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TEMA 4: La estructura psicosomática de la personalidad: sensibilidad,

emotividad, deseos y volición, las facultades cognitivas. Conciencia y


lenguaje

ÍNDICE

1 La estructura psicosomática de la personalidad

1.1 Psicología de la personalidad

1.2 Sensibilidad

1.3 Emotividad

1.3.1 Conductismo vs. cognitivismo

1.3.2 Spinoza

1.3.3 Ekman

1.3.4 Las emociones básicas

1.3.5 La inteligencia emocional

1.4 Deseos

1.5 Volición

1.6 Facultades cognitivas

1.6.1 Ejercicio

2 Conciencia y lenguaje

2.1 Símbolo

2.2 Lenguaje

2.3 Percepción

2.4 Aprendizaje

2.5 Paradojas

3 Textos sobre la relación lingüística y simbólica del sujeto con el mundo

4 Bibliografía
1. La estructura psicosomática de la personalidad

La estructura psicosomática de la personalidad se refiere a la interconexión entre los


aspectos psicológicos y físicos de una persona. La teoría más conocida en este sentido
es la Teoría de la Personalidad de Sigmund Freud, que plantea que la personalidad se
compone de tres partes: el ego, el superyó y el id.

El ego es la parte consciente y racional de la personalidad, que se encarga de la toma de


decisiones y de la adaptación al entorno. El superyó representa la parte moral y ética de
la personalidad, que se desarrolla a partir de las normas y valores sociales, mientras que
el id es la parte inconsciente y emocional de la personalidad, que está formada por
impulsos y deseos primitivos.

Según Freud, la interacción entre estas tres partes de la personalidad puede generar
conflictos internos y problemas psicológicos. Además, Freud también consideró que los
traumas físicos o emocionales experimentados en la infancia pueden tener un impacto
duradero en la personalidad de una persona, generando patologías y trastornos.

Posteriormente, otras teorías psicológicas han abordado la estructura psicosomática de


la personalidad, como la teoría del yo de Erik Erikson, que destaca la importancia de la
identidad en la formación de la personalidad, y la teoría de los cinco factores de la
personalidad, que sostiene que la personalidad se compone de cinco dimensiones
principales: apertura, conciencia, extraversión, amabilidad y neuroticismo.

1.1. Psicología de la personalidad

A partir del libro Larsen, R. y Buss, D. (2019). Psicología de la personalidad. McGrawHill:


Madrid

Presentación: La personalidad

1.2. Sensibilidad

La sensibilidad se refiere a la capacidad de los seres vivos de percibir y detectar estímulos


externos e internos a través de los sentidos. Los sentidos incluyen la vista, el oído, el
olfato, el gusto y el tacto, y a través de ellos podemos experimentar sensaciones como
el dolor, el placer, el frío, el calor, entre otros.

La sensibilidad es fundamental para la supervivencia y la adaptación de los seres vivos al


entorno, ya que les permite detectar peligros, buscar alimento y compañía, y evitar
situaciones adversas. Además, la sensibilidad también es importante para la
comunicación y el desarrollo social, ya que nos permite percibir y responder a las
emociones y expresiones de los demás.
En la filosofía, la sensibilidad ha sido objeto de reflexión desde la antigüedad, y ha sido
considerada una fuente de conocimiento junto con la razón. La teoría del conocimiento
de Immanuel Kant, por ejemplo, sostiene que el conocimiento proviene tanto de la
sensibilidad como de la razón, y que ambas son necesarias para la comprensión del
mundo.

1.3. Emotividad
La emotividad se refiere a la capacidad de los seres humanos de experimentar y expresar
emociones. Las emociones son reacciones psicológicas y fisiológicas a los estímulos
externos e internos, que pueden ser agradables o desagradables, y que influyen en la
forma en que percibimos y respondemos al mundo.

La emotividad es una parte importante de la experiencia humana, ya que nos permite


experimentar la alegría, la tristeza, el miedo, la ira, el amor y muchas otras emociones.
Además, las emociones también influyen en la forma en que interactuamos con los
demás, ya que nos permiten expresar nuestros sentimientos y comprender los de los
demás.

En la filosofía, la emotividad ha sido objeto de reflexión desde la antigüedad, y ha sido


considerada tanto una fuente de sabiduría como de peligro. Por un lado, las emociones
pueden ser fuente de conocimiento y comprensión, ya que nos permiten percibir y
responder a los estímulos de manera más rápida e intuitiva que la razón. Por otro lado,
las emociones también pueden ser fuente de error y prejuicio, ya que pueden nublar
nuestro juicio y hacernos reaccionar de manera impulsiva e irracional.

Los componentes de la emoción

1.3.1. Conductismo vs. cognitivismo


Los psicólogos conductistas explican la conducta emocional identificando las
circunstancias externas que dan origen a la emoción (no hace falta recurrir a estados
internos). Por otro lado, los psicólogos cognitivistas afirman que las emociones son
desencadenadas a consecuencia de actividades de procesamiento cuya función
fundamental es evaluar la relevancia personal de los eventos. En este sentido, la alegría
puede ser producida por la constatación de que al fin hemos conseguido una meta
altamente esperada, mientras que la tristeza o la frustración son frecuentemente
generadas por la constatación de que nuestros esfuerzos para conseguir alguna meta no
han tenido el efecto deseado.

1.3.2. Spinoza

Es en este sentido cognitivista en el que Spinoza (1632- 1677) se enmarcaría mucho


antes de que se estableciera esta distinción entre conductistas y positivistas, afirmando
que la alegría es el paso del hombre de una perfección menor a una mayor y la tristeza
es el paso del hombre de una perfección mayor a una menor (Ética, III, 59).

Spinoza entiende que la personalidad está configurada por los afectos y la razón, y ambos
se complementan. Las ideas pueden ser inadecuadas cuando se ignora la causa que la
produce. Una idea inadecuada es la que dice que somos libres porque la libertad es una
creencia derivada de la ignorancia de por qué se actúa como se actúa. Explicados en la
proposición 59 de su Ética. Siendo propio de cada cosa perseverar en su ser ("conatus",
esfuerzo) hay que considerar como afecto principal del hombre el del apetito o deseo
(cupiditas). De él nacen la alegría (paso de una perfección menor a una mayor) y la
tristeza (paso de una perfección mayor a una menor). Si se combina alegría y tristeza
surge el resto:

amor (alegría unida a la idea de la causa externa)

odio (tristeza unida a la idea de causa externa)

esperanza (representación de algo futuro unido a la alegría)

miedo (representación de algo futuro unido a la tristeza)

-otras son: admiración, desprecio, propensión, aversión, devoción, irrisión, seguridad,


desesperación, grata sorpresa, decepción, compasión, aprecio, indignación. Hasta 48.

El BIEN es lo que favorece la tendencia a perseverar en su ser. El Mal es lo que se opone.


No hay otra virtud que la de conformarse con la naturaleza, lo que equivale a
conformarse con la razón.

El siguiente texto es parte de la introducción del Tratado político de Spinoza:

<<He contemplado los afectos humanos, como son el amor, el odio, la ira, la envidia, la
misericordia y las demás afecciones del alma, no como vicios de la naturaleza humana,
sino como propiedades que le pertenecen como el calor, el frío, la tempestad, el trueno
y otras cosas por el estilo a la naturaleza del aire>>.

Transformar las ideas inadecuadas en ideas adecuadas es el objetivo de la ética para


Spinoza, lo cual se hace cambiando la idea que se tiene sobre el afecto que las ha
producido, nunca anulando dicho afecto.

Afirmaba que no deseamos las cosas porque son buenas, sino que son buenas porque
las deseamos.

La meta de los seres humanos debería ser tener una vida estable y serena mediante el
conocimiento de las causas de lo que les afecta, de ahí su conocida sentencia: Neque
lugere neque indignari, sed intelligere (ni lamentarse ni indignarse, sino comprender).

1.3.3. Ekman

Según Paul Ekman las emociones se caracterizan por lo siguiente:

Son universales

Son primitivas (pueden encontrarse rudimentos de estas emociones en muchos


animales y se manifiestan desde el inicio de la vida).

Conllevan expresiones faciales específicas

Van asociadas a diferentes tendencias de acción, probablemente no aprendidas,


destinadas a hacer frente al suceso desencadenante de la emoción

Se diferencian entre sí en cuanto al patrón de activación fisiológica elicitado por el suceso


emocional

Se basan en sistemas cerebrales especializados y preestablecidos, que se diferencian


tanto funcional como neuroanatómicamente

1.3.4. Las emociones básicas

Las emociones básicas

Miedo, ira, alegría, tristeza, asco, sorpresa, desprecio, malestar, culpa, interés,
vergüenza, ansiedad, felicidad, expectativa, pánico, aceptación, anticipación.

1.3.5. La inteligencia emocional

Extractos del libro Inteligencia emocional


De Daniel Goleman, editorial Kairós, Barcelona, 2000.
La expresión facial de disgusto -ladeando el labio superior y frunciendo ligeramente
la nariz- sugiere, como observaba Darwin, un intento primordial de cerrar las fosas
nasales para evitar un olor nauseabundo o para expulsar un alimento tóxico. (p. 27).

Esta cita nos sirve para poner caras y que los compañeros adivinen la expresión
(tristeza, enfado...). Igualmente habría que aventurar por qué ponemos esas caras
para expresar una emoción. Por ejmplo, ¿sonreímos porque es una reminiscencia
de algo...?

En las especies carentes de neocórtex -como los reptiles, por ejemplo- el afecto ma-
terno no existe y los recién nacidos deben ocultarse para evitar ser devorados por la
madre. (p. 33).

La interrupción de las conexiones existentes entre la amígnada y el resto del cerebro


provoca una asombrosa ineptitud para calibrar el significado emocional de los acon-
tecimientos, una condición que a veces se llama "ceguera afectiva". (p. 37)

Durante los primeros milisegundos de cualquier percepción, no sólo sabemos incons-


cientemente de qué se trata sino que también decidimos si nos gusta o nos des-
agrada. (p. 44).

Los sentimiento son indispensables para la toma racional de decisiones, porque nos
orientan en la dirección adecuada para sacar el mejor provecho a las posibilidades
que nos ofrece la fría lógica. (p. 55)

El diseño del cerebro pone de manifiesto que tenemos escaso o ningún control con
respecto al momento en que nos vemos arrastrados por una emoción y que tampoco
disponemos de mucho margen de maniobra sobre el tipo de emoción que nos aque-
jará. Lo que tal vez sí se halla en nuestra mano es el tiempo que permanecerá una
determinada emoción. (p. 96)

El enfado es la más seductora de las emociones negativas porque el monólogo in-


terno que lo alienta proporciona argumentos convincentes para justificar el hecho de
poder descargarlo sobre alguien (...) resulta energizante e incluso euforizante. (p. 99).

La terapia electroconvulsiva provoca una pérdida de memoria a corto plazo y, en


consecuencia, los pacientes mejoran simplemente porque no pueden recordar el mo-
tivo de su tristeza. (p. 121)

El psicópata no sólo es una persona aparentemente encantadora sino que también


carece de todo remordimiento ante los actos más crueles y despiadados. (p. 170).

Las personas que han practicado torturas en estados totalitarios refieren cómo apren-
dían a disociarse de los sentimientos de sus víctimas para poder llevar a cabo su "tra-
bajo"? (p. 171)
La torpeza de los hombres para percatarse de los problemas de la relación se debe a
su relativa falta de capacidad para descifrar el contenido emocional de las expresio-
nes faciales. Las mujeres suelen ser mucho más sensibles que los hombres para captar
un gesto de tristeza. (p. 203)

Cuando el rostro de la esposa expresa contrariedad -el pariente próximo del repor-
che- cuatro o más veces durante una conversación de quince minutos, es un síntoma
de que la pareja se separará en un período máximo de cuatro años. (p. 207)

Un modo muy eficaz de disminuir la tensión que provoca una pelea es permitir que el
otro miembro de la pareja sepa que somos capaces de comprender su punto de vista
y aceptar su posible validez, aunque no coincida plenamente con el nuestro. (p. 223)

La gente muy asustada no repsodne adecuadamente a una intervención quirúrgica,


ya que tienden a sangrar en exceso, son más propensos a las infecciones y a las com-
plicaciones y tardan más tiempo en recuperarse. (p. 253)

Entre los diez y los dieciciocho meses existe un período crítico durante el cual se esta-
blecen unas conexiones entre la región orbitofrontal del córtex prefrontal y el cerebro
límbico que constituyen una especie de interruptor de la ansiedad. (p. 333)

Los padres de los niños agresivos suelen alternar la indiferencia con los castigos duros
y arbitrarios, una pauta que, comprensiblemente, fomenta la paranoia y la agresivi-
dad. (p. 344)

Muchas personas que han logrado recuperarse del abuso de drogas me han confe-
sado que, cuando la tomaron, se sintieron normales por primera vez en la vida. Así
pues, al menos a corto plazo, la droga actúa como una especie de estabilizador psico-
lógico. (p. 371).

El alcoholismo constituye una forma de "automedicación que permite combatir los


síntomas de la ansiedad". (p. 373).

Inteligencia
Según Gardner hay siete variedades distintas de inteligencia:

 Verbal
 Lógico-matemática
 Espacial (arquitectos, artistas)
 Kinestésica (danza, deporte)
 Musical
 Interpersonal (terapeutas y líderes). Se subdivide en 4 habilidades: liderazgo,
aptitud de establecer relaciones y mantener amistades, la capacidad de solucio-
nar conflictos y la habilidad para el análisis social).
 Intrapsíquica

Cuatro dominios subdivididos en 18 competencias básicas

Conciencia de uno mismo

 Conciencia emocional
 Valoración adecuada de uno mismo
 Confianza en uno mismo

Autogestión

 Autocontrol
 Confiabilidad
 Integridad
 Adaptabilidad
 Innovación

Competencia social

 Empatía
 Conciencia de la organización
 Servicio

Gestión de las relaciones

 Liderazgo
 Desarrollo de los demás
 Capacidad para catalizar el cambio
 Gestión de conflictos
 Establecimiento de vínculos
 Trabajo en equipo

1.4. Deseos

Los deseos son estados psicológicos que se refieren a las necesidades, anhelos,
apetencias o aspiraciones de una persona. Los deseos pueden ser conscientes o
inconscientes, y pueden ser de diferentes tipos, como deseos materiales (por ejemplo,
tener un coche nuevo), emocionales (por ejemplo, sentirse amado) o espirituales (por
ejemplo, encontrar la paz interior

En la filosofía, los deseos han sido objeto de reflexión desde la antigüedad, y han sido
considerados tanto una fuente de motivación como de sufrimiento. Por un lado, los
deseos pueden motivar a las personas a buscar la satisfacción de sus necesidades y a
alcanzar sus metas, lo que puede ser beneficioso para su bienestar. Por otro lado, los
deseos también pueden ser una fuente de sufrimiento, ya que pueden crear
insatisfacción, frustración y dolor cuando no se cumplen.

Además, los deseos también han sido objeto de estudio en la psicología, la neurociencia
y otras disciplinas, y se han identificado diferentes teorías sobre cómo surgen y se
expresan los deseos en el cerebro y en la conducta humana.

1.5. Volición

La volición es un término que se refiere a la capacidad de una persona para tomar


decisiones conscientes y dirigir su conducta en función de sus objetivos y valores. En
otras palabras, se trata de la capacidad de tomar la iniciativa y el control de la propia
vida.

La volición incluye la capacidad de planificar y tomar decisiones conscientes sobre las


acciones a seguir para alcanzar un objetivo, así como la capacidad de perseverar y
mantener el compromiso con ese objetivo a pesar de los obstáculos y las dificultades
que puedan surgir en el camino.

En la psicología, la volición es un tema central en la teoría de la motivación y la conducta


humana, y se ha estudiado desde diferentes perspectivas, incluyendo la psicología
cognitiva, la psicología social y la neurociencia.

La volición es una capacidad importante para el éxito y el bienestar en la vida, ya que


permite a las personas dirigir sus acciones hacia metas y valores importantes para ellas.
Sin embargo, también puede verse afectada por factores como la fatiga, el estrés, la falta
de motivación y otros obstáculos que pueden interferir con la capacidad de tomar
decisiones conscientes y dirigir la propia conducta.

1.6. Facultades cognitivas

Las facultades cognitivas son habilidades mentales que permiten a una persona
procesar, comprender y utilizar la información del entorno. Algunas de las facultades
cognitivas más importantes son:

Percepción: es la capacidad de percibir y procesar la información sensorial del entorno


a través de los sentidos (vista, oído, tacto, gusto y olfato).

Atención: es la capacidad de seleccionar y concentrarse en la información relevante


mientras se ignoran las distracciones.

Memoria: es la capacidad de adquirir, almacenar y recuperar información.

Pensamiento: es la capacidad de procesar y manipular información para resolver


problemas, tomar decisiones, razonar y comprender conceptos abstractos.

Lenguaje: es la capacidad de comprender y producir el lenguaje hablado y escrito.

Imaginación: es la capacidad de crear imágenes mentales y visualizar situaciones y


objetos.

Creatividad: es la capacidad de generar nuevas ideas y soluciones a problemas.

Inteligencia: es la capacidad de aprender, comprender y aplicar conocimientos y


habilidades en diferentes situaciones.

Estas facultades cognitivas trabajan juntas y se apoyan mutuamente para permitir un


procesamiento eficiente y efectivo de la información, y son esenciales para el
funcionamiento cognitivo normal y el bienestar emocional y social.

Procesos cognitivos superiores: Aprendizaje, inteligencia y pensamiento

https://youtu.be/7wqkQkUq_cY?si=l_B-UhyCb-WLEYXm

1.6.1. Ejercicio
Lee el siguiente fragmento de un artículo de José Antonio Marina titulado “El
inconsciente” aparecido en Aprender a pensar el 22/2/2010
http://aprenderapensar.net/2010/02/22/1323/

Les propongo dos experimentos elementales.

Experimento 1.- Cierren los ojos e intenten no pensar en nada. Comprobarán que a los
pocos segundos, algún pensamiento, recuerdo, palabra, habrá saltado a su conciencia.
¿De dónde vienen? ¿Quién las ha producido?

Experimento 2.- Respondan rápidamente a esta pregunta: ¿Han estado en Australia? Con
toda seguridad la habrán contestado sin ningún problema. Y habrán tardado en hacerlo
unos 200 milisegundos. ¿Pueden decirme qué han hecho? Su cerebro lo ha hecho, sin
que los psicólogos o los neurólogos o usted mismo conozcan su modo de proceder. Para
que un ordenador hiciera algo parecido, tendríamos que darle una relación de todos los
lugares donde usted ha estado, le introduciríamos después la palabra Australia, una
orden de comparación, y al final el ordenador nos diría si usted ha estado o no en
Australia. ¿Hacemos nosotros algo parecido en esos 200 milisegundos? No lo sabemos.

1. Haz el mapa conceptual del texto.


2. Contesta a las cuatro preguntas que plantea Marina (¿De dónde vienen?, ¿quién las
ha producido? ¿pueden decirme qué han hecho? ¿hacemos algo parecido en esos 200
milisegundos?)

3. Explica las vías tomistas.

4. ¿Eres materialista o espiritualista? ¿Por qué?

5. Explica lo que quiere decir José Antonio Marina con la siguiente frase:

“Este es el gran escándalo o el gran enigma de la naturaleza humana: somos


protagonistas de una historia que hemos escrito nosotros mismos sin saberlo. Todo
sucede neuronalmente ochocientos milisegundos antes de que nos demos cuenta de
que está sucediendo” (Las arquitecturas del deseo, Anagrama, Barcelona, p. 16)

2. Conciencia y lenguaje

La relación entre la conciencia y el lenguaje es compleja y ha sido objeto de estudio en


diversas disciplinas, como la filosofía, la psicología y la neurociencia.

Por un lado, se puede decir que el lenguaje es una herramienta fundamental para la
toma de conciencia y la expresión de la misma. A través del lenguaje, las personas
pueden comunicar sus pensamientos, sentimientos y percepciones, y reflexionar sobre
ellos. De esta forma, el lenguaje puede ayudar a construir una identidad personal y a
establecer relaciones sociales.

Por otro lado, algunos filósofos y psicólogos han argumentado que el lenguaje no es
necesario para la conciencia, y que ésta puede existir de forma independiente del
lenguaje. Por ejemplo, el filósofo René Descartes sostenía que la conciencia es una
propiedad esencial de la mente, y que se puede conocer sin necesidad de utilizar el
lenguaje.

En cuanto a la relación entre el lenguaje y la conciencia en términos neurobiológicos,


algunos estudios sugieren que el lenguaje y la conciencia están asociados a áreas
específicas del cerebro. Por ejemplo, se ha encontrado que la corteza prefrontal es
importante para la conciencia de uno mismo y de los demás, mientras que el
procesamiento del lenguaje se localiza principalmente en el área de Broca y en el área
de Wernicke.
En definitiva, la relación entre la conciencia y el lenguaje es compleja y multifacética, y
sigue siendo objeto de debate y estudio en diversas disciplinas.

La filósofa Patricia Churchland ha dedicado su vida a investigar la conciencia. En este


vídeo titulado "Patricia Churchland: Consciousness is all in the brain" explica brevemente
los últimos avances sobre la investigación de la conciencia (en inglés con subtítulos):

2.1. Símbolo

Fotograma de la película El milagro de Ana Sullivan. ¿Es posible que una niña ciega y
sordomuda tenga un lenguaje que le permita comunicarse con el mundo? Resumen en
vídeo de la película

"Símbolo" procede del griego y significa "juntar", "reunir", "encontrar un signo de


reconocimiento". Es el objeto que representa a otra cosa en virtud de su
correspondencia o analogía. Según el DRAE símbolo es "Representación sensorialmente
perceptible de una realidad, en virtud de rasgos que se asocian con esta por una
convención socialmente aceptada". Un "signo" sería algo natural (por ejemplo, el humo
se refiere al fuego) y un "símbolo" es algo convencional. El principal símbolo es la
palabra.

2.2. Lenguaje
Según el DRAE el lenguaje es el "conjunto de sonidos articulados con que el hombre
manifiesta lo que piensa o siente". Algunos equiparan "lenguaje y razón". de este modo
ser "animal racional" significaba ser un ente capaz de hablar.

Contabilizamos como tal un lenguaje preguntando si la reunión de sus hablantes genera


comunicación. Con una medida de este tipo el mundo contiene al menos 4500 lenguajes
naturales.

¿Podemos desechar a priori la posibilidad de un Robinson Crusoe aislado desde su


nacimiento que, sin embargo, acertase a simbolizar cosas para sí mismo?

Según Chomsky la adquisición del lenguaje en cada niño depende de un cuerpo de


conocimiento innato que lo equipa para desarrollar su lengua. Hay una gramática
universal; la gramática particular de cada lengua es un refinamiento de la primera.

2.3. Percepción
La percepción es un proceso psicofísico por el que el sujeto transforma las diversas
impresiones sensoriales (estímulo), previamente transportadas a los centros nerviosos,
en objeto sensible conocido.

Wundt distingue entre "sensación" (subjetiva) y "percepción" (objetiva).

Racionalismo.

Empirismo.

Psicología de la Gestalt: no se perciben los elemento individualmente, sino en su


conjunto. Lo importante es la organización de os elementos, más que los elementos en
sí mismos. Leyes de organización perceptual.

2.4. Aprendizaje

Vygotski (1896-1934) Constructivismo cognitivo y pensamiento global.

Chomsky: gramática generativa. Todo hablante tiene un conocimiento interior,


inconsciente, de su lengua.

Fodor: la mente es el cerebro en funcionamiento.

Skinner: continúa el conductismo de Pavlov

Ausubel: aprendizaje significativo. Adquisición de conocimientos a partir de las


relaciones fundamentales y no arbitrarias entre lo que ya se sabe (conocimiento previos)
y lo que hay que aprender. Contra el aprendizaje repetitivo

2.5. Paradojas

¿Eres capaz de detectar los momentos en que piensas irracionalmente?

Paradoja de Ellsberg. Es un fenómeno de la teoría de la decisión que muestra que las


personas prefieren apostar por situaciones donde la probabilidad es conocida, en vez de
por situaciones donde la probabilidad es desconocida o ambigua. Esto implica que las
personas tienen aversión a la ambigüedad y que no siguen la teoría de la utilidad
esperada, que asume que las personas son racionales y consistentes en sus elecciones.
La paradoja de Ellsberg se ilustra con un experimento donde se presenta una urna con
90 bolas de diferentes colores y se ofrecen distintas apuestas sobre el color de la bola
que se extrae. La mayoría de las personas eligen las apuestas donde la probabilidad es
conocida (por ejemplo, 1/3 de que la bola sea roja) que las apuestas donde la
probabilidad es desconocida (por ejemplo, no se sabe cuántas bolas son negras o
amarillas).

Imagina el próximo cisne negro que afectará a la humanidad

Teoría del cisne negro. Es una metáfora que describe un suceso sorpresivo, de gran
impacto y difícil de predecir, que se racionaliza después de que ocurre, haciéndolo
parecer explicable y predecible. La teoría fue desarrollada por el filósofo e investigador
Nassim Taleb, que la expuso en su libro El cisne negro: El impacto de lo altamente
improbable, publicado en 2007.

Según Taleb, los cisnes negros son eventos que tienen tres características:

• Son atípicos, es decir, están fuera del ámbito de las expectativas habituales, porque
nada en el pasado puede apuntar a su posibilidad.

• Tienen un impacto extremo, es decir, causan cambios significativos en la historia, la


ciencia, la economía, la tecnología o la sociedad.

• Son explicados a posteriori, es decir, se inventan razones para su ocurrencia después


del hecho, haciendo que parezcan más predecibles o inevitables de lo que realmente
son.

Algunos ejemplos de cisnes negros son el surgimiento de internet, los atentados del 11
de septiembre de 2001, la crisis económica de 2008 o la pandemia de covid-19. Estos
eventos fueron imprevistos, tuvieron consecuencias profundas y se intentaron justificar
con diversas teorías o narrativas.

La teoría del cisne negro cuestiona la validez de la teoría de la utilidad esperada, que
asume que las personas son racionales y consistentes en sus decisiones, y que pueden
calcular las probabilidades de los eventos futuros. Taleb sostiene que las personas tienen
aversión a la ambigüedad y que son ciegas a la incertidumbre y al papel de los eventos
raros en la historia.

3. Textos sobre la relación lingüística y simbólica del sujeto con el mundo

4. Bibliografía
Aguado, L. (2019). Emoción, afecto y motivación. Alianza.

Honderich (ed) (2008). "Lenguaje" y "Lenguaje, conocimiento del" en Enciclopedia


Oxford de Filosofía. Tecnos.

Larsen, R. y Buss, D. (2019). Psicología de la personalidad. McGrawHill.

Spinoza, B. (2000). Ética demostrada según el orden geométrico. Trotta.

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