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UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DE SANTIAGO (UTESA)

Alumno:
Karen Rosa
Matricula:
1-22-0924
Asignatura:
Laboratorio de microbiologia medica
Grupo:
020
Docente:
Luisa Campos
El Peritoneo:

El peritoneo es la membrana serosa que reviste el interior de la cavidad


abdominal. Se estructura en dos capas: la capa exterior, llamada
peritoneo parietal, está adherida a la pared de la cavidad abdominal, y la
capa interna o peritoneo visceral envuelve el intestino delgado y otros
órganos del abdomen. El espacio entre ambas capas se denomina
cavidad peritoneal y contiene una pequeña cantidad de fluido lubricante
(alrededor de 50 ml) que permite a ambas capas deslizarse entre sí.

Estructura
El peritoneo tapiza la pared anterior y posterior de la cavidad abdominal,
por arriba cubre la porción inferior del diafragma y por abajo recubre la
pelvis. Las estructuras del abdomen se clasifican en intraperitoneales o
extraperitoneales, estas últimas pueden ser subperitoneales (situadas
debajo del peritoneo) como la vejiga urinaria y retroperitoneales (detrás
del peritoneo) como el riñón.1 La cavidad peritoneal se divide en dos
partes, la cavidad principal y la transcavidad de los epiplones que es más
pequeña y se sitúa detrás del estómago y el epiplón mayor, ambas
cavidades tienen una comunicación virtual denominada hiato de
Winslow.
Partes del peritoneo:
Se conocen en el peritoneo, como en todas las membranas serosas:

Peritoneo parietal
Hoja más externa del peritoneo. Está aplicada sobre las paredes de las
cavidades abdominal y pélvica.
Está tapizada en toda su extensión por una capa de tejido celuloadiposo,
denominada fascia extraperitoneal.

Peritoneo visceral
Hoja interna del peritoneo.
Constituida por el revestimiento seroso de los órganos
abdominopélvicos.

Repliegues
Tejido membranoso que une el peritoneo parietal al peritoneo visceral.
Estos contienen los pedículos vasculonerviosos que se dirigen desde la
pared hasta los órganos envueltos por la serosa.

Cada uno de ellos, está compuesto por dos hojas separadas entre sí por
una delgada capa de tejido celuloadiposo, donde se encuentran los
vasos y los nervios.
Presentan diferentes formas y según los casos se denominan: meso,
omento o epiplón, y ligamento.
Toma de muestra:
La toma de muestra para cultivo del peritoneo y su líquido se realiza
mediante un procedimiento llamado paracentesis bacteriana.

Preparación del paciente: El paciente se coloca en una posición cómoda,


generalmente sentado o recostado, y se desinfecta la zona abdominal.

Anestesia local: Se administra un anestésico local en la zona donde se


realizará la paracentesis para reducir la incomodidad y el dolor.

Inserción de la aguja: Se introduce una aguja a través de la pared


abdominal hasta llegar al espacio peritoneal. Esto se realiza bajo guía
ecográfica para asegurar precisión.

Extracción de líquido: Se extrae una cantidad específica de líquido


peritoneal utilizando una jeringa conectada a la aguja.

Envío al laboratorio: El líquido peritoneal obtenido se coloca en un


recipiente estéril y se envía al laboratorio para realizar el cultivo
bacteriano.

Análisis del cultivo: En el laboratorio, se cultivan las muestras para


identificar la presencia de microorganismos y determinar su sensibilidad
a los antibióticos.

Este procedimiento es crucial para diagnosticar infecciones


intraabdominales y orientar el tratamiento médico adecuado. Es
importante que sea realizado por personal médico capacitado para
garantizar la seguridad y la precisión del proceso.

Medios de cultivo:
El líquido peritoneal se cultiva típicamente en medios de cultivo
específicos diseñados para favorecer el crecimiento de microorganismos.

Estos medios pueden variar, pero comúnmente se utilizan agar sangre,


agar chocolate o agar MacConkey. La elección del medio dependerá de
los objetivos del cultivo y de las características esperadas de los
microorganismos presentes en el líquido peritoneal.
Conclusión:

La toma de muestra del peritoneo de manera adecuada es crucial por


varias razones:

Diagnóstico preciso: Permite obtener material biológico para realizar


pruebas diagnósticas, lo que facilita la identificación de enfermedades
intraabdominales, infecciones u otras condiciones médicas.

Guía de tratamiento: Ayuda a determinar el tratamiento más efectivo.


Por ejemplo, en el caso de infecciones, la toma de muestra peritoneal y
su cultivo permiten identificar los microorganismos presentes y su
sensibilidad a los antibióticos, orientando así la elección del tratamiento
adecuado.

Seguimiento de la respuesta al tratamiento: Permite evaluar la eficacia


del tratamiento a lo largo del tiempo, ya que se pueden realizar análisis
comparativos de muestras obtenidas en diferentes momentos.

Investigación médica: Las muestras obtenidas durante estos


procedimientos contribuyen a la investigación médica y al avance del
conocimiento sobre diversas condiciones intraabdominales.

La toma de muestra del peritoneo debe realizarse de manera estéril y


precisa para garantizar la integridad de los resultados y evitar posibles
complicaciones para el paciente. La interpretación adecuada de los
resultados obtenidos de estas muestras es esencial para brindar un
cuidado médico óptimo.

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