Con respecto a la concepción formalista, se afirma que todo derecho es un sistema de normas que se manifiesta a través de las leyes, las sentencias emanadas de los tribunales, los actos de los particulares; o visto de otra manera, que cambia según los distintos sistemas por tanto no existe separación entre el derecho y el estado. Las normas jurídicas no proceden o emanan del Estado, una norma jurídica es creada por determinados hombres, autorizados para ello por otra norma anterior y en representación de este punto En este sentido, el Estado no es más que la caracterización de un orden jurídico, ya que representa un orden coactivo de la conducta humana que es precisamente el orden jurídico. Kelsen restringe el campo del derecho exclusivamente a los preceptos jurídicos provenientes de la voluntad soberana del Estado; o sea a las normas que integran el sistema jurídico vigente. Así mismo, rechazó los preceptos provenientes del derecho natural o de la moral como normas jurídicas. Al señalar que la teoría se ocupa solo de las normas jurídicas, se descarta la idea de que se refiera a los hechos que ocurren en la realidad social. Por tanto, la conducta humana es objeto de esta teoría solo en la medida en que es regulada por normas jurídicas. A esta concepción le interesan las normas vigentes o formalmente válidas; es decir, las disposiciones normativas creadas por la voluntad humana y que han sido declaradas como jurídicamente obligatorias para un tiempo y espacio determinados por el Estado, en contraposición de las normas cuyo contenido justo o natural emanan de la voluntad supra humana o divina -iusnaturalismo teológico-. Para Kelsen, lo preponderante para el Derecho es la forma de las normas jurídicas no su contenido justo o natural ni su materialización eficaz o real. Por eso ubica al Derecho como objeto de una ciencia positiva como el conocimiento de las normas jurídicas, y clasifica a la ciencia del Derecho dentro de las ciencias normativas, que utiliza el método normativo para señalar cuáles son las normas jurídicas vigentes o formalmente válidas, materia de estudio. Así mismo, la diferencia específica entre las normas jurídicas y las demás normas es coercibilidad, cuyo titular es el Estado, quien, por medio del ejercicio del uso de la fuerza pública, puede imponer su cumplimiento y forzar una conducta determinada. Por todo eso, la doctrina Kelseniana es la expresión más consciente del positivismo en su vertiente iusformalista, lo que de manera exclusiva contempla al derecho como la forma de la norma vigente; es decir identifican al derecho con la norma formalmente válida. 9.3.3.2 CONCEPCIÓN SUSTANCIALISTA La diferencia entre formalismo y sustancialismo es una conquista conceptual que ha surgido durante los últimos años para la teoría del derecho, cuya utilidad ha dejado en claro la importancia de diferenciar la forma y la sustancia de las decisiones, instituciones ni derechos normativos, ya que la trascendencia de su buen o mal desempeño en la práctica diaria genera consecuencias diariamente opuestas. La diferencia entre formalismo y sustancialismo no es un concepto teórico del derecho positivo, dado que en las leyes no se plasma expresamente que es la forma y que es la sustancia de todos los elementos y situaciones que allí se Norman, simplemente es una concepción apriorística que sirve para llevar a cabo las actuaciones y decisiones que, con base en las disposiciones y predisposiciones legales, se pueden y/o deben - o no deben- realizar. Para dejar en claro esto coma es importante recordar que el derecho se desenvuelve en 3 dimensiones: sintáctica, semántica, y pragmática, relacionadas con cómo viene construido el derecho, de qué cosa habla y a qué cosa o a quién sirve, respectivamente. La primera de ellas (sintáctica), que es la importante para esta breve explicación coma se refiere a los conceptos por definir a través de reglas de formación y a las tesis por demostrar a través de reglas de transformación. Por tanto, es en esta primera dimensión en donde ubicaremos el concepto de formalismo y sustancialismo. Con lo antes dicho podemos entrar al estudio de la forma y sustancia en derecho coma para lo cual basta decir que la forma se refiere a “quien” y al “cómo”. Este último dividido a su vez en “cuándo” y “dónde”, Mientras que la sustancia se refiere al “que” del acto o institución jurídica de que se habla. Vemos así que los cuatro ámbitos de validez del derecho se encuentran presentes aquí: 1. El ámbito personal, referido a “quién” 2. el ámbito material, referido a “que” 3. el ámbito espacial referido a “dónde” 4. el ámbito temporal, referido a “cuando” Mientras las disposiciones deónticas regulan la situación jurídica, De las personas coma las disposiciones constitutivas regulan el estatus jurídico de las personas y cosas coma por lo que también podría denominársele a las disposiciones constitutivas como disposiciones ópticas del derecho. Un ejemplo de la aplicación formal de la ley es el matrimonio, porque un juez del Registro Civil no realiza un análisis sustancial de los papeles que se le presentan para celebrarlo pues solamente aplica la ley (siempre que se cumplan los requisitos que la ley le pide). Por lo tanto, si una pareja desea contraer matrimonio y cumple todos los requisitos coma el juez del Registro Civil no puede argumentar algo más allá de la ley para negarlo, no puede argumentar qué duda que el varón sea buena reputación o que vaya a ser buen esposo toma simplemente los casa y emite el acta de matrimonio. En cambio, el caso típico de aplicación sustancial es la emisión de sentencias en juicio. Son actos que desarrollan un estudio y análisis al fondo de los asuntos puestos a estudio en donde la respuesta para las partes sí puede derivar en un “sí” o en un “no”. En estos casos el juez sí puede argumentar la verdad o falsedad de los hechos y también la legalidad o ilegalidad (licitud- ilicitud) de los mismos. Es por tanto que el formalismo y el sustancialismo adquiere nuevos tintes, no solo en la parte descriptiva y aplicativa que trasciende más allá de la teoría (estudio abstracto) a la realidad misma (estudio in concreto). Es por todo ello que el formalismo y el sustancialismo se confirman como elementos políticos y normativos respectivamente coma de las decisiones y acciones correspondientes a todas las instituciones (incluyendo aquí las garantías) de derecho. 10.1 EL DERECHO Y LA JUSTICIA ¿El derecho debe ser justo? el derecho no debe ser justo para hacer derecho, pero sí debe o debería hacerlo para gozar de plena validez moral o fuerza obligatoria. Luego entonces, la indagación sobre la justicia nos conduce al cuestionamiento o análisis ético del derecho y, por consecuencia, nos introduce a su tercera dimensión, la axiológica. Ningún régimen jurídico ha aceptado jamás ser calificado de injusto, por el contrario, todo derecho por más aberrante moralmente que pueda resultar se ve siempre a sí mismo como justo y, consecuentemente como obligatorio, gracias a lo cual se considera justificado para hacer uso legítimo de la coacción. 10.1. 1 SOBRE LA JUSTICIA EN EL DERECHO La indagación sobre la justicia nos conduce al cuestionamiento o análisis ético del derecho y por consecuencia, nos introduce en su tercera dimensión, la axiológica. La pregunta respecto a la justicia o injusticia del derecho no versa sobre la existencia o eficacia de un ordenamiento jurídico. Se han dado casos de sistemas jurídicos injustos (El nacional socialista en Alemania y el sistema de apartheid en Sudáfrica, por ejemplo) Estuvieron vigentes y fueron eficaces. En principio, no cuestionar directamente al derecho significa a sentir, sin más, la fórmula: derecho= fuerza. Además, ningún régimen jurídico ha aceptado ser calificado nunca de injusto. para corroborar la existencia y eficacia de un régimen jurídico nos hace falta referirse a su justicia. sin embargo, ni los regímenes políticos más autoritarios han podido sustentarse exclusivamente en la fuerza. La justicia, por lo tanto, posee un carácter ineludible. En suma, el estudio del derecho en su tercera dimensión es el de la justicia como valor o exigencia ético jurídica por excelencia. 10.1.2 LA JUSTICIA EN TÉRMINOS DEL DOBLE ESTÁNDAR VALORATIVO El derecho comporta un doble estándar valorativo punto con ello queremos expresar que el derecho posee un grupo de valores que se usó la aparición y presencia aporta a la sociedad y los cuales son determinantes para facilitar con mayor o menor éxito o eficacia la convivencia y cooperación social es punto dichos valores son: orden, seguridad e Igualdad Y poseen un carácter instrumental conforme a la naturaleza del derecho mismo. Orden, seguridad e Igualdad constituyen el primer estándar valorativo del derecho y se dirigen a la regulación de la conducta social, propiciando un determinado ámbito concentrado de paz libertad e Igualdad en el cual las personas, en cada momento histórico, llevan a cabo su vida. Los valores jurídicos que constituyen este primer estándar surgen de la propia naturaleza del derecho en cuanto al sistema de normas. Todo sistema normativo produce una determinada regulación de la conducta al prescribir formas específicas de comportamiento, ellos hacen también la moral y otras formas de regulación de la conducta humana: propician un concierto de actuación que deviene de la sola regulación. Este orden implica la renuncia al uso particular de la fuerza dejándola en manos de la autoridad (salvo en casos excepcionales como el de la legítima defensa, por ejemplo), lo cual da como resultado un espacio de tranquilidad concertada a través del orden, es decir, la paz. Toda regulación es una forma de ordenación y, en consecuencia, posee una lógica. Al ordenar, el derecho genera un marco normativo; es decir, un conjunto de reglas relacionadas sistemáticamente entre sí que prescriben, entre otras cuestiones, qué comportamientos están prohibidos; cuales otros permitidos; en resumen, establecen que debe hacerse y qué no debe hacerse o evitarse. El orden implica una jerarquía, o sea, el distinto lugar que ocupa cada norma en el sistema y por consecuencia, la relación que existe entre las normas mismas. El orden jurídico propicia a su vez seguridad, porque otorga certidumbre a los destinatarios de la norma, dado que estos conocen previamente cuáles serán las consecuencias jurídicas de un probable hacer u omitir. La seguridad propiciada por el orden jurídico establece normativamente los límites específicos a los que ha de sujetarse la conducta social con ello se está determinando a su vez, un ámbito de libertad. La libertad propiciada por el derecho implica el reconocimiento expreso y la protección de ciertas facultades de hacer (casarse, contratar, comprar, vender, etcétera) y la prohibición de otras (interferir la propiedad de otra persona, matar, robar, etcétera). El orden, la seguridad e Igualdad jurídica son valores instrumentales porque no se justifican por sí mismos. En otras palabras, estarán siempre en función de algo, son valores dependientes de otros valores, principios o parámetros que les otorguen un sentido al timo del que por sí mismos carecen. Este criterio del doble estándar valorativo del derecho nos permitirá establecer una primera concepción acerca de la justicia. Así, en principio, solo cuando las normas de un ordenamiento jurídico satisfacen su doble estándar valorativo es doble a ese derecho el calificativo de justo. 10.1.3 LA EQUIDAD Si bien la justicia es el valor jurídico por excelencia, no se rige, sin embargo, como el único punto a esta campaña otro valor jurídico fundamental con el cual, en muchos casos, se ha identificado: la equidad. Justicia y equidad no son sinónimos, aunque su relación sea muy estrecha. Para autores como Norbert Brieskorn... “la equidad es la justicia en un caso particular; el esfuerzo por introducir un plus en los factores a favor del interesado, exonerarlo y hacerle más llevadera la carga del derecho” La equidad no contradice la justicia, sino que la complementa. Equidad: predica las ideas de ajuste y reconciliación. La equidad alude a proporción (el ajuste de las relaciones que da pie al derecho) y a equilibrio (la conciliación y paridad entre derechos y obligaciones). La equidad es un valor por el cual el derecho (bien lo aplica) sopesa (ajusta y reconcilia) las singularidades que en cada caso concreto se presentan al derecho y a la generalidad de la norma. Por ello, la equidad, es uno de los principios integradores clásicos de todo ordenamiento jurídico, es un criterio por el que se equilibra, pondera y da dimensión humana a lo jurídico. Visto desde la equidad, el derecho no es solo un sistema de lógica perfecta, que, por cierto, haría muy difícil la convivencia social, sino un instrumento al servicio del hombre y la sociedad para resolver conflictos de intereses ponderando, en cada caso particular, la situación humana concreta, haciendo posible, allí la justicia. Un derecho justo propicia relaciones jurídicas equitativas. 10.1.4 JUSTICIA Y DERECHOS HUMANOS La idea general que priva sobre los derechos humanos hace referencia a derechos de suma importancia que le corresponden a todas las personas por el solo hecho de serlo. En efecto, por derechos humanos debemos entender, más precisamente aquellos derechos de importancia fundamental que poseen todos los seres humanos sin excepción, por razón de su sola pertenencia al género humano. Estos derechos se hallan sustentados en valores éticos cuyos principios se han traducido históricamente en normas de derecho nacional e internacional en tanto parámetros de Justicia y legitimidad política. Los derechos humanos, según se desprende, de lo anterior, poseen una doble faz. comienzan por ser un grupo de valores que se decantaron históricamente y que conforme a las condiciones sociales y políticas que lo hicieron posible, convirtiéndose paulatinamente en normas jurídicas de derecho positivo. Los valores Morales en que se sustentan los derechos humanos en principios éticos muy conocidos, como el de la dignidad, autonomía, libertad e Igualdad humanas. Estos principios predican en líneas muy generales, que los seres humanos son fines en sí mismos, intrínsecamente válidos gracias a lo cual todos se hacen merecedores a igual trato y a igual libertad para satisfacer sus necesidades materiales y realizar conforme a sus propias voliciones, el proyecto de vida que hayan decidido. Sin embargo, la traducción jurídica de esta exigencia moral contenida en los derechos humanos ha sido larga, dolorosa y difícil. Así, luego de revoluciones y movimientos sociales aparecieron las primeras declaraciones de Derechos Humanos como la HUI of Rights inglesa de 1688, la declaración del buen pueblo de Virginia en 1776 y la famosa declaración (francesa) de derechos del hombre y del ciudadano de 1789. Estos documentos se fundan en una filosofía iusnaturalista, por ello aluden a los derechos humanos como derechos naturales, inalienables y sagrados del hombre. Este paso tiene dos momentos históricos clave. El primero según se señaló, es el que tiene verificativo en 1789 con la Declaración Universal del hombre y del ciudadano. Este documento manifiesta una ambición universalista ausente en otros documentos contemporáneos del mismo género. La declaración francesa de 1789 tuvo la virtud de ver los derechos humanos como un paradigma ético de la justicia y la legitimidad de todo derecho y de todo poder político, respectivamente. El segundo momento clave se produce hasta el fin de la Segunda Guerra mundial, cuando a partir de 1945 se inicia la verdadera internacionalización de los derechos humanos en cuanto a paradigma jurídico y político del nuevo orden internacional, expresamente aceptado por todos los estados que constituyeron y que luego se han integrado a la Organización de las Naciones Unidas. En 1948 la Asamblea General de las Naciones Unidas, proclamó la Declaración Universal de Derechos Humanos, que en sus 30 artículos traduce en términos jurídicos muy concretos los derechos en que se adquieren forma principios como los de la libertad, igualdad, autonomía y dignidad humanas. Esta declaración, desde entonces, constituye no solo el acuerdo mundial con mayor envergadura y fuerza moral en el ámbito internacional, sino el puntal el actual sistema internacional de protección de los derechos humanos. La primera expresión o generación de Derechos Humanos se concretiza en derechos individuales. Estos buscan proteger y reivindicar la libertad de conciencia, creencia religiosa, la integridad física, seguridad jurídica y la libertad de tránsito de las personas. La generación de derechos es una respuesta contundente a la represión y persecución religiosa, a la esclavitud y a la servidumbre, a la arbitrariedad de las autoridades omnipotentes y a la falta de garantías jurídicas, los primeros derechos humanos se muestran como límites manifiestos a la forma de poder político que viene del medioevo. 10.2 PRINCIPALES DOCTRINAS SOBRE LA JUSTICIA 1. Especulaciones presocráticas • Homero: La polis como microcosmos. Es injusto todo aquello que infrinja el orden establecido. Ley (Themis) como decreto de carácter sagrado. • Hesíodo: Ensalza la idea del Derecho (Dikè) que se opone a la arbitrariedad (hybris). La justicia como fuerza racionalizadora y ordenadora de la realidad. • Anaximandro: La justicia es el retomo de todas las cosas a su primer principio, conforme a la ley de estricta justicia que rige el curso del universo. • Pitágoras: La justicia es la igualdad matemática perfecta que resulta de la relación aritmética entre términos extremos (4/2x2 9/3x3). La justicia es un orden natural y objetivo que está sujeto a la ley del número y no sólo a la voluntad humana. • Parménides: La justicia como principio estático que asegura la inmutabilidad del ser. • Heráclito: Nada permanece fijo y estable, todo fluye. El logos es una ley universal eterna de la que por vía de la razón los hombres obtienen las normas de su comportamiento. • Solón: La justicia como igualdad (Isonomía) y la igualdad como base de la democracia. • Esquilo: Toda injusticia comporta necesariamente la justicia como destino manifiesto. • Sófocles: Existe un posible antagonismo entre leyes humanas y divinas. Origen del iusnaturalismo ontológico. • Protágoras: El hombre es la medida de todas las cosas, de las que son en cuanto son, de las que no son en cuanto que no son. • Georgias, Hippias, Calicles, Trasimaco: La ley es un producto de la naturaleza humana; interés y conveniencia son los únicos pilares del edificio social. 1. Sócrates: Justicia y obediencia al Derecho. La justicia es obrar conforme a la Ley. La ley positiva se basa en leyes no escritas fundadas en la voluntad de la Divinidad, lo que otorga a las leyes humanas carácter sagrado. Es preferible padecer una injusticia antes que cometerla. 2. Platón: La justicia como equilibrio La justicia es una virtud para referirse tanto al Estado como al individuo. La justicia en un Estado es la relación armónica basada en la prudencia, el valor y la templanza. Hombre justo es el hombre sabio, templado y valeroso. 3. Aristóteles: La justicia como término medio. La justicia es el justo medio entre el exceso y el defecto. Es una virtud total y perfecta; su esencia es la igualdad. Justicia distributiva, cada uno ha de recibir en función de su propio mérito. Justicia correctiva o sinalagmática: es la paridad en las obligaciones voluntarias. "Entre lo que se da y recibe"; igualdad en las obligaciones involuntarias: exacta correspondencia entre el delito y la pena. 4.La justicia en Roma: Ulpiano y Cicerón Ulpiano: La justicia es la voluntad constante y perpetua de dar a cada uno su derecho. Cicerón: La justicia no se funda en las leyes positivas sino en la ley natural. 5. San Agustín: El Estado y la guerra justos Debe distinguirse entre ley eterna, natural y humana. Eterna: razón o voluntad de Dios, inmutable y universal. Ley natural: reflejo de la eterna. Ley humana o temporal: derivación de la eterna a través de la natural, si se aparta de la voluntad de Dios no será verdaderamente una ley Justicia: cualidad que distingue al Estado de cualquier otra asociación de hombres con fines abyectos. 6.Santo Tomás: justicia y bien común La ley es el principio regulador de las acciones humanas en vista de un bien común en el cual va implícito el bien individual. La ley es una prescripción de la razón, en vista de un bien común, promulgada por aquél que tiene a su cargo la comunidad. 7. La Justicia en la escuela clásica del Derecho natural Grocio: El Derecho natural es expresión de la razón y la razón es la que nos dice lo que es justo e injusto. Lo justo es aquello que se demuestra conforme a la naturaleza social del hombre. Hobbes: Hasta que surge el Estado puede hablarse de justicia; donde no hay ley no hay injusticia y no hay ley donde no exista una voluntad superior que la imponga. Spinoza: La razón es el toque de divinidad que nos permite ir más allá del mero instinto e impone límites concretos al poder. La razón humana hace posible un poder superior que subordine a todos bajo cuyo auspicio se concibe la justicia. Locke: La justicia surge en la constitución de la sociedad civil. El poder nace del pueblo que no cedió todos sus derechos subjetivos que deben ser protegidos por el Estado. Puffendorf: El Estado es una persona moral independiente de aquellos que lo conforman, cuyo fin es procurar la seguridad y la paz común. El Estado y el derecho positivo deben subordinarse al Derecho natural. Tomasio: Lo justo es el principio central del Derecho, el ius, que se ocupa de las acciones humanas que perturban la paz exterior, su exigencia es la de no hacer al otro lo que no se quiere para si 8. La Justicia en los clásicos españoles del Derecho natural Francisco de Vitoria: Prevé un Derecho a la autodeterminación de todos los pueblos (sub specie orbis) y desarrolla la idea de una comunidad jurídica internacional con base en el ius ínter gentes. La ley natural es fuente y guía de las fuentes positivas, si éstas son contrarias a aquélla no tienen fuerza de ley por ser injustas. Domingo de Soto: La justicia es una virtud moral especial cuyo fin es practicar lo justo. La justicia, dirá este autor siguiendo a Ulpiano, es un hábito en el que con voluntad perpetua y firme se da a cada uno lo suyo. Juzgar es decir lo que es justo. Francisco Suárez: La justicia es una constante afirmación de la superioridad del mundo del espíritu sobre el de la materia, y la compenetración de la justicia con la caridad. El Derecho está íntimamente ligado a la moral; el orden jurídico debe mantenerse dentro del orden moral. 9.Hume, Bentham, Mili: la utilidad como justicia Hume: La justicia es una virtud artificial, inventada por el hombre en función de la utilidad. Bentham: La justicia es lograr la felicidad del mayor número. Mili: Teórico de la libertad, al afirmar la soberanía del individuo sobre sí mismo. La libertad termina donde la del otro comienza. 10. Rousseau: el contrato social Las relaciones humanas en sociedad deben basarse en leyes justas y la voluntad unánime de los ciudadanos; la libertad sujeta a las leyes. 11. Kant: libertad, moral y justicia La justicia es libertad, que debe coexistir con la de los demás. El Estado actúa con justicia si cumple con el contrato social, respetando la libertad negociada. 12. Savigny: el historicismo jurídico La justicia es un concepto relativo en términos culturales e históricos. 13. Stammler: el Derecho justo El Derecho positivo es un ensayo de lo justo. Un Derecho justo es el que está internamente fundado. 14. Del Vecchio: el sentimiento de justicia El Derecho natural es el criterio que permite valorar el Derecho positivo y medir su intrínseca justicia. El Derecho natural es una idea racional que se desarrolla en el ámbito de los deberes. 15. Radbruch: un filósofo, dos ideas de justicia La seguridad jurídica se encuentra por encima de la justicia (Primer Radbruch). En caso de conflicto radical entre justicia y seguridad jurídica, ésta última cederá en aras de la justicia. (Segundo Radbruch). 16. Kelsen: la justicia posible pero no necesaria La justicia es una exigencia de la moral, no del Derecho. La justicia es relativa y es la de la libertad, la paz, la democracia y la tolerancia; es decir, donde pueda florecer la ciencia. 17. Hart: la justicia como la más pública y jurídica de las virtudes La justicia es un segmento de la moral, una de las virtudes del Derecho; posee una estructura compleja con un elemento constante y otro variable. La justicia es el derecho que tienen los individuos, entre sí, a una cierta posición relativa de igualdad o desigualdad. 18. Rawls: la justicia como entidad La justicia es la primera virtud de las instituciones sociales, es un elemento determinante para el funcionamiento de la estructura básica de la sociedad. La justicia no es un asunto de estricta moralidad sino una actitud que facilita el desempeño de las instituciones sociales que se basa en principios adoptados voluntariamente por individuos libres y racionales. 10.3 ACCESO A LA JUSTICIA el tema del acceso a la justicia —y la problemática que conlleva— pueden ser conceptuados, entendidos y estudiados, al menos, desde otra tercia de puntos de vista de otras tantas disciplinas. El primero podría ser desde la Dogmática jurídica en general o desde el Derecho positivo de los derechos humanos,164 en particular. Es decir, concibiendo el acceso a la justicia como un derecho humano fundamental recogido por las constituciones políticas de los Estados y las convenciones o tratados internacionales. En este sentido podría ser definido como un tipo o clase de derecho humano, a saber: aquella garantía que poseen los gobernados consistente en la facultad de acceder, en condiciones de igualdad, al sistema de medios jurisdiccionales y no jurisdiccionales por virtud de los cuales las instituciones del Estado prevén, amparan y sancionan, eficazmente, cualesquier actos u omisiones que pudieran vulnerar o vulneren los derechos humanos fundamentales reconocidos por el Derecho nacional e internacional. La anterior definición busca establecer los alcances del derecho de acceso a la justicia como uno de carácter complejo y cuya satisfacción queda a cargo del Estado. Es en este entendido que requiere de acciones u omisiones que den satisfacción a sus varios componentes. Para empezar, se trata de un derecho que se consagra en una garantía, en tanto estatuto técnico instrumental, que por supuesto debe poseer nivel constitucional; es decir, adquiere una forma jurídica de jerarquía específica. Sus repercusiones jurídicas son, por tanto, mayores que las de un derecho humano, en sentido estricto, plasmado en figuras como las de derecho subjetivo público individual o derecho de la personalidad, pues el derecho de acceso a la justicia ampara a todo tipo de personas jurídicas existentes en un Estado y no sólo a las personas físicas o individuales, y se impondría a derechos en posible pugna que se encuentren en un nivel jerárquico menor. El acceso a la justicia es un derecho que concretaría la posibilidad real de emplear medios jurídicos de muy diverso tipo que hagan efectiva la legalidad y, por ende, la seguridad jurídica. Más aún. podría decirse que el acceso a la justicia es condición sine qua non de dicha seguridad jurídica, pues sin los medios para hacerla efectiva ésta carece de garantías de realización. Por cierto, la definición propuesta no alude exclusivamente a los medios de defensa, dicho así en plural, sino al sistema de medios y, de tal guisa, a un conjunto ordenado y articulado de formas de promoción, prevención y protección de distinto tipo, jerarquía y a la justicia. Asimismo, se trata de un derecho cuyo goce está especialmente sujeto al principio de igualdad. Las implicaciones de esta exigencia son múltiples y no puede dejar de subrayarse que la violación al derecho de acceso a la justicia puede partir de formas muy variadas de discriminación —según veremos— social, política, racial, cultural y, por supuesto, económica. En tal virtud, toda forma de discriminación tiene un efecto o consecuencia, directa o indirecta, en el ámbito del acceso a la justicia.
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