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GLANDULAS MAMARIAS

Anatomía de la glándula mamaria.


Se presenta como una masa casi oval con eje mayor transversal. Su cara posterior es regularmente
plana. Su cara anterior esta, por el contrario, erizada de salientes que constituyen crestas
fibroglandulares adonde llegan los ligamentos suspensorios. La circunferencia de la glándula
mamaria es muy irregular debido a que emite prolongaciones que se designan según su dirección:
medial, inferomedial, inferolateral, superior y superolateral o axilar. Entre estas prolongaciones de la
glándula, la mas constante es el proceso axilar, que transcurre hacia arriba y lateralmente, rodeando
el borde inferior del pectoral mayor, hay otra inferomedial o abdominal, hacia la vaina del musculo
recto del abdomen. La glándula mamaria esta constituida por 15 a 20 lóbulos glandulares, de forma
cónica. Cada lóbulo de la glándula mamaria esta formado por la unión de numerosos lobulillos
donde se encuentran los acinos o alveolos. Cada uno de estos lóbulos posee un conducto excretor:
el conducto lactífero o galactóforo. Los conductos galactóforos son flexuosos, contorneados, y se
dirigen hacía el pezón, antes de llegar a él, presentan una dilatación fusiforme de 1,2 a 1,5 mm de
ancho, la ampolla o seno lactífero o galactóforo donde se almacena la secreción láctea en el
intervalo de cada lactada, luego, cada conducto galactóforo atraviesa el pezón según un trayecto
rectilíneo para ir a abrirse en su vértice por los poros galactóforos.
Capa adiposa retromamaria.
En la cara posterior de la glándula existe una capa de tejido adiposo mucho mas delgada que la capa
premamaria. Detrás de la capa retromamaria se encuentra la capa membranosa de la tela
subcutánea, relacionada con la glándula por algunas trabéculas fibrosas que separan los cuerpos
adiposos entre sí. La capa membranosa esta separada de la fascia del musculo pectoral mayor por
tejido adiposo mas o menos laxo que desempeña la función de plano de deslizamiento.
Vasos y nervios.
Arterias: varias arterias pueden llegar a la glándula mamaria procedentes directamente de la
arteria axilar o de una de sus ramas: rama torácica de la toracoacromial, arteria torácica superior,
arteria subescapular, y, sobre todo, arteria torácica lateral. La arteria torácica interna envía una o
varias ramas mediales a la glándula, que se originan en el 2°, 3°, o 4° espacio intercondral. De
manera accesoria: la mama recibe ramas provenientes de las arterias intercostales por intermedio
de sus ramas perforantes, son las ramas mamarias mediales.
Nervios: provienen de los ramos supraclaviculares del plexo cervical y de los ramos perforantes del
2° al 6° nervio intercostal. Estos nervios aportan a la glándula filetes sensitivos, pero también
vasomotores y accesorios.

Histología de la glándula mamaria.


Las glándulas mamarias o mamas, son órganos estructuralmente dinámicos que varían según la
edad, el ciclo menstrual y el estado reproductivo de la mujer. Durante la vida intrauterina hay
crecimiento y desarrollo de tejido mamario en ambos sexos. Entre las regiones axilar e inguinal en
desarrollo aparecen múltiples glándulas a lo largo de engrosamientos epidérmicos bilaterales
denominados crestas mamarias. En los humanos lo normal es que un solo grupo de células
prolifere para formar una mama a cada lado de la línea media.
En las mujeres, las glándulas mamarias se desarrollan por la acción de las hormonas sexuales. Al
comenzar la pubertad, en las mujeres, las mamas siguen desarrollándose por la acción hormonal de
los estrógenos y la progesterona. Los estrógenos estimulan el desarrollo adicional de las células
mesenquimatosas. La glándula mamaria aumenta de tamaño, sobre todo por la proliferación de
tejido adiposo interlobulillar. Los conductos se extienden y se ramifican hacia el estroma de tejido
conjuntivo en expansión. La proliferación de las células epiteliales es controlada por las
interacciones entre el epitelio y el tejido conjuntivo laxo del estroma especializado intralobulillar,
que es sensible a las hormonas. Las glándulas mamarias permanecen en estado inactivo hasta el
embarazo, durante el cual adquieren su maduración morfológica y funcional completa. Esto ocurre
en respuesta a los estrógenos y la progesterona secretados inicialmente por el cuerpo lúteo y mas
tarde por la placenta, la prolactina de la hipófisis y los gonadocorticoides sintetizados por la corteza
suprarrenal. Al final del embarazo, en las células epiteliales se encuentran vesículas de secreción,
pero la producción de leche es inhibida por las concentraciones elevadas de progesterona. El inicio
real de la secreción láctea se produce inmediatamente después del nacimiento y es inducida por la
prolactina (PRL) secretada por la adenohipófisis. La eyección de la leche de la mama es estimulada
por la oxitocina liberada desde la neurohipófisis. Con el cambio en el entorno hormonal que ocurre
en la menopausia, el componente glandular de la mama involuciona y es reemplazado por tejido
conjuntivo y adiposo.
Las glándulas mamarias son glándulas sudoríparas apocrinas tubuloalveolares modificadas. Las
glándulas mamarias tubuloalveolares, derivadas de las glándulas sudoríparas modificadas en la
epidermis, se encuentran en el tejido subcutánea. La mama adulta inactiva esta compuesta por 15-
20 lóbulos irregulares separados por bandas fibrosas de tejido conjuntivo. Irradian desde las papilas
mamarias, o pezones, y además se subdividen en numerosos lobulillos conocidos como unidades
lobulillares del conducto terminal (ULCT). Algunas de las bandas fibrosas, denominadas ligamentos
suspensorios o ligamentos de cooper, se unen a l dermis. En el tejido conjuntivo denso de los
espacios interlobulillares hay abundante tejido adiposo. Cada glándula termina en un conducto
galactóforo que desemboca en el pezón a través de un orifico estrecho. Debajo de la areola, cada
conducto presenta una porción dilatada que recibe el nombre de seno galactóforo. Durante el
embarazo, la areola se agranda y el grado de pigmentación aumenta aún más. En la profundidad de
la areola y el pezón hay haces de fibras musculares lisas dispuestas de forma radial y circunferencial
en el tejido conjuntivo denso y en sentido longitudinal a lo largo de los conductos galactóforos.
Estas fibras musculares permiten que el pezón se torne erecto en respuesta a estímulos diversos. La
areola contiene glándulas sebáceas, glándulas sudoríparas y glándulas mamarias modificadas. Estas
glándulas poseen una estructura intermedia entre las glándulas sudoríparas y las verdaderas
glándulas mamarias, producen pequeñas elevaciones en la superficie de la areola.
La ULCT de la glándula mamaria corresponde a una aglomeración de alveolos secretores
pequeños (en la mama lactante) o de conductillo terminales (en la mama inactiva) rodeados por
estroma intralobulillar. Las ramificaciones sucesivas de los conductos galactóforos conducen a la
ULCT. Cada ULCT corresponde a una aglomeración en forma de lobulillo y consta de las siguientes
estructuras:
 Conductillos terminales, que están presentes en la glándula inactiva. Durante el embarazo
y después del parto, el epitelio de los conductillos terminales, que está compuesto por
células secretoras, se diferencia en alveolos secretores totalmente funcionales que producen
leche.
 Conducto colector intralobulillar, que transporta las secreciones alveolares al conducto
galactóforo.
 Estroma intralobulillar, que consiste en tejido conjuntivo laxo especializado, sensible a
hormonas, que rodea los conductillos terminales y los alveolos. El tejido conjuntivo lobulillar
contiene muy pocos adipocitos.
Las células epiteliales y mioepiteliales son las mas importantes asociadas con los conductos y los
lobulillos mamarios. Las células epiteliales glandulares revisten el sistema de conductos, mientras
que las células mioepiteliales están situadas en la profundidad del epitelio entre las células
epiteliales y la lamina basal. Estas células están presentes en las porciones secretoras de la glándula.
La morfología de la porción secretora de la glándula mamaria varia con el ciclo menstrual. En la
glándula inactiva, el componente glandular es escaso y consiste, sobre todo, en elementos del
conducto. Durante el ciclo menstrual, la mama inactiva experimenta modificaciones cíclicas leves. Al
comienzo de la fase folicular, el estroma intralobulillar es menos denso y los conductillos terminales
parecen cordones de células epiteliales con forma cubica y poca luz o sin ella. Durante la fase lútea,
la altura de las células epiteliales aumenta y en los conductos aparece una luz cada vez mayor
conforme se acumulan pequeñas cantidades de secreciones. Además, en el tejido conjuntivo se
acumula líquido. A esto le sigue una abrupta involución y apoptosis durante los últimos días del
ciclo menstrual, antes del inicio de la menstruación.
Las glándulas mamarias experimentan una proliferación y un desarrollo notorios durante el
embarazo. Experimentan diversos cambios en su preparación para la lactancia.

 El primer trimestre se caracteriza por el alargamiento y la ramificación de los conductillos


terminales. Las células de revestimiento tanto epiteliales como mioepiteliales proliferan y se
diferencian de las células progenitoras mamarias del epitelio de los conductillos terminales.
Las células mioepiteliales proliferan entre la superficie basal de las células epiteliales y la
lamina basal, tanto en la porción alveolar como en la porción canalicular de la glándula.
 El segundo trimestre se caracteriza en la diferenciación de los alveolos a partir de los
extremos en crecimiento de los conductillos terminales. La proliferación del tejido glandular
no es uniforme y hay variaciones en el grado de desarrollo aun dentro de un mismo lobulillo.
Las células varían su forma desde aplanadas hasta cilíndricas cortas. A medida que la mama
se desarrolla, los plasmocitos, los linfocitos y los eosinófilos infiltran el estroma de tejido
conjuntivo intralobulillar. En esta etapa, la cantidad de tejido glandular y el volumen de la
mama aumentan sobre todo a causa de la proliferación de los alveolos.
 El tercer trimestre comienza con la maduración de los alveolos. Las células epiteliales
glandulares se tornan cubicas y sus núcleos se ubican en la superficie basal. Estas células
desarrollan un RER extenso y en su citoplasma aparecen vesículas de secreción e inclusiones
lipídicas. La proliferación real de las células del estroma interlobulillar declina y el aumento
de tamaño ulterior de la mama se produce por hipertrofia de las células secretoras y la
acumulación de producto de secreción en los alveolos.
En la producción de leche intervienen procesos de secreción merocrina y apocrina. Las células
secretoras contienen un RER abundante, una cantidad moderada de mitocondrias grandes, un
aparato de Golgi supranuclear y varios lisosomas densos. Según el estado secretor, en el citoplasma
apical puede haber inclusiones lipídicas grandes y vesículas de secreción. Las células secretoras
sintetizan dos productos distintos que se liberan mediante diferentes mecanismos:

 Secreción merocrina: el componente proteico de la leche se sintetiza en el RER, se envasa


para su transporte en vesículas de secreción limitadas por membrana en el aparato de Golgi
y se libera en la celula por fusión de la membrana limitante de las vesículas con la
membrana plasmática.
 Secreción apocrina: el componente graso o lipídico de la leche se origina como inclusiones
lipídicas libres en el citoplasma. Los lípidos confluyen para formar gotas grandes que se
mueven hacia la región apical de la celula y se proyectan hacia la luz del acino. Al liberarse,
estas inclusiones son cubiertas por una envoltura de membrana plasmática. Una capa
delgada de citoplasma queda atrapada entre la membrana plasmática y la inclusión lipídica,
misma que se libera junto con el lípido, pero la cantidad de citoplasma perdido en este
proceso es mínima.
La secreción liberada en los primeros días después del parto se conoce como calostro. Esta preleche
es una secreción amarillenta alcalina que tiene mas proteínas, vitamina A, sodio y cloruro, así como
menos lípidos, hidratos de carbono y potasio que la leche definitiva. Contiene una cantidad
considerable de anticuerpos que proveen cierto grado de inmunidad pasiva al neonato. Se piensa
que los anticuerpos en el calostro son producidos por los linfocitos y los plasmocitos que infiltran el
tejido conjuntivo laxo de la mama durante su proliferación y desarrollo, y que se secretan a través
de las células glandulares. A medida que la cantidad de estas células migrantes se reduce después
del parto, la producción de calostro cesa y se produce leche con abundancia de lípidos.
Regulación hormonal de las glándulas mamarias. Después del desarrollo inicial, durante cada ciclo
ovárico ocurren cambios leves en la morfología del tejido glandular. Durante la fase folicular del
ciclo menstrual, los estrógenos circulantes estimulan la proliferación de los componentes de los
conductos galactóforos. Después de la ovulación, en la fase lútea, la progesterona estimula el
crecimiento de los alveolos, el estroma intralobulillar se torna edematoso. Hoy en día se considera
que el desarrollo mamario también depende de la prolactina, producida por la adenohipófisis, la
hCS, sintetizada por la placenta y los glucocorticoides suprarrenales.
La lactancia esta bajo el control neurohormonal de la adenohipófisis y del hipotálamo. Si bien los
estrógenos y la progesterona son indispensables para el desarrollo físico de la mama durante el
embarazo, ambas hormonas también suprimen los efectos de la prolactina y la hCS, cuyas
concentraciones se incrementan a medida que progresa la gestación. La perdida repentina de la
secreción de estrógenos y progesterona por la placenta y el cuerpo lúteo, justo después del parto,
permite que la prolactina asuma su función lactogena. La producción de leche también requiere una
secreción adecuada de hormona del crecimiento, glucocorticoides suprarrenales y hormonas
paratiroideas.
El acto de succionar durante el amamantamiento inicia impulsos sensitivos desde los receptores en
el pezón hacia el hipotálamo. Los impulsos inhiben la liberación del factor inhibidor de prolactinas y
entonces se libera prolactina desde la adenohipófisis. Los impulsos sensitivos también causan la
liberación de oxitocina en la neurohipófisis. La oxitocina estimula a las células mioepiteliales que
rodean la base de las células alveolares secretoras y la base de las células de los conductos de
mayor calibre para que se contraigan y eyecten la leche desde los alveolos y los conductos.

Fisiología de la glándula mamaria.


Lactancia.
Los estrógenos estimulan el crecimiento del sistema de los conductos galactóforos de las
mamas. Durante todo el embarazo, las enormes cantidades de estrógenos secretados por la
placenta hacen que el sistema ductal de la mama crezca y se ramifique. Al mismo tiempo el estroma
glandular aumenta de volumen y grandes cantidades de grasa se depositan en él. También son
importantes para el crecimiento de los conductos otras cuatro hormonas, cuando menos: la
hormona del crecimiento, la prolactina, los glucocorticoides suprarrenales y la insulina.
La progesterona es necesaria para un desarrollo completo del sistema lobulillar-alveolar. Para
que se produzca el desarrollo completo de las mamas y estas se conviertan en órganos secretores
de leche, se necesita asimismo el concurso de la progesterona. Cuando el sistema ductal se ha
desarrollado, la progesterona, actuando de forma sinérgica con los estrógenos y también con las
demás hormonas, produce un crecimiento adicional de los lobulillos, el rebrote de los alveolos y la
aparición de características secretoras en las células de esos alveolos.

La prolactina promueve la lactancia.


Aunque los estrógenos y la progesterona son esenciales para el desarrollo físico de las mamas
durante el embarazo, también ejercen el efecto especifico de inhibir la secreción de leche. La
hormona prolactina ejerce el efecto opuesto y estimula la secreción de leche. La prolactina es
secretada por la adenohipófisis de la madre y su concentración en sangre experimenta una
elevación constante desde la 5ta semana del embarazo hasta el nacimiento, momento en el que
alcanza una concentración 10 q 20 veces mayor que en la mujer no embarazada. La placenta secreta
grandes cantidades de somatomamotropina coriónica humana, que también puede tener una
pequeña actividad lactogena que contribuya a la acción de la prolactina procedente la hipófisis
materna durante el embarazo. El liquido que la mama secreta en los primeros días anteriores y
posteriores al parto se llama calostro y contiene básicamente las mismas concentraciones de
proteínas y de lactosa que la leche, pero carece de grasa y su ritmo máximo de secreción es
alrededor de 1/100 de la secreción láctea que ulteriormente se produce. Inmediatamente después
del nacimiento, la desaparición brusca de la secreción de estrógenos y progesterona en la placenta
deja el campo libre al estimulo lactógeno de la prolactina secretada por la hipófisis materna, que
asume entonces su papel natural estimulador de la producción láctea y, durante los siguientes 1 a 7
días, las mamas comienzan de forma paulatina grandes cantidades de leche en lugar de calostro.
Esta secreción láctea exige una secreción de apoyo suficiente por parte de las demás hormonas de
la madre, pero sobre todo de la hormona del crecimiento, el cortisol, la hormona paratiroidea y la
insulina.
Cada vez que la madre amamanta al recién nacido, las señales nerviosas que viajan desde los
pezones al hipotálamo producen una oleada de prolactina, cuya secreción aumenta 10-20 veces
sobre su valor normal y que dura alrededor de 1 h. esta prolactina a su vez, actúa sobre las mamas y
estas mantienen la secreción láctea en sus alveolos con destino a los periodos de lactancia
siguientes. Si esta oleada de prolactina falta o es bloqueada por una lesión hipotalámica o
hipofisaria, o si la lactancia no continua, las mamas perderán su capacidad de producir leche en un
plazo de alrededor de 1 semana.
El hipotálamo secreta la hormona inhibidora de la prolactina. El hipotálamo desempeña un
papel fundamental en la regulación de la secreción de prolactina. Esta regulación difiere en un
aspecto: el hipotálamo estimula en especial la producción de todas las hormonas restantes, pero
sobre todo inhibe la producción de prolactina. La lesión del hipotálamo o bloqueo del sistema porta
hipotalámico-hipofisario favorecen la secreción de prolactina, al tiempo que deprimen la secreción
de las otras hormonas hipofisarias. Se cree que la secreción de prolactina por el lóbulo anterior de
la hipófisis esta regulada, por un factor inhibidor que se forma en el hipotálamo y pasa a través del
sistema porta hipotalámico-hipofisario hasta el lóbulo anterior de la hipófisis. Este factor se conoce
como hormona inhibidora de la prolactina, y se trata de la catecolamina dopamina que es capaz de
disminuir la secreción de prolactina hasta 10 veces con respecto a su valor inicial.

Proceso de eyección en la secreción de leche: función de la oxitocina.


La leche se secreta de forma continua y se vierte en los alveolos mamarios, pero no pasa con
facilidad desde estos al sistema ductal y, por tanto, el flujo por el pezón mamario no es continuo.
Para que el niño la reciba, la leche ha de ser expulsada desde los alveolos a los conductos
galactóforos. Esta eyección se debe a un reflejo combinado, neurógeno y hormonal, en el que
interviene una hormona de la hipófisis posterior llamada oxitocina. Los impulsos sensitivos de la
succión deben ser transmitidos por los nervios somáticos desde los pezones hasta la medula espinal
materna y luego al hipotálamo, donde se producen señales nerviosas que inducen la secreción de
oxitocina, al mismo tiempo que estimulan y provocan la secreción de prolactina. La oxitocina es
transportada por la sangre hasta las mamas y allí hace que se contraigan las células mioepiteliales
situadas alrededor de la pared externa de los alveolos, exprimiendo así la leche y produciendo su
paso forzado a los conductos, donde alcanza una presión de 10 a 20 mmHg. A partir de ese
momento, el lactante extrae la leche cuando succiona. Entre 30 s y 1 min después de que el niño
empiece a succionar, la leche comienza a fluir, proceso conocido como eyección o subida de leche.
Inhibición de la eyección de leche. Un problema particular de la lactancia es el hecho de que
muchos factores psicógenos o la estimulación simpática generalizada de todo el cuerpo materno
pueden inhibir la secreción de oxitocina y, por tanto, reducir la eyección láctea. Por este motivo,
muchas madres deben gozar de un periodo de ajuste tranquilo después del parto si quieren
amamantar a sus hijos.
Composición de la leche y consumo metabólico en la madre provocado por la lactancia.
Componente Leche humana (%) Leche de vaca (%)
Agua 88,5 87,0
Grasa 3,3 3,5
Lactosa 6,8 4,8
Caseína 0,9 2,7
Lactoalbúmina y otras proteína 0,4 0,7
Cenizas 0,2 0,7
En la mejor época de la lactancia materna pueden formarse 1.5 l de leche cada día. Con este grado
de lactancia, la madre consume grandes cantidades de energía, la leche materna contiene
aproximadamente 650 a 750 kcal/l, aunque la composición y el contenido calórico de la leche
dependen de la dieta de la madre y de otros factores como la plenitud de las mamas. La madre
pierde también grandes cantidades de sustratos metabólicos.
Anticuerpos y otros agentes antiinfecciosos en la leche. La leche no solo proporciona al recién
nacido los nutrientes necesarios, sino que también le aporta mecanismos de protección
importantes frente a la infección. Por ejemplo, junto con los nutrientes, en la leche existen múltiples
tipos de anticuerpos y otros agentes antiinfecciosos. Además, también se secretan diversos tipos de
leucocitos, incluyendo neutrófilos y macrófagos, algunos de los cuales son sobre todo nocivos para
las bacterias que podrían causar infecciones graves en el recién nacido. Son particularmente
importantes los anticuerpos y macrófagos dirigidos contra la bacteria Escherichia coli, que a
menudo causa diarreas mortales en los recién nacidos.

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