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QUINTANA ROO.
TÍTULO DE LA TESIS:
FACTORES DETERMINANTES DE SOBREPESO Y OBESIDAD EN
ADOLESCENTES DE LA SECUNDARIA GENERAL NÚMERO 21 RICARDO
FLORES MAGÓN EN CANCÚN QUINTANA ROO.
TESIS
COMO REQUISITO PARA OBTENER EL TITULO EN LA LICENCIATURA EN
ENFERMERÍA.
PRESENTA:
LCDO. ENFRÍA. MARTÍNEZ VENTURA JHONATAN. LE08-0464.
LCDO. ENFRÍA. MARTÍNEZ VENTURA CRISTHIAN. LE08-0465.
LCDO. ENFRÍA. JARA LÓPEZ CARLOS ALBERTO. LE06-0337.
LCDA. ENFRÍA. MORENO UH DIANA KARINA. LE08-0476.
LCDA. ENFRÍA. QUEN UICAB JENNIFER GUADALUPE. LE08-0461
LCDO. ENFRÍA. VALENCIA GONZALEZ RAFAEL. LE08-0544.
LCDA. ENFRÍA. MEJÍA DIAZ EMILY NICOLE. LE08-0515.
LCDA. ENFRÍA. MÉNDEZ MORALES MARLENE JACQUELINE. LE08-0535.
ASESOR:
LIC. JHONY DURAN CASTILLO.
La secretaria de salud establece dos principales factores de riesgo para desarrollar obesidad,
que se refiere a los conductuales y a los biológicos. En los primero se incluye en forma
importante alteraciones en la conducta alimentaria como largos periodos de ayuna, horarios
de comida no establecidos, dietas densas en calorías, además de bajo consumo de vegetales
y fibra. Ahí se menciona la falta de actividades física la cual ha sido sustituida por mayor
tiempo dedicado a los distractores los adolescentes de 12 a 15 años.
Esta investigación beneficiará a los adolescentes ya que van a adquirir conocimientos, que
los ayudara a concientizar y sensibilizar, lo que implica la obesidad y el sobrepeso.
Como profesionales de la salud, nos permitirá adquirir un mayor conocimiento sobre esta
problemática y permitirá brindar educación para la salud; desde atención primaria, ya que
tendríamos la posibilidad de tener una relación directa con la población para así, poder llevar
un seguimiento constante, mantener y prevenir problemas de salud.
El trabajo de investigación servirá para que las generaciones futuras puedan adquirir
información relacionada con el tema, puesto que se centra en la adolescencia y los factores
determinantes que estos problemas pueden llegar a tener.
Se elaborará una presentación con el fin de dar a conocer riesgos de sobrepeso y obesidad,
se trabajará con un grupo de adolescentes utilizando materiales visuales y didácticos, para
fomentar su estilo de vida y mejorar los ámbitos alimenticios y su actividad física. Como
recursos materiales se necesitará: cinta métrica, báscula ya que nos permitirá obtener el índice
de masa corporal, carteles y calculadora.
1.4 OBJETIVOS.
1.4.1 OBJETIVO GENERAL.
1.5 HIPOTESIS.
México es uno de los países preocupados por conocer el estado de salud y las condiciones
nutricionales de su población, por tal motivo, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía
(INEGI), presenta indicadores que abordan el problema de sobrepeso y obesidad por grupos
de edad y sexo. La fuente utilizada para estimar los indicadores presentados es la Encuesta
Nacional de Salud y Nutrición 2018 (ENSANUT) que se levantó durante el año 2018. (2)
La salud en la primera infancia, periodo de la vida que ocurre antes de los 5 años de edad, es
de prioridad para los gobiernos del mundo. Su relevancia queda de manifiesto al incluir el
Desarrollo Infantil Temprano dentro de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la cual
establece que los niños deben tener todas las condiciones necesarias para alcanzar su máximo
nivel de desarrollo (Instituto Nacional de Estadística y Geografía [INEGI] e Instituto
Nacional de Salud Pública [INSP], 2019).
El desarrollo físico, cognitivo y socioemocional de los niños en sus primeros años de vida,
se asocia en gran medida con la alimentación que reciben, en particular se considera que la
lactancia materna es un factor protector de enfermedades y además disminuyen el riesgo del
sobrepeso. Se ha comprobado que la duración prolongada de la lactancia materna se asocia
con una reducción de 13% de las probabilidades de prevalencia de sobrepeso u obesidad
(Organización Panamericana de la Salud [OPS] y Organización Mundial de la Salud [OMS],
2016).
También la ingesta de una alimentación complementaria adecuada a partir de los seis meses
de edad, evitar en los primeros años de vida el consumo de bebidas azucaradas y alimentos
con alto contenido de azúcar y sodio, reduce la prevalencia de riesgo al sobrepeso (Rivera,
et. al, 2015.).
La ENSANUT 2018 reporta que en el país poco más de una quinta parte (22%) de niñas y
niños con menos de 5 años, tiene riesgo de padecer sobrepeso. (2)
Hombre
hombre Mujer
mujer
Nota: La prevalencia se refiere a la población con sobrepeso entre la población total de cada
grupo de edad multiplicada por cien. Fuente: INEGI/INSP. Encuesta Nacional de Salud y
Nutrición (ENSANUT) 2018.
Prevalencia de obesidad en la población de 5 años o más por sexo y grupos de edad 2018.
Nota: La prevalencia se refiere a la población con obesidad entre la población total de cada
grupo de edad, multiplicada por cien. Fuente: INEGI/INSP. Encuesta Nacional de Salud y
Nutrición (ENSANUT) 2018.
Sobrepeso y obesidad por tipo de localidad y región.
Nota: La prevalencia se refiere a la población con sobrepeso entre la población total de cada
grupo de edad y tipo de localidad, multiplicada por cien. Lo mismo sucede con la prevalencia
de obesidad. Fuente: INEGI/INSP. Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT)
2018.
Nota 2: Las regiones se componen de las siguientes entidades federativas. Región Norte (Baja
California, Baja California Sur, Coahuila, Chihuahua, Durango, Nuevo León, Sonora,
Tamaulipas); Región Centro (Aguascalientes, Colima, Guanajuato, Jalisco,
Michoacán, Nayarit, Querétaro, Morelos, resto del Estado de México, San Luis
Potosí, Sinaloa, Zacatecas); Ciudad de México (Zona Metropolitana del Valle de
México, conformada por la Ciudad de México más municipios conurbados del Estado
de México) y Región Sur (Campeche, Hidalgo, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Puebla,
Tlaxcala, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz, Yucatán).
Un análisis por municipio indica que la mayor prevalencia de obesidad se presenta en la zona
norte y costera del país, incluyendo la península de Yucatán. En contraste, destacan niveles
bajos de obesidad en zonas como la Sierra del Nayarit, la Sierra Tarahumara (tanto en su
parte alta y baja), así como en algunos municipios de los estados de Oaxaca, Chiapas, Hidalgo
y San Luis Potosí. (2)
Epidemiologia.
o En 2016, más de 1900 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso, de los
cuales, más de 650 millones eran obesos.
o En 2016, el 39% de los adultos de 18 o más años (un 39% de los hombres y un 40% de
las mujeres) tenían sobrepeso.
o En general, en 2016 alrededor del 13% de la población adulta mundial (un 11% de los
hombres y un 15% de las mujeres) eran obesos.
o Entre 1975 y 2016, la prevalencia mundial de la obesidad se ha casi triplicado.
En 2016, según las estimaciones unos 41 millones de niños menores de cinco años tenían
sobrepeso o eran obesos. Si bien el sobrepeso y la obesidad se consideraban antes un
problema propio de los países de ingresos altos, actualmente ambos trastornos aumentan en
los países de ingresos bajos y medianos, en particular en los entornos urbanos. En África, el
número de menores de 5 años con sobrepeso ha aumentado cerca de un 50% desde el año
2000. En 2016, cerca de la mitad de los niños menores de cinco años con sobrepeso u
obesidad vivían en Asia.
En 2016 había más de 340 millones de niños y adolescentes (de 5 a 19 años) con sobrepeso
u obesidad.
El mundo necesita acciones urgentes y coordinadas para plantar cara a la obesidad. El World
Obesity Atlas 2022, publicado por la Federación Mundial de Obesidad, comparte un
panorama muy preocupante para la salud mundial: mil millones de personas en todo el
mundo, incluyendo 1 de cada 5 mujeres y 1 de cada 7 hombres, vivirán con obesidad para
2030.
Resulta importante mencionar que los países no solo no cumplirán con el objetivo de la
Organización Mundial de la Salud (OMS) de detener el aumento de la obesidad en los niveles
de 2010 (511,300,259 personas), sino que la cantidad de personas con obesidad está por
duplicarse en todo el mundo.
El informe hace una recopilación de datos de 200 países y comparte hojas de datos con las
estimaciones sobre obesidad y el ranking que ocupan en el Índice global de preparación para
altos niveles de obesidad y enfermedades no transmisibles. Asimismo, calcula los años de
vida ajustados por discapacidad y el impacto económico de la obesidad por costos directos e
indirectos.
o Niñas y niños con obesidad: 2,500,411 (entre 5 y 9 años) y 4,244,504 (de 10 a 19 años).
o 36.8% de la población adulta con obesidad (nivel muy alto).
o 45.3% de muertes prematuras por enfermedades no transmisibles (nivel alto).
Los costos económicos de 2019 se estimaron en 26 mil millones de dólares, y se prevé que
para 2060 aumenten a 160 mil millones de dólares.
Entre las recomendaciones que se emiten para que los gobiernos aceleren sus acciones frente
a esta epidemia, el informe destaca la participación de las propias personas que viven con
obesidad, pues son ellas quienes pueden ayudar a diseñar, mejorar y ofrecer programas,
servicios y políticas sobre obesidad que funcionen. (4)
- Historia de la obesidad.
El autor Foz Sala (2006) en su capítulo “Historia de la obesidad” establece que a inicios del
siglo XXI la obesidad constituye un auténtico reto sanitario para los países desarrollados, y
también empieza a serlo para otros en vías de desarrollo los cuales están adoptando los
hábitos de vida típicos de las sociedades desarrolladas del mundo occidental. En esta misma
obra se presenta una caracterización del estudio y la percepción de la obesidad en las
diferentes épocas de la humanidad, desde la prehistoria hasta el presente siglo. Enseguida se
muestra una síntesis de ello (Foz Sala, 2006). (5)
- Prehistoria.
En gran parte del período conocido como la prehistoria se da la lucha por la supervivencia
del ser humano con el medio natural y sus competidores de otras especies. Como la vida era
muy difícil, sólo una minoría de seres humanos alcanzaba los 40 años de vida, y los que
llegaban a esa edad por lo general tenían una vejez difícil, aquejados de enfermedades. Aquí
las mujeres se quedaban en “casa”, y en ocasiones debían esperar a sus “cazadores” durante
largo tiempo, agotándose el alimento. Entonces sólo las que habían acumulado más grasa
lograban sobrevivir a los periodos de hambruna. La única constatación que se tiene de la
existencia de obesidad en tiempos prehistóricos proviene de estatuas de la edad de piedra
representando la fi gura femenina con exceso de volumen en sus formas. La más conocida es
la Venus de Willendorf, una pequeña estatua de la edad de piedra que tiene una antigüedad
aproximada de 22 mil años y que está expuesta en el museo de Historia Natural de Viena.
Entonces en esos tiempos el excesivo tejido adiposo se veía de cierta forma como una señal
divina de salud y de longevidad, como una necesidad de supervivencia. (5)
- Edad antigua.
Durante el período de la edad antigua resalta que en el Imperio Medio Egipcio (siglos
XXIXVII a.C.), en las enseñanzas del Kagemni, puede leerse por primera vez en la historia
una asociación de la glotonería con la obesidad y una condena y estigmatización del comer
con exceso. Ya en la antigua Grecia, Hipócrates6 reconoció que las personas que tienen una
tendencia natural a la gordura, suelen morir antes que las delgadas. Fue Hipócrates el primero
que asoció la obesidad y la muerte súbita hace más de 2 mil años. (5)
- Edad media.
En esta época, que comprende desde la caída del Imperio Romano (476 D.C.) hasta la caída
del Imperio Bizantino (1453D.C.), la glotonería era más bien común entre los nobles, que la
consideraban un signo tangible de bienestar. Los artistas de la época pintaban como algo
hermoso un cuerpo obeso. (5)
- Edad moderna.
En este tiempo, comprendido desde el fin de la edad media y hasta el año en que estalló la
Revolución Francesa (1789), el sobrepeso y la obesidad, utilizando la nomenclatura actual
eran símbolos de fecundidad y atractivo sexual, así como de salud y bienestar. En Foz Sala
(2006) se establece que durante el siglo XVIII se publicaron al menos 34 tesis doctorales en
relación con la obesidad, por ejemplo, en 1727 se publicó la primera monografía escrita en
inglés sobre la obesidad, debida a Thomas Short: “Discourse on the causes and effects of
corpulency together with the method for its prevention and cure”. En ella afirma que la
“corpulencia” (término de la época para denominar la obesidad) es un estado mórbido,
recuperando así un concepto hipocrático. Aunque algunas de las causas indicadas o
tratamientos propuestos son claramente incorrectas, Short describe como causa de obesidad
el sedentarismo y la ingesta de algunos alimentos como dulces, grasas y sustancias ricas en
aceite. La obesidad es claramente estigmatizada por Short, ya que queda en buena parte
vinculada a la pereza y a la glotonería. En el año 1760 se publica una segunda monografía
sobre la obesidad, original de Malcolm Flemyng, y señala cuatro causas de la obesidad. La
primera ligada al exceso de comida, especialmente de tipo graso, aunque describe, con
acierto, que no todos los obesos son grandes comedores. Las otras tres causas de la obesidad,
condicionadas por teorías vigentes en la época eran una alteración en la textura de la
membrana celular y un anormal estado de la sangre que facilitaría el depósito de la grasa. (5)
- Edad contemporánea.
En esta etapa, que inicia desde la Revolución Francesa (1798) y llega hasta nuestros días, se
mantiene el interés por la obesidad o polisarcia, como era también denominada la
acumulación adiposa en este período. Según Foz Sala (2006) en el siglo XIX, aunque el
número de tesis doctorales disminuyó, el de monografías que trataban el tema aumentó de
forma muy notable. La aplicación de los métodos cuantitativos en el estudio de la enfermedad
representa un importante avance en la medicina de ese siglo. El estadístico, matemático y
sociólogo belga Adolphe Quételet (1796-1874) publicó en 1835 la obra “Sur l” home et le
développement de ses facultés: essai de phisique sociale”, en la que establece la curva
antropométrica de distribución de la población belga y propone que el peso corporal debe ser
corregido en función de la estatura (kg/m²). A este índice de Quételet, hoy día conocido como
Índice de Masa Corporal (IMC) no fue sino hasta 1980 que las agencias de salud pública lo
adoptaron como una manera de identificar el riesgo de los individuos por ataques cardíacos,
hipertensión, diabetes tipo II y algunos tipos de cáncer. Como ya se estableció en la sección
anterior, el IMC se ha generalizado como medición de la obesidad en estudios
epidemiológicos y clínicos. El libro más importante sobre obesidad en lengua inglesa
publicado en el siglo XIX es “Corpulence, or excess of fat in the human body” (1850),
original de T.I. Chambers. En esta obra el autor desarrolla interesantes ideas en distintas
áreas. En la de la antropometría discute el concepto de “normalidad” y de “sobrepeso” a
través de los valores obtenidos en 2 mil 560 varones sanos. Estos datos parecen preceder a
los publicados por Quételet. En su obra Chambers afirma que “si un hombre excede
considerablemente el promedio de peso en relación a otros de la misma estatura, no se debe
juzgar que este excesivo peso depende del músculo o del hueso sino del tejido adiposo”. En
la primera mitad de siglo XX la obesidad suele ser clasificada en endógena o exógena, según
predominen los factores genéticos, muy poco conocidos, o los exógenos (exceso de ingesta
y sedentarismo). Al mismo tiempo se identifican las características de algunos tipos
especiales de obesidad, sobre todo de tipo hormonal (síndrome de Cushing, hipotiroidismo,
etc.). En Estados Unidos, tras la I Guerra Mundial se produce un súbito cambio del ideal de
belleza femenino, entronizándose fi guras femeninas andróginas, sin formas, de extrema
delgadez. Este ideal de belleza de los años 1920 se expande también en Europa. Así, (García
Barreno, 2007) en la monografía Gordos y flacos se hace referencia a la “moda de la
delgadez” de la época y la defiende con insistencia por razones de tipo médico. En los años
1930 hubo un breve retorno a la admiración de la fi gura femenina con curvas con las actrices
de cine de la época, pero tras la II Guerra Mundial la moda de la delgadez se afianza y se
extiende hasta nuestros días. Como consecuencia, la obesidad ha sido estigmatizada social y
culturalmente. Este hecho ha conllevado, como en otras épocas de la historia, una injusta
culpabilización del paciente obeso, aunque se ha intentado combatir racionalmente, persiste
en buena parte de la sociedad actual. La “moda de la delgadez” ha llegado en algunos
momentos a notables excesos, como en el caso de algunas “modelos ideales” de alta costura.
Una consecuencia negativa de esta tendencia es el incremento de la prevalencia de los
trastornos de la conducta alimentaria, que puede poner dificultades a las, por otra parte,
necesarias campañas preventivas de la obesidad. La estigmatización de la obesidad desde el
punto de vista cultural, social y estético a lo largo de todo el siglo XX ha venido en buena
parte ligada a la “moda de la delgadez” tal como ya se ha comentado. Un aspecto importante
y de trascendencia en la lucha sanitaria contra la obesidad ha sido que los profesionales de
ciencias de la salud, y más concretamente los médicos, también han participado, en su gran
mayoría, en esta visión negativa de la obesidad y del paciente obeso (García Barreno, 2007).
(5)
Transición epidemiológica-nutricional.
Alimentación tradicional-industrial.
Otros factores asociados con la adopción de estilos de vida poco saludables son los acelerados
procesos de urbanización en los últimos años, coincidiendo con modificaciones con el perfil
epidemiológico y de los patrones alimentarios; advirtiéndose que el incremento de la
obesidad tiende a desplazarse hacia los grupos con nivel socioeconómico bajo. El acelerado
proceso de urbanización queda de manifi esto al considerar que a mediados del siglo XX la
población rural (localidades de menos de 2500 habitantes) del país era del 56.8 por ciento del
total; para 2005 ese tipo de población sólo representaba el 23.5 por ciento del total nacional
(Anzaldo C y Barrón EA, 2010) y según los resultados preliminares del censo 2010 ha
disminuido a 23.1 por ciento (INEGI, 2010). El caso de Jalisco es todavía más marcado, ya
que en 1950 se tenía que el 52 por ciento de los habitantes vivían en localidades rurales,
(Gutiérrez Pulido et al, 2008) para 2010 se calcula que sólo el 13.5 por ciento de los
habitantes del estado vivían en zonas rurales y, por ende, lejos de la industrialización (INEGI
2010). En la sociedad urbana, orientada por procesos mercantiles dirigidos a estimular la
economía consumista, la industria alimentaria interviene a través de diferentes instrumentos
entre los que destaca la publicidad, para introducir un concepto nuevo de alimento y dieta
(Foladori, 1992) y (Oseguera Parra, 1996). Esta industria segmenta la oferta y
comercialización de productos alimentarios de consumo masivo, en función de la capacidad
económica de los consumidores. Los productos de baja calidad son dirigidos a los sectores
con menor poder adquisitivo. Cuanto más bajo es el poder de compra del público al que se
dirige, más alto es el contenido de grasas, azúcares y aditivos. Generalmente los productos
industrializados que se consumen en circunstancias de antojo se dirigen a la población con
menor capacidad económica y son relativamente más caros y menos recomendables desde el
punto de vista nutricio que otros similares. El modelo alimentario industrial que se propone
a través de la publicidad, rompe el vínculo cultural entre el lugar y alimento. Lo anterior
produce el paso de la cocina tradicional, constituida por platillos típicos diversos, ligados a
la capacidad de auto abastecimiento y a lo rural, a la cocina industrial, homogénea, extranjera
y rápida. (5)
Términos y definiciones:
Clasificación de la obesidad.
Fisiopatología de la obesidad.
La obesidad es el resultado del desequilibrio entre el gasto y el aporte de energía. Esta energía
procede, en el caso de nuestro organismo, de los principios inmediatos: carbohidratos,
proteínas y grasas. La célula principal del tejido adiposo es el adipocito que convive con otras
poblaciones celulares tales como fibroblastos o células inmunes. Debido a factores genéticos
y ambientales y su interacción, las personas pueden incrementar los depósitos de tejido
adiposo aumentando el tamaño (hipertrofia) o el número de los adipocitos (hiperplasia).
La hipertrofia es una respuesta común en todos los estados de obesidad a menudo asociados
con factores patógenos que deterioran la función del tejido adiposo y desarrollan un proceso
inflamatorio. Aunque un aumento en la grasa corporal total se asocia con un mayor riesgo
para la salud, la cantidad de grasa abdominal, en particular la grasa abdominal visceral, se ha
relacionado con un aumento de la comorbilidad y la mortalidad. Es necesario formular
mejores propuestas a través de la prevención y tratamientos alternativos a los
actuales. Asimismo, realizar importantes esfuerzos institucionales y educativos dedicados a
promover hábitos alimenticios saludables y programas de ejercicio físico verdaderamente
eficaces. la cantidad de grasa abdominal, en particular la grasa abdominal visceral, se ha
relacionado con un aumento de la comorbilidad y la mortalidad. (9)
El tejido adiposo constituye entre el 15 y 20% de la masa del cuerpo en los hombres y entre
el 20 y 25% en las mujeres; el 80% se localiza como tejido subcutáneo y el 20% forma parte
de los diversos órganos y vísceras.
Las células del tejido graso o adiposo, los adipocitos, constan de un citoplasma reducido y
un núcleo adosado a la membrana; el resto es sustancia grasa, semilíquida, la cual se compone
principalmente de triglicéridos. Los adipocitos se especializan en formar y almacenar grasa.
La insulina, producida en el páncreas, regula los niveles de glucosa en la sangre. Tiene como
función principal facilitar el ingreso de glucosa a las células de todos los tejidos, que la
utilizan como la fuente de energía. En el tejido adiposo la insulina actúa incrementando el
ingreso de la glucosa a los adipocitos y en la síntesis de ácidos grasos y de triglicéridos partir
de ella, estimulando así el almacenamiento de lípidos, o sea, de grasas. Cuando se consume
azúcar o carbohidratos refinados, al poco tiempo se absorben en el intestino y circulan por la
sangre en forma de glucosa; la glucosa es un poderoso estimulante de la producción de
insulina, actuando esta como un mecanismo fisiológico de regulación. El exceso de glucosa,
por acción de la insulina, ingresa a los adipocitos que la convierten en triglicéridos (grasa).
Al cabo de algún tiempo -según el volumen consumido de azúcares y carbohidratos
refinados-por el efecto de la insulina, la glucosa disminuye en la sangre, provocando
hipoglicemia; esta, a su vez es un potente estimulador del apetito y la persona siente ansias
de consumir alimentos que contengan azúcar o carbohidratos refinados. Se forma así un
círculo vicioso y es otro mecanismo–además del efecto adictivo- que provoca un consumo
incontrolado de esos alimentos. (10)
⎯ Índice Cintura Cadera (ICC).
El nivel normal en mujeres es de 0.80-0.85 y entre los hombres 0.90-0.94. Los valores
superiores a este rango indican obesidad abdominal y riesgos cardiovasculares. Con este
índice se pueden estimar y detectar algunos riesgos en la salud de las personas. Esto se sucede
cuando el sobrante energético acumulado en el cuerpo se convierte en grasa, producto del
desequilibrio entre energías requeridas y las utilizadas, la persona desencadena un sobrepeso
fuera de los índices normales ocasionando enfermedades hasta la muerte (Mazuchelli, 2014)
Hemos hablado sobre el IMC y el ICC como metodologías de composición corporal, aunque
lo cierto es que existen otras alternativas cada día más extendidas y que
según estudios también nos muestran conclusiones para evaluar el riesgo cardiovascular y el
estado nutricional, como es el caso del Índice Cintura-Altura (ICA) o Índice Cintura-Talla.
Se trata del cociente entre la circunferencia de la cintura y la altura, ambos medidos en las
mismas unidades. A mayores valores de ICA, mayor riesgo de obesidad y enfermedades
cardiovasculares. A partir de un ICA superior a 0,5, estamos ante un riesgo importante.
Tabla de valores:
Mientras que otros estudios señalan que la metodología del ICC sería la más apropiada para
para predecir el riesgo de infarto isquémico. (42)
Tanto el IMC como el ICC o el ICA, son cálculos sencillos y orientativos, válidos para
hacernos una idea sobre un posible sobrepeso o riesgo de padecer determinadas
enfermedades, pero no se deben considerar como método infalible.
Distintos individuos, con diferentes pesos y porcentajes de grasa, pueden encajar dentro de
un IMC o ICC saludable, aunque realmente puedan estar en riesgo debido a otro tipo
de factores determinantes como el genético o el de exposición ambiental.
Por tanto, utilizar estos parámetros puede ser de gran ayuda orientativa y de progreso, pero
sin olvidar que se trata de datos ciertamente limitados y que siempre que haya
una predisposición externa lo adecuado sería acudir a un especialista para una evaluación
profunda. (42)
El metabolismo lento.
El metabolismo, son todas las reacciones bioquímicas y fisicoquímicas que ocurren en las
células de los organismos vivos; es la base de la vida a nivel molecular. El metabolismo tiene
dos vertientes estrechamente entrelazadas: las reacciones catabólicas, como es la utilización
de glucosa para producir energía; y las reacciones anabólicas, en que la célula utiliza esa
energía liberada para formar nuevas proteínas o enzimas, por ejemplo.
Todas las personas no tienen el mismo nivel o ritmo de su metabolismo. Algunas personas
delgadas o flacas consumen gran cantidad de alimentos, incluyendo carbohidratos y grasas y
conservan su peso; tienen un metabolismo muy activo, con lo que logran anular el exceso de
calorías consumidas.
En el extremo opuesto, otras personas se quejan de que comen poco y, sin embargo, aumentan
de peso. Existen niveles o grados de metabolismo lento, unas más lentos que otros. No existe
una causa única para explicar esta condición; son varias las que convergen y con frecuencia
actúan de forma sinérgica. A continuación, se resumen algunas de ellas:
Puede haber lugares en su área que apoyan las actividades físicas con parques, senderos,
aceras y centros de recreación y de acondicionamiento físico. Incluso los centros comerciales
proporcionan oportunidades para hacer caminatas como ejercicio. Comprender las
oportunidades y barreras de nuestro entorno que enfrentamos en nuestra búsqueda de una
vida saludable, puede proporcionar algunos de los conocimientos necesarios para promover
ese estilo de vida. Otros factores subyacentes son los ambientes de la escuela, el trabajo, la
comunidad, las ciudades Y los hogares que promueven el sedentarismo y la inadecuada
calidad y acceso a servicios de salud preventiva y a servicios de sanidad como la dotación de
agua potable. A su vez, estas causas subyacentes derivan de causas básicas como la
urbanización e industrialización, la globalización, los cambios en la dinámica familiar,
cambios tecnológicos en la producción y procesamiento de alimentos, la alta influencia de
los medios de comunicación masiva en el consumo de alimentos, los cambios tecnológicos
en el trabajo, transporte y recreación, que disminuyen la demanda de gasto de energía,
políticas agrícolas, fiscales (impuestos sobre los alimentos y subsidios) y de comercio
exterior que favorecen la disponibilidad de alimentos y bebidas poco saludables, políticas
educativas que no incluyen como tema central la promoción de la alimentación saludable,
incluida en Ésta el consumo regular de agua y la actividad física y un marco legal que limita
el papel rector del gobierno en materia de políticas nutricionales y de salud. Otro de los
factores a considerar es el rezago en el desarrollo agrícola del país y en la infraestructura en
transporte que dificulta la creación de mercados regionales de alimentos frescos. Finalmente,
los grupos en condición de pobreza son más vulnerables a los factores determinantes de la
obesidad, especialmente por su limitado acceso a alimentos saludables y a información
confiable y clara sobre nutrición y su mayor susceptibilidad a los efectos adversos de la
obesidad (enfermedades crónicas no transmisibles), lo que obliga a considerar a estos grupos
como prioritarios en el diseño de políticas. (13)
Genética de la obesidad.
El control del peso y de la adiposidad depende de un eje integrado por varios componentes
autorregulados como son el apetito, el metabolismo, la termogénesis y los depósitos grasos.
Los factores qué parecen tener un mayor peso son los hábitos dietéticos y la actividad física,
que también están afectados por variantes genéticas, que a su vez modifican el gasto
energético y el consumo de alimentos.
⎯ Epigenética y obesidad.
Prácticamente en todos los cromosomas hay genes relacionados con la nutrición de precisión.
Pero sólo unos pocos polimorfismos en los genes explican la variabilidad interindividual.
Según la Nutrigenética, existen 2 genes muy relacionados con la obesidad: el FTO situado
en el cromosoma 16 y el INSIG2 situado en el cromosoma 2. Las personas que poseen dos
copias del FTO son 1,67 veces más propensos a la obesidad, es decir presenta un 70% más
de riesgo asociado a esa mutación. La variante genética del cromosoma 2 se relaciona con el
5% de la obesidad.
En el 2015 gracias a los GWAs se exploraron genes relacionados con la adiposidad: 97 loci
se asociaron a un aumento del IMC; 3 con la obesidad; 8 con obesidad infantil; y 19 con la
tendencia de distribución de grasa corporal. Según un estudio publicado en Science en 2007,
el tener uno o dos alelos de riesgo puede hacer que la persona tenga 2 o 3 kg de más o un
IMC superior. (14)
Causas de sobrepeso y obesidad.
A estos factores se unen otros como los socioeconómicos o los medioambientales. Una
alimentación poco saludable, llevar una vida sedentaria e inactiva o el cambio de hábitos,
como dejar de fumar, suelen dar lugar a un aumento de peso. (14)
Medidas preventivas.
o Diabetes de tipo 2.
o Enfermedades cardiovasculares e hipertensión.
o Enfermedades respiratorias (síndrome de apnea del sueño).
o Algunos tipos de cáncer.
o Osteoartritis (lesiones degenerativas e inflamatorias articulares).
o Problemas psicológicos.
o Baja calidad de vida "La obesidad predispone a quien la padece, a varios factores de
riesgo cardiovascular, entre ellos la hipertensión, elevados niveles de colesterol en sangre
y triglicéridos".
El grado de riesgo depende entre otras cosas de la cantidad relativa de exceso de peso, la
localización de la grasa corporal, cuánto se ha subido de peso durante la edad adulta y la
cantidad de actividad física. La mayoría de estos problemas pueden mejorarse adelgazando
un poco (entre 10 y 15%), especialmente si también se aumenta la actividad física. (8, 13)
El tratamiento integral.
- Báscula clínica con esta dímetro y equipo con capacidad para atender a los pacientes con
sobrepeso y obesidad; cinta antropométrica, y los demás que fijen las disposiciones
aplicables. (6)
- Será el único profesional de la salud facultado para prescribir medicamentos en los casos
que así se requiera, en términos de lo previsto en esta Norma y demás disposiciones
aplicables;
- Puede prescribir medicamentos para el tratamiento del sobrepeso y de la obesidad,
cuando exista evidencia de falta de respuesta al tratamiento no farmacológico, actividad
física y permanezcan con un diagnóstico de sobrepeso y obesidad, de conformidad con
lo que establece el Apéndice A Informativo, de esta Norma, con o sin comorbilidades;
- Debe justificar el medicamento prescrito al paciente de manera individualizada;
- Debe informar y explicar al paciente las características del medicamento que le fue
prescrito, nombre genérico y en su caso de patente, dosificación, duración del
tratamiento, interacción con otros medicamentos y nutrimentos, así como las posibles
reacciones adversas y efectos colaterales, y
- Debe registrar la expedición de la receta en la nota médica del expediente clínico
correspondiente de acuerdo con las disposiciones aplicables. (6)
El tratamiento quirúrgico en pacientes con obesidad de 16 a 18 años y adultos será bajo los
siguientes criterios:
Para garantizar la seguridad del paciente el personal profesional y técnico debe considerar lo
siguiente:
Tratamiento nutricional.
El nutriólogo debe:
Tratamiento psicológico.
El psicólogo debe:
La obesidad es una enfermedad asociada a una condición física, el exceso de grasa corporal,
que conlleva importantes consecuencias no solo para la salud física sino también para la
psíquica. En la sociedad actual, donde la delgadez constituye una cualidad personal positiva,
los individuos con sobrepeso u obesidad sufren rechazo social, cuya interiorización
incrementa la insatisfacción corporal y merma la autoestima. Además del impacto en la
calidad de vida de las personas que presentan sobrepeso u obesidad, últimamente se ha puesto
de manifiesto el importante efecto que estas condiciones poseen en los costes sanitarios que
deberán asumirse por los sistemas públicos y privados de salud para atender a millones de
afectados, tanto a la hora de tratar la propia obesidad como las numerosas enfermedades
asociadas.
La evaluación de la obesidad requiere la valoración de diferentes aspectos. Por una parte, los
antropométricos, que proporcionarán una estimación de la situación corporal y la inclusión
del individuo dentro de una u otra de las siguientes categorías: infra peso, normo peso,
sobrepeso u obesidad. Por otra parte, los hábitos alimentarios, de actividad física o sueño de
quienes presentan esta enfermedad, entre otras áreas. Asimismo, en su valoración es
imprescindible conocer las consecuencias psicosociales de la obesidad en el individuo, como
el impacto en sus relaciones sociales. Todos estos aspectos permitirán establecer un análisis
funcional del origen y el mantenimiento de la misma. Igualmente, se considera necesaria la
evaluación de los trastornos concomitantes, tanto biomédicos como psicológicos.
En los años sesenta, Stuart (1967) fue uno de los primeros autores que publicaron un estudio
referente a la intervención psicológica de enfoque conductual; en éste, ocho pacientes con
obesidad consiguieron disminuir su peso tras un año de tratamiento con dicha terapia. El
planteamiento básico del tratamiento conductual se fundamenta en que la obesidad es un
desajuste de hábitos, los cuales son aprendidos por el individuo a lo largo de su historia vital
y, son promovidos y mantenidos, tanto por sus circunstancias como por las propias
consecuencias que conllevan, como sucede con cualquier otra conducta. Desde esta
perspectiva, la terapia tiene como objetivo reeducar en dichos hábitos, trabajando con el
sujeto y su contexto.
Mitchell y Cook recomiendan seguir las siguientes pautas a la hora de elegir el tratamiento
más adecuado en un caso de sobrepeso u obesidad:
o Frustración
o Ansiedad
o Depresión
o Aislamiento social
o Baja autoestima
o Distorsión o insatisfacción de la imagen corporal
o Descontrol, desorden y alteraciones en el comportamiento/ relación con la comida
o Dificultades en las relaciones
o Hábitos inadecuados de estilo de vida
o Trastornos del ánimo (18)
Obesidad infantil.
La obesidad -y el exceso de peso en general- tienen, sin duda una importante influencia en el
desarrollo psicológico y emocional, así como en la adaptación social del niño
De forma específica, algunos de los beneficios del ejercicio físico para la salud psicológica,
es la mejora de la autoestima y el bienestar personal, la reducción del nivel de estrés, el
incremento de la concentración en las actividades académicas y la mejora del rendimiento en
clase.
En esta línea, recuerdan la existencia, aún hoy día, de prejuicios hacia los niños obesos y la
discriminación en los juegos y en las relaciones sociales, y que pueden provocar como
consecuencia, que estos niños tiendan al aislamiento social, a la inactividad y presenten más
dificultades en hacer amigos, desarrollando inseguridad, ansiedad y vivencias depresivas
como baja autoestima. Detectándose, paralelamente, un bajo rendimiento escolar.
Se advierte de cómo los sentimientos de ansiedad y tristeza, junto con el aislamiento, pueden
llevar a una mayor ingesta de alimentos como compensación, además de mayor tendencia a
la vida sedentaria, lo que agrava la obesidad. “En algunos casos se desarrollan trastornos de
la alimentación en la pre adolescencia o adolescencia, como la anorexia nerviosa y la
bulimia”.
Así, indica que la prevención debe comenzar en edades tempranas e incluso en la misma
gestación, y resalta la necesidad de actuar, no solo desde las instituciones sanitarias, sino
también desde todos los ámbitos de la sociedad, valorando el papel de pediatras, enfermería,
educadores y otros actores sociales.
En este sentido, pone de relieve el rol trascendental que desempeña la familia para crear y
desarrollar unos hábitos saludables en sus hijos desde pequeños, y la importancia de ofrecerle
todos los recursos y el apoyo necesario para transmitir a los niños unos hábitos saludables.
(19)
- Prescribir tratamiento por personal técnico o por cualquier otro profesional del área de la
salud no facultado para ello, conforme a las disposiciones aplicables.
- Prescribir tratamientos a base de fármacos, productos o procedimientos que no cuenten
con evidencia científica, eficacia terapéutica, seguridad y no se encuentren
universalmente aceptados en el marco de la ética médica para su uso o aplicación y
signifiquen un riesgo o daño para la salud o la vida del paciente con sobrepeso u obesidad,
conforme a las disposiciones aplicables.
- Prescribir fármacos que no cuenten con el registro sanitario correspondiente, que pongan
en riesgo la salud o la vida del paciente, por la prescripción de fármacos adulterados,
alterados o falsificados, en términos de las disposiciones aplicables.
- Indicar en pacientes menores de 18 años, el uso generalizado de hormonas como única
alternativa de tratamiento del sobrepeso y la obesidad.
- Utilizar técnicas no convencionales para el tratamiento del sobrepeso y la obesidad, que
no cuenten con evidencia científica y no se encuentren universalmente aceptados en el
marco de la ética médica.
- Indicar como opción de tratamiento el uso de aparatos de ejercicio electrónicos o
mecánicos, aparatos térmicos, de masaje, vendas de yeso, baños sauna, así como otros
procedimientos y equipos en apoyo al tratamiento médico, que no hayan demostrado su
eficacia terapéutica y que además representen un riesgo para la salud.
- Realizar bajo criterio del médico únicamente el tratamiento quirúrgico, sin la
participación y evaluación de un equipo multidisciplinario en los términos que señala el
punto de esta Norma, para evitar comprometer la vida del paciente.
- Usar la liposucción y la lipoescultura como tratamientos para el sobrepeso y la obesidad.
(6)
Estos procesos "mínimos" (limpiar, lavar, pasteurizar, descascarar, pelar, deshuesar, rebanar,
descremar, esterilizar, entre otros) pueden aumentar la duración de los alimentos, permitir su
almacenamiento, ayudar a su preparación culinaria, mejorar su calidad nutricional, y
tornarlos más agradables al paladar y fáciles de digerir
Actualmente, la mayoría de los productos ultra procesados son resultado de una tecnología
sofisticada. Estas tecnologías industriales incluyen procesos de hidrogenación, hidrólisis,
extrusión, moldeado y remodelado, que son diseñadas para hacer que los ingredientes
parezcan alimentos, pero son generalmente muy diferentes a los productos que promueven,
porque incluyen agentes y procesos muy diversos. (32)
o Falta de aire.
o Aletargamiento o somnolencia durante el día, en especial si también tiene apnea del
sueño.
o Mareos.
o Fatiga, o cansancio extremo.
o Dolor de cabeza.
o Además de los síntomas anteriores, usted o un ser querido tal vez note ronquidos fuertes,
ahogamiento o falta de aliento, o dificultades para respirar por la noche. Los síntomas
pueden empeorar con el tiempo.
Loja, Ecuador. 2019. Ortega Serrano E. P. “sobrepeso y obesidad, dependientes del estilo de
vida en estudiantes del colegio Hernán gallardo moscoso”. Objetico determinar el sobrepeso
y obesidad, dependientes del estilo de vida en estudiantes del colegio Hernán gallardo
moscoso. Tipo de estudio es descriptivo y de corte Transversal, ya que permite conocer los
estilos de vida que practican los adolescentes, situación nutricional y determinar el periodo
de tiempo. Los resultados fueron en cuanto al estado nutricional de los adolescentes menores
de la Unidad Educativa Hernán Gallardo Moscoso, considerando el Índice de Masa Corporal
la mayoría de participantes presentan peso normal, sin embargo, el exceso de peso afecta a
una población considerable en comparación con la deficiencia de peso. Y en la relación al
sobrepeso y obesidad, el grupo predominante se ubica entre las edades de 12 y 13 años de la
categoría de sexo mujer y su mayoría procede del área urbana. Y referente al Estilo de vida,
de los adolescentes menores, más de la mitad no tienen estilos de vida saludables. (22)
Baja california, México. 2017. Vázquez cuevas A. C. “Sobrepeso y obesidad como factores
que limitan la actividad y condición física en los adolescentes de nuevo ingreso de 15 a 19
años del CBTIS 140 en la ciudad de Mexicali, baja california”. Objetivo determinar si el
sobrepeso y obesidad son factores que limitan la actividad y condición física en los
adolescentes de nuevo ingreso de 15 a 19 años del CBTIS 140 en la ciudad de Mexicali, Baja
California. Se realizó una investigación tipo cuantitativo, descriptivo, transversal,
prospectivo y de correlación, para determinar si existe asociación de sobrepeso y obesidad
como factores que limitan la actividad y condición física en los adolescentes. Los resultados
fueron que la prevalencia nacional combinada de sobrepeso y obesidad fue del 35.8% para
el sexo femenino representando a 3175711 adolescentes en todo el país. Comparado con los
resultados obtenidos en el presente estudio la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad
para las adolescentes del sexo femenino de CBTIS 140, representando a 93 adolescentes fue
de 63.5%. (26)
México. INSP. 2016. Medina Zacarías C. M. Realizó un estudio sobre “Factores de riesgos
asociados al sobrepeso y obesidad en adolescentes mexicanas de 12 a 19 años”. Objetivo:
Analizar los factores de riesgo asociados al sobrepeso y obesidad en adolescentes mexicanas
de 12 a 19 años. Tipo de estudio: Se realizará un estudio secundario con información de 1,
293 mujeres adolescentes de 12 a 19 años que participaron en la ENSANUT MC 2016, la
cual incluye datos de peso, talla, dieta, actividad física, horas frente a la pantalla, ocupación,
nivel socioeconómico, localidad de residencia, región geográfica entre otras. Se realizarán
análisis univariado y bivariado para describir las características de las adolescentes y obtener
prevalencias del estado de nutrición por variable de interés. Para identificar los factores de
riesgo con mayor asociación al sobrepeso y obesidad se correrán modelos de regresión
logística. Resultados: Se espera encontrar una asociación de riesgo entre el sobrepeso y
obesidad y las variables de exposición, lo que permitirá identificar aquellos con mayor
asociación. La información generada en el presente estudio puede ayudar a explicar las
prevalencias de sobrepeso y obesidad entre las adolescentes de localidades rurales, así como
para el diseño de políticas e intervenciones que contribuyan a frenar este problema de salud
pública. (28)
Puebla, México en el año 2015. Morán M. Realizó un estudio sobre: actitud de una población
adolescente hacia su imagen corporal. Objetivo: Evaluar la actitud de una población
adolescente hacia su imagen corporal a partir de una encuesta desarrollada hacia los
alumnos. Es un tipo de estudio transversal ya que se incluyeron a los 329 alumnos de nivel
preparatoria y bachiller en la ciudad de Puebla, México, midiendo el índice de masa corporal
(IMC) y porcentaje de grasa corporal (%) por medio de la fórmula. Casi todos hombres y
mujeres adolescentes se encuentran dentro de su peso de acuerdo con su Índice de Masa
Corporal (IMC), con un promedio de edad 17.39±0.90, una talla 1.65±0.09 (varones
1.71±0.07 y mujeres 1.60±0.06), peso de 60.57±11.20 (varones 66.34±11.17 y mujeres
54.97±7.9) y IMC 22.03±2.98 (varones 22.03±2.98 y mujeres de 21.56±2.59). Un dato a
destacar es que la mayor parte de los adolescentes 57% no realiza algún tipo ejercicio
diariamente, pero si hacen por lo menos tres veces por semana, también tienen una clara
aceptación de su aspecto físico y hacen énfasis en su arreglo personal, así como en su
alimentación y autoestima. También al realizar la pregunta que hacen para sentirse bien
consigo mismo, la respuesta obtenida es realizar algún ejercicio o actividad física. Los datos
obtenidos en el presente estudio muestran diferencia significativa con lo reportado de las
encuestas de ENSANUT 2012, la clara disparidad con la obesidad en el adolescente, es una
pregunta a resolver. La adolescencia es una etapa donde se forman las bases de la conducta
alimentaria con los buenos hábitos alimenticios y la relación de la imagen corporal, que serán
los que prevalezcan de forma errónea o correcta en la edad adulta. (29)
2.3 MARCO CONTEXTUAL.
El estado de Quintana Roo, es el segundo estado con mayor índice de obesidad infantil y
juvenil en el país, sólo por debajo de Veracruz, reveló la Encuesta Nacional de Salud y
Nutrición (Ensanut) 2018, la cual indica que el 22.8%, 73 mil 487 de las 334 mil 34 personas
entre 12 y 19 años, tienen una acumulación anormal o excesiva de grasa. En la actualidad
Quintana Roo ocupa el cuarto lugar a nivel nacional en obesidad adolescente, mientras que
México está entre los primeros a nivel mundial, situación que afecta gravemente incluso a
los estados de la Península. Hay que recordar que durante la pandemia aumentó 64% los
casos de obesidad infantil y sobrepeso en Quintana Roo debido al sedentarismo al que se
enfrentaron los menores. Por ello, se elaborará un trabajo de investigación sobre los factores
determinantes más comunes para desarrollar sobrepeso y obesidad en adolescentes, ya que
se pretende una proporción del panorama acerca de la situación actual a nivel local.
La escuela de educación secundaria general del sector público en la cual se llevará a cabo la
investigación en curso, se encuentra ubicada en Cancún Quintana Roo en el municipio de
Benito Juárez, es catalogado de forma general como de muy bajo grado de marginación,
llamada secundaria general número 21 Ricardo Flores Magón, con la clave educativa:
23DES0014D, localizado en la dirección de la Avenida Kabah L 7-8, Mz 1; escuela de
control público. La prueba a la que se han de enfrentar los alumnos del 1° de secundaria del
turno matutino, será la aplicación de 25 encuestas y evaluar los parámetros somatométricos
para establecer el IMC en los adolescentes en edades comprendidas entre los 10 a los 19 años
de edad, en los géneros masculino y femenino del último nivel de la educación básica, tiene
un carácter de fines de investigaciones.
Para Landeau (2007) y Cruz, Olivares, & González (2014), la investigación cuantitativa
pretende establecer el grado de asociación o correlación entre variables, la generalización y
objetivación de los resultados por medio de una muestra, ésta permite realizar inferencias
causales a una población que explican por qué sucede o no determinado hecho o fenómeno.
Así como también afirma Caballero (2014), señala que en las investigaciones cuantitativas
predominan la cantidad y su manejo estadístico matemático y los informantes tienen un valor
igual. (30)
3.5 MUESTREO.
3.6 MUESTRA.
4. Embarazo precoz
1. Encuesta incompleta.
3.8 VARIABLES.
o Edad
o Genero
o Escolaridad
o Grado de sobrepeso y obesidad
o Actividad física
o Antecedentes familiares de sobrepeso y obesidad
o Antecedentes familiares de enfermedades crónico degenerativo
o Hábitos alimenticios
o Niveles de grasa intraabdominal
o Estado nutricional
o Consumo de comida chatarra
3.9 Tabla de variable.
Cuantitativa nominal
tipo a que pertenecen personas o
físicas del sujeto. o Masculino
cosas (37)
Educación básica:
o Preescolar
o Primaria
Es el último grado de la Educación o Secundaria
Básica, por lo que el servicio que Nombre de la Educación media superior:
brinda consta de tres modalidades: institución: o Tecnológico
Educación General, Técnica y Telesecundaria, escuela de o Bachillerato general, tecnológico
secundaria cada una de ellas consta de tres educación o Profesional técnico Encuesta
(escolaridad). años, la cual busca que los secundaria general Educación superior:
adolescentes adquieran número 21 Ricardo o Técnico superior universitario
herramientas para aprender a lo Flores Magón. o Licenciatura
largo de su vida. (38) o Especialización
o Maestría
o Doctorado (39)
Factores
Cuantitativa nominal
o Sedentaria: Cuando no realiza
La OMS define la actividad física
ejercicio.
como cualquier movimiento
o Leve: Cuando se realiza ejercicio
corporal producido por los
informal, con frecuencia no
músculos esqueléticos, con el
establecida y una duración de 15- 20
consiguiente consumo de energía.
Tipo, duración y minutos.
La actividad física hace referencia
Actividad frecuencia de o Moderada: Cuando se realiza
a todo movimiento, incluso durante Encuesta
física. ejercicio que ejercicio, con una frecuencia no menor
el tiempo de ocio, para desplazarse
realiza. a 3 veces por semana y una duración
a determinados lugares y desde
no menor a 30-45 minutos Activa
ellos, o como parte del trabajo de
Cuando se realiza ejercicio en una
una persona. La actividad física,
disciplina formal diariamente con una
tanto moderada como intensa,
duración no menor a 60 minutos. (31)
mejora la salud. (34)
Mediante encuesta
Los antecedentes familiares de se les pregunta a
Antecedentes obesidad se determinaron mediante la los sujetos de
Categoría nominal:
familiares de medición directa del peso, la estudio, la
o Si Encuesta
sobrepeso y circunferencia de la cintura, la masa de presencia de
grasa corporal y el porcentaje de grasa o No
obesidad. sobrepeso u
corporal de ambos padres. (40) obesidad en su
familia.
La Organización Mundial de la
Salud, considera las enfermedades
crónicas como «aquellas
enfermedades que presentan una
Cuantitativa nominal
Antecedentes larga duración (más de 6 meses) y
o Diabetes
familiares de una progresión lenta, no se Categoría nominal:
mellitus.
enfermedades transmiten de persona a persona y o Si Encuesta
o Hipertensión
crónico son consideradas, por lo tanto, o No
arterial.
degenerativo. como no transmisibles». Los cuatro
tipos más relevantes son las
enfermedades cardiovasculares, el
cáncer, las enfermedades
respiratorias y la diabetes. (45)
Es la elección, preparación y
consumo de alimentos, lo cual tiene
mucha relación con el entorno, las Clasificación:
tradiciones, la economía y el lugar o Grupo 1: alimentos naturales y
Hábitos en donde vives. La alimentación Tipo de
mínimamente procesados. Encuesta
alimenticios. saludable cumple con necesidades alimentación.
o Grupo 2: productos industrializado y
nutricionales que necesita el procesados.
cuerpo, para mantener una buena
salud. (41)
Determinar la distribución de la
grasa corporal. Entre los más
utilizados se encuentran la índice
cintura cadera, se plantea que Riesgo
Índice Cintura Medida
estima con la misma exactitud la Alto ˃0.95 (Hombre)
Niveles de Cadera (ICC): antropológica
grasa intraabdominal como lo hace ˃0.85 (Mujer)
grasa Riesgo de : Perímetro
la relación cintura cadera. Por lo Moderado 0.90-0.95 (Hombre)
intraabdomin enfermedades cadera (cm) y
anterior, hoy en día se considera a 0.80-0.85 (Mujer)
al. cardiovasculares y cintura (cm)
la medición de la circunferencia de Bajo ˂0.90 (Hombre
metabólicos.
cintura un buen predictor clínico ˂0.80 (Mujer)
del riesgo cardiovascular asociado
Cuantitativa nominal
a la obesidad abdominal. (43)
Categoría:
o Extremadamente delgado:
<0.34
o Delgado sano:
Es el resultado entre el aporte 0.35-0.45
nutricional que recibe y sus o Sano: Medida
demandas nutritivas, debiendo Índice Cintura- 0.46-0.51 antropológica
Estado
permitir la utilización de nutrientes o Sobrepeso : Perímetro
nutricional. Altura (ICA).
mantener las reservas y compensar 0.52-0.63 cadera (cm) y
las pérdidas. (44) o Sobrepeso elevado estatura (cm)
0.64+
o Obesidad mórbida
0.63+ (Hombre)
0.58+ (Mujer)
Categoría nominal frecuencia:
o No la come
Cuantitativa nominal
Describir los alimentos con poca o Casi diario
cantidad de los nutrientes que el o Solo en ocasiones
Consumo de cuerpo necesita y con un alto o Algunas veces por semana
contenido de grasa, azúcar y sal, Descripción de la
comida Encuesta
elementos que el cuerpo puede ingesta
chatarra Lugares habituales de la ingesta del
obtener en exceso con mucha alimento chatarras
facilidad. (46) o Casa
o Institución educativa
o Calle
Fuente: Elaboración propia.
3.10 INSTRUMENTO DE MEDICIÓN.
Los instrumentos usados para el desarrollo de la investigación fueron una cinta métrica
estándar, encuesta física y una balanza digital para obtener el peso corporal de cada
participante.
⎯ Encuesta física: Para cumplir los objetivos se diseñará una encuesta (ANEXO I) dirigida
a los alumnos, la cual constará de preguntas personales acerca de sus antecedentes
familiares, hábitos alimentarios, actividad física, entre otros, en donde se identificarán
los factores de riesgos más comunes en los adolescentes.
Etapa 2: Una vez identificados a los adolescentes, se les invitó a participar y se les explicó
cuál es el propósito del estudio, así como los procedimientos y los métodos empleados para
la recolección de la información, y una vez obtenido la aprobación, se entregó el
consentimiento informado. Subsiguientemente se llevará a cabo fuera del salón la medición
antropométrica, con esto se busca eliminar el aburrimiento y la fatiga de estar cansado
(sentados). Se realiza una fila de hombres y mujeres fuera del aula para la medición
antropométrica y posteriormente ingresaran al salón para la realización de la encuesta. Lo
cual implica lo siguiente:
El adolescente vistió la ropa que lleva cotidianamente a la escuela, se subió a la báscula sin
calzado, viendo hacia al frente del investigador, en posición erguida y talones juntos. Se
aseguró que tuviera las rodillas, hombros y espalda alineados al eje corporal, vista al frente,
cabeza descubierta y libre de objetos que alteraran la medición. Se registra el peso en el
cuestionario.
Posterior se coloca el extremo de la cinta métrica sobre la parte más alta de la cabeza del
adolescente, cuidando no golpear la cabeza de éste, se le pidió que evitara hacer movimientos
innecesarios y permanecer lo más quieto posible, se realizó la lectura sin que éste se retirara
de la báscula, para su registro en el formato correspondiente y seguidamente se le otorgo su
correspondiente encuesta.
Se le dio las gracias al adolescente por su participación y se le indico que regresara a su aula
de clases. Para la aplicación de la encuesta.
Se les explicó que los resultados de la investigación no serían utilizados en perjuicio de los
individuos participantes, la obtención de las mediciones somatométricos, es un método
inocuo para el paciente, implementando el cuidado de su integridad física. Se respetó la
autonomía de los participantes en el estudio, el derecho a la intimidad y confidencialidad de
la información y se cumplió con los principios de no maleficencia y de beneficio potencial,
con el propósito de reducir al mínimo las consecuencias de la investigación sobre su
integridad física, mental y social.
3.17 CARTA DE CONSENTIMIENTO INFORMADO.
Me han explicado acerca del proyecto titulado los factores de sobrepeso y obesidad en
adolescentes de la secundaria general número 21 Ricardo Flores Magón, clave: 23DES0014D
en Cancún, Quintana Roo. En el cual tiene como objetivo evaluar los parámetros
somatométricos para determinar el estado salud y nutrición e identificar y explicar los
factores determinantes de sobrepeso y obesidad.
ACEPTO PARTICIPAR.
_____________________
Establecer el
nombre del
proyecto.
Capitulo I.
Caracterización del
problema.
Capitulo II. Marco
teórico.
Capitulo III.
Material y métodos.
Capitulo IV.
Organización de la
investigación.
Capitulo V. Informe
final.
Fuente: Elaboración propia.
4.2 RECURSOS HUMANOS.
4.5 PRESUPUESTO.
4.6 DIFUSIÓN
5.1 RESULTADOS.
A. Datos sociodemográficos.
Fuente propia.
Fuente propia.
Basándose en la tabla, podemos observar una mayor frecuencia de índice de masa corporal
normal 48.7% (20) entre las edades de 13 a 15 años de edad. Mientras que el grupo de edad
de 13 a 14 años de edad presenta sobrepeso 34.1% (14) y obesidad 17.0% (7). (Tabla. 3).
Fuente propia.
Con base a los datos extraídos, se hace referencia que el 48.7% (20) de ambos sexos se situa
en la categoria normal, de los cuales el 55.0% (11) son mujeres y el 45.0% (9) son hombre.
(Tabla.4).
Tabla 4. Índice de masa corporal y genero a un grupo de muestra (porción).
Fuente propia.
Al examinar la base de datos en la tabla, se pude percatar que el 51.21% (21) se encuentra
en el parametro de indice Cintura- cadera alto en ambos sexos, de los cuales el 19.5% (8)
son hombre y 31% (13) son mujeres. Esto lo convierte en un facto de riesgo cardiovascular
y metabolica asociada a la obesidad abdominal. (Tabla.5).
Fuente propia.
⎯ Índice Cintura-Altura (ICA) a un grupo de muestra (porción).
En el cuadro de datos muestra el resultado entre el aporte nutricional que recibe y sus
demandas nutritivas de los adolescentes. Acorde a los datos obtenidos, el 21.4% (15) se
localiza en el parámetro sano; mientras que el 15.7% (11) es delgado sano. Por otro lado, el
36.5% (15) presenta un estado nutricional mayor a lo normal, de los cuales el 18.6% (13)
tiene sobrepeso y 2.9% (2) sobrepeso elevado. (Tabla.6).
Fuente propia.
– Índice Cintura-Altura (ICA) y genero a un grupo de muestra (porción).
En gran medida de la muestra índico que 36.5% (15) se categoriza sano en ambos sexos, de
los cuales el 60.0% (9) son mujeres y el 40.0% son hombre. (Tabla.7).
Fuente propia.
Conforme a los resultados obtenidos el 34.3% (24) respetan las comidas diarias. Por otro
lado, el 7.1% (5) no lo respetan; lo cual constituye una cantidad no aceptable puesto que
puede tener un peso inadecuado de acuerdo por su edad o estatura. (Tabla.8).
Tabla 8. Acatamiento con las comidas diarias: desayuno, merienda, almuerzo y cena.
Fuente propia.
Fuente propia.
⎯ Grado de consumo de alimentos equilibrado (vegetales, frutas, carne, legumbres, cereales
y granos).
De acuerdo a los resultados de la encuesta, el 45.7% (32) índico que a veces o frecuentemente
tiene un consumo de alimentos equilibrados, con respecto al 2.9% (2) señalaron siempre tener
una alimentación equilibrada. (Tabla.11).
Fuente propia.
Con base a la tabla, se observo que el 65.7% (46) no suele saltarse alguna comida para no
subir de peso, en cambio el 34.3% (24) declararon que si suele saltar alguna comida. (Tabla.
12).
Tabla 12. Abstinencia de la ingesta de alguna comida para no subir de peso.
Acorde a la información del cuadro, tan solo el 22.9% (16) tienen un consumo de verdura
todos los días y además el 30.0% (21) tiene una ingesta de 1-2 y 3-4 veces por semana.
(Tabla. 14).
Tabla 14. Cantidad de consumo de verduras por semana.
Fuente propia.
⎯ Cantidad de consumo de frutas por semana.
Respecto a la cantidad de consumo de frutas, se demostró que el 32.9% (23) comen todos los
días frutas a la semana, lo cual constituye una cantidad aceptable. Y el 18.6% (13) tan solo
tiene una ingesta de fruta de 1-2 vez por semana. (Tabla. 15).
Fuente propia.
Fuente propia.
⎯ Alteración del peso corporal.
Referente a la percepción de la alteración del peso corporal, se comprobó que el 74% (52) se
percataron un cambio de su peso corporal ya sea un aumento o pérdida de peso. Y únicamente
el 25.7% (18) no experimentaron un cambio de su peso corporal. (Tabla. 17).
Fuente propia.
Con base a la tabla de información, el 17.1% (12) tiene una tendencia a consumir
frecuentemente comida chatarra. Mientras tanto el 78.6% (55) respondieron a veces y el 4.3%
(3) declararon no tener nunca una ingesta de alimentos chatarra. (Tabla. 18).
Fuente propia.
⎯ Lugares habituales de la ingesta de alimento chatarras.
En función de los datos recolectados el 37.1 (26) expresaron que la calle es el lugar más
usualmente de la ingesta de alimentos chatarra. En tanto el 62.85% (44) restante, los lugares
usuales es la institución educativa 32.9% (23) y el 30.0% (21) en su casa. (Tabla. 19).
Frecuencia. Porcentaje.
Casa. 21 30.0%
Institución educativa. 23 32.9%
Calle. 26 37.1%
Total. 70 100.0%
Fuente propia.
En congruencia a la tabla de datos, el 52.9% (37) tiene un consumo diario de agua entre 4 a
8 vasos. Por otra parte, el 4.3% (3) contestaron nunca. (Tabla. 20).
Fuente propia.
⎯ Incorporación de frutas entre cada comida del día.
La tabla de referencias proporciono que el 77.1 (54) incluye entre comidas el consumo de
frutas, pese a que el 22.9% (16) enunciaron que no. (Tabla. 21).
Fuente propia.
Fuente propia.
⎯ Evasión de la ingesta de fritura o grasa.
Fuente propia.
Concorde a la tabla de informe el 41.4% (29) respondieron nunca y el 7.1% (5) contestaron
siempre en cuestión de la ingesta a pesar de no tener hambre. (Tabla. 24).
Fuente propia.
⎯ Consumo de alimentos, aunque se sienten satisfechos.
Con base a los datos obtenidos, el 57.1% (40) aseguraron que nunca continúa comiendo,
aunque se sentían satisfecho, con respecto al 1.4% (1) respondió que siempre. (Tabla. 25).
Fuente propia.
Del 11.4% (8) de los adolescentes respondieron siempre, la tabla demuestra que el 20.0%
(14) nunca leen el semáforo nutricional. Mientras que el 10.0% (7) frecuentemente, en
cambio, el 58.6% (41) eligieron la respuesta a veces. (Tabla. 26).
Basándose en la tabla de frecuencia de la ingesta por la noche, tan solo el 1.4% (1)
manifestaron que si y el 61.4% (43) nunca. Si bien el 37.1% (26) respondieron
frecuentemente 2.9% (2) y un 34.3% (24) a veces. (Tabla. 27).
Fuente propia.
Tal como de declara en el cuadro, mas de la mitad de la población de estudio 78.6% (55) no
tiene o no realiza algún tipo de dietan, tan solo el 21.4% (15) si lo realiza en su alimentación.
(Tabla. 28).
No. 55 78.6%
Si. 15 21.4%
Total. 70 100.0%
Fuente propia.
⎯ Tipo de comidas que comen.
De acuerdo con la tabla de datos tan solo el 7.1% (5) compran sus alimentos y el 92.9% (65)
realizan la preparación de su alimento esto garantiza condiciones y medidas necesarias de la
preparación de alimentos para asegurar (limpieza, desinfectar, lavado de mano) que una vez
ingeridos, no representen un riesgo para la salud. (Tabla. 29).
Fuente propia.
Conforme a los datos, el 61.4% (43) no tiene una ingesta de alimentos para disminuir la
ansiedad o estrés, sin embargo, tan solo el 38.6% (27) si lo efectuaba; este es un factor
modificable. (Tabla. 30).
Tabla 30. La ansiedad o estrés tiendes a comer algo para disminuir estas
afecciones.
Fuente propia.
⎯ Situaciones del consumes de los alimentos.
Conforme a los datos, la mayor parte de la población de investigación un 81.4% (57) respetan
las comidas diarias. En cambio, el 18.5% (13) tiene la tendencia de consumir alimentos por
alteraciones de las reacciones emocionales, de los cuales el 14.3% (10) es por ansiedad
(sentimiento de miedo, temor e inquietud) o con estrés, 2.9% (2) cuando está molesto y tan
solo el 1.4% (1) comes sola para que no vean la cantidad y velocidad con la que comes.
(Tabla. 31).
Fuente propia.
En cuanto a los grupos de alimento que se consume en su mayor parte durante el trascurso
de un día, es el grupo 1: alimentos naturales y mínimamente procesados con un 81.4% (57)
y un 18.6% (13) con el grupo 2: productos industrializado y procesados. (Tabla. 32).
Tabla 32. Grupo de alimento que consumen mayormente durante todo el día.
Fuente propia.
⎯ Grupo de alimento que consumen con menor habitualidad durante todo el día.
Con el apoyo de los datos del cuadro, el 62.9% (44) declararon que tiene un consumo menor
del grupo 2: productos industrializado y procesados durante todo el día, en comparación al
grupo 1: alimentos naturales y mínimamente procesados con un 37.1% (26). (Tabla. 33).
Tabla 33. Grupo de alimento que consumen con menor habitualidad durante todo el
día.
Fuente propia.
D. Factor: actividad física.
A partir del cuadro de información solamente el 28.6% (20) no a realiza en la última semana
algún tipo de deporte, a pesar de ello el 71.4% (50) si lo realizo. (Tabla. 34).
Fuente propia.
El tipo de deporte que se practica con menor habitualidad es el atletismo un 2.9% (2) entre
los adolescentes en comparación de otro tipo de deporte 31.4% (22). En cuanto a otro tipo
deporte común como el futbol, básquet y voleibol es de un 65.7% (46). (Tabla. 35).
Fuente propia.
⎯ Realización de actividad física.
En congruencia con la tabla de datos, el 87.1% (61) si realiza actividades físicas, sin embargo,
tan solo el 12.9% (9) no realiza actividades físicas. (Tabla. 36)
Fuente propia.
El tipo de actividad física que se realiza con mayor habitualidad es la actividad física activa
con un 47.1% (33), por otra parte, el sedentarismo lo conforma con un 22.9% (16) en la
población de estudio. (Tabla. 37).
Fuente propia.
⎯ Realización de ejercicio por 20 a 30 minutos al menos tres veces a la semana.
Conforme a los resultados obtenidos, el 40.0 % (28) siempre realiza ejercicio por 20 a 30
minutos al menos tres veces a la semana y el 12.9% (9) nunca lo realiza. (Tabla. 38).
Fuente propia.
Con base a los datos obtenidos, el 40% (28) realiza actividad física de manera frecuente sólo
una vez por semana. (Tabla 39).
Fuente propia.
⎯ Tipos de trasporte para llegar a la institución educativa.
Basado en los resultados de la tabla 40, el medio de transporte que más se utiliza es el auto
particular o publico para transportarse a la institución educativa con un 55.7% (39). (Tabla.
40).
Fuente propia.
⎯ Los últimos meses ha dejado de practicar deporte o ejercicio físico, porque sientes
cansancio o te agitas rápido.
Tabla 41. Los últimos meses ha dejado de practicar deporte o ejercicio físico, porque
sientes cansancio o te agitas rápido.
No. 47 67.1%
Si. 23 32.9%
Total. 70 100.0%
Fuente propia.
E. Factor: Descanso y recreativo.
A través de la tabla de información se sustenta que la mayoría de los jóvenes miran menos
de 2 horas diarias de algún aparato audiovisual con un 58.6% (41), por otro lado, el 18.6%
(13) declararon ver más de 6 horas diarias. (Tabla. 42).
Fuente propia.
En comparación con los resultados de tabla 43, se observa que el 41.4% (29) en sus horas
libres utilizan un dispositivo móvil o consola de videojuego. (Tabla. 43).
Realizarse una revisión médicos cada año es muy importante, tan solo el 61.4% (43) han
recibido un chequeo médico. Solamente el 38.6% (27) no ha tenido una revisión médica por
lo menos dentro de un año. (Tabla. 44).
Tabla 44. Consulta medico por lo menos una vez al año a un establecimiento de salud
para una revisión médica.
Fuente propia.
Fuente propia.
En la tabla 46 apreciamos que el 67.1% (47) tiene más de 4 horas libre en los fines de
semanas, mientras que un 10.0% (7) al menos 1 hora libre los sábado y domingo. (Tabla. 46).
Fuente propia.
⎯ Realización de ejercicio los fines de semanas.
En cohesión con la tabla, el 58.6% (41) de los jóvenes encuestado sí realiza ejercicio los fines
de semana y únicamente el 41.4% (29) no lo realizan. (Tabla. 47).
Frecuencia. Porcentaje.
No. 29 41.4%
Si. 41 58.6%
Total. 70 100.0%
Fuente propia.
F. Otros.
No. 36 51.4%
Si. 34 48.6%
Total. 70 100.0%
Fuente propia.
⎯ Antecedentes familiares de sobrepeso y obesidad e índice de masa corporal.
Al ponderar la tabla, este índico que si tiene una relativa relación entre el sobrepeso y
obesidad con los antecedentes familiares con esta afección. Puesto que los contestaron que
sí, algunos están fuera del rango normal 26.8% (11) de los cuales el 35.0% (7) tenían
sobrepeso y obesidad 20.0% (4). (Tabla. 49).
Los que sufren obesidad o sobrepeso tienen la predisposición de adquirir una enfermedad
crónica degenerativo con antecedente familiares, si tiene este factor de riesgo no modificable.
En razón de que el 54.3% (38) afirmaron tener integrantes de su familia con esta afección y
el 45.7(32) contestaron que no. (Tabla. 50).
Frecuencia. Porcentaje.
No. 32 45.7%
Si. 38 54.3%
Total. 70 100.0%
Fuente propia.
5.2 DISCUSIÓN.
En la presente investigación se detectó que existe una frecuencia mayor hacia la percepción
de la alteración del peso corporal, en donde los adolescentes, estudiantes de secundaria
piensan que, durante los últimos meses, su peso corporal ha aumentado. Sin embargo, esto
puede deberse al estrés académico, ansiedad, falta de actividad física, vida sedentaria, por
problemas alimenticios, etc. Por lo tanto, esto puede ser un factor de riesgo de la percepción
del peso corporal, y para el aumento del peso corporal, se recomienda realizar actividad física
por lo menos una hora al día, o bien, realizar algún deporte ya que esto ayudará a disminuir
el sobrepeso y obesidad en los adolescentes.
Uno de los problemas que se observaron en la investigación fue que en sus horas libres, los
adolescentes utilizan dispositivos móviles o video juegos y esto podría deberse a que los
familiares únicamente les den estas herramientas para que tengan actividades por hacer,
también podría ser porque no tienen el suficiente tiempo para llevarlos a realizar actividades
recreativas, sin embargo, puede ser un problema ya que no realizan actividad física y esto
tiende a llevarlos a una vida sedentaria, así que para la prevención de dicho problema, se
recomienda realizar actividades que no tengan que ver con dispositivos móviles y video
juegos, para así evitar problemas físicos en los adolescentes.
Es de importancia mencionar que en la investigación existe otro factor que podría ser de alto
impacto, pues bien, más de la mitad de la población estudiantil tiene antecedentes familiares
con enfermedades crónicas degenerativas (diabetes mellitus, hipertensión arterial, etc.) y esto
es un problema ya que algunas enfermedades son hereditarias o bien, aparecen si no se cuenta
con un plan de actividades y alimentación adecuada. Por lo tanto, para prevenir alguna
enfermedad crónica degenerativa se recomienda a los adolescentes realizar actividad física,
alimentarse de manera correcta y por supuesto, educarse al respecto sobre las enfermedades
crónicas degenerativas.
5.3 CONCLUSIONES.
• Mejorar los procesos educativos a los estudiantes de la secundaria general número 21,
Ricardo Flores Magón, fomentando temas de sobrepeso y obesidad, de tal manera que se
promueva o difunda a través de carteles, folletos, trípticos, pláticas relacionadas con su
epidemiología, tratamiento y prevención.
• Los docentes deben recibir capacitación continua con el propósito de tener mejores
conocimientos, herramientas y habilidades para dar a conocer de manera adecuada temas
de sobrepeso y obesidad y así, los alumnos entiendan su importancia.
• Establecer un plan con los estudiantes, en donde den a conocer la importancia del
sobrepeso y obesidad, mencionando la prevención, el tratamiento y las consecuencias o
complicaciones que a largo o corto plazo pueden ocurrir.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
I. ANEXOS.