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Unidad 6: La literatura en el Renacimiento

1. El Siglo de Oro
Se denomina Siglo de Oro de las letras españolas a la etapa comprendida entre 1526
(primeros poemas de Garcilaso de la Vega) y 1681 (muerte de Calderón de la Barca). Un periodo
que engloba a su vez dos corrientes artísticas: el Renacimiento (siglo XVI) y el Barroco (siglo
XVII), a las que pertenecen los autores y obras más representativos de la literatura española.
En este tema nos centraremos en el estudio del Renacimiento, definido como un movimiento
cultural europeo que aplica los ideales humanistas a todas las artes.

1.1. El Renacimiento en España: contexto histórico y cultural


Con el descubrimiento de América en 1492 la Edad Media se da por finalizada y comienza la
Edad Moderna, cuyas características son las siguientes:
- En el ámbito político, aparecen las grandes monarquías, (dinastía de los Austrias,
Borbones...), basadas en el origen divino del poder. El siglo XVI, en España, arrancará bajo el
reinado de los Reyes Católicos, que con su matrimonio unieron las coronas de Castilla y Aragón.
El reino de Aragón poseía territorios en Italia, foco cultural importantísimo y de gran influencia
para la literatura de la época. A los Reyes Católicos les sucederá Carlos I de España y V de
Alemania, lo que favorecerá la apertura de la nación al exterior. Con Felipe II, sin embargo,
comenzará el Segundo Renacimiento, marcado por la Contrarreforma y el cierre de España al
exterior.
- En el ámbito económico, comienza a surgir el capitalismo. Los poderosos ahora son los
dueños del dinero, y no los nobles, dueños de las tierras, como había sido durante la Edad Media.
- Culturalmente, impera el Humanismo, caracterizado por el interés por la antigua cultura
grecolatina y sus ideales, así como por el antropocentrismo (hombre como centro del
pensamiento), en contra del teocentrismo medieval. Otras corrientes de pensamiento que influyen
en la mentalidad renacentista son el epicureísmo (vivir la vida con placer), el estoicimo (ver para
creer), y sobre todo, el neoplatonismo, filosofía que considera la creación como reflejo de la
belleza divina).
- En el plano religioso, la reforma de Lutero produce la escisión en el seno de la Iglesia y da
lugar al protestantismo. Esto dio lugar a la Contrarreforma, que defiende una mayor firmeza en
la transmisión del dogma católico y un férreo control de la ideología. Para ello se creará la
Inquisición.
- En el ámbito social, 1492 fue un año decisivo: la expulsión de los moriscos y judíos afectó
sobre todo al sur peninsular, que además vio cómo tras la conquista de América se produjo un
crecimiento demográfico de Sevilla, Puerto de Indias. Como resultado, la capital se rodeó de
bolsas de pobreza y se agudizaron los desequilibrios culturales y socioeconómicos.

2. La lírica renacentista en España


El período del Renacimiento comprende a su vez dos momentos: primer y segundo
Renacimiento, que en líneas generales, coinciden con la primera y la segunda mitad del siglo XVI:
- Primer Renacimiento (reinado de Carlos V). Durante este periodo, España es un país
abierto al exterior, en expansión, lo que provoca un acercamiento a las corrientes culturales
europeas, especialmente italianas (el encuentro entre Juan Boscán y Andrea Navaggiero,
embajador de Venecia, en la boda de Carlos V, es considerado el inicio del Renacimiento). Por su
influjo, se adapta una nueva métrica (versos endecasílabos y heptasílabos, estrofas como el
soneto, la silva o la lira....). El estilo en este periodo se caracteriza por la naturalidad y la
imitación de los grandes maestros grecolatinos (Virgilio, Ovidio, Horacio...), combinada con la
influencia de los autores prerrenacentistas como Petrarca. En cuanto a los temas de las
composiciones poéticas, es habitual el amor, la naturaleza idealizada y la mitología. En este
periodo destacan autores como Garcilaso de la Vega.
- Segundo Renacimiento o Manierismo (reinado de Felipe II). En esta etapa, fruto de la
Contrarreforma, España se cierra a Europa y a su influencia. Se abandona la imitación de los
modelos clásicos y se puesta por la invención y la originalidad. El estilo se vuelve más
complejo y artificioso, y aparecen nuevas temáticas de carácter patriótico, moral y religioso,
desde el punto de vista de la ascética y la mística. A esta etapa pertenece la obra de Fray Luis
de León, San Juan de la Cruz y Santa Teresa. El Manierismo marcará la transición entre el
Renacimiento y el Barroco.

2.1. La lírica en el primer renacimiento: Garcilaso de la Vega


Nacido en Toledo, fue soldado de Carlos V. A su servicio, realizó misiones en Nápoles, donde
se impregnó de la cultura italiana. Es considerado el prototipo de hombre renacentista, que
combina armas y letras. Estando ya casado, se enamoró de una dama portuguesa, Isabel Freire,
que nunca le correspondió, se casó con otro y murió de parto. A ella le dedicó gran parte de su
obra y la convirtió en su musa. Garcilaso, íntimo amigo de Juan Boscán, es el introductor de las
formas y temas italianos en la literatura española, lo que le convierte en el primer poeta
moderno La producción de Garcilaso es breve, pero de gran calidad:
- Una oda.
- Dos elegías
- Tres églogas
▪ Égloga II (la primera cronológicamente). Gira en torno a los infortunios amorosos del
pastor Albanio, identificado con el Duque de Alba.
▪ Égloga I. Protagonizado por los pastores Salicio (expresa su dolor por el abandono de la
pastora Galatea) y Nemoroso (que sufre por la muerte de Elisa), identificados con el propio
Garcilaso en sus dos momentos vitales (antes y después de la muerte de su musa).
▪ Égloga III. Dedicada al virrey de Nápoles, sus protagonistas son cuatro ninfas que
emergen del Tajo y tejen tapices con motivos mitológicos. Representa la superación por la
pérdida de Isabel Freire.
- Cuatro canciones (sus primeras composiciones)
- 38 sonetos de corte petrarquista, cuya temática va desde el amor doloroso hasta la
liberación del tormento del poeta, pasando por el carpe diem o la mitología.
El estilo de Garcilaso se caracteriza por combinar los recursos de la tradición métrica
castellana (anáforas, paralelismos...), con los de origen italiano. Se trata de una poesía cargada
de musicalidad y elegancia.

2.2. La lírica en el segundo Renacimiento


La lírica de la segunda parte del Renacimiento se estudia dividida en dos escuelas:
- La escuela sevillana. Se caracteriza por el predominio de la forma sobre el contenido y por
ser continuista de la concepción petrarquista del amor. Destaca Fernando de Herrera.
- La escuela salmantina. Se caracteriza por buscar el equilibrio entre forma y contenido, y por
añadir temas morales, religiosos y filosóficos. Sobresale Fray Luis de León.

2.2.1. Fernando de Herrera


Nacido en Sevilla, es considerado el primer literato puro de Europa. Continuador del modelo
de Garcilaso y de la concepción petrarquista, intentó crear un lenguaje únicamente literario con
el uso de una ortografía propia. Su lenguaje es mucho más elaborado y artificioso que el de
Garcilaso, cargado de recursos literarios y cultismos, lo que le sitúa en el Manierismo, proceso de
progresiva complicación poética que culminará con Góngora.
Su producción se divide en:
- Poesía amorosa, dedicada por entero de la condesa de Gelves, Se trata de sonetos y
elegías que tras su muerte adquieren un tono desgarrador. Es habitual el uso de las metáforas
relacionadas con el fuego.
- Poesía patriótica, de tema nacional, fundamentalmente odas y canciones.

2.2.2. Lírica moral y religiosos


A raíz del concilio de Trento, conocido como la Contrarreforma, España se cierra al exterior
para protegerse de las ideas paganas que el pensamiento luterano europeo pudiera transmitir, la
Inquisición crea un índice de libros prohibidos y se persigue a los intelectuales que no siguen sus
principios. En este contexto, resurgirán los temas morales y religiosos, y las formas tradicionales,
combinadas con las italianas, que tan populares fueron en la primera etapa del Renacimiento. De
la unión de estos factores nacerán dos corrientes dentro de la literatura religiosa:
- La ascética. El término designa a las etapas del "camino de perfección" por las que pasa el
alma para purificarse y deshacerse de lo terrenal antes de llegar a Dios. Fray Luis de León será
su mayor representante.
- La mística. Se trata en realidad del objetivo final de la ascética, la experiencia del
conocimiento directo de la divinidad, por la que produce la fusión del alma con Dios y se revela el
conocimiento absoluto. La poesía mística será cultivada por San Juan de la Cruz y Santa
Teresa.

2.2.2.1. Fray Luis de León


Nacido en Belmonte (Cuenca), vivió toda su vida en Salamanca, donde trabajó como profesor
de Teología. Acusado por la Inquisición de traducir libros prohibidos, pasó cinco años en prisión.
Una vez absuelto, regresó a su cátedra y se le atribuye la frase "Decíamos ayer...", con la que se
cree que retomó su labor como profesor. Su obra, cargada de sencillez y armonía, se clasifica en:
- Obra en prosa. Destacan títulos como "La perfecta casada", un manual sobre las virtudes
que debe tener la mujer ideal; o "De los nombres de Cristo", sobre los nombres que recibe
Jesucristo en la Biblia.
- Obra en verso. Aunque escasa, es la más significativa. Destacan sus odas, de trasfondo
ascético y filosófico, cargadas de reflexiones sobre la vida sencilla, el desprecio de lo material, la
vanidad, etc. En concreto, su "Oda a la vida retirada".

2.2.2.2. San Juan de la Cruz


Nacido en Ávila, fue uno de los discípulos de Fray Luis de León. Reformador de la orden
carmelita, sus continuos enfrentamientos con sus superiores le llevaron a prisión. Le unió una
fuerte amistad con Santa Teresa, con quien funda la Orden de los Carmelitas Descalzos. Su obra,
muy breve, es de carácter místico, y está cargada de símbolos y figuras literarias. Sobresale la
combinación del lenguaje culto y popular:
- "Noche oscura del alma". Formada por ocho liras, describe la huída de la amada (alma) de la
casa (cuerpo) y su encuentro con el amado (Dios).
- "Cántico espiritual". Formada por 40 liras, recorre el camino hacia Dios a través de las tres
vías místicas (purgativa, iluminativa y unitiva).
- "Llama de amor viva". Formada por cuatro sextetos-lira, el poeta se centra en el éxtasis que le
produce la unión con Dios.

2.2.2.3. Santa Teresa de Jesús


Nacida en Ávila, funda la Orden de los Carmelitas Descalzos junto a San Juan de la Cruz.
Nunca gozó de buena salud, sufría una enfermedad que le producía dolores y fiebres,
acompañadas a menudo de experiencias místicas. Entre su obra destacan títulos como el "Libro
de las fundaciones", sobre la fundación de conventos carmelitas; y "Castillo interior", considerada
su obra maestra.

3. La narrativa renacentista
3.1. La narrativa idealista
Se denomina así por mostrar una realidad idealizada, unos personajes fantásticos y
arquetípicos y un argumento inverosímil. En esta categoría se encuentran los siguientes
subgéneros novelísticos:

3.1.1. La novela de caballerías


Aunque el género había aparecido ya en la Edad Media, en el siglo XVI alcanzó un enorme
desarrollo gracias a la imprenta. Sus protagonistas eran héroes que reunían las virtudes del
perfecto caballero (honor, valentía, religisidad...) y luchaban a favor de la justicia, guiados por el
amor de una dama. Los elementos fantásticos eran habituales: magos, gigantes...
Destacan títulos como "Tirante el blanco", escrita en catalán por Joanot Martorell; o "Amadís
de Gaula", que había circulado en diferentes versiones durante el medievo hasta que Garci
Rodríguez de Montalvo le confiere forma definitiva a comienzo del Renacimiento.

3.1.2. La novela pastoril


De origen italiano, se inicia con "La arcadia" de Sannazaro. Se trata de obras que narran las
desventuras amorosas de pastores idealizados que viven en una naturaleza idílica. La primera
novela pastoril en castellano es "Diana", de Jorge de Montemayor. También Cervantes publicó la
primera parte de una novela de este género, "La Galatea", que dejó inacabada.

3.1.3. La novela bizantina


Precedente de la novela moderna de aventuras, todas contaban con una trama similar: una
pareja de enamorados se ve obligada a separarse y el uno sin el otro viven extrañas y
complicadas peripecias (raptos, encantamientos, desapariciones, etc.), que terminan en un final
feliz con el reencuentro de los amantes. En España, la primera novela bizantina es la Historia de
los amores de Clareo y Florisea, de Núñez de Reinoso. También sobresale Persiles y
Sigismunda, de Cervantes.

3.1.4. La novela morisca


Inspiradas en los romances fronterizos del siglo XV, están ambientadas en la Reconquista y
narran historias amorosas entre moros y cristianos. Están cargadas de exotismo. La primera de
estas obras es la Historia del Abencerraje y la hermosa Jarifa, de autor desconocido, y que ha
llegado hasta nosotros mediante versiones.

3.2. La narrativa realista


Frente a las obras del apartado anterior, de carácter idealizado, las novelas realistas
representan aspectos cotidianos de la realidad del momento y su aparición será determinante
para la creación de la novela moderna.

3.2.1. La lozana andaluza


Considerada la primera obra de la narrativa realista, fue escrita por Francisco Delicado. Su
protagonista es una prostituta que gracias a su inteligencia, logra establecerse en la Roma
corrupta e inmoral del siglo XVI. Si por algo es representativa, es por transcribir fielmente el
habla cotidiana, propia de los bajos fondos de los personajes.

3.2.2. La novela picaresca


Subgénero novelístico propiamente español, las novelas picarescas se llaman así por narrar
las desventuras de un personaje de baja condición, el pícaro, un ladronzuelo que narra en forma
de autobiografía ficticia su trayectoria vital, desde su infancia hasta la actualidad, al servicio de
varios amos. Cada uno de los capítulos o tratados suele estar dedicado precisamente a las
peripecias que vive con cada amo. Hijo de padres sin honra, en su vida se alternan episodios de
suerte y desgracia. Aunque el objetivo del pícaro es mejorar su condición social, no lo consigue. Y
la intención final de la narración es la de justificar su situación actual a través de las vivencias que
le han convertido en lo que es. De marcado carácter realista, la novela picaresca ofrece un rico
retrato de la sociedad del momento. La primera novela de este género fue el Lazarillo de
Tormes, anónima. También destacan otros títulos como Guzmán de Alfarache, de Mateo
Alemán; o La vida del Buscón, de Quevedo.

3.2.2.1. El Lazarillo de Tormes


Es la obra que da origen al subgénero. De autor anónimo, se cree que ocultó su nombre para
evitar ser perseguido por la Inquisición. La obra, de hecho, fue incluida en el índice de obras
prohibidas por su anticlericalismo y se publicó con pasajes censurados. No fue hasta el siglo XIX
cuando volvió a permitirse su publicación íntegra.
La novela es en realidad una carta que su protagonista, Lázaro, envía a un destinatario
desconocido ("vuestra merced"), para justificar la situación deshonrosa en la que vive. Su
estructura está dividida en un prólogo, donde se explica el motivo de la carta, seguido por siete
tratados, cada uno centrado en un amo distinto, ordenados cronológicamente en la vida del pícaro
(ciego, clérigo, escudero, fraile, buldero, capellán, alguacil...). En ellos relata las adversidades que
vive junto a cada amo, que le sacan de su inocencia inicial y le provocan un proceso educativo a
la inversa que le llevará a la deshonra: en la actualidad ha conseguido el puesto de pregonero y
se encuentra con una mujer que le es infiel con el arcipreste. A pesar de la situación, Lázaro
acepta la deshonra a cambio de la supervivencia.
Como consecuencia de lo anterior, los temas principales de la obra son:
- La honra. Motivo central de la novela, sólo está al alcance de unos pocos y Lázaro la
perseguirá inútilmente.
- El hambre, presente en toda la obra, pero en especial en los primeros capítulos.
- El anticlericalismo. Cinco de los amos de Lázaro pertenecen al ámbito eclesiástico y
ninguno se comporta precisamente de modo ejemplar.
En lo que se refiere al estilo de la obra, esta pertenece al género epistolar y está narrada en
primera persona. Destaca el uso del humor y su sencillez, propia del Renacimiento.
Si por algo es importante El Lazarillo es porque es considerada el precedente de la primera
novela moderna, por tres razones:
- Su protagonista antihéroe (anticipa El Quijote).
- Su estilo realista y verosímil.
- La evolución psicológica de Lázaro, que le convierte en un personaje redondo, alejado del
arquetipo medieval.

4. El teatro en el siglo XVI. El teatro prelopista


Apenas han llegado hasta nosotros textos dramáticos en castellano anteriores al siglo XVI.
Sabemos que las representaciones se llevaban a cabo en calles e Iglesias, la mayoría con motivo
de celebraciones religiosas, pero no se conservan las obras representadas. No será, por lo tanto,
hasta la primera mitad del siglo XVI, cuando comiencen a aparecer autores dramáticos como Gil
Vicente (que introdujo canciones tradicionales en sus composiciones), o Juan del Encina
(creador de comedias humorísticas y amorosas). En la segunda mitad, Lope de Rueda destaca
por sus pasos humorísticos (Las aceitunas), y Juan de la Cueva por introducir argumentos
basados en acontecimientos históricos. Miguel de Cervantes también probó suerte en el teatro.
Sobresalen sus entremeses.

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