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La actividad lúdica infantil, no solo tiene como finalidad el aprendizaje, sino que
además cumple una función que podríamos denominar terapéutica. A través del juego el
niño exterioriza situaciones internas que no es capaz de expresar de otro modo, como
necesidades, deseos, estados de ánimo, etc.
A través del juego el niño puede descubrir sensaciones nuevas que de otro modo
no tendría ocasión de experimentar.
Mediante el juego, el niño aprende también a coordinar los movimientos de su
cuerpo.
La actividad lúdica favorece la adquisición del esquema corporal. Es decir, el
niño aprende a identificar las distintas partes de su cuerpo, a tomar conciencia de
su unidad corporal y reconocerse a sí mismo como ser independiente de los
otros.
Jugando, el niño explora sus posibilidades sensoriales y motoras. El
conocimiento de sus propias posibilidades, permite ampliarlas a través del
ejercicio repetido.
Otro aprendizaje que propicia el juego es el conociendo de las relaciones causa-
efecto. El niño aprende que su actividad origina modificaciones en el entorno
reconociéndose a sí mismo como causante de los cambios observados.
Las experiencias de éxito y de dominio del entorno en la actividad el juego
favorece la autoconfianza y el desarrollo de la autoestima.
4- Juego y desarrollo cognitivo.
0-4 meses: El juego del niño es principalmente espontáneo, juega en solitario repitiendo
acciones que le causan placer, (reacciones circulares primarias). El interés se centra en
el propio cuerpo, especialmente en las manos y antebrazos.
4-8 meses: El niño se sigue interesando por los propios elementos corporales. Sin
embargo su campo de preferencias se va abriendo y empieza a mostrar interés por la
manipulación de objetos, que al principio serán grandes, y luego, más pequeños.
10 meses: El niño ya es capaz de jugar solo durante un rato, pero prefiere la compañía
del adulto.
1 año: A partir del año, coincidiendo con la conquista de cierta autonomía en los
desplazamientos el juego deja de centrarse en sí mismo y se dirige hacia el exterior. Es
una etapa muy activa, que se caracteriza por un juego muy movido: el niño experimenta
activamente con los objetos y juguetes. Pero para él también son juego actividades
como andar, subir y bajar de una silla, correr sin una finalidad determinada, etc. El
juego se hace cada vez más independiente, sin que sea necesaria la presencia del adulto.
Sin embargo, cuando están jugando juntos, si el adulto abandona el juego, el niño se
molestará.
2-3 años: Aparece el juego simbólico. El juego simbólico puede entenderse de dos
formas. Por un lado, el juego en el que el niño asume el papel de un personaje conocido
o inventado (por ejemplo, el niño que juega a ser cocinero). Pero también puede
considerarse juego simbólico al hecho de representar un objeto por otro. Por ejemplo, el
niño que coge una pequeña caja de cartón y la desplaza haciendo como si fuera un
coche.
3 años : Crece el interés por el juego con otros niños. No abandonan del todo el juego en
paralelo, pero empiezan a jugar de modo cooperativo, aceptando reglas y respetando
turnos. También a esta edad empiezan a compartir los juguetes sin protestar.
4-5 años : El juego simbólico cobra mayor importancia, ya que el niño tiene más
imaginación.
Al principio el juego simbólico es muy simple, pero hacia los tres años de edad el
niño puede recrear escenas verdaderamente complejas.
A- Juegos no reglados.
- Juegos funcionales: movimientos espontáneos que se repiten
instintivamente y que contribuyen al desarrollo de determinadas funciones
humanas.
- Juegos hedonísticos: buscan el placer mediante actividades que estimulan los
sentidos. Contribuyen al conocimiento del propio cuerpo.
- Juegos con los nuevos: implican la exploración y conocimiento de todo lo
que rodea al niño, incluidos los compañeros y adultos que interactúan con él.
- Juegos de destrucción: se basan en el deseo de autoafirmación del niño y se
caracterizan por el desorden y arrebatos.
B- Juegos reglados.
- Juegos de imitación: al principio los modelos que imitan los niños en sus
juegos son los padres, familiares y en general, el mundo adulto. Pero hacia
los seis o siete años los modelos a imitar son seres imaginarios, lo cual
reviste una mayor complejidad.
- Juegos de construcción: este tipo de juego es muy frecuente entre los dos y
los cuatro años. Los niños tienen una tendencia instintiva al orden que lleva
al gusto por la colocación sistemática de objetos.
- Juegos de regla arbitraria: Los propios niños son los que establecen las reglas
que derivan de las características de los objetos utilizados en el juego. Este
tipo de juegos es común entre los cuatro y los seis años de edad.
10. Clasificación basada en las características psicomotrices.
Estos juegos se basan en la capacidad del niño para desplazarse gateando o andando,
para correr cambiar de dirección, adoptar posturas en equilibrio, relajar los músculo, etc.
A- El juego espontáneo.
Los juguetes para estos primeros meses deben tener colores vivos y brillantes, si
además tienen sonido y movimiento, serán mucho más atractivos para el niño.
Los juguetes y objetos con diferentes texturas favorecen el desarrollo de las
sensaciones táctiles (sonajeros, móviles de cuna, muñecos de goma…).
En este periodo los juguetes estimulan los sentidos siguen siendo interesantes,
pero el niño ya no solo se conforma con mirar, disfruta manipulando los objetos,
que deben ser de gran tamaño ya que todavía no sabe usar la pinza (índice-
pulgar) para coger objetos pequeños, sino que utiliza toda la mano. Son muy
apropiados también, los juguetes rodantes, que estimulen el movimiento. Por
otro lado, no podemos olvidarnos del desarrollo de la afectividad, que puede
estimularse mediante peluches y muñequitos.
Ejemplo: pelotas, muñecos de trapo, juguetes sonoros…
Ejemplo: bloques de plástico para apilar, juegos de formas, libros de páginas duras
con imágenes…
En esta edad no podemos desestimar las ventajas de los materiales naturales como
objetos de juego. El agua, la tierra, el barro, la arena, hojas, piedras, etc., son
muchas veces más atractivos para el niño que el juguete más sofisticado del
mercado.
Desde 1990 existe una normativa sobre seguridad de obligado cumplimiento para
todos los juguetes que se comercializan en la Unión Europea.
1- Seguridad física.
2- Seguridad psíquica.
3- Libertad e independencia.