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ANSIEDAD Y DEPRESION

El estrés, entendido como una reacción del organismo ante situaciones adversas, que puede
generar malestar y provocar taquicardia, sudoración excesiva, frialdad u hormigueo de
extremidades y sensación de vacio en el estómago.
También puede generar reacciones psicológicas, a través de miedos, preocupaciones y
pensamientos negativos.
Un estrés excesivo con un manejo poco eficaz, nos puede llevar a presentar datos de ansiedad o
de depresión.
ANSIEDAD
Se caracteriza como el estado de alerta ante una señal de peligro.
Cuando la ansiedad se sale de estos lineamientos y comienza a presentarse de forma repetitiva,
con una alta intensidad y una duración prolongada, puede clasificarse como un trastorno.

Ansiedad. Signos y síntomas.

Las personas con trastornos de ansiedad con frecuencia tienen preocupaciones y miedos
intensos, excesivos y persistentes sobre situaciones diarias. Con frecuencia, en los trastornos de
ansiedad se dan episodios repetidos de sentimientos repentinos de ansiedad intensa y miedo o
terror que alcanzan un máximo en una cuestión de minutos (ataques de pánico).

Estos sentimientos de ansiedad y pánico interfieren con las actividades diarias, son difíciles de
controlar, son desproporcionados en comparación con el peligro real y pueden durar un largo
tiempo. Con el propósito de prevenir estos sentimientos, puede suceder que se eviten ciertos
lugares o situaciones.

Los síntomas pueden empezar en la infancia o la adolescencia y continuar hasta la edad adulta.

Signos y síntomas

Sensación de nerviosismo, agitación o tensión.

Sensación de peligro inminente, pánico o catástrofe.

Aumento del ritmo cardíaco (frecuencia cardíaca rápida o irregular).

Respiración acelerada (hiperventilación).

Sudoración.

Temblores.

Dolor abdominal.

Sensación de debilidad o cansancio.


Problemas para concentrarse o para pensar en otra cosa que no sea la preocupación actual.

Problemas para conciliar el sueño.

Problemas gastrointestinales (GI).

Tener dificultades para controlar las preocupaciones.

Tener la necesidad de evitar las situaciones que generan ansiedad.

Mareo.

Dolor de cabeza.

Tensión muscular.

Depresión.

La depresión es más que tan sólo sentirse triste o tener un mal día. Cuando la tristeza dura
bastante tiempo e interfiere con las actividades normales diarias, podríamos estar hablando de
un cuadro depresivo.

La depresión tiene manifestaciones:

AFECTIVAS

En donde prevalecen sentimientos de tristeza y melancolía, además de una perdida general del
interés.
COGNITIVAS
Caracterizadas por un patrón de pensamientos distorsionados sobre sí mismo y los demás.
CONDUCTUALES
Afectando la conducta alimentaria, la forma de dormir, el deseo sexual, las relaciones
interpersonales y la capacidad para resolver problemas de la vida diaria.
Signos y síntomas

Sentirse triste o ansioso con frecuencia o todo el tiempo.

No querer realizar actividades que antes eran divertidas.

Sentirse irritable, frustrado con facilidad o intranquilo.

Tener dificultad para dormirse o seguir durmiendo.

Levantarse muy temprano o dormir demasiado.

Comer más o menos de lo usual o no tener apetito.


Tener malestar, dolores, dolores de cabeza o problemas estomacales que no se mejoran con
tratamiento.

Tener dificultad para concentrarse, recordar detalles o tomar decisiones.

Sentirse cansado, aún después de dormir bien.

Sentirse culpable, que no vale nada o desamparado.

Pensar en el suicidio o en hacerse daño.

Burnout: ¿qué es?

El síndrome de burnout se refiere al agotamiento prolongado de la energía y se caracteriza por la experiencia


de cansancio emocional, sentimientos de baja realización personal e insuficiencia, así como
despersonalización. La respuesta sintomática es similar a la depresión, produce malestares físicos diversos, así
como disminución en la motivación e involucramiento en el trabajo (Báahrer-Kohler, 2013).

¿Cómo se presenta?

El Burnout o síndrome de desgaste emocional está causado por determinadas circunstancias


que exigen un esfuerzo emocional excesivo. Es muy común entre profesionales de la salud.
Maslach (1978) agrupa los síntomas principales en tres áreas:

CANSANCIO EMOICONAL

Se manifiesta por agotamiento físico y psíquico, apatía, desesperanza y autoconcepto negativo.


EVITACION Y AISLAMIENTO
Conduce al absentismo laboral; no se acude a las reuniones de trabajo, y se producen cambios
de humor y conductas hostile
SENTIMIENTO DE INADECUACION PERSONAL Y PROFESIONAL

Deterioro de la capacidad laboral y pérdida del sentimiento de gratificación.

Existe una relación entre el burnout y la depresión no sólo respecto a la presentación clínica
(Ahola, Hakanen, Perhoniemi y Mutanen, 2014; Nyklicek y Pop, 2005), sino también en
términos psicométricos (Schonfeld y Bianchi, 2016); no obstante, los datos de investigación
confirman que el burnout es una entidad distinta, puesto que se asocia con la situación laboral y
es específica de la misma; en contraste, la depresión es un trastorno psiquiátrico más general y
no depende del contexto (Maslach y Leiter, 2016).
Implicaciones en mi trabajo y funcionamiento diario.

Podríamos decir que el sindrome de Burnout sería la respuesta extrema al estrés crónico
originado en el contexto laboral. Entonces, el estrés y el burnout están relacionados.

Un estrés mal manejado o manejado de manera poco eficiente, puede llevar a la persona a
presentar datos de ansiedad y depresión. Si esto continúa y se magnifica, así como si es
constante, puede presentarse un cuadro de agotamiento-desgaste emocional, es decir, un cuadro
de Burnout.

SEÑALES DE ALERTA

AGOTAMIENTO EMOCIONAL

 Un desgaste profesional que lleva a la persona a un agotamiento psíquico y fisiológico.


 Aparece una pérdida de energía, fatiga a nivel físico y psíquico.
 El agotamiento emocional se produce al tener que realizar unas funciones laborales
diariamente y permanentemente con personas que hay que atender como objetos de
trabajo.

ACTITUD NEGATICA EN RELACION CON LOS USUARIOS

 Incremento de la irritabilidad, y pérdida de motivación.


 Por el endurecimiento de las relaciones puede llegar a la deshumanización en el trato.

FALTA DE REALIZACION PERSONAL

 Disminución de la autoestima personal.


 Frustración de expectativas y manifestaciones de estrés a nivel fisiológico, cognitivo y
comportamiento.

Causas del burnout.

Una persona trabajadora puede sufrir el síndrome de Burnout al estar expuesto durante un largo
periodo de tiempo a situaciones laborales que impliquen:

UN ESTADO DE SOBRECARGA EMOCIONAL

Por permanecer en contacto de forma continuada con personas en determinadas situaciones


como, por ejemplo, con un alto grado de dependencia o gravemente enfermas. Por lo tanto,
estos trabajadores se hallan inmersos en climas en los que prevalecen emociones como el
sufrimiento, la angustia o la desesperanza.
HORARIOS DE TRABAJO LARGO

Junto a un ambiente laboral muy deteriorado


DESEMPEÑO DE UN EXCESIVO TRABAJO FISICO
Sin los recursos necesarios para llevarlo a cabo adecuadamente como, por ejemplo, la falta de
personal, el escaso margen de tiempo o trabajar bajo condiciones de presión y estrés.
UN ELEVADO NIVEL DE EXIGENCIA
Con un alto requerimiento de energía o de recursos personales del trabajador.

El burnout se manifiesta sobre todo mediante la alteración repentina de la mente:


PROBLEMAS DE ATENCION Te resulta difícil prestar atención a las cosas.
PROBLEMAS DE MEMORIA Tienes tendencia a olvidarte a menudo de las cosas y te resulta
difícil recordar los hechos.
CAPACIDAD COGNITIVA LENTA Tardas más tiempo en llevar a cabo las diferentes tareas
y necesitas más tiempo para pensar.
CRISIS DE LLANTO Y UNA SENSACION DE TRISTEZA Y PESIMISMO Te sientes
deprimido.
PREOCUPACION Estás permanentemente preocupado por lo que te queda por hacer y por lo
que deberías hacer mejor o perfeccionar.
Empatía y fatiga por compasión.
COMPASION

 Se define como el sentimiento de tristeza que produce el ver padecer a alguien y que
impulsa a aliviar su dolor o sufrimiento, a remediarlo o a evitarlo.
 Es el valor humano que conjuga la empatía y la comprensión hacia el sufrimiento de los
demás.

EMPATIA

 Es imprescindible en las habilidades comunicativas con el individuo enfermo, ayuda a


una mejor comprensión y cuidados individualizados en los procesos de enfermedad y
permite la reciprocidad profesional-paciente.
 Empatía y compasión están relacionadas.

FATIGA POR COMPASION

 Es un proceso complejo, que incluye el deterioro insidioso y relativamente permanente


de los recursos personales, con afectación de las áreas profesional y personal e impacto
en las experiencias y habilidades de seguridad, confianza, poder, autoestima, intimidad,
independencia y control (Marín, 2016; Cunningham, 2003).

Este proceso implica conductas y reacciones emocionales naturales derivadas de conocer un


evento traumático experimentado por otra persona significativa (el estrés resultante de ayudar o
querer ayudar a una persona traumatizada o que está sufriendo), o sea, un trauma indirecto de
instauración rápida y repentina como consecuencia de ayuda a aquellos que experimentan el
trauma de manera directa.

EMPATÍA

Herramienta de trabajo imprescindible en el campo de la salud porque facilita la relación entre las
personas.

Fatiga por compasión.

La fatiga por compasión no se considera una enfermedad mental, no es una entidad patológica
sino una respuesta psicológica, aunque si no se le presta la atención necesaria, puede ocasionar
depresión y enfermedades relacionadas con el estrés.

Factores de riesgo para fatiga por compasión:


¿Cómo identificarlo en uno mismo?

En 1986, Maslach desarrolló un cuestionario de 22 Items, sobre los sentimientos y actitudes del
profesional en su trabajo y hacia los pacientes, su función es medir el desgaste profesional. Se
le llama: Maslach Burnout Inventory.

El cuestionario mide los 3 aspectos del síndrome: Cansancio emocional, despersonalización,


realización personal.

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