CONTEXTO

Durante el siglo XIX, en el marco de la Segunda Revolución Industrial, Inglaterra llevó la

delantera en la investigación sobre procesos de producción industrial gracias a sus escuelas de
artes y oficios industriales. Al mismo tiempo, se habían desarrollado algunos movimientos, como
Arts & Crafts, que cuestionaron la deshumanización de los bienes producidos en serie y buscaron
volver a una forma de trabajo similar a la de los gremios medievales.

La Primera Guerra Mundial detuvo ese proceso de desarrollo de escuelas y

talleres que se retomó en el período de entreguerras, especialmente durante la
llamada «República de Weimar», en un intento por construir una nueva
Alemania con un espíritu joven e innovador. Con ese espíritu, la Bauhaus se
creó a partir de la fusión de la Escuela de Artes y Oficios y la Escuela
Superior de Artes de Weimar bajo la dirección del arquitecto Walter
Gropius con la premisa de investigar y crear una cultura del pueblo y para el
pueblo.

tras la boda, Moholy-Nagy fue nombrado Máster, y Lucia se unió a él en Weimar en 1923.

Trabajó como aprendiz del fotógrafo profesional Otto Eckner y tomó cursos de fotografía de
reproducción en la Academia de Artes Gráficas de Leipzig. Moholy ya era una fotógrafa
experimentada antes de tomar fotografías para la Bauhaus,

Las fotografías de la Bauhaus de Moholy ayudaron a construir la identidad de la escuela y crear

su imagen tan particular.

OBRA
uso inteligente de las sombras y el contraste da a sus composiciones una tensión y complejidad
gráfica que presagiarán futuros desarrollos en el modernismo.

Las imágenes son didácticas: a través de su naturaleza objetiva y directa, las fotografías sirven
visiblemente para subrayar las ideas sobre la Sachlichkeit y la producción en masa promovidas
por la escuela.

La serialidad, particularmente, se visualiza en imágenes donde se crearon varios ejemplos de un

solo tipo de objeto para permitir múltiples perspectivas del producto abarcado dentro de una sola
imagen. proliferaciones de objetos individuales, aura de reproducibilidad masiva

Durante los años que la pareja vivió en Dessau, Alemania, en el campus de la escuela Bauhaus,
los diarios de Moholy describen su sentimiento de descontento en Dessau, sus sentimientos de
añoranza por su ciudad. Describió cómo grupos llegaban por períodos cortos, festejaban y se
marchaban. Moholy-Nagy no simpatizaba con sus sentimientos y por eso Se separaron en 1929,
un año después de abandonar Dessau
Como parte de su práctica fotográfica, Lucía comenzó a documentar las personas y los espacios
arquitectónicos de la Bauhaus. Muchas de sus imágenes se centran en las mujeres que apoyaron
o participaron en las actividades de la escuela. Edith Tschichold (1926), por ejemplo, representa
a la esposa del tipógrafo alemán y colaborador frecuente de la Bauhaus, Jan Tschichold. Por su
parte, Florence Henri (1927) retrata a la notable artista surrealista en los inicios de su carrera,
cuando llegó a la Bauhaus en 1927 como estudiante visitante de fotografía. Ambos retratos están
muy recortados alrededor de los rostros de las mujeres, revelando expresiones de melancolía o
seguridad en sí mismas que atraen a los espectadores a un espacio emocional compartido.

uso inteligente de las sombras y el contraste da a sus composiciones una tensión y complejidad
gráfica que presagiarán futuros desarrollos en el modernismo.

la piel contra la bufanda, el brillo de los mechones de cabello, la sombra en una arruga

omo había hecho con los edificios, a menudo capturaba a sus modelos desde un ángulo,
poniendo en primer plano elementos inesperados de su rostro y personalidad.

NUEVA OBJETIVIDAD
Se busca la belleza de las cosas no al mostrarlas poéticamente como en la
corriente anterior, el pictorialismo, sino que se busca la belleza de la
verdad. Volver a ver las cosas como realmente son

cosas simples y comunes, objetos de uso cotidiano, objetos industriales.

Objetos en los que se explora su superficie, sus brillos y reflejos, sus
líneas rectas y sus curvas, ya sea en soledad o agrupados en serie
(generando belleza en su repetición).

Incluso el rostro humano se fotografía dejando de lado lo psicológico,

para “redescubrir” sus formas y sus detalles.

NEGATIVOS ROBADOS
Moholy se enteró de esto y le escribió cartas a Gropius pidiéndole que le devolviera sus
negativos, pero él se negó hasta que ella involucró a un abogado y, finalmente, a finales de los
años 50, Gropius a regañadientes le envió a Moholy sus negativos, con varios de los frágiles
negativos de vidrio dañados. .
a cosmopolita Moholy se sintió atrapada y aislada en la remota Dessau y escribió en su diario en
1927: “Dessau era como un lugar donde viajas, pierdes el tren y te ves obligado a esperar el
siguiente”

Los negativos que podrían haberla hecho famosa y darle seguridad financiera, [Gropius] los
había estado usando sin acreditar durante 20 años mientras ella luchaba por ganarse la vida.

Aunque la escuela se promocionaba como una institución que promovía la igualdad entre
géneros y fue una de las primeras escuelas de arte que admitió mujeres, a menudo eran relegadas
a disciplinas como el tejido. "Había mujeres geniales y creativas trabajando en la Bauhaus, pero
no tenían funciones oficiales o quedaban atrapadas en el curso de tejido, porque es un material
típicamente 'femenino'", dijo Miriam Szwast, curadora de fotografía del Museo. Luis.

FINAL
Sin las fotografías de Moholy, la identidad de la Bauhaus habría sobrevivido únicamente a través
de los recuerdos de quienes la vivieron y del arte, el diseño y la arquitectura que nacieron de ella.

ESTA fotografía en blanco y negro muestra las casas minimalistas de los maestros en Ebertallee,
con árboles que se asemejan a los barrotes de una celda de prisión.

sirvieron como puntos de acceso visual a los objetos de la Bauhaus y a las ideas que debían
materializar