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principio del s. XVI hasta finales del s. XVII. Dada su diversidad es necesaria su
división en dos periodos: Renacimiento y Barroco.
La cultura renacentista recibe gran influencia del humanismo, tanto que se estudia a la
par que los estudios teológicos, los estudios humanísticos o humanidades: Historia,
Filosofía y letras clásicas. El hombre renacentista debía tener un desarrollo equilibrado
de todas sus facultades, esta es la figura del cortesano, hombre de letras y armas,
armonizando los dos tipos medievales: el clérigo y el caballero. Se inspira en el tema
clásico “mens sana in corpore sano”.
A principio de siglo los poetas eran caballeros y soldados que alternan el ambiente
palaciego con el bélico, este es el caso de Garcilaso, hombre de armas y letras. Ya en la
segunda mitad de siglo la literatura comienza a profesionalizarse, pasa de ser una
actividad secundaria a una primaria de intelectuales. En esta segunda mitad se comienza
una interiorización mental y una asimilación de la poesía anterior, con numerosas
recopilaciones de cuentos, refranes, romances… Los romances tienen un grandísimo
impacto en la literatura de la época, tanto que se intentan imitar (romancero nuevo);
también se recuperan composiciones de lírica popular, como villancicos, cancioneros,
letrillas… incluso Lope de Vega y Góngora imitan estos modelos en sus
composiciones.
El humanismo es un movimiento intelectual, filosófico y cultural europeo ligado
al Renacimiento, se origina en Italia en el siglo XIV , con personalidades como Dante
Alighieri, Francesco Petrarca y Giovanni Boccaccio. Busca la Antigüedad Clásica y
retoma la concepción del siglo de oro griego; mantiene su hegemonía en buena parte de
Europa hasta fines del siglo XVI, cuando se transforma según los cambios espirituales
provocados por el desarrollo social e ideológico de Europa, fundamentalmente al pactar
con los principios defendidos por las reformas (luterana, calvinista, anglicana),
la Contrarreforma católica, la Ilustración y la Revolución francesa del siglo XVIII.
Erasmo de Rótterdam (1466-1536), fue uno de los humanistas que ejerció mayor
influencia en el s. XVI, gran erudito y conocedor de los clásicos y los libros sagrados,
publicó una serie de obras de contenido moral, religioso y satírico en los que defendía la
moral evangélica, que encontró en España una aceptación favorable. Su reputación de
humanista le valió de estima con los medios universitarios, pero fueron sus ideas
religiosas las que llamaron la atención de la elite intelectual, Erasmo afirmó la
necesidad de una reforma de la Iglesia y de la religión, a la que era necesario liberar de
su aspecto dogmático y formalista (el exceso de especulación teológica y una práctica
supersticiosa, como la originada con la bendición popular o la indulgencia de la Iglesia
con las bulas); Erasmo pregonó una vuelta al Evangelio, a una religión y a un culto
interiores, contra Lutero asume la defensa del libre albedrío y se esfuerza por preservar
la unidad cristiana, amenazada por los dogmáticos.
Juan Luis Vives (1492-1540) es la figura central del humanismo español. No creo un
sistema filosófico original, pero recogió mejor que nadie las nuevas orientaciones
renacentistas. Oponiéndose a todas las derivaciones de los métodos medievales y al uso
bárbaro del latín de la época anterior, glorificó el latín ciceroniano y el empleo de la
experiencia y de la razón. Su extensa producción, escrita totalmente en latín, abarca
diversas materias: psicológica, moral, cuestiones sociales… pero fue la pedagogía y la
filología lo que atrajo preferentemente su atención, como demuestran sus diálogos.
La lírica renacentista nace de una conversación entre Boscán y Navajero para
introducir las formas y el espíritu de la lírica italiana a España. Durante la lírica
renacentista se tratan la poesía de cancionero y la poesía italianizante, ambas provienen
de la poesía trovadoresca provenzal y tienen la misma visión del amor, presentado como
una mezcla de dolor y placer, con servicio a la dama; pero se diferencian por la métrica
y los versos.
El código petrarquista, con Petrarca como maestro, pero también con influencias de
autores italianos del s. XIV y XV y de autores grecolatinos. El petrarquismo defiende la
poesía culta, erótica y de perfección técnica. Su tema principal es el amor, sus bases
son:
-“Imitatio cum variatione” adapta una obra previa, aportando nuevos recursos que la
hagan única y especial, sin llegar a perjudicar la originalidad de la obra.
-Búsqueda del equilibrio entre forma y contenido, utilizando el soneto y la canción.
-Muestra el sentimiento guardado y el neoplatonismo, por el cual el hecho de que el
amante insiste y persevere es algo digno de admiración. Con el neoplatonismo la
imagen de la mujer cambia, muy misógina y criticada.
Gran parte de la obra poética de Garcilaso que nos llega es gracias a la viuda de Boscán,
su obra supone la asimilación total de las formas italianas a la literatura española. Sus
principales corrientes son: el elemento clásico, la poesía de cancionero y la obra de
Petrarca. Aparte de alguna composición inicial en metros tradicionales, nos ha dejado
una epístola, dos elegías, tres églogas, cinco canciones y treinta y ocho sonetos. Sus tres
églogas suponen la culminación de su madurez creativa. Garcilaso introduce
innovaciones como el verso endecasílabo, y combinaciones de este y el heptasílabo, en
las estrofas llamadas lira y estancia. El estilo de Garcilaso se caracteriza sobre todo por
la elegante sobriedad que observamos en sus temas principales: la expresión del
sentimiento amoroso, con claras influencias de Petrarca; y la descripción de la
naturaleza, todo esto en un marco bucólico, mitológico o heroico. El lenguaje poético de
Garcilaso es llano y natural, un extraordinario ejemplo de claridad expresiva.
Según las ordenes religiosas de las que procedan los místicos y ascéticos, ofrecen una
diversidad de orientación. Pueden establecerse dos corrientes: una afectiva (agustinos y
franciscanos) y otra intelectual (dominicos y jesuitas); ambas armonizan según la
posición de los carmelitas, que representan el sector más nacional de nuestra mística.
La más importante de nuestra literatura es la orden de los franciscanos, destacan: San
Pedro de Alcántara, ascético de gran sencillez; y Francisco de Osuna, de tendencia
afectiva, es el autor de cinco libros espirituales y posiblemente uno de sus textos
“Abecedario espiritual”, es el que más influye en los místicos españoles y en los
procesos laicos. También destaca Fray Luis de Granada, su producción es de carácter
ascético, pero en algunos momentos se acerca a la efusión sentimental típica de los
místicos. Su obra tuvo gran difusión en Europa y ejerció un importante influjo en el
aspecto estilístico.
Fray Luis de León (1527-1591), hombre de amplia cultura, demasiado racional que se
guía más por la razón que por la religión. Tenía demasiados conocimientos como para
ser místico, es un poeta místico pero más doctrinal que experimental (ascético).
Su mayor logro es saber unir en armoniosa síntesis los principales elementos de la
cultura de su tiempo: lo clásico, lo italiano y la tradición religiosa. Le dio un sello
cristiano a todos sus elementos culturales, pero al mismo tiempo supo infundir un
espíritu renacentista en la mayor parte de su producción religiosa.
Su poesía es dolorosa principalmente por el dolor que le causa la incapacidad de
alcanzar la unión con Dios que tanto ansía; y por el hecho de pasar cinco años en prisión
a razón de traducir textos prohibidos por la Iglesia.
Su obra en prosa es de carácter explicativo, escribió en latín un gran número de tratados
teológicos y comentarios de la Biblia, pero el valor que le concedía a la lengua nativa le
impulsó a redactar en castellano cuatro obras: “La traducción literal y declaración del
Libro de los Cantares de Salomón”, “La perfecta casada”, “La exposición del Libro de
Job”y el tratado “De los nombres de Cristo”.
Su estilo y lenguaje esta basado en la exactitud, la extrema sobriedad y la admirable
sencillez de recursos estilísticos, sin ornamentos excesivos. Trata temas religiosos,
históricos-nacionales y tópicos clásicos como el “carpe diem” o “beatus ille”.
Su estrofa preferida es la lira y su composición preferida la oda.
Sus fuentes son: Garcilaso, del que toma la lira; Virgilio y Horacio, de los que toma los
modelos literarios, la armonía y contención expresiva; San Agustín, La Biblia, Dios
amoroso y la patria.
Su obra se conoció solo por copias manuscritas, hasta que en 1631 Quevedo la editó.
Santa Teresa de Jesús (1515-1582), de familia conversa, su abuelo fue procesado por
la Inquisición, conocemos mucho de su vida porque ella misma hace su autobiografía.
Lee libros de caballería con su hermano e incluso se fue a África para que les martiricen
y así subir antes al cielo. A los 16 años es internada en un convento de monjas y dos
años más tarde ingresa en un convento de carmelitas; Tiene gran voluntad de reforma,
que comparten todas las ordenes religiosas, todos comprenden que hace falta una
reforma en la Iglesia; Santa Teresa hace una reforma de la vida de las carmelitas, esto le
lleva abrir su propio convento de las carmelitas reformado en 1562, desde entonces
entra en un periodo de asombrosa y fecunda actividad, llegando a crear treinta y dos
conventos de carmelitas descalzos. En 1582 muere y en 1622 es canonizada.
Santa Teresa no estudia, esto le hace tener un gran éxito, pues escribe con un lenguaje y
estilo sencillo que puede llegar al lector sin problemas retóricos. Su obra está escrita en
un tono didáctico con finalidad práctica y sencillez métrica. El rasgo esencial de su
doctrina reside en la unión de la contemplación y la práctica, la meditación solo tiene
valor si va acompañada de una eficaz actividad.
Su obra se divide en: obras biográficas y obras místicas “Libro de la vida”, “Libro de las
fundaciones”; obras de carácter doctrinal “Camino de perfección” (trata todo lo que se
debe hacer para ser un buen cristiano) y “Libro de las moradas”, donde compara las vías
de la fe con las plantas de un castillo.
San Juan de la Cruz (1542-1591), estudió en el colegio de los jesuitas y aprende
retórica y latín. Ingresa en la orden del Carmelo para estudiar después en Salamanca,
donde estudia arte (humanidades), fue alumno de Fray Luis de León. A los 25 años
conoce a Santa Teresa de Jesús y comienza a ayudarla a abrir monasterios reformados.
Fue secuestrado por los carmelitas descalzos ocho meses y finalmente muere en 1591.
Sus tres poemas principales son: “Noche oscura del alma” que trata del goce del alma
por haber llegado a la unión con Dios, haciendo un repaso de todo el trayecto; “Cántico
espiritual” y “Llama de amor viva”. Casi toda la doctrina de San Juan gira en torno al
símbolo de la noche oscura. La imagen no era nueva en la mística, pero en sus manos
cobra un nuevo sentido completamente original. En ella la noche al borrar los límites de
las cosas, le evoca lo eterno y ve en ella un símbolo de la negación del alma a lo
sensible (perceptivo). Trata también sobre las terribles pruebas que Dios envía al
hombre para purificarle, hablando de una “noche del sentido” y de una “noche del
espíritu”, situadas respectivamente al fin de la vía purgativa y de la iluminativa. En
ambas el alma experimenta una desoladora sensación de soledad y abandono y terribles
tentaciones que si consigue vencer dejan paso a una nueva luz.
Su doctrina aparece expuesta con claridad y coherencia, pero la profundidad de sus
conceptos y su tono, muy lejano de la expresión popular, hizo que no alcanzase a
grandes sectores. Por lo demás, sus obras no fueron publicadas hasta el siglo XVII.
La novela renacentista (prosa de ficción): Herencia de la Edad Media, evoluciona a
base de experimentación literaria entre géneros hasta culminar con El Quijote.
En la Edad Media se daban las novelas sentimentales y los libros de caballerías:
Novela sentimental surge a finales del s. XIV. La novela sentimental pretende resaltar
su modernidad frente la caballeresca; la sentimental se presenta como una caballeresca
donde se han alterado las proporciones y sentido, es decir, mientras que en la
caballeresca la dama es un pretexto para las armas, en la sentimental las armas son un
pretexto para mostrar el sentimiento amoroso. Se caracteriza por:
-Corta extensión y final infeliz, normalmente asociado a la infidelidad.
-Sigue las pautas del amor cortes, muestra detalladamente el proceso de enamoramiento.
-La acción se desarrolla en un ambiente real y cortesano.
-Empleo de la forma epistolar, con uso frecuente de la alegoría.
-Los personajes son planos, no evolucionan y se mantienen igual al principio y al final.
En la sentimental española destaca “Siervo libre de Amor” de Juan Rodríguez del
Padrón, y “Cárcel de Amor” de Diego de San Pedro, entre otros.
La novela morisca: Surge con “El Abencerraje”. Los romances fronterizos introducen
el mundo árabe. Es una novela idealizada, donde el amor es siempre virtuoso, leal, e
inquebrantable; los caballeros son valientes y generosos, fieles a las normas del honor.
Trata los moros que ya habían sido expulsados de la península, bajo un sustrato
histórico y real. Se parece a los libros de caballerías pero con héroes moros, en una
localización espacial y una cronología temporal específica y real. Presenta personajes
estáticos, sin evolución cronológica, con equilibrio entre armas y sentimientos
amorosos. Se le suelen incluir los relatos de cautiverio. En España podemos destacar la
novela de “Ozmin y Daraja”, incluida dentro “Del Guzman de Alfarache”.
La novela bizantina: tiene sus antecedentes en las Etiópicas de Heliodoro. Son
narraciones que buscan mantener los principios de verosimilitud, unidad y decoro. En
estas narraciones siempre ocurren acontecimientos que impiden que dos enamorados se
junten. Lo que cuentan son las peripecias de ambos hasta reencontrarse. Los continuos
encuentros y separaciones permiten integrar historias de personajes secundarios. Fueron
narraciones preferidas por los erasmistas.
Las primeras manifestaciones española fueron “La historia de los amores de Clareo y
Florisea y las tristezas y trabajos de la sin ventura Isea” de Alonso Núñez de Reinoso
(1552) y “La selva de aventuras” de Jerónimo de Contreras (1565). El autentico éxito de
esta novela es el haber asentado las bases sobre las que trabajaría Lope la novela de
aventuras en el s. XVII, mediante “El peregrino en su patria” (1604) y “Los trabajos de
Persiles y Sigismunda” de Cervantes (1617).
En el Quijote encontramos una división en 4 partes típica del Amadis, donde en la mitad
de los capítulos en adelante (1-26 y 27-52) repite los mismos esquemas que en los 26
primeros capítulos (discurso DQ, trama bucólica, parada en la venta…).
Encontramos un contraste entre dos lugares del Quijote:
-Sierra Morena, aparece como el caos y desorden de los personajes:
DQ y Sancho llegan huyendo por liberar los galeotes; Cardenio va por desamor; el cura
va a buscar a DQ vestido de mujer…
-Por otra parte la venta supone la organización y aclaración del caos anterior, donde ya
luego aparecen todos de manera más normal y solucionan sus problemas.