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Introducción

Cada día más de un millón de personas contraen una ITS,

en la mayoría de los casos, estas son asintomáticas o se

acompañan de síntomas leves que no siempre permiten

diagnosticar la enfermedad . Se estima que, anualmente, alrededor

de 376 millones de personas en el mundo contraen alguna de las

principales ITS, sin contar el VIH (clamidiosis, gonorrea, sífilis o

tricomoniasis). En el mundo habia 36,7 millones de infectados por

el VIH a finales del 2016 (OMS, 2019).

En el ámbito europeo la disponibilidad de datos sobre las

ITS varía mucho de un país a otro. Sus sistemas de vigilancia

difieren en cuanto a cobertura, exhaustividad y representatividad.

En 2017, existió una tasa bruta de notificación de sífilis de 7.1

casos por 100 mil habitantes (33.189 casos en 28 países miembros

de la UE), siendo nueve veces superior en hombres que en mujeres

(ECDC, 2017). Con respecto al VIH en 2015 existía una tasa de

6,3 personas por 100 mil habitantes en la UE (Elattabi, Ruíz-

Algueró, Hernando y Díaz, 2017)

España se encuentra en la zona media con respecto a

reporte de ITS en comparación con el resto de países miembros de

la UE.Con respecto a la sífilis, España se encontraría por encima

de la media europea, con una ratio de 10.3 casos por cada 100 mil

habitantes (7.1 casos por cada 100 mil habitantes en la UE) lo que

supone 4.813 casos en 2017 (ECDC, 2017). Si nos referimos al


VIH españa tendría un ratio de 2 personas por cada 100 mil

habitantes en el 2017, representando los hombres el 79,1% de los

406 casos diagnosticados en ese año. La edad media de los

diagnosticado se encontraba en los 43 años no encontrándose

diferencia referente al sexo.

En la población jóvenes es donde se informa de mayor

número de casos de ITS (ECDC, 2017). A nivel europeo, los

adolescentes y adultos jóvenes (15-34) supone el 56% de los casos

sífilis notificadas. Las tasas específicas por edad más alta fueron

entre las personas de 25 a 34 años (16 por cada 100 mil). Los

hombres notificaron más sífilis que las mujeres en todos los

grupos de edad. A nivel nacional, relativo a la sífilis en ese mismo

año se comunicaron 4.941 casos, siendo los jóvenes de sexo

masculino los más afectados por esta ITS con una razón

hombre:mujer de 8,0. Los adolescentes y adultos jóvenes suponen

43,1% de los casos registrados.

Estas enfermedades son consecuencias de una conducta

sexual de riesgo, entendiendo estas como la exposición de la

persona a una situación que puede ocasionar daños a su salud o a

la salud de otra persona (Espada-Sánchez, Quiles-Sebastián y

Méndez-Carrillo, 2003). En la mayoría de las definiciones que se

dan sobre conductas sexuales de riesgo se tiene en cuenta varios

aspectos, entre ellos el inicio de la vida sexual a temprana edad, la

falta de uso de anticonceptivo en las relaciones sexuales, las

prácticas sexuales con diferentes parejas (promiscuidad), el aborto


y embarazos no deseados (Foncada, Pacheco, Pahua, Pérez, Todd

y Pulido, 2003, citado en Uribe, 2016).

Existen varios factores biopsicosociales que favorecen que

aumente el riesgo de contraer una ITS.

¿Cuáles son estos factores?

López (2013, citado en Bolaños, 2019) cita los roles en

función del género como un factor que contribuye al aumento de

comportamientos que inhiben la acción preventiva, así como el

riesgo de contraer alguna ITS (más concretamente VIH). Destaca

que en muchas sociedades el rol de la mujer se caracteriza por la

pasividad y la ignorancia, en cambio el rol del hombre se definiría

por la conquista sexual, las múltiples parejas y el control de las

interacciones sexuales, estos factores contribuirían al riesgo de

infección de ambos sexos.

La edad también es un factor que favorece el riesgo de

contraer una ITS, los mecanismo de defensa (moco cervical

espeso, pH ácido, etc) de las mujeres jóvenes no están

desarrollados (Soto Cáceres, 2015). El mantener relaciones

sexuales en edades tempranas se asocia a mayor número de pareja

a lo largo de la vida(Genuis y Genuis, 2004; Tripp y Viner, 2005;

Burke, Coles, DiMeglio, Gibson, Handschin, Lau, Marcell, Tebb y

Urbach, 2014). Según Fernandez, Celis, Córdova, Dufey, Correa y

Benedetti (2013) el inicio sexual de los jóvenes es más alto en

hombres que en mujeres. Según la Oficina de Salud de la mujer


del Departamento de Salud y Servicios Humano de los EE. UU.

(2011), el uso de método anticonceptivos disminuye el riesgo de

padecer alguna ITS o de sufrir un embarazo no deseado, siendo el

más eficaz de estos métodos el condón masculino de látex.

Entre los factores de riesgo existente que constituye un

mayor riesgo de exposición al inicio de actividades sexuales

temprana que suele asociarse al no uso de anticoncepción (Baeza

W, Póo F, Vásquez P, Muñoz N, y Vallejos V, 2007; Montero V,

2011, Shrier, Harris, Stenberg y Beardslee, 2001; Seutlwadi, L.,

Peltzer, K., Mchunu, G., y Tutshana, B. O., 2012), se encuentra la

baja autoestima. Ghobadzadeh, Sieving y Gloppen (2016)

encontraron relación entre la autoestima y el uso de método

anticonceptivo, en su estudio comprobaron que las jóvenes con

una autoestima alta utilizan más métodos hormonales de manera

consistente que aquellas con una autoestima baja. En esta línea

también se encuentran Gonzáleza, Molina, Montero, Martínez y

Molina (2009) los cuales indicaron que las jóvenes con una

autoestima alta tienen mayor probabilidad de ser usuarias

competentes de métodos anticonceptivos.

Una escasa o deficiente educación sexual conlleva una escasa

información sobre anticoncepción y sexualidad llevando a un

aumento en las conductas sexuales de riesgo (Ministerio de

Sanidad y Política Social, 2009, citado en García Polanco, 2014).

Moure-Rodríguez, Doallo, Juan-Salvadores, Corral,

Cadaveira y Caamaño-Isorna (2016) encontraros una fuente


asociación entre el consumo intensivo de alcohol, consumo de

cannabis y las prácticas sexuales de riesgo, encontrando que los

hombres utilizan menos métodos anticonceptivos (el condón en

este estudio) que las mujeres.

En el estudio realizado por Ghobadzadeh, Sieving y

Gloppen (2016) encontraros que las jóvenes con una autoestima

alta eran más propensas a usar anticonceptivos hormonales de

manera consistente.

Otro factor a tener en cuenta en la transmisión de ITS es la

promiscuidad. Corona Lisboa y Ortega Alcalá (2013) hallaron en

su estudio que la actividad sexual era bastante común debido a la

promiscuidad y que estos jóvenes con una vida sexual activa

utilizaban poco los métodos anticonceptivos. La OMS defiende

dos estrategias para reducir el número de embarazo en los

adolescentes y la proliferación de las ITS, siendo una de estas

estrategias la fidelidad y la otra el uso del preservativo. La OMS

llamó convencionalmente el “ABC de prevención del VIH”, donde

A se refiere a Abstinence (abstinencia); B a Being faithful

(fidelidad) y C refiriéndose a Condom use (uso del preservativo)

(Cunha-Oliveira, Cunha-Oliveira, Pita y Massano-Cardoso, 2009).

Varios autores encontraron que las relaciones esporádicas y la no

planificación de las relaciones sexuales entre los jóvenes implican

el no uso de métodos anticonceptivos (Rodíguez, 2015 y Pitts y

Emans, 2014)
.

Por ello, y por lo expuesto anteriormente, desde este

estudio se pretende comprobar si existe relación estadísticamente

significativa entre el uso de algún método anticonceptivo y la

autoestima, el uso de algún método anticonceptivo y el consumo

de sustancias. Comprobar si existe relación estadísticamente

significativa entre la edad de inicio sexual y el uso o no de método

anticonceptivo Así como la existencia de relación estadísticamente

significativa entre la autoestima y la promiscuidad entre los

jóvenes de nuestra universidad.

Método.

Participantes:

Para la realización de este trabajo se ha contado con una

muestra de 452 estudiantes universitarios pertenecientes a primero

y tercero de grado de la Universidad de Huelva. Fueron

seleccionados mediante un muestreo aleatorio estratificado por

conglomerado. Los estratos que se tuvieron en cuenta fueron las

distintas áreas del saber (Arte y Humanidades, Ingeniería y

Arquitectura, Ciencias Naturales, Ciencias de la Salud y Ciencias

Sociales y Jurídicas). En cada uno de los estratos se seleccionaron

aleatoriamente asignaturas de primer y tercer curso de los grados

impartidos. Cuando una asignatura era seleccionada se solicitaba

la participación del alumnado presente en el aula en todos los

turnos de la misma, mediante consentimiento informado. Antes de


proceder al análisis, se eliminaron 14 participantes por no haber

firmado dicho documento. También fueron excluidos aquellos

alumnos que no habían mantenido relaciones sexuales completas o

que no habían contestado dicha pregunta (99 participantes),

obteniendo una muestra de 339 personas.] De estas, 46 cursaban

grados de Arte y Humanidades (un 13,6%), 14 de Ingeniería y

Arquitectura (un 4,1%), 17 de Ciencias Naturales (un 5,5%), 152

de Ciencias de la Salud (un 44,8%) y 110 de Ciencias Sociales y

Jurídicas (un 32,4%). La distribución de los participantes por sexo

de cada una de las áreas del conocimiento se muestra en la tabla 1.

Tabla 1. Distribución de los participantes por área del conocimiento y sexo

Muestr

a Hombres Mujeres

N N % N %

Arte y Humanidades 46 23 50.0 23 50.0

Ingeniería y Arquitectura 14 10 71.4 4 28.6

Ciencias Naturales 17 9 53.0 8 47.0

Ciencias de la Salud 152 24 15.8 128 84.2

Ciencias Sociales y Jurídicas 110 50 45.5 60 54.5

Total 339 116 34.2 280 65.8

El promedio de edad de la muestra era de 21.29 años (con una desviación típica
de 5.18), siendo el promedio en hombre de 21.87 (desviación típica de 5.24) y en
mujeres de 21.00 (desviación típica de 5.15)

Variables e Instrumentos
Los participantes contestaron a un cuestionario sobre diversas áreas relacionadas

con la salud (cuestionario HBU). Se han seleccionado las preguntas referidas a

sexualidad, uso de método anticonceptivo,autoestima, consumo de drogas y

promiscuidad. A continuación se detallará cada una de las variables utilizada en el

presente estudio.

Referente a la sexualidad conjuntamente a la pregunta de si habían mantenido

relaciones sexuales completas (pregunta que en caso de ser negativa descarta al sujeto

de nuestra muestra) se utilizó una pregunta categórica no ordenable diseñada para la

investigación para conocer la orientación sexual de los participantes,que presentaba 5

respuestas excluyentes, una de ella (“Otras”) los participante podían especificarla en una

respuesta abierta.

En relación con el uso o no de método anticonceptivo, se utilizó una pregunta

categórica donde el participante tenía que señalar que método de los presentes había

utilizado en sus última relaciones sexuales completas. El participante podía marcar más

de una opción. En este estudio se ha considerado la “marcha atrás” como no uso de

método anticonceptivo, así como aquellos que han marcados “métodos naturales”.

Aquellos participantes que marcaron una o varias de las otras opciones han sido

agrupados como que sí utilizan anticonceptivos.

La autoestima ha sido medida mediantes la escala de autoestima de Rosenberg

(1989), incluido en el cuestionario HBU. El participante debe marcar en una escala

Likert (totalmente de acuerdo hasta dividido equitativamente en positivos y negativos

Rosenberg entiende la autoestima como un sentimiento hacia uno


5

mismo, que puede ser positivo o negativo, el cual se construye por medio

de una evaluación de las propias características. La escala fue dirigida en un

principio a adolescentes, hoy se usa con otros grupos etarios. Su aplicación


es simple y rápida. Cuenta con 10 ítems, divididos equitativamente en

positivos y negativos (ejemplos, sentimiento positivo: " creo que tengo un

buen número de cualidades " sentimiento negativo: " siento que no tengo

muchos motivos para sentirme orgulloso de mi" ). Es un instrumento

unidimensional que se contesta en una escala de 4 alternativas, que va

desde " muy de acuerdo" a " muy en desacuerdo" .

última vez que tuviste relaciones sexuales completas, ¿qué método utilizasteis tú o tu

pareja? Marcha atrás”, “La última vez que tuviste relaciones sexuales completas, ¿qué

método utilizasteis tú o tu pareja? Anillo Vaginal”, “La última vez que tuviste

relaciones sexuales completas, ¿qué método utilizasteis tú o tu pareja? Parche

anticonceptivo”, “La última vez que tuviste relaciones sexuales completas, ¿qué método

utilizasteis tú o tu pareja? DIU”, “La última vez que tuviste relaciones sexuales

completas, ¿qué método utilizasteis tú o tu pareja? Diafragma y espermicidas”, La

última vez que tuviste relaciones sexuales completas, ¿qué método utilizasteis tú o tu

pareja? Métodos naturales”, “La última vez que tuviste relaciones sexuales completas,

¿qué método utilizasteis tú o tu pareja? Algún otro” y La última vez que tuviste

relaciones sexuales completas, ¿qué método utilizasteis tú o tu pareja? No utilizamos

ningún método.

DETALLA

Satisfacción corporal.

Se ha empleado una pregunta categórica diseñada para la investigación:

“¿Piensas que tu cuerpo es…?”, que presentaba las respuestas excluyentes “Demasiado
delgado”, “Un poco delgado”, “Tiene la talla adecuada”, “Un poco gordo” y

“Demasiado gordo”.

Para esta variable también se han empleado 6 indicadores más: “Me siento

frustrado/a con mi apariencia física”, “Estoy satisfecho/a con mi apariencia”, “Odio mi

cuerpo”, “Me siento cómodo/a con mi cuerpo”, “Desprecio mi cuerpo” y “Me gusta mi

apariencia a pesar de mis defectos”. Todos ellos se responden en una escala de

Totalmente en desacuerdo (valorado con un 1), En desacuerdo (valorado con un 2), Ni

de acuerdo ni en desacuerdo (valorado con un 3), De acuerdo (valorado con un 4) y

Totalmente de acuerdo (valorado con un 5).

Consumo de drogas.

Se ha empleado una pregunta categórica para, conocer el consumo y la

frecuencia, de cada una de las sustancias. Para el alcohol: “¿Cuántos días (si existe

alguno) has bebido alcohol? [En el último año]” y “¿Cuántos días (si existe alguno) has

bebido alcohol [En el último año]?”. Todo ello se responde en una escala de Nunca

(valorado en un 1), 1-2 días (valorado en un 2), 3-5 días (valorado en un 3), 6-9 días

(valorado en un 4), 10-19 días (valorado en un 5), 20-29 (valorado en un 6), 30 días (o

más) (valorado en un 7) y Diariamente (valorado en un 8). Otro indicador relacionado

con el alcohol es el relativo a la edad que se consumió esta sustancia por primera vez:

“¿A qué edad hiciste por primera vez las siguientes cosas? Si hay algo que no has hecho

nunca, elige la categoría “Nunca”. [Beber alcohol (algo más que probarlo o dar un

trago)]”. Este se responde en una escala de Nunca (valorado en un 1), 11 años o menos

(valorado en un 2), 12 años (valorado en un 3), 13 años (valorado en un 4), 14 años


(valorado en un 5), 15 años (valorado en un 6), 16 años valorado en un 7), 17 años

(valorado en un 8), 18 años (valorado en un 9) y 19 o más (valorado en un 10).

Para el consumo de cannabis los indicadores usados son: “¿Has tomado alguna

vez cannabis (hachís o marihuana, “porros”)? [En los últimos 30 días]” y “¿Has tomado

alguna vez cannabis (hachís o marihuana, “porros”)? [En el último año]”. Estos dos

indicadores se responden en una escala Nunca (valorado en un 1), 1-2 días (valorado en

un 2), 3-5 días (valorado en un 3), 6-9 días (valorado en un 4), 10-19 días (valorado en

un 5), 20-29 (valorado en un 6), 30 días (o más) (valorado en un 7) y Diariamente

(valorado en un 8). Al igual que ocurre con el alcohol, con este indicador también

interesa la edad de comienzo de consumo para ver si un consumo precoz tiene relación

con el uso de métodos anticonceptivos, para ello se utilizó el indicador: “¿A qué edad

hiciste por primera vez las siguientes cosas? Si hay algo que no has hecho nunca, elige

la categoría “Nunca”. [Fumar cannabis]”. Este se responde en una escala de Nunca

(valorado en un 1), 11 años o menos (valorado en un 2), 12 años (valorado en un 3), 13

años (valorado en un 4), 14 años (valorado en un 5), 15 años (valorado en un 6), 16 años

valorado en un 7), 17 años (valorado en un 8), 18 años (valorado en un 9) y 19 o más

(valorado en un 10).

Para el resto de drogas se utilizó los indicadores relativos: “¿Has tomado una o

varias de estas drogas en tu vida? [Éxtasis, pastillas, MDM…]”, “¿Has tomado una o

varias de estas drogas en tu vida? [Anfetaminas o speed]”, “¿Has tomado una o varias

de estas drogas en tu vida? [Cocaína]” y “¿Has tomado una o varias de estas drogas en

tu vida? [LSD (ácido, tripi, alucinógenos…)]. Estos indicadores se responden en una


escala de Nunca (valorado en un 1), 1-2 días (valorado en un 2), 3-5 días (valorado en

un 3), 6-9 días (valorado en un 4), 10-19 días (valorado en un 5), 20-29 (valorado en un

6), 30 días (o más) (valorado en un 7) y Diariamente (valorado en un 8). Al igual que en

el resto de indicadores anteriores relativos al consumo de drogas también empleamos el

indicador: “¿A qué edad hiciste por primera vez las siguientes cosas? Si hay algo que no

has hecho nunca, elige la categoría “Nunca”. [Consumir otras drogas, distintas al

cannabis, alcohol y tabaco]”. Nunca (valorado en un 1), 11 años o menos (valorado en

un 2), 12 años (valorado en un 3), 13 años (valorado en un 4), 14 años (valorado en un

5), 15 años (valorado en un 6), 16 años valorado en un 7), 17 años (valorado en un 8),

18 años (valorado en un 9) y 19 o más (valorado en un 10

Sexualidad

Conjuntamente a la pregunta de si habían mantenido relaciones sexuales

completas (nuestra muestra sólo está formada por aquellos participantes que han

contestado afirmativamente a esta cuestión), se han utilizados diversos indicadores

sobre aspectos relacionados con la sexualidad. En este análisis se tratará el uso de

métodos anticonceptivos. Se han empleado el siguiente indicador: “La última vez que

tuviste relaciones sexuales completas, ¿qué método utilizasteis tú o tu pareja? Píldora”,

“La última vez que tuviste relaciones sexuales completas, ¿qué método utilizasteis tú o

tu pareja? Preservativo”, “La última vez que tuviste relaciones sexuales completas, ¿qué

método utilizasteis tú o tu pareja? Marcha atrás”, “La última vez que tuviste relaciones

sexuales completas, ¿qué método utilizasteis tú o tu pareja? Anillo Vaginal”, “La última

vez que tuviste relaciones sexuales completas, ¿qué método utilizasteis tú o tu pareja?
Parche anticonceptivo”, “La última vez que tuviste relaciones sexuales completas, ¿qué

método utilizasteis tú o tu pareja? DIU”, “La última vez que tuviste relaciones sexuales

completas, ¿qué método utilizasteis tú o tu pareja? Diafragma y espermicidas”, La

última vez que tuviste relaciones sexuales completas, ¿qué método utilizasteis tú o tu

pareja? Métodos naturales”, “La última vez que tuviste relaciones sexuales completas,

¿qué método utilizasteis tú o tu pareja? Algún otro” y La última vez que tuviste

relaciones sexuales completas, ¿qué método utilizasteis tú o tu pareja? No utilizamos

ningún método.

Promiscuidad.

Procedimiento

Los datos fueron recogidos mediante un diseño de encuesta transversal durante

el mes de noviembre de 2018. El tiempo promedio para contestar el cuestionario fue de

aproximadamente 20 minutos.

La recogida de datos se hizo de forma presencial administrando el cuestionario

en papel durante una hora lectiva. Los encuestadores, debidamente entrenados para el

trabajo de campo, solicitaban la colaboración desinteresada del alumnado, explicando

cuál sería su participación en los términos aprobados por el Comité de Bioética de la

Universidad de Huelva. Se recalcaba que la participación era voluntaria y que el estudio

no estaba relacionado con las asignaturas que cursaban. Asimismo, se les explicaba la
posibilidad de renunciar a colaborar, y de dejar en blanco las preguntas que quisieran.

Igualmente, se solicitó que firmasen un documento de consentimiento informado.

Los datos han sido analizados mediante el paquete estadístico SPSS para Windows
25.0.

Referencias

Corona Lisboa, J., & Ortega Alcalá, J. (2013). Comportamiento sexual y conocimiento sobre
infecciones de transmisión sexual en estudiantes venezolanos de un liceo del municipio de
Miranda. MediSan, 17(1), 78-85.

Rosenberg, M. (1989). Society and the adolescent Self-image. Revised edition. Middletown, CT:
Wesleyan University Press.

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