Está en la página 1de 10

EL JUEGO

Es una actividad que favorece la vinculación de los niños en todas las latitudes y en todos

los tiempos.

EL JUEGO APARECE EN LA VIDA DE LOS NIÑOS DE MANERA LIBRE Y


ESPONTÁNEA

Favorece:
* El espíritu de alegría.
* La creatividad.
* La colaboración.
* El entusiasmo.

Por lo tanto…
· Es una zona privilegiada de encuentro entre adultos y niños.
· Es un estímulo útil para el desarrollo físico, afectivo, social e intelectual.
· Es un vínculo momentáneo que da unidad a la sociedad infantil.
· Es un medio de integración y adecuación al entorno natural y social.

Un poco de Historia…
Por mucho tiempo la actividad lúdica fue una conducta carente de significado en lo
que hace al desarrollo de un niño, se la consideraba un entretenimiento, poco a poco se
la fue valorando. Es así como se llega a una valoración amplia del juego en todas las
esferas: familiar, educativa, psicológica, recreativa, social, etc.
El juego es uno de los aspectos más auténticos y espontáneos del comportamiento del
niño, por medio del cual no solo logra descargar sus tendencias impulsivas, sino crear,
proyectar, planificar, manipular, desarrollando habilidades y destrezas que luego serán
provechosas en su evolución. Permitirá ejercitar y perfeccionar su autocontrol y
el autoconocimiento de su propio yo; poniendo en práctica distintos aspectos
cognoscitivos tales como: percepción, experimentación, comparación, asociación,
análisis, síntesis, etc.

Está vinculado a la creatividad, la solución de problemas, al desarrollo del lenguaje o


de papeles sociales; es decir, con numerosos fenómenos cognoscitivos y sociales. Tiene
entre otras, una clara función educativa, en cuanto que ayuda al niño a desarrollar sus
capacidades motoras, mentales, sociales, afectivas y emocionales; además de estimular
su interés y su espíritu de observación y exploración para conocer lo que lo rodea. El
juego se convierte en un proceso de descubrimiento de la realidad exterior a través del
cual el niño va formando y reestructurando progresivamente sus conceptos sobre el
mundo. Además le ayuda a descubrirse a sí mismo, a conocerse y formar su
personalidad.

Jugando el niño expresa de un modo simbólico fantasías deseos y experiencias vividas.


Según Huizinga: “El juego es una acción o una actividad voluntaria, realizada en ciertos
límites fijados de tiempo y lugar, según una regla libremente aceptada, pero
completamente imperiosa y provista de un fin en sí; acompañada de un sentimiento de
tensión y alegría, y de una conciencia de ser de otra manera que en la vida ordinaria”.

Analizando la definición, surgen 5 elementos esenciales para determinar que una


conducta humana sea juego:

 Satisfacción de una necesidad.


 Diferenciación de la actividad ordinaria (desarrolla una gran carga emocional).

Algunas ideas…
Freud sostuvo que “el niño juega no solo para repetir situaciones placenteras sino
también para elaborar las que le resultaron dolorosas y traumáticas”.
Klein agrega que “mediante el juego el niño mantiene o trata de mantener el
dominio de las experiencias penosas que la realidad le impone dando a los
acontecimientos desagradables una feliz conclusión”.
Ana Freud ha demostrado que “el juego está referido a la significación defensiva de
las actividades
lúdicas. La magnitud de la actividad lúdica libre y no inhibida permite apreciar l
a importancia
de los sectores autónomos del yo, dando muestra de la organización de los meca
nismos psicológicos subyacentes”.
Winnicott dice que “el niño que juega habita una región que no es posible
de abandonar con facilidad y en la que no se admiten intrusiones. Al jugar, el
niño manipula fenómenos exteriores al servicio de los sueños e inviste a algunos de
ellos de significación y sentimientos oníricos”.
Erikson dice que “el niño encuentra en el juego elementos para incorporar la
realidad social y destaca el carácter psicosocial de las conductas lúdicas dentro del
proceso evolutivo.”

Evolución del juego dentro del desarrollo del niño


Siguiendo lo expuesto por Erikson el juego en el niño se da en las siguientes etapas:

1) Inicialmente los juegos se desarrollan en la auto-esfera, el niño explora sensaciones


extero e interoceptivas relacionadas con su cuerpo o con las personas que se ocupan de
sus cuidados personales.

2) Sus juegos se dan en “micro esferas”. Suelen ser juegos representativos mediante
los cuales exterioriza sus fantasías, se da un ir y venir por movimientos regresivos a la
auto esfera y luego a la microesfera reafirmando su Yo.

3) Posteriormente alcanza la macro esfera, se relaciona con los adultos y abordará


activamente los procesos de socialización.
Piaget hace un exhaustivo análisis del juego:
Si el acto de “inteligencia” desemboca en un equilibrio entre la asimilación y la
acomodación; en tanto que la imitación prolonga a esta última por sí misma, se puede
decir que el juego es asimilación o asimilación que prima sobre la acomodación.
El juego comienza por confundirse con el conjunto de las conductas sensorio-motoras
de las cuales no constituye sino un polo, el de los comportamientos que no necesitan
acomodaciones nuevas y se reproduce por puro placer funcional.
Con la exteriorización de los esquemas, el juego se diferencia cada vez más de las
conductas adaptativas propiamente dichas (inteligencia) para orientarse en la dirección
de la asimilación. El juego de imaginación constituye una transposición simbólica que
somete a las cosas a la actividad propia sin reglas ni limitaciones. Simple expansión de
las tendencias, asimila libremente a todas las cosas y a todas las cosas del Yo.
Finalmente con la socialización del niño el juego ajeno adquiere reglas o adapta la
imaginación simbólica a los requerimientos de la realidad. El símbolo de asimilación
individual cede el paso a la regla colectiva o al símbolo representativo u objetivo o a
ambos.
Tres grandes tipos de estructuras caracterizan los juegos infantiles el ejercicio, el
símbolo, y la regla; los juegos de construcción constituyen la transición entre los tres y
las conductas adaptadas.
El juego de ejercicios es el primero en aparecer, y es el que caracteriza una actividad
lúdica desbordante en el desarrollo de los esquemas reflejos y prolonga casi todas las
acciones. Este por lo tanto está íntimamente relacionado con la asimilación.
Es una necesidad de acción automática, y solo se produce por movimientos y
percepciones.
El juego simbólico incluye al símbolo. El símbolo implica la representación de un
objeto ausente, puesto que es la comparación entre un elemento dado y un elemento
imaginado y una representación ficticia, una asimilación deformante.
Con la aparición de la función representativa, surge el deseo de imitar o evocar
situaciones vividas.
A través de este tipo de juego el niño asimila la realidad transformando los objetos en
símbolos diferentes; entonces el significado se convierte en significante.
En forma paulatina va cediendo la deformación de lo real centrada en el yo y el juego
se va convirtiendo en una representación imitada de la realidad.
El juego de reglas: La regla implica relaciones sociales o interindividuales.

EN UN PRIMER MOMENTO LA REGLA APARECE COMO ACUERDO


ENTRE DOS O MÁS PARTICIPANTES Y NO IMPUESTA POR LOS
ADULTOS.

Una regularidad impuesta por el grupo y su violación representa una falta.


Este tipo de juego es la actividad lúdica del ser socializado. La regla reemplaza al
símbolo cuando se constituyen ciertas relaciones sociales. Este reemplazo no significa
que el juego simbólico se ha excluido, ya que entre estas tres formas o tipos de juegos
coexisten en una transición con las conductas adaptadas y así constituyen los juegos de
construcción.
El juego de construcción: No constituye una categoría dentro del proceso evolutivo, se
define alrededor de los cinco años.
El juego de construcción ocupa una posición a medio camino entre el juego y el
trabajo. Este tipo de juego coordina el ejercicio lúdico y el símbolo en expresiones
inteligentes y socializadas.
Favorece:
· La afirmación de la personalidad ya que puede realizar la distinción entre su
yo y las cosas, entre él y los otros; así se afirma como distinto y va asegurando su
individualidad.
· La adaptación e integración social que son dos procesos que se caracterizan
por (en un primer momento) un juego compartido como intento de colaboración.
· El descubrimiento de sí y del mundo exterior en un continuo accionar sobre
las cosas, él mismo y los demás.
· La expresión concreta de la necesidad y capacidad de acción liberación y
creación.
¿Desde cuándo se puede considerar que comienza el juego?
Según Gross, el juego es un pre-ejercicio de los instintos esenciales (la succión da
lugar a ejercicios vacuos fuera de las comidas)
En el segundo estadío ya no parece formar parte de las conductas adaptativas.
Prolonga a éstas últimas de manera tan continúa y clara que no se sabría decir donde
comienza. Todo es juego durante los primeros meses de existencia, salvo algunas
excepciones.
Las reacciones circulares son un acto de adaptación completa. Cuando el niño
adquiere la costumbre de volver la cabeza hacia atrás para mirar, repite este acto con
mayor diversión y cada vez con menos interés por el resultado exterior, vuelve su
cabeza muchas veces riendo con gusto y gozo.
Durante el tercer estadío o estadio de las reacciones circulares secundarias el proceso
sigue siendo el mismo pero la diferenciación entre el juego y la asimilación intelectual
es un proceso más acentuado.
A partir del momento en que las reacciones circulares se refieren ya no solamente al
propio cuerpo o a los cuadros perceptivos ligados a la actividad sensorial elemental sino
a los objetos manipulados con una creciente intencionalidad, se agrega al simple “placer
funcional” el “placer de ser causa”. (Descubre la posibilidad de balancear los objetos del
techo de su cuna. Al comienzo estudia el fenómeno sin sonreír o sonriendo ligeramente.
Luego ya no le dedicara a esta actividad sino una mímica de gozo y potencia lo que
terminara en la utilización del fenómeno por el placer de actuar, en lo cual consiste el
juego).
En el cuarto estadío (aplicación de los esquemas conocidos a situaciones nuevas) se
continua por manifestaciones lúdicas por simple y pura asimilación, es decir, por el
placer de actuar sin esfuerzo de adaptación y para alcanzar un fin determinado (una niña
está sentada en su cuna y hay suspendido por encima de ella un plato de celuloide. Ella
tira de un hilo que cuelga del techo y sacude así el plato, un momento riendo. Los
movimientos que hace involuntariamente mueven su colcha; entonces olvida el plato y
mueve su colcha con los pies y con los brazos. Después de haber repetido esto diez
veces ve de nuevo el plato y entonces toma una muñeca que también cuelga del techo y
la sacude, lo que hace balancear el plato. (Actuación solo por el placer de actuar)
En el curso del quinto estadío el niño se divierte en combinar gestos habituales y hace
un juego de combinaciones motoras. Este proceso implica un desarrollo en el
simbolismo. Aún no hay conciencia de “hacer como si” dado que el niño se limita a
reproducir los esquemas tal cuales sin aplicarlos simbólicamente a objetos nuevos, pero
a falta de representaciones simbólicas se trata casi ya del símbolo en acción. (En un
comienzo hace como si se metiera algo en la boca y después ríe y dice “no” con la
cabeza y lo retira, luego hace como si bebiera y comiera sin tener nada en la mano,
después hace como si bebiera sirviéndose de una caja que pone contra la boda de todos
los asistentes)
En el sexto estadío el símbolo lúdico se destaca bajo la forma de esquema simbólico,
gracias a un progreso decisivo en el sentido de la representación. El niño utiliza
esquemas ya conocidos y ritualizados en el curso de juegos motores, pero: primero. En
lugar de ponerlos en acción en presencia de objetos a los cuales le son aplicados
ordinariamente, los asimila con objetos nuevos, que no les conviene desde el punto de
vista de adaptación efectiva; segundo, además, estos nuevos objetos, son utilizados con
el único fin de permitir al sujeto imitar o evocar los sistemas en cuestió9n.
El comienzo de la ficción se caracteriza por la aplicación de un esquema a objetos
inadecuados y evocación por placer.

Evolución del juego simbólico


En el ejercicio los juegos no simbólicos consisten en una asimilación funcional que
permite al sujeto consolidar sus poderes sensorio motores o intelectuales, así el símbolo
le aporta los medios de asimilar lo real a sus deseos o a sus intereses: El símbolo
prolonga el ejercicio como estructura lúdica y lo constituye en sí mismo un contenido
que sería ejercido como tal. En el juego simbólico el niño se interesa por las realidades
simbolizadas y el símbolo le sirve para evocarlas.
A partir del esquema simbólico, se muestra la función global del juego tal cual.
Dormir y lavarse no son juegos, pero al ejercer simbólicamente estas conductas se
convierten en ello. Se comprende que este ejercicio simbólico no podría explicar el pre-
ejercicio: el niño no juega así para aprender a lavarse o a dormir, busca utilizar
libremente sus poderes individuales reproducir sus acciones por el placer de darse ese
espectáculo a si mismo y a los otros; desplegar su yo y asimilarse a este sin limitaciones
lo que ordinariamente es acomodación a la realidad tanto como conquista asimilativa.
El esquema simbólico sirve de transición pues constituye aun un simple ejercicio de
las conductas propias, pero aun ejercicio ya simbólico.
En el curso del segundo periodo del desarrollo del niño, es decir a partir de la
adquisición del lenguaje, se ven aparecer una serie de formas nuevas de símbolos
lúdicos.
El juego simbólico entonces:
a) Es la proyección de los esquemas simbólicos sobre objetos nuevos:
Una vez constituido un esquema simbólico que el niño reproduce por sí mismo, llega
un momento en que, gracias al juego de las correspondencias establecidas entre yo y los
otros (y debidas al mecanismo de las imitación) atribuirá a otro y a las cosas mismas el
esquema que se ha hecho familiar.
El adjudicar la acción a otro definitivamente separa al símbolo del ejercicio sensorio-
motor y lo proyecta como representación independiente.
b) Es la proyección de esquemas de imitación sobre objetos nuevos:
Se trata de un esquema aplicado simbólicamente a objetos nuevos pero han sido
tomados por imitación. La imitación juega el papel de simbolizante, el modelo de sí
mismo. Se trata de un juego y no de una imitación pura, puesto que en lugar de imitar
directamente el modelo lo hace por intermedio de objetos adecuados que intervienen
como simbolizantes.
c) Asimilación simple de un objeto a otro:
La asimilación simbólica es anunciada verbalmente antes de toda acción en lugar de
ser la consecuencia de dicha acción.
Interviene un elemento de imitación propiamente dicha, que constituye con el objeto
dado el simbolizante (o significante), mientras que los simbolizados (o significados) no
es otro que el objeto ausente y de orden puramente representativo evocado a la vez por
el gesto imitativo o por el objeto dado.
d) Construcción de escenas enteras en vez de asimilaciones de objetos a objetos o
imitaciones aisladas.
El sujeto reproduce y prolonga lo real pues el símbolo imaginativo no es sino un
medio de expresión y de extensión y no un fin en sí mismo (la niña pone la cabeza de su
muñeca entre los barrotes del balcón con el rostro dirigido hacia la calle y se pone a
contar todo lo que ve “Ves el lago, los árboles, un carro, los caballos, etc. El mismo día
sienta su muñeca en el sillón y le cuenta lo que ha visto en el jardín”.)
Los personajes ficticios que el juego permite al niño darse por compañeros no
adquieren existencia sino en la medida que sirven de auditores benévolos y de
espectadores para el yo. Suple lo que en el adulto será el pensamiento interior en su
forma egocéntrica, lo mismo que el monologo al lenguaje interior.

De los 4 a los 7 años imitativo y vivido


El símbolo llega a perder su carácter de deformación para convertirse en una
simple representación imitativa:
a) Orden relativo de las construcciones lúdicas.

1. b) Preocupación creciente por la veracidad de la imitación exacta de lo real.


El símbolo evoluciona en el sentido de una simple copia de lo real y solo el tema
general de las escenas sigue siendo símbolo, mientras que los detalles de estos y
de las escenas construidas tienden a la acomodación y a la adaptación
propiamente inteligente.
c) Comienzo del simbolismo colectivo.
Hay un paso del egocentrismo inicial a la reciprocidad. El juego de reglas,
subsiste en el adulto.

El juego infantil posee las siguientes características generales

1.
Es autotélico: posee un fin en sí mismo que es placentero.
2. No es utilitario: a diferencia del acto intelectual no persigue el logro de
resultados previstos.
3. Es espontáneo: no necesita estimulación externa.
4. El contenido, la forma, la estructuración, la duración, la significación, la
configuraron, etc., están determinadas por exigencias internas del pequeño, por
sus tendencias más profundas tales como la necesidad de conocer, imitar
ejercitar, de manifestar sus voliciones, emociones y sentimientos.
5. Es individual: colabora en el desarrollo de la personalidad a través de la
asimilación de las nuevas
situaciones a las experiencias nuevas. Es social: a lo largo de su proceso
de socialización, el niño imita y compite con los demás, relacionándose con
ellos en el desempeño de roles.
6.
Implica cognición: a través de él experimentan, se ejercitan en sus funcio
nes psíquicas, crea, planifica, construye, sintetiza, etc., actividades que
colaboran en su conocimiento del mundo.
7. En el campo afectivo: actúa como medio de regulación, de compensación y
liquidación de deseos y frustraciones.
8.Libera conflictos: el juego ignora los conflictos, liberando a estos al yo
por compensación o liquidación.
9. Posee significación defensiva, pues
permite utilizar los mecanismos de defensa: identificación, proyección,
introproyección, etc.…

Brindaremos a los alumnos/as clasificación de los juegos.

Ejemplo:

Juegos de Crianza: a) Sostén- b) Ocultamiento- c) Persecución.

De acuerdo a su organización:

Cooperativos: todos en función de la misma finalidad.

Oposición: hay enfrentamiento entre partes.

Persecución:

Todos contra uno (cacería del zorro).

Uno contra rodos (manchas).

Un grupo contra otro (cinchada).

Todos contra todos (quien toca más zapatillas?).

Relevos:

*Sin elementos (carreras).

*Con elementos (carrera con pelotas, globos, etc.)

*Con aparatos (agregar un cajón en el camino).

*Con aparatos y elementos.

De acuerdo a su agrupación:

*Individuales.

*Parejas.

*Tercetos.
*Cuartetos.

*Pequeños grupos.

*En masa.

*Por equipos.

De acuerdo a las habilidades motoras a desarrollar:

Caminar.

Correr.

Salter.

Transportar.

Apoyos.

Empujar y traccionar.

Deslizarse.

Trepar.

Lanzar.

Pasar y recibir.

Picar (driblear).

Etc.

De acuerdo a sus propósitos:

Fundamentadores.

Deportivo: Deporte reducido.

Mímicos.

Gimnásticos.

Acuáticos.
De ingenio.

Habilidad.

Atención y reacción.

Ejercitación de los sentidos- de la voluntad.

Azar.

Humor.

Expresión Artística - Corporal.


Etc.

JUEGOS DE CRIANZA. Daniel Calmels

Estos revisten vital importancia, por consiguiente haremos un pequeño desarrollo de los
mismos.

Ellos son: Sostén, ocultamiento y persecución.

1. De sostén: se desarrollan en un espacio corpóreo; en, desde y sobre el cuerpo del


adulto. Para el niño pequeño, más allá del cuerpo del adulto, está el vacío. En los
juegos de sostén la “presencia” no consiste en la elaboración o en la asistencia
momentánea, sino en una presencia en actos, en contactos y separaciones:
presencia de sostén, donde la confianza se pre-siente. Ejemplos: hamaca,
caballito, babucha, avioncito, etc.
2. Ocultamiento: son aquellos cuyas características radican en que una o varias
personas se esconden y otra (el/la niño/a) debe descubrirlas. También la
dinámica sería aplicada al ocultamiento de objetos. El hecho de ocultarse con
una sábana, toalla, etc, el rostro de quienes atienden sus cuidados, dan apoyo
para la superación de lo que hace llamar Spitz en sus indicadores de desarrollo:
angustia del 8vo mes (Ej.: acá está!!! no está más!!!).
3. Los juegos de persecución pueden analizarse a partir de diferenciar tres
protagonistas principales:

 Un perseguidor.
 Un perseguido.
 Un refugio.

Para que se constituya en un juego, el perseguidor debe ser reconocido por el niño como
una persona con quien ya se relaciona y de confianza. Esta confianza le garantiza al
niño que nada va a pasarle y que puede aceptar la amenaza como una ficción,
reduciendo la sensación de incertidumbre (Ejemplo: el juego simple de: “te agarro, te
agarro, te agarro”!).

También podría gustarte