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Histología normal de las mamas

La glándula mamaria posee entre 15 y 25 conductos lactíferos que están en el

denominado pezón. Están en ramificaciones en ductos más pequeños y terminan en la unidad

ductal terminal (lóbulo), que está formado por un ducto terminal y muchos ductulos o acinos

pequeños. Y es importante mencionar que los ductos y ductulos están revestidos por una capa

interna de células epiteliales cúbicas a columnares y una capa externa de células

mioepiteliales. Además, las mioepiteliales contráctiles con miofilamentos que se disponen

como una malla sobre la membrana basal y las células epiteliales luminales que se

superponen a las células mioepiteliales. Se postula que una célula madre comprometida en el

conducto terminal puede dar lugar a las células tanto luminales como mioepiteliales. También

existen dos tipos de estroma mamario. El estroma interlobulillar, que corresponde a un tejido

conjuntivo fibroso denso mezclado con tejido adiposo. Y el estroma intralobulillar que rodea

a los acinos de los lobulillos y está constituido por células similares a los fibroblastos con

respuesta hormonal.

El epitelio y el estroma lobular reaccionan al estímulo hormonal. Durante el embarazo

existe una marcada proliferación de ductulos que produce un agradecimiento de los lóbulos y

las células epiteliales muestran abundante citoplasma lleno de vacuolas secretoras.

Las glándulas mamarias o mamas, son una característica distintiva de los mamíferos.

Son órganos estructuralmente dinámicos, que varían según la edad, el ciclo menstrual y el

estado reproductivo de la mujer. Durante la vida intrauterina, hay crecimiento y desarrollo de

tejido mamario en ambos sexos. Entre la región axilar y la región inguinal aparecen múltiples

glándulas a lo largo de engrosamientos epidérmicos bilaterales denominados crestas

mamarias (líneas lácteas). En los seres humanos lo normal es que un solo grupo de células

prolifere para formar una mama a cada lado de la línea media. En el 1% de la población

femenina puede aparecer como trastorno hereditario una mama adicional (polimastia) o un
pezón supernumerario (politelia). Estas alteraciones, que son bastante infrecuentes, también

pueden en el varón.

En las mujeres, las glándulas mamarias se desarrollan por la acción de las


hormonas sexuales.

Figura 1. Los lóbulos de las Glándulas Mamarias

Hasta la pubertad, las glándulas mamarias tanto femeninas como masculinas se

desarrollan de un modo similar. Al comenzar la pubertad en los varones, la testosterona actúa

sobre las células mesenquimáticas para inhibir el crecimiento adicional de las glándulas

mamarias. En la misma época en las mujeres, las mamas siguen desarrollándose por la acción

hormonal de los estrógenos y la progesterona. Los estrógenos estimulan el desarrollo

adicional de las células mesenquimatosas. La glándula mamaria aumenta de tamaño, sobre

todo por la proliferación del tejido adiposo interlobulillar. Los conductos se extienden y se

ramifican hacia el estroma de tejido conjuntivo en expansión. La proliferación de las células

epiteliales es controlada por las interacciones entre el epitelio y el tejido conjuntivo laxo del

estroma especializada intralobulillar, que es sensible a las hormonas.

En la adultez, ya se ha establecido la arquitectura canalicular completa de la glándula.

Las glándulas mamarias permanecen en estado inactivo hasta el embarazo, durante el cual

adquieren su maduración morfológica y funcional completa. Esto ocurre en respuesta a los

estrógenos y la progesterona secretados inicialmente por el cuerpo lúteo y más tarde por la

placenta, a la prolactina de la hipófisis y a los gonadocorticoides sintetizados por la corteza

suprarrenal. Al final del embarazo, en las células epiteliales se encuentran vesículas de


secreción, pero la producción de leche es inhibida por las concentraciones elevadas de

progesterona. El inicio real de la secreción láctea se produce inmediatamente después del

nacimiento y es inducido por la prolactina (PRL) secretada por la adenohipófisis. La eyección

de leche de la mama es estimulada por la oxitocina liberada desde la neurohipófisis. Con el

cambio en el entorno hormonal que ocurre en la menopausia, el componente glandular de la

mama involuciona y es reemplazado por tejido conjuntivo y adiposo. En los hombres, cierto

desarrollo adicional de las glándulas mamarias normalmente ocurre después de la pubertad,

pero las glándulas permanecen rudimentarias.

Figura 2. Dibujo esquemático de la mama humana

Las glándulas mamarias son glándulas sudoríparas apocrinas tubuloalveolares


modificadas.

Las glándulas mamarias tubuloalveolares, que derivan de las glándulas sudoríparas

modificadas de origen epidérmico, se encuentran en el tejido subcutáneo. La mama adulta

inactiva está compuesta por 15 a 20 lóbulos irregulares que se hallan separados por bandas de

tejido conjuntivo fibroso, adoptan una disposición radial desde las papilas mamarias o pezón

y además se subdividen en numerosos lobulillos conocidos como unidades lobulillares de

conducto terminal (TDLU) Algunas de las bandas fibrosas, denominadas ligamentos


suspensorios o ligamentos de Cooper, se unen a la dermis. En el tejido conjuntivo denso de

los espacios interlobulillares se encuentra tejido adiposo abundante.

Cada glándula termina en un conducto galactóforo que desemboca en el pezón a

través de un orificio estrecho. Debajo de la aréola, la región pigmentada que rodea el pezón,

cada conducto presenta una porción dilatada que recibe el nombre de seno galactóforo. Cerca

de sus orificios, los conductos galactóforos están revestidos por epitelio estratificado plan

cornificado. El revestimiento epitelial del conducto muestra una transición gradual de

estratificado plano a dos capas de células cubicas a la altura de los senos galactóforos y

finalmente a una sola capa de células cilíndricas o cúbicas en todo el resto del sistema de

conductos.

Figura 3. Microfotografías de un corte a través del pezón femenino

La epidermis del pezón y de la aréola del adulto está muy pigmentada y un tanto

arrugada y su superficie profunda es empujada por papilas dérmicas largas. El epitelio es

estratificado plano cornificado. La pigmentación del pezón aumenta en la pubertad y éste se

torna más prominente. Durante el embarazo, la areola se agranda y el grado de pigmentación

aumenta aún más. En la profundidad de la aréola y del pezón hay haces de fibras musculares

lisas que se disponen de forma radial y circunferencial en el tejido conjuntivo denso y en

sentido longitudinal a lo largo de los conductos galactóforos. Estas fibras musculares

permiten que el pezón se torne erecto en respuesta a estímulos diversos.


La aréola contiene glándulas sebáceas, glándulas sudoríparas y glándulas mamarias

modificadas (glándulas de Montgomery). Estas glándulas poseen una estructura intermedia

entre las glándulas sudoríparas y las verdaderas glándulas mamarias, y producen pequeñas

elevaciones en la superficie de la aréola. Se cree que las glándulas de Montgomery producen

una secreción lubricante y protectora que modifica el pH de la piel e inhibe la proliferación

microbiana. En el pezón hay muchas terminaciones nerviosas sensitivas; en la aréola, la

cantidad es menor.

La unidad lobulillar de conducto terminal (TDLU) de la glándula mamaria

corresponde a una aglomeración de alvéolos secretores pequeños (en la mama en lactación) o

de conductillos terminales (en la mama inactiva) rodeados por estroma intralobulillar.

Las ramificaciones sucesivas de los conductos galactóforos conducen a la unidad

lobulillar de conducto terminal (TDLU). Cada TDLU corresponde a una aglomeración

similar en racimo de alvéolos pequeños que forma un lobulillo y consiste en las siguientes

estructuras:

 Conductillos terminales, que se encuentran en la glándula inactiva. Durante el

embarazo y después del parto, el epitelio de los conductillos terminales, que está

compuesto por células secretoras, se diferencia en alvéolos secretores totalmente

funcionales que producen leche.

 Conducto colector intralobulillar, que transporta las secreciones alveolares al

conducto galactóforo.

 Estroma intralobulillar, que consiste en tejido conjuntivo laxo especializado, sensible

a hormonas, que rodea los conductillos terminales y los alvéolos. El tejido conjuntivo

intralobulillar contiene muy pocos adipocitos.


Las células epiteliales y mioepiteliales de las glándulas mamarias son las células más

importantes que se asocian con los conductos y los lobulillos mamarios. Las células

epiteliales glandulares revisten el sistema de conductos, mientras que las células

mioepiteliales están situadas en la profundidad del epitelio entre las células epiteliales y la

lámina basal. Estas células, dispuestas en una red de aspecto similar a una cesta, están

presentes en las porciones secretoras de la glándula. En los cortes derutina teñidos con

hematoxilina y eosina (H&E), las células mioepiteliales son más obvias en los conductos de

mayor calibre. Sin embargo, en los preparados sometidos a técnicas inmunocitoquímicas, sus

estructuras discontinuas en forma de cesta se visualizan mejor dentro de los alvéolos.

Figura 4. Unidad lobulillar de conducto terminal

La morfología de la porción secretora de la glándula mamaria varía con el ciclo


menstrual.
En la glándula inactiva, el componente glandular es escaso y consiste sobre todo en

elementos del conducto Durante el ciclo menstrual, la mama inactiva sufre modificaciones

cíclicas leves. Al comienzo de la fase folicular, el estroma intralobulillar es menos densa y los

conductillos terminales aparecen como cordones formados por células epiteliales con forma

cúbica sin luz o con muy poca. Durante la fase lútea, la altura de las células epiteliales

aumenta y en los conductos aparece una luz cada vez mayor conforme se acumulan pequeñas

cantidades de secreciones. Además, en el tejido conjuntivo se acumula líquido. A esto le sigue


la involución y la apoptosis súbitas durante los últimos días del ciclo menstrual antes del

inicio de la menstruación.

Las glándulas mamarias sufren una proliferación y un desarrollo notorios durante el

embarazo.

Las glándulas mamarias sufren varios cambios en preparación para la lactación. Estas

modificaciones pueden estudiarse según el trimestre del embarazo.

 El primer trimestre se caracteriza por el alargamiento y la ramificación de los

conductillos terminales. Las células epiteliales de revestimiento y las células

mioepiteliales proliferan y se diferencian de las células progenitoras mamarias que

están en el epitelio de los conductillos terminales. Las células mioepiteliales

proliferan entre la superficie basal de las células epiteliales y la lámina basal, tanto en

la porción alveolar como en la porción canalicular de la glándula.

 El segundo trimestre se caracteriza por la diferenciación de los alvéolos a partir de los

extremos de crecimiento de los conductillos terminales. La proliferación del tejido

glandular no es uniforme y hay variaciones en el grado de desarrollo aún dentro de un

mismo lobulillo. Las células varían su forma desde aplanadas hasta cilíndricas bajas.

A medida que la mama se desarrolla, los plasmocitos, los linfocitos y los eosinófilos

infiltran el estroma de tejido conjuntivo intralobulillar. En esta etapa, la cantidad de

tejido glandular y el volumen de la mama aumentan sobre todo debido a la

proliferación de los alvéolos.

 En el tercer trimestre comienza la maduración de los alvéolos. Las células epiteliales

glandulares se tornan cúbicas y los núcleos se ubican en la superficie celular basal.

Estas células desarrollan un RER extenso y en su citoplasma aparecen vesículas de

secreción e inclusiones lipídicas. La proliferación real de las células del estroma


interlobulillar declina y el aumento de tamaño ulterior de la mama se produce por

hipertrofia de las células secretoras y la acumulación de producto de secreción en los

alvéolos. Los cambios en el tejido glandular durante el embarazo se acompañan de

una reducción en la cantidad de los tejidos conjuntivo y adiposo.

En la producción de leche intervienen procesos de secreción merocrina y apocrina.

Las células secretoras contienen un retículo endoplásmico rugoso abundante, una

cantidad moderada de mitocondrias grandes, un aparato de Golgi supranuclear y varios

lisosomas densos. Según el estado secretor, en el citoplasma apical puede haber inclusiones

lipídicas grandes y vesículas de secreción. Las células secretoras sintetizan dos productos

distintos que se liberan por mecanismos diferentes.

Secreción merocrina. El componente proteico de la leche se sintetiza en el RER, se

envasa para su transporte en vesículas desecreción limitadas por membrana en el aparato de

Golgi y se libera de la célula por fusión de la membrana limitante de las vesículas con la

membrana plasmática.

Secreción apocrina. El componente graso o lipídico de la leche se origina como

inclusiones lipídicas libres en el citoplasma. Los lípidos confluyen para formar gotas grandes

que se mueven hacia la región apical de la célula y se proyectan hacia la luz del ácino. Al

liberarse, estas inclusiones son cubiertas por una envoltura de membrana plasmática.

Una capa delgada de citoplasma queda atrapada entre la membrana plasmática y la

inclusión lipídica y se libera junto con el lípido, pero la cantidad de citoplasma perdido en

este proceso es mínima.

La secreción liberada en los primeros días después del parto se conoce como calostro.

Esta preleche es una secreción amarillenta alcalina que tiene más proteínas, vitamina A, sodio

y cloruro y menos lípidos, hidratos de carbono y potasio que la leche definitiva. Contiene una
cantidad considerable de anticuerpos (sobre todo IgA secretora) que proveen cierto grado de

inmunidad pasiva al neonato. Se cree que los anticuerpos en el calostro son producidos por

los linfocitos y los plasmocitos que infiltran el tejido conjuntivo laxo de la mama durante su

proliferación y desarrollo y se secretan a través de las células glandulares como ocurre en las

glándulas salivales y en el intestino. A medida que la cantidad de estas células migrantes se

reduce después del parto, la producción de calostro cesa y se produce la leche con abundancia

de lípidos.

Figura 5. Fotomicrografía de una glándula mamaria inactiva.


Referencias Bibliográficas
EUROCYTOLOGY. (2019). ANATOMÍA E HISTOLOGÍA DE LA MAMA. Obtenido de
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Pawlina, W. (2001). Glándulas Mamrias. En W. Pawlina, Ross Histología Texto Y Atlas. Correlación con
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