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Mochizuki Chiyome (¿? - 1590) fue una noble que vivió durante
el Período Sengoku en Japón. Ella fue la artifíce de la creación de un
grupo de Ninjas exclusivamente de mujeres llamado kunoichi por su
tio Takeda Shingen. Mochizuki reclutó a un centenar de mujeres que
se infiltraron como espias y asesinos, haciendose pasar por
mensajeras creando la leyenda de que estaban en todas partes. A
pesar de la reputación de su organización, esta no pudo impedir que
el Asesino Hattori Hanzo y Honda Tadakatsu se infiltrasen en el
campamento de Takeda Shingen y lo asesinaran en 1573.
Posteriormente Mochizuki fue reclutada a la Orden
Templaria quienes buscaban influencia en el Japón Feudal, pero se
vieron impedidos por constantes guerras de clanes así como la
hostilidad de los extranjeros. Asi fue como a travez de Mochizuko la
influencia Templaria se expandio por Japón lo que la convirtió en el
objetivo del Asesino Hattori Hanzo quien la asesino en la decada de
1590.
ORÍGENES
LA SELECCIÓN Y ENTRENAMIENTO
“En general las kunoichi tienen una mente retorcida e inferior, una
inteligencia superficial y una habla pobre.”
“Sólo se seleccionará a una mujer como último recurso. Será
necesario una minuciosa observación previa, que asegure que esta
pueda ser debidamente instruida y comprometida mediante
juramento estricto”
Como se escogió para una misión secreta a unas mujeres de las que
se denigraba y desconfiaba desde un principio? En una tierra
devastada por las guerras y la pobreza, pocas salidas habían para
la gente más humilde.
FUNCIONES Y DESEMPEÑO
Abanico Tessen
LAS ARMAS DE LAS KUNOICHI: OCULTAS Y LETALES. Las
pequeñas armas de las kunoichi tenían que quedar perfectamente
escondidas bajo sus atuendos. Entre las más habituales se
encontraban las nekote o garras de gato, un arma que consistía en
fuertes uñas de hierro que estaban sujetas a bandas de cuero
colocadas en los dedos y que parecían garras. Las puntas de estas
garras podían contener veneno. Otro elemento característico es
el kakute o anillo, hecho de metal o madera templada, que disponía
de una púa sumergida en veneno con la que clavarse al cuello del
enemigo. Era un arma muy eficaz y que dejaba pocas evidencias.
También era conocido el uso del abanico Tessen, un abanico de
guerra con afiladas cuchillas de metal. Las ninja también podían
esconder pequeñas cerbatanas, dardos, agujas, dagas o shuriken, las
famosas estrellas de metal con púas, en los abalorios de su pelo, o en
los interiores de su kimono. Complementos habituales podían
convertirse en armas impensables. Los zapatos de madera podían
servir para fracturar huesos o el cinturón del kimono para
estrangular sus víctimas. Era básico el manejo de venenos y
pociones, que podían llevar escondidos o incrustados en sus garras o
anillos, así como de polvos cegadores en caso de peligro. Un
momento de distracción era la ocasión perfecta para envenenar el
vaso de alcohol del enemigo.
“Si toma medidas como colocar una kunoichi o algo así en posición
de antemano, entonces es improbable que no sepa donde esta
durmiendo el enemigo (Bansenshukai) : En el Bansenshukai se
remarca “La gente común se entrega fácilmente a la lujuria o la
codicia”. De todas las personas, los hombres de alto rango tienden
a revolcarse en el deseo sexual, por lo que este arte de la agente
femenina kunoichi es una de las tácticas más efectivas de todas las
artes del yo-jutsu”
Izumo No Okuni
No hay ninguna otra mujer conocida que ejerciera como kunoichi,
sin embargo se especula que otras mujeres famosas del periodo
podrían haber formado parte de esta red de espionaje femenino. Una
candidata es la singular Izumo No Okuni (1578-1613), una miko del
Gran Santuario de Izumo que viajó por todo el país, realizando
rituales animistas y danzas ceremoniales. Mujer de gran belleza
dotada de habilidades para la actuación, se rodeó de un séquito de
damas de compañía, ofreciendo bailes y actuaciones teatrales
ambulantes por muchas regiones. Okuni fue la fundadora del
popular teatro japonés kabuki (1603), convirtiéndose en una figura
muy conocida. Con unos orígenes inciertos que la relacionan con la
prostitución, viajó por lugares y escenas vinculadas a los clanes
ninja: hasta que Izumo no Okuni se hizo famosa por su estilo Kabuki
de baile y canto, algunos historiadores creen que es posible que
viviera como uno de estos tipos de doncellas espías itinerantes del
santuario, reuniendo información valiosa para poderosos señores.
CONTINUARÁ..