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El Renacimiento español
En España, el Renacimiento tuvo su propia forma de expresión y fue más duradero y
original que en otros países. Aunque algunos historiadores opinan lo contrario y
consideran que es simplemente una continuación del italiano.
Además de las causas generales del Renacimiento, éste se vio favorecido en España por
la protección de los reyes, la fundación de las universidades y colegios, el triunfo de la
lengua popular, la influencia de Desiderio Erasmo de Rotterdam y la publicación de la
Biblia poliglota.
En sus comienzos, el Renacimiento español funde las nuevas corrientes europeas con la
tradición nacional. De esta tradición toma lo popular que coexiste con lo universal
europeo. También se combinan el realismo y el idealismo, características que
permanecerán en toda la literatura española.
Durante esta época España, bajo el gobierno de Carlos V, cobró importancia ante los
demás países europeos y la lengua castellana llegó a su plenitud.
El humanismo
Durante esta época, tuvo mucha acogida la teoría humanista. La gran mayoría de los
hombres del Renacimiento eran humanistas. “Un humanista es al mismo tiempo, poeta y
filósofo, erudito y artista”.
El humanismo surgió en Italia pero pronto se extendió por toda Europa; considera al
hombre como el eje del mundo y dueño de su propio destino, sujeto tan solo a las leyes
de la naturaleza. Se tiene plena confianza en el razonamiento individual, se exaltan los
sentimientos humanos, y se justifican los instintos naturales. Esta teoría recibió el nombre
de antropocentrismo, que significa el hombre como centro del mundo, propio de la edad
media.
Se puede distinguir dos clases de humanismo:
El humanismo clásico, laico o pagano que cultivó solamente los valores humanos,
en una total imitación de la literatura y el arte antiguos, además de las costumbres
y formas de vida de los antiguos.
El humanismo cristiano reproduce el mundo antiguo con una visión cristiana. Este
último fue el que tuvo acogida en España.
TALLER INDIVIDUAL
1. Cita dos hechos del siglo XIV, que sirvieron de impulso al Renacimiento.
2. ¿Cuál fue el estilo artístico según el cual se orientó el Renacimiento?
3. ¿Qué significaba el arte para los renacentistas?
4. Señala cinco características básicas del Renacimiento.
5. ¿Qué aspectos favorecieron el desarrollo del Renacimiento en España?
6. a. ¿En qué país surgió el humanismo?
b. ¿Cuál era el concepto de hombre, propio del humanismo?
c. ¿Qué es antropocentrismo y teocentrismo?
7. Indica las dos tendencias poéticas surgidas a comienzos del siglo XVI.
8. Con base en el soneto de Garcilaso:
a. ¿Cuál es el tema?
b. Indica tres ideas secundarias
c. La rima de la primera estrofa es A-B-BA. Indica la rima de las demás estrofas.
9. Después de leer atentamente el poema Noche Oscura de Fray Luis de León, responde:
a. ¿Cuáles son los elementos que el autor compara en la primera estrofa?
b. ¿Qué sentimientos expresa en la segunda estrofa?
c. Las estrofas de Noche Oscura reciben el nombre de “liras”. Indica el número de versos,
la métrica y la rima.
Literatura religiosa
Durante la segunda mitad del siglo XVI, la literatura religiosa tuvo un extraordinario
desarrollo, al lado de la lírica y la épica. Se había iniciado desde la edad media; durante el
reinado de Carlos V se crean obras originales, y llega a su máximo apogeo en el reinado
de Felipe II (1556-1598).
En las universidades españolas el autor griego preferido era Platón y en filosofía se
proponía la búsqueda de Dios, mediante las criaturas, es decir, una fusión entre lo
humano y lo adivino.
Este tipo de la literatura ya se había dado en otros países europeos pero en España tuvo
especial acogida debido al carácter religioso del pueblo español. Además, el gran cisma o
división producida en la Iglesia católica por causa de la Reforma protestante, provocó la
Contrarreforma y, como consecuencia, un cambio profundo de la ideología y las
costumbres de la jerarquía eclesiástica y de los católicos en general; la religión católica se
tornó más austera, exigente y drástica.
En la literatura religiosa se aprecian dos tendencias, que aunque fueron simultáneas,
también fueron simultáneas, también fueron diferentes: la ascética y la mística.
La ascética
Es el deseo de alcanzar la máxima perfección para llegar a Dios, mediante la práctica de
las virtudes y el dominio de las pasiones. Esta actitud se ve reflejada en: la resistencia
frente al dolor y el sufrimiento, y el desprecio por las cosas de este mundo.
La ascética ya se palpaba en las obras finales de la edad media, como “Las coplas por la
muerte de su padre” de Jorge Manrique y “La Celestina” y en la poesía de Fray Luis de
León.
El principal escritor asceta es el dominico Fray Luis de Granada.
La mística
El misticismo es considerado como la relación ínfima, intensa y personal del alma con
Dios. Por un privilegio extraordinario, el alma se mantiene en un estado de gracia que se
manifiesta mediante fenómenos extraordinarios, tales como el éxtasis, las locuciones o
conversaciones con Dios, los estigmas…
En los místicos españoles se advierte, además de la contemplación pasiva, una fervorosa
actividad para salvar almas y practicar la caridad.
El misticismo se ha presentado en diferentes religiones y movimientos filosóficos. Se cree
que los españoles heredaron el carácter místico del pueblo árabe y lo aplicaron a los
misterios de la religión católica. Pero también es innegable la influencia de algunos
místicos alemanes y flamencos de la baja edad media, que quisieron populizar la vida
religiosa, separándola de lo intelectual y haciéndola más íntima y emocional.
La finalidad de las obras místicas era adoctrinar a sus lectores; sin embargo, lograron
además la belleza literaria.
Entre los autores místicos de las diferentes órdenes religiosas se destacan
especialmente: los carmelitas Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz.
Literatura en prosa
La historia
En el siglo XVI, el concepto de historia era diferente al actual, pues no se le consideraba
ciencia, sino arte. Se narraban bellamente los sucesos, combinando la realidad con la
leyenda, sin preocuparse mucho por la objetividad o la imparcialidad.
Se distinguían dos tendencias: la historia erudita, que trataba de imitar lo9s clásicos
grecorromanos, y la historia popular, que trataba los temas sencillamente, a través de
romances y leyendas.
Se destacaron los historiadores Florián de Ocampo con “Crónica general de España” y
Jerónimo Zurita con “Anales de la Corona de Aragón”.
La novela
Durante los siglos XVI y XVII aparecieron unas obras narrativas que en la actualidad las
consideramos novelas, pero que no recibían tal nombre en aquella época. Eran obras
escritas en prosa, en las cuales se narraban acontecimientos imaginarios, con el fin de
divertir al lector.
La novela española comienza a tomar forma en el Siglo de Oro, hasta culminar en la
verdadera novela moderna “Don Quijote”.
Durante el Renacimiento se han distinguido varias clases de novelas:
Cronistas de Indias
El descubrimiento de América dio mucho tema para los descubridores españoles que
sentían la necesidad de comunicar, de dar noticia de sus hallazgos. Además de Cristóbal
Colón, muchos otros viajeros descubridores escribieron sus experiencias; recordemos los
más destacados:
Gonzalo Fernández de Oviedo (1478-1557). Historia general y natural de las
indias.
Fray Bartolomé de las Casas (1474-1566). Historia general de las Indias.
Francisco López de Gómara (1512-1562). Historia general de las Indias.
Bernal Díaz del Castillo (1492-1581). Verdadera historia de los sucesos de la
conquista de la Nueva España.
Pedro Cieza de León (1518-1560). Crónicas del Perú.
Alvar Núñez Cabeza de Vaca (1490-1564). Naufragios.
Gonzalo Jiménez de Quesada (1499-1579). Epítome de la conquista.