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Tratamiento de las

disfunciones sexuales
Diplomado en Psicoterapia Sexual

Ps. Cristian J. Alvarado Segovia

Iniciamos en Minutos
Programas de tratamiento
1. Información sexual o psicoeducación: corregir las ideas erróneas o
falsas creencias que pueda tener la pareja acerca de la sexualidad
(aspecto de los genitales, ciclo de respuesta sexual, masturbación,
fantasías, etc.) Esto se llevará a cabo mediante explicaciones del
terapeuta con el apoyo de dibujos, gráficos, fotografías, vídeos, etc.;
o mediante la recomendación de lecturas.

2. Discusión de temas sexuales evitados: durante el proceso de


evaluación inicial del problema, pero también durante el desarrollo
de la terapia, el terapeuta promoverá la comunicación directa y
sincera entre ambos miembros de la pareja para hablar de
cuestiones relativas a su sexualidad (preferencias, temores,
fantasías, etc.) que, en ocasiones, nunca antes se habían atrevido a
expresar abiertamente.
Programas de tratamiento
3. Abstinencia de coito u orgasmo: a menudo será conveniente, en
algunos casos ya desde la primera sesión de evaluación, prescribir
la abstinencia de coito y de orgasmo en las relaciones sexuales que
pueda estar teniendo la pareja. Incluso, en ocasiones, será
apropiado solicitarles que se abstengan de mantener ningún tipo
de actividad sexual entre ellos hasta que se inicie la terapia
propiamente. Estas pautas estarán indicadas especialmente en
aquellas parejas cuya larga evolución de su problema haya
acabado provocando una notable ansiedad asociada a la
actividad sexual, por factores como miedo al fracaso, problemas de
comunicación o rol de espectador. De esta manera, la abstinencia
de actividad sexual o, dicho de otro modo, la ausencia de
expectativas sexuales durante las semanas previas al inicio de la
terapia suele ser un buen punto de partida para conseguir que la
pareja se libere de cualquier sensación de presión que siga
generando tensión y malestar entre ellos.
Programas de tratamiento
4. Alguna forma de estimulación táctil sistemática: se suele prescribir
en las fases iniciales de la terapia una serie de tareas consistentes
en el intercambio de caricias entre la pareja para empezar a
reestructurar y reconstruir su forma de tener relaciones sexuales.
Estas tareas, la focalización sensorial, se describirán más adelante
dentro del denominado programa básico de tratamiento.
Programas de tratamiento: Objetivos
La asignación de ejercicios para realizar en casa constituye el
armazón conductual alrededor del cual se desarrolla la terapia sexual.
La duración de los protocolos de tratamiento comúnmente empleados
se sitúa alrededor de las 10-14 sesiones. El programa conductual tiene
tres objetivos principales:

1. Proporcionar un abordaje estructurado que permita a la pareja


reconstruir gradualmente sus relaciones sexuales. Consiste en una
serie de pasos relativamente pequeños que la pareja puede
abordar uno tras otro.
2. Ayudar a la pareja y a su terapeuta a identificar los factores
específicos que mantienen la disfunción sexual.
3. Proveer a la pareja de técnicas específicas para tratar los
problemas particulares.
Programa Básico de Tratamiento (PBT)
Conjunto de procedimientos y técnicas que suelen estar en la base del
tratamiento de la mayoría de las disfunciones sexuales.

El PBT está constituido por cuatro fases: Considerar:


1. Focalización sensorial no genital. ● Factores etiológicos
2. Focalización sensorial genital. ● Diferencias individuales
3. Contención vaginal. ● Variables socioculturales
4. Contención vaginal con movimiento

Importante
• Un programa de sesiones de terapia de periodicidad semanal
constituiría un sistema eficaz
• El ritmo de sesiones quincenales.
• Las sesiones de tratamiento no deben durar más de una hora: Unos 20
o 30 minutos
Programa Básico de Tratamiento (PBT)
Consejos al inicio y durante la realización de la terapia:
1. Proporcionar instrucciones claras y comprobar que se han comprendido.
2. Preguntar acerca de las dificultades que se anticipan. Obtener una
información adecuada y detallada acerca del progreso logrado por la
pareja desde la sesión previa.
3. Contemplar las dificultades y los fallos como oportunidades para aumentar
la comprensión del problema.
4. Ajustar el ritmo de la terapia al progreso de cada pareja. No iniciar una
nueva etapa si la anterior no se ha superado completamente.
5. Evitar crear incertidumbre. No es aconsejable dejar que la pareja tome la
decisión, entre dos sesiones de terapia, de pasar de una etapa a la siguiente
del programa.
6. Efectuar predicciones. Es recomendable que el terapeuta prediga lo que
cree que sucederá entre sesiones, según los factores causales identificados.
7. Mantener “sesiones de revisión” periódicas. Algunas sesiones de tratamiento
deben dedicarse a revisar la evolución (por ejemplo, cada tres sesiones).
PBT: Focalización Sensorial No Genital (FSNG)
La mayoría de parejas iniciarán la terapia sexual con la Focalización
Sensorial No Genital (FSNG), exceptuando tres situaciones:
• La presencia de disarmonía general y resentimiento en la relación de
pareja pueden impedirles disfrutar de la interacción sexual. En algunos
casos estas dificultades son superficiales y pueden ser abordadas
brevemente (1-2 sesiones) antes de iniciar el programa de terapia sexual.
• Aversión fóbica de un miembro de la pareja al contacto físico. En tal
caso se iniciará la terapia con las técnicas comúnmente empleadas en el
tratamiento de las fobias (terapia de exposición).
• A veces el problema de la pareja aparece muy circunscrito, siendo por
otro lado la relación sexual satisfactoria (por ejemplo, casos de
eyaculación precoz o de vaginismo). Sin embargo, las etapas iniciales de
la terapia sexual son suficientemente útiles como para que a menudo
sea aconsejable dedicar una o dos semanas a la focalización sensorial
antes de iniciar las técnicas específicas de cada problema particular
PBT: Focalización Sensorial No Genital (FSNG)
• Pedir a la pareja el compromiso de no realizar el coito y de no
acariciarse los genitales ni los senos.
• De forma alternada, cada miembro invitará al otro a realizar los
ejercicios en casa. El otro miembro debe aceptar la invitación si le
apetece o si se siente indiferente. Si no la desea, debe declinar la
invitación intentando explicar el porqué y proponer un día o momento
alternativo para la realización de los ejercicios.
• Las sesiones de caricias deben ocurrir en el momento y lugar en que la
pareja lo desee. Sin ropa y con luz suave.
• Quien realizó la invitación es quien debe comenzar a acariciar. El orden
aconsejable es empezar a recibir las caricias por la parte posterior del
cuerpo (espalda, nuca, etc.) y seguir después por la parte delantera
(tórax, abdomen, rostro, etc.). Centrar la atención en las sensaciones
evocadas por las caricias que efectúa la pareja. Informarla de lo que le
gusta, lo que no le gusta y cómo podrían mejorarse las caricias. Detener
o suspender la sesión si esta provoca aburrimiento o gran ansiedad en
alguno de los dos.
PBT: Focalización Sensorial No Genital (FSNG)
Reacciones a la sesión
• Las sesiones carecían de espontaneidad y parecían artificiales y
planificadas.
• No se ha tenido tiempo para realizar ninguna sesión o para tener más
de una.
• No se respetaron los límites y la pareja realizó el coito.
• La sesión evocó sentimientos negativos en uno o en ambos miembros de
la pareja, como cosquillas, aburrimiento, incapacidad para
concentrarse o la sensación de encontrar torpe a la pareja.
• Un miembro de la pareja no fue capaz de invitar al otro a comenzar una
sesión de ejercicios.
PBT: Focalización Sensorial No Genital (FSNG)
Reacciones a la sesión ¿Qué hacer?
• Cambiando el orden en que realizan las caricias, la secuencia de las
mismas o el momento de la sesión (noche, mediodía, etc.).
• Aumentando la comunicación y el feedback que se dan durante la
sesión y ajustando mejor las caricias a los gustos y necesidades de cada
uno.
• Promoviendo una actitud más activa y participativa durante las caricias.
• Incorporando nuevos elementos a sus sesiones de caricias que las
hagan más imaginativas e innovadoras (música, vibrador, velas, loción
lubricante, etc.).

Importante:
En cualquier caso, no se pasará a la etapa siguiente a menos que hayan
conseguido disfrutar de varias sesiones de FSNG (entre dos y seis sesiones,
según el caso).
PBT: Focalización sensorial genital (FSG)
En esta segunda fase se seguirá el patrón básico anterior, pero incluyendo
ya las caricias en los senos y los genitales. Se concentrarán en acariciar de
forma que se proporcione placer tanto a uno como a otro y así permitir que
la excitación aumente y disminuya durante la sesión. Deben prestar
atención a las sensaciones placenteras y evitar toda distracción.
Puede ser de utilidad el empleo de la “posición no demandante” descrita por
Masters y Johnson. El hombre se sentará en la cama, descansando su
espalda sobre el cabezal de la cama y con las piernas separadas y
extendidas sobre el colchón; la mujer se sentará entre las piernas de él,
apoyando la espalda sobre su pecho. De este modo, el varón tiene un fácil
acceso a los senos y genitales femeninos mientras que ella puede adoptar
una posición relajada, incrementando la sensación de intimidad con la
pareja y abandonándose más cómodamente a las sensaciones que
experimenta.
PBT: Focalización sensorial genital (FSG)
Si lo desean, al final de la sesión pueden llegar al orgasmo. Sin embargo,
inicialmente este no debe ser el objetivo de las sesiones.
Una vez los ejercicios de focalización sensorial genital se han incorporado
satisfactoriamente, se les aconsejará que pasen a acariciarse
simultáneamente, aunque conservando el patrón alternante al menos
durante una parte de la sesión. Las técnicas específicas para tratar
disfunciones sexuales particulares se introducirán habitualmente en este
momento del tratamiento.
PBT: Focalización sensorial genital (FSG)
Reacciones a la sesión
• Ruptura del acuerdo sobre la prohibición del coito.
• Sentimientos negativos, como ansiedad, cosquilleo, etc., que pueden
llevar a evitar las sesiones.
Acciones, ¿Qué hacer?
• Simplemente sugerir que la pareja repita las sesiones. Esto es apropiado
si el problema es leve.
• Identificar y modificar las actitudes y pensamientos negativos. Esto se
llevará a cabo habitualmente mediante estrategias de psicoeducación y
de reestructuración cognitiva. Los factores más comúnmente asociados
a las respuestas negativas incluyen inhibiciones generales, culpa,
ansiedad acerca del aspecto de los genitales o de olores o secreciones y
miedo a perder el control.
• Sugerir el uso de fantasías eróticas encaminadas a evitar la distracción
y a aumentar la excitación.
• Sortear la parte del programa que causa ansiedad si esta no es de vital
importancia en el abordaje del problema de la pareja.
PBT: Contención vaginal
Una vez que la focalización sensorial genital está bien establecida, la etapa
siguiente es la introducción gradual del coito, mediante una etapa
intermedia denominada de contención vaginal. El objetivo principal es
reducir la ansiedad inducida por el coito que se halla presente en algunas
parejas (frecuente en los casos de disfunción eréctil, eyaculación precoz o
vaginismo).
La pareja debe avanzar hacia esta etapa durante una sesión de caricias,
cuando ambos se sientan relajados y excitados sexualmente.
Las posiciones recomendadas serán la del jinete (la mujer sentada a
horcajadas sobre el hombre, que se halla tumbado sobre su espalda) o la
lateral (uno al lado del otro), especialmente la primera de ellas. En
cualquiera de las posiciones, la penetración debe llevarse a cabo con la
mujer guiando el pene de la pareja hacia su vagina con sus manos. Si el
varón dirige la penetración puede titubear o tener dificultad para encontrar
la entrada de la vagina, lo cual entorpece la penetración y llegar a provocar
la pérdida de la excitación sexual en uno o ambos miembros de la pareja.
PBT: Contención vaginal
Una vez producida la penetración, la pareja debe permanecer inmóvil y
concentrada en las sensaciones placenteras que experimentan. Puede
haber movimientos ligeros si la excitación disminuye. Si la mujer es capaz,
debe contraer los músculos de su vagina para aumentar su placer y el de su
pareja.
La contención vaginal durará cuanto desee la pareja (desde unos
segundos hasta varios minutos), después de lo cual pueden retirarse y
continuar las caricias. La contención vaginal debe repetirse dos o tres
veces en cada sesión. La duración se incrementará gradualmente en
cada sesión.
Si la pareja ha experimentado orgasmos durante la focalización
sensorial genital, inicialmente debe evitarlo durante la contención, pero
puede continuar hasta el orgasmo extragenital. De esta forma, la
contención vaginal es incorporada al patrón general de caricias, sin
señalar el final de la sesión.
PBT: Contención vaginal con movimiento
En esta etapa la pareja introduce movimiento durante la contención
vaginal y progresivamente avanza hasta el coito completo. Se sugiere que
sea la mujer quien comience los movimientos, que al principio deben ser
lentos.
Finalmente, el terapeuta aconsejará el empleo de varias posiciones para
realizar el coito, que serán explicadas con la ayuda de dibujos. También se
indicará al varón que utilice sus dedos para proporcionar a su pareja
estimulación del clítoris durante la contención vaginal o coito.
Esto completa el programa general de ejercicios en casa. Para el
tratamiento de cada una de las distintas disfunciones sexuales se
emplearán técnicas específicas que serán incorporadas al programa
general.
Deseo sexual hipoactivo
Cuestiones a tener en cuenta:
• ¿La pérdida de interés sexual en la pareja es desde siempre o ha
existido alguna vez?
• ¿El problema existe solo con el/la compañero/a o es general?
¿Hay fantasías sexuales o atracción sexual hacia otras personas?
• ¿La falta de deseo es un problema aislado o se acompaña de
otros síntomas? (sean físicos, por ejemplo, ausencia de energía, o
psicológicos, por ejemplo, depresión).
• ¿El problema se acompaña de otros cambios en la relación de
pareja? (por ejemplo: pérdida de afecto, alteración en la
comunicación)
Deseo sexual hipoactivo:
Base del tratamiento de las disfunciones sexuales
1. Mejorar la información y la comunicación sexual en la pareja, potenciar
la erotización de sus relaciones y ampliar y sofisticar el repertorio de
conductas sexuales. Esto se llevará a cabo principalmente mediante la
psicoeducación y la aplicación del Programa Básico de Tratamiento. a. b.
2. Ayudar a la pareja a resolver aspectos generales de su relación.

Causas habituales del deseo sexual hipoactivo son: Trudel et al., (1997)
La ansiedad anticipatoria asociada a la actividad sexual, el miedo al
abandono sexual asociado a cogniciones negativas, los problemas en la
relación de pareja, la ausencia de comunicación emocional y sexual, la
pérdida de placer y satisfacción, las actitudes sexuales negativas, la
vergüenza y la culpa.
Deseo sexual hipoactivo:
Base del tratamiento de las disfunciones sexuales
Programa terapéutico: Trudel et al., (2001)
1. Análisis de las causas inmediatas y a largo plazo que
provocan el deseo hipoactivo.
2. Información sexual.
3. Ejercicios para potenciar la intimidad en pareja.
4. Focalización sensorial.
5. Entrenamiento en habilidades de comunicación.
6. Entrenamiento en habilidades de comunicación
emocional.
7. Entrenamiento en reforzamiento mutuo en pareja.
8. Reestructuración cognitiva.
9. Trabajo con las fantasías sexuales.
Trastorno por aversión al sexo
En la medida en que este trastorno consiste en la presencia de
aversión y evitación del contacto sexual con la pareja, lo podemos
conceptualizar como un trastorno fóbico (fobia al sexo) y, en
consecuencia, se aplicará el tratamiento de elección habitual para
cualquier fobia: la terapia de exposición.
De todos modos, no hay que olvidar la importancia del componente
psicoeducativo en la terapia, así como el empleo de la
reestructuración cognitiva. Ambas estrategias nos permitirán abordar
los pensamientos disfuncionales y las creencias erróneas que están en
la base del trastorno.
Trastorno por aversión al sexo
A ser posible, la terapia de exposición se llevará a cabo en vivo y
siempre de forma gradual. El paciente elaborará con la ayuda del
terapeuta una jerarquía de situaciones/estímulos sexuales
ansiógenos a los que deberá ir exponiéndose de manera gradual y
paulatina. La participación activa de la pareja será imprescindible a lo
largo del programa de tratamiento.
Otra forma de entender este abordaje del problema es partiendo de la
aplicación del programa básico de tratamiento, pero intercalando
aquellos pasos intermedios que se juzguen necesarios entre cada una
de las cuatro fases para facilitar el proceso al paciente.
Trastorno por aversión al sexo
Así pues, y siempre dependiendo de las características de cada caso,
unas primeras tareas de exposición pueden consistir en ejercicios
como la realización de la focalización sensorial no genital estando
solo parcialmente desnudos (por ejemplo, con la ropa interior puesta)
o acariciando solo la parte posterior del cuerpo (espalda…), la
autoobservación y manipulación de los genitales, la contemplación
del cuerpo desnudo de la pareja, o la autoestimulación.
A partir de aquí, se irá avanzando gradualmente hasta poder
completar el programa básico de tratamiento.
Trastorno de la excitación sexual en la
mujer
• Ayudar a la pareja a resolver aspectos problemáticos de su relación
general.
• Mejorar la información y la comunicación sexual en la pareja.
• Potenciar la erotización de sus relaciones y ampliar y sofisticar el
repertorio de conductas sexuales.

Esto se llevará a cabo principalmente mediante la psicoeducación y la


aplicación del Programa Básico de Tratamiento. Una forma de incrementar
la excitación sexual es mediante el empleo de fantasías sexuales. Esto debe
sugerirse a la pareja con extremo cuidado, debido a las reacciones
negativas que puede ocasionar.
Por otra parte, existen casos en los que la falta de excitación sexual lleva
como consecuencia una anorgasmia. En estos casos estará indicado
abordar el problema con las mismas técnicas que se emplean en el
tratamiento de la anorgasmia, y que se exponen más adelante.
Trastorno de la erección en el varón
En la entrevista, explorar:
• ¿Puede conseguir una erección en alguna circunstancia?
(disfunción situacional/general).
• ¿La erección es completa o parcial? (la corroboración de la pareja
es importante, porque el varón puede infravalorar su erección).
• ¿Hay alguna anormalidad en la forma del pene cuando está en
erección?
• ¿Consigue erección durante la actividad sexual y la pierde en un
momento determinado (por ejemplo, justo antes o después de la
penetración vaginal)?
• ¿Puede conseguir una erección por sí mismo (por ejemplo, con la
masturbación o con fantasías eróticas) y puede mantenerla si lo
desea?
• ¿Se ha levantado alguna vez por la noche o por la mañana con
una erección?
Trastorno de la erección en el varón
En la entrevista, explorar:
• ¿Puede conseguir una erección en alguna circunstancia?
(disfunción situacional/general).
• ¿La erección es completa o parcial? (la corroboración de la pareja
es importante, porque el varón puede infravalorar su erección).
• ¿Hay alguna anormalidad en la forma del pene cuando está en
erección?
• ¿Consigue erección durante la actividad sexual y la pierde en un
momento determinado (por ejemplo, justo antes o después de la
penetración vaginal)?
• ¿Puede conseguir una erección por sí mismo (por ejemplo, con la
masturbación o con fantasías eróticas) y puede mantenerla si lo
desea?
• ¿Se ha levantado alguna vez por la noche o por la mañana con
una erección?
Trastorno de la erección en el varón:
Terapia psicosexual
La terapia psicosexual de esta disfunción se centrará generalmente en
la aplicación del programa básico de tratamiento. Este abordaje es
muy útil para tratar aquellas causas psicológicas que a menudo están
actuando como factores de mantenimiento de la disfunción: el rol de
espectador y el temor al fracaso. Esto es, la ansiedad ante la relación
sexual por “miedo a fallar”, a fracasar, y como consecuencia la
adopción del rol durante la relación sexual de “espectador de la
relación”, expectante ante su respuesta eréctil, en lugar del rol
apropiado de participante activo de la relación que centra su atención
en los componentes eróticos y sensuales de la relación más que en la
mera respuesta eréctil.
Trastorno de la erección en el varón:
Terapia psicosexual
En la mayoría de disfunciones eréctiles pasajeras, el varón comienza a
tener erecciones durante las fases de focalización sensorial no genital
o genital. Es útil pedirle al hombre que no intente tener erecciones
durante las fases iniciales del programa. En ocasiones, el empleo de la
técnica de intención paradójica (“no tengas erección durante las
caricias”) será de gran efectividad para romper el círculo vicioso en que
se halla atrapado el paciente.
Trastorno de la erección en el varón:
Terapia psicosexual
El varón debe concentrarse únicamente en las sensaciones que
experimenta durante las caricias, en especial en la focalización sensorial
genital. Puede ser útil emplear una loción lubricante durante su
realización. Para algunos pacientes puede ser preferible realizarla por la
mañana después de despertarse, cuando la respuesta eréctil del hombre
suele ser máxima.
Si después de 2-3 semanas de focalización sensorial no se produce
erección, o esta es débil, se realizarán nuevas sugerencias (siempre que
sean aceptadas por la pareja):
• El varón puede emplear fantasías sexuales para que disminuyan las
distracciones por pensamientos negativos y aumentar el placer
erótico.
• Aproximación provocativa a la relación sexual (que la mujer estimule el
pene y, posteriormente, el escroto o la parte interna de los muslos).
• Estimulación oral.
Trastorno de la erección en el varón:
Técnica del aumento y disminución del estímulo
En el momento en el que se haya alcanzado la focalización sensorial
genital y el hombre ya mantenga erecciones, puede introducirse, como
sugerencia, la “técnica del aumento y disminución del estímulo”.
Esta técnica consiste en que, durante una sesión de focalización
sensorial genital, una vez que el hombre ha tenido una erección
intensa, se debe aconsejar a la pareja que omita todo contacto físico
para permitir que la erección disminuya de forma parcial. Es entonces
cuando deben reiniciarse las caricias, con la mujer acariciando el pene
de forma suave. El hombre se concentrará en las sensaciones
placenteras que experimenta, con lo que, habitualmente, recuperará la
erección.
Trastorno de la erección en el varón:
Técnica del aumento y disminución del estímulo
El proceso debe repetirse dos o tres veces en cada sesión, y acabar la
misma con la eyaculación mediante heteromasturbación, si así lo
desean. Si se aplica de esta manera, la técnica permite que una vez
que el hombre ha superado su miedo a no conseguir una erección,
aborde el temor de perder la erección obtenida, lo que le muestra de
forma empírica que es posible perder la erección y recuperarla
posteriormente si recibe caricias adecuadas y concentra su atención
en ellas y no realiza “intentos deliberados” de tener una erección.
Trastorno de la erección en el varón:
Técnica del aumento y disminución del estímulo
Superada la fase de focalización sensorial genital, se proseguirá con la
fase de contención vaginal. El hombre, de inicio, debe llevar a cabo la
eyaculación fuera de la vagina, puesto que los hombres con disfunción
eréctil sienten la máxima ansiedad en el momento de la penetración,
momento en el que perciben más presión para mantener la erección. Para
favorecer el proceso, será la mujer quien introduzca el pene en su vagina,
normalmente en la postura del jinete. Inicialmente, debe ser breve y
cualquiera de los dos puede realizar los movimientos. Con frecuencia
pueden producirse fallos y dificultades en esta etapa.
El terapeuta debe señalar de esta posibilidad y alentar a la pareja a que
siga practicando. Una vez que se ha conseguido realizar esta etapa en
varias ocasiones, se continuará con el programa: contención vaginal con
movimiento y, en última instancia, la realización del coito en otras
posturas (lateral, misionero, etc.) a fin de garantizar la generalización de la
respuesta.
Trastorno orgásmico femenino
En la evaluación, tener en cuenta:
• ¿Alcanza el orgasmo en alguna circunstancia?: en el coito, con
estimulación manual por parte de la
• pareja, durante el sexo oral, en la masturbación en solitario,
durmiendo.
• ¿Llega la mujer a excitarse durante la relación sexual?
• ¿Piensa ella que recibe de su pareja una estimulación suficiente y
adecuada?
• ¿Alguna vez se ha sentido cerca del orgasmo?
• ¿Provoca ansiedad la excitación intensa?
• ¿Utiliza la mujer fantasias sexuales?
Trastorno orgásmico femenino
Las respuestas a las preguntas anteriores nos permitirán establecer
cuestiones como si la disfunción puede estar relacionada con malos
hábitos de estimulación durante las relaciones sexuales, falta de
aprendizaje sexual y de autoconocimiento o ansiedad sexual.
Si una mujer no está segura de haber alcanzado el orgasmo alguna
vez, el terapeuta deberá pedirle que describa su experiencia. Un
relato en el que se menciona una excitación creciente, con un pico
máximo de tensión que cede después y que posiblemente se
acompaña de un sentimiento de relajación y plenitud sugiere que la
mujer es orgásmica. Si al preguntarle específicamente describe
contracciones regulares de la musculatura vaginal asociadas a esta
experiencia, se confirma que es orgásmica. Sin embargo, algunas
mujeres no sienten estas contracciones musculares (incluso aunque
se demuestre su presencia por medio de la investigación en un
laboratorio).
Trastorno orgásmico femenino
En el tratamiento de la anorgasmia los ejercicios que se
recomendarán dependerán de la naturaleza del problema. Si se trata
de una disfunción orgásmica completa primaria, puede ser
pertinente un programa de entrenamiento en masturbación para ser
utilizado por ella misma. El programa de focalización sensorial puede
continuar de forma paralela con este si se considera necesario
Trastorno orgásmico femenino:
Programa de entrenamiento en masturbación

Los programas comúnmente empleados consisten en distintas variantes


o modificaciones de los programas diseñados por los pioneros de la
terapia sexual (LoPiccolo y Lobitz, 1972 Kaplan, 1978)
Su objetivo no es solo proporcionar una técnica de masturbación, sino
ayudar a las mujeres con sentimientos negativos acerca de su cuerpo y,
principalmente, acerca de sus genitales o su sexualidad a sentirse más a
gusto consigo mismas.
Muy a menudo la mujer deberá ser ayudada a explorar los sentimientos
negativos acerca de la masturbación antes de comenzar la terapia.
Trastorno orgásmico femenino:
Programa de entrenamiento en masturbación
Etapas del programa
1. Autoexamen general: indicado si presenta sentimientos negativos
hacia su propio cuerpo. La mujer, tranquila y relajadamente en su casa,
deberá examinarse a sí misma desnuda, observar y acariciar su cuerpo
desnudo (será útil hacerlo frente a un espejo). Se analizarán con el
terapeuta las actitudes acerca de su cuerpo y los sentimientos
suscitados por el ejercicio.
Trastorno orgásmico femenino:
Programa de entrenamiento en masturbación
Etapas del programa
2. Autoexamen genital: se le pide a la mujer que examine la zona genital.
Intentar hacerlo primero con un espejo de mano, descubriendo las
diferentes partes de sus genitales, que el terapeuta le habrá mostrado
previamente en dibujo o fotografía. Repetir la exploración hasta que
note que puede hacerlo completamente relajada. Luego se le pide que
explore sus genitales con sus dedos para familiarizarse con la textura,
tanto de la parte externa de la vagina como de su parte interna. Una
vez conseguido esto se le pide que continúe la exploración para
localizar zonas sensibles. En particular debe explorar la sensibilidad
del clítoris y las zonas que lo rodean. Cuando proceda a la exploración
de la parte interna de la vagina, es conveniente que realice los
ejercicios de Kegel para notar las contracciones de los músculos de la
vagina contra sus dedos.
Trastorno orgásmico femenino:
Programa de entrenamiento en masturbación
Etapas del programa
3. Ejercicios de Kegel: sirven para estimular el desarrollo y control del
músculo pubocoxígeo que rodea la entrada de la vagina. Se ha
sugerido que además también incrementan el potencial orgásmico,
aunque ello aún no ha sido demostrado. La forma de llevarlos a cabo
sería la siguiente: una vez que la mujer ha identificado el músculo (“es
el que permite retener o dejar fluir el chorro de orina cuando vas al
baño”), el entrenamiento puede consistir en realizar diez ciclos de
tensión-relajación de tres segundos de duración (tres segundos de
tensión seguidos de tres segundos de relajación), tres veces al día
durante 2-3 semanas. A partir de entonces, en una segunda fase, se
tratará de realizar nuevamente diez ciclos de tensión-relajación pero
en esta ocasión tensando y relajando rápidamente. Es importante que
la mujer tense únicamente este músculo y evite tensar otros músculos
de su cuerpo (muslos, abdomen, etc.).
Trastorno orgásmico femenino:
Programa de entrenamiento en masturbación
Etapas del programa
4. Masturbación: una vez que la mujer ha identificado las zonas sensibles
de sus genitales, se le pide que se concentre en estimularlas con los
dedos. Se puede discutir acerca de diferentes técnicas de
masturbación. La mujer debe aumentar progresivamente la intensidad
y la duración de la masturbación, centrándose en cualquier sensación
placentera que experimente.
Trastorno orgásmico femenino:
Programa de entrenamiento en masturbación
Etapas del programa
5. Entrenamiento en fantasía: es importante el desarrollo de la erotofilia.
El uso de fantasías sexuales durante la práctica de masturbación será
esencial para facilitar la excitación. Estas fantasías se pueden
promover a partir de cuatro fuentes que se discutirán con la mujer a
fin de emplear aquellas con las que pueda sentirse más cómoda:
a. Recordar-visualizar relaciones sexuales que haya tenido en el
pasado con su pareja actual u otras parejas anteriores.
b. Fantasear sobre otros tipos de relaciones sexuales que nunca ha
tenido y que podrían resultarle excitantes (otras personas,
situaciones, etc.).
c. Uso de literatura erótica (novela, cuentos, etc.).
d. Empleo de películas eróticas o pornográficas.
Trastorno orgásmico femenino:
Programa de entrenamiento en masturbación
Etapas del programa
5. Complementos de la masturbación: si la mujer no ha experimentado
un orgasmo después de algunas semanas de efectuar una
masturbación regular, el terapeuta debe sugerirle la compra de un
vibrador para emplearlo en la estimulación de sus genitales
(vulva-clítoris especialmente), aclarándole previamente las dudas y
temores acerca de su empleo. Hay que animarla a considerarlo como
una medida temporal, necesaria para ayudarla a vencer su problema.
Por otra parte, algunas mujeres encuentran que el chorro de agua del
teléfono de la ducha sobre sus genitales es muy excitante.
Trastorno orgásmico femenino:
Programa de entrenamiento en masturbación
Consecución del orgasmo
Una vez que la mujer puede alcanzar un orgasmo, se le debe animar a
continuar masturbándose. Cuando se sienta segura acerca de su
capacidad orgásmica, daremos pautas para transferir ese aprendizaje a
la relación sexual con la pareja. Algunos varones se muestran ansiosos,
inseguros de que la mujer aprenda a conseguir el orgasmo por sí misma
mediante la masturbación, porque esto disminuye su sentido de
competencia sexual. Este aspecto debe explorarse con ambos miembros
de la pareja antes de comenzar el programa.
Si se utiliza el programa de entrenamiento en masturbación, una vez la
mujer experimenta el orgasmo por sí misma la siguiente etapa será igual
que para la mujer que presenta una disfunción orgásmica situacional (la
que no puede alcanzar el orgasmo con su pareja). Esto es, durante la
focalización sensorial genital la mujer puede enseñar al hombre cómo se
estimula a sí misma o guiar sus manos para mostrarle la forma en que
quiere ser acariciada.
Trastorno orgásmico femenino:
Programa de entrenamiento en masturbación
Consecución del orgasmo
Una vez que el orgasmo ocurra de forma frecuente durante la focalización
sensorial genital, puede utilizarse la “técnica del puente”, descrita por
Kaplan (1978), para ayudar a la mujer a alcanzar el orgasmo durante el
coito. Consiste en la estimulación del clítoris durante la contención
vaginal combinándola con movimientos pélvicos lentos. Cuando la mujer
siente la proximidad del orgasmo debe comenzar a acometer
vigorosamente con su pelvis, continuando hasta obtener la estimulación
del clítoris, si es posible presionando este contra el hueso de la pelvis de
su pareja. Esto puede llevarla al orgasmo durante el coito. Algunas
mujeres serán capaces de experimentar el orgasmo finalmente solo con el
coito. Sin embargo, para la mayoría habitualmente será necesaria la
estimulación del clítoris.
Trastorno orgásmico masculino
Cuestiones a considerar antes del tratamiento:
• ¿Puede el varón eyacular en alguna circunstancia? (con su
compañera, en la masturbación, durante el sueño).
• Si no es así, ¿ha eyaculado alguna vez?
• ¿Es placentera la eyaculación?

Si el paciente nunca ha eyaculado, obviamente deberá someterse a


un examen médico. Por otra parte, el hecho de que la disfunción sea
situacional (por ejemplo, puede eyacular en masturbación en
solitario pero no en presencia de la pareja) nos puede revelar
algunas posibles fuentes de ansiedad causantes del problema y que
deberán ser tenidas en cuenta.
Trastorno orgásmico masculino
Teniendo en cuenta que frecuentemente el principal factor causante
es la ansiedad asociada a la eyaculación en presencia de la pareja, y
en particular la eyaculación intravaginal, la idea nuclear que
subyace en el tratamiento es la de un programa de exposición
gradual en vivo en el que el hombre aprenderá a eyacular cada vez
más cerca de la vagina, empezando con tareas de
automasturbación en solitario y finalizando con la eyaculación
intravaginal.
Este programa puede desarrollarse simultáneamente con el
programa básico de tratamiento cuando el terapeuta lo considere
oportuno.
Ejemplo de exposición gradual

Programa general de exposición gradual en el tratamiento de la


eyaculación retardada:
1. Automasturbación y eyaculación en solitario.
2. Automasturbación y eyaculación en presencia de la pareja.
3. Masturbación por parte de la pareja hasta eyacular.
4. El varón se masturba y cuando se halla próximo a la eyaculación,
penetra y con movimientos pélvicos vigorosos eyacula
intravaginalmente.
5. Realización del coito en condiciones normales.
El punto 3 puede suprimirse si se observan dificultades para eyacular,
pues este paso requiere no solo que el hombre sienta baja ansiedad ante
la situación, sino que la mujer sepa emplear una técnica de estimulación
precisa y depurada.
Ejemplo de exposición gradual
El orgasmo masculino inhibido, o eyaculación retardada, suele ser
situacional (el hombre puede eyacular cuando se masturba). En tales
casos, la mujer, durante la focalización sensorial genital, se concentra en
una suave estimulación del pene. Consideraremos el empleo de una loción
lubricante para aumentar las sensaciones en el pene. El hombre
permanece tumbado de espaldas concentrado en las sensaciones que
experimenta.
En el plazo de varias sesiones, la mujer aumentará el vigor de la
estimulación y la alternará con caricias más suaves y provocadoras. Si se
produce la eyaculación, en las siguientes sesiones el hombre debe
eyacular cada vez más cerca de la entrada vaginal. Posteriormente, el
hombre introducirá el pene en la vagina cuando esté próximo a la
eyaculación y continuará moviéndose hasta que esta se produzca. Es
preferible que él se halle en posición superior.
Si al principio la mujer no es capaz de provocar una eyaculación, será el
hombre quien se masturbe en presencia de la pareja. Cuando ya pueda
eyacular, la mujer se hará cargo, cada vez más pronto, de la estimulación
del pene hasta poder provocar la eyaculación.
Eyaculación precoz
Cuestiones relevantes para el tratamiento:
• ¿Cuándo ocurre la eyaculación? (por ejemplo: antes de la
penetración vaginal, inmediatamente después de comenzar el
coito).
• ¿Es placentera?
• ¿Se ha acortado el intervalo entre la penetración y la eyaculación?
• ¿Existe algo que ayude a retrasar la eyaculación (por ejemplo: el
alcohol, distraer el pensamiento, el coito frecuente)?
• ¿Hay algo que empeore el problema (por ejemplo: cansancio,
duración del juego erótico)?
• ¿Se masturba o masturbaba el varón con rapidez?
• ¿Se asociaba la culpabilidad con la masturbación?
Eyaculación precoz
En el tratamiento de la eyaculación precoz (EP) se pretende que el
hombre aprenda a controlar el reflejo eyaculatorio. Se debe
capacitar al varón para identificar cuándo la excitación lleva
inevitablemente a la eyaculación. Algunos hombres con EP no
perciben este punto o sensación de inevitabilidad de la eyaculación
porque su ciclo de respuesta sexual es muy acelerado. La mejor
forma de aprender a detectarlo es mediante la masturbación, en la
cual el hombre intenta prolongar la excitación mientras se concentra
en las sensaciones eróticas.
El tratamiento de la EP se basa en el empleo de dos técnicas que han
mostrado similar eficacia: la técnica de parar-empezar (stop-start), o
técnica de Semans, descrita por Semans en 1956 (cit. en Kaplan, 1978),
y la técnica de la compresión (squeeze), descrita por Masters y
Johnson (1970).
Eyaculación precoz: Técnica de parar-empezar

1. Varón tumbado en la cama sobre su espalda y la mujer sentada


frente a él, entre sus piernas. Ella estimula lentamente el pene y él se
concentra únicamente en sus sensaciones.

2. Cuando el varón se siente muy excitado y se aproxima a la


sensación de inevitabilidad de la eyaculación, se lo indica a la
pareja. Esta deja de acariciarlo durante unos 5-10 segundos y
permite que la excitación se desvanezca. El varón no debe esperar
hasta alcanzar el punto de inevitabilidad.
Eyaculación precoz: Técnica de parar-empezar

3. Después de este descanso se reanudan las caricias. Se repite el


procedimiento tres veces seguidas en la misma sesión permitiendo
que, a la cuarta, el hombre eyacule. Realizar el ejercicio 2-4 veces a
la semana.

4. Una vez adquirido el adecuado control eyaculatorio en este tipo de


tarea después de varias sesiones de práctica, será recomendable
pasar a una siguiente fase en la que se llevarán a cabo los mismos
ejercicios pero empleando una loción lubricante para estimular el
pene, lo que contribuirá a aumentar la sensación de excitación en
el hombre
Eyaculación precoz: Técnica de la compresión

1. El primer paso es el mismo que en la técnica anterior. El varón se


halla tumbado en la cama sobre su espalda y la mujer sentada
frente a él, entre sus piernas. Ella estimula lentamente el pene y él se
concentra únicamente en sus sensaciones.

2. Cuando el hombre siente que está muy excitado y se aproxima a la


sensación de inevitabilidad de la eyaculación, se lo indica a la
pareja, que aplicará una compresión fuerte en el glande realizando
una pinza con los dedos índice y medio por un lado y el pulgar en
el lado opuesto (los dedos índice y medio justo por encima y por
debajo de la corona del glande mientras que el dedo pulgar se
coloca a la altura del frenillo) durante unos 5-10 segundos. El efecto
de esta maniobra es inhibir el reflejo de la eyaculación.
Eyaculación precoz: Técnica de la compresión

3. Repetir el procedimiento tres veces y permitir la eyaculación en la


cuarta. Realizar el ejercicio 2-4 veces a la semana.

4. Una vez adquirido el control eyaculatorio en este tipo de tarea, y al


igual que en la técnica anterior, será recomendable pasar a una
siguiente fase en la que se llevarán a cabo los mismos ejercicios
pero empleando una loción lubricante que contribuirá a aumentar
la sensación de excitación en el hombre.
Eyaculación precoz: Control eyaculatorio

Una vez conseguido el control extravaginal se procede a la contención


vaginal para que el varón aprenda a adquirir un adecuado control
eyaculatorio durante el coito. Una progresión de posiciones coitales
adecuada podría ser:
1. Postura del jinete.
2. Postura lateral.
3. Postura del misionero.
4. Otras posturas.
Eyaculación precoz: Control eyaculatorio

Se aconseja esta secuencia porque es la progresión, a nivel de


dificultad, más común para la mayoría de hombres. No obstante, esta
se modificará según las necesidades de cada caso.
Durante la penetración se irá introduciendo el movimiento coital
(primero por parte de ella y más adelante de él) a medida que el varón
gane control del reflejo eyaculatorio. Se continuarán empleando
indistintamente la técnica de parar-empezar o la de la compresión. En
el caso de la primera de ellas, cuando se detiene el movimiento coital
al advertir el hombre la proximidad de la inevitabilidad eyaculatoria,
podrá hacerse manteniendo el pene dentro de la vagina o bien
retirándolo de ella. En el caso de la técnica de compresión, obviamente
el pene deberá ser retirado de la vagina para poder proceder a dicha
compresión.
Eyaculación precoz: Control eyaculatorio

La fase final del tratamiento consistirá en la realización del coito en


sus posturas favoritas empleando la técnica de parar-empezar
(preferiblemente sin tener que retirar el pene de la vagina) cuando sea
necesario.
El control óptimo se alcanzará aprendiendo el varón a mantenerse
excitado durante el coito sin llegar a eyacular mediante la
modificación de la velocidad y la amplitud de sus movimientos coitales.
La duración del tratamiento (varias semanas, o incluso meses) puede
provocar en algunas parejas reacciones de aburrimiento o de
frustración sexual, sobre todo por parte de la mujer. En ambos casos
se considerará la calidad y características de la focalización sensorial
y la conveniencia de que la mujer alcance el orgasmo
(hetero-/automasturbación).
Dispareunia
Los casos de dispareunia que llegan a la consulta del psicólogo
clínico / sexólogo son de etiología psicógena, pues por norma
general la paciente ha acudido previamente al ginecólogo, quien ha
descartado la presencia de causas orgánicas.
Cuando la dispareunia es el resultado de factores psicológicos que
impiden la excitación sexual, el principal objetivo del tratamiento es
ayudar a la mujer a disfrutar de la relación sexual y a excitarse
durante ella.
Dispareunia
La aplicación del PBT y el abordaje de las dificultades que este
plantee serán los pilares del tratamiento. Así, las directrices
terapéuticas que se siguen para la terapia del deseo sexual
hipoactivo son, en líneas generales, las mismas que se seguirán para
los casos de dispareunia. No obstante, tal y como ya se estableció
más arriba, es muy importante que el terapeuta diseñe siempre la
estrategia de tratamiento a partir de los factores causantes de cada
caso y a las características socioculturales y personales de cada
pareja.
Puede ser beneficioso el consejo acerca de posiciones coitales en las
que es más probable que no se produzca una penetración completa,
lo que disminuye así la ansiedad de la mujer que teme la penetración
profunda y permite de esta forma que se relaje y disfrute del coito.
Vaginismo

Cuestiones a tener en cuenta para la comprensión:


• ¿Producen dolor los intentos de penetración?
• ¿Dónde siente el dolor?
• ¿Es consciente la mujer (o su compañero) del espasmo de los
músculos vaginales?
• ¿Lo siente incluso cuando está excitada?
• ¿Es posible en algún momento la penetración vaginal?
• ¿La exploración vaginal del ginecólogo ha provocado una
experiencia similar a cuando se intenta el coito?
• ¿Puede la mujer utilizar tampones?
• ¿Ha intentado alguna vez ella o su compañero introducir un dedo
en su vagina? ¿Fue posible?
Vaginismo

El problema que subyace en el vaginismo es el miedo a la penetración


por temor al dolor (en la mayoría de los casos), al embarazo u otros.
Así pues, esta disfunción debemos conceptualizarla como una fobia a
la penetración, y en consecuencia, el tratamiento deberá ser el que en
principio es el tratamiento de elección de una fobia: la terapia de
exposición gradual en vivo.

La forma de tratar el vaginismo consiste en ayudar a la mujer a que se


sienta más cómoda con sus genitales y a exponerse gradualmente a
diferentes tipos de penetración vaginal para superar los miedos que
esta le despierta (veremos las fases del tratamiento más adelante)
Vaginismo
Resistencias en cada etapa del tratamiento

Aunque el resultado es generalmente bueno, el tratamiento no


siempre es sencillo. Se encuentran resistencias en cada etapa.

En primer lugar, habrá una fase psicoeducativa en la que se discutirán


los miedos y creencias erróneas de la mujer acerca del sexo y de la
penetración y el terapeuta la informará sobre cuestiones como la
anatomía y fisiología de los genitales y la respuesta sexual.
Vaginismo
Resistencias en cada etapa del tratamiento

A continuación, la mujer debe familiarizarse y sentirse cómoda con


sus genitales. Comenzará examinándolos con un espejo e identificará
las diferentes partes de la anatomía genital. Se trata de “mirar,
reconocer, tocar”. La tarea la realizará en un momento en que se sienta
tranquila, sin premura de tiempo y en repetidas ocasiones. Si puede
ser a diario, mejor. Algunas mujeres prefieren hacerlo a solas, mientras
que otras prefieren que su pareja esté presente. Si la realización de
esta tarea le produce tensión y ansiedad, el terapeuta valorará la
conveniencia de enseñar a la paciente en una técnica de relajación
para que la realice antes de cada sesión de práctica. Durante esta
etapa se adiestrará también a la mujer en los ejercicios de Kegel para
conseguir un mayor control sobre los músculos perivaginales.
Vaginismo
Resistencias en cada etapa del tratamiento

En una siguiente etapa del tratamiento se inicia el programa de


exposición a distintas formas de penetración. Primero se instruye a la
mujer para introducir la punta de un dedo en el introito vaginal.
Posteriormente, debe introducir el dedo entero en la vagina y
explorarla. Será recomendable el empleo de un lubricante para facilitar
la introducción. Por otra parte, las prácticas se llevarán a cabo sin
prisas y relajadamente. Cuando ha podido realizar esta maniobra
varias veces sin sentir tensión, debe intentar introducir dos dedos y,
cuando sienta confianza, moverlos suavemente alrededor.
Vaginismo
Resistencias en cada etapa del tratamiento

Desde Masters y Johnson (1970) muchos terapeutas han utilizado


dilatadores vaginales graduados en el tratamiento del vaginismo.
Cuando la mujer es capaz de utilizar el dilatador más grande, enseña
a su pareja cómo introducirlo, comenzando de nuevo con el menor. La
experiencia clínica enseña que el uso de dilatadores no es necesario
en la mayoría de casos, aunque deben utilizarse si la mujer presenta
una gran dificultad para pasar de la penetración con los dedos al
pene.
Vaginismo
Resistencias en cada etapa del tratamiento

En la siguiente etapa, el compañero de la mujer repite lo que esta ha


practicado durante sus sesiones de caricias, empleando también un
lubricante y guiado por ella:
1. Examinar los genitales.
2. Introducir la punta de un dedo.
3. Introducir el dedo entero.
4. Cuando la mujer se sienta relajada, se procederá a mover el
dedo suavemente.
5. Introducir dos dedos.
6. Cuando la mujer se sienta relajada con esto, mover los dedos
suavemente
Vaginismo
Resistencias en cada etapa del tratamiento

Posteriormente, se instruye a la pareja en la contención vaginal. Es


preferible usar un lubricante para facilitar la penetración. Es de capital
importancia que la mujer tenga sensación de control sobre la
situación y que sea ella quien introduzca el pene por sí misma dentro
de su vagina. En estos casos la postura del jinete suele ser la más
recomendable. La mujer se moverá lentamente hasta que pueda
realizar un coito completo.
En una última fase, y para asegurar una generalización de la
respuesta, se realizará el coito en otras posturas (por ejemplo, lateral y
misionero) hasta alcanzar entonces la resolución completa del
problema.
Vaginismo
Fases en el tratamiento del vaginismo (Pellicer, 2013)

1. Psicoeducación.
2. Autoexamen de los genitales.
3. Ejercicios de Kegel.
4. Autointroducción vaginal (un dedo).
5. Autointroducción vaginal (dos dedos).
6. Heterointroducción vaginal (un dedo de la pareja).
7. Heterointroducción vaginal (dos dedos de la pareja).
8. Contención vaginal (posición del jinete).
9. Contención vaginal con movimiento (posición del jinete).
10. Contención vaginal con movimiento (otras posiciones).
Sujetos sin pareja
En ocasiones, se da la circunstancia de que acude a consulta por
una disfunción sexual un sujeto que no dispone de pareja estable en
ese momento pero se halla preocupado por el problema, ya sea por
las limitaciones que le supone de cara a los encuentros sexuales que
le puedan surgir con parejas ocasionales o, sencillamente, porque ve
limitada la capacidad de disfrute de su sexualidad.

Cuando se dan tales circunstancias, se topa inicialmente con la


dificultad de que la terapia sexual está concebida para tratar a los
dos miembros de una pareja, pues, aunque sea uno el paciente
disfuncional, se requiere la participación activa de la pareja para un
correcto desarrollo de la terapia. Este problema se afrontará
planteándole al paciente las posibles alternativas terapéuticas y
analizando conjuntamente sus ventajas e inconvenientes.
Sujetos sin pareja
Alternativas terapéuticas
1. Empleo de pareja sustituta: Masters y Johnson (1970) fueron los
primeros en emplear mujeres que habían sido previamente
entrenadas en las técnicas terapéuticas que desarrollaron.
Denominadas pareja sustituta, eran la alternativa ofrecida a los
hombres que acudían a consulta sin disponer de pareja estable
pero motivados para tratar su problema empleando tal
alternativa. Otros profesionales han empleado posteriormente
estrategias similares, recurriendo en ocasiones al uso de la
prostitución. Sin entrar en las consideraciones éticas que se
derivan del uso de tal estrategia, existen toda una serie de
limitaciones técnicas (posible desconfianza del paciente hacia la
pareja, actitud poco colaboradora de ella en el tratamiento,
dificultad en la transmisión de las prescripciones terapéuticas,
etc.) que la harán poco recomendable en muchas ocasiones. No
obstante, en algunos casos tal tipo de abordaje se ha revelado
útil.
Sujetos sin pareja
Alternativas terapéuticas
2. Adaptación de componentes del tratamiento: en buena parte de
los casos será posible adaptar ingredientes de la terapia para
trabajar con sujetos sin pareja. En cualquier caso, ello supondrá
habitualmente entrenar al paciente en la parte del programa de
tratamiento que es posible aplicar en solitario —permitiendo así
unos progresos iniciales que pueden ser notables—, pero
desafortunadamente el tratamiento no podrá continuar cuando
las técnicas empleadas tengan que ser aplicadas ya en el
contexto de pareja.

3. Realización de la terapia cuando el paciente disponga de pareja:


opción obvia pero poco recomendable por lo que implica de
desalentadora y poco práctica.
El afecto y el respeto mutuo crean las
condiciones adecuadas de intimidad
para la comunicación amorosa de la
pareja.

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