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UNIDAD 5. LA LITERATURA DEL SIGLO XVI.

LA LÍRICA
RENACINTISTA

El nacimiento de Venus (1485), de Sandro Botticelli

1. Los Siglos de Oro


Con la expresión Siglos de Oro nos referimos a un período de tiempo que
abarca los siglos XVI (Renacimiento) y XVII (Barroco). Debe su nombre al gran
esplendor que alcanzó la cultura española en todas las manifestaciones artísticas:
arquitectura, escultura, pintura, literatura...
El Renacimiento fue un amplio movimiento cultural europeo que supuso la
recuperación de la cultura clásica grecolatina a partir de las ideas del Humanismo y
que aportó un profundo cambio en la visión del mundo. El término renacimiento se
refiere, pues, al renacer de la cultura clásica.
2. Contexto histórico
El siglo XVI se corresponde a los reinados de Carlos I y Felipe II. Durante esta
centuria, se consagró definitivamente el absolutismo instaurado por los reyes
Católicos tras la unificación de España.
El reinado de Carlos I fue una época de prosperidad y apertura a las ideas
innovadoras europeas, lo que facilitó la difusión del Humanismo. España era la
primera potencia de Europa. Durante los últimos años de este reinado surgió la
Reforma protestante, que acabó en la unidad religiosa europea y, como consecuencia,
varios países se apartaron de las directrices de la Iglesia católica. Para contrarrestar los
efectos de la Reforma, la Iglesia emprendió su propia reforma, la Contrarreforma, y, a
tal efecto, convocó el Concilio de Trento (1545-1563).
El reinado de Felipe II supuso un auténtico retroceso en el terreno de las ideas,
una vuelta a la tradición anterior. Tras el Concilio de Trento, España se convirtió en la
defensora a ultranza del catolicismo y de la fe. Se acentuó el clima de desconfianza,
con lo que cerró a todo contacto exterior.
Además, los enfrentamientos con otros países se multiplicaron: continuó la
lucha en los Países Bajos contra los protestantes; se guerreó contra Francia y contra los
turcos, a los que se venció en la batalla de Lepanto.
Esta situación de conflictividad bélica y de expansión y conquista mermó la
economía española, que no podía soportar tal volumen de gastos, por lo que se tuvo
que recurrir a préstamos de los grandes banqueros europeos. De esta manera, España,
empobrecida, cerraría el siglo en franca decadencia, y entraría en el siglo XVII inmersa
en una profunda crisis política, social y económica.
3. La sociedad española del siglo XVI
La sociedad española del siglo XVI continuaba dividida en estamentos, aunque
la separación entre estos no era tan rígida como en la época medieval, y que existía
cierta posibilidad de progresar en escala social gracias al poder económico.
 La aristocracia seguía siendo una clase ociosa y estaba totalmente sometida a
la autoridad real; en el última escalón de esta clase social se encontraban los
hidalgos, en su mayoría arruinados, pero con un concepto de la honra tan
profundo que les impedía trabajar.
 La Iglesia continuó teniendo gran poder económico y social.
 La burguesía continuó aumentando su poder económico y social, aunque
careciera de nobleza, lo que se convirtió en una verdadera obsesión.
 El pueblo llano sufrió las consecuencias de la crisis durante el reinado de Felipe
II. Su empobrecimiento provocó que la mendicidad, la delincuencia y la
picaresca aumentaran de forma espectacular.
 Los conversos (cristianos nuevos) fueron sospechosos en todo momento de las
actividades contrarias a la fe católica. Ello hizo que apareciera una verdadera
obsesión por la limpieza de la sangre, que suponía no tener ascendencia mora o
judía.

4. La cultura renacentista
El movimiento humanista fue la corriente ideológica en la que
se basó la cultura renacentista. El Humanismo consideraba que el ser
humano era la criatura más importante de la creación, capaz de
controlar y de dominar la naturaleza por medio del conocimiento
racional.
En el terreno espiritual, se dejaron sentir las ideas reformistas
del holandés Erasmo de Rotterdam y de la Reforma protestante, que
acabó con una unidad religiosa de Europa. Erasmo de Rotterdam, gran humanista,
defendió una reforma interna de la Iglesia y una espiritualidad más autentica,
intimista, alejada de la ostentación que la caracterizaba, por lo que fue considerado
sospechoso de contactos con el protestantismo. Sus ideas tuvieron una gran difusión
en España, hasta el punto de que nació una corriente de pensamiento que se llamó
erasmismo.
5. Temas de la literatura
renacentista
La literatura del siglo XVI tiene como
temas más representativos el amor,
la naturaleza y la mitología, junto con
otros temas clásicos (tópicos) como
el carpe diem o e beatus ille.
6. Géneros de la literatura renacentista
En la primera mitad del siglo XVI, se produjo la gran renovación de la lírica
debido a la gran influencia temática
y formal de la lírica italiana. Fue la
época de Garcilaso de la Vega. En la
segunda mitad del siglo la literatura
religiosa alcanzó cimas
extraordinarias, tanto en prosa
como en verso, gracias a autores
como Fray Luis de León, San Juan de
la Cruz y Santa Teresa de Jesús.
En prosa narrativa, siguieron gozando de gran éxito los libros de caballerías,
aunque surgieron nuevos géneros narrativos como la novela picaresca, la pastoril, la
morisca y la bizantina. En los últimos años del siglo XVI escribe también una parte de
su obra Miguel de Cervantes.
Por lo que se refiere al teatro, no se conserva teatro escrito en castellano. Será
Juan del Encina, a quien se ha llamado "patriarca del teatro español", el que, tras sus
primeras piezas religiosas, escriba obras profanas de inspiración italiana. Tras él,
destaca la figura de Lope de Rueda, que fundó la primera compañía teatral española.
Fue el creador de los pasos, obras cortas de carácter cómico, que recrean ambientes
populares y que generalmente formaban parte de una obra más larga, aunque
también podían ser independientes. Constituyen el antecedente directo de los
entremeses, que cultivó Cervantes.
En la segunda mitad del siglo surgió unas de la figuras más importantes del
teatro universal: Lope de Vega.

7. La lírica renacentista
En la primera mitad del siglo XVI, se desarrollaron tres corrientes en la lirica: la
culta, la tradicional y la italianizante.
 La lírica culta se escribía en verso castellano (octosílabo), y era una
continuación de la del siglo XV.
 La lírica tradicional comprendía romances y diversos tipos de canciones
tradicionales.
 La lírica italianizante, que seguía el modelo de Petrarca, supuso una profunda
renovación de las formas métricas y de los temas. El artífice de la renovación
fue el poeta Garcilaso de la Vega.

7.1. Garcilaso de la Vega

Obra
La producción literaria de Garcilaso está formada por:
 tres églogas;
 treinta y ocho sonetos;
 cinco canciones;
 una epístola;
 dos elegías;
 ocho composiciones de tipo tradicional, en versos octosílabos.
Excepto las de tipo tradicional, las demás están escritas en metros italianos:
endecasílabos y heptasílabos.
Las obras de Garcilaso no fueron publicadas hasta 1543, año en que la viuda de
su amigo Juan Boscán publicó las poesías de ambos en un solo volumen.
 Las églogas. Son composiciones poéticas en las que unos pastores, en medio de
una naturaleza idealizada, hablan sobre temas amorosos.
 Los sonetos. Sigue la huella de Petrarca, aunque el amor, la belleza femenina,
los mitos y la naturaleza están tratados con menos rigidez y de forma más
intimista. Predominan los temas amorosos, con elementos mitológicos.
 La canciones. Son de tema amoroso. Especialmente la famosa la quinta,
titulada Oda a la flor de Gnido, porque en ella utiliza un nuevo tipo de estrofa:
la lira (7a, 11B, 7a, 7b, 11B).
 Las dos elegías, escritas en tercetos.
 La epístola, en endecasílabos.

Métrica y temas
Aunque empezó su creación poética cultivando el arte real (poemas amorosos
en verso octosílabo), Garcilaso de la Vega fijó definitivamente en la poesía castellana
los versos italianos (endecasílabos y heptasílabos) y las estrofas compuestas en estos
versos: sonetos, octavas reales, liras , estancias, tercetos encadenados, etc.
Los temas de la poesía de Garcilaso son:
 El amor. Casi toda su obra gira en torno al tema del amor. La exploración
minuciosa de los diferentes estados de ánimo por los que atraviesa,
principalmente el dolor causado por la indiferencia de la amada y después por
su muerte, constituye el motivo central de sus poesías. Recoge en ese sentido
la influencia del neoplatonismo de Petrarca, según el cual la belleza material es
reflejo de la divina y el amor tiene, por lo tanto, un componente espiritual. Por
eso la mujer está idealizada.
 La naturaleza. Es una naturaleza poéticamente idealizada, apacible, armoniosa
(locus amoenus), escenario y testigo del sufrimiento del poeta, y que participa
en ocasiones de sus sentimientos.
 La mitología. Usada una veces como motivo estético y otras como expresión y
proyección de sus sentimientos personales.
El soneto de la izquierda se inicia con la
evocación del rostro de la amada. a continuación, el
poeta declara que ella es la razón de su existencia y,
finalmente, concluye con la promesa de una entrega
total.
En los dos últimos versos el poeta manifiesta
que el amor es la razón de su existir y, a la vez, la causa
de su muerte.
Además de los soneto, las églogas son las obras
más importantes de Garcilaso:
 La Égloga I es la más conocida. Está compuesta por estancias. En ella, el pastor
Salicio se lamenta por la infidelidad de su amada Galatea, mientras que
Nemoroso llora la muerte de Elisa.
 La Égloga II cuenta los amores desgraciados entre la pastora Camila y Albanio.
 La Égloga III aparecen mezclados los tres temas centrales del poeta: una
naturaleza totalmente idealizada, aparecen ninfas que habitan en el río
tejiendo unos tapices donde se representan las historias de las parejas
mitológicas antes mencionadas y la de Elisa (Isabel Freyre) y Nemoroso
(Garcilaso).

8. La lírica de la segunda mitad del siglo XVI


Durante el reinado de Felipe II, se produjo un extraordinario desarrollo de la
poesía religiosa. se trata de la literatura ascética y mística. La literatura ascética da
consejos para alcanzar la perfección moral, y la literatura mística narra experiencias de
personas que afirman haber entrado en contacto con la divinidad. Los principales
representantes de estas dos corrientes son Fray Luis de león y San Juan de la Cruz.
8.1. Fray Luís de León
Su producción es bastante breve y suele agruparse en tres periodos:
 Poemas escritos antes de la prisión (1572), Oda a la vida retirada y Profecía del
Tajo. En ellos se muestra el ansia de soledad y el desprecio de los placeres
mundanos.
 Versos compuestos en la cárcel, Noche serena y En la Ascensión (ambas de
contenido religioso)
 Obras escritas tras la prisión, como la Oda a Salinas o la Oda a Felipe Ruiz, que
nos revelan un cierto misticismo espiritual, un anhelo de armonía o nostalgia
de paz interior.
El ascetismo de Fray Luis de León. Fray Luis fue un religioso y escritor asceta. El
ascetismo es una doctrina influida por varias corrientes filosóficas de la antigüedad
clásica, cuyo tratamiento literario se centra en la huida del hombre de este mundo y en
su deseo de trascender a la eternidad. El estoicismo clásico es fatalista y en el fondo
niega la inmortalidad del alma. El estoicismo cristiano, surgido entre los humanistas,
pretende aunar el rigor del estoicismo clásico con la doctrina cristiana. En oposición al
estoicismo, está el epicureísmo, que invita a gozar de los placeres de la vida, una vida
corta, mientras esta dure. En ocasiones incluso contiene reflexiones algo angustiadas
respecto a la vida y se nos invita al goce antes que la muerte acabe con todo.
Se dice que el ascetismo de Fray Luis es de raíz horaciana porque se basa en una obra
de este autor titulada “Beatus Ille” (“Feliz Aquel”). La obra se convierte en una
exaltación de la vida del campo y la felicidad del que logra la perfecta paz espiritual en
la naturaleza.
El título se convirtió en un tópico y dio lugar a la obra de Fray Luis de León titulada
“Canción a la vida retirada”. Fray Luis defiende que para llegar a la paz espiritual y a la
unión con Dios, hay que purificarse y alejarse del mundo, mediante la virtud, el
estudio, la oración y la música, que elevarán el alma y así podrá contemplar el bien, la
verdad, la belleza y la armonía...y de esta manera también contemplar a Dios (esta fase
formaría parte de la mística).
8.2. San Juan de la Cruz

El poeta místico concibe la poesía como un medio para transmitir su propia


experiencia mística. Dada la complejidad que esto supone, el poeta adopta imágenes y
recursos propios de la poesía amorosa. En su poesía funde motivos y formas de la
poesía clásica, de la poesía popular, de la renacentista, además de elementos bíblicos.
La estrofa que más utilizó fue la lira.
En los poemas de San Juan de la Cruz se describe la experiencia mística del
poeta desde que su alma, la amada, está completamente purificada, hasta que se une
con Dios, el amante. Este camino se convierte en una escapada nocturna, que
representa el camino recorrido por el alma, en el que se distinguen tres pasos
necesarios: la vía purgativa, la vía iluminativa y la vía unitiva. Cada una de estas “vías”
se refiere a un estado distinto de la vivencia mística. El místico es un hombre que logra
fundirse con Dios, sentirlo dentro de sí, hasta llegar a ese momento de exaltación
espiritual, el hombre deja de ser él mismo porque ahora Dios ocupa todo su ser.
La primera vía es la Vía Purgativa, esta tiene como fin purificar el alma para
hacerla digna de Dios. Esta purificación se consigue a través del alejamiento de todas
las tentaciones y preocupaciones terrenales, de modo que nada pueda distraer al alma
del deseo de encontrar a Dios. La “casa sosegada” es uno de los símbolos de San Juan
que sugiere que el alma está en calma, alejada de cualquier cosa que la pueda
perturbar. La noche, la “noche oscura” es otro de los símbolos del poeta, cuyo
significado es que al alma está alejada de todo lo sensible, la “noche oscura” son
también las terribles pruebas que Dios envía al hombre para purificarlo. Ya en esa
noche, donde el alma está sola, comienza la Vía Iluminativa, que representa el paso en
el que el alma ve o siente la presencia de Dios. Este momento se simboliza con la “luz”;
una luz interior que Dios hace arder en el corazón del poeta y esa luz es la que le señala
al alma la presencia de Dios.
Cuando llega el momento en que amada y amante se funden “Amada en el
Amado transformado”, nos encontramos en la Vía Unitiva. En esta última vía, el alma
logra sentir plenamente a Dios en ella y pierde la conciencia de sí misma, llega a existir
como un solo ser, el alma y Dios. En esta experiencia el alma deja de ser ella misma
para formar parte de Dios. Y es solo en la noche donde se puede explicar esta vivencia
de unirse a Dios, puesto que en la noche nada parece existir excepto Dios.
Los últimos versos de los poemas místicos sirven para que el alma pueda
describir la felicidad que siente tras el encuentro y la fusión con Dios; por ello todo el
entorno reflejará paz y amor: flores, árboles, cedros, que aislarán a los amantes y serán
cómplices de ese amor.

Actividades
1. El siguiente soneto de Garcilaso está inspirado en el mito de Apolo y Dafne: Cupido
ha disparado a Apolo una flecha con la punta de oro, que hace nacer el amor; a Dafne
con otra punta de plomo, que ahuyenta el amor. Así, cuando más enamorado se
muestra Apolo de Dafne, tanto más lo aborrece ella. Un día en que Apolo está
persiguiendo a Dafne y se dispone a alcanzarla, ella pide ayuda a su padre, quien la
convierte en laurel.

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