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GONZALEZ PATROCINIO
JAVIER
DIPLOMADO EN NEFROLOGÍA
MODULO 2: FORMAS DE
TRATAMIENTO DE LA
ENFERMEDAD RENAL
DOCENTE:
DRA. ANA TERESA OLIVERA
GOMEZ
NICOLAS ROMERO, ESTADO
DE MÉXICO 15 DE MAYO 2022
DIÁLISIS PERITONEAL
Definición
INDICACIONES
Por tanto, en una primera aproximación se podría establecer que estaría indicada
en cualquier situación donde la membrana peritoneal mantiene estas características
intactas. Sin embargo, existen numerosos condicionantes relacionados con el paciente
CRITERIOS DE EXCLUSION
CONTRAINDICACIONES MÉDICAS
1.- Patología abdominal severa que puede ser:
- Enfermedad inflamatoria abdominal
- Isquemia intestinal
- Adherencias peritoneales intensas
Bajo transporte de la membrana peritoneal que nos dé una diálisis
inadecuada
2.-
Ausencia de pared abdominal
3.-
Está contraindicada también en pacientes diabéticos en lista de espera
4.-
para doble
trasplante renal páncreas, con el objetivo de preservar peritoneo.
CONTRAINDICACIONES PSICOSOCIALES
1.
- Enfermedad psiquiátrica grave
2. (depresión)
- Deterioro intelectual severo sin ayuda
3. familiar
- Negativa del paciente
4. Ausencia de hogar
-
CONTRAINDICACIONES RELATIVAS:
MEDICAS
1 Hernias abdominales: deben ser corregidas previas a la inclusión en el programa.
2 Colostomías. Ileostomías. Nefrectomías. Pueden aumentar el riesgo de peritonitis.
3 EPOC .La presencia de líquido en la cavidad abdominal puede disminuir la capacidad
vital.
4 Enfermedad diverticular grave de colon. En el anciano puede favorecer peritonitis por
gérmenes gran
negativo o perforaciones.
5 Dolor de espalda. Hernia discal. Puede agravar la sintomatología, la excesiva lordosis
por la presencia
de líquidos.
6 Enfermedad neurológica progresiva o artritis. La contraindicación depende de la
capacidad de realizar
los intercambios o no disponer de ayuda.
7 Drogas inmunosupresoras. Pueden favorecer la infección del catéter.
8 Hernia hiatal con reflujo gastroesofágico importante por aumento de la presión
abdominal.
9 Otras contraindicaciones: Lupus. Obesidad. Gran tamaño corporal. Intervenciones
abdominales
previas. Ceguera.
CATETERES
Catéter de Tenckhoff
Tanto la silicona como el Poliuretano son dos sustancia que componen los catéteres
actualmente, que promueven el desarrollo del epitelio escamoso en el túnel subcutáneo
próximo al catéter y en el orificio de salida y dentro de la pared abdominal. La presencia
de este epitelio aumenta la resistencia a la penetración de bacterias desde los tejidos
vecinos hacia el orificio de salida cutánea y de entrada del catéter peritoneal El catéter de
Tenckhoff, es una prótesis similar a un tubo redondo, comúnmente de silicona.
La siguiente porción es intraparietal, tiene uno o dos manguitos o cuff de Dacron, estos
provocan una respuesta inflamatoria que progresa, permitiendo el crecimiento del tejido
fibroso y de granulación en un mes aproximadamente, favoreciendo la fijación del catéter,
se cree que puede actuar de barrera contra las bacterias, aunque esto último no se sabe
si de verdad se logra.
La porción que se observa a partir del orificio de salida que es la que podemos ver una
vez colocado el catéter, es la porción externa, donde se pone un conector para colocar el
prolongador, apropiado al sistema que se va a utilizar. Tira radiopaca
Para minimizar estos problemas de flujo se diseñó varios catéteres con
modificaciones en la porción intraperitoneal (Figura 2). Uno de ellos fue el mismo catéter
de Tenckhoff con final en espiral o rabo de cerdo, que proporcionaba un aumento de
la masa del tubo, a la vez que mantenía separada la capa parietal de la visceral del
peritoneo con lo que se conseguía que el flujo en la punta del catéter estuviese más
protegido y se conseguía aumentar la cantidad de agujeros libres de entrada y salida del
líquido.
HISTOLOGÍA PERITONEAL
El peritoneo visceral está compuesta por una capa monocelular de mesotelio. La
superficie cavitaria en el ser humano adulto oscila entre 2,08 y 1.72 m2.
Por otro lado, la célula mesotelial es plana y alargada, con núcleo central.
El peritoneo es la membrana serosa más extensa del organismo, que además de recubrir
la pared peritoneal también recubre los intestinos. Supone un 40-50% de la superficie
cutánea.
La superficie del peritoneo (mesotelio) está constituida por una monocapa de células
mesoteliales con aspecto de mosaico poligonal en el que afloran microvellosidades.
Entre las células hay resquicios intercelulares que dejan pasar con gran facilidad los
solutos y líquidos. Existen, además, desmosomas intermesoteliales para reforzar las
uniones intercelulares. Estas células descansan sobre una membrana basal (MB) que
ofrece poca resistencia al paso de las moléculas de menos de 30.000 daltons.
Por debajo del mesotelio y de la MB se halla el intersticio que constituye una zona laxa
entre los capilares y el mesotelio, compuesto por redes de moléculas de colágeno, ácido
hialurónico y proteoglicanos entre las que pasa el agua
Las funciones del peritoneo consisten en secretar una pequeña cantidad de líquido para
proporcionar una cavidad lubricada donde los órganos puedan moverse sin fricciones. El
líquido secretado es estéril, por lo que también ejerce una función de protección frente a
procesos patológicos.
La cavidad peritoneal es un espacio virtual que se forma entre las capas parietal y
visceral del peritoneo y, como se ha mencionado anteriormente, contiene una pequeña
cantidad de líquido. Es un saco cerrado en los hombres, mientras que en las mujeres el
saco se encuentra abierto a nivel de las trampas de Falopio permitiendo la comunicación
entre el espacio intraperitoneal y extraperitoneal pélvico. Se
divide en dos regiones, el saco mayor y el saco menor, y ambos se comunican mediante
el foramen epiploico de Winslow
El peritoneo funciona como una membrana semipermeable que permite la difusión pasiva
bidireccional de líquidos y solutos. La importancia clínica de este intercambio se pone de
manifiesto en la diálisis peritoneal y en las peritonitis, en las que se puede producir un
desplazamiento masivo de líquidos que conduce a la depleción del volumen vascular con
hipotensión e incluso shock.
Etiologia
Clínica
El dolor es el síntoma más frecuente e importante, si bien puede ser poco relevante en
pacientes muy jóvenes, en ancianos, psicóticos o en enfermos tratados con
glucocorticoides. Su
localización se relaciona con la enfermedad causal y con el carácter difuso o localizado de
la inflamación, de forma que en el primer caso se extiende a todo el abdomen y en el
segundo se limita al área afectada. A este síntoma suele asociarse distensión abdominal,
anorexia, náuseas, vómitos y constipación, aun cuando hay casos que pueden
presentarse con diarrea irritativa. El dolor empeora con los movimientos y con la
respiración por lo que es frecuente encontrar al paciente inmóvil, con ausencia de
respiración abdominal y con las rodillas flexionadas. Generalmente hay fiebre de 38 -
40°C, taquicardia, polipnea, oliguria, facie hipocrática característica de rasgos afilados,
sudoración ligosa y fría, mucosas y axilas secas e hipotensión.
En las peritonitis generalizadas el shock suele estar presente. Los ruidos intestinales
están muy disminuídos o ausentes, existe acentuada sensibilidad abdominal, contractura
muscular involuntaria y dolor a la descompresión brusca del abdomen (Signo de Blumberg
+). La exploración física debe completarse con el examen rectal y vaginal, para detectar
sensibilidad o masas en la región pelviana, y con la búsqueda de los signos del psoas,
obturadores y aductores. El laboratorio muestra leucocitosis, con marcada neutrofilia y
formas juveniles, hemoconcentración y acidosis metabólica, en la radiografía de abdomen
simple (de pie y en decúbito) suele existir dilatación de asas intestinales con niveles
hidroaéreos. En caso de perforación se encuentra pneumoperitoneo en el 60 - 75% de los
enfermos. En otros pacientes puede demostrarse la presencia de líquido libre peritoneal y
hallazgos compatibles con absceso intrabdominal.
Tratamiento
El tratamiento fundamental de la peritonitis bacteriana secundaria es la intervención
quirúrgica, que debe hacerse lo antes posible una vez reanimado el paciente. Para ello se
repondrá adecuadamente la volemia, se corregirán las alteraciones electrolíticas y del
estado ácido básico, se estabilizarán las funciones circulatorias y respiratorias y se
monitorizarán rigurosamente las constantes vitales. A ello se añadirá la aspiración
nasogástrica por sonda para
reducir la distensión abdominal y el íleo. La administración de antibióticos debe iniciarse
de forma precoz. Clásicamente se ha utilizado la combinación de antibióticos de amplio
espectro frente a los gérmenes aerobios gramnegativos con aminoglucósidos, y frente a
los anaerobios con metronidazol o clindamicina. La aparición de nuevos y eficaes
antibióticos como cefalosporinas de tercera generación, ureidopenicilinas, carbapénicos
(tienamicina), monolactámicos (aztreonam) y quinolonas, ha permitido otras alternativas
terapéuticas mediante su administración aislada o en combinación con los antibióticos
anteriores, según la gravedad y la bacteriología de cada caso. Como tratamiento
adyuvante se recomienda nutrición parentenal y lavados peritoneales, aunque no existen
trabajos controlados que hayan mostrado su eficacia.
A pesar de estos adelantos, la peritonitis secundaria tiene una elevada morbimortalidad.
Los factores que influyen en la supervivencia son la edad, el estado general del paciente,
la demora en la intervención quirúrgica y el lugar de la perforación. La mortalidad por
perforación libre del colon se sitúa entre el 20 y el 40%, mientras que la debida a una
perforación ulcerosa es inferior al 10%.
Las formas graves de peritonitis con falla multiorgánica tienen una mortalidad del 50 -
70%
BIBLIOGRAFÍA
1. Aspectos funcionales del peritoneo como
membrana de diálisis. Gotloib L., Shostak A.,
Wajsbrot V. La diálisis peritoneal. Montenegro J.,
Olivares J., págs. 27-56.
2. Fundamentos teóricos de la diálisis peritoneal.
Teixidó J., Borràs M., Martínez C. La
diálisis peritoneal. Montenegro J., Olivares J.,
págs.