dentro de un interlocutorio que “implica un control
jurisdiccional sobre el fundamento de la acción que se ejerce, un tamiz
que tutela el interés del acusado y de la sociedad” (Vélez Mariconde,
Alfredo, “Derecho Procesal Penal” t. II, *166, 3ra. ed., Córdoba, Lerner,
DE JUSTICIA DE LA NACION 923
329
6º) Que no puede afirmarse que en esa instancia previa y que deci-
de la producción del juicio se afirme positiva y definitivamente lo rela-
tivo a los hechos y a la responsabilidad penal de los acusados, pues
siendo así carecería de sentido el mismo juicio –que en nuestro siste-
ma constitucional es el momento más trascendente y definitivo de todo
el edificio procesal–, y por ello la garantía que lo impone es conocida
como de “juicio previo”. No sólo, entonces, se evalúa algo distinto en el
auto de elevación a juicio que en la sentencia sino que también, para
dictar la resolución primeramente mencionada, el ámbito cognoscitivo
queda circunscripto a lo que es materia del recurso de apelación, y no
a todos los elementos de juicio, por un lado, y, por el otro lado, el juicio
lógico que se realiza en esa etapa del proceso no se basa en un estado
de certeza sino de probabilidad, al contrario de lo que sucede al mo-
mento de dictar sentencia. Es por todo ello que no se habría evidencia-
do parcialidad en el juicio por la sola intervención en la confirmación
del auto de elevación a esa instancia.
9º) Que, aun cuando esta Corte Suprema debe extrapolar con me-
sura lo emanado de contextos culturales (y presupuestarios) diferen-
tes a los locales, ha sido un socorro constante para la interpretación
del principio de imparcialidad lo decidido por la jurisprudencia del
Tribunal que, ante los estándares mínimos comunes a los que obliga
la universalización de los derechos humanos, es legítimo tomar como
instrumento auxiliar para resolver. La situación en el caso se asemeja
a la resuelta el 16 de diciembre de 1992 por el Tribunal Europeo de
DE JUSTICIA DE LA NACION 925
329
El beneficio de la tercera instancia tiene por objeto proteger los intereses del
Estado Nacional y conceder una mayor seguridad de acierto a las sentencias que
decidan cuestiones de determinada cuantía, que comprometen el patrimonio de
la Nación.
Al no haber sido condenado el Estado Nacional al pago de las costas, las cuestio-
nes sobre honorarios no comprometen el interés de la Nación, lo que excluye su
calidad de parte a los fines del recurso ordinario de apelación previsto por el art.
24, inc. 6º, del decreto–ley 1285/58.
Considerando:
4º) Que a pesar de que en el sub lite las costas no fueron impuestas
a cargo del Estado, corresponde tener en cuenta si –no obstante ello–
en el caso puede ser igualmente sujeto pasivo de crédito por honora-
rios al margen de aquella condenación. Tal es lo que acaece con la
retribución del perito designado de oficio quien, con prescindencia del
resultado del litigio y de la condena en costas, puede perseguir su co-
bro contra cualquiera de las partes –con la eventual limitación que
pueda establecer la legislación aplicable respecto de la parte no conde-
nada–, sin perjuicio del derecho de repetición que pudiera correspon-
der (conf. Fallos: 320:479, 2756; 321:532; 323:2916; 325:324). Esta cir-
cunstancia, omitida en su consideración por la alzada, compromete el
interés de la Nación y habilita la vía recursiva intentada por el ex-
perto.
Recurso de hecho interpuesto por José María Bacigalupo, patrocinado por la Dra.
Marcela Inés Spallone.
Tribunal de origen: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial
Federal, Sala I.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Juzgado Nacional de Primera Ins-
tancia en lo Civil y Comercial Federal Nº 10.
La garantía de la defensa en juicio requiere, por sobre todas las cosas, que no se
prive a nadie arbitrariamente de la adecuada y oportuna tutela de los derechos
que pudieran eventualmente asistirle sino por medio de un proceso conducido en
legal forma y que concluya con el dictado de una sentencia fundada, lo que signi-
fica la real posibilidad de obtener la efectiva primacía de la verdad jurídica obje-
tiva, que reconoce base constitucional, concorde con el adecuado servicio de justi-
cia (Disidencia del Dr. E. Raúl Zaffaroni).
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
– IV –
–V–
Considerando:
Considerando:
3º) Que contra lo así resuelto, la actora interpuso –de acuerdo con
lo previsto expresamente por el art. 41, párrafo segundo, de la ley 1305
respecto de las resoluciones que rechazan la admisión del proceso–
recurso de reposición. Su rechazo (fs. 380/382), motivó la interposición
del recurso extraordinario federal de fs. 389/410. La denegación de
éste dio origen al planteamiento de la queja en examen.
6º) Que, sentado lo anterior, si bien los agravios del apelante con-
ducen al examen de cuestiones de derecho público local, ajenas como
regla y por su naturaleza a la presente instancia (Fallos: 275:133, en-
tre muchos otros), en el caso se configura un supuesto de excepción en
tanto lo resuelto por el a quo revela un injustificado rigor formal (Fa-
llos: 242:234; 299:344 y muchos otros), por lo que resulta lesionada la
garantía de la defensa en juicio (art. 18 de la Constitución Nacional)
(Fallos: 311:2082).
10) Que de las normas transcriptas surge que no hubo por parte de
la recurrente –como se afirma en la sentencia apelada– una “particu-
lar” interpretación del Código Fiscal que redunde en “desconocimiento
de la normativa constitucional”, sino que aquélla actuó con estricta
sujeción al procedimiento establecido por dicho código.
12) Que al ser ello así, el reparo formulado por el a quo con susten-
to en que el art. 134, inc. 17, de la Constitución de la Provincia del
Neuquén establece, entre las atribuciones y deberes del gobernador
“Conocer originariamente y resolver en las causas de orden contencio-
so – administrativo, siendo sus resoluciones apelables ante el Supe-
rior Tribunal de Justicia”, importa, como se señaló, un exceso de rigor
formal. En efecto, ya se ha señalado que el Código Fiscal de la provin-
cia determina que en las controversias administrativas referentes a la
aplicación de impuestos el Poder Ejecutivo interviene mediante un
tribunal presidido por el Ministro de Economía, Obras y Servicios Pú-
blicos e integrado por el subsecretario de Hacienda y el asesor general
de la provincia (art. 14), y que contra sus resoluciones puede interpo-
936 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
E. RAÚL ZAFFARONI.
Recurso de hecho interpuesto por Y.P.F. S.A., representada por el Dr. Rogelio Driollet
Laspiur, con el patrocinio de los Dres. Enrique Bulit Goñi y Gonzalo Llanos.
Tribunal de origen: Superior Tribunal de Justicia de la Provincia del Neuquén.
DE JUSTICIA DE LA NACION 937
329
juicio de que las de índole federal que también puedan comprender esos pleitos
sean susceptibles de adecuada tutela por la vía del recurso extraordinario regu-
lado en el art. 14 de la ley 48.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
Suprema Corte:
–I–
– II –
Ante todo, cabe recordar que para que proceda la competencia ori-
ginaria de la Corte establecida en los arts. 116 y 117 de la Constitu-
ción Nacional y 24, inc. 1º, del decreto-ley 1285/58, en los juicios en
que una provincia es parte, resulta necesario examinar además la
materia sobre la que éste versa, es decir, que se trate de una causa de
manifiesto contenido federal o de naturaleza civil, en cuyo caso resul-
ta esencial la distinta vecindad o nacionalidad de la contraria (Fallos:
322:1514 y 3572; 323:1854; 324:533 y sus citas).
940 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Ello es así, en razón del respeto del sistema federal y de las auto-
nomías provinciales que requiere que sean los jueces locales los que
intervengan en las causas en que se ventilen asuntos de esa naturale-
za, sin perjuicio de que las de índole federal que también puedan com-
prender esos pleitos sean susceptibles de adecuada tutela por la vía
del recurso extraordinario regulado en el art. 14 de la ley 48 (Fallos:
311:1588 y 1597; 313:548; 323:3859 y sus citas).
VOTO DE LA SEÑORA
MINISTRA DOCTORA DOÑA CARMEN M. ARGIBAY
Considerando:
Que esta Corte comparte y hace suyos, con exclusión de las citas
del cuarto párrafo del capítulo II (ver fs. 34/35), los fundamentos ex-
942 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
CARMEN M. ARGIBAY.
TERCEROS.
Toda vez que el concesionario del servicio público ferroviario de pasajeros acredi-
tó la existencia de un interés que le es propio y conexo con el derecho debatido
entre las partes, que eventualmente podría ser afectado por el pronunciamiento
a dictarse –porque el paso del “tren del metanol” tendría lugar por las vías cuya
concesión le ha sido otorgada, tránsito que dice no consentir por la peligrosidad
de la sustancia transportada–, corresponde admitir su intervención en los térmi-
nos del art. 90, inc. 1º, del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, la que
resulta procedente aun en la acción de amparo cuando es necesaria por la pre-
sencia de una comunidad de controversia con las partes originarias.
MEDIDAS CAUTELARES.
TERCEROS.
LITISCONSORCIO.
LITISCONSORCIO.
TERCEROS.
TERCEROS.
VOTO DE LA SEÑORA
MINISTRA DOCTORA DOÑA CARMEN M. ARGIBAY
Considerando:
CARMEN M. ARGIBAY.
Considerando:
Abogados intervinientes por la Provincia del Neuquen (actora): Raúl Miguel Gaitan y
Edgardo A.Scotti. Por YPF S.A. (coactora) Alejandro Quiroga López y Rogelio
Driollet Laspiur; y por Ferrosur Roca S.A. (coactora) Sergio Do Rego, Pablo E.
Perrino y Carlos Bernasconi, ambos con el patrocinio de Juan Carlos Cassagne y
Walter Oscar Gatti; por el Estado Nacional: Analía E. Vaqueiro, Alejandro J. Vera
y Alberto Daniel García; por la Comisión Nacional de Regulación del Transporte:
José Antonio T. Ross; por el Instituto Nacional de Vitivinicultura: Gabriel Bertranou,
Graciela B. Temes; por la Municipalidad de Bahía Blanca: Carlos Alberto Fahey,
Marcelo Nicolás Ciccola, Enrique Faustino Solana, María Pía Solana; por la
Municipalidad de Avellaneda: Héctor Rolando Francia Arambarri, Stella Maris
Fernandez; por la Municipalidad de Quilmes: Ruth Eyllen Kuster, Silvia Beatriz
Pose; por la Municipalidad de Almirante Brown: Guillermo R. Höss; por Transportes
Metropolitanos General Roca S.A.: Adrián Alejandro Lissi; por la Comisión Vecinal
Valentina Sur Rural: José Francisco Imaz; y por la Asociación 20 de Agosto: Gabriela
Sotomayor.
TASA DE JUSTICIA.
Cuando el actor está exento del pago de la tasa de justicia, ésta debe liquidarse,
respecto del demandado, teniendo en cuenta el monto de la condena emergente
de la sentencia dictada en las actuaciones, y no según el reclamo efectuado en el
952 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
2º) Que a fin de lograr una adecuada comprensión del caso, cabe
señalar que en primer término se intimó a la actora a pagar la suma
antedicha, dado que por ser la parte que promovió la actuación o re-
quirió el servicio de justicia es la que debe solventarla, más allá de la
acción de regreso que le pudiese corresponder contra el condenado en
costas, y en los límites que –en su caso– se le asignen a la carga de este
último (Fallos: 325:3532).
3º) Que es preciso poner de resalto que tal como se desprende del
dictamen del perito ingeniero civil obrante a fs. 476/478, del alegato
de la actora de fs. 504/510, y del cálculo realizado por el representante
del Fisco a fs. 661, el reclamo efectuado inicialmente por la actora as-
cendía a 4.401.727,80 pesos; mientras que la suma de la liquidación
presentada a fs. 725/727, aprobada a fs. 729 vta., y determinada como
consecuencia de los alcances de la sentencia dictada en este proceso,
alcanzó a 236.171,23 pesos (ver sentencia dictada a fs. 543/548, consi-
derando 5º).
6º) Que esa omisión del texto legal no autoriza, sin más, a aplicar
la regla que resulta de lo dispuesto en los arts. 2, 4 –inc. a– y 9 –inc. a–
de la misma ley, pues tal previsión legislativa se refiere al supuesto
que se presenta en la generalidad de los casos, en que la tasa es abo-
nada por el demandante, por no mediar a su respecto una dispensa
legal, hipótesis ésta claramente distinta de la configurada en el sub
lite.
8º) Que en ese orden de ideas, determinar la tasa que debe abonar
el demandado en las especiales circunstancias del sub lite, sobre las
pautas indicadas por el actor al iniciar el juicio, importaría responsa-
bilizarlo sin fundamento legal por un acto que le es ajeno, además de
prescindir de un dato objetivo que consta en el expediente como lo es
la condena dispuesta por la sentencia firme recaída en los autos, de la
que resulta un importe sensiblemente inferior al que habría pretendi-
do el demandante. Una solución de esa naturaleza, como se adelantó,
vulnera de manera directa e inmediata el derecho de propiedad ampa-
rado por la Constitución Nacional al imponerle el cumplimiento de
una obligación que carece de título que la sustente (arts. 499 y 910,
Código Civil).
Suprema Corte:
–I–
Indica que dicho organismo era una entidad autárquica local que
luego fue transformada por las leyes 6622 y 6763 en Sociedad Anóni-
ma, asumiendo la Provincia todos los activos y pasivos que no fueron
transferidos a la estructura patrimonial del Banco del Tucumán S.A.,
con la facultad de obtener la recuperación judicial de dicha cartera de
créditos, según lo establece el decreto 1521.
– II –
JUBILACION Y PENSION.
Frente a los términos del art. 3º, in fine, del decreto 1377/74, reglamentario de la
ley 20.606, los fundamentos de la sentencia que confirmó lo resuelto respecto a
falta de impugnación de la resolución que denegó la reapertura de la instancia y
estimó que las pruebas eran inhábiles para reabrir el procedimiento, aparecen
revestidos de un injustificado rigor que es contrario a las pautas de hermenéuti-
ca en la materia, en la que no debe llegarse al desconocimiento de derechos sino
con suma cautela, por lo que corresponde revocar lo decidido.
JUBILACION Y PENSION.
Considerando:
4º) Que, por lo tanto, frente a los términos del decreto aludido y al
objeto de la demanda, los fundamentos de la sentencia apelada apare-
DE JUSTICIA DE LA NACION 961
329
Recurso ordinario interpuesto por Ana Carolina Rodríguez, representada por la Dra.
María Inés Barberón.
962 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
ABRIL
De conformidad con lo dispuesto por el art. 280, ap. segundo, del Código Procesal
Civil y Comercial de la Nación, corresponde declarar la deserción del recurso
ordinario de apelación si el memorial presentado no contiene –como es impres-
cindible– una crítica concreta y razonada de los fundamentos desarrollados en la
sentencia impugnada, ya que no rebatió los fundamentos del fallo acerca de que
la ley del IVA adoptó un criterio de “unicidad” respecto de los intereses origina-
dos en una financiación otorgada directamente por el vendedor, que conlleva a
que aquéllos queden sujetos al mismo tratamiento tributario que el hecho princi-
pal.
El art. 10, párrafo quinto, punto 2, de la ley del IVA implica que cuando el vende-
dor –o quien realice la locación o la prestación de servicios– financia directamen-
te al comprador el precio convenido, o parte de éste, los intereses no son escindibles
de la operación principal a la que acceden, por lo cual su tratamiento impositivo
es el mismo que el otorgado por la ley a esta última (Disidencia de los Dres.
Elena I. Highton de Nolasco y Ricardo Luis Lorenzetti).
964 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Considerando:
5º) Que, en efecto, ello es así pues más allá del relato de los antece-
dentes de la causa y de las normas que regirían la causa (ver fs. 212 a
215), la apelante se limitó a manifestar que “A partir de la modifica-
DE JUSTICIA DE LA NACION 967
329
Considerando:
8º) Que, con tal comprensión, y habida cuenta de que las normas
reglamentarias deben ser interpretadas conforme a los alcances de la
ley reglamentada (Fallos: 315:257), a la que debe otorgarse preemi-
nencia para respetar lo establecido por el art. 31 de la Constitución
Nacional en cuanto establece el orden jerárquico de las distintas dis-
posiciones del ordenamiento jurídico (Fallos: 319:3236), máxime al tra-
tarse de cargas tributarias que sólo pueden ser válidamente estableci-
das por el Congreso de la Nación (Fallos: 319:3400, entre muchos otros),
cabe concluir que la norma incorporada por el decreto 2633/92 (art. 1
punto 1) en el reglamento de la ley del IVA, en cuanto dispone que “los
intereses originados en la financiación o en el pago diferido o fuera de
término del precio correspondiente a las ventas, obras, locaciones o
prestaciones, resultan alcanzados por el impuesto aun cuando las ope-
raciones que dieron lugar a su determinación se encuentren exentas o
no gravadas”, debe entenderse circunscripta a los casos en que la fi-
DE JUSTICIA DE LA NACION 971
329
DEFENSA DE LA COMPETENCIA.
ACTOS ADMINISTRATIVOS.
Suprema Corte:
–I–
A fs. 270/274, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y
Comercial Federal (Sala I) confirmó la resolución SCDyDC Nº 54/03
DE JUSTICIA DE LA NACION 973
329
Para así resolver, en lo que aquí interesa, sostuvo que la nota pre-
sentada por FEXIS SA informando de la operación a la Comisión Na-
cional de Defensa de la Competencia (fs. 216/217), en modo alguno
puede ser asimilada a la presentación en tiempo y forma del formula-
rio F1, atendiendo a las características y al detalle que éste exige.
Observó que pese a haber sido intimada, la citada Sociedad, recién
adjuntó el formulario requerido el 19 de diciembre de 2002 (fs. 67). De
tal manera, dijo, no puede tenerse por efectivamente cumplida la obli-
gación legal.
– II –
– III –
– IV –
Con carácter previo, es dable señalar que –toda vez que la apela-
ción extraordinaria fue denegada expresamente en lo que hace a la
invocada causal de arbitrariedad, sin que la actora dedujera sobre el
punto recurso de queja– la jurisdicción de la Corte ha quedado abierta
sólo en la medida que la otorgó el tribunal de la instancia anterior
(Fallos: 322:1231 y sus citas).
–V–
Vistos los autos: “Aeroandina S.A. y Fexis S.A. s/ apel. resol. Comi-
sión Nac. Defensa de la Compet.”.
Considerando:
Que esta Corte comparte los fundamentos del dictamen del señor
Procurador Fiscal subrogante, al que corresponde remitir en razón de
brevedad.
MUNICIPALIDADES.
MUNICIPALIDADES.
RADIODIFUSION.
DECRETO REGLAMENTARIO.
DEFENSA DE LA COMPETENCIA.
Suprema Corte:
–I–
Para así decidir, sostuvo, por un lado, que no se cuestionó que di-
cho servicio estuviera regulado por la ley 22.285 ni que el control de la
DE JUSTICIA DE LA NACION 979
329
– II –
– III –
– IV –
–V–
Suprema Corte:
Considerando:
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
– IV –
–V–
Considerando:
Recurso extraordinario interpuesto por los Dres. Manuel Félix Sosa y Sandra María
Sosa Borjas, en representación de Ferrocarril Metropolitano General Urquiza
Sociedad Anónima.
Tribunal de origen: Superior Tribunal de Justicia de la Provincia de Corrientes.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Juzgado Civil y Comercial Nº 1 y
Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial, ambos de la misma provincia.
Recurso de hecho interpuesto por Mónica Beatriz Arriola, con el patrocinio de la Dra.
Lydia D. Pontieri.
Tribunal de origen: Sala E de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil.
Considerando:
Considerando:
CARMEN M. ARGIBAY.
Recurso de hecho deducido por el coactor Ricardo R. Balestra, letrado en causa
propia.
Tribunal de origen: Cámara Federal de la Seguridad Social – Sala II.
mentario –que no ha sido sustanciado con la contraria– y dado que los temas allí
propuestos guardan estrecha vinculación con los formulados en el recurso ex-
traordinario, corresponde devolver las actuaciones al tribunal de origen para
proseguir con la tramitación pertinente y diferir la consideración del recurso de
queja hasta tanto dicha decisión se encuentre firme.
Recurso de hecho interpuesto por Nilson Adolfo Fernández, representado por el Dr.
Mario Daniel González.
Tribunal de origen: Sala F de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Juzgado Nacional de Primera Ins-
tancia en lo Civil Nº 17.
DE JUSTICIA DE LA NACION 993
329
RECURSO DE CASACION.
Considerando:
Considerando:
vez que en ellas los interesados niegan completamente los hechos fija-
dos por la sentencia del Tribunal interviniente, sin observar en los
recursos las limitaciones y exigencias propias del remedio extraordi-
nario...”.
E. RAÚL ZAFFARONI.
Recurso de hecho interpuesto por Jorge Andrés Civitarreale, Walter Omar Castro
y Juan Carlos Agüero, representados por el Dr. Alfredo Pérez Galimberti (defen-
sor oficial).
Tribunal de origen: Superior Tribunal de Justicia de la Provincia del Chubut.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Cámara Primera en lo Criminal de
la ciudad de Trelew.
DE JUSTICIA DE LA NACION 997
329
Corresponde dejar sin efecto la sentencia que no sólo trasunta un excesivo rigor
formal en la manera de apreciar la insuficiencia técnica del recurso interpuesto,
sino que omite pronunciarse sobre cuestiones oportunamente planteadas y con-
ducentes para la resolución del caso, como es la aplicación de la ley 23.982 –que
es de orden público– o la aprobación de la planilla presentada por la actora en la
que se empleó una tasa de interés prohibida por esa norma.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
– IV –
Considerando:
Considerando:
CARMEN M. ARGIBAY.
ñas –como regla y por su naturaleza– a la instancia del art. 14 de la ley 48,
máxime cuando el fallo se basa en fundamentos fácticos y jurídicos que excluyen
la tacha de arbitrariedad invocada o el posible menoscabo de garantías constitu-
cionales.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
– IV –
Considerando:
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
– IV –
–V–
Considerando:
PRESCRIPCION: Interrupción.
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
ral de Propiedades (v. fs. 159/164, en especial fs. 163 vta.), y un certi-
ficado de dicho Registro en el que, en coincidencia con el título, el in-
mueble figuraba matriculado a su nombre (v. fs. 243/250), es razona-
ble que se creyera el legítimo titular del dominio y que intentara hacer
valer sus derechos en los autos en los que el inmueble iba a ser rema-
tado judicialmente, es decir, ante el órgano jurisdiccional que había
decretado la subasta. En este marco, coincido con el Juez de Primera
instancia que subrayó que el actor, en el aspecto procesal, había em-
prendido la vía adecuada.
Por todo lo expuesto, opino debe hacerse lugar a la queja, dejar sin
efecto la sentencia apelada, y disponer vuelvan los actuados al tribu-
nal de origen para que, por quien corresponda, se dicte nuevo pronun-
ciamiento con arreglo a lo expresado. Buenos Aires, 22 de diciembre
de 2003. Nicolás Eduardo Becerra.
Considerando:
Que esta Corte comparte y hace suyos los fundamentos del dicta-
men del señor Procurador General que antecede, a los que cabe remi-
tir en razón de brevedad.
Considerando:
Recurso de hecho interpuesto por Juan Carlos Randazo, representado por el Dr. En-
rique C. A. Gross.
Tribunal de origen: Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Camara Segunda de Apelación Ci-
vil y Comercial de La Plata.
Suprema Corte:
ACUMULACION DE PROCESOS.
ACUMULACION DE PROCESOS.
Nombre de los actores: Provincia de Entre Ríos, representada por el letrado apode-
rado Dr. José Emiliano Arias.
Nombre de los demandados: Héctor Hernán Amado e Hilaria Paniagua, represen-
tado por el letrado apoderado por el Dr. Arturo Pérez Alisedo.
Terceros citados: Liberty Seguros representada por el Dr. Arturo Pérez Alisedo,
letrado apoderado.
ACUMULACION DE PROCESOS.
ACUMULACION DE PROCESOS.
ACUMULACION DE PROCESOS.
Suprema Corte:
–I–
Considerando:
3º) Que, por otra parte, es sabido que la acumulación de autos sólo
puede invocarse en conflictos en los que participan únicamente jueces
nacionales (Fallos: 326:4594 antes citado y precedentes allí reseña-
dos), supuesto que no se presenta en el sub judice, en tanto el conflicto
se presenta entre un juez nacional y uno local.
Suprema Corte:
Esta última, por su parte, rechazó tal atribución con base en los
dichos del denunciante y las fotografías agregadas a las actuaciones,
que a su criterio, demostrarían claramente la magnitud del hecho y el
grave impacto ambiental ocasionado, circunstancia que habilitaría la
intervención del fuero de excepción (fs. 56).
sus aguas ni ponen en peligro el medio ambiente más allá de los lími-
tes de la Provincia de Jujuy, dado que éste, finalmente desemboca en
la cuenca del Río Bermejo –artículo 1º, ley 24.051– (Fallos: 318:1369 y
326:1642 y Competencia Nº 1399, L. XL, in re “Comunidad aborigen
de Orosmayo s/denuncia”, resuelta el 22 de marzo del corriente año).
Autos y Vistos:
FALABELLA S.A.
Suprema Corte:
Autos y Vistos:
Suprema Corte:
–I–
– II –
Cabe señalar que V.E. tiene reiteradamente dicho que para resol-
ver una cuestión de competencia, hay que atender, en primer término,
a los hechos que se relatan en la demanda, y después, y sólo en la
medida en que se adecue a ellos, al derecho que se invoca como funda-
mento de su pretensión (v. Fallos: 303:1453, 1465; 306:1056; 308:1029,
2230; 312:808, entre otros).
Autos y Vistos:
SUPERINTENDENCIA.
SUPERINTENDENCIA.
Corresponde dejar sin efecto la cesantía si a pesar de que la conducta del agente
merece ser sancionada, la decisión adoptada por la cámara aparece como excesi-
va en tanto no existe prueba directa del hecho y la cámara graduó la sanción
teniendo en cuenta hechos que no fueron materia de discusión en el sumario y
que ya fueron valorados y sancionados oportunamente (Disidencia de los Dres.
Carlos S. Fayt y E. Raúl Zaffaroni).
Considerando:
Por ello,
Se Resuelve:
Considerando:
Por ello, concluyó en que “...la única sanción posible teniendo por
probada la conducta denunciada es la cesantía del agente habida cuenta
la gravedad del hecho y la trascendencia del mismo, agraviante no
sólo para la víctima directa sino para todo el personal en tanto se ha
puesto en evidencia una conducta social disvaliosa y gravemente ul-
trajante que, no sólo colisiona abiertamente con la obligación estable-
cida en el art. 8 del Reglamento sino que también esta en abierta dis-
cordancia con el art. 19 inc. d) que establece como obligación de los
empleados ‘...que además de lo dispuesto en el art. 8º, los empleados
deberán observar las normas de disciplina...’” –fs. 69/74 del sumario
administrativo–.
tran agregados en el legajo. Cita una causa penal originada por una
denuncia del anterior intendente referentes a supuestas anomalías en
el “sistema de detección e extinción de incendios” en la cual se vio
involucrado Maturana, pero según la resolución del 13/8/90 fue sobre-
seído provisionalmente y no hubo sanción administrativa alguna. Asi-
mismo obra en el legajo la sanción de un día de suspensión impuesta
en el expte. Adm.–p 330 caratulados “Juez J.F.Nº 1 de Mendoza eleva
informe presentado por la secretaria a cargo de la Secretaría “C” Dra.
Suriani” el 10/9/01. En virtud de todo ello, manifiesta que “...durante
el transcurso de su desempeño laboral, el Sr. Maturana tiene acredi-
tada una actitud reprochable en tanto su trato con empleados, funcio-
narios y magistrados no es ni viene siendo desde hace tiempo el desea-
ble, ni el que corresponde con relación al contexto dentro del cual se
desempeña Maturana”, “...no solo carece de iniciativa y de una actitud
positiva hacia el trabajo sino que es indolente, irresponsable, indife-
rente y abúlico...”.
Por ello,
Se Resuelve:
CONSOLIDACION DE DEUDAS.
Corresponde dejar sin efecto el pronunciamiento que dispuso que el crédito por
diferencias por pagos parciales efectuados incorrectamente por la Lotería Nacio-
nal Sociedad del Estado no se encontraba comprendido en el régimen de consoli-
dación de deudas, pues prescindió de aplicar normas que revisten el carácter de
orden público –art. 2º de la ley 23.982, al que remite el art. 13 de la ley 25.344–,
toda vez que, según la transformación dispuesta por el decreto 598/90, el orga-
nismo es una sociedad del Estado y esa naturaleza conduce inexorablemente a
incluirla entre los mencionados en dicha norma, máxime si no se encuentra con-
templado entre los organismos que la ley 25.344 excluye de la consolidación.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
DE JUSTICIA DE LA NACION 1041
329
CONSOLIDACION DE DEUDAS.
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
– IV –
–V–
Por todo lo expuesto, opino que corresponde dejar sin efecto la sen-
tencia de fs. 184, en cuanto fue materia de recurso extraordinario.
Buenos Aires, 6 de abril de 2005. Ricardo O. Bausset.
Considerando:
Traslado contestado por Rubén Abel Gulle, actor en autos representado por la
Dra. María Eugenia Lundqvist.
Tribunal de origen: Cámara Federal de Apelaciones de Mar del Plata.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Juzgado Federal de Primera Ins-
tancia Nº 2 de Mar del Plata.
TRANSPORTES Y CONSTRUCCIONES S. A. Y S. A.
DE OBRAS Y EMPRENDIMIENTOS AMBIENTALES VENTURINO V. D. G. I.
Suprema Corte:
–I–
cable el art. 8.2 del decreto 2633/92, reglamentario del art. 5º, inc. b),
de la ley del impuesto al valor agregado (texto sustituido por ley 23.349,
al que se referirán las siguientes citas).
Para así decidir, consideró que el citado art. 8.2 actúa sólo en aque-
llos supuestos en los cuales no se establece el plazo final de la presta-
ción, a diferencia de lo que sucede en autos, donde el acuerdo suscripto
entre la actora y la Municipalidad de General Sarmiento fija –en for-
ma expresa– que se prolongaría por el lapso de cuatro años, contados
desde el 1º de enero de 1994, con opción a prórroga a favor de la Muni-
cipalidad por dos años más.
– II –
– III –
– IV –
Considerando:
Considerando:
CARMEN M. ARGIBAY.
Recurso extraordinario interpuesto por AFIP – DGI, representada por la Dra. Liliana
Luz Alvarez.
Traslado contestado por Transportes y Construcciones y Sociedad Anónima de
Obras y Emprendimientos Ambientales Venturino, representada por el Dr. Car-
los Botassi.
Tribunal de origen: Cámara Federal de Apelaciones de La Plata (Sala III).
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Juzgado Federal de Primera Ins-
tancia Nº 4 de La Plata.
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
Considerando:
CRISTALUX S.A.
CONTROL DE CAMBIOS.
Ante las modificaciones favorables, experimentadas por las leyes penales en blanco
a consecuencia de variaciones de la norma extrapenal, el reo debe beneficiarse
con el principio de aplicación de la ley penal más benigna consagrado en los
pactos que gozan de jerarquía constitucional (Voto del Dr. Carlos S. Fayt).
–De la disidencia de los Dres. Fayt, Boggiano y Bossert emitida en el precedente
“Ayerza”–.
DE JUSTICIA DE LA NACION 1055
329
CONTROL DE CAMBIOS.
CONTROL DE CAMBIOS.
El inc. a), del art. 20, de la ley 19.359, que establece que no será aplicable el
principio de la ley penal más benigna previsto en el Código Penal a los supuestos
tipificados en el art. 2º que imponen pena de multa, es incompatible con el dere-
cho de jerarquía constitucional que tiene el imputado a que se le aplique la ley
penal más benigna, por no configurarse en la especie las excepciones previstas a
dicho principio por la Convención Americana y el Pacto Internacional de Dere-
chos Civiles y Políticos (Voto del Dr. Carlos S. Fayt).
–De la disidencia de los Dres. Fayt, Boggiano y Bossert emitida en el precedente
“Ayerza”–.
Sin perjuicio de que la recurrente se haya agraviado por afectación del principio
de legalidad (descartando la garantía de la aplicación de la ley penal más benig-
na), es formalmente procedente el recurso extraordinario al hallarse en juego el
alcance y aplicación en el tiempo de las normas federales en las que fundó su
pretensión (Voto de la Dra. Carmen M. Argibay).
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
Por ser ello así, estimo que dicha cuestión federal, que se pretende
someter a conocimiento de la Corte, no puede tener cabida, dado que
resulta extemporánea por haber sido tardíamente introducida en el
recurso extraordinario, cuando la primera oportunidad posible fue al
mejorar los fundamentos del fallo de primera instancia. De modo que
la defensa debió, al menos, proponer el caso federal ante la alzada en
la ocasión prevista por el artículo 519 del C.P.M.P –ley 2372–.
– IV –
Considerando:
Considerando:
CARLOS S. FAYT.
Considerando:
CARMEN M. ARGIBAY.
Recurso de hecho interpuesto por Carlos Günter Boysen, representado por el Dr.
José María Sferco –defensor–.
Tribunal de origen: Sala B de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Penal
Económico.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Juzgado Nacional en lo Penal Eco-
nómico Nº 2.
LEY: Vigencia.
LEY: Vigencia.
tal, se hace inalterable y no puede ser suprimida, o modificada, por ley posterior
sin agravio al derecho de propiedad consagrado en el art. 17 de la Constitución
Nacional.
LEY: Vigencia.
No deben aplicarse las nuevas disposiciones legales con relación a los trabajos
profesionales realizados con anterioridad a su vigencia, pues ello traería apare-
jado una afectación de derechos adquiridos que integran el patrimonio de los
intervinientes, en la medida en que la situación general creada por el anterior
art. 505 del Código Civil y las normas pertinentes de la ley 21.839, con anteriori-
dad a las modificaciones introducidas por la ley 24.432, se ha transformado en la
situación jurídica concreta e individual que no puede ser alterada sin riesgo de
afectar el derecho de propiedad.
LEY: Vigencia.
Las reformas introducidas a la ley 21.839 y al Código Civil por la ley 24.432 son,
como principio, solamente aplicables a la regulación de los honorarios de los pro-
fesionales que actuaron con posterioridad a su vigencia.
TRANSACCION.
TRANSACCION.
TRANSACCION.
TRANSACCION.
La aparente contradicción entre las normas del arancel y el Código Civil, que
llevó a alguna doctrina y jurisprudencia a determinar la inaplicabilidad de las
transacciones a la regulación de los honorarios de profesionales que no intervi-
nieron en ellas, dándole preeminencia a la ley de fondo sobre la de forma, ha
desaparecido con el último párrafo agregado al art. 505 del Código Civil, en tanto
establece que la regulación de los honorarios de todo tipo deberá sujetarse al
monto de la sentencia, laudo, transacción o instrumento que ponga fin al diferendo.
TRANSACCION.
TRANSACCION.
TRANSACCION.
TRANSACCION.
TRANSACCION.
La aplicación efectiva del art. 505 del Código Civil (texto según ley 24.432) exige
necesariamente considerar que el acuerdo transaccional es oponible inclusive a
los profesionales que no lo firmaron, pues de otro modo fácilmente se sortea el
límite porcentual allí establecido.
TRANSACCION.
El recurso extraordinario contra la sentencia que dejó sin efecto el auto regulatorio
del inferior y determinó los honorarios del letrado es inadmisible (art. 280 del
Código Procesal Civil y Comercial de la Nación) (Disidencia de las Dras. Elena I.
Highton de Nolasco y Carmen M. Argibay).
1070 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Suprema Corte:
–I–
La Sala Civil de la Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán,
dejó sin efecto el auto regulatorio del inferior y determinó los honora-
rios del letrado apoderado de los codemandados: Universidad Nacio-
nal de Tucumán y Carlos Agustín Villafañe (v. fs. 79/82 vta.).
Dijo que se debía tomar como base regulatoria el “monto del proce-
so”, que, en el caso, estaría fijado por la suma que “razonablemente y
por resolución fundada, hubiera correspondido a criterio del tribunal,
en el caso de haber prosperado el reclamo del pretensor”. Estimó razo-
nable, en el caso, tomar como base el monto de la demanda, pues nada
DE JUSTICIA DE LA NACION 1071
329
– II –
– III –
Por otra parte, vale recordar que el Tribunal ha dicho que lo acor-
dado por la actora con otros codemandados en lo que hace al monto del
juicio no resulta oponible a los letrados de la parte que no tuvo inter-
vención en dicho acuerdo (v. doctrina de Fallos: 310:2829), y asimis-
mo, ha dejado sin efecto decisiones que acordaron eficacia vinculante
para el profesional, a un convenio donde no tuvo intervención, en des-
medro de la aplicación de normas expresas de derecho sustancial
(art. 851, 1195 y 1199 del Código Civil) y con menoscabo del derecho a
la justa retribución (v. doctrina de Fallos: 311:926).
– IV –
–V–
Ahora bien, el juzgador dice –en base a los argumentos antes rese-
ñados– que el monto de la transacción “...no puede ser tomado como
base a los fines de la regulación de honorarios y, por ende, deviene
aplicable el art. 20 de la ley 21.839, según se considerará en los párra-
fos que siguen.” (v. fs. 81 vta., ítem VI. El encomillado me pertenece).
Considerando:
1º) Que el actor inició demanda por daños y perjuicios por la suma
de $ 538.000 contra el conductor del automóvil que ocasionó un acci-
dente y su propietaria, la Universidad Nacional de Tucumán. Ambos
demandados contestaron la demanda y ofrecieron las pruebas con la
representación y el patrocinio del doctor Ezio Jogna Prat. A pedido de
la universidad, fue citada de garantía La Caja de Seguros S.A., donde
se encontraba asegurado el vehículo, la que también contestó la de-
manda y ofreció pruebas con la intervención de otros letrados.
8º) Que si así se pronunció esta Corte con anterioridad a las refor-
mas introducidas por la ley 24.432 al Código Civil y a la ley 21.839
–aplicables a esta causa por lo establecido en el considerando 4º– en
mayor medida corresponde idéntico pronunciamiento en virtud de las
reformas mencionadas.
cial y procesal) que es, precisamente, la que hace que lo dispuesto por
ellas en el acuerdo dispositivo transaccional respecto del derecho sus-
tancial controvertido (vgr. en lo referente a su quantum) pueda refle-
jarse en el interés de aquéllos inclusive afectándolo. Ello es así, máxi-
me considerando que el interés que pueden invocar los profesionales
se limita al cobro de sus honorarios, el que no puede ser desvinculado
del resultado del pleito, para definir el cual únicamente cabe conside-
rar lo que resulte de la transacción en tanto acto que da conclusión al
proceso.
10) Que, por otra parte, los profesionales que patrocinan o repre-
sentan a las partes en la contienda, y lo mismo los auxiliares de la
justicia, no tienen interés para objetar los términos de la transacción,
de lo que deriva su falta de legitimación para deducir todo tipo de
acciones impugnativas de la decisión de transar, como del contenido
del contrato. Los profesionales sólo podrían impugnar el contenido si
demostraran fraude, o el desbaratamiento de derechos, lo cual es de
interpretación estricta, debiendo demostrarse dolo.
Considerando:
2º) Que a fin de fijar esa retribución, el a quo descartó como base
para su cálculo la suma resultante de la transacción celebrada entre
las partes, por cuanto la consideró inoponible al profesional que no
había participado en ella. Entendió, en cambio, aplicable al caso la
previsión del art. 20 de la ley 21.839 y por tanto reguló los honorarios
sobre la base del monto reclamado en la demanda, al que entendió
razonable en los términos de la norma recién citada.
4º) Que los agravios del recurrente suscitan cuestión federal bas-
tante para habilitar la vía intentada pues, aunque remiten a la consi-
deración de cuestiones de hecho, derecho común y procesal, tal cir-
cunstancia no es óbice para invalidar lo resuelto cuando, como en el
caso, la decisión recurrida se aparta abiertamente y sin fundamento
alguno de la solución normativa que rige el caso e incurre en autocon-
tradicción, todo lo cual la descalifica como acto judicial válido de acuerdo
a la conocida doctrina de este Tribunal en materia de sentencias arbi-
trarias.
7º) Que ello es así, sin perjuicio de que en tanto las regulaciones a
fijarse como consecuencia de este pronunciamiento pretendan ser
percibidas íntegramente de la parte condenada en costas, se tenga en
consideración la limitación de la responsabilidad de dicha parte al 25%
del monto de la transacción (art. 505 del Código Civil, texto agregado
por la ley 24.432; Fallos: 319:1915, disidencia del juez Fayt; causa
Fallos: 327:2961, disidencia del juez Fayt con remisión al dictamen
del señor Procurador Fiscal).
CARLOS S. FAYT
Considerando:
2º) Que a fin de fijar esa retribución, el a quo descartó como base
para su cálculo la suma resultante de la transacción celebrada entre
las partes, por cuanto la consideró inoponible al profesional que no
había participado en ella. Entendió, en cambio, aplicable al caso la
previsión del art. 20 de la ley 21.839 y por tanto reguló los honorarios
sobre la base del monto reclamado en la demanda, al que entendió
razonable en los términos de la norma recién citada.
4º) Que los agravios del recurrente suscitan cuestión federal bas-
tante para habilitar la vía intentada pues, aunque remiten a la consi-
deración de cuestiones hecho, derecho común y procesal, tal circuns-
tancia no es óbice para invalidar lo resuelto cuando, como en el caso,
la decisión recurrida se aparta abiertamente y sin fundamento alguno
de la solución normativa que rige el caso e incurre en autocontradicción,
todo lo cual la descalifica como acto judicial válido de acuerdo a la
conocida doctrina de este Tribunal en materia de sentencias arbitra-
rias.
Considerando:
Recurso de hecho interpuesto por la Caja de Seguros S.A., representada por los Dres.
Raúl E. Tejerizo y María C. López.
Traslado contestado por el Dr. Ezio Enrique Jogna Prat, representado por el Dr.
Alberto B. Bianchi.
Tribunal de origen: Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Juzgado Federal Nº 2 de Tucumán.
Suprema Corte:
Considerando:
Considerando:
1º) Que el actor inició demanda por daños y perjuicios por la suma
de $ 538.000 contra el conductor del automóvil que ocasionó un acci-
DE JUSTICIA DE LA NACION 1087
329
2º) Que por decisión de esta Corte de fecha 8 de junio del 2004, se
declaró formalmente admisible la queja y el recurso extraordinario,
además de ordenarse la suspensión del proceso principal y de la ejecu-
ción de la sentencia apelada por el doctor Ezio Enrique Jogna Prat.
6º) Que si así se pronunció esta Corte con anterioridad a las refor-
mas introducidas por la ley 24.432 al Código Civil y a la ley de arancel
21.839 –aplicables a esta causa por lo establecido en el considerando
4º– en mayor medida corresponde idéntico pronunciamiento en virtud
de las reformas mencionadas.
Considerando:
CARLOS S. FAYT.
Considerando:
Considerando:
Recurso de hecho interpuesto por la Caja de Seguros S.A., representada por el Dr.
Raúl E. Tejerizo y María C. López.
Traslado del recurso extraordinario contestado por el Dr. Ezio Enrique Jogna Prat,
patrocinado por el Dr. Alberto B. Bianchi.
Tribunal de origen: Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Juzgado Federal Nº 2 de Tucumán.
CORTE SUPREMA.
INTANGIBILIDAD.
La falta de impugnación de la acordada 20/96 por parte del Fisco, determina que
haya adquirido la estabilidad propia de los actos administrativos.
1094 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
SISTEMA FEDERAL.
Si la recurrente no planteó la posibilidad de que –en virtud del texto literal del
art. 200 de la Constitución de San Juan en cuanto sólo se refiere a disminuciones
que pudieran efectuar las leyes locales– tal limitación pudiera dar fundamento a
aplicar válidamente a los magistrados locales –y a los jubilados como tales– un
impuesto establecido por una ley federal, corresponde confirmar la decisión que
hizo lugar al amparo tendiente a que se cese de realizar los descuentos en los
haberes previsionales de un magistrado provincial en concepto de impuesto a las
ganancias.
JUECES.
JUECES.
JUECES.
JUECES.
CORTE SUPREMA.
JUECES.
JUECES.
PODER JUDICIAL.
El monto del haber que le corresponde a un juez jubilado forma parte de la expec-
tativa de todo magistrado en actividad, quien ya sea por un hecho fortuito o por
el transcurso del tiempo, cuenta con tal régimen y haber para el ejercicio inde-
pendiente y sereno de su función, que es precisamente lo que persigue la garan-
tía constitucional de incolumidad de las remuneraciones (Voto de los Dres. Juan
Carlos Poclava Lafuente y Jorge Ferro).
JUECES.
tu que suscita contar con un nivel decoroso de vida durante la función activa y
esperar un nivel razonablemente proporcionado en la vejez (Voto de los Dres.
Juan Carlos Poclava Lafuente y Jorge Ferro).
JUECES.
JUECES.
JUECES.
JUECES.
JUECES.
La jurisdicción ejercida por la vía del art. 14 de la ley 48 se halla limitada a los
temas introducidos oportunamente en el proceso y mantenidos en el recurso ex-
traordinario (Voto del Dr. Leopoldo H. Schiffrin).
DE JUSTICIA DE LA NACION 1099
329
JUECES.
No cabe admitir una aplicación literal del art. 16 de la Constitución a una ley
tributaria –impuesto a las ganancias– que, por la amplitud de las exenciones que
contiene, obliga a sustentar su constitucionalidad en la doctrina tradicional de la
Corte que fija un sentido y alcances más amplios a dicho art. 16, según la cual no
se viola a tal precepto cuando el legislador contemple en forma distinta situacio-
nes que considera diferentes, en tanto la distinción no sea arbitraria ni importe
1100 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
PODER JUDICIAL.
JUECES.
JUECES.
fijada; condición que se traslada a los haberes de los magistrados jubilados (Voto
del Dr. Alberto Manuel García Lema).
Es admisible el recurso extraordinario (art. 14, inc. 3º, de la ley 48) en la medida
en que: a) además de la existencia de cuestión federal constitucional directa; b)
se cuestiona una sentencia definitiva, en el sentido en que pone fin al pleito; c)
dictada por el superior tribunal de la causa (Cámara Federal de la Seguridad
Social); d) que ha sido adversa al derecho de la recurrente fundado en una norma
de carácter federal (ley 24.631); e) guardando los agravios relación directa e in-
mediata con la inteligencia que corresponde asignar a los arts. 16 y 110 de la
Constitución Nacional (Disidencia del Dr. Horacio Daniel Rosatti).
JUECES.
El art. 110 de la Constitución Nacional no puede ser interpretado como una nor-
ma especial o de excepción con relación al principio del art. 16, estando los jueces
1102 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
obligados a pagar todos aquellos impuestos que, por su carácter general, no ex-
presen un ánimo hostil o persecutorio contra su noble actividad (Disidencia del
Dr. Horacio Daniel Rosatti).
Es posible, necesario e imprescindible que los jueces estén bien retribuidos, que
sus remuneraciones mantengan su poder adquisitivo y que, simultáneamente,
paguen el Impuesto a las Ganancias, haciendo clara la diferencia entre sufrir un
detrimento discriminatorio –y por tanto inconstitucional– y pagar un tributo
general (Disidencia del Dr. Horacio Daniel Rosatti).
JUECES.
JUECES.
Abonando sus gravámenes al igual que todos los contribuyentes que se encuen-
tran en las mismas condiciones y circunstancias, sin privilegios ni tratamientos
diferenciales en su favor, los jueces verán reforzada su independencia, la que
seguramente podría verse comprometida de mantenerse la ilegítima exención,
en tanto ella podría ser retirada o quitada en cualquier momento por el poder
político, o utilizada como argumento para influir en sus decisiones, aquejando
esa necesaria independencia (Disidencia del Dr. Héctor Oscar Méndez).
sino que por el contrario ambas disposiciones deben ser interpretadas en forma
armónica y de acuerdo al contenido de las demás, cuidando que la inteligencia de
sus cláusulas no altere el equilibro del conjunto (Disidencia del Dr. Héctor Oscar
Méndez).
JUECES.
JUECES.
Sin perjuicio que las acordadas constituyen actos de alcance general que son
revisables en las mismas condiciones en que puede serlo cualquier acto adminis-
trativo, la acordada 20/96 resulta inaplicable, toda vez que ha sido dictada por la
Corte en el ejercicio de las facultades de superintendencia (art. 113 de la Consti-
tución Nacional) y con los alcances establecidos en dicha norma, sin que ello
resulte de obligatorio respeto cuando en función jurisdiccional resuelve en causa
judicial un planteo efectuado por terceros con interés legítimo, frente a otras
normas de superior jerarquía (arts. 31, 116 y 117 de la Constitución Nacional, 1,
y 2 de la ley 27 y 21 de la ley 48) (Disidencia del Dr. Héctor Oscar Méndez).
Suprema Corte:
Considerando:
2º) Que el a quo juzgó que era inaplicable respecto del actor lo
dispuesto por el art. 1 de la ley 24.631 en cuanto derogó la exención en
el impuesto a las ganancias que lo beneficiaba (inc. r del art. 20 de la
ley 20.628, texto ordenado por el decreto 450/86). Expresó, como fun-
damento, que si bien esta Corte –mediante la acordada 20/96– declaró
inaplicable esa derogación respecto de magistrados y funcionarios del
Poder Judicial de la Nación, el mismo criterio debía regir respecto de
los magistrados y funcionarios provinciales pues “la intangibilidad de
las retribuciones de los jueces es garantía de la independencia del Po-
der Judicial, y un requisito del régimen republicano que no puede ser
desconocida en el ámbito provincial” (fs. 142 de los autos principales).
Por otra parte, sostuvo que la mencionada intangibilidad se extiende
tanto al período de vida activa como a la situación de retiro.
7º) Que cabe destacar que estos puntos –o sea el valor de la juris-
prudencia tradicional de la Corte Suprema sobre la intangibilidad de
las compensaciones de los jueces nacionales en el ámbito fiscal indica-
do, y la validez de la acordada 20/96– no han sido objeto de impugna-
DE JUSTICIA DE LA NACION 1109
329
ción alguna por parte del Fisco demandado y que la cuestión de fondo
debatida en el pleito versa sobre si la doctrina de esta Corte, que esta-
blece que el impuesto a las ganancias aplicado a las remuneraciones
judiciales contradice la garantía que consagra el art. 110 de la Consti-
tución Nacional, se extiende a los magistrados provinciales, en activi-
dad o jubilados.
del gobierno”, de modo que “si debe haber ineludiblemente una justi-
cia encargada de mantener la Constitución y las leyes de la Repúbli-
ca, debe haber también una justicia encargada de dar a cada uno lo
que es suyo dentro del recinto de las autonomías locales” (Derecho
Constitucional, Menéndez, Buenos Aires, 1923, t. II, pág. 523). Ello
sin perjuicio de que la custodia de la supremacía constitucional “está
depositada en el quehacer de todos y cada uno de los jueces”, sin dis-
tinción entre nacionales y provinciales (Fallos: 311:2478 –causa “Di
Mascio”–), por lo que la elemental atribución y deber de los magistra-
dos de verificar la compatibilidad constitucional de las leyes pertene-
ce “a todos los jueces de cualquier jerarquía y fuero” (Fallos: 10:134;
149:122; 302:1325 y otros), en tanto rige entre nosotros el sistema de
control judicial difuso.
Considerando:
2º) Que para decidir del modo indicado, el a quo desestimó el argu-
mento de la ANSeS relativo a que la acción fue mal dirigida en su
contra –pues es un mero agente de retención del impuesto– y que de-
bió haber sido promovida contra la Dirección General Impositiva ya
que éste es el organismo encargado de la recaudación del tributo. Al
respecto, la cámara sostuvo que la acción de amparo procura “más que
individualizar a posibles infractores, proteger derechos constituciona-
les conculcados”, por lo que la “incorrecta determinación del órgano
estatal responsable no debía ser impedimento para el éxito de la ac-
ción...”; a lo que agregó que la ANSeS es un ente estatal y que, por lo
demás, la Dirección General Impositiva fue puesta en conocimiento de
este juicio, y produjo un dictamen que se encuentra agregado en el
expediente.
15) Que en tal sentido, debe señalarse que una inveterada juris-
prudencia del Tribunal ha admitido la validez de distinciones estable-
cidas por el legislador ante supuestos que éste considere distintos, en
tanto no sean arbitrarias, es decir, no obedezcan a propósitos de injus-
ta persecución o indebido beneficio, sino –como se señaló– a razones
objetivas, aunque su fundamento sea opinable (Fallos: 256:235;
270:374, entre muchos otros).
Es que los jueces locales son, como los nacionales y federales, jue-
ces de la Constitución, motivo por el cual cumplen, como los demás,
idéntico ministerio y, por lo tanto, se hallan sujetos a parejas respon-
sabilidades y deberes, y han de contar, a tal efecto, con similares ga-
rantías.
Considerando:
1º) Que comparto los fundamentos y conclusiones del voto que en-
cabeza esta sentencia. En efecto, en el mismo se resuelve con acierto lo
atinente a la defensa de la falta de legitimación pasiva, así como lo
relativo a la extensión del principio de intangibilidad a los jueces en
situación de retiro.
2º) Que, de igual modo, no cabe sino coincidir con la línea principal
de razonamiento de dicho voto. Este parte de que en el pleito no se
halla en tela de juicio la interpretación tradicional del art. 110 de la
Constitución Nacional acerca de cuáles cargas pueden significar dis-
minución de los sueldos judiciales en el sentido de dicha norma. En
consecuencia, no cabe introducir de oficio la revisión de esa doctrina,
sino sólo determinar su aplicabilidad a los jueces provinciales, lo que
sí forma la materia del litigio, sobre lo cual recae pronunciamiento
positivo por argumentos que se dan aquí por reproducidos.
5º) Que cabe destacar que estos puntos –o sea el valor de la juris-
prudencia tradicional de la Corte Suprema sobre la intangibilidad de
las compensaciones de los jueces nacionales en el ámbito fiscal indica-
do, y la validez de la Acordada 20/96– no han sido objeto de impugna-
ción alguna por parte del Fisco demandado. En cambio, como se dijo,
la cuestión de fondo debatida en el pleito versa sobre si la doctrina de
esta Corte, que establece que el impuesto a las ganancias aplicado a
las remuneraciones judiciales contradice la garantía que consagra el
art. 110 de la Constitución Nacional, se extiende a los magistrados
provinciales, en actividad o jubilados.
7º) Que, como se verá por el examen que sigue, las fórmulas acu-
ñadas en los casos de Fallos: 307:1457 (“Fernández Meijide”) y 308:647
(“Municipalidad de Laprida”) no son oponibles a esta firme concepción
doctrinal fundada en el texto de la ley 48 y en el carácter apelado que
reviste la jurisdicción extraordinaria de la Corte Suprema.
Así la Corte seguía las líneas tanto del certiorari como del writ of
error de la Corte Suprema norteamericana, que conforme las exponen
Robertson y Kirkham, rechazan que una norma de la Constitución
federal no invocada en los tribunales estaduales pueda introducirse
DE JUSTICIA DE LA NACION 1127
329
LEOPOLDO H. SCHIFFRIN.
Considerando:
1º) Que adhiero a los fundamentos y conclusiones del voto que en-
cabeza esta sentencia, a cuyos términos cabe remitirse brevitatis
causae.
Pero cabe aquí señalar que tampoco advierto que el CELS, pese a
lo que afirma, haya aportado elementos decisivos y adicionales a los
fundamentos del mencionado precedente.
la independencia funcional de los jueces. Ello para evitar que los otros
poderes del Estado –administrativo o legislativo– dominen su volun-
tad con la amenaza de reducir su salario, de hacerlos cesar en sus
cargos o de jubilarlos, y que esa situación favorezca un ámbito procli-
ve a componendas contrarias a la independencia de criterio necesaria
para la función jurisdiccional.
13) Que, por último, cabe poner de relieve que esta Corte –integra-
da por sus jueces titulares– ha dicho en su reciente pronunciamiento
del 28 de marzo de 2006, in re B. 62.XXVIII. “Benítez Cruz, Luis Car-
los y otros c/ Estado Nacional (Ministerio de Justicia) s/ juicio de cono-
cimiento” (v. considerando 15), que: “...la independencia del Poder Ju-
dicial obliga a concluir que la intangibilidad de los emolumentos de los
magistrados es extensible al haber de los jueces jubilados, desde que
la posible disminución de los derechos previsionales generaría intran-
quilidad en el ejercicio funcional, o presión para motivar el abandono
de sus cargos de quienes, con ese grado de incertidumbre, tuvieran
que administrar justicia (conf. Fallos: 322:752)”.
DISIDENCIA PARCIAL DE LA
SEÑORA MINISTRA DOCTORA DOÑA CARMEN M. ARGIBAY
Considerando:
CARMEN M. ARGIBAY.
Considerando:
2º) Que para decidir del modo indicado, el a quo desestimó el argu-
mento de la ANSeS relativo a que la acción fue mal dirigida en su
contra –pues es un mero agente de retención del impuesto– y que de-
bió haber sido promovida contra la Dirección General Impositiva, ya
que éste es el organismo encargado de la recaudación del tributo. Al
respecto, la cámara sostuvo que la acción de amparo procura “más que
individualizar a posibles infractores, proteger derechos constituciona-
les conculcados”, por lo que la “incorrecta determinación del órgano
estatal responsable no debía ser impedimento para el éxito de la ac-
ción...”; a lo que agregó que la ANSeS es un ente estatal y que, por lo
demás, la Dirección General Impositiva fue puesta en conocimiento de
este juicio, y produjo un dictamen que se encuentra agregado en el
expediente.
Por lo dicho, el art. 110 no puede ser interpretado como una norma
especial o de excepción con relación al principio del art. 16, estando los
jueces obligados a pagar todos aquellos impuestos que, por su carácter
general, no expresen un ánimo hostil o persecutorio contra su noble
actividad (Bidart Campos, Germán, “Manual de la Constitución Re-
formada”, Ed. Ediar, Bs. As, 1997, t. III, págs. 344/346; del mismo
autor: “La remuneración de los jueces como hecho imponible”, LL, T.
1996–D, págs. 217 a 220; López Olaciregui, Martín (con la colabora-
ción de Cristina Sarmiento, María José Rodríguez y Luis Alfredo
Vedoya), “Los jueces y el impuesto a las ganancias”, JA t. 1998–II–
698; Villegas, Héctor, “Curso de Finanzas, Derecho Financiero y Tri-
butario”, Editorial Depalma, Bs. As. 1999, pág. 197 y sgtes.).
Considerando:
2º) Que para decidir del modo indicado, el a quo desestimó el argu-
mento de la Administración Nacional de la Seguridad Social –ANSeS–
relativo a que la acción fue mal dirigida en su contra –pues es un mero
agente de retención del impuesto– y que debió haber sido promovida
contra la Dirección General Impositiva ya que éste es el organismo
encargado de la recaudación del tributo. Al respecto, la cámara sostu-
vo que la acción de amparo procura “más que individualizar a posibles
infractores, proteger derechos constitucionales conculcados”, por lo que
la “incorrecta determinación del órgano estatal responsable no debía
ser impedimento para el éxito de la acción...”; a lo que agregó que la
ANSeS es un ente estatal y que, por lo demás, la Dirección General
Impositiva fue puesta en conocimiento de este juicio, y produjo un dic-
tamen que se encuentra agregado en el expediente.
Así pues, resolvió que sobre los montos que resulten de la liquida-
ción que se practique deberá efectuarse una quita del 8% sobre cada
diferencia mensual. Aplicando por analogía del principio del ius
variandi en materia de Obras Públicas, se consideró que así como el
contratista debe absorber los mayores costos derivados de la reduc-
ción de las obras contratadas en un 20% en más o en menos, la misma
pauta podría ser considerada para estimar a una “reducción sustan-
cial” de las remuneraciones.
Este último criterio fue reiterado por esta Corte integrada ya con 9
jueces, en decisión por mayoría (con disidencia de los jueces Belluscio,
DE JUSTICIA DE LA NACION 1155
329
to del 22 de mayo de 1937 (B.O. 31-V-1937; Bol. Legis. J.A., tº. 58, p.
36), habida cuenta la doctrina fijada en el caso “Medina”, el Poder
Ejecutivo Nacional declaró que estaban también eximidos de tributar
réditos los sueldos de los jueces provinciales, por entenderse que exis-
tían las mismas razones que fundamentaran el caso “Medina”, deci-
sión que fuera considerada acertada.
Destacó además que sugerir que ese impuesto hace irrupción so-
bre la independencia de los jueces que entran a desempeñar sus fun-
ciones después que el Congreso los ha cargado con los deberes comu-
nes de la ciudadanía, haciéndolos partícipes con la porción alícuota
del costo de mantenimiento del gobierno, es hacer trivial la gran expe-
riencia histórica sobre la cual los autores de la Constitución basaron
las salvaguardias del art. III Sec. I. Por el contrario, consideró que
someterlos a un impuesto general es sólo reconocer que los jueces son
también ciudadanos y que su particular función en el gobierno no ge-
nera una inmunidad para no participar con sus conciudadanos en el
peso material del gobierno cuya Constitución y leyes están encarga-
dos de administrar.
L. Will y otros”, 449 U.S. 200. Conf. nota de Ekmekdjian, Miguel An-
gel “Las remuneraciones de los magistrados judiciales en un fallo de
la Corte Suprema de Justicia de los EE.UU.”, L.L., tº 1985, secc. Doc-
trina, pág. 1004 y sgtes.).
Bs. As., 1923, vol. III, parag. 1541), postura en la que como se vio
milita la doctrina fijada por esta Corte en el caso “Fisco c/ Medina”
(Fallos: 176:73).
Esta postura adquirió mayor gravitancia luego del dictado del fa-
llo “Medina” (1936) en tono crítico a lo allí resuelto. En tal sentido se
destacó que ha sido la jurisprudencia sentada por la Corte de los
EE.UU. la que ha inclinado a la nuestra hacia la tesis de la inconsti-
tucionalidad, aunque sin advertir las diferencias entre los sistemas
jurídicos del “common law” en que fue elaborada la primera, y del
“civil law” en que ha de interpretarse la nuestra, como así también
que el criterio de la intangibilidad absoluta fijada por ésta, parte del
erróneo concepto de tener por principio jurídico y no por excepción, al
privilegio. El espíritu esencial de la Constitución Argentina ha sido de
formar un organismo jurídico donde queden suprimidas todas las dis-
tinciones que no se funden en el valor intrínseco o el esfuerzo legítimo.
Con esa idea presente, surge la imposición de conceder la mayor am-
plitud a los preceptos como el que sanciona la igualdad como base de
las cargas públicas y en consecuencia las excepciones al derecho co-
mún resultan restringidas dentro de los límites que determinan ex-
presamente sus fines concretos (Grousac, Carlos, “El Impuesto a los
réditos, la judicatura y los precedentes norteamericanos”, en Rev. del
Colegio de Abogados”, set.-oct. 1937, pág. 411).
Por ello, –se añade– no puede decirse que la ley cuestionada sea
irrazonable. Además, como se vio, numerosas constituciones provin-
ciales establecen que las compensaciones de los jueces están sujetas a
tributos en general, lo que demuestra que ello no es objetivamente
considerado incompatible con la independencia del Poder Judicial ni
que conspire contra la facultad de dicho Poder de organizarse a sí mis-
mo.
cuando alguien, sea con sus bienes o en sus ingresos, es alcanzado por
un impuesto, sino un alcance restringido; que esos derechos no podrán
recortarse, reducirse o fraccionarse, permaneciendo por lo tanto nomi-
nalmente incólumes. Los tributos no están dirigidos a confiscar la pro-
piedad ni a disminuir el sueldo de los jueces, y tampoco comprometen
la independencia del Poder Judicial, sino que son contribuciones para
que sea posible la prestación de servicios difusos necesarios en la so-
ciedad organizada y son obligatorios para todos, según la capacidad
contributiva. Lo contrario –concluye– significaría un inadmisible pri-
vilegio.
La aplicación del art. 8º, inc. 2º, ap. h de la Convención Americana sobre Dere-
chos Humanos, que consagra la garantía de la doble instancia, se halla supedita-
da a la existencia de un fallo final dictado contra una persona “inculpada de
delito” o “declarada culpable de un delito”, por lo que dicha garantía no tiene
jerarquía constitucional en juicios civiles (Voto de los Dres. Carlos S. Fayt, Ricar-
do Luis Lorenzetti y Carmen M. Argibay).
Suprema Corte:
–I–
– II –
Destaca por otro lado que la manifestación del tribunal de que era
necesario respaldar la atribución de exorbitancia de las cuotas pen-
dientes con prueba inequívoca, resulta inexacta cuando se ha probado
de manera contundente que la obligación se hallaba cancelada, siendo
imposible un esfuerzo probatorio diferente al realizado, por lo que con
afirmaciones dogmáticas el tribunal apelado termina desvirtuando
todas las pruebas producidas.
DE JUSTICIA DE LA NACION 1185
329
Sigue diciendo, que a todo ello cabe agregar, que de la lectura del
convenio no queda duda alguna en cuanto a que las partes no estable-
cieron componentes indemnizatorio alguno, sino que durante 126 me-
ses se debía abonar el monto resultante de multiplicar 170 veces el
importe máximo que el instituto Susini percibe de cada alumno al
momento de hacer efectivo el pago.
– III –
Considerando:
Considerando:
1º) Que los antecedentes del caso y el alcance de los agravios pro-
puestos por el recurso extraordinario cuya denegación origina la que-
ja, han sido claramente expuestos por el señor Procurador Fiscal en su
dictamen de fs. 274/277, ratificado a fs. 282.
Ello es así, porque la aplicación del art. 8º, inc. 2º, ap. h de la Con-
vención Americana sobre Derechos Humanos, que consagra la garan-
tía de la doble instancia, se halla supeditada a la existencia de un fallo
final dictado contra una persona “inculpada de delito” o “declarada
culpable de un delito” (Fallos: 323:1787). Es decir, dicha garantía no
tiene jerarquía constitucional en juicios civiles (Fallos: 323:2357, voto
del juez Petracchi), por lo que el debido proceso legal en causas como el
sub lite no se afecta por la falta de doble instancia, salvo cuando las
leyes específicamente lo establecen, extremo este último que no se pre-
senta en la especie (Fallos: 310:1162; 311:274; 312:195; 318:1711, en-
tre otros).
LEYES PROCESALES.
Las leyes que organizan los procedimientos son de inmediato aplicables a los
juicios en trámite, en tanto no se invaliden actuaciones cumplidas con arreglo a
1192 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
las leyes anteriores, lo que no ocurre con las normas atinentes a las costas
devengadas en el juicio y aún no definitivamente fijadas (Voto del Dr. Juan Car-
los Maqueda).
TRANSACCION.
TRANSACCION.
Al establecer el monto final del juicio, la transacción fija la base a tener en consi-
deración a los fines de practicar las regulaciones de todos los profesionales
actuantes, en cambio, la posibilidad de fijar distintas bases regulatorias según
que el profesional haya participado o no en el acuerdo afecta irremediablemente
la unidad jurídica y procesal que constituye el juicio a efectos regulatorios (Voto
del Dr. Juan Carlos Maqueda).
TRANSACCION.
El texto vigente del art. 505 del Código Civil es contundente en cuanto sujeta la
regulación de los honorarios profesionales de todo tipo al monto de la sentencia,
laudo o transacción o instrumento que ponga fin al diferendo, estableciendo de
esta forma que la base regulatoria es el monto respectivo (Voto del Dr. Juan
Carlos Maqueda).
TRANSACCION.
TRANSACCION.
TRANSACCION.
TRANSACCION.
TRANSACCION.
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
– IV –
sentido, corresponde señalar, que más allá del carácter vinculante que
se le quiera asignar en el caso a la doctrina contenida en dichos fallos,
la misma tiene un valor moral intrínseco por emanar de la Corte Su-
prema de Justicia de la Nación, que no puede ser despreciado por los
jueces, los que tienen la obligación de tratar y en su caso, conformar su
decisión a la del Alto Tribunal, atendiendo a su carácter de intérprete
final de la Constitución y las leyes (conf. Fallos: 303:1769, y otros)
Por lo expuesto, opino que debe V.E. hacer lugar a la queja inter-
puesta, declarar procedente el recurso extraordinario y disponer se
dicte nueva sentencia con arreglo a derecho. Buenos Aires, 15 de sep-
tiembre de 2004. Felipe Daniel Obarrio.
Considerando:
3º) Que si bien es cierto que este Tribunal tiene decidido que las
reformas efectuadas por la ley 24.432 no son aplicables a la regulación
de los honorarios de los profesionales que actuaron con anterioridad a
su vigencia –como ocurre en esta causa– conforme pronunciamiento
en “Francisco Costa”, Fallos: 319:1915, considerando 7º, ratificado
posteriormente en Fallos: 320:2756; 321:330 y 532 y 325:2250, no es
menos cierto que también tiene decidido reiteradamente que lo con-
cerniente a los honorarios regulados en las instancias ordinarias no
da lugar, en principio, al recurso del art. 14 de la ley 48 (Fallos: 279:319;
308:881 y muchos otros).
Considerando:
CARLOS S. FAYT.
Considerando:
3º) Que, en tal sentido y en relación con los planteos mediante los
cuales se pretende demostrar aquel supuesto cabe recordar, en primer
lugar, el carácter procesal de la ley 24.432 y, por tanto, su aplicación
inmediata. Conforme a la doctrina de esta Corte las leyes que organi-
zan los procedimientos son de inmediato aplicables a los juicios en
trámite, en tanto no se invaliden actuaciones cumplidas con arreglo a
DE JUSTICIA DE LA NACION 1203
329
las leyes anteriores, lo que no ocurre con las normas atinentes a las
costas devengadas en el juicio y aún no definitivamente fijadas (Fa-
llos: 211:589; 220:30; y más recientemente, F.420.XXXVII “Fox, Héctor
Raúl c/ Siderca S.A.C.I.” –Fallos: 328:2725– del 28 de julio de 2005,
voto del juez Maqueda).
Considerando:
5º) Que en ese sentido corresponde precisar que así como la sen-
tencia constituye un típico acto procesal, la transacción de derechos
litigiosos –acto jurídico bilateral; art. 832 del Código Civil– es tam-
bién, una vez que resulta homologada judicialmente, un acto procesal
con una ejecutoriedad propia equiparable a la que corresponde a una
sentencia (arg. art. 850 del Código Civil, y su nota). De ahí que la tran-
sacción homologada, como título ejecutorio con eficacia idéntica a la
de una sentencia, ofrece la suficiente seguridad como para que el le-
gislador la seleccione a fin de determinar el monto de la regulación de
los honorarios por actuación judicial, como lo hace igualmente con una
sentencia de condena (art. 19 de la ley 21.839).
7º) Que, por otra parte, los profesionales que patrocinan o repre-
sentan a las partes en la contienda, y lo mismo los auxiliares de la
justicia, no tienen interés para objetar los términos de la transacción,
de lo que deriva su falta de legitimación para deducir todo tipo de
acciones impugnativas de la decisión de transar, como del contenido
del contrato. Los profesionales sólo podrían impugnar el contenido si
demostraran fraude, o el desbaratamiento de derechos, lo cual es de
interpretación estricta, debiendo demostrarse dolo.
E. RAÚL ZAFFARONI.
Considerando:
El ejercicio de la defensa debe ser cierto, de modo tal que quien sufre un proceso
penal ha de ser provisto de un adecuado asesoramiento legal que asegure la
realidad sustancial de la defensa en juicio (Disidencia de los Dres. Juan Carlos
Maqueda y E. Raúl Zaffaroni).
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
– IV –
Sin dejar pasar por alto que los jueces no están obligados a tratar
todos los argumentos utilizados por las partes, sino sólo aquéllos que
estimen decisivos para la solución del caso (Fallos: 301:970; 303:275;
306:444 y 458), lo cierto es que no se alcanza a vislumbrar la inciden-
cia y, menos aún, en qué forma podrían controvertir el razonamiento
de la Cámara la supuesta tenencia de un arma de fuego con anteriori-
dad al suceso por parte de una de las víctimas; la ausencia de registro
del arma utilizada y su numeración intacta; las agresiones que recibió
de parte de uno de los damnificados una vez detenido; al igual que los
dichos de una vecina del lugar, Amelia Beatriz Rivero, al referir que
no percibió que el imputado portara algún arma de fuego. Sobre todo,
si se tiene en cuenta los diversos elementos de prueba en los que se
sustentó dicho pronunciamiento, en especial, los testimonios de Julieta
Silvana Arias y de Ana Inés del Valle Cativa López, que refieren ha-
ber sido amedrentadas y atadas por el imputado mediante la exhibi-
ción de un arma de fuego, cuya descripción coincide con la incautada;
las lesiones que fueron constatadas en sus muñecas; el secuestro del
cable de teléfono que Olariaga utilizó para tal cometido, así como tam-
bién del bolso de color azul que éste portaba; la imposibilidad de que la
herida sufrida por Diego Cativa López se haya producido como conse-
cuencia de un disparo provocado durante un forcejeo, al no constar la
existencia de ahumamiento o quemaduras en el informe médico prac-
DE JUSTICIA DE LA NACION 1215
329
–V–
– VI –
En consecuencia, soy de la opinión que V.E. debe desestimar la
presente queja. Buenos Aires, 10 de marzo de 2005. Eduardo Ezequiel
Casal.
Considerando:
Considerando:
Resulta evidente el derecho de quien ocurre ante la justicia como actor o deman-
dado, querellante o acusado, para elegir la persona que, llenando las condiciones
legales, produzca en su nombre los alegatos y pruebas pertinentes a los fines de
poner de manifiesto el derecho que le asiste, conforme a la garantía de la libre
defensa en juicio que menciona el art. 18 de la Constitución Nacional.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
1220 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
Considerando:
Considerando:
CARMEN M. ARGIBAY.
Recurso de hecho interpuesto por Santiago Fontán Balestra y José María Figuerero
(letrados defensores de Juan Peirano Basso).
Tribunal de origen: Sala III de la Cámara Nacional de Casación Penal.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Juzgado Nacional en lo Criminal de
Instrucción Nº 29; Sala IV de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Crimi-
nal y Correccional de esta ciudad.
Corresponde denegar la solicitud efectuada en los términos del art. 82 del Código
Procesal Civil y Comercial de la Nación, si los extremos que se intenta acreditar
y el medio de prueba ofrecido, se relacionan directamente con el estado de liqui-
dación de la sociedad que fuera denunciado en el primer incidente, lo que indica
que la entidad pretende subsanar insuficiencias en las que incurrió en ese trámi-
te, pues es indisimulable que no se está ante hechos sobrevinientes a los ya deci-
didos desfavorablemente.
Considerando:
2º) Que cabe señalar que si bien el art. 82 del Código Procesal Civil
y Comercial de la Nación establece que “la resolución que denegare o
acordare el beneficio no causará estado” y que “si fuere denegatoria, el
interesado podrá ofrecer otras pruebas y solicitar nueva resolución”,
debe precisarse el adecuado alcance que corresponde otorgar a tales
términos.
4º) Que las situaciones invocadas para promover este nuevo plan-
teo, y las pruebas que se ofrecen a fin de acreditar la imposibilidad de
obtener recursos desde la liquidación de la entidad actora hasta la
actualidad, como así también la pretensión de que se agreguen todos
los estados contables desde 1993 a la fecha de producción del informe
correspondiente, no aparecen como elementos relevantes para concluir
que la interesada persigue probar hechos que todavía eran inexistentes
a la fecha de promoción del beneficio anterior.
1226 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
cional y por diversos tratados de derechos humanos debido, entre otras conside-
raciones, a que la vida de los individuos y su protección –en especial el derecho a
la salud– constituyen un bien fundamental en sí mismos.
ínsitos a otras causas –aún encauzadas por la vía del amparo– en las cuales se
ventile la tutela de derechos de diverso contenido o trascendencia.
2º) Que a fs. 585 las partes celebraron un convenio, con fecha 29 de
diciembre de 2004, en el cual Dialcer S.R.L. garantiza la prestación
del servicio de hemodiálisis y diálisis peritoneal a los actores y acepta
imputar los depósitos efectuados por la Provincia del Chubut –en cum-
plimiento de la medida cautelar– al pago de la deuda reclamada por la
prestación de servicios durante los años 2002 a febrero 2004, reser-
vándose el derecho a reclamar los intereses por pago fuera de término
y por diferencias de liquidación; la Dirección Nacional de Prestaciones
Médicas, dependiente del Ministerio de Salud de la Nación, asume la
cancelación de las prestaciones realizadas a los actores a partir del
mes de marzo de 2004, por cuenta y orden de la Provincia del Chubut,
a tenor del convenio suscripto en el año 2004, entre el Estado local y
aquella agencia nacional.
1230 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
3º) Que, a fs. 597/598 vta., la parte actora considera que las costas
deben ser soportadas por las codemandadas Ministerio de Salud de la
Nación y la Provincia del Chubut, en partes iguales, porque dieron
origen al amparo al no abonar los servicios de diálisis.
Considerando:
En este contexto, para decidir quién debe hacerse cargo de las cos-
tas del juicio resulta relevante apreciar la conducta procesal del Esta-
do Nacional y provincial en esta causa. A tal fin, las constancias dan
cuenta de la intimación que este Tribunal dispuso para que la Provin-
cia del Chubut acreditara en un plazo de cinco días, los pagos realiza-
dos a la prestadora del servicio (fs. 120), como consecuencia del in-
cumplimiento de la medida cautelar (fs. 110/118) ordenada a fs. 33/34.
Considerando:
Con arreglo a lo previsto en el art. 24, inc. 7º, el decreto-ley 1285/58, el órgano
legalmente facultado para dirimir la contienda de competencia no era la Cámara
Federal de la Seguridad Social sino la Corte Suprema si, además de haber inter-
venido los juzgados nacionales de primera instancia del fuero civil y de la seguri-
dad social, también había participado una sala de la Cámara Nacional de Apela-
ciones en lo Comercial que confirmó la declaración de incompetencia decidida
por el titular de un juzgado de dicho fuero, donde se había radicado inicialmente
el caso (Voto de los Dres. Enrique Santiago Petracchi y Carlos S. Fayt).
Suprema Corte:
–I–
La Sala “E” de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial
a fs. 71, desestimó el recurso de apelación interpuesto por el actor con-
tra la sentencia del Juez a cargo del Juzgado Nacional Comercial Nro.
21 que a fs. 57/8 declaró su incompetencia para conocer en estos ac-
tuados por entender que incumbe a la Justicia Federal en la Seguri-
dad Social el conocimiento de la causa.
Civil (v. fs. 81/2). Arribados los autos al Juzgado Nro. 53 de este últi-
mo fuero el magistrado a su cargo juzgó asimismo que no resultaba
competente devolviendo las actuaciones al Juez remitente (v. fs. 90),
quien en atención al conflicto planteado las elevó a la Cámara Federal
de la Seguridad Social para que lo dirimiera –expuso– de conformidad
con lo dispuesto por el artículo 24 inc. 7, del decreto-ley1.285 /58 (v.
fs. 92)
– II –
Autos y Vistos:
Considerando:
1º) Que, con arreglo a lo previsto en el art. 24, inc. 7º del decreto-
ley 1285/58, el órgano legalmente facultado para dirimir la contienda
de competencia suscitada no era la Cámara Federal de la Seguridad
Social –cuya Sala I se expidió acerca del punto a fs. 99–, sino esta
Corte Suprema. Ello es así pues en dicho conflicto, además de haber
intervenido los juzgados nacionales de primera instancia del fuero ci-
vil y de la seguridad social, también había participado la Sala E de la
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial que confirmó la de-
claración de incompetencia decidida por el titular del juzgado Nº 21
de dicho fuero, donde se había radicado inicialmente el caso (fs. 57/58
y 71).
Suprema Corte:
Creo oportuno señalar que más allá de que conforme a los hechos
expuestos en la demanda –a los que se tiene que estar a fin de resolver
las cuestiones de competencia– la relación jurídica que invoca la parte
actora se encuentra, principalmente regida por leyes de naturaleza
civil, corresponde destacar que la pretensión se dirige, en forma nomi-
nal y sustancial, contra el Estado Nacional, en su carácter de órgano
emisor de la legislación referida cuya aplicación se intenta suspender,
circunstancia ésta, que en mi opinión, habilita la competencia de la
justicia federal ratione personae.
Resulta razonable que sea la justicia provincial la que siga conociendo en el suce-
sorio de la causante si los informes demuestran que el último lugar de residencia
de la misma se encontraba en una localidad de la Provincia de Buenos Aires, no
obstando a ello la particularidad de que se encuentren en trámite dos procesos
sucesorios referidos a un mismo causante en distintas jurisdicciones y aunque el
que sustancia en sede nacional se encuentre en un mayor grado de avance, ya
que razones de economía procesal y de unidad sucesoria –arts. 3283 y 3284 del
Código Civil– aconsejan admitir la acumulación de ambas causas.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
Suprema Corte:
Autos y Vistos:
Los plazos de prescripción contenidos en los arts. 80 y 83 in fine del Código Penal
de la República del Perú están fundados en razones materiales y responden a
fundamentos distintos: el primero para poner un límite a la pretensión punitiva
del Estado en condiciones razonables de tramitación de un proceso y el segundo
para fijar un límite temporal con carácter general a partir del cual esa duración
pasa a ser irrazonable y establecer, como sanción a esa irrazonabilidad imputa-
ble al Estado en la tramitación de un proceso, la prescripción de la acción penal.
1246 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Corresponde incluir en la fijación del plazo contemplado por el art. 83 in fine del
Código Penal de la República del Perú la reducción, en razón de la edad, que
consagra el art. 81, ya que lo contrario conduciría a que la actitud del Estado
prevaleciera sobre los fundamentos humanitarios y que la reducción consagrada
a esos fines quedara privada de efecto.
Mientras que para el país requirente la existencia del hecho es hipotética, para
el país requerido lo hipotético es que el hecho caiga bajo su jurisdicción.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
1248 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Si bien la caracterización de qué debe entenderse por delito político está lejos de
ser clara, sí es claro que la ley 24.767 –cuyas normas sirven para interpretar el
texto de los tratados, conforme su art. 2º–, establece ciertas limitaciones a esta
categoría y entre ellas se encuentra la prevista en el inc. g) del art. 9, que estable-
ce que no se considerarán políticos los delitos respecto de los cuales la República
Argentina hubiera asumido una obligación convencional internacional de extra-
ditar o enjuiciar.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
Más allá de las observaciones que ha merecido por parte de organismos de dere-
chos humanos el régimen penitenciario del Perú, tal circunstancia queda subsa-
nada si el Estado requirente ha acompañado al pedido un informe pormenoriza-
do de la unidad penitenciaria donde serán alojados los requeridos y el estableci-
1250 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
En cuanto a la condición impuesta por el art. 11, inc. e, de la ley 24.767, razones
de equidad y justicia que reconocen sustento en las normas de derecho interna-
cional de los derechos humanos que obligan a Argentina y Perú, aconsejan que el
juez de la causa ponga en conocimiento del país requirente el tiempo de priva-
ción de libertad al que estuvieron sujetos los requeridos en el trámite de extradi-
ción, con el fin de que las autoridades jurisdiccionales competentes extranjeras
arbitren las medidas a su alcance para que ese plazo de detención se compute
como si los extraditados lo hubiesen sufrido en el curso del proceso que motivó el
requerimiento.
Suprema Corte:
–I–
Dos son los hechos por los que el Estado peruano requiere las ex-
tradiciones:
– II –
5. Que los hechos por los que se los requiere están prescriptos se-
gún la legislación del Estado requirente;
7. Que los organismos judiciales del Perú que llevan adelante los
procesos (Juzgados Penales Especiales Anticorrupción) son “comisio-
nes especiales” en los términos del artículo 18 de la Constitución Na-
cional y, por ende, la extradición debe ser rechazada en virtud de lo
dispuesto en el artículo 8.c de la Ley de Cooperación Internacional en
Materia Penal (ley Nº 24.767) y por violación de las garantías de juez
natural;
– III –
– IV –
–V–
– VI –
Pero mal puede prosperar una acusación como la que se intenta si,
como tiene dicho la Corte, no se acompañan pruebas fehacientes que
apuntalen la protesta de la defensa con aplicación a la concreta situa-
ción de los imputados, sin que puedan considerarse de igual forma
meras conjeturas que no alcanzan para conmover la confianza que
necesariamente depositan los estados contratantes en sus respectivos
sistemas de gobierno y, particularmente, en que los tribunales del país
requirente aplicaron y han de aplicar con justicia la ley de la tierra
(Fallos: 187:371).
– VII –
Y a esto debemos agregar que el enunciado “en todo caso” del últi-
mo párrafo del artículo 83, tiene por objeto establecer el plazo máximo
de vigencia de la acción penal aún cuando mediaren actos interruptivos
de los previstos en los párrafos anteriores.
De las solicitudes de extradición surge que los hechos que dan ori-
gen al presente proceso ocurrieron, en relación con los delitos de aso-
ciación ilícita y peculado, entre los años 1998 y 2000 (fs. 1558/1578 de
la causa Nº 2242 y fs. 1592/1612 de la causa Nº 2241) y en cuanto al
delito de corrupción de funcionarios, por el que se persigue a José Fran-
cisco Crousillat Carreño, el 5 de mayo del 2000 (fs. 2327/2785 de la
causa Nº 2241).
– VIII –
De ahí que se haya dicho que “la especial naturaleza del trámite
de extradición no autoriza una revisión exhaustiva de los elementos
que integran el proceso que se le sigue a la persona en el país requi-
rente. Las cuestiones en torno a la validez de la prueba o de los actos
procesales celebrados deben ventilarse allí mismo” (Fallos: 324:1694).
– IX –
–X–
– XI –
– XII –
Considerando:
2º) Que contra esa resolución, las defensas de los nombrados inter-
pusieron recurso ordinario de apelación que fue sustanciado en esta
instancia (fs. 3132/3331 y 3332/3415) con la debida intervención, para
mejorar fundamentos, tanto del país requirente (fs. 3421/3469) como
del señor Procurador Fiscal (fs. 3471/3483) quienes se pronunciaron
por la desestimación del recurso.
10) Que, como cuestión previa, parece propicio señalar que la si-
tuación descripta en el considerando que antecede sólo podría compro-
meter, a todo evento y por el momento, la suerte del pedido de extradi-
ción respecto de José Enrique Crousillat López Torres atento a que,
con sustento en su edad, está en juego la aplicación y el alcance del
art. 81 del Código Penal peruano en cuanto establece que “Los plazos
de prescripción se reducen a la mitad cuando el agente tenía menos de
veintiún o más de sesenta y cinco años al tiempo de la comisión del
hecho punible”.
partes que sólo han sido el sustento para poner en tela de juicio el
sentido y alcance del derecho peruano en materia de prescripción de
la acción penal.
16) Que, en cuanto al primer punto, cabe señalar que el art. 30 del
Tratado de Extradición aplicable consagra que los pedidos de extradi-
ción deberán acompañarse, en el caso de los “presuntos delincuentes”,
con “copia legalizada de la ley penal aplicable a la infracción que moti-
va el pedido” y del “auto de detención y demás antecedentes a que se
refiere el inciso 3º del artículo 19” (inc. 1º). Esto es “...Que la Nación
reclamante presente documentos que según sus leyes autoricen la pri-
sión y el enjuiciamiento del reo”.
20) Que los hechos así descriptos fueron calificados por el país re-
quirente como delitos: a) contra la tranquilidad pública (asociación
ilícita) y b) contra la administración pública (peculado), ambos en agra-
vio del Estado peruano. Ello en infracción a los arts. 317 y 387, respec-
DE JUSTICIA DE LA NACION 1277
329
tivamente, del Código Penal peruano (conf. textos legales a fs. 706/708
y 687/696 de la causa 2242).
22) Que, a esos efectos, el mismo Tratado consagra, como ley apli-
cable, la del Estado “al cual corresponde el conocimiento del delito”
(art. 14).
En caso de concurso ideal de delitos, las acciones prescriben cuando haya transcu-
rrido un plazo igual al máximo correspondiente al delito más grave.
En los delitos que merezcan otras penas, la acción prescribe a los tres años.
Sin embargo, la acción penal prescribe, en todo caso, cuando el tiempo transcurri-
do sobrepasa en una mitad al plazo ordinario de prescripción
28) Que el juez resolvió: “El tribunal entiende que la razón en cuanto
al modo de interpretar la ley, la tiene la defensa. Porque por más que
no se ignoran las causales interruptivas del art. 83 ni las suspensivas
del art. 84, éstas ceden ante la fulminante norma del último párrafo
del citado art. 83, en cuanto establece que la acción penal prescribe, en
todo caso, cuando el tiempo transcurrido sobrepasa en una mitad al
plazo ordinario de prescripción” (fs. 2939).
nario del art. 80 como el de duración razonable del proceso del art. 83
in fine. Constituyen dos plazos de prescripción que, fundados en razo-
nes materiales, responden a fundamentos distintos. El primero (art. 80),
para poner un límite a la pretensión punitiva del Estado en condicio-
nes razonables de tramitación de un proceso. El segundo (el del art. 83
in fine), para fijar un límite temporal con carácter general a partir del
cual esa duración pasa a ser irrazonable y establecer, como sanción a
esa irrazonabilidad imputable al Estado en la tramitación de un pro-
ceso, la prescripción de la acción penal.
40) Que, sentado lo expuesto, toca ahora fijar cuáles son los plazos
de prescripción de la acción penal que han de computarse.
42) Que ello es así, toda vez que cualquier duda que pudiera pre-
sentar el pedido de extradición sobre el alcance de la imputación ex-
tranjera, queda dilucidada a partir de los términos de la orden judicial
extranjera antes referida que le dio sustento, dictada el 30 de marzo
de 2001, que en lo que aquí concierne fue suficientemente clara al
someter a proceso al requerido en cuestión con apoyo en el art. 317 del
Código Penal peruano y sostener que la pena conminada para ese de-
lito “...fluctúa entre los tres y seis años...”, plazos que se corresponden
con la asociación simple del primer párrafo de ese precepto legal
(fs. 280/287 y 658/659 de la causa 2242).
43) Que, en tales condiciones, toda vez que los tribunales del país
requerido no pueden modificar la calificación efectuada por los del país
requirente porque ese extremo resulta ajeno al trámite de la extradi-
ción y debe ser resuelto en el proceso penal pertinente (Fallos: 315:575,
considerando 6º), el pedido de extradición formulado por la República
del Perú sólo puede reconocer, en lo que concierne al delito de asocia-
ción ilícita y respecto de ambos requeridos, la imputación bajo la mo-
dalidad simple del primer párrafo del art. 317 antes citado.
44) Que lo expuesto, más allá de los reparos que pudiera merecer
la solución del a quo, desde la perspectiva del principio de “doble incri-
minación” al no ser subsumible, en el ordenamiento jurídico argenti-
no, la asociación ilícita “en perjuicio del Estado” como una modalidad
agravada de la asociación ilícita simple.
1282 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
47) Que así entonces respecto del delito de asociación ilícita impu-
tado a José Enrique Crousillat López Torres, el plazo ordinario que,
como máximo fija el art. 317, primer párrafo del Código Penal extran-
jero es de seis años.
50) Que el a quo fijó el “mes de abril de 2000” como fecha de inicio
del plazo de prescripción tanto del delito de asociación ilícita como de
peculado.
Respecto del peculado, consideró que esa fecha también era apli-
cable porque habría dejado de cometerse el delito [“desde abril de 2000
–recuérdese el contrato de locación de servicios de fs. 366–”] (fs. cit.).
55) Que, sentado ello, esta Corte comparte y hace suyas, en lo per-
tinente, las razones expuestas por el señor Procurador Fiscal en el
dictamen que antecede, a las que cabe remitir en razón de brevedad,
para desestimar los agravios de la defensa tratados en los acápites III,
IV, V, VI, VIII, IX, X y XI.
57) Que, por último, en cuanto a la condición impuesta por el art. 11,
inc. e, de la ley 24.767 y sin perjuicio de la solución adoptada en el
marco de las consideraciones vertidas en el acápite X del dictamen
que antecede, razones de equidad y justicia que reconocen sustento en
las normas de derecho internacional de los derechos humanos que obli-
gan a ambos países, aconsejan que el juez de la causa ponga en conoci-
DE JUSTICIA DE LA NACION 1285
329
Considerando:
2º) Que contra esa resolución, las defensas de los nombrados inter-
pusieron recurso ordinario de apelación que fue sustanciado en esta
instancia (fs. 3132/3331 y 3332/3415) con la debida intervención, para
mejorar fundamentos, tanto del país requirente (fs. 3421/3469) como
del señor Procurador Fiscal (fs. 3471/3483) quienes se pronunciaron
por la desestimación del recurso.
10) Que, como cuestión previa, parece propicio señalar que la si-
tuación descripta en el considerando que antecede sólo podría compro-
meter, a todo evento y por el momento, la suerte del pedido de extradi-
ción respecto de José Enrique Crousillat López Torres atento a que,
con sustento en su edad, está en juego la aplicación y el alcance del
art. 81 del Código Penal peruano en cuanto establece que “Los plazos
de prescripción se reducen a la mitad cuando el agente tenía menos de
veintiún o más de sesenta y cinco años al tiempo de la comisión del
hecho punible”.
16) Que, en cuanto al primer punto, cabe señalar que el art. 30 del
Tratado de Extradición aplicable consagra que los pedidos de extradi-
ción deberán acompañarse, en el caso de los “presuntos delincuentes”,
con “copia legalizada de la ley penal aplicable a la infracción que moti-
va el pedido” y del “auto de detención y demás antecedentes a que se
refiere el inciso 3º del artículo 19” (inc. 1º). Esto es “...Que la Nación
reclamante presente documentos que según sus leyes autoricen la pri-
sión y el enjuiciamiento del reo”.
En caso de concurso ideal de delitos, las acciones prescriben cuando haya transcu-
rrido un plazo igual al máximo correspondiente al delito más grave.
En los delitos que merezcan otras penas, la acción prescribe a los tres años.
Sin embargo, la acción penal prescribe, en todo caso, cuando el tiempo transcurri-
do sobrepasa en una mitad al plazo ordinario de prescripción y
26) Que el juez resolvió: “El tribunal entiende que la razón en cuanto
al modo de interpretar la ley, la tiene la defensa. Porque por más que
no se ignoran las causales interruptivas del art. 83 ni las suspensivas
del art. 84, éstas ceden ante la fulminante norma del último párrafo
del citado art. 83, en cuanto establece que la acción penal prescribe,
en todo caso, cuando el tiempo transcurrido sobrepasa en una mitad al
plazo ordinario de prescripción” (fs. 2939).
DE JUSTICIA DE LA NACION 1291
329
38) Que, sentado lo expuesto, toca ahora fijar cuáles son los plazos
de prescripción de la acción penal que han de computarse.
40) Que ello es así, toda vez que cualquier duda que pudiera pre-
sentar el pedido de extradición sobre el alcance de la imputación ex-
tranjera, queda dilucidada a partir de los términos de la orden judicial
extranjera antes referida que le dio sustento, dictada el 30 de marzo
de 2001, que en lo que aquí concierne fue suficientemente clara al
someter a proceso al requerido en cuestión con apoyo en el art. 317 del
Código Penal peruano y sostener que la pena conminada para ese de-
lito “...fluctúa entre los tres y seis años...”, plazos que se corresponden
con la asociación simple del primer párrafo de ese precepto legal
(fs. 280/287 y 658/659 de la causa 2242).
41) Que, en tales condiciones, toda vez que los tribunales del país
requerido no pueden modificar la calificación efectuada por los del país
requirente porque ese extremo resulta ajeno al trámite de la extradi-
ción y debe ser resuelto en el proceso penal pertinente (Fallos: 315:575,
considerando 6º), el pedido de extradición formulado por la República
del Perú sólo puede reconocer, en lo que concierne al delito de asocia-
1294 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
42) Que lo expuesto, más allá de los reparos que pudiera merecer
la solución del a quo, desde la perspectiva del principio de “doble incri-
minación” al no ser subsumible, en el ordenamiento jurídico argenti-
no, la asociación ilícita “en perjuicio del Estado” como una modalidad
agravada de la asociación ilícita simple.
45) Que así entonces respecto del delito de asociación ilícita impu-
tado a José Enrique Crousillat López Torres, el plazo ordinario que,
como máximo fija el art. 317, primer párrafo del Código Penal extran-
jero es de seis años.
López Torres por el paso del tiempo en el mes de octubre de 2005 des-
de que a esa fecha venció el plazo de cuatro años y seis meses.
48) Que, sentado ello, esta Corte comparte y hace suyas, en lo per-
tinente, las razones expuestas por el señor Procurador Fiscal en el
dictamen que antecede, a las que cabe remitir en razón de brevedad,
para desestimar los agravios de la defensa tratados en los acápites III,
IV, V, VI, VIII, IX, X y XI.
50) Que, por último, en cuanto a la condición impuesta por el art. 11,
inc. e, de la ley 24.767 y sin perjuicio de la solución adoptada en el
marco de las consideraciones vertidas en el acápite X del dictamen
que antecede, razones de equidad y justicia que reconocen sustento en
las normas de derecho internacional de los derechos humanos que obli-
gan a ambos países, aconsejan que el juez de la causa ponga en conoci-
miento del país requirente el tiempo de privación de libertad al que
estuvieron sujetos los requeridos en este trámite de extradición.
CARMEN M. ARGIBAY.
Considerando:
1º) Que contra la sentencia dictada por el titular del Juzgado Fe-
deral en lo Criminal y Correccional Nº 2 de San Isidro, Provincia de
Buenos Aires que concedió las extradiciones de José Francisco
Crousillat Carreño y José Enrique Crousillat López Torres requeridas
por las autoridades judiciales de la República del Perú, las defensas
de los nombrados interpusieron recurso ordinario de apelación
(fs. 3132/3331 y 3332/3415).
que, sólo lo será como una mera hipótesis que valide el criterio de
toma de decisiones que haya de construirse, pero que en modo alguno
pretende suplir aquél otro que debe construirse en el ámbito del país
requirente.
15) Que sentado ello, esta Corte comparte y hace suyas, en lo sus-
tancial, las razones expuestas por el señor Procurador Fiscal en el
dictamen que antecede, a los que cabe remitir en razón de brevedad,
para desestimar los agravios de la defensa tratados en los acápites III,
IV, V, VI, VIII, IX, X y XI.
17) Que, por último, en cuanto a la condición impuesta por el art. 11,
inc. e, de la ley 24.767 y sin perjuicio de la solución adoptada en el
marco de las consideraciones vertidas en el acápite X del dictamen
que antecede, razones de equidad y justicia que reconocen sustento en
las normas de derecho internacional de los derechos humanos que obli-
gan a ambos países, aconsejan que el juez de la causa ponga en conoci-
miento del país requirente el tiempo de privación de libertad al que
estuvieron sujetos los requeridos en este trámite de extradición.
Considerando:
ANTONIO BOGGIANO
CONJUECES.
CONJUECES.
2º) Que ello es así, pues como con patente evidencia surge de la
consulta de las actuaciones cumplidas en la causa B.1695.XLI
1304 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
ANTONIO BOGGIANO
CONJUECES.
Recurso de hecho interpuesto por José Miguel Galdeano, con el patrocinio letrado del
Dr. Guillermo J. Moreno.
Tribunal de origen: Sala E de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Juzgado Nacional de Primera Ins-
tancia en lo Civil Nº 108.
La ley (art. 13, inc. c, de la ley 23.898) dispensa de la tasa de justicia –y por ende
del depósito– a los trabajadores en relación de dependencia y sus causahabientes
1308 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
Los supuestos de exención al pago del depósito previsto en el art. 286 del Código
Procesal Civil y Comercial de la Nación deben ser apreciados con criterio estric-
to.
Como principio, las decisiones de la Corte en los recursos de queja por apelación
denegada no son susceptibles de recurso alguno.
Más allá de que, como principio, las decisiones de esta Corte en los
recursos de queja por apelación denegada no son susceptibles de re-
curso alguno (Fallos: 316:1706, entre muchos otros), los argumentos
en que se funda la objeción del recurrente son inatendibles, puesto
que parten de la base de considerar la distancia entre la ciudad de
Buenos Aires y la de San Juan –con la consiguiente ampliación del
1310 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
329
plazo en virtud de lo dispuesto por el art. 158 del citado código– cuan-
do la sentencia apelada mediante el recurso extraordinario y el auto
denegatorio de éste fueron dictados por la Cámara Federal de Córdo-
ba, y es en consecuencia, la distancia con tal ciudad la que debe tener-
se en cuenta a esos fines.
El daño que se atribuye a una provincia, que invoquen sufrir los ciudadanos de
otro Estado local, o un extranjero, por la actuación u omisión de los órganos
estatales en el ejercicio imperativo de sus funciones administrativas, legislati-
vas o jurisdiccionales, entendidas todas ellas como una “potestad pública” propia
del estado de derecho es materia cuya regulación corresponde al campo del dere-
cho público local y de resorte exclusivo de los gobiernos locales (art. 121 y
concordantes de la Constitución Nacional) y encuentra su fundamento en princi-
pios extraños a los propios del derecho privado.
Suprema Corte:
–I–
– II –
del pleito, regido por normas de derecho público local (confr. dictamen
in re V. 183, XXI, Originario “Vuotto, Themis c/ Buenos Aires, Provin-
cia de s/ daños y perjuicios”, del 31 de agosto de 1995) V.E. le asigna
carácter civil a la referida materia litigiosa (confr. sentencia in re D.
236, XXIII, Originario “De Gandía, Beatriz Isabel c/ Buenos Aires,
Provincia de s/ indemnización por daño moral”, del 6 de octubre de
1992, publicada en Fallos: 315:2309).
ENERGIA ELECTRICA.
PAGO.
ENERGIA ELECTRICA.
No cabe integrar por analogía a las obligaciones del Estado Nacional por la dis-
tribución de los fondos adeudados a las provincias, la solución reglada de modo
típico sólo para el incumplimiento en que incurren los agentes del mercado eléc-
trico mayorista en el pago de las facturas por la adquisición de energía –resolu-
ciones 61/92, modificada por la 78/95 de la Secretaría de Energía, dictada en el
marco del art. 36 de la ley 24.065–, pues, al no verificarse simetría de obligacio-
nes, no puede invocarse agravio alguno al principio de igualdad consagrado en el
art. 16 de la Constitución Nacional.
CONSOLIDACION DE DEUDAS.
Resulta:
Considerando:
art. 13 de la ley 25.344, sin que resulte óbice para ello que hayan teni-
do principio de ejecución (conf. doctrina de Fallos: 327:3749, 3921, 5029,
y causa B.689.XL “Baino, Jorge y otros c/ Lotería Nacional Sociedad
del Estado”, resuelta el 12 de abril de 2005 –Fallos: 328:905–).
Suprema Corte:
Autos y Vistos:
Suprema Corte:
–I–
Tanto la Sala III de la Cámara Federal de Apelaciones de la Segu-
ridad Social (v. fs. 40), como el Juez del Juzgado Nacional de Primera
Instancia en lo Contencioso Administrativo Federal Nº 5 (ver fs. 48),
discrepan en cuanto a la competencia para entender en la presente
causa.
– II –
En ese marco, debo decir que el caso que nos ocupa no puede ser
encuadrado dentro de lo normado por el art. 2 de la ley 24.655, toda
vez que, a mi entender, el reclamo principal de la acción es que se le
reconozca al actor un cargo más del que ostentaba al momento de su
retiro y no el reajuste de su haber jubilatorio que aparece como su
consecuencia. Ello es así, desde que el segundo pedido podría tener
identidad, solamente, en el caso de que se le reconozca la jerarquía
pretendida. Cabe poner de resalto, además, que de la copia de su peti-
ción administrativa que acompaña como prueba (v. fs. 4) sólo surge la
pretensión de ser re-jerarquizado.
NICOLA DI TULIO
Suprema Corte:
Autos y Vistos:
Suprema Corte:
Autos y Vistos:
Si el depósito del que habrían sido sustraídos los discos compactos se encuentra
en la Provincia de Buenos Aires y en esa jurisdicción se habría efectuado la venta
originaria, corresponde al tribunal local continuar con la tramitación de la cau-
sa, sin perjuicio que de considerar que la investigación corresponde a otro juez de
su misma provincia, se la remita de conformidad con las normas del derecho
procesal local, cuya interpretación y aplicación es ajena a la jurisdicción nacio-
nal.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–.
DE JUSTICIA DE LA NACION 1337
329
Suprema Corte:
Autos y Vistos:
Suprema Corte:
Autos y Vistos:
Suprema Corte:
Autos y Vistos:
Suprema Corte:
Esta, por su parte, rechazó tal atribución con base en que la vícti-
ma del delito de robo habría manifestado la imposibilidad de recono-
cer al autor del hecho, y que por ello no podía vincularse a los imputa-
dos con el apoderamiento del automóvil (fs. 11).
Suprema Corte:
–I–
– II –
Ante todo, creo oportuno señalar que, para la correcta traba del
conflicto de competencia, resulta necesario el conocimiento por parte
del tribunal que lo promovió de las razones que informan lo decidido
por el otro magistrado interviniente, para que declare si mantiene o
no su anterior posición (Fallos: 300:640 y 306:732).
– III –
Sin embargo, estimo que V.E. podría hacer excepción a ese óbice
formal, ya que no obsta al pronunciamiento de la Corte cuando razo-
nes de economía procesal así lo aconsejen y, en tales condiciones, con-
siderar trabado un conflicto negativo de competencia, en los términos
del art. 24, inc. 7º) del decreto-ley 1285/58.
– IV –
–V–
Autos y Vistos:
Suprema Corte:
–I–
– II –
– III –
Por otra parte, pienso que los términos en que ha sido acogida la
defensa de inhabilidad de título tornan al pronunciamiento asimilable
a la sentencia definitiva a que alude el art. 14 de la ley 48, pues hizo
lugar a la excepción fundándose en la validez de la prórroga presenta-
da en sede administrativa por el ejecutado y el agravio que de ello
resulta no puede ser revisado en trámite ulterior, donde no sería ya
DE JUSTICIA DE LA NACION 1353
329
procedente (art. 553, cuarto párrafo del Código Procesal Civil y Co-
mercial de la Nación y arg. de Fallos: 294:363; 315:2954; 324:1287).
– IV –
–V–
Considerando:
DISIDENCIA DE LA SEÑORA
MINISTRA DOCTORA DOÑA CARMEN M. ARGIBAY
Considerando:
CARMEN M. ARGIBAY.
AÑO 2006
FEBRERO-ABRIL
– Nº 1 –
En Buenos Aires, a los 13 días del mes de febrero del año 2006, reunidos en la Sala
de Acuerdos del Tribunal, los señores Ministros que suscriben la presente,
Consideraron:
Que la Ley 24.368 crea el Juzgado Federal de Primera Instancia con asiento en la
Ciudad de Necochea y el Poder Ejecutivo Nacional ha designado al Magistrado que se
hará cargo.
Que es propósito de esta Corte Suprema proveer lo necesario para asegurar la co-
rrecta prestación del servicio de justicia, por lo que la puesta en funcionamiento del
juzgado federal constituye una prioridad insoslayable.
Por ello,
Acordaron:
3º) Declarar feriado judicial para el Juzgado Federal habilitado por el término de 7
(siete) días hábiles a partir de la fecha de su puesta en funcionamiento.
1358 ACUERDOS DE LA CORTE SUPREMA
329
– Nº 2 –
En Buenos Aires, a los 14 días del mes de febrero del año 2006, reunidos en la Sala
de Acuerdos del Tribunal, los señores Ministros que suscriben la presente,
Consideraron:
Que la Ley 25.519 crea el Juzgado Federal de Primera Instancia con asiento en la
Ciudad de Quilmes y el Poder Ejecutivo Nacional ha designado al Magistrado que se
hará cargo.
Que este Tribunal, mediante la Resolución Nº 77/06 dispuso la creación de los car-
gos respectivos.
Que es propósito de esta Corte Suprema proveer lo necesario para asegurar la co-
rrecta prestación del servicio de justicia, por lo que la puesta en funcionamiento del
juzgado federal constituye una prioridad insoslayable.
Por ello,
Acordaron:
3º) Declarar feriado judicial para el Juzgado Federal habilitado por el término de 7
(siete) días hábiles a partir de la fecha de su puesta en funcionamiento.
DE JUSTICIA DE LA NACION 1359
329
– Nº 3 –
En Buenos Aires, a los 20 días del mes de febrero del año dos mil seis, reunidos en
la Sala de Acuerdos del Tribunal, los señores Ministros que suscriben la presente,
Consideraron:
Que la ley 25.293, en su artículo 1º, dispuso la creación de seis juzgados federales
de ejecuciones fiscales tributarias con jurisdicción territorial en la Capital Federal y
competencia específica en materia de ejecuciones fiscales tributarias, a los que se los
identificará con los números 1, 2, 3, 4, 5 y 6.
Que el Poder Ejecutivo Nacional, mediante los Decretos Nros. 1114/2002, 1512/2002,
2699/2002, 878/2004, 879/2004 y 991/2004 efectuó las designaciones de los magistrados
que habrán de hacerse cargo de los juzgados creados.
Que corresponde a esta Corte proveer lo necesario para asegurar la correcta pres-
tación del servicio de justicia, por lo que la puesta en funcionamiento de esos tribunales
constituye una prioridad insoslayable.
Por ello,
Acordaron:
– Nº 4 –
En Buenos Aires, a los 21 días del mes de marzo del año dos mil seis, reunidos en la
Sala de Acuerdos del Tribunal, los señores Ministros que suscriben la presente,
Consideraron:
Que frente a lo dispuesto por el art. 22, inc. 1º de la ley 24.937 –texto ordenado por
decreto 816/99– y a lo decidido por el Tribunal mediante acordadas 36/98, 27/03 30/04 y
20/05, fueron designados los Ministros de la Corte que ocuparon los cargos de Presiden-
te y suplente del Jurado de Enjuiciamiento.
Que la Dra. Elena Highton de Nolasco presentó su renuncia a este cargo, a partir
del 1º de agosto próximo, por lo que resulta necesario designar su reemplazante.
Acordaron:
– Nº 5 –
En Buenos Aires, a los 3 días del mes de abril del año dos mil seis, reunidos en la
Sala de Acuerdos del Tribunal, los señores Ministros que suscriben la presente,
Consideraron:
Que en atención a los fines de protección de los derechos humanos que persigue la
Corte Interamericana de Derechos Humanos, cuyo respeto y aplicación ha procurado
también el Tribunal, y por resultar común a ambas instituciones la necesidad de unir
esfuerzos para lograr una mejor aplicación y difusión de los instrumentos internaciona-
les rectores de tales derechos y llevar a cabo proyectos de investigación conjunta,
Por ello,
Acordaron:
REUNIDOS
CONSIDERANDO
Que esta última tiene como interés tanto difundir el resultado de su trabajo rela-
cionado con los derechos humanos, así como establecer relaciones más estrechas con los
diversos órganos judiciales de los Estados.
Que ambas Partes coinciden en la necesidad de unir esfuerzos para lograr una
mejor aplicación y difusión de los instrumentos internacionales rectores de los derechos
humanos y para llevar a cabo proyectos de investigación conjunta de temas de interés
mutuo.
POR TANTO
ACUERDAN
SEGUNDO: Con el propósito de alcanzar las metas propuestas, ambas Partes acuer-
dan llevar a cabo de manera conjunta las siguientes actividades:
Ambas partes podrán publicar y divulgar el material que editen de manera conjun-
ta, del modo que estimen conveniente, haciendo constar en su caso su origen y finalidad.
Firmado en la ciudad de Buenos Aires, República Argentina, a los tres días del mes
de abril del año dos mil seis, en dos ejemplares originales en idioma español, siendo
estos textos igualmente auténticos.
– Nº 6 –
En Buenos Aires, a los 4 días del mes de marzo del año dos mil seis, reunidos en la
Sala de Acuerdos del Tribunal, los señores Ministros que suscriben la presente,
Acordaron:
Hacer saber a las Cámaras Federales de Apelaciones, que con arreglo a lo previsto
en la Acordada Nº 53/73 –respecto de la coincidencia de la feria en ella establecida con
las vacaciones escolares– y a lo dispuesto en la presente, deberán determinar para sus
respectivas jurisdicciones, un feriado judicial de diez (10) días hábiles (acápite 2º de la
Acordada Nº 30/84).
ACLARATORIA.
– Nº 7 –
En Buenos Aires, a los 10 días del mes de abril del año dos mil seis, reunidos en la
Sala de Acuerdos del Tribunal, los señores Ministros que suscriben la presente,
Consideraron:
Por lo tanto,
Acordaron:
DIAS INHABILES.
– Nº 8 –
En Buenos Aires, a los 11 días del mes de abril del año dos mil seis, reunidos en la
Sala de Acuerdos del Tribunal, los señores Ministros que suscriben la presente,
Consideraron:
Que el día 25 de abril próximo se celebrarán elecciones para elegir las autoridades
del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, en el horario comprendido entre
las 8 y las 18 horas.
Que el presidente de la Junta Electoral solicita que ese día sea declarado inhábil, lo
que resulta conveniente a los efectos de facilitar la participación de los profesionales en
los comicios.
Por ello,
Acordaron:
Declarar inhábil el día 25 de abril de 2006 para los tribunales nacionales y federa-
les de la Capital Federal, sin perjuicio de la validez de los actos procesales cumplidos.
– Nº 9 –
En Buenos Aires, a los 17 días del mes de abril del año dos mil seis, reunidos en la
Sala de Acuerdos del Tribunal, los señores Ministros que suscriben la presente,
DE JUSTICIA DE LA NACION 1367
329
Consideraron:
Por lo tanto,
Acordaron:
2º) Disponer en el corriente año, feriado judicial para los tribunales nacionales de
la Capital Federal, desde el día 24 de julio y hasta el día 4 de agosto, ambas fechas
inclusive.
Hacer saber a las Cámaras Federales de Apelaciones, que con arreglo a lo previsto
en la Acordada Nº 53/73 –respecto de la coincidencia de la feria en ella establecida con
las vacaciones escolares– y a lo dispuesto en la presente, deberán determinar para sus
respectivas jurisdicciones, un feriado judicial de diez (10) días hábiles (acápite 2º de la
Acordada Nº 30/84).
– Nº 10 –
En Buenos Aires, a los 18 días del mes de abril del año dos mil seis, reunidos en la
Sala de Acuerdos del Tribunal, los señores Ministros que suscriben la presente,
Consideraron:
Por ello,
Acordaron:
2) Que en las Mesas de Entradas de todas las dependencias del Poder Judicial
deberá colocarse en lugar visible un cartel que indique que se dará trato prioritario a las
personas con discapacidad con mención del número de la presente acordada.
– Nº 11 –
En Buenos Aires, a los 18 días del mes de abril del año dos mil seis, los Señores
Ministros que suscriben la presente,
Consideraron:
Que la actual composición del Tribunal hace necesario adecuar la distribución dis-
puesta por acordada Nº 5/2005.
Por ello,
Acordaron:
del Estero, Jujuy y San Ramón de la Nueva Orán, a la doctora Elena I. Highton de
Nolasco.
3º) Las asignaciones ordenadas regirán hasta nueva disposición del Tribunal.
– Nº 12 –
En Buenos Aires, a los 18 días del mes de abril del año dos mil seis, reunidos en la
Sala de Acuerdos del Tribunal, los señores Ministros,
Considerando:
Por ello,
Acordaron:
INCREMENTO SALARIAL.
– Nº 13 –
En Buenos Aires a los 27 días del mes de abril del año dos mil seis, reunidos en la
Sala de Acuerdos del Tribunal, los señores Ministros que suscriben la presente,
DE JUSTICIA DE LA NACION 1371
329
Consideraron:
Que por lo expuesto corresponde requerir al órgano competente disponga las modi-
ficaciones presupuestarias necesarias que permitan materializar el incremento salarial
que se pretende.
Por ello,
Acordaron:
1) Disponer un incremento salarial del diecinueve por ciento (19%) para todos los
magistrados, funcionarios y empleados del Poder Judicial de la Nación, a abonarse un
diez por ciento (10%) a partir del 1º de junio de 2006 y el nueve por ciento (9%) restante
a partir del 1º de agosto del mismo año.
A Ñ O 2006
FEBRERO-ABRIL
– Nº 302 –
Visto:
Considerando:
Que el punto tercero del acuerdo dispone que cada una de las Partes designe a un
funcionario para integrar el Comité creado por dicha cláusula,
Por ello,
Se Resuelve:
Designar al Dr. Rolando E. Gialdino, secretario de esta Corte, como integrante del
Comité previsto en el punto tercero del Acuerdo Marco de Cooperación entre esta Corte
Suprema y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, suscripto en la fecha.
Behar, Javier Bernardino (Willisisky, Amelina c/): Ciccone Calcográfica S.A. (Quadrum S.A. c/):
p. 847. p. 314.
Benaben, Carlos Hipólito c/ ANSeS: p. 573. Civitarreale, Jorge Andrés y otros: p. 993.
Benítez, Sergio Rubén: p. 318. Cohen, Enrique Gastón y otro: p. 1336.
Benítez Cruz, Luis Carlos y otros c/ Ministerio de Colegio de Abogados de Tucumán c/ Provincia de
Justicia: p. 872. Tucumán: p. 937.
Benito, Fermín c/ Fernández, Nilson Adolfo: p. 991. Comisión Liquidadora de la quiebra de Toledo Ríos
Bertoni, Emilio José c/ Banco Central de la Repú- c/ Banco de San Juan S.A.: p. 710.
blica Argentina (La Rioja citada como tercero): Comité Federal de Radiodifusión (COMFER) c/
p. 772. Provincia de Misiones: p. 776.
Blomqvist, Inés Ingrid Helena: p. 1243. Compañía Azucarera Concepción S.A. c/ Provin-
Blumberg, Axel Damián: p. 373. cia de Tucumán y otro: p. 40.
Boggiano, Antonio: ps. 1303, 1305. Compañía de Transporte y Comercio Internacio-
Bordenave, Martha Emilia c/ Galdeano, José Mi- nal S.A.C.I.F.I.A. y de mandatos c/ Y. P. F. S.A.:
guel: p. 1306. p. 9.
Borgatti, Silvano y otra c/ Instituto Dupuytren S.A. Compañía General de Combustibles S.A. (Reef
y otros: p. 134. Exploration Inc. c/): p. 206.
Bravo, Nélida Beatriz c/ ANSeS: p. 868. Compañía Transener S.A. y otro (Lagorio, Arnaldo
Breuss, Urdus Víktor: p. 292. Santiago c/): p. 309.
Brun, Alfredo David y otros c/ Nación Argentina Conde, Juan José c/ Provincia de Buenos Aires y
(COMFER): p. 184. otro: p. 47.
Burns Philp Trustee Company (Canberra) Limited Construcciones Tevet c/ Malvaso, Nicolás y otro:
(en liquidación) c/ Provincia de Río Negro: p. 324.
p. 1224. Contreras, Carlos Walter c/ Provincia de Buenos
Aires: p. 1311.
Busti, Jorge Pedro y otros: p. 212.
Córdoba, Elvecia Balbina c/ Poo S.A.P.A.: p. 1307.
Coronel, Martín Fernando c/ Villafañe, Carlos
Agustín y otra: p. 1066.
C
Correo Andreani S.A. c/ Ministerio de Trabajo:
p. 1301.
C.P.N. S.A. c/ SEMPRE (Servicio Médico Previ-
Costanzo, Carlos Alberto y otra c/ Administración
sional) y otros: p. 780.
Federal de Ingresos Públicos – Dirección Ge-
Cablevisión S.A. c/ Municipalidad de Pilar: p. 976.
neral de Aduana y otro: p. 326.
Cáceres, Valeria Beatriz c/ Provincia de La Rioja: Coto C.I.C.S.A. c/ De Simona, Roberto Alfredo:
p. 49. p. 1024.
Caja de Retiros, Jubilaciones y Pensiones de la Cristalux S.A.: p. 1053.
Policía Federal (Bagalio, Hugo Jorge y otros Crousillat Carreño, José Francisco: p. 1245.
c/): p. 182. Cuesta, Lucrecia Silvia c/ Ministerio de Justicia y
Caja de Retiros, Jubilaciones y Pensiones Policía Derechos Humanos: p. 888.
Federal Argentina y otro (D‘Amore, Carlos y Custre, Oscar Raúl: p. 570.
otro c/): p. 584.
Caja de Seguridad Social para Abogados de la
CABA (AFIP – DGI c/): p. 1348. D
Caja de Seguros S.A. c/ Camino del Atlántico
S.A.C.V.: p. 695. D.G.A. (Texaco Petrolera Argentina S.A. c/): p. 471.
Calas Nadín, Diana: p. 906. D.G.I. (Casas, Anastasio Marcelino c/): p. 623.
Camino del Atlántico S.A.C.V. (Caja de Seguros D.G.I. (Dirección Provincial de Agua y Saneamiento
S.A. c/): p. 695. c/): p. 329.
Caputi, Luis Donato c/ Ministerio del Interior – Po- D.G.I. (La Continental Cía. de Seguros Generales
licía Federal Argentina: p. 865. S.A. c/): p. 624.
Cárdenas, Ariel Eduardo y otros: p. 1332. D.G.I. c/ Sarmiento, Orlando Alberto: p. 383.
Casas, Anastasio Marcelino c/ Dirección General D.G.I. (Transportes y Construcciones S.A. y S.A.
Impositiva: p. 623. de Obras y Emprendimientos Ambientales
Catrupan, Narcizo y otros c/ Provincia del Neuquén Venturino c/): p. 1045.
y otros: p. 617. D.N.R.P. c/ Vidal de Docampo, Clara Aurora: p. 94.
Cavallo, Ricardo Miguel: p. 619. D‘Amore, Carlos y otro c/ Caja de Retiros, Jubila-
Chiara Díaz, Carlos Alberto c/ Estado provincial: ciones y Pensiones Policía Federal Argentina
p. 385. y otro: p. 584.
Chryse S.A. c/ A.F.I.P. – D.G.I.: p. 963. De la Rúa, Fernando: p. 491.
NOMBRES DE LAS PARTES (3)
M N. N.: p. 163.
Nación Administradora de Fondos de Jubilaciones
Malvaso, Nicolás y otro (Construcciones Tevet c/): y Pensiones S.A. c/ Provincia de Santiago del
p. 324. Estero: p. 59.
Manganaro, Luis Alberto: p. 568. Nación Argentina (COMFER) (Brun, Alfredo Da-
Martínez, Julio César c/ AF.I.P. – D.G.I.: p. 1309. vid y otros c/): p. 184.
Martínez, Víctor Cristian: p. 437. Nación Argentina (García, María Antonia y otros
Martínez Gualco, Alejandro Carlos y otro: p. 510. c/): p. 669.
Massalín Particulares S.A. (Díaz, Roberto A. c/): Nación Argentina (Provincia del Neuquén c/):
p. 634. p. 803.
Massalín Particulares S.A. c/ Provincia de Tierra Nación Argentina (Solsona, Clelia Raquel y otros
del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur: c/): p. 904.
p. 792. Nación Argentina y otra (Fernández, Santiago José
Mathieu, Claudia María (Juan Minetti S.A. c/): p. 19. y otra c/): p. 997.
NOMBRES DE LAS PARTES (5)
Nación Argentina y otros (AKAPOL S.A.C.I.F.I.A. Poder Ejecutivo Nacional (Turturo, Gustavo Ro-
c/): p. 863. que c/): p. 1241.
Nación Argentina y otros (Rodríguez, Karina Poder Ejecutivo Nacional y otro (Nuevas Comuni-
Verónica c/): p. 553. caciones Argentinas S.R.L. y otro c/): p. 440.
Narváez, Claudio Jesús c/ Ferrocarriles Metropo- Podestá, Arturo Jorge y otros: p. 445.
litanos S.A. y otros: p. 20. Poo S.A.P.A. (Córdoba, Elvecia Balbina c/):
Nicolini, Jorge Carlos y otros: p. 909. p. 1307.
Nuevas Comunicaciones Argentinas S.R.L. y otro Posco, Magdalena Angela Luisa y otras (Aldasoza
c/ Poder Ejecutivo Nacional y otro: p. 440. Calderón, Sandra Elisabeth y otra c/): p. 317.
Núñez, Roberto c/ Aguas Argentinas S.A.: p. 857. Previmar Sociedad Anónima Argentina c/ Provin-
cia de Buenos Aires: p. 951.
Procuración General CABA –Secretaría de Medio
O Ambiente y Planeamiento Urbano– (Abrego,
Juan Esteban c/): p. 234.
Obra Social de Docentes Particulares (OSDOP) Provincia de Buenos Aires (Acuña, Mónica D. y
c/ Provincia de Entre Ríos: p. 222. otros c/): p. 629.
Obra Social para la Actividad Docente (Goisin, Provincia de Buenos Aires (Contreras, Carlos
Silvio c/): p. 717. Walter c/): p. 1311.
Obra Social para la Actividad Docente (OSPLAD) Provincia de Buenos Aires (Droguería Disval S.R.L.
c/ Provincia de San Luis: p. 215. y otros c/): p. 542.
Olariaga, Marcelo Andrés: p. 1209. Provincia de Buenos Aires (La Independencia So-
Olivero y Rodríguez Electricidad S.A.I.C.F.I.: ciedad Anónima de Transportes c/): p. 783.
p. 120. Provincia de Buenos Aires (Previmar Sociedad
Olivo, Raúl y otra c/ Provincia de San Luis y otros: Anónima Argentina c/): p. 951.
p. 805. Provincia de Buenos Aires (Randazzo, Juan Car-
Ontivero, Ariel Adolfo c/ Provincia de Buenos Ai- los c/): p. 1012.
res y otros: p. 218. Provincia de Buenos Aires (Sociedad Anónima
Operadora de Estaciones de Servicios S.A. Agrícola Ganadera Nehuén c/): p. 838.
(Guaymas, Gabriela c/): p. 177. Provincia de Buenos Aires y otro (Barreto, Alberto
Orígenes AFJP S.A. (Suárez, Juan Domingo c/): Damián y otra c/): p. 759.
p. 1236. Provincia de Buenos Aires y otro (Conde, Juan
Orlando, Claudia Roberta: p. 370. José c/): p. 47.
Provincia de Buenos Aires y otro (Palumbo, Fran-
cisco y otro c/): p. 551.
P Provincia de Buenos Aires y otros (Esquivel, Ro-
berto y otro c/): p. 548.
Palacios, Ana María c/ Barcus, Rubén Aníbal y Provincia de Buenos Aires y otros (Ontivero, Ariel
otros: p. 147. Adolfo c/): p. 218.
Palumbo, Francisco y otro c/ Provincia de Buenos Provincia de Buenos Aires y otros (Schirripa de
Aires y otro: p. 551. Piegari, Catalina c/): p. 78.
Partido de la Revolución Democrática (P.R.D.): Provincia de Catamarca (Juárez, Manuel Alberto
p. 187. y otra c/): p. 53.
Peirano Basso, Juan: p. 1219. Provincia de Córdoba (Estado Mayor General del
Peña, Luis María: p. 730. Ejército c/): p. 349.
Percovich, Romina: p. 840. Provincia de Córdoba y otro (Platt, Claudio
Pereyra, Antonio Ramón c/ Municipalidad de Ce- Guillermo c/): p. 833.
rro Azul – Misiones: p. 513. Provincia de Corrientes (Yacylec S.A. c/): p. 358.
Pérez, Dorotea Natividad y otra (Grichner, Jorge Provincia de Entre Ríos c/ Amado, Héctor Hernán
c/): p. 431. y otra: p. 1022.
PGM S.A. (GRUMAQ S.R.L. c/): p. 15. Provincia de Entre Ríos (Obra Social de Docentes
Piegari, Catalina Schirripa de c/ Provincia de Bue- Particulares (OSDOP) c/): p. 222.
nos Aires y otros: p. 78. Provincia de Formosa (Toscano, Nuncio y otros
Platt, Claudio Guillermo c/ Provincia de Córdoba y c/): p. 560.
otro: p. 833. Provincia de La Pampa c/ Secretaría de Energía
Poder Ejecutivo Nacional (Barreiro, Bienvenido T. del Ministerio de Economía de la Nación:
y otro c/): p. 472. p. 1317.
Poder Ejecutivo Nacional (Saralegui, Francisco Provincia de La Rioja (Cáceres, Valeria Beatriz
c/): p. 123. c/): p. 49.
(6) NOMBRES DE LAS PARTES
Solsona, Clelia Raquel y otros c/ Nación Argenti- Universidad Nacional del Nordeste (Ramírez, Ra-
na: p. 904. món c/): p. 689.
Suárez, Juan Domingo c/ Orígenes AFJP S.A.:
p. 1236.
Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Es- V
tado (Romero, Cándido Rubén y otros c/):
p. 734. V.I.C.O.V. S.A. (Ferreyra, Víctor Daniel y otro c/):
p. 646.
Vaggi, Orestes Juan c/ Tanque Argentino Media-
no Sociedad del Estado: p. 926.
T Valerdi, Norma Luisa c/ ANSeS: p. 381.
Vaspia S.A. (Díaz, Timoteo Filiberto c/): p. 473.
Takaaki, Yamanouchi (AFIP c/): p. 1350. Vidal de Docampo, Clara Aurora (D.N.R.P. c/):
Tanque Argentino Mediano Sociedad del Estado p. 94.
(Vaggi, Orestes Juan c/): p. 926. Villafañe, Carlos Agustín y otra (Coronel, Martín
Tarditti, Marta Elena c/ ANSeS: p. 576. Fernando c/): p. 1066.
Tazzoli, Jorge Alberto c/ Fibracentro S.A. y otro:
p. 335.
Telefónica de Argentina S.A. y otro (Mignone, Mario W
c/): p. 899.
Texaco Petrolera Argentina S.A. c/ D.G.A.: p. 471. Willisisky, Amelina c/ Behar, Javier Bernardino:
Todua, Georqy y otro: p. 1019. p. 847.
Toscano, Nuncio y otros c/ Provincia de Formosa:
p. 560.
Tradigrain S.A. c/ Mercado a Término de Buenos Y
Aires S.A.: p. 158.
Transportes y Construcciones S.A. y S.A. de Obras Y. P. F. S.A. (Compañía de Transporte y Comer-
y Emprendimientos Ambientales Venturino c/ cio Internacional S.A.C.I.F.I.A. y de Mandatos
D.G.I.: p. 1045. c/): p. 9.
Tubos Prodinco S.A.: p. 167. Y. P. F. S.A. c/ Municipalidad de C. del Uruguay:
Turturo, Gustavo Roque c/ Poder Ejecutivo Nacio- p. 5.
nal: p. 1241. Y. P. F. S.A. c/ Provincia del Neuquén: p. 928.
Yacht Club Argentino c/ Inspección General de
Justicia: p. 342.
Yacylec S.A. c/ Provincia de Corrientes: p. 358.
U
ABOGADO
Ver: Jurisdicción y competencia, 1; Prescripción, 3; Recurso extraordinario, 13, 164;
Transacción, 6 a 8.
ACCIDENTES DE TRANSITO
ACCION DE AMPARO(1)
(1) Ver también: Costas, 4; Jurisdicción y competencia, 84, 91, 107; Medidas
cautelares, 7; Recurso extraordinario, 89, 98, 129, 160, 161.
(10) ACCION DECLARATIVA DE INCONSTITUCIONALIDAD
Requisitos
3. Si ningún organismo público negó a los hijos de la peticionaria el acceso a las presta-
ciones requeridas, corresponde rechazar el amparo, pues no se advierte la existencia de
actos u omisiones que con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta afecten o amenacen los
derechos invocados (arts. 43 de la Constitución Nacional y 1º de la ley 16.986) (Disiden-
cia de las Dras. Elena I. Highton de Nolasco y Carmen M. Argibay): p. 553.
2. Resulta formalmente procedente la vía prevista en el art. 322 del Código Procesal
Civil y Comercial de la Nación, si la demanda no tiene carácter consultivo ni importa
una indagación especulativa, sino que responde a un caso contencioso con el alcance del
art. 2º de la ley 27, ya que procura precaver los efectos de actos a los que atribuye
ilegitimidad y lesión al régimen constitucional federal, a la par de fijar las relaciones
legales que vinculan a las partes en el conflicto: p. 792.
ACLARATORIA
1. A fin de evitar eventuales planteos y más allá de la tempestividad de la petición,
corresponde atender el pedido de aclaratoria efectuado sin agotar las vías pertinentes y
ya vencido el plazo para la interposición de dicho recurso contra el fallo de la Corte
Suprema: p. 134.
3. Corresponde hacer lugar al recurso de aclaratoria e imponer las costas a la actora por
la excepción de falta de legitimación opuesta, si la decisión adoptada importó admitirla
implícita pero inequívocamente, pues el fundamento de la incompetencia fue la doctrina
según la cual el ejercicio del poder de policía de seguridad que corresponde al Estado no
alcanza para atribuir responsabilidad a la provincia en un hecho en el que no se denunció
participación efectiva de ninguno de sus órganos: p. 551.
ACORDADAS
ACORDADAS Y RESOLUCIONES
Acordadas
Resoluciones
Resolución de la Corte Suprema
1. Designación del Dr. Rolando Gialdino para integrar el Comité creado por el Acuerdo
Marco de Cooperación suscripto con la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
–Nº 302–: p. 1373.
ACTOS ADMINISTRATIVOS(1)
1. El silencio de la Administración no vale como consentimiento tácito de los órganos
estatales, ya que se trata de una conducta inapta para ser considerada como una
manifestación positiva de voluntad pues, salvo disposición expresa del orden normativo,
el silencio debe ser interpretado en sentido negativo.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 972.
ACTOS PROPIOS(2)
1. Con arreglo al principio cardinal de la buena fe, nadie puede ponerse en contradicción
con sus propios actos, ejerciendo una conducta incompatible con otra anterior deliberada,
jurídicamente relevante y plenamente eficaz: p. 755.
ACUMULACION DE PROCESOS(1)
1. Si de la lectura de los reclamos de las causas surge que para la decisión de los asuntos
habrá que hacer mérito de circunstancias fácticas comunes, el pronunciamiento que en
cualquiera de las causas se dicte podrá tener efectos de cosa juzgada sobre la otra,
circunstancia que hace aconsejable la acumulación pedida: p. 537.
2. No corresponde aplicar el instituto previsto en el art. 188 del Código Procesal Civil y
Comercial de la Nación cuando los juicios se hallan en diferentes etapas procesales,
porque se produciría una demora perjudicial vedada por el inc. 4º de dicha norma: p. 1022.
ADHESION
Ver: Recurso extraordinario, 181.
ADMINISTRACION FRAUDULENTA
Ver: Medicamentos, 1.
3. Las administradoras creadas por la ley 24.241 integran un sistema con el exclusivo
propósito de otorgar beneficios de la seguridad social (art. 14 bis de la Ley Fundamental),
en cambio, el sistema atinente a las sociedades de capitalización y ahorro, da lugar a
una relación de intercambio entre la sociedad administradora y el ahorrista que, más
allá de la fiscalización estatal existente, está dominada por los principios de la justicia
conmutativa, la autonomía de la voluntad y la equivalencia de las prestaciones: p. 59.
ADUANA(2)
Exportación
1. La ley 25.454 (publicada en el Boletín Oficial del 7/9/2001), en cuanto dispone que, a
los fines de la ley 23.018 “se consideran ‘originarios’ a los productos del mar, sea éste
territorial o no, de la región ubicada al sur del Río Colorado en toda su extensión, hasta
el límite que la Nación reivindique como zona económica exclusiva” y, consecuentemen-
te, establece –en ciertas condiciones– la aplicación del reembolso a los productos del
mar, constituye una modificación de la primera que está destinada a regir hacia el
futuro y, por ende, no resulta aplicable a exportaciones realizadas con anterioridad.
–Del precedente “Prodesur S.A.”, al que remitió la Corte Suprema–: p. 639.
ALLANAMIENTO
Ver: Pago, 1, 4.
AMENAZAS
Ver: Jurisdicción y competencia, 77.
AMICUS CURIAE
Ver: Recurso extraordinario, 212.
ANALOGIA
ANATOCISMO
Ver: Cosa juzgada, 1; Recurso extraordinario, 116.
APARIENCIA JURIDICA
Ver: Concesión, 3.
APORTES PREVISIONALES
Ver: Ejecución fiscal, 1, 4; Impuesto, 3; Jueces, 31; Jurisdicción y competencia, 49; Recurso
extraordinario, 53.
(16) BANCO DE LA NACION ARGENTINA
ARANCEL
ASOCIACION
1. El respeto de las reglas de convivencia y de disciplina por parte de los asociados hace
al adecuado funcionamiento de la entidad, en la medida en que sus miembros se hallan
movidos por un interés común que es la realización de fines deportivos y sociales según
pautas de honor y comportamiento, por lo que quien resulta sancionado y no acata las
normas establecidas puede ser privado de su condición de socio, sin que ello importe
transgredir los límites de legalidad o razonabilidad a que se encuentra sometido el
ejercicio de autoridad de que están investidos los órganos respectivos (Disidencia de los
Dres. Enrique Santiago Petracchi y Carlos S. Fayt): p. 342.
AUTOMOTORES
AUTONOMIA PROVINCIAL
1. El criterio restrictivo que debe seguirse en la aplicación del beneficio de litigar sin
gastos es útil y necesario cuando existen dudas sobre la inactividad que se aduce, pero
no cuando aquélla resulta en forma manifiesta: p. 78.
2. Si bien los pronunciamientos sobre beneficio de litigar sin gastos se caracterizan por
ser provisionales, no es admisible su revisión si únicamente se intenta aportar elementos
de juicio atinentes a los mismos hechos ya considerados y juzgados –y no respecto de
circunstancias sobrevinientes– con relación a los cuales ha recaído la resolución, pues lo
contrario importaría tanto como dejar abierto indefinidamente el debate sobre el tema:
p. 1224.
3. Corresponde denegar la solicitud efectuada en los términos del art. 82 del Código
Procesal Civil y Comercial de la Nación, si los extremos que se intenta acreditar y el
medio de prueba ofrecido, se relacionan directamente con el estado de liquidación de la
sociedad que fuera denunciado en el primer incidente, lo que indica que la entidad
pretende subsanar insuficiencias en las que incurrió en ese trámite, pues es indisimulable
que no se está ante hechos sobrevinientes a los ya decididos desfavorablemente: p. 1224.
BUENA FE
Ver: Actos propios, 1; Constitución Nacional, 34, 46; Interpretación de los tratados, 1.
CADUCIDAD DE LA INSTANCIA(2)
1. Corresponde hacer lugar a la caducidad de la instancia si desde la actuación que tuvo
por objeto instar el procedimiento hasta la fecha de la acusación, ha transcurrido con
exceso el plazo de tres meses establecido por el art. 310, inc. 2º, del Código Procesal
Civil y Comercial de la Nación, sin que la parte actora haya realizado actividad alguna
tendiente a impulsar el procedimiento y sin que se verifique ninguna de las circunstan-
cias eximentes que prevé el art. 313, inc. 3º, del mismo código: p. 78.
3. La norma contenida en el art. 251 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación
determina la existencia de una actividad que se encuentra a cargo del oficial primero,
consistente en la remisión a la cámara dentro del plazo allí fijado, y constituye el
parámetro legal sobre el que se asienta el obiter establecido en el art. 313, inc. 3º, de
dicho código, cuya única limitación radica en que la pendencia debe obedecer a una
actividad que dicho cuerpo legal o las reglamentaciones de superintendencia imponen a
los funcionarios allí mencionados (Disidencia del Dr. E. Raúl Zaffaroni): p. 330.
4. Según lo dispone el art. 315, segunda parte, del Código Procesal Civil y Comercial de
la Nación, la perención queda purgada cuando se consiente una actuación útil para
impulsar el procedimiento pero que fue realizada con posterioridad al vencimiento del
plazo legal, conformidad que tácitamente se produce una vez pasados cinco días del
conocimiento de dicho acto y de la ampliación correspondiente en su caso en razón de la
distancia, sin formular objeción por parte del sujeto legitimado para pretender una
declaración de esta naturaleza, por aplicación analógica del art. 170, segundo párrafo,
de la ley ritual: p. 349.
5. En los casos en que se ha corrido traslado de la demanda la caducidad debe ser opuesta
dentro de los cinco días de recibida la notificación y no después, aunque lo sea dentro del
plazo para contestar aquélla: p. 349.
CALUMNIAS
Ver: Jurisdicción y competencia, 25, 26.
Ver: Superintendencia, 1.
CAMINOS
Ver: Concesión, 2, 4 a 11; Constitución Nacional, 46, 50, 51; Peaje, 1; Recurso
extraordinario, 17, 71, 108, 139.
CARCELES
CASO FORTUITO
Ver: Concesión, 2.
CESANTIA
COMERCIO
COMFER
Ver: Radiodifusión, 2.
CONCESION(1)
1. El vínculo entre concesionaria y usuario constituye una relación de consumo que
tiene recepción normativa en la ley 24.240, y alcanzó la máxima jerarquía, al quedar
(1) Ver también: Constitución Nacional, 46, 50, 51; Recurso extraordinario, 17,
71, 108, 139.
(20) CONCESION
2. El concesionario debe responder ante el usuario por los daños provocados por animales
que invaden la carretera, salvo que demuestre la mediación de eximente en punto a la
ruptura del nexo causal, y para que proceda dicha eximición, debe acreditar el
acaecimiento del caso fortuito, la culpa de la víctima o la de un tercero por el que no debe
responder. Tal responsabilidad no resulta enervada por la que recae sobre el dueño o
guardián del animal (art. 1124 del Código Civil), ya que la existencia de esta última no
excluye a la primera, en tanto se trata de un supuesto que obedece a un factor de
imputación diverso (Voto del Dr. E. Raúl Zaffaroni): ps. 646, 695.
3. Quien accede a una ruta concesionada tiene una confianza fundada en que el
organizador se ha ocupado razonablemente de su seguridad, pues la prestación de
servicios masivos presenta un grado de complejidad y anonimato que resultan
abrumadores para los ciudadanos comunes que los reciben. El funcionamiento regular,
el respaldo de las marcas y del Estado genera una apariencia jurídica que simplifica su
funcionamiento y lo hace posible, y las pruebas que realiza el consumidor para verificar
la seriedad y seguridad son mínimas porque confía en la apariencia creada y respaldada
por el derecho (Voto del Dr. Ricardo Luis Lorenzetti): p. 646.
5. En tanto es el prestador del servicio quien está en mejor posición para tomar medidas
de prevención genéricas al menor costo, la falta de un adecuado ejercicio del deber de
previsión y de disponer lo necesario para evitar accidentes, compromete la
responsabilidad de la concesionaria (Voto del Dr. Ricardo Luis Lorenzetti): p. 646.
7. La responsabilidad que el art. 1124 del Código Civil pone en cabeza del dueño o
guardador de un animal por los daños que cause, no es excluyente de la responsabilidad
de distinta índole que, de un modo u otro, cabe a personas que –como la concesionaria
vial– tienen a su cargo el deber de evitar que ningún animal esté suelto en determinados
lugares por razón de la peligrosidad que su presencia representa (Voto del Dr. Ricardo
Luis Lorenzetti): ps. 646, 695.
8. El vínculo que une al que contrata o usa el servicio con el concesionario vial, es una
típica relación de consumo regida por la ley 24.240, por la cual el último asume, no una
CONGRESO NACIONAL (21)
obligación de dar el uso y goce de una cosa, sino de prestar un servicio, calificación
jurídica esta última que importa asignarle un deber de seguridad, de origen legal e
integrado a la relación contractual, que obliga al prestador a la adopción de medidas de
prevención adecuadas a los concretos riesgos existentes en la ruta concesionada, en
tanto resulten previsibles según el curso normal y ordinario de las cosas (Voto del Dr.
Ricardo Luis Lorenzetti): ps. 695, 879.
11. Los animales susceptibles de identificación, sean orejanos o no, son ajenos a la
concesión de rutas ya que para ningún fin las empresas de mantenimiento vial usan
animales, ni para seguridad, ni para transporte, ni para corte de pastos y malezas. Está
totalmente fuera de las actividades establecidas en el contrato de concesión, del objeto
social volcado en sus estatutos y del que efectivamente cumple la concesionaria vial
(Disidencia de los Dres. Enrique Santiago Petracchi y Carlos S. Fayt): p. 879.
CONCUBINATO
Ver: Jubilación y pensión, 1, 2.
CONCURSO DE DELITOS
Ver: Jurisdicción y competencia, 30, 67.
CONCURSOS
Ver: Jurisdicción y competencia, 44, 46; Recurso extraordinario, 30, 73, 182.
CONGRESO NACIONAL
Ver: Recurso extraordinario, 79.
(22) CONSOLIDACION DE DEUDAS
CONJUECES
Ver: Conjueces, 3.
CONSOLIDACION DE DEUDAS(1)
(1) Ver también: Impuesto a las ganancias, 2, 3; Recurso extraordinario, 53, 118,
147, 170.
CONSOLIDACION DE DEUDAS (23)
6. Corresponde dejar sin efecto la sentencia que revocó la que había hecho lugar a la
demanda de daños y perjuicios derivados de un accidente ferroviario y ordenó el pago en
efectivo, pues si bien no se tornó abstracta la cuestión, pues resulta aplicable el régimen
dispuesto por el capítulo V de la ley 25.344, el crédito no debe quedar comprendido en él,
en virtud de la excepción dispuesta por su art. 18, toda vez que el apelante no se agravió
respecto de lo declarado en primera instancia en torno a la configuración de las
condiciones previstas por dicha norma.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 20.
que es un régimen de orden público y prevé un sistema específico para cancelar el pasivo
estatal.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 463.
10. Corresponde dejar sin efecto la sentencia que declaró inaplicable el art. 58 de la ley
25.725 de consolidación de deudas ya que si bien el organismo deudor cumplió el
procedimiento del art. 22 de la ley 23.982 y del art. 39 de la ley 25.565, la acreencia no se
hizo efectiva, pues los fondos ni siquiera estaban depositados a disposición del juzgado
y, en tales condiciones, no parece apropiado considerar que el actor tenía un derecho
adquirido protegido constitucionalmente, sino que la sentencia se encontraba en trámite
de ejecución.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 502.
11. Resulta procedente el cálculo de los réditos desde la mora hasta la fecha de corte
establecida por el art. 1 de la ley 6546 de la Provincia de Santiago del Estero pues los
bonos que serán entregados contienen los intereses previstos en el régimen de
consolidación, por lo cual el acreedor debe practicar liquidación y de ahí en más ocurrir
ante el estado provincial a fin de lograr la percepción del capital y los intereses adeudados:
p. 753.
12. Corresponde dejar sin efecto el pronunciamiento que dispuso que el crédito por
diferencias por pagos parciales efectuados incorrectamente por la Lotería Nacional
Sociedad del Estado no se encontraba comprendido en el régimen de consolidación de
deudas, pues prescindió de aplicar normas que revisten el carácter de orden público
–art. 2º de la ley 23.982, al que remite el art. 13 de la ley 25.344–, toda vez que, según la
transformación dispuesta por el decreto 598/90, el organismo es una sociedad del Estado
y esa naturaleza conduce inexorablemente a incluirla entre los mencionados en dicha
norma, máxime si no se encuentra contemplado entre los organismos que la ley 25.344
excluye de la consolidación.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 1040.
13. Si se trata de obtener la ejecución de la sentencia que hizo lugar al reclamo tendiente
a que se abone la diferencia originada en los pagos parciales efectuados de modo incorrecto
en febrero y diciembre de 1994 en concepto de indemnización al personal de una sociedad
del Estado, la deuda queda comprendida en las expresas previsiones del art. 13 de la ley
25.344, que establece la consolidación, con los alcances y en la forma dispuesta por la
ley 23.982, de las obligaciones vencidas o de causa o título posterior al 31 de marzo de
1991 y anterior al 1º de enero de 2000.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 1040.
14. Corresponde aplicar lo dispuesto por el art. 13 de la ley 25.344 a las obligaciones del
Estado Nacional por la distribución del saldo remanente del Fondo Nacional de Energía
Eléctrica, sin que obste a ello que hayan tenido principio de ejecución: p. 1317.
CONSTITUCION NACIONAL (25)
CONSTITUCION NACIONAL(1)
INDICE SUMARIO
Control de constitucionalidad
Facultades del Poder Judicial
6. Ningún obstáculo puede válidamente erigirse para negar, a quien resultaría exento
del impuesto sobre los ingresos brutos por normas federales, el derecho a impugnar
judicialmente la validez de las locales que desconocerían su franquicia y darían susten-
to a la obligación de pago.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 358.
Derechos y garantías
Defensa en juicio
Principios generales
7. La garantía de la defensa en juicio requiere, por sobre todas las cosas, que no se prive
a nadie arbitrariamente de la adecuada y oportuna tutela de los derechos que pudieran
CONSTITUCION NACIONAL (27)
eventualmente asistirle sino por medio de un proceso conducido en legal forma y que
concluya con el dictado de una sentencia fundada, lo que significa la real posibilidad de
obtener la efectiva primacía de la verdad jurídica objetiva, que reconoce base constitu-
cional, concorde con el adecuado servicio de justicia (Disidencia del Dr. E. Raúl Zaffaroni):
p. 928.
9. El ejercicio de la defensa debe ser cierto, de modo tal que quien sufre un proceso penal
ha de ser provisto de un adecuado asesoramiento legal que asegure la realidad sustancial
de la defensa en juicio (Disidencia de los Dres. Juan Carlos Maqueda y E. Raúl Zaffaroni):
p. 1209.
10. Los reclamos de quienes se encuentran privados de su libertad, más allá de los
reparos formales que pudieran merecer, deben ser considerados como una manifestación
de voluntad de interponer los recursos de ley, y es obligación de los tribunales suministrar
la debida asistencia letrada que permita ejercer la defensa sustancial que corresponda
(Disidencia de los Dres. Juan Carlos Maqueda y E. Raúl Zaffaroni): p. 1209.
12. Resulta evidente el derecho de quien ocurre ante la justicia como actor o demandado,
querellante o acusado, para elegir la persona que, llenando las condiciones legales,
produzca en su nombre los alegatos y pruebas pertinentes a los fines de poner de
manifiesto el derecho que le asiste, conforme a la garantía de la libre defensa en juicio
que menciona el art. 18 de la Constitución Nacional.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 1219.
13. No es suficiente que se llene la fórmula de la defensa con un patrocinio de oficio, aun
cuando éste sea inteligente, diligente y recto, porque solamente la parte interesada es la
dueña de las condiciones en que, dentro de las normas reglamentarias, deben ser alegados
y probados sus derechos, tanto más cuando éstos sean, como en el juicio criminal, los
esenciales de vida, libertad y honor.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 1219.
14. Las formas sustanciales de la garantía de la defensa deben ser observadas en toda
clase de juicios, sin que corresponda diferenciar causas criminales, juicios especiales o
procedimientos seguidos ante tribunales administrativos.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 1219.
(28) CONSTITUCION NACIONAL
Procedimiento y sentencia
16. El derecho del imputado a un proceso sin dilaciones indebidas da lugar al dictado
de un pronunciamiento que ponga término del modo más rápido posible a la situación
de incertidumbre y de innegable restricción de la libertad que comporta el
enjuiciamiento penal (Voto de los Dres. Ricardo Luis Lorenzetti y Juan Carlos Poclava
Lafuente): p. 445.
21. La aplicación del art. 8º, inc. 2º, ap. h de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, que consagra la garantía de la doble instancia, se halla supeditada a la
CONSTITUCION NACIONAL (29)
existencia de un fallo final dictado contra una persona “inculpada de delito” o “declarada
culpable de un delito”, por lo que dicha garantía no tiene jerarquía constitucional en
juicios civiles (Voto de los Dres. Carlos S. Fayt, Ricardo Luis Lorenzetti y Carmen M.
Argibay): p. 1180.
22. El debido proceso legal no se afecta por la falta de doble instancia en materia civil,
salvo cuando las leyes específicamente lo establecen (Voto de los Dres. Carlos S. Fayt,
Ricardo Luis Lorenzetti y Carmen M. Argibay): p. 1180.
25. A efectos de establecer las retribuciones, debe considerarse, como uno de los elemen-
tos de análisis, si compensaciones equivalentes de las pretendidas pueden ser obtenidas
por otros miembros de la comunidad –en el ámbito público o privado– mediante la rea-
lización de una actividad socialmente útil, desempeñando las más altas responsabilida-
des o en las especialidades de mayor complejidad que obtienen las más elevadas
contraprestaciones (Voto de la Dra. Elena I. Highton de Nolasco): p. 94.
Derecho a la salud
28. La protección de la salud no sólo es un deber estatal impostergable, sino que exige
una inversión prioritaria: p. 1226.
Derecho a la vida
Derecho de propiedad
30. En tanto la modificación de leyes por otras posteriores no da lugar a cuestión cons-
titucional alguna, ya que nadie tiene un derecho adquirido al mantenimiento de leyes o
reglamentos ni a la inalterabilidad de los mismos, la prestataria del servicio televisivo
no tiene derecho adquirido al mantenimiento del sistema aéreo de cableado si la norma
municipal estableció la necesidad del cableado subterráneo.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 976.
Garantía de imparcialidad
31. La sola intervención de los dos vocales integrantes de la cámara que actuó como
tribunal de juicio en el incidente que juzgaba sobre el fin de la fase instructoria no
implica que la imparcialidad de ellos necesariamente se encuentre comprometida, pues
el tema debe examinarse de acuerdo a las circunstancias particulares de cada caso (Di-
sidencia del Dr. Ricardo Luis Lorenzetti).
–Los Dres. Petracchi, Highton de Nolasco, Maqueda, Zaffaroni y Argibay remitieron a
sus respectivos votos en el precedente “Llerena”–: p. 909.
Igualdad
33. Para que se encuentre lesionada la garantía de igualdad del art. 16 de la Constitu-
ción Nacional es necesario que se establezcan excepciones o privilegios que excluyan a
unos de los que se conceden a otros en idénticas circunstancias, mas ello no impide que
la legislación contemple en forma distinta situaciones que considere diferentes. De ahí
que se atribuya a la prudencia del legislador una amplia latitud para ordenar y agru-
CONSTITUCION NACIONAL (31)
34. El principio de igualdad se vería patentemente vulnerado por el intento del actor, en
la medida en que bajo la dogmática invocación de que la demandada alegó nuevos hechos,
contaría con una segunda oportunidad para ofrecer pruebas mientras que su contraparte
habría tenido sólo una, y de este modo, convertiría el proceso en un “juego de sorpresas”
que desconoce los principios de preclusión y de buena fe: p. 838.
35. Mantener incólume la garantía del art. 110 no atenta contra el principio de la igualdad,
en virtud de la especificidad de la función de la judicatura, puesto que no viola el art. 16
de la Constitución Nacional la circunstancia de que el legislador contemple en forma
distinta situaciones que considera diferentes, en tanto que la distinción no sea arbitraria
ni importe ilegítima persecución o indebido privilegio de personas o grupos de ellas,
sino que obedezca a una causa objetiva que dé fundamento al diferente tratamiento
(Voto de los Dres. Juan Carlos Poclava Lafuente y Jorge Ferro): p. 1092.
36. Cabe admitir la validez de distinciones establecidas por el legislador ante supuestos
que éste considere distintos, en tanto no sean arbitrarias, es decir, no obedezcan a
propósitos de injusta persecución o indebido beneficio, sino a razones objetivas, aunque
su fundamento sea opinable (Voto de los Dres. Juan Carlos Poclava Lafuente y Jorge
Ferro): p. 1092.
37. No cabe admitir una aplicación literal del art. 16 de la Constitución a una ley tributaria
–impuesto a las ganancias– que, por la amplitud de las exenciones que contiene, obliga
a sustentar su constitucionalidad en la doctrina tradicional de la Corte que fija un sentido
y alcances más amplios a dicho art. 16, según la cual no se viola a tal precepto cuando el
legislador contemple en forma distinta situaciones que considera diferentes, en tanto la
distinción no sea arbitraria ni importe ilegítima persecución o indebido privilegio de
personas o grupos de personas, sino que obedezca a una causa objetiva que dé fundamento
al diferente tratamiento (Voto del Dr. Alberto Manuel García Lema): p. 1092.
38. Hacer prevalecer el principio del art. 16 no supone desconocer la garantía del art.
110 de la Constitución Nacional sino evitar que ésta se trivialice, circunscribiéndola a
una hipótesis que coloca injustamente a la judicatura argentina a la defensiva, con la
inmerecida carga de explicar a la sociedad una situación de excepción que la tiene como
protagonista (Disidencia del Dr. Horacio Daniel Rosatti): p. 1092.
39. Hacer prevalecer el principio de igualdad respecto de la garantía del art. 110 de la
Constitución Nacional supone reconocer que es tan injusto imponer la misma contribución
a quienes están en desigual situación como gravar en distinta forma a quienes tienen
iguales medios (Disidencia del Dr. Horacio Daniel Rosatti): p. 1092.
Principio de legalidad
42. El principio de reserva o legalidad exige que una ley formal tipifique el hecho que se
considere imponible y que constituya la posterior causa de la obligación tributaria: p. 59.
Protección de la seguridad
44. La seguridad, que debe ser entendida como simple derecho de asistir a un espec-
táculo público sin sufrir daño alguno, es un propósito que debe constituir la máxima
preocupación por parte de quienes organizan eventos que importan algún riesgo poten-
cial para los asistentes, así como también de las autoridades públicas encargadas de la
respectiva fiscalización (Voto de los Dres. E. Raúl Zaffaroni y Ricardo Luis Lorenzetti):
p. 28.
48. Una vez calificada la existencia de una relación de consumo, surge un deber de
seguridad de fuente constitucional (art. 42, de la Constitución Nacional) y legal (art. 5
ley 24.449; ley 24.240) (Voto del Dr. Ricardo Luis Lorenzetti): p. 646.
CONSTITUCION NACIONAL (33)
50. El supuesto particular de accidentes ocurridos con ocasión del paso de animales por
rutas concesionadas no constituye un evento imprevisible, y –en tanto el explotador del
servicio es quien está en mejor posición para recolectar información sobre la circulación
de animales y sus riesgos– la carga de autoinformación y el deber de transmitirla al
usuario de modo oportuno y eficaz, pesa sobre el prestador del servicio (Voto del Dr.
Ricardo Luis Lorenzetti): ps. 646, 695, 879.
Constitucionalidad e inconstitucionalidad
Leyes nacionales
52. El art. 39, inc. 1, de la Ley de Riesgos del Trabajo es inconstitucional al eximir al
empleador de responsabilidad civil mediante la prestación del art. 15, inc. 2, segundo
párrafo, de aquélla pues, siendo de aplicación el principio contenido en el art. 19 de la
Constitución Nacional: alterum non laedere, no debe resultar precisamente el trabaja-
dor, sujeto de preferente tutela constitucional, quien pueda verse privado, en tanto que
tal, de reclamar a su empleador la justa indemnización por los daños derivados de un
accidente o enfermedad laborales.
–Del precedente “Aquino”, al que remitió la Corte Suprema–: p. 473.
53. Corresponde declarar la inconstitucionalidad del art. 38, inc. 1, de la ley 24.557 –en
cuanto exime al empleador de responsabilidad civil– si, habiéndose probado la diversidad
de daños irrogados a la víctima en relación causal adecuada con el accidente por el que
reclamó, ellos resultan insuficientemente reparados por el régimen de la Ley de Riesgos
del Trabajo en medida tal que importa la frustración de la finalidad esencial del
resarcimiento por daño a la integridad psicofísica del trabajador (Voto del Dr. Juan
Carlos Maqueda): p. 473.
55. La LRT, en particular su art. 39.1, ha anulado parte de la protección que constitu-
cionalmente corresponde al empleado contra la interferencia ilegal del empleador en
sus derechos y libertades individuales (arts. 18 y 19 Constitución Nacional) y en la
medida que esa desprotección consiste en la imposibilidad de demandar judicialmente
indemnización por la pérdida de su capacidad económica, obligándole así a soportar,
total o parcialmente, el costo de las acciones ilícitas culposas del empleador, también se
encuentra involucrado el derecho de propiedad (art. 17 Constitución Nacional) (Voto de
la Dra. Carmen M. Argibay): p. 473.
56. La LRT ha despojado a los empleados del derecho constitucional a resarcirse de las
acciones ilícitas culposas de sus empleadores y lo ha reemplazado por un derecho estatal
a sancionar administrativamente al empleador por los daños que su culpa ocasione a los
empleados (art. 5º LRT y 75.2 de la ley 20.744, incorporado por el art. 49 LRT); y al
mismo tiempo, ha permitido que los damnificados por tales acciones ilícitas accedan a
un sistema de carácter previsional o de seguridad social, consistente en prestaciones
dinerarias y asistenciales a cargo de una aseguradora, creado más bien para cubrir los
daños que son producto del riesgo lícito o tolerado de la actividad laboral, prestaciones
cuyos montos pueden ser incrementados por el Estado según las posibilidades financieras
del sistema (art. 11.3 de la ley 24.557) (Voto de la Dra. Carmen M. Argibay): p. 473.
57. La LRT consagra una dispensa de la culpa del empleador por los daños que
ilícitamente causare a sus empleados y dicha exención es introducida a costa de los
derechos civiles de los empleados, en particular sus derechos a no sufrir interferencias
ilegítimas de terceros y de propiedad sobre el resarcimiento, en el tramo correspondiente
a la pérdida de capacidad económica; y tal restricción tiene como fin predominante la
reducción de los costos de aseguramiento que el empleador debe, eventualmente, afrontar
por su actividad ilícita, finalidad que no sirve como justificación porque la única manera
de evitar tales mayores costos es mantenerse dentro del campo de lo lícito (arts. 17, 19,
18 y 28 de la Constitución Nacional) (Voto de la Dra. Carmen M. Argibay): p. 473.
Decretos nacionales
58. El Poder Ejecutivo, mediante el decreto 894/01, actuó dentro de las atribuciones que
le son propias al introducir modificaciones solamente al régimen de incompatibilidades,
sin contradecir el estatuto de empleo público dictado por el Congreso.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 123.
59. Es razonable el decreto 894/01, en cuanto no impone una de las alternativas y deja
librada a la voluntad del agente elegir por lo que más le convenga a sus intereses –que
podrían no ser meramente patrimoniales–, ya que de continuar trabajando y elegir el
sueldo, no perdería el beneficio previsional, puesto que sólo se suspende su percepción.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 123.
Decretos-leyes
prescribe que el Tribunal ejercerá su jurisdicción por apelación según las reglas y excep-
ciones que prescriba el Congreso (art. 117): p. 9.
Leyes provinciales
63. La sentencia que interpretó que el art. 156 de la Constitución de Entre Ríos resulta
plenamente compatible con la prohibición general de aplicar procedimientos de
actualización automática previstos en las leyes 23.928 y 25.561, no ha violentado la
independencia de la justicia local ni ha desconocido el mandato de organizarse bajo los
principios de un Estado republicano (Voto de la Dra. Elena I. Highton de Nolasco): p. 385.
64. La exégesis sistemática reclama que se concluya que las normas infraconstitucionales
que constituyen un legítimo ejercicio de la potestad del Congreso de fijar la moneda en
los términos del art. 75 inc. 11 de la Constitución Nacional no revisten la entidad de
impedir el legítimo ejercicio, por parte de los estados locales, de garantizar la irre-
ductibilidad de los salarios de los jueces, en aplicación del art. 110 de la Constitución
Nacional y la respectiva norma de la Constitución provincial (Disidencia del Dr. Carlos
S. Fayt): p. 385.
CONSUMIDORES
CONTAMINACION
Ver: Jurisdicción y competencia, 73.
(36) CONTROL DE CAMBIOS
CONTRATOS
Ver: Transacción, 5, 11.
CONTRATOS ADMINISTRATIVOS
1. La validez y eficacia de los contratos administrativos se supedita al cumplimiento de
las formalidades exigidas por las disposiciones legales correspondientes en cuanto a la
forma y procedimientos de contratación: p. 809.
4. No es posible admitir la demanda por el cumplimiento del pacto de cuota litis inserto
en el contrato que vinculó al actor con la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e
Islas del Atlántico Sur pues –en tanto debe ser juzgado con arreglo a principios y reglas
propios del derecho público– debe acudirse a las normas sobre contrataciones que regían
en el ex territorio nacional, contenidas en la ley territorial de contabilidad 6, y de las
constancias de la causa surge que en la contratación no se observó el procedimiento
regular: p. 809.
CONTROL DE CAMBIOS(1)
1. No es posible predicar del régimen cambiario ordenado por el decreto 2581/64 el
carácter temporario o eminentemente variable, y su modificación es mucho más que la
mera alteración de elementos circunstanciales.
–De la disidencia del Dr. Petracchi emitida en el precedente “Ayerza”–: p. 1053.
CONVERTIBILIDAD
(1) Ver también: Interpretación de los tratados, 1; Ley penal en blanco, 1; Ley
penal más benigna, 4.
(38) CORTE SUPREMA
COPARTICIPACION DE IMPUESTOS
COPIAS
CORTE SUPREMA(1)
7. Si todos los actos de los poderes de los estados provinciales pudieran ser objeto de una
demanda ante la Corte, vendría a ser ella quien gobernase a las provincias,
desapareciendo los gobiernos locales: p. 759.
8. Los poderes implícitos que el Tribunal determina como propios de su función de órgano
supremo del Departamento Judicial del Estado son de orden administrativo, y vinculan
a los órganos administrativos del Poder Judicial: p. 1092.
COSA JUZGADA(1)
1. Si la cuantía del crédito aprobado, luego de adicionarle los intereses capitalizados
conforme se estableció en el plenario “Uzal”, excede notablemente una razonable
expectativa de conservación patrimonial, tal solución no puede ser mantenida so color
de un supuesto respeto al principio de la cosa juzgada (Voto de los Dres. Elena I. Highton
de Nolasco, E. Raúl Zaffaroni y Ricardo Luis Lorenzetti): p. 335.
COSTAS(2)
Desarrollo del juicio
Desistimiento
3. No hay causa para fundar una condena en costas en contra del Banco Central de la
República Argentina si la peticionaria no ha expresado razón alguna que lleve a
considerarlo como parte vencida o, en todo caso, que permita predicar a su respecto que
hubiera dado lugar a la promoción de la demanda: p. 40.
4. Corresponde que el Estado Nacional y la Provincia del Chubut se hagan cargo de las
costas ocasionadas por la parte actora y la empresa prestadora del servicio médico cuya
falta de pago originó el amparo, si han insistido en la complejidad y particularidades de
las cuestiones debatidas para tratar de excusar sus respectivas conductas omisivas y
prescindentes en la tutela perseguida, a la par de imputarse recíprocamente la exclusiva
responsabilidad en la atención médica reclamada, ya que no cabe descartar la
responsabilidad conjunta de ambos estados: p. 1226.
CUESTION ABSTRACTA(1)
1. Corresponde declarar abstracto el planteo tendiente a que se rectifiquen los datos
erróneos consignados en la base de datos del Banco Central de la República Argentina
CUESTION FEDERAL
Ver: Jurisdicción y competencia, 126.
CULPA
Ver: Concesión, 2; Jubilación y pensión, 4.
DAÑO MORAL
DAÑOS Y PERJUICIOS(1)
1. La finalidad de la ley 24.043 fue otorgar una compensación económica a las personas
privadas del derecho constitucional a la libertad, no en virtud de una orden de autori-
dad judicial competente, sino en razón de actos –cualquiera que hubiese sido su expre-
DEBIDO PROCESO
DECLARACION INDAGATORIA
DECRETO REGLAMENTARIO
1. Por amplio que se considere el ámbito de autonomía del Poder Ejecutivo, el poder de
reglamentar no llega nunca a consentir la desnaturalización del derecho, máxime cuando
el poder administrador ingresa en un ámbito propio de la competencia legislativa, como
lo es el de determinar el haber que la ley acuerda al personal militar.
–Del precedente “Franco”, al que remitió la Corte Suprema–: p. 584.
DEFENSA DE LA COMPETENCIA(1)
DEFENSA EN JUICIO
DEFENSOR
DEFENSOR OFICIAL
DEFRAUDACION
DELITOS POLITICOS
Ver: Extradición, 11, 12.
DEMANDA
DEMANDA CONTENCIOSOADMINISTRATIVA
DEPOSITO JUDICIAL
DEPRECIACION MONETARIA
Ver: Constitución Nacional, 1, 62 a 64; Jueces, 13, 23; Pago, 1; Recurso extraordinario,
51, 73, 75, 182, 193.
DERECHO A LA INTIMIDAD
DERECHO A LA SALUD
DERECHO A LA VIDA
DERECHO CIVIL
Ver: Transacción, 3.
DERECHO DE ASOCIACION
Ver: Asociación, 1.
DERECHO DE DEFENSA
DERECHO DE PROPIEDAD
Ver: Constitución Nacional, 26, 27; Empleados públicos, 4; Honorarios, 2, 5; Ley, 2, 3;
Recurso extraordinario, 92, 101, 115, 130; Tasa de justicia, 1.
DERECHOS ADQUIRIDOS
Ver: Consolidación de deudas, 10; Constitución Nacional, 30; Decreto reglamentario, 4;
Honorarios, 2; Ley, 3.
(1) Ver también: Concesión, 1, 2, 8; Constitución Nacional, 43, 46, 50; Peaje, 1;
Recurso extraordinario, 139.
(46) DIVORCIO
DERECHOS HUMANOS
DEROGACION DE LA LEY
DESALOJO
DESINDEXACION
DESISTIMIENTO
DESPIDO
DIVORCIO
DOBLE IMPOSICION
DOBLE INSTANCIA
Ver: Constitución Nacional, 21, 22; Recurso de casación, 5, 8.
DOLO
Ver: Transacción, 7.
DUDA
ECONOMIA PROCESAL
EJECUCION DE SENTENCIA
EJECUCION FISCAL(1)
1. Tal como lo disponen los arts. 604 y 605 del Código Procesal Civil y Comercial de la
Nación, la ejecución de los honorarios se encuentra comprendida en el art. 92 de la ley
11.683, si el pleito tuvo por objeto perseguir el cobro de una deuda de la seguridad social
derivada de retenciones correspondientes a dieciocho dependientes de la demandada
regidos por la ley 18.820: p. 94.
(1) Ver también: Impuesto, 3; Recurso extraordinario, 53, 149, 150, 170.
(48) EMPLEADOS PUBLICOS
5. Toda vez que existe una norma específica que veda la apelación de las sentencias en
las ejecuciones fiscales (art. 92 de la ley 11.683, texto según ley 23.658), sin hacer salvedad
alguna con relación a los honorarios allí regulados, no corresponde integrar el régimen
con lo previsto para el juicio ejecutivo por el art. 554 del Código Procesal Civil y Comercial
de la Nación (Disidencia del Dr. Ricardo Luis Lorenzetti): p. 94.
EMERGENCIA ECONOMICA
Ver: Consolidación de deudas, 3; Constitución Nacional, 1, 62; Jurisdicción y competencia,
39, 40, 61; Recurso de queja, 13; Recurso extraordinario, 53, 63, 118, 193; Recurso
ordinario de apelación, 16.
EMPLEADOS MUNICIPALES
Ver: Recurso extraordinario, 126.
EMPLEADOS PROVINCIALES
Ver: Jurisdicción y competencia, 128.
EMPLEADOS PUBLICOS(1)
Nombramiento y cesación
Estabilidad
(1) Ver también: Constitución Nacional, 58, 59; Jurisdicción y competencia, 128;
Recurso extraordinario, 53.
ENERGIA ELECTRICA (49)
Incompatibilidad
2. Es atribución del Poder Ejecutivo Nacional fijar las “incompatibilidades” para ocupar
cargos en la administración pública nacional.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 123.
3. El art. 109 de la ley 20.416, del Servicio Penitenciario Federal, que habilita ingresar
a la administración pública, sin el deber de suspender la percepción del haber de retiro,
constituye un permiso con una hipótesis de máxima, reconocido a quienes se encuentren
en situación de retiro, pero no de un mandato legal para quien lo incorpore.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 123.
ENCUBRIMIENTO
Ver: Jurisdicción y competencia, 80.
ENERGIA ELECTRICA(1)
1. Lo atinente al régimen de la energía eléctrica se inscribe en un marco de regulación
federal incorporado al concepto abarcativo que supone la interpretación del art. 75, inc. 13
de la Constitución Nacional; y en esa inteligencia el Congreso dictó las leyes 15.336 y
24.065 por las que se planifica, se establecen pautas generales y se ordena la política
energética.
–De los precedentes “Asociación de Grandes Usuarios de Energía Eléctrica de la República
Argentina”, “Compañía de Transportes de Energía Eléctrica en Alta Tensión Transener
S.A.” y “Yacylec S.A.”, a los que remitió la Corte Suprema–: p. 358.
3. Aun cuando la totalidad del recorrido de la línea de alta tensión se desarrolle dentro
del territorio de la Provincia de Santiago del Estero, debe sujetarse a la jurisdicción
nacional, pues conforma una interconexión que integra el Sistema Argentino de
Interconexión y que, en cuanto tal, debe quedar sometida a la jurisdicción federal [conf.
en especial: art. 6º, inc. e, art. 35, inc. d, arts. 36 y 37, de la ley 15.336 y resolución 137/
92 (S.E.)]: p. 595.
5. Debe rechazarse el argumento del ente provincial acerca de que cuando se trata de
una instalación de transporte que se conecta con el Sistema Argentino de Interconexión,
pero que no pertenece a éste sino al sistema eléctrico de una provincia, dicha instalación
debe ser considerada de jurisdicción local, pues sustentó tal interpretación en el art. 38,
de la ley 15.336, norma que ha sido expresamente derogada por la ley 24.065, que es
complementaria de aquélla: p. 595.
ENTIDADES AUTARQUICAS
ENTIDADES FINANCIERAS
Ver: Privilegios, 2; Recurso extraordinario, 53.
EXCARCELACION (51)
EQUIDAD
ERROR
ERROR JUDICIAL
ESCALAFON
ESPECTACULOS DEPORTIVOS
ESPECTACULOS PUBLICOS
ESTADO DE DERECHO
ESTADO NACIONAL
ESTUPEFACIENTES
EXCARCELACION
EXCEPCIONES(1)
Clases
1. Si bien se admite que se prive de validez a decisiones que sean fruto de un exceso
ritual manifiesto renunciando a la verdad jurídica objetiva, ese estándar hermenéutico
–de raigambre constitucional– lejos está de constituir una excusa absolutoria de todos y
cada uno de los incumplimientos, las negligencias y los actos defectuosos en que las
partes incurran en el proceso, pues debe ser armonizado con el principio –de igual fuente–
de igualdad: p. 838.
EXENCION IMPOSITIVA
EXEQUATUR
EXPEDIENTE ADMINISTRATIVO
(1) Ver también: Aclaratoria, 3; Recurso extraordinario, 18, 24, 70, 72, 95, 127,
141, 149, 150.
(2) Ver también: Jubilación y pensión, 3; Recurso extraordinario, 84, 118, 138.
EXTRADICION (53)
EXPORTACION
EXTRADICION(1)
INDICE SUMARIO
Generalidades
2. Corresponde aplicar la regla del art. 441 del Código Procesal Penal y hacer extensiva
al recurrente la solución adoptada por el Tribunal al rechazar otro pedido de extradición
si la identidad procesal que detentan ambos requeridos permite afirmar que no fueron
motivos exclusivamente personales los que sustentaron la anterior sentencia: p. 743.
4. Al encontrarse el recurrente aún bajo jurisdicción argentina, la aplicación del art. 441
del Código Procesal Penal de la Nación al trámite de la extradición retrotrae su situación
(1) Ver también: Recurso extraordinario, 5, 97, 186; Recurso ordinario de apela-
ción, 29.
(54) EXTRADICION
5. Más allá de las posibles similitudes fácticas y jurídicas en la situación procesal del
recurrente y la correquerida, dista el recurso ante el Tribunal de ser el itinerario apto
para obtener respuesta a la pretensión de quien, prevaliéndose del speculum observa la
mejor suerte de sus codelincuentes y extemporáneamente intenta retrotraer la causa a
etapas precluidas en las que adoptó decisiones que entonces estimó más provechosas
(Disidencia de la Dra. Carmen M. Argibay).
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la disidencia–: p. 743.
8. Los tribunales del país requerido no pueden modificar la calificación efectuada por
los del país requirente porque ese extremo resulta ajeno al trámite de la extradición y
debe ser resuelto en el proceso penal pertinente: p. 1245.
11. Si bien la caracterización de qué debe entenderse por delito político está lejos de ser
clara, sí es claro que la ley 24.767 –cuyas normas sirven para interpretar el texto de los
tratados, conforme su art. 2º–, establece ciertas limitaciones a esta categoría y entre
ellas se encuentra la prevista en el inc. g) del art. 9, que establece que no se considerarán
EXTRADICION (55)
políticos los delitos respecto de los cuales la República Argentina hubiera asumido una
obligación convencional internacional de extraditar o enjuiciar.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 1245.
12. La acusación de que la extradición está motivada por una persecución política no
puede prosperar si no se acompañan pruebas fehacientes que apuntalen la protesta de
la defensa con aplicación a la concreta situación de los imputados, sin que puedan
considerarse de igual forma meras conjeturas que no alcanzan para conmover la confianza
que necesariamente depositan los estados contratantes en sus respectivos sistemas de
gobierno y, particularmente, en que los tribunales del país requirente aplicaron y han
de aplicar con justicia la ley de la tierra.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 1245.
13. Imponerle a jueces ajenos al proceso (como lo son los de la extradición) resolver
cuestiones, quizás intrincadas, como la validez y fiabilidad de la prueba, sobre la base
de un conocimiento imperfecto de los hechos de la causa –ya que el juez argentino sólo
cuenta con los elementos indispensables para verificar si se cumplen los requisitos para
conceder la extradición y no aquellos que le permitirían expedirse sobre la responsabilidad
de los extraditables–, trae como peligrosa consecuencia que puedan dictarse decisiones
infundadas que podrían pesar en contra de los propios intereses de los imputados.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 1245.
15. Más allá de las observaciones que ha merecido por parte de organismos de derechos
humanos el régimen penitenciario del Perú, tal circunstancia queda subsanada si el
Estado requirente ha acompañado al pedido un informe pormenorizado de la unidad
penitenciaria donde serán alojados los requeridos y el establecimiento no es uno de
aquellos que mereció aquellas observaciones negativas sino que parece cumplir
ampliamente con los requisitos exigidos para una adecuada atención a su fin
resocializador.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 1245.
Doble incriminación
se efectúa sobre la base de un hecho hipotético que ese país pretende probar, el examen
de la adecuación del mismo hecho a un tipo legal del país requerido se efectúa sobre la
base de que ese hecho, hipotéticamente, cayese bajo su ley.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 1245.
18. Mientras que para el país requirente la existencia del hecho es hipotética, para el
país requerido lo hipotético es que el hecho caiga bajo su jurisdicción.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 1245.
Prescripción
19. Parece razonable considerar que la reducción en razón de la edad que consagra el
art. 81 del Código Penal de la República del Perú debe aplicarse tanto para determinar
cuál es el plazo ordinario del art. 80 como el de duración razonable del proceso del art.
83 in fine del mismo cuerpo legal: p. 1245.
20. Los plazos de prescripción contenidos en los arts. 80 y 83 in fine del Código Penal de
la República del Perú están fundados en razones materiales y responden a fundamentos
distintos: el primero para poner un límite a la pretensión punitiva del Estado en
condiciones razonables de tramitación de un proceso y el segundo para fijar un límite
temporal con carácter general a partir del cual esa duración pasa a ser irrazonable y
establecer, como sanción a esa irrazonabilidad imputable al Estado en la tramitación de
un proceso, la prescripción de la acción penal: p. 1245.
21. La atenuación en razón de la edad que consagra el art. 81 del Código Penal de la
República del Perú está fundada en razones personales y respondería a cuestiones
humanitarias fundadas en la menor expectativa de vida y la obligación del Estado de
determinar los derechos de quien está en esa situación: p. 1245.
22. Corresponde incluir en la fijación del plazo contemplado por el art. 83 in fine del
Código Penal de la República del Perú la reducción, en razón de la edad, que consagra el
art. 81, ya que lo contrario conduciría a que la actitud del Estado prevaleciera sobre los
fundamentos humanitarios y que la reducción consagrada a esos fines quedara privada
de efecto: p. 1245.
Procedimiento
24. La tardía introducción del pedido de extradición no puede invocarse como una
excepción legal contra la entrega en la medida en que la fijación de un término para el
mantenimiento del requerido bajo arresto provisorio tiene por objeto impedir que,
reclamada la detención sin prueba alguna, esa situación continúe más allá del plazo
fijado, si el Estado requirente no presenta antecedentes bastantes para justificar su
pedido (Voto del Dr. E. Raúl Zaffaroni).
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió el voto–: p. 292.
FACULTADES NO DELEGADAS (57)
25. Por aplicación del principio de derecho internacional conforme al cual, ante el silencio
de las partes, la forma de los actos se rige por el lugar de celebración de ellos, es la lex
fori la que debe regir la sustanciación del pedido de extradición: p. 743.
26. La interpretación de la defensa en cuanto a que los recaudos exigidos por el Tratado
de Montevideo de 1889 deben complementarse con los requeridos por la Ley de
Cooperación Internacional en Materia Penal, conlleva introducir indebidamente
requisitos extraños al acuerdo internacional que rige el caso.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 1245.
27. Corresponde rechazar el agravio por el cual la defensa intenta impedir la extradición
sobre la base del estado del sistema carcelario de la República de Perú ya que corresponde
tener en cuenta, no tanto las referencias genéricas a una situación determinada, sino si
en la causa existen elementos que permitan poner en tela de juicio la correcta actuación
en el proceso de la justicia del país requirente.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 1245.
28. El compromiso asumido por la República del Perú en cuanto a las condiciones de
detención a la que estarán sometidos los requeridos deberá incluir salvaguardas acordes
con la integridad de quien tenía más de sesenta y cinco años de edad al tiempo de la
comisión del hecho punible: p. 1245.
Trámite
29. En cuanto a la condición impuesta por el art. 11, inc. e, de la ley 24.767, razones de
equidad y justicia que reconocen sustento en las normas de derecho internacional de los
derechos humanos que obligan a Argentina y Perú, aconsejan que el juez de la causa
ponga en conocimiento del país requirente el tiempo de privación de libertad al que
estuvieron sujetos los requeridos en el trámite de extradición, con el fin de que las
autoridades jurisdiccionales competentes extranjeras arbitren las medidas a su alcance
para que ese plazo de detención se compute como si los extraditados lo hubiesen sufrido
en el curso del proceso que motivó el requerimiento: p. 1245.
FACULTAD REGLAMENTARIA
Ver: Decreto reglamentario, 1 a 3.
FACULTADES DELEGADAS
Ver: Municipalidades, 1.
FACULTADES NO DELEGADAS
Ver: Jurisdicción y competencia, 144; Municipalidades, 1.
(58) FUERZA MAYOR
FALLO PLENARIO
FALSIFICACION
FALSIFICACION DE DOCUMENTOS
FALTA DE ACCION
FERIADOS
FERROCARRILES
Ver: Terceros, 4.
FRAUDE
Ver: Transacción, 7.
FUERO DE ATRACCION
FUERZA MAYOR
FUERZAS ARMADAS
FUNCIONARIOS PUBLICOS
Ver: Extradición, 7; Jueces, 47.
GOBIERNO DE FACTO
GRAVAMEN
GRAVEDAD INSTITUCIONAL
Ver: Recurso extraordinario, 155, 156.
HABEAS DATA
HABER JUBILATORIO
HECHO NUEVO
Ver: Constitución Nacional, 34; Pago, 5.
(60) HONORARIOS
HIDROCARBUROS
HONORARIOS(1)
Regulación
3. El art. 63 de la ley 21.839 establece la aplicación de esa ley a todos los asuntos o
procesos pendientes en los cuales no hubiere recaído resolución firme regulando
honorarios al tiempo de su entrada en vigencia: p. 94.
5. La justa retribución que reconoce la Carta Magna en favor de los acreedores debe ser,
por un lado, conciliada con la garantía –de igual grado– que asiste a los deudores de no
ser privados ilegítimamente de su propiedad al verse obligados a afrontar –con sus
patrimonios– honorarios exorbitantes, además de que no puede ser invocada para legi-
timar una solución que represente un lucro absolutamente irracional, desnaturalizan-
do el principio rector sentado por la Constitución Nacional para la tutela de las garan-
tías reconocidas (Voto de la Dra. Elena I. Highton de Nolasco): p. 94.
10. Las normas contenidas en la ley arancelaria deben ser interpretadas armónicamente,
para evitar hacer prevalecer una sobre otra, con el propósito de resguardar el sentido
que el legislador ha entendido asignarles y, al mismo tiempo, el resultado valioso o
disvalioso que se obtiene a partir de su aplicación a los casos concretos (Voto del Dr.
Juan Carlos Maqueda): p. 94.
11. Los arts. 6º, 7º y 13 de la leyes 21.839 y 24.432, configuran un bloque normativo con
determinación de pautas para fijar los honorarios que debe ser analizado y ponderado
en conjunto al momento de efectuar las pertinentes regulaciones (Voto del Dr. Juan
Carlos Maqueda): p. 94.
12. El art. 63 de la ley 21.839 –no derogado por la ley 24.432– no debe soslayarse al
interpretar la aplicación del art. 13 de la ley 24.432, ya que su invocación en los casos
concretos estaría condicionada a la existencia y fundamentación del irrazonable resultado
que se obtendría de aplicar exclusivamente las escalas porcentuales y prescindir de las
pautas enunciadas en el art. 6º y ratificadas en el art. 13 citado (Voto del Dr. Juan
Carlos Maqueda): p. 94.
13. En tanto es condición de validez de un fallo judicial que sea la conclusión razonada
del derecho vigente con particular referencia a las circunstancias comprobadas de la
causa, merecería la tacha de desproporcionada aquella regulación que diera por resultado
una suma irrisoria, incompatible con un análisis serio y mesurado de las variables del
caso y de las normas aplicables (Voto del Dr. Juan Carlos Maqueda): p. 94.
(62) IDONEIDAD
15. Los porcentuales establecidos en el art. 7 de la ley arancelaria, no deben ser aplicados
en forma mecánica prescindiendo de una adecuada relación con las restantes pautas
que determina el art. 6, inc. b y sgtes., de la ley 21.839, pues se impone una interpretación
armónica que componga, con el prudente equilibrio, los distintos parámetros que
determina la ley, a efectos de evitar la disociación de la pauta económica, atinente al
monto del litigio, de las restantes que informa la normativa arancelaria, entre las cuales
se destacan la extensión, calidad, complejidad de la labor profesional, y la trascendencia
jurídica, moral y económica que tiene el asunto o proceso para casos futuros, y para la
situación económica de las partes (Voto del Dr. E. Raúl Zaffaroni): p. 94.
HONORARIOS DE PERITOS
IDONEIDAD
IGUALDAD
Ver: Defensa de la competencia, 2; Excesivo rigor formal, 1; Extradición, 2; Impuesto a
las ganancias, 8, 9; Intereses, 2; Jueces, 16, 23, 41, 43; Juicio criminal, 1; Recurso
extraordinario, 50.
IMPUESTO(1)
(1) Ver también: Convenio Multilateral del 18 de agosto de 1977, 1; Jueces, 41,
48 a 51; Medida de no innovar, 1, 3.
(64) IMPUESTO A LAS GANANCIAS
mientras que la ley 566 de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico
Sur atiende a los perjuicios que la mercadería –cigarros y cigarrillos– causa a la salud
de los consumidores, pues ello conduciría a la inaceptable admisión de la existencia de
dos actuaciones diferenciadas por el fin que persiguen, pero iguales en relación con la
actividad material en que consisten, que es en ambos casos la comprobación de legitimidad
y origen de determinados productos: p. 792.
5. Si la recurrente no planteó la posibilidad de que –en virtud del texto literal del art.
200 de la Constitución de San Juan en cuanto sólo se refiere a disminuciones que pudieran
efectuar las leyes locales– tal limitación pudiera dar fundamento a aplicar válidamente
a los magistrados locales –y a los jubilados como tales– un impuesto establecido por una
ley federal, corresponde confirmar la decisión que hizo lugar al amparo tendiente a que
(1) Ver también: Constitución Nacional, 37; Excepciones, 1; Jueces, 36, 49; Re-
curso extraordinario, 53, 56, 96, 208, 212.
IMPUESTO AL VALOR AGREGADO (65)
7. Es posible, necesario e imprescindible que los jueces estén bien retribuidos, que sus
remuneraciones mantengan su poder adquisitivo y que, simultáneamente, paguen el
Impuesto a las Ganancias, haciendo clara la diferencia entre sufrir un detrimento
discriminatorio –y por tanto inconstitucional– y pagar un tributo general (Disidencia
del Dr. Horacio Daniel Rosatti): p. 1092.
2. El art. 10, párrafo quinto, punto 2, de la ley del IVA implica que cuando el vendedor –
o quien realice la locación o la prestación de servicios– financia directamente al comprador
el precio convenido, o parte de éste, los intereses no son escindibles de la operación
principal a la que acceden, por lo cual su tratamiento impositivo es el mismo que el
otorgado por la ley a esta última (Disidencia de los Dres. Elena I. Highton de Nolasco y
Ricardo Luis Lorenzetti): p. 963.
(1) Ver también: Peaje, 1; Recurso extraordinario, 27, 119; Recurso ordinario de
apelación, 13, 26.
(66) INJURIAS
impositivo de los intereses deberá ser el mismo que la ley establece para la operación
principal (Disidencia de los Dres. Elena I. Highton de Nolasco y Ricardo Luis Lorenzetti):
p. 963.
IMPUESTO DE SELLOS
IMPUESTOS PROVINCIALES
INCIDENTE DE NULIDAD
INCIDENTES
INHABILIDAD DE TITULO
INJURIAS
INTANGIBILIDAD(1)
1. La falta de impugnación de la acordada 20/96 por parte del Fisco, determina que
haya adquirido la estabilidad propia de los actos administrativos: p. 1092.
INTERESES(2)
Generalidades
1. Los intereses resarcitorios y punitorios que liquida la ejecutante han sido establecidos
con el propósito de estimular el cumplimiento en término de las obligaciones tributarias
y previsionales; su desconocimiento o reducción importaría olvidar su naturaleza, la
razón legal que los justifica y el carácter que se ha asignado a normas similares: p. 753.
2. No cabe integrar por analogía a las obligaciones del Estado Nacional por la distribución
de los fondos adeudados a las provincias, la solución reglada de modo típico sólo para el
incumplimiento en que incurren los agentes del mercado eléctrico mayorista en el pago
de las facturas por la adquisición de energía –resoluciones 61/92, modificada por la 78/
95 de la Secretaría de Energía, dictada en el marco del art. 36 de la ley 24.065–, pues, al
no verificarse simetría de obligaciones, no puede invocarse agravio alguno al principio
de igualdad consagrado en el art. 16 de la Constitución Nacional: p. 1317.
Liquidación
Anatocismo
3. La previsión del art. 623 del Código Civil es de orden público y la capitalización de
intereses sólo es admisible de modo restrictivo y en los supuestos expresamente admitidos
en la norma legal, so pena de que mediante la aplicación de fórmulas matemáticas
(1) Ver también: Constitución Nacional, 35, 38 a 41, 62 a 64; Impuesto a las
ganancias, 4 a 9; Jubilación de magistrados y diplomáticos, 4; Jueces, 4 a 29,
35 a 38, 40 a 45, 48 a 52; Recurso extraordinario, 39, 49, 53, 56, 191, 193, 207,
208, 212.
(2) Ver también: Consolidación de deudas, 11; Cosa juzgada, 1; Impuesto al va-
lor agregado, 1 a 3; Recurso extraordinario, 7, 64, 92, 115 a 117, 168; Recurso
ordinario de apelación, 13, 26.
(68) INTERPRETACION DE LA LEY
4. Si la mera ponderación del cálculo de intereses aprobado por la alzada, permite ad-
vertir que se ha excedido notablemente a una razonable expectativa de conservación
patrimonial del crédito de la actora, la solución impugnada no puede ser mantenida
pues notoriamente se ha apartado de la realidad económica del caso, violentando los
principios establecidos en los arts. 953 y 1071 del Código Civil (Voto de los Dres. Elena
I. Highton de Nolasco, E. Raúl Zaffaroni y Ricardo Luis Lorenzetti): p. 335.
INTERESES RESARCITORIOS
Ver: Intereses, 1.
2. Debe evitarse que las normas constitucionales sean puestas en pugna entre sí, para
lo cual se debe procurar dar a cada una el sentido que mejor las concierte y deje a todas
con valor y efecto (Voto de la Dra. Elena I. Highton de Nolasco y disidencia del Dr.
Carlos S. Fayt): p. 385.
INTERPRETACION DE LA LEY
Ver: Aduana, 1; Daños y perjuicios, 1; Extradición, 20; Honorarios, 10, 15; Impuesto a
las ganancias, 1 a 3; Impuesto al valor agregado, 4; Jubilación y pensión, 3; Juicio
criminal, 1; Jurisdicción y competencia, 55; Ley, 8, 9, 12; Privilegios, 1; Recurso de
casación, 1, 2; Recurso extraordinario, 106, 119; Recurso ordinario de apelación, 27;
Sentencia, 4.
(1) Ver también: Constitución Nacional, 41; Jueces, 28, 41 a 43, 48; Jurisdicción
y competencia, 93; Sentencia, 4.
JUBILACION DE MAGISTRADOS Y DIPLOMATICOS (69)
2. Toda solución que permita a los jueces demandar la tutela del art. 110 de la Constitu-
ción Nacional y desconozca igual facultad a los jubilados, convierte en letra muerta las
previsiones de los arts. 4, 7, 10, 15 y 27 de la ley 24.018, al desconocer que el quebranta-
miento de la norma superior se proyecta sobre aquéllos que, por haberse jubilado con
derecho a un porcentaje fijo de las remuneraciones de los magistrados en actividad,
encuentran sus haberes sensiblemente disminuidos frente a lo que deberían percibir
para evitar discriminaciones ilegítimas.
–Del precedente “Craviotto”, al que remitió la Corte Suprema–: p. 904.
JUBILACION Y PENSION(1)
1. Corresponde revocar la sentencia que reconoció el derecho de la actora al beneficio de
pensión derivado de la muerte de su conviviente, si la peticionante no logró demostrar
que convivió en aparente matrimonio con el difunto durante los cinco años que exige la
ley: p. 239.
3. Frente a los términos del art. 3º, in fine, del decreto 1377/74, reglamentario de la ley
20.606, los fundamentos de la sentencia que confirmó lo resuelto respecto a falta de
impugnación de la resolución que denegó la reapertura de la instancia y estimó que las
pruebas eran inhábiles para reabrir el procedimiento, aparecen revestidos de un injus-
tificado rigor que es contrario a las pautas de hermenéutica en la materia, en la que no
debe llegarse al desconocimiento de derechos sino con suma cautela, por lo que corres-
ponde revocar lo decidido: p. 959.
JUECES(1)
INDICE SUMARIO
1. Todos los jueces, cualquiera sea la instancia en la que desarrollen sus funciones,
cumplen tareas similares, en tanto todos ejercen el poder jurisdiccional que es propio de
la magistratura judicial, esto es, juzgar los casos que le son sometidos a su conocimiento
y, en general, ejercer las atribuciones que correspondan a su cargo, pero de ello no deri-
va que todos los jueces deban percibir igual remuneración.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 304.
(1) Ver también: Constitución Nacional, 35, 38 a 41, 62 a 64; Impuesto a las
ganancias, 7 a 9; Iura novit curia, 1; Jubilación de magistrados y diplomáti-
cos, 1, 2, 5; Pago, 1 a 4; Poder Judicial, 1, 2; Recurso extraordinario, 39, 50,
51, 53, 56, 63, 75, 96, 143, 191, 193, 207, 208; Sentencia, 1.
(72) JUECES
2. Los distintos salarios que corresponden a los jueces que integran los tribunales orales
y a los correccionales no son contrarios a la garantía del art. 14 bis de la Constitución
Nacional, porque se trata de situaciones diferentes que no pueden ser valoradas como
irrazonables o arbitrarias, en tanto revisten distintas categorías –unos están equipara-
dos a jueces de cámara y los otros son jueces de primera instancia– y también difiere la
competencia asignada por la ley, que indica que los primeros conocerán en los supuestos
del art. 25 del Código Procesal Penal y los segundos juzgarán los casos previstos en el
art. 27 de ese cuerpo normativo (arts. 23 y 12 de la ley 24.050, respectivamente).
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 304.
5. El art. 110 de la Constitución Nacional constituye un mandato dirigido a los otros dos
poderes del Estado y les impone abstenerse de dictar o ejecutar acto alguno que impli-
que reducir la remuneración de los jueces, pero no instituye un privilegio que los ponga
a salvo de toda y cualquier circunstancia que redunde en una pérdida del poder adqui-
sitivo de sus haberes: p. 385.
del Estado (Voto de los Dres. E. Raúl Zaffaroni y Ricardo Luis Lorenzetti y disidencia
del Dr. Carlos S. Fayt): p. 385.
12. Los derechos subjetivos basados en el art. 110 de la Constitución Nacional no deben
ser ejercidos de modo irrazonable, ya que todo derecho tiene su límite. Debe fijarse esa
frontera en el valor de la solidaridad, ya que los jueces deben ser solidarios con el resto
de la población y la intangibilidad no puede ser interpretada de modo absoluto, de ma-
nera que termine consagrando un privilegio (Voto de los Dres. E. Raúl Zaffaroni y Ricar-
do Luis Lorenzetti): p. 385.
18. La división de poderes es un principio que debe ser asegurado en toda la Nación y
ello implica que los jueces tengan ingresos dignos, para que los mejores hombres y mu-
jeres sean los que sientan interés en servir a la justicia y a los ciudadanos (Voto de los
Dres. E. Raúl Zaffaroni y Ricardo Luis Lorenzetti): p. 385.
20. Será la magnitud notable y el ostensible deterioro sufrido por las remuneraciones de
los magistrados que en cada caso acontezca, en su proyección en la relación de desempe-
ño de la función judicial, la que justificará la tutela que se persigue por la vía del ampa-
ro con apoyo en la cláusula constitucional de la intangibilidad (Voto de los Dres. E. Raúl
Zaffaroni y Ricardo Luis Lorenzetti): p. 385.
23. La prohibición de reducir las remuneraciones de los jueces mientras duren en sus
funciones, consagrada en el art. 156 de la Constitución de Entre Ríos y en el art. 110 de
la federal respecto de los jueces nacionales, tienen por objeto garantizar la independen-
cia e imparcialidad de la justicia en cuanto poder del Estado, pero no instituye un privi-
legio que los ponga a salvo de toda y cualquier circunstancia que redunde en una pérdi-
da de poder adquisitivo de sus haberes en violación a los principios de igualdad ante la
ley, equidad y justicia distributiva (Voto de la Dra. Elena I. Highton de Nolasco): p. 385.
29. De acuerdo con lo expuesto por la propia administración, no parece dudoso que la
suma establecida en el decreto 1770/91 tuvo como objeto compensar el deterioro opera-
do en las remuneraciones judiciales en un período determinado, por lo que significó el
reconocimiento de una diferencia salarial acorde con los niveles exigidos por el art. 110
de la Constitución Nacional, lo que demuestra la naturaleza remunerativa del aludido
pago, que también –por su índole– debe conceptuarse como contraprestación por los
servicios prestados en la función jurisdiccional: p. 872.
30. El carácter remuneratorio de las diferencias salariales ofrecidas por medio del de-
creto 1770/91 no se altera por la mera circunstancia de que hayan sido pagadas por
“única vez”, ni por el hecho de que se concrete en el pago de una suma fija y uniforme
para todos los magistrados y funcionarios comprendidos por la norma en tanto media el
efecto cancelatorio que deriva de la aceptación por los interesados: p. 872.
31. Resulta irrelevante a los fines de discernir la causa de los pagos la circunstancia de
que se hubiera incumplido –al momento de su percepción– con los aportes y contribucio-
nes que hubiesen sido exigibles por la índole del suplemento establecido por el decreto
1770/91, ya que el eventual incumplimiento de los deberes a cargo de la administración
(76) JUECES
como agente de retención no puede mutar la verdadera naturaleza del desembolso efec-
tuado: p. 872.
32. En tanto los pagos ordenados por el decreto 1770/91 formaron parte de una política
de recomposición salarial para el Poder Judicial de la Nación, no cabe constreñir el
reconocimiento de la deuda con los magistrados en actividad al limitado marco civilista
de las transacciones habidas con cada uno de los interesados (arts. 832 y sgtes. del
Código Civil), toda vez que aquellos actos fueron sólo medios instrumentales para la
efectivización de los pagos (arts. 4º y 5º, del citado decreto), y que no podían ser óbice
para el reclamo de otros interesados, como los magistrados y funcionarios en situación
de retiro: p. 872.
33. El hecho de que el decreto 1770/91 sólo haga mención de los magistrados y funciona-
rios en actividad, no debe llevar a la conclusión de que ese pago adicional deba ser
excluido a los fines jubilatorios, pues de ser así se alterarían de modo sustancial y por
vía reglamentaria los términos de la movilidad de los haberes jubilatorios previstos en
los arts. 7º y 14 de la ley 18.464: p. 872.
34. La independencia del Poder Judicial obliga a concluir que la intangibilidad de los
emolumentos de los magistrados es extensible al haber de los jueces jubilados, desde
que la posible disminución de los derechos previsionales generaría intranquilidad en el
ejercicio funcional, o presión para motivar el abandono de sus cargos de quienes, con ese
grado de incertidumbre, tuvieran que administrar justicia: p. 872 y voto de los Dres.
Poclava Lafuente y Ferro y del Dr. García Lema en p. 1092.
36. La garantía de intangibilidad impide admitir que se aplique un gravamen que recaiga
directamente sobre el sueldo de los jueces –como el impuesto a las ganancias– ya que
ello implicaría –en los hechos– disminuir la retribución que tienen fijada, lo cual está
prohibido por la Constitución Nacional (art. 110); pero en modo alguno los exime de
abonar –en paridad con el resto de la población– todos los tributos a los que pudiesen
estar obligados por cualquier otro acto o situación alcanzado por la legislación tributaria
(Voto de los Dres. Juan Carlos Poclava Lafuente y Jorge Ferro): p. 1092.
37. La Constitución Argentina es más enfática que la de los Estados Unidos en cuanto a
la prohibición de que se disminuya la compensación de los jueces, porque en ella se
agregó que tal disminución no puede realizarse “en manera alguna”, especificación que
no está en la cláusula análoga de la Constitución de aquel país (Voto de los Dres. Juan
Carlos Poclava Lafuente y Jorge Ferro): p. 1092.
orientada esa garantía, por lo que una interpretación armónica del texto constitucional
tras la mencionada reforma conduce sin dudas, y con mayor fuerza aun, a sostener y
ratificar el criterio que, en forma pacífica, adoptó la Corte Suprema (Voto de los Dres.
Juan Carlos Poclava Lafuente y Jorge Ferro): p. 1092.
40. Los magistrados en pasividad mantienen su condición de tales, al grado de poder ser
convocados para desempeñarse en el cargo que tenían al momento de jubilarse sin posi-
bilidad de negarse o excusarse (arts. 16 y 17, ley 24.018), de donde puede concluirse que
continúan amparados por el art. 110 de la Constitución Nacional (Votos de los Dres.
Juan Carlos Poclava Lafuente y Jorge Ferro y del Dr. Alberto Manuel García Lema):
p. 1092.
41. En tanto es la propia Constitución Nacional la que otorga una tutela específica a la
remuneración de los magistrados, sostener que tales remuneraciones, por aplicación
del art. 16, deben estar necesariamente sujetas al mismo tratamiento impositivo que el
ingreso proveniente del desempeño de cualquier otra tarea –en el campo público o pri-
vado–, aunque tal tratamiento importase una inequívoca disminución de su monto, se-
ría una conclusión opuesta a elementales principios de hermenéutica, ya que implicaría
–lisa y llanamente– tener por no escrita la norma del art. 110, que resultaría así des-
truida y borrada del texto constitucional (Voto de los Dres. Juan Carlos Poclava Lafuente
y Jorge Ferro): p. 1092.
43. La garantía establecida por el art. 110 de la Ley Fundamental resulta perfectamen-
te compatible con el principio de igualdad, según el alcance que le ha asignado invaria-
blemente la jurisprudencia de la Corte Suprema, pues la interpretación de las leyes –y
la Constitución lo es en grado supremo– debe hacerse siempre evitando darles aquel
sentido que ponga en pugna sus disposiciones, destruyendo las unas por las otras, y
adoptando, como verdadero el que las concilie y deje a todas con valor y efecto (Voto de
los Dres. Juan Carlos Poclava Lafuente y Jorge Ferro): p. 1092.
47. Del art. 36 de la Constitución Nacional, complementado por el art. 2º de la ley 25.188,
emerge un haz de recaudos y deberes para quienes cumplen funciones públicas que
implican una exigencia muy superior a la requerida para los que no las ejercen, obliga-
ciones que a su vez resultan acompañadas de sanciones y responsabilidades. Se trata de
una clara reglamentación de la condición de la “idoneidad” para los empleos, prevista
en el art. 16 de la Constitución Nacional, y si ello es ahora así para la generalidad de los
funcionarios públicos, esta circunstancia debe entenderse agravada para los jueces, por
el régimen de incompatibilidades especial que los alcanza (Voto del Dr. Alberto Manuel
García Lema): p. 1092.
48. El art. 110 de la Constitución Nacional no puede ser interpretado como una norma
especial o de excepción con relación al principio del art. 16, estando los jueces obligados
a pagar todos aquellos impuestos que, por su carácter general, no expresen un ánimo
hostil o persecutorio contra su noble actividad (Disidencia del Dr. Horacio Daniel Rosatti):
p. 1092.
50. Abonando sus gravámenes al igual que todos los contribuyentes que se encuentran
en las mismas condiciones y circunstancias, sin privilegios ni tratamientos diferencia-
les en su favor, los jueces verán reforzada su independencia, la que seguramente podría
verse comprometida de mantenerse la ilegítima exención, en tanto ella podría ser reti-
rada o quitada en cualquier momento por el poder político, o utilizada como argumento
para influir en sus decisiones, aquejando esa necesaria independencia (Disidencia del
Dr. Héctor Oscar Méndez): p. 1092.
52. Sin perjuicio que las acordadas constituyen actos de alcance general que son revisables
en las mismas condiciones en que puede serlo cualquier acto administrativo, la acorda-
JUICIO CIVIL (79)
da 20/96 resulta inaplicable, toda vez que ha sido dictada por la Corte en el ejercicio de
las facultades de superintendencia (art. 113 de la Constitución Nacional) y con los al-
cances establecidos en dicha norma, sin que ello resulte de obligatorio respeto cuando
en función jurisdiccional resuelve en causa judicial un planteo efectuado por terceros
con interés legítimo, frente a otras normas de superior jerarquía (arts. 31, 116 y 117 de
la Constitución Nacional, 1, y 2 de la ley 27 y 21 de la ley 48) (Disidencia del Dr. Héctor
Oscar Méndez): p. 1092.
JUECES NACIONALES
JUECES NATURALES
Ver: Jurisdicción y competencia, 2.
JUECES PROVINCIALES
Ver: Acumulación de procesos, 6; Constitución Nacional, 4; Impuesto a las ganancias, 4,
5; Jurisdicción y competencia, 144, 145; Recurso extraordinario, 53, 191, 212.
JUEGOS DE AZAR
JUICIO CIVIL(1)
JUICIO CRIMINAL(1)
1. El precepto contenido en el art. 441 del Código Procesal Penal de la Nación tiene como
fundamento evitar la existencia de fallos contradictorios ante idénticas o análogas si-
tuaciones en aras de preservar la igualdad ante la ley y la buena administración de
justicia, a punto tal que este efecto extensivo ha sido reconocido incluso para considerar
alcanzado al imputado que hubiera desistido de la apelación interpuesta: p. 743.
JUICIO EJECUTIVO(2)
1. El art. 554 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, al disponer dos crite-
rios diversos respecto a la apelabilidad en el juicio ejecutivo, ha considerado que la
apelación de los honorarios no está ligada ni tiene razonable relación con los fines perse-
guidos al adoptar el criterio restrictivo en materia de apelación de sentencia de remate
en el juicio ejecutivo: p. 94.
JUICIO ORAL
JUICIO POLITICO
Ver: Recurso extraordinario, 31.
JURISDICCION Y COMPETENCIA(3)
INDICE SUMARIO
Principios generales
Cuestiones de competencia
Generalidades
2. Los litigantes tienen el deber de someterse a sus jueces naturales, ajustarse a las
decisiones que en esos expedientes recaigan y, ante ellos, efectuar cualquier reclamo
que consideren atendible, a cuyo efecto tendrán que utilizar las vías autorizadas por las
leyes procesales, ya que sólo a los jueces que conocen del proceso es a quienes les incum-
be dictar resoluciones sobre la materia litigiosa.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 49.
7. Si sólo se cuenta con las declinatorias de los magistrados, y no se observa que en ellas
se hayan practicado las averiguaciones necesarias tendientes a corroborar si existe coin-
cidencia entre las numeraciones individualizadoras del vehículo y las que constan en
JURISDICCION Y COMPETENCIA (83)
12. Si bien para la correcta traba del conflicto de competencia, resulta necesario el cono-
cimiento por parte del tribunal que lo promovió de las razones que informan lo decidido
por el otro magistrado interviniente, para que declare si mantiene o no su anterior
posición, cabe hacer excepción a ese óbice formal, ya que no obsta al pronunciamiento de
la Corte cuando razones de economía procesal así lo aconsejen.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 1348.
13. No existe óbice alguno para declarar competente a un tribunal que no ha sido parte
en la contienda negativa de competencia (Disidencia de los Dres. Ricardo Luis Lorenzetti
y Carmen M. Argibay): p. 840.
14. Resulta ajeno a la Corte Suprema de Justicia de la Nación establecer qué tribunal
provincial en concreto debe entender en el proceso cuya jurisdicción ejercen los jueces
locales.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 851.
(84) JURISDICCION Y COMPETENCIA
15. La Corte está facultada para otorgar el conocimiento de las causas a los jueces com-
petentes, aún cuando no hubiesen sido parte en la contienda.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 860.
16. Si sólo se cuenta con la declaración de la denunciante que, por su falta de precisión,
no resulta suficiente para afirmar que personal del Servicio Penitenciario Federal hu-
biera robado y agredido físicamente a un detenido, y tampoco se han practicado las
diligencias necesarias tendientes a corroborar las circunstancias de tiempo, modo y lu-
gar que habrían rodeado al hecho, ni consta que el presunto damnificado haya sido
interrogado al respecto, corresponde al juez que primero conoció de la “notitia criminis”,
y declinó su competencia respecto de ese hecho sin incorporar los elementos necesarios
para darle precisión, subsanar tales deficiencias y resolver luego de acuerdo a lo que de
ello surja.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 370.
17. Si el debate quedó circunscripto a los jueces a cargo de los juzgados de seguridad
social y civil –ambos de la justicia nacional–, dado que en sus respectivos pronun-
ciamientos medió una atribución recíproca de competencia, el conflicto quedó dirimido
por la decisión de la Cámara Federal de la Seguridad Social, ya que de ella depende el
juez que conoció en primer término.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 1236.
18. Con arreglo a lo previsto en el art. 24, inc. 7º, el decreto-ley 1285/58, el órgano
legalmente facultado para dirimir la contienda de competencia no era la Cámara Fede-
ral de la Seguridad Social sino la Corte Suprema si, además de haber intervenido los
juzgados nacionales de primera instancia del fuero civil y de la seguridad social, tam-
bién había participado una sala de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial
que confirmó la declaración de incompetencia decidida por el titular de un juzgado de
dicho fuero, donde se había radicado inicialmente el caso (Voto de los Dres. Enrique
Santiago Petracchi y Carlos S. Fayt): p. 1236.
Competencia ordinaria
Por el territorio
19. El art. 227 del Código Civil (ley 23.515) establece que las acciones de separación
personal, divorcio vincular y nulidad, así como las que versaren sobre los efectos del
matrimonio –entre los que se encuentran comprendidos el otorgamiento de la tenencia
de los hijos y la fijación del régimen de visitas– deben intentarse ante el juez del último
domicilio conyugal efectivo o ante el domicilio del cónyuge demandado.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 847.
20. Si la actora denunció como último domicilio conyugal el de una localidad de la Pro-
vincia de Buenos Aires, sin acompañar constancia alguna que así lo acreditara, y en el
juicio que tramita ante la justicia de la Capital Federal, que se inició con anterioridad
había denunciado un domicilio en la Capital Federal, no puede, a los efectos de lograr la
radicación de las causas en otro departamento judicial, ir contra sus propios actos ante-
riores con desconocimiento de la ley en materia de competencia, máxime cuando de la
JURISDICCION Y COMPETENCIA (85)
22. Corresponde declarar la competencia del juzgado provincial si de las constancias del
expediente resulta que habría sido en territorio bonaerense donde se utilizaron las ac-
tas apócrifas, que produjeron la caducidad de la licencia de explotación que la empresa
querellante tenía sobre la sala de juegos.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 83.
24. Corresponde declarar la competencia del juez provincial si de las propias manifesta-
ciones del denunciante –que resultan verosímiles y no se encuentran desvirtuadas por
otras constancias de la causa, y de la declaración testifical de quien se ocupaba de llevar
la contabilidad, surge que la explotación comercial de la sociedad presuntamente perju-
dicada se desarrollaba en la localidad bonaerense de Florida.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 229.
25. Los delitos de calumnias e injurias deben considerarse cometidos en el lugar en que
se exteriorizan los términos presuntamente agraviantes, y cuando ellos son reproduci-
dos por la prensa, corresponde atribuir la competencia al magistrado del lugar donde se
realizó la impresión de las expresiones cuestionadas.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 568.
27. Cuando no es posible en principio establecer el lugar donde las patentes fueron
cambiadas, corresponde atribuir competencia al tribunal donde se comprobó la infrac-
ción y se secuestró el vehículo (Disidencia de los Dres. Ricardo Luis Lorenzetti y Car-
men M. Argibay): p. 840.
28. Si el depósito del que habrían sido sustraídos los discos compactos se encuentra en
la Provincia de Buenos Aires y en esa jurisdicción se habría efectuado la venta origina-
(86) JURISDICCION Y COMPETENCIA
ria, corresponde al tribunal local continuar con la tramitación de la causa, sin perjuicio
que de considerar que la investigación corresponde a otro juez de su misma provincia, se
la remita de conformidad con las normas del derecho procesal local, cuya interpretación
y aplicación es ajena a la jurisdicción nacional.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 1336.
Por la materia
Cuestiones penales
Principios generales
29. Las cuestiones de competencia en materia penal deben decidirse de acuerdo con la
real naturaleza del delito y las circunstancias especiales en que se ha perpetrado, según
pueda apreciarse prima facie y con prescindencia de la calificación que, en iguales con-
diciones, le atribuyen los jueces.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: ps. 1324,
1343.
Pluralidad de delitos
32. Ante el avanzado estado de las actuaciones que ya se encuentran en etapa de juicio,
su remisión a jurisdicción provincial obraría en desmedro de una más expedita y unifor-
me administración de justicia, situación que se ve agravada si los imputados guardan
prisión preventiva.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 373.
Delitos en particular
Secuestro extorsivo
35. Corresponde que la justicia federal continúe conociendo en la causa donde se inves-
tigan los secuestros extorsivos si el trabajo mancomunado realizado por la Unidad Fis-
cal Especial Móvil para la Investigación de Secuestros Extorsivos –creada, justamente,
para posibilitar una investigación coordinada de este tipo de hechos delictivos– y otros
miembros del Ministerio Público, permitió comprobar la conexión entre diversos he-
chos, perpetrados en distintas jurisdicciones, finalmente atribuidos a una misma banda
organizada.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 373.
36. Luego de la instrucción practicada por la justicia federal a lo largo de casi dos años,
otorgar el conocimiento de la causa en donde se investigan secuestros extorsivos al fue-
ro ordinario significaría un enorme dispendio jurisdiccional, que atentaría contra el
éxito de dicha investigación como de otras vinculadas, en desmedro de la finalidad de
celeridad y eficacia perseguida por los legisladores al sancionar la ley 25.742, que es
posible evitar.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 373.
37. Corresponde a la justicia federal conocer en la infracción al art. 170 del Código
Penal, pues luego de la instrucción practicada casi íntegramente por la justicia de ex-
cepción, su juzgamiento por parte del fuero ordinario atentaría contra el éxito de la
investigación –que encuentra su momento culminante en la etapa del juicio–, obraría
en desmedro de una más expedita y uniforme administración de justicia e implicaría un
menoscabo al principio constitucional del debido proceso para los imputados, en tanto
guardan prisión preventiva.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 1332.
Tenencia de armas
38. El caso se encuentra, en principio, comprendido en las previsiones del art. 189 bis,
apartado segundo, primer párrafo, del Código Penal –según ley 25.886– si, dada la falta
de municiones, no puede afirmarse que el arma se encontraba en condiciones de uso
inmediato.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 1324.
Principios generales
39. Si los fondos respecto de los cuales se solicita la no aplicación de las disposiciones de
emergencia se encuentran en depósito judicial, es el juez que ordenó la colocación quien
posee plenitud de jurisdicción para emitir un mandamiento de devolución, así como
(88) JURISDICCION Y COMPETENCIA
todas las diligencias referidas al depósito, ya que la intervención de otro juez implicaría
una inadecuada intromisión en la órbita de conocimiento del primero quien puede váli-
damente pronunciarse sobre la situación jurídica de los fondos consignados a su nom-
bre.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 1049.
Daños y perjuicios
Mala praxis
42. Es competente por razón de la materia, conforme a los arts. 43 y 43 bis del decreto-
ley 1285/58, reformado por la ley 23.637, la Justicia Nacional de Primera Instancia en
lo Civil de la Capital Federal, para entender en reclamos donde se debate, esencialmen-
te, si hubo o no mala praxis por parte de los facultativos actuantes, al no tratarse de
ninguno de los casos del art. 20 de la ley 18.345.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 177.
43. Corresponde a la Justicia Nacional en lo Civil, y no a los jueces del trabajo, conocer
en los casos en que no se reclama por accidente laboral, ni se pretende la aplicación de la
ley 24.557, sino que se demanda con sustento en diferentes artículos del Código Civil
respecto de los profesionales médicos y sus principales; máxime cuando la correspon-
diente reparación debida a mérito de la incapacidad determinada por la Comisión Médi-
ca había sido saldada por la aseguradora de riesgos del trabajo.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 177.
Quiebra
Generalidades
44. Las normas de competencia en la ley de concursos son de orden público y no admiten
ser prorrogadas por voluntad de las partes.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 167.
JURISDICCION Y COMPETENCIA (89)
Fuero de atracción
47. Resulta razonable que sea la justicia provincial la que siga conociendo en el suceso-
rio de la causante si los informes demuestran que el último lugar de residencia de la
misma se encontraba en una localidad de la Provincia de Buenos Aires, no obstando a
ello la particularidad de que se encuentren en trámite dos procesos sucesorios referidos
a un mismo causante en distintas jurisdicciones y aunque el que sustancia en sede
nacional se encuentre en un mayor grado de avance, ya que razones de economía proce-
sal y de unidad sucesoria –arts. 3283 y 3284 del Código Civil– aconsejan admitir la
acumulación de ambas causas.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 1243.
Cuestiones laborales
48. La competencia para resolver una acción con sustento en normas de la ley 23.551,
incumbe a los jueces o tribunales con competencia laboral en las respectivas jurisdiccio-
nes. Según lo establecido, entre otros, por los arts. 8 de la ley 24.588 y 20 y 21 de la ley
18.345, en el marco de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, esa competencia concierne
a los jueces nacionales del Trabajo.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 234.
Cuestiones previsionales
49. En tanto el inc. b) del art. 2º de la ley 24.655 estipula que los juzgados de Primera
Instancia de la Seguridad Social serán competentes en las demandas que versen sobre
la aplicación del sistema integrado de jubilaciones y pensiones establecido por la ley
24.241 y sus modificatorias, resulta competente dicho fuero para resolver la demanda
por cobro de aportes previsionales.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 237.
(90) JURISDICCION Y COMPETENCIA
Competencia federal
Principios generales
51. La materia y las personas constituyen dos categorías distintas de casos cuyo conoci-
miento atribuye la Constitución a la justicia federal; el primer supuesto lleva el propó-
sito de afirmar las atribuciones del Gobierno Federal en las causas relacionadas con la
Constitución, tratados y leyes nacionales, así como las concernientes a almirantazgo y
jurisdicción marítima, mientras que el segundo procura asegurar –entre otros aspec-
tos– la imparcialidad de la decisión cuando se plantean pleitos entre vecinos de diferen-
tes provincias, siempre que tales causas no versen sobre cuestiones de derecho público
local, materia excluida de la competencia federal y propia de los jueces locales (arts. 5º
y 121 de la Constitución Nacional).
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 1007.
Por la materia
52. Si el actor solicita, además de la declaración de inconstitucionalidad del art. 11.8 del
Convenio de Privatizaciones de Obras Sanitarias de la Nación, el reajuste de la deuda
que mantiene el inmueble de su propiedad en concepto de tasa retributiva derivada del
servicio de aguas y cloacas brindado por Aguas Argentinas S.A., materia que se encuen-
tra vinculada con aspectos que hacen a la interpretación y aplicación del régimen de
tarifas vigentes, y con normas que regulan el contrato de concesión celebrado entre el
Estado Nacional y la citada empresa, su conocimiento compete a los jueces en lo
contenciosoadministrativo.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 857.
53. Si bien el art. 53 de la ley 25.156 no especifica el tribunal competente para entender
en los recursos intentados contra las resoluciones del Tribunal Nacional de Defensa de
la Competencia, una interpretación acorde con los principios manifestados en los
considerandos del decreto de veto 1019/01 indica que se pretendió mantener la compe-
tencia que la derogada ley 22.262 atribuía a la Cámara Nacional de Apelaciones en lo
Penal Económico de la Capital, lo cual guarda coherencia con el art. 56 de la ley 25.156,
norma en la cual había fundado su reclamo el actor y que dispone la aplicación de los
Códigos Penal y Procesal Penal de la Nación en cuanto sean compatibles con las dispo-
siciones de la ley.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 860.
55. Resulta evidente que el art. 2º, inc. c) de la ley 24.655, en tanto atribuye competen-
cia a la justicia federal de la seguridad social en demandas que versen sobre la aplica-
ción de los regímenes de retiros, jubilaciones y pensiones de las Fuerzas Armadas y de
Seguridad, sólo ha sustraído de la justicia nacional en lo contenciosoadministrativo fe-
deral los casos en que el actor reclama el derecho al haber de retiro, pero no cuando se
pretende la jerarquización dentro de la fuerza policial y que, de ser reconocida, podrá
eventualmente dar lugar a reclamos de naturaleza previsional.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 865.
57. Las cuestiones planteadas en el amparo contra normas dictadas por la Provincia del
Chaco, que regulan la habilitación de juegos de azar y la actividad desplegada por una
entidad autárquica, como lo es la Lotería Chaqueña (art. 4º de la ley provincial Nº 500)
se encuentran reguladas por el derecho público provincial ya que imponen examinar
actos administrativos dictados por autoridades provinciales (decreto provincial 2212/
99, ley local Nº 4677 y resolución 426/98 de la Lotería Chaqueña).
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 1007.
Distinta vecindad
58. El conocimiento y decisión por los tribunales federales de las causas entre vecinos de
diferentes provincias (art. 116, Constitución Nacional), o de las causas civiles en que
sean parte un vecino de la provincia en que se suscita el pleito y un vecino de otra, como
reza el citado art. 2, inc. 2º de la ley 48, tiene por objeto el amparo del vecino extraño
que se vea obligado a litigar en la provincia y con los jueces de la contraria, por lo cual
para que proceda es necesaria su invocación por el interesado: p. 353.
Nación
59. La competencia federal establecida para los supuestos en que la Nación o una de sus
entidades autárquicas sean parte en un pleito es renunciable a favor de la justicia pro-
vincial y los particulares carecen de interés jurídico para oponerse a ello, toda vez que
se trata de un privilegio que sólo a aquéllas concierne.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 80.
(92) JURISDICCION Y COMPETENCIA
61. Resulta competente la justicia federal ratione personae si más allá de que la relación
jurídica se encuentra principalmente regida por leyes de naturaleza civil, la pretensión
se dirige, en forma nominal y sustancial, contra el Estado Nacional, en su carácter de
órgano emisor de la legislación cuya aplicación se intenta suspender –ley 25.561 y su
decreto reglamentario 214/02–.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 1241.
63. Corresponde a los tribunales locales entender en el juicio iniciado por el Banco Na-
ción ante los tribunales de la provincia del Chaco contra vecinos de esa provincia, sin
que obste a ello el acuerdo invocado por los demandados en materia de jurisdicción
federal ya que a los particulares no les es dado declinar los tribunales de su propio fuero
y el derecho a la jurisdicción federal es una prerrogativa que sólo podía ser invocada por
el banco actor, quien también podía válidamente prorrogarla.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 80.
Causas penales
Generalidades
65. Corresponde a la justicia federal investigar la infracción al art. 170 del Código Penal
si el imputado estaría siendo investigado con relación a otros secuestros extorsivos, que
tramitan ante la misma fiscalía federal, por lo que la declaración de incompetencia
JURISDICCION Y COMPETENCIA (93)
66. La teleología de las normas recientemente sancionadas –leyes 25.742, 25.760, 25.764,
25.765 y 25.770–, en cuanto adjudican el conocimiento de estos delitos al fuero de excep-
ción, consiste en preservar la seguridad pública, finalidad distinta a la que motivara la
sanción de la ley 20.661, con la que se buscaba tutelar la seguridad del Estado y sus
instituciones ante el accionar de las organizaciones revolucionarias y parapoliciales,
con lo cual, el mero interés particular en la comisión de estos delitos, al contrario de
constituir una excepción a la competencia federal, constituye su fundamento.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 171.
67. Cuando existe concurrencia ideal entre un delito común y otro de índole federal, es a
éste fuero al que corresponde continuar con la investigación.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 231.
69. Toda vez que la conducta reprochada a los imputados se refiere a la supuesta divul-
gación del origen de las llamadas realizadas entre usuarios del servicio de telefonía
celular, prestado por una empresa privada y, por otra parte, de las probanzas reunidas
no se advierte alguna circunstancia que habilite la jurisdicción federal, de naturaleza
excepcional y restringida, corresponde a la justicia local seguir entendiendo en la causa,
sin perjuicio de lo que resulte de la investigación posterior.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 845.
Por el lugar
lugar donde se descubrió la falsedad –aunque no haya sido parte en la contienda– la que
profundice la investigación en ese sentido.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 1343.
72. Resulta competente la justicia federal del lugar donde se descubrió la falsedad para
investigar la infracción al art. 289 del Código Penal, teniendo en cuenta la estrecha
vinculación que existe entre esta figura y la de falsificación de la cédula de identifica-
ción del automotor, atento la coincidencia que se observa entre la numeración del domi-
nio colocado y la que consta en su documentación.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 1343.
74. Si el hecho materia de investigación resulta aprehendido por dos disposiciones pe-
nales –las leyes 22.362 y 11.723– las cuales concurrirían en forma ideal, pues ambas
infracciones habrían sido cometidas simultáneamente y mediante una única conducta,
corresponde a la justicia federal conocer en la causa, más allá de que la ley 11.723
resulte ajena a su conocimiento.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 1030.
Delitos contra el orden público, la seguridad de la Nación, los poderes públicos y el orden
constitucional
75. Corresponde a la justicia local continuar con el trámite de las actuaciones si los
hechos a investigar no son de aquéllos que tuvo en miras el legislador al sancionar la ley
25.742, ya que no tendrían la virtualidad de afectar la seguridad de la población sino
que, por el contrario, estarían circunscriptos a un conflicto vecinal que motivó denun-
cias recíprocas entre la denunciante y la imputada.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 1341.
77. Si hasta el momento no puede descartarse que las presuntas amenazas denunciadas
y la violación de correspondencia, en atención a las particulares circunstancias en que
se habrían producido, forme parte de un único propósito delictivo que deba ser analiza-
do por un mismo magistrado corresponde atribuir la competencia a la justicia federal,
sin perjuicio de lo que surja de la pesquisa.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 85.
JURISDICCION Y COMPETENCIA (95)
78. En caso de existir, al momento de los sucesos, una inequívoca relación entre el hecho
investigado y el entorpecimiento del legítimo ejercicio de funciones de índole federal
deben ser investigados por la justicia de excepción por ser de aquellos que corrompen el
buen servicio de los empleados de la Nación.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 373.
79. Las infracciones al art. 289 inc. 3º son de competencia de la justicia ordinaria cuan-
do no tienen entidad suficiente para producir un perjuicio al Registro Nacional de la
Propiedad Automotor o una obstrucción a su normal funcionamiento (Disidencia de los
Dres. Ricardo Luis Lorenzetti y Carmen M. Argibay): p. 840.
Casos varios
82. Razones de celeridad y coherencia funcional imponen que el juzgamiento del delito
de secuestro extorsivo quede en cabeza de la justicia federal, ya que el conocimiento y la
estrecha vinculación que se posee con aquellos que instruyeron la investigación y el
conocimiento cercano de sus técnicas investigativas y procesales desembocan en una
mayor celeridad al momento de juzgar estos hechos.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 1332.
Generalidades
gredir los modos y términos de la legislación de forma, que son de cumplimiento inelu-
dible.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 49.
85. Con arreglo al art. 7º de la Constitución Nacional, las resoluciones de los tribunales
provinciales dentro de su competencia no pueden ser revisadas por los de la Nación, con
excepción del recurso extraordinario, ya que tales resoluciones son actos de soberanía y
la justicia nacional no puede examinarlas, ya sea admitiendo recursos que contra ellas
se interpongan, ya conociendo de demandas que tiendan al mismo fin.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 49.
86. Si bien la Corte ha admitido algunos supuestos de excepción en los que procedía la
jurisdicción exclusiva del Tribunal ante una cierta o inminente afectación de las relacio-
nes con potencias extranjeras, tales circunstancias extraordinarias no concurren res-
pecto de la causa instruida por infracción al art. 55 de la ley 24.051, a raíz de la instala-
ción de dos fábricas sobre las márgenes del Río Uruguay, en territorio uruguayo.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 212.
90. El art. 117 de la Constitución Nacional establece de modo taxativo los casos en que
la Corte ejercerá su competencia originaria y exclusiva, la cual, por su raigambre, es
insusceptible de extenderse a otros casos no previstos.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: ps. 542,
560, 851, 863, 937.
92. En mérito a evidentes razones de economía procesal, requeridas por la buena admi-
nistración de justicia, corresponde atribuir competencia originaria a la Corte Suprema
(arts. 116 y 117 de la Constitución Nacional), de acuerdo con la calificación efectuada en
función de los hechos expuestos en la demanda y al prolongado trámite cumplido en la
causa: p. 809.
JURISDICCION Y COMPETENCIA (97)
93. Por provenir la competencia originaria de la Corte Suprema de una norma constitu-
cional de carácter excepcional no es susceptible de ampliarse, modificarse, ni restringirse:
p. 833.
96. Los sujetos titulares del privilegio conferido por el art. 117 de la Constitución Nacio-
nal, en cuanto a la competencia originaria de la Corte Suprema, son tan solo los agentes
extranjeros que se encuentran acreditados en nuestro país en algún cargo que les con-
fiera status de agente diplomático, en los términos del art. 1º, inc. e), de la Convención
de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 165.
97. Si el imputado cesó en las funciones que había desempeñado con rango de aforado
en nuestro país y abandonó su territorio, no existe fundamento legal para que la Corte
Suprema ejerza su competencia originaria.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 165.
101. En aras de garantizar un amplio ejercicio del derecho de defensa (art. 8.2.h. de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos) y una pesquisa eficaz, corresponde
delegar en el juez federal con competencia criminal y correccional que corresponda la
instrucción del sumario que tramita ante la instancia originaria de la Corte, con el fin
de que practique las diligencias de prueba pertinentes absteniéndose de recibir declara-
ción al concejero de la embajada, circunstancia que de ser necesaria deberá comunicar
al Tribunal para requerir la correspondiente conformidad (arts. 24, inc. 1º, del decreto-
ley 1285/58 y 32 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas): p. 1019.
102. Con arreglo a lo dispuesto en los arts. 116 y 117 de la Constitución Nacional y sus
leyes reglamentarias (art. 24, inc. 1º, del decreto-ley 1285/58), corresponde a la compe-
tencia originaria de la Corte Suprema la querella formulada contra un diplomático.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 1330.
Generalidades
104. Si, prima facie y dentro del limitado marco cognoscitivo propio de la cuestión de
competencia, son demandados la Provincia de Buenos Aires y el Estado Nacional, la
única forma de conciliar lo preceptuado por el art. 117 de la Constitución Nacional res-
pecto de las provincias, con la prerrogativa jurisdiccional que le asiste a la Nación –o a
una entidad nacional– al fuero federal, sobre la base de lo dispuesto en el art. 116 de la
Ley Fundamental, es sustanciando la acción en la instancia originaria de la Corte Su-
prema.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 47.
107. Teniendo en cuenta las funciones que de acuerdo a lo establecido en la ley 25.724
de creación del programa de nutrición y alimentación nacional –invocada por la deman-
dante como fundamento de su reclamo– competen al Estado Nacional, por una parte, y
a la provincia y al municipio por la otra (arts. 7 y 8 de la citada ley), es ajeno a la
JURISDICCION Y COMPETENCIA (99)
108. No basta que una provincia sea parte en un pleito para que proceda la competencia
originaria de la Corte, sino que resulta necesario además que la materia tenga un mani-
fiesto contenido federal o se trate de una causa civil, en cuyo caso resulta esencial la
distinta vecindad de la contraria, quedando excluidos aquellos procesos que se rigen por
el derecho público local.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: ps. 560, 851.
109. Toda vez que son demandados la Provincia del Neuquén –a quien le concierne la
competencia originaria de la Corte, de conformidad con el art. 117 de la Ley Fundamen-
tal– y la Autoridad Interjurisdiccional de la Cuenca de los ríos Limay, Neuquén y Ne-
gro, ente federal integrado por el Estado Nacional y las Provincias de Buenos Aires,
Neuquén y Río Negro (art. 3 del Estatuto de la A.I.C., ley 23.896) –que tiene derecho al
fuero federal, según lo dispuesto en el art. 116 de la Constitución Nacional– la única
forma de conciliar ambas prerrogativas jurisdiccionales es sustanciando la acción en la
instancia originaria.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 617.
110. Si una entidad nacional, el COMFER, demanda a una provincia, prima facie y
dentro del limitado marco cognoscitivo propio de la cuestión de competencia, la única
forma de conciliar lo preceptuado por el art. 117 de la Constitución Nacional respecto de
las provincias, con la prerrogativa jurisdiccional que le asiste a la Nación al fuero fede-
ral, sobre la base de lo dispuesto en el art. 116 de la Ley Fundamental, es sustanciando
la acción en la instancia originaria de la Corte Suprema.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 776.
111. Para que una provincia pueda ser tenida como parte y proceda, en consecuencia, la
competencia originaria de la Corte Suprema prevista en el art. 117 de la Constitución
Nacional, es necesario que ella participe nominalmente en el pleito –ya sea como actora,
demandada o tercero– y sustancialmente, es decir, que tenga un interés directo, de tal
manera que la sentencia que se dicte le resulte obligatoria.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 780.
115. Los municipios provinciales, ya sea que se los caracterice como entes autárquicos o
autónomos, no resultan identificables con las provincias respectivas a los fines de la
competencia originaria.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 863.
Causas civiles
Distinta vecindad
116. Para que proceda la competencia originaria de la Corte prevista en el art. 117 de la
Constitución Nacional, reglamentado por el art. 24, inc. 1º del decreto-ley 1285/58, no
basta que una provincia sea parte en el pleito, sino que es necesario, además, que lo sea
en una causa de manifiesto contenido federal o en una de naturaleza civil, en cuyo caso
resulta esencial la distinta vecindad de la contraria, quedando excluidas de dicha ins-
tancia las que se vinculan con el derecho público local: p. 224.
118. Si bien la demandada es una provincia, circunstancia que podría surtir, en razón
de las personas, la jurisdicción originaria prevista en el art. 117 de la Constitución Na-
cional, corresponde declarar la incompetencia del Tribunal, si la actora inició la deman-
da por ante el juzgado provincial, lo cual importa su voluntad de renunciar al fuero
federal en la instancia originaria de esta Corte que podría corresponderle en razón de
su distinta vecindad y de prorrogar la jurisdicción en favor de los tribunales locales:
p. 353.
119. Para que proceda la competencia originaria de la Corte establecida en los arts. 116
y 117 de la Constitución Nacional y 24, inc. 1º, del decreto-ley 1285/58, en los juicios en
que una provincia es parte, resulta necesario examinar además la materia sobre la que
éste versa, es decir, que se trate de una causa de manifiesto contenido federal o de
naturaleza civil, en cuyo caso resulta esencial la distinta vecindad o nacionalidad de la
contraria.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 937.
122. Se atribuye carácter de causa civil a los casos cuya decisión se ha de basar
sustancialmente en la aplicación de normas del derecho común, entendido como tal la
legislación atribuida al Congreso por el art. 75, inc. 12, de la Constitución Nacional,
quedando excluidos los supuestos cuya solución requiere la interpretación y considera-
ción de disposiciones de derecho público provincial: p. 833.
Causas que versan sobre normas locales y actos de las autoridades provinciales regidas por aquéllas
125. En las cuestiones concernientes al derecho público local, el litigio no debe ventilar-
se en la instancia originaria de la Corte Suprema, ya que el respeto de las autonomías
provinciales requiere que se reserve a sus jueces el conocimiento y decisión de las cau-
sas que, en lo sustancial, versan sobre aspectos propios del derecho provincial, dictado
en uso de las facultades reservadas a las provincias (arts. 121 y 122 de la Constitución
Nacional): p. 53.
126. El hecho de que los actores sostengan que el decreto 1369 de la Provincia de
Catamarca es inconstitucional no funda la competencia originaria de la Corte Suprema
en razón de la materia, ya que aquélla procede tan sólo cuando la acción entablada se
basa “directa y exclusivamente” en prescripciones constitucionales de carácter nacio-
nal, leyes del Congreso o tratados, de tal suerte que la cuestión federal sea la predomi-
nante en la causa pero no cuando deben examinarse normas y actos de naturaleza local
que son de competencia de los poderes provinciales: p. 53.
trata está sometida al derecho local e importa el examen de normas y actos provinciales
que deben ser interpretados en su espíritu y en los efectos que la soberanía local ha
querido darles: p. 224.
129. El respeto del sistema federal y de las autonomías provinciales requiere que se
reserve a sus jueces el conocimiento y decisión de las causas que, en lo sustancial, ver-
san sobre aspectos propios del derecho público local, sin perjuicio de que las cuestiones
federales que también puedan comprender esos pleitos sean susceptibles de adecuada
tutela por la vía del recurso extraordinario: ps. 224, 542, 560, 851, 937, 1007.
130. Si para resolver el pleito se requiere examinar normas y actos provinciales, inter-
pretándolos en su espíritu y en los efectos que la soberanía local ha querido darles la
causa no es del resorte de la Corte Suprema.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: ps. 560, 851.
134. El daño que se atribuye a la actuación de una provincia en el ámbito del derecho
público, como consecuencia del ejercicio imperativo del “poder de policía de seguridad”
entendido como una “potestad pública” propia del Estado, es una materia cuya regula-
ción corresponde al campo del derecho administrativo y de resorte exclusivo de los go-
biernos locales (art. 121 y concordantes de la Constitución Nacional), y encuentra su
fundamento en principios extraños a los propios del derecho privado: p. 759.
cia, o un extranjero, por falta de servicio, no frustra la intervención del Tribunal a fin de
conocer sobre las cuestiones federales que pudieran suscitarse, mediante la instancia
revisora que –verificados los demás recaudos que condicionan su admisibilidad– regla
el art. 14 de la ley 48, y de la cual no está excluida la cuestión concerniente a la violación
de garantías constitucionales por la ausencia de imparcialidad del órgano judicial
interviniente: p. 759.
138. El respeto del sistema federal y de las autonomías provinciales exige que se reser-
ve a los jueces locales el conocimiento y decisión de las causas que, en lo sustancial,
versan sobre aspectos propios de su derecho público, sin perjuicio de que las cuestiones
federales que también puedan comprender este tipo de procesos sean susceptibles de
adecuada tutela por vía del recurso extraordinario, entre las que debe incluirse el agra-
vio constitucional concerniente a la doble imposición tributaria prohibida por la ley de
coparticipación federal en su art. 9º: p. 783.
139. Carece de objeto llevar a la justicia nacional una ley o un decreto que, en sus efec-
tos, pudieron ser rectificados por la magistratura local: p. 783.
140. El respeto de las autonomías provinciales exige que se reserve a los jueces locales
el conocimiento y decisión de las causas que versan sobre aspectos propios del derecho
provincial: p. 833.
146. El daño que se atribuye a una provincia, que invoquen sufrir los ciudadanos de otro
Estado local, o un extranjero, por la actuación u omisión de los órganos estatales en el
ejercicio imperativo de sus funciones administrativas, legislativas o jurisdiccionales,
entendidas todas ellas como una “potestad pública” propia del estado de derecho es
materia cuya regulación corresponde al campo del derecho público local y de resorte
exclusivo de los gobiernos locales (art. 121 y concordantes de la Constitución Nacional)
y encuentra su fundamento en principios extraños a los propios del derecho privado:
p. 1311.
Distinta nacionalidad
149. Son ajenos a la competencia originaria de la Corte Suprema los casos en que quiera
hacerse responsable patrimonialmente a una provincia por los daños y perjuicios que
crean sufrir los ciudadanos de otro Estado local, o un extranjero, por la actuación o por
la omisión de los órganos estatales en el ejercicio de sus funciones administrativas,
legislativas y jurisdiccionales: p. 759.
150. La acción declarativa tendiente a que se establezca que la actividad realizada por
la administradora de fondos de jubilaciones y pensiones no debe ser gravada mediante
la alícuota del impuesto sobre los ingresos brutos establecida a los intermediarios en
general y en particular a las compañías de capitalización y ahorro, corresponde a la
competencia originaria de la Corte Suprema en virtud de lo dispuesto en los arts. 116 y
117 de la Constitución Nacional: p. 59.
153. Para que surja la competencia originaria del Tribunal ratione materiae, resulta
necesario que el contenido del tema que se somete a la decisión sea predominantemente
de carácter federal, de modo que no se planteen también cuestiones de índole local que
traigan aparejada la necesidad de hacer mérito de éstas, pues tal extremo importaría
un obstáculo insalvable a la competencia en examen, sin que obste a lo expuesto el
hecho de que los derechos que se dicen vulnerados se encuentren garantizados por la
Constitución Nacional, toda vez que el tratamiento oportuno por parte de la Corte de los
aspectos federales que el litigio pueda abarcar, y su consiguiente tutela, deberá procu-
rarse por vía del recurso extraordinario: p. 783.
JURISPRUDENCIA(1)
JUSTICIA CONMUTATIVA
JUSTICIA DISTRIBUTIVA
LAUDO ARBITRAL
LEGITIMACION
LESIONES
LEY(1)
Vigencia
3. No deben aplicarse las nuevas disposiciones legales con relación a los trabajos profe-
sionales realizados con anterioridad a su vigencia, pues ello traería aparejado una afec-
tación de derechos adquiridos que integran el patrimonio de los intervinientes, en la
medida en que la situación general creada por el anterior art. 505 del Código Civil y las
normas pertinentes de la ley 21.839, con anterioridad a las modificaciones introducidas
por la ley 24.432, se ha transformado en la situación jurídica concreta e individual que
no puede ser alterada sin riesgo de afectar el derecho de propiedad: p. 1066.
4. Las reformas introducidas a la ley 21.839 y al Código Civil por la ley 24.432 son, como
principio, solamente aplicables a la regulación de los honorarios de los profesionales
que actuaron con posterioridad a su vigencia: p. 1066.
Derogación
5. Tanto el Congreso cuanto el Presidente de la Nación entendieron, hacia fines del año
2002, que la ley 24.018 se hallaba vigente. Es lo que se infiere claramente de la ley
25.668, que había derogado a la mencionada, y de su promulgación parcial mediante el
decreto 2322/2002, que restringió tal derogación sólo a los arts. 18 a 25 de la ley 24.018,
por lo que mantuvo en vigor los restantes; todo lo cual comporta una derogación implí-
cita del decreto 78/1994, cuya validez constitucional defiende el recurrente: p. 904.
Interpretación y aplicación
7. La misión judicial no se agota con la remisión a la letra de los textos legales, sino que
requiere del intérprete la búsqueda de la significación jurídica o de los preceptos aplica-
bles que consagre la versión técnicamente elaborada y adecuada a su espíritu, debiendo
desecharse las soluciones notoriamente injustas que no se avienen con el fin propio de la
investigación judicial de determinar los principios acertados para el reconocimiento de
los derechos de los litigantes (Votos del Dr. Juan Carlos Maqueda y del Dr. E. Raúl
Zaffaroni): p. 94.
9. No cabe atenerse en todos los casos a la literalidad de los vocablos de las leyes, sino
rescatar su sentido jurídico profundo, pues por encima de lo que parecen decir debe
indagarse lo que ellas dicen jurídicamente. Para ello, es regla de interpretación dar
pleno efecto a la intención del legislador, computando la totalidad de sus preceptos de
manera que armonicen con el ordenamiento jurídico restante y con los principios y ga-
rantías de la Constitución Nacional, y en los casos no expresamente contemplados debe
preferirse la inteligencia que favorece y no la que dificulta aquella armonía y los fines
perseguidos por las reglas: p. 872.
10. Atento a la finalidad que se persigue con las normas previsionales, debe evitarse
una exégesis restrictiva que pueda conducir a la pérdida de algún derecho, máxime
cuando de lo que se trata es de preservar la necesaria proporcionalidad que debe existir
entre el haber de pasividad y el de actividad, en razón de la naturaleza sustitutiva que
cabe reconocer al primero respecto del segundo: p. 872.
12. Las normas reglamentarias deben ser interpretadas conforme a los alcances de la
ley reglamentada, a la que debe otorgarse preeminencia para respetar lo establecido
por el art. 31 de la Constitución Nacional en cuanto establece el orden jerárquico de las
distintas disposiciones del ordenamiento jurídico, máxime al tratarse de cargas
LEY PENAL MAS BENIGNA (109)
tributarias que sólo pueden ser válidamente establecidas por el Congreso de la Nación
(Disidencia de los Dres. Elena I. Highton de Nolasco y Ricardo Luis Lorenzetti): p. 963.
13. La primera fuente de exégesis de la ley es su letra y cuando ésta no exige esfuerzo de
interpretación debe ser aplicada directamente, con prescindencia de consideraciones
que excedan las circunstancias del caso expresamente contempladas por la norma, ya
que de otro modo podría arribarse a una interpretación que, sin declarar la
inconstitucionalidad de la disposición legal equivaliese a prescindir de su texto.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 1040.
2. No es posible pretender que una rama del derecho represivo o un determinado objeto
de protección estén genéricamente excluidos de la esfera de aplicación del principio de
la retroactividad de la ley penal más benigna, ya que de otro modo, el camino de una
interpretación amplia de este último, supuesto en el propósito de “...que el delincuente
se beneficie lo más posible de cualesquier modificaciones ulteriores de la legislación” se
vería inicialmente sembrado de obstáculos que un examen particular podría revelar
arbitrarios.
–De la disidencia del Dr. Petracchi emitida en el precedente “Ayerza”–: p. 1053.
3. La modificación legal establecida por el decreto 530/91 tuvo como consecuencia una
considerable ampliación de la esfera de libertad de comportamiento en el campo del
5. Según surge de los trabajos preparatorios del Pacto Internacional de Derechos Civi-
les y Políticos, la única razón para admitir la ultraactividad de la ley penal debe hallar-
se en los supuestos de leyes temporales o de emergencia, es decir cuando la introducción
de una nueva ley responde a un cambio de circunstancias y no de valoración (Voto del
Dr. Carlos S. Fayt).
–De la disidencia de los Dres. Fayt, Boggiano y Bossert emitida en el precedente
“Ayerza”–: p. 1053.
6. El inc. a), del art. 20, de la ley 19.359, que establece que no será aplicable el principio
de la ley penal más benigna previsto en el Código Penal a los supuestos tipificados en el
art. 2º que imponen pena de multa, es incompatible con el derecho de jerarquía consti-
tucional que tiene el imputado a que se le aplique la ley penal más benigna, por no
configurarse en la especie las excepciones previstas a dicho principio por la Convención
Americana y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (Voto del Dr. Carlos
S. Fayt).
–De la disidencia de los Dres. Fayt, Boggiano y Bossert emitida en el precedente
“Ayerza”–: p. 1053.
LEY REGLAMENTARIA
LEYES DE EMERGENCIA
LEYES FEDERALES
LEYES IMPOSITIVAS
LEYES PREVISIONALES
LEYES PROCESALES
1. Si bien es cierto que las leyes sobre procedimiento son de orden público y se aplican
a las causas pendientes, también lo es que su aplicación se encuentra limitada a los
supuestos en que no se prive de validez a los actos procesales cumplidos, ni se deje sin
efecto lo actuado de conformidad con las leyes anteriores, máxime cuando ello desba-
rataría una situación consolidada a favor del recurrente con privación de justicia res-
pecto de derechos de naturaleza alimentaria que gozan de protección constitucional:
p. 88.
2. Las leyes que organizan los procedimientos son de inmediato aplicables a los juicios
en trámite, en tanto no se invaliden actuaciones cumplidas con arreglo a las leyes ante-
riores, lo que no ocurre con las normas atinentes a las costas devengadas en el juicio y
aún no definitivamente fijadas (Voto del Dr. Juan Carlos Maqueda): p. 1191.
LITISCONSORCIO
1. Debe rechazarse el planteo de quien invoca la calidad de parte principal, pues confun-
de el presupuesto propio del litisconsorcio necesario –que supone una relación jurídica
que es común e indivisible con respecto a una pluralidad de sujetos– con los efectos
derivados de la acumulación de los procesos dispuesta en la causa, pues si los expedien-
tes tramitarán por separado y se dictará una sola sentencia, la participación como
coactora en una de las acciones de amparo no implica que la presentante deba asumir la
condición de parte demandada en la otra causa, máxime cuando la actora no amplió la
acción a su respecto, y no cabe obligarla a litigar contra quien no desea: p. 803.
LOCACION DE COSAS
Ver: Acumulación de procesos, 4.
LOTERIA
Ver: Consolidación de deudas, 12; Jurisdicción y competencia, 57; Recurso extraordina-
rio, 170.
(112) MEDIDA CAUTELAR INNOVATIVA
MALA PRAXIS
MARCAS DE FABRICA
MATRIMONIO
MEDICAMENTOS(1)
MEDIDA DE NO INNOVAR(1)
1. Corresponde hacer lugar a la prohibición de no innovar tendiente a que la Provincia
de Salta se abstenga de aplicar el decreto 2176/02 y la resolución 583/02 del Ministerio
de Producción y Empleo si junto con la existencia de verosimilitud en el derecho invoca-
do por la actora, las constancias acreditan la existencia de actos concretos de la provin-
cia demandada en orden a ejecutar el plan de saneamiento impugnado en la causa y la
presunción de actividad en ciernes en relación con los demás proyectos a los que se
refieren las actuaciones agregadas: p. 545.
MEDIDAS CAUTELARES(2)
1. Los recaudos de viabilidad de las medidas precautorias deben ser ponderados con
especial prudencia cuando la cautelar altera el estado de hecho o de derecho existente al
momento de su dictado, habida cuenta de que configura un anticipo de jurisdicción favo-
rable respecto del fallo final de la causa.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 28.
ce de la tutela que a su juicio mejor salva el derecho invocado sin afectar más de lo
necesario los derechos o prerrogativas de la contraparte. Este es el sentido del art. 204
del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, en cuanto autoriza al juez a dictar
una medida cautelar distinta de la solicitada teniendo en cuenta la importancia de los
derechos que se intentan proteger (Disidencia de la Dra. Carmen M. Argibay): p. 28.
6. Las leyes debidamente sancionadas y promulgadas, esto es, dictadas de acuerdo con
los mecanismos constitucionales pertinentes, gozan de una presunción de legitimidad
que opera plenamente, de suerte tal que, en esa hipótesis, la admisibilidad del instituto
cautelar naturalmente asume una extrema y rigurosa estrictez, inclusive si mediara la
posibilidad de un perjuicio irreparable (Disidencia parcial del Dr. Ricardo Luis
Lorenzetti): p. 537.
8. En tanto se encuentran acreditados los extremos exigidos por el art. 230 del Código
Procesal Civil y Comercial de la Nación, corresponde decretar la medida cautelar y
hacer saber a la Provincia de Misiones que deberá abstenerse en forma inmediata de
aplicar las leyes 4090, 4134 –impugnadas con fundamento en su inconstitucionalidad–
y las demás disposiciones dictadas en su consecuencia, como también de concretar cual-
quier otro acto relacionado con la radiodifusión que requiera la conformidad de la auto-
ridad nacional y no cuente con ella: p. 776.
9. El instituto previsto en el art. 230 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación
no puede –como regla– interferir en el cumplimiento de pronunciamientos judiciales, ni
ser empleado para impedir el derecho de índole constitucional de ocurrir a la justicia
para hacer valer los reclamos que el acreedor considera legítimos: p. 789.
10. Para acceder a cualquier medida precautoria debe resultar en forma fehaciente el
peligro en la demora que la justifique, el que debe ser juzgado de acuerdo a un criterio
objetivo o derivar de hechos que puedan ser apreciados incluso por terceros: p. 789.
MEMORIAL (115)
11. Todo sujeto que pretenda la tutela anticipada proveniente de una medida precautoria
debe acreditar prima facie la existencia de verosimilitud en el derecho invocado y el
peligro irreparable en la demora, ya que resulta exigible que se evidencien fehacien-
temente las razones que justifican resoluciones de esa naturaleza: p. 803.
13. El peligro en la demora debe resultar en forma objetiva del examen sobre los distin-
tos efectos que podría provocar la aplicación de las diversas disposiciones impugnadas,
entre ellos su gravitación económica: p. 803.
MEDIDAS DISCIPLINARIAS
Ver: Superintendencia, 1.
MEDIO AMBIENTE
Ver: Jurisdicción y competencia, 73, 86.
MEMORIAL
Ver: Recurso ordinario de apelación, 11.
(116) MULTAS
MENORES
MILITARES
MINISTERIO PUBLICO
MONEDA
MONEDA EXTRANJERA
MONOPOLIO
MORA
MOVILIDAD
MULTAS
MUNICIPALIDADES(1)
NOTIFICACION
NULIDAD
OBEDIENCIA DEBIDA
ORDEN PUBLICO
ORDENANZAS MUNICIPALES
Ver: Interpretación de los tratados, 1; Ley penal en blanco, 1; Ley penal más benigna, 4, 5.
PAGO
1. Los pagos efectuados por la Provincia de Entre Ríos al amparo de los decretos locales
15/2004 y 799/2004, no constituyen un reconocimiento tácito del derecho de los deman-
dantes a la actualización monetaria reclamada en los términos de las leyes provinciales
8069 y 8654, sino la declaración de que las cantidades reclamadas y percibidas por los
demandantes quedaron incorporadas a su patrimonio, máxime si el fiscal de Estado no
desistió de recurso alguno ni se allanó a los términos de la apelación extraordinaria
federal interpuesta por los actores: p. 385.
2. La entrega de una suma de dinero con fundamento en los decretos 15/2004 y 799/2004
de Entre Ríos, no constituye un pago con todos los elementos típicos y aptos para tener
el efecto de reconocimiento de la obligación; sólo se producen los efectos liberatorios,
confirmatorios y extintivos por ausencia de reserva por parte del acreedor sin derecho a
restitución alguna en los términos de los arts. 784 y cc. del Código Civil, pero no los del
reconocimiento por falta de admisión del estado pleno de obligado, respecto de la causa
(Voto de los Dres. E. Raúl Zaffaroni y Ricardo Luis Lorenzetti): p. 385.
3. Los pagos efectuados por la provincia al amparo de los decretos 15/2004 y 799/2004 de
Entre Ríos no significaron un reconocimiento tácito del derecho de los demandantes a la
actualización monetaria, máxime si la conducta posterior del representante de la pro-
vincia en juicio tampoco implicó aceptar la pretensión de los actores respecto de la apli-
cación del sistema de actualización de las leyes locales 8069 y 8654 (Voto de la Dra.
Elena I. Highton de Nolasco): p. 385.
PARTIDOS POLITICOS (119)
PARTES
Ver: Jueces, 3; Transacción, 6.
PARTIDOS POLITICOS(1)
1. Los partidos políticos revisten la condición de auxiliares del Estado y son organizacio-
nes de derecho público no estatal, necesarias para el desenvolvimiento de la democra-
cia, que condicionan los aspectos más íntimos de la vida política nacional e incluso, la
acción de los poderes gubernamentales. En consecuencia, al reglamentarlos, el Estado
cuida una de las piezas principales y más sensibles de su complejo mecanismo vital.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 187.
2. En virtud de la misión que compete a los partidos políticos, se requiere que su consti-
tución, autoridades y cuerpos orgánicos sean transparente expresión de representa-
tividad, a la vez que una clara manifestación programática de las corrientes de opinión
que fluyan en el seno de tales agrupaciones.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 187.
3. Es función natural del Poder Judicial velar por la transparente expresión de repre-
sentatividad, que incluye tanto el debido funcionamiento de los órganos partidarios como
el de las interrelaciones de éstos, bien que tales atribuciones tienen límites para eva-
luar las decisiones de los partidos, cuyo “ámbito de reserva” ampara las opciones de
eminente contenido político y encuentra una de sus formulaciones más claras en los
arts. 1º y 21 de la ley 23.298, con lo que se garantiza la autodeterminación y gestión de
este especial tipo de asociaciones.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 187.
agrupación, pues ésta es la interpretación que mejor se conjuga con el todo armónico del
sistema legal y, además, da sustento axiológico al régimen de privilegios, beneficios y
subsidios incluidos en la ley 23.298, que carecería de sentido hacer soportar al conjunto
de la sociedad a favor de grupos políticos que no reunieran las exigencias mínimas, en
especial la que hace a un número razonable de afiliados, que acrediten la basal impor-
tancia de la agrupación para merecer el resguardo y el apoyo legal como partido político.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 187.
6. De la inteligencia del art. 29 de la ley 23.298 (con las modificaciones introducidas por
la ley 25.611) y del art. 3º del decreto reglamentario 1397/02 (texto sustituido por el
decreto 1578/02), surge que los ciudadanos que carecen de afiliación política sólo están
habilitados a votar en los comicios convocados para elegir candidatos a presidente y
vicepresidente de la Nación y legisladores nacionales, más no a elegir autoridades par-
tidarias internas.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 187.
PEAJE(1)
PENA
PENSION
PERITOS
(1) Ver también: Concesión, 2, 4, 8, 10; Constitución Nacional, 46, 51; Recurso
extraordinario, 17, 139.
PODER EJECUTIVO (121)
PERMISO MUNICIPAL
PESCA
PLAZO(1)
1. De acuerdo con el carácter perentorio y fatal que tienen los plazos procesales (art. 155
del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación) y con la interpretación estricta que,
por su naturaleza, debe atribuirse al plazo “de gracia” previsto en el art. 124 del mismo
código, razones de seguridad jurídica obligan a poner un momento final para el ejercicio
de ciertos derechos, pasado el cual, y sin extenderlo más, deben darse por perdidos, sin
que pueda a ello obstar la circunstancia de que el particular haya cumplido, aún instan-
tes después, con la carga correspondiente: p. 326.
PLAZO DE GRACIA(2)
PODER DE POLICIA
PODER EJECUTIVO
Ver: Extradición, 4.
(1) Ver también: Constitución Nacional, 17, 18; Impuesto, 3; Plazo de gracia, 1.
(2) Ver también: Plazo, 1.
(122) PRECLUSION
PODER JUDICIAL(1)
1. El monto del haber que le corresponde a un juez jubilado forma parte de la expectati-
va de todo magistrado en actividad, quien ya sea por un hecho fortuito o por el transcur-
so del tiempo, cuenta con tal régimen y haber para el ejercicio independiente y sereno de
su función, que es precisamente lo que persigue la garantía constitucional de incolumidad
de las remuneraciones (Voto de los Dres. Juan Carlos Poclava Lafuente y Jorge Ferro):
p. 1092.
PODERES IMPLICITOS
POLICIA DE SEGURIDAD
Ver: Jurisdicción y competencia, 134.
POLICIA FEDERAL
PRECIO
Ver: Peaje, 1.
PRECLUSION(2)
1. La preclusión produce el efecto de tornar irrecurribles las resoluciones judiciales,
mas no el de legitimar situaciones inconciliables con el orden público, ya que concluir lo
contrario importaría desnaturalizar el proceso judicial hasta el punto de convertirlo en
un medio apto para convalidar las transgresiones a las normas imperativas.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 502.
PRESCRIPCION(1)
Principios generales
1. El examen de la subsistencia de la acción penal resulta previo a cualquier otro, por
cuanto la prescripción constituye una cuestión de orden público, que opera de pleno
derecho y que debe ser declarada de oficio: p. 445.
Interrupción
6. A los fines de la interrupción de la prescripción, debe entenderse por “demanda” (art.
3986 del Código Civil) toda presentación judicial que traduzca la intención de mantener
vivo el derecho de que se trate, razón por la cual los escritos presentados en el juicio de
cobro de alquileres, deben ser interpretados como actos interruptivos de la prescripción
para accionar contra el Registro de la Propiedad, hasta el rechazo de la pretensión por
parte del juez de la ejecución.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 1012.
PRINCIPIO DE CONGRUENCIA
Ver: Jueces, 3; Recurso extraordinario, 122, 123, 129.
(1) Ver también: Recurso extraordinario, 18, 70, 72, 127, 166; Recurso ordinario
de apelación, 17.
(124) PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO
PRINCIPIO DE LEGALIDAD
PRINCIPIO DE RESERVA
PRISION PREVENTIVA
PRIVATIZACION
PRIVILEGIOS
2. El art. 53 de la ley de Entidades Financieras establece cuáles son los créditos que
gozan de privilegio absoluto enumerándolos de manera específica y determinando el
orden de preferencia; tales son los relativos a los fondos asignados y a pagos efectuados
por el Banco Central, y si bien añade una remisión general con la expresión “o por
cualquier otro concepto”, es claro que se refiere a otros modos de pago –supuesto que no
se configura respecto del crédito que reviste carácter punitorio en virtud del incumpli-
miento de relaciones técnicas– que hubiera efectuado el ente rector a la entidad en
liquidación por conceptos diferentes al mencionado de “convenios de créditos recípro-
cos”.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 300.
PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO
tal exigencia no puede recaer sobre aquellos supuestos en que el cumplimiento de los
requisitos de procedencia de la acción se hubiese configurado antes de la sanción de la
nueva ley: p. 88.
PROFESOR UNIVERSITARIO
Ver: Recurso extraordinario, 111.
PROFUGO
3. Los reclamos individuales, a fin de que se liberen las acciones, por fuera del progra-
ma, omitiendo las actuaciones específicas, resultan improcedentes en la medida que se
intenta eludir los procedimientos legales, más allá de los obstáculos que pudieran sur-
gir del A.G.T., pues en este último aspecto no resulta suficiente el argumento de que a
los “sujetos adquirentes”, les resultaría inoponible el A.G.T. por no haberlo suscripto,
porque la valla infranqueable para ellos aparece del propio texto legal que creó el siste-
ma.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 669.
4. Todos los que mantienen un vínculo dependiente con las empresas privadas están
legitimados para adquirir las acciones de los que se hayan retirado, motivo por el cual
está impedida una actuación unilateral, autónoma y exorbitante del PPP, porque el
manejo de las acciones resulta obligatoriamente sindicado (art. 38 y concordantes de la
ley 23.696).
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 669.
PRONUNCIAMIENTO INOFICIOSO
PROPIEDAD INTELECTUAL
PRORROGA
PROTECCION DE LA SEGURIDAD
PROVINCIAS
Ver: Aclaratoria, 3; Consolidación de deudas, 11; Constitución Nacional, 62, 63; Contra-
tos administrativos, 4; Corte Suprema, 7; Jueces, 4, 14, 16, 17, 27; Jurisdicción y compe-
tencia, 10, 57, 85, 104, 125, 126, 129, 140, 148; Medida de no innovar, 1; Medidas
cautelares, 5, 7; Municipalidades, 1, 2; Pago, 2 a 4; Recurso de casación, 4; Recurso
extraordinario, 39, 53, 63, 75, 77, 143.
RADIODIFUSION (127)
PRUEBA(1)
PUNTO FINAL
QUERELLA
QUIEBRA
RADIODIFUSION(2)
operando sin autorización alguna ni decisión judicial favorable, cuando de las normas
vigentes resulta que éstas no gozaban de una situación jurídicamente protegida.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 184.
RAZONABILIDAD
RAZONABILIDAD DE LA LEY
REBELDIA
Ver: Recurso extraordinario, 93, 94, 138.
RECURSO DE APELACION
RECURSO DE CASACION(1)
1. La interpretación del art. 456 del Código Procesal Penal de la Nación conforme a la
teoría del máximo rendimiento, o sea, exigir que el tribunal competente en materia de
casación agote su capacidad revisora conforme a las posibilidades y particularidades de
cada caso, revisando todo lo que le sea posible revisar, archivando la impracticable dis-
tinción entre cuestiones de hecho y de derecho, constituyéndolo en custodio de la correc-
ta aplicación racional del método de reconstrucción histórica en el caso concreto, tiene
por resultado un entendimiento de la ley procesal penal vigente acorde con las exigen-
cias de la Constitución Nacional y es la que impone la jurisprudencia internacional.
–Del precedente “Casal”, al que remitió la Corte Suprema–: p. 149.
2. El art. 456 del Código Procesal Penal de la Nación debe entenderse en el sentido de
que habilita a una revisión amplia de la sentencia, todo lo extensa que sea posible al
máximo esfuerzo de revisión de los jueces de casación, conforme a las posibilidades y
constancias de cada caso particular y sin magnificar las cuestiones reservadas a la in-
mediación, sólo inevitables por imperio de la oralidad conforme a la naturaleza de las
cosas (Voto de la Dra. Elena I. Highton de Nolasco).
–Del voto emitido en el precedente “Casal”, al que remitió el voto–: p. 149.
3. Hasta 1994 era discutible el alcance del art. 456 del Código Procesal Penal de la
Nación, en tanto no se advertía la clara existencia de obstáculos constitucionales para
interpretar que ese dispositivo legal mantenía el recurso de casación en forma tradicio-
nal u originaria, pero desde 1994, el art. 8.2.h de la Convención Americana sobre Dere-
chos Humanos y el art. 14.5 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
pasaron a configurar un imperativo constitucional (siempre que su contenido no resulte
violatorio de los principios de derecho público local establecidos en el art. 27 de la Cons-
titución Nacional como manifestación inequívoca de la soberanía estatal) (Voto del Dr.
Carlos S. Fayt).
–Del voto emitido en el precedente “Casal”, al que remitió el voto–: p. 149.
4. La doctrina que establece que el recurso de casación reglado por el art. 456 del Código
Procesal Penal de la Nación no debe entenderse circunscripto a la uniformidad de la
jurisprudencia sino que, por el contrario, autoriza una revisión más amplia de cualquier
objeto restante del proceso, debe hacerse extensiva a los recursos de casación u otros
análogos previstos por los ordenamientos procesales penales de las provincias, solución
que se impone en virtud de lo dispuesto por el art. 31 de la Constitución Nacional (Voto
del Dr. E. Raúl Zaffaroni).
–Del voto emitido en el precedente “Merlo”, al que remitió el voto–: p. 149.
5. La garantía de doble instancia exige, como regla, que el imputado tenga la posibilidad
de someter la totalidad del contenido de la sentencia de condena al escrutinio del tribu-
nal del recurso, quedando fuera del examen en segunda instancia aquellas cuestiones
que, en razón de encontrarse directamente vinculadas con la inmediación propia del
debate oral, resultan de imposible reedición ante el tribunal del recurso, y sin que ese
examen pueda ir más allá de los agravios planteados por el recurrente, en tanto se trata
de un derecho en cabeza del imputado, que éste ejerce en la medida en que la decisión de
condena le causa agravio (Voto de la Dra. Carmen M. Argibay): p. 149.
6. El art. 456 del Código Procesal Penal de la Nación no contiene una infracción literal a
la garantía constitucional de revisión del fallo condenatorio, en tanto dicho precepto
procesal no establece una prohibición de que las sentencias dictadas por los tribunales
orales puedan ser revisadas integralmente por la Cámara de Casación si son, a su vez,
integralmente cuestionadas por el condenado (Voto de la Dra. Carmen M. Argibay):
p. 149.
7. En cada caso de jurisdicción federal en que se esté ante una posible infracción al
derecho del imputado a solicitar la revisión de la sentencia de condena, deberá exami-
narse la interpretación y aplicación que la Cámara de Casación hizo del art. 456 del
Código Procesal Penal de la Nación (Voto de la Dra. Carmen M. Argibay): p. 149.
8. Corresponde dejar sin efecto el pronunciamiento que se negó a tratar los argumentos
que la parte le había sometido a estudio y esa negativa no se fundó ni en la omisión de la
parte de plantear esas cuestiones ni en que la revisión fuera imposible de hecho, sino en
que tales asuntos resultarían ajenos a la instancia de casación, pues ha aplicado el
(130) RECURSO DE QUEJA
art. 456 del Código Procesal Penal de la Nación de un modo que viola el derecho a la
doble instancia (arts. 8.2.h de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y
14.2 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos) (Voto de la Dra. Carmen M.
Argibay): p. 149.
RECURSO DE QUEJA(1)
Principios generales
1. Como principio, las decisiones de la Corte en los recursos de queja por apelación
denegada no son susceptibles de recurso alguno: p. 1309.
Plazo
3. Para el cómputo del plazo para la interposición de la queja debe tenerse en cuenta la
notificación personal al imputado. Lo contrario implicaría admitir que una decisión con-
denatoria quedara firme con la sola conformidad del defensor, temperamento que en
modo alguno condeciría con la preferente tutela que debe merecer la garantía de defen-
sa en juicio (Voto del Dr. Carlos S. Fayt).
–Del voto emitido en el precedente “Dubra”, al que remitió el voto–: p. 149.
4. Los feriados locales no inciden en el cómputo del plazo para la interposición del recur-
so de hecho ante la Corte Suprema: p. 472.
Depósito previo
6. Cabe admitir los efectos del beneficio provisional contemplado en el art. 83 del Código
Procesal Civil y Comercial de la Nación, cuando de las circunstancias del caso resulta
que no es posible esperar el dictado de la resolución que conceda el beneficio de litigar
sin gastos sin grave peligro para la efectividad de la defensa: ps. 317, 431.
7. La ley (art. 13, inc. c, de la ley 23.898) dispensa de la tasa de justicia –y por ende del
depósito– a los trabajadores en relación de dependencia y sus causahabientes en los
juicios originados en la relación laboral, pero no a los profesionales cuando se trata de
los honorarios que les pertenecen, a pesar de las connotaciones atribuibles a su trabajo:
p. 1307.
9. Los supuestos de exención al pago del depósito previsto en el art. 286 del Código
Procesal Civil y Comercial de la Nación deben ser apreciados con criterio estricto: p. 1307.
10. Corresponde dejar sin efecto la intimación a efectuar el depósito previsto en el art.
286 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación si la simple manifestación de
voluntad formulada por la recurrente resultaba insuficiente para habilitar el conoci-
miento por parte del Tribunal, ya que debía contar con la debida asistencia técnica en
aras de preservar adecuadamente las garantías constitucionales que le asisten, trámite
que se hallaba aún en curso de ejecución al tiempo de formular el desistimiento: p. 1310.
Trámite
12. La falta de diligencia de los interesados resulta manifiesta si se tiene en cuenta que,
desde su presentación hasta la declaración de la caducidad de la instancia pasaron más
de tres meses sin que la parte hubiera informado acerca del estado del beneficio de
litigar sin gastos, carga que tenía como objetivo demostrar su interés en mantener viva
la instancia: p. 324.
to sobre el fondo del asunto (art. 285 del Código Procesal Civil y Comercial de la Na-
ción): p. 431.
RECURSO DE REPOSICION(1)
RECURSO DE REVISION
RECURSO DE REVOCATORIA
RECURSO EXTRAORDINARIO(1)
INDICE SUMARIO
(1) Ver también: Constitución Nacional, 60; Jurisdicción y competencia, 129, 136,
153; Recurso ordinario de apelación, 15.
(134) RECURSO EXTRAORDINARIO
Principios generales
4. Es inadmisible (art. 280 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación) el recur-
so extraordinario deducido contra el pronunciamiento que rechazó el reclamo de los
mayores gastos que la actora debió soportar a raíz del cambio de diseño de los refugios
peatonales cuya explotación le había otorgado la municipalidad mediante un permiso
de uso: p. 135.
5. Es inadmisible (art. 280 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación) el recur-
so extraordinario deducido contra el pronunciamiento que concedió una extradición:
p. 292.
6. Es inadmisible (art. 280 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación) el recur-
so extraordinario deducido contra la sentencia que rechazó la demanda de daños y per-
juicios causados por la pérdida de la propiedad de las acciones suscriptas por el deman-
dante en el marco del Programa de Propiedad Participada, resultante de su despido sin
causa: p. 309.
7. Es inadmisible (art. 280 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación) el recur-
so extraordinario deducido contra la sentencia que consideró que el pronunciamiento
que había resuelto acerca del fondo del asunto se encontraba firme y que no podía
revisarse –con motivo de la impugnación de una liquidación– lo establecido respecto a
los accesorios del crédito que no había sido objeto de agravios en su momento (Disiden-
cia de la Dra. Carmen M. Argibay): p. 314.
(136) RECURSO EXTRAORDINARIO
11. Es inadmisible (art. 280 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación) el recur-
so extraordinario interpuesto contra el pronunciamiento que –por carecer del requisito
de autosuficiencia– declaró formalmente inadmisible la queja contra la decisión del
Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y Funcionarios provincial que no había hecho
lugar a su recurso de revisión (Voto de la Dra. Carmen M. Argibay): p. 437.
12. Son inadmisibles (art. 280 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación) los
recursos extraordinarios interpuestos contra el pronunciamiento que condenó a los im-
putados y sancionó a sus letrados (Disidencia del Dr. Juan Carlos Maqueda): p. 445.
13. Es inadmisible (art. 280 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación) el recur-
so extraordinario interpuesto contra el pronunciamiento que –por entender que había
sido planteado fuera de término– desestimó la apelación articulada contra la sanción
impuesta a un abogado por la Federación de Colegios de Abogados y Procuradores: p. 495.
14. El recurso extraordinario contra la sentencia que declaró mal concedido el recurso
de casación es inadmisible (art. 280 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación):
p. 510.
17. Es inadmisible (art. 280 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación) el recur-
so extraordinario deducido contra el pronunciamiento que rechazó los recursos inter-
puestos contra la sentencia que había condenado a la concesionaria vial de una ruta por
los daños y perjuicios derivados de un accidente de tránsito acaecido con motivo de la
presencia de un animal suelto en esa vía: ps. 646, 695, 879.
18. Es inadmisible (art. 280 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación) el recur-
so extraordinario deducido contra el pronunciamiento que revocó el que había hecho
lugar a la excepción de prescripción: ps. 689, 1012.
RECURSO EXTRAORDINARIO (137)
22. El recurso extraordinario contra la sentencia que dispuso que el art. 22 de la ley
23.982 es inaplicable a las obligaciones posteriores al 31 de marzo de 1991 es inadmisi-
ble (art. 280 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación) (Voto de los Dres.
Ricardo Luis Lorenzetti y Carmen M. Argibay): p. 734.
23. La desestimación de un recurso extraordinario con la sola invocación del art. 280 no
importa confirmar ni afirmar la justicia o el acierto de la decisión recurrida; implica, en
cambio, que la Corte ha decidido no pronunciarse sobre la presunta arbitrariedad invo-
cada, por no haber hallado en la causa elementos que tornen manifiesta la frustración
del derecho a la jurisdicción en debido proceso (Voto de la Dra. Carmen M. Argibay):
p. 741.
24. Es inadmisible (art. 280 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación) el recur-
so extraordinario deducido contra el pronunciamiento que rechazó el de inaplicabilidad
de ley interpuesto contra la decisión que –mediante la invocación de doctrina del tribu-
nal– hizo lugar a la excepción de falta de legitimación opuesta por el demandado: p. 892.
25. Es inadmisible (art. 280 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación) el recur-
so extraordinario deducido contra el pronunciamiento que –al desestimar la reposición
por estimar no agotada la instancia administrativa– mantuvo la determinación de ofi-
cio realizada en lo relativo al impuesto sobre los ingresos brutos: p. 928.
27. Es inadmisible (art. 280 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación) el recur-
so extraordinario deducido contra el pronunciamiento que declaró inaplicable el art. 8.2
del decreto 2633/92, reglamentario del art. 5º, inc. b), de la ley del impuesto al valor
agregado (texto sustituido por ley 23.349) (Disidencia de la Dra. Carmen M. Argibay):
p. 1045.
28. El recurso extraordinario contra la sentencia que dejó sin efecto el auto regulatorio
del inferior y determinó los honorarios del letrado es inadmisible (art. 280 del Código
Procesal Civil y Comercial de la Nación) (Disidencia de las Dras. Elena I. Highton de
Nolasco y Carmen M. Argibay): p. 1066.
(138) RECURSO EXTRAORDINARIO
29. Es inadmisible (art. 280 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación) el recur-
so extraordinario en cuanto cuestiona la imposición de costas (Disidencia parcial de la
Dra. Carmen M. Argibay): p. 1092.
30. Es inadmisible (art. 280 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación) el recur-
so extraordinario deducido contra el pronunciamiento que –al admitir el recurso de
revisión– declaró verificado el crédito pretendido: p. 1180.
Requisitos comunes
Cuestión justiciable
31. Las decisiones en materia de los llamados juicios políticos o enjuiciamientos de ma-
gistrados en la esfera provincial, cuyo trámite se efectuó ante órganos ajenos a los pode-
res judiciales locales, configuran una cuestión justiciable en la que le compete interve-
nir a la Corte Suprema por vía de recurso extraordinario sólo cuando se acredita la
violación del debido proceso legal: p. 12.
Gravamen
32. Los agravios expuestos en el recurso extraordinario deben afectar en forma personal
a la parte que los esgrime: p. 182.
34. Resulta inoficioso tratar el agravio enderezado a cuestionar la decisión por entender
que le impediría participar en las próximas elecciones con candidatos propios, si el Po-
der Ejecutivo, mediante el decreto 535/05, habilitó a oficializar candidaturas –en los
términos del art. 60 del Código Electoral Nacional–, a los partidos políticos que, habien-
do iniciado el trámite de reconocimiento al momento de su dictado, lo obtuvieren con
posterioridad a la fecha prevista para la constitución de las juntas electorales partida-
rias, según lo establecido en el decreto 451/05.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 187.
36. Las sentencias de la Corte Suprema deben ceñirse a la situación existente al mo-
mento de ser dictadas.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 187.
38. Si el imputado ha sido excarcelado, con arreglo a la doctrina según la cual sus deci-
siones deben atender a las circunstancias existentes al momento del pronunciamiento,
el recurso extraordinario no se dirige contra una sentencia definitiva o equiparable a tal
(art. 14 de la ley 48): p. 297.
41. La Corte Suprema sólo puede ejercer sus atribuciones jurisdiccionales cuando se
somete a su decisión un caso concreto, es decir, carece de jurisdicción cuando éste haya
devenido abstracto: p. 629.
42. Las sentencias de la Corte Suprema deben ceñirse a las circunstancias existentes al
momento de ser dictadas, principio que se aplica, inclusive, en aquellos pleitos en los
que dichas circunstancias sean sobrevinientes al día en que haya sido interpuesto el
recurso extraordinario: p. 629.
43. El recurso extraordinario carece de objeto actual si, aunque la actitud de la deman-
dada no significa un reconocimiento de los derechos aducidos por la actora, la preten-
sión de ésta ha quedado materialmente satisfecha: p. 629.
44. Si la decisión del a quo es concordante con la doctrina de fallos anteriores del Tribu-
nal, la cuestión federal invocada, aun de existir, resultaría insubstancial (Voto del Dr.
Carlos S. Fayt): p. 1191.
Requisitos propios
Cuestión federal
Generalidades
incumbe realizar una declaración sobre los puntos controvertidos según la interpreta-
ción que rectamente les otorgue.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 20.
LEYES
DECRETOS
RESOLUCIONES
54. Los agravios deducidos contra el pronunciamiento que no hizo lugar a las reformas
introducidas por un partido político a su carta orgánica para que los “adherentes”, ade-
más de los afiliados, eligieran las primeras autoridades partidarias y dejó sin efecto el
llamado previsto con tal objeto, suscitan cuestión federal suficiente para su tratamiento
por la vía extraordinaria, pues se halla en tela de juicio la interpretación de normas
(142) RECURSO EXTRAORDINARIO
federales y la sentencia definitiva del tribunal superior de la causa ha sido adversa a las
pretensiones que el recurrente fundó en ellas.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 187.
55. Sin perjuicio de que la recurrente se haya agraviado por afectación del principio de
legalidad (descartando la garantía de la aplicación de la ley penal más benigna), es
formalmente procedente el recurso extraordinario al hallarse en juego el alcance y apli-
cación en el tiempo de las normas federales en las que fundó su pretensión (Voto de la
Dra. Carmen M. Argibay): p. 1053.
56. Es admisible el recurso extraordinario (art. 14, inc. 3º, de la ley 48) en la medida en
que: a) además de la existencia de cuestión federal constitucional directa; b) se cuestio-
na una sentencia definitiva, en el sentido en que pone fin al pleito; c) dictada por el
superior tribunal de la causa (Cámara Federal de la Seguridad Social); d) que ha sido
adversa al derecho de la recurrente fundado en una norma de carácter federal (ley 24.631);
e) guardando los agravios relación directa e inmediata con la inteligencia que corres-
ponde asignar a los arts. 16 y 110 de la Constitución Nacional (Disidencia del Dr. Horacio
Daniel Rosatti): p. 1092.
58. Corresponde habilitar la instancia del art. 14 de la ley 48, toda vez que se discute la
validez de actos emanados de una autoridad nacional –ordenanza dictada por una uni-
versidad nacional– y la decisión definitiva de los jueces de la causa es contraria a las
pretensiones que el recurrente funda en ellos.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 142.
59. Con amparo en lo dispuesto en el art. 14 de la ley 48, siempre que esté en tela de
juicio la interpretación de un pronunciamiento de la Corte Suprema en el que el peticio-
nario funde su derecho, se configura una hipótesis que hace formalmente viable el re-
curso extraordinario, cuando la resolución impugnada consagra un inequívoco aparta-
miento de lo resuelto en el caso por el Tribunal: p. 314.
60. El apartamiento de las sentencias de la Corte Suprema sólo suscita cuestión federal
si se trata de la dictada en la misma causa (Voto de la Dra. Elena I. Highton de Nolasco):
p. 646.
61. Si la decisión recurrida ha sido contraria a la validez de las leyes federales 23.492 y
23.521, existe en el caso cuestión federal suficiente y el decisorio debe ser equiparado a
sentencia definitiva (Disidencia de la Dra. Carmen M. Argibay): p. 297.
RECURSO EXTRAORDINARIO (143)
Cuestiones no federales
64. Si bien el recurso extraordinario no tiene por objeto revisar decisiones de los jueces
de la causa referidas a cuestiones de hecho y de derecho común, cabe hacer excepción a
tal criterio en supuestos referidos a la aplicación y cálculo de intereses, cuando el a quo
resuelve la cuestión litigiosa de modo dogmático y con notoria ausencia de
fundamentación, lo que conduce a la descalificación del acto jurisdiccional en el marco
de la doctrina de la arbitrariedad de sentencias.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 335.
65. Si bien los agravios se refieren a cuestiones fácticas y de derecho común, ajenas –
como regla y por su naturaleza– a la instancia del art. 14 de la ley 48, dicho criterio
reconoce como excepción a los supuestos en que, con menoscabo del derecho de defensa
en juicio, el tribunal basó su decisión en aseveraciones dogmáticas que redundan en
serio detrimento del poder disciplinario inherente a las autoridades de la asociación
(Disidencia de los Dres. Enrique Santiago Petracchi y Carlos S. Fayt): p. 342.
68. La doctrina de la arbitrariedad no resulta apta para atender las discrepancias de las
partes respecto de los fundamentos de hecho, prueba y derecho común y procesal, que
(144) RECURSO EXTRAORDINARIO
69. Más allá del acierto o error de lo decidido, no resulta descalificable una sentencia
que cuenta con fundamentos suficientes y la argumentación del recurrente concierne a
la apreciación crítica de los hechos y la interpretación de las normas de derecho común
efectuadas por el tribunal (Voto del Dr. E. Raúl Zaffaroni): ps. 646, 695.
70. Los agravios deducidos contra el pronunciamiento que revocó el que había hecho
lugar a la excepción de prescripción remiten a cuestiones de hecho, prueba y derecho
común que no habilitan la instancia extraordinaria, en tanto el fallo apelado cuenta con
fundamentos que, más allá de su acierto o error, revelan una discreta comprensión de
las cuestiones propuestas (Disidencia de la Dra. Elena I. Highton de Nolasco): p. 689.
72. Si bien lo atinente a la prescripción remite a materias que, por su naturaleza fáctica,
de derecho común y procesal, son propias de los jueces de la causa y ajenas a la instan-
cia extraordinaria, esto es así en tanto no medie una irrazonable aplicación de las nor-
mas vigentes a las circunstancias comprobadas de la causa.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 1012.
73. El agravio del concursado referente al rechazo de su planteo desindexatorio –lo cual
fue resuelto bajo el argumento de que no se había logrado acreditar la exorbitancia del
monto pendiente de pago– remite a la consideración de una cuestión de derecho común,
hecho y prueba, ajena a la instancia del art. 14 de la ley 48, máxime si fue resuelta por
los jueces de la causa con fundamentos bastantes que, más allá de su acierto o error,
descartan arbitrariedad (Voto de los Dres. Carlos S. Fayt, Ricardo Luis Lorenzetti y
Carmen M. Argibay): p. 1180.
75. No corresponde que la Corte Suprema revise la interpretación que el tribunal pro-
vincial ha hecho del art. 2º de la ley 8654 de Entre Ríos, pues aquél tiene la última
palabra sobre el alcance del derecho local y es en función del significado así establecido
que debería examinarse su concordancia o discrepancia con el derecho federal (Disiden-
cia de la Dra. Carmen M. Argibay): p. 385.
76. Si bien el debate involucra cuestiones de derecho local, en principio ajenas a la vía
del art. 14 de la ley 48 y propias de los jueces de la causa, ello no es óbice para que la
RECURSO EXTRAORDINARIO (145)
Corte pueda conocer en los casos cuyas particularidades hacen excepción al principio,
con base en la doctrina de la arbitrariedad, ya que con ésta se tiende a resguardar la
garantía de la defensa en juicio y el debido proceso, exigiendo que las sentencias sean
fundadas y constituyan derivación razonada del derecho vigente con aplicación a las
circunstancias comprobadas de la causa y que provean un análisis razonado de los
planteos introducidos oportunamente y conducentes para la correcta dilucidación del
pleito.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 432.
78. Aun cuando los planteos remiten al examen de cuestiones de hecho, prueba y de
derecho local, ajenas –como regla y por su naturaleza– al recurso del art. 14 de la ley 48,
ello no es óbice para la procedencia del mismo cuando lo resuelto, con menoscabo de la
garantía de defensa, conduce a la pérdida de derechos que cuentan con amparo consti-
tucional.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 513.
79. La ley 23.982, en cuanto sea de aplicación en el ámbito de la Capital Federal, ha sido
dictada en ejercicio de facultades legislativas que corresponden al Congreso en los tér-
minos del art. 75, inc. 30), de la Constitución Nacional y, en consecuencia, reviste el
carácter de derecho público local (Disidencia del Dr. E. Raúl Zaffaroni).
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la disidencia–: p. 734.
81. Los pronunciamientos por los cuales los más altos tribunales provinciales deciden
acerca de los recursos locales que les son llevados a su conocimiento no son susceptibles,
en principio, de revisión por la vía del recurso extraordinario y la tacha de arbitrariedad
resulta particularmente restringida a su respecto, a excepción de que lo resuelto no
constituya derivación razonada del derecho vigente con aplicación a las circunstancias
de la causa, o implique un exceso de rigor formal que lesione garantías constitucionales:
p. 437.
83. Si bien las resoluciones por las que los superiores tribunales de provincia deciden
acerca de la procedencia o improcedencia de los recursos de carácter local que se inter-
ponen ante ellos no habilitan –en principio– la vía excepcional, ello no es óbice para
revisar lo resuelto cuando la sentencia apelada no resulta ser derivación razonada del
derecho vigente con aplicación a las circunstancias comprobadas de la causa (Disiden-
cias del Dr. Carlos S. Fayt y del Dr. E. Raúl Zaffaroni): p. 892.
84. Las resoluciones que declaren desierto un recurso ante el tribunal de alzada no son,
debido a su naturaleza fáctica y procesal, impugnables por la vía del art. 14 de la ley 48,
salvo que lo decidido revele un exceso ritual susceptible de frustrar la garantía de la
defensa en juicio.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 997.
Costas y honorarios
85. Las cuestiones que se suscitan en materia de regulación de honorarios en las instan-
cias ordinarias son ajenas, como principio, a la vía que prevé el art. 14 de la ley 48, y la
doctrina de la arbitrariedad es particularmente restringida sobre el punto; máxime si
no se advierten circunstancias relevantes que autoricen un apartamiento de tales prin-
cipios, lo que ocurre cuando la sentencia aparece suficientemente fundada en los ante-
cedentes de la causa y las consideraciones de orden procesal en las normas arancelarias
que cita; tema de eminente naturaleza común y de derecho adjetivo.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 206.
86. Las resoluciones que deciden cuestiones de hecho y procesales, como son las atinentes
al monto de los honorarios regulados en las instancias ordinarias, la apreciación de los
trabajos profesionales cumplidos y la interpretación y aplicación de las normas arance-
larias, son insusceptibles de tratamiento por la vía extraordinaria, más aún cuando la
discrecionalidad judicial se ha ejercido teniendo en cuenta las normas que rigen las
regulaciones y se ha hecho un razonable ejercicio de aquélla.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 206.
Casos varios
89. Corresponde rechazar los agravios relativos a la improcedencia de la vía elegida por
el amparista y admitida por el a quo, toda vez que conducen al examen de cuestiones
procesales ajenas al recurso extraordinario, cuya resolución es propia de los jueces de la
causa, máxime si no se advierte un caso de arbitrariedad.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 123.
RECURSO EXTRAORDINARIO (147)
91. Lo atinente al alcance dado a las previsiones del art. 94 del Código Procesal Civil y
Comercial de la Nación, es una cuestión de evidente naturaleza procesal y de hecho, no
susceptible de revisión por vía del recurso extraordinario.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 158.
92. Si bien los agravios deducidos contra la sentencia que dispuso el cálculo de intereses
de acuerdo al criterio del plenario “Uzal” remiten al examen de cuestiones fácticas y de
índole procesal, ajenas a la instancia del art. 14 de la ley 48, ello no es óbice para inva-
lidar lo resuelto cuando se ha dado una respuesta disociada de los concretos agravios
planteados, con menoscabo de los derechos de propiedad y de defensa en juicio, y de-
satención de las consecuencias patrimoniales implicadas (Voto de los Dres. Elena I.
Highton de Nolasco, E. Raúl Zaffaroni y Ricardo Luis Lorenzetti): p. 335.
Varias
cias del proceso fueron declaradas nulas, sobre el supuesto vencimiento del término
para la presentación del pedido formal de extradición y sobre la aplicación del cómputo
de los plazos de detención conforme las prescripciones de la derogada ley 24.390, pues
tales cuestiones remiten al examen de temas de hecho y prueba y de derecho común y
procesal (Voto del Dr. E. Raúl Zaffaroni).
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió el voto–: p. 292.
Sentencias arbitrarias
Principios generales
102. La doctrina pretoriana relativa a las sentencias arbitrarias no tiene por objeto
convertir a la Corte Suprema en un tribunal de tercera instancia ordinaria, sino que
procura cubrir casos de naturaleza excepcional en los que notorias deficiencias lógicas
del razonamiento, desaciertos u omisiones de suma gravedad o una total ausencia de
fundamento normativo impiden considerar al fallo como la sentencia fundada en ley a
que se refiere la Constitución Nacional.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 717.
103. Es condición de validez de las sentencias judiciales que ellas sean fundadas y que
constituyan, por tanto, derivación razonada del derecho aplicable, con referencia a los
hechos comprobados de la causa.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 5.
RECURSO EXTRAORDINARIO (149)
104. Si no existía obstáculo alguno para que la Cámara Nacional de Casación Penal
tratara los agravios, ya que la inmediación no impedía examinar el razonamiento lógico
expresado en la sentencia del alcance de la materia revisable por vía del recurso de
casación se contrapone con la garantía internacional de revisión del fallo condenatorio y
con el texto del art. 456 del Código Penal de la Nación, que en forma alguna veda la
posibilidad de revisión en el fallo casacional.
–Los Dres. Highton de Nolasco, Fayt y Lorenzetti, remitieron a sus respectivos votos en
el precedente “Casal” y la Dra. Argibay declaró inaplicable el recurso extraordinario con
invocación del art. 280 CPCC–: p. 318.
106. Corresponde dejar sin efecto la sentencia que desestimó el recurso de casación por
entenderlo dirigido a rebatir aspectos fácticos si el planteo de la quejosa se dirigió a
controvertir la inteligencia del art. 51 de la ley 23.551.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 634.
107. Corresponde hacer lugar al agravio referido a la eximición al peticionario del pago
de las costas, infringiendo lo dispuesto por el art. 20 de la Ley de Contrato de Trabajo,
normas procesales pertinentes y garantías de los arts. 16 y 18 de la Constitución Nacio-
nal, ante la falta del debido sustento de la sentencia del tribunal superior sobre el pun-
to.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 634.
108. Si bien lo atinente a la condena impuesta a la concesionaria vial de una ruta por los
daños y perjuicios derivados de un accidente acaecido con motivo de la presencia de un
animal suelto en esa vía remite a la interpretación de normas de derecho común y cues-
tiones de hecho y prueba, ajenas al recurso extraordinario, corresponde descalificar lo
resuelto si, sin dar razones suficientes, se apartó de la doctrina consagrada en un prece-
dente de la Corte Suprema (Disidencia de los Dres. Enrique Santiago Petracchi y Carlos
S. Fayt).
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la disidencia–: ps. 646, 695.
109. Es arbitrario lo resuelto si la doctrina invocada para dar solución al caso se estable-
ció a partir de un supuesto diferente, ya que en el precedente al que la sentencia remite,
la suma ofrecida por el imputado había sido recibida sin reserva alguna, por lo que se
contemplaron las hipótesis de “rechazo” o “aceptación expresa o por percepción de lo
ofrecido” y, en la causa, se discute el alcance de lo recibido “con reserva” de acudir a sede
civil para obtener una reparación integral del daño provocado por el delito, sin que tal
circunstancia haya sido considerada por el a quo (Disidencias del Dr. Carlos S. Fayt y
del Dr. E. Raúl Zaffaroni): p. 892.
(150) RECURSO EXTRAORDINARIO
110. Corresponde dejar sin efecto la sentencia que sólo se apoya en una afirmación
dogmática para resolver un punto controvertido de derecho y trasunta un análisis insu-
ficiente de los preceptos del Convenio Multilateral del 18 de agosto de 1977.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 5.
111. Corresponde dejar sin efecto el pronunciamiento que –apartándose de las normas
legales que regían la elección de representantes del claustro docente– revocó las orde-
nanzas universitarias que, por su condición de interinos, excluyeron a los recurrentes
de la lista de candidatos, pues ambos docentes carecían de la condición de regulares, ya
que uno había sido designado en fecha posterior al acto eleccionario y la designación del
segundo había caducado.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 142.
114. Es arbitraria la sentencia que rechazó el reclamo de mayores gastos por entender
que la permisionaria no había impugnado el acto que instrumentó la modificación, si
–al contestar la demanda– la ex comuna sólo invocó la naturaleza del vínculo que la
había unido a su contraparte para oponerse a la pretensión, sin hacer referencia a la
obligatoriedad de impugnar tal decreto, ni a la fatal consecuencia que se derivaba, en
forma inexorable, de tal omisión (Disidencia de los Dres. Juan Carlos Maqueda y E.
Raúl Zaffaroni): p. 135.
115. Corresponde dejar sin efecto la sentencia que, lejos de adaptar la nueva decisión a
las pautas señaladas por la Corte Suprema –con motivo de no haberse tratado los agra-
vios fundados en la vulneración de lo dispuesto en el art. 623 del Código Civil y el
avasallamiento del derecho de propiedad–, consideró, una vez más, que lo resuelto acer-
ca del fondo del asunto se encontraba firme y que, por tanto, había pasado en autoridad
de cosa juzgada, por lo que no podía revisarse –con motivo de la impugnación de una
liquidación– lo establecido respecto a los accesorios del crédito que no había sido objeto
de agravios en su momento: p. 314.
116. Corresponde dejar sin efecto el pronunciamiento que no se hizo cargo de los agra-
vios de la demandada, que expresa y concretamente objetó la resolución de primera
RECURSO EXTRAORDINARIO (151)
instancia que había aprobado el cálculo de intereses fuera del marco admitido por el
art. 623 del Código Civil, fundada en un supuesto consentimiento de la sentencia que
había ordenado aplicar el plenario “Uzal”, y en que el recurrente no había indicado cuál
era el error de la liquidación, si éste confrontó ambas liquidaciones y aludió claramente
a una incorrecta consideración del precedente cuando se aprobó la cuenta de capitaliza-
ción de intereses.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 335.
117. Corresponde dejar sin efecto el pronunciamiento que no trató debidamente el agra-
vio fundado en la admisión de la capitalización de intereses al margen de los recaudos
previstos en el art. 623 del Código Civil, pues se trataba de una cuestión no meramente
referida a un error de cálculo, sino al modo sustancial en que la deuda debía contabili-
zarse y relativa a la falta de concurrencia de los presupuestos legales que autorizan el
anatocismo (Voto de los Dres. Elena I. Highton de Nolasco, E. Raúl Zaffaroni y Ricardo
Luis Lorenzetti): p. 335.
118. Corresponde dejar sin efecto la sentencia que no sólo trasunta un excesivo rigor
formal en la manera de apreciar la insuficiencia técnica del recurso interpuesto, sino
que omite pronunciarse sobre cuestiones oportunamente planteadas y conducentes para
la resolución del caso, como es la aplicación de la ley 23.982 –que es de orden público– o
la aprobación de la planilla presentada por la actora en la que se empleó una tasa de
interés prohibida por esa norma.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 997.
119. Corresponde revocar el pronunciamiento que declaró inaplicable el art. 8.2 del
decreto 2633/92, reglamentario del art. 5º, inc. b), de la ley del impuesto al valor agrega-
do (texto sustituido por ley 23.349) pues confundió el “plazo de duración del contrato”
con el momento de “terminación de la prestación” convenida, ya que mientras el prime-
ro se extiende durante cuarenta y ocho meses, la finalización de cada prestación men-
sual es la que fija el precio de los efectivos servicios brindados y genera el derecho a
exigir el cobro.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 1045.
124. Corresponde dejar sin efecto la sentencia que ordenó paralizar el trámite de la
demanda contencioso administrativa hasta tanto la actora diera cumplimiento al pago
del impuesto de sellos si no trató el agravio referido a que la aplicación de los arts. 296
y 297 del Código Fiscal de la Provincia de La Pampa implicaba una grave violación al
derecho de defensa consagrado en la Constitución Nacional y al de acceder a la justicia
consagrado por el Pacto de San José de Costa Rica oportunamente propuesto por la
actora.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 432.
126. Corresponde dejar sin efecto la sentencia que modificó los términos del litigio al
fundarse en un hecho que no constituía el punto de controversia entre las partes –
categoría de empleado municipal– y cambió la decisión del Intendente de decretar una
cesantía al asimilarla a una rescisión de contrato, situaciones que no formaban parte
del objeto de la contienda ni fueron argüidas por la demandada como defensa.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 513.
128. La sentencia que sustentó su decisión en que el art. 22 de la ley 23.982 no era
aplicable a la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires por no existir norma especí-
fica alguna –ni nacional ni local– que así lo dispusiera, debió considerar el argumento
invocado respecto de la aplicación al caso de la ley local 70, que prescribe que las deudas
líquidas y exigibles deben presupuestarse para el ejercicio fiscal posterior (Disidencia
del Dr. E. Raúl Zaffaroni).
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la disidencia–: p. 734.
RECURSO EXTRAORDINARIO (153)
130. La competencia del tribunal de apelación se encuentra acotada por los agravios
contenidos en los recursos concedidos y la prescindencia de tal límite lesiona las garan-
tías constitucionales de propiedad y de defensa en juicio.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 899.
131. Si bien los agravios conducen al examen de cuestiones de derecho público local,
ajenas a la instancia extraordinaria, cabe hacer excepción a ello cuando lo resuelto por
el a quo revela un injustificado rigor formal, ya que surge con claridad que, en oposición
a lo afirmado por el a quo, se agotó la instancia administrativa mediante la resolución
del Tribunal Fiscal Administrativo, la cual constituye el acto que “causa estado” a que
se refieren los arts. 190 y 6º de las leyes de Neuquén 1284 y 1305 y que habilita la
demanda contencioso administrativa (Disidencia del Dr. E. Raúl Zaffaroni): p. 928.
Contradicción
133. Es arbitraria la sentencia que, si bien rechazó la acción por cosa juzgada formal, y
consideró que las sumas percibidas no sólo no superaron sino que fueron menores a las
realmente debidas, ordenó que el cobro de la condena civil siguiera su curso (Voto de los
Dres. Ricardo Luis Lorenzetti y Juan Carlos Poclava Lafuente): p. 445.
134. Corresponde dejar sin efecto la sentencia que incurre en argumentaciones contra-
dictorias pues al expedirse sobre la posibilidad de impugnar nuevamente las decisiones
sobre prescripción y cosa juzgada, cuya recurribilidad ya se había negado con funda-
mento en que aún no había recaído la sentencia final del proceso, se afirma que tales
cuestiones nunca adquieren definitividad, ni aún cuando se dicte la sentencia final del
pleito y, por ende, vuelve a negarse su tratamiento: p. 710.
135. Resulta contradictorio el pronunciamiento que no obstante decir que resulta apli-
cable el art. 20 de la ley de aranceles luego no lo aplica, ya que omite tener en cuenta
que dicha norma, en su último párrafo, establece que el monto del proceso que sirve
como base regulatoria en ningún caso podrá ser superior a la mitad de la suma reclama-
da en la demanda.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 1066.
136. Corresponde desestimar la queja si las objeciones formuladas –de estricto carácter
procesal– sólo demuestran una mera discrepancia con lo decidido por lo que resultan
(154) RECURSO EXTRAORDINARIO
138. Corresponde desestimar la queja que lejos de rebatir la aseveración de los tribuna-
les de ambas instancias en punto a la índole extemporánea del incidente de nulidad se
limita, sin más, a endilgarle un reproche de excesivo ritualismo, proceder que, frente a
las prescripciones procesales pertinentes, se revela falto del debido sustento, máxime si
se repara en que el propósito del incidente era controvertir una resolución de rebeldía
motivada por la propia negligencia de la interesada, al haber omitido acompañar opor-
tunamente el instrumento que acreditaba la personería alegada por su representante.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 717.
Relación directa
Concepto
Resolución contraria
143. Cabe hacer excepción a la regla según la cual el remedio federal es improcedente si
no media resolución contraria al derecho federal invocado, si el asunto controvertido
–régimen de actualización de las remuneraciones judiciales establecido en las leyes 8069
y 8654 de Entre Ríos– está íntimamente vinculado con la interpretación de las cláusu-
las de la Constitución Nacional referentes al modo en que se deben estructurar los tres
poderes en los estados de la confederación argentina: p. 385.
Sentencia definitiva
Concepto y generalidades
148. Las resoluciones dictadas en juicios ejecutivos son, por regla, insusceptibles de
tratamiento en la vía extraordinaria, ya que para ello se requiere que la apelada sea
sentencia definitiva, entendiendo por tal la que pone fin al pleito o causa un gravamen
de imposible o insuficiente remedio ulterior, requisito cuya concurrencia no debe ob-
viarse aunque se invoque arbitrariedad o violación de garantías constitucionales.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 984.
ga presentada en sede administrativa por el ejecutado, pues el agravio que de ello resul-
ta no puede ser revisado en trámite ulterior, donde no sería ya procedente (art. 553,
cuarto párrafo del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación).
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 1350.
Cuestiones de competencia
Medidas precautorias
154. Si bien las resoluciones sobre medidas cautelares, sea que las ordenen, modifiquen
o levanten, no revisten, en principio, carácter de sentencias definitivas en los términos
del art. 14 de la ley 48, la resolución que ordenó el retiro de la tribuna bajo apercibi-
miento de demolición y la ejecución del proyecto de remodelación puede ser equiparada
a definitiva en sus efectos, toda vez que los argumentos esgrimidos por el a quo frustran
todo replanteo posterior sobre el tema, a la vez que lo resuelto produce un menoscabo a
los derechos constitucionales invocados por el recurrente.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 28.
155. Las resoluciones sobre medidas cautelares, sea que las ordenen, modifiquen o le-
vanten no revisten, en principio, el carácter de sentencias definitivas en los términos
que exige el art. 14 de la ley 48 para la procedencia del recurso extraordinario; regla que
cede cuando se configura un supuesto de gravedad institucional o cuando aquéllas cau-
san un agravio que, por su magnitud y circunstancia de hecho, pueda ser de tardía,
insuficiente o imposible reparación ulterior: p. 440.
RECURSO EXTRAORDINARIO (157)
157. Las resoluciones sobre medidas cautelares, sea que las ordenen, modifiquen o le-
vanten no revisten, en principio, el carácter de sentencias definitivas en los términos
que exige el art. 14 de la ley 48 para la procedencia del recurso extraordinario (Voto de
la Dra. Carmen M. Argibay): p. 440.
158. La decisión que deniega la excarcelación, en tanto restringe la libertad del imputa-
do con anterioridad al fallo final de la causa ocasionando un perjuicio que podría resul-
tar de imposible reparación ulterior, es equiparable a sentencia definitiva por afectar
un derecho que requiere inmediata tutela en la medida en que se halle involucrada en el
caso alguna cuestión federal: ps. 679, 723 y disidencia de los Dres. Fayt y Zaffaroni en
p. 906.
159. No constituyen sentencia definitiva, en los términos del art. 14 de la ley 48, tanto
las resoluciones que ordenan, modifican o levantan medidas cautelares como las que
rechazan la acción de amparo pero dejan subsistente el acceso a la revisión judicial, a
través de la instancia ordinaria, salvo que lo decidido cause un agravio de imposible o
muy dificultosa reparación ulterior.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 899.
Varias
165. Corresponde dejar sin efecto la sentencia que rechazó el recurso de casación inten-
tado ante la negativa a hacer lugar a la excepción de falta de acción fundada en el
beneficio extintivo para los delitos tributarios dispuesto en el art. 73, tercer párrafo, de
la ley 25.401, ya que si bien no es la sentencia que pone fin al proceso, debe ser equipa-
rada a tal.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 526.
168. Es sentencia definitiva la que confirmó la resolución que había aprobado una liqui-
dación, si la demandada no contará con otra ocasión para discutir lo atinente a la “capi-
talización” cuestionada (Voto de los Dres. Elena I. Highton de Nolasco, E. Raúl Zaffaroni
y Ricardo Luis Lorenzetti): p. 335.
Tribunal superior
173. Cuando se invocan agravios de naturaleza federal aptos para habilitar la compe-
tencia de la Corte por vía extraordinaria en el ámbito de la justicia penal nacional con-
forme al ordenamiento procesal vigente, éstos deben ser tratados previamente por la
Cámara Nacional de Casación Penal en su carácter de tribunal intermedio: p. 244.
175. En ausencia de una regla dictada por el Congreso que restrinja el alcance del recur-
so extraordinario a las sentencias dictadas por la Cámara de Casación, no corresponde
denegar el recurso extraordinario por no haberse deducido contra un fallo de ese tribu-
nal (Disidencia de la Dra. Carmen M. Argibay): p. 244.
176. La resolución por la que se negó el acceso a la Cámara Nacional de Casación Penal
con base en que la decisión acerca de la individualización de la pena sólo puede ser
examinada en supuestos de arbitrariedad manifiestamente violatoria de la garantía de
la defensa en juicio, sin atender a las críticas que, con base en determinada inteligencia
de las normas aplicables formuló la recurrente, importa una restricción indebida de esa
vía recursiva.
–La Dra. Argibay remitió a su voto en el precedente “Casal”–: p. 518.
178. Corresponde dejar sin efecto la resolución que desestimó los recursos de inconsti-
tucionalidad e inaplicabilidad de ley motivados por el rechazo del recurso de casación
interpuesto contra la decisión que revocó la sentencia que había concedido la excarcela-
ción, ya que no se ajusta a la jurisprudencia de la Corte en los casos “Strada” y “Di
Mascio”: ps. 679, 723.
Requisitos formales
Forma
181. Resulta inadmisible la adhesión a la apelación reglada por el art. 14 de la ley 48,
cuando se ha declarado la caducidad de instancia del recurso extraordinario al que pre-
tende adherirse: p. 19.
Oportunidad
Generalidades
Término
Fundamento
186. Corresponde rechazar los agravios relacionados con el vencimiento del término
para el ingreso del pedido formal de extradición y con la aplicación de la ley 24.390, si el
recurso extraordinario no cuenta con una crítica concreta y razonada de los fundamen-
tos desarrollados por el juzgador para arribar a la solución impugnada sino que se limi-
tó a reiterar el reclamo, sin siquiera mencionar las razones dadas en la sentencia de
concesión de la extradición (Voto del Dr. E. Raúl Zaffaroni).
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió el voto–: p. 292.
188. Corresponde desestimar el recurso que nada dice acerca de cuál sería el desequili-
brio o la desproporción que se aduce o en qué consiste, concretamente, aquello que le es
reconocido al personal retirado y no al personal en actividad, demostración que es indis-
pensable si se pretende sostener que se colocó a los actores en una posición de privilegio:
p. 584.
192. Los agravios deducidos no refutan todos y cada uno de los argumentos de la senten-
cia apelada y no los rebatieron en términos que satisfagan el requisito de fundamentación
autónoma a que se refiere el art. 15 de la ley 48, exigencia que implica que el escrito
contenga una crítica prolija de la sentencia impugnada, a cuyo efecto no basta sostener
un criterio interpretativo distinto del seguido en la misma: p. 1191.
Gravedad institucional
Trámite
198. Aun cuando la condena no se encuentra firme –lo cual torna inaplicable el art. 66,
Código Penal–, no es posible soslayar la circunstancia de que desde la sentencia conde-
natoria de primera instancia el tiempo transcurrido excede con holgura el plazo de pres-
cripción de la acción penal previsto para los delitos imputados (conf. art. 62, inc. 2º,
Código Penal), sin que haya mediado en autos más actividad procesal que la provocada
por los recursos de los propios imputados: p. 445.
199. Si la prescripción invocada podría haber operado con anterioridad a que la senten-
cia condenatoria quedara firme, corresponde suspender todo pronunciamiento a resul-
tas de la decisión que en relación a la prescripción de la acción penal dicten los jueces de
la causa (Disidencia de la Dra. Carmen M. Argibay): p. 445.
200. El traslado que prescribe el art. 257 del Código Procesal Civil y Comercial de la
Nación resulta insoslayable, puesto que su omisión compromete irremediablemente el
derecho de defensa de quien tiene asignada expresa intervención en la causa: p. 471.
201. Corresponde dejar sin efecto el auto de concesión del recurso extraordinario que
prescindió, sin dar razones de ello, del trámite previsto en el párrafo segundo del art.
257 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación y remitir las actuaciones al
tribunal de origen para que se sustancie la apelación extraordinaria de conformidad con
lo preceptuado en el artículo citado: p. 471.
Resolución
Límites del pronunciamiento
203. El rechazo del recurso extraordinario por las causales de arbitrariedad alegadas,
sin que se deduzca queja, limita la competencia de la Corte Suprema en la medida que
la otorga la alzada.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 187.
204. Toda vez que los agravios vinculados con la arbitrariedad del fallo se encuentran
inescindiblemente ligados a la inteligencia de las normas federales, resulta procedente
tratar en forma conjunta ambos aspectos.
–Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema–: p. 201.
208. Corresponde rechazar los planteos respecto del valor de la jurisprudencia tradicio-
nal de la Corte Suprema sobre la intangibilidad de las compensaciones de los jueces
nacionales en el ámbito fiscal y la validez de la acordada 20/96, pues no han sido objeto
de impugnación alguna por parte del Fisco demandado, y la jurisdicción ejercida por la
vía del art. 14 de la ley 48 se halla limitada a los temas introducidos oportunamente en
el proceso y mantenidos en el recurso extraordinario: p. 1092.
209. La jurisdicción ejercida por la vía del art. 14 de la ley 48 se halla limitada a los
temas introducidos oportunamente en el proceso y mantenidos en el recurso extraordi-
nario (Voto del Dr. Leopoldo H. Schiffrin): p. 1092.
210. En tanto el recurso extraordinario es uno de los medios para acudir a la Corte
Suprema en procura del ejercicio de su jurisdicción apelada (arts. 116 y 117 de la Cons-
titución Nacional, 14 de la ley 48 y 6 de la ley 4055), la naturaleza de la competencia con
la cual el Tribunal interviene en tales supuestos, ha llevado a reconocer que su conoci-
miento en el asunto queda limitado por el contenido de los agravios federales invocados
en el recurso extraordinario (Voto del Dr. Leopoldo H. Schiffrin): p. 1092.
211. El carácter final de las decisiones de la Corte Suprema limita el hallazgo normati-
vo (Rechtsfindung) que en aquéllas se formule al plexo normativo inmediato al que
pertenece la relación jurídica deducida en el proceso. No cabe, en cambio, suplantar la
cuestión discutida por otra que no fue objeto de debate en las instancias anteriores
(Voto del Dr. Leopoldo H. Schiffrin): p. 1092.
INDICE SUMARIO
Seguridad social
2. Corresponde declarar la deserción del recurso que se limita a transcribir los sucesivos
decretos reglamentarios del art. 95 de la ley 24.241, pero no efectúa una crítica concreta
de las circunstancias fácticas y jurídicas tenidas en cuenta por el pronunciamiento para
encuadrar la situación previsional del actor y reconocer el derecho al retiro por invali-
dez: p. 573.
3. Corresponde revocar la sentencia que efectuó una incorrecta interpretación del art.
95 de la ley 24.241 y de su reglamentación y pasó por alto que la disposición citada no se
apartó del principio general en la materia, según el cual las condiciones para acceder a
los beneficios de la seguridad social deben ser valoradas a la fecha de producirse la
contingencia que motiva el amparo previsional: p. 573.
4. Si el causante se encontraba gozando del subsidio por desempleo previsto por la ley
24.013 –que debe ser computado como tiempo de remuneraciones con aportes– al mo-
mento de quedar minusválido, corresponde revocar la sentencia que le atribuyó la cali-
dad de aportante irregular con derecho, según lo previsto en el art. 1º, apartado 3, del
decreto 460/99, reglamentario del art. 95 de la ley 24.241 y ordenar al organismo admi-
nistrativo que otorgue el retiro por invalidez solicitado en su carácter de aportante re-
gular con derecho: p. 573.
10. Al haberse acreditado el derecho a la jubilación ordinaria a la fecha del último cese
certificado, la supuesta vuelta a la actividad del trabajador, sólo podía haber generado
la aplicación del régimen de incompatibilidad en el goce de los haberes, mas no obstaba
el reconocimiento del beneficio por las tareas desarrolladas con anterioridad: p. 868.
RECURSO ORDINARIO DE APELACION (167)
Tercera instancia
Generalidades
13. De conformidad con lo dispuesto por el art. 280, ap. segundo, del Código Procesal
Civil y Comercial de la Nación, corresponde declarar la deserción del recurso ordinario
de apelación si el memorial presentado no contiene –como es imprescindible– una críti-
ca concreta y razonada de los fundamentos desarrollados en la sentencia impugnada, ya
que no rebatió los fundamentos del fallo acerca de que la ley del IVA adoptó un criterio
de “unicidad” respecto de los intereses originados en una financiación otorgada directa-
mente por el vendedor, que conlleva a que aquéllos queden sujetos al mismo tratamien-
to tributario que el hecho principal: p. 963.
Sentencia definitiva
Concepto
14. El recurso ordinario de apelación ante la Corte funciona restrictivamente, tan solo
respecto de sentencias definitivas, entendidas por tales a esos efectos las que ponen fin
a la controversia o impiden su continuación, privando al interesado de los medios lega-
les para la tutela de su derecho, regla a la que no hace excepción la circunstancia de
invocarse gravamen irreparable: p. 500.
15. En el ámbito del recurso ordinario de apelación el criterio para apreciar la concu-
rrencia del requisito de sentencia definitiva es más estricto que en lo relativo al recurso
previsto por el art. 14 de la ley 48: p. 500.
16. La decisión que declaró comprendidas las acreencias previsionales en las normas de
la ley de emergencia económica 25.344 resulta equiparable a sentencia definitiva, ya
que pone fin a la posibilidad de revisar lo decidido y clausura el debate sobre el fondo del
asunto: p. 989.
Resoluciones anteriores
17. El recurso ordinario de apelación ante la Corte Suprema –previsto en el art. 24,
inc. 6º, ap. a, del decreto-ley 1285/58– funciona restrictivamente, tan solo respecto de
sentencias definitivas, carácter que no reviste, a tales efectos, el pronunciamiento que
se limita a revocar el acto del organismo recaudador que había declarado prescripta la
acción de repetición promovida por él y a disponer que aquél se pronuncie sobre la cues-
tión de fondo debatida en las actuaciones administrativas: p. 329.
(168) RECURSO ORDINARIO DE APELACION
18. No reviste el carácter de sentencia definitiva a los fines del recurso ordinario de
apelación la sentencia que denegó una medida cautelar: p. 500.
19. Fue bien denegado el recurso ordinario de apelación tendiente a dirimir una cues-
tión que, en definitiva, conducía a la posibilidad de decidir sobre la existencia de un
crédito estimado en una cifra cincuenta y nueve veces menor –aproximadamente– al
mínimo legal establecido en el art. 24, inc. 6º, ap. a, del decreto-ley 1285/58 y resolución
Nº 1360/91 de la Corte: p. 9.
21. No existe interés económico sustancial del erario público que determine la proceden-
cia del recurso ordinario ante la Corte Suprema (art. 24, inc. 6º, ap. a del decreto-ley
1285/58) cuando lo que está en juego es la aplicación de una sanción administrativa
–disciplinaria o represiva– cuya finalidad es restaurar el orden jurídico infringido (Voto
de la mayoría al que no adhirió el Dr. E. Raúl Zaffaroni): p. 500.
23. El beneficio de la tercera instancia tiene por objeto proteger los intereses del Estado
Nacional y conceder una mayor seguridad de acierto a las sentencias que decidan cues-
tiones de determinada cuantía, que comprometen el patrimonio de la Nación: p. 926.
24. Al no haber sido condenado el Estado Nacional al pago de las costas, las cuestiones
sobre honorarios no comprometen el interés de la Nación, lo que excluye su calidad de
parte a los fines del recurso ordinario de apelación previsto por el art. 24, inc. 6º, del
decreto-ley 1285/58: p. 926.
25. La circunstancia de que el perito designado de oficio, con prescindencia del resulta-
do del litigio y de la condena en costas, puede perseguir el cobro de su retribución contra
cualquiera de las partes –con la eventual limitación que pueda establecer la legislación
aplicable respecto de la parte no condenada–, sin perjuicio del derecho de repetición que
pudiera corresponder, compromete el interés de la Nación y habilita la vía del recurso
ordinario de apelación ante la Corte: p. 926.
Causas criminales
28. Ante el silencio del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación respecto de la
solicitud del recurrente de que se hagan extensivos a su respecto los efectos del recurso
interpuesto por la correquerida, corresponde acudir a las reglas del Código Procesal
Penal de la Nación en la materia: p. 743.
29. Las decisiones de la Corte deben atender a las circunstancias existentes al momento
de resolver, aunque sean sobrevinientes a la interposición de la vía intentada, por lo que
aparecen superadas las razones que movieron al a quo a considerar innecesario abordar
la incidencia que en la prescripción de la acción penal extranjera podría tener la cláusu-
la del art. 80 in fine del Código Penal peruano: p. 1245.
RECURSOS
RECUSACION
cual, hubiesen tenido intervención todas las partes del proceso a fin de preservar las
garantías constitucionales que les asisten: p. 215.
REFORMA CONSTITUCIONAL
REGISTRO DE LA PROPIEDAD
Ver: Prescripción, 6.
REGLAMENTACION DE LA LEY
REMUNERACIONES
Ver: Constitución Nacional, 32, 35, 38 a 40, 62 a 64; Impuesto a las ganancias, 6 a 8;
Jueces, 1, 2, 4 a 38, 41 a 45, 48 a 50, 52; Pago, 1 a 4; Poder Judicial, 1, 2; Recurso
extraordinario, 39, 50, 51, 53, 63, 75, 143, 191, 193, 212.
RESPONSABILIDAD MEDICA (171)
RENUNCIA
REPETICION DE IMPUESTOS
RESCISION DE CONTRATO
RESIDUOS PELIGROSOS
RESISTENCIA A LA AUTORIDAD
RESPONSABILIDAD CIVIL
RESPONSABILIDAD CONTRACTUAL
Ver: Aclaratoria, 3; Costas, 4 a 7; Jurisdicción y competencia, 133, 135, 136, 147, 148.
RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL
RESPONSABILIDAD MEDICA
RETIRO
RETIRO MILITAR
RETIRO POLICIAL(1)
1. El hecho de que una asignación sea percibida por un alto porcentaje del personal en
actividad no puede constituir (“de facto”) el parámetro de “generalidad” si expresamen-
te dicha asignación ha sido creada (“de iure”) como una compensación particular: p. 584.
RETROACTIVIDAD DE LA LEY
Ver: Control de cambios, 2, 3; Honorarios, 2; Ley penal en blanco, 1; Ley penal más
benigna, 2 a 6.
ROBO DE AUTOMOTORES
(1) Ver también: Jurisdicción y competencia, 54, 55, 62; Recurso extraordinario,
188.
SENTENCIA (173)
SANCIONES ADMINISTRATIVAS
SANCIONES DISCIPLINARIAS
SECUESTRO EXTORSIVO
Ver: Jurisdicción y competencia, 65, 66, 70, 82.
SEGURIDAD SOCIAL
SEMOVIENTES
Ver: Concesión, 6, 7, 9 a 11; Constitución Nacional, 50, 51; Recurso extraordinario, 17,
108.
SENTENCIA(1)
Principios generales
SENTENCIA ARBITRARIA
Ver: Honorarios, 13; Recurso extraordinario, 23, 64, 68, 69, 148, 179, 195.
SENTENCIA DEFINITIVA
SENTENCIA EXTRANJERA
Ver: Honorarios, 16; Recurso extraordinario, 137.
SEPARACION DE HECHO
SERVICIOS PUBLICOS
Ver: Concesión, 4, 8; Terceros, 4.
SILENCIO
SILENCIO DE LA ADMINISTRACION
SISTEMA FEDERAL(1)
1. De conformidad con la forma de gobierno federal adoptada, la Constitución Nacional
ha confiado tanto al gobierno nacional como a los gobiernos provinciales lo atinente a la
organización del régimen de justicia: p. 1092.
SISTEMA REPUBLICANO
Ver: Constitución Nacional, 62, 63; Jueces, 4, 8, 9, 17, 24, 35, 44.
SOBERANIA
Ver: Recurso de casación, 3.
(1) Ver también: Constitución Nacional, 62, 63; Jueces, 17; Jurisdicción y com-
petencia, 129.
(176) TASA DE INTERES
SUELDO
SUPERINTENDENCIA(1)
2. Corresponde dejar sin efecto la cesantía si a pesar de que la conducta del agente
merece ser sancionada, la decisión adoptada por la cámara aparece como excesiva en
tanto no existe prueba directa del hecho y la cámara graduó la sanción teniendo en
cuenta hechos que no fueron materia de discusión en el sumario y que ya fueron valo-
rados y sancionados oportunamente (Disidencia de los Dres. Carlos S. Fayt y E. Raúl
Zaffaroni): p. 1035.
SUPREMACIA CONSTITUCIONAL
Ver: Constitución Nacional, 4, 65; Jueces, 52; Ley, 12; Recurso de casación, 4.
TARIFAS
TASA DE INTERES
TASA DE JUSTICIA(1)
1. Cuando el actor está exento del pago de la tasa de justicia, ésta debe liquidarse,
respecto del demandado, teniendo en cuenta el monto de la condena emergente de la
sentencia dictada en las actuaciones, y no según el reclamo efectuado en el escrito de
demanda, a fin de no responsabilizarlo sin fundamento legal por un acto que le es ajeno,
máxime si de la condena resulta un importe sensiblemente inferior al pretendido: p. 951.
TASAS(2)
1. Al cobro de una tasa debe corresponder –entre otros extremos– una individualizada
prestación de un servicio relativo a algo no menos individualizado (bien o acto) del con-
tribuyente: p. 792.
TELEFONIA CELULAR
TELEFONOS
TELEVISION
Ver: Constitución Nacional, 30; Municipalidades, 2; Radiodifusión, 2.
TENENCIA DE HIJOS
TERCEROS(3)
4. Toda vez que el concesionario del servicio público ferroviario de pasajeros acreditó la
existencia de un interés que le es propio y conexo con el derecho debatido entre las
partes, que eventualmente podría ser afectado por el pronunciamiento a dictarse –por-
que el paso del “tren del metanol” tendría lugar por las vías cuya concesión le ha sido
otorgada, tránsito que dice no consentir por la peligrosidad de la sustancia transporta-
da–, corresponde admitir su intervención en los términos del art. 90, inc. 1º, del Código
Procesal Civil y Comercial de la Nación, la que resulta procedente aún en la acción de
amparo cuando es necesaria por la presencia de una comunidad de controversia con las
partes originarias: p. 803.
TERRITORIOS NACIONALES
Ver: Contratos administrativos, 4.
TESTIGOS
Ver: Jubilación y pensión, 4.
TRANSACCION (179)
TRANSACCION
4. La aparente contradicción entre las normas del arancel y el Código Civil, que llevó a
alguna doctrina y jurisprudencia a determinar la inaplicabilidad de las transacciones a
la regulación de los honorarios de profesionales que no intervinieron en ellas, dándole
preeminencia a la ley de fondo sobre la de forma, ha desaparecido con el último párrafo
agregado al art. 505 del Código Civil, en tanto establece que la regulación de los honora-
rios de todo tipo deberá sujetarse al monto de la sentencia, laudo, transacción o instru-
mento que ponga fin al diferendo: p. 1066.
5. Si bien la transacción como contrato no puede perjudicar a terceros por aplicación del
efecto relativo, desde el punto de vista procesal extingue el proceso, de modo que puede
y cabe distinguir, por ello, los efectos sustantivos inoponibles, de los procesales oponibles,
ya que se trata de un contrato con repercusiones procesales: p. 1066 y voto del Dr.
Zaffaroni en p. 1191.
6. No es dudoso que entre los profesionales intervinientes en el pleito y las partes existe
una relación jurídica (sustancial y procesal) que es, precisamente, la que hace que lo
dispuesto por ellas en el acuerdo dispositivo transaccional respecto del derecho sustan-
cial controvertido pueda reflejarse en el interés de aquéllos inclusive afectándolo, máxi-
me considerando que el interés que pueden invocar los profesionales se limita al cobro
de sus honorarios, el que no puede ser desvinculado del resultado del pleito, para definir
el cual únicamente cabe considerar lo que resulte de la transacción en tanto acto que da
conclusión al proceso: p. 1066.
impugnativas de la decisión de transar, como del contenido del contrato; los profesiona-
les sólo podrían impugnar el contenido si demostraran fraude, o el desbaratamiento de
derechos, lo cual es de interpretación estricta, debiendo demostrarse dolo: p. 1066 y
voto del Dr. Zaffaroni en p. 1191.
9. La aplicación efectiva del art. 505 del Código Civil (texto según ley 24.432) exige
necesariamente considerar que el acuerdo transaccional es oponible inclusive a los pro-
fesionales que no lo firmaron, pues de otro modo fácilmente se sortea el límite porcen-
tual allí establecido: p. 1066.
11. Sin perjuicio de que la transacción es susceptible de ser apreciada como un contrato
que sólo surte efectos, en principio, entre las partes contratantes, lo cierto es que cuan-
do constituye un modo anormal de terminación del proceso (art. 308 del Código Procesal
Civil y Comercial de la Nación) con la intervención del magistrado, opera decisivamente
sobre la situación jurídica procesal nacida a partir de derechos litigiosos y, exceptuados
los supuestos en que se aduce y prueba el carácter fraudulento y doloso del acuerdo,
aquélla posee efectos que alcanzan indudablemente a los profesionales que asistieron a
los litigantes (Voto del Dr. Juan Carlos Maqueda): p. 1191.
12. Al establecer el monto final del juicio, la transacción fija la base a tener en consi-
deración a los fines de practicar las regulaciones de todos los profesionales actuantes,
en cambio, la posibilidad de fijar distintas bases regulatorias según que el profesional
haya participado o no en el acuerdo afecta irremediablemente la unidad jurídica y
procesal que constituye el juicio a efectos regulatorios (Voto del Dr. Juan Carlos
Maqueda): p. 1191.
13. El texto vigente del art. 505 del Código Civil es contundente en cuanto sujeta la
regulación de los honorarios profesionales de todo tipo al monto de la sentencia, laudo o
transacción o instrumento que ponga fin al diferendo, estableciendo de esta forma que
la base regulatoria es el monto respectivo (Voto del Dr. Juan Carlos Maqueda): p. 1191.
TRANSPORTE
Ver: Jurisdicción y competencia, 137.
VERIFICACION DE CREDITOS (181)
TRANSPORTE DE PASAJEROS
Ver: Terceros, 4.
TRASLADO
Ver: Caducidad de la instancia, 5; Jurisdicción y competencia, 105; Recurso extraordi-
nario, 200, 201.
TRATADOS INTERNACIONALES
Ver: Constitución Nacional, 15; Convención Americana sobre Derechos Humanos, 1;
Extradición, 26; Interpretación de los tratados, 1; Ley penal en blanco, 1; Ley penal más
benigna, 1, 2, 4 a 6.
TRIBUNAL SUPERIOR
UNIVERSIDAD
USO
VERIFICACION DE CREDITOS
VETO
VETO PARCIAL
Ver: Jurisdicción y competencia, 53.
VIGENCIA DE LA LEY
VIOLACION DE CORRESPONDENCIA
VIOLACION DE SECRETOS
(*) NOTA: Se deja constancia que el Indice de Legislación, que lleva las citas legales efectuadas por la
Corte Suprema y la Procuración General –excluyendo las invocadas por las partes y no
tratadas por el Tribunal–, contiene una triple clasificación, según el tratamiento dado a la
norma citada:
(c): Si se impugnó su constitucionalidad, sea declarada válida o inconstitucional;
(a): Si se efectuó una interpretación, sin tratar la constitucionalidad;
(-): Cuando es una mera cita.
(184) INDICE DE LEGISLACION
Art. Art.
772 (-), 776 (-), 792 (-), 8.1: 445 (-), 909 (a).
809 (-), 833 (a), 851 (-), 8.2.: 1180 (-).
937 (-), 1019 (-), 1092 (-), 8.2.h: 149 (-), 318 (-), 518 (a), 906 (-),
1241 (-), 1317 (-), 1330 (-). 993 (-), 1019 (-).
117: 9 (-), 40 (-), 47 (-), 49 (-), 9º: 1053 (-).
53 (-), 59 (-), 165 (-), 212 (-), 25: 244 (-).
218 (-), 224 (-), 353 (-), 29: 1050 (-).
358 (-), 542 (a), 553 (a),
560 (-), 617 (-), 619 (-),
622 (-), 752 (-), 759 (a),
772 (-), 776 (-), 780 (-), CONVENCION CONTRA LA TORTURA Y
792 (-), 809 (-), 833 (a), OTROS TRATOS O PENAS CRUELES,
851 (a), 863 (a), 937 (-), INHUMANOS O DEGRADANTES
955 (-), 1019 (-), 1092 (-),
1311 (-), 1317 (-), 1330 (-).
118: 244 (-). Art.
120: 244 (-), 1092 (-). 17 a 24: 1245 (-).
121: 49 (-), 53 (-), 224 (-), 385 (-),
437 (-), 560 (-), 759 (a),
851 (-), 937 (-), 976 (a),
1007 (-), 1311 (-). DECLARACION AMERICANA DE LOS
122: 49 (-), 53 (-), 385 (a), 437 (-), DERECHOS Y DEBERES DEL HOMBRE
759 (-), 851 (-), 937 (-),
1092 (-), 1311 (-).
123: 385 (-), 976 (-), 1092 (-). Art.
124: 851 (-). –: 244 (-).
126: 759 (-), 792 (-).
129: 385 (a).
TRATADOS INTERNACIONALES
CON JERARQUIA
CONSTITUCIONAL PACTO INTERNACIONAL DE
(Art. 75, inc. 22) DERECHOS CIVILES Y POLITICOS
CONVENCION AMERICANA SOBRE
DERECHOS HUMANOS Art.
2.2: 244 (-).
Art. 5º: 1053 (-).
–: 432 (-), 909 (-). 14.1: 244 (-).
1.1: 244 (-). 14.2: 149 (-), 244 (-).
2º: 244 (-). 14.5: 149 (-), 993 (-).
8º: 244 (-). 15: 1053 (-).
INDICE DE LEGISLACION (185)
Art.
Art. –: 244 (-).
–: 244 (-).
ESTATUTO DE ROMA
CONVENCION DE VIENA SOBRE EL
DERECHO DE LOS TRATADOS
Art.
7º: 244 (-).
Art.
31: 1053 (-), 1245 (-).
Art. Art.
32: 1019 (-), 1330 (-). –: 244 (-).
(186) INDICE DE LEGISLACION
Art.
PROYECTO DE CODIGO DE CRIMENES 1026: 570 (-).
CONTRA LA PAZ Y SEGURIDAD 1027: 570 (-).
DE LA HUMANIDAD
de 1951
CODIGO CIVIL
Art.
10: 244 (-).
Art.
3º: 1053 (-).
89: 759 (-).
De 1991 91: 759 (-).
227: 847 (-).
Art. 499: 951 (-).
21: 244 (-). 503: 1066 (-), 1191 (-).
510: 1226 (-).
623: 314 (-), 330 (-).
718: 385 (-).
De 1996 776: 1317 (-).
784: 385 (-).
832: 872 (-), 1066 (-), 1191 (-).
Art.
850: 1066 (-), 1191 (-).
18: 244 (-).
851: 1066 (-), 1191 (-).
901: 646 (-).
902: 646 (a).
TRATADO DE DERECHO PENAL 903: 646 (-).
INTERNACIONAL DE MONTEVIDEO 904: 646 (-).
DE 1889 905: 646 (-).
906: 646 (-).
910: 951 (-).
Art. 953: 330 (-), 809 (-).
19, inc. 4º: 1245 (a). 975: 809 (-).
23: 1245 (-). 1071: 94 (-), 330 (-).
30: 1245 (-). 1072: 473 (a).
1077: 473 (-).
1078: 473 (-).
1109: 309 (-), 473 (a), 1311 (-).
TRATADO DE EXTRADICION ENTRE LA
1113: 473 (-).
REPUBLICA ARGENTINA Y LA
1124: 646 (a), 695 (a).
REPUBLICA DEL PERU
1167: 809 (-).
1191: 809 (-).
Art. 1195: 1066 (-), 1191 (-).
–: 1245 (-). 1198: 646 (a), 695 (a).
INDICE DE LEGISLACION (187)
Art. Art.
1199: 1066 (-), 1191 (-). 89: 1019 (-).
1201: 1226 (-). 141: 244 (-).
2383: 1243 (-). 142: 244 (-).
3284: 1243 (-). 144 bis: 244 (-).
3986: 689 (-), 1012 (a). 164: 518 (-), 679 (-).
3875: 300 (-). 165: 993 (-).
3876: 300 (-). 166, inc. 2º: 518 (-).
4027, inc. 3º: 984 (-). 168: 244 (-).
170: 1332 (-).
189 bis: 518 (-), 1324 (-).
Texto según ley 23.515 210: 244 (-), 1245 (-).
239: 1019 (-), 1030 (-).
Art. 289: 1343 (-).
227: 847 (-) 289, inc. 3º: 840 (a).
293: 244 (-).
Texto según ley 24.432
Art.
505: 1066 (a), 1191 (-). CODIGO PROCESAL CIVIL Y
COMERCIAL DE LA NACION
Art.
CODIGO DE COMERCIO
4º: 49 (-), 353 (-), 542 (-), 560 (-),
780 (-), 805 (-), 833 (-), 937 (-),
Art. 955 (-), 1007 (-), 1311 (-).
585: 309 (-). 5º: 49 (-), 542 (-), 560 (-), 937 (-).
6º, inc. 1º: 1024 (a).
6º, inc. 4º: 218 (-).
CODIGO NACIONAL ELECTORAL 7º: 565 (-).
17, inc. 2º: 243 (-).
Art. 17, inc. 7º: 243 (-).
60: 187 (-). 17, inc. 10: 215 (-).
36, inc. 4º: 755 (a).
48: 49 (-).
49: 49 (-).
CODIGO PENAL 68: 53 (-), 78 (-), 184 (-), 473 (-),
551 (-), 595 (-), 634 (-), 646 (-),
Art. 669 (-), 689 (-), 695 (-), 753 (-),
2º: 1053 (a). 755 (-), 792 (-), 838 (-), 872 (-),
42: 518 (-). 879 (-), 904 (-), 963 (-),
44: 518 (-). 1022 (-), 1066 (-), 1224 (-),
45: 244 (-), 518 (-), 993 (-). 1226 (-), 1301 (-).
54: 231 (-). 69: 53 (-), 551 (-), 753 (-), 755 (-),
55: 244 (-), 518 (-). 838 (-), 942 (-), 1022 (-),
59: 244 (-). 1066 (-), 1224 (-).
62, inc. 2º: 445 (a). 70, inc. 1º: 753 (-).
66: 445 (a). 71: 1002 (-).
76 bis: 892 (a). 73: 1301 (-).
80, inc. 7º: 518 (-). 77: 951 (-).
(188) INDICE DE LEGISLACION
Art. Art.
79: 78 (-). 734 (-), 993 (-), 997 (-),
82: 1224 (-). 1209 (-), 1310 (-).
83: 317 (-), 431 (a). 308: 1191 (-).
88: 218 (-), 805 (-). 310, inc. 2º: 78 (-), 330 (-), 493 (-).
89: 942 (a). 313, inc. 3º: 78 (-), 330 (-).
90: 218 (-), 805 (-). 315: 349 (-).
90, inc. 1º: 942 (a). 322: 537 (-), 792 (a).
92: 942 (a). 330, inc. 1º: 942 (-).
94: 158 (-), 222 (-). 330, inc. 3º: 942 (-).
96: 809 (-). 330, inc. 4º: 942 (-).
124: 326 (-), 381 (-). 330, inc. 5º: 942 (-).
155: 326 (-). 330, inc. 6º: 942 (-).
158: 349 (-), 381 (-), 1309 (-). 334: 838 (a).
163, inc. 6º: 40 (-), 1317 (-). 338: 537 (-).
169: 942 (-). 346: 526 (-).
170: 349 (-). 356: 1245 (-).
172: 717 (a). 365: 1317 (-).
173: 1303 (-). 456: 149 (-).
188: 1022 (a). 457: 526 (a).
188, inc. 4º: 1022 (a). 477: 1317 (-).
196: 553 (-). 486: 349 (-).
204: 28 (-), 545 (-). 518: 206 (-).
230: 548 (-), 553 (-), 776 (a), 554: 94 (-).
789 (-). 604: 94 (-).
230, inc. 1º: 537 (-). 605: 94 (-).
230, inc. 2º: 537 (-).
245: 330 (-).
250: 330 (-).
251: 330 (-).
257: 471 (a), 928 (-). CODIGO PROCESAL PENAL DE
260, inc. 5º: 1317 (-). LA NACION
271: 899 (a).
280: 12 (-), 28 (-), 88 (-), 94 (-),
135 (-), 292 (-), 309 (-), Art.
314 (-), 318 (-), 330 (-), 22: 743 (-).
342 (-), 432 (-), 437 (-), 25: 304 (-).
445 (-), 495 (-), 510 (-), 27: 304 (-).
513 (-), 634 (-), 646 (-), 33, inc. c): 85 (-).
689 (-), 695 (-), 710 (-), 48: 1324 (-).
716 (-), 730 (-), 734 (-), 49: 1324 (-).
741 (-), 879 (-), 892 (-), 68: 304 (-).
926 (-), 928 (-), 963 (-), 199: 1245 (-).
989 (-), 993 (-), 1012 (-), 258: 1245 (-).
1045 (-), 1066 (-), 1092 (-), 280: 147 (-).
1180 (-), 1209 (-). 316: 244 (-).
282: 472 (a), 1309 (-). 317: 244 (-).
285: 431 (-), 472 (a), 1309 (-). 348: 1245 (-).
286: 20 (-), 201 (-), 318 (-), 441: 743 (a).
491 (-), 526 (-), 620 (-), 456: 149 (c), 318 (-).
INDICE DE LEGISLACION (189)
Art.
CODIGO DE PROCEDIMIENTO 879 (-), 888 (a), 972 (-),
EN MATERIA PENAL 997 (-), 1053 (-), 1092 (-).
(Ley 2372) 15: 49 (-), 314 (-), 330 (-),
342 (-), 679 (-), 997 (-),
Art. 1053 (a), 1191 (-), 1209 (-).
–: 743 (a). 16: 187 (-), 385 (-), 445 (-), 879 (-).
519: 1053 (-). 18: 743 (a).
4055
LEYES
27 Art.
2º: 863 (-).
Art. 6º: 491 (-), 620 (-), 1092 (-).
1º: 1092 (-).
2º: 792 (-), 1092 (-).
9688
Art.
48
–: 473 (a).
17: 473 (a).
Art.
1º: 863 (-).
2º, inc. 2º: 353 (-), 1007 (a).
11: 759 (a). 11.672
12, inc. 4º: 759 (-), 955 (a).
14: 9 (-), 12 (-), 19 (-), 20 (-), Art.
28 (-), 49 (-), 53 (-), 123 (-), 6º: 59 (-).
142 (-), 187 (-), 206 (-),
244 (-), 292 (-), 297 (-),
330 (-), 342 (-), 431 (-), (t.o. en 1999)
432 (-), 440 (-), 491 (-),
495 (-), 500 (-), 502 (-), Art.
513 (-), 526 (-), 542 (-), 68: 500 (-).
560 (-), 620 (-), 646 (-),
679 (-), 689 (-), 695 (-),
723 (-), 734 (a), 759 (-), 11.682
783 (-), 851 (-), 892 (-),
899 (-), 928 (-), 937 (-),
Art.
976 (-), 984 (-), 993 (-),
–: 1092 (-).
1002 (-), 1007 (-), 1040 (-),
1049 (-), 1180 (-), 1191 (-),
1219 (-), 1350 (-).
14, inc. 1º: 385 (-). 11.683
14, inc. 2º: 88 (-), 385 (-). (t.o. 1978)
14, inc. 3º: 15 (-), 201 (-), 385 (-),
463 (a), 473 (-), 518 (-), Art.
584 (-), 595 (-), 639 (-), 17: 1350 (-).
(190) INDICE DE LEGISLACION
(t.o. 1998)
14.794
Art.
81: 963 (-). Art.
92: 94 (a), 1350 (a). –: 123 (-).
11.719 15.336
Art.
Art.
–: 358 (-).
110, inc. 4º: 710 (-).
6º, inc. b): 595 (a).
6º, inc. e): 595 (a).
11: 595 (-).
12: 358 (-), 595 (a).
35, inc. a): 595 (a).
11.723
35, inc. b): 595 (a).
35, inc. d): 595 (a).
Art. 36: 595 (a).
–: 1030 (-). 37: 595 (a).
38: 595 (a).
12.631
15.448
Art.
–: 473 (-). Art.
–: 473 (-).
13.998
15.796
Art.
Art.
45: 865 (a).
13: 123 (-).
45, inc. a): 1033 (a), 1328 (-). 36: 123 (-).
14.315 16.463
Art. Art.
2º: 809 (-). –: 201 (a).
INDICE DE LEGISLACION (191)
16.986 18.037
Art. Art.
–: 560 (a), 1092 (-). –: 381 (-), 904 (-).
1º: 553 (-). 10: 872 (a).
3º: 551 (-), 553 (-). 43: 576 (-).
8º: 40 (-). 62: 868 (-).
14: 40 (-). 64, inc. b): 868 (-).
18: 560 (a), 1241 (-).
18.345
17.319
Art.
Art.
20: 177 (-), 234 (-).
–: 809 (a). 21: 234 (-).
48: 717 (-).
59: 717 (a).
71: 717 (-).
17.418
Art.
118: 1022 (-).
18.464
Art.
17.520 2º: 872 (a).
7º: 872 (a).
14: 872 (a).
Art.
–: 879 (-).
18.820
17.562
Art.
Art. –: 94 (-), 1350 (a).
1º, inc. a): 959 (-). 11: 1350 (-).
17.801 18.913
Art. Art.
38: 53 (-). –: 473 (-).
(192) INDICE DE LEGISLACION
19.101 19.550
Art. Art.
–: 584 (-). 230: 669 (-).
19.359
19.640
Art.
Art.
20, inc. a): 1053 (a).
–: 792 (-).
1º: 639 (-).
(t.o. según decreto 1265/82) 10: 639 (-).
30: 792 (a).
Art.
1º, inc. e): 1053 (a).
1º, inc. f): 1053 (a).
2º, inc. f): 1053 (a). 19.983
Art.
–: 809 (-).
19.373
Art.
–: 584 (a).
20.387
Art.
19.549 –: 865 (-).
Art.
14: 1092 (-).
17: 1092 (-).
20.416
23: 88 (-).
24: 88 (-).
25: 88 (-), 963 (-). Art.
26: 88 (-). 109: 123 (-).
27: 88 (-), 1092 (-).
30: 88 (-).
Art. Art.
31: 88 (-). –: 959 (-).
INDICE DE LEGISLACION (193)
20.628 20.744
Art. Art.
1º: 1092 (-). 20: 634 (-).
30: 473 (a).
75.2: 473 (-).
(t.o. 1986)
Art. 21.526
–: 1092 (a).
20, inc. p): 1092 (-).
20, inc. r): 1092 (-). Art.
41, inc. 3º: 500 (-).
42: 500 (-).
53: 300 (a).
20.631
Art. 21.691
3º, inc. e): 963 (-).
6º: 963 (-). Art.
7º, inc. h): 963 (-). –: 879 (-).
9º, inc. 2º: 963 (-).
10: 963 (a).
21.705
(Texto sustituido por ley 23.349)
Art.
Art. –: 584 (a).
5º, inc. b): 1045 (-).
Art. Art.
7º, inc. b): 963 (-). –: 80 (-), 94 (-), 167 (-), 565 (-),
847 (-), 963 (-), 1033 (-).
20.661 21.799
Art. Art.
–: 373 (-), 1332 (-). 27: 80 (-).
(194) INDICE DE LEGISLACION
21.839 22.315
Art. Art.
–: 1191 (-). 5º: 59 (-).
19: 1066 (-), 1191 (-).
20: 1066 (a).
33: 206 (-).
63: 94 (a). 22.362
Art.
(Modificada por ley 24.432) –: 1030 (-).
Art.
6º: 94 (a).
23.018
7º: 94 (a).
Art.
–: 639 (a).
22.070
Art. 23.049
–: 734 (-).
Art.
10: 244 (-).
22.262
Art. 23.298
–: 860 (-).
Art.
–: 187 (a)
1º: 187 (-).
22.278
3º, inc. b): 187 (-).
(según ley 23.849)
6º: 187 (-).
7º: 187 (-).
Art. 21: 187 (-).
4º: 518 (-). 29: 187 (-).
22.285 23.338
Art. Art.
–: 976 (-). –: 1245 (-).
INDICE DE LEGISLACION (195)
Art.
23.349 51: 634 (a).
52: 234 (-).
Art. 53: 234 (-).
–: 1045 (-).
23.492 23.637
Art. Art.
–: 297 (-). –: 177 (-).
1º: 244 (c).
23.515 23.658
Art. Art.
227: 847 (-). –: 1350 (-).
23.521
23.696
Art.
–: 297 (-). Art.
1º: 244 (c). –: 175 (-), 358 (-), 669 (a), 879 (-).
3º: 244 (c). 21: 669 (a).
29: 669 (a).
4º: 244 (c).
30: 309 (-), 669 (a).
31: 309 (-), 669 (-).
34: 309 (-).
35: 309 (-).
23.548
36: 309 (-).
37: 669 (a).
Art. 38: 669 (a).
9º, inc. b): 783 (a).
23.551 23.737
Art. Art.
49: 634 (-). –: 163 (-).
(196) INDICE DE LEGISLACION
23.775 23.898
Art. Art.
–: 809 (-). 2º: 951 (-).
4º, inc. a): 951 (-).
4º, inc. i): 951 (a).
9º, inc. a): 951 (-).
10: 951 (a).
23.849 13, inc. a): 951 (-).
13, inc. c): 1307 (-).
13, inc. e): 951 (a).
Art.
–: 518 (-).
23.928
23.853 Art.
10: 385 (c).
Art.
–: 872 (-).
23.982
23.871 Art.
–: 997 (a).
2º: 463 (-), 1040 (a).
Art.
6º: 1040 (-).
–: 963 (-). 13: 20 (-).
22: 500 (a), 734 (a), 743 (-).
23.892
23.984
Art.
–: 15 (a). Art.
441: 743 (a).
23.896 24.013
Art. Art.
3º: 617 (a). –: 573 (-).
INDICE DE LEGISLACION (197)
24.016 24.051
Art. Art.
17: 1092 (-). 1º: 1028 (-).
55: 212 (-).
58: 1028 (a).
24.018
Art.
24.065
–: 904 (a).
4º: 904 (-).
7º: 904 (-). Art.
10: 904 (-). –: 358 (-), 595 (-).
15: 904 (-). 1º: 595 (-).
16: 1092 (-). 7º: 595 (-).
17: 1092 (-). 11: 595 (a).
18 a 25: 904 (-). 12: 595 (-).
27: 904 (-). 13: 595 (-).
30: 595 (-).
31: 595 (-).
32: 595 (-).
24.028 33: 595 (-).
36: 1317 (-).
56, inc. a): 595 (a).
Art. 56, inc. b): 595 (a).
–: 473 (-). 56, inc. k): 595 (a).
12, inc. c): 689 (-). 85: 595 (-).
90: 595 (-).
98: 595 (-).
24.043
Art.
3º: 888 (a). 24.073
24.050
Art.
24.144
2º: 304 (-).
6º: 620 (-), 743 (-).
23: 304 (-). Art.
51: 304 (-). 55: 1033 (a).
(198) INDICE DE LEGISLACION
24.240 24.432
Art. Art.
–: 646 (a), 695 (a), 879 (a). 13: 94 (-), 1066 (-), 1191 (-).
1º: 646 (a), 695 (-).
2º: 646 (a).
5º: 646 (a), 695 (a).
40: 646 (a), 695 (a).
24.449
24.241 Art.
5º: 646 (a).
5º, inc. m): 646 (a).
Art.
–: 237 (-).
2º: 904 (-).
18: 576 (-).
40: 59 (-).
53, inc. a): 576 (a). 24.463
59: 59 (-).
95: 573 (a). Art.
95, inc. a): 576 (a). –: 59 (-).
117: 59 (-).
1º: 576 (-).
156: 576 (-).
2º: 576 (-).
168: 904 (a).
19: 576 (-), 759 (-), 959 (-), 989 (-).
191, inc. a): 904 (a).
21: 1092 (-).
30: 624 (a).
Art.
–: 59 (-). 24.490
Art.
24.283 –: 639 (a).
Art.
–: 1180 (-).
24.522
24.347
Art.
–: 565 (-).
Art. 3º, inc. 3º: 167 (-).
–: 59 (-). 177: 565 (-).
INDICE DE LEGISLACION (199)
Art.
182: 951 (a). 24.631
203: 565 (-).
217: 565 (-).
Art.
–: 1092 (a).
1º, inc. a): 1092 (-).
2º: 1092 (-).
24.556
Art.
–: 244 (-). 24.655
Art.
2º: 237 (-), 1328 (-).
24.557 2º, inc. b): 1236 (-).
2º, inc. c): 865 (a).
Art.
–: 177 (-).
5º: 473 (a).
6º, inc. 3º: 473 (a).
11, inc. 3º: 473 (a). 24.759
15, inc. 2º: 473 (c).
38, inc. 1º: 473 (c).
Art.
39, inc. 1º: 473 (c).
–: 1245 (-).
39, inc. 2º: 473 (a).
39, inc. 3º: 473 (a).
39, inc. 4º: 473 (a).
39, inc. 5º: 473 (a).
49: 473 (a).
24.767
Art.
24.584 –: 743 (-).
2º: 1245 (-).
11, inc. e): 1245 (-).
Art. 30: 1245 (-).
–: 244 (-).
36: 743 (-).
24.588
24.906
Art.
5º: 734 (-). Art.
8º: 234 (-). –: 888 (a).
(200) INDICE DE LEGISLACION
24.999 25.344
Art. Art.
4º: 646 (a), 695 (a). –: 15 (a), 463 (a).
1º: 20 (-).
6º: 872 (-).
12: 88 (-).
25.156 13: 502 (-), 989 (-), 1040 (a).
18: 20 (a).
Art.
–: 972 (-).
8º: 972 (a).
52: 860 (-). 25.401
53: 860 (a).
56: 860 (a). Art.
73: 526 (a).
25.164
25.454
Art.
5º: 123 (-). Art.
21: 123 (-). –: 639 (a).
25.188 25.561
Art. Art.
1º: 1092 (-). –: 502 (-), 1049 (-).
5º, inc. c): 1092 (-). 2º: 803 (-).
13: 1092 (-). 4º: 385 (c).
16: 1092 (-). 6º: 803 (-).
25.299 25.565
Art. Art.
–: 59 (-). 39: 500 (a).
25.326 25.611
Art. Art.
–: 40 (-). –: 187 (-).
INDICE DE LEGISLACION (201)
25.668 25.886
Art. Art.
–: 904 (a). –: 1324 (-).
26.082
25.724
Art.
–: 1245 (-).
Art.
–: 548 (-).
7º, inc. e): 553 (a).
8º: 553 (a). DECRETOS-LEYES
2191/57
Art.
25.725 3º: 809 (-).
Art.
58: 20 (-), 502 (a). 12.588/57
Art.
–: 928 (-).
25.742
1285/58
Art.
–: 171 (-), 373 (-), 1341 (-).
Art.
9º: 385 (-).
16: 1035 (-).
22: 1303 (-), 1305 (-).
25.752 24, inc. 1º: 218 (-), 224 (-), 353 (-),
560 (-), 759 (a), 792 (-),
805 (-), 851 (-), 863 (-),
Art. 937 (-), 955 (-), 1019 (-),
–: 1324 (-). 1311 (-), 1330 (-).
24, inc. 2º: 620 (-).
24, inc. 6º: 329 (-), 500 (a), 624 (-),
926 (a), 963 (-).
24, inc. 7º: 85 (-), 370 (-), 565 (-),
25.827
840 (-), 857 (-), 860 (-),
865 (-), 1024 (-), 1033 (-),
Art. 1236 (-), 1348 (-).
–: 20 (-). 43 bis: 1236 (-).
(202) INDICE DE LEGISLACION
Art.
–: 80 (-). Art.
24, inc. 6º: 94 (-). –: 123 (-).
24, inc. 7º: 167 (-), 847 (-).
9677/61
(Texto según ley 23.637)
Art.
Art. 8º: 123 (-).
43: 177 (-).
43 bis: 177 (-).
2581/64
Art.
DECRETOS 11: 1053 (a).
1134/32
6730/68
Art.
–: 123 (-). Art.
–: 868 (a).
142.277/43
1759/72
(t.o. dec. 1883/91)
Art.
1º: 59 (-).
Art.
74: 809 (-).
11.709/58
1377/74
Art.
–: 123 (-). Art.
3º: 959 (a).
8533/61 3084/80
Art. Art.
–: 123 (-). –: 135 (-).
INDICE DE LEGISLACION (203)
1265/82 2039/90
Art. Art.
–: 1053 (-). –: 879 (-).
34/86 527/91
Art. Art.
2º: 59 (-). –: 879 (-).
1139/88
530/91
Art.
Art.
10: 639 (-).
5º: 1053 (a).
1345/88
1770/91
Art.
–: 639 (-). Art.
1º: 872 (a).
3º: 872 (a).
4º: 872 (-).
823/89 5º: 872 (-).
6º, inc. c): 872 (a).
Art.
–: 879 (-).
2140/91
1105/89 Art.
2º, inc. f): 105 (-).
Art.
–: 879 (-).
2423/91
598/90
Art.
–: 175 (-).
Art. 1º, inc. d): 669 (a).
–: 1040 (-). 1º, inc. e): 669 (a).
(204) INDICE DE LEGISLACION
2741/91 2633/92
(Modificado por el dec. 507/93)
Art.
Art. –: 963 (c).
–: 94 (-). 1º: 963 (c).
8.2: 1045 (c).
395/92
2686/92
Art.
3º: 669 (-). Art.
–: 175 (-).
780/92
2743/92
Art.
–: 584 (a). Art.
–: 595 (a).
888/92
2801/92
Art.
–: 639 (a). Art.
4º: 639 (-). –: 584 (-).
1174/92 273/93
Art. Art.
–: 358 (-). –: 358 (-).
1398/92 507/93
Art. Art.
35: 595 (a). 3º: 94 (-).
INDICE DE LEGISLACION (205)
584/93 206/94
Art. Art.
–: 175 (-). –: 809 (-).
1º: 309 (-).
10: 309 (-).
12: 309 (-).
16: 669 (a). 554/94
26: 309 (-).
30: 309 (-). Art.
–: 809 (-).
1º, inc. a): 809 (a).
2089/93
660/94
Art.
–: 646 (-), 695 (-).
Art.
–: 59 (-).
2102/93
1120/94
Art.
1º: 94 (-), 1350 (a).
Art.
–: 576 (a).
2751/93
1518/94
Art.
–: 584 (a). Art.
–: 59 (-).
2769/93
682/95
Art.
Art.
–: 584 (-).
–: 175 (-), 669 (-).
78/94 136/97
Art. Art.
–: 904 (-). 1º, ap. 5: 573 (a).
(206) INDICE DE LEGISLACION
310/98 894/01
Art. Art.
–: 184 (-). –: 123 (c).
1º: 123 (c).
2º: 123 (c).
7º: 123 (-).
1105/98
Art.
–: 358 (-). 1019/01
Art.
–: 860 (a).
2/99
Art.
–: 184 (-). 1204/01
Art.
460/99 –: 349 (-).
Art.
–: 576 (a).
1º ap. 3: 573 (a). 1384/01
punto 5º: 576 (a).
Art.
–: 526 (-).
1116/00
Art. 1387/01
–: 463 (a).
4º, inc. h): 15 (-).
9º, inc. a): 463 (a), 502 (a). Art.
9º, inc. c): 502 (a). 38: 526 (-).
89/01 1570/01
Art. Art.
–: 860 (-). –: 1049 (-).
INDICE DE LEGISLACION (207)
1606/01 535/05
Art. Art.
–: 1053 (-). –: 187 (-).
2º: 187 (-).
214/02
ESTATUTO DE LA UNIVERSIDAD DE
Art. BUENOS AIRES
–: 1049 (-).
Art.
39: 142 (-).
1018/02
Art.
–: 553 (-). ACORDADAS
Art.
1578/02
8º: 1035 (a).
19, inc. d): 1035 (-).
Art.
–: 187 (-).
50/86
1873/02
Art.
Art. –: 381 (-).
–: 463 (-).
2322/02 47/91
Art. Art.
–: 904 (-). –: 201 (-).
(208) INDICE DE LEGISLACION
20/96 933/99
Art. Art.
–: 1092 (a). –: 440 (-).
RESOLUCIONES 1364/99
Art.
806/00
–: 500 (-).
Art.
–: 440 (-).
COMITE FEDERAL DE RADIODIFUSION
(COMFER)
9/99
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
DE LA NACION
Art.
–: 440 (-).
1360/91
Art.
16/99
–: 94 (-), 500 (-), 624 (-), 963 (-).
Art.
–: 184 (-).
DIRECCION GENERAL IMPOSITIVA
79
76/99
Art. Art.
–: 184 (-). –: 1350 (a).
257/99 3545/92
Art. Art.
–: 976 (-). 3º: 646 (a), 695 (a).
INDICE DE LEGISLACION (209)
533/97 550/01
Art. Art.
–: 595 (-). –: 888 (-).
2767
Art.
–: 595 (-).
Art.
–: 888 (-).
Art.
–: 809 (-). Art.
–: 1317 (-).
774/98
137/92
Art.
Art.
–: 463 (-). 6º: 595 (a).
619/01
84/93
Art.
Art.
2º: 639 (-). –: 595 (-).
638/02
78/95
Art. Art.
–: 463 (-). –: 1317 (-).
(210) INDICE DE LEGISLACION
208/98 CIRCULARES
ADMINISTRACION NACIONAL DE
Anexo IX ADUANAS
ptos. 2 y 3: 595 (a).
1229/96
Art.
260/98 –: 639 (-).
Art.
–: 595 (a). BANCO CENTRAL DE LA REPUBLICA
ARGENTINA
Copex-I
SECRETARIA DE LA COMPETENCIA,
LA DESREGULACION Y LA DEFENSA Art.
DEL CONSUMIDOR –: 1053 (-).
54/93
COMUNICACIONES
Art. BANCO CENTRAL DE LA REPUBLICA
–: 972 (-). ARGENTINA
A-39
40/01 Art.
–: 1053 (-).
Art.
–: 972 (a).
A-1822
Art.
RESOLUCION CONJUNTA –: 1053 (-).
Art. Art.
–: 669 (-). –: 201 (-).
INDICE DE LEGISLACION (211)
CODIGO CONTENCIOSO
ADMINISTRATIVO
2676/99
Art.
1º: 759 (-).
Art. 2º, inc. 4º: 759 (a).
1º: 201 (-).
CODIGO FISCAL
CIUDAD AUTONOMA DE
BUENOS AIRES Art.
228: 783 (a).
ESTATUTO DEL GOBIERNO DE LA
CIUDAD
LEYES
Art.
Art.
446 “in fine”: 445 (-).
–: 734 (a).
Art.
Art. 450: 723 (-).
62, inc. 3º: 1348 (-). 482: 723 (-).
(212) INDICE DE LEGISLACION
LEYES 12.049
3589
Art.
10, ap. e): 542 (-).
Art.
446: 445 (-).
12.154
11.463
Art.
–: 759 (-).
Art.
–: 542 (-).
12.155
11.758
Art.
Art. –: 759 (-).
–: 629 (-).
11.904 12.233
Art. Art.
9º ap. e): 542 (-). 10, ap. e): 542 (-).
11.922
12.405
Art.
Art.
450: 723 (-).
–: 679 (-).
12.008
13.101
Art.
1º: 759 (-). Art.
2º, inc. 4º: 759 (a). 4º, inc. 1º: 759 (-).
INDICE DE LEGISLACION (213)
1713/03
CODIGO FISCAL
Art.
Art.
–: 851 (a).
35: 358 (-).
90, inc. a): 984 (-).
1516/04
CONSTITUCION
49/2001
Art. LEYES
–: 976 (-).
8069
1369/00
Art. 8369
–: 49 (-), 53 (-).
Art.
25: 385 (-).
PROVINCIA DE CORDOBA
LEY
8837 8654
Art. Art.
–: 833 (-). 2º: 385 (c).
(214) INDICE DE LEGISLACION
15/2004 CODIGOS
Art.
–: 385 (a). CODIGO PROCESAL PENAL
1º: 385 (a).
Art.
475: 906 (a).
PROVINCIA DE LA PAMPA
Art. 4976
296: 432 (a).
297: 432 (a). Art.
44: 495 (-).
57: 495 (-).
DECRETO
Art.
–: 776 (-).
PROVINCIA DE LA RIOJA
LEY
5545 4134
Art. Art.
2º: 772 (-). –: 776 (-).
INDICE DE LEGISLACION (215)
CODIGO TRIBUTARIO
91/03
Art.
2º: 59 (-).
Art. 3º: 59 (-).
–: 545 (-). 4º: 59 (-).
5º: 59 (-).
RESOLUCION
LEYES
MINISTERIO DE LA PRODUCCION
Y EMPLEO 5368
583/02
Art.
–: 59 (a).
Art. 2º: 59 (-).
–: 545 (-). 5º: 59 (-).
6º: 59 (-).
Art.
Art. –: 59 (a).
200: 1092 (-).
6054
LEY
Art.
2275
1º: 595 (-).
5º: 595 (-).
Art. 9º: 595 (-).
4º: 710 (-). 12: 595 (-).
(216) INDICE DE LEGISLACION
Art.
RESOLUCIONES
1º: 809 (a).
25: 809 (a).
DIRECCION GENERAL DE RENTAS 26: 809 (a).
1735/99
Art. 118
–: 59 (-).
Art.
–: 809 (-).
574/01
Art. 216
–: 59 (-).
Art.
8º: 809 (a).
734/01
440
Art.
–: 59 (a).
Art.
9º, pto. 4º, inc. 5º: 792 (-).
MINISTERIO DE ECONOMIA
566
Serie B 140/03
Art.
Art. 1º: 792 (-).
4º: 753 (-). 4º: 792 (c).
INDICE DE LEGISLACION (217)
PROVINCIA DE TUCUMAN
CONSTITUCION 3836
Art.
Art.
87, inc. 5º: 937 (a).
1º: 1007 (-).
99: 937 (-).
LEYES 4677
6622
Art.
Art. –: 1007 (-).
–: 955 (-).
DECRETO
6763
2212/99
Art.
–: 955 (-).
Art.
1º: 1007 (-).
2º: 1007 (-).
DECRETOS
1521
Art. RESOLUCION
–: 955 (-).
LOTERIA CHAQUEÑA
24/1-03 426/98
Art. Art.
–: 937 (-). –: 1007 (-).
(218) INDICE DE LEGISLACION
Art.
PROVINCIA DEL CHUBUT 190: 928 (a).
197: 928 (a).
LEY
5242
1305
Art.
1º: 537 (-). Art.
3º: 537 (-). 6º: 928 (a).
5º: 537 (-). 41: 928 (-).
CONSTITUCION 863
Art. Art.
134, inc. 17: 928 (-). 1º: 928 (-).
171: 928 (-).
LEGISLACION
CODIGOS
INTERPROVINCIAL
CODIGO FISCAL
COMISION ARBITRAL DEL CONVENIO
MULTILATERAL
Art.
14: 928 (a). RESOLUCION GENERAL
81: 928 (a).
55
Art.
6º: 928 (a). CONVENIO MULTILATERAL DEL 18
41: 928 (-). DE AGOSTO DE 1977
Art.
LEYES –: 59 (a).
2º: 5 (a).
1284
7º: 59 (-).
8º: 59 (-).
Art. 13: 5 (-).
188: 928 (a). 35: 5 (-).
INDICE GENERAL
Tomo 329
Volumen I
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