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2- Vendimia
La vendimia es un momento estresante en el viñedo. El viticultor debe decidir
cuál es el mejor momento para vendimiar. Si se tarda mucho en vendimiar las
uvas pueden tener demasiado contenido de azúcar (que se transforma en
alcohol) Es bueno que se espere al momento óptimo de azúcar pero puede
acarrear un riesgo de heladas en el viñedo... ¡y perder toda la cosecha!
3- El despalillado
Dicho esto, asumamos que la uva nos llega en perfectas condiciones a la
bodega. En la bodega tendrán lugar 3 procesos, todos ellos imprescindibles
para la elaboración de vino: la vinificación, la estabilización y el embotellado.
4- Estrujado
El prensado no se realiza en el mismo momento para todos los tipos de vino:
para vinos blancos el prensado se realiza justo tras la cosecha. En el caso de
las uvas tintas, el prensado se realiza sólo después de haber estrujado (y
despalillado las uvas) El estrujado es diferente al prensado y no se debe
confundir. Con el estrujado se busca extraer mosto que facilite la siembre de
levaduras en toda la uva que se ha traído a la bodega. Al estrujarse el vino, las
uvas se rompen y sueltan jugo. Esto facilita el proceso de fermentación.
5- Maceración y remontados
En el caso de los vinos tintos el proceso es distinto, y la fermentación se
produce mientras están presentes partes sólidas (en la tabla de selección de
uva se ha eliminado no obstante todo lo que no se deseaba para que este
proceso resulte en el vino que quiere el enólogo) Serán estas partes sólidas
que se han conservado, en especial los hollejos, los que aportan los taninos,
pigmentos naturales que dan el color a los vinos tintos.
7- Prensado de la uva
Antiguamente se usaban prensas de madera: son ese tipo de prensa que aún
se conservan en Museos de vino o en algunas casas rurales o bodegas que las
exponen con orgullo de su pasado. Estas prensas han sido sustituidas por
prensas mucho más eficientes, que prensan en posición horizontal, o también
por las llamadas prensas neumáticas, con las que las uvas se prensan a partir
de la presión que realizan sacos neumáticos.
8- Fermentación maloláctica
En ocasiones no es conocido que el vino debe "sufir" dos fermentaciones. A la
alcóholica, que es la más conocida, sigue la fermentación maloláctica, por la
que el ácido málico, más “ácido” se convierte en ácido láctico, proceso por el
que se reduce la acidez del vino y se refinan los sabores.
Dependiendo del tamaño del poro y del tostado de la madera de una barrica la
misma aportará unos sabores y permitirá un nivel de oxigenación determinado.
Las bodegas optan por unas barricas u otras en función de lo que busquen en
el vino, pero también en función de su precio. ¡Las barricas pueden ser muy
caras!
En la Unión Europea existe una regulación muy fuerte sobre la crianza de vinos
y actividades como la introducción de chips de madera, por ejemplo, no está
permitida (esto permite dotar de sabor amaderado de un modo más rápido al
vino)
10- Trasiegos
Mientras el vino descansa en la bodega el bodeguero debe airear el vino. Hay
una creencia popular que piensa que el vino, una vez en su barrica de roble,
permanece en la misma sin ser tocado. Esto no es correcto en la mayoría de
los casos. Las bdoegas optan por trasegar el vino. El proceso de la trasiega,
que forma parte del método bordelés de elaboración, implica mover el vino de
unas barricas a otras. Con ello el vino se aíre y las barricas se limipian (con
sulfitos)
12- Embotellado
Tras la clarificación y con un vino ya estabilizado, el mismo se introduce en las
botellas, donde seguirá evolucionando antes de salir al mercado. Hay muchos
tipos de botellas, el tamaño más común es de un volumen de 75cl, y las formas
para este tamaño son muy distintas, si bien la más habitual es la llamada
bordelesa. Una vez terminado el proceso de elaboración el vino, queda listo
para su consumo