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ALUMNO:

GONZALEZ PATROCINIO
JAVIER

DIPLOMADO EN NEFROLOGÍA

MODULO 2: FORMAS DE
TRATAMIENTO DE LA
ENFERMEDAD RENAL

DOCENTE:
DRA. ANA TERESA OLIVERA
GOMEZ
NICOLAS ROMERO, ESTADO
DE MÉXICO 15 DE MAYO 2022
DIÁLISIS PERITONEAL

Definición

Técnica de depuración extrarenal en la que vamos a utilizar la membrana


peritoneal, aprovechando su capacidad de ósmosis y difusión de solutos desde el
peritoneo al plasma y viceversa hasta equilibrarse completamente estos compartimentos,
según los gradientes de concentración electro-química, permitiendo así el paso de
sustancias urémicas del plasma al peritoneo para ser eliminados por esta vía.
Esto lo conseguiremos con la instilación de un líquido de diálisis en cantidad variable que
puede ser de 1 a 3 litros y a través de un catéter y un sistema de diálisis y drenando este
líquido al exterior pasado un tiempo.

INDICACIONES

La Sociedad, Española de Nefrología, refiere que dentro de las indicaciones de la


diálisis peritoneal se encuentran:

La indicación de la diálisis peritoneal como técnica de depuración pasa por


la absoluta normalidad anatomofuncional de la membrana peritoneal. Por tanto, en una
primera aproximación se podría establecer que estaría indicada en cualquier situación
donde la membrana peritoneal mantiene estas características intactas. Sin embargo,
existen numerosos condicionantes relacionados con el paciente
La indicación de la diálisis peritoneal como técnica de depuración pasa por
la absoluta normalidad anatomofuncional de la membrana peritoneal.

Por tanto, en una primera aproximación se podría establecer que estaría indicada
en cualquier situación donde la membrana peritoneal mantiene estas características
intactas. Sin embargo, existen numerosos condicionantes relacionados con el paciente

CRITERIOS DE EXCLUSION

CONTRAINDICACIONES MÉDICAS
1.- Patología abdominal severa que puede ser:
- Enfermedad inflamatoria abdominal
- Isquemia intestinal
- Adherencias peritoneales intensas
Bajo transporte de la membrana peritoneal que nos dé una diálisis
inadecuada
2.-
Ausencia de pared abdominal
3.-
Está contraindicada también en pacientes diabéticos en lista de espera
4.-
para doble
trasplante renal páncreas, con el objetivo de preservar peritoneo.
CONTRAINDICACIONES PSICOSOCIALES
1.
- Enfermedad psiquiátrica grave
2. (depresión)
- Deterioro intelectual severo sin ayuda
3. familiar
- Negativa del paciente
4. Ausencia de hogar
-
CONTRAINDICACIONES RELATIVAS:

MEDICAS
1 Hernias abdominales: deben ser corregidas previas a la inclusión en el programa.
2 Colostomías. Ileostomías. Nefrectomías. Pueden aumentar el riesgo de peritonitis.
3 EPOC .La presencia de líquido en la cavidad abdominal puede disminuir la capacidad
vital.
4 Enfermedad diverticular grave de colon. En el anciano puede favorecer peritonitis por
gérmenes gran
negativo o perforaciones.
5 Dolor de espalda. Hernia discal. Puede agravar la sintomatología, la excesiva lordosis
por la presencia
de líquidos.
6 Enfermedad neurológica progresiva o artritis. La contraindicación depende de la
capacidad de realizar
los intercambios o no disponer de ayuda.
7 Drogas inmunosupresoras. Pueden favorecer la infección del catéter.
8 Hernia hiatal con reflujo gastroesofágico importante por aumento de la presión
abdominal.
9 Otras contraindicaciones: Lupus. Obesidad. Gran tamaño corporal. Intervenciones
abdominales
previas. Ceguera.

CATETERES

Desde que se tenía conocimiento de la utilidad de la diálisis peritoneal, para el


tratamiento de la insuficiencia renal, uno de los problemas más importante que se ha
presentado para poder utilizarla en pacientes crónicos como tratamiento de estos, era no
poder contar con un acceso permanente o catéter que permitiera un tratamiento
continuado sin poner en riesgo la vida del paciente. Para la infusión y drenaje del líquido
peritoneal se han utilizado sistemas dispares y sin apenas protección antimicrobiana que
hacia se infectaran los tubos, sus conductos y el propio peritoneo. Se ha usado, tubos de
cristal, de goma, catéteres uretrales de Foley, catéteres con punta de seta, catéteres con
puntas en forma de silbato, tubos de polietileno, tubos de acero inoxidables
multiperforado, etc.
Hasta 1968 con la llegada del catéter de Henry Tenckhoff, que intentaba
solucionar la mayoría de los problemas más importante que hasta ahora habían
presentado los catéteres, como era los escape de líquido y las infecciones.

Paralelamente a la evolución de los catéteres se producía la modificación de los


líquidos para la diálisis peritoneal, variando su composición electrolítica, envases, nuevos
sistemas de infusión etc. que hacían más segura la técnica y poder evitar así las
infecciones, muy frecuentes en estos años.

En todos estos años anteriores estuvo considerada la diálisis peritoneal como un


procedimiento en estado experimental y utilizada por la mayoría como último recurso en
los casos de uremia terminal por no existir, precisamente, un catéter, sistemas de
conexiones, envases de líquidos etc. con suficientes garantías para realiza el tratamiento

Catéter de Tenckhoff

Tanto la silicona como el Poliuretano son dos sustancia que componen los catéteres
actualmente, que promueven el desarrollo del epitelio escamoso en el túnel subcutáneo
próximo al catéter y en el orificio de salida y dentro de la pared abdominal. La presencia
de este epitelio aumenta la resistencia a la penetración de bacterias desde los tejidos
vecinos hacia el orificio de salida cutánea y de entrada del catéter peritoneal El catéter de
Tenckhoff, es una prótesis similar a un tubo redondo, comúnmente de silicona.

El catéter consta de 3 segmentos bien definidos, una porción intraperitoneal con


perforaciones para facilitar el paso del líquido de diálisis del exterior a la cavidad
peritoneal y viceversa. En esta porción la mayor parte de los catéteres tienen una tira
radiopaca o son totalmente opacos a los rayos X. Este segmento intraperitoneal suele ser
recto

La siguiente porción es intraparietal, tiene uno o dos manguitos o cuff de Dacron, estos
provocan una respuesta inflamatoria que progresa, permitiendo el crecimiento del tejido
fibroso y de granulación en un mes aproximadamente, favoreciendo la fijación del catéter,
se cree que puede actuar de barrera contra las bacterias, aunque esto último no se sabe
si de verdad se logra.

La porción que se observa a partir del orificio de salida que es la que podemos ver una
vez colocado el catéter, es la porción externa, donde se pone un conector para colocar el
prolongador, apropiado al sistema que se va a utilizar. Tira radiopaca
Para minimizar estos problemas de flujo se diseñó varios catéteres con
modificaciones en la porción intraperitoneal (Figura 2). Uno de ellos fue el mismo catéter
de Tenckhoff con final en espiral o rabo de cerdo, que proporcionaba un aumento de
la masa del tubo, a la vez que mantenía separada la capa parietal de la visceral del
peritoneo con lo que se conseguía que el flujo en la punta del catéter estuviese más
protegido y se conseguía aumentar la cantidad de agujeros libres de entrada y salida del
líquido.

El catéter de Toronto o T.W.H., tiene dos discos de silicona perpendiculares en el


tramo final del catéter, para separar el epiplón y el intestino lejos de los agujeros del
catéter.

Catéter de Lifecath, presenta una angulación preformada de 90º en su posición


subcutánea, que termina en dos discos separados por unas columnas. En la periferia del
disco se produce la entrada y salida del líquido y como el área de este es grande el
líquido sale y entra lentamente evitando la atracción del epiplón hacia el catéter. El catéter
se fija además en la pared anterior del abdomen por lo que no puede emigrar por las asas
intestinales como le pasa a otros catéteres.

Catéter Autoposicionante, tiene la misma forma que un catéter de Tenckhoff


pero con una modificación, en su extremo distal tiene un aumento del diámetro de unos 2
cm, que es un añadido de un peso de 12 gr. de un material biocompatible (Tungsteno),
que favorece que el catéter este siempre en la parte inferior de la cavidad peritoneal,
evitando el malfuncionamiento por desplazamiento del catéter.
Otro de las modificaciones recientes que ha sufrido el catéter original de Tenckhoff,
ha sido en su composición al realizarlo en Poliuretano con un calibre interior mayor
(3,25mm) que el de Silicona (2,6mm) lo que facilita que tanto el drenaje como la infusión
se realice casi en la mitad de tiempo que se venía realizando, acortando el tiempo total
del intercambio en el que por término medio se tarda entre 20-30 minuto con este tipo de
catéter se reduce bastante el tiempo total.
PERITONEO

HISTOLOGÍA PERITONEAL
El peritoneo visceral está compuesta por una capa monocelular de mesotelio. La
superficie cavitaria en el ser humano adulto oscila entre 2,08 y 1.72 m2.
Por otro lado, la célula mesotelial es plana y alargada, con núcleo central.
El peritoneo es la membrana serosa más extensa del organismo, que además de recubrir
la pared peritoneal también recubre los intestinos. Supone un 40-50% de la superficie
cutánea.
La superficie del peritoneo (mesotelio) está constituida por una monocapa de células
mesoteliales con aspecto de mosaico poligonal en el que afloran microvellosidades.

Con microscopio electrónico pueden distinguirse numerosas vesículas, invaginaciones de


la membrana celular y los cuerpos lamelares repletos de fosfolípidos destinados a lubricar
la superficie.

Entre las células hay resquicios intercelulares que dejan pasar con gran facilidad los
solutos y líquidos. Existen, además, desmosomas intermesoteliales para reforzar las
uniones intercelulares. Estas células descansan sobre una membrana basal (MB) que
ofrece poca resistencia al paso de las moléculas de menos de 30.000 daltons.
Por debajo del mesotelio y de la MB se halla el intersticio que constituye una zona laxa
entre los capilares y el mesotelio, compuesto por redes de moléculas de colágeno, ácido
hialurónico y proteoglicanos entre las que pasa el agua

Las funciones del peritoneo consisten en secretar una pequeña cantidad de líquido para
proporcionar una cavidad lubricada donde los órganos puedan moverse sin fricciones. El
líquido secretado es estéril, por lo que también ejerce una función de protección frente a
procesos patológicos.

La cantidad de líquido que se encuentra en la cavidad peritoneal es tan sólo de 100 ml


y está en continua producción, circulación y reabsorción. La dirección del circuito está
determinada por los movimientos diafragmáticos e intestinales y tiende a llevar una
dirección ascendente por las gotieras paracólicas hasta los espacios subfrénicos, lugar
donde más cantidad de líquido se reabsorbe. Es frecuente que haya mayor cantidad de
líquido en la gotiera paracólica derecha porque es más ancha y tiene menos obstáculos al
flujo.

Es importante conocer las áreas donde el líquido tiende a quedarse remansado, ya


que en el caso de diseminación de enfermedad a través de este líquido, son las primeras
zonas donde las células tumorales tienden a implantarse.

La cavidad peritoneal es un espacio virtual que se forma entre las capas parietal y
visceral del peritoneo y, como se ha mencionado anteriormente, contiene una pequeña
cantidad de líquido. Es un saco cerrado en los hombres, mientras que en las mujeres el
saco se encuentra abierto a nivel de las trampas de Falopio permitiendo la comunicación
entre el espacio intraperitoneal y extraperitoneal pélvico. Se

divide en dos regiones, el saco mayor y el saco menor, y ambos se comunican mediante
el foramen epiploico de Winslow

El peritoneo es una membrana semipermeable que reviste la cavidad abdominal. Está


constituido por una única capa de células mesoteliales que descansan sobre un tejido
conectivo laxo. En el interior de la cavidad peritoneal se encuentran unos pocos mililitros
de líquido seroso, que mantiene húmeda la superficie de los órganos intraperitoneales y
permite su deslizamiento. El peritoneo se puede dividir en parietal y visceral. El peritoneo
parietal limita la cavidad peritoneal al revestir las paredes abdominales anterior, lateral y
posterior, la cara inferior del diafragma y la pelvis. Sus reflexiones, a partir de la pared
abdominal posterior, dan origen al peritoneo visceral, que forma los mesos y cubre la
superficie de los órganos intraperitoneales.

Estas reflexiones anclan los órganos intraperitoneales al tejido conjuntivo retroperitoneal y


sirven de acceso a los vasos sanguíneos, nervios y conductos linfáticos. El epiplón mayor
se extiende desde la curvatura mayor del estómago hacia abajo, por delante del colon
transverso, con el que se fusiona y cubre las asas intestinales. El epiplón menor o
gastrohepático une la curvatura menor gástrica al hígado, y delimita la cara anterior del
orificio epiploico o hiato de Winslow, que comunica la transcavidad de los epiplones con la
gran cavidad peritoneal.

El peritoneo funciona como una membrana semipermeable que permite la difusión pasiva
bidireccional de líquidos y solutos. La importancia clínica de este intercambio se pone de
manifiesto en la diálisis peritoneal y en las peritonitis, en las que se puede producir un
desplazamiento masivo de líquidos que conduce a la depleción del volumen vascular con
hipotensión e incluso shock.

El peritoneo responde a la invasión bacteriana con una secuencia


de acontecimientos destinados a limitar la agresión y destruir los gérmenes.
Probablemente, el aclaramiento bacteriano por el sistema linfático diafragmático es la
primera línea de defensa que puede volverse nociva si, en casos de contaminación
masiva, drena grandes cantidades de bacterias y endotoxinas a la circulación sistémica.
Una segunda línea está constituida por los mecanismos inmunológicos humorales y
celulares que se ponen en marcha dentro de la cavidad peritoneal.

La activación del sistema del complemento y de los macrófagos por bacterias y


endotoxinas, la atracción de polimorfonucleares ejercida por el complemento activado y
otros mediadores y la identificación de las bacterias como elementos extraños por la
acción de las opsoninas (complemento, globulinas, fibronectina), facilitan la lisis, la
fagocitosis y la destrucción bacteriana. Finalmente, la acción defensiva se completa con la
localización de la infección. La respuesta inflamatoria produce liberación de histamina y
de otras aminas vaso activas que ocasionan aumento de la permeabilidad vascular con
extravasación de fibrinógeno. La formación de mallas de fibrina a partir del fibrinógeno,
permite el atrapamiento de bacterias y el desarrollo posterior de adherencias que, junto
con la migración del epiplón y de otras vísceras vecinas, tienden a limitar la infección y
prevenir su extensión.
PERITONITIS

Etiologia

Se produce como consecuencia de la contaminación de la cavidad peritoneal por


gérmenes procedentes del tracto gastrointestinal, el árbol biliar, el páncreas o el aparato
genitourinario debido al paso de bacterias a través de los tejidos inflamados o por la
perforación espontánea o traumática de estas vísceras. En otras ocasiones se debe a la
rotura de abscesos intrabdominales o a la contaminación externa por heridas o
traumatismos penetrantes. La peritonitis consecutiva a la perforación del tracto digestivo
es siempre, con excepción la causada por rotura de la vesícula biliar, una infección
polimicrobiana constituida por gérmenes aerobios y anaerobios gramnegativos. Las
bacterias aerobias aisladas con mayor frecuencia son Escherichia coli, Klebsiella,
Proteus, Pseudomonas y Enterococos, mientras que entre las
anaerobias se incluyen Bacteroides fragilis y melaninogenicus y Clostridium perfringens.
La gravedad de la infección depende de numerosos factores, entre los que destacan
mecanismos de sinergia bacteriana, acción de endotoxinas, tamaño del inóculo,
localización de la perforación y existencia de una serie de sustancias adyuvantes, como la
presencia de sangre, secreciones digestivas, bario o tejido necrótico. La inflamación
peritoneal motiva la acumulación de grandes cantidades de líquido en la cavidad
peritoneal y en el interior de las asas intestinales, como consecuencia de la disminución
de su motilidad, lo que conduce a hipovolemia y, finalmente, a shock con repercusión
funcional multiorgánica. Existe gran exudación de líquido, producto del aumento de la
permeabilidad de la serosa inflamada y de la vasodilatación que, por la
contaminación bacteriana, toma un aspecto turbio y, en ocasiones de mal olor. Las asas
intestinales se presentan dilatadas, atónicas y enrojecidas, especialmente su serosa. Hay
edema de las paredes del intestino afectado, cubierto con exudados blanco amarillentos,
ricos en bacterias. Se establece la formación de un tercer compartimiento que contiene el
líquido atrapado en la cavidad y en el lúmen intestinal paralítico que conduce a la
deshidratación por hipovolemia, al daño renal y miocárdico por efecto agregado de las
endotoxinas que también afectan el intersticio pulmonar pudiendo llevar al síndrome de
distress respiratorio del adulto y, finalmente al shock mixto, séptico e hipovolémico. En
esta etapa se constituye insuficiencia suprarrenal y hepatorrenal, coagulopatía de
consumo, insuficiencia respiratoria, colapso circulatorio y, finalmente, falla orgánica
múltiple que desemboca con la muerte del paciente.

Clínica

El dolor es el síntoma más frecuente e importante, si bien puede ser poco relevante en
pacientes muy jóvenes, en ancianos, psicóticos o en enfermos tratados con
glucocorticoides. Su
localización se relaciona con la enfermedad causal y con el carácter difuso o localizado de
la inflamación, de forma que en el primer caso se extiende a todo el abdomen y en el
segundo se limita al área afectada. A este síntoma suele asociarse distensión abdominal,
anorexia, náuseas, vómitos y constipación, aun cuando hay casos que pueden
presentarse con diarrea irritativa. El dolor empeora con los movimientos y con la
respiración por lo que es frecuente encontrar al paciente inmóvil, con ausencia de
respiración abdominal y con las rodillas flexionadas. Generalmente hay fiebre de 38 -
40°C, taquicardia, polipnea, oliguria, facie hipocrática característica de rasgos afilados,
sudoración ligosa y fría, mucosas y axilas secas e hipotensión.
En las peritonitis generalizadas el shock suele estar presente. Los ruidos intestinales
están muy disminuídos o ausentes, existe acentuada sensibilidad abdominal, contractura
muscular involuntaria y dolor a la descompresión brusca del abdomen (Signo de Blumberg
+). La exploración física debe completarse con el examen rectal y vaginal, para detectar
sensibilidad o masas en la región pelviana, y con la búsqueda de los signos del psoas,
obturadores y aductores. El laboratorio muestra leucocitosis, con marcada neutrofilia y
formas juveniles, hemoconcentración y acidosis metabólica, en la radiografía de abdomen
simple (de pie y en decúbito) suele existir dilatación de asas intestinales con niveles
hidroaéreos. En caso de perforación se encuentra pneumoperitoneo en el 60 - 75% de los
enfermos. En otros pacientes puede demostrarse la presencia de líquido libre peritoneal y
hallazgos compatibles con absceso intrabdominal.

Tratamiento
El tratamiento fundamental de la peritonitis bacteriana secundaria es la intervención
quirúrgica, que debe hacerse lo antes posible una vez reanimado el paciente. Para ello se
repondrá adecuadamente la volemia, se corregirán las alteraciones electrolíticas y del
estado ácido básico, se estabilizarán las funciones circulatorias y respiratorias y se
monitorizarán rigurosamente las constantes vitales. A ello se añadirá la aspiración
nasogástrica por sonda para
reducir la distensión abdominal y el íleo. La administración de antibióticos debe iniciarse
de forma precoz. Clásicamente se ha utilizado la combinación de antibióticos de amplio
espectro frente a los gérmenes aerobios gramnegativos con aminoglucósidos, y frente a
los anaerobios con metronidazol o clindamicina. La aparición de nuevos y eficaes
antibióticos como cefalosporinas de tercera generación, ureidopenicilinas, carbapénicos
(tienamicina), monolactámicos (aztreonam) y quinolonas, ha permitido otras alternativas
terapéuticas mediante su administración aislada o en combinación con los antibióticos
anteriores, según la gravedad y la bacteriología de cada caso. Como tratamiento
adyuvante se recomienda nutrición parentenal y lavados peritoneales, aunque no existen
trabajos controlados que hayan mostrado su eficacia.
A pesar de estos adelantos, la peritonitis secundaria tiene una elevada morbimortalidad.
Los factores que influyen en la supervivencia son la edad, el estado general del paciente,
la demora en la intervención quirúrgica y el lugar de la perforación. La mortalidad por
perforación libre del colon se sitúa entre el 20 y el 40%, mientras que la debida a una
perforación ulcerosa es inferior al 10%.
Las formas graves de peritonitis con falla multiorgánica tienen una mortalidad del 50 -
70%

 Peritonitis durante diálisis peritoneal :Su incidencia estimada es de 1 a 2 episodios


por enfermo y año. La infección ocurre por la contaminación del líquido de diálisis
y/o de los catéteres, siendo los agentes responsables, en el60 al 80%, de los
casos el Stafilococo Epidermidis y el Streptococo Viridans. El tratamientoconsiste
en la administración intraperitoneal de antibióticos, asociada, en algunos casos,
con su prescripción oral o intravenosa, considerando que la mayoría de estos
enfermos se encuentran
inmunodeprimidos. La recurrencia es frecuente y su mortalidad inferior al 1%.

 Peritonitis Bacteriana Espontánea: Esta complicación ocurre casi exclusivamente


en pacientes cirróticos, en ausencia de foco
intrabdominal. La vía de contaminación es hematógena. También pueden
observarse en niños con sindrome nefrótico, en hepatitis virales graves, en ascitis
por insuficiencia cardíaca, en metástasis hepáticas múltiples y en carcinomatosis
peritoneal.

 Peritonitis en la Enfermedad Inflamatoria Pélvica: Es secundaria a la


contaminación de la cavidad peritoneal a partir de una infección del aparato genital
femenino y, en 3/4 partes de los casos, los microorganismos causales son la
Neisseria
Gonorrhae, la Chlamydia Trachomatis o ambos. Como tratamiento, habitualmente
médico, se ha
propuesto diversas combinaciones de antibióticos, entre ellas, la asociación de
doxicilina y
cefazolina que han sido muy útiles.

 Peritonitis Tuberculosa :Es secundaria a una localización extrapulmonar de la


infección tuberculosa, y hoy en día se observa con mayor frecuencia en portadores
de HIV+. Su tratamiento es médico y específico
INTERVENCIONES DE ENFERMERIA
Los cuidados de enfermería en la atención que se brinda al paciente que recibe
hemodiálisis incluyen desde el ingreso a la unidad, cuidados transdiálisis y el egreso.

Al ingreso a la unidad se deberá vigilar los siguientes parámetros:


● Valorar las condiciones generales del paciente al ingreso a la unidad y previo
a ser conectado

● Vigilar el tratamiento de hemodiálisis de acuerdo con las condiciones del paciente,


así como las indicaciones médicas

● Conexión a la máquina de hemodiálisis (manejo de fístula y catéter)


Los registros en hoja de enfermería deben contener:

● Peso corporal pre y posdiálisis


● Presión arterial pre, trans y posdiálisis

● Temperatura pre y posdiálisis

● Frecuencia cardiaca pre, trans y posdiálisis


● Heparinización, tipo de filtros de diálisis, flujo del dializante, flujo sanguíneo,
tiempo de diálisis y ultrafiltración
● Signos y síntomas del paciente antes, durante y al finalizar la hemodiálisis
Las funciones de la enfermera para la atención del paciente son:
● Brindar los cuidados del acceso vascular pre, trans y poshemodiálisis
● Mantener el equipo de reanimación cardiopulmonar en óptimas condiciones
● Participar en la visita médica
● Proporcionar los cuidados que requiera el paciente y vigilar el procedimiento
de hemodiálisis atendiendo a la prescripción médica
● Supervisar y verificar de manera sistemática la disponibilidad y calidad del
agua, así como el funcionamiento de los equipos a su cargo, debiendo registrar
y reportar de forma oportuna las anomalías identificadas

Aplicar las medidas para la prevención y control de la hepatitis B y C, y del


virus de la inmunodeficiencia humana
● Investigar en cada paciente de nuevo ingreso antígeno de superficie de la hepatitis B
(HBs Ag), anticuerpos contra el virus de la hepatitis C (anti-HVC) y
virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)
● Permitir que el personal determinado realice la vacunación contra virus de
hepatitis B
● Realizarse la determinación de aspartato aminotransferasa (AST), antígeno de
superficie (HBs Ag) y anti-HVC, cada seis meses
● Tratar al paciente infectado con técnicas de aislamiento en área específica,
evitando el contacto directo con el resto de los pacientes
El profesional y técnico de enfermería deberá conocer los principios fundamentales
de la hemodiálisis, así como la diversa nomenclatura que se emplea en estas terapias.
En función de las características del dializador, flujo de sangre y transporte de solutos, la
hemodiálisis se clasifica en convencional o bajo flujo, alto flujo y hemodiafiltración. En
todas las modalidades se utiliza el bicarbonato considerado como “buffer”.
bibliografía

BIBLIOGRAFÍA
1. Aspectos funcionales del peritoneo como
membrana de diálisis. Gotloib L., Shostak A.,
Wajsbrot V. La diálisis peritoneal. Montenegro J.,
Olivares J., págs. 27-56.
2. Fundamentos teóricos de la diálisis peritoneal.
Teixidó J., Borràs M., Martínez C. La
diálisis peritoneal. Montenegro J., Olivares J.,
págs.

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