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CASO MÓDULO 5.
Hechos
El 23 de abril de 2018 la policía de Santa Cruz de Barahona, en República Dominicana,
puso a disposición del Juez, al señor Federico Atienza, de 61 de edad, casado,
instruido, agricultor, haitiano, originario de Puerto Príncipe, y residente en Santa Cruz;
es hijo de Emilio... y de Perfecta...
Los agentes captores manifestaron que procedieron a su aprehensión en esa fecha a
las veinte horas, por motivo de que fue sorprendido flagrantemente bajo efectos
posiblemente de ingesta de licor, cuando agredía a la señora Alma Rosa con un
machete, en la casa de habitación de la agredida ubicada en la avenida 0-0-1 de la zona
uno del Municipio de Santa Cruz de Barahona, manifestando la agredida que no es la
primera vez que la agrede y en anterior oportunidad la intentó matar. Los agentes
captores hacen constar que la agredida no quiso proporcionar su nombre, por lo cual se
le solicitó información a la menor de edad, Delkis, que es hija de la agredida y que la
acompañaba en esa oportunidad; indicó que su madre tenía 60 años de edad, casada,
dominicana, y que reside en el lugar donde fue atacada.
Se recibe la declaración del sindicado ante el órgano judicial competente, y manifiesta
que él no entiende muy bien el idioma español, por lo cual niega los hechos. Acto
seguido, el Juez competente dicta auto de prisión y procesamiento por el delito de
violencia contra la mujer, restringiéndole su libertad.
En la entrevista que hace el Defensor, percibe que el sindicado no habla el idioma
español correctamente y en lo poco que puede comprenderle es que niega haber
agredido a su ex conviviente y que la fue a buscar para poder proporcionarle una
cantidad de dinero para la manutención de su hija menor de edad y que fue detenido por
agentes de la Policía, quienes le dijeron que debería aceptar su detención por el hecho
de que vecinos del lugar lo podían linchar, pero que él no sabe por qué se encuentra
detenido.
Se le practicó al sindicado un examen psicológico, por el cual se determinó que tiene
una conducta homosexual y no comprende su situación de privación de libertad.
En su declaración, la conviviente del sindicado, señora Alma Rosa Martinez, manifiesta
que convivió maridablemente con el señor Federico Atienza, sin embargo, se separó de
él hace dos años por el hecho de que la intentó matar cuando ella denunció la violación
de parte del sindicado, de su hija Juanita que aun es menor de edad. Agregó que en esa
oportunidad compareció́ en el Ministerio Publico pidiendo protección, pero como no
quiso dar su dirección donde residía después del hecho, no le tomaron su declaración, es
más, solicitó que se le protegiera de alguna manera, sin embargo, no obtuvo respuesta
alguna. En esa oportunidad, nunca supo cual fue el fin del proceso y cuando ella se
enteró, el sindicado ya estaba libre, por lo cual optó por retirarse del hogar conyugal sin
dejar información acerca de adonde se iría; sin embargo, sospecha que en el Juzgado de
Familia donde solicitó medidas de seguridad para la menor de edad, le proporcionaron
la información. Agrega que por la experiencia anterior ya no desea estar compareciendo
en oficinas judiciales, pues no quiere exponer a su menor hija.
Ceneudy Recio Herrera
Cuestiones
Por supuesto que sí, pues como defensor debo procurar que se cumplan con
todas las garantías del debido proceso habidas y por haber que revisten a mi
defendido por el solo hecho de ser ciudadano, siendo que el hecho de que el
sistema de justicia no se auxilie de los interpretes judiciales a los fines de que mi
defendido rinda sus declaraciones de defensa correctamente pues resulta en una
evidente violación al debido proceso y derecho de defensa, lo cual acarrea en
una grosera falta por parte del sistema de justicia y por consiguiente en un
estado de vulnerabilidad de mi defendido.
5. ¿Existen algunas normas compensadoras de las situaciones de
vulnerabilidad? ¿Cuáles? ¿Se pueden adoptar nuevas normas? ¿Cuáles?
Entiendo que existen todas las normas e instrumentos necesarios para compensar
las situaciones de vulnerabilidad y que no es necesario adoptar nuevas normas,
sino simplemente eficientizar las ya existentes, pues nuestro sistema judiciales
nos pone las normativas a la mano, solo que simplemente (conforme a mi
experiencia) no se utilizan eficientemente, un ejemplo es el caso de que se trata
resulta en una desfachatez que tratándose de una acusación sobre una persona que
no habla español, el sistema de justicia no se apoye de los interpretes judiciales,
que resultan ser precisamente auxiliares de justicia para casos como en el de la
especie que se requiera de su experticia. Asimismo, que un caso resulte en
infructuoso solo porque la víctima se niega a dar su domicilio, habiendo
involucrado menores de edad en una situación de violencia que atenta contra la
vida de los involucrados, pues conforme al mencionado principio del bien general
del niño, el sistema de justicia está obligado a tomar todos los mecanismos
necesarios para garantizar la integridad de toda persona, más de alguien que
denuncia acciones de violencia en su perjuicio, sino también de la seguridad de
menores de edad que están siendo afectado por dicha violencia denunciada,
siendo que la justicia está en el deber de disponer de medidas precautorias, como
la prisión preventiva mientras se conoce la causa, de donde resulta que el cuadro
factico presentado en el presente caso así lo amerita, así como la conducencia de
los testigos requeridos que den fe sobre las declaraciones iniciales de evidente
violencia. Por ello, entiendo que existen todos los mecanismos normativos para
compensar las diversas situaciones de vulnerabilidad afianzadas en el caso antes
expuesto sin necesidad de crear otras nuevas, solo es aplicarlas adecuadamente.