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Índice

Clase 1: La construcción social del género y la sexualidad ....................................................... 3

Clase 2: La diversidad sexual ................................................................................................ 17

Clase 3: Los Derechos Humanos, la diversidad sexual y la Educación Sexual Integral ............. 31

Clase 4: Puertas de entrada y el rol docente en torno a la ESI y la diversidad ........................ 47

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Curso 208. La ESI en la escuela: Derechos y diversidad sexual

Clase 1: La construcción social del género y la sexualidad

A modo de Introducción

Colegas que inician hoy este curso:

queremos expresar nuestra alegría por encontrarnos con docentes de todo el país y darles la
bienvenida a este espacio virtual de formación continua en el cual les proponemos compartir
enfoques, lecturas y experiencias vinculadas con la diversidad sexual y la ESI. Este espacio de
formación colectiva es una instancia para reflexionar y construir saberes vinculados con la práctica
docente que fortalezcan el posicionamiento ético-pedagógico frente a los desafíos de las políticas
públicas inclusivas.

Este curso de formación virtual forma parte de las actividades desarrolladas por el Programa Nacional
de Educación Sexual Integral, en conjunto con el Instituto Nacional de Formación Docente y la
Dirección General de Políticas Integrales de Diversidad Sexual tendientes a profundizar la
implementación de la Ley de ESI en todas las modalidades y niveles del Sistema Educativo Nacional.

Es importante tener presente que “[…] trabajar la ESI implica una movilización personal e institucional
profunda, implica poner sobre la mesa conocimientos, puntos de vista, creencias y también tabúes y
representaciones muy arraigados socialmente, y que es preciso poner en movimiento y, en muchos
casos, modificar. Pero, además, la capacitación en ESI es una herramienta potente para poner la
importancia de la educación sexual en las escuelas en la agenda de las comunidades educativas y de
la sociedad en general”.

El sentido general de este curso apunta a mostrar que, antes que un problema sumativo, la ESI es
una propuesta para cambiar las prácticas y conectarnos de otro modo con el deseo de aprender de
niños, niñas, adolescentes/jóvenes, y los nuestros también.

Los propósitos de la propuesta de formación que desarrollaremos a lo largo de las siguientes semanas
son:

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● Reflexionar sobre el rol pedagógico, en tanto propiciador y garante de derechos,
específicamente del derecho a la educación sexual integral, establecido por la Ley Nacional N.º
26.150 y el Programa de Educación Sexual Integral.
● Desarrollar propuestas pedagógicas que valoren la diversidad sexual, que contribuyan a una
trayectoria escolar de calidad para la totalidad de las y los estudiantes.
● Construir conocimiento en relación con las prácticas de enseñanza, la organización de la vida
institucional, y el modo de respuesta a los emergentes vinculados a la temática, incluyendo los
aportes de la investigación en el campo y la propia experiencia.
● Apropiarse e implementar en sus prácticas de enseñanza, los enfoques y fundamentos
teóricos y pedagógicos que sustentan la propuesta de la ESI.

En las clases virtuales abordaremos los temas antes mencionados a partir de la habilitación de
espacios de participación e intercambio donde cada docente podrá articular los contenidos y las
situaciones planteadas con las problemáticas locales desde la perspectiva de su ámbito de trabajo.
Asimismo, proponemos analizarlas y compartirlas a través de foros de intercambio

Las clases, además, contarán con material audiovisual para llevar adelante el recorrido.

El recorrido de formación finaliza con la elaboración de un trabajo integrador. Se


busca que el mismo dé cuenta de los contenidos, perspectivas y reflexiones que
compartiremos en este ciclo, por lo que no debe ser realizado “desde cero”, sino
retomando el trabajo previo en foros y lectura de clases.

Cuando se presenten, podrán apreciar la diversidad regional que se hace presente y se comparte en
este espacio de formación. El espacio virtual nos facilita la interacción con colegas de distintos puntos
del país. Para que esa interacción sea más cercana, les pedimos que no olviden subir la foto del
perfil: como veremos aquí, el cuerpo (su cuidado, protección, ¡nuestra capacidad de disfrutar!) es
una dimensión fundamental de la ESI.

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Por otro lado, los foros nos permitirán compartir algo de nuestras subjetividades, nuestra
experiencia, opiniones y dudas. También compartiremos lo que sentimos, temores, expectativas… La
afectividad, las emociones y los sentimientos, constituyen un eje de la Educación Sexual Integral.

Como habrán notado, aquí hablamos, escribimos, nos comunicamos, utilizando un lenguaje que
tienda a la inclusión, es decir que hablamos tratando de reemplazar el universal masculino,
incluyendo la diversidad genérica en nuestras comunicaciones. El lenguaje y las palabras construyen
realidad y la hacen visible o la invisibilizan. Muchas veces contribuyen a producir situaciones de
discriminación o exclusión. Creemos que usar un lenguaje no sexista y no heteronormativo es clave
para contribuir al desarrollo de infancias y adolescencias libres de violencia y de estigmas (ya veremos
estos conceptos más profundamente en la siguiente clase). El lenguaje, por otro lado, se encuentra
en permanente revisión y cambio, la Educación Sexual Integral es una puerta para incidir en un
debate que no está saldado y que gira en torno a la puesta en cuestión del androcentrismo y la
visibilización de la diversidad existente, nombrándola. Esta decisión se enmarca en los compromisos
asumidos por el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología para el Plan Nacional de
Igualdad de Oportunidades y Derechos coordinado por el Instituto Nacional de las Mujeres. 1

1 Disponible en: https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/compromiso_ministerio_piod.pdf

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Para seguir reflexionando y ampliar sobre la temática del lenguaje inclusivo les
proponemos ver este fragmento de un cortometraje del director Eduardo Mignogna que
recrear un debate parlamentario en 1947.

Disponible en: https://youtu.be/m5prYc6UAAY


También recomendamos leer la Guía de lenguaje igualitario y no sexista de la HCDN,
páginas 18-36 y 57-59 y donde, entre otras cuestiones, se profundiza y ejemplifica
diversas formas de evitar el sexismo en el lenguaje.

Educar en la diversidad no es algo tan fácil de lograr porque históricamente han existido
vulneraciones de derechos, de desigualdad, de silencios, prejuicios y rechazos que en el presente
dificultan las posibilidades de valorarla y celebrarla. Incorporar y hacer efectivo el principio de
respetar las diferencias en el campo de la sexualidad, a pesar de los importantes avances que se han
venido dando, sigue siendo un desafío para la escuela y para la sociedad en su conjunto.

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¿Qué podemos hacer desde la escuela para comprometernos con este desafío? ¿Cómo
podemos evitar en nuestras escuelas el sufrimiento de tantos y tantas lesbianas, gays y
bisexuales o personas travestis, trans cuya expresión o identidad de género es diferente
de la que se espera y sufren diariamente la discriminación, la burla o la exclusión de los
demás? ¿Cómo visibilizamos esta desigualdad? ¿Cómo desarticulamos la idea de que
hay una “sexualidad normal”? ¿Cómo hacemos para no reproducir situaciones de
violencia? ¿Qué aporte podemos hacer desde la implementación de la Educación Sexual
Integral?

Quienes trabajamos en educación y llevamos adelante alguna propuesta vinculada con la ESI,
seguramente en algún momento nos hemos hecho estas preguntas. Para empezar a construir una
respuesta significativa donde la dimensión pedagógica no se escinda de las historias de vida de
quienes hacemos la escuela todos los días, es necesario que las propuestas de ESI que
implementemos incorporen los siguientes objetivos:

Plantear estrategias de trabajo y acciones claras que propicien el respeto y la valoración


positiva de todas las personas, sea cual sea la orientación sexual, la expresión y/o la
identidad de género.

Contribuir para hacer de las escuelas espacios en los cuales todas las personas tengan la
libertad de poder expresar su sexualidad sin sufrir violencia por eso ni sentir temor a ser
discriminadas o estigmatizadas. Recordemos que la heterosexualidad no es la única
orientación sexual.

Asumir que combatir las situaciones de violencia basadas en la orientación sexual o la


identidad de género y sus expresiones, no es solo un tema de lesbianas, gays, bisexuales
o trans sino de todas las personas. Es igual a lo que sucede cuando se abordan temas como
el antisemitismo o la xenofobia, donde el tratamiento no involucra solo a los grupos
directamente afectados sino a toda la ciudadanía ya que se trata de construir
colectivamente la sociedad en la que queremos vivir.

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¿Cuál es la diferencia entre sexo y género?

Desde hace un largo tiempo, en muchas sociedades incluida la nuestra, la sexualidad de los seres
humanos se organiza a partir de una estructura binaria que clasifica a las personas bajo las categorías
varones y mujeres. Esta forma particular de organización social es presentada como algo que se
define sobre la base de la biología y es asumida como “natural”. El sexo es asignado al nacer y en
nuestra sociedad lo que se determina es si las personas son mujeres o varones. Esta definición influye
en la mayoría de aspectos de nuestra vida como el trabajo, la economía, el parentesco, la sexualidad,
entre otras dimensiones de la vida humana.

El concepto “estructura binaria” hace referencia a una particular manera de


clasificar a las personas de un modo excluyente. El sistema de géneros, pensado
desde el binarismo, establece dos formas opuestas y desconectadas para lo
femenino y lo masculino e instituye la diferencia sexual anatómica como
“natural”. Desde esta concepción existe una frontera cultural, que se presenta
como infranqueable e impide que las personas transiten libremente de un lado a
otro de los extremos de esta estructura.

¿Por qué se creía que esta organización era natural?

Uno de los principales problemas de las miradas binarias y esencialistas es que vinculan a la diferencia
sexual anatómica de manera lineal con la identidad de género y el deseo sexual y afectivo.

De acuerdo a este esquema, que definimos como heteronormativo y cisnormativo, una persona que
nace con vulva está destinada a identificarse con el género femenino y a sentirse atraída por varones.
Y a una persona que nace con pene, portará una identidad de género masculina y deberá sentirse
atraída por las mujeres. En la clase 2 desarrollaremos en profundidad los conceptos de
heteronormatividad y cisnormatividad.

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Sexo biológico Identidad de género Deseo sexo – afectivo
Vulva Femenino A un varón
Pene Masculino A una mujer

Cuadro 1. Visión cisnormativa y heteronormativa de la relación sexo-identidad-deseo

Este esquema esconde un gran entramado de desigualdades y estas desigualdades se sostienen y se


justifican porque se asumen como parte de la naturaleza. Seguramente podrán encontrar ejemplos
históricos o actuales –como el racismo– en donde la explicación de una injusticia se reduce a un
fundamento igualmente “natural” o “esencial” (cuando se afirma incorrectamente, por ejemplo, que
una diferencia cultural o que un comportamiento tiene su origen en la sangre). Cuando se plantean
las diferencias en esos términos, se afirma que son siempre así (esenciales) y son así en todos lados
(universales). Las miradas esencialistas, entonces, afirman que la identidad de género y el deseo
sexual ya están determinados desde la naturaleza. Sin embargo, a partir de la segunda mitad del siglo
XX, otras voces comenzaron a cuestionar esas miradas sobre los cuerpos y desarrollaron lo que se
denomina un planteo constructivista de la sexualidad.

¿Qué queremos decir cuando hablamos de “construcción de la sexualidad”?

Que no está determinada por la naturaleza o la esencia (que no son así para siempre y en todos lados)
sino que cada sociedad organiza, arma, construye la relación entre cuerpo, género y deseo de un
modo distinto. Y si lo hacemos de modo distinto, significa que ha sido construido y no determinado
por la naturaleza o que hay una esencia humana que es universal. Las agrupaciones de mujeres,
feministas, gays, lesbianas, travestis y trans vienen planteando, desde el activismo, la investigación
científica, la educación, el Estado y las políticas públicas, que las relaciones sexuales son básicamente
relaciones sociales y que, como tales, están atravesadas por vínculos de poder. Numerosos estudios
antropológicos e históricos pusieron en evidencia que cada sociedad construye los vínculos de
parentesco y las relaciones sexo-afectivas de formas muy diversas. En resumen, la mirada
constructivista considera que el esquema del cuadro 1 (más arriba) es un modo, entre muchos otros
posibles, de organizar los cuerpos “sexuados”.

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En esta misma línea, las tareas y funciones asignadas a cada persona según el cuerpo con el que nace
responden a una división sexual que se construye culturalmente y se emparenta falsamente con esta
idea de naturaleza, ya que, sin negar que existen las diferencias anatómicas, esto no deriva
necesariamente en la existencia de roles sociales ni formas de ser o sentir específicas que estén
determinadas por el cuerpo. Esto es lo que llamamos la construcción del género. El género se define
social, cultural e históricamente. Abarca el conjunto de ideas, representaciones y prácticas que se
esperan de cada persona según el sexo asignado al nacer. Refiere a aquello que la sociedad, a través
de sus instituciones, ha establecido como patrones de conducta para cada uno de los sexos y para las
formas de relación entre ellos.

La asignación de género es cultural y se produce tanto en la familia como en la escuela, en las


relaciones con nuestros pares, etcétera. Esto se refuerza a lo largo de la vida a través de mensajes,
reglas y normas institucionales que distribuyen los roles y comportamientos esperables en mujeres
y varones. En nuestras sociedades, el género se ha definido de manera binaria o dicotómica. Esto
significa que se aceptan socialmente dos géneros.

Por lo tanto, no hay nada natural en la división sexual (de comportamientos, valoraciones, roles y
tareas) entre varones y mujeres, sino que responde a una estructura cultural, sostenida en el tiempo
y que además es legitimada por diversos discursos religiosos, científicos, médicos, sociales, de los
medios de comunicación, etcétera. Además, estas estructuras culturales son históricas y, por lo tanto,
dinámicas. Responden, con características específicas, a cada grupo social.

Sexo: se define a partir de algunas características físicas y anatómicas de los


cuerpos, en especial de aquellas que son visibles, asociadas a los genitales. El
sexo es asignado al nacer.

Género: son las diversas prácticas, roles y capacidades promovidas y esperadas


de forma diferencial a partir del sexo asignado al nacer. El género refiere a
atributos que no son naturales e individuales sino productos de una relación
social de poder construida históricamente a partir de las nociones de
masculinidad y feminidad.

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Estereotipos y expresión de género
Todas las personas estamos atravesadas por el género. Este sistema está tan profundamente
instalado en nuestras vidas que muchas de nuestras decisiones, nuestras maneras de pensar y formas
de actuar dependen del género y su correspondencia o no al sexo asignado al nacer. Por ejemplo,
cuando le decimos a una nena “no seas machona” o cuando afirmamos que “los hombres no lloran”,
detrás de estas expresiones encontramos el sistema de pensar el género binario y excluyente.

¿Qué imágenes se nos vienen a la cabeza y al cuerpo cuando pensamos en los


estereotipos de género?

Este sistema actúa desde antes de nacer, cuando el/la profesional de la salud comunica el sexo del
embrión, se le elige el nombre (de acuerdo con el abanico de posibilidades asignadas a cada sexo), la
ropa y su color (incluso se utilizan colores específicos que no demarcarían género cuando no se sabe
el sexo). Todas estas pequeñas acciones van conformando estereotipos sobre cómo debe ser un

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varón y cómo debe ser una mujer. Y estos estereotipos de género muchas veces son el fundamento
para decorar las habitaciones de los hijos y de las hijas, para elegirles juguetes, películas o juegos de
roles. Estos estereotipos, lejos de terminar en la niñez, se reproducen durante toda la vida. Por
ejemplo, el entrenamiento en fuerza y resistencia que reciben los varones durante toda la vida y la
flexibilidad y, en muchos casos, censura hacia las mujeres para desarrollar actividades físicas, produce
y reproduce las ideas de “sexo débil” y “sexo fuerte”.

Estas prácticas están tan fuertemente instaladas que muchas veces son consideradas como naturales.
Por ello, a este proceso en el que se asimilan las categorías de género y sexo se lo denomina
“naturalización”.

A partir de estas categorías podemos comprender mejor por qué no siempre son bien vistos tanto la
chica a la que le gusta jugar a la pelota como el chico que prefiere la lectura a la carrera de autos o
que elige dejarse el pelo más largo que el resto de sus compañeros. Este chico y esta chica eligen
algunas opciones que no se corresponden con lo que se espera de alguien “por ser varón” o “por ser
mujer”. Esta particular manera de presentarnos ante los demás se denomina expresión de género.
Todas las personas tenemos una forma de expresar cómo vivimos el género que es independiente de
la orientación sexual y la identidad de género.

Expresión de género: este concepto hace referencia a cómo cada persona


manifiesta el género. Puede incluir la forma de hablar, las modificaciones
corporales, el modo de vestirse, el comportamiento personal, entre otros
aspectos. La expresión de género es independiente de la orientación sexual y la
identidad de género.

En esta clase vimos que, durante siglos, fuimos socializados/as como varones y mujeres y
educados/as siguiendo unos modelos de masculinidad y de feminidad pensados como
pertenecientes a un “orden natural”. De este modo, aprendimos que, en razón del sexo asignado al
nacer, se ha definido de manera binaria que los varones debían ser fuertes, audaces y valientes y las
mujeres, frágiles, tímidas y temerosas. Ese repertorio de cualidades para unos y otras era diferente y

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opuesto; así, de los varones se esperaba que tuvieran la capacidad para dirigir, mandar y gobernar, y
de las mujeres, la disposición para obedecer, acompañar y atender y cuidar a las demás personas.

Les proponemos leer y reflexionar a partir de la lectura del siguiente párrafo:

“En términos de relaciones de género y sexualidades, la educación formal, en


forma contradictoria, silencia, pero a la vez es un espacio de performance de los
cuerpos sexuados: las normas de vestimenta y apariencia aceptables y no
aceptables, el uso del cuerpo en clase y en los recreos, etc.” (Morgade, Graciela
[Comp.] 2011. Pág. 28. Toda educación es sexual).

Pensando en las escuelas en las que trabajan, y teniendo en cuenta lo visto a lo


largo de clase sobre los conceptos sexo, género y expresión de género: ¿qué
procedimientos o normativas (que se encuentren escritas o se sostengan por
medio de la costumbre) dan cuenta de lo permitido y lo no permitido en la
escuela? ¿Esos procederes, actitudes y normas son iguales para todas las
personas más allá de su identidad de género y orientación sexual?

Las diferencias sexuales están atravesadas por relaciones de poder que se sostienen desde distintas
instituciones, a través de prejuicios y estereotipos sobre lo masculino y lo femenino. Reflexionar
acerca de este proceso nos permite afirmar que existen muchas maneras de vivenciar la identidad y
que cada persona tiene un modo particular y único de expresar su género. Es importante remarcar
nuevamente que la asignación del sexo y del género se producen al nacer y de manera independiente
a la vivencia interna de las personas, porque es un primer paso para comprender algunas de las
violencias que atraviesan las personas cuando su experiencia se corre de esta asignación y de las
expectativas de género. Es importante que podamos acompañar estas trayectorias desde un marco
de derechos y respeto. Sabemos que la escuela puede constituirse en un ámbito privilegiado para
esto.

En esta primera clase pudimos ver que las categorías de sexo y género son importantes para
comprender cómo las sociedades y las culturas les van dando significado a las relaciones sociales, los
afectos, el deseo, las emociones, los mandatos respecto al cuerpo, los roles dentro de la sociedad. Y
de qué manera estas diferencias se han ido transformando en desigualdades sostenidas por

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prejuicios y estereotipos sobre lo masculino y lo femenino. Es fundamental comprender estas
nociones para poder profundizar nuestra mirada y abordaje integral de la sexualidad en la escuela.

En Educación Sexual es fundamental empezar por nosotros/as mismos/as, reconociendo lo que


sentimos frente a un tema, lo que recordamos y olvidamos, los sentimientos y los deseos.

Actividad

Foro de presentación y reflexión

Para ir conociéndonos, les pedimos que nos cuenten un poco sobre ustedes. Les
proponemos que incluyan su nombre (o como elijan presentarse), dónde viven, en
qué nivel trabajan, qué tareas desarrollan. Y, en pocas palabras, digan cuáles son
sus expectativas para este curso.

Luego de leer la clase 1, y ver este video que retoma el testimonio de Marcela, de
"Trabajadorxs abriendo caminos", les pedimos:

https://www.youtube.com/watch?v=zweMTjNZ-Dg
Subsecretaría de políticas de diversidad sexual. Provincia de Santa Fe

Compartí una situación que recuerdes y hayas vivido en el ámbito escolar (como
alumuna/o o docente) que pienses pueda vincularse al video y al concepto de
estereotipos de género.

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Pongamos en común lo que nos pasa y las reflexiones que nos genera.

¡¡Nos leemos!!

Material de lectura sugerida

● Baez, J. M. (2013). “'Yo soy', posibilidad de enunciación de las sexualidades en la escuela”.


Polifonías; 2; 4-2013; 114-126. Universidad de Luján. Departamento de Educación. Disponible en:
https://ri.conicet.gov.ar/handle/11336/3617

● Marshall, D. (2010). Acoso homofóbico, derechos humanos y educación: Una perspectiva no


deficitaria de las políticas y prácticas de bienestar para la juventud queer [En línea]. Archivos de
Ciencias de la Educación, 4a. época, 4(4). Disponible en Memoria Académica:
http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.4771/pr.4771.pdf

● Morroni, L. (2007). “Generando géneros”. El monitor de la educación, Revista del Ministerio


de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación N.º 11, Argentina, marzo-abril. Pág. 38-40.
Disponible en: https://campus.mec.gob.ar/pluginfile.php/37003/mod_folder/content/0/esi_
2015_Generando_Generos._Morroni_Laura.pdf

● Guía de lenguaje igualitario y no sexista en la HCDN. Disponible en


https://www4.hcdn.gob.ar/dependencias/dprensa/guia_lenguaje_igualitario.pdf

● Morgade, G. (2011). Toda educación es sexual. Introducción. Buenos Aires: La Crujía


Ediciones.

● Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad. Argentina. Guia para una comunicación con
perspectiva de género. Disponible en: https://aulainfod1.infd.edu.ar/archivos/repositorio
/1000/1024/Re_Nombrar._Guia_para_una_comunicaci.pdf?id_curso=320

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Créditos

Dirección General de Políticas Integrales de Diversidad Sexual. Secretaría de Derechos Humanos y


Pluralismo Cultural. Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.
Programa Nacional de Educación Sexual Integral. Secretaría de Innovación y Calidad Educativa.
Ministerio de Educación de la Nación.

Cómo citar este texto:


Dirección General de Políticas Integrales de Diversidad Sexual y Programa Nacional de Educación
Sexual Integral (2022). Clase Nro.1: La construcción social del género y la sexualidad. La ESI en la
escuela: Derechos y diversidad sexual. Ministerio de Educación de la Nación.

Esta obra está bajo una licencia CreativeCommons


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Curso 208. La ESI en la escuela: Derechos y diversidad sexual

Clase 2: La diversidad sexual

Colegas,

durante estos días estuvimos reflexionando y presentándonos en el primer foro, ello nos ha
permitido conocernos un poco más en cada aula. Iniciamos así un ritmo de intercambio y
comunicación entre mensajes, noticias, clases, foros, lecturas y reflexiones.

Les damos la bienvenida a nuestra segunda clase. Antes de avanzar recordemos que en la clase
anterior vimos la importancia de comprender algunos conceptos como sexo, género y expresión de
género. En función de esas categorías, comprendimos que cumplir o no con las normas de género
asignadas culturalmente trae consecuencias para las personas, que suelen recibir más
cuestionamientos a medida que se alejan de los modelos de masculinidad y feminidad establecidos
culturalmente.

En esta clase vamos a continuar problematizando las categorías de sexo y género para avanzar en la
construcción de la perspectiva de derechos y diversidad en el ámbito de la escuela.

Todas las personas tenemos un cuerpo sexuado y distinto. En una sociedad y en el contexto de una
cultura existen distintas maneras de manifestar el afecto, las emociones y sentimientos, y de expresar
el cariño y el deseo sexual, ya sea hacia personas del mismo género o de distinto género. Cada quien
va construyendo una identidad propia singular y diferenciada de las otras personas. Hablar de
diversidad sexual desde esta perspectiva permite reconocer que no existe una única sexualidad, sino
sexualidades en plural. La biología no determina la identidad de género, ni tampoco la expresión de
género o la orientación sexual. Distintos estudios académicos 2 plantean que la sexualidad puede
tomar múltiples formas. Por eso hablar de diversidad sexual implica dar lugar a que cada persona
pueda desplegarse y desarrollarse tal cual se siente y desea y, sobre todo, es dar lugar a un mayor
crecimiento individual y como sociedad.

2 Por ejemplo, Lamas, Marta. La perspectiva de género. Revista La Tarea N.º 8 (enero-marzo 1996) Guadalajara. México.
Disponible en http://www.paginaspersonales.unam.mx/files/981/lamasperspectiva.doc

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Tener claridad sobre los alcances de estas categorías nos permite generar estrategias claras de
inclusión y valoración positiva de las singularidades.

Identidad de género
La identidad de género refiere a la “vivencia interna e individual del género tal como cada persona la
siente, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento, incluyendo
la vivencia personal del cuerpo. Esto puede involucrar la modificación de la apariencia o la función
corporal a través de medios farmacológicos, quirúrgicos o de otra índole, siempre que ello sea
libremente escogido. También incluye otras expresiones de género como la vestimenta, el modo de
hablar y los modales” (artículo 2 de la Ley 26.743, sancionado el 9 de mayo de 2012 y reglamentada
el 2 de julio de 2012).

En nuestro país existe una Ley Nacional que permite que las personas puedan cambiar el género
asignado al nacer por aquel que se corresponda con el que ellas se identifican y expresan. La Ley de
Identidad de Género (Ley 26.743) establece la obligatoriedad de reconocimiento a “la identidad de
género y el libre desarrollo de la persona en virtud de la misma”.

Algunos de sus puntos principales:

● Establece el derecho a que todas las personas sean tratadas “de acuerdo con su identidad de
género y, en particular, a ser identificadas de ese modo en los instrumentos que acreditan su
identidad respecto de el/los nombre/s de pila, imagen y sexo con los que allí es registrada” (Art.
2).

● Garantiza el derecho a la rectificación registral, el acceso a “la salud integral, el acceso a


intervenciones quirúrgicas y/o tratamientos integrales hormonales para adecuar su cuerpo,
incluida su genitalidad, su identidad de género autopercibida, sin necesidad de requerir
autorización judicial o administrativa”, es decir, sin judicialización y sin patologización (Art. 11).

● Además, se garantiza el trato digno ya que debe ser respetado el derecho a la identidad de
género adoptada “para la citación, registro, legajo, llamado y cualquier otra gestión o servicio,
tanto en los ámbitos públicos como privados” (Art. 12).

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Como señalamos, uno de los derechos que establece esa Ley es la modificación registral (es decir
realizar cambios en la partida de nacimiento y el DNI para que consigne el nombre elegido, acorde a
la identidad autopercibida). Para avanzar en la concreción de este derecho, el decreto 476/21
establece que quienes no sientan que las opciones “M/F” resultan adecuadas, podrán solicitar una
tercera alternativa: se inaugura la opción “X”.

Según el artículo 4, “la nomenclatura 'X' en el campo 'sexo' comprenderá las siguientes acepciones:
no binaria, indeterminada, no especificada, indefinida, no informada, autopercibida, no consignada;
u otra acepción con la que pudiera identificarse la persona que no se sienta comprendida en el
binomio masculino/femenino”.

Pueden acceder al texto completo de


la Ley Nacional 26.743 de Identidad de
Género en el este link.

Y desde aquí pueden leer el decreto


476/21

Todas las personas tenemos una identidad de género. Las identidades trans, travesti, transexuales,
queer o no binarias, refieren a una vivencia de género que no se corresponde el sexo asignado al
nacer. Todas las personas, en cualquier momento de su vida, tienen la posibilidad de realizar una
transición al género autopercibido. Estas experiencias se enmarcan en un proceso que puede incluir
o no, el cambio registral, modificaciones corporales, ingesta de hormonas y cirugías de reasignación
sexual.

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Identidad de género: cuando hablamos de identidad, nos referimos a las personas trans,
pero es muy importante entender que todas las personas tenemos una identidad de
género que se construye subjetivamente en el marco de un contexto social, cultural y
político. Identificarse con un género como varón o como mujer, en función del sexo
asignado al nacer, también constituyen identidades de género históricas y políticamente
construidas.

Las identidades travestis, en tanto expresión de género, generalmente se asocian a una identidad
femenina. Originalmente el término fue estigmatizante, implicó e implica situaciones de persecución
y criminalización. En algunos países ya no se utiliza por considerarlo discriminatorio. En otros, como
en Argentina, en cambio, la identidad travesti es usada por quienes se identifican con ella para
remitirse a los orígenes del movimiento LGBTTTIQ+ (Lesbianas, Gays, Travestis, Transexuales,
Transgénero, Intersex, Queer y otras identidades) y de esta forma encontrar un rasgo común que las
y los une en sus reivindicaciones políticas, sociales, laborales, educativas, etcétera.

Las personas que se identifican como trans o travestis pueden o no llevar a cabo modificaciones en
su cuerpo o en su apariencia para adecuar el aspecto a lo que el conjunto social entiende como propio
de los varones o de las mujeres, así lo reconoce en Argentina el derecho a la identidad de género
que entiende que es una vivencia subjetiva y que es constitutiva de la identidad de las personas.

La transexualidad es un término de origen médico habitualmente (aunque no


exclusivamente) utilizado para referirse a una persona que realizó un proceso de
transformación hacia otro género mediante el uso de hormonas y/o intervenciones
quirúrgicas. Hay algunas personas que no se sienten identificadas con esta
denominación por considerar inapropiado o políticamente incorrecto establecer
diferencias entre las personas a partir de los tratamientos médicos.

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Las mujeres trans son aquellas personas que, habiéndoseles asignado culturalmente el género
masculino al nacer (en base a sus genitales), se autoperciben mujeres. Por su parte, los varones trans
son aquellas personas que habiéndoseles asignado culturalmente el género femenino al nacer, se
autoperciben como varones. También hay personas que más allá del género que se les ha sido
asignado culturalmente, no se sienten identificadas con sentirse varón o sentirse mujer; estas
personas suelen denominarse a sí mismas intergénero, de género fluido, género neutro, queer o no
binarias.

Tal vez parezca complejo terminar de entender todas estas categorías que nombran a
estas identidades. Para avanzar en esa comprensión, les recomendamos que escuchen
a este grupo de adolescentes que comparten sus propias vivencias. Es el capítulo 1 de
una serie web documental que se llama “Pibxs”.

https://www.youtube.com/watch?v=herfeGrC4hE

Teniendo en cuenta el derecho a la identidad expresado en la ley de Identidad de Género (26.743),


es preciso respetar las expresiones de género que cada persona utilice social, cultural e íntimamente.
Por lo tanto, ninguna persona debe ser discriminada por su expresión de género.

Como vemos, un aspecto central del concepto de identidad de género es que es una vivencia interna,
personal, por lo tanto, es una categoría autopercibida. O sea que nadie puede decirle a otra persona
cuál es su identidad de género, ni obligarla a que lo haga público.

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Infancias y Adolescencias Trans, Travestis y No binaries

La identidad de género se vivencia y se manifiesta, generalmente, desde la primera


infancia. Es un componente constitutivo de la identidad de todas las personas. Es, sin
lugar a dudas, un derecho humano que se encuentra garantizado por normativas
nacionales e internacionales. Debemos reconocerla y respetarla.

Para saber más sobre cómo se expresa y se vive durante la infancia o la adolescencia,
sugerimos que lean el primer capítulo de las “Recomendaciones para la atención integral
de la salud de niñeces y adolescencias trans, travestis y no binaries”, elaborada por el
Ministerio de Salud de la Nación en 2021

https://bancos.salud.gob.ar/recurso/recomendaciones-para-la-atencion-integral-de-la-
salud-de-nineces-y-adolescencias-trans

En las instituciones en las que ustedes trabajan, ¿ya se han visibilizado situaciones de transición en la
identidad de género? ¿Suponen que están dadas las condiciones para que, eventualmente, sucedan?
¿Se preguntan si las prácticas escolares establecidas habilitarían que se pusieran palabras? Si
una/un/une estudiante lo necesitara ¿podría contar lo que está viviendo sin mayores reparos?

Cuando eso sucede, ¿pensamos en qué le pasa, cómo se está sintiendo, qué necesita? ¿Sabemos
cómo acompañar? ¿Qué interrogantes nos surgen? ¿Qué dudas se nos generan? ¿Qué certezas
perdemos? ¿Qué temores aparecen? ¿Debemos intervenir? ¿Cómo? ¿Trabajamos con las familias?
¿De qué manera? ¿Qué deberíamos debatir entre colegas? ¿Qué acuerdos necesitamos?

22
Si ya se habían hecho estas preguntas, invitamos a que se tomen un momento para hacer
el ejercicio de comparar sus ideas o respuestas con este material que compartimos, que
nos acerca algunas “Orientaciones para el acompañamiento de situaciones de transición
de género en estudiantes”.

Si todavía no han tenido la oportunidad, les proponemos que generen algún espacio de
trabajo entre colegas para empezar a pensar y debatir al respecto. Pueden usar el
material como una guía para ese intercambio.

Orientación sexual
Acá también será importante comprender la diferencia entre orientación sexual e identidad de
género, ya que ambas categorías explican diferentes aspectos de la vida humana. Toda persona tiene
una orientación sexual y una identidad de género. Y es importante remarcar que una no depende de
la otra. Para comenzar, conviene resaltar lo difícil que es establecer categorías que encorsetan la
realidad de la gran diversidad humana, sus expresiones y sus sentidos.

Los principios de Yogyakarta fueron presentados como una carta global para los
derechos de las personas LGBTTTIQ+ el 26 de marzo de 2007 ante el Consejo de
Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra.

Los Principios de Yogyakarta: Principios sobre la aplicación de la legislación


internacional de derechos humanos en relación con la orientación sexual y la identidad
de género o, simplemente, Principios de Yogyakarta (el nombre hace referencia al lugar
de Indonesia donde se reunieron los especialistas que redactaron el documento original
en 2006).

Estos principios, ratifican los estándares legales de cómo los gobiernos y otros actores
podrían detener la violencia, abuso y discriminación ejercida contra las personas
LGBTTTIQ+, a fin de asegurar una igualdad plena.

Las visiones tradicionales de la sociedad conciben la heterosexualidad como el único modelo de


vínculos afectivos y sexuales sobre el cual se asientan las relaciones íntimas, familiares y sociales. Esta

23
concepción representa una visión normativa de las relaciones sociales que encuentra su origen en
una construcción social discriminatoria y excluyente de la cultura y de la sociedad.

Según el preámbulo de los Principios de Yogyakarta, la orientación sexual “se refiere a la capacidad
de cada persona de sentir una profunda atracción emocional, afectiva y sexual por personas de un
género diferente al suyo, o de su mismo género, o de más de un género”.

La heterosexualidad hace referencia a la atracción entre varones y mujeres. Las mujeres que sienten
atracción hacia otras mujeres se reconocen como lesbianas, y cuando los varones se sienten atraídos
por otros varones se denominan gays. Por otro lado, si bien la definición de bisexual significa que
"sienten atracción por personas de ambos géneros", en 1990 se publicó un Manifiesto Bisexual donde
se explica que la atracción de las personas bisexuales no es binaria, sino que sienten atracción por
cualquiera de los géneros existentes. Es decir que una persona bisexual también podría sentir
atracción por personas no binarias, por ejemplo.

La orientación sexual puede cambiar o mantenerse igual a lo largo de la vida de una persona. Es
importante que cada quien pueda elegir con libertad cómo se define y cómo se nombra y que
respetemos esta decisión.

En cualquier caso, es importante respetar la autodenominación de cada persona.

Con el recorrido que hemos realizado estamos en condiciones de entender mejor a qué hace
referencia la sigla LGBTTTIQ+ que solemos ver o escuchar en distintas ocasiones. Esta sigla es un
acrónimo que se utiliza para designar colectivamente a las personas lesbianas (L), gays (G), bisexuales
(B), travestis (T), transexuales (T), transgénero (T), intersex (I), queer-palabra inglesa que suelen usar
las personas que prefieren no identificarse con el sistema binario o las categorías existentes en
relación al sexo o al género- (Q) y otras identidades (+).

Para terminar esta clase, recordemos que, a partir de julio de 2010 cuando el Congreso de la Nación
aprobó la Ley Nacional N.° 26.618 en nuestro país, las personas del mismo sexo pueden contraer
matrimonio como cualquier otra pareja. Argentina fue el primer país de Latinoamérica en reconocer
la ampliación de este derecho y el décimo a nivel mundial.

24
Los y las invitamos a reflexionar sobre la importancia del reconocimiento de los derechos
a partir de este spot.

https://www.youtube.com/watch?v=g8mI8uLwTBI

La heteronormatividad y la cisnormatividad
En nuestra sociedad existe un conjunto de saberes colectivos o representaciones sociales que nos
ayudan a interpretar y explicar la realidad. Los temas que estamos abordando en esta clase no son
ajenos a estas representaciones. Por ejemplo, cuando desde el momento del nacimiento se afirma
“es una nena”, las personas construyen toda una serie de significaciones que si las analizamos en
detalle seguramente veríamos toda una serie de asociaciones que se vinculan unas con otras y que
tienen como referencia la heterosexualidad (“si es nena necesariamente le gustarán los nenes” y “si
es nene necesariamente le gustarán las nenas”).

En general, la mayoría de la gente da por supuesto que todas las personas (por ejemplo, estudiantes,
colegas y ellas mismas) son heterosexuales. Esta fijación de roles, identidades y conductas
heterosexuales va de la mano con el rechazo y la violencia que conlleva no adecuarse a la orientación
sexual o a la identidad de género que se esperan de nosotras y nosotros según el sexo asignado al
nacer (recordemos el cuadro que vimos en la primera clase).

Aparecen así dos nociones centrales que nos ayudarán a comprender cómo se estructuran y
jerarquizan las relaciones de poder entre los géneros: la cisnormatividad y la heteronormatividad.

25
Llamamos cisnormatividad al sistema que estructura las expectativas, las prácticas y las instituciones
sociales sobre el supuesto de que todas las personas son cis (género), es decir que aquellas que en
base a sus genitales fueron asignadas al sexo masculino al nacer son varones y que aquellas personas
que nacieron con vulva serán mujeres.

Por otra parte, la “heterosexualidad obligatoria” o heteronormatividad, basada en una visión binaria
del género, también es un producto de la cultura y son aquellas prácticas obligatorias respecto del
ejercicio sexual en las que las personas están educadas desde su nacimiento.

Hasta no hace mucho tiempo, cualquier conducta que se encontrara por fuera de estos parámetros
era catalogada como “no normal” o “desviada”. Por supuesto, esto ha generado (y en la actualidad
aún genera, aunque en menor medida, gracias a años de lucha de los movimientos LGBTTTIQ+)
situaciones de discriminación y exclusión, con una consecuente vulneración de los derechos de
muchas personas. Sin embargo, a partir de la segunda mitad del siglo XX, diversos movimientos
sociales y sectores académicos comenzaron a cuestionar estas concepciones sobre los cuerpos y
desarrollaron teorías que suponen una mirada constructivista de la sexualidad.

Intersexualidad

El término intersexualidad se atribuye al genetista Richard Goldschmidt, utilizado alrededor de 1920


para referirse a ambigüedades anatómicas diversas. Sin embargo, a pesar de haber surgido en el seno
del vocabulario biomédico, décadas más tarde fue reapropiado por el activismo intersex en la lucha
por el reconocimiento de la diversidad corporal y por desarticular el sistema de normalización
corporal que patologiza a los cuerpos que no cumplen con los estándares.

La persona intersex puede autopercibirse como varón, mujer, trans o con cualquier identidad de
género. La intersexualidad tampoco implica una orientación sexual determinada.

Compartimos la siguiente definición publicada en el documento del INADI sobre Intersexualidad


(2014):3

3 Disponible en: http://www.inadi.gob.ar/contenidos-digitales/wp-content/uploads/2016/03/intersexualidad.pdf

26
Intersexualidad: es un concepto que se utiliza para dar cuenta de aquellas personas
“cuyos cuerpos sexuados (cromosomas, órganos reproductivos y/o genitales) no se
encuadran anatómicamente dentro de los patrones sexuales y genéricos que
constituyen el modelo dicotómico varón-mujer. Las personas intersex tienen derecho a
la integridad y la autodeterminación de su propio cuerpo; el consentimiento previo, libre
y completamente informado del individuo intersex es un requisito que se debe
garantizar en todos los protocolos y prácticas médicas. La intersexualidad no es una
patología, sino una condición de no conformidad física con criterios culturalmente
definidos de normalidad corporal”. Algunas organizaciones de personas intersexuales
prefieren referirse a la intersexualidad como una “diversidad corporal”.

Uno de los mayores problemas de la población intersex es que las prácticas médicas no reconocen a
las personas intersexuales como tales. Sino que consideran que, por ejemplo, sus genitales han
tenido una “malformación que debe ser corregida”. Esta decisión, si ese genital debe ser un pene o
una vagina, se toma en base a criterios arbitrarios (por ejemplo: cuánto mide el genital “defectuoso”).

Históricamente, la práctica médica ha impuesto una modificación genital infantil “correctiva” para
que, de esta manera, la intersexualidad tome su lugar en el mundo de las identidades a partir del
parámetro de “normalidad” médica y su funcionalidad. Esta normatividad sobre los cuerpos es parte
de un estereotipo corporal hegemónico sostenido por la heteronormatividad, la cisnormatividad y
que también patologiza y excluye a los cuerpos gordos, a las personas con discapacidad.

Al hablar de diversidad corporal, se intenta explicitar y desnaturalizar las normas sociales que
instauran y reproducen cuáles son los cuerpos normativos, deseables, válidos y legítimos. Los cuerpos
que se distancian de este paradigma son marcados por una diferenciación social que, apelando a un
discurso que construye a la biología como neutra y definitoria y a la naturaleza como persistente e
inmutable, constituye la base de la discriminación.

27
Los y las invitamos a mirar este corto sobre la intersexualidad.

https://www.youtube.com/watch?v=SnAIOU6qeIk

Foro de intercambio

Luego de la lectura de las clases 1 y 2, les pedimos que lean las siguientes escenas, elijan UNA de las
situaciones y respondan a cada uno de los puntos solicitados

Situación A

Estaba en una reunión con docentes de la escuela secundaria donde trabajo. Quizás no recuerdo las palabras
exactas que utilizó aquella profesora, pero sí sus intenciones y su rostro. Fue ella quien comentó durante un
recreo de la reunión: “No puedo entender ni tolerar cómo se les permite a los chicos venir así a la escuela. Están
cruzando límites y son situaciones que antes no ocurrían. Ya no sólo usan un arito, ¡tienen el pelo atado y las
uñas pintadas!” Y como si no hubiese bastado con lo anterior, agregó: “Mirá Leandro… sus gestos” –movía las
manos de manera burlona, mientras se reía–, “su forma de hablar. No caben dudas. ¡Seguro que es gay!”.

Situación B

Estamos algunas maestras, y un profesor curricular que entra comenta que vio a Nadia, una de nuestras
alumnas, y a su papá en la juguetería de enfrente. Luego, continúa el relato:

-Estaba ahí buscando algo para mi sobrina y de repente escucho que Nadia, quiere una pelotita, pero ¿saben
de qué color? Celeste. Y en eso escucho que el padre le dice: "¿Celeste? ¿Por qué no te elegís una fucsia, mejor?"

-Ah, esa nena... ¿Viste que es medio machona, no? -dice una maestra.

28
-Sí, sí. No sabés la cara del padre -comenta el profesor-. Yo pregunto, esa piba, ¿no puede hacer otra cosa en
los recreos? Siempre quiere jugar al fútbol con los varones…

a) ¿Qué estereotipos de género subyacen en el relato elegido?

b) ¿En la escena elegida, qué relaciones aparecen entre estereotipos de género, expresión de género
y suposición de orientación sexual?

c) ¿Qué mirada se percibe por parte de la institución escolar respecto a la diversidad?

d) ¿Cómo intervendrían en la situación de la escena elegida desde la perspectiva de valoración y


respeto de la diversidad?

¡Nos leemos!

Material de lectura sugerida

● Eliana Vásquez y Claudia Lajud (2016). "Identidades y diversidades de género en la Escuela.


Desafíos en pos de la igualdad", en Género es más que una palabra. Educar sin etiquetas.
Buenos Aires: Miño y Dávila. Disponible aquí.
● Lohana Berkins, Un itinerario político del travestismo. En Diana Mafía (compiladora).
Sexualidades migrantes. Género y transgénero. Buenos Aires: Scarlett Press, 2003, pp. 127-
137. Disponible aquí
● Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación (2017). Hablar de diversidad y
derechos humanos. Guía informativa y práctica. Secretaría de Derechos Humanos y
Pluralismo Cultural. Disponible aquí.
● Ministerio de Salud de la Nación (2021) Recomendaciones para la atención integral de la
salud de niñeces y adolescencias trans, travestis y no binaries. Disponible aquí.
● Lucía Schiariti y Andrea Peso (2021): “Orientaciones para el acompañamiento de situaciones
de transición de género en estudiantes” (en prensa).
● Ley de identidad de género N.º 26.743. Disponible aquí.
● Decreto 476/21. Disponible aquí.

29
● Principios de Yogyakarta (2007) Resumen. Disponible aquí.
● CTERA (2019) 25 de noviembre. Día internacional de la eliminación de la violencia contra la
mujer. Propuestas de actividades para trabajar en la escuela. (pp. 24-27). Buenos Aires.
Disponible aquí.
● ESI en primera persona: Identidad y diversidad Disponible aquí
● ESI en primera persona: Estereotipos de belleza y género Disponible aquí

Créditos
Dirección General de Políticas Integrales de Diversidad Sexual. Secretaría de Derechos Humanos y
Pluralismo Cultural. Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.

Programa Nacional de Educación Sexual Integral. Secretaría de Innovación y Calidad Educativa.


Ministerio de Educación de la Nación.

Cómo citar este texto:

Dirección General de Políticas Integrales de Diversidad Sexual y Programa Nacional de Educación


Sexual Integral. (2022). Clase Nro.2: La diversidad sexual. La ESI en la escuela: Derechos y diversidad
sexual. Ministerio de Educación de la Nación.

Esta obra está bajo una licencia CreativeCommons


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Curso 208. La ESI en la escuela: Derechos y diversidad sexual

Clase 3: Los Derechos Humanos, la diversidad sexual y la


Educación Sexual Integral

Colegas:

en esta clase nos proponemos compartir algunas normativas y herramientas conceptuales que nos
servirán para desarrollarnos y participar activamente en la construcción de sociedades y escuelas
cada vez más libres, justas e igualitarias. Para ello partimos del marco ético de igualdad y no
discriminación propuesto por la perspectiva de los Derechos Humanos. Luego veremos cómo esta
perspectiva de derechos se expresa en la Ley 26.150, abordaremos los lineamientos curriculares de
ESI y profundizaremos en el enfoque conceptual de la Educación Sexual Integral.

Principios de igualdad y no discriminación

En este apartado vamos a ver brevemente cómo se fue construyendo ese piso básico de protección
de derechos que incluye a las personas LGBTTTIQ+. El principio de igualdad de las personas aparece
en el artículo 16 de nuestra Constitución Nacional, donde se hace explícito que “todos sus habitantes
son iguales ante la ley”. Por lo tanto, las personas LGBTTTIQ+ tienen derecho a la igualdad y a vivir
una vida libre de discriminación.

Además de este principio constitucional, nuestro país cuenta con un sistema de protección de
derechos que adhiere a distintas normativas internacionales, entre ellas, la Declaración Universal de
Derechos Humanos. Esta declaración constituye el instrumento fundante para establecer el
paradigma de igualdad y no discriminación. En sus dos primeros artículos dice:

31
“Artículo 1: Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y,
dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos
con los otros.

Artículo 2: Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta
Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política
o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o
cualquier otra condición”.

DUDH-Declaración Universal de Derechos Humanos- 1948- ONU

Vemos que, aunque en su narrativa no se explicita a la orientación sexual e identidad de género como
motivos de discriminación, en el artículo 2, se deja abierta la posibilidad “[…] a cualquier otra
condición”. Esta enunciación abre la posibilidad para que las organizaciones internacionales que
luchan por la igualdad de derechos de la población LGBTTTIQ+ sumen sus demandas en términos de
derechos.

Como vimos en la clase anterior, los Principios de Yogyakarta constituyen la incorporación de una
manera explícita a la legislación internacional vinculada con los Derechos Humanos, de la orientación
sexual y la identidad de género.

A partir de este instrumento internacional, se profundiza el paradigma de igualdad y no


discriminación y se genera una responsabilidad de los Estados Nacionales signatarios de conocer,
promover y proteger los derechos humanos LGBTTTIQ+ adecuando la legislación nacional a estos
estándares; sin perjuicio de contraer obligaciones adicionales conforme la legislación en materia de
derechos humanos continúe evolucionando.

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En resumen: es un hecho irrefutable que las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans,
intersex y queer gozan del ejercicio pleno de todos los derechos por el simple hecho de
ser personas. Cuando hablamos de los derechos básicos enmarcados en la legislación
internacional de los Derechos Humanos (el derecho a la vida, a la libertad, a la dignidad,
a la identidad, a la igualdad ante la ley, al libre desarrollo personal, a la salud, a la
educación, entre otros) y nos basamos en uno de los principios básicos del sistema de
Derechos Humanos que es el de ser inherentes a la persona humana; no hay lugar a
duda.

La igualdad en términos de derechos humanos significa que todas las personas poseemos el mismo
valor y dignidad por el solo hecho de ser seres humanos, más allá de las singularidades propias que
tenemos cada una de las personas.

En este sentido, se puede hablar de igualdad formal, por ejemplo, cuando una legislación establece
que los distintos grupos sociales deben ser tratados de la misma forma. Aunque este tipo de igualdad
es importante, sabemos que no siempre es suficiente para garantizar que en la práctica concreta se
lleve a cabo esa igualdad proclamada desde lo formal. También podemos encontrar la expresión
“igualdad de oportunidades” que hace referencia a que todas las personas, independientemente de
su condición, cuenten con los mismos recursos o servicios necesarios para desarrollar su vida. Las
iniciativas como las llamadas “leyes de cupo” buscan generar las condiciones necesarias para alcanzar
la igualdad de oportunidades.

A nivel nacional, existe la “Ley de promoción del acceso al empleo formal para personas travestis,
transexuales y transgénero “Diana Sacayán - Lohana Berkins” (Ley 27.636/21), lo que significa un
logro sustancial en la restitución de derechos, como lo es derecho a un trabajo digno, e implica un
avance hacia una mayor igualdad y una sociedad más justa. La norma aprobada lleva el nombre de
dos de sus históricas referentes: Diana Sacayán y Lohana Berkins, como reconocimiento a su
compromiso en la lucha por el acceso al empleo formal y para terminar con la discriminación que
este colectivo vivencia. Esta normativa estipula que el Estado nacional deberá garantizar un mínimo
del 1 por ciento de su planta laboral para personas travestis, transexuales y transgénero. Además,
tendrá que cumplir una serie de obligaciones de "no discriminación" en el acceso a los puestos de

33
trabajo y habrá incentivos económicos para contrataciones en el sector privado. Además del cupo
mencionado, el proyecto dice también que "a los efectos de garantizar la igualdad real de
oportunidades, el requisito de terminalidad educativa no puede resultar un obstáculo para el ingreso
y permanencia en el empleo en los términos de la presente Ley”, y que debe favorecerse la
finalización de los estudios.

Hablar de no discriminación presupone partir del concepto de igualdad, que se basa en la dignidad
de todas las personas. Así la dignidad es una característica propia de los seres humanos, que nos
distingue del resto de los seres vivos, es lo que nos hace únicos e irrepetibles. El hecho de que cada
persona sea diferente no contradice el concepto de igualdad, sino que lo complementa. De este
modo se reconoce el principio de diversidad, que viene a valorar positivamente las diferencias entre
las personas.

Otras normativas recientemente sancionadas en nuestro país amplían el marco de derechos para
afianzar la dignidad de la que veníamos hablando. Las leyes 27.610 de Interrupción Voluntaria del
Embarazo (IVE) y 27.611 de Atención y Cuidado de la Salud Integral durante el Embarazo y la Primera
Infancia, conocida como “Ley de los 1000” días”, formalizan derechos que venían siendo demandados
por gran parte de la sociedad, y ofrecen la posibilidad de que las mujeres y personas gestantes tengan
diferentes alternativas que les permitan tomar las decisiones que resulten mejores para sus
proyectos y condiciones de vida.

La implementación de estas normativas desafía a las distintas áreas del Estado en general, y a la
escuela en particular, en la tarea de seguir promoviendo derechos. En este sentido, la ESI puede
desplegar sus potencialidades para desarmar estereotipos de género, achicar desigualdades, evitar
discriminaciones y seguir aportando a la construcción de una mejor calidad de vida para las nuevas
generaciones.

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En síntesis, toda persona, sin distinción, tiene derecho a disfrutar de todos los derechos
humanos, incluidos el derecho a la igualdad de trato ante la ley y el derecho a ser
protegido contra la discriminación por diversos motivos, entre ellos la orientación sexual
y la identidad de género. Estos principios exigen que el Estado proteja a las personas,
esta exigencia es válida para todas las personas, entidades privadas y también para las
personas que son agentes del Estado.

El ámbito educativo
El derecho a enseñar y aprender que aparece en nuestra Constitución Nacional se garantiza con la
Ley Nacional 26.206 de Educación Nacional, que en su artículo 2 reconoce que “la educación y el
conocimiento son un bien público y un derecho personal y social, garantizados por el Estado”. Y en
su artículo 11 se expresa que uno de los fines y objetivos de la política educativa es “Brindar
conocimientos y promover valores que fortalezcan la formación integral de una sexualidad
responsable”.

Esta normativa general, entre otras, respalda la Ley 26.150 de Educación Sexual Integral (ESI),
sancionada en 2006, que establece que todos los educandos tienen derecho a recibir educación
sexual integral en todas las escuelas, ya sean de gestión estatal o de gestión privada. Como vemos,
esta ley también fue concebida desde la perspectiva de los derechos humanos, entendiendo al
estudiantado de todos los niveles y modalidades como sujetos de derecho.

¿Cómo se implementa la Ley 26.150?

A partir de la creación del Programa Nacional de ESI en el ámbito del Ministerio de Educación de la
Nación (Art. 2) y estableciendo sus objetivos (Art. 3), que son los siguientes:

a. Incorporar la educación sexual integral dentro de las propuestas educativas orientadas a la


formación armónica, equilibrada y permanente de las personas.
b. Asegurar la transmisión de conocimientos pertinentes, precisos y confiables y actualizados
sobre los distintos aspectos involucrados en la educación sexual integral.

35
c. Promover actitudes responsables ante la sexualidad.
d. Prevenir los problemas relacionados con la salud en general y la salud sexual y reproductiva
en particular.
e. Procurar igualdad de trato y oportunidades para mujeres y varones.

La propuesta de la ESI se sustenta en la perspectiva de derechos humanos, propicia el protagonismo


de la profesionalidad docente y sostiene una visión integral de la sexualidad sin reduccionismos,
respetuosa de las diversidades de orientación sexual, expresión e identidad de género; así como la
diversidad corporal. De este modo, implica un espacio de enseñanza aprendizaje sistemático con
contenidos adecuados a la edad de la población estudiantil, que comprende saberes y habilidades
para la toma de decisiones conscientes y críticas sobre:

● El cuidado del propio cuerpo.

● Las relaciones interpersonales.

● La valoración de las emociones y sentimientos.

● El ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos.

● La valoración positiva de la diversidad y la no discriminación.

● La equidad de trato y oportunidades entre varones y mujeres.

Lineamientos curriculares de la ESI

La Ley 26.150 también estipuló que el Ministerio de Educación de la Nación diseñara los lineamientos
curriculares de la ESI (Art. 6) que luego fueron aprobados por unanimidad por el Consejo Federal (el
órgano que reúne a todos los ministros y ministras de educación del país) en 2008. Cabe aclarar que
los lineamientos curriculares son producto de un proceso de consultas, debates y consensos que
involucraron tanto a las jurisdicciones como a especialistas en la temática. Expresan los propósitos
formativos a alcanzar y los contenidos básicos para los tres niveles educativos, constituyendo el piso
mínimo para garantizar el derecho a la ESI a todo el alumnado del país. A partir de estas pautas
comunes, cada jurisdicción puede realizar las adecuaciones necesarias en función de sus realidades
particulares.

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Lineamientos curriculares de la ESI

Educar en Igualdad

La Ley Nacional Nº 27.234, Educar en Igualdad. Prevención y Erradicación de la Violencia de Género,


sancionada en noviembre de 2015, establece la obligatoriedad de realizar al menos una jornada anual
en las escuelas de todos los niveles y modalidades, ya sean de gestión estatal o privada, vinculada
con la violencia de género.

Esta normativa aparece en un contexto particular luego del contundente mensaje social contra la
violencia hacia las mujeres que dejó la primera y multitudinaria marcha conocida como “Ni una
menos”. El objetivo que la ley enuncia es el de contribuir a que estudiantes y docentes desarrollen y
afiancen actitudes, saberes, valores y prácticas que promuevan la prevención y la erradicación de la
violencia de género.

La Resolución 340

Resolución 340/18 del Consejo Federal de Educación

Para la profundización en la implementación de la ESI, las escuelas cuentan con la resolución 340/18
del Consejo Federal de Educación.

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Esta Resolución establece, entre otras cosas, que se incluya en los planes institucionales el enfoque
integral de la ESI ya sea de manera transversal y/o a través de espacios curriculares específicos.
Asegurar las acciones necesarias para el cumplimiento de un espacio específico de Educación Sexual
Integral en la Formación Inicial de todos los futuros docentes según los núcleos de aprendizajes
prioritarios (NAP) para cada nivel educativo. Además, se promueve que se organice un equipo
docente referente de ESI, que tenga un enfoque interdisciplinario, que funcione como nexo con los
equipos jurisdiccionales y que actúe de enlace con el proyecto institucional de cada establecimiento.
Por último, enuncia los Núcleos de Aprendizaje Prioritario (NAP) para cada nivel educativo. Es decir
que especifica cuáles son los contenidos mínimos imprescindibles que deben desarrollarse al trabajar
con la ESI en las escuelas y jardines.

Desde aquí podrán acceder al Documento completo de la Resolución 340/18:


https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/res_cfe_340_18_0.pdf

En el Anexo encontrarán enunciados los NAP para cada nivel educativo


https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/anexo_resolucion_cfe_340_18_0.pdf

La Resolución 419

Resolución 419/22 del consejo federal de educación

Esta nueva resolución se firmó en el CFE por unanimidad en marzo de este año, la misma recorre las
leyes y resoluciones sancionadas hasta la fecha como marco normativo para la implementación de
la ESI, hace mención a la labor de los equipos jurisdiccionales en la creación de capacitaciones,
jornada educar en igualdad, acompañamiento de los PEI e incorporación de contenidos en la
formación docente y concursos de ascensos, directivos y supervisores y plantea la importancia del
trabajo interministerial.

38
Desde aquí podrán acceder al Documento completo de la Resolución 419/22:

https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/rcfe_419-22.pdf

Los ejes de la ESI

Es importante no perder de vista el carácter integral que se plantea desde la ley de la educación
sexual integral. Los lineamientos curriculares de la ESI están atravesados por cinco grandes ejes
conceptuales. Si bien en esta clase y en las anteriores hemos profundizando en el conocimiento y la
reflexión en torno a dos de estos ejes, a continuación, vamos a sintetizar los 5 pilares del enfoque de
la ESI:

Respetar la diversidad:

La concepción con la que se trabaja en este eje asume que las personas somos todas distintas y esa
particularidad se expresa también en el modo en que cada ser humano piensa, siente, cree, actúa y
vive su sexualidad, convirtiéndolo en un ser único. Esto enriquece la experiencia social en la medida
que nos pone en contacto con la diferencia, con experiencias y trayectos personales distintos a los
propios. El abordaje de este eje implica reconocer y valorar positivamente las múltiples diferencias
que tenemos las personas, por ejemplo: origen étnico, nacionalidad, creencias religiosas, políticas,
edad, condición social, orientación sexual e identidad de género, entre otras.

El respeto por la diversidad implica asumir una actitud que supere la idea de tolerancia: “soporto a
la otra persona y sus elecciones porque no me queda alternativa”, es decir, significa asumir que todas
las personas somos distintas e iguales en derechos. Nuestra identidad de género y nuestra
orientación sexual forman parte de la diversidad sexual de nuestras sociedades, sin desconocer que
hay determinadas identidades, relaciones y orientaciones que se han construido como normales y
legítimas (por ejemplo, la orientación heterosexual), mientras otras han sido consideradas
erróneamente como patológicas y problemáticas (por ejemplo, la homosexualidad, el lesbianismo y
las identidades trans).

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Abordar la diversidad sexual genera múltiples sensaciones y reacciones en algunos/as docentes. El
respeto a la diversidad en la escuela implica prestar atención a cuestiones tan concretas y profundas
como por ejemplo respetar el nombre con que se presentan las personas (más allá del sexo asignado
al nacer) o no presuponer que todas las personas con las que interactuamos son o deberían ser
heterosexuales dado que la heterosexualidad no es la única manera de vivir la sexualidad. Nuestra
tarea es garantizar el derecho a la educación a todos y todas.

Llevar adelante la educación sexual desde una mirada integral, supone hacer de las escuelas espacios
inclusivos y respetuosos en los cuales todas las personas tengan la libertad de poder expresar su
orientación sexual y su identidad de género sin sufrir violencia por eso, ni temor a ser discriminadas
o estigmatizadas. Se trata entonces de estar alerta en el aula, en los patios y en toda la escuela, para
trabajar contra la discriminación teniendo presente que en diversos momentos pueden aparecer
manifestaciones de odio, violencia y discriminación hacia la homosexualidad, el lesbianismo, hacia
las personas trans.

Reconocer la perspectiva de género:

Se considera que el género constituye una categoría relacional, por lo tanto, abarca a todas las
personas y las relaciones que establecen. Abarca el conjunto de ideas, representaciones y prácticas
que se esperan de cada persona en función del sexo que le fue asignado al nacer. Refiere a aquello
que la sociedad, a través de sus instituciones, ha establecido como patrones de conducta para cada
uno de los sexos y para las formas de relación entre ellos. Reconoce que la diferencia anatómica no
puede ser la base sobre la que se justifique la desigualdad.

El enfoque de género constituye una lente crítica para ver y analizar desde una mirada histórica y
cultural las relaciones sociales, los prejuicios y estereotipos en relación con lo considerado
exclusivamente masculino o exclusivamente femenino, destacando a su vez que no solo hay dos
géneros, porque de este modo reproducimos el enfoque binario. Por eso se la plantea como una
base, un pilar de la ESI, en tanto estimula la capacidad de construir conocimiento crítico y pone en
relación las experiencias sexuales con lo social.

40
Valorar la afectividad:

La ESI considera a la afectividad como un eje que debe ser tenido en cuenta, valorado, reconocido,
en la interacción cotidiana y también en sus propuestas pedagógicas. La escuela debe ser un espacio
para el reconocimiento del mundo emocional, para la expresión y la comunicación. Y nos estamos
refiriendo a la posibilidad de darle un espacio a la expresión y análisis de las emociones y sentimientos
de todas las personas involucradas en el hecho educativo. Estudiantes, familias, y docentes.

Se trata de valorar la afectividad como una dimensión emocional de las experiencias que vivimos. A
su vez, la ESI estimula abrir interrogaciones, poder analizar críticamente las emociones como
construcciones sociales y no como situaciones naturales e individuales. Así, por ejemplo, resulta
interesante poner en tensión la noción del amor romántico desde el cual se estimula una feminidad
pasiva, que espera ser rescatada y luego tutelada por un varón. Fomentar la responsabilidad afectiva
y el cuidado en los vínculos, la elección libre de formatos de relación.

También abarca el respeto a la intimidad propia y ajena. Y el rechazo a toda manifestación coercitiva
del afecto, ya sea en forma de abuso, de violencia de género y/o sexual. Esto no significa anular el
conflicto, sino generar las condiciones para que todos y todas puedan expresar sus puntos de vistas
respetando las diferencias.

Cuidar el cuerpo y la salud:

Así como decíamos que la afectividad forma parte de nuestra definición sobre sexualidad, también
enfatizamos que el cuerpo es un componente de la sexualidad: somos cuerpo, en él nos
reconocemos, construimos una imagen de él y una a partir de nuestra autopercepción, lo valoramos,
desde él y en él sentimos, disfrutamos o padecemos. Y no lo hacemos en soledad, sino en relación
con otras personas, en función de, por ejemplo, las imágenes de belleza hegemónica que circulan en
nuestra sociedad, en función de lo que se considera saludable, en función de lo que se considera
correcto.

La sociedad impone sentidos respecto de cuál es un cuerpo normal, un cuerpo bello, un cuerpo sano.
Sentidos que consumimos, imágenes de lo ideal con las que a veces nos comparamos.

41
Este eje sobre el cuerpo constituye un núcleo fundamental de la enseñanza y del aprendizaje en el
área de ESI: aprender a respetar el propio cuerpo, la diversidad corporal y el cuerpo de las otras
personas desde el nivel inicial; comprender lo que es la intimidad desde ese lugar. Así, este marco
normativo, estimula experiencias educativas que promuevan la toma de decisiones autónomas sobre
el propio cuerpo, lo cual resulta central por ejemplo al momento de comenzar las relaciones sexuales
coitales, la posibilidad de asumir sin presiones prácticas de cuidado. La ESI viene a garantizar el logro
de esos objetivos.

Ejercer nuestros derechos:

Establecer que la ESI conlleva un enfoque de derecho quiere decir que se ancla en la perspectiva de
los Derechos Humanos y a la vez que reconoce a sus destinatarios/as como sujetos de derechos. De
este modo, se destaca que la ESI, lejos de ser un hecho aislado, se inscribe en un marco de políticas
públicas relacionadas con la inclusión, la equidad y el ejercicio de los derechos. En este sentido, se
trabaja con una perspectiva de los derechos de la infancia y la adolescencia. Y se busca generar las
condiciones institucionales para el efectivo cumplimiento de los derechos de niños, niñas y
adolescentes y de los equipos docentes.

Es importante que puedan apreciar cómo los cinco ejes aparecen simultáneamente en la ESI: sería
muy difícil pensar los derechos por fuera de los sentimientos que genera su vulneración y, al mismo
tiempo, casi imposible hablar del respeto por la diversidad sin pensar en el cuidado de las otras
personas. ¿Podemos abordar el enfoque de género desligado de la preocupación por prevenir la
violencia contra las mujeres o garantizarles a ellas sus derechos relacionados con la salud sexual y
reproductiva?

A continuación, les proponemos reflexionar sobre los 5 ejes de la ESI observando un corto realizado
por el INADI, que muestra la trayectoria escolar de Keili González, una joven trans en una escuela de
la ciudad de Paraná. ¿Qué lugar tienen las emociones en su trayectoria escolar (Eje Valorar la
afectividad)? ¿De qué modo aparece el enfoque de derechos? (Eje Ejercer nuestros derechos)
¿Pueden identificar algún otro eje de la ESI en el corto?

42
Igual de diferentes: Identidad sexual

Para finalizar esta clase, queremos compartir unos datos de la primera encuesta sobre población
Trans realizada en el 2012 por el INADI y el INDEC, donde se evidencia que en relación a su recorrido
educativo: “el 20% de las personas encuestadas terminaron el nivel secundario o polimodal, solo el
7% declaró haber cursado un nivel escolar superior a este nivel medio, y el 2% dijo haber terminado
el nivel terciario o universitario. El 64% tiene solo aprobado el nivel primario o EGB”.

Vemos aquí una vulneración sistemática a un derecho básico como es el de la educación,


directamente vinculado con la discriminación por la identidad y/o expresión de género. Por ello
queremos cerrar esta clase, resaltando una vez más la importancia de contar con un marco legal
como el que hemos reseñado a lo largo de la clase y en particular con la ley de ESI, pero, al mismo
tiempo, destacar el rol fundamental que juegan los equipos docentes respecto a la posibilidad de
generar escuelas inclusivas de la diversidad que garanticen los derechos de la totalidad de niños,
niñas y adolescentes y toda la comunidad educativa. Por ello en la siguiente clase vamos a conocer
las puertas de entrada de la ESI a la escuela y los materiales que el Programa ESI ha diseñado para
apoyar la tarea cotidiana de los y las docentes en el aula y en la escuela.

43
ACTIVIDADES

Compartimos en el FORO:

Les pedimos que vean el video que presentamos a continuación, en los que encontrarán testimonios
sobre “¿Cómo es ser un adolescente trans?”:

Luego de la lectura de las clases 2 y 3, les pedimos que compartan en el foro un video personal (de
entre 2 y 3 min) y respondan a cada una de estas preguntas:

Enlace: https://www.youtube.com/watch?v=FZTU07DVVUA&t=146s

1) ¿Qué sintieron al escuchar estos testimonios? ¿Alguno en particular las/es/os motivó a reflexionar
sobre su experiencia en las escuelas?

2) Elijan una de las 2 opciones de preguntas para continuar la reflexión:

2a) Considerando lo que se expresa en los testimonios respecto a la vivencia de las identidades trans
¿pueden identificar situaciones de vulneración de derechos? ¿ Cómo aparece en los relatos la
dimensión del bienestar y el disfrute?

44
2b) ¿Qué marco nos brindan las leyes trabajadas en estas clases para acompañar a infancias y
adolescencias trans, desde nuestro lugar en las escuelas?

Entonces, luego de leer y reflexionar, deberán participar en el foro con un video que responda a estas
consignas. Les dejamos un tutorial para hacerlo: https://red.infd.edu.ar/participar-en-un-foro-
grabando-video/. ¡Verán que es muy fácil! ¿Quién se anima?

¡Nos escuchamos y leemos!

Material de lectura sugerida

● Ley Nacional de Educación Sexual Integral N.º 26.150. Disponible aquí.


● Lineamientos curriculares de Educación Sexual Integral, Ministerio de Educación de la Nación,
2008. Disponible aquí.
● Resolución 340/18 y Anexo, 2018. Disponible aquí.
● Resolución 419/22 del consejo federal de educación Disponible aquí
● Faur, E. (2007). “La educación en sexualidad”. En El Monitor de la Educación. N.° 11, 5° época,
marzo/abril, pp. 26-29.

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Créditos
Dirección General de Políticas Integrales de Diversidad Sexual. Secretaría de Derechos Humanos y
Pluralismo Cultural. Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.

Programa Nacional de Educación Sexual Integral. Secretaría de Innovación y Calidad Educativa.


Ministerio de Educación de la Nación.

Cómo citar este texto:

Dirección General de Políticas Integrales de Diversidad Sexual y Programa Nacional de Educación


Sexual Integral. (2022). Clase Nro. 3: Los Derechos Humanos, la diversidad sexual y la Educación
Sexual Integral. La ESI en la escuela: Derechos y diversidad sexual. Ministerio de Educación de la
Nación.

Esta obra está bajo una licencia CreativeCommons


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46
Curso 208. La ESI en la escuela: Derechos y diversidad sexual

Clase 4: Puertas de entrada y el rol docente en torno a la


ESI y la diversidad

Colegas:

estamos llegando al final del curso y esperamos que el recorrido realizado les esté permitiendo
reflexionar acerca de la implementación de la ESI en las Escuelas en torno a la diversidad sexual.

Una de las cuestiones que siempre se plantea es la necesidad de saber qué enseñar y cómo hacerlo.
Por ello, la capacitación profesional en estos temas no consiste en aprender solo sobre los
contenidos, sino también cómo transmitirlos y trabajarlos en clase. Por ello, el Programa ESI ha
producido una serie de materiales para apoyar la tarea cotidiana.

A continuación, en esta última clase, vamos a reconocer las puertas de entrada de la ESI a la escuela
y a presentar materiales didácticos para que los utilicen como recursos didácticos.

Puertas de entrada de la ESI


Como venimos trabajando, la ESI implica una actitud de pregunta y apertura a nuevos planteos, dudas
y posicionamientos. De hecho, como docentes nos enfrentamos de forma frecuente a situaciones
que nos exigen revisar nuestro rol: una situación de discriminación en el patio; una familia que viene
a la escuela a cuestionar o a preguntarnos por algo que hicimos o dijimos, o no hicimos ni dijimos;
una pregunta de una estudiante que nos incomoda; un contenido del currículum que siempre nos
resulta difícil abordar. Es decir, que la reflexión iría hacia la pregunta sobre la educación sexual que
damos. El objetivo de esta clase es analizar de qué maneras la ESI ingresa a la escuela.

Les proponemos comenzar con el análisis de una situación escolar. Vamos a observar, los ejes de la
ESI en la enseñanza (marcados en cursiva), ya trabajados en la clase anterior. Les pedimos, sobre
todo, que presten atención a las palabras marcadas en negrita que nos indican el modo en que
ingresa la ESI a la escuela:

47
En el grado de Ariel, sexto C turno mañana, el grupo recibió un aviso en sus hogares:
durante el año trabajarían sobre educación sexual integral. Fue una información que
dieron las docentes y la directora en un taller que hizo la escuela con las familias. Se
trataba de una propuesta que había elaborado la institución, en especial Ana, Beatriz
(dos maestras) y María, la directora, quienes insistían en que era momento de abordar
el tema de forma más sistemática. Beatriz ya había hecho un curso virtual sobre ESI, y
allí, REFLEXIONANDO sobre su dificultad de comenzar a trabajar los contenidos de la ESI
con otros colegas, se dio cuenta de que el principal obstáculo que le impedía trabajar con
estos temas era su propio temor a no saber cómo y de qué hablar con sus estudiantes.

Ariel fue a la escuela, como todos los días. Durante el primer recreo se armó todo un lío:
mientras Ariel hablaba con Agustina en el patio, vino Facundo, otro compañero, y lo
empujó a Ariel diciendo “¿no sabés que es mi novia? Salí de acá”. Julieta, que estaba al
lado, empezó a gritarle a Facundo por su agresión. Facundo le respondió entre risas que
Ariel no era lo suficientemente macho, que se comportaba como una nenita, y que
necesitaba siempre de alguien que lo defendiera. Además, le gritó que ella misma se
comportaba como una varonera, y que no se metiera en cosas que no le correspondían.
El tono de la discusión fue aumentando, hasta que intervino un maestro que estaba
presente en el patio durante el recreo, y se llevó a Facundo y a Julieta a la dirección.

Este EPISODIO ayudó a Ana a terminar de organizar el DESARROLLO CURRICULAR de las


siguientes dos semanas, aunque ya tenía pensadas algunas secuencias didácticas de la
planificación que hicieron con las maestras, porque iban a trabajar sobre educación
sexual integral. En la hora de Ciencia Sociales, comenzaron una actividad sobre los
medios de comunicación. Ana le pidió al grupo que prestara atención a la forma en que
aparecen los varones y las mujeres en los comerciales de la tele y los que ven en la calle.
Les planteó la siguiente consigna: “Elegir cinco publicidades de la tele o que vean en la
calle. De cada una, describir cómo son las mujeres por un lado y los varones por el otro.
Señalar, por ejemplo, ¿qué edades tienen? ¿A qué clase social pertenecen? ¿Cómo se
visten? ¿Con quiénes están (amistades, familiares)? ¿Cómo es el lugar dónde están?
¿Qué hacen? ¿De qué trabajan? ¿Qué dicen? ¿Qué parece que sienten?”. Hicieron un
afiche que se llamó “estereotipos”, donde pegaron fotos de revistas. Ana también

48
conversó con Gabriel, el profe de educación física y juntos pensaron cómo profundizar el
enfoque de género en sus horas. Gabriel les pidió que investigaran sobre qué deportes
hacían las mujeres y los varones en su familia y luego conversaron sobre cuáles eran
considerados más rudos y cuáles más delicados. Ahí Gabriel se enteró de que varias
chicas, entre ellas Agustina, jugaban al fútbol en un club del barrio, por lo que les propuso
empezar a entrenar en un solo grupo, sin distinciones de género. Los chicos se quejaron
al principio, pero después se dieron cuenta de que efectivamente había varias que sabían
gambetear tan bien como los mejores de ellos. Y discutieron el estereotipo de la mujer
marimacho. Gabriel les propuso trabajar sobre eso de “gambetear”: ¿Qué significa?
¿Quiénes tienen esa habilidad? ¿Solo los varones? En la siguiente clase, siguieron
trabajando sobre la gambeta, pero ahora las preguntas fueron otras: “¿Cuándo
aprendieron a gambetear? ¿Siempre tuvieron las mismas “gambas”? ¿Cómo son/fueron
los cambios en el cuerpo? ¿En todas las personas se dan de la misma manera y al mismo
tiempo? Gabriel fue introduciendo así el tema del desarrollo corporal y emocional, y los
cambios en la pubertad. Algunos chicos fueron planteando que no solo eran más bajitos,
también les pasaban cosas como que transpiraban más y si corrían a la mañana en la
escuela, luego todo el día tenían olor a chivo. Las chicas también comentaron que ahora
se ponían coloradas mucho más fácil que antes, y Gabriel, junto con Ana, en la siguiente
clase, les plantearon la importancia de respetar el desarrollo corporal de cada quien.
Gabriel ya había escuchado que empezaron a cargar a Leticia, a quien ya le decían
gordinflona. Ana y Gabriel cerraron esa secuencia en educación física trabajando sobre
la diversidad: nuestros cuerpos se desarrollan en tiempos distintos; nuestros gustos y
preferencias también son diferentes. Les preguntaron: ¿cómo se siente una persona a la
que todo el tiempo le hacen comentarios feos sobre su cuerpo? Les propusieron
entonces que hicieran un listado de esos sentimientos, y luego charlaron sobre lo que
nos sucede cuando hay gente que no hace comentarios feos sobre nuestro cuerpo,
nuestro modo de ser, o incluso sobre lo que nos gusta. No les pidieron que lo
compartieran con todo el grupo, para que se sintieran libres de expresar en esa hoja lo
que sentía, sin obligación de exponerse.

Eso le permitió a Ana trabajar algo del respeto a la diversidad, y la idea de que todas las
personas tenemos o somos en algo diferentes. Ana trajo unos videos del INADI sobre
distintas formas de discriminar, y luego les pidió que en grupos hicieran una lista de todas

49
las formas en que se puede lastimar a alguien. Junto con Sandra, la maestra suplente de
plástica, dibujaron escenas relacionadas a esas violencias en formato de viñeta o
historieta, que luego colgaron en la cartelera. La maestra de música, Beatriz, al ver uno
de los dibujos colgados, en donde se veía a un hombre gritándole con cara de malo a
alguien que parecía su esposa, se le ocurrió trabajar con sexto unas canciones populares
(unas que escuchó decir a Facundo que quería aprender a tocar en la guitarra). Las
canciones elegidas hablaban de celos y de venganzas por engaños, ¡incluso Beatriz se
sorprendió al encontrar algunas que decían que la quería “tanto tanto” que la iba a
matar! Les trajo las letras y les preguntó qué mensajes daban sobre el amor y sobre lo
que se espera de las mujeres y de los varones. Cuando el grupo le contó que ya habían
trabajado con Ana “eso de los estereotipos”, Beatriz propuso que le cambiaran la letra a
las canciones en las partes que creían que repetía esos modelos. Se disparó un debate, y
cuando Ariel dijo, a modo de ejemplo, que le parecía bien que las mujeres no trabajaran
como albañiles porque son menos fuertes, Julieta aprovechó para contar que su mamá,
cuando se tuvo que venir sola desde Tucumán construyó con sus propias manos la casa
en donde ahora vive ella con sus hermanos. Al día siguiente, Beatriz le comentó a Ana
todo lo que salió en la reescritura de las canciones y decidieron subir todos los trabajos
(la investigación, los dibujos y las canciones) al Blog de la escuela.

Cuando la directora lo vio, les comentó que en otra escuela del distrito estaban armando
una jornada sobre el Día Internacional de la No violencia hacia las mujeres. 4 Ana le
planteó al grupo de 6to que sería bueno terminar toda esa secuencia de actividades con
alguna propuesta para llevar. Ariel, a quién le gusta mucho bailar (y que lo había escrito
en su listado de sentimientos), propuso cantar las canciones y hacer también una
coreografía junto con la música. Hubo quienes se animaron y quienes no, pero a la
totalidad de los participantes les pareció bien. Entonces fue cuando Ana les contó que
habían estado trabajando sobre educación sexual integral. Ariel se sorprendió: “¿sobre
eso?”, le dijo. Ana les contó que todo lo que tuviera que ver con las relaciones entre las
personas estaba vinculado a la sexualidad y sobre los derechos que tenemos a que nos
respeten como somos. Por eso también habían hecho el fútbol mixto, y habían visto los

4Se celebra los 25 de noviembre, en homenaje al asesinato de las hermanas Mirabal en República Dominicana,

bajo el régimen del dictador Trujillo.

50
videos sobre discriminación. Fue ahí cuando Ariel le preguntó: “si hicimos el fútbol mixto,
y aprendimos que podemos divertirnos con ellas, ¿por qué cuando se toma lista a la
mañana no se hace mixta? Siempre aparecen los varones y después las mujeres”. Por lo
visto, había otras cosas para revisar y transformar en la escuela, algo tan común y
cotidiano de su ORGANIZACIÓN (como la lista de alumnos y alumnas). A eso se
dedicarían la próxima jornada docente.

Les solicitamos que vuelvan a repasar las situaciones marcadas con negrita. En distintos momentos,
de diversas maneras, escenifican el modo en que ingresa la educación sexual integral en la escuela.
Aquí aparecen todas juntas en una misma institución, y en distintos momentos. Pero a veces solo
basta con una: un episodio que irrumpe en la escuela, y/o a través de la reflexión que hacemos como
docentes; de modo sistemático, por medio del desarrollo curricular, pero también y al mismo tiempo,
revisando de qué modo está organizada nuestra institución, sus costumbres más cotidianas. O a
través del encuentro con las familias y la comunidad. Todas esas situaciones son lo que aquí
llamamos las puertas de entrada: los modos en que ingresa la ESI a la escuela.

Las hemos sintetizado en 3 puertas:

1. La reflexión sobre nosotros/as mismos/as.

2. La enseñanza de la ESI.

a. El desarrollo curricular.

b. La organización de la vida institucional cotidiana.

c. Episodios que irrumpen en la vida escolar.

3. La escuela, las familias y la comunidad, en su relación con la ESI.

Utilizamos esta clasificación para poder describir y entender mejor cómo implementar
concretamente la ESI en la escuela, desde la perspectiva que nos indica la Ley Nº 26.150 y los
Lineamientos Curriculares, junto con la experiencia de una gran cantidad de docentes. Vamos a
recorrerlas.

1. Puerta de entrada: La Reflexión sobre nosotros/as mismos/as

51
Las experiencias personales, nuestra historia en particular, nuestras características generacionales,
nuestra identidad de género, nuestra orientación sexual nos marcan y tienen mucho que ver con
cómo nos paramos, hoy y mañana, frente a los grupos de estudiantes en relación a la sexualidad. La
ESI ingresa a la escuela a través nuestro. ¿Qué nos pasa personalmente en relación a la ESI? ¿Y en
torno a la enseñanza y problematización de temáticas vinculadas a la diversidad?

Compartimos algunas de las frases y emociones que se suele escuchar de los/as docentes sobre el
lugar de la ESI en su labor en la escuela. ¿Alguna vez escucharon alguna?

“A mí nadie me formó.”

“No me animo.”

“No puedo hablar o enseñar sobre cosas que no me pasaron.”

“Los alumnos saben más.”

“Hoy los pibes aprenden todo por Internet.”

“Yo solo enseño cosas de sexualidad con las que estoy de acuerdo.”

“Yo les hablo de todo, siempre me cuentan.”

“Soy profe de matemática, no tengo nada que ver.”

“Con una compañera hicimos un taller una vez.”

“No quiero lío con los padres.”

“En mi escuela no hay voluntad.”

Todas estas preocupaciones o planteos pueden ser más o menos legítimos. Por un lado, en varias de
estas afirmaciones aparece la pregunta sobre la responsabilidad (“soy profe de matemática” por
ejemplo, o “en mi escuela no hay voluntad”). Es cierto que puede haber resistencias propias, incluso

52
entre quienes estamos haciendo este curso, y en colegas, resistencias que tienen que ver con
tradiciones disciplinarias, por ejemplo, modos de pensar el rol docente, o con la situación de la
escuela (tal vez haya docentes que no les interesa, o que piensan que no tienen nada que ver, o
directivos que consideran a la ESI como algo secundario). En la reflexión que hacemos como
educadoras y educadores, debemos considerar nuestra responsabilidad de garantizar los derechos
de los chicos, chicas y adolescentes. Y la posibilidad que tenemos de promover la responsabilidad, la
autonomía, la evaluación crítica, el disfrute y el cuidado de sus cuerpos sexuados y el de las demás
personas. Eso requiere de nuestra parte asumir un rol político y ético, porque la realidad y la
experiencia diversa, singular y única de infantes y adolescentes lo necesita, y porque la legislación
nos exige hacernos responsables como actores de la política educativa frente al desafío de la
inclusión. Así como no se nos ocurriría dejar de enseñar determinados temas y contenidos de algunas
disciplinas, porque no nos gustan o nos parecen complicados, tampoco se nos ocurriría dejar de
enseñar ESI porque no nos “toca”, o porque no nos gusta hablar de ciertas cosas. No debemos perder
de vista que, más allá de nuestras creencias, chicos y chicas tienen derecho a recibir una ESI de
acuerdo a lo que establece la ley5 y los lineamientos curriculares.

Por otro lado, en otro grupo de afirmaciones, donde aparecen experiencias previas muy positivas
(“con una compañera hicimos una vez un taller”, “yo les hablo de todo”) se refleja la inquietud y el
compromiso que sentimos en relación al trabajo pedagógico con estudiantes. Son afirmaciones que
nos muestran los límites que a veces encontramos (“los alumnos saben más”, por ejemplo). Es
importante que al compartir este tipo de inquietudes no perdamos de vista que la ESI, además de ser
obligatoria porque garantiza derechos de infancias y adolescencias, como hemos visto, es un
propuesta que puede fortalecer los vínculos entre docentes y estudiantes en la escuela, generar
conversaciones y situaciones de enseñanza que sean muy significativas para niños, niñas y jóvenes y
favorecer el desarrollo de otros temas y ejes de la enseñanza escolar. La prueba de ello es que la
mayor parte de las propuestas pedagógicas que realizamos desde el Programa Nacional de ESI
provienen de la misma experiencia docente, de proyectos y situaciones de enseñanza ya probados

5Recordemos que en su artículo 3, inc. b, la Ley Nº 26.150 de ESI establece como objetivo del Programa Nacional de ESI:

b) Asegurar la transmisión de conocimientos pertinentes, precisos, confiables y actualizados sobre los distintos aspectos
involucrados en la educación sexual integral”.

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por colegas. Todo ello nos alienta, porque es una prueba de que como docentes podemos construir
conocimiento y saberes pedagógicos y compartirlos. Y porque, más allá de las propias resistencias
que tengamos (“a mí nunca me formaron”) o de las dificultades que experimentemos, la enseñanza
de la ESI es posible, es interesante y es necesaria.

¿De qué manera podemos trabajar sobre estas dudas, planteos y preguntas?
Compartiéndolas con colegas, creando espacios institucionales donde podamos
reflexionar de manera conjunta y pongamos en cuestión nuestros supuestos y también
podamos desarmar estereotipos que a veces circulan no solo sobre estudiantes, sino
también sobre colegas, entre nosotros/as mismos/as.

2. Puerta de entrada: La escuela y la enseñanza de la ESI


a. El desarrollo curricular

¿Cómo incorporar los contenidos de ESI? ¿De forma transversal y/o de modo
específico? ¿Cómo trabajar?, ¿con proyectos interdisciplinares, en la materia propia, o
con un espacio específico en el nivel secundario? ¿Cómo hacemos para aprovechar
temas y momentos de las planificaciones curriculares de las materias/disciplinas para
trabajar junto a otros/as docentes? ¿Esperamos a que surjan episodios, como en la
historia de Ariel, y/o al mismo tiempo planificamos la enseñanza?

El currículum es una instancia privilegiada para pensar y planificar sistemáticamente actividades,


contenidos y enfoques de la ESI.

El documento Lineamientos Curriculares de ESI, como vimos en la clase 3, propone tanto un


enfoque transversal en todos los niveles educativos –que atraviese el enfoque, los contenidos y el
trabajo de las distintas disciplinas escolares–; como uno específico –creando talleres, espacios
específicos para trabajar la ESI en el nivel secundario y en la formación docente–. Los temas
transversales suelen traer aparejados una preocupación sobre el riesgo de que al ser contenidos que
deben estar en todos lados, terminan sin estar en ninguno. Frente a este problema pedagógico, es

54
central elaborar estrategias, fundamentalmente institucionales, para acordar de qué modo, en qué
disciplinas, vinculado a qué otros contenidos, y cuándo, se trabajará sobre los contenidos de la ESI.

Otro material que hemos desarrollado en el Programa Nacional de ESI es la “Guía para
el desarrollo institucional de la Educación Sexual Integral”.

Este material está pensado para facilitar el desarrollo de la ESI en las escuelas, con
actividades y sugerencias para trabajar entre docentes. En su página 15 van a encontrar
algunas sugerencias que responden a la pregunta: “¿Cómo incluir los lineamientos
curriculares para la ESI en los planes, programas o unidades didácticas?”.

Los materiales de la ESI


Se trata de producciones que ya han sido enviadas a las escuelas –y que seguimos enviando a cada
ministerio de educación provincial–, publicadas en formato papel y también disponibles online para
docentes del país. El propósito es que sea un material que facilite y ayude a encuadrar nuestro trabajo
pedagógico, y que se vea enriquecido por los equipos docentes y los acuerdos institucionales en cada
escuela.

Los cuadernos para el aula contienen conceptualizaciones, marco teórico, información valiosa para
docentes, así como propuestas de secuencias didácticas para que desarrollemos en las clases. En
muchas de sus actividades se presentan fragmentos con textos literarios e informativos, dibujos y
fotografías que pueden ser fotocopiados para el trabajo con estudiantes.

Al día de hoy contamos con un Cuaderno para el Nivel Inicial, otro para el Nivel Primario, dos
Cuadernos para el Nivel Secundario, y un Cuaderno para la Modalidad de Jóvenes y Adultos.

Las láminas son materiales para usar directamente en las aulas. No están pensadas para que queden
expuestas en clase todo el tiempo, sino para ser utilizadas en el desarrollo de la clase y luego
devueltas a su lugar, como lo haríamos con cualquier lámina o mapa del centro de recursos, biblioteca
o mapoteca.

55
Estos materiales contienen consignas para su utilización y, además, en cada Cuaderno de ESI hay un
anexo con guías didácticas que amplían las propuestas de trabajo de las láminas en el aula,
presentando posibles formas de trabajo, preguntas y actividades para realizar con ellas. Deben
buscarlas haciendo corresponder cada lámina con el cuaderno del mismo nivel.

También se han producido diversos trípticos, que son materiales impresos que presentan de modo
sencillo algunos aspectos claves de la ESI, su sentido y contenido, pensando específicamente en
adolescentes, docentes y familias:

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También hemos producido material audiovisual. Aquí van a poder encontrar videos
producidos para trabajar con estudiantes en el nivel secundario:
https://www.youtube.com/ESITECA
Además, encontrarán videos que muestran cómo se trabaja desde la ESI en el nivel
inicial, primario y secundario, y el video que podemos utilizar en los encuentros con las
familias (y que presenta la Revista “Para charlar en familia” ). Están disponibles, también,
videos que usamos en este Curso, útiles para sensibilizar a
docentes: https://www.youtube.com/user/INFDTIC/videos

La serie “Queremos saber”, conducida por Diego Golombek, aborda temáticas de ESI pertinentes
para estudiantes de educación secundaria, aunque también algunos de los cortos pueden ser usados
en el segundo ciclo de la educación Primaria. La duración de cada programa es de 13 minutos, lo
cual es ideal para trabajar en las horas de clase, dando tiempo suficiente a observarlos y
posteriormente, a reflexionar y debatir.

Pueden encontrar y ver la serie completa de “Queremos saber”. En el siguiente link,


además, encontrarán algunas actividades para desarrollar con adolescentes a partir de
esa serie.

Pueden utilizar la plataforma online de Canal Encuentro www.encuentro.gov.ar para


buscar otros recursos escribiendo “educación sexual” en el buscador de la página.

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b. La Organización de la Vida Institucional

Disponible en: www.youtube.com/watch?v=jFznLhrq5kw

Como vemos en las entrevistas, es necesario revisar cómo está construida la escuela, el
uso que hacemos del espacio, cómo circulamos en ella, como nos vinculamos entre
nosotros y nosotras, qué lugar le damos a la capacitación, al trabajo en conjunto, la
comunicación entre docentes, etcétera. Y cómo los espacios y la arquitectura escolar,
como por ejemplo los baños, también enseñan cómo circular de modo binario.

Hablamos acá de todas estas acciones, costumbres, rituales que hacemos cotidianamente en la
escuela, modos de relacionarnos y comunicarnos, que siempre transmiten determinadas ideas y
visiones sobre la sexualidad. La costumbre de entregar el material de educación sexual a quienes son
docentes de biología, la de comunicarnos en las notas y comunicados usando solo el género
masculino (“Sres. padres”), o cuando a los actos escolares los decoran solo las docentes, porque
supuestamente hay un sentido estético natural en las mujeres. En todas estas situaciones se
transmite información sobre lo permitido, lo prohibido y lo esperable en la escuela en relación a la
sexualidad y el género.

Es importante que en la escuela puedan reconocerse estos guiones invisibles que van dejando marcas
en la totalidad de quienes están en la escuela y fuera de ella (las familias, que no están integradas

58
sólo por los “señores padres”) y pensar en cómo las normas y formas de organización escolar
favorecen o no vínculos de confianza y de respeto, la inclusión de todas las opiniones y necesidades
del estudiantado, y las relaciones igualitarias entre varones y mujeres. Cuando al final de la escena
escolar que trabajamos al inicio de esta clase, Ariel pregunta por qué el listado de asistencia no es
mixto en su escuela, no está cuestionando una dimensión irrelevante de la organización y
clasificación escolar; Ariel aprendió a problematizar la separación de espacios y la jerarquización
desigual de los mismos. Y esa mirada, esos anteojos, son los que le despiertan la pregunta sobre la
lista. Podríamos responder "bueno, pero es más fácil así, que figuren unos primeros y otras después"
Ahora bien ¿Por qué no buscamos la facilidad –si así fuera– con otros criterios que no sean esos?
Como hemos visto, las relaciones de género están tan naturalizadas como modo de clasificar y valorar
desigualmente, que desarrollamos muchos argumentos para sostenerlos.

Lograr acuerdos institucionales para rever y transformar las acciones, los discursos, las costumbres
escolares que puedan ser injustas o desigualitarias, es un objetivo que deben desarrollar las escuelas
a lo largo y ancho de nuestro país, construyendo y sosteniendo espacios colectivos de reflexión y
acciones pedagógicas. Si no problematizamos nuestro rol, nuestra institución y sus prácticas
cotidianas –y si no establecemos acuerdos para modificarlas–, difícilmente podremos cambiar los
aspectos de la cultura institucional de la escuela que dificultan que cada estudiante transiten en ella,
se sientan parte, aprendan significativamente, construyan su posición en el ejercicio de la ciudadanía
y garanticemos efectivamente su derecho a la educación.

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Algunas preguntas que nos pueden ayudar a entender y reflexionar sobre nuestra
institución desde la ESI: ¿quiénes pueden hacer qué cosas en los distintos espacios de la
escuela? ¿Qué tipo de relaciones entre pares estamos convalidando cuándo
organizamos los actos escolares o cualquier otro tipo de muestra organizada por la
escuela? ¿Qué cosas tenemos más disposición a dejar pasar porque las consideramos
“cosas de nenes” o “cosas de nenas”? Las relaciones entre gente adulta de la escuela
¿están basadas en el respeto? ¿Se utiliza un lenguaje no discriminatorio para referirse a
colegas? ¿Qué tipo de chistes se suelen escuchar entre las personas adultas de la
escuela?6

c. Los episodios que irrumpen en la vida escolar

Disponible en: www.youtube.com/watch?v=0ny3umwgj3k

Escuchemos a este docente, que nos cuenta sobre el modo en que vivió una
serie de episodios relacionados con la ESI en la escuela.

Generalmente, cuando ocurre algo que trastoca la cotidianidad, impacta en toda la institución escolar
y demanda respuestas. Esto hace que muchas veces nos sintamos en la obligación de dar respuestas
rápidas a distintos actores (estudiantes, familias, medios). Es deseable detenerse a pensar estrategias

6Podemos encontrar más de estas preguntas orientadoras en la página 20 de la “Guía para el desarrollo institucional de
la Educación Sexual Integral”.

60
para encarar estas problemáticas, sustentadas en criterios compartidos. Esto también vale para
aquellas situaciones como las que describe Alejandro en la entrevista, o la pelea en el patio de la
escuela de Ariel, de la escena escolar presentada al inicio de la clase:

¿Qué hacemos cuando un joven viene vestido de mujer? ¿Y cuándo viene Sofía y nos
dice que se llama Juan? ¿Qué hacemos cuando un grupo de chicos y chicas se burlan de
un compañero porque tiene dos padres?

Todo este tipo de eventos requiere un enfoque ligado a la ESI: respeto por los derechos ante todo,
mucho diálogo y construcción de nuevos consensos. Nadie tiene todas las respuestas correctas frente
a todos los episodios que puedan surgir. Pero cuando hemos hecho un trabajo de reflexión y de
construcción de acuerdos con colegas, cuando hemos empezado a hablar de la ESI, vamos contando
con más y mejores herramientas para que nuestras respuestas frente a los episodios se encuadren
en el marco de derechos, de la ESI y de su propuesta pedagógica.

3. La escuela, la familia y la comunidad en su relación con la ESI


La ESI es una invitación para articular e institucionalizar el trabajo que la escuela realiza con las
organizaciones de la comunidad y con otras instituciones del Estado, como los centros de salud.

Ahora bien: ¿qué hacemos con “los padres”? Sabemos, por todo lo compartido entre la clase 1 y la
2, que ese modo de llamar es inadecuado.

Invitamos a leer la carta de presentación de un documento elaborado por la


organización de familias de lesbianas, Lesmadres: “Familias comaternales. Guía
para personal educativo”.

Esta carta nos está indicando algunos elementos que son fundamentales: la escuela es una instancia
donde quienes ejercieron por primera vez de “educadores sexuales” (Santos, 2006), es decir, las

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familias se encuentran, a través de niños y niñas, con una educación profesionalizada, es decir,
docentes, que también educan en sexualidad. La función específica de la escuela, no quita ese rol a
las familias. Antes bien, como dice la Ley N.° 26.150 en su art. N.° 1, la escuela debe constituirse como
el lugar privilegiado para la promoción y el respeto de los derechos de las niñeces y adolescencias.
Para el desempeño de este rol, las familias constituyen uno de los pilares fundamentales a la hora de
entablar vínculos, alianzas y estrategias. No son un oponente al cual debemos enfrentarnos,
distanciarnos, o hacer de cuenta que no existen. Ello no quiere decir que debamos pedir permiso. No
podemos pedir permiso para cumplir un derecho de la infancia y la adolescencia. Con las familias
debemos mantenernos comunicados, no solo porque deben conocer lo que hacemos en la escuela,
sino también para generar instancias de acercamiento y diálogo.

La diversidad de las familias debe ser tenida en cuenta como una instancia de aprendizaje, de
convivencia democrática y de respeto por la diversidad, pero no solo para los equipos docentes, o el
grupito de estudiantes que tenemos, sino para toda la comunidad educativa. Esto quiere decir,
reconocer esa diversidad, valorarla, y también cuidarla. Por eso a las familias las convocamos y las
invitamos como “Familias” y no solo como “Señores padres” o “Papis”. Si hay una familia integrada
por la abuela y la nieta, y nosotros seguimos convocándola como “Sres. papis” hay algo del diálogo
que queremos establecer que no parece adecuado.

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¿Para qué convocar a las familias? Para trabajar con ellas. No hace falta que seamos expertos en
psicología, tampoco en trabajo social. Somos docentes que podemos convocar para realizar talleres
que podrían constituirse en espacios a través de los cuales los miembros de la comunidad educativa
reflexionen en forma conjunta sobre los roles de las familias y de la escuela en lo que hace a la
transmisión cultural en los temas relativos a la educación sexual. Las tensiones y/o conflictos que
pueden aparecer son una oportunidad para construir consensos, reconocer la diversidad presente en
las tradiciones culturales de la comunidad educativa, y tener siempre como objetivo los derechos de
las niñeces y adolescencias.

Desde el Programa Nacional de ESI, hemos elaborado dos materiales específicos: uno es
la Revista “Para Charlar en Familias”, destinada al trabajo entre la escuela y las familias
en torno a la ESI. Y, “Es parte de la Vida. Material de apoyo sobre educación sexual y
discapacidad para compartir en familia”

La escuela y su vínculo con las instituciones y organizaciones de la sociedad civil

Según hemos leído en la tercera clase, la responsabilidad que la Ley Nº 26.150 les asigna a todas las
escuelas es la de impartir ESI en todas las modalidades y niveles educativos. Ahora bien, sabemos de
distintas experiencias e iniciativas, donde por ejemplo los profesionales del Centro de Salud van a la
escuela para organizar alguna actividad por el día de la Mujer, o del cáncer de mama, o el día de
prevención del VIH; una organización LGBTTTIQ+ que propone una jornada por el día de la lucha

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contra la discriminación por orientación sexual o identidad de género (17 de Mayo); una ONG
feminista que realiza charlas sobre prevención de violencia de género junto a una escuela primaria;
profesores y estudiantes de una universidad y/o un Instituto de Formación Docente que realizan una
actividad de extensión junto al Centro de Estudiantes de la escuela secundaria dando un curso de
promotores de la salud a jóvenes del barrio; un club deportivo, cuyos directivos están preocupados
por el embarazo de las adolescentes, recurre a la escuela para programar actividades de prevención,
etc. Distintas formas en que instituciones de la sociedad civil, y/o del mismo Estado (nacional,
provincial, municipal) quiere intervenir en la educación (sexual) de los chicos y chicas que tenemos
en la escuela.

La experiencia de articulación y diálogo con las familias y las instituciones y organizaciones de la


sociedad civil, implica dejarnos interpelar, trabajar en conjunto, pero nunca delegar el rol de
responsabilidad pedagógica que tenemos quienes somos docentes frente a la educación sexual
integral de los chicos y chicas en la escuela.

¿Cómo usar los materiales de ESI para trabajar la diversidad sexual en clase?

A continuación, hemos esquematizado y seleccionado contenidos de los Lineamientos Curriculares


para cada Nivel, junto con las actividades diseñadas para cada uno de ellos en los Cuadernos de ESI.
En los siguientes cuadros les indicamos las páginas donde podrán encontrar y conocer más las
actividades propuestas. Les sugerimos que busquen al menos una de estas actividades en cada
cuaderno, para ir familiarizándose con los materiales. Esta es la oportunidad para acercarse a los
Cuadernos que orientan nuestro trabajo pedagógico.

Educación Inicial:

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Contenidos propuestos por los Lineamientos Actividades propuestas en el Cuaderno ESI
Curriculares

El conocimiento de las distintas formas de Ver “Actividad 1: Mi familia, tu familia, las


organización familiar y sus dinámicas y la familias…”, págs. 57-59. Cuaderno ESI Nivel
valoración y el respeto de los modos de vida Inicial.
diferentes a los propios.

La valorización y respeto de las propias opiniones Ver “Actividad 2: ¿Jugamos a que somos?” pág.
y las de todas las personas por igual, sin 59, Cuaderno ESI Nivel Inicial.
distinciones de género, cultura, creencias y origen
social.

Educación Primaria:

Contenidos propuestos por los Lineamientos Actividades propuestas en el Cuaderno ESI


Curriculares

El conocimiento de las distintas formas de Ver “Actividad: Postales de familias”, págs. 47-49.
organización familiar y sus dinámicas en Cuaderno ESI Nivel Primario.
diversas épocas y culturas y la valoración y el
respeto de los modos de vida diferentes a los
propios (Ciencias Sociales).

La valoración de las personas Ver “Actividad 2: Historias con más de un final”,


independientemente de su apariencia, páginas 42-43, Cuaderno ESI Nivel Primario.
identidad y orientación sexual (Lengua).

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Educación Secundaria:

Contenidos propuestos por los Lineamientos Actividades propuestas en el Cuaderno ESI


Curriculares

La valoración del derecho de las personas a Ver “Actividad 1, Texto 2: “El marica”, un cuento de
vivir su sexualidad de acuerdo con sus Abelardo Castillo…”, págs. 27-29, Cuaderno ESI Nivel
convicciones y preferencias en el marco del Secundario II.
respeto por los derechos de los otros.
(Formación ética y ciudadana- Derecho)

La construcción de una ciudadanía crítica, Ver “Actividad sugerida 1. Reflexionamos sobre


participativa, responsable y comprometida discriminación por orientación sexual a partir de
con prácticas y valores que promuevan la testimonios”, págs. 118-119, Cuaderno ESI Nivel
igualdad, la solidaridad, la responsabilidad, Secundario, en el marco de talleres específicos sobre
la justicia y el respeto de los derechos discriminación y diversidad sexual.
propios y de los derechos de los otros
(Ciencias Sociales).

Nos vamos despidiendo…

Bien, estamos llegando al final de este curso. A manera de síntesis queremos destacar que trabajar
el respeto por la diversidad implica descentrarnos, es decir, asumir que cada quien constituye un/a
otro/a más o menos conocido para otras personas.

Tal como vimos a lo largo del curso, las diferencias sexuales están atravesadas por relaciones de
poder y se sostienen desde las distintas instituciones, a través de estereotipos sobre lo masculino
y lo femenino. La reflexión acerca de este proceso nos permitió afirmar que existen muchas maneras
de vivenciar la identidad y que cada persona tiene un modo particular y único de expresar su género.
Se trata entonces de prestar atención en el aula, en los patios y en toda la escuela, para trabajar
contra la discriminación por orientación sexual, expresión o identidad de género, teniendo presente
que en diversos momentos pueden aparecer situaciones de exclusión o violencia hacia gays,
lesbianas o personas trans. Es importante que podamos acompañar todas las trayectorias desde un
marco de derechos y respeto y sabemos que la escuela puede constituirse en un lugar privilegiado
para esto.

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Queremos decirles, también, que ha sido una experiencia de trabajo muy enriquecedora, pudimos
compartir anécdotas, deseos, sentimientos y también reflexiones y lecturas. Esperamos que ustedes
se hayan sentido cómodos/as, aunque no siempre hayan estado de acuerdo con algunos planteos,
que hayan podido reflexionar sobre algunos supuestos con los que nos solemos mover diariamente
y que también hayan encontrado orientaciones para el futuro trabajo en la escuela.

Con este curso nos propusimos contribuir a generar en los equipos docentes una mirada
profesionalizada sobre la ESI, la escuela y la diversidad sexual y de género. Esperamos habernos
acercado a ese objetivo. Como ustedes saben, hacer realidad los derechos de niños, niñas y
adolescentes es una tarea que nos convoca y esta cursada es un aporte en ese sentido.

Material de lectura sugerida


● Cuaderno de ESI de Nivel Inicial. Educación sexual integral para la educación inicial:
contenidos y propuestas para las salas . - 1a ed. - Buenos Aires : Ministerio de Educación de
la Nación, 2010. Disponible en:
https://aulainfod1.infd.edu.ar/archivos/repositorio//250/492/esi_inicial.pdf

● Cuaderno de ESI de Nivel Primario. Educación sexual integral para la educación primaria:
contenidos y propuestas para el aula / coordinado por Marina Mirta. - 1a ed. - Buenos Aires:
Ministerio de Educación de la Nación, 2009. Disponible en:
https://aulainfod1.infd.edu.ar/archivos/repositorio//250/480/esi_primaria-2.pdf

● Cuadernos de ESI, para la educación secundaria I y II. Educación sexual integral para la
educación secundaria: 2a ed.ampliada - Buenos Aires: Ministerio de Educación de la Nación,
2018. Educación sexual integral para la educación secundaria I y II: 2a ed.ampliada - Buenos
Aires: Ministerio de Educación de la Nación, 2018. Disponible en:
https://aulainfod1.infd.edu.ar/archivos/repositorio//500/505/Cuaderno_ESI_Secundaria_2_
2017.pdf y https://aulainfod1.infd.edu.ar/archivos/repositorio//250/493/esi_secundaria.pdf

● Cambios que se ven y se sienten. Educación sexual integral. Para saber más sobre la
pubertad. Ministerio de Educación de la Nación- Ministerio de salud de la Nación , 2021.
Disponible en: http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL007482.pdf

67
● Colección Derechos Humanos, Género y ESI en la escuela:
https://www.educ.ar/recursos/157478/coleccion-derechos-humanos-genero-y-esi-en-la-
escuela

● Referentes escolares de ESI. Educación inicial -Propuestas para abordar los NAP. Ministerio
de Educación de la Nación, 2022
http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL007798.pdf

● Referentes escolares de ESI. Educación primaria-Propuestas para abordar los NAP.


Ministerio de Educación de la Nación, 2021. Disponible en:
http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL007477.pdf

● Referentes escolares de ESI. Educación secundaria-Parte 1. Propuestas para abordar los


NAP. Ministerio de Educación de la Nación, 2022:

http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL007797.pdf

● La ESI y los equipos de supervisión. Ministerio de Educación de la Nación, 2021. Disponible


en: http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL007478.pdf

● Elaboración de materiales de ESI en lenguas indígenas. Ministerio de Educación de la Nación,


2020. Disponible en: http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL006837.pdf

● La ESI a la cancha. Los espacios deportivos desde la perspectiva de la Educación Sexual


Integral. Ministerio de Educación de la Nación, 2021.
http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL007594.pdf

● Revista ESI para charlar en familias:


http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL007593.pdf
● Yo quiero saber ¿y vos? Audiovisuales, guías y juegos en: https://esi.pakapaka.gob.ar/

● Hablamos de Educación Sexual Integral. Cuadernillo para estudiantes. Ministerio de


Educación de la Nación, 2021. http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL007817.pdf

● Efemérides para trabajar la Educación Sexual Integral.


https://www.educ.ar/recursos/157917/efemerides-para-trabajar-la-esi

68
● ESI en primera persona: Violencia por motivos de género:
http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL008179.pdf

● ESI en primera persona: Amor romántico y violencia


http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL008180.pdf

● ESI en primera persona: Vínculos y entornos digitales


http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL008183.pdf

● Yo quiero saber ¿y vos? Audiovisuales, guías y juegos en: https://esi.pakapaka.gob.ar/

Créditos

Dirección General de Políticas Integrales de Diversidad Sexual. Secretaría de Derechos Humanos y


Pluralismo Cultural. Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.

Programa Nacional de Educación Sexual Integral. Secretaría de Innovación y Calidad Educativa.


Ministerio de Educación de la Nación.

Cómo citar este texto:

Dirección General de Políticas Integrales de Diversidad Sexual y Programa Nacional de Educación


Sexual Integral. (2022). Clase Nro.4: “Puertas de entrada y el rol docente en torno a la ESI y la
diversidad”. La ESI en la escuela: Derechos y diversidad sexual. Ministerio de Educación de la Nación.

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Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0

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