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PRIMER ARTÍCULO (ejército y población civil durante la guerra de independencia:

unas relaciones conflictivas) Hispania Nova. Canales Gil E.

http://hispanianova.rediris.es/articulos/03_003.htm (dialnet, 1 artículo)

https://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=XhNeitr2omcC&oi=fnd&pg=PA4&dq=gu
erra+de+independencia+espa%C3%B1ola&ots=MKmxmsh7f_&sig=6_NimMA2lwbIeQ
mlqZ5Si6h--qA#v=onepage&q=guerra%20de%20independencia%20espa%C3%B1ola&
f=false

https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/2596534.pdf

Mahan, A.T. "The Life of Nelson." Kessinger Publishing, LLC, 2005.

https://www.cervantesvirtual.com/portales/constitucion_1812/contexto_historico5/
https://humanidades.com/constitucion-espanola-de-1812/

Introducción (sacada del primer artículo):

Entre 1808 y 1814, en la Península Ibérica, se produjo un conflicto bélico entre las tropas
francesas y el conjunto de fuerzas españolas en donde se encontraban unidas las fuerzas
del ejército español, las diversas tropas irregulares surgidas debido al levantamiento
popular, los contingentes portugueses y los efectivos británicos que fueron enviados a
luchar contra Napoleón Bonaparte en el frente ibérico.

Lo que se creía que iba a ser una rápida conquista para el emperador francés que, ya se
encontraba librando numerosos conflictos por Europa, se convirtió en una larga guerra que
desgastó la potencia militar francesa. Esto contribuyó al debilitamiento del Imperio
Napoleónico, además de causar grandes pérdidas humanas y económicas.

* A la vez que se desarrolla la guerra, se iniciará en Cádiz (que nunca fue controlada por los
franceses) el proceso de las Cortes, que alumbrarán la primera constitución española, en 1812.

Causas
- Invasiones de las tropas francesas con el Tratado de Fontainebleau (1807): En 1807,
España firmó el Tratado de Fontainebleau con Francia, que permitió a las tropas
francesas atravesar territorio español para invadir Portugal. Sin embargo, una vez
que las tropas francesas estuvieron en España, comenzaron a comportarse de
manera opresiva y a imponer su autoridad, lo que generó un creciente descontento
entre la población española.

- José Bonaparte declarado rey de España (1808): Tras la abdicación forzada de


Carlos IV en Bayona en 1808, el hermano de Napoleón, José Bonaparte, fue
impuesto como rey de España. Esta decisión fue vista como una afrenta a la
soberanía española y desencadenó un fuerte rechazo entre los españoles, quienes
consideraron ilegítimo el gobierno de José Bonaparte.

- Represión francesa tras el levantamiento del 2 de Mayo (1808): El 2 de mayo de


1808, en Madrid, se produjo un levantamiento popular contra las tropas francesas,
marcando el inicio de la resistencia española. La represión francesa que siguió al
levantamiento, que incluyó cientos de muertes y fusilamientos, aumentó aún más la
hostilidad hacia la ocupación francesa. Este evento simbolizó la valiente lucha del
pueblo español contra la ocupación extranjera y reforzó su determinación de resistir
a los franceses.

En conjunto, estas causas, que incluyeron la ocupación francesa, la imposición de José


Bonaparte como rey y la represión tras el 2 de Mayo, desencadenaron la Guerra de
Independencia española, que fue un conflicto prolongado y significativo en la historia de
España y de Europa.

Desarrollo.

- Antecedentes y Primeros Pasos

Tras el estallido de la Revolución francesa en 1789, Carlos IV de Borbón llevaba menos de


un año en el trono de España. Su padre y antecesor fue Carlos III, uno de los monarcas
clave del Despotismo Ilustrado.

El Despotismo Ilustrado es un concepto político que surge en Europa en la segunda parte


del siglo XVIII. Fue el intento de las monarquías absolutistas de conseguir el progreso en su
nación aplicando algunas fórmulas de la teoría política de la Ilustración, generalmente
dejándole la dirección de la administración a un primer ministro, y sin contar con la
participación del pueblo. Estas políticas se resumen en la frase: “Todo para el pueblo, pero
sin el pueblo”.

Carlos III le había dejado un reino en condiciones favorables a su hijo, pues bajo su
dominio, España se había comenzado a modernizar. Pero a Carlos IV no le interesaban la
política ni el progreso del país, prefiriendo así dedicarse a su actividad favorita, la caza. Los
asuntos del reino quedaron en manos de José Moñino, conde de Floridablanca, el cual
había participado con anterioridad en las transformaciones de Carlos III.

Sin embargo, la Revolución francesa planteó graves problemas políticos a Carlos IV.
España, era contraria a los principios revolucionarios que postulaban el pueblo francés, pero
si se enfrentaba a Francia en los primeros momentos de la revolución, le estaría dando la
espalda a Luis XVI, primo de Carlos IV, el cual necesitaba más que nunca el apoyo. Esta
contradicción política marcó las actuaciones de los ministros de Carlos IV.

Cuando, en 1789, Floridablanca supo del estallido de la Revolución en Francia, decidió


cerrar todo tipo de fronteras con el país, pues no quería que sus ideas ilustradas se viesen
afectadas. Este “cordón sanitario” instauró una fuerte censura con los libros y escritos,
además de vigilar estrechamente a los franceses habitantes de España.
Poco tiempo después del estallido de la revolución, y la posterior construcción de una
monarquía constitucional con Luis XVI a la cabeza, un embajador francés llegó hasta
Madrid para que Carlos IV la reconociese oficialmente, pues entre ambos reinos existía un
Pacto de Familia que se había firmado en época de Carlos III. Debido a la indecisión de
Floridablanca, este embajador fue rechazado y el mismo marqués terminó siendo destituido
de su cargo.

Es entonces cuando Pedro Pablo Abarca de Bolea, conde de Aranda, asumió el cargo. Su
postura estaba claramente definida; era totalmente opuesto a los ideales franceses. A pesar
de ello, en mayo de 1792 se vio obligado a aceptar al embajador francés.

El ministerio de Aranda fue muy corto, pues en noviembre de 1792 fue destituido de su
cargo. Le sucedió Manuel Godoy, quién había ido escalando poder debido a la protección
brindada por la reina María Luisa de Parma.

Mientras esto pasaba en territorio español, en Francia se había condenado a Luis XVI por
traicionar a su patria, siendo ejecutado. Godoy decidió que España estaría aliada con las
potencias contrarias a la Revolución Francesa: Prusia, Austria, Gran Bretaña, Portugal,
Nápoles y Rusia. A esta guerra se le conoció como la guerra de la Convención (en ese
momento gobernaba la Convención en Francia). Este conflicto finalizó en 1795 con la Paz
de Basilea; Francia le devolvió a España los territorios de la península ocupados en la
campaña a cambio de una parte de la isla de Santo Domingo, actual Haití. La guerra no
había sido nada beneficiosa para España, la cual quedó ligada a Francia por términos de
paz, afianzándose en el Tratado de San Ildefonso en donde se establecía una relación
defensa-ofensa de cara a la guerra contra Inglaterra.

La publicación de este tratado provocó un duro enfrentamiento entre Inglaterra y las tropas
francoespañolas, siendo los últimos los derrotados. Los ingleses tomaron la isla de Trinidad
en el Caribe y, de nuevo, invadieron la isla de Menorca como tiempo atrás.

A principios de septiembre de 1803, Francia e Inglaterra habían vuelto a la guerra,


consecuencia del deseo francés por recuperar el terreno perdido en Ultramar. En 1804, la
tensión fue a más cuando Napoleón Bonaparte se autoproclamó emperador de Francia,
empezando así los preparativos para invadir Inglaterra.

La Batalla de Trafalgar fue un enfrentamiento naval crucial durante las Guerras


Napoleónicas, que tuvo lugar el 21 de octubre de 1805 frente a las costas del cabo de
Trafalgar, en el sur de España. Fue un conflicto entre la armada británica, liderada por el
almirante Lord Nelson, y la combinada franco-española comandada por los almirantes
Villeneuve y Gravina.

La victoria aplastante de tropa británica, a pesar de la muerte de Lord Nelson en combate,


aseguró la supremacía naval inglesa en el Atlántico y frustró los intentos de Napoleón por
invadir Gran Bretaña. La estrategia innovadora de la formación en línea de batalla empleada
por Nelson fue decisiva en la contienda.
A finales de noviembre de 1806, Napoleón puso en marcha un plan al que España se sumó
en 1807. Quería bloquear toda frontera comercial británica, y la única forma para ésto era a
través de la invasión a Portugal, gran aliado de Inglaterra.

Esta nueva alianza quedó recogida en el Tratado de Fontainebleau, acuerdo firmado el 27


de octubre de 1807, siendo esto un preludio crucial para la invasión francesa de España.

El tratado estipulaba acuerdos secretos entre Francia y España para la invasión secreta de
Portugal. Los términos del tratado incluían, entre otros puntos, los siguientes:

1. División de Portugal: el tratado acordó dividir Portugal en tres partes La parte


septentrional del país, incluyendo Oporto, quedaría reservada para el propio
Napoleón. El Alentejo y Algarve se destinarían a Godoy, y el resto se conservaría
bajo la administración portuguesa.
2. Facilitación del paso de tropas francesas por territorio español: se permitía el
paso de las tropas francesas a través de España para llevar a cabo la invasión.
3. Establecimiento de guarniciones francesas en España: el tratado permitía a las
tropas francesas ocupar ciertas zonas estratégicas en España como puntos de paso
y preparación para la invasión de Portugal.

El Tratado de Fontainebleau fue el punto que allanó el camino de Napoleón para invadir
España.

- Invasión de Portugal (1807-1808).

La invasión de Portugal por el general Junot en 1807 provocó una crisis en la Península
Ibérica, provocando la huida de la familia portuguesa a Brasil.

Esto supuso la resistencia de Portugal, que contaba con el apoyo de las tropas británicas
que desembarcaron para enfrentar a los franceses. La batalla de Vimeiro en 1808 fue un
punto crucial, pues se derrotaron a las fuerzas francesas.

- Guerra de Independencia Española.

En ese mismo año, Napoleón decidió invadir España, desencadenando así la denominada
Guerra de Independencia Española.

En marzo de 1808 se produjo el denominado Motín de Aranjuez, una revuelta popular en el


palacio de Aranjuez debido a que allí, la familia real preparaba su huida. En esta protesta se
rechazó el gobierno de Godoy, acusado de corrupción, y supuso un grito de descontento
hacia la monarquía y las políticas llevadas a cabo. La participación del entonces príncipe
Fernando, quien mostró su apoyo a la revuelta, generó un cambio crucial en el panorama
político de España.

Este motín, visto como un levantamiento espontáneo, fue una manifestación del malestar
generalizado de la población, irritada por la influencia francesa y las tensiones
internacionales. Todo esto provocó la caída de Godoy como ministro, además de la
abdicación de Carlos IV en su hijo Fernando VII.

En este contexto de tensiones familiares y políticas, Napoleón convocó a Carlos IV y


Fernando VII a Bayona, localidad de Francia, bajo la aparente intención de mediar en sus
disputas. Sin embargo, el objetivo de Napoleón era presionar a ambos Borbones para que
renunciaran al trono español. Ambos monarcas abdicaron en Napoleón, quien a su vez le
cedió la corona a su hermano, José Bonaparte. Esto hizo que España quedase como un
reino satélite de Francia y, por consecuente, se afianzase el dominio napoleónico en
Europa.

Todo esto fue un caldo de cultivo para que los españoles se levantasen contra los franceses
en la insurrección popular del Dos de mayo en Madrid. Los madrileños, en su mayoría
civiles comunes, se enfrentaron a las tropas francesas en las calles de la ciudad utilizando
combinaciones de armas improvisadas y coraje. Aunque la revuelta fue inicialmente caótica,
los ciudadanos lograron infligir importantes bajas a los soldados franceses. Sin embargo, las
tropas francesas finalmente sofocaron la insurrección con brutales represalias, ejecuciones
y represión por parte de las fuerzas invasoras.

Algunas figuras importantes que destacaron en este acontecimiento fueron: Juan Martín
Díez, conocido como “El Empecinado”, el cual fue un líder guerrillero, Francisco de Goya,
quien documentó la violencia y el sufrimiento en su obra “El tres de mayo de 1808 en
España, y los militares Luis Daoíz Torres, y Pedro Velarde Santillán.

Esto no impidió que se terminase desencadenando una cadena de levantamientos por todo
el país, dando lugar a la existencia de la terminología “guerra por la libertad del país”. Fue
un conflicto amplio, pues, por una parte, se trató de una guerra entre Francia e Inglaterra en
el suelo español, y por la otra parte, fue una guerra civil entre los que aceptaron a José I y
sus reformas, denominados afrancesados, y los que se rebelaron contra éste, los patriotas.

- Fases de la guerra.

La primera fase, de junio a febrero de 1808, tiene lugar tras el fracaso del levantamiento en
Madrid. Los soldados franceses intentaban frenar los alzamientos urbanos que se habían
extendido por las ciudades más importantes. En junio tuvo lugar el primer sitio en Zaragoza,
posesión importante para controlar la vía de comunicación del valle del Ebro. La ciudad
resistió, frustrando los planes franceses. Lo más destacado de esta fase fue la Batalla de
Bailén, donde un ejército francés fue derrotado por un ejército español improvisado. La
derrota tuvo repercusiones, pues era la primera vez que un ejército napoleónico había
fracasado.

La segunda fase, de noviembre de 1808 a primavera de 1812, ocurrió el apogeo francés.


Napoleón vio que debía cambiar su estrategia tras haber perdido en Bailén, por lo que envió
un gran ejército para someter al pueblo español. Cádiz fue el único territorio que no fue
invadido por los franceses, pues en el puerto se encontraban embarcaciones británicas,
pues Inglaterra decidió apoyar militarmente a España. Lo más decisivo en esta etapa fue la
innovación estratégica de los españoles, la guerra de guerrillas. Esto era la máxima
expresión de guerra popular, y una auténtica pesadilla para los franceses, pues los
pequeños y continuos ataques conseguían el desgaste e inmovilización del enemigo.

La tercera y última fase, de primavera de 1812 a agosto de 1813, se inició cuando Napoleón
fue obligado a retirar un gran número de tropas para así enviarlas a invadir a Rusia. El
desastre del ejército francés en Rusia hizo que, tras numerosas e importantes batallas que
acabaron dándole la victoria a España. Las tropas fueron expulsadas del reino, Napoleón
firmó el Tratado de Valençay en diciembre de 1813 y Fernando VII volvió a instaurarse como
monarca.

- Política y Constitución de 1812.

Paralelo a esto, en 1808, ante el vacío de poder causado por la ausencia de los reyes,
surgieron diferentes Juntas Provinciales que asumieron la soberanía y a su vez convocaron
una Junta General Suprema que, ante el avance francés, se refugió en Cádiz donde
convocó Cortes antes de disolverse en un consejo de Regencia. La reunión de Cortes no se
hizo por estamentos, sino una sola cámara de diputados de distintas provincias, incluidas
las colonias americanas. Enseguida se distinguieron dos grupos ideológicos: liberales
partidarios de las reformas y los serviles contrarios a las mismas.

En general prevalecieron las ideas liberales y elaboraron la Constitución de 1812,


denominada "La Pepa", promulgada el 19 de marzo. Se reconoció la soberanía nacional y la
división de poderes (legislativo, ejecutivo judicial). Además, también se reconocieron los
derechos del ciudadano y el sufragio universal masculino indirecto. También se abolieron los
privilegios estamentales y se estableció la religión católica como la oficial.

Consecuencias

Como consecuencia de ésta guerra encontramos la pérdida de vidas humanas y la


destrucción de bienes materiales considerables, y supusieron para el país un serio
quebranto, dejando una gran deuda del Estado. España, desangrada por una contienda y
con dos administraciones en conflicto, se sumió en el caos, que, además, fue clave para
movimientos independentistas en las colonias de América.

También hubo una gran caída de la natalidad debido al gran número de muertes, freno en el
campo ( pararon los cultivos y las cosechas), freno en la industria y también en el
transporte.

Los guerrilleros desorganizaron el Ejército y permitieron que personas comunes se unieran


a la milicia, lo que antes no estaba permitido.

Después de la guerra, se desató un conflicto entre quienes apoyaban el sistema antiguo (el
Antiguo Régimen) y quienes estaban en contra. Esto provocó tres enfrentamientos civiles en
el siglo XIX y, con el tiempo, creó divisiones políticas y sociales en España, conocidas como
"las dos Españas".
Además de la pérdida de vidas, fue perjudicial el exilio de los afrancesados, que se vieron
obligados a cruzar los Pirineos para eludir las represalias de los vencedores. La cifra de
exiliados oscila entre los 5.000 y los 15.000.

Conclusión

La Guerra de Independencia Española, que tuvo lugar entre 1808 y 1814, marcó un punto
crucial en la historia de España y de Europa. Fue un conflicto complejo en el que los
españoles lucharon contra la ocupación napoleónica, defendiendo su independencia y
resistiendo con valentía. La guerra resultó en la restauración de la monarquía española y
tuvo un impacto significativo en la política europea de la época. Esta lucha por la
independencia fortaleció el sentido de identidad nacional en España y dejó una huella
duradera en su historia, contribuyendo a la formación de la España moderna.

Preguntas para el debate

1. creéis qse podría haber evitado la invasión francesa?

2. ¿Creéis que nos comportamos del mismo modo con las colonias americanas?

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