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Impacto de los estilos de vida

en obesidad en la población
Mexicana
Estilos de vida y salud

Andrea Morales Gutiérrez


UNITEC Atizapán
Profesora: Mónica Posán Tornero
26/03/2023
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Introducción.

En México, la obesidad es un problema de salud pública que ha aumentado en la


última década. Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, en 2018 el 75.2% de
los mexicanos mayores de 20 años tenía sobrepeso u obesidad, lo que significa que
tres de cada cuatro personas en este grupo de edad tienen un riesgo alto de desarrollar
enfermedades crónicas como diabetes, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos
de cáncer. Esta epidemia afecta a personas de todos los grupos socioeconómicos y
edades, pero es más común en áreas urbanas y entre los grupos más pobres. Es
importante abordar el problema desde una perspectiva integral que involucre a la
sociedad, el gobierno, la industria de alimentos y las instituciones de salud. En este
ensayo se describe la definición de la enfermedad, se analizará la magnitud del
problema de la obesidad en México, sus causas y consecuencias, y se propondrán
soluciones para reducir su prevalencia y mejorar la salud de la población Mexicana
mediante el análisis, modificación y propuestas de mejora en sus hábitos de estilo de
vida.

Definición de Obesidad.

Para conocer a fondo dicha enfermedad, necesitamos partir de su definición, según


Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (2013):

“La obesidad es una enfermedad crónica, producida por el consumo excesivo de


grasas, azúcares y carbohidratos, lo que provoca la acumulación anormal o excesiva
de grasa en nuestro cuerpo. Otra causa es la poca o nula actividad física en la vida
diaria. Esta enfermedad está relacionada con factores biológicos, sociales, culturales y
psicológicos. Idealmente su tratamiento debe ser manejado de manera integral por un
grupo de especialistas: médicos, nutriólogos, psicólogos y expertos en activación física.

El ISSSTE indica que sus síntomas son: aumento de peso, dificultad para respirar
(durante el día y al dormir), cansancio, fatiga, dolor de las articulaciones en rodillas y
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pies, reflujo y acidez, hinchazón, dolor y calambres en las piernas, pérdida de control
para orinar.”

El Índice de Masa Corporal (IMC) es uno de los criterios más importantes para conocer
las condiciones de nutrición, desnutrición, peso adecuado, sobrepeso y obesidad en las
personas adultas (es el mismo índice para los adultos de ambos sexos y de todas las
edades según la OMS). Considera tres factores: sexo, peso actual y estatura.

Para el caso de los niños menores de 5 años la Organización Mundial de la Salud


(2021) define que “el sobrepeso es el peso para la estatura con más de dos
desviaciones típicas por encima de la mediana establecida en los patrones de
crecimiento infantil de la OMS; y la obesidad es el peso para la estatura con más de
tres desviaciones típicas por encima de la mediana establecida en los patrones de
crecimiento infantil de la OMS.” Así mismo, la Organización Mundial de la Salud (2021)
señala que para los niños de 5 a 19 años, “el sobrepeso y la obesidad se definen de la
siguiente manera: el sobrepeso es el IMC para la edad con más de una desviación
típica por encima de la mediana establecida en los patrones de crecimiento infantil de
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la OMS, y la obesidad es mayor que dos desviaciones típicas por encima de la


mediana establecida en los patrones de crecimiento infantil de la OMS.”

Magnitud del problema.

● Estimaciones realizadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde


1975, la obesidad se ha casi triplicado en todo el mundo, en 2016 más de 1900
millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso, de los cuales, más de
650 millones eran obesos.
● 41 millones de menores de cinco años tenían sobrepeso o eran obesos y 340
millones de niños y adolescentes (de 5 a 19 años) presentaban la misma
condición.
● Tan solo los países que conforman la OCDE, dedican 8.4% de su presupuesto
total en salud al tratamiento de enfermedades relacionadas con la obesidad,
padecimiento que está detrás del 70% de todos los costos de tratamientos
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relacionados con la diabetes, 23% con enfermedades cardiovasculares y 9% del


cáncer.

Forbes México (2018) menciona que “México tiene una epidemia de obesidad. De
acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE),
estima que para 2030, el 40% de los adultos mexicanos tendrá obesidad, principal
factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas.”

En México, las enfermedades crónicas representan 7 de las 10 principales causas de


muerte, las dos más relevantes son diabetes y enfermedades del corazón. Según cifras
del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), el presupuesto de salud
disminuyó más de 20% durante este sexenio. Esto se refleja en: una cobertura
insuficiente, ya que aproximadamente 16 millones de mexicanos carecen de protección
financiera en salud; desabasto de medicamentos y largos tiempos de espera 3 veces
mayores en el sector público respecto al sector privado.

La ENSANUT (2018) muestra resultados de la derechohabiencia a servicios de salud,


en los cuales se observa que no toda la población lo tiene, es decir, no hay una
cobertura adecuada, y de la cual, no todos hacen uso de estos servicios. Esto impacta
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en el tratamiento inadecuado e insuficiente del sobrepeso, la obesidad y de


enfermedades desencadenadas.

El desabasto de medicamentos en México para la obesidad es preocupante. La falta


de acceso a los medicamentos necesarios puede tener un efecto negativo en la salud
de quienes padecen obesidad y en la efectividad de su tratamiento. Es importante que
se tomen medidas para resolver el desabasto y asegurar que las personas que
necesitan tratamiento para la obesidad tengan acceso a los medicamentos necesarios
para manejar esta condición. Además, es importante destacar la importancia de un
enfoque integral en el tratamiento de la obesidad, que incluya cambios en el estilo de
vida, como la alimentación saludable y la actividad física, junto con el tratamiento
farmacológico cuando sea necesario.

Causas y consecuencias de la obesidad.

En el caso de México, las principales causas de defunción en 2019, como se observa


en la gráfica, fueron las enfermedades del corazón, la diabetes y tumores malignos,
padecimientos asociados con el sobrepeso y obesidad.
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Las causas de la obesidad pueden ser muy diversas, desde factores genéticos como la
alteración de las hormonas del hambre y la saciedad (grelina y leptina), lo cual
realmente ocurre en un porcentaje muy bajo; hábitos que se generan desde la niñez,
cómo el ver la televisión o jugar en la tablet o ipad a la hora de la comida que pueden
alterar la saciedad adecuada en el pequeño, y que a lo largo de su vida el desenlace se
nota en trastornos en la alimentación, porque esa persona ya no sabe cuándo debe
parar de comer; emociones y estados de ánimo cómo tristeza o ansiedad en la que se
reconfortan con la comida; educación en la escuela y en casa, en la que nunca se
habla de la importancia de un estilo de vida y alimentación saludable y el ejercicio para
una vida plena y sana; hábitos en la familia, por ejemplo, es muy común que padres
obesos críen un hijo obeso debido al estilo de vida sedentario, rico en comida
ultraprocesada y bebidas azucaradas y pobre en vegetales, frutas, cereales integrales,
proteínas magras y grasas monoinsaturadas. Otra causa pueden ser los trastornos de
la conducta alimentaria que se manifiestan en cuanto a desórdenes mentales y físicos
sobre todo en adolescentes.

Entre otras causas más profundas, que no muchos lo tienen en cuenta, existen la
epigenética y la microbiota. En la epigenética, diferentes factores como estrés, calidad
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del sueño, productos químicos, contaminación ambiental, y otros, pueden provocar que
se modifiquen o “enciendan” los genes productores de enfermedad a lo largo de la vida.
Mientras que, hablando de la microbiota, estudios recientes señalan que la microbiota
intestinal tiene un impacto impresionante sobre la obesidad ya que esta “regula en gran
medida la inmunidad innata y adaptativa, e influye en las respuestas locales y
sistémicas; por tanto, también podría influir en la inflamación crónica asociada a la
obesidad y resistencia insulínica.” (Farías et al., 2011)

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud .”el desequilibrio entre el ingreso y


el gasto de calorías es la causa fundamental de la obesidad y el sobrepeso: una
acumulación anormal y excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud.”
(OMS, 2021)

En los resultados publicados por la ENSANUT 2018, se puede observar que un


porcentaje considerable de población de distintas edades suele consumir alimentos no
recomendable, la cual evidentemente es una causa más estrechamente relacionada
con la obesidad en la población Mexicana.

Adicionalmente, algunas de las consecuencias extras de padecer obesidad pueden


llegar a ser psicológicas. La obesidad es un trastorno complejo que puede estar
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influenciado por diversos factores, incluyendo el estrés y la depresión. Según estudios


citados por Bennett, Greene y Schwartz-Barcott (2013), el estrés crónico puede
incrementar el apetito hacia alimentos altos en grasa y azúcar, lo cual contribuye a la
obesidad, lo cual puede traducirse a un ciclo sin fin, en el que se consumen este tipo de
alimentos ya teniendo obesidad y aumentandola más. Además, los efectos del estrés
por obesidad en la conducta humana también pueden resultar en una menor actividad
física y una mayor ingesta de alcohol, lo cual a su vez contribuye al aumento de peso.

En cuanto a la depresión, esta enfermedad mental puede estar fuertemente asociada


con la obesidad, según Simon et al. (2008). La actitud social negativa hacia las
personas obesas puede generar baja autoestima y depresión reactiva, especialmente
durante la infancia y la adolescencia. En las mujeres de mediana edad, la obesidad
también puede estar asociada con la depresión, así como una baja actividad física y
una mayor ingesta de calorías.

Modificación y propuestas de mejora de los hábitos de estilo de vida.

Algunas recomendaciones generales para mejorar la salud de las personas que tienen
sobrepeso u obesidad incluyen beber suficiente agua, hacer actividad física, modificar
la alimentación y evitar ciertos alimentos y bebidas. Todas estas medidas son
esenciales para lograr una pérdida de peso saludable.

Cuando se trata de la alimentación, es importante evitar el consumo de alimentos


procesados y bebidas azucaradas, ya que son ricos en calorías y pueden aumentar el
riesgo de obesidad. En su lugar, se recomienda comer una dieta equilibrada que
incluya verduras, frutas, legumbres, carnes magras y lácteos descremados. También es
importante comer en horarios fijos y evitar comer frente a la televisión o la
computadora.
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Además de estas recomendaciones, es importante destacar la importancia de buscar


ayuda médica y nutricional para tratar la obesidad. Los pacientes con obesidad
necesitan una atención integral que incluya un cambio en su estilo de vida y, en
algunos casos, pueden requerir el uso de medicamentos o cirugía bariátrica.

Es imprescindible tener en cuenta que la obesidad es una enfermedad compleja, y no


existe una solución rápida y fácil. Sin embargo, al tomar medidas simples como las
expuestas en el texto, se pueden lograr importantes mejoras en la salud y reducir el
riesgo de enfermedades asociadas a la obesidad.

Adicionalmente, la educación nutricional tiene una importancia enorme pues es un


tema de gran importancia en México debido a la creciente incidencia de enfermedades
relacionadas con la alimentación y la falta de conocimiento sobre hábitos saludables.

La educación nutricional es una herramienta clave para la prevención y el tratamiento


de estas enfermedades. A través de la educación, las personas pueden adquirir
conocimientos y habilidades que les permitan tomar decisiones más saludables
respecto a su alimentación, así como adoptar hábitos saludables a lo largo del tiempo.

En México, existen diversas iniciativas y políticas públicas destinadas a promover la


educación nutricional, aunque todavía hay un largo camino por recorrer. Según un
informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en
México sólo el 22% de los adultos han recibido educación nutricional formal en el
ámbito escolar o comunitario.
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La implementación de la Estrategia de Educación Nutricional en comunidades


vulnerables a través de tiendas Diconsa es una iniciativa importante para promover una
dieta saludable y accesible en México. Es alentador ver que se están promoviendo
hábitos alimentarios más saludables, utilizando información científicamente validada y
sistematizada para desarrollar habilidades y actitudes saludables en las personas.
Además, es destacable que se esté utilizando el Semáforo de la Nutrición para orientar
a la población sobre el valor nutritivo de los alimentos y así prevenir enfermedades
asociadas con una mala dieta.

La reformulación de la leche Liconsa para incluir vitaminas y minerales, reducir los


niveles de grasa saturada e incrementar el contenido de proteína, muestra una
preocupación honesta por parte de los organismos sectorizados en la Secretaría de
Agricultura y Desarrollo Rural, y de Liconsa, para ofrecer productos con un mayor valor
nutricional.

En general, es importante que sigamos promoviendo la seguridad alimentaria y


nutricional en México, para garantizar que todas las personas tengan acceso a
alimentos inocuos y nutritivos en todo momento. La educación y la promoción de
hábitos alimentarios saludables son pasos fundamentales para lograr este objetivo. La
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Estrategia de Educación Nutricional en tiendas Diconsa es un ejemplo de cómo


podemos avanzar hacia un estado de bienestar nutricional para todos los mexicanos.

Además, la educación nutricional no solo debe ser abordada desde el ámbito


académico, sino también desde otros sectores, como el de la publicidad. En México, el
88% de la publicidad de alimentos y bebidas dirigida a niños y jóvenes promueve
productos poco saludables, lo que refleja una falta de responsabilidad social por parte
de la industria.

En mi opinión, la educación nutricional debe ser una prioridad para el gobierno y la


sociedad en su conjunto. Es necesario fomentar un enfoque integral y multidisciplinar
que involucre a todas las partes implicadas: el sector educativo. Así mismo, es de gran
importancia realizar pláticas o campañas dinámicas dirigidas tanto a niños, jóvenes y
adultos sobre la importancia e impacto de los estilos de vida en la salud y para evitar
enfermedades, como la obesidad.

Conclusión
El problema de obesidad en México es un tema preocupante que requiere atención
inmediata por parte del gobierno y la sociedad en general. La epidemia de obesidad
puede desencadenar enfermedades crónicas, lo cual representa una carga económica
importante para el sector salud y las finanzas públicas. Además, la disminución del
presupuesto de salud durante este sexenio ha limitado la capacidad de los servicios de
salud para tratar a todos los pacientes afectados. A esto se suma la cobertura
insuficiente, el desabasto de medicamentos y largos tiempos de espera que enfrentan
los pacientes, lo cual agrava aún más la situación.

En este sentido, es necesario que se tomen medidas efectivas para combatir la


obesidad en México, tales como políticas públicas que promuevan una alimentación
saludable, la actividad física y la prevención de enfermedades crónicas. Se debería
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fortalecer la atención y el cuidado de la salud, garantizando suficiente disponibilidad de


medicamentos y mejores tiempos de espera para los pacientes.

Es importante que como sociedad seamos conscientes de la gravedad de la situación y


tomemos medidas dentro de nuestras posibilidades para contribuir a la solución del
problema. Educar a las personas sobre hábitos de vida saludables y promover una
cultura de prevención es fundamental para prevenir la obesidad y otras enfermedades
crónicas. Solo de esta forma se podrá mejorar la calidad de vida de los mexicanos y
minimizar la carga económica que representa la atención médica de estas
enfermedades.

Referencias:

ENSANUT. (2018). Presentación de resultados. Encuesta Nacional de Salud y


Nutrición.
https://ensanut.insp.mx/encuestas/ensanut2018/doctos/informes/ensanut_2018_
presentacion_resultados.pdf

Farías N, María Magdalena, Silva B, Catalina, & Rozowski N, Jaime. (2011).


MICROBIOTA INTESTINAL: ROL EN OBESIDAD. Revista chilena de nutrición,
38(2), 228-233. https://dx.doi.org/10.4067/S0717-75182011000200013

Forbes Staff. (22 de mayo de 2018). Para 2030, 40% de los adultos en México sufrirán
de obesidad. Forbes México.
https://www.forbes.com.mx/para-2030-40-de-los-adultos-en-mexico-sufriran-de-o
besidad/

Organización Mundial de la Salud. (9 de junio de 2021). Obesidad y sobrepeso. WHO.


https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/obesity-and-overweight
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Presidencia de la República EPN. (27 de julio de 2013). ¿Qué es la obesidad y cuáles


son sus síntomas?. Gobierno de México.
https://www.gob.mx/epn/es/articulos/que-es-la-obesidad-y-cuales-son-sus-sintom
as?tab=

PROFECO. (18 de mayo de 2021). Obesidad y sobrepeso: menos kilos, más vida.
Gobierno de México.
https://www.gob.mx/profeco/documentos/obesidad-y-sobrepeso-menos-kilos-ma
s-vida#:~:text=De%20acuerdo%20la%20Encuesta%20Nacional,a%C3%B1os%2
035.6%25%20muestran%20esta%20condici%C3%B3n.

Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural. (2 de octubre de 2020). Estrategia de


Educación Nutricional y su importancia para combatir el sobrepeso y obesidad
en México. Gobierno de México.
https://www.gob.mx/agricultura/articulos/estrategia-de-educacion-nutricional-y-su
-importancia-para-combatir-el-sobrepeso-y-obesidad-en-mexico?idiom=es

Tamayo Lopera, D., y Restrepo, M. (2014). Aspectos psicológicos de la obesidad en


adultos. Revista de Psicología Universidad de Antioquia, 6(1), 91-112.
http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2145-48922014000
100007&lng=pt&tlng=es.

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