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LA ESCUELA MATERNAL FRANCESA

La escuela maternal francesa dio sus inicios en el siglo XIX con las llamadas “salas de

asilo” de 4 a 7 años de edad, inspiradas en las primeras escuelas infantiles inglesas.

Una de las personas características del origen de la educación infantil en Francia es

Oberlin (1740- 1826) que fundó en 1770 varias escuelas para que los hijos de padres

trabajadores no estuvieran callejeando, se llamaban escuelas de calceta en las que

cada día se empezaba y se terminaba con una oración y había tres horas de

aprendizaje textil, lectura, alfabeto, caligrafía, canto, calculo mental e historia sagrada.

Enseguida y gracias a la marquesa de Pastoret se abrió una sala de hospitalidad, en la

cual se recogerían a 12 bebes lactantes de familias pobres pero pronto tuvo que cerrar

El 4 de mayo de 1826 se reunió en su casa un grupo de mujeres que querían mejorar

las condiciones de vida de los niños de las clases más humildes a través de la

asistencia, el trabajo y la educación, que recibiría a los niños de dos hasta seis o siete

años, que por su edad no podían asistir a primaria. En ellas se les enseñaban orden,

limpieza, principios cristianos y actividades manuales entre otras.

Poco a poco se fue elaborando una pedagogía más concreta, inspirada en los jardines

infantiles de Froebel, que cristalizó en la creación de escuelas maternales. Estas

instituciones se vislumbraron ya en 1848 (primer momento progresista de la II

República francesa) pero los cambios políticos no hicieron posible la total consolidación

de las escuelas maternales hasta fechas posteriores. Gracias a la gestión de la

educadora Pauline Kergomard en el año 1881, las salas de asilo se convierten

definitivamente en Escuelas Maternales al establecerse el art.1 del decreto de 2 de

agosto que: Las escuelas maternales (salas de asilo), públicas o libres, son
establecimientos educativos donde los niños de ambos sexos reciben los cuidados que

necesita su desarrollo físico, intelectual y moral. No es sólo un cambio de nombre,

supone una nueva metodología, basada en el juego educativo y la adaptación de la

escuela infantil a un ambiente adecuado, bien distinto al asilo y a la antigua guardería

fundada para la acogida de los niños pobres. Tanto en las escuelas maternales como

en las clases infantiles, la enseñanza trata sobre los siguientes asuntos:

1. º Juegos y movimientos graduados acompañados de canto.

2. º Ejercicios manuales.

3. º Primeros principios de educación moral.

4. º Conocimientos más usuales.

5. º Ejercicios de lenguaje sobre recitados y cuentos.

6. º Primeros elementos de dibujo, lectura, escritura y cálculo.

MARIE PAPE-CARPANTIER. (1815- 1878)

Fue la primera gran figura femenina de la educación pública francesa y una de las

personas más importante de la historia de la educación en Francia durante el siglo XIX.

Pronto empezó a manifestar sus opiniones en contra del funcionamiento de la mayoría

de las salas de asilo defendiendo la función educadora frente a la de “guarda”, es decir,

luchó para que la educación infantil fuera algo más que una guardería: defendió la

mejora material de las clases, la importancia de la lección de cosas (método de

enseñanza aprendizaje basado en la intuición: de la cosa a la palabra, de la palabra a

la idea. Se intenta poner al niño en contacto con las cosas, animales y plantas que le
rodean. Para ello se usaba primero el dibujo y luego la fotografía), del descubrimiento,

la gimnasia y la necesidad de una formación específica para dirigirlas. Escribió también

muchos cuentos que tenían un claro objetivo pedagógico puesto que eran, en realidad,

materiales didácticos elaborados por los maestros. De este modo más que autora de

cuentos para niños, es autora de manuales escolares.

PAULINE KERGOMARD (1838- 1925)

Fue una figura destacada de la educación infantil en Francia. Su carrera profesional se

centro en la progresiva transformación de los asilos en escuelas maternales. Para ella

la escuela maternal es una familia ampliada, donde son necesarios el aire, la actividad,

el alimento y la limpieza. En Francia, Pauline Kergomard propone el juego como

soporte pedagógico privilegiado de lo que se volvió la escuela maternal. Se trata de un

juego libre, que ella consideraba el trabajo del niño. Se les da un lugar a los juguetes,

con la idea de que el modelo familiar valorado lleva a considerar que el juego es más

productivo que el método utilizado en clase. En 1882 se establece que tengan carácter

público y sean gratuita, mixta y laica, pero no obligatoria. El local y el mobiliario deben

ser apropiados a la concepción educativa de este tipo de centros. El educador ha de

ser para el niño un protector y tiene que sentirse respetado por aquel.

Es muy importante conocer los conocimientos psicológicos del niño, así como el

ambiente en el que vive. La escuela maternal, proporciona buenos hábitos de salud e

higiene y la educación moral que allí se imparte debe proporcionar al niño normas de

comportamiento apropiadas, por ello es utilizado el castigo y las recompensas siempre

en su justa proporción. En cuanto a la educación intelectual, los niños han de aprender

a observar, a escuchar y a hablar, para ello es fundamental utilizar el juego porque las
observaciones psicológicas que se puedan realizar gracias a él son muy ricas. El

objetivo general es "desarrollar todas las posibilidades del niño, para permitirle formar

su personalidad, y darle las mejores probabilidades de salir adelante en la escuela

elemental y en la vida, preparándolo para los aprendizajes ulteriores". En función de su

“edad y de su ritmo de aprendizaje”.

EL SISTEMA EDUCATIVO FRANCÉS

En Francia, los niños de 3 a 6 años van a la escuela maternal —una institución mixta

que hace las veces de jardín de infancia y parvulario—, que no es obligatoria. Se trata

de una escuela pública, que acoge a los niños de manera gratuita durante todo el día, y

que se divide en tres secciones. El personal docente está compuesto por maestros

formados tanto para el grado pre-elemental como para el elemental. La educación

preescolar en Francia es fundamental para la sociedad, ya que durante la estancia de

los niños en dichas instituciones maternales consideran las necesidades básicas de

aprendizaje para el desarrollo de sus capacidades intelectuales, considerando que los

maestros toman en cuenta varios aspectos en el aula como el espacio que se

menciona que debe ser concebido para un niño que crece y toma conciencia de ello.

Así que es conveniente establecer lugares preparados de manera diferente según la

edad de quienes los frecuentan. En particular los educadores de preescolar tendrán

que tomar en cuenta sus necesidades de desplazarse, manipular, aislarse o descansar.

APORTACIONES DESDE EL CAMPO DE LA PEDAGOGÍA Las instrucciones que

acompañan los programas oficiales de 18 de enero de 1887 indican clara y

detalladamente el objeto de las escuelas maternales, el método de enseñanza y el

carácter propio de cada uno de los ejercicios. Ante todo se advierte a las maestras que
«la escuela maternal no es una escuela, en el sentido ordinario de la palabra; y que

forma el tránsito de la familia a la escuela, conservándose en ella la afectuosa e

indulgente dulzura de la familia al mismo tiempo que se inicia al niño en el trabajo y en

la regularidad de la asistencia». Los resultados en la escuela maternal no han de

buscarse en la suma de conocimientos comunicados, sino en las buenas influencias a

las cuales el niño sea sometido y en los hábitos de orden, de aseo, de buenos

modales, de obediencia y de actividad intelectual que adquiera. Como consecuencia de

estos consejos pedagógicos que la legislación da a las maestras, éstas se preocupan

menos de enviar a las escuelas elementales niños instruidos, que niños bien

preparados para instruirse, o lo que es igual, atienden, según fiemos dicho, antes a la

educación que a la instrucción. Por tanto, las aportaciones desde el campo de la

pedagogía que las escuelas maternales han aportado a la educación son:

• Reconocimiento de la libertad como valor.

• Respeto a la espontaneidad del niño.

• Importancia de la libertad como valor educativo.

• Necesidad de la ejercitación sensorial y motriz.

• Adecuación de los métodos educativos al desarrollo infantil.

• Valor importante de la educación moral y estética.

• Valor de la educación moral.


CONCLUSIÓN

Muchas de las ideas planteadas en este periodo fueron asumidas por la educación

infantil dentro y fuera de Francia. En el último siglo la escuela maternal francesa ha

experimentado grandes cambios dando lugar a que muchas familias han confiado en

esta escuela independientemente de la situación económica a la que la atribuían. Otra

evolución ha sido a nivel de material, de espacio y mobiliario adaptándose a los niños y

también del material psicopedagógico que han ido evolucionando. Pasa de hablarse de

lecciones de cosas a centros de vida, talleres, rincones…a pesar de estos cambios la

escuela maternal sigue desempeñando también un papel fundamental: cuidar a los

niños tanto en los documentos oficiales como en la realidad de los hechos, esa función

sigue presente. Desde que el fracaso escolar se planteo como un problema en 1986 el

Ministerio de Educación recordó que la escuela maternal es una escuela y que sus

objetivos son “escolarizar, socializar, enseñar y ejercitar”.

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