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TEMA 3: LA POESÍA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVI

1. Contexto histórico
Nos encontramos ante el período histórico en el que la hegemonía española alcanzó su
máximo esplendor: conquistas en América, el aumento demográfico y la expansión
económica. La corona la llevaron las tres primeras generaciones de la casa de
Austria: Carlos V, Felipe II y Felipe III. No obstante, con el paso del tiempo, el Imperio
en el que nunca se ponía el Sol terminó por estar abocado a la recesión y al declive.
Factores socioculturales:
● Escisión religiosa en Europa: España se adhirió a la Contrarreforma y la
limpieza de sangre se convirtió en un requisito social crucial.
● En la organización social:
1. Monarca absoluto.
2. Aristocracia.
3. Burguesía.
4. Pueblo llano: campesinos, artesanos.
● En el plano cultural: el Siglo de Oro, que abarca hasta finales del siglo XVII.
Florecimiento científico, literario y artístico, gracias al humanismo.
● El erasmismo (corriente humanista inspirada en las doctrinas de Erasmo de
Róterdam) ejerció una gran influencia. Postulaba una religiosidad interior y
espiritual, ajena a los cultos, basada en la oración mental y opuesta a los abusos de
los clérigos y a las guerras de religión.

2. El Renacimiento
Fue un movimiento cultural que comenzó en Italia en el siglo XIV y se extendió por
Europa gracias a la imprenta. En España se difundieron sus ideas gracias a las
relaciones entre las repúblicas italianas y las coronas de Aragón y Castilla. Como punto
inicial en la introducción de la nueva poesía, podemos hablar de la invitación que el
embajador veneciano Andrea Navagero hizo a Juan Boscán en 1526 en Granada para
adaptar al castellano los rasgos de la poesía italiana renacentista.
2.1. Influencias culturales
Renacen los temas de la antigüedad:

● La mitología y el bucolismo pastoril.


● Modelos literarios en torno a poetas como Dante y Petrarca: de este último, el
verso endecasílabo, la artificiosidad en los conceptos amorosos, el gusto por el
paisaje y el tono cálido y sentimental.
● Neoplatonismo: visión escondida tras la poesía petrarquista. Toda belleza
material procede de la divinidad, suprema belleza espiritual:
En una interpretación religiosa (mística): gracias a la oración y a la
vida contemplativa podemos ascender hasta la grandeza divina.
En una línea más humana (El cortesano de Castiglione, los Diálogos
de amor de León Hebreo): el amor a una mujer (cuya belleza es reflejo
de espiritualidad) se concibe como una relación provista de sensualidad,
como la unión de dos almas que se elevan de la vida terrenal a la divina,
hacia la admiración de la belleza pura.
De esta forma, hablamos de una renovación de la poesía española, pero junto al auge
de la poesía culta, pervive el elemento popular (Romancero, cancionero).
2.2. Innovaciones en la poesía
Renovación en cuanto al contenido, la métrica y el estilo. Se produce la sustitución de
la poesía tradicional por un estilo culto, lleno de metáforas, de ritmo elegante y
armonioso, reflejado en la musicalidad del verso endecasílabo.
En cuanto a la estética, se idealiza la realidad a través de formas equilibradas y
claridad y orden en la composición.
● Innovaciones formales:
Verso endecasílabo: posee un ritmo propio articulado en torno a tres ejes
rítmicos o acentos.
Las estrofas: soneto, octava real y terceto. Se emplea el endecasílabo.
Nuevas estrofas en las que el endecasílabo se combina con el
heptasílabo: lira, silva y estancia.
Un nuevo sentido poético: el endecasílabo se caracteriza por su serena
lentitud, su elegancia pausada, su estilo sencillo con palabras comunes e
imágenes de la tradición literaria.
El lenguaje poético que Garcilaso de la Vega consolida será modelo
para autores posteriores: las metáforas, el esquema de distribución de
contenido en el poema y los epítetos. En la segunda mitad del siglo, el
fervor religioso alcanza el esplendor de la poesía, que se eleva hasta lo
divino.
● Los temas:
El amor: por influencia petrarquista y a través del neoplatonismo,
hablamos de un amor que ennoblece y eleva hasta la divinidad, teñido de
espiritualidad. El retrato de la amada y su belleza será muy similar en
todos los poetas.
La naturaleza: el entorno perfecto, sosegado y sereno, reflejo de la
belleza divina. En la poesía pastoril, bucólica y renacentista se conjugan
arte y naturaleza (anhelo humanístico de una vida perfecta en la
naturaleza).

Los mitos grecolatinos: influencia clara de las Metamorfosis de Ovidio.



Podemos hablar de tres manifestaciones:


Referencias en el texto sin valor esencial o estructural.
En la poesía bucólica-pastoril, las criaturas mitológicas


aparecen como personajes.
El asunto mitológico como materia poética: amor no
correspondido (mito de Dafne y Apolo, recreado en un soneto de
Garcilaso), fidelidad o amor tras la muerte (mito de Orfeo y
Eurídice).
3. La poesía: etapas

● PRIMER RENACIMIENTO:


Características:


Reinado de Carlos V.


Influencias italianas.
Temas: profanos, centrados en el amor, la naturaleza y la mitología.


Autores:
Juan Boscán: su esposa, Ana Girón, le inspiró sus mejores obras, las
cuales ella editó tras su muerte. Su primera poesía mantiene el estilo
tradicional, su poesía italianizante (sonetos, canciones, el poema
alegórico Octava rima y la Historia de Hero y Leandro, en verso
libre) supone un avance para la poesía española. En sus versos refleja
su felicidad conyugal y su vida llana. Adaptó al castellano autores


clásicos e italianos.
Garcilaso de la Vega: amigo de Boscán, comparten el amor por las
letras. Juntos comienzan el acercamiento a los modelos de la poesía


italiana, llevándola a su máxima expresión.
Seguidores de Garcilaso: Hernando de Acuña (representante de la
poesía italiana renacentista: sonetos, canciones, madrigales, poemas
extensos), Gutierre de Cetina (autor de sonetos amorosos, canciones
de ligeros versos y del madrigal que empieza “Ojos claros,


serenos…”). Diego Hurtado de Mendoza.
Poesía tradicional: aunque se produjeron muchas innovaciones,
hubo autores que continuaron con las tendencias anteriores, como
Cristóbal de Castillejo.

● SEGUNDO RENACIMIENTO:


Características:


Reinado de Felipe II.


Asimilación de los cambios.


Inspiración cristianizada.
Contrarreforma.

Autores:
✔ Ascetismo y misticismo: fray Luis de León, san Juan de la Cruz y
✔ La escuela salmantina: representada por fray Luis de León y otros
Santa Teresa de Jesús.

poetas como Francisco de la Torre y Francisco de Aldana, apunta al


equilibrio en la forma y el contenido, los temas morales,


religiosos y filosóficos.
La escuela sevillana: hacia finales de siglo encontramos a Fernando
de Herrera, cuyo estilo ya empieza a adentrarse en el manierismo.


También destaca Baltasar del Alcázar.
Épica culta: Alonso de Ercilla, en La Araucana, narra un episodio
de la conquista de Chile, en el cual los protagonistas son los caudillos
americanos (en especial Caupolicán) que se resisten de forma heroica
a los conquistadores españoles en el valle del Arauco.

4. Primera mitad del siglo XVI


⠀ 4.1. Garcilaso de la Vega
Encarna el modelo de El cortesano de Castiglione: audaz en la batalla, cortés, destacado
en la relación social, conocedor de la cultura clásica, poeta con una intensa vida
sentimental.
Su poesía no es muy extensa (una epístola, dos elegías, tres églogas, cinco canciones y
38 sonetos):
● Cinco canciones: destacan:
Canción IV: vierte su amor sin esperanza.
Canción V: dedicada “A la flor de Gnido”, dama napolitana a la que reprocha
los desdenes que hace a su amigo Mario Galiota. El primer verso (“Si de mi
baja lira”) da nombre a la estrofa que Garcilaso introdujo en la poesía
española y que luego emplearon fray Luis de León y San Juan de la Cruz.
● Las tres églogas: lo mejor de su poesía.
Égloga I: dos pastores proclaman su dolor por la dureza de Galatea y la
muerte de Elisa (reflejo de la experiencia de Garcilaso). Llena de
intensidad emotiva y de paradigmáticas descripciones del paisaje.
Égloga II: aúna el carácter pastoril con la alabanza de la casa de Alba.
Égloga III: unas ninfas tejen un tapiz con historias mitológicas que se
van narrando (Dafne y Apolo, Orfeo y Eurídice, etc.). Se narra la muerte
de Elisa en el paisaje idealizado del Tajo.
Su poesía revela una marcada influencia de la lírica petrarquista: melancolía, análisis
de los sentimientos, amor no correspondido, muerte de la amada.
Sus versos amorosos destacan por su sinceridad y tristeza.
Su visión de la naturaleza desprende armonía y sosiego, es un fondo de belleza
absoluta en el que proyecta sus sentimientos.
Su estilo es elegante y sobrio, dotado de claridad expresiva y naturalizada, y de una
suave musicalidad, fruto del ritmo fluido del endecasílabo.
5. Segunda mitad del siglo XVI
Dos tendencias:
● La escuela sevillana, representada por Fernando de Herrera, que acoge
diversos temas: poesía amorosa, poesía heroico-patriótica y poesía laudatoria.
Seguidor del petrarquismo y del neoplatonismo, se presenta como destinado al
amor, aunque este sentimiento le lleve al dolor si es rechazado. Su visión de la
amada es petrarquista en el sentido de que es la guía que le permite acercarse al
cielo (luz, estrella, lumbre, lucero, sirena).
● La escuela salmantina: equilibrio de rima y contenido. Los temas que se tratan
son morales, religiosos o filosóficos. Dos corrientes filosóficas:
La ascética: busca purificar el espíritu a través de la negación de lo
material, sin llegar al éxtasis de la fusión con la divinidad. Es el paso
previo y obligatoria para ascender a lo místico.
La mística: aspira a la unión íntima del alma con Dios, experimentando
en la vida terrenal lo propio de la eterna, la absoluta beatitud como una
gracia divina.
Se recorren tres etapas o vías:
● Vía purgativa: etapa ascética, el alma se purifica de sus vicios mediante la
oración y la mortificación.
● Vía iluminativa: el alma, libre de las ataduras terrenas, comienza a recibir la
quietud espiritual.
● Vía unitiva: la unión mística con Dios. El mundo ya no tiene sentido, el alma
está en entrega amorosa y gozosa pasividad con la divinidad. El éxtasis es un
fenómeno asociado a este momento inefable, difícil de trasladar al lenguaje
humano, de ahí que el iluminado tenga que recurrir al lenguaje figurado (símiles,
paradojas, alegorías). El gozo que nubla los sentidos solo puede expresarse por
medio del campo semántico del lenguaje amoroso, del encuentro de los
enamorados que se transmuta a lo divino.
Las fuentes literarias de las que bebe la poesía mística son el bíblico Cantar de los
cantares y la poesía italianizante.
5.1. Fray Luis de León
Conjugó la herencia clásica, la influencia italiana, la tradición española y el
contenido religioso.
De los poetas latinos adoptó el sentido de la proporción, el sentimiento poético de la
naturaleza y su afición a la vida retirada y a la «dorada medianía» (aurea
mediocritas); de las teorías platónicas, su deseo de elevación de la naturaleza hasta
los arquetipos de las cosas; y de la filosofía pitagórica, el concepto de la armonía del
mundo natural.
Fray Luis de León fue autor de poesía y de prosa; escribió en latín y en castellano, y
tradujo textos poéticos bíblicos, griegos, latinos e italianos. Su punto de partida es la
Biblia, aunque no es un poeta propiamente místico, sino que se aproxima a la ascética.
Su obra poética se editó tras su muerte, si bien se conocía en copias manuscritas. Fue
Francisco de Quevedo quien editó su poesía en 1631. En la mayoría de sus
composiciones elige la lira, estrofa que contribuyó decisivamente a instalar en la poesía
castellana.

Sus poemas (algo más de 20) revelan el deseo de ascender, una nostalgia de las esferas
celestiales; aspira a alcanzar la felicidad, la beatitud, en la contemplación de Dios.
Para él, el interés de la poesía no radicaba solo en la belleza, sino en su contenido
espiritual y en su capacidad de elevación del espíritu. Sus obras presentan el mundo
como un destierro doloroso, de falsedad y engaño, que el alma, al retirarse y elevarse,
desea abandonar para alcanzar las verdades eternas.

Entre sus composiciones destacan las de tema moral, entre ellas varias odas. El término
oda procede del griego y significa ‘canto’. En la antigüedad estas composiciones eran
cantadas en compañía de la lira. Fueron muy empleadas por los poetas griegos
Anacreonte y Píndaro, y por el poeta latino Horacio.

Obras:
⠀ ● Oda A la Vida retirada: presenta los males acarreados por la codicia, frente a la
⠀ dorada medianía, la moderación. Beatus ille: elogio del campo, donde se logra la
⠀ ⠀ perfecta paz del espíritu.
● Oda A Felipe Ruiz: desea romper la cárcel del cuerpo para llegar hasta la
divinidad.
● Noche serena: escrita mientras estaba encarcelado y en ella late la angustia de
quien se siente desterrado. Anhela el más allá, clama por ser devuelto al cielo, al
contemplar el espectáculo de la noche estrellada, en contraste con la oscuridad
de la tierra.
● Oda A Salinas: parte de la idea platónica de que el arte eleva el alma y la libera
para la contemplación del bien divino.
Junto a estas, compuso también odas de tema religioso. Escribió algunos poemas de
tema profano, como La profecía del Tajo, sobre la pérdida de España por el rey don
Rodrigo.

Estilo
Su lenguaje es sobrio, sencillo, no hay ni vocabulario rebuscado ni abundantes
imágenes. La expresión transmite un sentimiento vivo, con frecuentes interrogaciones
y exclamaciones. Es una poesía luminosa y armoniosa. Muchos poemas se dirigen a
una segunda persona: Cristo, sus amigos (Felipe Ruiz, Salinas). Distribuye el contenido
de la materia poética con una cierta tensión: a veces un concepto se extiende a lo largo
de varias liras, o bien al avanzar en los versos da lugar a numerosos encabalgamientos.
5.2. San Juan de la Cruz
Reconocido como un místico universal. Uno de sus valores poéticos es la riqueza de
sus símbolos poéticos. Sus obras fueron publicadas décadas después de su muerte.
Influencias
En su poesía confluyen tradiciones literarias distintas: la bíblica del Cantar de los
cantares, la poesía culta italianizante (por el uso de la lira, el endecasílabo y algunos
conceptos y expresiones) y la tradición española de la poesía popular y de cancioneros
(figuras del Amado y de la Amada). En el Cántico espiritual se reconoce la profunda
huella del Cantar de los cantares.
Su formación religiosa era muy profunda y conocía muy bien la tradición mística
europea.
Obra poética
Su poesía está compuesta por tres poemas «mayores»: Noche oscura, Cántico
espiritual y Llama de amor viva; y un conjunto de poemas de menor entidad poética.
● Noche oscura: esta composición consta de ocho liras. En ella la voz poética es
la de una mujer que busca a su amado. Refleja la emoción del alma por haber
llegado al «alto estado de perfección que es la unión con Dios»; el alma se
abandona y reposa en el Amado.
● Cántico espiritual (o Canciones entre el alma y el Esposo): Es su poema más
extenso: 39 liras. A través de una alegoría amorosa (un diálogo pastoril entre la
Amada y el Amado), recoge el proceso místico de purgación, iluminación y
unión, y la búsqueda del Amado por la esposa, que culmina en el encuentro
final.
● Llama de amor viva: enteramente exclamativa, es el grito del alma que arde en
el amor divino.
Métrica y estilo
La estrofa más empleada en sus poemas es la lira, si bien recurre también al romance
octosílabo en los poemas menores.
San Juan utiliza determinados recursos estilísticos, como expresiones paradójicas
(«¡Qué tiernamente hieres!», «La música callada») o exclamaciones («¡Oh dichosa
ventura!»).
Los símbolos más frecuentes son: la casa o morada, la noche, la luz, la fuente, la
oscuridad, la caza de cetrería, la caída, el vuelo, los animales, etc. El símbolo de la
noche oscura es esencial en su obra: la noche produce la sensación de soledad, borra
los límites de las cosas, supone pruebas que hay que superar para dejar paso a una
nueva luz.
Lo que lo distingue de otros místicos es la intensidad expresiva de sus versos; en ellos
se encuentra una cierta vaguedad, que provoca una profunda sugestión y poder
evocador.

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