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Resumen
La economía digital ha experimentado un crecimiento exponencial en el mundo entero, no
escapándose de esta situación Chile. Esto ha transformado la forma en que las empresas
operan y generan ingresos. El presente trabajo se enfoca en la comprensión del desafío que
significa gravar adecuadamente las actividades en línea prestadas y desarrolladas en Chile.
La investigación comenzará con un estudio de la evolución que ha tenido la economía digital
en Chile y el impacto que ha tenido en la recaudación fiscal. A continuación, se realizará un
análisis de la legislación vigente en Chile que grava las actividades desarrolladas en línea.
Además, con la finalidad de ampliar la perspectiva existente sobre el tema, se examinarán las
prácticas fiscales utilizadas por otros países para gravar actividades similares. Esto se llevará
a cabo con el propósito de determinar si existen oportunidades de mejora que permitan
aumentar la eficacia en la tributación de estas actividades.
1. INTRODUCCIÓN
En la época contemporánea, el desarrollo y progreso conseguido por la tecnología digital ha
repercutido multidimensionalmente en la sociedad, política y economía. En lo que respecta
al ámbito económico, es innegable que el auge de la tecnología ha transformado radicalmente
la economía mundial. Ha dado lugar a la aparición de nuevos modelos de negocios
digitalizados que pueden funcionar sin necesidad de presencia física en el mercado,
1
* Trabajo de seminario de tesis dirigido por el profesor Cristian Rojas Garrido, Sección 1, Campus Talca,
Facultad de Derecho, Jornada Diurna.
comerciando activos tangibles e intangibles. Esta transformación en la forma en que las
empresas operan y generan ingresos se conoce como economía digital.
Naturalmente, la economía digital se tornó un tema fundamental en el panorama económico
global. En Chile, el comercio electrónico abarca una amplia gama de actividades, que van
desde la intermediación de servicios prestados en el país hasta la entrega de contenido de
entretenimiento digital, el suministro de softwares y la realización de publicidad, (Decreto
Ley 825, 1974, artículo 8), entre otros.
Según las mediciones respecto del tamaño de la economía digital indican que en Chile
representa alrededor del 3% del PIB, similar al que tiene la industria alimenticia, el sector
silvoagropecuario o los servicios de electricidad, agua y gas. En contraste, en países
avanzados, tales como Japón, Estados Unidos y la EuroZona, la economía digital es del orden
del 7 al 8% del PIB, y hacia finales de la década podría acercarse a un 12% (Lever et al.,
2016, p. 6).
Este estudio reconoce la importancia de investigar la normativa relacionada con la tributación
de los servicios prestados digitalmente debido a su presencia transversal en todos los ámbitos
de la vida, por muy cotidianos que sean. Esto, lejos de ser una mera anécdota, constituye un
fenómeno en constante evolución que ha redefinido la forma en que las empresas funcionan
y generan ingresos, transformando la forma en la que opera el comercio, lo que implica
profundos cambios en la sociedad.
En Chile y el mundo este traslado hacia las transacciones digitales ha significado un cambio
trascendental en las regulaciones fiscales y según palabras de Royo (2021):
La transformación económica en la que estamos inmersos nos pone sobre aviso que
significativa de los ingresos por los rendimientos, actividades y valor generados desde
3. MARCO TEÓRICO
prestador, de modo tal que sea el proveedor del servicio quien, sin necesidad de la
Es decir, el sistema simplificado de registro y pago del impuesto, es aquel que rige para los
proveedores no residentes en Chile que preste alguno de los servicios establecidos en el
artículo 8 literal n) a personas naturales o jurídicas no contribuyentes de IVA, para lo cual,
en este sentido, señala el Servicio de Impuestos Internos (2020) en su página web:
Los proveedores de servicios digitales, sin domicilio ni residencia en Chile, deberán
cumplir con su obligación de declarar y pagar el IVA a los servicios digitales que
moneda (euro, dólar o pesos) y periodicidad con que van a realizar el pago, que puede
En su artículo 1°, literal e) se grava la prestación de servicios digitales prestados por sujetos
residentes o domiciliados en el exterior cuya utilización o explotación efectiva se lleve a cabo
en el país, en tanto el prestatario no resulte comprendido en el inciso anterior, es decir,
“cuando el prestatario sea un consumidor final, monotributista, exento o no alcanzado” (SDC,
2018). Asimismo, establece que los servicios prestados por un sujeto residente o domiciliado
en el exterior se entenderán, en todos los casos, realizados en el exterior y define lo que se
considera utilización o explotación efectiva como aquella en que se verifique la utilización
inmediata o el primer acto de disposición del servicio por parte del prestatario.
En su artículo 3°, literal e), apartado 21, letra m) se establece lo que se entiende por servicios
digitales, incluyendo en el listado, entre otros:
- El suministro de productos digitalizados en general, incluidos, entre otros, los
programas informáticos, sus modificaciones y sus actualizaciones, así como el acceso y/o la
descarga de libros digitales, diseños, componentes, patrones .y similares, informes, análisis
financiero o datos y guías de mercado.
- Los servicios web, comprendiendo, entre otros, el almacenamiento de datos con
acceso de forma remota o en línea, servicios de memoria y publicidad en línea.
- Los servicios de software, incluyendo, entre otros, los servicios de software
prestados en Internet ("software como servicio" o "SaaS") a través de descargas basadas en
la nube.
- El acceso y/o la descarga a imágenes, texto, información, video, música, juegos -
incluyendo los juegos de azar-. Este apartado comprende, entre otros servicios, la descarga
de películas y otros contenidos audiovisuales a dispositivos conectados a Internet, la descarga
en línea de juegos -incluyendo aquellos con múltiples jugadores conectados de forma remota-
, la difusión de música, películas, apuestas o cualquier contenido digital -aunque se realice a
través de tecnología de streaming, sin necesidad de descarga a un dispositivo de
almacenamiento-, la obtención de jingles, tonos de móviles y música, la visualización de
noticias en línea, información sobre el tráfico y pronósticos meteorológicos - incluso a través
de prestaciones satelitales-, weblogs y estadísticas de sitios web.
- Los servicios de clubes en línea o webs de citas.
En el mismo sentido, el artículo 1° literal e) establece una presunción de derecho cuando
existe utilización o explotación efectiva en Argentina cuando allí se encuentre:
1. La dirección IP del dispositivo utilizado por el cliente o código país de tarjeta sim,
conforme se especifica en el párrafo anterior; o 2. La dirección de facturación del cliente; o,
3. La cuenta bancaria utilizada para el pago, la dirección de facturación del cliente de la que
disponga el banco o la entidad financiera emisora de la tarjeta de crédito o débito con que se
realice el pago.
Establece el artículo sin número siguiente al artículo 27° que el impuesto resultante de lo
dispuesto en el artículo 1° literal e) será ingresado por el prestatario. Pero, en el caso de
mediar un intermediario que intervenga en el pago, este asumirá el carácter de agente de
percepción. Y, por último, dispone el artículo 28° que el impuesto tendrá una tasa del 21%.
3.4. Servicios digitales y su tributación en Francia. Code général des impôts, modificado
por la Loi n° 2019-759 que crea un impuesto a los servicios digitales
En su artículo 299 II establece que los servicios gravados son:
1° La puesta a disposición, mediante comunicaciones electrónicas, de una interfaz
digital que permita a los usuarios contactar e interactuar con otros usuarios, en particular con
vistas a la entrega de bienes o la prestación de servicios directamente entre estos usuarios.
2° Servicios comercializados a anunciantes, o a sus agentes, destinados a colocar
mensajes publicitarios específicos en una interfaz digital basados en datos relativos al usuario
que los consulta y recopilados o generados durante la consulta de dichas interfaces. Estos
servicios pueden incluir, en particular, la compra, el almacenamiento y la distribución de
mensajes publicitarios, los servicios de control publicitario y de medición del rendimiento,
así como la gestión y transmisión de datos relacionados con los usuarios.
En su artículo 299 III establece que serán gravadas las empresas, cualquiera que sea su lugar
de establecimiento , cuyo importe de las sumas percibidas por concepto de servicios gravados
durante el año natural supere los dos siguientes umbrales: 1° 750 millones de euros por
servicios prestados en todo el mundo; 2° 25 millones de euros por servicios prestados en
Francia.
El artículo 299 quáter II establece que se aplica una tasa al impuesto del 3%.
Finalmente, el artículo 300 I detalla los procedimientos para la liquidación y declaración del
impuesto:
1° Para aquellos sujetos al régimen normal del IVA, se debe presentar y pagar
mensualmente en el anexo a la declaración mencionada en el artículo 287 n° 1.
2° Para los sujetos pasivos del IVA sujetos al régimen simplificado, en la declaración
anual mencionada en el artículo 287 n° 3.
3° En todos los demás casos, la declaración debe presentarse en el anexo mencionado
en el artículo 287 n° 1, a más tardar el 25 de abril del año siguiente al periodo en el que el
impuesto se volvió exigible.
3.5. Tributación de los servicios digitales en otros países de Latino América
Los resultados del Cuadro 6 (Amar y Grondona, 2021) muestran algunos de los países de la
región que gravan con impuestos a los servicios digitales y cómo estos son regulados:
4. CONCLUSIÓN
Sin duda, la revolución tecnológica evolucionado hasta el punto de estar presente en las más
diversas áreas del quehacer humano, ha penetrado y transformado transversalmente a la
sociedad y, con ello, a la economía. Con esto se ha impulsado el desarrollo del comercio,
pero también de áreas como, la industria, la medicina, la banca, las ciencias y la educación,
dando un giro radical a la forma que tenían de interactuar los individuos, empresas y
gobiernos.
En las circunstancias actuales, caracterizadas por lo mencionado en el párrafo anterior, ya no
es posible restar importancia o pasar por alto el efecto que estos cambios tienen en la
economía mundial. En este sentido, el Índice de Conectividad Global 2015 muestra que el
crecimiento del 20% en inversión de las TIC (Tecnologías de la Información y la
Comunicación) aumentará el PIB de un país en un 1% (Huawei, 2015).
Chile no es ajeno al crecimiento exponencial de la era de la digitalización de la economía y
de los mercados. En sintonía con esta transformación, en el año 2020 se promulgó la Ley N°
21.210. Esta nueva ley introduce modificaciones al Decreto Ley N° 825, estableciendo la
imposición del Impuesto al Valor Agregado (IVA) sobre determinados servicios digitales
regulados en el nuevo artículo 8° literal n).
En este sentido, el legislador chileno optó por implementar un sistema simplificado de
registro voluntario en el cual se debe inscribir el proveedor de los servicios digitales;
mediante este sistema el proveedor debe retener, declarar y pagar el impuesto generado por
la prestación de las actividades gravadas en el artículo 8 literal n). Este sistema simplificado
permite que los proveedores de servicios digitales cumplan su obligación de manera virtual,
eliminando la necesidad de la presencia física del contribuyente en el país para poder cumplir
con sus obligaciones tributarias.
Asimismo, como nos dicen las máximas de la experiencia, los contribuyentes en ciertas
ocasiones se muestran renuentes a cumplir con las cargas tributarias que una vida en sociedad
impone, lo cual se puede deber a múltiples razones, tales como la falta de una tradición
tributaria, la aversión natural del sujeto a desprenderse de una parte de sus ingresos o la
desconfianza en el acierto con que administran los fondos del estado, entre otras. Es por ello
por lo que el legislador se anticipa a la eventualidad mediante medidas preventivas y, a su
vez, crea el mecanismo de cambio de sujeto responsable de retener, declarar y pagar el
impuesto, siendo para estos efectos la entidad que actúe como intermediario del pago
efectuado por el servicio el encargado de retener, declarar y pagar el IVA generado por las
actividades del artículo 8 literal n). Esta medida posibilita al estado mantener la garantía del
cumplimiento de la ley tributaria y, con ello, asegurar el continuo ingreso de recursos a las
arcas fiscales.
Del mismo modo, se observa que la evolución de la digitalización no solo ha tenido un
impacto en Chile, sino que ha exigido un esfuerzo a toda la comunidad internacional,
llevando a los estados a buscar soluciones unilaterales a fin de hacer frente a este nuevo
fenómeno. Este enfoque ha resultado en diversas estrategias para hacer frente a la
digitalización del mercado de maneras variadas, siendo la imposición de impuestos indirectos
sobre los servicios en línea la opción principal adoptada por los estados. Ejemplo de ello son
la introducción de nuevos impuestos, como lo son el caso de Francia y de España, o la
ampliación del tratamiento del IVA, como lo son el caso de Argentina y de Chile.
Así las cosas, es importante recalcar nuevamente, que el denominador común que presentan
estos enfoques normativos frente a este fenómeno es la utilización de impuestos indirectos.
Estos impuestos, al permitir el fenómeno de la traslación, implican que no es el contribuyente
de IVA quien, en definitiva, sufre directamente el detrimento patrimonial, pues el peso
económico de las nuevas actividades gravadas es traspasado por el contribuyente de derecho
a contribuyentes de hecho, siendo, por lo tanto, a los consumidores a quienes terminan
asumiendo la carga tributaria.
Como conclusión, se puede afirmar que las nuevas formas de operar en el comercio han
significado y significan un desafío no solo para Chile, sino para toda la región
latinoamericana, Europa y, en general, para todos los sistemas tributarios a nivel mundial.
Esto subraya la necesidad de coordinación entre los estados para encontrar soluciones futuras,
considerando la naturaleza transfronteriza de los servicios digitales que puede dar lugar a
situaciones como la no tributación o la doble tributación, ambas situaciones perjudiciales
para los sistemas fiscales y que, en última instancia, ello significa un déficit en la recaudación
fiscal. En tal sentido, dado que la finalidad de los tributos el financiar el gasto público, la
redistribución de la riqueza y garantizar la equidad y la justicia, un déficit en la recaudación
fiscal termina por afectar a la sociedad toda, ya que estos recursos son fundamentales para el
desarrollo económico y social.
Referencias.
Decreto Ley 825 de 1974, sobre Impuestos a las Ventas y Servicios, 27 de diciembre de 1974.
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Royo, J. (2021). La tributación ante el reto de la economía digital. Revista del gabinete
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